CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA PENAL PERMANENTE
RECURSO CASACIÓN N.° 952-2019/MOQUEGUA
PONENTE: CESAR SAN MARTIN CASTRO
Título. Peculado doloso. Viáticos
Sumilla: 1. Está fuera de la discusión planteada por el recurrente que se
trató de un funcionario público que solicitó y, finalmente, obtuvo
viáticos de la Municipalidad agraviada para realizar supuestos actos
de gestión ante el Ministerio de Agricultura. El imputado, en efecto,
viajó a Lima, pero no realizó gestión alguna, y rindió cuenta, sin duda
con información falsa, de los viáticos utilizados al efecto (pasajes,
alojamiento y alimentación); y, luego, meses después de obtener el
dinero de la Municipalidad (cuatro meses y días), intentó devolverlo.
2. No se está ante un mero injusto administrativo, derivado del
incumplimiento de las directivas y regulaciones sobre viáticos, desde
que, primero, efectuó el viaje a Lima y allí permaneció varios días;
segundo, no efectuó las gestiones oficiales que afirmó efectuaría;
tercero, dio cuenta de gastos incompatibles con la realidad de lo
ocurrido en función a la comisión que anunció realizaría; y, cuarto, se
le entregó el dinero por la comisión que dijo efectuó. 3. La lógica
medial de la apropiación, de hacerlo mediante falsedad documental,
no puede desconocer el ataque al bien jurídico tutelado por el delito de
peculado: los caudales públicos que están encomendados a los
funcionarios públicos para atender a necesidades del bien común.
Aquí hubo (i) una apropiación para sí de patrimonio público –el
agente oficial tiene un manejo del caudal entregado para cumplir los
fines respectivos: cubrir los gastos que demanda la gestión
encomendada–; (ii) que se recibió para ser destinado a una finalidad
oficial y administrarlo en esa dirección –el agente oficial tiene una
disponibilidad o relación de dependencia con el caudal público, él es
específicamente competente para el manejo de los caudales
entregados, quien los aparta de su función–; y, (iii) que supuso un
perjuicio para la Administración pública –se sacó los caudales fuera
del ámbito de custodia de la Administración, se los extrajo del ámbito
público en que se hallaban situados, para colocarlos bajo el dominio
privado del agente–.
–SENTENCIA DE CASACIÓN–
Lima, once de abril de dos mil veintidós
VISTOS; en audiencia pública: el recurso de
casación, por la causal de apartamiento de doctrina jurisprudencial, interpuesto por
HENRY SARDÓN VALDIVIA contra la sentencia de vista de fojas doscientos
tres, de dieciséis de abril de dos mil diecinueve, que confirmando la
sentencia de fojas ciento treinta y cinco, de quince de noviembre de dos mil
dieciocho, lo condenó como autor de peculado doloso por apropiación en
agravio de la Municipalidad Distrital de Ubinas a cuatro años de pena
privativa de la libertad, suspendida condicionalmente por el plazo de tres
años, y cuatro años de inhabilitación, así como al pago de tres mil
novecientos cincuenta y ocho soles con veintidós céntimos por concepto de
reparación civil; con todo lo demás que al respecto contiene.
Ha sido ponente el señor SAN MARTÍN CASTRO.
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RECURSO CASACIÓN N.° 952-2019/MOQUEGUA
FUNDAMENTOS DE HECHO
PRIMERO. Que las sentencias de mérito declararon probado que el encausado
HENRY SARDÓN VALDIVIA, como Sub Gerente de Administración de la
Municipalidad Distrital de Ubinas, se apropió para sí de los viáticos por un
monto de mil setecientos treinta y dos soles, asignados por concepto de
comisión de servicios de los días diecinueve y| veinte de abril de dos mil
trece para realizar gestiones al Ministerio de Agricultura en Lima. El
dieciocho de abril de dos mil trece el acusado SARDÓN VALDIVIA, mediante
el Memorando 017-2013/MDU-GM solicitó a la Sub Gerencia de
Planeamiento y Presupuesto la asignación de viáticos por el monto solicitado
para una comisión de servicios ante el Ministerio de Agricultura en Lima.
Empero, en dicha entidad no se registró visita en los días mencionados,
conforme se desprende del oficio 500-2017-MINAGRI-SG/OACID y el
oficio 154-2018-MINAGRI-SG/OGA, a lo que debe agregarse como hecho
notorio que, de acuerdo al calendario del año dos mil trece, el veinte de abril
fue sábado, de suerte que entidades estatales Ministerio de Agricultura y
Riego) no laboran ese día. Asimismo, el Informe 310-2017-NRC/GA/MDU
reveló al alcalde que se desconocía las gestiones que el encausado SARDÓN
VALDIVIA realizó en el Ministerio de Agricultura, así como no consta
informe alguno sobre el resultado de las gestiones que habría realizado.
∞ El acusado SARDÓN VALDIVIA presentó la rendición de cuentas
01-SGA/MDU, de veintitrés de abril de dos mil trece, por la que sustentó los
gastos de consumo, hospedaje y movilidad con documentos de veintiuno de
abril de dos mil trece; fecha distinta por la que se solicitó la asignación de
viáticos. Igualmente, los gastos del día veintiuno de abril de dos mil trece
provenían de un día no laborable, puesto que eran de un día domingo, fecha y
día en la que no podría realizar actos de representación, para realizar
coordinaciones y reuniones ante entidades públicas del Estado (Ministerio de
Agricultura y Riego). Por lo demás, no se rindió gasto alguno en relación al
veinte de abril, cuando se advierte que los pasajes aéreos datan del
diecinueve de abril. Igualmente, la aludida rendición de cuentas no tiene el
sello de recepción de alguna dependencia de la entidad municipal, y tampoco
se encuentra con las formalidades y requisitos que se señalan en la Directiva
de comisión de servicios dentro del territorio nacional de la mencionada
Municipalidad.
∞ Por último, el día doce de setiembre de dos mil catorce el encausado
SARDÓN VALDIVIA presentó copia legalizada notarialmente del recibo de
devolución enviada a Julio César Paredes Juárez por concepto de viáticos,
como restitución ante la negativa del área de Tesorería. Este documento no
hace más que poner en mayor relieve la apropiación de caudales públicos.
SEGUNDO. Que el procedimiento penal se desarrolló como a continuación se
detalla:
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1. La Fiscalía, por requerimiento de fojas veinticinco, de seis de junio de dos
mil dieciocho, acusó a HENRY SARDÓN VALDIVIA como autor material del
delito de peculado doloso. Solicitó cuatro años y seis meses de pena privativa
de la libertad efectiva e inhabilitación (impedimento para obtener mandato,
cargo, empleo o comisión de carácter público) por el mismo tiempo.
2. Realizada la audiencia de control de acusación, como consta del acta de
fojas cuarenta y dos, de dos de agosto de dos mil dieciocho, el Juez de la
Investigación Preparatoria dictó el auto de enjuiciamiento de fojas cuarenta y
nueve, de la misma fecha, contra el citado encausado, y agregó que la
pretensión resarcitoria de la Procuraduría Pública del Estado alcanza a la
suma de tres mil novecientos cincuenta y ocho soles con veintidós céntimos,
a cuenta de mil novecientos cincuenta y ocho soles con veintidós céntimos
por daño patrimonial y dos mil soles por daño extrapatrimonial.
3. Culminado el juicio oral, mediante sentencia de primera instancia de fojas
ciento treinta y cinco, de quince de noviembre de dos mil dieciocho, se
condenó a HENRY SARDÓN VALDIVIA. Consideró el Juzgado Penal lo
siguiente: A) Que no realizó la comisión de servicios los días diecinueve y
veinte de abril de dos mil trece ante el Ministerio de Agricultura y se apropió
para sí de mil setecientos treinta y dos soles, entregados por la Municipalidad
agraviada por concepto de viáticos; B) Que ello se acreditó con la prueba
documental debatida en el juicio; C) Que los documentos presentados por el
imputado no corresponden a las fechas de comisión de servicio, y la
devolución de dinero tampoco lo liberaría de algún tipo de responsabilidad
penal, pues el delito se consumó con la entrega de dinero.
4. Contra esta sentencia el imputado interpuso recurso de apelación, que corre
en el escrito de fojas ciento sesenta y nueve, de cuatro de diciembre de dos
mil dieciocho. Alego, esencialmente, que existe una errónea interpretación de
la relación funcional como elemento de tipo penal del delito de peculado; que
el monto por asignación de gastos solicitados fue asignado el veinticuatro de
abril de dos mil trece, mediante comprobante de pago 438, después del viaje
a Lima; que, entonces no existía relación funcional con los viáticos
asignados, pues el viaje lo habría realizado con dinero propio; que como
recibió el dinero después, la tesorería hizo una observación, por lo que
devolvió el dinero que gastó.
5. El Tribunal Superior, agotado el procedimiento impugnatorio, profirió la
sentencia de vista de fojas doscientos tres, de dieciséis de abril de dos mil
diecinueve. Estimó que: A) La Directiva de comisión de servicios dentro del
territorio nacional, en lo concerniente a la autorización de las comisiones de
servicios, señala que se hará por el jefe inmediato con el visto bueno del jefe
inmediato superior. En el presente caso, el imputado dirigió el Memorando
0172013/MDU-GM, de dieciocho de abril de dos mil trece, al Sub Gerente
de Planeamiento y Presupuesto, expresándole que el diecinueve y veinte de
abril del presente año se tiene previsto realizar gestiones en la ciudad de
Lima, mencionando las gestiones y los gastos que le correspondía; luego, él
dispuso se tramite la disponibilidad presupuestal y se haga la compra de
pasajes y entrega de viáticos para viajar al día siguiente –no hay una
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autorización previa que justifique el viaje, ni una invitación para sostener una
reunión con algún funcionario del Ministerio de Agricultura–, por lo que se
trató de una decisión personal que comprometió el erario municipal. B) El
imputado viajó de comisión con su dinero, sin embargo, al retornar de viaje
éste hizo la rendición de sus gastos presentando su boleto de avión, sustentó
los gastos con las boletas y facturas respectivas, para luego recibir como
reembolso la misma suma de dinero mediante comprobante de pago 000438,
de veinticuatro de abril de dos mil trece; esto es, la Municipalidad reconoció
los gastos que efectuó. C) Es cierto el agente público recibió el viático para
que lo administre en su directo beneficio personal, también es verdad que la
los gastos, por los que se le abonó el monto respectivo, deben justificarse.
D) Está probado que el imputado viajó a la ciudad de Lima y que no hizo
ninguna gestión a favor de la Municipalidad Distrital de Ubinas; no existe
ninguna constancia que se reunió con funcionarios del Ministerio de
Agricultura, y tampoco existe atención oficial los días sábados; además, se
infringió la Directiva de Comisión de Servicios dentro de territorio nacional
de la Municipalidad agraviada, que prohíbe la comisión de servicios en días
no laborables en el lugar de destino. E) La posterior devolución de lo
apropiado por parte del imputado no lo libera de responsabilidad penal
porque el delito ya se consumó con la disposición patrimonial a favor del
agente oficial.
6. Contra la sentencia de vista el encausado interpuso recurso de casación. El
recurso corre en el escrito de fojas doscientos veintidós, de seis de mayo del
dos mil diecinueve.
TERCERO. Que el encausado HENRY SARDÓN VALDIVIA en su escrito de
recurso de casación invocó como motivos de casación: quebrantamiento de precepto
procesal e infracción de precepto material (artículo 429, incisos 2 y 3, del Código
Procesal Penal –en adelante, CPP–).
∞ Alegó que: A. La sentencia recurrida es producto del quebrantamiento del
inciso 1 del artículo 397 del CPP (correlación entre acusación y sentencia)
porque hizo mención a circunstancias que no fluyen de los hechos expuestos
en la acusación del Ministerio Público. B. Sí hubo “reembolso”, por lo que
no se configura el delito de peculado por apropiación. C. Se incurrió en
errónea interpretación del artículo 387 del Código Penal –en adelante, CP–,
pues no se entendió correctamente la disponibilidad jurídica a efecto de
establecer la relación funcional “por razón de su cargo”, desde que no tuvo
relación funcional con el dinero al momento de viajar, y posteriormente, se le
hizo el reembolso, lo que no punible penalmente.
∞ Planteó que se desarrolle doctrina jurisprudencial para que se establezca
que los verbos rectores del tipo delictivo de peculado (administración,
custodia, etcétera) tienen distinta naturaleza a los viáticos otorgados a un
funcionario o servidor público, los cuales tienen una naturaleza
administrativa y sancionable en dicha vía.
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CUARTO. Que, este Tribunal de Casación por Ejecutoria de fojas cuarenta y
cinco, del cuadernillo de casación, de veinticinco de noviembre de dos mil
veinte, por voluntad impugnativa, declaró bien concedido el recurso de casación
por la causal de apartamiento de doctrina jurisprudencial (Acuerdo Plenario 07-
2019/CJ-116), en vía de reconducción de las causales propuestas.
QUINTO. Que, instruidas las partes de la admisión del recurso de casación,
sin la presentación de alegatos ampliatorios por alguna de ellas, dentro del
plazo, se expidió el decreto de fojas setenta y uno de dieciocho de marzo
último, que señaló fecha para la audiencia de casación el día lunes cuatro de
abril de este año.
SEXTO. Que, según el acta adjunta, la audiencia pública de casación se
realizó con la intervención de la defensa del encausado SARDÓN VALDIVIA,
doctor Yuri Armendáriz Gallegos.
SÉPTIMO. Que, concluida la audiencia, a continuación, e inmediatamente, en
la misma fecha, se celebró el acto de la deliberación de la causa en sesión
secreta. Efectuada ese mismo día la votación correspondiente y obtenido el
número de votos necesarios, por unanimidad, corresponde dictar la sentencia
casatoria pertinente, cuya lectura se programó en la fecha.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO. Que la censura casacional se circunscribe al examen, desde la
causal de apartamiento de doctrina jurisprudencial, del tipo delictivo de peculado
doloso por apropiación, en relación a los viáticos y conforme a lo
establecido en el Acuerdo Plenario 07-2019/CJ-116, de diez de septiembre
de dos mil diecinueve.
SEGUNDO. Que los hechos declarados probados, respecto de los cuales solo
cabe afirmarlos en esta sede casacional por imperio del artículo 432, apartado
2, del CPP, estriban en que el imputado SARDÓN VALDIVIA, como Sub
Gerente de Administración de la Municipalidad Distrital de Ubinas, solicitó
y obtuvo caudales público-municipales (mil setecientos treinta y dos soles)
para realizar una actividad funcional ante el Ministerio de Agricultura en
Lima, la cual nunca se realizó. El citado encausado SARDÓN VALDIVIA pidió
ese dinero a la Subgerencia de Planeamiento y Presupuesto, sin recabar la
autorización previa de la autoridad superior de la Municipalidad agraviada, al
margen del conocimiento del alcalde y sin que elevara el informe de gestión
pertinente. Además, la supuesta rendición que hizo no es compatible con las
fechas pedidas –él viajó de Arequipa a Lima el diecinueve de abril de dos mil
trece y retornó el veintiuno de abril de ese mismo año–, y la información
oficial del Ministerio de Agricultura reveló que no consta ninguna gestión
del imputado en ese Ministerio, así como la Directiva de Comisión de
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Servicios de la Municipalidad agraviada prohíbe tales comisiones en días no
laborables. Por último, pese a recibir con posterioridad el monto asignado
[vid.: comprobante de pago 000438, de veinticuatro de abril de dos mil
trece], luego quiso devolverlos según un documento en copia notarial que
presentó de fecha doce de septiembre de dos mil catorce.
TERCERO. Que el artículo 387 del CP, en lo pertinente al caso de autos,
estatuye que comete el delito de peculado: “El funcionario o servidor público que
se apropia […], en cualquier forma, para sí […], caudales […] cuya […] administración
[…] le estén confiados por razón de su cargo […]”. Está fuera de la discusión
planteada por el recurrente que se trató de un funcionario público que solicitó
y, finalmente, obtuvo viáticos de la Municipalidad agraviada para realizar
supuestos actos oficiales de gestión ante el Ministerio de Agricultura. El
imputado SARDÓN VALDIVIA, en efecto, viajó a Lima, pero no realizó gestión
alguna, y rindió cuenta, sin duda con información falsa, de los viáticos
utilizados al efecto (pasajes, alojamiento y alimentación); y, luego, meses
después de obtener el dinero de la Municipalidad (cuatro meses y días),
intentó devolverlo.
∞ Sin duda, no se está ante un mero injusto administrativo, derivado del
incumplimiento de las directivas y regulaciones sobre viáticos, desde que,
primero, efectuó el viaje a Lima y allí permaneció varios días; segundo, no
efectuó las gestiones oficiales que afirmó efectuaría; tercero, dio cuenta de
gastos incompatibles con la realidad de lo ocurrido en función a la comisión
que anunció realizaría; y, cuarto, se le entregó el dinero por la comisión que
dijo efectuó.
∞ Es de resaltar que no se da el supuesto de excepción previsto en el párrafo
cuadragésimo segundo del Acuerdo Plenario 07-2019/CJ-116, de diez de
septiembre de dos mil diecinueve, que preceptúa: “Cuando la diligencia o
comisión por la que fue otorgado el viático no se realizó porque el comisionado no se
desplazó y no devolvió el dinero, es decir lo incorporó a su patrimonio probablemente
constituye un delito de falsedad”. En efecto, aquí el dinero fue utilizado, el
imputado SARDÓN VALDIVIA viajó y se quedó varios días en Lima, pero no
realizó gestión oficial alguna; luego, se apropió de un caudal público bajo el
pretexto de una comisión de servicios que no realizó y, desde luego, no tenía
planificado hacerlo –la lógica fraudulenta de la conducta antinormativa del
imputado es patente–.
CUARTO. Que es de reiterar que no es un asunto de ausencia formal de
rendición de cuentas ni de una autorización legal y lícitamente obtenida para
realizar actos propios del servicio oficial, sino de una precisa modalidad de
apropiación de causales públicos que consistía en obtener fondos públicos
para actividades privadas bajo el engaño de una comisión oficial de servicios,
gestión municipal que obviamente nunca realizó. El delito de peculado es,
propiamente, un delito de carácter patrimonial que lesiona la Administración
Pública (el patrimonio público): lo protegido se vincula con la actividad
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patrimonial de la Administración Pública. Debe quedar claro que el objeto de
tutela es la protección del acervo público y de los servicios prestados por los
poderes públicos; es decir, el patrimonio público, en cuanto está al servicio
de unos intereses generales, y en el marco del correcto funcionamiento de la
Administración Pública en el manejo de tales caudales.
∞ La lógica medial de la apropiación, de hacerlo mediante falsedad
documental, no puede desconocer el ataque al bien jurídico tutelado por el
delito de peculado: los caudales públicos que están encomendados a los
funcionarios públicos para atender a necesidades del bien común; los actos
de administración ilícita recaen sobre caudales o efectos públicos que los
tiene el funcionario público por razón de sus funciones –que disponga de los
bienes incluso de facto y con ocasión de sus funciones–. Aquí hubo (i) una
apropiación para sí de patrimonio público –el agente oficial tiene un manejo
del caudal entregado para cumplir los fines respectivos: cubrir los gastos que
demanda la gestión encomendada–; (ii) dinero que se recibió para ser
destinado a una finalidad oficial y administrarlo en esa dirección –el agente
oficial tiene una disponibilidad o relación de dependencia con el caudal
público, él es específicamente competente para el manejo de los caudales
entregados, quien los aparte de su función–; y, (iii) que su conducta supuso
un perjuicio para la Administración pública –se sacó los caudales fuera del
ámbito de custodia de la Administración, se los extrajo del ámbito público en
que hallaban situados, para colocarlos bajo el dominio privado del agente–.
∞ Por otro lado, no es relevante que, luego de recibir el dinero producto de la
gestión que se dijo se realizaría y no realizó, procuró devolver meses
después. La conducta delictiva ya se había consumado, pues el dinero fue
extraído del ámbito público.
QUINTO. Que, en consecuencia, en el presente caso no se interpretó
incorrectamente el tipo delictivo de peculado ni se produjo un apartamiento
lesivo del Acuerdo Plenario 07-2019/CJ-116, de diez de septiembre de dos
mil diecinueve.
∞ En cuanto a las costas, es de aplicación los artículos 497, numerales 1 y 3,
y 504, numeral 2, del CPP. Debe abonarlas el encausado recurrente.
DECISIÓN
Por estas razones: I. declararon INFUNDADO el recurso de casación, por la
causal de apartamiento de doctrina jurisprudencial, interpuesto por HENRY SARDÓN
VALDIVIA contra la sentencia de vista de fojas doscientos tres, de dieciséis de
abril de dos mil diecinueve, que confirmando la sentencia de fojas ciento
treinta y cinco, de quince de noviembre de dos mil dieciocho, lo condenó
como autor de peculado doloso por apropiación en agravio de la
Municipalidad Distrital de Ubinas a cuatro años de pena privativa de la
libertad, suspendida condicionalmente por el plazo de tres años, y cuatro
años de inhabilitación, así como al pago de tres mil novecientos cincuenta y
ocho soles con veintidós céntimos por concepto de reparación civil; con todo
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lo demás que al respecto contiene. En consecuencia, NO CASARON la
sentencia de vista. II. CONDENARON al encausado recurrente Sardón
Valdivia al pago de las costas del recurso, que se ejecutará por el Juzgado de
la Investigación Preparatoria competente, previo trámite de liquidación a
cargo de la Secretaría de este Supremo Colegiado. III. MANDARON se lea
esta sentencia en audiencia pública, se notifique inmediatamente y se
publique en https://www.pj.gob.pe// página web del Poder Judicial.
IV. ORDENARON se devuelvan los actuados al Tribunal Superior de
origen para su debido cumplimiento; registrándose. HÁGASE saber a las
partes procesales personadas en esta sede suprema.
Ss.
SAN MARTÍN CASTRO
ALTABÁS KAJATT
SEQUEIROS VARGAS
COAGUILA CHÁVEZ
CARBAJAL CHÁVEZ
CSMC/YLPR
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