sofistas
Los sofistas
Sócrates y
El siglo V a.C. fue la época de esplendor en Atenas, ya
que ocurrieron grandes cambios tanto en lo social y
político como en las preocupaciones filosóficas, por lo que
también era llamada como la ilustración ateniense. Esto
ocurre ya que Atenas logró alcanzar su hegemonía militar
y política en el mundo griego, mientras que, en el terreno
de la filosofía, el estudio de la naturaleza, del fisis, pasa a
segundo plano y se produce un giro antropológico
haciendo que los filósofos se centrarán en la reflexión
sobre la moral, política, leyes, educación y más. De esta
manera, destacaron primordialmente los sofistas y
Sócrates, que tenían un punto de vista muy diferente entre
si, y para saber esto conoceremos quienes fueron, a que se
dedicaban y sus teorías
Los sofistas fueron un grupo de pensadores e intelectuales
griegos que nacieron en la Atenas democrática.
Eran educadores, considerados como producto de la
democracia ateniense. Y en efecto, la instauración de la
democracia hizo que el pueblo pudiera tomar decisiones y
que incluso algunos ciudadanos accedieran al poder y al
éxito social y político Esto hizo aparecer nuevas
necesidades formativas y educativas para los ciudadanos,
pues bajo la democracia, la única manera de alcanzar este
poder y éxito era convencer mediante palabras y discursos
a la Asamblea y Tribunales.
En este nuevo contexto político, los sofistas desempeñan
su función principal: enseñar y formar a aquellos
ciudadanos que aspiran a alcanzar el éxito social o a
triunfar en política.
A fin de cuentas, y según los sofistas, la verdad es siempre
relativa o tal vez no exista. Por eso, entre sus enseñanzas,
los sofistas incluyeron disciplinas como la oratoria, la
retórica, la erística, etc. Muchos de los sofistas fueron
grandes oradores y expertos en el arte de la palabra;
algunos presumían de ser capaces de hablar de cualquier
tema, así como también de convencer al público de algo, y
luego de todo lo contrario. Algunos sofistas celebres
fueron Protágoras, Gorgias, Hipias, Trasímaco, Calicles y
Pródico. Aunque no fueron un grupo homogéneo, ni
constituyeron una escuela, ni posiblemente un movimiento
como tal, todos ellos tienen una serie de puntos en común
que les identifica a pesar de sus diferencias: Son los
primeros profesionales de la enseñanza, es decir, los
primeros en cobrar por enseñar y convertir la educación en
una forma de vida; Aunque vivían en Atenas, la mayoría
eran extranjeros, de otras ciudades griegas. Gracias a esto,
carecían de poder político por lo que tenían prohibido
participar directamente en la política de la ciudad y
estaban ligados a la democracia, frecuentemente tuvieron
en su contra a los sectores más conservadores, partidarios
de la tradición y de las viejas formas de gobierno.
Aunque la palabra sofista fue un sinónimo de “sabio”
antiguamente, con el tiempo fue adquiriendo el sentido
peyorativo de “Hábil engañador” o especialista del arte del
engaño por medio de la palabra. Platón considerará a los
sofistas como impostores que ocultan su ignorancia por
medio de la palabrería, llamándolos con expresiones tales
como: Cazadores asalariados de jóvenes adinerados,
Comerciantes de enseñanzas que alimentan el alma,
Atletas en los debates, Prostitutos del espíritu y Charlantes
terribles.
Sin embargo, en la actualidad, los sofistas han sido mejor
aceptados considerándose a la Sofística como un
movimiento de difusión cultural muy importante, que
aportó ideas absolutamente innovadoras.
Algunos sofistas desarrollaron teorías originales y
polémicas tales como el relativismo, el cual afirma que no
existen verdades absolutas, y que toda verdad siempre es
relativa. Esto es gracias a que para los sofistas no hay
diferencia entre la verdad y lo que parece la verdad. Lo
mismo es ser y parecer. Por lo que, cualquier opinión es
verdadera, de esta forma, no hay diferencia entre conocer
verdaderamente algo y opinar sobre algo. Esto va contra el
pensamiento de Platón, que afirma pues, que todo
conocimiento es simplemente opinión, el escepticismo,
que dice que no podemos estar absolutamente convencidos
de nada, ya que conocer la verdad es imposible. Esto se
debe a que los sofistas estaban convencidos de que la
razón humana es incapaz de conocer un conocimiento
objetivo y certero de la realidad, además de que el
lenguaje humano no podía ser jamás un reflejo objetivo y
fiel de la realidad, sino que el lenguaje únicamente sirve
para persuadir, emocionar y convencer a la Asamblea, el
convencionalismo afirma que tanto las instituciones
públicas, como leyes y la moral, son productos de
decisiones o de convenciones humanas en un momento
histórico determinado y el empirismo, que esta
estrechamente relacionado con la democracia, el
empirismo político consiste en considerar bueno y justo
aquello que el pueblo o la mayoría toma por bueno y justo,
sin ponerlo en duda realmente.
Por otro lado, está Sócrates (470 a.C.- 399 a.C.) maestro
de Platón, que nació en Atenas democrática, en la época
de su mayor esplendor, en el seno de una familia modesta.
Él nunca ambicionó la riqueza ni tuvo deseos de destacar
en la política. No cobraba por sus enseñanzas, ni escribió
ningún libro, pues en su opinión la filosofía sólo puede
practicarse mediante el diálogo. Platón cuenta de él que
dedico su vida a la búsqueda de la verdad, interrogando a
sí mismo y a los demás acerca del bien humano, la
justicia, la felicidad y la virtud. Se comparaba a sí mismo
con un tábano incómodo y molesto que aguijoneaba a los
demás con sus preguntas para que estuvieran atentos a la
virtud. Sócrates afirmaba de sí mismo, la célebre frase
“solo sé que no sé nada”, el punto de partida de toda
indagación filosófica debía ser el reconocimiento de la
propia ignorancia ya que solo el que reconoce no saber,
está en condiciones de aprender. Tanto Sócrates como
Platón se opusieron a las teorías de los sofistas. Tras la
inauguración de la democracia por parte del trasíbulo, fue
juzgado y condenado a tomar la cicuta, bajo la falsa
acusación de corromper a la juventud; en realidad, las
casusas de su condena fueron políticas porque no era
partidario de la oligarquía que tampoco simpatizo mucho
con la democracia ateniense, aparte de esto, fue maestro
de Alcibíades (cuyo mandato en Atenas fue nefasto) y de
Critias (uno de los 30 tiranos). Esta muerte influyo
muchísimo en la vida y pensamiento de su discípulo
Platón.
Defensa de una concepción absolutista de la verdad y de
los valores morales.
Ni Sócrates ni Platón negaban que hay muchas opiniones
que son meramente subjetivas, pero sostenían que una
cosa son las opiniones y otra la verdad.
La educación y la dialéctica socrática- La finalidad debe
ser alcanzar la verdad con vistas de lograr la felicidad y la
virtud. Para Sócrates, todos poseemos dentro nuestra la
verdad, y el trabajo del educador es guiarle y orientarle
para que alumbre y descubra la verdad por sí mismo. El
método de Sócrates es la dialéctica que viene de “dialogo”
que significa “a través del logos”, que se divide en dos
fases: La primera fase es la ironía cuyo objetivo es lograr
que el discípulo ponga en duda todo aquello de lo que
creía estar seguro y caiga en cuenta de que en realidad no
sabe aquello que creía saber. Esto se logra haciéndole caer
en contradicciones mediante preguntas y argumentos
cuando sus respuestas son irreflexivas o inadecuadas. A
partir del reconocimiento de la propia ignorancia, el
discípulo está ya en disposición de comenzar el camino
hacia la verdad. La segunda fase es la mayéutica, que
consiste en lograr que el discípulo, convenientemente
dirigido por las cuestiones del maestro, llegue a alumbrar
la verdad, la cual habita ya en su interior. Esta fase debe
culminar en el hallazgo de una verdad sobre algo,
formulada, de ser posible, mediante una definición.
La búsqueda de las definiciones esencialesSócrates
pensaba que debía de haber algo en común en todas las
cosas que llamamos justas, por lo que se dedicó a la
búsqueda de las definiciones de cada uno de esos valores,
los cuales debían expresar la esencia mediante la realidad
investigada.
El intelectualismo moral- es la teoría ética de Sócrates que
dice que la virtud consiste en el conocimiento. Más
específicamente, esta teoría contiene 3 principios
fundamentales
Primero tenemos que la virtud es conocimiento, es decir,
el que no puede ser un buen zapatero es porque no conoce
el oficio de zapatero, una persona no puede ser justa si no
conoce la justicia. Sin conocimiento no puede haber
virtud. En segundo lugar, sabemos que el vicio es
ignorancia, ya que, según Sócrates, todo ser humano desea
su propio bien, pero a veces nos equivocamos y tomamos
el mal por bien; el error o la ignorancia del bien son la
causa del vicio y de obrar el mal y, por último, Sócrates
afirmaba que nadie obra mal a sabiendas porque si alguien
conoce realmente lo que es la justicia, necesariamente ha
de obrar justamente. Si alguien que Conoce la justicia,
obra injustamente es porque realmente no sabe que es la
justicia
En conclusión, podemos decir que, el inicio de la filosofía
de Sócrates aparece en forma de respuesta a la filosofía de
los sofistas, sabiendo que luego Platón, su discípulo,
siguió con la base de su filosofía para desarrollar la propia
con el mismo objetivo, siendo el de socavar el
pensamiento y teorías sofistas.