9. La ideologia y sus vicisitudes
en el marxismo occidental
Terry Eagleton
De Lukées a Gramsci28 IwEOLOGIA.
“La categorfa clave en Ia obra de otro mans occidental, Antonio Gramsci, no
te ideolo gta sin DARERIORI Y vale 2 pens vexaminat la diferencia entre estos dos
se nines, Gramsci suele utilizar la palabra thegemonfa para teferitse a as formas
en que un poder tobernante gana_l consentimiento deaquellos alos que sojtz-
GB si ien cs ciervo que sionalmence urliza este cérmino canto PAP consen-
Srmiento como para coaccién. Flay por Yo tanto, una diferencia inmediaca com
‘dl conception de, ideologia, dado que até claro que (aideologfasypuetenys
impuestas por la fuerza. Pensemos DF cjemplo, en como funcionalaideotogia
uidacs ex Sucfiee. Pevo Laeakeponis de hegemonia es ademas més amplia que
Jade ideologia: incluye i ideologla, pero no reducible a ella Un gitipo o clase
dominance puede asegurar el consentimienso 2 poder pot medios ideolégi-
toe: pero también puede hacerlo, PoF ejemplo, lterando el sisremaideimpucs-
tox para favoreces a aquellos BUPOS ayo apoyo necesita 0 reando un esas de
ttabajadores con wn telativo buen pasar POP No tanto menos activo policicamens
te, O bien [a hegemonia puede tomar Joemas politicas més que econdmicas et
tjauema parlamentario en las democtacias cidentales es un aspecto crucial eR
este poder, yaque Fomenea la ilusiGn de un aatogobierno Por parte del pueblo. Lo
Gquedistinguey hace nico al sistema politico de estas sociedades esque st supone
aque fas personas teen que se gobiernan 2 sf mismas, “ereencla que nO s¢
cesperaba que considerase ningun, ‘esclavo de 1a antigiiedad o sieve medieval.
Perry Anderson va mas alls y esehibe elite parlamentario como “el ele del
aparato ideol6gico del capitaliemo”, respecto del ‘cual instituciones tales como
Fhe mediog de comunicaciSny iglesias Y partidos politicos uegan &™ papeliertc-
co pero complementario. spor esta razon, como sefiala Anderson, que Gramsci
se equivoca al situar la hegemonia, élo en [a “sociedad civil” antes que =m dl
Teundo, ya que Ja forma politica del Tatado capitalista es, por si misma an
drgano vital de su poder.”
‘Orra poderosa fuente de hegemon's politica es la supuesta neutralidad del
Estado burgués. En realidad ésta no es simplemente ue ‘fusién ideoldgica Em
te sociedad eaptalista el poder politico ¢ Por igrtoncclasivarientejauronos©
de la vida social y econémica, €2 contraposicion con Ia Osgenizacion politica en
Formaciones precapitaists. En los regimenc® feudales, pot ejemplo, la nobleza
que explota econdmicamente al campesinado también éjerce cierta funcién
politica, cultural y jusidiea en sus “vidas, de modo que la relacién entre poder
ceonomico.y politico esindswisl
cventra sujetaavuna supervision politica ‘constante; como comenta Mar%,
1» perry Anderson, The antinomsies of Aneonie Gramsci, er: New left Review 100, navies
ue 197 nena 1977 ec xp La anit de Aone "Gunnel, Barcelona, Fortamars, 1981LAIDEOLOGIA Y SUS VICISITUDES. Ty
La hegemonfa no es entonces sélo una forma exitosa de ideologia, sino
enc coip eepce
aunque esa significacién se encuentra involucrada en todos los process
hegeménicos, 7
imno nacional es lo mds parecido a una iti
vidad ideolégica “pura” que se pueda imaginar; es cierto que parece no
otro propésito ademds de, quizds, el de molestar a los vecinos. Del mismo
modo, la religién es probablemente la institucién mds puramente ideologies
de las muchas instituciones de la sociedad civil. Pero la hegemonfa tambien se
‘manifiesta en formas politicas y econdmicas, en précticas no discursivas tanto
como en enunciados retéricos.
Con algunas notables inconsistencies, GHG aeoela INeQeMOREICON
cadenas de televisi6n pri
«las, la familia, el movimiento de los bay scouts, la Iglesia metodista, los jardines
dle infantes, la Legién briténica, el periddico Sums; todos ellos se cuentan como
aparatos hegemSnicos, que ligan a los individuos con el poder dominante me
diante el consentimiento més que la coercién, ;
(Gaia paid ERRSRS East ceca
sefialarse, sin embargo, que las instituciones coercitivas de una sociedad - cj¢ni
tas, tribunales y ocros~ deben ganarse el consentimiento general de la
{para operar con efectividad, de modo que la oposicién entre coercién y consen
titnlento puede ser hasa cierto punto deconsid:) aa
con la época en que los bolcheviques ~que vivian en una sociedad pobre en ese
tipo de instituciones— podian tomar las riendas del gobierno mediante un ata
que froncal at propio Estado,
ener220 IDEOLOGIA
fa pregunta: zcomo ba de tomar et poder la clase trabajadoraen una formacién
social donde el poder dominanre se encuentra tan sutil, profunda y amplis-
mente extendido a craves de practicas coridianas, {ntimamente entremezcladas
con la “cultura” misma © inscritas en fa texture de nuestra experiencia desde Ja.
Guana hasta la casa funeraria? ;Cémo se combate un poder que se ha convertido
‘en l “sentido comén” de todo un orden social, més que algo percibido como
extrafio y opresivo?
Ll
Siclconcepto de hegemonta exiende y ensquece I nosis sdejideologis. tam-
bién le da a este término ~ que ‘de otro modo seria mds bien abstracto-“iin
cnerponmaceriahyunelugst peponderantsiePol =. Es con Gramsci que se
creer In crucll tansicién dela ieologta como “sistemas de ideas” a laideolo-
‘gia come una prcticx socal Pabiceal vidas supuestamente debe incluir
as dimensiones inconscientes y nO articuladas de la experiencia social, asf como
se cencionamiento de ls insttuciones formalcs, Louis Althusses Pit quien
sdeologfa es fundamentalmence inconscientey siempre institucional, retoma es-
toe puntos dstacades; ast, Ja hegernonfa como un POO) “ivido” de domina-
cin politica se acerca en ciertos aspectos alo que Raymond Williams lama "es:
ci onc sonimiento”-En su propio andiss de Gramsci, Wiliams rector d
srcter dinamico de la hegemonia, fente alas connosacionss potencialmente
caer ela "ieologle’ lahegemonta no esnuncaunogro defini» sino que
debe ser “continuamence renovada, recreada, defendida y modificad:’.”° Como
concepto, enconces laegemoniaestnseparble de iris alusionesa lalucha, de
soar sen que la ideologiaquizis no Jos. No hay un Unico ‘modo de hegemo-
ee Wiliams, ue ueHa aga Tos signiicados yaar de una sociedad: y
ma poder gobernante seve por fo ante obligado a compromessts fuereas
weotelegeménicas de manera que resultan ser paciaente constitutivas de sw
propio dominio, Labegemonia esentonces und ‘nocién inherentemente relacional,
reomonpHietioey dindica, yen ete send offecs Oe notorionadelanco com
Tespeco als dfiniciones de ideologla més anguilosadasy escoldsticas, que Puc
ders contrasse en certas correnees“vulgares” del marae.
'En términos muy generales (PedaRnOslentOnGeS defininlahegemonia.como
toda una variedad de estrategias précricas mediante Tas que un poder dominan
2» Raymond Williams, Marion and Literetere, Oxfore 1977, p- 102 ftrad. esp: Marait-
ano ylrerature, Barcelona, Peninsula, 1998) Pars wm eseadio de la hegemonia politica en los
Tilo wy eae Francs Hear, Damnation, Leiimation, and Resistance, Wessport, 1978:LA IDEOLOGIA Y SUS VICISITUDES. mm
te obtiene el consentimiento a su deminio por parte de los dominados. Con-
quistar la hegemonia significa para Gramsci establecer un liderazgo moral, po-
Iitico ¢ intelectual en la vida social, mediante la difusién de la propia “Visi6n del
mundo” a través de toda la estructura de la sociedad, equiparando asi los intere-
5 propios con los de la sociedad|en(genetal. Este dominio consensual no es,
por supucsto, caracterstico del capitalismoffS@INGEH0!BOdMadeeine UC waP
quier forma de poder politico, para durar y estar s6lidamente fundada, debe
producir al menos cierto grado de consentimiento entre sus subordinados. Pero
hay buenas razones para creer que en la sociedad capitalista en particular la
proporcién de consentimiento y coercién se inclina decisivamente hacia lo pri-
mero. En tales condiciones, el poder del Estado para disciplinar y castigar —lo
que Gramsci llama “dominacién’ aipermanecesfirmesy dé hecho en las socieda-
des modernas se vuelve més formidable a medida que proliferan las distintas,
tecnologfas de opresidn. Pero las instieuciones de la “sociedad civil” escuela,
familia, iglesia, medios de comunicacién y las demas uegaiijahoraqunpapel
neSimportalite(en ellprocesoldelcontrolsoeial. £1 Estado burgués recurrird a la
violencia directa si se ve obligado a hacerlo, pero de ese modo se arriesga a suftir
una pérdida drdstica de credibilidad ideolSgica. Paralel podenes preferiblepen
general mantenerse convenientemente invisible, diseminado por el entramado
dela vida social y por fo tanto *naturalizado” como costumbre, hébito, 0 préc-
tica espontdnea. Una vez que el poder sevela abiertamente su juego, puede vol-
verse un objeto de cuestionamiento polftico.”!
bel
En sus Cuadernos de la prisién, GHARWaNCCHaeA aeSae Un PHBE pIOIeUALg MIC?
«QPRPAMTERRE HE EIVO Al EMINO IAESIOBADE sce sentido “malo” del término
sc ha-vuelto muy comin, sefiala Gramsci, “con la consecuencia de que el andli-
tis tebrico del concepto ha sido modificado y desnaturalizado”.?? La ideologta
ha sido considerada demasiado 2 menudo como pura apariencia o mera torpe-
4a; sin embargo, debe hacerse una distincién entre ideologias “histéricamente
GARIGBY-aquellas que resultan necesarias para una estructura social dada-46
ideologia en el sentido de especulaciones arbitrarias de individuos. Esta oposi-
ci6n es hasta cierto punto paralela a la oposicién entre “ideologia” y “visién del
mundo” a la que nos hemos referido anteriormente, aunque deberiamos consi-
24 Véase mi obra The Ideology of the Aestheic, Oxford, 1990, caps. 1 y 2.
2 Antonio Gramsci, Selections from the Prison Notebooks, (A. Hoare y G, Novell-Smith,
nps.)), Londres, 1971, p. 376. [La obra completa de A Gramsci en espafol fue publicada por
lancta-de Agostini, Madrid.]IDEOLOGIA,
ie histérico”, comenta
n cualquier “bloqu
forma’.
sqzas materiales son eh “contenido” y las ideologias ja
ser considerad
Gramsci,
Un objetivo de Ia préctica revolucionaria
vor explicivos los principios potencialmente
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