Los contratos Litteris se basaba en menciones especiales, escritas por un acreedor en un registro
doméstico, el cual era llamado codex y se denominaban nomina transcriptia, estos contratos
únicamente podían ser realizados por medio de la escritura. Este tipo de contratos se exigían
como prueba y también como solemnidad, la cual era esencial para la existencia y validez de este
tipo de contrato (26). Esta categoría fue retomada por Justiniano ya que esta había desaparecido
en la práctica jurídica del siglo IV, Justiniano