Organos de los sentidos
Indice
1. Introducción
2. Contenido.
3. El oído
4. La vista
5. El olfato
6. El gusto
7. El tacto
1. Introducción
En el siguiente trabajo hablaremos sobre los distintos
sentidos que afectan a los seres humanos y animales, y
la función de cada uno de ellos.
El principal objetivo de nuestra investigación es
informar acerca del funcionamiento de los órganos
sensoriales, y a partir de eso, diferenciar sus usos y
las enfermedades que se pueden ocasionar en torno a los
mismos.
Hasta el momento sabemos que poseemos cinco sentidos:
el olfato, la vista, el gusto, el tacto y el oído. Cada
uno de ellos cumple una función diferente, aunque en
ciertos casos, están conectados.
El tacto nos permite sentir la textura de las cosas, si
están fríos o calientes; el olfato nos permite percibir
el aroma, y el gusto el sabor de las comidas. La vista
nos deja ver todo lo que nos rodea y el oído, captar
ondas sonoras para que podamos escucharlas. Esto es lo
que vamos a ampliar en la realización de este trabajo.
2. Contenido.
Los receptores sensoriales son células especializadas
en la captación de estímulos, que representan la vía de
entrada de la información en el sistema nervioso de un
organismo.
Los receptores sensoriales se pueden clasificar en:
Quimiorreceptores: cuando la fuente de información
son las sustancias químicas. Ejemplo: gusto y
olfato.
Mecanorreceptores: cuando la fuente de información
proviene de tipo mecánico. Ejemplo: contacto, no
contacto, vibraciones, texturas. Existen
mecanorreceptores especializados, por ejemplo los
estatorreceptores que informan sobre la posición
del equilibrio, y los fonorreceptores, que
perciben las ondas sonoras.
Termorreceptores: son los que perciben el frío o
el calor.
Fotorreceptores: se especializan en recibir la
energía electromagnética.
Los cinco sentidos son: el oído, la vista, el olfato,
el gusto y el tacto.
3. El oído
El oído es el órgano responsable no sólo de la
audición, sino también del equilibrio. Se encarga de
captar las vibraciones y transformarlas en impulsos
nerviosos que llegarán al cerebro, donde serán
interpretadas.
El oído se divide en tres zonas: externa, media e
interna.
Oído Externo:
Es la parte del aparato auditivo que se encuentra en
posición lateral al tímpano. Comprende el pabellón
auditivo (oreja) y el conducto auditivo externo que
mide tres centímetros de longitud. Posee pelos y
glándulas secretoras de cera. Su función es canalizar y
dirigir las ondas sonoras hacia el oído medio.
Enfermedades del Oído Externo:
Ausencia del pabellón auditivo (malformación
congénita). Si estas estructuras son anormales es
posible realizar una cirugía reconstructora de la
cadena de huesillos y restablecer la capacidad
auditiva.
El otematoma (oído en forma de coliflor) es el
resultado frecuente de daños que sufre el
cartílago cuando va acompañado de hemorragias
internas y producción excesiva de tejido
cicatrizante.
Inflamación del oído externo: que puede aparecer
como consecuencia de cualquier enfermedad que
produzca inflamación en la piel (dermatitis,
quemaduras, congelaciones, etc.)
La presencia de cuerpos extraños en el canal
auditivo externo (algodón, insectos, cerumen,
etc.), pueden producir alteraciones auditivas y
deben ser extraídas con sumo cuidado.
Oído Medio:
Se encuentra situado en la cavidad timpánica llamada
caja del tímpano, su cara externa está formada por el
tímpano que lo separa del oído externo. Es el mecanismo
responsable de a conducción de las ondas sonoras hacia
el oído interno. Es un conducto estrecho, que se
extiende unos 15 milímetros en un recorrido vertical y
otros 15 en un recorrido horizontal. El oído medio está
conectado directamente con la nariz y la garganta a
través de la trompa de Eustaquio, que permite la
entrada y la salida del aire del oído medio para
equilibrar las diferencias de presión entre éste y
exterior. Está formado por tres huesillos pequeños y
móviles, que son el martillo, el yunque y el estribo.
Los tres conectan acústicamente el tímpano con el oído
interno, que contiene líquido.
Enfermedades del Oído Medio:
Perforación del tímpano: lesiones producidas por
cualquier objeto afilado, por sonarse la nariz
con fuerza, al recibir un golpe en el oído o por
cambios bruscos en la presión atmosférica.
La infección del oído medio: se conoce como otitis
media, son todas las infecciones del oído por
bacterias, puede ser aguda o crónica. Puede
producir sordera, al adherirse tejidos al tímpano
que impiden su movimiento. Si se produce dolor,
se debe de realizar una intervención quirúrgica
para permitir el drenaje del oído medio. Algunos
niños que padecen otitis aguda presentan
dificultades para el desarrollo del lenguaje.
Otosclerosis: cuando se forma un hueso esponjoso
entre el estribo y la ventana oval. De esta
manera el estribo queda inmovilizado y no
transmite información hacia el oído interno,
causando la pérdida de la capacidad auditiva.
Oído Interno:
Se encuentra en el interior del hueso temporal que
contiene los órganos auditivos y del equilibrio, que
están inervados por los filamentos del nervio auditivo.
Está separado del oído medio por la ventana oval.
Consiste en una serie de canales membranosos alojados
en la parte densa del hueso temporal, se divide en:
caracol, vestíbulo y tres canales semicirculares, que
se comunican entre si y contienen endolinfa (fluido
gelatinosos).
Enfermedades del Oído Interno:
Las enfermedades del oído interno pueden afectar
el equilibrio y producir síntomas de mareos.
El vértigo: es consecuencia de lesiones producidas
en los canales semicirculares y produce náuseas y
pérdida de la capacidad auditiva.
Destrucción traumática del órgano de Corti: es
responsable de la producción de una sordera
total. Se conocen aparatos que ayudan a convertir
las ondas sonoras en señales eléctricas,
produciendo la estimulación directa del nervio
auditivo. Sin embargo los sonidos son poco
definidos.
Capacidad Auditiva:
Las ondas sonoras, en realidad son cambios en la
presión del aire, y son transmitidas a través del canal
auditivo externo hacia el tímpano, en el cual se
produce una vibración. Estas vibraciones se comunican
al oído medio mediante la cadena de huesillos y, a
través de la ventana oval hasta el líquido del oído
interno.
El rango de audición varía de una persona a otra. El
rango máximo de audición en el hombre incluye
frecuencias de sonido desde 16 hasta 28.000 ciclos por
segundo. El menor cambio de tono que puede ser captado
por el oído varía en función del tono y del volumen.
La sensibilidad del oído a la intensidad del sonido
también varía con la frecuencia. La sensibilidad a los
cambios de volumen es mayor entre 1.000 y los 3.000
ciclos, de manera que se pueden detectar cambios de un
decibelio. Esta sensibilidad es menor cuando se reducen
los niveles de intensidad de sonido.
Equilibrio:
Los canales semicirculares y el vestíbulo están
relacionados con el sentido del equilibrio. En estos
canales hay pelos que detectan los cambios de la
posición de la cabeza.
Los tres canales semicirculares se extienden desde el
vestíbulo formando ángulo más o menos rectos entre si,
lo cual permite que los órganos sensoriales registren
los movimientos que la cabeza realiza. Sobre las
células pilosas del vestíbulo se encuentran unos
cristales de carbonato de calcio, que cuando la cabeza
está inclina cambian de posición y los pelos que están
por abajo responden al cambio de presión. Es posible
que quienes padezcan de enfermedades del oído interno
no pueda mantenerse de pie con los ojos cerrados sin
tambalearse o caerse.
4. La vista
Aunque el ojo es denominado a menudo como el órgano de
la visión, en realidad el órgano que efectúa el proceso
de la visión es el cerebro, la función del ojo es
traducir las vibraciones electromagnéticas de la luz en
un determinado tipo de impulsos nerviosos que se
transmiten al cerebro a través del nervio óptico.
El globo ocular es una estructura esférica de
aproximadamente 2.5 centímetros de diámetro con un
marcado abombamiento sobre su superficie anterior. La
parte exterior se compone de tres capas de tejido:
La capa más externa o esclerótica: tiene una
función protectora. Cubre unos cinco sextos de la
superficie ocular y se prolonga en la parte
anterior con la córnea transparente.
La capa media o úvea: tiene tres partes: la
coroides (vascularizada), el cuerpo ciliar
(procesos filiares) y el iris (parte frontal del
ojo).
La capa interna o retina: es la sensible a la luz.
La córnea es una membrana resistente compuesta por
cinco capas a través de la cual la luz penetra en el
interior del ojo. El iris es una estructura pigmentada
suspendida entre la córnea y el cristalino y tiene una
abertura circular en el centro, la pupila. El tamaño de
la pupila depende de una músculo que rodea sus bordes,
aumentando o disminuyendo la cantidad de luz que entra
en el ojo
La retina es una capa compleja compuesta sobre todo por
células nerviosas. Las células receptoras sensibles a
la luz se encuentran en la superficie exterior, tienen
forma de conos y bastones y están ordenados como los
fósforos de una caja. La retina se sitúa detrás de la
pupila. La retina tiene una pequeña mancha de color
amarillo que se denomina mácula lútea, es su centro se
encuentra la fóvea central, que es la zona del ojo con
mayor agudeza visual.
El nervio óptico entre en el globo ocular por debajo y
algo inclinado hacia el lado interno de la fóvea
central, originando en la retina la pequeña mancha
llamada disco óptico. Esta estructura es el punto ciego
del ojo, ya que carece de células sensibles a la luz.
Funcionamiento del Ojo:
El enfoque del ojo se lleva a cabo debido a que la
lente del cristalino se aplana o redondea; este proceso
se llama acomodación. En un ojo normal no es necesaria
la acomodación para ver los objetos distantes, pues se
enfocan en la retina cuando la lente está aplanada
gracias al ligamento suspensorio. Para ver objetos más
cercanos, el músculo ciliar se contrae y por relajación
del ligamento suspensorio, la lente se redondea de
forma progresiva.
El mecanismo de la visión nocturna implica la
sensibilización de las células en forma de bastones
gracias a un pigmento, la púrpura visual, sintetizada
en su interior. Para la producción de este pigmento es
necesaria la vitamina A, y su deficiencia conduce a la
ceguera nocturna.
Cuando la luz intensa alcanza la retina, los gránulos
de pigmento marrón emigran a los espacios que rodean a
estas células, revistiéndolas y ocultándolas. De este
modo los ojos se adaptan a la luz.
Los movimientos del globo ocular hacia la derecha,
izquierda, arriba o abajo se llevan a cabo por los seis
músculos oculares que son muy precisos. Se estima que
los ojos pueden moverse para enfocar como mínimo cien
mil puntos distintos del campo visual.
Estructuras Protectoras:
Las más importantes son los párpados superior e
inferior. Estos son pliegues de piel y tejido glandular
que se cierran gracias a unos músculos y forman sobre
el ojo una cubierta protectora. Las pestañas (pelos
cortos que crecen en los bordes de los párpados),
actúan como una pantalla para mantener lejos del ojo
partículas cuando estos están abiertos.
Detrás de los párpados se encuentra la conjuntiva, que
es una membrana protectora fina que se pliega para
cubrir la zona de la esclerótica visible. Cada ojo
cuenta también con una glándula lagrimal, situada en la
esquina exterior. Estas glándulas segregan un líquido
salino que lubrica la parte delantera del ojo cuando
los párpados están cerrados y limpia la superficie de
las pequeñas partículas de polvo.
Enfermedades de la visión:
Hemeralopia: está causada por una incipiente
opacidad en uno o más de los tejidos oculares.
Ceguera para los colores: es un defecto congénito
de la retina, está relacionada con el exceso del
consumo de drogas, alcohol, tabaco, etc.
Miopía: el cristalino funciona bien, pero el globo
ocular es demasiado largo. La imagen de los
objetos alejados se forma delante de la retina.
Hipermetropía: el cristalino funciona bien, pero
el globo ocular es demasiado corto. La imagen de
los objetos cercanos se forma detrás de la
retina.
Diplopía, visión doble, estrabismo y bizquera: son
causados por debilidad o parálisis de los
músculos externos del globo ocular.
Astigmatismo: deformación de la córnea o
alteración de la curvatura de la lente ocular.
Provoca una visión distorsionada debido a la
imposibilidad de que converjan los rayos
luminosos en un solo punto de la retina.
Ceguera: puede ser causada por la presión del
nervio óptico. También por la separación de la
retina desde el interior del globo ocular.
La conjuntivitis: produce enrojecimiento,
inflamación, molestias y constante lagrimeo.
Durante el sueño, se produce una secreción de pus
que al secarse, hace que las pestañas se peguen
entre sí. La prevención de ésta enfermedad se
logra mediante la práctica de medidas higiénicas
como lavarse regularmente bien los ojos, usar
toallas limpias, no frotar los ojos con las manos
sucias, aplicar sólo los medicamentos (colirios o
cremas) recetados por el médico.
5. El olfato
Este sentido permite percibir los olores. La nariz,
equipada con nervios olfativos, es el principal órgano
del olfato. Los nervios olfativos son también
importantes para diferenciar el gusto de las sustancias
que se encuentran dentro de la boca, es decir, muchas
sensaciones que se perciben como sensaciones
gustativas, tienen su origen en el sentido del olfato.
También es importante decir que la percepción de los
olores está muy relacionada con la memoria, determinado
aroma es capaz de evocar situaciones de la infancia,
lugares visitados o personas queridas.
La nariz:
Forma parte del sentido del olfato, del aparato
respiratorio y vocal. Se puede dividir en región
externa, el apéndice nasal, y una región interna
constituida por dos cavidades principales (fosas
nasales) que están separadas entre si por el tabique
vertical. Los bordes de los orificios nasales están
recubiertos de pelos fuertes que atraviesan las
aberturas y sirven para impedir el paso de sustancias o
partículas extrañas.
Las cavidades nasales son altas y profundas, y
constituyen la parte interna de la nariz. Se abren en
la parte frontal por los orificios nasales y, en el
fondo, terminan en una abertura en cada lado de la
parte superior de la faringe. La región olfativa de la
nariz es la responsable del sentido del olfato, la
membrana mucosa es muy gruesa y adopta una coloración
amarilla.
Clasificación de las sensaciones olfativas:
Se puede decir que hay siete tipos de receptores
existentes en las células de la mucosa olfatoria. Las
investigaciones sobre el olfato señalan que las
sustancias con olores similares tienen moléculas del
mismo tipo. Estos tipos son:
Alcanfor
Almizcle
Flores
Menta
Éter (líquido para limpieza en seco)
Acre (avinagrado)
Podrido
Estudios recientes indican que la forma de las
moléculas que originan los olores determina la
naturaleza del olor de esas moléculas o sustancias. Se
piensa que estas moléculas se combinan con células
específicas de la nariz, o con compuestos químicos que
están dentro de esas células. La captación de los
olores es el primer paso de un proceso que continúa con
la transmisión del impulso a través del nervio olfativo
y acaba con la percepción del olor por el cerebro.
Enfermedades del olfato y la nariz:
Resfriado: es una enfermedad infecciosa aguda del
tracto respiratorio, causada por cierto tipo de
virus. Provoca congestión, y evita el normal
funcionamiento del olfato, excesiva secreción
nasal, dolor de garganta y tos.
Rinitis: trastorno inflamatorio de la membrana
mucosa de la nariz. Se caracteriza por secreción
nasal acuosa, con congestión y dificultad para
respirar por la nariz.
Fiebre del heno: es una forma de rinitis
estacional causada por alergia al polen. Provoca
ataques intensos de estornudos, inflamación de la
mucosa nasal y los ojos, y respiración
defectuosa.
Alergias nasales, irritación por la respiración de
contaminantes, etc.
6. El gusto
Esta facultad humana, entre otros animales, actúa por
contacto de sustancias solubles con la lengua. El ser
humano es capaz de percibir un amplio repertorio de
sabores como respuesta a la combinación de varios
estímulos, entre ellos textura, temperatura, olor y
gusto. Viéndolo de forma aislada el sentido del gusto
sólo percibe cuatro sabores: dulce, salado, ácido y
amargo.
La lengua:
Posee casi 10.000 papilas gustativas que están
distribuidas de forma desigual en la cara superior de
esta. Por lo general las papilas sensibles a los
sabores dulce y salado se concentran en la punta de la
lengua, las sensibles al ácido ocupan los lados y las
sensibles a lo amargo están en la parte posterior.
La lengua es un órgano musculoso de la boca y es el
asiento principal del gusto y parte importantes en la
fonación, masticación y deglución de los alimentos.
Está cubierta por una membrana mucosa y se extiende
desde el hueso hioides en la parte posterior de la boca
hacia los labios. El color de la lengua suele ser
rosado. Su principal función es la contención de los
receptores gustativos, que nos permiten degustar los
alimentos. También contribuye junto con los labios, los
dientes y el paladar duro, la articulación de las
palabras y sonidos.
Enfermedades del sentido del gusto:
Pérdida del sentido: para conservar este sentido
se debe de mantener una higiene bucal adecuada,
que se consigue con cepillos y dentríficos.
Embotación de sensibilidad gustativa: cuando se
saborean sustancias muy ácidas o muy fuertes
(picantes, etc.)
Irritación de la mucosa lingual: ocurre por exceso
del humo del tabaco, provocando que disminuya la
percepción de los sabores.
Prevenir enfermedades como la caries en dientes y
muelas, periodontitis y/o gengivitis, en las
encías.
7. El tacto
El tacto, es otro de los cinco sentidos de los seres
humanos y de otros animales. A través del tacto, el
cuerpo percibe el contacto con las distintas
sustancias, objetos, etc. Los seres humanos presentan
terminaciones nerviosas especializadas en la piel, que
se llaman receptores del tacto. Estos receptores se
encuentran en la epidermis (capa más externa de la
piel) y transportan las sensaciones hacia el cerebro a
través de las fibras nerviosas. Hay sectores de la piel
que poseen mayor sensibilidad ya que el número de
receptores varía en toda la piel.
Los receptores del tacto están constituidos por los
discos de Merkel, que se subdividen en las siguientes
categorías:
Corpúsculos de Pacini: se ubican en la zona
profunda de la piel, sobre todo en los dedos de
las manos y de los pies. En general son poco
abundantes. Detectan presiones y deformaciones de
la piel, y sus estímulos duran poco.
Terminaciones Nerviosas libres: están en casi todo
el cuerpo y se especializan en sentir el dolor.
Terminaciones nerviosas de los pelos: sensibles al
tacto. La mayoría de los pelos son de este tipo.
Corpúsculo de Meissner: se encuentran en las
papilas dérmicas, abundantes en los extremos de
los dedos, los labios, la lengua, etc. Se ubican
en la zona superficial de la piel y se
especializan por el tacto fino.
Corpúsculos de Krause: presentes en la superficie
de la dermis y son sensibles al frío, se ubican
en especial en la lengua y en los órganos
sexuales.
Corpúsculo de Rufino: son poco numerosos,
alargados y profundos, son sensibles al calor.
La piel:
Es una parte muy importante del organismo que protege y
cubre la superficie del cuerpo. Contiene órganos
especiales que suelen agruparse para detectar las
distintas sensaciones como la temperatura y dolor.
La piel posee, en un corte transversal, tres capas: la
epidermis, que es la que interviene principalmente en
la función del tacto, ya que es la más externa. La
dermis, que es la capa del medio y la capa subcutánea.
Enfermedades del tacto:
Urticaria: alteración alérgica de la piel
caracterizada por la aparición repentina o
reiterada de manchas, ronchas u otras
manifestaciones. Por lo general son como
inflamaciones.
Psoriasis: Es una enfermedad crónica, se
caracteriza por la aparición de placas escamosas.
Se diferencia de la piel normal, ya que obtiene
un color rojizo o castaño, cubiertas por pequeñas
escamas blancas. Generalmente afecta las
rodillas, el cuero cabelludo y el pecho.
Dermatitis: es la inflamación de la piel o la
dermis. Los síntomas son enrojecimiento, dolor,
exudación de la zona afectada. Cuando se presenta
por un largo período, suele presentar ronchas,
costras y mucha sequedad de la piel. Su causa es
por parásitos o irritantes físicos o químicos.
Micosis: es una enfermedad producida por hongos,
causa mucha molestia porque genera mucha picazón
e irritación de la piel.
Onicomicosis: son las afecciones en las uñas,
sobre todo en las de los pies. Produce
deformaciones por engrosamiento y
resquebrajamiento.
Dermatomicosis: se presenta entre los dedos,
produciendo grandes ampollas y grietas, se
controla rápidamente, pero suele salir nuevamente
en épocas calurosas y muy sudorosas. Para
combatirlas se emplean líquidos, pomadas, polvos
y en algunos casos medicamentos que se ingieren
o inyectan. También es recomendable usar zapatos
ventilados y cambiarse a diario los calcetines o
medias.
Candidiasis: es una infección producida por un
hongo, que normalmente se aloja en la vagina
(órgano sexual femenino). Se multiplica
rápidamente y produce mucha picazón. El
tratamiento se basa en el uso de supositorios
vaginales. Esta es una enfermedad que se adquiere
por contacto sexual.
La tiña: es una infección en forma de anillo. Los
hongos atacan los folículos pilosos, del cuero
cabelludo o de la barba. Se presentan erupciones
molestas y desagradables, comenzando con
erupciones rojas, que cada vez se hacen más
grandes y más rojas acompañadas de mucha picazón.
La Pediculosis: es la parasitosis (Ciencias) más
frecuente causada por parásitos externos
(ectoparásitos) llamados piojos.
Escabiosis o sarna: es una enfermedad de la piel
producida por un animalito microscópico llamado
ácaro. Este animal, cava galerías debajo de la
piel, allí pone sus huevos y se desarrollan sus
crías, las cuales producen gran picazón. Esta
enfermedad es muy contagiosa, porque el ácaro
puede pasar de una persona a otra. La mejor forma
de controlar esta enfermedad, es practicar
correctamente la higiene personal.
El acné: es una afección de la piel en la que
queda retenida la secreción de las glándulas
sebáceas que se inflaman e infectan. Puede ser
causados por problemas hormonales, especialmente
en la pubertad, se presenta tanto en los niños
como las niñas. Esta irritación generalmente se
presenta en el rostro, pero también se localiza
en los hombros y la espalda. El acné puede ser
tratado con cremas especiales, recetadas por
médicos dermatólogos. También es muy importante
el consumo de alimentos bajos en grasas.
Umbrales sensoriales
Umbrales absolutos. Son los valores de magnitud mínima
del estímulo, que son necesarios para su detección. Si
la magnitud del estímulo es demasiado débil, no produce
una respuesta de detección, se dice que la magnitud del
estímulo es subumbral o sublimal; al contrario, los que
superan el umbral, se denominan supraumbrales o
supraliminales.
Cuadro 3.2.1 Valores aproximados de umbral de detección
Modalidad Umbral de detección
sensorial
Luz La flama de una vela vista a 48
kilómetros (30 millas) en una noche
oscura y sin nubes.
Sonido El tictac de un reloj de pulso en
condiciones de silencio a siete metros
(20 pies).
Gusto 5 ml. de azúcar en 7.6 litros de agua.
Olfato Una gota de perfume difundida en todo el
volumen de un apartamento de tres
habitaciones.
Tacto El ala de una abeja que cae sobre su
mejilla desde una distancia de un
centímetro.
Umbrales Diferenciales. El umbral diferencial o limen
de diferencia, es la medida de la diferencia mínima
entre dos estímulos que es posible detectar. A igual
que en el umbral absoluto, el umbral diferencial es un
concepto estadístico de validez cuestionable en cierto
grado. La medida psicológica relacionada con el umbral
de diferencial, es la medida de la estimulación de que
la magnitud de dos estímulos es perceptualmente igual:
se le llama punto de igualdad subjetiva (PIS).
Percepción subliminal. Se trata de la percepción de
mensajes de los cuales no se es consciente. Muchos
estudios demuestran que si se nos expone a estímulos o
mensajes de tan corta duración que no los podemos
captar conscientemente, estos pueden afectar nuestros
pensamientos o emociones. Por ejemplo, dibujos o
fotografías de escenas desagradables expuestas a altas
velocidades provocan sensación de ansiedad.
Los ejemplos de estímulos subliminales que se emplean
en publicidad son numerosos. Los anuncios que utilizan
en mayor medida estos estímulos son los de bebidas
alcohólicas y tabaco. Los estímulos más usuales
consisten en palabras o dibujos que aluden a asuntos
sexuales o de muerte normalmente escondidos en el
anuncio. Los mensajes subliminales de contenido sexual
acostumbran a incluir, con frecuencia, órganos sexuales
y circunstancias prohibidas como la infidelidad y la
promiscuidad. Los estímulos relacionados con la muerte
suelen ser máscaras, espectros, fantasmas, cabezas
degolladas y miembros amputados. La explicación que los
psicoanalistas suelen dar ante la utilización de estos
estímulos es que el alcohólico o el fumador bebe o
fuma, como efecto de frustraciones o fracasos no
superados, buscando acelerar su autodestrucción.
Existen hasta ahora, infinidad de aplicaciones de los
mensajes subliminales, más allá de la publicidad. El
cine los ha utilizado –en películas como "El Exorcista"
se comprobó que se usaban para desencadenar agudas
respuestas emocionales en los espectadores–, la
publicidad política, la evitación de robos en
supermercados –a través de música ambiental con
mensajes de "no robes", "si robas irás a la cárcel",
etc.–, para atrapar criminales a través de mensajes
subliminales en prensa y radio –alertando a los
ciudadanos–, y una de las aplicaciones más abiertas y
comercializadas es a través de los mensajes
subliminales terapéuticos, con invitaciones positivas
de autoayuda y superación.