Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
ELOGIOS
LO QUE OTROS DICEN SOBRE
MENTIRAS QUE LAS NIÑAS CREEN
Mentiras que las niñas creen es una herramienta fantástica para que
las madres enseñen a sus hijas a permanecer firmes contra las
mentiras que estarán tentadas a creer en su adolescencia, en su
juventud y conforme pasen los años. Invierte en el futuro de tu hija
e instrúyela en la verdad, porque, como bien dice el antiguo refrán:
¡Más vale prevenir que curar!
MARY A. KASSIAN
Autora de Chicas sabias en un mundo salvaje
Me encanta Mentiras que las jóvenes creen de Nancy DeMoss
Wolgemuth y Dannah Gresh, y ahora estoy muy contenta de ver
que Mentiras que las niñas creen anuncia a las chicas más
jovencitas la verdad que las hace libres. Solo Jesús puede hacerlo,
pero Dannah hace que sea más fácil para ellas entender cómo
experimentar dicha libertad. ¡No puedo esperar para regalárselo a
mis nietas!
CATHE LAURIE
Fundadora y directora de Virtue, el ministerio para mujeres de Harvest
Christian Fellowship
Nuestras hijas están rodeadas de mensajes que parecen positivos,
como “las mujeres mandan” y “las mujeres gobiernan el mundo”.
Sin embargo, ¿es esa la verdad? No, ¡la verdad es que Jesús es el
que manda y el que gobierna! Estoy muy contenta de que Dannah
Gresh haya escrito esta guía para que las mamás puedan combatir
las mentiras de las redes sociales, la cultura pop y las amistades
imprudentes. Ve con tu hija y este libro a tu lugar favorito para
hablar. ¡Sé que este libro será el inicio del diálogo de muchas citas
intencionales con mis hijas!
ARLENE PELLICANE
Conferencista y autora de 31 días para ser una mamá feliz
Las niñas nunca han tenido una forma más divertida de descubrir la
verdad y aprender a reconocer las mentiras que traicionan la
confianza y las relaciones. Dannah Gresh compara claramente las
mentiras con la verdad de manera que las niñas puedan
identificarse para que puedan corregir lo que piensan de sí mismas
y conocer el propósito de Cristo para sus vidas.
RON HUNTER JR.
Cofundador y director de las Conferencias D6. Autor de DNA of D6:
Building Blocks of Generational Discipleship
La vida de nuestras niñas depende de que sus madres conozcan la
verdad de Dios. Aunque parezca una frase hecha, para mí fue y
sigue siendo fundamental para salvar la vida de mi hija. Dannah
desarrolla un proceso que hace libre al equipo de madre e hija para
disipar las mentiras y descubrir la verdad que Dios quiere que
creamos sobre su amor por nosotras, nuestras familias, nuestras
amistades y nuestro futuro. Aprenderás cómo escuchar, vivir, creer
y actuar según la verdad de Dios. En esto hay libertad.
JENNY SUMMERS
Directora ejecutiva de Pregnancy Resource Clinic, y madre de ocho hijos
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
Contenido
CUBIERTA
PORTADA
ELOGIOS
PRÓLOGO
INTRODUCCIÓN: Lo que toda madre debe saber sobre las
emociones de su hija
PARTE 1: PREPÁRATE PARA AYUDAR A TU HIJA
(Desmontemos tres mentiras que las mamás creen)
Capítulo 1: Tienes que tomar una decisión
Capítulo 2: Cómo instruir a tu hija en la verdad
Capítulo 3: ¿Qué tiene que ver la gracia con esto?
PARTE 2: MENTIRAS QUE LAS NIÑAS CREEN Y LA
VERDAD QUE LAS HACE LIBRES (Planta semillas de la
verdad en la vida de tu hija)
Capítulo 4: La verdad y mentiras sobre Dios
VERDAD #1: ¡Dios te ama siempre, pase lo que pase!
MENTIRA: “Dios solo me ama cuando soy buena”.
VERDAD #2: ¡Dios es todo lo que necesitas!
MENTIRA: “Dios no es suficiente”.
VERDAD #3: Eres cristiana si crees en Jesús y lo recibes
como tu Salvador.
MENTIRA: “Soy cristiana porque _______.”
Capítulo 5: La verdad y mentiras sobre mí misma
VERDAD #4: ¡Dios te eligió!
MENTIRA: “No soy muy capaz”.
VERDAD #5: La belleza que más le importa a Dios está
dentro de mí.
MENTIRA: “Las chicas bonitas valen más”.
VERDAD #6: Estás lista para más responsabilidad.
MENTIRA: “Necesito más libertad”.
Capítulo 6: La verdad y mentiras sobre mi familia
VERDAD #7: Tu familia es diferente, y eso es bueno.
MENTIRA: “Mi familia es muuuy rara”.
VERDAD #8: Puedes ser feliz incluso en una familia
destruida.
MENTIRA: “Mi familia está demasiado destruida para que
alguna vez sea feliz”.
VERDAD #9: Dios te da alegría cuando honras a tus padres.
MENTIRA: “Mis padres no me entienden”.
Capítulo 7: La verdad y mentiras sobre el pecado
VERDAD #10: El pecado te separa de Dios.
MENTIRA: “Mi pecado no es tan grave”.
VERDAD #11: Ocultar el pecado te conduce al fracaso.
MENTIRA: “No necesito contarle a nadie mi pecado”.
VERDAD #12: Todo lo que vemos o escuchamos debe ser
verdadero, honorable, justo, puro, bello, admirable, excelente
y digno de alabanza.
MENTIRA: “Lo que miro/escucho no importa”.
Capítulo 8: La verdad y mentiras sobre el hecho de ser una
niña
VERDAD #13: Dios creó dos géneros diferentes: masculino
y femenino.
MENTIRA: “No hay ninguna diferencia entre ser un niño o
una niña”.
VERDAD #14: Tu capacidad de traer una vida al mundo es
algo para celebrar.
MENTIRA: “Tener mi menstruación va a ser horrible”.
Capítulo 9: La verdad y mentiras sobre los chicos
VERDAD #15: Puedes decir que “no” a la locura por los
chicos.
MENTIRA: “Está bien perder la cabeza por un chico”.
VERDAD #16: Nunca serás demasiado grande para
necesitar un sabio consejo.
MENTIRA: “No necesito hablar de chicos con mi mamá”.
Capítulo 10: La verdad y mentiras sobre la amistad
VERDAD #17: Todas necesitamos amigas fieles, y la mejor
manera de encontrar una es serlo.
MENTIRA: “No tengo amigas”.
VERDAD #18: Cada palabra que pronuncias y cada
pensamiento que tienes sobre alguien deben agradar a Dios.
MENTIRA: “Está bien ser mala”.
Capítulo 11: La verdad y mentiras sobre el futuro
VERDAD #19: Ser esposa y madre es una labor buena y
valiosa.
MENTIRA: “No tiene nada de genial ser una SIMPLE
esposa y madre”.
VERDAD #20: Te estás convirtiendo en lo que un día serás.
MENTIRA: “Soy demasiado joven para _________”.
PARTE 3: LA VERDAD QUE LA HACE LIBRE (Cómo
identificar las mentiras y reemplazarlas con la verdad)
Capítulo 12: Arranca las raíces (Cómo reconocer e identificar las
mentiras)
Capítulo 13: Siembra la verdad (Cómo reemplazar las mentiras
con la verdad)
Capítulo 14: Ponte el cinturón de la verdad (Cómo usar la
verdad para ser libre)
20 verdades clave
RESUMEN DE LOS RESULTADOS DE LOS GRUPOS DE
ENFOQUE CON LAS MAMÁS
RESUMEN DE LOS RESULTADOS DE LA ENCUESTA A
LAS NIÑAS PREADOLESCENTES*
¡GRACIAS!
NOTAS
CRÉDITOS
EDITORIAL PORTAVOZ
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
PRÓLOGO
De mi corazón al tuyo…
C
uando escribí por primera vez Mentiras que las mujeres creen en
2001, mi carga era en especial por las mujeres adultas que habían
sido víctimas del engaño del enemigo. A medida que las mujeres
leían el libro, muchas me contaron que las mentiras que creían habían
estado arraigadas en sus pensamientos desde la adolescencia. Cada vez era
más claro que debíamos abordar estos problemas en las muchachas más
jóvenes, antes que esas mentiras pudieran echar raíces y provocar resultados
destructivos en sus vidas. De modo que, en 2008, invité a Dannah Gresh a
escribir conmigo Mentiras que las jóvenes creen.
No me imaginé entonces que algún día necesitaríamos otra versión del
libro para ayudar a las niñas más pequeñas a reconocer y vencer las
mentiras. En ese momento, estas niñas aún no estaban en la línea del frente
de batalla, como las adolescentes. No estaban manifestando las
consecuencias delatoras de creer las mentiras que sus madres y sus abuelas
estaban experimentando.
Sin embargo, todo eso estaba cambiando mientras Dannah y yo
escribíamos el libro para adolescentes. La palabra tween en inglés (que
significa “preadolescente”), que apareció por primera vez en la década de
1940, finalmente se popularizó para describir la nueva demografía de las
consumidoras de ocho a doce años. Se apuntó a ellas en un esfuerzo por
ampliar el mercado de productos que alguna vez se vendían a mujeres
adultas y adolescentes. De repente, cosas como el maquillaje y la moda de
marca llegaron a ser “imprescindibles” para las niñas. Los resultados fueron
mensurables y casi inmediatos: depresión, problemas de imagen corporal y
trastornos alimentarios se dispararon entre estas niñas, muchas de las cuales
aún no habían alcanzado la pubertad. Y el problema solo ha empeorado en
la última década.
Hay dos razones importantes de nuestra decisión de ampliar la serie de
libros de “Mentiras” más allá de las mujeres y las jóvenes, para incluir a las
niñas:
1. El mundo está apuntando con contenido
maduro a las preadolescentes.
Empatizo con la madre que tiene este libro en sus manos y quiere
proteger a su hija de las mentiras de este mundo. Aunque no tengo hijas
biológicas, hay muchas jóvenes y niñas preciosas que son para mí como
hijas “adoptadas” y, ahora, nietas. (¡Varias de estas pequeñas desfilaron
tocando las campanillas en mi boda!). Ojalá nunca hubieran tenido que
presenciar de primera mano el pecado y la fealdad en nuestro mundo caído.
Sin embargo, nuestra antigua cultura judeocristiana ahora es totalmente
poscristiana, y tiene la intención de adoctrinarnos de la cuna a la tumba con
su engañosa manera de pensar. No hay escapatoria.
Seré sincera. Me acobardé cuando supe que además de temas como la
belleza, la amistad, la presión escolar y los chicos, Dannah sintió que
también debíamos abordar temas como las redes sociales, el género y la
homosexualidad. Muchas preguntas pasaron por mi mente: ¿Era realmente
necesario abordar estos temas? ¿Las chicas eran realmente conscientes y
luchaban con esos problemas? ¿Podríamos escribir sobre ellos sin exponer
prematuramente estos jóvenes corazones a temas que no estaban
preparados para asimilar?
Como pronto verás, la investigación me convenció de que había que
hacer algo. Estoy agradecida por el compromiso de Dannah de salvaguardar
estos corazones y mentes jóvenes, al no presentarles las mentiras, sino
enseñarles la verdad.
Evitar que estas preciosas niñas se enteren de estos temas críticos ya no
es posible. Por eso debemos hacer todo lo necesario para ayudarles a
conocer y creer lo que Dios dice.
2. Las niñas preadolescentes pueden experimentar
una formación espiritual que defina sus vidas.
Es fácil no prestar atención a los años de la infancia, sin darse cuenta de
que son una importante etapa de formación espiritual. Las mamás quieren
asegurarse de que sus hijos estén creciendo físicamente al ritmo adecuado.
Y a los niños y niñas de hoy se los anima a desarrollarse y sobresalir como
estudiantes, atletas o músicos, así como en sus habilidades sociales. Sin
embargo, ¿somos tan intencionales con el desarrollo de sus corazones y su
relación con Dios?
La vida de Jesús nos muestra que recibió una formación espiritual desde
temprana edad, mientras “crecía en sabiduría y en estatura, y en el favor de
Dios y de toda la gente” (Lucas 2:52). Así es como todos debemos crecer:
como persona, cuerpo, alma y espíritu. Tu hija puede experimentar un
verdadero crecimiento de su alma y su espíritu, que direccione su vida, aun
desde muy pequeña.
Cuando tenía apenas siete años, escribí una carta a mis padres, que
reflejaba las semillas que ellos y otros habían sembrado en mi corazón.
(Dannah la ha incluido en el libro para tu hija en la página 131, y la
encontrarás en la página 173 de esta Guía para mamás). La carta original
está escrita de puño y letra de una niña y con faltas de ortografía y todo,
pero fue un momento muy definido cuando sentí que Dios quería que fuera
“una misionera para Él”, y estaba ansiosa por anunciar esa maravillosa
noticia a mis padres.
Algunas afectuosas amigas enmarcaron esta carta como regalo cuando
cumplí cuarenta años, y todavía la tengo en mi sala de estar, como un
recordatorio de la primera vez que experimenté el llamado de Dios en mi
vida cuando era niña. Recuerdo vívidamente la clara sensación de que Dios
era el dueño de mi vida, que mi vida le pertenecía y que Él me había
apartado para usarme en su reino.
No sé lo que Dios puede tener reservado para tu hija, pero sí sé que lo que
ella piensa, cree y hace a la edad de ocho y diez años es importante. Es
sustancial que al crecer conozca y ame a Dios con todo su corazón, y que
esté aprendiendo a discernir y aferrarse firmemente a la verdad.
Mentiras que las niñas creen y esta Guía para mamás son herramientas
que te ayudarán a sembrar la verdad en la vida de tu hija, alimentar esas
semillas y verlas crecer. Criar bien a tu hija en estos años formativos
requiere de mucho tiempo y es una tarea difícil. Sin embargo, ¡ten la
seguridad de que, independientemente del tiempo y el esfuerzo que
inviertas en su vida hoy, dará frutos conforme pasen los años y en las
futuras generaciones!
Que el Señor te dé mucha sabiduría y gracia para este noble llamamiento.
Y que Él te llene de alegría cuando tú y tu hija disfruten juntas la belleza y
el poder de la verdad.
NANCY DEMOSS WOLGEMUTH
Editora general de la serie “Mentiras”
Autora, maestra y presentadora de Revive Our Hearts (Aviva Nuestros
Corazones)
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
INTRODUCCIÓN
Lo que toda madre debe saber sobre
las emociones de su hija
E
sta puede ser una pregunta divertida para iniciar una
conversación con tu hija: ¿Cuál es el organismo vivo más grande
del mundo? Tu primer pensamiento podría ser una ballena azul,
¡pero esa no es la respuesta correcta! Es un árbol en el Bosque Nacional
Fishlake de Utah, que es tan grande que incluso tiene nombre: Pando. Y no
es una secuoya gigante, comúnmente conocida como secoya. Es un álamo
temblón, más específicamente una colonia clónica de un único álamo
temblón masculino.[*]
Pando, también conocido como el gigante temblón, parece un bosque de
árboles; sin embargo, se han identificado marcadores genéticos en cada
tronco de árbol, lo que demuestra que comparten un sistema radicular
subterráneo masivo. La planta se extiende a lo largo de 43 hectáreas y se
cree que pesa 6.600 toneladas. (¡Eso es alrededor de 33 ballenas azules!).
Y aquí hay algo sobre este árbol que me parece en especial interesante: ha
sobrevivido a frecuentes incendios forestales debido a sus raíces profundas
y extensas. Cuando los incendios se propagan a través de Pando, su sistema
de raíces está protegido del calor. La fuente de vida subterránea del
organismo prospera y eventualmente envía nuevas plántulas al suelo fértil
que deja el fuego.
Por el contrario, las coníferas, que también crecen en esa zona, tienen
sistemas de raíces poco profundas. Cuando llega un incendio, arrasa por
completo esos árboles.
Las raíces son algo poderoso.
Sin embargo, el problema con las raíces es que no puedes verlas. Un
árbol puede verse fuerte y saludable por la superficie, pero no se puede
decir mucho sobre lo que hay debajo de la tierra hasta que se prueban sus
raíces.
¿Qué tipo de raíces tiene tu hija? ¿Son profundas y extensas como
Pando? ¿O superficiales y débiles como las de una conífera?
Conozco a muchos padres que desearían poder retroceder en el tiempo
para tener otra oportunidad de establecer las raíces espirituales de sus hijos,
pero ya es demasiado tarde. Cuando llegan a la escuela secundaria o la
universidad, los niños pequeños, que alguna vez usaron pijamitas enterizos,
se han convertido en una estadística de perdición, pecado o algo peor.
Algunos no tienen terribles manifestaciones de rechazar a Dios, pero se han
conformado a la neutralidad sutil de una vida “buena”, pero sin Dios. Sus
raíces no eran suficientemente profundas.
Ahora permíteme ser clara. Los padres piadosos a veces terminan con
hijos impíos. La historia de Adán y Eva lo demuestra. Sin embargo, no
estoy hablando de eso aquí, sino de los padres que saben que podrían
haberlo hecho mejor. Estos padres afirman no haberse dedicado
intencionalmente a sembrar la verdad como lo hicieron para enseñarles
sobre el cuidado del cuerpo o fomentar en ellos intereses extracurriculares.
El arrepentimiento por dar demasiada importancia a los estudios y no lo
suficiente al carácter espiritual es cada vez mayor y se ha convertido en una
carga muy pesada. Estos padres ahora oran fervientemente mientras esperan
que Dios rescate de manera milagrosa a su hija adulta.
No quiero que seas tú. Me gustaría ayudarte con tu hija cuando aún es
jovencita. No hay garantías, excepto que sabrás que has sembrado
intencionalmente la verdad en su corazón.
He pasado por esto con mis dos hijas, Lexi y Autumn. Ahora son
veinteañeras y se están amoldando a la emoción de la vida real “adulta”. No
son perfectas, y no querrían que te dijera lo contrario, pero me alegra decir
que no solo sobrevivimos a sus años de preadolescencia y adolescencia,
sino que salimos airosas.
Por supuesto, mucho ha cambiado desde que tenían esa edad. Y puesto
que quería estar en contacto con tu realidad como madre, he viajado por
todo el país para facilitar grupos de enfoque con madres de preadolescentes.
Estas son algunas cosas que las mamás mencionaron que les preocupaban:
Mi hija aprendió sobre los derechos de las mujeres y el aborto en
quinto grado. La maestra de su escuela pública era una feminista
acérrima e integró sus creencias políticas en el programa de estudios.
Yo no sabía nada de eso cuando tenía su edad.
Cada vez hay más publicidad dirigida a ellas. Los gigantes de los
medios decidieron que no estaban ganando suficiente dinero, miraron a
su alrededor e identificaron el mercado de las preadolescentes. Ahora
apuntan especialmente a nuestras hijas. Antes solían ser juguetes, pero
ahora es maquillaje, comida [y] ropa. Nuestras hijas piensan que
necesitan estas cosas.
Mi hija llegó a casa con un libro de la biblioteca, que resaltaba el
hecho de que el personaje principal tenía dos madres y conocía a un
niño que tiene dos madres. Me decepcionó que la biblioteca pública
tuviera este libro disponible para mi hija que va a segundo grado.
Estaba en tercer grado y tenía ocho años cuando una estudiante de
quinto grado se suicidó. Creo que los niños no se suicidaban cuando
yo tenía esa edad.
Estas madres buscaban formas seguras y apropiadas a su edad para
conversar de temas maduros y delicados con sus hijas. Querían hacerlo sin
presentarles mentiras confusas. Debemos admitir que estos son temas que a
ti y a mí nos cuesta manejar como mujeres adultas. Entonces, ¿cómo hablar
de estos temas con una niña de diez años? ¿Deberías hacerlo?
La decisión de cómo y cuándo plantear este tipo de conversaciones se
complican aún más por lo terriblemente sensibles que pueden ser los años
de la preadolescencia. Las palabras que las madres usaban para describir a
sus hijas incluyen insegura, apenada, confundida, estresada, enojada,
deprimida, avergonzada y solitaria. Seguían preguntándome si las
reacciones que sus hijas estaban teniendo frente a la vida eran normales en
su desarrollo o algo por lo cual preocuparse. Esa es una pregunta
complicada sin una respuesta simple. Cada madre tiene que responderla por
sí misma, pero he desarrollado una herramienta para ayudarte.
Acuñé el término sentimientos molestos para darles a ti y a tu hija algo
para identificar las emociones malsanas. Lo he probado con chicas de
secundaria y universitarias, y creo que es algo que todas podemos usar para
decidir si nuestras reacciones emocionales son saludables o si son una señal
de advertencia de que algo anda mal
SENTIMIENTOS MOLESTOS
El dulce y pequeño cuerpo de tu hija comenzará o ya ha comenzado a
experimentar una avalancha de cambios hormonales que dificultan el
discernimiento de las emociones saludables y malsanas, pero se puede.
En la introducción de Mentiras que las niñas creen, escribí esto para tu
hija.
Dios creó tanto los sentimientos buenos como los malos, y
ambos pueden ser útiles si usas la verdad de Dios para
responder a ellos. Sin embargo, cuando tienes un mal
presentimiento y no sabes por qué, o simplemente nunca
desaparece y lo sientes todo el tiempo, TODOS LOS DÍAS, se
trata de un sentimiento “molesto”. ¡Podría ser evidencia de que
estás creyendo una mentira!
Es muy posible que tu hija esté luchando con una emoción en particular
porque Dios necesita (con tu ayuda) que ella responda a la verdad. Tal vez
esté estresada porque tiene demasiadas actividades en su agenda, y tú debes
ayudarla a tomarse un tiempo para descansar. Tal vez esté deprimida porque
no se siente segura al hablar de cosas que la enojan, y debe aprender a
comunicar sus frustraciones de una manera madura. Dios creó nuestras
emociones para enviarnos mensajes, y debemos responder a esas señales.
Cuando lo hacemos, el sentimiento a menudo se va porque ya ha hecho su
trabajo.
Sin embargo, a veces las emociones persiguen a las chicas. ¡Aparecen sin
razón aparente y nunca se van! Ahí es cuando puedes tener un problema.
Esto es lo que toda madre necesita saber sobre las emociones de su hija:
Los sentimientos crónicos, recurrentes y molestos pueden ser una
evidencia de que las mentiras están creciendo en las raíces del
sistema de creencias de tu hija. Y podría encontrarse en esclavitud
espiritual.
El término “esclavitud espiritual”, que Nancy DeMoss Wolgemuth utilizó
en Mentiras que las mujeres creen para describir lo que experimentan las
mujeres cristianas adultas, también explica la crisis que enfrentan las niñas.
El 72% de las mamás que asistieron a mis grupos de enfoque dijeron creer
que las emociones de sus hijas son la manifestación de una batalla mucho
más profunda y oscura. Una madre lo expresó de la siguiente manera:
“Satanás no discrimina por edad”.
Estoy de acuerdo.
Es probable que hayas adquirido este libro porque tú también estás de
acuerdo.
¿Pero por dónde comenzamos a ayudar a nuestras preciosas niñas?
A través del libro de Nancy, Mentiras que las mujeres creen: y la verdad
que las hace libres, más de un millón de mujeres ha experimentado la
victoria sobre todo tipo de pecado, depresión, ansiedad, miedo, soledad,
adicción, desesperanza y mucho más. Ha ayudado a las lectoras a rastrear
su esclavitud espiritual a mentiras muy arraigadas. Luego las ayudó a
arrancar las mentiras y reemplazarlas con la verdad de Dios.
LES HAN MENTIDO A NUESTRAS HIJAS.NECESITAN LA
VERDAD QUE LAS HAGA LIBRES.
La colección de libros Mentiras que las niñas creen y la Guía para mamás
es la respuesta al sentimiento general de madres que solicitaban un libro
similar para sus hijas de ocho a doce años. Te diré que, en lugar de ser
celosa, odiosa, temperamental, egoísta y estar esclavizada, tu hija puede
llegar a ser:
Así es como Dios quiere que ella (y tú) vivan: libres. Por supuesto, Jesús
dijo que no sería fácil:
VERDAD DE ORO:
“El propósito del ladrón [Satanás] es robar y matar y‐
destruir; mi propósito es darles una vida plena y
abundante” (Juan 10:10).
Habrá batallas difíciles en la vida de tu hija mientras Satanás trata de
mentirle, y Dios quiere que ella conozca y crea la verdad. Quiero ayudarles
a ti y a tu hija a ganar la batalla, para que puedan experimentar la vida
abundante que Jesús vino a darles. No puedes decidir si tu hija aceptará la
Palabra de Dios, pero puedes plantar semillas en ella para que esté arraigada
en la verdad.
Los escritores del Antiguo Testamento entendían la importancia de estar
bien arraigados. Jeremías, Ezequiel y los salmistas escribieron sobre esto.
El apóstol Pablo hizo referencia a sus palabras cuando escribió:
VERDAD DE ORO:
“Por lo tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús
como Señor, ahora deben seguir sus pasos. Arráiguense
profundamente en él y edifiquen toda la vida sobre él.
Entonces la fe de ustedes se fortalecerá en la verdad
que se les enseñó, y rebosarán de gratitud” (Colosenses 2:6-
7).
Mi objetivo en este libro y Mentiras que las niñas creen es ayudarte a
plantar semillas de verdad y alimentarlas para que echen raíces profundas y
extensas en la vida de tu hija.
¿Qué dices, amiga? Vamos a sembrar.
CÓMO USAR MENTIRAS QUE LAS NIÑAS CREEN Y LA GUÍA
PARA MAMÁS DE MANERA CONJUNTA
1 LEE la Guía para mamás al mismo tiempo/ritmo que tu hija lee
Mentiras que las niñas creen. De manera tal que, cuando leas esta
introducción, deberías pedirle a tu hija que también lea la introducción de
su libro. Los capítulos son paralelos y preparan el terreno para que puedan
tener importantes conversaciones entre madre e hija.
2 ORA por tu hija. Te daré ideas de oración en cada capítulo de este libro.
Se verán así:
HABLA CON DIOS:
Usa Juan 10:10 para escribir una oración por tu hija en el espacio que
sigue. Pide a Dios que te convierta en una madre sabia, para poder percibir
cuándo Satanás está tratando de robar el corazón de tu hija. Ora y pide a
Dios que use este libro para que estés preparada para ayudar a tu hija a
disfrutar de una vida plena y abundante en Cristo.
El propósito [de Satanás] es robar y matar y destruir; mi propósito es
darles una vida plena y abundante (Juan 10:10).
__________________________
__________________________
__________________________
__________________________
3 HABLA con tu hija. Usa las sugerencias de conversación al final de
cada capítulo para hablar con tu hija. Se verán así:
HABLA CON TU HIJA:
Después que tu hija lea la introducción de Mentiras que las niñas creen,
ve a la página 16 de su libro y pregúntale si está dispuesta a hablar de sus
respuestas al “cuestionario sobre los dramas de las chicas”. Esta es tu
oportunidad de discernir más a fondo en qué necesita tus oraciones y tu
guía.
MENTIRAS QUE LAS MUJERES CREEN
Te animo a comenzar por leer y aplicar prácticamente la
verdad que se encuentra en el libro de Nancy, Mentiras que
las mujeres creen. Si lo has leído anteriormente, sería bueno
que lo vuelvas a hojear para refrescar sus conceptos. No hay
mejor herramienta que puedas ofrecer a tu hija para que
conozca la verdad y sea libre, que tú misma tengas un
encuentro transformador con la verdad.
[*] Una colonia clónica es un conjunto de individuos genéticamente idénticos, como plantas, hongos
o bacterias, que han crecido en un determinado lugar, todos originados de un solo antepasado de
manera vegetativa, no sexual.
A
fin de recopilar historias para este libro, salí a la carretera,
preparé café y hablé con madres de preadolescentes en once
ciudades.
¡156 MUJERES PARTICIPARON EN
NUESTROS GRUPOS DE ENFOQUE!
En cada una de estas reuniones, las mujeres respondían preguntas
mediante un dispositivo marcador. Les hacía una pregunta como: “¿Está tu
hija loca por los chicos?”. Cada asistente respondía de manera personal, y
me daba un porcentaje de referencia de cuán generalizado podía ser cierto
problema. Entonces, lo hablábamos. Nuestras conversaciones a menudo
estaban llenas de lágrimas y catarsis, mientras las mujeres contaban sus
historias más tristes y sus temores más profundos sobre la maternidad.
Muchas veces también nos animábamos, mientras las mujeres contaban sus
victorias en la batalla por la verdad.
Encontrarás sus historias (casos prácticos) intercaladas en las páginas de
este libro. Los nombres son ficticios. Las historias no lo son.
Estas madres me ayudaron a identificar las mentiras, que se abordan en la
siguiente sección de este libro. Juntas, también hemos identificado tres
mentiras que las madres creen, que dificultan nuestra capacidad de enseñar
a nuestras hijas a caminar en la verdad. Estas son:
MENTIRA #1 QUE LAS MAMÁS CREEN:
“No puedo/sí puedo controlar lo que mi hija cree”.
MENTIRA #2 QUE LAS MAMÁS CREEN:
“Es demasiado pronto para hablar con mi hija sobre
_________________”.
MENTIRA #3 QUE LAS MAMÁS CREEN:
“Mi hija no está en peligro como otras niñas”.
Si te identificas inquietamente con estas frases, acércate a recibir
consuelo y dirección. No estás sola.
Si realmente no crees que sean tu caso, ¿podría pedirte (retarte a) que, de
todos modos, leas los siguientes capítulos? Espero que demuestres que
estoy equivocada, pero seré la primera en admitir que pensaba que no había
creído estas mentiras. Al examinar mi corazón, me di cuenta de que había
permitido que se manifestaran en mi vida o aún lo estaba permitiendo. Y no
sé tú, ¡pero yo no quiero nada que me impida ayudar a mis hijas a vivir en
la libertad de la verdad! Entonces, antes que ayudes a tu hija, me gustaría
dedicar un tiempo a darte aliento y apoyo a ti en los próximos tres capítulos.
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
Tienes que tomar una decisión
T
engo grabadas dos fotos en mi mente.
La primera es la preciosa imagen de una niña, que conozco,
arrodillada con su madre, que es mi amiga, para entregar su vida a
Cristo. En esta foto, la niña (cuyo nombre no puedo llevar a la ficción) tiene
una sonrisa tan grande que es contagiosa.
La otra foto es horrible. Es de la misma niña. Déjame que te cuente un
poco más sobre mi amiga y su hija, antes que describa cómo es la imagen.
Cuando tenía once años, comenzó a presionar a sus padres para que le
permitieran tener una cuenta de Instagram, pero ellos sostenían que la edad
mínima recomendada para usar la aplicación[1] debía respetarse.
Se mantuvieron firmes y le dijeron “todavía no”. Su hija tuvo una fuerte
reacción emocional ante su decisión, pero pensaron que era solo un drama
“normal” de niña adolescente.
Después de todo, incluso después de su petición, siguió participando y
teniendo éxito en varias actividades extracurriculares, continuó siendo una
hermana mayor servicial y derritiendo corazones cuando cantaba.
Parecía haber aceptado el “todavía no”.
Nada podría haberlos preparado para la llamada telefónica que, algunos
meses después, recibieron de una vecina, para advertirles lo que su hija
estaba haciendo en secreto. Había abierto una cuenta de Instagram a
espaldas de sus padres.
Sin embargo, eso no fue lo peor.
Su publicación más reciente era una foto escalofriante que desearían
jamás haber visto. Esta preciosa niña, que aún no había cumplido doce
años, tenía cortes en la muñeca y la sangre le corría por el brazo mientras
miraba a la cámara con los ojos en blanco.
Mi amiga tenía que tomar una decisión: ¿cómo aprovecharía esa dolorosa
oportunidad para instruir a su hija en la verdad?
Supongo que adquiriste este libro por el mismo motivo por el que lo
escribí. Como verás, nuestras niñas están en problemas, y quieres hacer
algo al respecto.
La mayoría de las preadolescentes de hoy sufren dentro de una gama de
ansiedades. No es una cuestión de si lucharán con la depresión, la ansiedad,
el miedo, la soledad y la ira, sino de cuánto lucharán. La socióloga Juliet
Schor, que estudia la propensión en asuntos de la familia y la mujer,
advierte que los problemas emocionales que se manifiestan en nuestras
hijas y que nos pueden parecer normales fueron causa de un tratamiento
agresivo no hace muchos años.
La persona joven promedio de hoy (es decir, normal) entre las edades
de nueve y diecisiete años tiene puntuaciones tan altas en escalas de
ansiedad como los niños que ingresaron en clínicas por trastornos
psiquiátricos en 1957.[2]
En un esfuerzo por evitar que sus hijas sean una estadística, muchas
mamás recurren a los libros de mayor venta, consejería, blogs de mamás y
conferencistas populares en busca de ayuda. Por lo general, no hay nada
malo con estos recursos. De hecho, he recurrido a todos ellos para que me
ayuden a ser una mujer más saludable y criar hijos sanos. Si bien nos dan
entendimiento y buenas ideas, por sí mismos no llegan al meollo del asunto
para resolver la perdición de nuestras familias.
Amiga, necesitamos algo más que hablar de la destrucción que está
existiendo entre las niñas preadolescentes. Necesitamos una solución.
Necesitamos entender POR QUÉ están luchando y CÓMO detenerlo.
¿POR QUÉ ESTÁN LUCHANDO LAS NIÑAS?
Como tu hija está aprendiendo en el capítulo 1 de Mentiras que las niñas
creen, todos nuestros problemas se remontan al huerto del Ed én, donde
Satanás, disfrazado de serpiente, dijo la primera mentira a la primera mujer.
Desde ese encuentro hasta ahora, ha usado el engaño para ganar nuestros
afectos, influir en nuestras decisiones y, finalmente, destruir nuestras vidas.
VERDAD DE ORO:
“El diablo… ha sido asesino desde el principio y
siempre ha odiado la verdad, porque en él no hay
verdad. Cuando miente, actúa de acuerdo con su
naturaleza porque es mentiroso y el padre de la mentira”
(Juan 8:44).
Mentir siempre ha sido la estrategia de juego de Satanás.
Sin embargo, la cuestión es que participamos en su juego. Eva no fue una
espectadora completamente inocente, sino que cooperó con la serpiente.
¿Cómo pasó Eva de tener un día perfecto en el paraíso a experimentar el
día más catastrófico de toda la historia humana? Escuchó la mentira de la
serpiente y luego empezó a considerarla. Pensó en ella y se dejó llevar por
sus sentimientos, lo que la condujo a su caída. Cuando los pensamientos y
las emociones obsesivas toman el control, tenemos un gran problema. Lo
escribí así para tu hija:
Tal vez Eva se SINTIÓ confundida:
“¡Espera… ¿Y si Adán no entendió bien lo que Dios le dijo?!”.
O tal vez SINTIÓ un impulso de rebeldía:
“Si Dios va a ser así, ¡no quiero seguir las reglas de Dios!”.
O tal vez SINTIÓ miedo:
“¡Ay no! ¿Qué pasa si Dios no es tan bueno como creemos que es?”.
No sabemos lo que Eva estaba pensando o sintiendo, pero podemos ver que
ella permitió que sus sentimientos tomaran el control. Fue entonces cuando
sucedió algo realmente malo: Eva comenzó a creer la mentira. ¡Cuestionó
la verdad de Dios!
LA MUJER CREYÓ LA MENTIRA
Creer la mentira la llevó a comer el fruto que Dios les dijo a ella y a Adán
que no comieran. Las consecuencias de ese pecado no han terminado aún.
Estas son algunas de las formas alarmantes en que se están manifestando
como riesgos para nuestras hijas hoy:
Las tasas de depresión en adolescentes están en aumento, entre las
cuales las preadolescentes son las que más están en riesgo.[3]
Un aumento en la ansiedad, el insomnio, la soledad, la preocupación y
la dependencia reportados coincide con el lanzamiento del primer
teléfono inteligente.[4] 23,5 millones de usuarios de Snapchat tienen
menos de once años.[5]
Las tasas de visitas a la sala de emergencias para el tratamiento de
cortes, quemaduras e ingestión de veneno aumentaron casi un 19%
entre 2009 y 2015 en las niñas de diez a catorce años.[6]
La edad promedio de inicio de la anorexia ha bajado de entre trece y
diecisiete años a entre nueve y doce años, y se ha diagnosticado en
niños y niñas de tan solo siete años. El 60% de los maestros de
primaria y secundaria son testigos de trastornos alimentarios entre los
estudiantes de sus escuelas.[7]
Si bien muchas chicas no aparecen en las alarmantes estadísticas
anteriores, la mayoría tendrá problemas con su imagen corporal, momentos
de chica mala, locura por los chicos, materialismo, presión académica y
muchos otros problemas más comunes.
Tenemos que hacer algo.
CÓMO AYUDARLAS
Hay algo más poderoso que las mentiras de Satanás: la verdad
de Dios.
Durante más de dos décadas, he estado guiando a adolescentes y mujeres
adultas en la recuperación de todo tipo de trauma emocional, adicciones y
patrones pecaminosos. Les he ayudado a darse cuenta de las mentiras que
han creído y cómo experimentar encuentros radicales con la verdad del
Espíritu Santo. Siempre es asombroso ver cómo obra Dios.
Este proceso también funciona para las niñas más jovencitas. Y es hora
de empezar a usarlo. Debemos arrancar de raíz las mentiras que las niñas
creen y reemplazarlas con la verdad de Dios. Esta es la técnica que quiero
enseñarle a tu hija en las páginas de Mentiras que las niñas creen.
No estoy hablando de una fórmula mística, que hará desaparecer todos
los dramas de las preadolescentes. No hay atajos para evitar los momentos
de chica mala, estrés escolar o sufrimiento familiar. La vida es dura, pero
juntas, tú y yo podemos preparar a tu hija para que atraviese las realidades
de la vida: el estrés académico, la presión de los pares, la ansiedad por las
redes sociales, la exclusión de un equipo e incluso la destrucción de la
familia… en libertad y verdadera alegría.
No obstante, antes de llegar a la verdad que tu hija necesita, ¿te importa si
hablamos de cierta verdad que tú y yo necesitamos?
Vamos a sumergirnos en Génesis 3, el mismo pasaje que está estudiando
tu hija en Mentiras que las niñas creen, para conformar nuestros corazones
a la verdad. Después de todo, solo porque somos madres no significa que no
tenemos sentimientos molestos o que somos inmunes a las mentiras.
EN LOS PRIMEROS TRES CAPÍTULOS DE ESTE LIBRO,
QUIERO DESENMASCARAR LAS TRES MENTIRAS MÁS
GRANDES QUE LAS MAMÁS CREEN. COMENCEMOS POR LA
PRIMERA.
Es una que conozco muy bien.
Tuve momentos como madre de mis hijas preadolescentes cuando sentí
una profunda sensación de impotencia, casi como si estuviera en un estado
comatoso sin saber qué decir o hacer. Por ejemplo, cuando se enfrentaban al
drama de la amistad, a veces no tenía la menor idea de cómo resolverlo. O
cuando querían comprarse ese par de shorts bonitos, pero demasiado cortos,
no sabía cómo decir que “no”, sin sonar puritana ni dar a entender que eso
era una medida de su espiritualidad o la mía. La confusión me abrumaba. A
veces sentía que no había forma de controlar lo que mis hijas creían.
Luego tuve esos momentos de euforia en los que sentía que merecía el
premio a la “madre cristiana del año”. Me sentía superior a otras madres y
creía que tenía el control de las creencias de mis hijas. ¡No juzgues! Sabes
que también te ha sucedido.
Observa el énfasis en mis sentimientos. Al igual que Eva y nuestras hijas,
tú y yo somos propensas a permitir que nuestros sentimientos nos controlen.
Las emociones que tenía con respecto al desarrollo de los sistemas de
creencia de mis hijas y mis habilidades como madre eran evidencia de que
estaba luchando con una mentira común que las madres creen.
MENTIRA #1 QUE LAS MAMÁS CREEN:
“NO PUEDO/SÍ PUEDO CONTROLAR LO
QUE MI HIJA CREE”.
E sta mentira, en realidad, dos variaciones de la misma mentira, es
poderosa y prevalente, motivo por el cual también la encontrarás en
Mentiras que las mujeres creen. La primera versión de esta dice que no
tenemos control. La segunda dice que tenemos el control total.
El enemigo usa estos dos polos opuestos para esclavizarnos como
madres. Uno causa complacencia porque tememos que nuestra intervención
no ayude de ninguna manera. La otra causa el orgullo de que tenemos todo
bajo control, lo que nos hace perder importantes señales cuando nuestras
hijas tienen problemas.
Tuve un encuentro particularmente desconcertante con una madre que
nunca llegó a uno de mis grupos de enfoque. Es una mujer inteligente y
elocuente, cuyas opiniones me intrigaba escuchar para mi investigación.
Cuando la vi en una reunión pública, se lo manifesté. Ella me explicó
amablemente que no estaba asistiendo a mi grupo de enfoque. Le pregunté
por qué y me respondió: “Yo escolarizo a mi hija en el hogar. Así superviso
las influencias en su vida, para que no crea ninguna mentira”.
La miré fijamente, sin saber qué decir. Posiblemente, había entendido mal
o ella se había expresado mal, de modo que le pedí que se explicara. Y así
lo hizo. Estaba segura de que su hija no corría ningún riesgo.
Aunque ese es un ejemplo extremo, he encontrado muchas madres que
creen la mentira de que no pueden controlar o de que sí controlan lo que su
hija cree.
¿Realmente puedes controlar cómo se comporta tu hija? Lee
las reflexiones de Nancy en el capítulo 8 de Mentiras que las
mujeres creen.
Considera esto: ¿Cuál es la diferencia entre ser responsable
de criar a tu hija en la verdad y controlar su
comportamiento?
La verdad es que Dios quiere que hagas todo lo posible para plantar
semillas de verdad en tu hija. No importa cuán abrumada te puedas sentir
por su comportamiento o las circunstancias, se te ha encomendado la tarea
de ser fiel en mostrarle la verdad. En un pasaje clave del Antiguo
Testamento, la Palabra enfatiza con cuánta intencionalidad y esmero
debemos abordar la tarea de enseñar la verdad a nuestros hijos.
VERDAD DE ORO:
“Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en
tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando
vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te
levantes. Átalos a tus manos y llévalos sobre la frente
como un recordatorio. Escríbelos en los marcos de la
entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad”
(Deuteronomio 6:7-9).
Esto podría no ser fácil para ti. Al igual que yo, tendrás días en los que no te
sentirás preparada para resolver el problema en cuestión. Incluso, en el
mejor de los casos, podrías enfrentar dificultades.
Sin embargo, algunas mamás enfrentan situaciones especialmente
difíciles. Por ejemplo, en los grupos de enfoque que realizamos para este
libro, muchas derramaron lágrimas al hablar de tener hijas cuyos padres, a
veces en el hogar y otras veces no, eran incrédulos. Una madrastra me dijo
que su hija de once años pasa la mitad del tiempo en su casa y la otra mitad
con su madre biológica que es atea y que a menudo le dice que el
cristianismo es “una muleta” para las personas débiles.
No permitas que tus emociones te causen temor a la hora de ser madre.
Sí, la verdad es que siempre tendrás enemigos y oposición, pero no dejes
que eso te impida sembrar la verdad en tu hija.
Dios se tomó el tiempo para asegurarse de que Adán y Eva conocieran la
verdad sobre el árbol, pues sabía que Satanás les mentiría. Incluso les
advirtió las terribles consecuencias de no obedecerlo.
VERDAD DE ORO:
“Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol
del huerto, excepto del árbol del conocimiento del bien y
del mal” (Génesis 2:16-17).
Dios sembró la verdad en sus preciosos primer hijo y primera hija.
Sé que a veces tus emociones entran en conflicto cuando tienes que hacer
lo mismo. ¿Alguna vez has considerado cómo se pudo sentir el Dios del
universo cuando dijo esas palabras a sus hijos? Dios jamás expresa sus
emociones de manera pecaminosa, distorsionada o sin santidad, pero las
siente. ¿Hubo cierta tristeza en Él cuando dijo esas palabras, al saber que
Satanás vendría con mentiras? Sin embargo, les habló la verdad.
Es crucial que sigamos su ejemplo y les hablemos a nuestros hijos de las
tentaciones que sabemos que enfrentarán. En las páginas de Mentiras que
las niñas creen, he tratado de incluir algunos de esos temas en un entorno
seguro donde puedes tener el timón para mostrarle la verdad a tu hija. En el
primer capítulo, tu hija conoce a una chica ficticia llamada Sofía.
Sofía enfrenta la tentación de estar en las redes sociales a espaldas de sus
padres. Es una forma de su propio árbol del conocimiento del bien y del
mal. Sus padres le han permitido tener varias maneras de conectarse con sus
amigos, pero consideran que aún no está lista para experimentar con las
redes sociales.
Niñas preadolescentes que manifiestan tener teléfonos inteligentes con
Internet
Niñas preadolescentes que manifiestan tener su propio iPad o tableta
personal
Según muestra la encuesta de Mentiras que las niñas creen realizada a 1.531 niñas de 7 a 12 años, el
69% de las cuales afirmaron ser cristianas. Se presume que en su mayoría provienen de hogares
cristianos evangélicos activos.
Permíteme ser sincera contigo: tuve largas conversaciones con el equipo
editorial para decidir si incluiríamos o no las redes sociales como una
historia destacada al comienzo del libro para tu hija. Fue una decisión difícil
porque todos estuvimos de acuerdo en que, si tu hija tiene menos de trece
años, no tiene la madurez emocional y evolutiva necesaria para navegar en
las redes sociales. (Y aun así, a veces, es demasiado pronto). Hasta los
creadores de las aplicaciones de redes sociales estipulan límites de edad
recomendados y, por lo general, establecen que un individuo no puede crear
una cuenta antes de los trece años. Tales restricciones existen por una razón.
Si eres una madre que ha respetado los límites de edad recomendados, te
aplaudo. No es fácil. Estás nadando contra la corriente. Una mamá expuso:
“La mayoría de las amigas de once años de mi hija poseen cuentas de
Instagram, pero yo me sigo resistiendo. Siento que soy la única”.
Puede que lo parezca, pero no eres la única. Hay muchas mamás que
siguen respetando las restricciones de edad sugeridas. Y todas las mamás
deberían considerarlas.
Si tu hija está en las redes sociales, te suplico que consideres
cuidadosamente el efecto que puede causar en ella. Desde su debut en la
cultura pop, ha incrementado severamente los problemas que las niñas ya
estaban enfrentando, incluidos, entre otros, los conflictos con su imagen
corporal. La clínica número uno de trastornos alimentarios del país publicó
este informe en una declaración sobre cómo los medios de comunicación
afectan el riesgo de que una niña sufra un trastorno alimentario:
A principios de 2016, los científicos reportaron evidencias que
vinculan el uso de las redes sociales con los problemas de imagen
corporal en las jóvenes. Esto incluía dietas, obsesión con el cuerpo, un
fuerte deseo de delgadez y la cosificación de sí mismas. Si bien los
sitios de redes sociales no son la causa de los trastornos alimentarios,
son un factor en el desarrollo de los problemas de imagen corporal.[8]
Las dos aplicaciones más populares entre las chicas adolescentes en este
momento (Instagram y Snapchat) están causando muchos sentimientos
molestos que las llevan a sentirse deprimidas, feas y estresadas. Incluso hay
una nueva palabra en el diccionario, FOMO, para describir el miedo a
quedarse fuera de algo; síndrome que muchas chicas experimentan cuando
ven que sus amigas tienen acceso a algo cuando ellas no.
Dado que creo que tu hija no debe estar en las redes sociales, puede
parecer extraño que haya decidido utilizar esta historia en su libro. Esta es
la razón: escuché historia tras historia de mamás que me rogaban que
hiciera sonar la alarma. Una de ellas fue una madre que me contó la historia
del primer caso real. Es básicamente la historia de Sofía.
UN CASO REAL:
CANDELA
Candela quería tener Snapchat. Se lo contó a sus padres y les presentó
sus argumentos de por qué lo necesitaba, pero sus padres le dijeron que
“no” varias veces. Estaban firmes en su decisión pues creían que ella no
era lo suficientemente mayor.
Con el tiempo, los alegatos cesaron, y los padres de Candela se sintieron
aliviados de que su hija finalmente se hubiera olvidado del tema.
Sin embargo, un día, dejó su teléfono sobre el mostrador de la cocina.
Mientras su madre pasaba por allí, se encendió y vibró. Al mirar hacia
abajo, su madre leyó el mensaje: “Javier acepta tu invitación de
Snapchat”.
Su madre dijo: “¡Me engañó por completo! Incluso me mintió cuando
la confronté al respecto. ¡No lo puedo creer!”.
Al final, hemos incluido el tema del uso de las redes sociales en el libro
de tu hija porque creo que tú y yo debemos hablar de manera proactiva con
nuestras hijas de las tentaciones que sabemos que existen. Así como Dios
habló con Adán y Eva de la tentación que enfrentarían en el huerto del Edén
y de qué pasaría si no la respetaban, también deberíamos hablar con
nuestras hijas de la verdad y las consecuencias de ignorarla. Los medios
sociales son solo uno de los muchos temas importantes que abordaremos
con tu hija mientras buscamos sembrar la verdad en lo profundo de su ser.
Si bien eres responsable de plantar las semillas de la verdad, también es
cierto que no tienes control sobre el sistema de creencias de tu hija. Un día,
ella se presentará ante Dios y dará cuenta de sus propias creencias
(Deuteronomio 24:16; Jeremías 31: 29-30).
Si la historia de Adán y Eva muestra algo, es esto: Dios no nos prohíbe
nada. Él podría haber construido un muro para mantener a Adán y Eva
alejados del árbol. Podría haber colocado un desfiladero o un foso alrededor
del árbol. Podría haber impedido que el árbol floreciera y diera fruto. Pudo
haber tenido muchas maneras de controlar el resultado. Él es Dios, y es
Soberano. Sin embargo, dio a sus hijos la libertad de elegir entre el bien y el
mal. ¿Por qué?
Porque Él quería que fuera real. Quería que su comportamiento fuera un
reflejo auténtico de su corazón… las raíces debajo del fruto de su
comportamiento.
Los comportamientos de tu hija (lo que tú puedes ver) son el resultado de
cosas que no puedes ver. Bajo la superficie, sus emociones entran en
funcionamiento con la intención de dirigir su vida. Sin embargo, como
finalmente explicaré en las últimas páginas de Mentiras que las niñas creen,
sus pensamientos son “el jefe de” sus sentimientos. Y, justo debajo de sus
pensamientos, sus creencias son las raíces responsables de todo.
Creer la verdad no es solo aceptarla. La Biblia dice que incluso los
demonios creen y tiemblan (Santiago 2:19). Y conformar nuestro
comportamiento según la verdad no es suficiente. Los fariseos obedecían
las reglas fielmente, pero Jesús los llamó “tumbas blanqueadas” (Mateo
23:27). Se veían bien por fuera, pero por dentro… no tanto.
No estoy afirmando que no debes controlar y guiar el comportamiento de
tu hija. Es tu responsabilidad ponerle límites saludables. Nada me preocupa
más que cuando los padres permiten que sus hijos tomen todas las
decisiones, como si no tuvieran nada que decir al respecto. Tu hija no está
lista para tomar la mayoría de las decisiones sola, como cuándo ponerse de
novia, a qué redes sociales tener acceso, qué programas de televisión y
películas mirar o incluso qué tipo de educación es mejor para ella. En esta
etapa, todavía necesita que le ayudes a tomar buenas decisiones, para que
pueda aprender lenta y constantemente a hacerlo por sí misma a medida que
avanza hacia la edad adulta.
¿ES REAL EL COMPORTAMIENTO DE TU HIJA?
E n su disertación titulada La naturaleza de la virtud verdadera,[9]
Jonathan Edwards explica que hay dos tipos de virtud. Es decir, hay
dos tipos de comportamientos que demuestran normas de vida estrictas.
LA VIRTUD COMÚN es hacer lo correcto pero con motivos falsos. Haces
lo correcto por temor, egoísmo u orgullo. Por ejemplo, tu hija puede ser
honesta porque no quiere meterse en problemas. A medida que crecemos, a
veces somos honestas porque somos orgullosas. No queremos ser como
“esas personas” mentirosas. Esta clase de virtud no está profundamente
arraigada en la verdad, y busca la gloria propia. La mayoría de las personas
posee una virtud común.
LA VERDADERA VIRTUD es hacer lo correcto porque Dios es Dios. Ser
honestas porque Dios dice que debemos serlo. Punto final. Está enraizada
en la verdad de Dios, y es para su gloria. La mayoría de las personas está
dispuesta a conformarse con la primera forma de virtud; pocas personas
procuran la verdadera virtud, pero esta es la que deberíamos sembrar en
nuestras hijas.
Sin embargo, no puedes simplemente controlarla y dirigirla. Eso traería
más problemas en el futuro. Ella necesita entender por qué le has puesto
límites, y eso sucederá a medida que plantes semillas de la verdad en su
vida. Hay una diferencia entre solo controlar su comportamiento o
establecer límites mientras a la vez la instruyes meticulosamente en la
verdad.
Muchas de nosotras enfrentamos el riesgo de imponer prohibiciones al
comportamiento de nuestra hija por temor. Nos esforzamos por controlar su
comportamiento, para dejar el menor espacio posible para el fracaso.
Tratamos de mantener el pecado y la tentación lejos de nuestras familias y,
a veces, protegemos tanto a nuestra hija que básicamente se convierte en
una monja. La sola prohibición de un comportamiento externo puede
parecer eficaz y fácil a corto plazo, pero el resultado a largo plazo es
dudoso porque no hemos cultivado en su vida el amor por la verdad. En
esencia, hemos disminuido las posibilidades de que ella pueda tomar
decisiones sabias en su comportamiento cuando no estamos cerca.
Un ingrediente crítico para instruir a tu hija en la verdad es la
gracia
En este modelo, tratas a tu hija como Dios trató a Eva. Siembras la verdad,
pero también esperas que la batalla sea fuerte. Sabes que tu hija pecará, y te
preparas para responder con la misma gracia que hemos recibido de Cristo.
Hablas abiertamente sobre el pecado y la tentación, y alientas a tu hija a
participar en la toma de decisiones.
Criar a una hija en la verdad lleva mucho tiempo y, a veces, es frustrante;
pero el resultado a largo plazo es una joven con raíces de la verdad
establecidas, lo cual le permite tomar decisiones piadosas incluso cuando tú
no estás cerca.
¿Serás una madre que solo restringe el comportamiento externo de su hija
para que parezca que actúa conforme a la verdad?
O
¿La criarás en la verdad para que su comportamiento externo sea una
consecuencia de lo que está plantado en lo profundo de su corazón?
¿Cuál será?
La amiga que mencioné al principio de este capítulo se enfrentó a esta
decisión cuando descubrió que su hija había accedido a las redes sociales a
sus espaldas y publicó una foto de su propia autolesión. Aunque todo en
ella quería responder con temor y controlarla, en cambio, eligió la estrategia
más esforzada de instruirla en la verdad.
Comenzó por preguntarle qué tipo de pensamientos estaba teniendo que
la llevaron a cortarse la muñeca. Su hija comenzó a hablar entre lágrimas
con palabras fuertes y pesimistas. Eran las mismas palabras que algunos
chicos de la escuela habían usado mientras la acosaban y palabras que
ninguna niña debería escuchar, pero la dulce hija de mi amiga había
empezado a creer que podían ser verdad.
Entonces mi amiga y su esposo hablaron con su hija y le dijeron que
necesitaban ayuda como familia. A las pocas horas, su pastor estaba de
visita para orar y hablar con ellos. Lo abordaron como una crisis familiar,
en vez de señalar con el dedo a su hija preadolescente.
Luego comenzó la larga y dura conversación constante para arrancar de
raíz las mentiras y sembrar la verdad que sana.
Por supuesto, hubo algunas consecuencias prácticas y la pérdida de
privilegios, pero la atención se centró en el corazón de esta dulce pequeñita,
no en su comportamiento.
En este momento, ha pasado casi un año y las dos siguen teniendo
profundas conversaciones mientras mi amiga instruye a su hija en la verdad.
HABLA CON DIOS:
Usa Deuteronomio 6:6-9 para escribir una oración a Dios. Examina tu
propio corazón y considera si estás sembrando la verdad en tu hija (y en
cualquier otro niño de tu hogar) con tanta insistencia y esmero como lo
indica este pasaje. Escribe tu sincera petición a Dios en las líneas de abajo.
Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus
conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino,
cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalos a tus manos y llévalos
sobre la frente como un recordatorio. Escríbelos en los marcos de la
entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad (Deuteronomio 6:7-
9).
__________________________
__________________________
__________________________
__________________________
HABLA CON TU HIJA:
Después que tu hija lea el capítulo 1 de Mentiras que las niñas creen, ve a
la página 24 de su libro y conversa con ella sobre su estudio de Génesis 3:1-
7. Felicítala si ha sido diligente. Ayúdala si lo necesita.
Luego ve a la página 29 donde escribió su consejo para Sofía con
respecto a la tentación de desobedecer a sus padres. Conversa con ella sobre
lo que piensa al respecto.
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
Cómo instruir a tu hija en la verdad
C
onocí a Cloe cuando ella era una estudiante de segundo año de la
universidad. Vino a mí porque estaba practicando sexo oral con su
novio, a pesar de que sabía que estaba mal. Me comentó que había
estado teniendo problemas de límites con los chicos desde que iba a la
escuela secundaria.
Muchos líderes cristianos bien intencionados escucharían la confesión de
Cloe, orarían por ella y luego le darían consejos para dejar de hacer eso.
Algunos la instarían a romper con el muchacho, al menos por ahora. Otros
se ofrecerían a supervisarla: la próxima vez que te vea te preguntaré si has
fallado.
Si bien estas metodologías a la larga son útiles, por lo general, no
comienzo por ahí. Jamás he visto que logren evitar que el pecado brote de
nuevo. Es como cortar las hojas externas de una planta de diente de león sin
arrancar sus raíces. Volverá a crecer.
Por eso, cuando alguien como Cloe viene a verme, siempre trato de
buscar las raíces.
A veces, el pecado con el que está luchando una niña está enraizado en
algo que puede parecer ajeno al comportamiento en sí. Por tal razón, podría
necesitar mucho tiempo y tener varios encuentros con ella antes de adivinar
qué mentiras podría estar creyendo.
Fue un verdadero placer conocer a Cloe. Inteligente, divertida y genuina,
una estudiante universitaria cristiana modelo en todos los sentidos. Era una
estudiante sobresaliente, una atleta exitosa y servía activamente en la iglesia
de su campus.
No pude atar los cabos sueltos, pero Dios pronto lo haría. En un momento
de oración, le pedimos a Dios que nos ayudara a ver por qué Cloe
enfrentaba la misma batalla que el apóstol Pablo mencionó en Romanos 7:
hacer lo que no quería hacer, en lugar de lo que quería hacer.
Pronto, mi amiga levantó la vista con lágrimas en los ojos y me habló de
una mentira que había creído desde que tenía ocho o nueve años:
“Tengo que desempeñarme bien para que me quieran”.
Lo más importante de nuestro sistema de creencias no es nuestro
comportamiento, sino las raíces.
La Biblia usa la palabra corazón para referirse a las raíces de nuestro
sistema de creencias. Si deseas realmente influir en los pensamientos, las
emociones y los comportamientos de una persona, no puedes concentrar tus
esfuerzos principales en prohibirle algo. Debes llegar al corazón o sistema
de creencias de tal persona. La Biblia enseña claramente esta verdad.
Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él
(Proverbios 23:7, RVR-1960).
Cuando Eva comió el fruto, demostró lo que creía en lo profundo de su
corazón. Cuando Cloe practicaba felación con su novio, estaba demostrando
lo que realmente creía. No tenía tanto que ver con lo que pensaba sobre el
sexo, sino más bien con lo que creía sobre su desempeño. La ayudé a
identificar la mentira y luego le mostré la verdad bíblica para reemplazarla.
Primero y principal, no traté de prohibirle nada ni exigirle que me
rindiera cuentas; sino, en cambio, traté de arrancar la mentira y plantar una
semilla de verdad en su corazón.
Cuando nuestras hijas se sienten perseguidas por sentimientos molestos,
manifiestan un comportamiento negativo o pecaminoso, o nos engañan,
están revelando raíces de mentiras. Si quieres instruir a tu hija en la verdad
en lugar de prohibir solo un comportamiento externo, estás desarrollando
una herramienta importante, que te permitirá identificar dónde crecen las
raíces malas, para que puedas ayudar a tu hija a arrancarlas y reemplazarlas
con la verdad.
¡He descubierto que este complicado proceso puede asustar a una madre!
La mera prohibición es mucho más fácil, y no tienes que identificar las
mentiras, que desearías que no estuvieran allí. Por tal razón, algunas mamás
prefieren hacer de cuenta que la evidencia de las mentiras no existe.
¿Puede ser por temor?
Si quieres criar a tu hija por gracia y con la intención de instruirla en la
verdad, primero debes vencer tu temor. El temor puede hacer que seamos
restrictivas, legalistas, reservadas y demasiado protectoras.
Para ser claras, el temor puede ser saludable. Si te persigue un oso pardo,
el temor es bueno, pero puede ser peligroso y contraproducente cuando se
trata de la crianza de los hijos.
El temor tiene un argumento favorito para envolver la mente de las
mamás: su pasado. A menudo viene acompañado con otro sentimiento: de
que no vale nada. Estas emociones constituyen en sí mismas un gran
problema cuando piensas en hablar de ciertos temas en los que has creído (o
aún crees) mentiras. (Piensa: el sexo, el género, los trastornos alimentarios
y la depresión).
Algunas de las mujeres de mis grupos de enfoque afirmaron que no
tenían miedo de hablar sobre esos temas, pero les preocupaba hablar de
cosas que sus hijas no estuvieran preparadas evolutivamente para procesar.
Eso no me sorprendió, pero lo que sí me sorprendió fue el hecho de que
algunos de esos temas prohibidos incluían teología y formación espiritual.
Estas madres creían que permitir que sus hijas tomen decisiones espirituales
demasiado pronto podría desencadenar el riesgo de que las decisiones
espirituales no echen raíz. (Suena a temor, ¿no te parece?).
A medida que se desarrollaban estas conversaciones, otras madres
abogaban por un tratamiento diferente. Ellas también tenían algunos
temores, y algunas historias. Echa un vistazo al caso real de Ángela.
UN CASO REAL:
ÁNGELA
Ángela, la hija de Ivonne, estaba en cuarto grado cuando Ivonne llegó a
su casa y encontró a su pequeña niña sentada en el sofá con su padre.
Él le pidió a Ángela que le contara a su mamá lo que había sucedido.
“Una amiga había usado la palabra “sexo” en la escuela —recuerda
Ivonne—. Eso despertó su curiosidad y, cuando llegó a casa, la buscó en
Google. Vio cosas horribles. Ha visto el sexo de una manera horrible”.
Ángela no es un caso aislado. La palabra “sexo” es la undécima palabra
más buscada entre niños de ocho a doce años.[1]
Ivonne expresó su pesar por no haber iniciado antes una conversación
sobre sexo.
“Tal vez si hubiera sabido un poco más, hubiera sabido preguntarnos
—lamentó la mamá entre lágrimas—. Si no lo hablamos nosotras, el
mundo lo hará. Eso es lo que les hace perder la inocencia”.
Entonces, ¿quién tiene la razón? ¿Las mamás que no quieren hablar o las
mamás que piensan que deberíamos hablar de todo?
Pues bien, solo tú puedes saber con certeza cuándo tu hija está lista para
abordar un tema.
Pero…
Déjame ser sincera y quizás empujarte fuera de tu zona de confort. Creo
que muchas mamás que experimentan temor están creyendo esta mentira:
MENTIRA #2 QUE LAS MAMÁS CREEN:
“ES DEMASIADO PRONTO PARA HABLAR
CON MI HIJA ACERCA DE ____________”.
C
uando debatimos esta posibilidad, algunas madres defendieron el
hecho de que sus hijas aún no creían mentiras sobre estos temas
prohibidos. Una madre explicó la supuesta resistencia de su hija a
las mentiras de esta manera: “Si no hablo con mi hija de ______________,
la mentira no tendrá la oportunidad de presentarse”.
¿De veras? ¿Cómo lo sabes? Si no hablas de algo con ella, ¿cómo sabes
realmente lo que ella cree o no cree?
Veo que, por lo general, nuestras hijas están preparadas para abordar
temas escabrosos mucho antes que nosotras. Las niñas preadolescentes
están en el momento preciso de su desarrollo cuando comienzan a clasificar
lo que creen y no creen, y es probable que estén ansiosas por tu orientación.
Déjame mostrarte lo que quiero decir.
ETAPAS DEL DESARROLLO MORAL EN LOS
NIÑOS
Durante más de dos décadas, he estudiado el desarrollo moral de los niños.
Hice esto como madre y una amante de los libros. Aunque no soy doctora
en Filosofía, debido a que parte del lenguaje era complicado e innecesario,
desarrollé mis propios términos para las tres etapas del desarrollo moral.
(¡De nada!).
LA ETAPA DE IMITACIÓN (EDADES 2-5) Copian creencias
Los niños comienzan a desarrollar su estructura moral desde una edad
temprana. Entre las edades de dos a cinco años, la manera principal de
formar sus creencias es mediante la imitación. Te miran, te observan y te
imitan a cada momento del día.
Por esta razón, tu hija querrá todo lo que tú tienes, como un teléfono
celular o una pequeña cocina de plástico. Su corazoncito está diciendo:
“Mamá lo hace. Quiero ser como mami porque me gusta cómo es ella. ¡Si
ella lo hace, yo también!”. Entonces ella cocina o trabaja en su
computadora porque ve que tú lo haces. También dice “gracias” y es
servicial o empática porque te está imitando. La obediencia incluso le
resulta un poco más fácil si ve a su madre que le da ejemplo de respeto y
sensibilidad hacia los demás. (¡Huy! Lo sé. Eso duele un poco, ¿no es
cierto? Para que quede claro, acabo de pisar mi propio pie, no solo el tuyo).
Las pequeñas cosas importan. Mostrar afecto a tu esposo frente a ella
comienza a enseñarle la belleza del matrimonio. Devolver un cambio de
más cuando el cajero se equivoca, algo que recuerdo que hizo mi madre,
comienza a enseñarle honestidad. Decir cosas como “qué maravilloso es ser
mujer”, comienza a formar el valor de la feminidad dentro de su pequeño y
tierno sistema de raíces de la verdad.
Esta etapa de desarrollo moral es meramente introductoria. Todavía no se
ha consolidado nada, pero pueden suceder cosas interesantes si una madre
procura plantar y alimentar la verdad.
Desde luego, un sistema de creencias en reciente desarrollo es
tremendamente imperfecto. La evidencia de que se están plantando raíces
puede incluso manifestarse de la manera más inusual. Durante nuestros
grupos de enfoque, una madre contó una historia reveladora sobre su hija en
edad preescolar. Lee el caso real de Chiosoka.
UN CASO REAL:
CHIOSOKA
Cuando Chiosoka, la hija de Dayo, tenía cuatro años, Dayo intentaba
enseñarle a ser obediente, pero la respuesta de la niña reveló lo difícil
que puede resultar hacer lo que te piden.
“¿Me obedecerás por mis palabras o necesitarás más ayuda para
obedecer?”, le preguntó Dayo.
“Creo que necesito ser castigada”, respondió Chiosoka con sinceridad.
Dayo creyó que la respuesta de su hija era una evidencia de que ella
sabía distinguir lo correcto de lo incorrecto, pero también reconocía su
tendencia a querer hacer lo incorrecto.
“Conocer su debilidad en elegir lo correcto es para mí una evidencia de
una cosmovisión cada vez mayor que acepta la verdad”, dijo la madre
nigeriana.
LA ETAPA DE CONSEJERÍA (EDADES 6-11) Consideran las
creencias
Entre los seis a los once años, tu hija está aprendiendo la verdad cuando te
pregunta por qué crees lo que crees y haces lo que haces. Esta es una etapa
interactiva del desarrollo moral, caracterizada por efectuar muchas
preguntas. Su pequeña boca no puede seguir el ritmo de todas las preguntas
que su cerebro está clasificando. ¿Por qué mamá hace eso? Creo que
quiero ser como mamá, ¿pero a ella le gusta de veras hacer eso? ¿La hace
sentir bien? ¿Qué pasa si no me gusta? Tal vez yo también lo haga, si ella
me dice por qué lo hace.
Si algo tiene sentido para ella, lo aceptará, lo hará y lo creerá. Si no lo
tiene, seguirá haciendo preguntas. Yo la he denominado etapa de consejería
porque abunda el diálogo. Tú la aconsejas mientras ella descubre lo que
cree acerca de la vida.
¡Esta etapa del desarrollo moral puede ser francamente desesperante para
una madre! Es muy tentador contestar rápidamente las preguntas sin darles
mucha importancia. (¿Mencioné que alimentar la verdad lleva mucho
tiempo?).
Me ayudó recordar que cada vez que aparecían las palabras por qué, se
trataba de una pregunta espiritual. Eso fue particularmente útil cuando no
podía entender la conexión entre la pregunta y la verdad espiritual. Por
ejemplo, recuerdo contestar preguntas sobre por qué la hierba olía tan fuerte
cuando Bob estaba cortando el césped. Mi hija se preguntaba si la hierba
sentía dolor. (Por cierto, la respuesta es: “sí”. Ese encantador aroma
herbáceo que flota en tu jardín cuando el césped está recién cortado es una
señal de malestar vegetativo).
Tienes que recordar esto. Sus preguntas son decisivas para enraizar y
alimentar la verdad en tus hijos. Contéstales. Todas sus preguntas. Incluso
las del olor de la hierba.
Y deja que Dios te dé su paciencia mientras lo haces. Mientras tú creces
en paciencia, tu hija está clasificando tus respuestas y tu estilo de vida para
decidir lo que realmente creerá.
Una breve conversación que tuve con una chica llamada Ruby muestra la
compleja clasificación de pensamientos que ayudan a una niña a rechazar o
aceptar la verdad. Léelo en el caso real. Mientras todavía nos observan y
nos imitan, es con más discernimiento que antes. A los once o doce años,
tienen una base bastante compleja de su sistema de creencias. Las raíces ya
están establecidas, aunque todavía necesiten cultivarlas un poco más.
UN CASO REAL:
RUBY
Ruby es una combinación de vibrante energía preadolescente con una
risita dulce y contagiosa como su brillante sonrisa. Estábamos
hablando de los diez mandamientos, específicamente sobre la
instrucción de Dios de descansar en el día de reposo. Ella me
bombardeó con muchas preguntas.
¿Qué es el día de reposo? Bueno, ¿es el domingo o el sábado? ¿Qué
significa descansar? ¿Quién debe hacerlo? ¿Eso significa que no puedes
cocinar o hacer la cama? ¿Puedes cepillarte los dientes?
Le respondí a todas sus preguntas, una por una. Al final, Ruby se calló
y se quedó en silencio, pero pude ver que su cerebro todavía estaba
procesando los pensamientos.
“Mi mamá y mi papá no creen en el día de reposo —dijo de repente—.
Puede que digan que sí, pero no descansan los domingos. Papá trabaja
en sus documentos y mamá limpia un montón”.
Cuando tu hija cumple doce años, los principios básicos de su sistema de
creencias, por lo general, ya están establecidos. No todo es exacto por el
momento, por eso la última etapa del desarrollo moral también es
importante.
LA ETAPA DE ENTRENAMIENTO (EDAD 12+) Ajustan las
creencias
A los doce años de edad, tu hija está viviendo activamente un conjunto de
valores morales. Esta etapa implica más razonamiento ya que permite que
lo que ella cree afecte su comportamiento. En este momento, ahora tú la
observas a ella, no ella a ti. Las preguntas en su cabeza ya no giran en torno
a mamá, sino a ella misma. ¿Cómo quiero hacer esto? ¿Hay algo que creo
que me ayudará a decidir? Tal vez lo haga, si se ajusta con lo que creo.
Yo la denomino etapa de entrenamiento porque es como ver a tu hija
jugar un deporte. Ella determina las jugadas y hace los tiros, pero tú estás
sentada en las líneas de banda esperando que ella tome un descanso y se
siente en el banco a tu lado. Allí tendrás la oportunidad de preguntarle por
qué eligió ciertos comportamientos o ciertas emociones, para así influir en
lo que ella cree.
Déjame que te cuente sobre una madre, que ejerció un fantástico
entrenamiento cuando, Laura, su hija, se volvió extremadamente retraída en
la secundaria:
De repente Laura no estaba dispuesta a probar cosas nuevas. Chelsea, su
madre, decidió averiguar si solo se trataba de la angustia e inseguridad
normal del desarrollo o si debía abordar algunos sentimientos molestos.
Una rápida merienda después de la escuela, y las piezas del
rompecabezas empezaron a encajar. Laura estaba siendo acosada en la
escuela, y creía todas las cosas desagradables que se le decían. Las malas
raíces estaban siendo plantadas y cambiando los patrones emocionales y de
comportamiento de esta niña, una vez intrépida y llena de vida.
Cuando Laura le mencionó a Chelsea el nombre de la niña que estaba
siendo tan desagradable, ella sabía algo que su hija no sabía. La niña estaba
experimentando un profundo dolor, porque sus padres estaban en medio de
un despiadado divorcio.
“Quería enseñarle a defenderse cuando le decían cosas falsas, pero de la
manera correcta”, comentó Chelsea, quien entrenó a su hija. Laura fue a la
escuela con la simple tarea de enfrentar a su acosadora de manera amable,
pero con la verdad. No fue muy fácil persuadirla y orar para que reuniera
valor, pero Chelsea sabía que recuperar la personalidad y la salud
emocional de su hija dependía de este valiente encuentro con la verdad.
“Sé que estás pasando por un momento difícil —le dijo Laura a la niña en
la escuela al día siguiente—. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte? Lo
haré, pero tienes que empezar a ser amable conmigo”.
Todo cambió. La acosadora no era una niña tan mala después de todo,
sino una niña con un profundo dolor y soledad. Hoy las chicas son buenas
amigas, y Laura ha recuperado su férreo amor por la vida.
No todos los esfuerzos para entrenar a nuestros hijos funcionan tan
drástica o rápidamente. A veces no asimilan tus consejos de entrenadora, y
otras veces no tienen las agallas para ponerlos en práctica. La cuestión es
que no siempre van a hacer las cosas bien. Los niños, incluso los
preadolescentes, son grandes observadores, pero terribles intérpretes.
¡Necesitan nuestra ayuda para ajustar lo que creen a fin de poder responder
a la vida en la verdad!
Estos son datos simples y precisos sobre cómo nuestros hijos desarrollan
un sistema de creencias. Ahora bien, si no te importa, me gustaría pasar a
mi clase de entrenamiento por unos minutos. Es hora de que dé a conocer la
tesis de este capítulo y me gustaría hacerlo con entusiasmo. Allá vamos:
AHORA (DURANTE LA PREADOLESCENCIA DE TU
HIJA) ES EL TIEMPO MÁS IMPORTANTE PARA
PLANTAR LAS SEMILLAS DE LA VERDAD EN SU
CORAZÓN.
Mi amigo George Barna, quien invirtió varios años de su vida investigando
las creencias y conductas religiosas de los estadounidenses, lo expresa de la
siguiente manera:
“Lo que crees cuando cumples catorce años, por lo general, es
lo que mueres creyendo”.[2]
Cuando descubrí esto, me di cuenta de lo importante que era para mí
sembrar la verdad fundamental en mis hijos durante sus años de
preadolescencia. Me ayudó a reunir el valor de enfrentar el miedo. Espero
que haga lo mismo por ti.
Sé por experiencia propia lo difícil que es enfrentar nuestros temores.
Aquí hay un versículo bíblico que usé mientras criaba a mis hijos:
VERDAD DE ORO:
“Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y
timidez sino de poder, amor y autodisciplina” (2 Timoteo 1:7).
No podemos criar a nuestros hijos con un espíritu de temor. No es de
Dios.
Si bien creo que muchas madres adoptan una piadosa autodisciplina para
encontrar el momento y las palabras exactas para las conversaciones
complejas, también creo que algunas operan con temor cuando evitan
conversaciones esenciales del desarrollo. Temor a no saber qué decir. Temor
a que sea demasiado pronto. Temor a fastidiar a su hija. Temor a que su hija
se deje tentar por las mentiras. Meditar en el temor a menudo nos lleva a
retrasar ciertas conversaciones mucho más allá de la razón. En realidad, una
madre dijo esto en nuestros grupos de enfoque: “El mejor momento para
hablar de sexo con tu hija es antes que esté lista para hacerlo. Entonces,
creo que deberíamos decírselo la noche antes de su boda”.
Creo que ahora, mientras su corazón todavía está ardiendo con preguntas,
es el momento de sembrar la verdad.
No estoy diciendo que no debas tratar el tema con prudencia, sino que no
debes tener temor. Incluso necesitas sabiduría para tratar los temas difíciles
con el cuidado acorde a su edad. Es un deseo justo no querer que tu hija
tenga conocimiento del bien y del mal. Eso es exactamente lo que le
preocupaba a Dios de Adán y Eva. Les dijo que no comieran el fruto del
árbol para protegerlos. No quería que la experiencia propia les robara su
inocencia y que eso les trajera terribles consecuencias.
Como mencioné anteriormente, solo tú puedes saber cuándo hablar de un
tema con tu hija. Si decides que tu hija no puede lidiar con el desarrollo de
un tema o tiene algunas necesidades especiales que le impedirían
comprender mentalmente algo, estás retrasando las conversaciones por
sabiduría, no por temor. Sin embargo, si simplemente tienes temor de
abordar un tema o no sabes cómo hacerlo sin robarle su inocencia, esas no
son buenas razones para evitar hablar de algo.
Cuando criamos a nuestra hija por temor, hacemos que ella escuche las
voces que mienten. Es lamentable que Adán y Eva escucharan la única voz
que podía mentirles en el huerto del Edén. Satanás había elegido una
serpiente para hacer el trabajo. Ahora tiene muchas bocas para propagar sus
mentiras. De hecho, puede ser difícil para ti y para mí evitarlas. Los
anuncios publicitarios, las películas, las amistades, los sistemas políticos,
incluso los líderes de confianza a veces pueden ser una fuente de mentiras.
Si no tenemos cuidado, nuestro silencio impulsado por el temor se puede
convertir en un megáfono para estas voces que siembran mentiras en
nuestros hijos.
¿Estás luchando con el temor como madre? Lee el capítulo 9
de Mentiras que las mujeres creen para aprender a arrancar
las mentiras que puedes estar creyendo sobre tus emociones.
Considera esto: si tu hija todavía te está imitando o está en
la etapa del desarrollo moral en la que te hace preguntas, ¿qué
tipo de influencia podría tener en su sistema de creencias si
aprendes a responder a tus emociones con la verdad?
En este capítulo de Mentiras que las niñas creen, tu hija está viendo las
cuatro maneras en que Eva cooperó con Satanás.
¿Estás segura de que es demasiado pronto para hablar con tu hija sobre
determinado tema? ¿O estás siendo engañada a pensar que es demasiado
pronto? Distinguir entre una cosa y la otra importa mucho porque, cuando
tú y yo creemos mentiras, cooperamos con Satanás. Y ayudarlo a sembrar
mentiras en mis hijas es algo que quiero evitar.
Necesitamos estar alertas y ser sensibles al Espíritu, para discernir cuándo
es necesario (y el momento adecuado) hablar y abordar temas difíciles.
Cuando lo hacemos, muchas veces descubrimos que nos resulta más fácil
de lo que pensábamos. Después de todo, Dios solo le contó a Adán y Eva la
verdad sobre el árbol. No mencionó la mentira de la serpiente. Creo que
puedes hablar con tu hija en forma segura sobre prácticamente cualquier
tema sin presentarle las mentiras que no son apropiadas para su mente y su
corazón. No destacamos las mentiras. Queremos enseñar a nuestras niñas la
verdad.
Sin embargo, si tu hija no recibe correctamente la verdad de Dios, no
podrá escucharla, considerarla, creer en ella o actuar conforme a ella. Ni
siquiera podrá reconocer una mentira cuando comience a susurrar a su oído,
si no le han dicho la verdad.
HABLA CON DIOS:
Usa Proverbios 23:7 para escribir una oración a Dios. Pídele que te dé
claridad sobre lo que hay en el corazón de tu hija. Deja que Él te ayude a
determinar qué partes de su comportamiento se encuentran arraigadas a
cosas que no deberían estar en su corazón. Escribe tu sincera petición a
Dios en las líneas de abajo.
Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él (Proverbios 23:7,
RVR-1960).
__________________________
__________________________
__________________________
__________________________
HABLA CON TU HIJA:
Después que tu hija lea el capítulo 2 de Mentiras que las niñas creen, ve a
la página 33 y pide a tu hija que te explique las cuatro formas en que Eva
cooperó con la serpiente. Pregúntale si alguna vez coopera con mentiras de
esa manera.
Luego ve a la página 29 donde escribió qué consejo le daría a Sofía sobre
la tentación de desobedecer a sus padres. Conversa con ella sobre lo que
piensa al respecto.
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
¿Qué tiene que ver la gracia con esto?
U
na cosa que aprendí mientras dirigía los grupos de enfoque fue lo
siguiente: no somos muy objetivas cuando se trata de nuestras
propias hijas. Sin duda, verme admitir esto por escrito es algo que
dará paz a mi esposo. Así es como finalmente llegué a comprender algo que
él ha estado tratando de hacerme ver durante casi un cuarto de siglo.
Al comienzo de cada debate, pregunté a las madres si pensaban que las
preadolescentes de hoy tenían más problemas que ellas y si consideraban
que las niñas de hoy eran más propensas a estar en esclavitud espiritual a
las mentiras.
El 80% de las mamás creía que las preadolescentes de hoy son más
propensas a creer mentiras.
Sin embargo, eso no incluía necesariamente a sus hijas.
El 80% de las mamás estaba menos preocupada por su propia hija que
por otras niñas.
La disparidad parecía extraña, así que ahondé un poco más. Les pregunté
cómo reaccionaban sus hijas cuando debían obedecer o sujetarse a las
reglas. Al principio, todas las mamás hicieron quedar tan bien a sus hijas,
que pensé que podrían ser la primera generación de niñas en conquistar por
completo la rebeldía y traer la paz al mundo.
Sin embargo, después…
Una valiente madre, de las que casi siempre hay en cada grupo de
mujeres, se presentó y empezó a contar un caso de desobediencia
sorprendentemente complejo:
UN CASO REAL:
MELISA
“El nivel de engaño al que se ha rebajado mi hija para evitar sujetarse
a las reglas nos ha dejado atónitos a su padre y a mí”, informó Janet.
Su hija, Melisa, es una chica muy inteligente, una buena estudiante con
excelentes notas en todas sus pruebas y exámenes.
Sus calificaciones son igual o superiores al 97% de los exámenes
estándar, pero a ella no le gustan las tareas, y en segundo grado decidió
que ya no tenía que hacerlas.
Su maestra, por supuesto, no pensó que aquella era una buena idea y
comenzó a enviar notificaciones de Melisa sobre su falta de obediencia
y sujeción a las normas. Nunca llegaron a casa.
Melisa está actualmente en quinto grado. Janet y su esposo han hecho
todo lo imaginable para resolver este problema y tratar con el corazón
de su hija, pero hasta ahora ha sido en vano.
Así que, al comienzo de cada año escolar, Janet se reúne con las
maestras para explicarles la falta de sujeción a las reglas de su hija, y
les da su número de teléfono celular para que puedan llamarla
directamente cuando Melisa no entrega sus tareas.
Pronto, otras siguieron el ejemplo de la valiente madre y confesaron las
dificultades que enfrentaban al momento de hacer que sus hijas respeten la
autoridad y sean obedientes. Estas son las cosas que dijeron:
Obedece, pero no de corazón. Es por miedo a las consecuencias, y
casi siempre se demora.
Tiene una actitud desafiante, pero solo en pequeñas cosas como no
ponerse desodorante o no hacer su cama.
Mi hija trata a su padre como un hermano en lugar de un padre.
La verdad es que eso me ha agotado.
Con sus corazones abiertos a ser sinceras, di el siguiente paso. Quería no
solo preguntar acerca de las creencias que las niñas deben poner en práctica
ahora, sino también las que necesitarán en el futuro. Entonces, les pregunté
qué creían sus hijas sobre el valor del matrimonio y la maternidad. Si bien
la mayoría de las madres dijo que su hija quería ser esposa y madre, el 33%
sentía que su hija parecía creer que era más importante tener una carrera
profesional o educación. Eso las entristecía. Al igual que yo, les encanta ser
madres y no pueden imaginar una mejor profesión.
Después de nuestro debate sobre la obediencia, la sumisión, el
matrimonio y la maternidad, hice otro intento y repetí mi pregunta sobre si
sus hijas podían ser capaces o no de creer mentiras. Los resultados
cambiaron.
LAS MADRES en comparación con LAS
HIJAS
Quería ver si las madres tenían una valoración precisa de las
creencias de sus hijas con respecto a temas como la sumisión,
la obediencia, el matrimonio y la maternidad.
Interrogué a treinta y una de sus hijas para verificarlo.
Los resultados mostraron algunas diferencias de perspectiva
sorprendentes.
Estas diferencias podrían revelar una lucha interna en las niñas de
la que sus madres no se dan cuenta.
Solo el 56% de las mamás seguía estando menos preocupada por su
propia hija que por otras niñas después de los debates sobre sumisión,
obediencia, matrimonio y maternidad.
Si bien eso parecía más exacto, todavía me alarmaba. Pensemos que
quizás muchas de nosotras creemos esta mentira en algún momento de
nuestra experiencia como madres.
MENTIRA #3 QUE LAS MAMÁS CREEN:
“MI HIJA NO ESTÁ EN PELIGRO COMO
OTRAS NIN˜AS”.
E
s comprensible. Fue tentador mirar a mis hijas cuando eran
preadolescentes, y creer la mentira de que no podían estar
enfrentando las mismas tentaciones y dificultades que yo enfrenté
a su edad. (¡Hay una parte de mí que ha congelado a mis hijos en el tiempo
como niños inocentes vestidos con pijamitas enterizos!). Fuera lo que fuera,
¡en mi casa no entraría!
Algunas madres incluyeron con orgullo la palabra protegida para
describir a sus niñas.
Tal vez las hayas protegido, las hayas resguardado, las hayas llenado de
la verdad y hayas orado por ellas diligentemente, pero eso no las exime de
estar expuestas a las mentiras, de creerlas y de pecar. Si fuera así, Eva
nunca habría caído presa.
La primera mujer vivía en un mundo no afectado por el pecado. Ninguna
mujer ha estado más protegida. No había Netflix, redes sociales, música,
círculo de personas, anuncios o pecado en el huerto del Edén. Ella
caminaba y hablaba con un Padre perfecto que solo dice la verdad. Y, sin
embargo, escuchó la primera voz mentirosa. Y creyó la mentira más
catastrófica de toda la historia. ¿Cómo es que creemos que nuestras propias
hijas no están en peligro?
La verdad es que tu hija va a pecar. Todas nosotras lo hacemos (Romanos
3:23). Ella está en peligro, porque la humanidad está en peligro. Por esa
razón, debemos estar preparadas no solo para sembrar la verdad en ella,
sino también para alimentarla y concederle gracia cuando ella peque.
La historia que transcurre en el huerto del Edén nos muestra la
disposición de Dios de extender su gracia. Esperaba que sus hijos pecaran,
y estaba preparado para responder a su caída con dos cosas: consuelo y
confrontación.
Primero, Dios conversa con ellos para consolarlos. Los buscó y los llamó
con una pregunta: “¿Dónde estás?”. Para que conste, Él sabía la respuesta.
Él es Dios. Por lo tanto, esa pregunta demuestra la naturaleza comunitaria e
interactiva de la disciplina de Dios. Por supuesto, Adán y Eva se dieron
cuenta de lo expuestos que estaban, y sintieron vergüenza. Estaban
avergonzados. Dios sabía lo que habían hecho, por qué y cómo se sentían
ahora, pero les dio la oportunidad de verbalizarlo antes de precipitarse a
explicarles la dura realidad de las consecuencias. Conversó con ellos para
ayudarlos a entender su reacción y vergüenza.
Una de las cosas importantes sobre el comportamiento de tu hija no es
solo lo que ella hizo, sino también por qué lo hizo. El por qué está en la raíz
de su sistema de creencias.
Puede que te des idea de por qué fue mala con su hermano hoy: estaba
abrumada y sintió celos por la atención que su hermano pequeño estaba
recibiendo en su fiesta de cumpleaños. Podrías comprender por qué hizo
trampa en su examen de lectura: se sintió torpe y avergonzada por su
reciente diagnóstico de dislexia. Podrías pensar que sabes por qué mintió
cuando dijo que tenía un caballo: porque se sentía insegura al hablar con
nuevas amigas.
Puede que tú lo sepas.
Sin embargo, ella puede que no.
Esta es una buena oportunidad para recordarle que Jesús siempre está allí
para ayudarla, y las ayudará a ambas a entender por qué ella hizo algo malo.
En las páginas de Mentiras que las niñas creen, ella está aprendiendo esta
definición de la verdad.
VERDAD: “Conformidad con el original o estándar”[1].
Jesús es la fuente original y estándar de la verdad sobre nosotras mismas y
de cómo debemos comportarnos. Él dijo:
VERDAD DE ORO:
“Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6).
Él es la definición de la verdad. Si se lo pides, Él te revelará la verdad. Y su
manera de hacerlo es, principalmente, a través de la Palabra de Dios escrita:
¡la Biblia! De hecho, “la Palabra” es uno de los nombres de Jesús (Juan
1:14).
¡En la Biblia encontrarás palabras que describen QUIÉN ERES y
CÓMO DEBES COMPORTARTE!
Si tu hija está teniendo dificultades para entenderse a sí misma, puede
pedirle ayuda a Jesús. Esta es una parte esencial de caminar en la verdad.
Lleva más tiempo que solo enviarla a su habitación o quitarle sus
privilegios de mirar televisión, pero también es más duradero. Es cierto que
tal vez tenga que perder privilegios también, pero recuerda que las
consecuencias no pueden ser la única respuesta al pecado en su vida. Todo
mal comportamiento es una oportunidad para ayudarla a tener más
comprensión del bien y el mal. Su comportamiento pudo haber sido
pecaminoso, pero no te precipites a mostrarle las consecuencias. Apresúrate
a encontrar su corazón perdido y ayúdala a entenderlo.
Hablemos de por qué fuiste mala con tu hermano hoy.
¿Qué sentiste cuando hiciste trampa en esa prueba?
¿Por qué pensaste que necesitabas mentir?
La gracia retarda un poco las consecuencias para tratar con el corazón. La
gracia es un regalo inmerecido. Dios se la regaló a Adán y Eva. Te estoy
pidiendo que le des a tu hija el regalo de la gracia una y otra vez en forma
de conversación. (Aunque tengas que lavar los platos, llegues tarde al
entrenamiento de fútbol de tu hijo y necesites despachar un paquete por
correo antes que cierre).
Consolar a tu hija y mostrarle comprensión es una parte vital de instruirla
en la verdad.
Más adelante en la narrativa, Dios les da aún más consuelo y les ofrece
otras alternativas para vestirse, que la ropa que Adán y Eva habían hecho a
mano con hojas de higuera: les hizo ropa de pieles de animales. Esto no es
un detalle menor. No sabemos cuál de las bellas y perfectas criaturas de
Dios murió ese día, pero alguna tuvo que morir (Génesis 3:21). No nos
damos cuenta de lo costoso que fue ese regalo, porque hemos crecido en un
mundo familiarizado con la sangre y la muerte, pero fue algo que Dios
nunca quiso para su tierra. Sin embargo, por amor a sus hijos, vino la
muerte. Se derramó sangre, lo cual señalaba a Cristo, el Cordero de Dios,
que un día derramaría su sangre para que podamos vestirnos de su justicia.
Recuerdo un momento cuando una de mis hijas me había hablado de
manera irrespetuosa frente a otros. Mi esposo no tenía ningún tipo de
tolerancia ante eso, y su castigo fue que copiara todo el libro de Proverbios
en un cuaderno. Bob le explicó que responder mal a las autoridades no era
respetuoso y que muchas de las palabras que escribiría podían ayudarla a
adquirir sabiduría.
No voy a mentir. Fue doloroso ver a mi niña preadolescente pasar
innumerables noches en su habitación, al parecer solo gastando bolígrafos
de tinta mientras escribía 9.921 palabras de la verdad. (Esta es la cantidad
de palabras que hay en el libro de Proverbios. Lo averigüé). Sin embargo,
una pila de pañuelos húmedos por sus lágrimas creció mientras hacía su
tarea.
En un momento dado, Bob sintió que había aprendido la lección. (La
señal fue que ella se ocupó de su tarea con diligencia, dejó de jugar con
nuestras emociones y parecía tener una mejor actitud). Entonces, él
intervino para consolarla.
Los vi terminar de escribir Proverbios entre padre e hija. Él escribía un
versículo. Luego ella escribía otro, y así sucesivamente. Él acarreó las
consecuencias con ella, y ese fue su consuelo.
Consolar a tu hija cuando ha creído una mentira y ha actuado en
consecuencia no la está echando a perder. Es llegar a la raíz de por qué ella
pecó y evitar que lo repita.
Sin embargo, la estarás echando a perder si no cumples con el segundo
acto de la gracia de Dios: la confrontación.
Segundo, Dios los confrontó. La confrontación no es una forma de
castigo, sino discipulado. El castigo es dispensar consecuencias por un
comportamiento pecaminoso. El discipulado es confrontar el
comportamiento pecaminoso y las actitudes del corazón con el propósito de
instruir a tu hija en la verdad. Puede incluir consecuencias, pero no se limita
a estas, es decir, no termina con las mismas.
Cuando Dios confrontó a Adán y Eva, no comenzó con la triste lista del
dolor al dar a luz, los problemas de pareja, el trabajo duro, etc. Empezó con
otra pregunta.
¿Qué has hecho?
Por importante que sea para tu hija considerar por qué hizo lo que hizo,
también es importante que sepa que pecó. Es bueno que ella lo llame por su
nombre: mentir, hacer trampa, acosar, robar, usar las redes sociales a
escondidas o mirar un programa de televisión prohibido. Pregúntale qué
hizo.
El lenguaje de la gracia no elimina la necesidad del vocabulario del
pecado. Por supuesto, este no es un mensaje popular en nuestra cultura
poscristiana, y no se menciona en muchos libros modernos para padres. Sin
embargo, creo que ayudar a tu hija a entender el pecado es imperativo si
quieres ayudarla a caminar en la verdad.
Hace años, el famoso psiquiatra Karl Menninger, que (hasta donde yo sé)
no fue un autoproclamado cristiano, pidió “un avivamiento del pecado”.
Esto es lo que escribió:
Si doce personas están en un bote salvavidas y una de ellas descubre
una fuga de agua cerca de donde está sentada, ¿hay alguna duda de su
responsabilidad? ¡No de haber hecho el agujero o de encontrarlo, sino
de intentar repararlo! ¡Ignorarlo o guardar silencio al respecto es casi
equivalente a haberlo provocado!
Por lo tanto, incluso en situaciones y acciones grupales, existe un
grado de responsabilidad personal, ya sea por hacer o no hacer o
declarar una posición al respecto. La palabra “pecado” conlleva estas
consideraciones, y en esto baso el beneficio de un avivamiento del
concepto, si no de la palabra pecado.[2]
La historia del pecado en el huerto del Edén es una historia
esperanzadora. La convicción de que existe el pecado (que existe el bien y
el mal) trae consigo las consecuencias de las decisiones que se toman. Con
tal fin, el pecado es un concepto útil porque tu hija puede aprender que tiene
una decisión que tomar la próxima vez que se enfrente con un sentimiento
molesto, una mentira y la tentación de pecar.
Creo que lo que enfrentan nuestras niñas hoy día es probablemente
mucho más confuso que lo que experimentaron Adán y Eva, aunque no
puedo afirmarlo con seguridad. Al menos, Adán y Eva sabían lo que estaba
bien y lo que estaba mal (Dios se lo había expresado claramente); de modo
que sabían que habían pecado. No había incertidumbre.
No es tan fácil para algunas personas identificar el pecado en un mundo
gobernado por la tolerancia, la aceptación y el hedonismo. Borrar el
concepto del pecado es confuso para nuestros hijos. Sin una fuerte brújula
del bien y el mal, tu hija podría no estar segura de qué hacer la próxima vez
que se enfrente a una decisión. Sin embargo, puedes darle el regalo de la
gracia de confrontar su pecado.
No soy una persona confrontadora por naturaleza, pero he descubierto
que la confrontación (cuando se hace sin perder el control y con amor) es
una prueba de que existe un vínculo. Comunica: “Te amo. Quiero tener un
vínculo contigo, ¡y tú lo estás poniendo en riesgo!”. (Piensa en esto la
próxima vez que discutes con tu esposo o con tu mejor amiga o necesites
confrontar el pecado de tu hija).
Además, recientemente he recibido convicción al leer la vida del
sacerdote Elí. Sus hijos eran malvados y licenciosos. La Biblia indica que
Elí fue castigado no por la maldad de sus hijos, sino por no confrontar su
pecado (1 Samuel 3:13).
Te ruego que rechaces la mentira de que tu hija no está en peligro como
otras chicas.
Esta mentira es mortal para nuestras hijas porque desactiva nuestro
sistema de alarma parental. Nos ciega ante las señales de peligro. En vez de
averiguar qué mentiras puede haber bajo los sentimientos molestos,
terminamos por excusarlos y explicarlos como simples cambios normales
del desarrollo que todas las niñas preadolescentes experimentan. No hagas
eso.
Ármate con la verdad de que tu hija pecará, y prepárate para concederle
la gracia de instruirla en la verdad con una conversación consoladora y una
firme confrontación.
HABLA CON DIOS:
Usa Juan 14:6 para escribir una oración a Dios. Pídele que te dé
sabiduría y confianza para discernir el bien y el mal a fin de que puedas
enseñárselo a tu hija. Preséntale cualquier área de confusión en tu mente.
Escribe tus peticiones sinceras a Dios en las líneas de abajo.
Yo soy el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6).
__________________________
__________________________
__________________________
__________________________
HABLA CON TU HIJA:
Después de que tu hija lea el capítulo 3 de Mentiras que las niñas creen,
ve a la página 42 de su libro y analiza con ella nuestra definición de la
verdad. Asegúrate de que ella entienda que Jesús y su Palabra escrita son la
fuente “original o estándar” por la cual juzgamos nuestros comportamientos
y decisiones morales.
Luego ve a la página 44 donde escribió el consejo que le daría a Sofía por
sentirse “avergonzada”, como si fuera la “peor persona del planeta”.
Conversa con ella sobre lo que piensa al respecto.
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
E
s hora de desarraigar las mentiras que las niñas creen y
reemplazarlas con la verdad de Dios. Muchas de las observaciones
de esta sección en referencia a lo que las chicas creen tendrán
sentido para ti. Otras podrían sorprenderte. No obstante, todo ha sido
cuidadosamente considerado y validado con evidencia altamente confiable:
las opiniones de las chicas preadolescentes.
1.531 niñas participaron de nuestra encuesta!
¡
Estas niñas, con edades comprendidas entre los siete y los doce años,
respondieron dieciocho preguntas sobre cómo piensan, qué sienten y qué
creen. La gran mayoría se consideraba cristiana.
El 51% asistía a la escuela pública
El 30% estaba escolarizada en el hogar
El 16% asistía a una escuela cristiana privada[*]
Las respuestas de estas niñas ayudaron a revelar veinte de las mentiras
más comunes que las niñas creen: mentiras que se deben reemplazar con la
verdad. Tu hija conocerá esta sección de su libro como “El laboratorio de la
verdad”. Esto es lo que leerá en su introducción a esta sección.
A veces, cuando hay problemas por resolver, las personas inteligentes
dedican tiempo a clasificar información en un laboratorio. Están tratando de
descubrir la verdad acerca de algo: cómo curar una enfermedad, el secreto
para volar a la luna en una nave espacial o la respuesta de un animal al
adiestramiento. Están descubriendo y protegiendo la verdad para nosotras y
aquellas que vengan en el futuro.
¡Necesitamos descubrir y proteger la verdad para que nos ayude con
nuestros problemas! Hay tantas mentiras que nos confunden, que
necesitamos un lugar para clasificar e identificar la verdad. De lo contrario,
podríamos perderla para siempre. Entonces, ¡bienvenidas a nuestro
laboratorio de la verdad!
A medida que tu hija aprenda a clasificar, guardar y proteger la verdad,
me gustaría que lo consideraras un laboratorio donde puedas plantar
semillas de la verdad en su vida. Cuando veas que estas semillas comienzan
a brotar, podrás alimentar las raíces nuevas y tiernas que están creciendo.
Tú y yo trabajaremos juntas para ayudarla a plantar estas semillas,
fertilizarlas y, finalmente, fortalecer las raíces de su sistema de creencias.
Cada uno de estos capítulos tendrá tres secciones.
PREPÁRATE PARA HABLAR:
Al comienzo de cada capítulo, presentaré los resultados principales de
los grupos de enfoque y la encuesta. Los grupos de enfoque con las
madres y la encuesta a las preadolescentes fueron mi forma de escucharlas a
ti y a tu hija. Este libro es mi oportunidad de responder. Espero que los
pasajes de las Escrituras, que uso para aclarar la información, te ayuden a
sembrar la verdad de cada tema específico en el corazón de tu hija.
HABLA CON DIOS:
Después te guiaré a orar. Será similar a lo que ya has estado viendo en
este libro, pero aparecerá en la mitad del capítulo, no al final. De esta
manera, podrás orar por tu hija antes que ella comience a profundizar en el
tema en cuestión.
HABLA CON TU HIJA:
Esta sección de cada capítulo contiene el material del libro de tu hija
aquí en tu mismo libro. Así podrás ver lo que ella está leyendo y estar
preparada para ayudarla a meditar al respecto. Además tiene contenido
adicional en los márgenes, exclusivamente para ti.
[*] El 3% de las niñas reportó otros métodos de escolarización, como escuelas privadas no religiosas.
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
La verdad y mentiras sobre Dios
E
l primer tema que tu hija abordará en su laboratorio de la verdad es
lo que ella cree acerca de Dios. Estas creencias son fundamentales
para lo que ella piense acerca de todo lo demás. Como Nancy
escribió en Mentiras que las mujeres creen:
Si tenemos un pensamiento equivocado acerca de Dios, tendremos un
pensamiento equivocado acerca de todo lo demás. Lo que creemos de Dios
determina la forma en que vivimos. Si creemos cosas de Él que no son
ciertas, finalmente actuaremos conforme a tales mentiras y terminaremos
en varios tipos de esclavitud.[1]
Desde luego, esto también es cierto para nosotras como madres. En mi
caso, la presentación de la verdad de Dios a mis hijas, en cierto momento,
se vio obstaculizada por una mentira que yo había creído. Antes de
mencionarlo, me gustaría revelar algo que las madres de mis grupos de
enfoque expresaron.
Esta es la pregunta que hice a las mamás: “¿Qué tipo de mentiras te
preocupan más en la vida de tu hija?”. Estos fueron los resultados:
Cada una de estas mentiras es importante, y las cubriremos en los
próximos capítulos. Sin embargo, lo primero que pensé cuando vi estos
resultados fue: ¿Cómo pueden las mentiras sobre la fe y Dios no ser la
preocupación número uno de las madres cristianas?
Para explicar por qué eso fue tan significativo para mí, necesito volver
atrás una década. Mi esposo Bob y yo fuimos invitados a una serie de mesas
redondas para establecer estrategias y orar sobre cómo alcanzar y discipular
a los preadolescentes. Asistieron líderes de organizaciones como AWANA,
la Asociación Evangelística Billy Graham, iShine y Enfoque a la familia.
Bob y yo fuimos invitados debido a nuestro interés en llegar a los
preadolescentes a través de conferencias y recursos. Todos comunicamos la
creencia colectiva de que el éxodo masivo de la iglesia por parte de
estudiantes en edad universitaria fue el resultado de la falta de enseñanza
bíblica durante los años de preadolescencia decisivos para la formación de
valores.
El encuestador George Barna, que formaba parte de nuestro grupo,
advirtió que solo alrededor de un tercio de los preadolescentes de los
Estados Unidos se consideraba cristiano, lo que pronosticaría un éxodo más
numeroso de la iglesia en los próximos años.[2] Luego pasó a revelar
mentiras específicas que los preadolescentes creían en ese momento, entre
las que se incluían:
El 80% creía que la Biblia, el Libro de Mormón [y] el Corán eran
iguales.
El 68% creía que puedes ganarte la salvación.
El 56% creía que Jesús pudo haber pecado mientras estuvo en la
tierra.
Solo el 36% creía que la Biblia es veraz.
Solo el 32% creía que Jesús ha resucitado de entre los muertos.[3]
Luego Barna dijo las palabras que me quebrantarían por completo:
“Les ruego que inviertan la mayor parte de sus recursos (tiempo,
dinero, oraciones) en los niños”.[4]
GEORGE BARNA
Lágrimas de convicción y arrepentimiento llenaron mis ojos. Como
sabrás, estaba dedicando mi tiempo, dinero y oraciones a los niños, y era lo
que me encantaba hacer. Sin embargo, la emoción que a menudo sentía
cuando hablaba de mi labor se describía mejor como vergüenza. (¿Acabas
de identificar un sentimiento molesto en mi historia?).
No me di cuenta hasta aquel día, pero había sobreentendido que mi labor
no era tan importante como la de los autores y conferencistas cristianos que
ministraban a las mujeres adultas. Creía la mentira de que invertir en la fe
de los niños no era tan valioso.
Yo también personificaba esta creencia como madre. Al fin y al cabo,
demostramos lo que creemos por cómo actuamos. En ese momento, estaba
tratando de sembrar la verdad bíblica en la vida de mis hijos. Sin embargo,
sentía que las horas que invertía en sus estudios, sus pasatiempos, su salud
y sus amistades eran considerablemente más estratégicos que el tiempo que
invertía en su fe.
Déjame ser sincera: el mundo cristiano alimenta esta mentira. A menudo
hago mucho énfasis en los libros que publico para adolescentes y mujeres;
pero las entrevistas de radio, los presupuestos de marketing y las críticas en
blogs de los libros que escribo para niñas más pequeñas son menos
frecuentes. Quizás hayas notado la misma dinámica en tu iglesia. Los
presupuestos de los ministerios para niños y la cantidad de tiempo dedicado
a los niños en la plataforma principal a menudo son muy pequeños.
¡Es incomprensible! Según una encuesta realizada por la Sociedad
Bíblica Internacional, el 83% de los estadounidenses se compromete a
seguir a Cristo entre los cuatro y los catorce años.[5] Solo sobre esta base,
deberíamos proporcionar un sustancioso contenido espiritual a los niños.
Sin embargo, ahora tenemos un motivador mucho más siniestro:
lamentablemente, las predicciones que hizo Barna hace más de una década
se han hecho realidad. Somos testigos de que cada vez son más los niños
que abandonan la iglesia cuando crecen. Mientras escribo esto, el
porcentaje de adultos emergentes de hoy, que se identifican como ateos es
el doble del resto de la población adulta de los Estados Unidos.[6]
La fe de la Generación Z, que son todos aquellos nacidos entre 1999-
2015, está en crisis. Son la primera generación verdaderamente
“poscristiana”, nacida “en un momento de creciente apatía religiosa”.[8]
Una encuesta de la Universidad Biola reveló recientemente que el 70% de
este grupo de edad expresa “dudas persistentes y cuantificables acerca de
que lo que la Biblia dice sobre Jesús sea verdad. Y estos son los niños del
grupo juvenil ‘más selecto’”.[9]
Como madres, las mentiras sobre la fe y Dios deben ser nuestra principal
preocupación. Para mí, lo fue, pero mi trabajo se vio obstaculizado por la
falsedad que residía en lo profundo de mi espíritu. Tuve que superar la
mentira de que trabajar con niños, incluidos los míos, no era tan importante
como otros trabajos del reino. ¿Cómo hice eso? Descubrí que esta verdad
contradice mis emociones y las voces que me rodean.
VERDAD DE ORO:
“Pero Jesús les dijo: ‘Dejen que los niños vengan a mí.
¡No los detengan! Pues el reino del cielo pertenece a los
que son como estos niños’” (Mateo 19:14).
Jesús dijo estas palabras a personas como yo: los que creen la mentira de
que la vida espiritual de los niños es menos importante que la de los
adultos. Todo lo que Jesús declara triunfa sobre las otras voces de mi
cabeza. He decidido ajustarme a esta verdad y hacer todo lo posible para
acercar el corazón de los niños lo más posible a Él, comenzando con mis
tres hijos, Robby, Lexi y Autumn.
Cuando en un inicio vi que las madres de nuestros grupos de enfoque
daban prioridad a “las mentiras acerca de la autoestima” por encima de “las
mentiras acerca de Dios”, se me rompió el corazón. Entonces recordé mi
propia batalla por la verdad y la forma en que Él me ayudó a ganarla.
Recordar esta victoria me llenó de esperanza.
Sé sincera contigo misma y piensa cuánto estás sembrando la verdad de
Dios en tu hija. No tengas miedo de atacar las mentiras que te estorben.
Anímate: hay esperanza.
HABLA CON DIOS:
Usa Mateo 19:14 para escribir una oración a Dios. Recuerda que plantar
semillas de la verdad en tu hija es una de las labores más importantes del
reino. Pide a Dios que escudriñe tu corazón para ver si hay resistencia o
apatía de hablar con tu hija sobre Él. Escribe tu sincera petición a Dios en
las líneas de abajo.
Jesús les dijo: “Dejen que los niños vengan a mí.
¡No los detengan! Pues el reino del cielo pertenece
a los que son como estos niños” (Mateo 19:14).
__________________________
__________________________
__________________________
__________________________
HABLA CON TU HIJA:
Ahora que has orado, invita a tu hija a leer el capítulo 4 de su libro
mientras tú examinas el mismo contenido aquí mismo. He escrito algunas
notas para ti en los márgenes. A medida que leas, quizás desees agregar tus
propias notas para cuando llegue el momento de conversar sobre este
capítulo con tu hija.
NOTAS PARA MAMÁ
En los siguientes capítulos incluiré aquí el capítulo completo del
libro de tu hija para que lo examines. Contendrá datos interesantes
de nuestros grupos de enfoque y nuestra encuesta. Espero que estos
te capaciten y te orienten mientras guías a tu hija hacia la verdad.
___________
Mentiras sobre Dios
SOFÍA:
Me alegra que todo esto de la aplicación haya terminado. Me
siento mejor porque me has ayudado a pensar en la verdad, pero
tengo una pregunta: ¿Dios está enojado conmigo? Sé que me
ama… pero siento como si pudiera estar lejos debido a lo que
hice. ¿Me ama aun cuando hago algo malo?
Sofía está en la situación indicada para que podamos profundizar en
la Biblia y descubrir la verdad que hace libres a todas las niñas. Ella se
pregunta si Dios la ama incluso después de haber pecado. ¿Alguna vez te lo
has preguntado? La verdad #1 es una buena noticia para todas nosotras.
VERDAD #1:
¡Dios te ama siempre, pase lo que pase!
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #1:
Después de cada pregunta de la encuesta, dimos a las niñas la
oportunidad de explayarse en el tema. Los comentarios sobre este
tema revelaron una alarmante discrepancia. La mayoría de las niñas
sabían que Dios las amaba, pero sus respuestas revelaron falta de
confianza en su amor cuando pecaban. Escribieron cosas como
estas:
A veces pienso que Dios no me ama cuando mi comportamiento
con mis padres o mis amigas es malo.
A veces es difícil creer que Él me ama cuando desobedezco.
Tal vez Dios no sienta lo mismo por mí cuando actúo, hablo o
me visto [de cierta manera].
Siento que no está a mi lado cuando no soy tan buena.
Cada vez que decimos una cosa, pero sentimos otra, hay una
mentira para enfrentar.
Sugerencia de conversación para la verdad #1:
Cuanto más se abra tu hija, más podrás ayudarla. La vulnerabilidad
engendra vulnerabilidad. Considera usar tu tiempo de conversación
para contarle un ejemplo de algún pecado en tu vida, y cómo te
hizo cuestionar el amor de Dios. Asegúrate de explicarle cómo
descubriste que Dios te ama siempre, pase lo que pase.
Además, comienza a mostrarle deliberadamente este tipo de amor
incondicional. ¿Nota tu hija que la amas siempre, pase lo que pase?
Experimentar esta verdad puede ser una poderosa demostración
tangible.
___________
El 92% de las chicas está segura de que Dios las ama.
s genial que tantas chicas crean que Dios las ama, pero la verdad es aún
E
mejor. Dios ama al 100% de los seres humanos siempre, pase lo que pase.
¡Y eso te incluye a ti!
Dios te ama. ¡Mucho!
La Biblia repite esta verdad una y otra vez. Uno de mis versículos
favoritos es Isaías 43:4, que incluye dos palabras sencillas: “Te amo”.
Aun así, descubrí que esta verdad es difícil de creer para algunas chicas
cuando han hecho algo malo, como desobedecer a sus padres o copiarse en
una prueba.
A veces sus sentimientos les dicen una mentira sobre el amor de Dios.
MENTIRA: “DIOS SOLO ME AMA CUANDO
SOY BUENA”.
¿Alguna vez has creído esa mentira? Creo que la mayoría de nosotras lo
hemos hecho en algún momento de nuestra vida. El pecado hace que sea
difícil sentir el amor de Dios aunque nos siga amando. Tratar de sentirse
conectada con Dios después de haber pecado puede ser como intentar
descargar una canción o escuchar un episodio de Aventuras en Odisea
cuando no tienes una buena conexión de Internet. La conexión está allí,
pero algo está interfiriendo con ella.[10]
El pecado impide que nos conectemos claramente con Dios. (Voy a
explicar más sobre esto en otro capítulo). Sin embargo, Dios sigue
estando allí. ¡Y te sigue amando! Sí, te sientes triste cuando pecas y, a
veces, hay consecuencias; pero eso no significa que Él te haya dejado de
amar. Veamos lo que nuestro laboratorio de la verdad tiene almacenado de
la Palabra de Dios.
VERDAD DE ORO:
“Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a
Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos‐
pecadores” (Romanos 5:8).
Dios no se sorprende por tu pecado. Él lo sabe TODO. No importa lo que
hayas hecho o cuánto hayas fallado, Dios todavía te ama y te perdona.
Entendí esto mejor después de ser madre. Una vez, cuando mi hijo era
pequeño, me pidió agua. Luego me dio su palabra de que no había estado
jugando con la vela encendida en la otra habitación. ¡Parecía extraño!
(En ese momento, podía oler el humo). Felizmente, solo se había prendido
fuego el borde de una manta y pude apagarlo rápidamente. ¿Sabes qué?
Incluso cuando lo tuve que rescatar de su propio error, no lo amé menos. De
hecho, apagué ese fuego por amor. Quería protegerlo.
¿Cuánto más te ama Dios, en toda su perfección? Te ama cuando te
portas bien y cuando te portas mal.
Le he pedido a Dannah que empiece por las mentiras que las
chicas creen acerca de Dios. Nada es más importante que
esto. Si crees cosas de Dios que no son ciertas, terminarás por
creer muchas otras cosas que no son ciertas.
“No hay nada que podamos hacer para que Dios nos ame
más… No hay nada que podamos hacer para que Dios nos ame
menos”.
—Philip Yancey[11]
VERDAD #2:
¡Dios es todo lo que necesitas!
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #2:
Nancy la abordó por primera vez en Mentiras que las mujeres
creen. Si lo escribió para mujeres adultas, es probable que tu hija
no lo supere de manera natural. Hoy podría necesitar buenas
calificaciones o una mejor amiga, pero mañana será un esposo o
una casa más grande. Estas cosas son maravillosos regalos de Dios,
pero no pueden ser nuestro primer deseo. Vamos a desarraigar la
mentira de que cualquier cosa que no sea Dios puede traer
verdadera satisfacción.
Anota en el margen inferior lo que tu hija podría querer usar para
satisfacer sus deseos. Completa esta oración: “Ella piensa que su
vida sería mejor si
________________
________________
________________
________________
________________”.
Sugerencia de conversación para la verdad #2:
La amistad sí importa. Es importante. La Biblia manifiesta que
cuando caminamos con amigos sabios, nos volvemos sabios.
Entonces, el problema no es que tu hija tenga el deseo de tener
amigos, sino que puede tener falta de deseo de buscar una relación
con el amigo más importante: Jesús.
Comienza tu conversación hablando de cómo incluso las mejores
amigas a veces nos decepcionan. (Las expectativas realistas ayudan
a las niñas a responder mejor al drama de la amistad). Luego
cuéntale cómo es tu experiencia de una relación auténtica con
Cristo y aliéntala y hazle ver que no hay mejor amigo que Él,
porque Él nunca nos decepciona.
___________
D
ios es todo lo que necesitas, porque te ama y te dará todo lo
que realmente necesites. Eva no creyó esta maravillosa verdad.
En cambio, creyó: ¡Mi vida sería mejor si tan solo tuviera
un bocado de ese fruto!
En aquel entonces, se enfrentó a una mentira que algunas chicas
todavía creen.
MENTIRA: “DIOS NO ES SUFICIENTE”.
HOY LAS CHICAS DICEN COSAS COMO
“Mi vida sería mejor si tuviera CALIFICACIONES PERFECTAS”.
“¡Mi vida sería mejor si tuviera una MASCOTA!”.
“¡Mi vida sería mejor si tuviera una AMIGA!”.
Casi todas las chicas creen esta última mentira. Al hablar con ellas, me
dijeron cosas como: “Lo más importante de la iglesia son las
buenas amigas”. O: “Elegimos nuestra iglesia porque allí tengo
amigas”. Lo que decían es: “Dios no es suficiente. Necesito una
amiga también”.
Mis amigas me ayudan a acercarme más a Dios y a tomar buenas
decisiones. Espero que las tuyas también. Sin embargo, nuestras amigas no
deberían ser más importantes que Dios. Lee este versículo bíblico de
nuestro laboratorio de la verdad:
VERDAD DE ORO:
“Dios quien me cuida suplirá todo lo que necesiten, de
[sus] gloriosas riquezas…” (Filipenses 4:19).
No hay nada de malo en tener amigas, unas excelentes vacaciones
familiares o unos lindos pantalones de jean. A veces son una gran adición a
nuestras vidas, pero ninguna de estas cosas es tan buena o provechosa como
Dios. Él es quien nos lo da todo: nuestras amistades, nuestros cerebros, las
mascotas que amamos, el dinero que usamos para comprar ropa y mucho
más. Solo Él puede ser suficiente.
Mi amiga de la vida real, Jenna Jones, de diez años, creció en Alemania,
donde sus padres son misioneros. Así es como ella aprendió esta verdad.
Jenna Jones,
Berlín, Alemania
“Por primera vez en mi vida iba a vivir en los Estados Unidos por un año.
Estaba muy asustada. Pensé para mis adentros: ‘No quiero ir. No voy a
tener amigas’”.
Su familia llegó a los Estados Unidos durante las vacaciones de verano, y
Jenna decidió tratar de ser feliz aunque no tuviera amigas. Con el paso de
las semanas, experimentó una amistad más cercana con Jesús. No tenía idea
de cuán buen amigo podría ser Él, y comenzó a creer que podía hacer
cualquier cosa, si Dios estaba con ella. Eso incluía ir a una nueva escuela
sin amigas.
Entonces llegó el primer día de clases. La mañana fue difícil, mientras las
que eran amigas se saludaban y se ponían al día. Toda la mañana, trató de
concentrarse en su tarea escolar y, en silencio, siguió pidiendo a Dios que la
ayudara. No podía creerlo, pero se sentía bien.
Poco sabía que Dios tenía un regalo preparado para ella.
“En el recreo, hice muchas amigas mientras jugábamos a fútbol juntas”.
Ella cree que Dios le dio esas amigas. A veces, Él es capaz de crear
amistades que jamás podríamos imaginar.
Dios quiere ser la persona más importante de tu vida. Y, presta mucha
atención a esto, quiere que sepas que puedes estar contenta e incluso feliz si
Él decide no darte algo que tú deseas. Jenna estuvo contenta en el verano y
en esa primera mañana de clases, a pesar de que todavía no tenía amigas en
la escuela. Él quiere que experimentes la verdad de que solo Él es
suficiente.
VERDAD #3:
Eres cristiana si crees en Jesús y lo recibes como
tu Salvador.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #3:
Una niña que participó en nuestra encuesta no estaba segura de ser
cristiana o no. Cuando le pidieron que explicara lo que significaba,
se mostró confundida. La buena noticia es que fue directamente a
pedirle consejo a su madre. ¡Allí mismo oraron y entró a la familia
de Dios!
¿Comprende tu hija de manera cabal lo que significa ser cristiana?
Estoy orando mucho por esta conversación, y no veo la hora de
escuchar cómo Dios la va a usar.
Pregunta clave:
Si alguien te preguntara sobre la relación de tu hija con Cristo,
¿sabrías lo suficiente como para dar una respuesta precisa?
Sugerencia de conversación para la verdad #3:
El contenido del libro de tu hija incluye todo lo que necesitas para
ayudarla a comprender lo que significa seguir a Jesús. Léelo a
manera de conversación y hazle las preguntas que he escrito, entre
las que se incluyen:
“¿Por qué murió Jesús por nosotros?”.
“¿Qué hace el pecado?”.
“¿Crees en Jesús?”.
“¿Estás lista para recibir a Jesús como tu Salvador?”.
Si tu hija demuestra tener convicción y entendimiento al conversar
sobre estas preguntas, pide al Espíritu que te ayude a discernir si
está lista para entregarle su vida a Cristo. La oración impresa en su
libro puede ser útil como una guía. Sin embargo, recuerda que el
objetivo no es lograr que ella “haga una oración”, sino que
responda genuinamente a la obra del Espíritu en su vida con
arrepentimiento y fe.
Si tu hija ya ha manifestado creer en Cristo como su Salvador, usa
este tiempo para dar gracias por ello y hablar de lo que significa
continuar creciendo en su relación con Él.
___________
C
uando leí las respuestas que dieron 1531 chicas a mi
cuestionario sobre la verdad y las mentiras, noté algo triste.
El 22% de las chicas que dicen ser cristianas no
entiende cómo llegan a serlo.
ESTAS CHICAS DIJERON COSAS COMO:
Soy cristiana porque voy a la iglesia.
Soy cristiana porque mi mamá y mi papá son cristianos.
Soy cristiana porque siempre lo he sido.
¡Ay! Tenemos un gran problema. Hay una mentira que acecha y se
esconde detrás de muchas cosas diferentes.
MENTIRA: “SOY CRISTIANA PORQUE
__________”.
Ir a la iglesia puede ser magnífico, pero no te hace cristiana. Tener padres
que son cristianos es maravilloso, pero eso tampoco te hace cristiana. Y
ninguna “ha sido siempre cristiana”.
¿CÓMO LLEGAS A SER CRISTIANA?
Me alegra que lo hayas preguntado. Dios nos ama tanto que envió a su Hijo
Jesús a morir en la cruz por nosotras. La Biblia lo dice de esta manera:
VERDAD DE ORO:
“Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo,
para que todo el que crea en él no se pierda, sino que
tenga vida eterna” (Juan 3:16).
¿Por qué murió Jesús por nosotras? Murió por nuestros pecados.
Ya hemos hablado del pecado, pero vamos a repasarlo. Cuando
desobedecemos a Dios o decidimos hacer lo que está mal, pecamos. Cosas
como ser mala, mentir o hacer trampa son ejemplos de pecado. La Biblia
dice que todo ser humano de la tierra ha pecado. Eso nos incluye a ti y a mí.
El pecado nos separa de Dios. La Biblia dice que el castigo por el pecado
es la muerte, PERO DIOS NOS AMA y envió a su Hijo Jesús a morir
en una cruz. La buena noticia es que Jesús no siguió muerto. Él resucitó con
el poder de perdonar nuestros pecados, y nos ofrece el regalo gratuito de su
salvación.
No sé tú, pero yo nunca he recibido un regalo gratuito sin tener que
extender mi mano para aceptarlo. Tú aceptas el regalo gratuito de la
salvación de Dios cuando crees en Jesús y lo recibes como tu Salvador.
CREER EN JESÚS SIGNIFICA:
Confiar en Jesús
Saber que Jesús es el Hijo de Dios
Saber que Jesús te salva del pecado
Estar dispuesta a darle a Jesús el control de tu vida
¡¿CREES EN JESÚS?
Si es así, estás lista para recibir a Jesús como tu Salvador, lo que
significa pedir a Jesús que viva dentro de ti y tome el control de tu vida.
Romanos 10:9 dice: “Si declaras abiertamente que Jesús es el Señor y crees
en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo”.
¿Alguna vez has recibido a Jesús y le has pedido que perdone tus
pecados? Si no, ¿por qué no haces esta oración ahora?
Amado Señor, admito que soy una pecadora. Te
agradezco por enviar a Jesús a morir en la cruz
por mis pecados. Te pido que perdones mis
pecados. Te invito a entrar en mi vida para que
seas mi Señor. Gracias por salvarme. En el
nombre de Jesús, Amén.
¿Acabas de hacer esa oración por primera vez?
Si es así, escribe la fecha a continuación.
Soy cristiana desde:
_________________________
¡Felicidades! Ahora cuéntaselo a alguien como tu mamá o tu pastor.
¡Estarán muy emocionados!
Espero que la persona a quien se lo cuentes también sea cristiana y pueda
ayudarte a crecer. Recuerda que acabas de darle a Jesús el control de tu
vida. Eso significa que le obedecerás y harás lo que Él te pida que hagas.
Hacer esa oración es solo el primer paso para ser cristiana. Ahora tu vida
debe reflejar que has cambiado. Pídele a esa persona que te ayude a saber
cómo crecer.
NOTAS PARA MAMÁ
HABLA CON TU HIJA:
Después que tu hija lea el capítulo 4 de Mentiras que las niñas
creen, pídele que vaya a la página 60 para poder hablar sobre su
trabajo de laboratorio. Esta página es importante y debe abordarse
con cuidado y sabiduría. Estás sembrando la verdad, descubriendo
dónde podrías tener que desarraigar las mentiras y alimentar las
raíces de la verdad, que ya existen.
___________
Al final de cada capítulo, te recordaré los temas que estudiamos en el
laboratorio de la verdad. Luego tratarás de ayudar a Sofía y darle un
consejo. Finalmente, responderás algunas preguntas que te ayudarán a
convencerte de la verdad.
LA MENTIRA LA VERDAD
Dios solo me ama cuando • Dios te ama todo el tiempo,
soy buena. todos los días. (Isaías 43:4)
• Dios te ama a pesar de tus
pecados. (Romanos 5:8)
Dios no es suficiente. • Dios es todo lo que necesitas.
(Salmos 23:1)
• Dios suple todas tus necesidades.
(Filipenses 4:19)
• Jesús quiere ser tu mejor amigo.
(Juan 15:15)
Soy cristiana porque • Eres cristiana a partir del día que
_______________________. crees que Jesús es el Hijo de
Dios que murió por tus
pecados… (Juan 3:16)
• … y le pides que viva dentro de
ti y tome el control de tu vida.
(Romanos 10:9)
ESTOY CONVENCIDA DE LA VERDAD
¡Es tu turno de ser autora!
¿Has creído alguna de estas mentiras sobre Dios? Marca con X
cualquiera de LAS MENTIRAS de este capítulo que hayas
creído.
¿En qué verdad necesitas pensar todo el tiempo, TODOS
LOS DÍAS? Echa un vistazo a LA VERDAD que hemos
descubierto juntas. Ahora encierra en un círculo la que te parezca
importante considerar.
A continuación, comienza a pensar en ella todo el tiempo,
TODOS LOS DÍAS. Puedes empezar por escribir una
oración a Dios, un versículo bíblico que sea de ayuda o algunas
ideas que no quieras olvidar en el espacio de abajo.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca del trabajo de laboratorio de tu hija:
Al final de cada capítulo de su libro, tu hija tendrá que hacer un
trabajo de laboratorio, que les ofrece a ambas la oportunidad de
identificar cualquier mentira que ella esté creyendo y hablar sobre
esta.
Pregúntale si marcó con una X alguna de las mentiras, lo que
significa que quizás la crea. Escudriña el corazón de tu hija con
preguntas:
“¿Por qué marcaste con una X esa mentira?”.
“¿Recuerdas el momento cuando empezaste a creerla?”.
“¿Hubo algo en el capítulo que te hizo sentir que era una mentira
que necesitabas enfrentar en tu vida?”.
A continuación, pregúntale si encerró en un círculo algunas de las
verdades clave. Hazle preguntas:
“Esta es una verdad clara, ¿por qué la marcaste?”.
“¿Hay alguna manera de poder ayudarte a creer esta verdad?”.
Si te parece que tu hija no quiere hablar, está bien. Sé paciente con
ella y dale ejemplo de transparencia.
Termina la conversación y pídele que lea su oración a Dios, el
versículo bíblico o sus pensamientos. Si aún no ha completado esta
parte del trabajo de laboratorio, ofrécete a ayudarla. Su edad y nivel
de madurez tendrán mucho que ver con la cantidad de asistencia
que necesite, si es que la necesita.
___________
Ayuda a Sofía a creer la verdad
¡Es el momento de dar un consejo a Sofía!
Sofía se siente lejos de Dios porque mintió a sus padres. Según lo que
aprendiste en este capítulo, ¿está realmente Dios tan lejos como lo siente
Sofía?
¿Qué puede hacer ella para sentirse más cerca de sus padres?
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de su ayuda a Sofía:
El propósito de este trabajo de laboratorio es entrenar la mente, el
corazón y la boca de tu hija para que desarrolle la habilidad de
decirle la verdad a una amiga.
No te apresures a marcarle el error si da un mal consejo o ninguno.
En cambio, hazle preguntas para obtener una respuesta sólida:
“¿Qué te hizo dar ese consejo a Sofía?”.
“¿Hay algún versículo de la Biblia que apoye tu idea?”.
“Un versículo bíblico que me vino a la mente es
__________________. ¿Cómo podemos aplicar esa verdad a las
circunstancias de Sofía?
Esta tarea es compleja. Espera que sus respuestas sean breves y,
posiblemente, incluso incompletas; pero debes saber que está
aprendiendo la capacidad vital de convertirse en una amiga que
dice la verdad.
___________
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
La verdad y mentiras sobre mí misma
A
noche, una de mis bebitas ya crecidas (todavía las llamo así) se
sentó en el borde de mi cama y tratamos de solucionar un
problema. Me contó lo que le preocupaba y luego preguntó:
“¿Qué debo hacer?”.
¡Ahí fue cuando me asaltó! Ese estado comatoso de adormecimiento, que
mencioné en el capítulo 1, apareció y me dejó sin habla. Mi joven hija
adulta me estaba haciendo el regalo de una invitación para que fuera su
sabia consejera, y me había quedado sin palabras.
Oré y le pedí a Dios que abriera mis labios, y Él fue fiel para darme las
palabras correctas. ¡Qué dulce momento tuve con mi hija! La batalla fue
fácil para mí esta vez porque la he luchado varias veces y he aprendido a
usar la verdad y la oración para combatir el adormecimiento.
Muchas madres experimentan esta misma sensación de incapacidad
cuando sus hijas necesitan consejo o disciplina. En los grupos de enfoque,
varias mujeres usaron el término estado comatoso para describir esa
sensación extraña que nos sobreviene. Les pedí que trataran de discernir
qué lo causaba.
Creo que muchas de nosotras tenemos miedo de ser legalistas… así
que nos inclinamos hacia una posición que no deberíamos sostener.
Tenemos miedo de hacerle creer cosas perjudiciales sobre sí misma.
Rebelión. A veces parece como si todo fuera una batalla, y tengo miedo
de que se rebele. Si ella no se siente aceptada, podría rechazar mi
consejo.
No saber cómo decir la verdad. No sentir confianza en nuestra función
de madres. Tener miedo a equivocarnos y herir su sentido de identidad.
Está basado en el temor. No quiero enajenarla, arruinar nuestra
relación o destruir su autoestima.
¿Notas el denominador común? El temor. (¿No nos encargamos ya de
ahuyentar esa emoción en el capítulo 2?). Sin embargo, este temor estaba
vinculado a algo muy específico. Aunque el temor de cada mujer se
manifestaba de manera diferente, por lo general, estaba arraigado en la
posibilidad de que una madre pueda afectar la autoestima de su hija o su
confianza en sí misma.
Cuando comencé a experimentar esto, no tardé mucho en darme cuenta
de que temía avergonzar a mis niñas o herir sus sentimientos con mis
palabras. Incluso cuando sabía qué decir, no sabía cómo decirlo sin correr el
riesgo de afectar su confianza en sí mismas. Después de todo, había una
gran cantidad de otras fuerzas que intentaban atacarlas, y yo no quería ser
una más.
Desde las chicas malas hasta la publicidad de los productos de belleza,
parecía que la vida era una enorme mina terrestre llena de explosivos contra
la autoestima.
Presenté mi temor a Dios y le pedí que me diera claridad. Fue entonces
cuando detecté una mentira en mi sistema de creencias:
Lo más importante en la crianza de mis hijas es proteger su autoestima.
Después de algunas investigaciones y sabios consejos, pude aceptar esta
verdad:
Lo más importante en la crianza de las hijas no es lo que
sienten sobre sí mismas, sino lo que Dios dice.
Fue entonces cuando dejé de seguir al rebaño de la autoestima.
Tal vez nunca hayas experimentado ese estado comatoso, pero es muy
probable que hayas creído que la autoestima de tu hija es una prioridad
absoluta. Después de todo, fue la prioridad número uno de las mamás que
asistieron a mis grupos de enfoque. Sin embargo, ¿es eso realmente lo más
importante?
Contrario a esta idea, la Palabra de Dios nos advierte a no creernos
mejores de lo que realmente somos (Romanos 12:3). A no preocuparnos por
nuestro propio bien, sino por el bien de los demás (1 Corintios 10:24). Si de
algo nos hemos de jactar, que sea de lo débiles que somos para que la fuerza
de Cristo pueda manifestarse en nosotras (2 Corintios 11:30). A someternos
a otros (Hebreos 13:17), a revestirnos de humildad en nuestro trato con
otros (1 Pedro 5:5-7) y a humillarnos (Colosenses 3:12). Y estos son solo
algunos de los muchos versículos que nos animan a tener un bajo concepto
de nosotras mismas en comparación con los demás y con Cristo. ¿Qué has
hecho últimamente para enseñarle estas verdades a tu hija?
No estoy diciendo que ignores la baja autoestima malsana que podría
tener tu hija. A veces una niña necesita ayuda para entender cuánto vale y
sanar la herida que el mundo le ha causado. La Biblia dice que debemos
amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22:39). Esto
supone cierto sentido de autocuidado, respeto y amor. Solo que creo que
hemos exagerado.
En 2 Timoteo 3 se nos advierte que el amor por uno mismo es la raíz del
pecado. (Es una raíz que no quieres que crezca en el corazón de tu hija). El
mismo pasaje advierte que el amor a uno mismo será una señal de los
últimos tiempos y traerá consigo muchos pecados terribles.
VERDAD DE ORO:
“Timoteo, es bueno que sepas que, en los últimos días,
habrá tiempos muy difíciles. Pues la gente solo tendrá
amor por sí misma y por su dinero. Serán fanfarrones y
orgullosos, se burlarán de Dios, serán desobedientes a
sus padres y malagradecidos. No considerarán nada
sagrado. No amarán ni perdonarán; calumniarán a otros
y no tendrán control propio. Serán crueles y odiarán lo
que es bueno. Traicionarán a sus amigos, serán
imprudentes, se llenarán de soberbia y amarán el placer
en lugar de amar a Dios” (2 Timoteo 3:1-4).
Ahora bien, aquí hay algo que encuentro en especial alarmante.
Muchas de las mamás con las que he hablado, que mencionaron la
autoestima como la preocupación principal que tenían por sus hijas, fueron
testigos de un giro irónico. Sus niñas, que luchaban con una baja
autoestima, a menudo mostraban un fuerte sentido de autocomplacencia.
Estas madres se sentían frustradas por la falta de sumisión, la falta de
amabilidad con el prójimo, la falta de respeto por la autoridad y el deseo por
las cosas materiales que veían en la vida de sus hijas. ¿Encuentras estas
cosas representadas en el versículo bíblico anterior? Ese pasaje parece
advertirnos que cuando el amor por uno mismo se convierte en una
preocupación preeminente, cualidades como la desobediencia, la ingratitud,
el amor al placer y la traición a los amigos marcarán la vida de una persona.
No es que a Dios no le importe qué siente tu hija acerca de sí misma. Si la
Biblia es rica en algo, es en la verdad de que a los ojos de Dios tenemos un
valor incalculable. Efesios 1 es uno de mis pasajes favoritos, que me
recuerda lo que Dios piensa de mis niñas y de mí. Declara que somos
elegidas, bendecidas con toda bendición espiritual, amadas, santificadas,
adoptadas, perdonadas, unidas a Cristo, herederas de Cristo y más. Y eso es
lo que podemos saber de uno solo de los 1.189 capítulos de la Biblia.
Lo que tu hija cree de sí misma debe estar arraigado en lo que Dios dice,
no en lo que ella siente. Continúa animándola a creer en su Palabra y, con el
tiempo, se sentirá amada, aceptada y perdonada. Los sentimientos de baja
autoestima no pueden entrar en un corazón que está seguro de lo que
significa estar en Cristo.
Tu hija no necesita mayor autoestima, sino una mayor estima de Dios. Si
ella entiende quién es Dios, será consciente de cuánto vale y no se creerá
mejor de lo que es.
HABLA CON DIOS:
Usa 2 Timoteo 3:1-4 para examinar tu corazón y la vida de tu hija.
¿Está el amor a uno mismo creando tendencias pecaminosas en cualquiera
de ustedes? Encierra en un círculo las cosas de esta lista que se manifiestan
en tu vida y/o en la vida de tu hija. Pide a Dios que te muestre qué quiere
que hagas al respecto. Escribe tus confesiones y peticiones a Dios en la
página siguiente.
Timoteo, es bueno que sepas que, en los últimos días, habrá tiempos muy
difíciles. Pues la gente solo tendrá amor por sí misma y por su dinero.
Serán fanfarrones y orgullosos, se burlarán de Dios, serán desobedientes a
sus padres y malagradecidos. No considerarán nada sagrado. No amarán
ni perdonarán; calumniarán a otros y no tendrán control propio. Serán
crueles y odiarán lo que es bueno. Traicionarán a sus amigos, serán
imprudentes, se llenarán de soberbia y amarán el placer en lugar de amar
a Dios (2 Timoteo 3:1-4).
__________________________
__________________________
__________________________
__________________________
HABLA CON TU HIJA:
Ahora que has orado, invita a tu hija a leer el capítulo 5 de su libro
mientras tú examinas el mismo contenido aquí en tu libro. He escrito
algunas notas para ti en los márgenes. Tal vez desees agregar tus propias
notas para cuando llegue el momento de conversar sobre este capítulo con
tu hija.
NOTAS PARA MAMÁ
Escribe lo que sientas en tu corazón para hablar con
tu hija con respecto a las mentiras que ella cree
acerca de sí misma.
___________
Mentiras sobre mí misma
SOFÍA:
Una nueva chica se mudó a nuestro vecindario esta semana. Su
nombre es Isabela y sus largas piernas le permiten correr rápido.
Así que, por supuesto, a ella la eligieron primero para jugar fútbol
hoy. ¿A quién eligieron última? ¡A MÍ! La niña con las piernas
CORTAS. ¡¡¡Otra vez!!!
¡Sofía no es la única! Cada vez que teníamos que jugar fútbol recuerdo
que a mí también me elegían última, una y otra vez. Me hacían sentir muy
mal. Sin embargo, conocer la verdad, me hizo mucho bien. Creo que a ti
también te hará bien.
VERDAD #4:
¡Dios te eligió!
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #4:
Una característica que revela una mentira es lo que la Biblia llama
“doble ánimo”. Una persona de doble ánimo tiene pensamientos y
acciones indecisas e inconstantes (Santiago 1:8, RVR1960). Una
persona así es inestable.
Por ejemplo, si una niña es irrespetuosa con sus maestros, pero
tiene una extrema falta de confianza al interactuar con sus
compañeros, es inestable. Su forma de relacionarse con los demás
es inconstante.
El doble ánimo me pareció evidente cuando las madres
mencionaron que la autoestima de su hija era la principal prioridad
en este proyecto, pero también incluyeron la actitud pretenciosa
como una gran preocupación. Estas son algunas de las cosas que
mencionaron:
Las niñas de hoy tienen el derecho de cuestionar la autoridad,
pero no tienen confianza para hablar ante sus compañeros.
Hay más publicidad dirigida a ellas. Los gigantes mediáticos
están apuntando a las niñas preadolescentes. Ahora nuestras hijas
sienten que no son hermosas, pero exigen maquillaje, comida, ropa
que creen que necesitan legítimamente.
Mi hija no tiene la confianza de levantar la mano para responder
una pregunta en clase. Al mismo tiempo, trata a su padre más
como si fuera un hermano y no lo respeta.
Una de dos. ¿Tu hija se siente mal consigo misma? ¿O se siente
con derechos?
En lugar de confrontar a tu hija sobre su actitud pretenciosa, decidí
primero presentarle la verdad de lo valiosa que ella era.
Sugerencia de conversación para la verdad #4:
El mundo está lleno de pensamientos negativos que nos inducen a
creer. Cuéntale a tu hija alguna ocasión cuando alguien dijo cosas
desagradables de ti o tenías constantes pensamientos negativos
sobre ti misma. Pregúntale a tu hija si alguien le ha dicho algo
últimamente que la haga sentir mal consigo misma. La
investigación sugiere que los niños tienden a ocultar las palabras
dolorosas que les dicen, en lugar de contárselo a uno de los padres
que podría ayudarles a buscar la verdad.
Pregunta clave:
¿Cómo puede tu hija creer lo que Dios Padre dice sobre ella si no
está leyendo regularmente lo que Él ha escrito sobre ella en la
Biblia?
___________
T
ú eres una obra del Artista Maestro, Dios. La Biblia dice que Él
te entretejió, es decir, que te diseñó cuidadosamente y te hizo con
sus manos.
¿Alguna vez has hecho algún tejido? ¡Requiere MATEMÁTICAS!
Es un trabajo cuidadoso y preciso. Si no cuentas correctamente, tu tejido
será un completo desastre. ¡Las puntadas deben ser precisas o se verá muy
mal confeccionado!
Lo importante aquí es que Dios no solo unió un montón de cosas al azar y
dijo: “Oh, ah! ¡Mira eso! ¡Creo que hice una Ema!” (o una Yanina o una
Cloe). ¡No! Él te diseñó y te hizo cuidadosamente. Dios ha diseñado cada
una de las habilidades que posees.
Aun así, puede que haya días que no te sientas tan bien contigo misma.
Suele suceder.
A VECES LAS CHICAS TIENEN PENSAMIENTOS
COMO ESTOS:
No soy tan inteligente.
No soy tan rápida.
No soy tan fuerte.
No soy tan divertida.
O bien, completa el espacio en blanco: No soy tan _____________.
Estos pensamientos ocurren cuando nos comparamos con otras personas
y escuchamos la opinión de los demás. Una forma de saber qué opinan
otros es cuando nos eligen… o cuando no lo hacen.
Duele cuando no nos eligen. Recuerdo cómo me sentí cuando me
sucedió: rechazada, avergonzada y juzgada.
Mis pensamientos sobre eso crecieron y se convirtieron en una mentira
enorme.
MENTIRA: “NO SOY MUY CAPAZ”.
Esta mentira viene con un sentimiento “supermolesto”. Cuando empezamos
a creer esta mentira, se trata de algo más que nuestra habilidad para el
fútbol o nuestra calificación de matemáticas. Sentimos como si lleváramos
una horrible etiqueta que nos define.
¿¡Adivina qué!? Jesús te entiende. Él también tenía personas que le
juzgaban, ignoraban, rechazaban ¡y “no le elegían”! La Biblia dice que
Jesús entendía las debilidades que enfrentaban los seres humanos, e incluso
tuvo las mismas tentaciones que tú y yo. Ya que estamos tentadas a creer
que no somos muy capaces, es probable que Él también lo haya sido.
Aunque no sabemos exactamente cómo, Isaías 53:2 asevera que Él no era
muy atractivo. Tenía al menos una cosa en la que era “inferior” a aquellos
que lo rodeaban.
Estoy bastante segura de que Él era consciente de esto, PERO… la
Biblia dice que nunca pecó. ¡Eso significa que jamás creyó ninguna
mentira! Ahora bien, ¿por qué Jesús nunca creyó la mentira de que no era
tan capaz?
Pues bien, 1 Pedro 2:4 dice que “La gente lo rechazó, pero Dios lo eligió
para darle gran honra”. JESÚS experimentó el rechazo de los hombres.
Las personas decían cosas sobre Él que no eran buenas, pero Él no
escuchaba sus opiniones. En cambio, decidió creer lo que Dios
el Padre decía de Él. Esa era la única opinión que le importaba, y la que
usaba para decidir qué creer de sí mismo.
Veamos lo que Dios dice de TI para ayudarte a saber qué creer de ti
misma.
VERDAD DE ORO:
“Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó
y nos eligió en Cristo para que seamos santos e
intachables a sus ojos” (Efesios 1:4).
Tu confianza siempre se va a derrumbar si te comparas con los demás y
escuchas qué opinan de ti. ¡Deja de obsesionarte con quién no te eligió! En
cambio, concéntrate en Aquel que sí te eligió.
COMIENZA A ESCUCHAR Y CREER
LA OPINIÓN DE DIOS SOBRE TI.
Él conoce la verdad.
Y la verdad es que Dios te eligió y te elegiría siempre.
VERDAD #5:
La belleza que más le importa a Dios está dentro
de mí.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #5:
¿Qué piensas de la belleza?
Una mamá que asistió a nuestro grupo de enfoque en Ohio dijo:
“He engordado casi tres kilos en los últimos meses. Me estoy
haciendo mayor, y me molesta. Es muy triste que a mí como adulta
todavía me preocupe lo que piensa la gente. Pensé que lo superaría
y me daría cuenta de que SOY YO LA QUE se lo transmitió a mi
hija. No quiero que ella se preocupe por su peso y, sin embargo, yo
LO SIGO HACIENDO”.
Empezó a llorar. Y luego la madre que estaba a su lado también
comenzó a llorar al darse cuenta de que le había hecho lo mismo a
su hija.
En cada grupo de enfoque preguntamos a las madres: “¿Hay alguna
parte del cuerpo o cara de sus hijas que a ellas no les guste?”. El
50% dijo que sí. Luego les preguntamos: “¿Cómo se sienten con
respecto a esa parte del cuerpo o cara de ustedes mismas?”. El 28%
dijo que a ellas tampoco les gustaba. El 17% estaba indecisa.
Estas madres podrían estar transmitiendo mentiras sobre la belleza.
Un estudio reveló que el 80% de las niñas de diez años ya habían
hecho dieta para bajar de peso. La anorexia y la bulimia van en
aumento. Se hizo referencia a esta investigación en un artículo del
Wall Street Journal que vincula la forma en que las madres piensan
de su cuerpo con lo que sus hijas adultas pensarán sobre su propio
cuerpo. Del 30% al 40% de las mujeres piensa en la imagen
corporal todos los días y casi la mitad de ellas dice que es porque
sus madres lo hacían. Están resentidas con sus madres por ello.[1]
Me pregunto cuántas de esas mismas mujeres están igualmente
preocupadas por la belleza interior de sus hijas. ¿Están atentas a
que sean sumisas, serviciales, amables, compasivas y alegres? Si
como madres no nos concentramos en el tipo de belleza que nunca
se desvanece, ¿cómo podemos esperar que nuestras hijas lo sean?
Sugerencia de conversación para la verdad #5:
Nos apresuramos a elogiar la belleza física de nuestras hijas, pero a
menudo no podemos reconocer sus cualidades internas. Dile a tu
hija la belleza interior que ves en ella. Tal vez sea útil en la cocina
o le encanta leerle a su hermanito o quizás sea diligente con sus
tareas escolares. Márcale una cualidad de su belleza interior y
proponte reconocerla regularmente.
___________
T
e gusta cómo te ves? Si tu respuesta inmediata es no, no eres la
única. La mentira que estoy a punto de revelar está relacionada con
la última que hemos visto. Muchas chicas dicen: “¡No soy tan ‐
bonita!”. No obstante, el problema de la belleza es tan grande que merece
su propia declaración de la verdad.
Casi la mitad de las chicas con las que hablamos no están
contentas con su apariencia.[2] Cuando les preguntamos qué parte de
su cara o cuerpo no les gustaba, la respuesta número uno fue su peso. A
veces consideraban que pesaban demasiado y otras muy poco.
ESCRIBIERON COSAS COMO:
“Creo que soy gorda y fea”.
“Me gustan mis pecas, pero me gustaría ser más alta y no ser tan
flaca”.
Sé que esto se debe, en parte, a que estamos rodeadas de chicas bonitas en
la televisión, en YouTube, en las películas y en los anuncios comerciales. Y
puesto que estas chicas reciben mucha atención y, a veces, se vuelven
famosas, es fácil compararnos con ellas.
Además es fácil creer una gran mentira.
MENTIRA: “LAS CHICAS BONITAS VALEN
MÁS”.
Hagamos una pregunta importante para luchar contra esta mentira: ¿Son
estas “chicas bonitas” realmente tan perfectas como se ven? La
Biblia advierte que la belleza a veces puede ser engañosa y que siempre
se desvanece. A menudo les hacen tantos efectos especiales a las fotos de
estas chicas “bonitas” que, si las conocieras en la vida real, es posible que
no las reconocieras. Esto es lo que dijo una de ellas sobre una foto que
debía mostrarla sin maquillaje.
Sadie Robertson, Louisiana, Estados Unidos
“…el director de fotografía me echó un vistazo rápido y dijo: ‘¡No, esta
chica no tiene la cara para salir… sin maquillaje!’. Pasaron unas dos
horas para hacer que pareciera que no tenía maquillaje. Seamos realistas,
yo NO me desperté así”.[3]
¡Tomó dos horas maquillar a Sadie para su foto “sin maquillaje”!
La Biblia dice que cosas como el corte de pelo, la ropa bonita y las joyas
no son lo que Dios considera hermoso. Las cualidades físicas que son tan
importantes para nosotras no valen mucho para Dios.
Vamos a descubrir la verdad en la Biblia para reemplazar esa mentira.
VERDAD DE ORO:
“El Señor no ve las cosas de la manera en que tú las
ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor
mira el corazón” (1 Samuel 16:7).
Así que quiero que te concentres en la belleza que más importa: tu corazón.
Eres muy hermosa para Dios cuando te interesa vestirte con cualidades
como bondad, amabilidad y alegría, en lugar de un par de zapatos de última
moda o un brillo de labios sensacional.
En ninguna parte, la Biblia dice que es malo querer ser bella
o apreciar la belleza en otra persona. Sin embargo, está mal
obsesionarnos por la belleza física y no preocuparnos por la
belleza de nuestro corazón. Así que dedica tiempo a practicar
la amabilidad. Pide a alguien que te ayude a ser más sincera.
O aprende a ahorrar dinero para ofrendarlo a tu iglesia o ser
generosa con alguien que tenga una necesidad especial. ¡Estas
cosas son hermosas para Dios!
VERDAD #6:
Estás lista para más responsabilidad.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #6:
A medida que tu hija entra en la etapa de la vida donde se
individualiza y se convierte en su propio yo, podría desarrollar
cierta fuerza de voluntad. Eso es bueno, porque le da la fuerza
necesaria para plantarse en sus crecientes convicciones bíblicas.
También le ayuda a ver las necesidades y brindar su colaboración
de manera responsable sin que se lo tengan que pedir. Por ejemplo,
podría levantarse de la mesa de la cena y comenzar a descargar el
lavaplatos lleno para ayudarte a limpiar la mesa o podría hacer su
cama sin necesidad de que le insistas. (Suena bien, ¿verdad?). Estos
son comportamientos de una jovencita madura.
Sin embargo, muchas niñas no quieren usar su madurez para ser
responsables. En cambio, quieren usarla para tener cosas. ¡La
fuerza de voluntad aparece aquí también!
¿Cómo puedes distinguir entre una sana fuerza de voluntad y una
mala actitud pretenciosa? Aquí está la prueba determinante: cuando
le niegas algo a tu hija (ir a una fiesta de pijamas o comprarse un
nuevo par de pantalones de jean), debería causarle un poco de
tristeza y decepción natural, sin que te deje de hablar o manifieste
una rabieta o una furia total. Estas últimas son respuestas
inmaduras, egocéntricas y pecaminosas a la autoridad.
Si bien estos comportamientos pueden ser “normales” en nuestra
cultura, no están bien y son pruebas de que desea cosas y
privilegios, en lugar de responsabilidad y confianza.
Sugerencia de conversación para la verdad #6:
La responsabilidad no es necesariamente divertida, pero sí produce
un sentido interno de realización. Habla con tu hija sobre las
responsabilidades que te cuestan cumplir. (Para mí, sería ir a hacer
las compras y doblar la ropa. Ambas cosas son tan repetitivas que
siento como si fueran una pérdida de tiempo. Solía tenerles pavor).
Después cuéntale cómo has decidido abordar ese deber con una
buena predisposición, sin quejarte ni discutir. (Utilizo el tiempo de
las compras y la lavandería para orar por mi familia. Cuando
selecciono su comida favorita en el supermercado o doblo su ropa,
hablo con Dios sobre ellos. ¡Esto ha cambiado totalmente mi
corazón!).
Dedica un momento a escuchar el corazón de tu hija sobre las
responsabilidades que le cuestan cumplir. Ayúdala a desarrollar
algunas formas creativas para realizarlas.
___________
¿S abías que el papel de los “adolescentes” y “preadolescentes” ha
variado con el tiempo? Antes la edad del niño no era tan importante.
¿Quieres saber lo que realmente importaba? ¡La responsabilidad!
Cuando Jesús vivió en la tierra, un niño de doce años quería ser
considerado responsable. Se esperaba que él o ella fuera sabio, maduro y
responsable.
RESPONSABILIDAD
“Hacer las cosas que se espera que hagas y
aceptar los resultados de tus acciones”.[4]
Una niña podía caminar una larga distancia para ir a buscar agua para su
familia todas las mañanas o hacer pan para la cena familiar todas las
noches. Ella sabía que no hacer esas cosas daría lugar a una familia sedienta
o hambrienta. En aquel entonces, las niñas de ocho o nueve años estaban
pensando en aprender a HACER cosas.
Tomó casi dos mil años que eso cambiara. Los chicos y las chicas, en
general, se empezaron a interesar menos en la responsabilidad cuando se
distrajeron con cosas nuevas como los automóviles, el cine y el maquillaje.
Los fabricantes de estos productos en los Estados Unidos incluso
inventaron las palabras “teen” (“adolescente”) y “tween” (“preadolescente”)
[5] para poder convencer a esos grupos de edad de que necesitaban comprar
cosas. Les dijeron a las chicas que necesitaban cosas. ¿El resultado? Hoy
día, muchas chicas quieren TENER cosas.
Y a veces son cosas que los adultos (padres, maestros o legisladores)
piensan que son cosas para las que las chicas todavía no están listas.
Algunas chicas piensan que su vida tiene demasiadas reglas si no pueden
tener la libertad de tener lo que quieren.
Y cuando piensan mucho en eso, comienzan a creer una mentira.
MENTIRA: “NECESITO MÁS LIBERTAD”.
EL 37% DE LAS NIÑAS DICE QUE NECESITA MÁS
LIBERTAD.
Si eres una de ellas, tengo una pregunta para ti: ¿Qué quieres
hacer con tu libertad? Marca, con un círculo, una de las dos
frases siguientes:
Quiero libertad para Quiero libertad para poder
TENER cosas como HACER cosas por los
maquillaje o un teléfono O demás y que me puedan
celular y poder ir a fiestas. confiar más
responsabilidades.
Espero que hayas marcado con un círculo la segunda respuesta, pero
estoy agradecida por tu sinceridad si marcaste la primera. Basada en mis
conversaciones con las adolescentes, muchas de ellas probablemente
marcarían la primera respuesta porque se quejaban mucho de cosas como:
“¡TENGO que hacer tareas!”.
“Mis padres me obligan a hacer una cantidad ridícula de tareas, ¡pero
no me permiten tener nada bueno como un teléfono celular o
maquillaje!”.
Me pareció que algunas de ellas se quejaban de tener responsabilidades. Es
hora de llevar nuestras actitudes quejosas al laboratorio de la verdad.
VERDAD DE ORO:
“Hagan todo sin quejarse y sin discutir” (Filipenses 2:14).
Llegará el momento cuando tomarás tus propias decisiones,
pero debes demostrar que estás lista. Busca oportunidades de
practicar la responsabilidad, no la libertad.
En lugar de quejarte y decir: “TENGO que hacer tareas”, una niña madura
dice: “VOY A hacer tareas”. Es bueno ayudar a las personas que amas y
con quienes convives. Ser una preadolescente significa que es hora de que
comiences a crecer. Incluso Jesús tuvo que CRECER en sabiduría y
madurez (Lucas 2:52). ¡No se le había dado libertad solo por ser el Hijo de
Dios!
NOTAS PARA MAMÁ
Dado que el trabajo de laboratorio de tu hija es el mismo
independientemente del contenido del capítulo, solo proporcioné
ideas sobre cómo interactuar con tu hija al final del capítulo 4.
Puedes consultar las “Notas para mamá”, si necesitas repasarlas.
___________
Toma tus lápices. Es el momento de profundizar en la verdad.
LA
MENTIRA LA VERDAD
No soy muy • Dios te eligió (Efesios 1:7).
capaz.
• No somos “muy capaces” sin Dios, pero
nuestra “aptitud” proviene de Él (2 Corintios 3:5).
• Eres la obra maestra de Dios (Salmos 139:13-14;
Efesios 2:10).
Las chicas • Dios mira mi corazón (1 Samuel 16:7).
bonitas valen
más.
Necesito más • Estás lista para más responsabilidad (Lucas 2:52).
libertad.
• Dios quiere que aceptes la responsabilidad sin
quejarte ni discutir (Filipenses 2:14).
ESTOY CONVENCIDA DE LA VERDAD
¡Es tu turno de ser autora!
¿Has creído alguna mentira sobre ti misma? Marca con una X
cualquiera de LAS MENTIRAS de este capítulo que hayas
creído.
¿En qué verdad necesitas pensar todo el tiempo, TODOS
LOS DÍAS? Echa un vistazo a LA VERDAD que
descubrimos juntas y encierra en un círculo la que te parezca
importante considerar.
A continuación, comienza a pensar en ella todo el tiempo,
TODOS LOS DÍAS. Puedes empezar por escribir una
oración a Dios, un versículo bíblico que sea de ayuda o algunos
pensamientos que no quieras olvidar en el espacio de abajo.
NOTAS PARA MAMÁ
¿Tienes algún pensamiento?
Que no se te olvide.
Escríbelo aquí.
___________
Ayuda a Sofía a creer la verdad
¡Es el momento de dar un consejo a Sofía!
A Sofía la eligieron última, y se sintió muy mal por eso. De hecho,‐
comenzó a creer algunas mentiras, porque dijo que se “lo merecía”.
Si pudieras animarla, ¿cómo le ayudarías a creer la verdad?
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
La verdad y mentiras sobre mi familia
Ora de la siguiente manera:
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu
nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así
también en la tierra.
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros
perdonamos a nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal (Mateo
6:9-13, RVR1960).
L
o que a menudo llamamos “el padrenuestro” es la oración modelo que
nos dio el mismo Señor Jesús para enseñarnos a orar. Podemos usar este
modelo para interceder por nuestras familias.
No necesito que me persuadan para que recite las partes de la oración que
benefician a mi familia y a mí.
Cuando Bob y yo éramos jóvenes casados, con un bebé y una despensa vacía,
recuerdo que le pedí literalmente al Señor que nos diera el pan nuestro de cada
día. Se lo pedí todo el santo día. Qué alegría fue llegar a casa y encontrar un
cheque de un amigo anónimo que había escuchado que habíamos hecho un
trabajo de marketing gratuito para una escuela secundaria cristiana.
También recuerdo haberle pedido que me perdonara por el pasado sexual, que
había llevado a mi lecho matrimonial santo y puro. Con un corazón afligido, le
supliqué a Dios, durante una década, que restaurara mi matrimonio (y mi vida).
Ha sido una gloriosa evolución experimentar la gracia y la sanidad de Dios en mi
vida, y luego que Él me use para ayudar a otras mujeres a experimentar una
restauración.
A veces, con lágrimas en los ojos, he orado por mis hijos adultos cuando le
pedí a Dios que no los meta en tentación. Hay muchos señuelos y trampas en el
mundo que nos rodea.
Estas cosas son fáciles de pedir en oración. Naturalmente, rogamos a Dios que
nos dé, nos provea y nos proteja.
Sin embargo, no es tan fácil decir las partes de esta oración que requieren
nuestra entrega y obediencia. Cosas como: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad,
como en el cielo, así también en la tierra”.
La palabra “venga” es un verbo imperativo. Es decir, un llamado a la acción. Si
bien el reino de Dios ya se había establecido en la tierra (Salmos 103), había y
hay un sentido en que aún no ha venido. El pastor John Piper señala que la
oración es una petición a Dios para que “continúe transformando el mundo en un
lugar donde todos le obedezcan con todo el corazón y con gozo”.[1] En otras
palabras, no solo debemos pedirle que esta tierra se parezca un poco al cielo, sino
que debemos cooperar con Él para que eso suceda. El exitoso autor, Philip
Yancey, señaló que podríamos orar fácilmente de esta manera:
“Que el mundo crea en tu reino de bondad por la forma en que vivo
hoy”.[2]
PHILIP YANCEY
Es difícil vivir bien en este mundo. Y nadie ve más lo mal que vivo que mi
familia. Los he lastimado con mis palabras, mis pecados, mi egoísmo y mi
ambición. ¿Puedes identificarte? Por supuesto que puedes. No me sorprendí
cuando leí algunos de los comentarios que escribieron las niñas cuando les
preguntaron sobre sus familias:
Mi hermano me lastima, y mis padres me gritan.
Mi papá vive lejos, muy lejos, y no lo veo.
Peleamos más de lo que me gustaría.
Mi papá está en la cárcel, así que vivimos solo con mi mamá.
Estas son vidas destruidas. Así como mi vida está destruida en algunas partes.
Y como lo está la tuya, me imagino. ¡Y aun así! Aunque Dios sabía que nuestra
vida estaría destruida, decidió que el matrimonio y la familia fueran una imagen
de su amor. Varias veces en las Escrituras está escrito que el hombre y su mujer se
convertirían en “uno solo”, para poder mostrar el amor de Cristo por su esposa, la
Iglesia (Génesis 2:24; Marcos 10:8; Efesios 5:31-32). Esto es cierto a pesar de
que muchas de nosotras hemos experimentado dolor en nuestros matrimonios (o
por la falta de un matrimonio). Es cierto aunque el matrimonio de tus padres… o
el tuyo… haya sido doloroso o haya acabado mal. A pesar de nuestra destrucción,
el matrimonio es una relación que Dios creó para mostrar su amor por nosotros.
Además, la Palabra nos llama hijos de Dios (Juan 1:12). Él se revela a sí mismo
como nuestro Padre. La palabra adopción describe el acto de salvación cuando
somos integrados a la familia de Dios (Efesios 1:5). Una familia que funciona de
la manera que Dios quiere, ayuda al mundo perdido a ver a Dios y su reino.
No es de extrañar que Satanás ataque a nuestras familias con tanta persistencia.
Quiero sugerir que la forma más eficaz de invitar al reino de Dios a venir a la
tierra tal vez no sea servir como directora del ministerio de niños de tu iglesia… o
cantar en un grupo de alabanza… o dedicar tu vida a servir en un campo
misionero en otro país… o escribir ese libro que está ardiendo dentro de ti. No.
Esas cosas, por supuesto, sí importan, pero no hay una manera más poderosa de
invitar al reino de Dios a venir, que hacer que este mundo perdido se detenga a
creer en su reino de bondad por la bondad que ve en tu familia.
No tienes que tener una familia perfecta. Solo tienes que seguir trayendo a tu
familia a Jesús y su verdad cuando las piezas rotas necesitan restauración.
HABLA CON DIOS:
Usa Mateo 6:9-13 para presentar a tu familia al Señor. Pídele que supla tus
necesidades materiales diarias, que perdone tus pecados y te libre del mal. Luego,
pídele que venga su reino a esta tierra y que muestre su bondad en tu familia.
Escribe tus pensamientos específicos en las líneas proporcionadas.
Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad,
como en el cielo, así también en la tierra.
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros
perdonamos a nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal
(Mateo 6:9-13, RVR-1960).
__________________________
__________________________
__________________________
__________________________
HABLA CON TU HIJA:
Ahora que has orado, invita a tu hija a leer el capítulo 6 de su libro mientras
tú examinas el mismo contenido aquí en tu libro. He escrito algunas notas para ti
en los márgenes. Tal vez desees agregar tus propias notas para cuando llegue el
momento de conversar sobre este capítulo con tu hija.
Mentiras sobre mi familia
SOFÍA:
¡Uf! ¡Mi hermanito y yo nos peleamos OTRA VEZ! Siempre estamos
discutiendo. Mi amiga me dijo que TODOS se pelean con sus
hermanos menores, y que no es grave. Si eso es verdad, ¿por qué me
siento tan mal por eso? ¡¡¡Esta es la misma amiga que me
dijo que les mintiera a mis padres sobre la descarga de
esa aplicación!!! No creo que esté realmente bien
pelear con mi hermano.
Al igual que Sofía, tal vez te peleas con tus hermanos o quizás
incluso con tus padres. A veces podrías sentir que tu familia es como un
regalo que desearías devolver. ¡Pero no hay departamento de devoluciones que
acepte padres o hermanos! Por lo tanto, tenemos que revisar las mentiras sobre
nuestras familias. Aquí hay una verdad importante para creer sobre tu familia.
NOTAS PARA MAMÁ
¿Tiene tu familia alguna faceta disfuncional? Escribe
algunas notas. ¡Las podrías necesitar!
___________
VERDAD #7:
Tu familia es diferente, y eso es bueno.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #7:
El 37% de las niñas que encuestamos pensaba que su familia tenía
demasiadas reglas. Querían ser como todos los demás: hacer fiestas de
pijamas, tener teléfonos inteligentes y escuchar la música que quisieran.
Querían ser “normales”.
¡Lo normal está sobrevalorado! Eso es algo que espero plantar en la
mente de tu hija y en la tuya. Muy a menudo medimos el
comportamiento de nuestra familia y de nuestros hijos por las familias
que nos rodean y el comportamiento de otros niños que conocemos. Esa
no es una buena idea.
Ceder a las tendencias culturales puede ser normal, pero rara vez es lo
mejor de Dios. Tú has establecido reglas para la protección de tu hija y
debes seguir aplicándolas con amor.
La rivalidad entre hermanos es otra área en la que surgió la idea de que
es “normal” entre las chicas que respondieron mi encuesta. El conflicto
pecaminoso y egoísta puede ser normal, pero no es lo mejor de Dios.
Usemos la verdad de Dios para plantar la comprensión de que ser
diferente es bueno.
Sugerencia de conversación para la verdad #7:
Recuerda que el por qué adquiere gran importancia para los
preadolescentes a medida que desarrollan su sistema de creencias.
Tómate el tiempo de contarle a tu hija cómo tomaste una decisión
importante para tu familia, por ejemplo, por qué viven en un lugar
atípico, tienen un presupuesto ajustado o aceptan niños de crianza
temporal. Tal vez le ayude a comprenderte y, Dios quiera, a participar en
tu misión.
Por ejemplo, es difícil ser la única hija biológica en un hogar con varios
hijos adoptivos. Comprender por qué obedeciste a ese llamado podría
ser lo que haga más fácil llevar la carga.
___________
P
iensa en la última mentira: “Necesito más libertad”. Una de las razones
que las chicas sienten que necesitan libertad es debido a las reglas de su
familia. A veces estas reglas son diferentes de las que tienen las familias
de sus amigas.
Esto hace que algunas chicas crean una mentira.
MENTIRA: “MI FAMILIA ES MUUUUY RARA”.
Sin embargo, las reglas no son la única razón por la que creían esta mentira.
Conté 171 razones por las que las chicas creían que tenían una familia
totalmente loca.
ESTAS SON ALGUNAS COSAS QUE LAS JOVENCITAS
DICEN:
“No comemos azúcar”.
“Somos un hogar de acogida y tenemos muchos niños bajo custodia”.
“Soy adoptada”.
“Somos de diferente color”.
“Somos una familia de pastores, y es anormal”.
“Vivimos en la India”.
“¡Criamos CABRAS! ¡CABRAS!”.
“¡Somos UN MONTÓN! ¡¡¡Hay siete personas en esta CASA!!!”.
“Vivimos en una granja, y recibimos escolarización en el hogar”.
“Mis padres son artistas, así que todos somos un poco excéntricos”.
“Soy muy diferente. Mi familia es totalmente indescriptible”.
Muchas de estas chicas dijeron que su vida sería mejor si su familia se pareciera
“solo un poco” más a la de todos los demás. Quieren ser normales, pero ¿es eso
lo mejor? Por ejemplo, muchas de ellas declararon que se pelean con sus
hermanos… ¡mucho!
El 81% de las chicas pelea con sus hermanos.
Cuando preguntamos cómo se sentían al respecto, hubo dos opiniones que
fueron las más comunes:
El 47% dijo: “Ojalá no nos peleáramos”.
El 34% dijo: “Está bien. ¡Es normal!”.
Algunas chicas podrían pensar que es normal pelear con sus hermanos, PERO
eso no significa que esté bien. La Biblia nos instruye a “hacer todo lo posible por
vivir en paz con todos”. Eso incluye a nuestros hermanos y hermanas. Cuando
peleamos sin hacer todo lo posible por evitarlo solo porque es “normal”, no
estamos viviendo de la manera que Dios nos diseñó. Ser normal no es lo mejor.
LO NORMAL ESTÁ SOBREVALORADO
Sin embargo, todavía podrías decir: “¡Pero no puedo comer azúcar! ¿Cuál es el
pecado de eso?”. O “¡Mi familia cría CABRAS! ¿Tiene que ser así?”. O “Mi
familia es demasiado grande. ¿Por qué mi mamá sigue teniendo hijos?”. Esas
cosas pueden hacer que te sientas rara también. Entonces, aún no hemos resuelto
tu problema, ¿verdad?
¡Oh, mira! Veo que hemos descubierto una verdad de oro. Y justo a tiempo.
VERDAD DE ORO:
“No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo,
más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas
al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a
conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena,
agradable y perfecta” (Romanos 12:2).
La Biblia dice que NO debemos ser como todos los demás. En cambio, debemos
dejar que Dios controle nuestra manera de pensar. La diferencia que se debe ver
en una familia cristiana se resume bien en lo que una niña escribió:
Podrías decir: “¿Pero qué tiene que ver esto con no comer azúcar?”. O tal vez
quieras saber: “¿Cómo me ayuda esta verdad si tengo la familia MÁS
NUMEROSA de la iglesia, y siento que somos una especie de rareza?”.
Pues bien, hay ALGUNAS cosas que hacen tus padres porque Dios los guía a
tomar decisiones que son únicas. Y, si realmente lo piensas, algunas de las cosas
que hacen que tu vida sea un poco diferente son supergeniales. Dios les pide a
algunos padres que adopten y a otros que sean padres adoptivos. Les pide a
algunos que sean misioneros en la India y a otros que dirijan una iglesia en Ohio.
Y también hay ALGUNAS cosas que hacen tus padres solo porque les gusta
o porque creen que es lo mejor para tu familia, y eso los hace diferentes. Podrían
tener una dieta diferente o ser artísticos o criar cabras.
Tu familia es diferente. ¡Eso es bueno!
Por supuesto, a veces las diferencias en tu familia son verdaderamente
dolorosas. Hablaremos de eso a continuación.
VERDAD #8:
Puedes ser feliz incluso en una familia destruida.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #8:
Jesús prometió que en este mundo tendríamos aflicción. Llamó a sus
apóstoles a tomar la cruz y sufrir con Él. El apóstol Pablo enseñó que el
sufrimiento es parte de la vida de cada creyente, pero podemos tener
gozo y paz en medio de él. ¡Ese es el poder del evangelio! Podemos
vivir de manera diferente incluso cuando las circunstancias sean
dolorosas.
Esta verdad, como algunas otras de este libro, se aborda en el capítulo
10 de Mentiras que las mujeres creen. Nancy escribió este capítulo para
ayudar a las mujeres a encontrar contentamiento en todas las
circunstancias. Las dificultades y el sufrimiento no son cosas que tu hija
dejará atrás con el tiempo, sino cosas que necesita aprender para vivir
con paz y alegría.
La mejor manera de enseñarle esto es practicarlo tú misma. Si tú
también estás luchando con la creencia de que no puedes ser feliz en tu
familia, te animo a leer Mentiras que las mujeres creen y te devores la
verdad que necesitas.
Pregunta clave:
Si tu hija solo pudiera aprender el contentamiento fijándose en cómo
vives tú, y no por lo que dices, ¿se alinearía su corazón con la verdad de
Dios?
Sugerencia de conversación para la verdad #8:
Tal vez tu hija no esté viviendo una difícil situación familiar, pero le
cuesta contentarse. Hoy día es raro encontrar a una persona que esté
realmente contenta. Parece que cuanto más próspera es una cultura, las
personas están menos contentas y son más infelices.
Tenemos mucho por lo que estar agradecidas. Según las estadísticas
globales, cualquier persona con un techo sobre su cabeza y una comida
diaria en su mesa es más rica que el 93% del mundo.[3] Si tienes el
dinero para comprar este libro y la educación para leerlo, ¡eres bastante
rica!
Pregúntale a tu hija si hay algo que desearía tener o ser. Luego
pregúntale si está dispuesta a estar contenta aunque nunca obtenga lo
que está esperando.
Si ella dice que no, acepta su respuesta sincera. Úsala para evaluar cómo
estás criando a tu hija.
¿Estás siendo ejemplo de contentamiento?
¿Le permites tener todo lo que quiere, sin la oportunidad de aprender a
contentarse?
¿Qué puedes hacer diferente para ayudarla a aprender esta verdad?
Ora con tu hija para pedir a Dios que les ayude a estar agradecidas por lo
que tienen y ser pacientes con lo que no tienen.
___________
A
lgunas chicas pensaban que su familia era rara debido al divorcio,
el exceso de trabajo, la enfermedad e incluso la muerte. En casos
extremos, las chicas incluso cuestionaron si sus padres las amaban o
no. Muchas de nuestras familias están muy destruidas.
“Mi papá está casi siempre en el hospital. Mi mamá siempre está
enojada, pero tengo a mi perro, así que eso ayuda”.
“Papá está en la cárcel”.
“Tengo una hermana enferma, por lo que llegamos tarde a casi todo”.
“Mi papá nunca está en casa porque trabaja en el tercer turno, y cuando
está en casa, solo duerme y se enoja”.
“Mi papá nos abandonó”.
“Mis padres están divorciados”.
Entiendo tu dolor. He tenido algunas situaciones tristes en mi propia familia
que me causaron muchas lágrimas. No es malo estar triste cuando sientes que tu
familia está destruida. Dios ve tu dolor. La Biblia dice que Él “lleva la cuenta de
todas [tus] angustias y ha registrado cada una de ellas en [su] libro” (Salmos
56:8). Él solo haría eso porque le importas y quiere ayudarte.
Al mismo tiempo, Él no quiere que nos resignemos a estar siempre tristes.
Puede ser tentador sumirse en la tristeza. Es decir, pensar en eso todo el
tiempo, TODOS LOS DÍAS, e incluso creer que eso nunca cambiará.
Aquí está el problema con eso: podrías empezar a creer una mentira.
MENTIRA: “MI FAMILIA ESTÁ DEMASIADO
DESTRUIDA PARA QUE ALGUNA VEZ SEA
FELIZ”.
Cuando crees la mentira de que no puedes ser feliz a menos que todo en tu familia
y en tu vida esté bien, depositas tu confianza en el lugar equivocado. Jesús quiere
que esperes en ÉL, no en tu familia. La verdad es que la felicidad no se encuentra
en la familia ni en ninguna relación humana. El verdadero gozo solo se puede
encontrar en Jesús.
Ahondemos un poco más para descubrir la verdad de Dios.
VERDAD DE ORO:
“He aprendido a estar contento con lo que tengo” (Filipenses
4:11).
Déjame explicarte la palabra contenta. Es un poco diferente del tipo de felicidad
que se siente en la mañana de Navidad. No es el tipo de felicidad que sientes
cuando todos tus amigos vienen a tu fiesta de cumpleaños. Es un tipo diferente de
felicidad. Es calma y serena. Es como sentirse bien.
El hombre que escribió el libro de Filipenses en la Biblia entendía que tal vez
no podamos controlar las cosas que nos suceden, pero las cosas que nos suceden
no tienen que controlarnos. Si bien pasó por algunas situaciones difíciles, como
ser encarcelado por hablar de Jesús, incluso allí estaba contento.
CONTENTAMIENTO
“Un estado de serena felicidad”.[4]
La verdad es que si no estás contenta con tu familia ahora, puede que no estés
contenta toda tu vida porque en el mundo hay destrucción y suceden cosas malas.
[*]
Talía, una niña de nueve años, sabe lo que se siente al tener una familia
destruida. Cuando nació, su madre no tenía mucho dinero. Compartían la misma
cama, y Talía guardaba toda su ropa en una bolsa de basura.
Talia Saum,
Minnesota, Estados Unidos
“Con frecuencia, cuando me despertaba, no había casi nada para comer. A veces
mi madre ni siquiera estaba en casa, y yo solo me volvía a dormir hasta que ella
regresaba”.
Las cosas fueron de mal en peor hasta que Talía tuvo que ir a vivir a un hogar
para niños porque su madre no podía cuidarla. Pronto se fue a vivir con una
familia de acogida. Allí escuchó acerca de Jesús.
“Me encanta que Jesús ame a todos sin importar lo que hayan hecho. Él
cambió toda mi vida”.
Talía fue adoptada por su familia de acogida cuando tenía siete años, pero
siempre hay una parte de ella que es consciente de cómo pueden ser las familias
destruidas.
“Cada noche oro para que mis padres biológicos se conviertan a Cristo. Y
debido a todo lo que he pasado, ahora me gusta hacer cosas por los demás.
No solo quiero pensar en mí misma y en lo que yo necesito. Sé qué es estar
herida, y sé en quién puedo confiar: Dios”.
Talía aprendió lo que significa estar contenta. Su historia es de mucha inspiración
para mí.
Tal vez no podamos controlar las cosas que nos suceden, pero las
cosas que nos suceden no tienen que controlarnos.
VERDAD #9:
Dios te da alegría cuando honras a tus padres.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #9:
Repasemos algo que escribí en el capítulo 3.
En mis grupos de enfoque hice esta pregunta a las mamás: ¿Manifiestan
sus hijas que creen en la sumisión por la forma en que les obedecen a
ustedes y a otras autoridades en su vida?
El 7% dijo que sí, siempre obedece.
El 16% dijo que no, rara vez obedece.
El 76% dijo que a veces, lo intenta pero le cuesta.
Algunas madres reconocieron que incluso cuando sus hijas obedecían,
su motivación era el temor a las consecuencias y no un profundo sentido
de lo correcto y lo incorrecto.
Si tu niña llegará a ser una amiga que siente compasión por los demás,
una esposa que respeta a su esposo y una empleada que responde con
eficiencia a su jefe, su motivación para obedecer necesita crecer a partir
de una profunda raíz de la verdad. Este es un asunto donde necesitas
intencionalmente ir más despacio, escuchar su corazón y ayudarla a
comprender mejor por qué obediencia, honra y sumisión son buenas
palabras.
Más de una madre confesó que la falta de respeto de su hija era el
resultado del mal ejemplo que ella le había dado. Si este es tu caso, deja
este libro y lee Mentiras que las mujeres creen. Ve al capítulo 7, donde
Nancy hizo un excelente trabajo en traer convicción a mi corazón con
respecto a someterme a mi esposo y sus necesidades. Aunque el capítulo
trata sobre el matrimonio, el concepto de sumisión es para todas nosotras
sin importar nuestro estado civil.
Pregunta clave:
¿Crees que obediencia, honra y sumisión son buenas palabras?
Sugerencia de conversación para la verdad #9:
Sé que ya sabes la respuesta, pero pregúntale a tu hija si la sumisión y la
obediencia son difíciles para ella. Trata de ayudarla a entender por qué
le cuestan tanto. (Recuerda que a menudo hay una mentira por debajo
del comportamiento pecaminoso). ¿Sientes que estás perdiendo el
control? ¿Tiene miedo de que no la entiendas? ¿Hay problemas de celos
entre ella y otro hermano? Ahonda un poco más para descubrir qué
verdad necesita específicamente.
Conversen sobre la lista de formas de practicar la sumisión, que se
enumeran en su libro.
___________
M
i mamá era una de mis mejores amigas cuando era niña. Una relaci
algo que apreciar, porque no todas las chicas comparten una amistad
especial con su madre. Si deseas tener esta experiencia, debes saber
que incluso aquellas de nosotras que somos amigas de nuestras madres hemos
experimentado el dolor de sentirnos malentendidas.
Por ejemplo, puedes tener un día perfecto en el que te ríes mucho y comes
masa para galletas hasta que no puedas moverte. Justo cuando sientes que tu
madre es la mejor del planeta, ¡todo se echa a perder! Le pides a tu mejor
amiga-mamá que te lleve a ver una película que “todos los demás están viendo”,
pero te dice que no. Y luego agrega: “No voy a criar a una más del montón, ¡sino
a una que sobresalga del montón!”.
Eso es algo real que mi madre me decía siempre que quería hacer algo que
“todos los demás estaban haciendo”. Admito que muchas veces salía enojada
dando zapatazos. A veces dejaba de hablarle a mi mamá. ¡Eso no estaba bien!
¿Por qué actuaba de esa manera?
Bueno, a veces me creí esta mentira.
MENTIRA: “MIS PADRES NO ME
ENTIENDEN”.
¡A veces sentí que mis padres eran tan viejos que no podían entenderme! ¿Alguna
vez te has sentido así? Esta mentira puede aparecer con otras mentiras, tales
como: “No tengo que honrar a mis padres porque son muy anticuados” o “Mi
mamá (o papá) no me quiere” o “¡Se supone que mi madre es mi mejor amiga!”.
No importa qué forma tome, corres el riesgo de creer esta mentira cuando no te
gusta cómo son tus padres… bueno, cómo te están criando.
Lo que viene después a menudo es feo. (¿Mencioné salir enojada dando
zapatazos, dejarles de hablar a mis padres, discutir, tener una rabieta y ser
IRRESPETUOSA con mi excelente madre?). ¿Acaso los seres humanos no
obedecemos, respetamos y honramos de manera natural? (¡Parece que no!).
Tengo una verdad de oro para ti. No es muy suave, porque necesitamos una
verdad bien directa.
VERDAD DE ORO:
Hijos, obedezcan a sus padres porque ustedes pertenecen al
Señor, pues esto es lo correcto. “Honra a tu padre y a tu
madre”. Ese es el primer mandamiento que contiene una
promesa: si honras a tu padre y a tu madre, “te irá bien y
tendrás una larga vida en la tierra” (Efesios 6:1-3).
Este pasaje no necesita mucha explicación. Debes honrar a tus padres, es decir,
tratarlos con respeto.
5
MANERAS PRÁCTICAS DE HONRAR A TUS PADRES
Acepta sus decisiones, aun cuando no te gusten las decisiones que tomen.
(No salgas enojada dando zapatazos, no discutas ni les dejes de hablar).
Pídeles consejo porque son sabios.
(Sé que, naturalmente, quisieras hablar con tu mejor amiga sobre chicos,‐
amistades o Dios, pero tu mamá y tu papá saben mucho más sobre esos temas).
Habla bien de ellos delante de otros.
(No puedes dejar de honrarlos cuando no están cerca).
Sé respetuosa cuando no estés de acuerdo.
(Está bien decirle a tu mamá o a tu papá que no te gusta una decisión que han
tomado o que tu opinión es diferente. Solo hazlo de buena manera y obedece su
decisión aunque no puedas hacer que cambien de opinión).
Perdónalos cuando a veces se equivocan.
(Son imperfectos y pecadores igual que tú. Así que no dejes de perdonarlos. ¡Es
probable que ellos te hayan perdonado un par de veces!).
Esta es la maravilla que sucede cuando empiezas a practicar esta difícil tarea de
honrar a tu padre y a tu madre: ¡te sientes bien!
Se llama alegría. Es una grata sensación interna que experimentas cuando las
cosas externas no salen como tú deseas. Proviene de hacer lo correcto. Esto tiene
sentido porque nuestra verdad de oro dice que todo “te irá bien” cuando honres a
tus padres.
Déjame mencionarte un hecho importante:
NOTAS PARA MAMÁ
¿Tienes algún pensamiento?
Que no se te olvide.
Escríbelo.
___________
Por sobre todo, ella es tu mamá. No olvidemos a tu papá. Conozco a muchas
chicas con relaciones especiales padre/hija. Deberías valorar eso, pero aun así
debes ser fiel en honrar, respetar y tratar a ambos como tus padres.
NOTAS PARA MAMÁ
Dado que el trabajo de laboratorio de tu hija es el mismo
independientemente del contenido del capítulo, solo proporcioné ideas
sobre cómo interactuar con tu hija al final del capítulo 4. Puedes
consultar las “Notas para mamá” si necesitas repasarlas.
___________
Toma tus lápices. Es el momento de profundizar en la verdad.
LA MENTIRA LA VERDAD
Mi familia es rara. • Tu familia es diferente. Eso es bueno
(Romanos 12:2).
• Lo normal está sobrevalorado (Efesios 4:17,
19-20).
• Deberías distinguirte de las demás
(Filipenses 2:15).
Mi familia está demasiado • Puedes ser feliz incluso en una familia
destruida para ser feliz. destruida (Filipenses 4:12-13).
• Dios quiere que confíes en Él, no en tu
familia (Salmos 118:8).
• Puedes aprender a estar contenta pase lo
que pase (Filipenses 4:11, 13).
Mis padres no me • Debes honrar tanto a tu padre como a tu
entienden. madre (Efesios 6:1-2).
• Obedece a tus padres (Efesios 6:1-2).
• Dios te da gozo cuando honras a tus
padres (Efesios 6:3).
ESTOY CONVENCIDA DE LA VERDAD
¡Es tu turno de ser autora!
¿Has creído alguna de estas mentiras sobre tu familia? Marca con una
X cualquiera de LAS MENTIRAS de este capítulo que hayas creído.
¿En qué verdad necesitas pensar todo el tiempo, TODOS
LOS DÍAS? Echa un vistazo a LA VERDAD que hemos
descubierto juntas. Ahora encierra en un círculo la que te parezca
importante considerar.
A continuación, comienza a pensar en ella todo el tiempo,
TODOS LOS DÍAS. Puedes empezar por escribir una oración a
Dios, un versículo bíblico que sea de ayuda o algunos pensamientos
que no quieras olvidar en el espacio de abajo.
Ayuda a Sofía a creer la verdad
¡Es el momento de dar un consejo a Sofía!
La amiga de Sofía le dijo que es normal pelearse con los hermanos.
¿Estás de acuerdo o en desacuerdo? ¿Por qué sí o por qué no?
¿Qué crees que Sofía debería hacer con respecto a las peleas con su hermano?
[*] Hay algunas importantes excepciones para el contentamiento. Si alguien te está lastimando, te toca de una manera que te hace sentir
incómoda o te dice muchas cosas crueles, ¡DÍSELO A ALGUIEN! Eso se llama abuso, y nunca debes estar contenta con eso.
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
La verdad y mentiras sobre el pecado
C
uando mi Lexi tenía siete u ocho años, se acercó para darme su
viejo gato de peluche. Con los ojos llenos de lágrimas, me confesó
que lo había robado de nuestra iglesia anterior en Missouri.
Rápidamente, hice algunos cálculos mentales. Nos habíamos mudado a
Pensilvania hacía casi tres años. Eso significaba que mi dulce niña había
estado llevando consigo más que un juguete robado. También había estado
llevando la pesada carga de un secreto durante mucho tiempo.
Oré: “Señor, ¿cómo practico la gracia en esta situación?”.
Después escuché el corazón de mi hija. Fue muy difícil y complicado
como lo puede ser para una pequeña que ha sido golpeada con la
herramienta favorita del enemigo: la vergüenza.
Lexi sintió el impulso de escribir una carta al pastor Tim Cook, para
disculparse y pedirle perdón. Así lo hizo. Luego nos dirigimos a una tienda
y compramos un gato idéntico. Lo empacamos y lo enviamos, junto con el
peluche gastado y la confesión manuscrita de mi hija.
Unas semanas más tarde, llegó a nuestro buzón de correo una carta de ese
querido hombre. La nota llena de gracia del pastor Cook decía que
perdonaba a Lexi. También mencionó lo orgulloso que estaba de su
confesión. Y animó a mi niña a que nunca tuviera miedo de contarle a
alguien cuando hubiera pecado.
La mayoría de nosotras tenemos miedo de contarle a otra persona nuestro
pecado en algún momento de nuestra vida.
El 54% de las niñas de siete a doce años, que participaron en nuestra
encuesta, ocultaban algún secreto sobre un pecado.
Algunas de las chicas escribieron comentarios que definían su pecado. En
casos específicos, eran cosas que estoy bastante segura que sus padres ya
sabían, como:
Culpo a mi hermano por cosas que, en realidad, hice yo.
Tengo la costumbre de responder mal a mis padres.
Leo por la noche. No debería hacerlo, pero trato de ocultar el libro.
La mayoría de las veces lo logro.
Sin embargo, no todos los secretos que escondían las chicas eran tan
inocuos. Muchas de ellas escribieron comentarios que revelaban profundas
batallas con la vergüenza, el miedo y la tentación. Como los siguientes:
Siento que odio a mi madre y no veo la hora de ser mayor. Soy mala en
la escuela con alguien que ha sido mala conmigo.
Hay una chica que dice ser cristiana, pero no actúa como tal. Siempre
está hablando de sexo. Mira pornografía. Me muestra videos
inapropiados. Paso mucho tiempo con ella porque vamos al mismo
grupo de escolarización hogareña. Pequé porque le permití decir y
hacer esas cosas y no le dije que están mal. Tengo miedo de que me
odie, y ella es la única persona que me habla.
A veces los secretos que llevaban eran sobre los pecados y la tentación de
otra persona:
En este momento, estoy muy preocupada porque mi amiga, de once
años, dice que una amiga de ella tiene una lista de chicos con los que
coquetea. Es decir, quiere tener sexo con ellos; pero realmente creo
que está hablando de sí misma.
Debido a la naturaleza confidencial de nuestras encuestas a las niñas, no
pude comunicarme con estas preadolescentes ni con sus padres. (¡Cómo
quisiera hacerlo!). Sin embargo, puedo hacer sonar una alarma y animarte a
conversar con tu hija para hacer de tu casa un lugar seguro donde ella pueda
hablarte del pecado.
Verás, creo que las niñas no hablan del pecado porque nosotras tampoco
hablamos del pecado. Al menos no de nuestros propios pecados. Para
empeorar las cosas, es probable que tu hija haya escuchado a alguien
chismear sobre el pecado de otra persona.
El psicólogo cristiano Mark R. McMinn cree que realmente no queremos
mencionar ni reconocer el pecado. Esto es lo que escribe sobre este dilema:
“Esto no es solo un problema de psicología en general; también
ha afectado a la psicología cristiana. Philip Monroe, profesor
académico del Seminario Teológico Bíblico, recientemente notó
que solo 43 de los 1.143 artículos publicados en el Journal of‐
Psychology and Theology y el Journal of Psychology and
Christianity se han relacionado con el pecado, y solo cuatro de
ellos están relacionados con los efectos o el tratamiento de
patrones pecaminosos. Me pregunto si hemos perdido el
lenguaje del pecado, porque el lenguaje de la psicología ha
tomado su lugar”.
MARK R. McMINN, PhD[1]
Aquí es donde necesito referirme a un término psicológico que ya hemos
visto: la autoestima. La autoestima tiene sus orígenes a fines del siglo XIX
cuando un psicólogo la acuñó. Sin embargo, ganó fuerza, en la década de
1940, cuando Abraham Maslow incluyó la autoestima y la realización
personal en la cima de su jerarquía de las necesidades humanas. Desde
entonces, la comunidad psicológica la ha acreditado como un denominador
común en individuos que logran el éxito.
Esta es la cuestión: el lenguaje de la autoestima se basa en cómo nos
sentimos con nosotras mismas. Estoy tratando de ayudar a tu hija a saber
que sus sentimientos no deben regir su comportamiento porque, a menudo,
no son exactos o veraces. La verdad es la Palabra de Dios y, en el siglo
séptimo a.C., Dios inspiró a Josué a escribir su receta para el éxito:
VERDAD DE ORO:
“Estudia constantemente este libro de instrucción.
Medita en él de día y de noche para asegurarte de
obedecer todo lo que allí está escrito. Solamente
entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas”
(Josué 1:8).
“Este libro de instrucción” contiene las pautas de Dios para la vida. Sus
reglas. Y luego hace una audaz declaración: la obediencia, no la autoestima
o la realización personal, es la receta de Dios para el éxito y la prosperidad.
Es hora de reclamar el lenguaje de la Biblia. Aquí hay una definición que
tu hija aprendió en el capítulo 2 de Mentiras que las niñas creen:
PECADO
Hacer lo que está mal o no hacer lo que está bien según
las reglas de Dios (1 Juan 3:4).
El pecado es hacer las cosas a nuestra manera y no a la manera de Dios.
Es permitir que nuestras emociones y nuestros deseos decidan lo que
haremos o no haremos, en vez de confiar en el designio de Dios que es
bueno. En cierto modo, es enfocarnos demasiado en nosotras mismas.
Aunque hablar sobre las reglas de Dios es una parte integral del lenguaje
del pecado, un concepto igualmente importante es la gracia de Dios.
Si recuerdas, en el capítulo 1 te pedí que eligieras entre dos estilos de
crianza. Escribí lo siguiente:
¿Serás una madre que solo restringe el comportamiento externo de su hija
para que parezca que actúa conforme a la verdad?
O
¿La criarás en la verdad para que su comportamiento externo sea una‐
consecuencia de lo que está plantado en lo profundo de su corazón?
Te animé a seleccionar la segunda opción y te advertí que este tipo de
crianza requiere dosis generosas de gracia. Pues bien, esta es tu oportunidad
de ponerlo en práctica. Mientras lees este capítulo, tu hija podría confesarte
un pecado. Poco a poco, con ternura y amor, escucha su confesión,
agradécele e instrúyela en la verdad. Es decir, emplea una dosis generosa de
gracia.
HABLA CON DIOS:
Usa Josué 1:8 para escribir una oración a Dios para que tu hija
prospere y le vaya bien. Pídele que le dé el deseo de conocer las reglas de
Dios a través del estudio de su Palabra y que le dé un corazón que anhele
ser obediente. Escribe tu oración en las líneas de abajo.
Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de
noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Solamente
entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas
(Josué 1:8).
__________________________
__________________________
__________________________
__________________________
HABLA CON TU HIJA:
Ahora que has orado, invita a tu hija a leer el capítulo 7 de su libro
mientras tú examinas el mismo contenido aquí en tu libro. He escrito
algunas notas para ti en los márgenes. Tal vez desees agregar tus propias
notas para cuando llegue el momento de conversar sobre este capítulo con
tu hija.
Mentiras sobre el pecado
SOFÍA:
Gloria es mi mejor amiga. ¡Nos contamos TODO! A veces
pasamos el rato juntas durante horas, pero… ya no. ¡Me
MINTIÓ! Gloria dijo que Emma la invitó a ella sola a su
fiesta de pijamas, pero resulta que invitó a todas las chicas de mi
clase, menos a MÍ. Cuando la llamé para hablar de eso, ¡actuó
como si NO TUVIERA IMPORTANCIA! Me dijo que
mintió para no lastimarme. En realidad, me dijo que a veces es
bueno mentir. ¡Estoy muy enojada! ¡Tengo ganas de organizar una
fiesta de pijamas y no invitarla!
Sofía descubrió algo importante. La mentira de Gloria la hizo sentir
sola. Eso es lo que pasa con las mentiras, nos hacen sentir muy lejos de los
demás, incluso de Dios. (Y, por cierto, incluso cuando estamos tratando de
no lastimar a alguien, mentir siempre es pecado). ¡Profundicemos en la
verdad #10!
VERDAD #10:
El pecado te separa de Dios.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #10:
Una parte esencial del lenguaje del pecado son sus consecuencias.
Podría parecer duro decirle a tu pequeña niña que el pecado nos
separa de Dios, pero es la verdad. Lo realmente cruel es no decirle
la verdad.
Cuando Dios habló con Adán y Eva sobre el árbol prohibido del
conocimiento del bien y del mal, también les dijo que la
consecuencia de comer de él sería la muerte. (Parece un poco duro,
¿no es cierto?). Sin embargo, su amor por Adán y Eva le obligó a
hacerles tal advertencia. Ora antes de tener esta conversación con
tu hija, pero no la evites.
Sugerencia de conversación para la verdad #10:
Pídele a tu hija que te cuente la última vez que recuerda haber
actuado de manera pecaminosa. Luego pídele que recuerde las
consecuencias que experimentó. Tal vez sintió que estaba
ocultándote un secreto. O quizás estuvo distanciada de su mejor
amiga por un tiempo. El pecado casi siempre nos separa de las
personas que conocemos y amamos. Úsalo para ayudarla a
comprender lo triste que está Dios cuando ella se separa de Él por
su pecado.
___________
S
é cómo es sentir la separación que crea el pecado. Cuando era
joven, no nos permitían comer ni beber en la oficina de mi padre.
Un día de verano muy caluroso, fui a hacer mi tarea allí y decidí
llevarme mi bebida. ¡GRAVE ERROR! Derramé jugo rojo por toda la
alfombra. Limpié y oré, con la esperanza de que mi padre no se diera
cuenta.
¡Pero se dio cuenta!
Me preguntó qué pasó. Simplemente, me encogí de hombros como
diciendo: “No lo sé”.
¡¡¡Funcionó!!! Mi padre no me castigó, ni nada. Pensé que no había
pasado nada. Había oído de peores pecados que desobedecer a mi padre
o mentir.
Algunas chicas, como yo en ese entonces, piensan que su pecado no es
tan grave cuando las personas que conocen hacen cosas que parecen peores.
Es casi como si tratáramos de calificar el pecado. Cosas como robar o
asesinar parecen PECADOS MÁS GRAVES Y MALOS. Cosas
como estas merecen una horrible mala nota. Sin embargo, ¿significa eso
que cosas como mentir, hacer trampa, quejarse o ser mala solo merece una
nota promedio?
Tal vez has creído la misma mentira que yo.
MENTIRA: “MI PECADO NO ES TAN
GRAVE”.
Si es así, no eres la única.
El 23% de las chicas cree que los pecados de los demás son más
graves y malos que los propios.
ESTAS NIÑAS DIJERON COSAS COMO:
Miento a la hora de limpiar mi cuarto o lavarme los dientes. Es una
tontería.
Culpo a mi hermano de cosas que en realidad yo hice.
Tengo la costumbre de responder mal a mis padres.
Si solo pudiéramos entender que cada pecado es un asunto grave. Cada
vez que pecamos, estamos haciendo lo que nosotras queremos y no lo que
Dios quiere.
¿Recuerdas cómo Adán y Eva se escondieron de Dios después de pecar?
Lo hicieron porque comenzaron a sentirse lejos de Él.
Después de mentirle a mi papá y pecar, comencé a sentirme muy lejos de
él y de Dios también. La divertida amistad que experimentaba cuando mi
papá y yo entrenábamos a nuestros perros pastores alemanes era incómoda
y, aunque íbamos juntos a exposiciones de perros, me sentía sola. Y con
respecto a Dios, apenas podía orar.
No importa cuán pequeño o grande pueda parecer un pecado, el resultado
es el mismo.
VERDAD DE ORO:
“Son sus pecados los que los han separado de Dios”
(Isaías 59:2a).
¿Hay algún pecado en tu vida que no crees que sea tan grave? Escríbelos
en el espacio de abajo.
________________________________
________________________________
________________________________
________________________________
Lo que acabas de escribir te separa de Dios. Cualquier pecado te aleja de Él.
Y eso te hace sentir mal, ¿no es cierto?
Eva podría haber creído fácilmente que su pecado no era tan
grave. Después de todo, ella no se divorció de Adán; no
maldijo a Dios ni afirmó que no existe. Todo lo que hizo fue
darle un mordisco a algo que Dios le ordenó no comer. ¿Cuál
es el problema? El problema fue que Dios dijo: “Eso no” y
Eva dijo: “Lo quiero”.[2]
Si te gusta tener una relación feliz con Dios y con los demás, es buena
idea hacer todo lo posible para evitar el pecado. Sin embargo, cuando pecas
(lo que todas hacemos a veces y es exactamente el motivo por el que
necesitamos a Jesús), aquí hay otra importante verdad de oro para ti.
VERDAD DE ORO:
“Pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel
y justo para perdonarnos nuestros pecados” (1 Juan 1:9).
Confiesa rápidamente tu pecado. Dios siempre está listo para perdonarte y
volver a reanudar su amistad contigo. E incluso te ayudará a restaurar tu
amistad con los demás.
A propósito de los demás, ¿quieres saber si le conté a mi papá que
derramé jugo rojo? Te lo contaré en la siguiente sección.
VERDAD #11:
Ocultar el pecado te conduce al fracaso.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #11:
Una de las mejores herramientas de Satanás para derrotarnos es la
vergüenza. La vergüenza crece cuando no estamos dispuestas a
contarle a alguien nuestro pecado. Esta emoción tóxica es el terreno
donde florecen las mentiras. Ayuda a tu hija a comprender el poder
de este versículo: “Confiésense los pecados unos a otros y oren los
unos por los otros, para que sean sanados” (Santiago 5:16a).
Confesar nuestros pecados unos a otros no significa que debemos
contarles a todos cada pecado que hemos cometido, sino que
debemos estar dispuestas a humillarnos y vivir en la luz al rendir
cuentas de nuestros actos a otros, para que puedan ayudarnos a
lidiar con nuestro pecado.
Pregunta clave:
¿Alguna vez has confesado tus pecados más profundos y oscuros a
alguien que pueda ayudarte?
Si estuvieras sentada junto a una mujer que obviamente está
sumida en el pecado y la vergüenza, ¿tendrías la libertad de
contarle tu experiencia personal con el pecado y la vergüenza? Esta
es una evidencia de tu sanidad y libertad.
Sugerencia de conversación para la verdad #11:
Cuéntale a tu hija alguna ocasión cuando le confesaste tu pecado a
alguien, y eso te ayudó a experimentar libertad y gracia. Luego
invítala a hacer lo mismo contigo. Tómate tu tiempo con esta
sencilla tarea. ¡Es muy importante!
___________
U
nas semanas después que derramé el jugo rojo y le mentí a mi
papá al respecto, mis padres me llevaron al campamento de
verano. Estaba muy segura de que una semana de tiempo en la
piscina, la cafetería y las fogatas aliviarían mi culpa. ¡Estaba equivocada!
Una noche, en una fogata, nuestra consejera habló sobre el pecado y la
confesión. Toda la cabaña empezó a confesar pecados realmente graves.
Una chica dijo que tenía un novio secreto. Otra dijo que había robado algo.
Y algunas contaron cosas aún peores.
Nuestra consejera oró con cada chica y luego simplemente les dijo: “Creo
que deberían llamar a sus padres”.
De NINGUNA MANERA iba a contar mi secreto. ¿Y si me pedía
que se lo dijera a mi papá?
Esto es lo que sucedió. Cuando nos sentamos en esa habitación, comencé
a sentirme culpable. Me pesaba más que nunca. (Más tarde, mi madre me
dijo que ese sentimiento se llama “convicción”). Durante todo ese tiempo,
esperaba que la culpa se fuera, pero no funciona de esa manera. La culpa
crece. No se va. ¡Era infeliz!
De repente, no pude soportarlo más.
“¡Lo hice! Derramé jugo rojo”, grité.
La cabaña entera me miró con los ojos bien abiertos. Sin embargo,
ninguna me hizo sentir que mi pecado era peor que el de ellas, o que no era
tan grave para contarlo. Solo oraron conmigo. Y después… mi consejera
LO dijo. Lo que más temía: “Creo que deberías llamar a tu papá”.
Una mentira que creí que se estaba muriendo rápidamente:
MENTIRA: “NO NECESITO CONTARLE A
NADIE MI PECADO”.
PREGUNTAMOS A 1531 CHICAS SI TENÍAN ALGÚN
SECRETO SOBRE UN PECADO.
Más de la mitad dijo que sí tenían secretos sobre un pecado.
Les pedimos que explicaran lo que querían decir.
Algunas dijeron que tenían un secreto de su propio pecado.
Algunas dijeron que seguían cometiendo el mismo pecado una y
otra vez, pero nunca lo hablaron con ningún adulto para recibir
ayuda.
Algunas dijeron que conocían el pecado de otra persona y pensaban
que debían contarlo a un adulto, pero estaban asustadas.
Tal vez tú también hayas creído que no necesitas contarle a nadie tu pecado
o el pecado de otra persona. Hay muchas mentiras que crecen junto con
esta. Cosas como:
Algunas chicas tratan con su pecado ocultándolo. Quieren vencerlo, no
quieren decepcionar a sus padres o quieren evitar que sus amigas las odien.
Sin embargo, esta es la triste realidad: esconder tu pecado produce
exactamente lo opuesto.
VERDAD DE ORO:
“Los que encubren sus pecados no prosperarán, pero si
los confiesan y los abandonan, recibirán misericordia”
(Proverbios 28:13).
Es natural querer ocultar o esconder el pecado. Todos lo hacen. Desde el
comienzo de los tiempos, cuando Adán y Eva se escondieron, las personas
han estado escondiendo sus pecados. Sin embargo, la Biblia dice que no
prosperarás si continúas ocultando tu pecado.
¿Recuerdas la mentira de Gloria sobre la fiesta de pijamas? Así como la
mentira de Gloria estaba destinada a proteger a Sofía, y no dio resultado,
ocultar tu pecado no te protege realmente. Más bien, es probable que te
cause problemas y te haga sentir sola. ¿Por qué? Porque cuando escondes tu
pecado, no puedes recibir la ayuda que necesitas.
Es difícil aprender de una mala decisión o pecado, hasta que admites que
lo hiciste y lo confiesas. También es difícil saber cómo dejar de pecar sin
ayuda. Todos pecan, pero la Biblia dice que solo una persona necia sigue
haciendo lo mismo una y otra vez.
Te voy a decir lo que quizá no quieras escuchar:
Lo que escribiste en ese espacio te separa de Dios si no lo has confesado,
y podría estorbar tu relación con otras personas también. La Biblia dice:
“Confiésense los pecados unos a otros” (Santiago 5:16). Solo Dios puede
perdonar nuestros pecados, pero quiere que se los confesemos a otras
personas para que podamos recibir ayuda.
Te sientes mal cuando ocultas tu pecado. ¿Sabes lo que te hace sentir
realmente bien? ¡Contarle a alguien tu pecado! Es una de las cosas más
liberadoras que he hecho.
Aquella noche, después de la fogata, llamé a mi papá. Le conté lo que
había hecho y le pedí perdón. Me dijo: “Sí, lo sé”. La verdad es que estaba
más decepcionado de que le estuviera mintiendo de lo que habría estado si
le hubiera confesado mi acto de desobediencia. Y estaba realmente feliz de
que finalmente se lo confesara. Lo estaba esperando, porque sabía que me
sentiría mejor. Contarle a mi papá mi pecado no me hizo sentir peor, sino
mejor.
VERDAD #12:
Todo lo que vemos o escuchamos debe ser
verdadero, honorable, justo, puro, bello,
admirable, excelente y digno de alabanza.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #12:
Los preadolescentes de hoy no parecen tener una gran vida social
excepto a través de los medios digitales. Sin embargo, permitir que
tus hijos usen Internet sin un filtro es como colocar una revista
pornográfica sobre la mesa de café de tu casa y esperar que no la
vean.
Y eso es solo una forma de contenido peligroso. Hay violencia,
codicia, materialismo, malas palabras y mucho más por lo que
preocuparse.
Hay muchas excelentes opciones disponibles para proteger a
nuestros niños (¡y a los adultos de la casa!). Sin embargo, también
es importante enseñarles a usar el mejor filtro, la Palabra de Dios, y
darles el ejemplo de cómo la usamos en nuestra propia vida.
Filipenses 4:8 es solo uno de los muchos versículos importantes
que nos ayudan a evaluar el contenido que permitimos entrar en
nuestra mente y nuestro corazón.
Sugerencias de conversación para la verdad #12:
Tómate un momento para cumplir con el desafío de esta página.
¿Qué tan alineadas están tus elecciones de los medios digitales con
esta enseñanza? Si le estás diciendo a tu hija una cosa pero vives
otra, eso socavará cualquier esfuerzo que hagas para enseñarle a ser
sabia y discernir lo que permite entrar en su mente.
Si tu hija ha completado de manera independiente la difícil tarea de
la verdad #12, pregúntale si está dispuesta a contarte lo que
escribió. Felicítala si pudo discernir con sabiduría. De lo contrario,
hazle preguntas para ayudarla a tomar una mejor decisión. No le
des una respuesta directa. Dirígela hacia una sabia decisión por
medio de preguntas:
“¿Qué tal el contenido de ese medio digital: es bueno, justo,
puro?”.
“¿Puedes darme un ejemplo de la verdad que allí se presenta?”.
“¿Verías esa película (o escucharías esa canción o visitarías ese
sitio web) conmigo o con tu papá?”.
Esta tarea es un poco más avanzada. Si tu hija no la hizo sola,
prepárate a dedicarle tiempo y hacer juntas esa tarea de
verificación. Anímala a aplicar este versículo bíblico regularmente
a sus elecciones de entretenimiento.
___________
L
a gente gasta mucho dinero en entretenimiento. Películas,
música, Internet, libros, aplicaciones; porque, bueno… ¡nos
entretienen! ¿Pero sabías que estas cosas también pueden
cambiarnos?
Lo que vemos y escuchamos puede cambiar cómo pensamos y cómo nos
comportamos, ya sea de manera positiva o negativa según lo que veamos.
¿Sabes por qué? Porque es como “considerar” eso en nuestra mente.
(¿Recuerdas esa palabra que vimos al principio del libro?). Cuando piensas
en algo todo el tiempo, podrías empezar a creerlo.
¡Ten cuidado! Podrías ceder el control de tus pensamientos al mundo del
entretenimiento. Tal vez será “normal” ver y escuchar cualquier cosa que
quieras, pero recuerda: debemos evaluar nuestros sentimientos con la
verdad de Dios. Vamos a hacerlo ahora mismo.
VERDAD DE ORO:
“Y ahora, amados hermanos, una cosa más para
terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero,
todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo
bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y
dignas de alabanza” (Filipenses 4:8).
Este versículo nos ofrece una simple prueba para todas las películas,
programas de televisión, canciones, podcasts, libros e imágenes o historias
que vemos en Internet. Piensa en la última película, programa de televisión
o canción que viste o escuchaste y escribe el nombre:
––––––––––––––––––––––––––––
AHORA HAGAMOS UNA VERIFICACIÓN.
Marca cada casilla si la respuesta a la pregunta es “sí”.
¿Es verdadero?
(No tenía cosas falsas, como la enseñanza de la evolución o la afirmación
de que Dios no es real).
¿Es honorable?
(No hubo escenas, letras de canciones o situaciones que hicieran atractivas
las cosas malas como la bebida o las drogas).
¿Es justo?
(Tus padres y maestros dirían que está bien que lo veas o escuches).
¿Es puro?
(Las personas se vestían y hablaban con pudor).
¿Es bello?
(No te dejó con pensamientos o imágenes desagradables o violentas).
¿Es admirable?
(Se lo mostrarías a tus padres, tu pastor, tus maestros y otros).
¿Es excelente?
(Se realizó con cuidado y te ayudó a utilizar tu imaginación).
¿Es digno de alabanza?
(Se lo recomendarías a otros).
¿Cómo le fue a tu película, programa de televisión o canción? Tendrías
que marcar las casillas de TODAS LAS CUALIDADES para que sea
algo que Dios realmente quiere que veas. De lo contrario, es posible que
sea pecaminoso de ver o bien que predisponga tu mente para el pecado. Así
de simple.
Aun así, algunas chicas continúan creyendo esta mentira.
MENTIRA: “LO QUE MIRO/ESCUCHO NO
IMPORTA”.
¿Eres una de ellas? Si es así, te recomiendo que hoy hables con tu mamá o
tu papá. Diles que sientes que Dios te está pidiendo que tengas más cuidado
con tus elecciones de entretenimiento y que te gustaría que te ayuden.
¡Apuesto a que estarán muy felices de que se lo pidas!
NOTAS PARA MAMÁ
Dado que el trabajo de laboratorio de tu hija es el mismo
independientemente del contenido del capítulo, solo proporcioné
ideas sobre cómo interactuar con tu hija al final del capítulo 4.
Puedes consultar las “Notas para mamá”, si necesitas repasarlas.
___________
Toma tus lápices. Es el momento de profundizar en la verdad.
LA
MENTIRA LA VERDAD
El pecado no • El pecado nos separa de Dios, no importa cuán
es un asunto grande o pequeño sea (Isaías 59:2).
grave.
• Si confesamos nuestros pecados, Dios nos
perdonará (1 Juan 1:9).
No necesito • Ocultar tu pecado te hace sentir muy mal.
contarle a
• No puedes vencer tu pecado y aprender de él,
nadie mi
si no recibes consejos (Proverbios 28:13).
pecado.
• La Biblia dice que le confieses tus pecados a
alguien (Santiago 5:16).
• Solo Dios puede perdonarte. Él es siempre fiel
y justo y nos perdonará cuando le confesemos
nuestros pecados (1 Juan 1:9).
Lo que • Todo lo que vemos o escuchamos debe ser
miro/escucho verdadero, honorable, justo, puro, bello,
no importa. admirable, excelente y digno de alabanza
(Filipenses 4:8).
ESTOY CONVENCIDA DE LA VERDAD
¡Es tu turno de ser autora!
¿Has creído alguna de estas mentiras sobre el pecado? Marca
con una X cualquiera de LAS MENTIRAS de este capítulo que
hayas creído.
¿En qué verdad necesitas pensar todo el tiempo, TODOS
LOS DÍAS? Echa un vistazo a LA VERDAD que hemos
descubierto juntas. Ahora encierra en un círculo la que te parezca
importante considerar.
A continuación, comienza a pensar en ella todo el tiempo,
TODOS LOS DÍAS. Puedes empezar por escribir una
oración a Dios, un versículo bíblico que sea de ayuda o algunos
pensamientos que no quieras olvidar en el espacio de abajo.
Ayuda a Sofía a creer la verdad
¡Es el momento de dar un consejo a Sofía!
¿Qué piensas? ¿Debería Sofía organizar una fiesta de pijamas y no invitar a
Gloria? ¿Por qué?
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
La verdad y mentiras sobre el hecho de ser
una niña
L
as primeras palabras que leyeron las niñas, que participaron en nuestra
encuesta, fueron las siguientes: “Para participar en esta encuesta debes ser
una niña entre los 7 y los 12 años de edad. ¿Cómo te sientes sobre el
hecho de ser una niña?
El 48% respondió: “Es genial ser una niña”.
El 46% respondió: “A veces es difícil pero, por lo general, me gusta ser una
niña”.
El 1% respondió: “No me gusta ser una niña”.
El 4% respondió: “No creo que haya ninguna diferencia entre ser un niño o
una niña”.[*]
Algunas de las encuestadas a quienes no les gustaba ser niñas dejaron
comentarios como estos:
Soy consciente de que la gente trata y percibe a las niñas de manera diferente
a los niños, a pesar de que las niñas pueden lograr cualquier cosa.
Es más difícil que ser un niño.
Quisiera ser fuerte como un niño.
Dado que nunca me he sentido así, busqué algunas amigas adultas que en cierto
momento han experimentado ese sentimiento. Mi objetivo era comprender los
sentimientos que ellas (y, en definitiva, estas chicas) han experimentado. Las
razones de mis amigas iban desde el deseo de explorar las oportunidades que tienen
los hombres, hasta el deseo de poder usar sus habilidades atléticas para competir
con los varones. Cada una de mis amigas atravesó con éxito su angustia, y hoy
disfruta de ser mujer.
Antes se pensaba que la disonancia de género, que experimentaba una niña, era
algo que finalmente pasaría. Ahora ya no. Un artículo reciente de la revista The
Atlantic informa sobre el acelerado proceso de transición para los niños
transgénero.[1] (El término “transgénero” se usa para describir a un individuo cuyo
sentido del género no se corresponde con su sexo biológico).
Sin embargo, la investigación y la experiencia parecen indicar que muchos niños
experimentan algún tipo de inconformidad de género. A una niña le puede gustar
jugar con camiones o cazar con su papá. O a un niño le puede gustar el color rosa o
hacer tareas de jardinería con su madre. Estas inclinaciones no encajan en los
estereotipos culturales. Aun así, la mayoría de los niños y niñas que los
experimentan se sienten cómodos con su sexo biológico cuando son grandes.
Apresurarse a cambiar el cuerpo de los niños que luchan con su género es
arriesgarse a causar un gran daño, a veces irreparable.
El autor del artículo de la revista The Atlantic relata la historia de una niña
identificada como Clara. La depresión llegó con la pubertad. Se sentía incómoda
con su cuerpo y no le gustaba ser una niña.
Clara empezó a ver videos de YouTube hechos por jóvenes transgénero.
Comenzó a preguntarse si se sentía incómoda con su cuerpo porque en realidad era
un varón y comenzó a creer que debía ser un niño. Comenzó a vestirse y actuar
como un varón. Finalmente, Clara le pidió a sus padres una “cirugía de sus senos”
(una doble mastectomía), y testosterona. Un terapeuta con licencia sugirió que era
una buena idea y remitió a la familia a una clínica.
Sin embargo, la mamá y el papá de Clara no estaban tan seguros y alentaron
amorosamente a su hija a examinar más sus sentimientos y le sugirieron comenzar
a escribir un diario íntimo. Para algunos, esto sería una muestra de insensibilidad y
desaprobación.
Clara decidió complacer a sus padres. Un día, al escribir algo en su diario íntimo,
llegó a la conclusión de que después de vivir como un niño y verse como tal, aún
no era feliz. Esto hizo que ella se diera cuenta de que, a fin de cuentas, no era un
varón. Después de una consideración más reflexiva, descubrió que su infelicidad
por ser una niña derivaba de las creencias estrictas que había desarrollado sobre el
género. Cuando se abordaron los estereotipos negativos, sintió permiso para ser
ella misma. Hoy se siente muy cómoda con su cuerpo y está feliz de ser una niña.
¿Qué hubiera sucedido si los padres de Clara hubieran seguido los consejos del
terapeuta con respecto a la transición de su hija?
La cultura está ansiosa por redefinir el género. Las amistades, los medios de
comunicación e incluso los terapeutas bien intencionados invitan a las mentes en
desarrollo a cuestionar si su género coincide con su sexo biológico. ¿Qué estás
haciendo para ayudar a tu hija a creer la verdad en medio de este debate cultural
que está teniendo lugar en todos los frentes?
No siempre se puede esperar que la iglesia en general marque el ejemplo de una
manera saludable de responder. A menudo, hemos sido culpables de entrar en el
debate público con una acusación dolorosa o una aprobación sincera, pero
equivocada.
Debemos preparar a nuestros hijos para que respondan con amabilidad y
convicción. Necesitan una convicción para creer lo que la Palabra de Dios enseña
sobre el género, pero deben aprender a expresar estas creencias con amabilidad.
Para aprender esta habilidad, veamos el ejemplo de Jesús. Cuando caminó por
esta tierra, las personas buscaban la aprobación del mundo religioso para redefinir
el pacto matrimonial. Querían casarse y divorciarse a voluntad. Algunos fariseos
interrogaron a Jesús al respecto, pero era una trampa. Esperaban que su respuesta le
hiciera perder el respeto de las masas. A continuación hay un relato de esa
interacción. (He subrayado algunas palabras para que puedas prestarles atención).
VERDAD DE ORO:
“Unos fariseos se acercaron y trataron de tenderle una
trampa con la siguiente pregunta:
—¿Se permite que un hombre se divorcie de su esposa
por cualquier motivo?
Jesús respondió:
—¿No han leído las Escrituras? Allí está escrito que,
desde el principio, “Dios los hizo hombre y mujer”. —Y
agregó—: “Esto explica por qué el hombre deja a su
padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se
convierten en uno solo”. Como ya no son dos sino uno,
que nadie separe lo que Dios ha unido.
—Entonces —preguntaron—, ¿por qué dice Moisés en la
ley que un hombre podría darle a su esposa un aviso de
divorcio por escrito y despedirla?
Jesús contestó:
—Moisés permitió el divorcio solo como una concesión
ante la dureza del corazón de ustedes, pero no fue la
intención original de Dios” (Mateo 19:3-8).
Confrontado con un sensible debate cultural, Jesús se retrotrajo a la creación para
confirmar y explicar la intención original de Dios cuando diseñó el matrimonio y el
sexo biológico. Dijo que “desde el principio”, “la intención original de Dios” fue
que un hombre y una mujer se unieran en matrimonio y, cuando lo hicieran, se
convertirían en uno solo. Jesús confirmó la verdad con una repetición de Génesis a
sus oyentes.
Este es un buen ejemplo a seguir cuando enfrentamos preguntas sobre el género.
Debemos arraigar lo que creemos sobre el sexo, la sexualidad y el matrimonio en la
intención original de Dios. Él nos creó. Él sabe, mejor que nosotras, cómo funciona
nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu. Un pastor que conozco lo explica
de esta manera:
Desde el principio, Dios eligió hacernos hombres y mujeres. Y, como la mayoría
de los artistas, su elección creativa tiene significado. El diseño mismo lleva su
propia imagen.
VERDAD DE ORO:
“Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen.
A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó” (Génesis
1:27).
Aceptar nuestra feminidad, como los hombres aceptan su masculinidad, de alguna
manera permite que este mundo perdido vea a Dios. Muchas cosas de nosotros
reflejan su imagen. Somos inteligentes, adoradores y creativos. Hemos desafiado la
gravedad para volar naves espaciales a la luna y traspasar las barreras del idioma
para comunicarnos entre nosotros. ¿Por qué la Biblia no hace referencia a tales
rasgos cuando declara que reflejamos su imagen? Menciona solo nuestra
masculinidad y feminidad. Estos dos géneros binarios constituyen la parte esencial
que nos hace semejantes a Él.
¿Por qué? Pues bien, una razón puede ser que muestra un aspecto único de la
naturaleza social de la Trinidad. Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu
Santo son claramente diferentes y, sin embargo, son uno solo. En el Antiguo
Testamento, la palabra para la unidad de Dios es echad (ver Deuteronomio 6:4).
Un hombre y una mujer se unen en matrimonio y también se convierten en uno
solo. La Biblia usa la misma palabra, echad, para describir la unión de un hombre y
una mujer en matrimonio (Génesis 2:24). De esta manera, el género ayuda a
completar la ilustración de que reflejamos la imagen de Dios.
Esta verdad es decisiva.
Desde luego, no borra la angustia y el conflicto de los niños y adultos que
experimentan la confusión de no identificarse con su sexo biológico. La disforia de
género es real.
Lo mismo ocurre con la intersexualidad, que es un término utilizado para
referirse a una serie de condiciones diferentes, que a menudo implica una anomalía
cromosómica, en la que una persona nace con una anatomía reproductiva o sexual
que no es claramente masculina o femenina. En tales casos, se consulta a un
especialista en desarrollo sexual. Los análisis de sangre por lo general revelan que
el bebé es biológicamente masculino o femenino. Sin embargo, en algunas
situaciones extremadamente raras, no hay un sexo claro.
Tal fue el caso de “Laura”, cuya madre adoptiva me llamó en busca de
respuestas. Lo que me comentó su madre sobre la comunidad cristiana me rompió
el corazón.
“Tú eres la primera persona cristiana que ha estado dispuesta a dialogar con
nosotras —dijo—. Este tema es demasiado difícil para quienes quieren que todo
sea blanco y negro”.
Por ahora, los padres de Laura están criando a su hija como una niña. Es difícil
encontrar respuestas, por lo que no están buscando hacer ninguna cirugía de
asignación de sexo. Ayudarán a Laura a tomar esa decisión cuando crezca.
Casos raros y complejos como este a menudo se usan para legitimar la
transexualidad. Sin embargo, la intersexualidad es una condición fisiológica,
mientras que la disforia de género es una condición psicológica.
Las anomalías cromosómicas son una realidad en nuestro mundo corrupto y
caído. Estas incluyen condiciones como el Síndrome de Down o el Síndrome de
Klinefelter (donde el hombre tiene un cromosoma X adicional que ocasiona
problemas de fertilidad y lenguaje) o el Síndrome de X frágil (una causa común del
autismo). Los síndromes son un hecho biológico doloroso que debe abordarse con
amor y compasión.
Los trastornos y las afecciones mentales son otra realidad en este mundo.
Algunos de estos son de naturaleza sexual o están relacionados con el género. Estas
condiciones suelen ir acompañadas de trastornos de estrés postraumático,
tendencias suicidas, depresión y otras dificultades, que generalmente no
desaparecen después de haberse realizado las cirugías de reasignación de sexo.[2]
¿Cómo no se nos rompe el corazón por las personas afectadas por estos trastornos?
Si tu hija lucha con semejante dolor, te ruego que busques una comunidad
cristiana amorosa que pueda ayudarte. Si tu hija no enfrenta ninguna confusión de
género, puede convertirse en una fuente de compasión por otros.
Por favor, entiende que la compasión no reemplaza la convicción. Podemos creer
en la Biblia para responder a nuestras preguntas sobre el cuerpo, la sexualidad y el
género, pero vivimos en un mundo caído donde necesitamos dotar a nuestros hijos
con una convicción marcada por la compasión.
HABLA CON DIOS:
Usa Génesis 1:27 para escribir una oración para pedir a Dios que ayude a tu hija
a aceptar que es una niña. Pídele que le dé el deseo de reflejar su imagen. Escribe
tu oración en las líneas de abajo.
Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los
creó; hombre y mujer los creó (Génesis 1:27).
__________________________
__________________________
__________________________
__________________________
HABLA CON TU HIJA:
Ahora que has orado, invita a tu hija a leer el capítulo 8 de su libro mientras tú
examinas el mismo contenido aquí mismo. He escrito algunas notas para ti en los
márgenes. A medida que leas, quizás desees agregar tus propias notas para cuando
llegue el momento de conversar sobre este capítulo con tu hija.
Mentiras sobre el hecho de ser una niña
SOFÍA:
“¡Es GENIAL ser una niña!”. Grité eso hoy en el recreo cuando
Gloria, Vicky y yo íbamos tan rápido como podíamos en el carrusel.
Todos los días tratamos de ver quién aguanta más tiempo. Hoy fui YO.
Vicky se rindió muy rápido y Gloria se bajó después. Estábamos tiradas
en el suelo, tratando de no vomitar, cuando Vicky gritó: “¡Las chicas
CREAN, los chicos BABEAN!”. Gloria dijo que su mamá no le
deja decir eso porque tanto las niñas como los niños son valiosos. Eso
hizo que Vicky se enojara. Le preguntó a Gloria: “¿Estás en contra de las
chicas?”. Gloria respondió: “¡No! Pero ¿por qué crees que los niños
tienen que ser imbéciles para que las chicas se sientan inteligentes?”.
Luego tuvieron una gran conversación que no tenía mucho sentido para
mí. Ambas dicen que las chicas y los chicos no son diferentes, pero ¿cómo
puede Vicky decir eso y creer que “las chicas crean y los chicos
babean”? ¡SUSPIRO! Estoy superconfundida.
NOTAS PARA MAMÁ
Mamá: escribe aquí lo que sientas en tu corazón.
___________
No eres la única, Sofía. Parece que todos, en todas partes están diciendo que
“las chicas crean y los chicos babean”. Tal vez no usen esas palabras exactas, pero
están tratando de determinar si las chicas o los chicos son más valiosos. Algunos,
incluso, están tratando de eliminar las diferencias entre chicos y chicas.
A veces hay diferencias que no son buenas, y eso debe cambiar. Cuando era niña,
muchas mujeres hacían el mismo tipo de trabajo que los hombres, pero ganaban
menos que ellos. Ahora, las personas se han dado cuenta de que eso no está bien y
están luchando para cambiar las cosas a fin de que los hombres y las mujeres, con
el mismo trabajo y la misma experiencia, ganen lo mismo. ¡Eso es bueno!
Sin embargo, a veces la forma en que las personas intentan borrar las diferencias
no es la correcta. Aunque no tiene nada de malo que una niña se vista más como un
marimacho que como una princesa, también debería pensar: “Es genial ser una
niña”. Eso no significa que no pueda jugar al baloncesto o trabajar en la
construcción, o que no le puede gustar La guerra de las galaxias más que La
cenicienta. Significa que una chica no debería querer parecerse tanto a un varón
que borre todo lo que la distingue como una jovencita. Hacer eso envía el mensaje
de que ser una niña no es nada bueno.
Vayamos directamente a una verdad importante que debes saber sobre el hecho
de ser una niña.
VERDAD #13:
Dios creó dos géneros diferentes: masculino y
femenino.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #13:
Así como Dios habló con Adán sobre el árbol prohibido en el huerto sin
exponerlo al pecado, tú también puedes tener una conversación decente y
apropiada sobre el género y la sexualidad con tu hija. Numerosas madres
han examinado cuidadosamente este capítulo para presentar la verdad sin
robarle a tu niña la inocencia.
Es probable que tu hija ya haya escuchado algunas de las mentiras sobre
género y sexualidad que circulan en nuestro mundo. Prepárate para hablar
abiertamente sobre ellas en esta conversación. Es mejor que respondas sus
preguntas, que en su curiosidad recurra a sus amigas o Internet.
Si bien este capítulo no trata sobre sexo, es posible que provoque una
conversación sobre el tema. Consulta la introducción del siguiente
capítulo para obtener información importante sobre “la charla”.
Sugerencia de conversación para la verdad #13:
Pregúntale a tu hija cómo se siente con el hecho de ser una niña. Debes
estar dispuesta a tener una conversación abierta sobre cosas que no le
gustan.
Luego averigua si conoce a alguien que sea una niña, pero que no le gusta
serlo. Esta pregunta es una forma segura de descubrir cuánto ha estado
expuesta a la confusión de género. Quizás tenga una amiga que es una
excelente atleta y desearía poder jugar al fútbol masculino. Es fácil hablar
de esta inocente etapa del desarrollo, pero también podría conocer a una
compañera de clase, una vecina o una amiga que está haciendo la
transición con la ayuda de padres y profesionales. Prepárate para hablar
de eso. Este capítulo ofrece solo una breve descripción de este tema
difícil. Si no te sientes preparada para tener esta conversación, investiga la
verdad bíblica sobre el género.
Pregunta clave:
¿Podemos ganar más personas para Cristo si demostramos que tenemos la
razón sobre este complicado tema social o si demostramos tener amor por
las personas?
___________
D
esde que naciste (e incluso antes de nacer, según Salmos 139:13-16),
eras diferente de todos los niños. Algunas cosas son obvias, pero las
mujeres y los hombres son diferentes en aspectos que quizás no puedas
ver.
LAS NIÑAS Y LAS MUJERES
El cuerpo de la mayoría de las chicas adolescentes convierte la energía en una capa
más gruesa de grasa corporal, lo que les brinda la capacidad de resguardar y
proteger a su bebé algún día. (¡Esto también las hace mejores en las competencias
de natación, porque su cuerpo se mantiene más caliente y funciona mejor en el
agua!).
Las mujeres adultas tienen mayor abertura de pelvis (lo que significa que sus
caderas están más abiertas y flexibles), lo que les brinda la posibilidad de tener
bebés en el futuro.
El cerebro de las mujeres tiende a tener más “cables” que conectan los
pensamientos, lo que les brinda la capacidad de hacer muchas cosas a la vez.
LOS NIÑOS Y LOS HOMBRES
El cuerpo de la mayoría de los varones adolescentes convierte la energía en
músculo magro y, a la edad de 18 años, tiene un 50% más de músculo que la
mayoría de las chicas. Esto les da más fuerza y capacidad de hacer un trabajo físico
más duro que la mayoría de las chicas de su edad.[3]
Los hombres adultos tienen estructuras de pelvis más compactas (lo que significa
que sus caderas tienen una contextura más estrecha y más fuerte). Esto les da la
capacidad de transportar cosas pesadas durante largos períodos de tiempo sin
lastimarse.[4]
El cerebro de los hombres tiende a tener menos “cables” directos que conectan los
pensamientos, lo que les da la capacidad de concentrarse en una sola cosa y son
lentos para resolver los problemas.[5]
Por supuesto, hay excepciones a todo lo que hay en esta tabla. ¡Solo se trata ser
el estilo de chica que Dios diseñó!
Lo que estoy señalando es lo siguiente: es cierto que las chicas y los muchachos
pueden hacer casi cualquier cosa; pero sus cuerpos, cerebros y fortalezas, por lo
general, tienen la palabra “diferente” escrita por todas partes.
Aun así, muchas personas hoy creen esta mentira.
MENTIRA: “NO HAY NINGUNA DIFERENCIA
ENTRE SER UN NIÑO O UNA NIÑA”.
En ocasiones, las chicas se sienten así porque sí les gusta el baloncesto o la
construcción o La guerra de las galaxias. Tal vez incluso quieran “ser fuertes como
los chicos” (está bien hacer ejercicio y fortalecerse, si eso es importante para ti).
Algunas veces, las chicas se sienten así porque quieren jugar al fútbol con sus
hermanos o cazar con sus padres. (¡Está bien salir y probar cosas que otras chicas
no hacen!). A veces las chicas se sienten así porque no les gusta el color rosa o usar
vestidos. (¡Está bien que te guste el color azul y usar pantalones!). Está bien ser un
estilo de chica diferente.
Sin embargo, a veces las chicas piensan que los niños y las niñas no son
diferentes porque se confunden cuando alguien que conocen nace niña, pero
REALMENTE desea ser un niño. ¿Está bien eso? Veamos un versículo bíblico
para encontrar la respuesta.
VERDAD DE ORO:
“Entonces Dios dijo: ‘Hagamos a los seres humanos a
nuestra imagen, para que sean como nosotros’… Así que
Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen
de Dios los creó; hombre y mujer los creó” (Génesis 1:26-27).
Fuiste creada a “imagen” de Dios. Eso significa que fuiste creada para hacer que
las personas recuerden y piensen en Dios, porque hay cosas en ti que son como Él.
¿NO ES GENIAL?
Toma dos lápices. Encierra en un círculo las dos palabras de nuestra
verdad de oro, que mencionan dos cosas específicas sobre cómo fuimos creadas.
Espero que hayas marcado con un círculo las palabras hombre y mujer. Por
supuesto, hay muchas cosas que nos hacen semejantes a Dios. Nuestro cerebro.
Nuestra creatividad. No obstante, Dios solo menciona hombre y mujer en este
versículo. Por lo tanto, ser una niña no es cualquier cosa. (Al igual que ser un niño.
Por eso no me gusta cuando dicen “¡Las chicas crean, los chicos
babean!”).
Porque Él quiere que seamos semejantes a Él. Tal vez te estés preguntando:
¿En qué sentido ser una niña o un niño nos ayuda a ESO?
¡Me alegra que lo hayas preguntado!
Dios es UNO en tres personas diferentes. Dios el Padre, Dios el Hijo y
Dios el Espíritu Santo componen lo que se llama la Trinidad.
Cuando nos creó hombre y mujer, nos dio la capacidad de ser dos
personas completamente diferentes, que Dios podría unir en
matrimonio para que sean UNO.
¿Significa eso que tienes que casarte? ¡No! No obstante, Dios creó dos géneros:
masculino y femenino. Y es importante que ayudes a proteger esa verdad.
También es importante creer que Dios creó diferencias entre el hombre y la mujer.
Esto incluye aprender lo que la Biblia nos enseña sobre cómo debemos interactuar
unos con otros. Es importante conocer las pautas de Dios sobre cómo fueron
creados los hombres y las mujeres para que podamos vivir en este mundo de la
manera que Dios diseñó.
Esta es una mentira sobre la cual la Biblia habla fuerte y claramente. Dice que
cuando alguien decide creer su propia verdad sobre los hombres y las mujeres
“cambiaron la verdad acerca de Dios por una mentira” (Romanos 1:25).
¡ELIGE LA VERDAD!
VERDAD #14:
Tu capacidad de traer una vida al mundo es algo para
celebrar.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #14:
Muchas niñas tienen su menstruación sin que nunca se les haya enseñado
al respecto. Eso puede ser aterrador. Las niñas pueden tener la menarquía
(aparición de la primera menstruación) tan pronto como a los nueve años,
por lo que es una buena idea abordar el tema antes de esa edad.
Su menstruación es una magnífica señal de que el cuerpo de tu hija se está
preparando para dar vida. Usa este capítulo para preparar el terreno y
explicarle cómo funciona todo o para continuar la conversación.
Si no estás segura si ya está lista, la formación de los senos por lo general
comienza entre seis meses y un año antes de la primera menstruación de
una niña. Sin embargo, a veces incluso eso no representa un indicio para
tener dicha conversación. Es mejor adelantarse a su experiencia con
consejos prácticos para que esté preparada para ese momento
trascendental de su vida.
Sugerencias de conversación para la verdad #14:
Asegúrate de presentar este tema de manera positiva. Muchas de las niñas
de siete a doce años de edad, que participaron en nuestra encuesta,
expresaron algunos temores sobre el cambio de su cuerpo y, finalmente,
sobre el hecho de tener bebés. Tu primera conversación sobre la
menstruación de tu hija determinará la forma en que ella piense del
proceso de convertirse en madre. No puedo pensar en nada más
maravilloso para su futuro que la posibilidad de dar a luz.
Notarás que incluí la palabra posibilidad (que he resaltado para ti) en el
libro de tu hija cuando hice referencia a tener hijos. Esto se debe a que a
veces Dios da hijos a través de la adopción (una de mis dos hijas es
adoptada). Y, a veces, su plan para la vida de una mujer no incluye tener
hijos. Asegúrate de orientar tu conversación de tal modo de prepararla
para dicha posibilidad también.
___________
N
adie reparte premios, pero todas las chicas se convertirán en
mujeres. ¡Esto te incluye a ti! Uno de los más grandes cambios es tener
tu menstruación. Ocurre en cualquier momento entre los 9 y los 16 años,
por lo que es un poco difícil saber exactamente cuándo sucederá. La señal más
notable será la presencia de sangre en tu ropa interior. No te preocupes. No es
porque te hayas lastimado, y es totalmente normal. (Tu mamá, tu abuela o una tía te
ayudarán a saber más sobre cómo cuidar tu cuerpo).
Déjame decirte lo que realmente está sucediendo cuando tienes tu menstruación.
¡En este momento tienes aproximadamente trescientos mil óvulos en tu cuerpo, y
cada uno podrían convertirse en un completo SER HUMANO! (¡Tranquila! No
vas a tener 300.000 bebés). Funciona así:
Cada mes, una parte de tu cuerpo llamada ovarios libera algunos de estos
óvulos.
Un área en forma de triángulo llamada útero constituye un buen
recubrimiento suave y blando, de modo que, si uno o dos de esos óvulos
empiezan a convertirse en bebés, tienen un lugar seguro donde crecer.
Sin embargo, si eso no sucede, el útero se despoja de ese recubrimiento suave
y blando. Esto es lo que ves cuando notas la presencia de sangre.
CÓMO SE VE DENTRO DE TU CUERPO
Tu periodo menstrual es muy científico y sorprendente. Lo mejor es que te
recuerda que tienes un diseño único como mujer, y una de las capacidades
extraordinarias de ser mujer es la posibilidad de tener hijos algún día. Esto es lo
que Dios dice de la posibilidad de convertirte en mamá:
VERDAD DE ORO:
“Los hijos son un regalo del Señor; son una recompensa de
su parte” (Salmos 127:3).
¡Tener un cuerpo que sea capaz de engendrar hijos es una buena razón para
celebrar! Algunas chicas hacen algo especial cuando tienen su primera
menstruación. Sus madres las llevan a cenar afuera o hacen una fiesta donde otras
mujeres les dan consejos. Creo que es una buena idea.
Sin embargo, no todas piensan que tener su menstruación es algo para celebrar.
Algunas chicas (e incluso algunas mamás) creen esta mentira.
MENTIRA: “TENER MI MENSTRUACIÓN VA A
SER HORRIBLE”.
Es cierto que el período menstrual puede ser incómodo. A veces tienes espasmos
en el vientre o dolor de cabeza. Algunas chicas incluso se ponen muy
malhumoradas y malas. (¡No hagas eso! Tener tu menstruación no es una excusa
para ser mala). También es cierto que tener hijos duele. Y también es
maravillosamente cierto que, por lo general, te olvidas del dolor.
Confía en mí, tener tu período menstrual probablemente no sea tan malo como
crees. Solo es algo nuevo.
Una cosa que me ha ayudado a responder bien a mi menstruación es recordar que
Dios quiere que hagamos “todo” sin “quejarnos”. Eso incluye tener la
menstruación. ¿Recuerdas ese versículo de la verdad #6?
En 1 Tesalonicenses 5:18 leemos: “den gracias a Dios en toda situación” (NVI).
He descubierto que cualquier situación difícil se vuelve más fácil cuando estoy
agradecida. ¿Por qué no intentas dar gracias a Dios por haberte hecho niña en lugar
de estar nerviosa por tu menstruación? De alguna manera u otra vendrá. Podrías
también tener una buena actitud al respecto.
En lugar de tener miedo de tu menstruación, comienza tu condición de mujer con
alguna celebración. No es horrible. En realidad, es una magnífica demostración
de la capacidad que Dios te ha dado de tener hijos, y vale la pena celebrarlo.
NOTAS PARA MAMÁ
Dado que el trabajo de laboratorio de tu hija es el mismo
independientemente del contenido del capítulo, solo proporcioné ideas
sobre cómo interactuar con tu hija al final del capítulo 4. Puedes consultar
las “Notas para mamá”, si necesitas repasarlas.
___________
Toma tus lápices. Es el momento de profundizar en la verdad.
LA
MENTIRA LA VERDAD
No hay ninguna • Dios creó dos géneros diferentes: masculino y
diferencia entre ser femenino (Génesis 1:27).
un niño o una niña.
• Las niñas y los niños tienen muchas diferencias
físicas, mentales y prácticas.
• Está bien ser un estilo de chica diferente,
siempre y cuando creas que Dios te hizo mujer.
• Aquellos que no creen en solo dos géneros
distintos, masculino y femenino, han cambiado la
verdad de Dios por una mentira (Romanos 1:25).
Tener mi • Tu menstruación es una magnífica demostración
menstruación va a de la capacidad que Dios te ha dado de tener
ser horrible. hijos, y vale la pena celebrarlo.
• Tener hijos es un regalo de Dios (Salmos 127:3, 5a).
• Debes hacer todo, incluso tener tu menstruación,
sin rezongar ni quejarte (Filipenses 2:14, 16).
• Debes hacer todo, incluso tener tu menstruación,
con acción de gracias a Dios (1 Tesalonicenses 5:18).
ESTOY CONVENCIDA DE LA VERDAD
¡Es tu turno de ser autora!
¿Has creído alguna de estas mentiras sobre el hecho de ser una niña?
Marca con una X cualquiera de LAS MENTIRAS de este capítulo que
hayas creído.
¿En qué verdad necesitas pensar todo el tiempo, TODOS LOS
DÍAS? Echa un vistazo a LA VERDAD que hemos descubierto
juntas. Ahora encierra en un círculo la que te parezca importante
considerar.
A continuación, comienza a pensar en ella todo el tiempo,
TODOS LOS DÍAS. Puedes empezar por escribir una oración a
Dios, un versículo bíblico que sea de ayuda o algunos pensamientos que
no quieras olvidar en el espacio de abajo.
Ayuda a Sofía a creer la verdad
¡Es el momento de dar un consejo a Sofía!
La conversación que Sofía escuchó en el recreo reveló que sus amigas están
confundidas sobre las diferencias entre niños y niñas. Sofía también se confundió.
¿Crees que estaba bien que su amiga dijera: “Las chicas crean, los chicos babean”?
¿Por qué sí o por qué no?
[*]El porcentaje restante de niñas seleccionó “otro”, porque ninguna de las afirmaciones reflejaba cómo se
sentían sobre el hecho de ser niñas.
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
La verdad y mentiras sobre los chicos
P
odrías pensar que es natural hablar de chicos con tu hija. O tal vez
evites tocar el tema como si se tratara de una plaga. De un modo o
de otro, es imprescindible hablarlo y, probablemente, ya lo sepas.
Los grupos de enfoque que tuve con las madres revelaron que temas
como “los chicos y el sexo” era el tercero en la lista de mentiras que más les
preocupaba. Muchas madres lamentaban cosas de sus años de adolescencia,
que esperaban que su hija no experimentara. Otras, simplemente, se dejaron
arrastrar por la locura por los chicos y los mensajes sexuales de la cultura.
Sin embargo, la mayoría de ellas sabía que era importante plantar semillas
de la verdad sobre temas como los chicos y el sexo.
Cuando comencé a hablarles a sus hijas, rápidamente identifiqué una gran
barrera que impedía la conversación. El comentario más común que
escuché de las niñas a medida que incursionábamos en el tema fue:
“¡Hablar de chicos con mi mamá es ‘raro’!”.
Había varias razones por las que se sentían incómodas de hablar con sus
mamás sobre los chicos, pero una de sus preocupaciones en particular es la
que pesa sobre mi corazón. Las niñas temían que sus madres les contaran a
otras personas sus pensamientos y sentimientos personales, o les contaran
historias que harían que la gente se riera de ellas. Una niña lo expresó de la
siguiente manera:
No hablo de chicos con mi mamá porque puede llegar a oídos de muchas
personas.
Uno de los aspectos cruciales de enseñar a tu hija la verdad bíblica sobre
los chicos y el sexo es mantener abiertas las líneas de comunicación. Nada
la desanimará más a callar que sentirse avergonzada o que su confianza
haya sido traicionada. (Podrías tener esto en cuenta la próxima vez que
publiques una foto de ella o una historia sobre ella en las redes sociales).
Un versículo de la Biblia que me ayuda a pensar bien lo que digo sobre
mis hijos está dirigido a los padres, pero creo que el principio también es
valioso para nosotras como madres.
VERDAD DE ORO:
“Padres, no exasperen a sus hijos, para que no se‐
desanimen” (Colosenses 3:21).
Como padres, a veces nuestras acciones pueden frustrar a nuestros hijos y
hacer que se enojen, se amarguen y se desanimen. Aquí hay algunas cosas
que pueden ayudarte a no exasperar a tu hija cuando surjan temas como los
chicos y el sexo:
1 Es posible que tu hija diga, inconscientemente, algo inexacto o
cómico cuando hablen sobre los chicos y el sexo. No la hagas sentir
como la hazmerreír. En cambio, crea un espacio seguro para que
cometa errores inocentes. Esto genera confianza para que ella continúe
incursionando en temas incómodos contigo. Sinceramente, esto es algo
que desearía haber hecho mejor con mis hijas.
2 A veces necesitarás consejos para responder a las preguntas y
experiencias de tu hija. Búscalos discretamente de fuentes que protejan
su privacidad. Habrá momentos en que necesites buscar ayuda. Sé
sabia a la hora de buscar consejos. Cuéntale a tu hija con anticipación
que planeas pedir consejo a alguien sobre su situación. Dile algo como:
“No sé cómo ayudarte con esto, pero _________ ha sido una gran
fuente de sabiduría para mí cuando tengo problemas personales. ¿Te
importaría si le pregunto qué piensa ella?”. Revelar tus intenciones
desde un principio normalmente generará confianza en ella, en lugar de
que te pierda confianza cuando se entere después del hecho.
3 A medida que te ganas la confianza de tu hija, ella podría
hablarte de comportamientos de sus amigas que tú deberás informar a
otro adulto. Hazle saber a tu hija que puede hablar contigo de cualquier
cosa. Sin embargo, si te das cuenta de que alguien está implicado en
conductas poco saludables o peligrosas, es tu responsabilidad ayudar.
Decirle esto por lo general abrirá las líneas de comunicación en lugar
de cortarlas. Ella verá que una de las motivaciones principales es la
protección.
Otra barrera que impide tener conversaciones saludables con tu hija sobre
los chicos y el sexo es el dolor del pasado. Estoy hablando de tu pasado. Y
el mío.
Si queremos ayudar eficazmente a nuestras hijas a desarrollar una visión
saludable de los chicos y el sexo, necesitamos tener nuestra propia visión
saludable al respecto. Te animo a buscar sanidad. En mi caso, necesité
asesoramiento profesional cristiano, consejos sabios de mujeres mayores y
mucho tiempo con Jesús. Tuve que hacer un trabajo arduo para vencer las
mentiras que estaban arraigadas en mi corazón como resultado de mis
necias decisiones. Tu sanidad crea un fundamento para que le enseñes a tu
hija la verdad sobre los chicos y el sexo.
Sí, hablar de chicos significa que también tienes que hablar de sexo.
La mayoría de los niños están listos, desde el punto de vista de su
desarrollo, para este tema a los nueve años. Alrededor de esa edad, te animo
a iniciar esta conversación para que puedas plantar las semillas de la verdad
y comenzar un diálogo continuo para formar una ética sexual saludable. En
nuestros grupos de enfoque, solo alrededor del 50% de las madres con hijas
de nueve años o más había hablado con su hija sobre el sexo. Tu silencio
crea un vacío para que entren las mentiras del mundo. Sé una experta en
sembrar la verdad.
Este libro no pretende ser una guía completa para cuando hables con tu
hija sobre el sexo. Sin embargo, estos iniciadores de conversación,
agrupados por etapas del desarrollo, podrían ayudarte. Espero que te den
valor y un punto de partida.
INICIADORES DE CONVERSACIÓN PARA
CADA ETAPA DEL DESARROLLO MORAL
Imitación (Edades 2-5)
“Es genial ser una niña”.
“Los niños y las niñas son diferentes”.
“Hay imágenes buenas y malas en Internet. Algunas de las imágenes malas
muestran a personas sin ropa. Si en alguna ocasión ves una mala imagen,
deberías decírmelo. ¿De acuerdo?”. (Esta es una conversación importante para proteger
a tu hija de la pornografía).
Consejería (Edades 6-11)
“En nuestra familia preferimos que empieces a salir con chicos cuando
cumplas _________. Esperamos que decidas esperar hasta entonces para
tener novio”.
“A tu papá y a mí nos gustaría responder tus preguntas sobre los chicos.
¿Qué podemos hacer para que te resulte cómodo hablar de eso?”.
“Dios creó la parte íntima del cuerpo de un hombre (que se llama pene)
para que entre en la parte íntima del cuerpo de una mujer (que se llama
vagina). A veces, cuando un esposo y una esposa quieren demostrarse
cuánto se aman, juntan esas partes. A eso llamamos sexo”.
“El sexo es un maravilloso regalo de Dios para que un hombre y una mujer
compartan juntos cuando están casados”.
Entrenamiento (Edad 12+)
“A tu papá y a mí nos gustaría responder tus preguntas sobre el sexo y la
sexualidad. ¿Qué podemos hacer para que te resulte cómodo hablar de
eso?”.
“Tener sexo no es lo único que es sexy o sexual. Hay muchas otras cosas
que llevan a eso, así que hablemos de qué tipo de límites necesitas tener
antes de casarte”. (Esta conversación debería incluir cosas como pornografía, sexting [enviar
mensajes de texto sexualmente explícito o imágenes a través del teléfono celular], masturbación,
sexo oral, “manosearse”, “acostarse”, etc.).
Tú y tu hija podrían llegar a un punto donde ambas reconozcan la tensión
que rodea la conversación, pero aun así se sienten bien de hacerlo. Una de
las chicas con las que hablé lo expresó de esta manera:
Es raro hablar de chicos con tu mamá, pero, después de hacerlo, te sientes
mucho mejor.
HABLA CON DIOS:
Usa Colosenses 3:21 para escribir una oración sincera a Dios. Si has
sentido convicción de pecado por algo que he escrito en este capítulo,
confiésalo a Dios. Si no lo has hecho, pídele que te revele alguna manera en
que puedas estar exasperando o desanimando a tu hija. Escribe tu oración
en las líneas de abajo.
Padres, no exasperen a sus hijos, para que no se desanimen (Colosenses
3:21).
__________________________
__________________________
__________________________
__________________________
HABLA CON TU HIJA:
Ahora que has orado, invita a tu hija a leer el capítulo 9 de su libro
mientras tú examinas el mismo contenido aquí en tu libro. He escrito
algunas notas para ti en los márgenes. Tal vez desees agregar tus propias
notas para cuando llegue el momento de conversar sobre este capítulo con
tu hija.
Mentiras sobre los chicos
SOFÍA:
Es la historia de siempre y ¡nunca me salvo de la PREGUNTA
cada vez que voy a la casa de mi abuela Betty! En Navidad de este
año, pensé que me iba a salvar, pero NO. De hecho, ya teníamos
nuestros abrigos puestos y habíamos cargado nuestros regalos de
Navidad en la minivan. Mi hermano pequeño estaba incluso en el
asiento del vehículo. Abracé a la abuela Betty y luego ocurrió:
“¿Y, ya tienes novio?”. Me escabullí dentro de la minivan
tan rápido como pude y me senté en el asiento trasero, tratando de
no estallar de vergüenza. ¡Dios mío! ¡Me ha estado haciendo
esa pregunta desde que iba al JARDÍN DE INFANTES!
¿Te ha pasado alguna vez? A veces no son solo las chicas de tu edad
las que te presionan a perder la cabeza por los chicos. Parece que algunos
de los adultos más confiables piensan que es gracioso preguntarles a las
chicas si tienen novio.
NOTAS PARA MAMÁ
Mamá: escribe aquí lo que sientas en tu corazón.
___________
Si no te parece gracioso, has venido al lugar correcto. Yo tampoco creo
que sea gracioso. Que te gusten los chicos es un asunto serio, porque
cuando TE GUSTAN LOS CHICOS, por lo general, después quieres tener
una relación especial con ellos. Tener una relación especial con los
CHICOS, generalmente, te lleva a salir con ellos. Y SALIR CON LOS
CHICOS, generalmente, te lleva a casarte con uno. La mayoría de las
personas piensa que el matrimonio es bastante serio, así que creo que el
tema de los chicos también es bastante serio.
Aquí hay una verdad que muchas de ustedes ya saben, porque más de la
mitad de las chicas con las que hablamos nos dijeron: “Planeo esperar hasta
que sea mayor para tener novio”.
VERDAD #15:
Puedes decir que “no” a la locura por los chicos.
NOTAS PARA MAMÁ
Pregunta clave:
Efesios 5:31-32 nos enseña que el matrimonio refleja la imagen de
Cristo y su esposa, la Iglesia. Si eso es verdad, ¿qué tan motivado
crees que está Satanás de ver esa imagen destruida en la vida de tu
hija?
Acerca de la verdad #15:
Los mensajes positivos en la crianza de los hijos son mucho más
poderosos que los negativos. Cuando hables de esta mentira, te
animo a que le comuniques a tu hija cuándo podría empezar a
interesarse por los chicos.
He tenido muchas conversaciones con madres desconsoladas, que
descubrieron que su hija de sexto, séptimo u octavo grado tenía un
novio. Siempre les pregunto si le habían comunicado previamente
cuándo podían tener una relación así. A veces se lamentan al darse
cuenta de que se perdieron una importante posibilidad de tener esta
conversación.
Bob y yo empezamos a comunicarles nuestra preferencia familiar
con respecto a ponerse de novio cuando nuestros hijos estaban en
los primeros años de la escuela primaria. Debido a que fuimos
testigos de “relaciones” infantiles, pero no obstante reales, entre
niños de cuarto o quinto grado, quisimos anticiparnos a la cultura
en este ámbito.
No se puede negar que las chicas y los chicos experimentarán
atracción. Anima a tu hija a aprender a responder a sus
sentimientos e interactuar con los varones como amigos.
Después de todo, gran parte del matrimonio es amistad. Será un
elemento fundamental para su futuro y evitará que se deje arrastrar
por la multitud de locas por los chicos.
Sugerencia de conversación para la verdad #15:
Si tu hija o sus amigas están locas por los chicos, esta conversación
podría cobrar vida propia. Cubre ese momento en oración y
háblalo.
Sin embargo, tal vez tu hija sea parte del 53% de las adolescentes
que tomaron mi encuesta y respondieron: “No estoy pensando
mucho en los chicos”. ¡Eso es fantástico! Esta conversación será
breve, a menos que la utilices para pasar a un tema más amplio: “lo
normal está sobrevalorado”.
Notarás que a menudo menciono este concepto. Lo normal no
puede ser nuestra vara de medir la verdad. La Palabra de Dios tiene
ese honor. Antes de comenzar esta conversación con tu hija, piensa
en cualquier área donde pueda creer la mentira de que una conducta
o actividad está bien porque es “normal”. Toma nota de eso y
centra tu conversación en lo que ella más lo necesita.
___________
T
al vez eso te parezca difícil. A pesar de que muchas chicas no
querían tener novio, algunas de ellas ya tienen uno. Así que sé que
puedes sentir un poco de presión.
Puede que incluso sientas que no puedes controlar tus sentimientos y que
pierdes la cabeza por los chicos. Quizás crees que son solo sentimientos que
se manifiestan de manera natural. Recordatorio: cada vez que tengas un
sentimiento fuerte, debes evaluarlo con la verdad de Dios para ver cómo
responder a él. ¡Aquí hay una verdad de oro que espero que algunas de
ustedes las lleven a saltar del tren de la locura por los chicos!
VERDAD DE ORO:
“Prométanme… que no despertarán al amor hasta que
llegue el momento apropiado” (Cantares 2:7).
Este versículo es del libro de la celebración bíblica del matrimonio y el
amor romántico: el Cantar de los Cantares. El libro expresa que tanto el
matrimonio como el romance son buenos. También da consejos útiles sobre
cómo experimentar el amor.
Dios creó el matrimonio y el amor. Él sabe que los sentimientos pueden
sobrepasar las buenas elecciones, y que los sentimientos no son suficientes
para apoyar una relación. Este versículo instruye a personas de todas las
edades a no implicarse demasiado pronto en una relación romántica, porque
podría crecer más rápido que el compromiso necesario para que el amor
dure.
¿Estás lista para comprometerte con alguien para toda la vida? Si la
respuesta es no, este versículo bíblico es para ti. No es el momento
adecuado para “despertar” al amor romántico y a la locura por los chicos.
¿Te parece imposible en este mundo donde las chicas pierden la cabeza
por los chicos? ¡Dios no hubiera puesto este versículo en la Biblia si fuera
IMPOSIBLE! Por lo tanto, sé que puedes decir que “no” a la locura por
los chicos. Puede que necesites confiar en Dios y en la ayuda de otros, pero
es posible.
Aun así, algunas chicas creen esta mentira.
MENTIRA: “ESTÁ BIEN PERDER LA
CABEZA POR UN CHICO”.
El 21% de las chicas dijo que está bien perder la cabeza por los
chicos.
Me dijeron que es “normal” perder la cabeza por los chicos. ¡Bueno!
Déjame recordártelo una vez más: ¡lo normal está sobrevalorado!
Es “normal” que algunas de tus amigas pierdan la cabeza por la ropa y los
productos de belleza, pero no puedo encontrar ningún versículo de la Biblia
que diga que las chicas deberían estar a la moda. Encuentro versículos que
dicen que no debemos preocuparnos demasiado por esas cosas.
Es “normal” que chicas de todas las edades tengan “amigas falsas”:
amigas que a veces se convierten en enemigas. Y algunas dicen que es
“normal” ser “chicas malas”. No puedo encontrar ningún versículo en la
Biblia donde diga que eso esté bien. En cambio, encuentro versículos que
dicen cosas como estas: “Sean amables unos con otros” (Efesios
4:32).
También puede ser “normal” que las adolescentes se vuelvan locas por
los chicos, pero no es lo mejor de Dios. Su Palabra dice que puedes esperar,
así que creo que puedes hacerlo.
¿Sabes qué clase de locura puedes tener? ¡Locura por Dios! Una chica
loca por Dios se puede identificar fácilmente. Es la que le permite a Dios
tener la primera y la última palabra en todo lo que ella hace. Es decir, le
obedece. ¿Por qué no te subes al tren de chicas locas por Dios con chicas
que creen, igual que yo, que pueden esperar el momento adecuado para
pensar en los chicos y el amor?
VERDAD #16:
Nunca serás demasiado grande para necesitar un
sabio consejo.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #16:
Espero sinceramente que la conversación entre tú y tu hija esté a
punto de eliminar las barreras que impiden hablar sobre los chicos
y el sexo, pues tu hija y tú nunca serán demasiado grandes para
necesitar un sabio consejo.
¿Necesitas consejos sobre los hombres y el sexo? Quizás eres una
madre soltera y necesitas invitar a una mujer piadosa y mayor a tu
vida para que te ayude a abordar tus deseos con sabiduría y
dominio propio.
O tal vez eres una mujer casada que está experimentando barreras
sexuales y necesitas buscar consejería profesional cristiana que te
ayude a lograr un mayor grado de intimidad con tu esposo.
Buscar a alguien que te dé consejos y a quien puedas rendir cuenta
de tus propios actos construye una base sobre la cual desafiar a tu
hija a hacer lo mismo. Descubrí que es difícil enseñarles a mis hijas
lo que no estoy viviendo en mi propia vida.
Sugerencia de conversación para la verdad #16:
Cuando mis hijas eran preadolescentes, encontré que algunos temas
eran más difíciles que otros. Una amiga sabia me dio la idea de
escribir un diario íntimo entre las dos. Eso nos dio a cada una la
oportunidad de revisar nuestras palabras y no correr el riesgo de
malinterpretarnos mutuamente.
Si tu hija aún no ha tomado un cuaderno con espiral para la
actividad sugerida en este capítulo, busca uno y trae algunos
materiales de arte para decorarlo mientras hablas sobre los chicos.
A veces, tener las manos ocupadas en una actividad hace que la
conversación sea menos incómoda.
Yo le daría a tu hija la opción de escribir primero en el diario
íntimo o si no, toma tú la iniciativa. Si empiezas tú, dile que es un
honor y un privilegio ser su madre y que te encantaría contar con su
confianza mientras se desenvuelve en el mundo de los chicos y las
relaciones.
___________
U
na forma de evitar la locura por los chicos es hablar con tu
madre. O incluso ella podría ayudarte a saltar del tren de la
locura por los chicos, si ya estás en él. Dios te dio una madre para
que te guíe. Y la Biblia dice que nuestros padres deben ser la fuente
principal de sabiduría en todas las áreas, incluidos los chicos.
Sin embargo, aquí tenemos un gran problema para resolver en el mundo
de las chicas.
El 80% de las chicas no habla de chicos con su madre.
Muchas de ellas dicen que la razón es porque es raro.
Esas chicas creen esta mentira.
MENTIRA: “NO NECESITO HABLAR DE
CHICOS CON MI MAMÁ”.
LAS CHICAS QUE CREEN ESTA MENTIRA DIJERON
COSAS COMO ESTA:
No me siento muy cómoda de hablar de eso con ella.
Es mi vida personal. ¡Es un asunto privado!
Puede parecer “raro”. Podrías sentir que perderás parte de tu libertad e
independencia. (Recuerda que no necesitas libertad. Consulta la página 69).
Tal vez tengas algunos temores de que tu madre hable con otras personas
sobre lo que le cuentes, como quizás con tu padre. (Déjame animarte a
hablar con tu madre de ESO para que ella conozca tu perspectiva).
Una vez más, necesitas leer la Biblia para saber cómo responder a tus
sentimientos. Quiero animarte a ser más fuerte que tus miedos y hacer lo
que Dios quiere que hagas: hablar con tu mamá. ¿Cómo sé que Él
quiere que hagas eso? Debido a que esta verdad de oro dice que nunca serás
demasiado grande para necesitar un sabio consejo.
VERDAD DE ORO:
“Camina con sabios y te harás sabio; júntate con necios
y te meterás en dificultades” (Proverbios 13:20).
Este proverbio es para ti, para mí y para nuestras mamás y abuelas también.
No dice “camina con sabios hasta que tengas 12, 18 o 21 años”. Solo dice
que lo hagas. Nunca quedarás fuera de este versículo bíblico.
“Caminar con sabios” significa integrarlos en todas las áreas de tu vida.
Eso incluye hablar de chicos. De hecho, puesto que el matrimonio es tan
importante para Dios, el tema de los chicos puede ser uno de los temas más
importantes para hablar.
¿Te ayudaría saber que tu madre también podría sentirse un poco
incómoda con esto? Durante mucho tiempo, he estado ayudando a madres e
hijas a hablar sobre los chicos. (¡Creo que ESO es importante!). Una cosa
que recomiendo es comenzar un diario íntimo de madre e hija. Es una
buena manera de abordar fácilmente los temas más incómodos de los que
necesitas hablar. (También puedes usarlo con tu abuela o tía o con una
mujer de la iglesia que quieras, ¡si esa es la persona que Dios te ha dado
para hablar sobre cosas importantes!). Funciona así:
Busca un cuaderno de espiral en tu casa. Por lo general, hay uno
en alguna parte.
Etiquétalo: “Nuestro diario íntimo”. ¡Decora la portada como
más te guste y hazla tuya!
Escribe la primera carta o anotación en el diario íntimo para tu
mamá, abuela o tía o a quienquiera que sea y comienza con esto:
“Mentiras que las niñas creen me ha enseñado que nunca se es
demasiado grande para recibir un sabio consejo. Quisiera empezar
a recibir consejos, y quiero que seas mi consejera. Uno de los
temas sobre los que quiero hablar es de los chicos. Algunos otros
temas son (incluye algunas cosas en las que necesites ayuda).
¿Podríamos empezar a escribirnos una a la otra en este diario
íntimo? Podría hacer que fuera más fácil hablar”. Ahora agrega a
esto algo que salga de tu corazón. Escribe dos preguntas que tengas
sobre los chicos. Y luego fírmalo con tu nombre.
Coloca el cuaderno en algún sitio donde tu sabia consejera pueda
encontrarlo.
Espera a que aparezca en tu cama, escritorio o área de trabajo
con una anotación llena de buenos consejos.
Esta ha sido una muy buena herramienta para algunas madres e hijas que
han tenido dificultades para comenzar. Y creo que te resultará más fácil una
vez que empieces. Una chica me dijo:
Es raro hablar de chicos con tu mamá, pero,
después de hacerlo, te sientes mucho mejor.
NOTAS PARA MAMÁ
Dado que el trabajo de laboratorio de tu hija es el mismo
independientemente del contenido del capítulo, solo proporcioné
ideas sobre cómo interactuar con tu hija al final del capítulo 4.
Puedes consultar las “Notas para mamá”, si necesitas repasarlas.
___________
Toma tus lápices. Es el momento de profundizar en la verdad.
LA
MENTIRA LA VERDAD
Está bien • No deberías “buscar” o “despertar” al amor
perder la hasta que puedas hacer un compromiso con
cabeza por los alguien para toda la vida (Cantares 2:7).
chicos.
• Es mejor estar loca por Dios (2 Corintios 5:13-14).
• Puede ser “normal” perder la cabeza por los
chicos, pero no es lo mejor de Dios (Filipenses
2:15).
No necesito • Nunca serás demasiado grande para necesitar
hablar de un sabio consejo (Proverbios 13:20).
chicos con mi
mamá. • Será más fácil una vez que comiences.
ESTOY CONVENCIDA DE LA VERDAD
¡Es tu turno de ser autora!
¿Has creído alguna de estas mentiras sobre los
chicos? Marca con una X cualquiera de LAS
MENTIRAS de este capítulo que hayas creído.
¿En qué verdad necesitas pensar todo el tiempo,
TODOS LOS DÍAS? Echa un vistazo a LA
VERDAD que hemos descubierto juntas. Ahora
encierra en un círculo la que te parezca importante
considerar.
A continuación, comienza a pensar en ella todo el
tiempo, TODOS LOS DÍAS. Puedes empezar por
escribir una oración a Dios, un versículo bíblico que
sea de ayuda o algunos pensamientos que no quieras
olvidar en el espacio de abajo.
Ayuda a Sofía a creer la verdad
¡Es el momento de dar un consejo a Sofía!
¿Cómo crees que Sofía debería responder a su abuela Betty la próxima vez
que le pregunte si tiene novio?
(Un pista: tal vez ella debería recibir algún sabio consejo).
¿Crees que Sofía debería contarle a su madre que su abuela la está haciendo
sentir incómoda? ¿Cómo crees que Sofía podría sacar el tema?
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
La verdad y mentiras sobre la amistad
S
i le preguntaras a tu hija qué tema de este libro es el más importante
para ella, podría responder: “la amistad”. Entonces busquemos la
mejor manera de sembrar la verdad sobre la amistad en nuestras
niñas.
La respuesta breve es: enseñarles la verdad con nuestro ejemplo.
Incluso como mujeres adultas, puede ser difícil. Sufrir el acoso de la
chica popular de la clase se supone que solo sucede en la escuela
intermedia, pero todas sabemos que a veces las mujeres adultas no actúan
bien. Las guerras de mamás están “vivas y coleando”. Algunas mujeres
critican a espaldas de otras madres cómo crían a sus hijos, mientras que
otras publican comentarios sarcásticos en las redes sociales para que todos
los vean. Las madres discrepan firmemente sobre temas que van desde la
lactancia materna hasta el control de la natalidad, las vacunas, las
decisiones médicas y las opciones educativas. Esto a menudo crea división
en los vecindarios, iglesias y círculos de amigas.
Tal vez conozcas a una de estas mujeres. Tal vez seas una de ellas.
Sin embargo, las chicas malas no se circunscriben solo a la amistad.
Muchas de nosotras hemos experimentado discordias en nuestras propias
familias a causa de ellas. Quizás sean tu abuela y tu madre, o dos hermanas.
Antes de darse cuenta, una pequeña falta de comunicación o de
comprensión se convierte en un enfrentamiento de por vida. El conflicto
puede resultar en que las familias no se hablen entre sí, pasen los días de
fiesta separados o no se ayuden en momentos de necesidad. Cuando las
mujeres permiten que la chica mala que llevan dentro salga a la superficie,
puede ser increíblemente destructivo para las familias y otras relaciones.
Veamos la clásica historia de la Biblia: Sara y Agar. La historia se
encuentra en Génesis 16.
Sara no podía tener hijos. Como sabía que esta era una de las principales
prioridades para su marido Abraham, Sara le dio instrucciones de que se
casara y tuviera un hijo con su criada Agar. (Permíteme decir que estoy
muy agradecida de que en nuestra cultura de hoy, por lo general, se observa
la instrucción bíblica de que los hombres tengan una sola esposa. Es posible
que esta familia haya elegido lo que era normal para la época, pero no era el
diseño de Dios).
La Biblia dice que “cuando Agar supo que estaba embarazada, comenzó a
tratar con desprecio a su señora, Sarai” (Génesis 16:4). Con su nueva
posición y su exitoso embarazo, Agar pensó que Sara no era importante.
Por supuesto, Sara le devolvió el desprecio y trató a Agar con la misma
maldad.
¿Te imaginas el dolor? Es posible que tú y yo nunca conozcamos una
relación tan complicada como la que compartían estas pobres mujeres.
Estaban teniendo sexo con el mismo hombre. Las inseguridades, la
amargura y la vergüenza deben haberse acumulado tanto, en lo profundo de
su ser, que solo Dios podía rescatarlas. Y Él lo iba a hacer, como explican
más adelante las Escrituras. No obstante, por ahora veamos cómo estas dos
chicas malas empeoraron las cosas.
En lugar de preocuparse por el dolor de cada una, estas mujeres
reaccionaron con una actitud de engreimiento y autoprotección que
empeoró aún más su difícil situación. Se convirtió en una pelea personal
que fue destructiva para toda la familia. Al final, Agar y su hijo Ismael
fueron separados de todos y de todo lo que habían conocido. Dios se
manifiesta a ellos para consolarlos y suplir sus necesidades, pero no gracias
a Sara.
Dado que he sido testigo de alejamientos familiares en la actualidad, a
veces me pregunto: ¿Alguna vez estas mujeres extrañaron la comunión que
antes tenían? ¿Extrañaba Isaac a su hermano mayor, Ismael? ¿La relación
de Sara y Abraham volvió a ser la misma o él se sentía controlado por la
amargura de su primera esposa? Las consecuencias afectaron a todos, no
solo a Sara y Agar.
La forma en que tratamos a los demás afecta a todos los que nos rodean,
especialmente a nuestros hijos. Si ellos ven una chica mala en nosotras, es
probable que copien nuestro comportamiento. Sin embargo, si ven que
amamos a los demás, harán lo mismo. Seamos un ejemplo lleno de verdad.
La Palabra de Dios nos instruye:
VERDAD DE ORO:
“No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie.
Sean humildes, es decir, considerando a los demás
como mejores que ustedes. No se ocupen solo de sus
propios intereses, sino también procuren interesarse en
los demás” (Filipenses 2:3-4).
Pienso que considerar a los demás como mejores que yo mantiene a raya el
egocentrismo. Esto es particularmente útil cuando no puedo comprender el
punto de vista de otra persona. Cuando eres un ejemplo en esta área, tu hija
tiene más posibilidades de tener buenas amistades.
Otra área donde necesitamos dar ejemplo a nuestras hijas es en cómo
poner las amistades en general en la perspectiva adecuada.
Independientemente del tema que abordáramos en los grupos de enfoque, a
menudo las madres terminaban dando vueltas para referirse a las chicas
malas, las falsas amigas, las mejores amigas y las acosadoras. Aunque me
doy cuenta de que esto refleja lo complicadas que suelen ser las amistades
de nuestras hijas durante los años de la preadolescencia, sentí que algunas
de las mamás ponían el énfasis equivocado en la amistad. Esta conclusión
fue más evidente para mí al hablar de la iglesia. Las mamás dijeron cosas
como las siguientes:
La iglesia es solo un lugar para que mi hija encuentre amigas.
Amistades para mi hija son una consideración primordial a la hora de
elegir una iglesia.
La parte más importante de la iglesia son las buenas amistades porque
estas influirán positivamente en mi hija.
Es cierto que la presión positiva de las compañeras es algo bueno para tu
hija. Incluso es cierto que todas necesitamos amigas fieles. Sin embargo, me
incomodó la rapidez con que la conversación se volvió emocional cuando
empezamos a hablar de las amistades en la iglesia. Me pareció que, si bien
muchas de estas mamás eran buenas administradoras de las relaciones de
sus hijas, algunas mostraron tener el corazón literalmente roto por sus hijas
cuando surgió el tema. Por supuesto que es algo que he experimentado.
Déjame darte dos consejos.
1 Sé ejemplo de una amistad bíblica. Supongo que ya he dicho esto,
pero a veces es necesario repetir una verdad básica. Debemos ser
ejemplo de una amistad bíblica. En el libro de tu hija, he incluido seis
factores de la verdadera amistad. A medida que leas este contenido,
considera si estás siendo ejemplo o no de estas cualidades bíblicas en
tus propias relaciones. Eso ayudará mucho a tu hija para que tenga
buenas amistades.
2 Crea oportunidades para que tu hija hable de lo que está mal en
sus relaciones. Sé que se te rompe el corazón cuando tu hija
experimenta momentos de chicas malas, amigas falsas o acoso escolar.
Incluso puedes sentirte tentada a evitar la conversación porque te duele
demasiado. Créeme. Te entiendo. Sin embargo, la mejor manera de
ayudarla es crear oportunidades para que te cuente cuándo experimenta
estas situaciones dolorosas.
En general, los niños no hablan con adultos sobre el acoso escolar. Esto
incluye a sus padres, consejeros, maestros, entrenadores y líderes juveniles.
Debes convertirte en una detective y descifrar pistas para saber si tu hija
puede ser víctima de una chica mala. Y debes ser muy valiente para
descifrar pistas, que podrían revelar que ella es la única mala. Tal fue el
caso de Joselyn.
UN CASO REAL:
JOSELYN
Joselyn pasa la mitad de su tiempo en la casa de su madre cristiana y la
mitad del tiempo en la casa de su padre biológico. Su madre le enseña a
controlar su comportamiento, pero su padre le explica que es saludable
expresar su enojo. Su madre estaba al tanto del conflicto en la filosofía
de la crianza de su hija, pero no tenía ni idea de lo mucho que había
empezado a creer lo que su padre le estaba enseñando.
Todo llegó a un punto crítico un día en la escuela. Una niña que había
estado acosando a Joselyn la empezó a molestar en el patio de recreo.
Esa fue la gota que rebasó el vaso para Joselyn, quien reaccionó con un
torrente de rabia y violencia. Agarró a su acosadora por el cabello y la
arrastró por todo el patio de recreo. Estaba a punto de golpearla con
un palo, pero una maestra intervino.
Su madre dijo: “Fue escalofriante ver las imágenes de vigilancia del
patio de recreo de la escuela y observar que su hija estaba haciendo
algo tan horrible”.
La madre de Joselyn me pidió que te dijera que fueras valiente y que
estés dispuesta a descifrar las pistas en la vida de tu hija para saber si está
siendo mala. Me rogó que te animara a preguntarle a tu hija con regularidad
si está siendo acosada o si está siendo tentada a ser mala. Ella cree que, si
hubiera sabido lo mal que estaba, podría haber ayudado a Joselyn antes que
hiciera un daño irreparable. Después del hecho, tuvo que cambiar a su hija
de escuela para poder comenzar de nuevo.
Haz una pausa y formúlate estas difíciles preguntas.
HABLA CON DIOS:
Usa Filipenses 2:3-4 para evaluar la forma en que tú y tu hija buscan las
amistades. Lee detenidamente el versículo y hazte preguntas basadas en la
instrucción. ¿Eres egoísta? ¿Intentas impresionar a los demás o eres
humilde en tus interacciones? ¿Piensas más en los demás que en ti? ¿Te
ocupas más de las necesidades de los demás o principalmente de las tuyas?
Tómate un tiempo para hacer una reflexión sincera, luego pregúntale a Dios
qué debes hacer para elegir tus amistades conforme a su verdad. Escribe tu
oración en las líneas de abajo.
No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es
decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. No se ocupen
solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los
demás (Filipenses 2:3-4).
__________________________
__________________________
__________________________
__________________________
HABLA CON TU HIJA:
Ahora que has orado, invita a tu hija a leer el capítulo 10 de su libro
mientras tú examinas el mismo contenido aquí en tu libro. He escrito
algunas notas para ti en los márgenes. Tal vez desees agregar tus propias
notas para cuando llegue el momento de conversar sobre este capítulo con
tu hija.
Mentiras sobre la amistad
SOFÍA:
Estoy muy ENOJADA CON GLORIA. ¡OTRA VEZ!
Me dijo que “no tiene amigas”. ¡Hoy, a la hora del almuerzo, me
dijo que de ahora en adelante se va a sentar con “Daniela y las
demás”! Vicky y yo nos sentamos solas. ¡Y Vicky tuvo el valor de
decirme que tal vez debería preocuparme menos por cuánto
extrañaré a Gloria! Me dijo que deberíamos pensar en cómo
podemos ayudarla, porque está preocupada de por qué haría algo
como esto.
Sofía está teniendo un mal día de amigas. ¿Alguna vez has tenido
uno de esos días? No nos sorprende. Casi todas las chicas han tenido un mal
día de amigas.
De hecho, las historias en la Biblia demuestran una cosa sobre la amistad.
¡Es difícil! La vida de Job se estaba desmoronando y sus tres mejores
amigos empeoraron su dolor.[1] Los primeros cristianos peleaban tanto que
decidieron no trabajar juntos y comenzaron diferentes ministerios e iglesias.
[2] Incluso Judas y Pedro, dos de los amigos más íntimos de Jesús, ¡le
fueron infieles antes de morir![3]
Si tus amistades no son perfectas, ¡únete al resto del mundo! No hay tal
cosa como una amiga perfecta. Sin embargo, Dios quiere que sigamos
aprendiendo. Aunque la Biblia nos recuerda que la amistad puede ser
difícil, también nos ofrece muchos consejos sobre cómo ser una buena
amiga. Una cosa que nos dice es lo siguiente:
VERDAD #17:
Todas necesitamos amigas fieles, y la mejor
manera de encontrar una es serlo.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #17:
Muchas niñas pasan por un período cuando sienten que “no tienen
amigas”. A veces podría ser cierto, pero, en general, es el resultado
de estar más centrada en sí misma que en los demás, ya que se trata
de un deseo de tener amigas en lugar de ser amiga. Veamos de qué
se trata.
Puede que reconozcas la historia de Laura y Karina en este
capítulo. La conté como un caso real anteriormente en este libro.
Parecía ser la historia indicada para que tu hija viera cómo es una
confrontación saludable, así que incluí una versión condensada en
este capítulo de tu libro. Espero que leerla le ayude a abrirse
contigo sobre el drama de la amistad o tal vez incluso sobre el
acoso escolar.
El 48% de las chicas que participaron en nuestra encuesta
respondió que había sido acosada. Alrededor del 9% nunca se lo ha
contado a nadie. No indagues, pero abre la puerta para que tu hija
hable contigo y te revele cualquiera de las formas en que otros la
han herido. Conocer su dolor te dará herramientas para ayudarla a
interpretar y responder bien, tal como lo hizo la madre de Laura.
Si necesitas profundizar en el tema, he escrito un libro que te puede
ayudar. Se llama: A Girl’s Guide to Best Friends & Mean Girls
(solo disponible en inglés). La combinación de estudio bíblico y
narrativa le ayudará a tu hija a hallar respuestas bíblicas sobre
cosas como las amigas falsas, el acoso escolar e incluso a entablar
amistades saludables con los chicos.
Sugerencias de conversación para la verdad #17:
El objetivo de esta conversación es utilizar los “seis factores de una
amistad verdadera”. Las dos listas comparan a una “amiga falsa”
con una amiga verdadera. Después de la tabla, le pido a tu hija que
considere con qué lista se identifica más. Pregúntale si está
dispuesta a comentarte su respuesta de manera sincera.
Una forma de animarla a revelar su corazón es abrirle el tuyo. Mira
los patrones de comportamiento de las “amigas falsas” comparados
con los de las amigas verdaderas. ¿Hay áreas en las que necesitas
tener una actitud más bíblica con respecto a las relaciones? Si es
así, dile a tu hija que sientes convicción de pecado y cuéntale qué
vas a hacer al respecto. Luego pregúntale si tiene algún área donde
le gustaría mejorar su manera de pensar sobre la amistad.
___________
E
n un capítulo anterior, vimos que fuimos creadas para ser
semejantes a Dios. Es decir, que fuimos creadas a su semejanza o
imagen. Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo
disfrutan de la comunicación entre ellos. Tú y yo fuimos creadas para ser
así también. Entonces, tu deseo de tener una amistad profunda, real,
verdadera y maravillosa es solo otro recordatorio de que fuiste creada para
ser como Dios. Necesitas amistades, y fueron hechas para experimentarlas.
Por eso me entristece tanto que chicas como tú crean esta mentira.
MENTIRA: “NO TENGO AMIGAS”.
Puede ser cierto que no tengas una amiga íntima para pasar el rato o que no
eres la chica más popular de tu grado. Puede ser cierto que te acabas de
mudar a una nueva ciudad y todavía no has conocido a nadie. ¡Incluso
puede ser cierto que acabas de tener un mal día de amigas HOY! ¿Pero es
realmente verdad que no tienes NINGUNA amiga?
Antes de responder esa pregunta, permíteme hacerte otra: ¿qué es una
amiga? Obviamente, una amiga es alguien con quien pasas el rato. La
Biblia tiene mucho que decir acerca de lo que hace que una persona sea una
verdadera amiga. Aquí hay cinco cosas que nos muestra cuáles son las
diferencias entre una amiga falsa (aquella que es amiga un día y una
enemiga al siguiente) y una amiga verdadera.
SEIS FACTORES DE UNA AMISTAD VERDADERA
AMIGAS FALSAS
1. Aman cuando les conviene.
2. Pasan tiempo contigo cuando les viene bien.
3. Guían a otras chicas a tomar decisiones que causan daño.
4. Quieren que los demás las sirvan.
5. Se concentran en sí mismas y les molestan las necesidades de los demás.
6. Dicen lo que la otra parte quiere escuchar, sin importar cuán cierto sea o
no. Mantienen la amistad a cualquier costo.
AMIGAS VERDADERAS
1. Aman en todo tiempo (Proverbios 17:17).
2. Son leales y fieles (Proverbios 20:6).
3. Dan buenos consejos que te ayudan a tomar decisiones sabias
(Proverbios 13:20).
4. Sirven a los demás (Juan 15:13).
5. Se concentran en las necesidades de los demás (Filipenses 2:4).
6. Siempre dicen la verdad, incluso cuando es muy difícil y pueda poner en
riesgo la amistad (Proverbios 27:6).
Ahora bien, tengo otra pregunta: Mientras leías esas cosas, ¿te
preguntaste si TIENES amigas como esas O te preguntaste si
ERES esa clase de amiga?
Casi todas tendemos a preocuparnos si tenemos verdaderas amigas, en
lugar de preocuparnos por si somos o no una verdadera amiga. ¡Aquí hay
una verdad de oro que necesito bastante a menudo!
VERDAD DE ORO:
“El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y
amigo hay más unido que un hermano” (Proverbios 18:24, RVR-
1960).
¡Increíble! La Biblia dice que una persona que tiene amigos es la que se
muestra “amiga”. En otras palabras, tiene las cualidades de una verdadera
amiga. ¿Eres una buena amiga?
Esto me lleva a una historia de amistad buenísima. Laura y Karina
crecieron juntas debido a que sus madres eran amigas cercanas. Se
encontraban para jugar desde que iban a preescolar.
En la escuela secundaria, los padres de Karina se divorciaron y las
madres de las niñas se separaron. Laura extrañaba a Karina, pero Karina
había empezado a ser muy agresiva con sus palabras.
Laura recibió un buen consejo de su madre, y oraron juntas por esa
situación. Al día siguiente, Laura le dijo a Karina: “Sé que estás pasando
por un momento difícil. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte? Haré lo
que sea, pero tienes que ser buena conmigo”.
Laura estaba…
¿Puedes decir que fue una “VERDADERA AMIGA”?
Karina se disculpó. Y hoy las chicas vuelven a ser buenas amigas.
En lugar de andar por ahí diciendo: “No tengo amigas”, tal vez podrías
tratar de mirar alrededor y preguntarle a Dios: “¿Quién necesita una
amiga?”.
VERDAD #18:
Cada palabra que pronuncias y cada pensamiento
que tienes sobre alguien deben agradar a Dios.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #18:
Aquí hay una estadística que te hará querer criar a una buena hija.
Cuando los espectadores intervienen, el acoso escolar se detiene en
diez segundos, el 57% de las veces.[4] En nuestra encuesta a niñas
preadolescentes, el 11% ha sido testigo de una persona mala, pero
no hizo nada para proteger al blanco de tal crueldad.
Mi corazón de madre se rompe al pensar que mis hijas son el
blanco de las chicas malas. Creo que podría doler aún más
enterarme de que ella es la que acosa a las demás. El 18% de las
chicas que participaron en nuestra encuesta admitió haber sido una
chica mala o una acosadora. Me voy a aventurar a sugerir aquí que,
probablemente, no incluyeron la interacción con sus hermanos y
sus padres cuando seleccionaron esa opción. De lo contrario, el
porcentaje hubiera sido el de una gran mayoría.
Tener bondad en nuestros labios no es algo natural. Somos
propensas a decir cosas malas, chismes y calumnias. En la
actualidad, muchas chicas incluso usan malas palabras para
saludarse entre las mejores amigas. Usar lenguaje grosero y vulgar
en broma puede considerarse normal, pero no es agradable para
nuestro Padre celestial.
La Palabra de Dios dice que cada palabra que pronunciamos y cada
pensamiento que tenemos deben agradarle. Ese es un estándar alto,
pero es el que tú y yo necesitamos establecer para nosotras y para
nuestras hijas.
Pregunta clave:
Cuando somos testigos de una agresión, pero no decimos ni
hacemos nada, ¿qué muestra eso de la condición de nuestro
corazón?
Sugerencias de conversación para la verdad #18:
Esta conversación necesita una gran infusión de gracia. Aplícala
generosamente.
A menudo somos el blanco de las malas actitudes, las palabras
hirientes o el enojo de nuestra hija. En otras ocasiones, sus
hermanos pueden llevarse la peor parte. Si no tenemos cuidado,
concentraremos nuestros esfuerzos de madre en prohibir un
comportamiento de nuestra hija porque estamos desesperadas por
ver un cambio en ella.
Controlarla sin tratar de entender por qué está diciendo malas
palabras es poco probable que produzca un cambio de corazón a
largo plazo. Ve más despacio. Tómate el tiempo necesario para
ayudarla a descubrir por qué es mala y cómo cambiar su corazón.
Evita señalarle el momento más reciente en que dijo malas palabras
o usó un lenguaje desagradable o incluso el haberlo hecho. En
cambio, hazle preguntas para que abra su corazón:
“¿Sufriste acoso escolar alguna vez?”.
“¿Alguna vez has sido una chica mala?”.
“¿Puedes identificarte con lo que la Biblia dice acerca de cuánto
cuesta domar la lengua?”.
¡Si ella admite no ser una buena chica, has comenzado a ganar la
batalla! La confesión es un gran paso. Recuerda eso y responde con
ternura a la vez que la ayudas a ser responsable de los nuevos
hábitos.
Si ella se niega a admitir que es mala y tú sientes que tiene un
patrón que debe cambiar, prepárate en oración para confrontarla
con cuidado. Te sugiero que comiences indirectamente con
preguntas como estas:
“¿Ser mala siempre está bien?”.
“¿Qué pasa si una persona es mala contigo primero?”.
“¿Alguna vez fuiste mala porque sentiste que la otra persona
empezó?”.
Este (o algún otro patrón de pecado) podría ser un punto ciego para
tu hija. Ayudarla a ver ese problema puede ser un poco doloroso,
pero podría salvarla de toda una vida de pecado y relaciones rotas.
Recuerda que la Biblia dice que “más confiable es el amigo que
hiere” (Proverbios 27:6, NVI).
___________
E
s “normal” que niñas de todas las edades, incluso las MAMÁS,
tengan “amigas falsas” y, en ocasiones, que sean “chicas
malas”.
Muchas chicas han experimentado momentos de “chica mala”.
Casi la mitad de las niñas que participaron en nuestra encuesta dice
haber sido víctima de acoso escolar (probablemente, sea mucho
más alto que en otras encuestas).
El 29% de las niñas dice haber sido agresiva con otros o que se
mantuvieron al margen y dejaron que sucediera sin hacer nada para
detenerlo.
Porque es tan común, muchas chicas creen esta mentira.
MENTIRA: “ESTÁ BIEN SER MALA”.
Las chicas siempre han creído esta mentira. Incluso hay historias en la
Biblia de mujeres adultas que se trataron entre sí realmente mal. (¡A veces
las chicas siguen siendo malas de grandes!). Creo que esas historias
pusieron muy triste a Dios. Y sé que las mujeres se entristecieron, porque
las historias lo cuentan.
Sin embargo, creo que hoy día son mucho más malas. Por un
lado, ¡las chicas usan “palabras de chicas malas” para saludarse unas a
otras! Cuando quieren saludar a una buena amiga que no han visto por un
tiempo, podrían decir algo como: “¡¡¿¿Cómo andas, feota??!!”.
¡NO PUEDO SOPORTARLO! ¡NO SEAN
MALAS!
Las palabras tienen poder. ¡Dios creó esta tierra con PALABRAS! Y, si
fuimos creadas a su imagen, nuestras palabras también tienen poder. No
tanto poder como el de Él, pero aun así es mucho.
Nunca he creado una montaña o una estrella, pero he “creado” la amistad,
el valor, la esperanza y la fe con las palabras que digo. También he “creado”
la ira, el miedo y la tristeza. ¿Sabes lo que quiero decir? ¿Alguna vez tus
palabras han “creado” malos sentimientos?
Santiago 3 habla de domar nuestra lengua. Dice que las personas han
domado todo tipo de animales salvajes, aves, reptiles y criaturas marinas,
¡PERO NADIE PUEDE DOMAR LA LENGUA!
Después nos recuerda que nuestra lengua alaba a Dios, pero al mismo
tiempo a veces maldice a las personas. Y dice que esto no debería ser así.
No, no puedes domar tu lengua, pero ¿sabes quién puede? Dios. Y Él nos
ha dado muchas enseñanzas en la Biblia para ayudarnos. Aquí hay una de
mis verdades de oro favoritas, porque puedes expresarla como una oración
a Dios.
VERDAD DE ORO:
“Que las palabras de mi boca y la meditación de mi
corazón sean de tu agrado, oh Señor, mi roca y mi
redentor” (Salmos 19:14).
Si afirmas ser cristiana y bendices a Dios con esa lengua, también debes
usarla para bendecir a las personas. Dios escucha cada palabra que dices a
las personas y conoce cada palabra que piensas sobre ellas.
Esto significa no más chicas malas.
Si has sido mala con alguien como una amiga o un hermano, este es un
buen momento para contarle a otro tu pecado (consulta la página 96).
Confiésale a Dios tus momentos de “chica mala” y pídele que te perdone.
Luego cuéntaselo a tu mamá. Pídele que te ayude a usar palabras que sean
amables.
¿Sabes de qué más es importante hablar? Si alguna persona ha sido mala
contigo. No creas la mentira de que nadie necesita saberlo. Y no te
avergüences de ello. TODAS han tenido momentos en que otra persona ha
sido mala con ellas. ¿Podrías hacerme un favor? En este momento, quiero
que vayas a contarle a tu mamá o a tu papá la última vez que alguien fue
malo contigo. ¡Estoy bastante segura de que te hará sentir mucho mejor!
(Me hace sentir mejor con tan solo pensarlo).
NOTAS PARA MAMÁ
Dado que el trabajo de laboratorio de tu hija es el mismo
independientemente del contenido del capítulo, solo proporcioné
ideas sobre cómo interactuar con tu hija al final del capítulo 4.
Puedes consultar las “Notas para mamá”, si necesitas repasarlas.
___________
Toma tus lápices. Es el momento de profundizar en la verdad.
LA
MENTIRA LA VERDAD
No tengo • Necesitas preocuparte menos por tener amigas
amigas. y más por ser amiga.
• Necesitas amigas fieles, y la mejor manera de
encontrar amigas es serlo (Proverbios 18:24).
• La amistad es difícil. Incluso Jesús (que era un
amigo perfecto) tuvo problemas con sus
amigos (Lucas 22:47-62).
• No hay amistades perfectas.
Está bien ser • Es “normal” ser mala, pero aun así es pecado.
mala.
• Dios quiere que seas buena (Efesios 4:32).
• Las palabras tienen poder (Santiago 3:8).
• No debes alabar a Dios con tu lengua y
maldecir a las personas con la misma lengua
(Santiago 3:10).
• Las palabras que dices y los pensamientos que
tienes sobre los demás deben agradar a Dios
(Salmos 19:14).
ESTOY CONVENCIDA DE LA VERDAD
¡Es tu turno de ser autora!
¿Has creído alguna de estas mentiras sobre la
amistad? Marca con una X cualquiera de LAS
MENTIRAS de este capítulo que hayas creído.
¿En qué verdad necesitas pensar todo el tiempo,
TODOS LOS DÍAS? Echa un vistazo a LA VERDAD que
hemos descubierto juntas. Ahora encierra en un
círculo la que te parezca importante considerar.
A continuación, comienza a pensar en ella todo el
tiempo, TODOS LOS DÍAS. Puedes empezar por
escribir una oración a Dios, un versículo bíblico que
sea de ayuda o algunos pensamientos que no quieras
olvidar en el espacio de abajo.
Ayuda a Sofía a creer la verdad
¡Es el momento de dar un consejo a Sofía!
Sofía tiene una decisión que tomar. ¿Seguirá el consejo de Vicky y tratará
de ayudar a Gloria? ¿Debería hacerlo?
¿Qué le dirías que hiciera?
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
La verdad y mentiras sobre el futuro
D
esde que Satanás tentó a Eva en el huerto del Edén, ha estado
atacando a las mujeres y el propósito de Dios para sus vidas. La
revolución feminista ha sido parte de este ataque en Occidente.
No me malinterpretes: estoy agradecida de poder ser dueña de propiedades,
votar y ganar tanto dinero como mi esposo. Seguramente, tú también. Estas
son cosas buenas. Y, aunque las mujeres ahora tienen muchas de las mismas
habilidades que los hombres y, prácticamente, las mismas oportunidades,
creo que perdimos algo en la búsqueda de la igualdad.
Parece que hay poco en nuestra cultura hoy día que aprueba la decisión
de una mujer de hacer de su rol de esposa y madre su única vocación. No
quiero decir que deba ser su principal objetivo en la vida. Conocer y servir a
Cristo en cualquier ocupación vocacional es lo único que merece tal honor.
Sin embargo, en algún punto del camino parece que hemos perdido la
libertad de disfrutar de ser esposa y madre. La postura de que la formación
académica y la carrera profesional son más valiosas que la búsqueda de una
familia continúa ganando impulso como una mentalidad cultural.
Como mencioné en el capítulo 3, alrededor del 33% de las mamás de
nuestros grupos de enfoque estaba preocupada de que sus hijas estuvieran
más concentradas en los objetivos profesionales que en las aspiraciones
familiares. (¡No perdamos de vista el hecho de que estas niñas tienen entre
siete y doce años, y ya están considerando una educación superior!). No era
que estas mamás no estuvieran de acuerdo en que sus hijas fueran a la
universidad o incluso que tuvieran una carrera profesional algún día. Sí, lo
estaban. Simplemente, estaban alarmadas por la obsesión de sus hijas de ser
estudiantes con calificaciones perfectas, o lo que percibían como
conversaciones prematuras sobre la universidad y la carrera profesional.
También notaron que, en contraste, sus hijas carecían de entusiasmo cuando
trataban de hablar con ellas sobre la posibilidad futura del matrimonio y la
maternidad.
Me alegro de tener un título universitario. Y Bob y yo hemos alentado a
nuestras hijas a buscar una formación académica también. Una ha obtenido
una licenciatura en ciencias y está considerando estudios de posgrado
mientras escribo este libro. La otra asistió a un programa de certificación
bíblica donde aprendió métodos inductivos para el estudio de la Palabra de
Dios. ¡Ha usado esa maestría para leer la Biblia cinco veces! También ha
sido un placer ver a mis hijas jóvenes adultas cursar los primeros años de
sus carreras universitarias.
Sin embargo, ¿por qué a las niñas y a las mujeres jóvenes no les gusta la
idea de formar una familia? ¿No es importante también?
Echa un vistazo a este versículo de 2 Timoteo. Léelo todo, con especial
atención a lo que he subrayado para enfatizar, y luego te mostraré una
poderosa verdad que hay en ella. Cuando descubrí este secreto, cambió mi
manera de dirigirme a mis hijas para sembrar en ellas el deseo del
matrimonio y la maternidad.
VERDAD DE ORO:
“Timoteo, es bueno que sepas que, en los últimos días,
habrá tiempos muy difíciles. Pues la gente solo tendrá
amor por sí misma y por su dinero. Serán fanfarrones y
orgullosos, se burlarán de Dios, serán desobedientes a
sus padres y malagradecidos. No considerarán nada
sagrado. No amarán ni perdonarán; calumniarán a otros
y no tendrán control propio. Serán crueles y odiarán lo
que es bueno. Traicionarán a sus amigos, serán
imprudentes, se llenarán de soberbia y amarán el placer
en lugar de amar a Dios. Actuarán como religiosos pero
rechazarán el único poder capaz de hacerlos obedientes
a Dios. ¡Aléjate de esa clase de individuos!” (2 Timoteo 3:1-5).
Pablo instó a Timoteo a estar atento a que en los últimos días vendrían
tiempos difíciles. Enumeró varias actitudes y acciones negativas, incluso el
hecho de que las personas “no amarán” (v. 3). Una versión dice que serán
personas “sin amor”.[1] En la lengua griega original, la palabra astorgos[2]
(que se refiere al amor de la familia) se usa para indicar el tipo de amor que
carecen. En los últimos días, las personas ya no tendrán amor por su familia
incluso por el concepto de familia. No querrán casarse ni tener hijos.
Ver esto claramente me inspiró a repeler el ataque cultural que tiene como
blanco el matrimonio y la maternidad. En respuesta, he hecho todo lo
posible para sembrar la verdad de que el matrimonio es una hermosa
imagen de Cristo y la Iglesia. Y es una digna vocación reflejar esa imagen.
¿Y ser madre? Es la mejor labor que he cumplido. Sin excepción. Y he
tenido algunas experiencias profesionales muy interesantes, como luchar
por la castidad y la cura en las líneas del frente de batalla del VIH/SIDA en
Zambia, dar charlas como parte de las conferencias TED [Tecnología,
Entretenimiento, Diseño, por sus siglas en inglés] y… bien, escribir este
libro para ti. Sin embargo, nada se compara con dar a luz, abrazar a un
recién nacido, ver a mis bebés dar sus primeros pasos, ayudarlos a hacer la
tarea, ver cómo aprenden a hacer cosas nuevas y tener tres jóvenes adultos
increíbles para aportar a este mundo.
¿Te parece demasiado pronto para hablar con tu niña preadolescente
sobre la posibilidad de convertirse en esposa y madre? Si es así, vuelve a
leer el capítulo 2. Nunca es demasiado pronto para sembrar la verdad
bíblica en tu hija.
Un signo de la actitud negativa de nuestra cultura hacia la familia es el
aumento de la edad en que contraen matrimonio. En 1960, la edad
promedio del primer matrimonio para las mujeres era de veinte años. Los
hombres tenían veintidós años. Hoy es veintisiete para las mujeres y
veintinueve para los hombres.[3] Creo que dos de los factores que han
favorecido este cambio son la priorización de la formación académica y la
carrera profesional por encima del matrimonio, así como la devaluación del
sexo hasta el punto de no considerar que se deba reservar para la noche de
bodas.
La Palabra de Dios enseña que “es mejor ser dos que uno” (Eclesiastés
4:9), y que debemos “[honrar] el matrimonio” (Hebreos 13:4). También
asevera: “Los hijos son un regalo del SEÑOR; son una recompensa de su
parte” (Salmos 127:3). Nunca nos instruye a obtener títulos de posgrado o a
ganar suficiente dinero para vivir en una casa grande y tener un título
distintivo.
Para ser claras, los roles del matrimonio y la maternidad no son las únicas
posibilidades maravillosas que podrían estar en el futuro de tu hija. La
Biblia nos instruye a esforzarnos para poder presentarnos delante de Dios y
recibir su aprobación (2 Timoteo 2:15). Eso podría ser como médicas,
abogadas, maestras o matemáticas. Hay infinidad de maneras en que tu hija
puede servir al Señor y al prójimo. Sin embargo, eso no le impide estar
entusiasmada por convertirse en esposa y madre algún día, si eso es lo que
Dios quiere para ella en un futuro. Por supuesto, es posible que el plan de
Dios implique que ella lo sirva como una mujer soltera, ya sea a corto o
largo plazo. Aun así, está bien sembrar en ella el deseo de valorar el
matrimonio y la maternidad.
Tengamos cuidado de usar la Palabra de Dios, no nuestra mentalidad
cultural, para preparar a nuestras hijas para un futuro hermoso.
HABLA CON DIOS:
Con base en lo que acabas de aprender sobre 2 Timoteo 3:1-5, escribe
una oración a Dios para pedirle que te ayude a despertar amor por la familia
en tu hija. Escribe tu oración en las líneas de abajo.
“Timoteo, es bueno que sepas que, en los últimos días, habrá tiempos muy
difíciles. Pues la gente solo tendrá amor por sí misma y por su dinero.
Serán fanfarrones y orgullosos, se burlarán de Dios, serán desobedientes a
sus padres y malagradecidos. No considerarán nada sagrado. No amarán
ni perdonarán; calumniarán a otros y no tendrán control propio. Serán
crueles y odiarán lo que es bueno. Traicionarán a sus amigos, serán
imprudentes, se llenarán de soberbia y amarán el placer en lugar de amar
a Dios. Actuarán como religiosos pero rechazarán el único poder capaz de
hacerlos obedientes a Dios. ¡Aléjate de esa clase de individuos!”
(2 Timoteo 3:1-5).
__________________________
__________________________
__________________________
__________________________
HABLA CON TU HIJA:
Ahora que has orado, invita a tu hija a leer el capítulo 11 de su libro
mientras tú examinas el mismo contenido aquí en tu libro. He escrito
algunas notas para ti en los márgenes. Tal vez desees agregar tus propias
notas para cuando llegue el momento de conversar sobre este capítulo con
tu hija.
Mentiras sobre la amistad
SOFÍA:
¡Hoy Daniela nos dijo que irá a la UNIVERSIDAD DE
HARVARD, y que algún día será propietaria de un
importante laboratorio científico! Muchas se rieron de
ella, pero creo que podría ser cierto. Ella es la chica más
inteligente de toda la clase. Lo siguiente que supe es que Carla dijo
algo que hizo que todas se rieran aún más fuerte. Dijo que quiere
ser esposa y madre. Una dijo: “¡¿No sabes que deberías desear
más que eso?!”. Me quedé callada y un poco triste, pero no sé
por qué.
VERDAD #19:
Ser esposa y madre es una labor buena y valiosa.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #19
¿Te sueles sentir insignificante en tu rol de esposa y/o madre? Si es
así, tu hija lo notará, y podría afectar cómo se sienta ella al
desempeñar estos roles un día. Identifica cualquier mentira que
puedas haber creído sobre estos roles y reemplázala
deliberadamente con la verdad de Dios.
En el capítulo 5 de Mentiras que las mujeres creen, Nancy
responde a esta mentira: “Mi trabajo en el hogar no es tan
importante como el trabajo u otras actividades que hago fuera del
hogar”. Te recomiendo que lo leas, si aún no lo has hecho. Sus
pensamientos expresan lo que encontramos en Tito 2, donde Pablo
alienta y define la feminidad bíblica. Mucho de lo que él escribe
hace referencia a nuestro matrimonio, la crianza de los hijos y las
tareas domésticas.
Al examinar este pasaje a la luz de otros pasajes de las Escrituras,
Nancy nota algunas cosas que el apóstol no está diciendo:
No está diciendo que las mujeres solo deberían trabajar en casa.
No está sugiriendo que las mujeres son las únicas responsables de
todas las tareas de la casa.
No nos está prohibiendo trabajar fuera del hogar.
No está prohibiendo que recibamos una remuneración por tal
trabajo.
No está implicando que las mujeres no tienen lugar en la esfera
pública.
Nancy infiere que lo que Pablo está diciendo es que nuestro hogar
es importante. El trabajo que hacemos allí tiene valor eterno.
No perdamos la oportunidad de disfrutarlos y usarlos para
glorificar a Dios.
A medida que vivas esto en tu propia vida, tu hija tendrá un mayor
deseo de experimentarlo en su propia vida.
Sugerencias de conversación para la verdad #19:
Esta conversación tiene el potencial de ser muy divertida. Puedes
comenzar por preguntarle a tu hija qué quiere ser cuando sea
grande. No hay respuestas equivocadas. Dios planta el deseo. Así
que solo indaga y disfruta al soñar con ella.
Si ella incluye en su lista ser esposa y madre, comienza a indagar
esos temas. Hazle preguntas como:
“¿Cuántos hijos tendrías?”.
“¿Qué cualidades te gustaría encontrar en un marido?”.
No tienes que evitar estos temas solo porque pertenecen al futuro.
Hablar de ellos es lo que te da la oportunidad de plantar las
semillas de la verdad.
Si ella no los incluye, de igual forma está bien, pero pregúntale por
qué no lo hizo. Usa el flujo natural de la conversación para abrirle
tu corazón y hacerle algunas preguntas reflexivas y delicadas:
“Soy muy feliz de ser madre. ¿Te gustaría ser madre algún día?”.
“Conocí a tu papá cuando estudiaba en la universidad. Estar
casada con él es una de las mejores experiencias de mi vida.
¿Quieres casarte algún día?”.
Tómate un tiempo para decirle por qué eres feliz de ser su madre.
Quizás puedas hablarle de cuando ella nació y qué sentiste a partir
de ese momento.
Pregunta clave:
La revista Forbes afirma que una madre debería ganar 115.000
dólares al año, en función de lo que hace, las horas que trabaja y el
dinero que ahorra a la familia.[4] Estupendo, pero ¿puede
realmente cuantificarse?
___________
“¿Qué quieres ser cuando seas grande?”.
¡Esta es una pregunta que la gente empieza a hacerte desde que vas a ‐
preescolar! Pues bien, ¿qué quieres SER cuando seas grande? Escribe tus
tres opciones principales a continuación:
1. ______________________
2. ______________________
3. ______________________
Estás creciendo en un momento muy interesante de la historia para las
mujeres y las niñas. Puedes hacer casi CUALQUIER COSA que
quieras cuando seas grande, pero no siempre fue así. ¿Sabías que en el
pasado las mujeres no podían poseer propiedades, votar o incluso ganar
tanto dinero como los hombres? Es verdad.
La Biblia nos cuenta historias de muchas mujeres que hicieron un buen
trabajo (pagado o gratuito para ayudar a otros) fuera de sus hogares. Eso
nos muestra que Dios podría estar planeando para ti una carrera profesional
fuera del hogar en el futuro.
Sin embargo, hay un problema: muchas chicas están tan obsesionadas con
todo lo que DESEAN SER, que no se toman un momento para
preguntarle a Dios qué es lo que DEBEN SER. De hecho, piensan que
una de las mejores tareas que Dios quería que las mujeres desearan: ser
esposa y madre, no es tan importante. ¡Algunas incluso piensan que es una
mala idea tenerlo como objetivo en la vida!
Están creyendo una mentira:
MENTIRA: “NO TIENE NADA DE GENIAL
SER UNA SIMPLE ESPOSA Y MADRE”.
Creo que realmente es una gran mentira, por lo que tengo dos verdades de
oro para ti.
VERDAD DE ORO:
“Después, el Señor Dios dijo: ‘No es bueno que el
hombre esté solo. Haré una ayuda ideal para él’” (Génesis
2:18).
Este versículo muestra por qué Dios creó a Eva. Dios no decidió hacerla de
repente en el último minuto. La había planeado desde siempre. No obstante,
primero quería que Adán viera que necesitaba a alguien con diferentes
cualidades y fortalezas que lo ayudara. Después de eso, Dios hizo a Eva.
Algunas personas piensan que la palabra ayuda significa que Eva no era
tan valiosa como Adán, ¡pero no entienden el significado de esta palabra! El
libro de Génesis se escribió originalmente en el idioma hebreo, no en
inglés. La palabra para ayuda era ezer. En este versículo, describe a Eva
como la ayuda de Adán; pero, en muchos otros versículos de la Biblia, ¡esta
palabra describe a DIOS COMO NUESTRA AYUDA! Esta es una de
las maneras especiales en que nosotras, como mujeres, llegamos a ser
semejantes a Dios. (¿Recuerdas que algunos capítulos atrás vimos que
fuimos creadas para ser semejantes a Él?).
Cuando lo piensas de ESA manera, ser una ayuda es muy valioso. Si
tienes el deseo de ser esposa algún día, es un buen deseo y puedes estar
orgullosa de ello. ¡Es una de las mejores tareas que Dios podría pedirte que
hicieras!
La segunda verdad de oro que quiero que conozcas es esta. Ya hemos
usado este versículo de la Biblia para combatir otra mentira, pero creo que
vale la pena verlo otra vez.
VERDAD DE ORO:
“Los hijos son un regalo del Señor; son una
recompensa de su parte” (Salmos 127:3).
A todas nos gusta recibir regalos y recompensas, ¿verdad? En este versículo
se califica a los hijos como “un regalo” y “una recompensa”. Aun así, a
algunas mujeres no les gusta la idea de ser madre. Aún más triste para mí, a
veces, cuando son madres, se quejan mucho de serlo. No lo ven como un
regalo o una recompensa.
Esta es una gran mentira en nuestro mundo de hoy, y una que no entiendo
en absoluto.
Cuando era niña, había tres cosas que quería ser cuando fuera grande:
esposa, madre y maestra de la Biblia. ¡Y las quería en ese orden! Aunque
también soy una exitosa escritora, conferencista y maestra de la Biblia,
tareas que me encantan, la MEJOR TAREA DE TODAS ha sido la de
esposa y madre.
No todas las mujeres LLEGARÁN A SER esposas y madres, pero la
mayoría sí. Entonces, espero que estés tan entusiasmada como yo con esta
labor.
Esto es lo que creo que debes hacer: dile a Dios que quieres complacerlo
y que estás dispuesta a ser en el futuro lo que Él haya planeado para ti. ¡Él
te creó, y sabe PARA QUÉ te destinó! Si Él quiere que seas esposa y
madre, estoy segura de que serás una gran esposa. También podría querer
que tuvieras dos profesiones, como yo, y te dará la sabiduría que necesitas
para ser esposa y madre, mientras también cumples tu responsabilidad en
otras cosas. O tal vez no te casarás ni tendrás hijos porque Dios tiene otra
cosa en mente para ti.
Una cosa sé, Él ya lo sabe y ya te está preparando. De hecho, ¡vamos a
hablar de nuestra última gran VERDAD!
VERDAD #20:
Te estás convirtiendo en lo que un día serás.
NOTAS PARA MAMÁ
Acerca de la verdad #20
Vivimos en una cultura de “microondas”. Lo queremos al instante.
¡Ya mismo! La mentalidad de que debemos “tenerlo ahora”
prevalece en todo lo que hacemos. Un gran efecto secundario es
que la capacidad de atención humana es de unos ocho segundos.[5]
Sucumbir a esta mentalidad hará que tu hija sufra bastante en el
futuro. ¿Cómo responderá cuando no quede seleccionada para
formar parte del equipo de fútbol en la escuela secundaria? ¿En qué
fortaleza de carácter se apoyará cuando sea soltera y anhele tener
un marido? ¿Cómo soportará la esterilidad o la enfermedad si no ha
aprendido la práctica de la paciencia, la longanimidad y la espera
en Dios?
Una manera de prepararla es inculcarle que lo que ella experimenta
ahora afectará su futuro. Enseñarle a desarrollar una visión a largo
plazo para los próximos años, también le ayudará a adquirir una
perspectiva que le permita enfrentar los momentos difíciles.
Acerca de la verdad #20
Si siembras frijoles, vas a cosechar frijoles. Lo que estés
sembrando y cultivando en tu hija crecerá y será algo algún día.
Esta es tu oportunidad de afirmar eso.
Una excelente manera de terminar el trabajo de laboratorio de
Mentiras que las niñas creen es conseguir algunos frijoles y
sembrarlos. El ciclo de crecimiento de esta planta es rápido y fácil.
Coloca una o dos semillas en una taza con un poco de tierra para
macetas y riégala una vez al día. Pronto verás un brote y,
finalmente, verás una planta. Esta actividad es un gran recordatorio
visual para que tu hija vea que acaba de sembrar una gran verdad
en el terreno de su corazón. ¡Y que está CRECIENDO!
___________
¿E sta verdad te parece confusa? Déjame explicártela a través de una
historia. Cuando visité por primera vez la casa de mi amiga Nancy, noté
una interesante pieza de arte enmarcada en su sala de estar. Era una carta
que escribió cuando tenía siete años. Dice lo siguiente:
NANCY:
Queridos mami y papi:
El sábado supe que Dios había hablado a mi corazón y quería que
fuera una misionera para Él. Fue como si Él hubiera estado
delante de mí.
En ese momento, comencé a pensar… cómo una misionera les
hablaría a las personas. Les podría anunciar a TODOS esta
maravillosa noticia. Estoy muy feliz por eso. Solo sé que Dios me
ha llamado a ser una misionera para Él. Y creo que ser una
misionera es el mejor trabajo para mí.
Estoy muy feliz de que Dios quiera que yo sea una misionera para
Él.
Cuando Nancy era muy pequeña, ya se estaba convirtiendo en lo que es
hoy: una gran maestra de la Biblia y una escritora que guía a cientos de
miles de mujeres a acercarse más a Dios. Su ministerio, Revive Our Hearts
(Aviva Nuestros Corazones), ahora está en muchos países alrededor del
mundo. Creo que eso la hace una misionera. En todo el mundo, las mujeres
conocen su nombre y confían en ella. No esperó hasta que fuera adulta para
comenzar a ser una misionera. ¡Comenzó cuando tenía siete años!
Su historia ilustra esta sencilla verdad de Dios.
VERDAD DE ORO:
“No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la
justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra”
(Gálatas 6:7).
Si siembras frijoles, ¿qué cosecharás? ¡Frijoles! Si siembras calabacín, ¿qué
cosecharás? ¡Calabacín!
Este versículo bíblico dice que el mismo tipo de cosas sucede en nuestro
carácter. Si eres una chica que hoy lee la Biblia y ora, llegarás a ser una
mujer sabia, que ama la Palabra de Dios y una guerrera de oración en el
futuro.
Sin embargo, si eres una chica que pasas la mayor parte de tu tiempo en
Internet, jugando juegos de computadora o mirando películas, será difícil
que desarrolles un corazón que ame leer la Biblia y orar. Esas cosas no son
malas, y está bien disfrutarlas a veces; pero también necesitas esforzarte en
crecer y desarrollar lo que Dios espera que seas algún día. ¡Ya sea una dulce
esposa y tierna madre, una abogada, la esposa de un pastor, una médica, una
misionera o una combinación de todo lo anterior!
Este podría ser un buen momento para un breve comentario de Nancy.
La vida no puede ser toda diversión. Es importante que
también te dediques a desarrollar lo que serás cuando seas
grande. Eso podría significar practicar piano o aprender a
cocinar con tu madre. Podría significar estudiar la Biblia o
esforzarte más en tu tarea de matemáticas. Antes de hacer
algo, pregúntate: ¿qué valor tendrá esto en el futuro?
¿Parece demasiado difícil y como si fuera algo para mujeres mayores?
Si es así, podrías estar creyendo una mentira.
MENTIRA: “SOY DEMASIADO JOVEN
PARA ___________________”.
Esta mentira se manifiesta de muchas maneras diferentes para evitar que
chicas como tú siembren cosas buenas en sus vidas. A veces parece como
una de estas mentiras:
“Soy demasiado joven para leer mi Biblia”.
“Soy demasiado joven para orar”.
“Soy demasiado joven para hacer mi cama”.
“Soy demasiado joven para levantarme temprano”.
“Soy demasiado joven para ahorrar dinero”.
“Soy demasiado joven para entregar mi corazón a Cristo y ser
cristiana”.
Si estás leyendo este libro, no eres demasiado joven para hacer ninguna
de esas cosas. No te dejes engañar por la mentira de que lo que estás
haciendo hoy como jovencita realmente no importa. Sí importa. Si eres
disciplinada, serás disciplinada. Si eres buena, serás buena. Te estás
convirtiendo en lo que un día serás.
NOTAS PARA MAMÁ
Dado que el trabajo de laboratorio de tu hija es el mismo
independientemente del contenido del capítulo, solo proporcioné
ideas sobre cómo interactuar con tu hija al final del capítulo 4.
Puedes consultar las “Notas para mamá”, si necesitas repasarlas.
___________
Toma tus lápices. Es el momento de profundizar en la verdad.
LA
MENTIRA LA VERDAD
No tiene nada de • Dios creó a la mujer original, Eva, para que
genial ser una fuera ayuda del hombre original, Adán.
SIMPLE esposa ¡Cada mujer tiene esta capacidad de ayudar!
y madre. (Génesis 2:18).
• Los hijos son un “regalo” y una
“recompensa” (Salmos 127:3).
• Está bien querer una profesión fuera del
hogar si estás destinada para eso.
Soy demasiado • Te estás convirtiendo en lo que un día serás.
joven para Lo que siembres, cosecharás (Gálatas 6:7).
__________
ESTOY CONVENCIDA DE LA VERDAD
¡Es tu turno de ser autora!
¿Has creído alguna de estas mentiras sobre el
futuro? Marca con una X cualquiera de LAS
MENTIRAS de este capítulo que hayas creído.
¿En qué verdad necesitas pensar todo el tiempo,
TODOS LOS DÍAS? Echa un vistazo a LA
VERDAD que hemos descubierto juntas. Ahora
encierra en un círculo la que te parezca importante
considerar.
A continuación, comienza a pensar en ella todo el
tiempo, TODOS LOS DÍAS. Puedes empezar por
escribir una oración a Dios, un versículo bíblico que
sea de ayuda o algunos pensamientos que no quieras
olvidar en el espacio de abajo.
Ayuda a Sofía a creer la verdad
¡Es el momento de dar un consejo a Sofía!
Sofía vio que se burlaban de una chica que quería ser esposa y madre.
¿Crees que está bien que esa chica quiera estas cosas? ¿Hay algo que Sofía
pueda decirle a su amiga para que se sienta mejor?
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
N
uestro tiempo casi se ha acabado y no hemos cubierto todas las
mentiras que tu hija estará tentada a creer, pero no te preocupes.
Puedes continuar enseñándole la verdad que la hace libre.
Un recordatorio: este es un proceso que requiere mucha paciencia.
Mientras que puedes (y a veces deberías) prohibir un comportamiento
externo de tu hija cuando ves la evidencia de una mala raíz, es más
inteligente y, al fin y al cabo, más eficaz instruirla con dulzura en la verdad
llena de gracia. Aquí es vital que hables abiertamente sobre el pecado y la
tentación y alientes a tu hija a admitir sus faltas así como participar en el
proceso de tomar decisiones contigo sobre su comportamiento moral.
Lo que voy a enseñarte llevará mucho tiempo y hasta podría ser
frustrante, pero vale la pena el esfuerzo de ver un resultado a largo plazo. El
resultado será una joven que podrá tomar decisiones piadosas incluso
cuando tú no estés cerca, porque tendrá las raíces de la verdad arraigadas en
lo más profundo de su ser.
En los siguientes dos capítulos, te enseñaré un proceso de tres pasos para
reemplazar una mentira con la verdad. Luego, en el capítulo final, propongo
un tesoro de versículos bíblicos para que tú y tu hija mediten juntas.
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
Arranca las raíces
(Cómo reconocer e identificar las mentiras)
L
a madreselva.
¿Recuerdas arrancar el extremo de la flor y sostener el pistilo
con forma de hebra sobre tu boca abierta y esperar que la dulce
gota de néctar cayera sobre tu lengua? Ningún niño dijo nada malo de la
madreselva.
Mi granja tiene madreselvas. Montones. Cada primavera abro felizmente
mis ventanas cuando los arbustos emanan una fragancia espléndidamente
dulce.
Eso fue hasta el año pasado.
Comencé a notar problemas. Los senderos estaban tan llenos de
madreselvas que ya no podía montar mis caballos a través de ellos.
Además, había muchos árboles muertos. Mi arbusto lila luchaba por
florecer.
Sin darme cuenta, me había visto atraída hacia un invasor. El crecimiento
de la planta trepadora cubre los árboles de tal manera que derriba a muchos
de los más débiles. Sin embargo, son las raíces de la madreselva las que
hacen el mayor daño. Alteran los nutrientes del suelo, perturban el hábitat
subterráneo de los animales y dominan los bosques de todo el estado.
En este momento mientras escribo, está entrando a mi casa el olor a
madera quemada de un fuego en el patio trasero. Mi esposo se ha
embarcado en una guerra constante contra la madreselva. El granjero Bob,
como lo llamo, no solo está cortando el crecimiento superior de la planta,
sino que está arrancando y quemando sus raíces.
Si necesitas arrancar las raíces de una madreselva, pregúntale a Bob.
Si necesitas arrancar las raíces de la mentira que han hecho un escondrijo
en la mente y el corazón de tu hija, yo puedo ayudarte.
De cualquier modo, se deben arrancar las raíces o los comportamientos
que no te gustan se seguirán repitiendo. Finalmente, el pecado puede llegar
a dominar la vida de tu hija.
En este capítulo, analizaremos cómo identificar y desarraigar cualquier
mentira que ella pueda estar creyendo. En el siguiente capítulo, nos
centraremos en cómo sembrar la verdad para reemplazar las mentiras.
PENSAMIENTO MOLESTO
Gran parte de lo que tu hija cree depende de los pensamientos que tiene.
Sus pensamientos primero influyen en cómo se siente y luego en cómo se
comporta. Ambas cosas conforman y revelan las raíces de su sistema de
creencias.
Estoy convencida de que muchas mamás tendrían más cuidado con lo que
sus hijas ven, escuchan y experimentan, si realmente entendieran el poder
de los pensamientos. La ciencia médica relativamente nueva nos muestra
cuán tóxico y falso puede ser el pensamiento distorsionado para cualquiera
de nosotras. (Yo lo llamo “pensamiento molesto”). Por otro lado, los
pensamientos correctos y cuidadosos proporcionan un entorno para que tu
hija crezca y se convierta en una mujer saludable.
El psiquiatra y neurólogo, Dr. Daniel Amen, determinó hace más de dos
décadas que tratar a las personas por depresión, ansiedad y otros problemas
emocionales sin mirar realmente el órgano que controla esas cosas (el
cerebro) parecía una mala idea. Fue pionero en el uso de la tomografía
computarizada de emisión de fotón único para observar el cerebro de un
paciente antes de tratarlo presuntivamente con medicamentos. Ha visto más
de 83.000 exámenes cerebrales y ha ayudado a innumerables pacientes a
superar una variedad de dolorosos problemas de salud mental. Si bien
utiliza las intervenciones médicas modernas, la dieta y el ejercicio para
ayudar a los pacientes, es un firme defensor de reeducarlos en su manera de
pensar.
Los pensamientos son poderosos. Pueden hacer que tu mente y tu cuerpo se
sientan bien o te pueden hacer sentir mal. Por eso, el malestar emocional
puede manifestarse en síntomas físicos, como dolor de cabeza o dolor de
estómago… Cada vez que tienes un buen pensamiento, un pensamiento
feliz, un pensamiento esperanzador o un pensamiento amable, tu cerebro
libera sustancias químicas que calman tu sistema límbico profundo y
ayudan a tu cuerpo a sentirse bien.[1]
El Dr. Amen cree que los pensamientos son tan poderosos que denomina
al cerebro “el hardware del alma”.[1] No es ninguna noticia. En algún
momento, entre los años 700 y 300 a.C., Dios inspiró la escritura de esta
verdad en la Biblia: “Porque cual es su pensamiento en su corazón [o
cerebro], tal es él” (Proverbios 23:7, 1960).
Hay otro pasaje de las Escrituras bastante conocido que habla del poder
de nuestros pensamientos en la vida. El Dr. Amen, que es cristiano, lo usa
en uno de sus libros más vendidos, según el New York Times, como una
receta para el bienestar mental:
VERDAD DE ORO:
“Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo
honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y
todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas
de alabanza. No dejen de poner en práctica todo lo que
aprendieron y recibieron de mí… Entonces, el Dios de
paz estará con ustedes” (Filipenses 4:8-9).
Según la Biblia, una de las acciones más poderosas que podemos tomar
para mejorar nuestra vida y nuestras emociones es tener pensamientos
positivos. Cuando pensamos en todo lo honorable, justo, puro y bello, la
paz de Dios inunda nuestro ser. ¿No es eso lo que quieres para tu hija? ¿Qué
viva en paz?
Sin embargo, seamos sinceras, como madres conocemos este versículo.
Es posible que lo hayamos memorizado, lo hayamos colgado en nuestra
sala de estar y lo hayamos guardado en Pinterest. Sin embargo, somos
propensas a permitir que las cosas que no son honorables, justas, puras y
bellas asalten el espacio donde viven nuestras familias.
Una imagen vale más que mil palabras, así que echemos un vistazo al
trabajo de otra especialista líder en el cerebro, Caroline Leaf, que ha
estudiado una parte del cerebro que en realidad podemos ver. Su trabajo
pionero me llevó a tomar aún más en serio Filipenses 4:8-9.
Las dendritas son pequeñas ramificaciones de las células nerviosas del
cerebro, que envían y reciben impulsos de otras células, lo que ayuda al
cerebro a controlar al resto del cuerpo. Son estructuras microscópicas del
cerebro en forma de árbol.
Así es como se ven cuando tenemos una vida de pensamientos
positivos, correctos y llenos de verdad. Las ramificaciones son
abundantes y completas, lo cual crea la apariencia de un árbol fuerte y
saludable.
Y, así es como se ven cuando tenemos pensamientos perjudiciales y
distorsionados, basados en mentiras. Las ramificaciones son escasas y
distantes entre sí, y se asemejan a ramas secas y marchitas.[3]
No sé tú, pero yo quiero que mis hijas tengan un “bosque” sano de
“árboles dendritas” en sus cabezas, no el bosque encantado de la
negatividad y las mentiras que surgen de los pensamientos molestos.
Aunque lo he dicho antes, siento la necesidad de repetir una súplica
urgente: ten cuidado con los pensamientos que tu hija escucha.
¿Las películas, las canciones, los sitios web, las amistades y las clases a
las que está expuesta la llenan de verdad o mentiras? Los pensamientos que
ella considera tendrán una fuerte incidencia no solo en sus valores mentales
y espirituales, sino también en la fisiología real del cerebro (o el hardware
del alma) que almacena su sistema de creencias. ¡Por favor, ten cuidado!
Como le dije a tu hija, “nuestros pensamientos son el jefe de nuestros
sentimientos” que determinan nuestro comportamiento. Entonces cada una
de nosotras necesita decidir “quién será el jefe de nuestros pensamientos”.
Jesús quiere serlo.
VERDAD DE ORO:
“…llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a
Cristo” (2 Corintios 10:5, rvr-1960).
¿Está Jesús a cargo del contenido que llega a tu hogar y al corazón de tu
hija?
Espero que sí.
Por supuesto, no importa lo atenta que estés, las mentiras se filtrarán. Por
lo tanto, vayamos al asunto de estar preparadas para desarraigar las
mentiras y reemplazarlas con la verdad. En Mentiras que las niñas creen, tu
hija está aprendiendo a hacer eso, pero no puede hacerlo sola. Nadie es
capaz de reconocer sus propias mentiras. Después de todo, la naturaleza
misma de la mentira es que es engañosa, por lo que generalmente los ojos y
la participación de otra persona ayudan a identificarlas. Tu hija necesitará tu
ayuda mientras aprende a realizar este proceso.
CÓMO REEMPLAZAR UNA MENTIRA CON LA
VERDAD
1. Reconoce la evidencia. (Busca cualquier pecado o
sentimientos “molestos”).
2. Identifica la mentira y deja de alimentarla. (Comprométete
a dejar de pensar todo el tiempo en ella).
3. Reemplaza la mentira con la verdad. (Busca versículos de la
Biblia que te ayuden a pensar en la verdad).
1. RECONOCE LA EVIDENCIA
Tu primera tarea es ayudar a tu hija a reconocer la evidencia que revela una
mentira bajo la superficie. Hay dos tipos de evidencias que son visibles: los
sentimientos molestos y el pecado. A veces solo ves una, pero muchas
veces verás ambas. Cuando notes una de estas evidencias en la vida de tu
hija, acude a Dios en oración y pídele sabiduría para saber cuándo y cómo
hablarle de ello. Pídele al Espíritu Santo que vaya delante de ti para
ablandar su corazón y convencerla. Él puede darte ojos espirituales para ver
cómo atar los cabos sueltos entre las emociones molestas y el pecado y
cualquier mentira que pueda estar al acecho en las raíces del sistema de
creencias de tu hija.
Una madre que asistió a nuestros grupos de enfoque ató los cabos sueltos
y tuvo un momento revelador. Durante nuestra conversación, de repente
descubrió que los sentimientos molestos y los pecados de su hija eran
evidencia de una mentira.
UN CASO REAL:
SONIA
Sonia, la hija de Bibiana, es una brillante alumna del último año de
escuela primaria, que siempre fue muy estudiosa y sobresaliente desde
el jardín de infantes. Sin embargo, últimamente trata mal a sus
hermanos si la distraen mientras estudia. Cuando llega la noche de
juegos en familia, a menudo rompe a llorar si sus padres le obligan a
dejar de hacer la tarea para que participe.
Dado que sus calificaciones estaban muy por encima del promedio, sus
padres decidieron que el nivel de estrés de Sonia por sus calificaciones
no era saludable y establecieron límites: no hacer tareas o estudiar
después de la cena. Sonia acató la decisión con rabietas, lágrimas y
reiteradas desobediencias.
Durante nuestro grupo de enfoque, Bibiana comenzó a darse cuenta de
que las emociones erráticas y el comportamiento pecaminoso de Sonia
probablemente eran el resultado de una mentira. Incluso comenzó a
relacionarlo con una persona que era un ejemplo a imitar en la vida de
su hija: la directora del colegio.
“Cada mañana, durante el tiempo grupal, la directora se dirige a los
estudiantes y les dice cosas como: ‘Aprendan matemáticas porque no
podrán ir a la escuela secundaria a menos que les vaya bien en
matemáticas. Y después no podrán ir a la universidad. Y después no
conseguirán un buen trabajo —comentó Bibiana—. Esta directora es
una mujer piadosa, pero siento que presiona demasiado pronto a los
niños y hace demasiado hincapié en el valor de una carrera profesional.
En su intento de ayudar a los niños a ser diligentes, está alimentando la
mentira de que lo más importante en la vida de mi hija tiene que ver
con el rendimiento académico y una futura carrera profesional”.
Bibiana dejó el grupo de enfoque con la confianza de ayudar a Sonia a
identificar la mentira y ser libre de su relación emocional con la tarea
escolar.
Tal vez ya hayas identificado algún área específica en la vida de tu hija
donde esté experimentando sentimientos molestos o un pecado. Si no, no te
preocupes. He invitado a tu hija a llenar estos espacios en blanco en su libro
y a hablarlo contigo:
Completa los espacios en blanco para encontrar alguna evidencia
sobre la superficie que pueda tener la raíz de una mentira dentro de ti.
ALGUNOS SENTIMIENTOS “MOLESTOS” que he tenido
últimamente incluyen:
_____________________
Un PECADO que cometí hace poco o en el que no puedo dejar de
pensar es:
_____________________
UN DESEO DE PECAR que enfrento mucho es:
_____________________
Cuando ella hable contigo al respecto, estarás lista para dar el siguiente
paso y arrancar la mentira.
2. IDENTIFICA LA MENTIRA Y DEJA DE
ALIMENTARLA
Después de que hayas visto la evidencia de una mentira, es hora de
identificar la mentira y dejar de alimentarla. Puedes hacerlo mediante una
conversación con tu hija. Si ella ha traído su ejemplar de Mentiras que las
niñas creen para hablar contigo, haz una pausa en tu lista de “cosas por
hacer”, aprovecha su entusiasmo ¡y ve directo al tema!
Si estás utilizando este proceso para confrontar algunas inquietudes que
tienes, explícale lo que has notado. Luego pregúntale si está dispuesta a que
la ayudes a identificar la mentira y dejar de alimentarla. Ya que ella ha
leído Mentiras que las niñas creen, es de esperar que entienda cómo
funciona todo. Sin embargo, descubrí que no importaba la edad de mis
hijas, hablar con humildad en lugar de una fuerte dosis de autoridad
maternal, por lo general, daba mejores resultados cuando me dirigía a
cualquiera de ellas. A ninguna de nosotras nos gusta cuando nos señalan
nuestro pecado o nuestras emociones desagradables. Por lo tanto, ¡sé tierna,
amiga! Habla con dulzura. Indaga con la disposición a estar equivocada o a
esperar hasta que el Espíritu Santo haya hecho la obra de ablandar su
corazón y hacerlo moldeable.
Si ella está abierta, pasa un tiempo hablando con ella y luego ora. Pídele a
Dios que le revele cualquier mentira que pueda estar creyendo. Deja que
ella vea cómo le pides que te guíe y te revele la mentira, para que pueda
aprender a escuchar a Dios como tú.
Las mentiras podrían salir a la luz y ser fáciles de identificar. Una vez,
cuando estaba orando con una joven solitaria e insensible emocionalmente,
la mentira que expresó fue: “Nadie me quiere”. Una mentira bastante obvia.
Sin embargo, a veces son bastante complicadas. Otra jovencita, sobre la
que escribí en Mentiras que las jóvenes creen (para adolescentes), sufría de
ataques de pánico, y no podía descubrir en qué mentiras estaban arraigadas
tales ataques. Yo tampoco podía. Ocurrían cuando estaba completamente
sola, por lo que lógicamente parecía que tal vez tenía miedo de la oscuridad
o de estar sola. No obstante, cuando oramos y le pedimos a Dios que nos
ayudara, se dio cuenta de que la primera vez que le había sucedido fue la
noche en que sus padres le dijeron que se estaban divorciando. La mentira
que ella creía era: “Todos me abandonan”. No podríamos haber descubierto
esto sin la ayuda de Dios.
Espera en Él. Sé paciente. Háblalo. Y, sobre todo, deja que tu hija tome la
iniciativa de contarte los pensamientos que podrían ayudar a identificar la
mentira. Cuando lo descubra, le he dejado un espacio en Mentiras que las
niñas creen para que lo escriba:
UNA MENTIRA que estoy creyendo es:
_____________________
_____________________
Identificar la mentira es, básicamente, arrancarla de raíz. Ya no tiene nada
más que esconder una vez que está expuesta. Sin embargo, luego también
necesitas dejar de alimentarla. En algún momento, tendrás que hablar de
una estrategia para eso con tu hija. Ella debe ponerse en un lugar donde no
pueda escuchar la mentira fácilmente y considerarla. Por ejemplo, si se
siente tentada a creer que nadie la quiere, tendrá que dejar de alejarse de las
personas y empezar a interactuar. De modo que tal vez la ayudes a concretar
pronto algunos encuentros con buenas amistades. Si una amiga determinada
la tienta a ver un programa de televisión que no es bueno para ella, quizás
debas ayudarla a buscar otras amistades más sanas. Ya tienes una idea.
Esta área es difícil porque a veces tienes que ponerte en el rol de madre y
aplicar cierta disciplina, como quitarle el iPad por un tiempo o prohibirle el
uso de Netflix. Abogar por un método de crianza que enfatice instruir a tu
hija en la verdad, no significa que a veces no usarás el método de la
restricción; sino que no es el único o principal método de disciplina. Y,
como regla, sugeriría que no comuniques esas decisiones durante tu tiempo
de oración y conversación con ella. Haz una nota mental, pero resérvalo
para otro momento. Si eso te resulta un poco difícil, repasa el análisis de la
respuesta de Dios a Adán y Eva en el capítulo 3. Recuerda que Él consuela
antes de confrontar.
Permanece en tu lugar de consuelo porque todavía no has terminado.
Necesitas reemplazar esa mentira con una verdad.
HABLA CON DIOS:
Usa Filipenses 4:8-9 para escribir una oración a Dios. ¿Es de ejemplo el
lenguaje y el contenido de lo que se ve y se escucha en tu hogar para que
tus hijos piensen en lo que es verdadero, honorable, justo, puro, bello y
digno de alabanza? Si no, ¿qué necesitas ajustar? Escribe tus pensamientos
sinceros a Dios en las líneas de abajo.
Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes
y dignas de alabanza. No dejen de poner en práctica todo lo que
aprendieron y recibieron de mí… Entonces el Dios de paz estará con
ustedes (Filipenses 4:8-9).
__________________________
__________________________
__________________________
__________________________
HABLA CON TU HIJA:
Después que tu hija lea el capítulo 12 de Mentiras que las niñas creen,
pasa a la página 146 y ayúdala a trabajar en el proceso de identificar las
mentiras. Es difícil distinguir una mentira por nuestra cuenta, incluso
cuando somos adultas. Ya le he recomendado que te pida ayuda. (Ella
reemplazará la mentira con la verdad en el capítulo 13, de modo que
volveremos a esa parte). Ya has visto esta lista, pero ahora puede ser el
momento de llenar los espacios en blanco. La he vuelto a colocar aquí para
tu conveniencia.
Completa los espacios en blanco para encontrar alguna evidencia
sobre la superficie que pueda tener la raíz de una mentira dentro de ti.
ALGUNOS SENTIMIENTOS “MOLESTOS” que he tenido
últimamente incluyen:
_____________________
_____________________
_____________________
Un PECADO que cometí hace poco o en el que no puedo dejar de
pensar es:
_____________________
_____________________
_____________________
UN DESEO DE PECAR que enfrento mucho es:
_____________________
_____________________
_____________________
UNA MENTIRA que estoy creyendo es:
_____________________
_____________________
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
Siembra la verdad
(Cómo reemplazar las mentiras con la verdad)
C
arla, una madre soltera que participó en uno de los grupos de
enfoque de Mentiras que las niñas creen, empezó a contarme su
historia con esa hermosa frase.
Tuvo a su hija, Cecilia, cuando era una estudiante de secundaria de
diecisiete años. Estuvo saliendo con un chico llamado Bruno; un joven
cristiano que la trataba con respeto y honra. Sin embargo, ella no creía que
fuera lo suficientemente buena para él y cortó la relación. Estaba
desconsolada. Comenzó a buscar alivio en las relaciones sexuales con otros
muchachos. Y, finalmente, quedó embarazada.
Bruno volvió rápidamente a buscar a Carla y trató de convencerla de que
se casara con él, pero ella huyó rápidamente de él. Aunque se quedó con el
bebé, continuó medicando emocionalmente su dolor con relaciones
sexuales. Al mirar atrás, admite:
Mi hija [y yo] crecimos juntas. Yo estaba loca por los chicos, pero no
quería que ella encontrara su identidad en los chicos como yo lo hice.
En la oscura secuela emocional de una relación particularmente mala,
Carla le rogó a Dios que la ayudara. Él respondió su oración y envió a un
pastor y su esposa para que le testificaran de Jesús. Ella les dijo que
necesitaba que la ayudaran a recuperarse. Fue así que invitaron a Carla y a
su hija a vivir con ellos.
La pareja comenzó a mostrarle que su comportamiento inmoral y penoso
estaba arraigado en creer la mentira de que no valía nada. Le presentaron la
verdad que la haría libre, versículo bíblico por versículo bíblico.
Lentamente, su corazón fue transformado. Una nueva comprensión de
cuánto Cristo la amaba reemplazó la locura por los chicos de su juventud. Y
nació en ella un nuevo deseo de agradar a Dios y vivir en la verdad. Sin
embargo, el efecto de su antiguo estilo de vida en su hija era evidente. Carla
comentó:
Muchas de las cosas con las que mi hija lucha son el resultado de
haber visto mi manera de vivir y escarmentar a causa de mis acciones.
Ella no se sujeta ni obedece fácilmente porque me vio vivir en rebeldía.
Carla sabía que desarraigar las mentiras y enseñar a Cecilia a vivir en la
verdad requeriría mucho tiempo y esfuerzo. De modo que dejó un empleo
que la alejaba de su hija durante varios días y buscó un empleo que le
permitiera trabajar desde casa. De esa manera, Carla podía estar con su hija
cuando se iba a la escuela y cuando regresaba a casa. También comenzó a
ofrecerse como voluntaria en el salón de clases de su hija para poder pasar
más tiempo juntas.
No obstante, ¿cuál fue el cambio más significativo para esta madre
soltera que deseaba profundamente borrar el efecto de su promiscuidad en
la vida de su hija? Tomó la decisión personal de no ponerse de novia, a
pesar de su deseo de tener un compañero de vida. Fue una convicción de
que Dios la estaba llamando a hacer algo radical para sembrar la verdad en
Cecilia. Entonces le comunicó a su hija que la promiscuidad y la locura por
los chicos fueron el resultado de haber creído mentiras, pero que ahora vivía
de manera diferente, y oró para que Cecilia aprendiera de su nuevo
ejemplo.
¡Dios es tan fiel! Cuando conocí a Carla, su hija de doce años no estaba
tan loca por los chicos como todas sus amigas. En cambio, Cecilia se había
convertido en una jovencita loca por Dios que incluso se estaba volviendo
más sumisa y respetuosa.
Y hay más.
La semana que Carla vino a mi grupo de enfoque fue una semana
importante. Ella y Cecilia se mudaban a Alaska. Resulta que ese muchacho
cristiano de la escuela secundaria, Bruno, se enteró de que ella finalmente
había conocido a Jesús y la verdad. Durante ese tiempo, él se había
convertido en un hombre y un soldado que aún amaba a Jesús… y a su
novia de la escuela secundaria. Y volvió una vez más para pedirle que se
casara con él. Ella no dijo que sí al principio. Necesitaba tiempo para
procesar lo que eso significaría para su hija y para contarle a Bruno su
pasado.
“¿Sabes que hubo muchos otros hombres en mi vida?”, le preguntó ella.
Él lo sabía y tenía un corazón perdonador.
Así fue que comenzaron una relación lenta y a la distancia. La pareja de
pastores con la que Carla había vivido le dio una sabia orientación. Todos
los involucrados sintieron que el Señor estaba liberando a esta madre soltera
fiel para que recibiera el regalo de un esposo y un padre para Cecilia.
Tanto ella como su hija estaban entusiasmadas con su nueva aventura.
Tuve que preguntarle por qué se tomaría dos horas para conducir y
participar en un grupo de enfoque de Mentiras que las niñas creen, cuando
estaba planificando una boda y preparándose para una mudanza de un
extremo al otro del país. No lo dudó:
¡Porque soy libre! Estoy totalmente libre del pecado que tenía en mi
vida y quiero que otras mamás sepan que también pueden ser libres.
Podría requerir algunas decisiones drásticas, pero pueden ser libres. Y
su libertad aumentará radicalmente la capacidad de su hija de vivir en
la verdad.
Su semblante lo dijo todo.
Tenía que asistir… para decirte que puedes ser libre y que tu hija también
puede serlo. Las lágrimas vuelven a mis ojos mientras escribo estas
palabras, y oro para que sientas el poder que yo sentí cuando me contó su
historia.
Es un relato que he atesorado porque muestra muy bien que tu búsqueda
de vivir en la verdad afecta la vida de tu hija. No importa qué mentiras
hayan llegado a tu vida o a la de tu hija. Jesús puede hacerlas libres.
3. REEMPLAZA LA MENTIRA CON LA
VERDAD
En nuestro último capítulo, vimos cómo arrancar de raíz una mentira. Ahora
es el momento de dedicarnos a la mejor parte: reemplazar la mentira con la
verdad.
Una vez más, ora y pídele a Dios que te muestre una verdad específica en
su Palabra. A veces me viene rápidamente un versículo de la Biblia a la
mente cuando estoy orando para que Él me revele su verdad; otras veces,
tengo que ser más persistente en la búsqueda. Sin embargo, su verdad
siempre brilla cuando la busco para mi vida, para la vida de mis hijas y de
otras mujeres que Dios ha confiado bajo mi liderazgo.
Déjame mostrarte cómo lo hizo la madre de Emilia.
UN CASO REAL:
SONIA
El padre de Emilia abandonó la familia cuando ella asistía a la escuela
primaria. Su madre, Julia, se dio cuenta de que su hija, ahora en la
escuela intermedia, se estaba juntando con otras niñas sin un padre en
el hogar.
Al principio, Julia creyó que era algo bueno. Luego comenzó a notar
que su hija estaba cada vez más enojada y amargada. Algunas madres
podrían pensar que aquella era simplemente la siguiente etapa de dolor
normal tras perder a un padre, pero el discernimiento de Julia estaba
en alerta máxima. Sospechaba que se trataba de sentimientos molestos
que sonaban la alarma de que algo en las raíces del sistema de
creencias de su hija no era saludable.
A través de conversaciones, Julia se dio cuenta de que su hija había
empezado a creer la mentira de que estar enojada con su padre por
haberlas abandonado aliviaría su tristeza. Las voces de otras chicas con
la idea fija en su enojo solo aumentaron el de Emilia. Es cierto que el
enojo nos distrae de la tristeza, pero no resuelve los problemas que la
producen.
“Es como si Satanás supiera que se atraen entre sí porque se
retroalimentan unas a otras a concentrarse en el rechazo —dijo Julia
—. Cuando uno de sus papás no viene a verlas como esperaban, todas
se enojan con sus papás”.
Tras identificar la mentira, Julia encontró un versículo bíblico especial
para Emilia. Dado que su hija parecía tener la idea fija en la falta de su
padre, le pidió a Dios que le mostrara algo en su Palabra sobre la
fijación y encontró este versículo.
Corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.
Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra
fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz,
menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está
sentado a la derecha del trono de Dios (Hebreos 12:1-2, NVI).
Este versículo, aunque no habla específicamente de la ausencia de un
padre, es el único que el Espíritu de Dios le mostró a Julia para su hija.
Es tan rico en verdad, que ayudará a Emilia a fijar su mirada en Dios y
la alentará a aceptar la alegría incluso en medio de su dolor.
No ocurrirá de la noche a la mañana, pero Julia está arrancando las
raíces de las mentiras y sembrando la verdad en su hija. Ya puede ver
que la alegría y la esperanza están empezando a reemplazar los
sentimientos molestos.
Emilia podría haber crecido con soledad, amargura y enojo por el
rechazo de su padre, y dejar que eso continuara afectando sus
relaciones futuras. Muchas mujeres adultas tienen heridas profundas a
causa de sus padres. En cambio, ella tiene una madre que está
sembrando semillas de contentamiento al ayudar a su hija a fijar su
mirada en el Padre que nunca la abandona.
Fíjate que la verdad que Julia encontró para su hija no era lo contrario de
la mentira. A veces esa no es la verdad que más necesitamos, aunque sea la
más fácil de encontrar. Por eso es tan importante confiar en el Espíritu de
Dios durante esta importante tarea.
Puedes hacer lo mismo por tu hija, cuando veas la manifestación de
sentimientos molestos o comportamientos pecaminosos en su vida.
Supongo que podrías sentirte un poco insegura en este proceso. Quizás te
sientas insegura de tu capacidad de discernir las mentiras que tu hija cree o
la verdad que necesita. Podrías tener miedo de equivocarte y dañar a tu hija
para siempre. ¿Cómo puedo saberlo? ¡Porque a mí también me ha sucedido,
hermana! He pasado muchos meses trabajando en las páginas de este libro y
luchando contra tales sentimientos.
A veces he tenido la tentación de titular esta obra: El libro que no quiso
que se escribiera. No he experimentado una laguna mental tan insoportable
desde que escribí Mentiras que las mujeres creen hace casi diez años. Me
tomó dos largos meses e innumerables horas tener un solo capítulo
consistente digno del proceso de edición. Lo había escrito decenas de veces
y destruido otras tantas, solo para estar frente a una pantalla en blanco una y
otra vez. En mis intentos por atrapar a una musa proverbial esquiva, estos
son algunos de los pensamientos que me asaltaron cuando me senté a
escribir este libro:
Estas verdades son demasiado difíciles para las niñas pequeñas.
¿Qué pasa si a las personas que amo no les gusta el libro?
Tus días de escritora ya pasaron.
Alimentados por las mentiras, estos sentimientos molestos me estaban
haciendo perder el sentido. No había ni un solo pelo de verdad en ellos.
Sin embargo, me senté frente a una pantalla en blanco. De modo que debe
haber una pequeña verdad, (algunos hechos que alimenten esas mentiras) en
este asunto, ¿no es cierto?
Esa es la cuestión. No estamos buscando una pequeña verdad, sino la
verdad invisible, pero magnífica y poderosa de Jesús.
Tu hija puede estar sufriendo de leucemia o de depresión.
Puede ser la chica mala a la que todos temen o víctima de una.
Puede tener problemas con cualquier discapacidad de aprendizaje que le
hayan diagnosticado o de orgullo académico.
Podría estar loca por los chicos o estar experimentando una confusión de
género.
Tal vez solo sea insensible o desganada.
Mira más allá de la pequeña verdad y busca la magnífica y poderosa
verdad de Jesús.
La libertad espiritual no tiene que ver con que Dios elimine
milagrosamente estas dificultades. Es la dulce paz que proviene de saber,
creer y actuar según la verdad incluso en medio de tu dolor. Jesús no señaló
las circunstancias, los sistemas religiosos, los gobiernos, los médicos o
incluso las madres cuando prometió hacer libre a tu hija. Les dijo a sus
seguidores que Él los haría libres:
VERDAD DE ORO:
Ustedes son verdaderamente mis discípulos si se‐
mantienen fieles a mis enseñanzas; y conocerán la
verdad, y la verdad los hará libres… Así que, si el Hijo
los hace libres, ustedes son verdaderamente libres (Juan
8:31-32, 36).
Enseña a tu hija a mantenerse fiel a la verdad de la Palabra de Dios. Eso la
hará libre. Y a veces será en contra de todas las circunstancias visibles.
A VECES LA VERDAD ES CONTRARIA A LAS
CIRCUNSTANCIAS
Con la pantalla en blanco que se burlaba de mí, me sumergí cada día en la
Palabra de Dios para encontrar la verdad mientras escribía este libro. Él me
guio al libro de Jeremías, donde encontramos un momento doloroso en la
historia de la nación de Israel. Los ejércitos babilónicos estaban asediando
la ciudad, derribando sus murallas y masacrando a todos los soldados,
líderes y pensadores que pudieran dar algún consuelo. Incidentalmente,
pasaron por alto a Jeremías, que estaba preso en el patio de la guardia del
palacio real. Podría haber sentido lástima de sí mismo o temor por su
nación, pero no fue así. En cambio, siguió proclamando el mensaje de la
verdad: ¡Hay esperanza para tu futuro! (ver Jeremías 31:17).
Todos los que escucharon pensaron que el profeta estaba loco, incluido su
primo Hananeel, que debe haber sido un poco inescrupuloso. El hombre era
propietario de un terreno en Anatot, la ciudad natal de Jeremías, y se lo
ofreció en venta a Jeremías, ya que las compras de bienes raíces eran muy
seguras en ese y en todo momento.
Jeremías acababa de hablar al pueblo de Dios: “No llores más… tus hijos
volverán a ti… Hay esperanza para tu futuro”.
Hananeel sabía quién era ingenuo con solo verlo.
“Ah, sí —dijo—. Bueno, tengo una propiedad frente al mar en Anatot.
¿Quieres comprarla?”.
¿Qué crees que hizo Jeremías? Me refiero a que ninguna persona en su
sano juicio haría un acuerdo de bienes raíces si sabe que dentro de unas
horas su propiedad pertenecerá al enemigo, ¿verdad? Nadie habría pensado
mal de Jeremías por rechazar la oferta.
¡Sin embargo, Jeremías compró el campo!
Había escuchado la verdad de Dios, y al comprar el campo ¡demostró que
creía lo que Dios le había dicho! Y oye esto: Dios le dijo a Jeremías que se
asegurara de que hubiera testigos de la compra (Jeremías 32:12-25). ¿Por
qué? Porque nuestras acciones demuestran lo que creemos. Tal vez Dios
incitó a Hananeel para que le hiciera esta oferta con el único propósito de
poner determinación en las palabras que Jeremías estaba proclamando.
El profeta demostró lo que creía cuando compró ese campo. A menudo,
la verdad es lo que no se ve; porque la verdad no es un hecho real, sino una
Persona. Mantenerse unido a esa Persona es la clave para conocer la verdad.
Amiga mía, en lo que respecta a tu hija, quiero animarte a “comprar un
campo”. Podría parecer que la influencia de su padre, que es ateo, está
ganando. Quizás te hayas cansado de pelear la batalla de su depresión o sus
altibajos emocionales. Tal vez hayas perdido la esperanza porque ella es la
última de tus hijas en casa, y los demás han seguido el camino del hijo ‐
pródigo.
Cree lo imposible.
Eso es lo que hizo mi amiga Carla. Creyó que Dios podía deshacer todo
el daño que le había causado a su hija con su promiscuo estilo de vida.
Cuando decidió que ni siquiera se pondría de novia, estaba “comprando un
campo”. Es decir, estaba invirtiendo en algo que parecía extraño y absurdo.
Dios obró milagrosamente a través de la audaz obediencia de esta madre.
Su fe me inspira a buscar la verdad.
¡Espero que te inspire a ti también!
HABLA CON DIOS:
Usa Juan 8:31–32, 36 para escribir una oración a Dios. ¿Eres
verdaderamente su discípula? ¿Te has mantenido fiel a sus enseñanzas?
¿Conoces la libertad que esperas que tu hija conozca? Habla con Él acerca
de tu deseo de libertad.
Ustedes son verdaderamente mis discípulos si se mantienen fieles a mis‐
enseñanzas; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres… Así que, si
el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres (Juan 8:31-32,
36).
__________________________
__________________________
__________________________
__________________________
HABLA CON TU HIJA:
Después que tu hija lea el capítulo 13 de Mentiras que las niñas creen,
pasa a la página 147 de su libro y ayúdala a reemplazar la mentira que han
identificado en su vida con la verdad. Sé paciente, pero persiste mientras
buscas versículos específicos de las Escrituras para que ella medite. En la
página 159 de su libro, encontrará una lista de diez sitios donde puede
colocar sus versículos o lista de versículos para poder verlos todo el tiempo.
Ayúdala a hacer esto y recuérdale con frecuencia la verdad que has
encontrado para ella.
LA VERDAD PARA MI HIJA es:
__________________________
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
Ponte el cinturón de la verdad
(Cómo usar la verdad para ser libre)
T
engo una madre que ama leer la Biblia y ora fielmente. Cuando
tenía ocho años, me compró mi primer devocional diario para
niños. Fue el comienzo de un amor de toda la vida por leer la
Biblia y sumergirme en la verdad.
Cuando completé la investigación para este libro, me entristeció descubrir
que, para mi madre, era inusitado tener que esforzarse para alentar la vida
devocional de su hija, mientras que cuando les pregunté a las madres, que
asistían a mis grupos de enfoque, si sus hijas leían la Biblia y oraban
diariamente, respondieron lo siguiente:
El 30% de sus hijas tenía un tiempo regular de oración privada
El 48% de sus hijas no tenía un tiempo de oración privada
El 22% de las mamás dijo que realmente no sabía la respuesta a la
pregunta
Mientras que la mayoría de las madres informó que tenía su propio
tiempo de oración privada, muchas no estaban ayudando de manera
proactiva a sus hijas de ocho a doce años a desarrollar esta disciplina.
Hemos llegado al final de este libro, pero el trabajo de criar a tu hija en la
verdad durará toda la vida. (Mi madre todavía me está instruyendo en la
verdad con toda fidelidad). Así que déjame hacerte el reto más importante
de todos: lee la Biblia y enseña a tu hija a leerla. En Mentiras que las niñas
creen, le expliqué lo siguiente a tu hija sobre la importancia de leer la
Biblia.
Varios versículos de la Biblia nos enseñan a “ponernos” prendas como la
humildad, la justicia y el amor. Claro, en realidad no te pones la verdad
sobre tu cuerpo como la ropa, pero podrías pensar: “¡Hoy voy a tomar la
verdad y me voy a vestir con ella! Me voy a vestir de amabilidad y amor”.
¡Estas cosas son características espirituales que puedes usar como si
fueran un par de pantalones de jean o la camiseta de tu equipo favorito! (No
puedes tocar ni sentir estas prendas, ¡pero creo que puedes “ver” cuando
alguien las usa!). Una de las cosas que podemos “ponernos” es el cinturón
de la verdad.
VERDAD DE ORO:
“Defiendan su posición, poniéndose el cinturón de la
verdad y la coraza de la justicia de Dios” (Efesios 6:14).
Cuando el apóstol Pablo escribió este versículo bíblico, también animó a los
cristianos a usar otras prendas más como:
la coraza de justicia
el calzado de la paz
el casco de la salvación
el escudo de la fe
la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios.
Todas estas prendas componen la armadura de Dios y es importante que
los cristianos se “pongan” cada una de ellas. Sin embargo, el “cinturón de la
verdad” es lo primero que Pablo menciona. ¿Por qué?
Pues bien, cuando Pablo escribió estos versículos, los soldados romanos
usaban un cinturón muy distinto a las simples correas de cuero que usamos
hoy.
Era una banda gruesa y pesada, hecha de cuero y metal, con una enorme
pieza protectora que colgaba en la parte delantera. El cinturón sostenía en
su lugar la espada del soldado y otras armas.
TU cinturón de la verdad también sostiene todo lo demás en su lugar. Te
ayuda a tomar las decisiones correctas. Te ayuda a vivir en paz. Te ayuda a
mantener la fe. ¡¡¡Ya sabes!!! Tienes que ponértelo para sostener otras
cosas en su lugar.
¿Cómo se hace?
Me alegra que lo hayas preguntado. La respuesta es bastante sencilla.
Me gusta hacer esto a primera hora de la mañana cuando leo la Biblia y
escribo versículos en mi diario íntimo. Puedes buscar un libro devocional
que te guste, o tal vez prefieras tener devocionales en familia o entre madre
e hija. Tal vez comiences una colección de tus versículos bíblicos favoritos
y los pegues en la pared de tu habitación. No importa cómo lo hagas, ¡pero
lee la Biblia todos los días! Cada vez que lo hagas, te estarás “poniendo” el
muy importante cinturón de la verdad.
Ponerte el cinturón de la verdad puede transformar tanto tu vida como la
de tu hija.
Espero que continúes o comiences a ponerte el cinturón de la verdad cada
mañana, y que ayudes a tu hija a desarrollar la misma disciplina. Al fin y al
cabo, no hay nada mejor que puedas hacer para arraigarla en la verdad.
Es mi oración poder animarte como madre mientras buscas plantar
semillas y nutrir las raíces de la verdad en tu hija. Cuando comenzamos esta
experiencia juntas, te expliqué que no podías saber realmente cómo son las
raíces de tu hija hasta que se pongan a prueba.
Cuando mis hijas jóvenes adultas se enfrentan a distintos tipos de
pruebas, confieso este versículo bíblico. Es mi oración que tanto tú como yo
lo veamos cobrar vida en el corazón de nuestras hijas.
VERDAD DE ORO:
“Pero benditos son los que confían en el Señor y han
hecho que el Señor sea su esperanza y confianza. Son
como árboles plantados junto a la ribera de un río con
raíces que se hunden en las aguas. A esos árboles no
les afecta el calor ni temen los largos meses de sequía.
Sus hojas están siempre verdes y nunca dejan de
producir fruto” (Jeremías 17:7-8).
Amiga mía, que tu hija y mis dos hijas sean como árboles plantados junto a
la ribera de un río. Que nuestros ojos las vean atravesar las pruebas del
calor y la sequía. Que las veamos vivir sin temor. Que vivan libres de
sentimientos “molestos”. Y que sus vidas produzcan mucho fruto para el
reino de Dios.
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
20 verdades clave
Al final de Mentiras que las niñas creen, recopilé una lista de verdades
para que las niñas aprendan. Estas verdades han sido muy útiles en mi
propia vida, y confío en que también lo serán para ti y tu hija. (Siempre
necesitamos la verdad de Dios, independientemente de la edad que
tengamos). ¡A disfrutar!
1. Cuando sientes que tal vez Dios no te ama.
VERDAD: Dios te ama todo el tiempo, todos los días, incluso
cuando haces algo malo. Él no quiere que peques y te hagas daño, pero
te ama sin importar lo que hagas y siempre está listo para perdonarte
(Romanos 5:8).
2. Cuando sientes que Dios no es suficiente.
VERDAD: Dios es todo lo que necesitas. Él es más importante que
las amistades, las calificaciones escolares o las cosas, porque es la
fuente de todo lo que necesitas (Filipenses 4:19).
3. Cuando no estás segura de si eres cristiana o no.
VERDAD: Eres cristiana “si declaras abiertamente que Jesús es el
Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos”
(Romanos 10:9). Y serás diferente, porque cuando eres cristiana,
cambia tu manera de actuar. Quieres más de Dios y menos de este
mundo (2 Corintios 5:17; 1 Juan 2:3-17).
4. Cuando sientes que no eres muy capaz.
VERDAD: No importa cómo sea tu desempeño, a quién le agradas
o a quién no le agradas; si eres cristiana, Dios te eligió. No somos muy
capaces por nuestra propia cuenta, pero con Él somos intachables
(Efesios 1:4).
5. Cuando te sientes gorda o fea, y sientes que las chicas
bonitas valen más.
VERDAD: Dios te hizo y estás hecha de forma perfecta. Él no
cometió ningún error cuando te formó. Y no le interesa, como a ti, tu
apariencia externa. La belleza que Él ve está dentro de ti, y se puede
ver en cosas como la bondad, el espíritu servicial y la amabilidad
(1 Samuel 16:7).
6. Cuando sientes que no tienes suficiente libertad.
VERDAD: No necesitas más libertad. Estás lista para más
responsabilidad y Dios quiere que la asumas (Gálatas 6:5-6).
7. Cuando sientes que tu familia es rara.
VERDAD: Recuerda que ser diferente es bueno. Tu familia es
diferente. Cada familia lo es y eso es bueno. Dios no quiere que seamos
como todos los demás, sino que seamos diferentes porque le
obedecemos (Efesios 4:17, 19-20).
8. Cuando sientes que tu familia está demasiado destruida
para ser feliz.
VERDAD: Dios, no tu familia, es la fuente de todo. Él quiere ser la
fuente de tu contentamiento. Dios te enseñará a confiar en Él y a estar
contenta con la familia que tienes (Filipenses 4:11-12).
9. Cuando sientes que tus padres no te “entienden”.
VERDAD: Aunque es bueno llevarse bien con tus padres y
disfrutar cuando pasas tiempo con ellos, no se espera que ellos sean tus
amigos, sino tus padres. Es su deber poner límites. Y tu deber es
obedecerlos. Dios te dará alegría cuando decidas honrar a tus padres.
(Y cuando seas mayor, ¡es muy probable que se conviertan en grandes
amigos!) (Efesios 6:1-2).
10. Cuando estás tentada a creer que tu pecado no es tan
grave.
VERDAD: Todo pecado nos separa de Dios y, a veces, de las
personas que conocemos y amamos (Isaías 59:2).
11. Cuando estás tentada a creer que no necesitas contarle a
nadie tu pecado.
VERDAD: Recuerda que esconder tu pecado te conduce al fracaso.
Necesitas ayuda para vencer los malos hábitos, las tentaciones y el
pecado. Pide ayuda a alguien mayor y más sabio (Proverbios 28:13;
Santiago 5:16).
12. Cuando crees que puedes ver cualquier película o
programa de televisión y escuchar la música que quieres sin
que te afecte.
VERDAD: Lo que vemos, escuchamos y leemos nos cambia. Nos
hace creer y comportarnos de manera diferente. Dios quiere que solo
nos expongamos a las cosas que son verdaderas, honorables, justas,
puras, bellas y dignas de alabanza (Filipenses 4:8).
13. Cuando parece que no hay tanta diferencia entre ser un
niño o una niña.
VERDAD: Dios creó dos géneros: masculino y femenino. Son
importantes porque nos ayudan a entender quién es Dios, y que Él es
un ser social. Es bueno celebrar y comprender las diferencias entre
niños y niñas (Génesis 1:26-27).
14. Cuando tienes miedo de la menstruación.
VERDAD: No va a ser tan malo como crees. Todas las chicas
tienen su menstruación. Lo mejor que puedes hacer es hablar con tu
mamá al respecto para estar preparada, y recuerda que es una señal de
que tu cuerpo tiene la capacidad de traer una vida al mundo. Sé
agradecida por este regalo (Salmos 127:3).
15. Cuando todas a tu alrededor están locas por los chicos y
te sientes tentada a estarlo.
VERDAD: Puede ser “normal” perder la cabeza por un chico, pero
no es lo mejor de Dios para ti. Puedes decir que no a la locura por los
chicos (Cantares 2:7).
16. Cuando crees la mentira de que no necesitas hablar de
chicos con tu mamá.
VERDAD: Puede ser incómodo a veces, pero debes hablar con tu
madre u otro adulto de confianza sobre los chicos. Casarte un día, si
eso es lo que Dios quiere para ti, es algo realmente importante.
Entonces, hablar con tu madre sobre los chicos también lo es. Todas
necesitamos sabios consejos (Proverbios 13:20).
17. Cuando sientes que no tienes amigas.
VERDAD: Todas necesitamos amigas fieles, y la mejor manera de
encontrar una es serlo. Piensa en cómo puedes ser una buena amiga y
busca personas que necesiten una (Proverbios 18:24).
18. Cuando estás tentada a ser mala.
VERDAD: Cada palabra que pronuncias y cada pensamiento que
tienes acerca de alguien deberían agradar a Dios. Puede ser normal ser
mala, pero Dios quiere que seas buena con todos (Salmos 19:14).
19. Cuando piensas que tener una carrera profesional es
más gratificante que ser esposa y madre, si eso es lo que
Dios ha planeado para ti.
VERDAD: Es genial poder ayudar a tu esposo. Ser madre es uno
de los mejores regalos que recibirás en la vida (Génesis 2:18; Salmos
127:3).
20. Cuando piensas que eres demasiado joven para
empezar a hacer cosas maduras.
VERDAD: Te estás convirtiendo en lo que un día serás. Si eres
buena, serás buena. Si estás siendo una chica sabia, serás una mujer
sabia (Gálatas 6:7).
P
uedes recortar estas páginas y pegarlas en tu habitación o escribir
las verdades en tu diario íntimo. Espero que utilices esta lista de
verdades para “ponerte” el cinturón de la verdad todos los días.
¡Vístete con la verdad! Que las personas puedan ver la verdad en ti y en tu
comportamiento porque te dejas controlar por la verdad, no por tus
sentimientos “molestos”.
¡Estoy orando por ti!
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
RESUMEN DE LOS RESULTADOS
DE LOS GRUPOS DE ENFOQUE
CON LAS MAMÁS[*]
Pregunta 1: ¿Crees que las niñas pequeñas de hoy son más propensas a
creer mentiras (sobre sí mismas, sus relaciones, su comportamiento
moral y Dios) que cuando tú tenías su edad?
Sí 85%
No 12%
Insegura 3%
Pregunta 2a: ¿Qué tipo de mentiras te preocupa más?
La autoestima 32%
La fe 23%
Los chicos/el sexo 15%
La amistad/la aceptación 11%
La presión de grupo 7%
Las redes sociales 5%
La cultura 3%
Comercialización de artículos para niñas mayores y adultas a niñas 2%
más pequeñas
La depresión/la ansiedad 1%
La homosexualidad 1%
Pregunta 2b: ¿Qué luchas enfrenta tu hija que tú no enfrentabas a su
edad?
La autoestima 23%
La belleza física 16%
Las redes sociales 11%
La amistad/la aceptación 8%
Los chicos 8%
La homosexualidad 7%
Una actitud pretenciosa 5%
Pregunta 3: ¿Cree tu hija en la verdad moral absoluta?
Respuestas antes del debate sobre áreas específicas como
maternidad/matrimonio y sumisión/obediencia:
Sí 80%
No 7%
Insegura 13%
Respuestas después del debate sobre áreas específicas como
maternidad/matrimonio y sumisión/obediencia:
Sí 56%
No 16%
Insegura 27%
Pregunta 3a: ¿Sueña/valora tu hija casarse y tener hijos algún día por
encima de tener una carrera profesional?
Sí 67%
No 18%
Insegura 14%
Pregunta 3b: ¿Muestra tu hija creer en la sumisión por la forma en
que te obedece a ti y a otras autoridades en su vida?
Sí, casi siempre obedece 7%
No, rara vez obedece 16%
Intenta obedecer pero le cuesta 76%
Pregunta 4: ¿Son las chicas malas, las amigas falsas y el acoso escolar
problemas en la vida de tu hija?
Sí 50%
No 34%
Insegura 15%
Pregunta 5a: ¿Le ha entregado tu hija su vida a Cristo? ¿Es salva?
Sí 67%
No 18%
Insegura 13%
Pregunta 5b: ¿Tiene tu hija su propio tiempo regular de oración
privada?
Sí 30%
No 48%
Insegura 22%
Pregunta 5c: ¿Tienes tu propio tiempo regular de oración privada?
Sí 70%
No 23%
Insegura 6%
Pregunta 6a: ¿Hay alguna parte del cuerpo o rostro de tu hija que a
ella no le guste?
Sí 50%
No 31%
Insegura 18%
Pregunta 6b (solo para quienes respondieron “sí” a la pregunta
anterior): ¿Cómo te sientes con esa parte de tu propio cuerpo o
rostro?
Tampoco me gusta 28%
No tengo ningún complejo 55%
Insegura 17%
Pregunta 7a: ¿Está tu hija loca por los chicos?
Sí 6%
No 80%
Insegura 14%
Pregunta 7b (solo a las madres con hijas de 9 a 12 años): ¿Has
hablado con ella sobre el sexo?
Sí 50%
No 46%
Insegura 4%
Pregunta 8: ¿Crees que es posible que una niña pequeña sea oprimida
por Satanás/demonios?
Sí 72%
No 4%
Insegura 23%
RESUMEN DE LOS RESULTADOS DE LA ENCUESTA A
LAS NIÑAS PREADOLESCENTES[**]
Pregunta 1: Para participar en esta encuesta, debes ser una niña de
entre 7 y 12 años. ¿Cómo te sientes con el hecho de ser una niña?
Es genial ser una niña 48%
A veces es difícil, pero por lo general me gusta ser una niña 46%
No me gusta ser una niña 1%
No creo que haya ninguna diferencia entre los niños y las niñas 4%[***]
Pregunta 2: Marca todas las partes de tu rostro y tu cuerpo que te
gustan.
La cara 75%
El cabello 90%
La piel 69%
Los ojos 91%
El peso 53%
La altura 71%
Las piernas 63%
Los brazos 64%
Ninguna 1%
Pregunta 3: Marca todas las partes de tu rostro y tu cuerpo que NO te
gustan.
La cara 10%
El cabello 7%
La piel 13%
Los ojos 2%
El peso 29%
La altura 17%
Las piernas 17%
Los brazos 12%
Ninguna 49%
Pregunta 4: ¿Qué crees que Dios siente por ti?
Dios me ama 92%
Dios no me ama 1%
No estoy segura de qué siente Dios por mí 5%
Otra 2%
Pregunta 5: Háblame de tu familia. Marca tantas opciones como sean
verdaderas en tu vida.
Mi familia tiene demasiadas reglas 15%
Necesito más libertad de la que mi mamá y mi papá me dan 22%
Mis hermanos (hermano y hermanas) y yo peleamos mucho, 34%
pero eso es normal
Mis hermanos (hermanos y hermanas) y yo peleamos a veces, 47%
pero no está bien y quisiera que no nos peleáramos
Mi familia es bastante normal 56%
Mi familia es muy anormal para mí 11%
Pregunta 6: En lo que respecta al pecado, marca lo que mejor
describa lo que crees.
Algunos pecados son más graves y malos que otros 23%
Todo pecado es igualmente malo y me separa de Dios 64%
No estoy segura de lo que creo sobre el pecado 10%
Ninguna de las anteriores 4%
Pregunta 7: En lo que respecta al pecado, ¿tienes algún secreto?
Tengo un secreto sobre algo malo que hice y nunca se lo he 15%
dicho a nadie
Tengo problemas con el mismo pecado una y otra vez (como 20%
mentir o hacer trampa o ser una chica mala), y nunca he hablado
con un adulto al respecto
Sé un secreto sobre el pecado de otra persona y creo que 9%
necesito hablarlo con un adulto, pero tengo miedo de hacerlo
No tengo ningún secreto de pecados 60%
Otra 6%
Pregunta 8: Hablemos de mentir. Marca cualquiera de las casillas
siguientes que sean verdaderas en tu vida.
Tengo un problema real con la mentira. Miento mucho 12%
No creo que esté mal mentir 0,5%
A veces está bien mentir, depende de la situación 21%
Creo que mentir siempre está mal 55%
No miento mucho, pero a veces lo hago 58%
Mis padres reaccionan de manera exagerada cuando miento 10%
Nunca miento 4%
Nada de lo anterior es verdad en mi vida 1%
Pregunta 9: A veces las personas pueden ser malas. Cuéntame tu
experiencia con el acoso escolar. Marca tantas opciones como sean
verdaderas en tu vida.
He sido víctima de acoso escolar 47%
Cuando me acosaron, le conté lo que me sucedió a un adulto 46%
Cuando me acosan, no se lo cuento a nadie 9%
A veces he sido yo la que acosé a otros o la chica mala 18%
He estado presente cuando alguien acosaba a otra persona sin 11%
hacer nada por defender a la víctima
He visto cuando alguien acosaba a otra persona e hice algo para 45%
ayudarla (como decirle a un adulto o a la persona acosadora que
deje de hacerlo)
Nunca he visto o estado presente en un acto de acoso escolar 19%
Nada de lo anterior se aplica a mí 6%
Pregunta 10: Dime qué piensas de los chicos. Marca
cualquier opción que creas que es verdadera en tu vida.
Estoy loca por los chicos 6%
Está bien perder la cabeza por los chicos porque es normal 11%
Tengo novio 4%
Mis amigas tienen novio 24%
Pienso esperar hasta ser mayor para tener novio 60%
No pienso mucho en los chicos todavía 54%
Pregunta 11: A la hora de hablar de chicos con tu mamá, ¿cómo te
sientes?
Es raro hablar de chicos con mi mamá 44%
Me gusta hablar de chicos con mi mamá 19%
No hablamos de chicos 36%
Otra 15%
Pregunta 12: Dime qué cosas tienes. Marca las casillas de todo aquello
que tengas solo para ti. (No incluyas los dispositivos que se comparten
en familia ni los de tu mamá o tu papá).
Un teléfono inteligente con Internet 19%
Un teléfono inteligente SIN Internet 7%
Tu computadora portátil personal 13%
Tu iPad o tableta personal 37%
Un televisor en tu dormitorio 18%
Un iPod o dispositivo de almacenamiento de música 30%
Nada de lo anterior 25%
Otra 14%
Pregunta 13: Hablemos de ver Netflix, películas y la televisión y de
escuchar música. Marca cualquiera de las siguientes opciones que
sean verdad en tu vida.
Mi familia tiene demasiadas reglas sobre lo que puedo ver y 13%
escuchar
Mi familia tiene buenas reglas sobre lo que puedo ver y 86%
escuchar
Me permiten ver y escuchar lo que yo quiero 3%
Lo que veo y escucho no puede hacerme daño 15%
Pregunta 14: Si te consideras cristiana, ¿qué te hace cristiana?
Asisto a una iglesia cristiana 13%
Mi mamá y/o papá son cristianos 3%
Hice una oración cuando creí que Jesús murió por mis pecados 69%
Nací cristiana 6%
No soy cristiana 2%
Otra 8%
Pregunta 15: Si NO te consideras una cristiana, ¿por qué?
No tengo edad suficiente 1%
Nunca he pensado mucho en eso 2%
No creo en Jesús 0%
Realmente no entiendo lo que necesito hacer para ser cristiana 3%
Soy cristiana 93%
Me considero de otra religión 1%
Pregunta 16: ¿Cuántos años tienes?
7 8%
8 13%
9 16%
10 23%
11 21%
12 18%
Pregunta 17: ¿A qué tipo de escuela asistes?
Escuela pública 51%
Escuela en casa 30%
Escuela cristiana privada 16%
Escuela privada no cristiana 1%
Otra 2%
Pregunta 18: Describe con quién vives marcando una de las siguientes
opciones:
Vivo con mi mamá y mi papá 86%
Vivo solo con mi mamá 3%
Vivo solo con mi papá 0%
Mi mamá y mi papá viven separados, y paso tiempo en ambos 2%
hogares
Vivo con mi papá y mi madrastra 0,5%
Vivo con mi mamá y mi padrastro 3%
Otra 5%
[*]No todas las preguntas serán en proporción al 100% porque algunas optaron por no responder
todas las preguntas o se les dio la opción de responder múltiples opciones.
[**]No todas las preguntas serán en proporción al 100% porque algunas optaron por no responder
todas las preguntas o se les dio la opción de responder múltiples opciones.
[***] El porcentaje restante de las niñas seleccionó “otra” porque ninguna de las afirmaciones
reflejaba cómo se sentían al ser niñas.
¡GRACIAS!
La publicación en inglés de Mentiras que las niñas creen y Mentiras que
las niñas creen: Guía para mamás fue realmente un esfuerzo de equipo, de
modo que tengo que agradecer a algunos amigos.
Nancy DeMoss Wolgemuth soportó con paciencia mis súplicas de
extender su mensaje de Mentiras que las mujeres creen a las
preadolescentes. Sacrificó un tiempo precioso para ayudar a dirigir y editar
estos dos libros. Nancy, te has convertido en una amiga entrañable. Has
permitido desinteresadamente que participe en una línea de libros que Dios
te ha confiado a ti. No tengo suficientes palabras para expresarte mi gratitud
y amor.
Jennifer Lyell, una de las líderes femeninas de mayor confianza en
publicaciones cristianas y una amiga cercana de Nancy y de mí, nos prestó
su brillante cerebro durante las primeras etapas de la asignación del título y
la dirección. Después se mantuvo a disposición para darnos sus consejos.
Jennifer, has luchado valientemente contra las mentiras sembradas durante
tus años de preadolescente. ¡Tu vida es un testimonio del poder de la
verdad!
156 madres de preadolescentes de once ciudades de los Estados Unidos y
la República Dominicana participaron en nuestros grupos de enfoque.
Gracias por darnos a conocer sus corazones, su sabiduría y sus historias. Mi
hija del alma, Aleigha Gresh, y una hija especial, Charmaine Porter,
ayudaron a dirigir estos grupos de enfoque y extrapolaron la información.
¡Gracias!
1.531 niñas preadolescentes realizaron una breve encuesta para analizar
en forma cruzada lo que decían sus madres. Aubrey Brush, otra hija
especial y mi directora de marketing, me ayudó luego a organizar, analizar
y usar la información con precisión.
Después de veinte años de trabajar juntos, mis amigos de Moody
Publishers permanecen fielmente en las trincheras de llevar la verdad a los
corazones más jóvenes. Desde Greg Thornton, el primero en darme la
oportunidad de escribir un libro, a Paul Santhouse, quien actualmente ejerce
un liderazgo sabio y piadoso en la editorial, la participación de ustedes se
extiende más allá de mi capacidad de crear contenido. Han sido fieles
hermanos en Cristo para Bob y para mí a través de los vaivenes de la vida.
Gracias. Randall Payleitner, Judy Dunagan, Ashley Torres, Erik Peterson y
Connor Sterchi, gracias por ser parte de este increíble equipo.
El equipo editorial fue más importante que cualquier otro proyecto
editorial que haya desarrollado. Ashleigh Slater, gracias por tomar la
iniciativa en este proyecto de edición. Tu excelente cualidad detallista y tu
perspicacia teológica se vieron superadas solo por tu tierno aliento a esta
escritora, a veces cansada. Joy White de Cedarville University, gracias por
hacer espacio en tu ajetreada vida para realizar una revisión teológica del
libro Mentiras que las niñas creen. Michelle Burke, gracias por tomarte el
tiempo de revisar el libro de las niñas para ver si es apropiado para su
desarrollo e incluso agregar tus oportunos conceptos teológicos. Mary
Kassian, gracias por revisar algunos de los contenidos más difíciles de
Mentiras que las niñas creen: Guía para mamás. Este libro no sería el
mismo sin todos ustedes.
Ahora bien, ¿no es bonito el libro de tu hija? ¡Era muy importante para
mí que compitiera con algunos de los libros de consejos para
preadolescentes más vendidos en el mercado! ¿Por qué no debería Jesús
obtener lo mejor de nuestros esfuerzos de diseño? ¡Mi querida amiga Julia
Ryan hizo que Mentiras que las niñas creen tenga una melodía de color,
vida e historia! ¡Eres, sin lugar a dudas, la mejor amiga diseñadora que
tengo!
Mi equipo de ministerio de Pure Freedom fueron héroes y heroínas
durante este proceso de escritura. Wade Harris, gracias por ser mi defensor
y ayudarme a administrar el tiempo, la vida y las prioridades. ¡Eileen King,
siempre sabes cuándo llevarme aparte y simplemente orar!
Mis hijas, Lexi y Autumn. Gracias por permitir que sus nombres y
corazones aparezcan un par de veces en estas páginas. No tengo palabras
para expresarles qué tesoro son para mí como madre.
Mi mamá, Kay Barker, apareces en estas páginas más de lo que te
imaginas. Gracias por desafiarme a tener un tiempo de oración privada y de
lectura de la Biblia cuando solo tenía ocho años.
Mi Bob, te amo. Con mucha paciencia has soportado un año difícil de
plazos de entrega. ¡Ahora vamos disfrutar un poco!
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
NOTAS
CAPÍTULO 1: Tienes que tomar una decisión
[1] “Tips for Parents”, Instagram, consultado el 11 de mayo de 2018,
https://help.instagram.com/154475974694511.
[2] Juliet B. Schor, Born to Buy: The Commercialized Child and the New
Consumer Culture (Nueva York: Scribner, 2004), 13. Publicado en
español con el título, Nacidos para comprar: Los nuevos consumidores
infantiles, por Editorial Paidós Ibérica, 2006.
[3] Kevin John Siazon, “Adolescent depression rates are on the rise with
tween girls especially at risk”, Today’s Parent, 18 de noviembre de
2016, https://www.todaysparent.com/kids/kidshealth/adolescent-
depression-rates-on-the-rise/.
[4] Leah Shafer, “Social Media and Teen Anxiety”, Harvard Graduate
School of Education, 15 de diciembre de 2017,
https://www.gse.harvard.edu/news/uk/17/12/social-media-andteen-
anxiety.
[5] “Number of child, teen, and young adult Facebook, Instagram, and
Snapchat users in the United States as of August 2017”, estadística
consultada el 4 de abril de 2018,
https://www.statista.com/statistics/250176/social-network-usage-of-us-
teens-and-young-adults-by-age-group/.
[6] Melissa Healy, “Self-harm rises sharply among tween and young teen
girls, study shows”, Los Angeles Times, 21 de noviembre de 2017,
http://www.latimes.com/science/sciencenow/la-sci-sntween-girls-self-
injury-20171121-story.html.
[7] Margaret Renki, “The scary trend of tweens with anorexia”,
CNN.com, 2011,
http://www.cnn.com/2011/HEALTH/08/08/tweens.anorexia.parenting/in
dex.html.
[8] Patti Richards, “How Does Media Impact Body Image and Eating
Disorder Rates”, Center for Change, consultado el 12 de febrero, 2018,
https://centerforchange.com/how-does-media-impactbody-image-and-
eating-disorder-rates/.
[9] Jonathan Edwards, The Nature of True Virtue (Eastford, CT: Martino
Fine Books, 2015).
CAPÍTULO 2: Cómo instruir a tu hija en la verdad
[1] Stuart Turton, “‘Sex’ makes list of top search terms for children”,
ITPro, 17 de diciembre de 2009, http://www.itpro.co.uk/618913/sex-
makes-list-of-top-search-terms-for-children.
[2] SHiFT: Insights Into Winning the Battle for Our Children’s Hearts,
presentado por George Barna y Francis Chan (Franklin, TN: Tween
Gospel Alliance, 2012), Video digital. Disponible en ishinelive.com.
CAPÍTULO 3: ¿Qué tiene que ver la gracia con esto?
[1] Dictionary.com Unabridged, según el Diccionario Random House
Unabridged, © Random House, Inc. 2018, bajo la palabra “truth,”
http://www.dictionary.com/browse/truth?s=t. Traducido.
[2] Karl Menninger, Whatever Became of Sin? (Portland, OR: Hawthorn
Books, 1973), 179. Publicado en español con el título: ¿Qué ha
sucedido con el pecado?, por Editorial Diana, 1977.
CAPÍTULO 4: La verdad y mentiras sobre Dios
[1] Nancy DeMoss Wolgemuth, Mentiras que las mujeres creen y la
verdad que las hace libres (Grand Rapids: Portavoz, 2018), 164.
[2] “SHiFT,” presentado por George Barna y Francis Chan (Franklin, TN:
Tween Gospel Alliance, 2012), video,
https://ishinelive.com/products/shift-video/.
[3] Ibíd.
[4] Ibíd.
[5] Howard Culbertson, “When Americans become Christians”, última
actualización: 15 de enero de 2016,
https://home.snu.edu/~hculbert/ages.htm.
[6] Barna Group, “Atheism Doubles Among Generation Z”, Barna, 24 de
enero de 2018, https://www.barna.com/research/atheism-doubles-
among-generation-z/.
[7] Ibíd.
[8] Ibíd.
[9] Mike Nappa, “What Do Christian Teens Actually Believe About
Jesus?”, Biola Magazine, verano de 2012,
http://magazine.biola.edu/article/12-summer/what-do-christian-
teensactually-believe-about-jes/.
[10] Este concepto se ha actualizado y simplificado del libro de Philip
Yancey, Rumors of Another World: What On Earth Are We Missing?
(Grand Rapids: Zondervan, 2003), 144. Publicado en español con el
título: Rumores de otro mundo: ¿Qué nos falta aquí en la tierra?, por
Editorial Vida (31 de mayo de 2005).
[11] Philip Yancey, What’s So Amazing About Grace (Grand Rapids:
Zondervan, 2002), 70. Publicado en español con el título: Gracia divina
vs. Condena humana, publicado por Editorial Vida, 1998.
CAPÍTULO 5: La verdad y mentiras sobre mí misma
[1] Jeffrey Zaslow, “Girls and Dieting, Then and Now”, Wall Street
Journal, 2 de septiembre de 2009,
https://www.wsj.com/articles/SB1000142405297020473180457438682
2245731710.
[2] Esto representa nuestra encuesta que incluyó a 1.531 niñas “cristianas”
entre las edades de 7-12 años. Algunas encuestas que incluyeron a niñas
“cristianas” y “no cristianas” revelaron un porcentaje mucho más alto de
niñas disconformes con su apariencia.
[3] Página Facebook de Sadie Robertson, consultada el 2 de enero de
2018,
https://www.facebook.com/sadiecrobertson/posts/707756299425971:0
[4] “What Is Responsibility?”, TalkingTreeBooks.com, consultado el 4 de
enero de 2018, https://talkingtreebooks.com/definition/what-is-
responsibility.html.
[5] La palabra en inglés tween (que significa “preadolescente”) apareció
por primera vez en 1941, a pesar de que no se generalizó su uso hasta
hace poco. Antes de eso, surgió la palabra en preteen (también
“preadolescente”) en la década de 1920. Ambas fueron palabras creadas
por personas que querían vender nuevos productos a ese grupo de edad.
“Tweens, teens, and twentysomethings: a history of words for young
people”, Oxford Dictionaries, consultado el 19 de febrero de 2018.
https://blog.oxford-dictionaries.com/2015/01/13/tweens-teens-
twentysomethings-history-words-youngpeople/.
CAPÍTULO 6: La verdad y mentiras sobre mi familia
[1] John Piper, “Your Kingdom Come: Matthew 6:9-13, Part 1”, Desiring
God, video Look at the Book, 9:13, 1 de enero de 2015,
https://www.desiringgod.org/labs/your-kingdom-come.
[2] Philip Yancey, Prayer: Does It Make Any Difference? (Grand Rapids:
Zondervan, 2010), 172. Publicado en español con el título: La oración:
¿hace alguna diferencia?, por Editorial Vida (20 de octubre de 2014).
[3] “What does the Bible say about contentment?”, Got Questions,
https://www.gotquestions.org/Bible-contentment.html.
[4] Google Dictionary, bajo la palabra “content”, definición N.º1.
Traducido.
CAPÍTULO 7: La verdad y mentiras sobre el pecado
[1] Mark R. McMinn, Why Sin Matters: The Surprising Relationship
Between Our Sin and God’s Grace (Wheaton, IL: Tyndale, 2004), 110-
11.
[2] Nancy DeMoss Wolgemuth, Mentiras que las mujeres creen. Esta cita
ha sido modificada con el permiso de la editorial para adaptarla al nivel
de lectura de Mentiras que las niñas creen, pero sigue siendo la misma
en esencia.
CAPÍTULO 8: La verdad y mentiras sobre el hecho de ser una niña
[1] Jesse Singal, “When Children Say They’re Trans: Hormones?
Surgery? The choices are fraught—and there are no easy answers”, The
Atlantic, julio/agosto 2018,
https://www.theatlantic.com/magazine/archive/2018/07/when-a-child-
says-shes-trans/561749/.
[2] Paul McHugh, “Transgender Surgery Isn’t the Solution”, Wall Street
Journal, 12 de junio de 2014, actualizado el 13 de mayo, 2016,
https://www.wsj.com/articles/paul-mchugh-transgender-surgeryisnt-the-
solution-1402615120.
[3] Alfred Gluckman, Sexual Dimorphism in Human and Mammalian
Biology and Pathology (Cambridge, MA: Academic Press, 1981), 66-
75.
[4] Igor Klibanov, “Key Structural Differences Between Men and
Women”, Fitness Solutions, 23 de febrero de 2016,
https://www.fitnesssolutionsplus.ca/blog/key-structural-differences-
between-men-and-women/.
[5] Christian Jarrett, “Getting in a Tangle Over Men’s and Women’s Brain
Wiring”, Wired, 4 de diciembre de 2013,
https://www.wired.com/2013/12/getting-in-a-tangle-over-men-
andwomens-brain-wiring/.
CAPÍTULO 10: La verdad y mentiras sobre la amistad
[1] Job 2:11-13, 6:14-27, 19:21-22, 42:7-9.
[2] Hechos 15:3–16:10.
[3] Lucas 22:47-62.
[4] “Bullying Facts and the Challenge to be Met”, Anti-Bullying Institute,
http://antibullyinginstitute.org/facts#.WzPlRthKhQN.
CAPÍTULO 11: La verdad y mentiras sobre el futuro
[1] La Biblia de las Américas.
[2] La Concordancia Strong sugiere que esta palabra griega se refiere
específicamente a la falta de afecto natural y al hecho de ser tímidos con
los parientes o familiares. http://biblehub.com/greek/794.htm,
consultado el 15 de julio de 2018.
[3] Eleanor Barkhorn, “Getting Married Later Is Great for College-
Educated Women: For everyone else, the results are mixed”, The
Atlantic, 15 de marzo de 2013,
https://www.theatlantic.com/sexes/archive/2013/03/getting-married-
later-is-great-for-college-educated-women/274040/.
[4] Jenna Goudreau, “Why Stay-at-Home Moms Should Earn a $115,000
Salary”, Forbes, 2 de mayo de 2011,
https://www.forbes.com/sites/jennagoudreau/2011/05/02/why-stay-at-
homemoms-should-earn-a-115000-salary/#5878aeda75f4.
[5] Jane Daugherty, “Living in a Microwave Society”, Whole Magazine, 6
de octubre de 2013,
http://www.wholemagazine.org/posts/olemagazine.org/2013/10/living-
in-microwave-society.html.
CAPÍTULO 12: Arranca las raíces
[1] Daniel Amen, Healing the Hardware of the Soul (Nueva York: Free
Press, 2002), 158.
[2] Amen, Healing the Hardware of the Soul, 194.
[3] Dr. Caroline Leaf, Who Switched Off My Brain? (Southlake, TX:
Thomas Nelson, 2007), 59. Publicado en español con el título, ¿Quién
me desconectó el cerebro?, por Editorial Unilit, 2013.
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
La misión de Editorial Portavoz consiste en proporcionar productos de calidad —con integridad y
excelencia—, desde una perspectiva bíblica y confiable, que animen a las personas a conocer y
servir a Jesucristo.
Mentiras que las niñas creen, Guía para mamás
This book was first published in the United States by Moody Publishers, 820 N. LaSalle Blvd.,
Chicago, IL 60610 with the title A Mom’s Guide to Lies Girls Believe, copyright © 2019 by Dannah
Gresh. Translated by permission. All rights reserved.
Este libro fue publicado por primera vez en los Estados Unidos por Moody Publishers, 820 N.
LaSalle Blvd., Chicago, IL 60610 con el título A Mom’s Guide to Lies Girls Believe, copyright ©
2019 por Dannah Gresh. Traducido con permiso. Todos los derechos reservados.
Edición en castellano, © 2020 por Editorial Portavoz, filial de Kregel Inc., Grand Rapids, Michigan
49505. Todos los derechos reservados.
Traducción: Rosa Pugliese
Diseño interior e ilustraciones: Julia Ryan/www.DesignByJulia.Imagen de la manzana en la cubierta:
copyright © 2018 Yastremska/Bigstock (200730625). Todos los derechos reservados.
Fotografías/imágenes: manzana acaramelada copyright © 2018 Yastremska/Bigstock (200730625).
Todos los derechos reservados pp. 5, 21, 55, 179; © Photography by Britton
(photographybybritton.com) p. 11; © Jason Nelson p. 67; © Douglas Saum p. 99.
Foto de la autora: Steve Smith
Ninguna parte de esta publicación podrá ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación
de datos, o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico, mecánico,
fotocopia, grabación o cualquier otro, sin el permiso escrito previo de los editores, con la excepción
de citas breves o reseñas.
Todo el texto bíblico sin otra indicación ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Traducción
Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Usado con permiso de Tyndale House Publishers, Inc.,
351 Executive Dr., Carol Stream, IL 60188, Estados Unidos de América. Todos los derechos
reservados.
El texto bíblico indicado con “NVI” ha sido tomado de La Santa Biblia, Nueva Versión
Internacional®, copyright © 1999 por Biblica, Inc.® Todos los derechos reservados.
El texto bíblico indicado con “RVR-1960” ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960
Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con
permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de American Bible Society, y puede ser usada
solamente bajo licencia.
Las cursivas añadidas en el texto bíblico son énfasis del autor.
Se han cambiado algunos nombres y detalles para proteger la privacidad de las personas.
Realización ePub: produccioneditorial.com
EDITORIAL PORTAVOZ
2450 Oak Industrial Drive NE
Grand Rapids, Michigan 49505 USA
Visítenos en: www.portavoz.com
ISBN 978-0-8254-5914-6 (rústica)
ISBN 978-0-8254-6819-3 (Kindle)
ISBN 978-0-8254-7641-9 (epub)
1 2 3 4 5 edición / año 29 28 27 26 25 24 23 22 21 20
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.
Este ebook utiliza tecnología de protección de gestión de derechos digitales.