UNIVERSIDAD FRANZ TAMAYO
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
CARRERA DE MEDICINA
MONOGRAFÍA
“EL ABORTO DESDE LA BIOÉTICA”
PRESENTADO POR:
KEVIN MILTHON ZAPANA CHULLUNQUIA
DOCENTE:
ISABEL ELISA FLORES MIRANDA
CURSO: ÉTICA MÉDICA
El ALTO - BOLIVIA
2022
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INTRODUCCIÓN:
Antes de entrar directamente a las decisiones en torno al aborto, que pueden analizarse desde
muy distintas perspectivas, tenemos que abordar en Bioética dos conceptos muy utilizados en
todos los debates sobre este tema, que dan lugar a varias preguntas. La primera es sobre el
estatuto del embrión humano: ¿Qué o quién es el embrión y el feto? ¿De quiénes hablamos
cuando discutimos sobre el aborto? El debate sobre el estatuto del embrión humano nos lleva
enseguida a otra pregunta unida a ésta: ¿Cuándo comienza la vida humana? ¿Es una cuestión que
debe ser determinada por la Filosofía o por la Ciencia? No es posible responder a estas preguntas
en pocas páginas, pero sí comentaremos que es el personalismo ontológico el que proporciona
una mejor fundamentación y más congruente en cuanto a nuestros deberes ético con la
protección del embrión. La segunda cuestión es la autonomía de la mujer para decidir: ¿Qué es la
autonomía?, ¿cuáles son sus límites, si los tiene?, ¿puede la madre —u otras personas, incluido el
médico— decidir por el feto?, y finalmente, ¿puede la madre —u otras personas, incluido el
médico— realizar un acto profundamente maleficente con el feto como es el aborto, por un
motivo benefíciense para la madre? En definitiva, ¿Es posible una autonomía sin la
responsabilidad correspondiente ante uno mismo y los demás?
Quizás sean éstas las preguntas más fundamentales que se plantean en todos los debates y desde
distintas perspectivas bioéticas en torno al aborto, aunque ciertamente no son las únicas.
Veremos a continuación la segunda de ellas, centrándonos en la autonomía de la mujer y del
médico en las decisiones sobre el aborto.
OBJETIVOS:
OBJETIVO GENERAL
- Dar a conocer y orientar a la juventud a que tome conciencia sobre el aborto.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
- Relacionar los principios de la ética con el aborto.
- Responder algunas preguntas acerca del aborto.
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JUSTIFICACION:
En este trabajo se realiza con el fin de dar una reflexión sobre el aborto con relación a la bioética
desde el principio ético de la autonomía, partiendo de la problemática sociológica y
los conflictos éticos en torno del aborto, realizando un análisis acerca de la decisión de abortar
y respeto a la autonomía en adolescentes a partir del aborto en la adolescencia y el
consentimiento informado, así como las complicaciones del aborto y sus complicaciones
éticas. según el modelo individualista liberal, para aplicarlo a la toma de decisiones tanto como
de la mujer y del médico.
DESARROLLO DEL TEMA:
ALGUNAS CONSIDERACIONES ACERCA DEL ABORTO
El aborto ha sido y es en el mundo actual uno de los métodos más ampliamente aplicados para
regular la fecundidad, en especial, en los países más subdesarrollados. Los más de 40 millones de
abortos que se realizan anualmente en el orbe, dan prueba fehaciente de esto, y mientras la
polémica mundial acerca de su irrestricta aceptación continúa, también se perpetúa su práctica,
informándose actualmente una tasa mundial de 40 a 70 por cada 1 000 mujeres en edad fértil y
de 200 a 460 abortos por cada 1 000 nacidos vivos. Estas cifras están calculadas a partir de
estimados nacionales que en muchas ocasiones son de poca fiabilidad, o sea, que las cifras
mundiales están sólo parcialmente basadas en datos fidedignos.
El aborto ha sido y es en el mundo actual uno de los métodos más ampliamente aplicados para
regular la fecundidad, en especial, en los países más subdesarrollados. Los más de 40 millones de
abortos que se realizan anualmente en el orbe, dan prueba fehaciente de esto, y mientras la
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polémica mundial acerca de su irrestricta aceptación continúa, también se perpetúa su práctica,
informándose actualmente una tasa mundial de 40 a 70 por cada 1 000 mujeres en edad fértil y
de 200 a 460 abortos por cada 1 000 nacidos vivos. Estas cifras están calculadas a partir de
estimados nacionales que en muchas ocasiones son de poca fiabilidad, o sea, que las cifras
mundiales están sólo parcialmente basadas en datos fidedignos. Cada minuto 380 mujeres
quedan embarazadas en el mundo y de ellas 40 se someten a un aborto en condiciones insalubres,
mientras que anualmente mueren en el todo el orbe 600 000 mujeres como resultado directo de la
interrupción de un embarazo, el 99 % en países en vía de desarrollo. La Organización Mundial
de la Salud (OMS) refiere que cerca de la mitad de los abortos inducidos que se realizan cada
año, son inseguros, y que en Latinoamérica y el Caribe existe más de un aborto inseguro por
cada tres nacidos vivos. El aborto inseguro se asocia con una considerable morbilidad materna,
de hecho, una de cada 5 mujeres que han tenido un aborto inseguro padece una infección genital
y alrededor del 13 % de las muertes relacionadas con la gravidez se atribuyen a complicaciones
provocadas por abortos inseguros.
En muchos países, los desafíos enfrentados al decidir la mujer realizarse un aborto son enormes,
se recurre con frecuencia al recurso ilegal y se sufren complicaciones; por otro lado, el acceso
a servicios de salud que garanticen la realización correcta de este proceder, es difícil y
arriesgado, lo que puede favorecer que se produzcan resultados fatales.A ser la adolescencia un
periodo de transición en la vida de la persona, es importante destacar que representa, por si sola
un momento de muchos conflictos. Esta fase es caracterizada por el inicio de las relaciones
sexuales, momentos de indecisión, ansiedad, consolidación de la auto-imagen y de la autoestima,
madurez emocional y mental, consideraciones sobre imposiciones, reglas, valores, identidad y
familia. Cada uno de estos factores genera crisis en la joven, lo cual provoca conflictos
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de naturaleza intrapersonal e interpersonal. Las crisis en la adolescencia son necesarias e
imprescindibles para el desarrollo del ser humano, sin embargo, el embarazo en la adolescencia
desencadena crisis desestructurada por la pesada carga emocional, física y social; que impide que
sean vividas importantes fases de maduración psico-social. Otro aspecto significativo es el rol de
la red familiar, con todas sus implicaciones dentro del contexto social, así como, el rol femenino
involucrado con elementos que son necesarios para ser incorporados de forma pragmática en la
discusión de la gestación en adolescentes. Se torna, relevante la ayuda que la joven en
pleno proceso de madurez física, psicológica y social, recibe para superar los conflictos, para lo
cual hace uso de mecanismos efectivos, enfrentando las dificultades impuestas
circunstancialmente por la vida. Una consideración importante surge en medio de esta
conjunción de factores: ¿Cuál es la percepción que la joven embarazada tiene del embarazo en la
adolescencia? ¿Cómo ella se siente? Es importante discutir este aspecto, considerando que este
momento representa una dupla crisis para la joven que vive esta experiencia.
La práctica del aborto es tan antigua como la misma humanidad, se reconoce en nuestros días
que los pueblos primitivos permitían el aborto, el cual era reconocido como un derecho absoluto
del padre sobre los hijos. Las culturas griegas y romanas también toleraban el aborto en ciertas
circunstancias, a pesar de las penalidades severas que establecían las leyes de la época.
La autonomía de la mujer: ¿puede la madre decidir por el feto?
Hay una gran variedad de concepciones y de valoraciones acerca del principio de autonomía y
su ámbito dentro de la ética clínica, en la atención de salud1. Es un término muy usado en el
ámbito jurídico, pero ahora nos interesa un análisis ético, para profundizar en lo que la filosofía
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nos puede aportar sobre la autonomía, Nos encontramos con la afirmación de una autonomía
radical en bastantes autores, especialmente en el ámbito anglosajón. Se afirma la autonomía
como una posesión del individuo que decide con independencia absoluta sobre sí mismo,
conforme a lo escrito por Stuart Mill: «Ningún hombre puede, en buena lid, ser obligado a
actuar o a abstenerse de hacerlo, porque de esa actuación o abstención haya de derivarse un
bien para él, porque ello le ha de hacer más dichoso, o porque, en opinión de los demás,
hacerlo sea prudente o justo. Éstas son buenas razones para discutir con él, para convencerle o
para suplicarle, pero no para obligarle o causarle daño alguno si obra de modo diferente a
nuestros deseos. Para que esta coacción fuese justificable, sería necesario que la conducta de
este hombre tuviese por objeto el perjuicio de otro. Para aquello que no le atañe más que a él,
su independencia es, de hecho, absoluta. Sobre sí mismo, sobre su cuerpo y su espíritu, el
individuo es soberano»3.
Pero en la práctica nos enfrentamos muchas veces a pacientes no competentes o con la
competencia disminuida, que hacen difícil la aplicación inmediata del principio de Stuart Mill,
aunque estuviéramos de acuerdo con él, de forma que debemos ir a decisiones subrogadas,
cada vez más alejadas de esa «soberanía individual». También, en el ámbito latinoamericano, la
familia cumple un papel importante en las decisiones clínicas y en el consentimiento informado,
frente al individualismo más extremo. Esto se presenta de un modo más complejo en las
decisiones de la mujer frente al aborto, por las presiones de su compañero, de sus padres
cuando es menor de edad, por la mentalidad social de rechazo a la madre soltera, etc. Y
asimismo, frente a esa independencia del paciente que decide, muchas veces vemos
situaciones de desigualdad de recursos, injusticias en el acceso igualitario a los cuidados de
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salud, grandes diferencias entre la82medicina pública y la privada, y fuertes desigualdades
entre pacientes muy bien informados y pacientes con una muy baja educación sanitaria.
También esto provoca a veces argumentos favorables a la legalización del aborto, para que no
existan diferencias sociales entre ricos y pobres.
La autonomía del médico: ¿Puede el médico decidir por el feto?
En España el aborto provocado está explícitamente penalizado en base a la protección del
derecho a la vida del no nacido, pero la Ley lo despenalizó en determinados supuestos y se
atienden en los hospitales públicos desde finales de los ochenta. Esto dio lugar a un amplio
debate ético y jurídico que marca también el inicio de la preocupación por la bioética como
disciplina en nuestro país. Recientemente se está preparando una reforma de la legislación
existente para introducir una «ley de plazos» que lo permita de modo libre en determinado
tiempo de gestación. Con todo legalmente se está interpretando de manera laxa lo que en la
propia Constitución Española se expresaba con los términos: «Todos tienen derecho a la vida», y
se está tergiversando la propia actual legislación vigente21. A la par, España ha sido el país de
Europa con mayor crecimiento en las tasas de abortos provocados en los últimos años, con un
crecimiento constante desde 1985 hasta ahora; en el 2006, uno de cada seis embarazos termina
mediante aborto provocado legalmente declarado Pero independientemente de lo que señalen en
cada momento las leyes, es necesario tener en cuenta que no todo lo permitido legalmente es
éticamente correcto. Puede ser que no se penalice en determinados supuestos el aborto en
algunas legislaciones, pero eso no lo convierte en algo moralmente aceptable y debe ser
éticamente justificado Tampoco entramos aquí en cuáles deberían ser las soluciones sociales a
temas como el embarazo adolescente, los abortos provocados ilegales, y otros. Algunos ofrecen
como solución de estos dramas sociales la legalización o, al menos, la despenalización del aborto
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provocado, sin considerar que, en sí mismo, el aborto es un drama más que se añade a los
anteriores y que cualquier solución debe centrarse en la educación para una paternidad
responsable, y no sólo en las exigencias de unos supuestos derechos reproductivos que incluirían
el aborto25. Lo cierto es que puede existir una presión social hacia los médicos para encargarles
de la realización legalmente aprobada de los abortos, incluso dentro del propio sistema público
de salud, como ocurre en algunos países. Ante esto, debemos tener en cuenta la posición
generalizada de la mayoría de las organizaciones médicas en contra, y las exigencias éticas de
protección a la vida humana no nacida que están expresamente escritas en algunos Códigos
Deontológicos. La Asociación Médica Mundial, en una Declaración sobre el aborto terapéutico,
señala.
El primer principio moral que se impone al médico es el respeto a la vida humana desde
su comienzo.
Las circunstancias que ponen los intereses vitales de la madre en conflicto con los
intereses vitales de su criatura por nacer crean un dilema y plantean el interrogante
respecto a si el embarazo debe o no ser deliberadamente interrumpido.
La diversidad de respuestas a esta situación es producida por la diversidad de actitudes
hacia la vida de la criatura por nacer. Esta es una cuestión de convicción y conciencia
individuales que debe ser respetada.
No es función de la profesión médica determinar las actitudes y reglas de una nación o de
una comunidad en particular con respecto a este asunto, pero sí es su deber asegurar la
protección de sus pacientes y defender los derechos del médico dentro de la sociedad.
Por lo tanto, donde la ley permita el aborto terapéutico, la operación debe ser realizada por
un médico competente en la materia y en un lugar aprobado por las autoridades del caso.
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Si un médico estima que sus convicciones no le permiten aconsejar o practicar un aborto,
él puede retirarse, siempre que garantice que un colega calificado continuará prestando la
atención médica.
En todos los textos deontológicos médicos está claramente señalado el campo lícito de actuación
del médico, y también el de su abstención ética, y es importante que se respete el derecho a la
objeción de conciencia de los profesionales de la salud27. Como resumen de la doctrina
deontológica mayoritariamente aceptada, señalaríamos con Gonzalo Herranz.
a) Nunca el médico puede matar por acción u omisión: Esto que se aplica a la eutanasia, se
aplica también al aborto provocado, que es una grave falta ética y deontológica.
b) Nunca el médico puede matar por acción u omisión: Esto que se aplica a la eutanasia, se
aplica también al aborto provocado, que es una grave falta ética y deontológica
c) Los padres, y especialmente la madre embarazada tiene un deber ético de preservar la
vida de su hijo y de aceptar los tratamientos para salvarla, si se trata de medios que
ofrecen una esperanza razonable de beneficiarle y que pueden obtenerse y aplicarse sin
grave inconveniencia, dolor o gasto.
d) Hoy, la discusión en torno al aborto ya no se centra en el problema clásico de si el
embrión es ser humano o no. Su centro de gravedad se ha desplazado a la cuestión,
planteada por el liberalismo más extremo del pretendido derecho de abortar de la madre,
en virtud de su autonomía moral, independientemente de los datos de la embriología y la
reflexión antropológica sobre el embrión. Por eso es necesario subrayar los límites que la
dignidad moral imponen a la decisión de la madre, y de los familiares y del médico
tratante, si de verdad quieren respetar el derecho a la vida del no nacido.
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Los principios de la Bioética: ¿Autonomía y beneficencia frente a justicia en el aborto?
Ya tenemos bastantes referencias para poder comprender por qué no es válido el argumento del
choque de principios en Bioética, entre la autonomía de la madre y su beneficencia, y la
maleficencia que se realiza con el feto abortado. Pero antes de terminar con esto, quisiéramos
dejar claro que un acto de aborto nunca es un acto de beneficencia para la madre tampoco, pues
rompe cualquier ideal de propuesta ética de una vida feliz. Expondré este ideal que presenta la
ética según la definición de Paul Ricoeur: «anhelo de vida realizada y, como tal, feliz, con y para
los otros, en instituciones justas». El sujeto moral, en todo el análisis, no es solamente la mujer
con un embarazo no deseado sino también el médico.
CONLUSIÓN:
Como hemos visto el aborto es un tema de gran amplitud, ya que no existe tan siquiera una
definición aceptada por todas las ramas del pensamiento humano; debido a que el hecho del
aborto puede ocurrir bajo muchas circunstancias diferentes, es analizado desde diversos puntos
de vista, como se ha analizado en esta revisión: ético, moral, religioso, médico y legal. La falta
de un consenso entre los diversos grupos hacen que el aborto sea un tema controversial y de gran
interés a nivel mundial ya que todos estos son campos que se entremezclan en la vida de cada ser
humano y además tiene que ver con el antagonismo de dos derechos humanos fundamentales, el
derecho a la vida y el derecho a la libre elección. El aborto se puede combatir brindando más
información a todas las mujeres en especial a las adolescentes. La ética puede cambiar la
mentalidad de las mujeres, para que ellas tomen conciencia del daño que se están haciendo y lo
recordaran por el resto de su vida.
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Dar charlas en escuela, universidades, televisión, informar a la población que el aborto está
penado, que esto trae consecuencias para la salud de la mujer y también un daño psicológico
Para ellas. Brindar apoyo a los lugares de Pueblo Nuevo que desconocen del aborto, evitar que
más vidas mueran.
COMENTARIO:
El aborto desde un punto de vista social, ético y religioso, está mal visto y prohibido en la
mayoría de países con excepción de algunos, para que el aborto sea permitido legalmente tiene
que ver muchos factores legales y éticos, para poder discutir sobre el aborto si está bien o mal,
desde el punto de vista de la mujer si estaría bien realizarte un aborto ya que el el principio ético
de autonomía, la mujer puede hacer lo que quiera con su cuerpo y si quiere realizarse un aborto,
pero también tenemos que ver el punto de vista del médico ya que su juramento hipocrático no le
permite realizar un aborto, solo en casos especiales.
A mí parecer el aborto debería estar permitido ya que existen más razones para que se permita el
aborto con respecto al que no se permita el aborto.
BLIBIOGRAFÍA:
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