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Aristóteles, Ética A Nicómaco, Libro II, Capítulo 6, Traducción y Comentarios C. Videla-Hintze (2021)

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Aristóteles Ética a Nicómaco, Libro II, Capítulo 6 Versión 2021

6. {¿Qué tipo de hábito es la excelencia ética?}

Pero es necesario decir no solo qué es un hábito, sino también qué clase de hábito es. 1106a13
Por tanto, hemos de observar que toda virtud o excelencia, por una parte, perfecciona la
buena disposición de aquello que la posibilita, y por otra parte, hace que su función se
produzca bien; por ejemplo, la excelencia visual hace bueno al ojo y a su función; en
efecto, por la excelencia visual vemos bien. De modo similar, la excelencia del caballo
le hace ser un buen caballo, apto para correr, para llevar al jinete y para esperar al 20
enemigo. (1)

Entonces, si es así, en todos los casos, la excelencia ética del hombre será el hábito que
genera al hombre bueno y gracias al cual realizará bien su propia función. Ya hemos
dicho cómo es posible que esto sea así, pero si lo decimos nuevamente será más claro,
por tanto teorizaremos sobre cómo esto es así y sobre la naturaleza de la excelencia. (2)

En todo lo continuo y divisible puede tomarse lo más, lo menos y lo igual; en relación 25


con lo misma o en relación con nosotros; en efecto, lo igual es algo intermedio entre el
exceso y el déficit, el término medio. Llamo término medio en un objeto lo equidistante
a uno y a otro extremo, lo cual es uno y lo mismo para todos; pero en relación con 30
nosotros el término medio es aquello que no es exceso ni déficit; pero esto ya no es uno
ni lo mismo para todos. Por ejemplo, si en alguna cuestión diez es mucho y dos es poco,
tomamos seis como término medio; pues excede y es excedido por igual; este es el
término medio según la proporción aritmética. Pero, en relación con nosotros no se
puede asumir que esto sea así; en efecto, si comer diez libras parece mucho y si comer 1106b1
dos poco, no por esto el entrenador de gimnasia prescribirá comer seis libras; en efecto,
tal vez esto podría ser mucho o poco; en efecto, poco para Milón y mucho para un
gimnasta principiante. De modo similar, en la carrera y en la lucha. De este modo los 5
que saben huyen del exceso y del déficit, buscan el término medio y lo eligen, pero no el
término medio de las cuestiones sino el término medio para nosotros. (3)

Pero si esto es así, toda ciencia completa bien su obra observando el término medio y
dirigiendo sus trabajos hacia él (por lo cual suele decirse que a las obras bien realizadas 10
no se les puede agregar ni quitar nada, porque tanto el exceso como el déficit destruyen
lo bueno, en tanto el término medio lo conserva, como decimos, y los buenos técnicos
trabajan con la vista puesta en él); y si, por otra parte, la excelencia ética es más precisa
y mejor que todas las técnicas, como lo es también la naturaleza, tendrá que ser capaz de
lograr el término medio. (4) 15

Pero estoy hablando de la ética, en efecto, cuyo tema son las pasiones y las acciones, en
donde se da el exceso, el déficit y el término medio. Por ejemplo, en la fobia, en el
atrevimiento, en el deseo, en la rabia, en la compasión, holísticamente, en el placer y en
el dolor, se da lo más y lo menos, y ninguno de ambos está bien; pero si es cuando es 20
debido y por aquellas cuestiones y en relación con aquellas personas y en vista de
aquello y de la manera que se debe, entonces hay un término medio y excelente,
precisamente en esto consiste la excelencia ética. (5)

De modo similar, en torno a las acciones se da el exceso, el déficit y el término medio.


Pues bien, la excelencia concierne a las pasiones y a las acciones, en las cuales el exceso 25
es una forma de falencia, así como el déficit, en cambio el término medio es alabado y
es una forma de éxito; y el ser alabado y exitoso son características de la excelencia. Por
tanto, la excelencia es una clase de término medio, pues, como hemos visto, apunta el
término medio. (6)

Traducción: Cristóbal Videla-Hintze 1


Aristóteles Ética a Nicómaco, Libro II, Capítulo 6 Versión 2021

Además, es posible fallar de muchos modos (en efecto, el mal pertenece a la clase de los
ilimitados, y como conjeturaron los pitagóricos, el bien pertenece a la clase de los
limitados), pero el éxito se obtiene de un solo modo (razón por la cual uno es fácil y el 30
otro difícil - fácil es errar el blanco, difícil es lograrlo); por estas razones, entonces, el
exceso y el déficit son características del vicio y el término medio de la excelencia ética;

pues hay un modo de ser bueno, pero muchos de ser malo. (7)

Entonces, la excelencia ética es un hábito que elige el término medio en relación con 35
nosotros y definido por la razón, precisamente por aquella que determina el prudente. Es 1107a1
el término medio de dos vicios, el por exceso y el por déficit; es decir, es un término
medio porque los vicios se quedan cortos o sobrepasan lo correcto, respectivamente,
tanto en las pasiones como en las acciones, en cambio, la excelencia ética en ambos
casos encuentra el término medio. Por tanto, en relación con lo que está siendo y la 5
razón, decimos que la excelencia ética es el término medio, en relación con lo excelente
y la máxima perfección del bien. (8)

Pero, no toda acción ni toda pasión admiten un término medio; en efecto, algunas tienen
nombres que ya implican maldad, por ejemplo, malevolencia, desvergüenza, envidia, y 10
en el caso de las acciones, adulterio, robo, homicidio; pues todos estos y los similares
implican algo malo en sí mismo, y no por exceso o déficit de ellos. Por tanto, nunca es
posible hacer algo recto con ellos, siempre se hará algo malo; ni tampoco cabe algo 15
bueno o no bueno en relación con estas, pues no se puede cometer adulterio con la mujer
correcta, en el momento correcto o del modo correcto, pues hacer cualesquiera de ellas
es hacer una maldad. También sería absurdo esperar que en el caso de acciones injustas,
cobardes, autocomplacientes pudiera haber un término medio, un exceso o un déficit; 20
pues de este modo habría un término medio del exceso o del déficit, un exceso del
exceso y un déficit del déficit. Pero no hay un exceso o un déficit de la templanza o de la
valentía porque lo que es un término medio en un sentido un extremo, por tanto también
de las acciones que hemos mencionado no hay un término medio ni un exceso ni un 25
déficit, sino que de todos los modos que se hagan, serán equivocadas; pues,
holísticamente, no hay un término medio del exceso o del déficit, ni exceso o déficit del
término medio. (9)

NOTAS.

(1) Hemos dicho ‘excelencia visual’, expresión que va más allá de lo que seguramente quiso decir Aristóteles. En
efecto, con nuestros conocimientos actuales, sabemos que para ‘ver bien’ no basta con que el ojo funcione bien,
además es necesario que las función visual del cerebro funcione bien. Para ver algo bien, es necesario que
ambos ojos se dirijan al objeto en cuestión, y eso no lo dirige el ojo, sino el cerebro. De acuerdo con esto, para
que exista una excelencia, se debe disponer de un objeto (hábito, ojo) y de una función (acción del hábito,
función visual) y al coordinar ambos (el objeto y la función) se puede producir la excelencia. Sin querer,
observamos que cualquier aspecto ético, existe en torno a una conducta humana, es algo eminentemente
práctico, no es una discusión teórica, sino práctica. Entonces la excelencia ética es una práctica de excelencia.

En este caso, el Prof. Ross traduce el término ἀρετή al inglés como ‘excellence’, excelencia, en general, y
explica que al aplicarlo a la conducta humana, utiliza el término ‘virtue’, virtud.

(2) Reafirma Aristóteles que la excelencia ética es un hábito en el ser humano; se añade a esto la ‘función’ del ser
humano, y así teorizará sobre el tema. Esto lo trató en el capítulo 2 de este Libro (1104a11 – 27).

(3) En este interesante pasaje Aristóteles diferencia entre el término medio o término medio aritmético y término
medio o el término medio subjetivo, de la persona humana; es una sutil, pero crucial diferencia; claramente
expresa esta diferencia en el caso de Milón y un gimnasta novicio.

Traducción: Cristóbal Videla-Hintze 2


Aristóteles Ética a Nicómaco, Libro II, Capítulo 6 Versión 2021

La pregunta que queda abierta es ¿de qué trata el término medio subjetivo y si acaso es igual para todos o no?

(4) Este pasaje subraya la importancia del término medio. La cuestión que se plantea es, entonces, ¿cómo encontrar
el término medio? Nótese que se busca el término medio para nosotros, los humanos.

(5) Aristóteles es realmente un materialista, pues para él la ética tiene que ver con los placeres y los dolores, ¡más
humano, imposible! Elegantemente se desliga de los aspectos religiosos y/o supersticiosos.

El Prof. Ross agrega que es importante cómo Aristóteles usa la expresión término medio; en primer lugar,
explícitamente iguales ‘término medio’ con ‘excelente’; en segundo lugar, agrega al simple contraste de muy
pequeño – cantidad correcta – muy grande otros parámetros, lo que lleva a la noción de término medio más allá
de lo puramente cuantitativo.

(7) Interesante reflexión de Aristóteles, siguiendo la huella de Pitágoras.

(8) Insiste Aristóteles que la excelencia ética es un hábito relacionado con la elección; esto es crucial, siempre el
ser humano está en una situación de elección: el elegir es la condición de existencia de la ética. Por tanto, la
excelencia ética no es algo intrínseco al ser humano, sino un hábito que continuamente hay que estar
realizando, y para eso es necesario el elegir nuestra conducta.

(9) Es una revisión bastante completa de los casos de uso de ‘término medio’, Vale la pena, hacerla por cuenta de
cada lector.

Traducción: Cristóbal Videla-Hintze 3

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