UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA Y GESTIÓN PÚBLICA
UNIV: CLARA BERRÍOS FERNÁNDEZ
MATERIA: GP505 – COMUNICACIÓN POLÍTICA
Y OPINIÓN PÚBLICA
MENCIÓN: GERENCIA POLÍTICA
FECHA: 05 de agosto de 2022
La Paz, Bolivia
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La era de la información: economía,
sociedad y cultura
Volumen I
LA SOCIEDAD RED
Prólogo
“Creo en la racionalidad y en la posibilidad de apelar a la razón, sin
convertirla en diosa. Creo en las posibilidades de la acción social significativa y de
la política transformadora, sin que nos veamos necesariamente arrastrados hacia
los rápidos mortales de las utopías absolutas. Creo en el poder liberador de la
identidad, sin aceptar la necesidad de su individualización o su apropiación por el
fundamentalismo. Y propongo la hipótesis de que todas las tendencias de cambio
que constituyen nuestro nuevo y confuso mundo están emparentadas y que
podemos hallar sentido a su interrelación. Y, sí, creo, a pesar de una larga tradición
de errores intelectuales a veces trágicos, que observar, analizar y teorizar es un
modo de ayudar a construir un mundo diferente y mejor" (Castells, 2017, pág. 29)
La tecnología no determina la sociedad y esta no marca el avance tecnológico, ya que
muchos elementos, incluidos la invención y decisiones personales, interceden en la
invención científico, la creación tecnológica y los estudios sociales, de modo que el
resultado final depende de un complejo modelo de interacción.
En efecto, la disyuntiva del determinismo tecnológico posiblemente es un falso problema,
ya que tecnología es sociedad y ésta no puede ser percibida o encarnada sin sus
herramientas técnicas.
Cuando en la década de 1970 se constituyó un nuevo modelo tecnológico organizado en
torno a la tecnología de la información, sobre todo en los Estados Unidos, un sector
específico de su población, que interactuó con la denominada “globalización”, el que
materializó un modo nuevo de producir, comunicar, gestionar y vivir. Tan pronto como se
difundieron las nuevas tecnologías de la información y se las apropiaron diferentes países,
distintas culturas, diversas organizaciones y metas heterogéneas, estallaron en toda clase
de modas y aplicaciones, que retroalimentaron la creación tecnológica, acelerando y
aumentando el alcance del cambio tecnológico, y diversificando sus fuentes.
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La relación que existe entre tecnología y sociedad es que el papel del Estado, es decisivo
en el proceso general, ya que expresa y organiza las fuerzas sociales y culturales que
dominan en un espacio y tiempo específicos.
La tecnología expresa la capacidad de una sociedad para impulsar hasta el dominio
tecnológico mediante las instituciones de la sociedad, incluido el Estado. El proceso
histórico mediante el cual tiene lugar ese desarrollo de fuerzas productivas marca las
características de la tecnología y su entrelazamiento con las relaciones sociales o sobre sí
mismo como principal fuente de productividad. El procesamiento de la información se centra
en el perfeccionamiento de la tecnología como fuente de productividad, en un círculo
virtuoso de interacción de las fuentes del conocimiento de la tecnología y la aplicación de
ésta para mejorar la generación de conocimiento y el procesamiento de la información: por
ello, se denomina informacional a este nuevo modo de desarrollo, constituido por el
surgimiento de un nuevo paradigma tecnológico basado en la tecnología de la información.
Pero Japón, España, China, Brasil, así como los Estados Unidos, son, y serán más en el
futuro, sociedades informacionales, en el sentido de que los procesos centrales de
generación del conocimiento, la productividad económica, el poder político/militar y los
medios de comunicación ya han sido profundamente transformados por el paradigma
informacional y están enlazados con redes globales de riqueza, poder y símbolos que
funcionan según esa lógica. De este modo, todas las sociedades están afectadas por el
capitalismo y el informacionalismo, y muchas de ellas (sin duda el capitalismo y el
informacionalismo, y muchas de ellas (sin duda todas las principales) ya son
informacionales, aunque de tipos diferentes, en escenarios distintos y con expresiones
culturales/institucionales específicas.
Las nuevas tecnologías de la información están integrando al mundo en redes globales de
instrumentalidad. La comunicación a través del ordenador engendra un vasto despliegue
de comunidades virtuales. Los primeros pasos históricos de las sociedades informacionales
parecen caracterizarse por la preeminencia de la identidad como principio organizativo.
El alcance del análisis de Castells requiere, en palabras del autor: “la misma amplitud de
su objeto (el informacionalismo) en todos los dominios sociales y expresiones culturales.
Pero de ningún modo pretendo tratar la gama completa de temas y asuntos de las
sociedades contemporáneas, ya que escribir enciclopedias no es mi oficio” (Castells,
2017, pág. 51).
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CAP.I LA REVOLUCIÓN DE LA TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN
El objeto de estudio del autor en el primer volumen del libro es centrarse en la dimensión
sociológica del cambio tecnológico: efectos sociales de las tecnologías de la información.
Para ello, indica los principios y avances de las nuevas tecnologías, donde la información
será la materia prima sobre la que actúan las tecnologías.
Conceptualiza tecnología como “el uso del conocimiento científico para especificar modos
de hacer cosas de manera reproducible” (Castells, 2017, pág. 60). Dentro del campo de la
información destaca cuatro áreas:
• Microelectrónica
• Informática
• Telecomunicaciones /televisión/radio y optoelectrónica
• Ingeniería genética
Las cuatro formarán el centro de las tecnologías de la información, durante las últimas
décadas del siglo XX; instaurando un campo tecnológico donde la información
se genera, almacena, recobra, y transmite.
Compara esta revolución con la revolución industrial del siglo XVIII, ya que ambas se
caracterizan por su capacidad de penetración en todos los dominios de la actividad
humana, convirtiéndose en la base de dichas actividades que se orientarán hacia el
progreso. En este punto, considera que la innovación tecnológica no es un suceso aislado,
sino que, se produce por acumulación y depende de las condiciones específicas de cada
sociedad. Castells revela dos revoluciones tecnológicas, que aplanaron el camino:
• I Revolución Industrial: en cual tuvo como momento cumbre e innovador la era la
máquina de vapor.
• II Revolución Industrial: con el surgimiento de la electricidad.
Los dos acontecimientos influyeron en la sociedad y en la economía y fueron base para una
revolución tecnológica de la información, que se caracteriza por una expansión de la mente
humana.
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Podemos marcar una línea del tiempo de la revolución de la tecnológica de la información:
primero con los avances tecnológicos en el campo de la electrónica ocurridos en la II Guerra
Mundial y seguido, de aparece la primera computadora programable y el transistor. Tanto
el transistor como la computadora programable dan lugar al nacimiento de la
microelectrónica, que será el núcleo de la revolución de la tecnología de la información
del siglo XX.
La microelectrónica encuentra sus raíces con la invención del transistor (1947), que hizo
posible procesar impulsos eléctricos más rápidamente en un modo binario a través del chip.
Su producción se aceleró con la invención del circuito integrado (1957); y con el
microprocesador (1971), es la computadora en un chip. La capacidad de procesar
información podía instalarse en todas partes: la microelectrónica se difundió a todas las
máquinas.
Las computadoras también fueron concebidas en la II Guerra Mundial, pero hasta 1946 no
aparece la primera computadora con fines generales (antes eran exclusivamente
instrumentos militares). Pero fue con el microprocesador de 1971 cuando el tamaño de las
computadoras se reduce y comienza su comercialización exitosa, que irá creciendo
exponencialmente desde el Apple I, pasando el P.C., o el software, hasta la posibilidad de
añadir memoria y capacidad de procesamiento de datos centralizado con el ordenador
interactivo en red.
Las telecomunicaciones se revolucionan gracias a la combinación de las tecnologías “nodo”
(selectores de rutas electrónicos), y los “nuevos enlaces” (tecnologías de la transmisión).
Sumado a los avances en optoelectrónica (fibras ópticas y transmisión por láser) que
amplían la capacidad de transmisión. Junto con la aparición del celular que sale a la venta
con éxito a finales '90, se instituyen en nuestros días una cantidad de tecnologías de
transmisión de gran alcance que posibilitan una red de comunicación abierta a gran número
de nuevos empleos y a un nuevo modo de vida.
Es importante destacar el desarrollo paralelo de la ingeniería genética, la cual rodeada de
gran polémica, convierte al hombre en semi-dioses capaces de controlar el A.D.N.,
conocedor del genoma humano, abre las puertas para poder controlar enfermedades
modificando el componente genético, a través de la terapia genética basada en la
prevención de anomalías en los genes.
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Las tecnologías electrónicas, ya explicadas (la microelectrónica, las computadoras y las
telecomunicaciones), dentro del campo de la comunicación interactiva llevarán a la creación
de Internet, que hasta el momento se considera como el medio tecnológico más
revolucionario de la era de la información.
El inicio de Internet, se encuentra unido a los fines de uso militar, con la tecnología digital
se consiguió crear una red capaz de comunicar nodos sin necesidad de apoyarse en centros
de control, y su uso pasa a manos de universidades norteamericanas, esta sería la primer
red a la que se llamó Arpanet, la creación de redes durante los '80 pasaron a llamarse Arpa-
Internet, todavía bajo la subvención del Departamento de Defensa y una fundación
gubernamental de fines científicos. Diversas presiones comerciales, crearon redes de
empresas privadas y eso permitió la privatización de Internet, y desde aquí una acelerada
carrera que llevó hasta la conexión de redes a gran escala y su difusión posible en cualquier
lugar donde existieran redes telefónicas y computadoras equipados con módems. En 1994
Netscape, quien popularizó su navegador el Netscape Navigator, que permitió que motores
de búsqueda (como Google) se desarrollaron rápidamente y es a partir de aquí cuando
podemos hablar del establecimiento de una red mundial.
De esta revolución tecnológica podemos destacar la aplicación de conocimiento en un
círculo de retroalimentación acumulativa, donde el usuario se convierte
en usuario y creador a un mismo tiempo. Esto nos índica la creación de un estrecho hilo
conductor entre los procesos sociales de creación y manipulación de símbolos, lo que es la
cultura que se genera en una sociedad; y la capacidad de producir y distribuir
bienes/servicios, lo que serían las fuerzas productivas.
El papel del hombre se reformula, ya no es un elemento de la cadena de producción, sino
que va a ser capaz de producir por su cuenta, esto significa un cambio trascendental a la
vida social conocida hasta ahora.
Otra de las características de esta revolución es la velocidad con la que difunde por todo
el mundo en tal solo dos décadas (desde mitad de '70- mitad de '90), creando, formando
un lazo de unión mundial.
Hay que destacar que esta tecnología de la información no lleva de igual forma a todas las
áreas del mundo, ya que su propagación es selectiva, creando desigualdad social, no solo
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en términos mundiales, sociedades donde existe un diferencia de desarrollo no cuentan con
la base tecnológica necesaria, ni con la infraestructura correspondiente para avanzar en
esta revolución; sino que, también podemos hablar en términos más reducidos dentro de
una misma sociedad desarrollada, donde la difusión de estas nuevas tecnologías es
conocida, pero no al alcance de todos, esto ocasiona que la brecha de desigualdad se
incremente.
El uso de nuevas tecnologías da estatus, por lo que nos encontramos en un camino difícil,
encaminado al consumo de las mismas, y donde es importante plantearnos si, es realmente
la sociedad quién demanda estas tecnologías.
En un principio, no sería la sociedad en sí, ya que se encuentra habituada en sociedades
desarrolladas a un estado de bienestar, donde sus necesidades son cubiertas, pero es el
nuevo mercado tecnológico, el que hace aparecer nuevas demandas que realmente en un
principio no surgen del hombre. Un ejemplo muy claro es el de los celulares: en un principio
la gran mayoría de la población no necesitaba encontrarse localizado, ni comunicado en
todo momento del día, sin embargo, la difusión de celulares y su gran éxito de
comercialización es algo totalmente factible, que aparece de la imposición del mercado de
la posibilidad de estar comunicados telefónicamente en cualquier momento, de ahí,
diversas aplicaciones desde las laborales al ocio. Si hoy ya nos hemos acostumbrado a
llevar un celular en el bolsillo, hasta el punto de que sin él, sentimos que nos falta algo, la
dependencia de las siguientes generaciones que nacen no sólo en la era de los celulares,
sino también de Internet, y de altas tecnologías; llevaran a la reformulación de la sociedad
en una nueva, donde las redes de comunicación, como dice Castells, serán el tejido de
nuestra vida.
CAP. II LA NUEVA ECONOMIA:
INFORMACIONALISMO, GLOBALIZACIÓN E INTERCONEXIÓN EN RED
La revolución de la tecnología de la información arma las bases para una nueva economía
mundial que se desarrolla desde el último cuarto del siglo XX. Esta nueva economía se
define por tres cualidades:
• Informacional: las unidades que componen esta nueva economía (empresas,
naciones, regiones) y su productividad y competitividad dependen directamente del
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poder que tengan para generar, procesar y aplicar la información basada en el
conocimiento.
• Global: la producción, el consumo y su circulación, se encuentran dentro de una
organización a escala global, bien entre los agentes directamente o por medio de
una red de vínculos entre éstos.
• Conexión en red: a través de una red global de interacción empresarial, es donde
se va a desarrollar la productividad y la competencia.
En este capítulo, el autor se enfoca en la búsqueda de la estructura y dinámica de esta
nueva economía.
Para el crecimiento económico, la información y el conocimiento han sido esenciales, el
desarrollo tecnológico ha permitido que sea la información un producto del proceso de
producción: lo que van a producir las nuevas industrias son aparatos para el procesamiento
de información, o el procesamiento de información en sí mismo.
Castells, compara el sistema industrial con el informacional: observa que existió un
incremento de la producción durante la economía industrial del siglo XIX, y durante la
segunda guerra mundial, sin embargo, en el período de 1973-1993, la productividad
disminuye a pesar del incremento del ritmo del cambio tecnológico. Este hecho tiene una
explicación muy lógica, es muy pronto para atrevernos a fijar una productividad ya que es
necesario que pasen años para que su difusión nos pueda mostrar un crecimiento de la
producción. Marcando el inicio del modelo tecnológico a mediados de la década de los 70s,
y su consolidación en los 90s; nos encontramos con que, en estas décadas intermedias, la
sociedad no estaba preparada para procesar el cambio tecnológico y decidir sus usos con
lo que no puede aparecer un aumento de productividad.
Para que se de ese aumento de productividad son necesarios cambios. Cambios
institucionales y cambios organizativos, donde el trabajo se adapte a los nuevos procesos
de producción. Y donde, toda inversión sea en tecnología de la información y no en aplicar
las nuevas tecnologías en las antiguas estructuras.
Pero, ¿qué buscan los agentes económicos? En primera instancia, parece ser que
productividad es la respuesta más lógica, sin embargo, al igual que se transforma la
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economía, los medios de producción, su estructura y dinámica; también existe un giro en
los objetivos, que giran ahora, hacia la rentabilidad basada en el aumento de sus acciones
en bolsa, y la competitividad. La productividad y la tecnología basada en el conocimiento
científico son medios para llegar a ello.
Manteniéndonos en el supuesto más lógico de que toda empresa pretende alcanzar un
máximo beneficio y para ello, eliminar la posible competencia que pudiera resultar un
inconveniente, en esta nueva economía, es esa competencia la que genera beneficios y
consigue aumentar el valor de las acciones de los distintos agentes económicos.
Pese a todo esto, es importante señalar, que el industrialismo no desaparece, sino que se
transforma en informacionalismo, no varían las actividades humanas, sino su fuerza
productiva que ahora se basa en la capacidad humana de procesar símbolos.
La economía informacional crea un sistema socio-económico distinto, donde al
generalizarse la producción y gestión basadas en el conocimiento a todos los ámbitos
económicos a escala global, se produce unas transformaciones sociales, culturales e
institucionales como ha sucedido en otras revoluciones tecnológicas, pero a largo plazo.
LA NUEVA ECONOMÍA
La nueva economía es una economía global, a la podemos conceptualizar como “aquella
que tiene la capacidad institucional, organizativa y tecnológica para funcionar como una
unidad a tiempo real o tiempo establecido, a escala planetaria”. A diferencia de la economía
mundial (su precedente), basada en la acumulación de riqueza en el mundo.
Inicia en la década de los 90s en USA. En torno a la tecnología de la información y las
finanzas. Como foco, Castells, se centra en nuevas industrias como Internet, que es la que
cuenta con un mayor número de ingresos, empleo y valor de capitalización. Le siguen las
empresas que dan infraestructura a Internet, son las empresas de telecomunicaciones, y
seguidas por empresas que desarrollan las aplicaciones de infraestructura de Internet:
productos y servicios software para las transacciones en línea.
En el último nivel se encontrarían aquellas empresas que no facturan directamente por
transacciones económicas en línea, sino a través de publicidad; y por otro lado, las
compañías que tienen de manera directa transacciones económicas basadas en la red.
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No podemos hablar de que toda la economía ya sea global, nos encontramos en un proceso
de transformación o de cambio, difícil de definir, pero encaminado hacia una nueva
economía global.
Todavía nos encontramos que gran parte de la producción es local y regional, y aunque, en
las dos últimas décadas del siglo XX, el comercio internacional creció aceleradamente, la
mayor parte del crecimiento de las economías viene generado por el comercio interior de
las mismas.
Su expansión es desigual, es incluyente y excluyente; y depende directamente del
incremento de la productividad que proviene de la capacidad de utilización de la nueva
tecnología de la información, que va a ser la que impulse un sistema de producción basado
en el conocimiento.
A estas alturas, nos debemos preguntar ¿por qué, se habla tanto y tan efusivamente de
economía global?
El autor argumenta, que es debido a que, las economías de todo el mundo dependen de un
mismo núcleo global, donde quedarían incluidos: los mercados financieros, el comercio
internacional, la producción transnacional, ciencia y tecnología, y el trabajo especializado.
El sistema economía se encuentra interconectado, a través de estos componentes de la
economía.
• Los mercados financieros, son interdependientes globalmente, podemos decir que
dentro de la economía global juegan un papel decisivo, ya que, de su rendimiento
depende el destino de cualquier economía. Con los nuevos sistemas de información
y tecnología de comunicación es posible realizar operaciones bancarias a tiempo
real generando flujos financieros conectados mundialmente. Castells, afirma que la
base sobre la que se asienta esta nueva economía va a ser la globalización de los
mercados financieros.
• El comercio internacional, siempre ha sido el principal vínculo entre las economías
nacionales del mundo durante el último tercio del s.XX, por lo que es lógico, que
tome relevancia dentro de una economía global. En estos últimos años, ha sufrido
una transformación sectorial debido al aumento de los servicios, rompiendo el
desequilibrio que siempre ha existido entre países desarrollados y los que están en
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vías de desarrollo, que se debía a la diferencia entre bienes manufacturados (gran
valor) y materias primas (de menor valor), ahora se sustituye por un desequilibrio
entre la distribución desigual de conocimiento y tecnología. Por lo que, podemos
deducir, que las desigualdades entre países desarrollados y subdesarrollados,
continúan y siempre existirán, solo que son desigualdades redefinidas en otros
términos.
• Producción transnacional, en los años 90s, hemos asistido a un rápido proceso de
internacionalización de la producción, de su distribución y de la gestión de bienes y
servicios, esto ha sido posible gracias al crecimiento de la inversión exterior directa,
a la formación internacional de redes de producción y al papel de las corporaciones
multinacionales. Castells, afirma que estas corporaciones son más multinacionales
que transnacionales, ya que aunque mantengan una identidad cultural con de su
país de origen, tratan de adaptarse al país, en el que se encuentran, manteniendo
así una múltiple lealtad nacional. Pero la producción de bienes y servicios no se
lleva a cabo en las corporaciones multinacionales, sino en redes de producción
transnacionales, sin las cuales, las corporaciones multinacionales no podrían
funcionar. Estas redes se basan en alianzas y proyectos de cooperación donde
distintas unidades de producción de pequeñas y grandes empresas se conectan
entre sí.
• Ciencia y tecnología, es el motivo por el cual se mantiene un cierto nivel necesario
en la generación de conocimiento y en la capacidad tecnológica, esto se logra por
medio de la investigación y desarrollo y su difusión. Son las corporaciones
multinacionales las que utilizan la investigación y el desarrollo como un potencial
para la competencia, pero como hablamos de grandes costes, lo que hacen es
sumar sus esfuerzos unas con otras, y así crean una red donde se distribuye
conocimiento tecnológico novedoso.
Castells, también nos habla del trabajo especializado, en este punto surge la pregunta:
¿existe trabajo global? El trabajo global, se extiende únicamente a trabajadores altamente
cualificados: ingenieros, técnicos, ejecutivos empresariales, etc. Donde existe una alta
movilidad. Para el no cualificado se encuentra restringido el trabajo global, por las barreras
nacionales, por lo que, aunque el capital sea global y las redes de producción también, la
mayoría del trabajo es solo local.
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La alta cualificación, a la que hace se referencia en el libro, hace pensar en las
oportunidades de vida de cada individuo y como están repartidas. Actualmente nos
encontramos en una sociedad en la que, la enseñanza es “accesible” a todos, tenemos la
opción a estudiar y especializarnos o no, para poder ser más competitivos y poder ser un
trabajador global, pero, si en países desarrollados esas oportunidades de vida son iguales
para todos, y aun así cabe cuestionarnos hasta qué punto la movilidad laboral y académica
es real; en países menos favorecidos, en vías de desarrollo, la situación es mucho más
pesimista. El trabajador global crea desigualdad, no llegando a la exclusión, pero si crea un
nuevo status de poder adquisitivo muy alto, que nos lleva a plantear una reestructuración
de la estructura ocupacional creando puestos de trabajo y una nueva clase anteriormente
inexistente.
CAP. III LA EMPRESA RED: CULTURA, INSTITUCIONES Y ORGANIZACIONES DE LA
ECONOMIA INFORMACIONACIONAL
Para comenzar a exponer este tercer capítulo, parece conveniente dar primero una sencilla
definición de empresa red. Sería la forma específica de empresa cuyas unidades se
componen de sistemas de medios (autónomos) que son el instrumento necesario para
llegar al fin de la empresa matriz.
Castells, en un principio nos habla de la lógica organizativa que domina en la cultura
informacional de esta nueva economía; para la cual es necesario contar con organizaciones
y con una serie de instituciones.
Como organizaciones entendemos una serie de sistemas concretos de recursos orientados
a la realización de metas específicas; y las instituciones serían las estructuras que cuentan
con la autoridad necesaria para llevar acabo unas tareas específicas en nombre de la
sociedad.
Va a ser a través de ambas (de la organización y las instituciones), donde las culturas
encuentren su vía de manifestación; por ello, en la nueva economía caracterizada por la
empresa red, da un importante papel a la lógica organizativa de las mismas.
Una parte importante del capítulo es que nos muestra el momento, en el que podemos decir
que se produce un cambio organizativo dentro de las empresas, y por supuesto las
tendencias organizativas de éstas.
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Podemos afirmar que el cambio organizativo se da en '80 con una reestructuración
económica; Castells encuentra cinco puntos en común:
• Una gran división tanto en la organización de la producción como en los mercados.
• Cambios encaminados a una difusión de la tecnología de la información.
• Estos cambios persiguen una meta orientada a una adaptación de las
transformaciones que se están produciendo en la economía, de carácter
institucionales y tecnológicos.
• Muchos de los cambios organizativos van destinados a redefinir procesos de
contratación y trabajo: maximización en la automatización de puestos de trabajo.
• Una gestión del conocimiento y del procesamiento de la información, como vías
imprescindibles para las organizaciones que funcionan dentro de una economía
informacional global.
Dentro de las tendencias organizativas que se observan, encontramos que:
a) Se pasa de la producción en serie a la producción flexible. Con el cambio
tecnológico y la demanda que se vuelve impredecible, el sistema de producción
vertical se queda obsoleto y resulta costoso, por lo que para acomodarse a la nueva
economía viran hacia un sistema de producción flexible, donde la producción se
acomoda a las variaciones del mercado (flexibilidad del producto y del proceso),
programando fácilmente las cadenas de producción.
b) Son las pequeñas empresas las que mejor se adaptan a la nueva economía con
formas de producción flexibles para la economía informacional, pero se
encuentran subcontratadas por las grandes firmas, que según Castells, aunque no
se hundan si que entran en crisis ya que no se han adaptado a las nuevas
condiciones flexibles de mercado y mantienen una estructura vertical de producción
(buscan esa flexibilidad en las que son más pequeñas).
c) Se da una revolución en los métodos de gestión: el “toyotismo” sustituye al
“fordismo”. Es un nuevo modo de gestionar el proceso laboral, donde la producción
depende directamente de una red de proveedores independientes de la estructura
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empresarial, y reina una filosofía basada en el consenso y el trabajo de equipo,
donde fluyen las vías de conocimiento que amplían su experiencia.
d) Existen vínculos inter-empresariales, donde se crea una interconexión entre
distintas empresas, a través de la subcontración y la franquicia. Se crean redes
multidireccionales entre una gran compañía y pequeñas y medianas empresas.
e) Se crean alianzas estratégicas: dos o más empresas se unen para depurar una
nueva tecnología o lanzar un producto, siempre en busca de la innovación. Pero
estas alianzas no acaban con la competencia, una alianza puede tener un fin
determinado en un área determinada.
Al principio las organizaciones económicas se desarrollaron a la par de una cultura y unas
instituciones, con lo que cada sociedad tiende a crear sus propias formas organizativas;
pero en una escala global como en la que nos movemos, estas formas de organización se
difunden dando lugar a una mezcla de modelos de producción orientados a la competencia
y bajo la presión de la lógica de mercado. Aun así, en ningún momento se pierde una
identidad cultural, sino que, el nuevo proceso organizativo es adaptado a esas culturas e
instituciones ya existentes.
Castells, como ejemplo a su exposición sobre la empresa red, nos habla de las redes
empresariales del Este asiático:
En Japón, se organiza bajo redes de firmas que se poseen mutuamente y por sectores y se
caracteriza por ser una red jerárquica basada en el trabajo en equipo y autónoma; además
de mantener variables como el proteccionismo y la flexibilidad.
Mientras en Corea, nos encontramos con una red que es controlada por holdings,
individuales o familiares; de las cuales, también es de destacar puntos como el apoyo que
reciben del estado, las firmas multisectoriales o la represión sindical.
Por último, China, cabe destacar el hecho de que se compone de firmas familiares
constituyendo una red intersectorial, gran importancia a la familia que se convierte en una
familia especializada y la firma en herencia familiar que conlleva a la diversificación y
descentralización; y el respaldo de un estado central y un capital financiero.
Estas redes tomando el análisis brevemente expuesto, nos llevan a sacar tres puntos
relevantes:
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• Son culturas mezcladas entre sí, que mantienen altos valores institucionales.
• A la hora de construir sus mercados se le otorga un papel muy importante al
gobierno.
• Se afirma, ante todo, la identidad y cultura nacional, ello lo llevan a cabo mediante
la competencia y la programación.
Este análisis de redes empresariales muestra, como la producción, instituciones y cultura,
dependen de su organización, pero es necesario tener muy en cuenta que esta
organización está limitada por las leyes de mercado, como visión económica clásica. Pero
en los análisis empíricos, vemos como se comienza a reemplazar por un surgimiento de
redes internaciones de firmas como organización básica de la economía global; donde la
mayor parte de la actividad económica de las principales industrias se organiza en torno a
cinco tipos de redes:
a) Las redes de proveedores: serían en las que se dan acuerdos de subcontratación,
manufactura de equipo y diseño original, entre un cliente y aquel que le abastece de
medios para su producción.
b) Las redes de productores: en ellas se dan acuerdos de coproducción que ayudan a
aunar capacidades de producción, recursos humanos y financieros.
c) Las redes de clientes: vínculos entre fabricantes y distribuidores, los canales de
mercado y los usuarios finales.
d) Las coaliciones de normalización: incluirían una serie de normas globales con el fin
de atrapar el mayor número posible de firmas en exclusiva para su producto.
e) Las redes de cooperación tecnológica: tramitan la adquisición del diseñó de una
producto y su tecnología de producción, esto favorece la producción y el proceso de
desarrollo conjunto compartiendo, además el conocimiento científico y la
investigación y el desarrollo.
Castells, aclara que aunque surjan estas redes, eso no implica una desaparición de la
empresa multinacional, es más, afirma basándose en observaciones empíricas que también
existen redes alrededor de empresas multinacionales basadas en la colaboración de
pequeñas y medianas empresas, esto es favorecido por el proceso de globalización, pero
su dependencia de sus bases nacionales (se forman redes asimétricas en torno a ellas), es
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en mi opinión, lo que hace que se sitúen en un papel secundario dentro de la economía
global.
También plantea una interesante hipótesis sobre el desarrollo de estas multinacionales,
pero que no termina de aclarar realmente. Nos dice que a medida que evoluciona el proceso
de globalización, las formas organizativas evolucionan de las empresas multinacionales a
redes internacionales superando a las “transnacionales”. Realmente no específica (deja de
lado el tema), en hipotetizar, si desde su visión “futurista” será el fin de estas
transnacionales o una redefinición de multinacional y transnacional en empresas
multinacionales (conservando su espíritu como tales) de proyección en redes
internacionales.
CAP. IV LA TRANSFORMACIÓN DEL TRABAJO Y EL EMPLEO: TRABAJADORES EN
RED, DESEMPLEADOS Y TRABAJADORES A TIEMPO FLEXIBLE. (1ª PARTE)
El autor, pretende llevar a cabo un análisis del empleo creando una tendencia común en la
estructura del empleo que caracteriza a las sociedades informacionales; junto con una
variación histórica de los modelos de empleo según instituciones, cultura y entornos
políticos específicos.
Para realizarlo, se basa en el estudio de los países que forman el G-7 entre los años 1920-
1990, estos son los países capitalistas más avanzados hacia una sociedad informacional y
nos pueden servir de ejemplo para observar el desarrollo de esas nuevas ocupaciones.
Estos países serían: Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y
Canadá.
En este estudio, se tratará de descubrir las interacciones entre tecnología, economía e
instituciones dentro de los modelos de empleo de cada uno, en los procesos de transición
entre los modos agrícola, industrial e informacional.
Una sociedad agrícola, como todos sabemos, es aquella donde la actividad productiva se
basa casi exclusivamente, en la explotación del campo. Mientras en la sociedad industrial,
el proceso productivo se centra en sistemas de fabricación de productos. El post-
industrialismo se caracteriza por que desaparece la fabricación, la productividad se basa
en la generación de conocimiento a través del procesamiento de información; por ende, se
da un aumente importante de las ocupaciones, donde su actividad tiene un alto contenido
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de información y conocimiento (cualificación): son los ejecutivos, técnicos y profesionales;
caracterizándose por una economía avanzada donde el empleo y la producción se centra
en servicios.
Una sociedad informacional se definiría como un sistema de producción basado en la
maximización de beneficios y productividad asentándose en el conocimiento de la
información y el cumplimiento de prerrequisitos para su utilización.
Consideraremos a una sociedad como post-industrial, cuando:
• El conocimiento y la información sean la base de su productividad y de su
crecimiento
• Cambia la fabricación como eje central de producción, por actividades de servicios
(término que más adelante se detallará, ya que como bien aclara Castells, puede
resultar “engañoso”)
• Existe una expansión de nuevas ocupaciones basadas en la información como
profesionales, ejecutivos y técnicos
Estos tres rasgos, conducen a una sociedad informacional.
En el análisis que nos propone Castells, de los países del G-7, hace una ruptura temporal
en dos períodos: de 1920-1970 y de 1970-1990, para observar la estructura del empleo y
su transformación, de ello, algunas de las conclusiones que considero más ilustrativas son:
• Entre 1920-1970, las sociedades se convierten en post-agrícolas, donde la mayoría
del empleo se concentra en actividades de transformación y fabricación.
• Entre 1970-1990, se convierten en post-industriales. Se produce una
reestructuración económica y tecnológica que conlleva a una reducción del empleo
industrial en todos los países, aunque desigualmente.
Dentro de este bloque de países capitalistas más desarrollados, va a ser Estados Unidos
el que registre una mayor tasa de empleo basado en el procesamiento de la información
(característico ya de la nueva era), aunque le sigue muy de cerca Reino Unido, Canadá y
Francia. Mientras Alemania e Italia, tienen una tasa inferior, pero que se ha duplicado
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espectacularmente en las dos últimas décadas. Paradójicamente Japón, tiene la tasa más
inferior ya que éste lo incorpora a la producción material o a la manipulación de bienes, sin
crear una división técnica.
Lo que realmente va a caracterizar a los países del G-7, es una marcha lenta hacia el
empleo en información en comparación a un aumento progresivo del empleo en servicios.
El empleo en servicios, se revela como una actividad central, que sería como un puente
entre las actividades post-industriales y las informacionales; es un nuevo mundo de
ocupaciones reales, que se desarrollan con rapidez. Castells, consciente de su importancia
en este capítulo, se detiene para realizar una división del empleo dentro de los servicios:
a. Servicios de producción: proporcionan información y apoyo para el aumento
de productividad y la eficiencia de las compañías. En todos los países,
durante los dos períodos anteriormente señalados, se produce un aumento
significativo de estos servicios, ya que son paralelos al crecimiento y
complejidad de la nueva economía.
b. Servicios sociales: su expansión va a despender de la relación que exista
entre Estado y sociedad dentro de cada país, y va a ser en los años '60
cuando alcancen una mayor importancia debido a los numerosos
movimientos sociales que se dan en esta década.
c. Servicios de distribución: combinan transporte y comunicación, con el
comercio mayorista y minorista, aunque éste sea característico de las
sociedades industriales, sigue aun existiendo un amplio sector ocupacional
dedicado a estos servicios.
d. Servicios personales: caracterizan a la sociedad informacional y a la
sociedad del ocio; los cuales no desaparecen de las sociedades avanzadas
ya que, aunque cambie el tipo de servicio y de trabajo continúa siendo la
misma actividad.
Estos servicios no se expanden de igual forma, por lo cual, Castells, no muestra dos
modelos de expansión:
1. El modelo anglosajón: se pasa de la fabricación a los servicios
avanzados, pero mantiene el empleo de los servicios tradicionales
18
2. El japonés-alemán: expande los servicios avanzados pero
mantiene una base industrial incorporando algunas de las
actividades de servicio al sector industrial.
En conclusión, podemos afirmar que la evolución del empleo en el período post-industrial
que abarca de 1970-1990 se caracteriza por dos vías distintas:
1. Con una rápida desaparición de la industria junto con una expansión del empleo en
servicios de producción y servicios sociales;
2. Otra vía en la que se sigue vinculando la industria y los servicios de producción
unido a un aumento del empleo en servicios sociales manteniendo los servicios de
distribución.
Para la sociedad informacional se prevé una estructura ocupacional nueva, donde:
• Aumenta la importancia de los puestos ejecutivos, profesionales y técnicos.
• Disminuyen los trabajadores de puestos de oficios y operarios, y se reducía el
número de oficinistas y vendedores.
Pero nos encontramos con que existen diferencias considerables entre las estructuras
ocupacionales de sociedades a las que podemos denominar informacionales, un ejemplo
es Japón que articula la fuerza de trabajo obrera, mano de obra agrícola y vendedores junto
con un aumento de ocupaciones profesionales; mientras que Estados Unidos sustituye esas
antiguas ocupaciones por otras nuevas de carácter informacional; otras como Alemania y
Francia combinan ambos elementos: por un lado se acercan al modelo norteamericano en
lo que se refiere al aumento de ocupaciones profesionales, pero por otro, se asemejan a
Japón, ya que, mantienen un lento declive de los puestos de trabajo obrero.
No se puede negar, por otra parte, que existe una clara tendencia hacia el aumento de la
ocupación informacional (ejecutivos, profesionales y técnicos), junto con una disminución
de los trabajadores agrícolas.
También hay que considerar la evolución del status ocupacional: la progresiva desaparición
del trabajo autónomo. En este capítulo, se presagia el resurgimiento del trabajo autónomo,
19
una vez que la organización industrial sea completamente flexible y funcione en red, ya que,
las pequeñas empresas posiblemente encuentren su lugar en el mercado.
La existencia de una mano de obra global dentro de una economía global, aunque parece
una tendencia lógica, realmente se encuentra muy limitada la movilidad laboral. La
movilidad ocupacional dentro de un mismo ámbito profesional viene dada no solo por la
formación que ya debería tener el trabajador, sino por la que la misma empresa le va a
proporcionar, la empresa de alguna forma se asegura la cualificación de sus empleados,
así realmente podemos llegar a plantearnos ¿para qué tantos años de estudios
universitarios y superiores, si luego realmente la formación que requieres para desarrollar
una determinada ocupación te va a ser dada por la empresa? La universidad crea al sujeto
con un conjunto de capacidades, como una metodología de trabajo: de procesamiento de
información, asimilación, métodos de trabajo.
El mercado de trabajo global no se encuentra unificado con lo que imposibilita más aún, la
existencia de esa mano de obra global, lo que no lleva a negar la existencia de una
interdependencia global de la mano de obra en la economía informacional que se
caracterizaría por su segmentación jerárquica.
Lo que más claro queda de esta última argumentación de relevancia, es la importancia de
la cualificación, y la distinción notable entre trabajo cualificado y no cualificado; y entre mano
de obra cualificada y no cualificada.
Hay que destacar el hecho, de que una persona puede ser un trabajador cualificado, pero
desarrollar un trabajo no cualificado, no se habla en términos de exclusión social, pero sí
de explotación. Realmente habría que redefinir toda la estructura ocupacional, ya que, es
necesario distinguir entre el nivel de cualificación de un individuo y la actividad que
realmente desarrolla.
CAP. V EL PROCESO DE TRABAJO EN EL PARADIGMA INFORMACIONAL (2ª PARTE)
En esta segunda parte del capítulo, el análisis se concentra en tecnología y trabajo. Para
ello, en primer lugar, es necesario remarcar un par de puntos:
1. La tecnología no es en ningún momento la causante directa del cambio laboral;
2. No existe un modelo exacto de trabajo dentro del paradigma informacional.
20
Como ya se ha visto en anteriores capítulos, una de las características principales que se
van a dar con el desarrollo de las nuevas tecnologías, es el aporte esencial del cerebro
humano en el proceso de trabajo: la automatización. Con ello, pese a lo que se esperaba
en un primer momento, desaparecen las tareas repetitivas, ya que ahora se van a
programar para que sean realizadas por máquinas; se revaloriza el trabajo analítico, el de
decisión y programación, el cual, sólo puede ser llevado a cabo por el cerebro humano.
La pregunta fundamental que Castells trata de descubrir en este punto es ¿cuál/cómo es el
proceso de trabajo informacional? Por supuesto, va a ser determinado según las
características del proceso de producción informacional:
a) Innovación: no sólo de los productos, sino también del proceso.
b) Potencial de investigación y capacidad de especificación: de lo cual,
depende directamente el anterior. El nuevo conocimiento en un
primer momento se ha de descubrir y luego aplicarse en un contexto
específico.
c) La combinación hombre/máquina: tienen que estar hermanados, ya
que la ejecución de tareas se verá beneficiada siempre que exista
una adaptación interna de tareas y una retroalimentación entre el
hombre y la máquina.
d) Capacidad en toma de decisiones y capacidad para una integración
organizativa entre todos los elementos: son los dos puntos
principales dentro del proceso de trabajo (al igual que en la
organización eran la adaptabilidad interna y flexibilidad)
informacional.
Este proceso de producción específico de las nuevas tecnologías da lugar a una nueva
división del trabajo. Castells las presenta en 3 dimensiones, a las que también pone
nombre:
1. Creación de valor: tareas que se efectúan en un proceso de trabajo
determinado.
2. Creación de relaciones: la relación entre una organización
determinada y su entorno.
21
3. Toma de decisiones: relación entre los ejecutivos y los empleados de
una organización
Dentro de la primera dimensión Castells establece varias tipologías de trabajadores que se
corresponden con una serie de tareas:
• Los mandos: toma de decisiones y planificación
• Los investigadores: innovación
• Diseñadores: adaptación y presentación
• Integradores: gestionan las relaciones entre los tres anteriores
• Operadores: ejecución de tareas bajo sus iniciativas
• Operados: tareas no automatizadas
Estos se combinarían necesariamente con los trabajadores de la segunda dimensión dentro
de la misma organización y siempre dependiendo de la capacidad de cada uno:
• Trabajadores en red: las conexiones que establezcan son por propia iniciativa,
aunque yo más bien diría, por propia conveniencia.
• Trabajadores de la red: están en línea, pero no deciden cuándo, ni con quién han
de estar conectados.
• Desconectados: destinados a tareas unidireccionales sin contactos interactivos.
Y en la última dimensión, estarían aquellos con capacidad suficiente para realizar
aportaciones al proceso de toma de decisiones:
• Los decisores: última instancia para tomar decisiones.
• Los participantes: toman parte de estas.
• Los ejecutores: encargados de aplicarlas.
A raíz de esto, nos encontramos con una piedra angular sobre el tema: la preocupación por
el desempleo. Es el temor al que los trabajadores se encuentren en una situación de
22
desempleo por la automatización de las nuevas tecnologías. En contra, nos encontramos
con que no es una regla de tres, como siempre se ha creído, ya que países mas
informacionalizados como Japón o Estados Unidos, son los países con menor tasa de
desempleo y mayor creación de puestos laborales en las últimas décadas en comparación
con países europeos por ejemplo, siendo en el sector servicios donde más aumento de
empleo se ha registrado; entonces podríamos decir que la sociedad informacional no
destruye empleo sino que los reelabora en otros sectores, y en la creación de puestos más
flexibles; en este punto el hecho de altas tasas de desempleo, Castells, las atribuye a otros
factores como a las políticas económicas de cada nación y principalmente a la estructura
institucional de cada uno, sin menospreciar el rapidísimo aumento de la figura femenina en
el mercado laboral los últimos treinta años. Con lo que no podemos decir que existe una
relación directa entre empleo y la difusión de nuevas tecnologías.
Si algo deja claro (no solo este capítulo) Castells, en su argumentación de la sociedad red,
es el hecho del crecimiento del trabajo flexible, respecto al cual, presenta un modelo laboral
que a mi parecer es más interesante que la hipotetización anterior sobre estructuras
laborales. Este modelo se caracteriza por cuatro puntos:
• La jornada laboral: no existe la limitación de horas semanales, sino que es flexible.
• Estabilidad en el empleo: el empleo se centra en la tarea en sí, y en ningún momento
en algún tipo de compromiso con la empresa.
• Localización: cada vez aumenta más el trabajo fuera de la sede de la empresa
(como se ha señalado en capítulos anteriores)
• El contrato social entre empresario y empleado: se acaba la relación tradicional
entre ambos de fidelidad incluyendo las obligaciones y deberes predeterminadas
desde el primer momento. Será una desgregación entre ambos, que desde mi punto
de vista se limitará a un contrato entre empleado y la tarea específica que vaya a
realizar.
Cabe señalar la importancia de la redefinición laboral, que sin duda, es en trabajo flexible,
la ruptura de modelos tradicionales de empleo, etc.; todo lo expuesto será la semilla
necesaria y fundamental para la sociedad red que se avecina lentamente pero con paso
firme.
23
CAP. VI EL ESPACIO DE LOS FLUJOS
En este capítulo se analiza la relación existente entre espacio y tiempo, en un primer lugar
nos ocuparemos del espacio y en el capítulo siguiente será el turno del tiempo.
Comenzaremos afirmando que el espacio es el que organiza el tiempo en una sociedad
red, la existencia de una interacción entre tecnología, sociedad y espacio, la cual
determinará en un primer lugar la localización empírica de las nuevas actividades
económicas; después desvelará la interacción del aumento del hogar electrónico y la
evolución de la ciudad y, por último, la evolución de las formas urbanas.
En un primer momento hay que señalar que la ciudad global no sería un lugar, sino,
un proceso, donde centros de producción y consumo de servicios avanzados y sus
sociedades locales se conectan en una red global que depende de los flujos de
información.
Existe una organización jerárquica en torno a centro de mando y control que se encargan
de coordinar, innovar y gestionar las actividades de las redes empresariales que se
encuentran entrecruzadas. Los principales centros que mantienen el poder informacional
se centran en Nueva York, Londres y Tokio; a partir de aquí se reparten distintos centros
importantes en distintas áreas comerciales, como en contratos de futuros, en servicios
financieros o empresariales. A éstos se les sumarían centros regionales que se desarrollan
como son los nuevos mercados emergentes y se unen rápidamente a la red.
El espacio industrial también se ha transformado: el proceso de producción se establece en
diferentes emplazamientos pero que se mantiene unido mediante conexiones de
telecomunicaciones. Cada fase del proceso de producción supone una mano de obre
específica, desde una mano de obre altamente cualificada (que se basa en la ciencia y
tecnología) hasta una masa de obreros no cualificados encargados del montaje rutinario.
Su localización va a ser distinta, tomando en cuenta puntos de vista económicos y sociales.
Se establece un modelo de producción basado en cuatro operaciones, las cuales van a
estar en una determinada situación geográfica:
• La investigación y el desarrollo: serían los encargados de la innovación y los
prototipos, se situarán en centros industriales de áreas centrales. Los medios de
24
innovación van a ser los que determinen la estructura de las redes globales de
producción y distribución (espina dorsal del sistema global), pueden ser tanto local
como regional (o ambos), pero por supuesto, es global.
• Fabricación cualificada en plantas filiales: son las zonas de industrialización más
recientes.
• Montaje semicualificado y las operaciones de prueba: se sitúa en el extranjero
(sureste asiático como Singapur y Malasia)
• Adaptación de producto al cliente, mantenimiento postventa y respaldo
tecnológico: en centros regionales de todo el planeta.
Lo primero que se observa es una descentralización de la producción, esto es gracias a
la flexibilidad de la fabricación de componentes tecnológicos que aumenta la
competitividad.
Señalar, también que este nuevo espacio industrial es posible debido a los flujos de
información existentes entre sus diferentes articulaciones geográficas.
Con el desarrollo de los sistemas de comunicaciones se produce un desgarro entre
proximidad espacial y la realización de actividades cotidianas, ¿esto nos lleva a la
desaparición de las ciudades? Según Castells, la ciudad no desaparecerá, sino que será
transformada urbanamente, dependiendo del contexto sociohistórico y cultural de cada una
de ellas.
Teniendo en cuenta que, desde el inicio de las sociedades, las ciudades se han constituido
como núcleos alrededor de las actividades que los propios habitantes realizaban; con la
sociedad informacional no solo cambia el trabajo en su dimensión geográfica, sino también
desde un punto de vista espacial, con lo que, indudablemente, esto afecta a las ciudades y
su distribución. Lo más destacable, respecto a los cambios laborales es el aumento del
trabajo a distancia: podemos apuntar tres formas principales de teletrabajo:
a) Los sustituyentes: aquellos que desarrollan su actividad
laboral íntegramente desde su propio hogar
b) Autónomos: trabajan en línea desde su hogar
25
c) Suplementadores: se llevan trabajo a casa
Sin despreciar nuevas formas, que parece que poco a poco van surgiendo, como son los
telecentros, los cuales se situarían en áreas metropolitanas (son instalaciones en red); o el
trabajo electrónico a domicilio, llevado a cabo por trabajadores temporales que cobran por
unidad de procesamiento de información.
Hay que señalar, son las nuevas tendencias que se crearán dentro de la ciudad gracias a
la tecnología de la información:
• Problemas de transportes: mayor movilidad física tanto laboral como de ocio, debida
a la flexibilidad laboral.
• Nueva industria bancaria: transacciones on-line, cajeros automáticos y servicios
telefónico.
• Servicios sanitarios: asistencia médica por computadora y teléfono; y nuevos
equipos informatizados que aumenta la calidad de la atención médica.
• Educación virtual: aunque las universidades serán las más reacias ya que defienden
el aprendizaje por la interacción cara a cara, ellas también se sumarán a la
enseñanza on-line.
A raíz de esto podemos decir que la ciudad informacional es una nueva forma urbana, que
más que forma física, es un proceso caracterizado por el dominio estructural del espacio de
los flujos. La teoría de los flujos y el espacio de los flujos, se constituyen en la espina dorsal
no solo de este capítulo, sino a mi entender la base de la sociedad informacional que
llevamos analizando.
TEORÍA DE LOS FLUJOS
Esta teoría se concentra en dos conceptos:
ESPACIO: es la sociedad misma. Se trata de un producto material en relación con otros
productos materiales que son los que participan en determinadas relaciones sociales y se
encargan de darle al espacio una forma, función y un significado social.
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FLUJOS: nuestra sociedad está construida en torno a flujos, pero realmente ¿qué es un
flujo? No se trata de un elemento de la organización social, en verdad son las secuencias
de intercambio e interacción entre las distintas posiciones que mantienen los actores
sociales en las diversas estructuras sociales (políticas, económica y simbólica)
El epicentro de esta teoría está en la necesidad de un buscar un soporte material, que
sostenga estos flujos y que los haga posibles en un tiempo simultáneo: sería una nueva
forma espacial característica de las prácticas sociales que se dan dentro de una sociedad
red, es el espacio de los flujos.
EL ESPACIO DE LOS FLUJOS
Castells, lo define como: “la forma material de soporte de los procesos y funciones
dominantes en la sociedad informacional”
Podemos extraer tres capas de soporte material que constituirían el espacio de los flujos:
1.- Un circuito de impulsos electrónicos: posibilitan la base material de los procesos que
acontecen en la sociedad red, que se realizan en una red de interacciones gracias a los
aparatos de la tecnología de la información. La red de comunicación es fundamental, en
ella, nada existe por sí mismo; y todo se define por los intercambios de flujos en dicha.
2.- Capa creada por sus nodos y ejes: los ejes serían los intercambiadores cuya función se
basa en la coordinación para que exista una interacción uniforma de todos los elementos
que integra la red. Mientras los nodos (que al igual que los ejes se organizan
jerárquicamente según su peso en la red), son la ubicación de funciones importantes de
determinadas actividades locales respecto a una función clave de la red. El nodo conecta
a la localidad con el conjunto de la red.
3.- Organización espacial de las elites gestoras dominantes: son las que dirigen cómo ha
de articularse ese espacio. La teoría de los flujos de Castells, presupone que las sociedades
se encuentran organizadas asimétricamente dependiendo de los intereses específicos
dominantes de cada estructura social (es una lógica espacial). Las elites de la sociedad
informacional se constituyen en un estilo de vida diferenciado creando un entorno simbólico
propio y un espacio aislado por todo el mundo a través del espacio de los flujos que
funcionan como líneas de unión.
27
Sobre este tema, el autor propone una hipótesis según la cual, el espacio de los flujos
estaría constituido por microrredes personales (de las élites dominantes) que reflejan sus
propios intereses en macrorredes de los espacios de los espacios de los flujos. Es una
extrapolación de la estructura de poder de la sociedad capitalista más contemporánea, si
siempre se ha estado bajo los intereses de las “elites” ya sean estas elites capitalistas,
industriales…. ¿por qué iba a ser distinto en la sociedad informacional?
Para finalizar este capítulo, hay que resaltar puntos como el cambio arquitectónico de las
ciudades, el cual, va a estar bajo la influencia del espacio de los flujos, ya que será el
basamento dominante en la sociedad de la nueva tecnología.
CAP. VII LA ORILLA DE LA ETERNIDAD: EL TIEMPO ATEMPORAL
Castells, comienza este capítulo diciéndonos que “somos tiempo encarnado”, como nuestra
sociedad que está hecha de historia.
El tiempo es local, ya que, es específico de un contexto determinado por lo que se
encuentra fuertemente vinculado al desarrollo de las nuevas tecnologías de la
comunicación: el concepto de tiempo, y el tiempo en sí, se está transformado dentro del
contexto socio-técnico, pero para poder apreciarlo, se nos presenta un análisis histórico de
las relaciones de cambio entre tiempo y sociedad.
Pone como ejemplo la transformación de la noción de tiempo en la cultura rusa donde
destaca dos momentos importantes para ello: las reformas de Pedro el Grande y el
ascenso/caída de la Unión Soviética:
Tradicionalmente en Rusia el tiempo se consideraba eterno (sin principio, ni fin): era
una sociedad atemporal. Pedro el Grande, lo que hizo fue organizar la vida en torno al
tiempo, para favorecer el dominio estatal. Comenzó con un cambio al calendario de Europa
occidental para homogeneizar Rusia con Europa y así controlar socialmente las
obligaciones del pueblo hacia el estado; establecer una distinción entre le tiempo de
deberes religiosos y el tiempo que se debía otorgar al estado: cronometra la vida como
medida de control social.
Con el comunismo, se da un giro ideológico en la comprensión del tiempo, donde se acelera
el tiempo dedicado al estado (medida encaminada al aumento de productividad). Con el
28
derrumbamiento comunista se pasa a una concepción temporal capitalista con un horizonte
a corto plazo, donde el tiempo es monetizado (su concepción anterior estaba marcada por
una separación a largo plazo entre tiempo y dinero).
En las sociedades contemporáneas, nos encontramos con una dominación del tiempo reloj.
La modernidad se crea bajo la influencia del tiempo reloj que moldea y dirige tanto la
sociedad como el espacio.
Realmente, el tiempo reloj, es una concepción con la que se ha nacido, se ha socializado
el individuo, y resulta casi inconcebible, pensar en un mundo no organizado por la hora-
reloj. Tal como indica el autor, es una forma de dirigir y controlar la vida social, esto nos
hace reflexionar, en la naturaleza del individuo ¿para poder vivir en sociedad, es necesario
medidas de control tan sutiles como la del tiempo? Tal vez, sin el tiempo reloj no podríamos
mantener procesos de interacción como los que hoy conocemos, y seguramente que el
desarrollo y evolución humano habría sido mucho más lento y complicado.
Sin embargo, en la sociedad red que está surgiendo, este tiempo lineal medible y predecible
se derrumba. Es una aceleración de “casi todo”, donde el hombre se esfuerza por comprimir
el tiempo, hasta el límite, lo que da lugar, a la desaparición de toda secuencia
temporal, volviendo a un tiempo atemporal, a través de la nueva tecnología que nos
posibilita para ello, y crear un presente eterno. Castells, propone una distribución temporal
de la vida.
El tiempo atemporal, al que hace referencia Castells, sería una forma dominante que surge
en la sociedad red.
Distingue distintos “tipos” de tiempo:
a) Tiempo como fuente de valor: el mercado financiero actual,
como se ha comentado en capítulos anteriores, es un
mercado, que funciona a tiempo real. El alto volumen de flujos
financieros internacionales no es solo gracias a la
desregulación o, a la apertura de los mercados financieros,
sino también, y sobre todo, a la velocidad de las
transacciones, favorecida a su vez, por el uso de las nuevas
tecnologías, así como programas informáticos y analistas
29
financieros situados en los nodos globales de una red de
telecomunicaciones. Aquí se especula no solo
monetariamente, sino también temporalmente, ya que el
tiempo va a tener un valor ficticio para poder manipularlo,
incluso Castells, llega a decir que el trato incorrecto que se le
dé al tiempo será el germen de las crisis económicas que se
puedan producir en el s.XXI.
b) El tiempo flexible: en la empresa red, de hoy en día, el tiempo
flexible, lo que es la superación de la forma tradicional de
tiempo y su gestión autonómica para tomar decisiones a
tiempo real; es la forma de empresa que surge y que manipula
el tiempo como un recurso y no como secuencia temporal de
producción; el trabajo cualificado gestiona el tiempo
aumentando o disminuyéndolo dependiendo de las
circunstancias, esto sólo es posible gracias a la organización
en red y con el procesamiento de información y su movilidad.
La empresa red ya no solo comprime el tiempo, sino que,
lo procesa.
c) Tiempo laboral: el tiempo laboral es el núcleo vital de un
individuo, su tiempo social se estructura dependiendo y
alrededor de su tiempo laboral. En el último siglo, Castells nos
señala dos tendencias respecto a este tiempo: una donde
tiempo laboral por persona disminuye; y otra, una
regularización del tiempo laboral como parte del contrato
social (estas tendencias van a depender de la regularización
de los mercados laborales de cada país). Sin embargo,
Castells termina reconociendo que el impacto de este cambio
tecnológico sobre el tiempo laboral-social y su distribución, no
se puede determinar, lo que si asegura y afirma es que la
nueva articulación temporal en las estructuras de la familia y
el acortamiento de los años laborales en países más
desarrollados.
d) Tiempo y ciclo vital: todos los seres humanos tenemos un
“reloj biológico” que marca un ritmo social y vital en torno al
30
cual, se ha establecido siempre un patrón de ciclo social al
que las sociedades se han ajustado. Sin embargo, la nueva
sociedad red rompe con este ritmo: adquiere la capacidad de
controlar tanto la reproducción como la duración de la vida de
los individuos.
Un punto interesante de la reflexión sobre el tiempo que se hace en este capítulo es al
hablar de lo denominado “la muerte negada”, nos muestra con ello una visión un tanto
distorsionada de la muerte.
Como bien se menciona, nuestro tiempo se mide por la muerte, es un hecho que nunca ha
sido negado y que se puede disfrazar pero nunca obviar. Muchas culturas y tendencias
religiosas durante la historia de la humanidad se han esforzado en ello; y es ahora según
Castells cuando realmente se alcanza esa idea de vivir como si la muerte no existiera y
todo gracias a los avances en tecnología médica y a la investigación biológica. Todo ello
rodeado por una campaña que enfatiza “la vida sana”.
La muerte es algo que nos acompaña desde el nacimiento, es la única certeza que tenemos
durante toda nuestra existencia, el hecho de que actualmente se viva como si no fuera
cierta, no es por la esperanza de vida eterna gracias a avances técnicos y científicos en
medicina, sino más bien, por un desarraigo religioso-cultural (sobre todo religioso), que nos
encadena y condiciona una vida, donde pase lo que pase, la muerte llegará igualmente.
También nos muestra la transformación temporal y conceptual de algo tan humano como
son las guerras. Su modificación fundamentalmente viene dada en términos de tiempo, son
guerras breves, cortas, más bien instantáneas, las comunicaciones y la alta tecnología en
armas dan una gran rapidez y limpieza en cualquier golpe bélico, donde se demuestra una
destrucción masiva, es un tiempo mínimo como una estrategia triunfante. Pero no quiere
decir que las guerras instantáneas, los enfrentamiento o la violencia desaparezcan, sino
que se transforma bajo su marco temporal.
Por último, Castells, nos muestra su argumento sobre la temporalidad. Basándose en la
definición tomada de Leibniz, según la cual, “el tiempo es el orden de sucesión de las
cosas”.
31
El tiempo dominante en nuestra sociedad indiscutiblemente es atemporal, es así ya que el
paradigma informacional y la sociedad red crean una perturbación sistémica en el orden
secuencial de los fenómenos llevados a cabo bajo este contexto. La eliminación de la
secuencialidad de tiempo ya sea en aras de lograr la instantaneidad o la aleatoriedad crea
un tiempo indiferenciado que según Castells es equivalente a la eternidad.
Nos vuelve a mostrar como el tiempo atemporal anteriormente expuesto se encuentra
sometido al espacio de los flujos, los lugares se circunscriben al tiempo, donde la idea de
progreso, motor histórico de los últimos siglos da un giro en la redefinición de tiempo
convirtiéndose en un ser estructurado.
CAP. VIII LA CULTURA DE LA VIRTUALIDAD REAL: LA INTEGRACIÓN DE LA
COMUNICACIÓN ELECTRÓNICA, EL FIN DE LA AUDIENCIA DE MASAS Y EL
DESARROLLO DE LAS REDES INTERACTIVAS
Como capítulo final de la “era de la información”, se dedica un capítulo a la nueva cultura,
de esta nueva era que está surgiendo.
La comunicación acumulativa basada en el conocimiento fue posible gracias a la
infraestructura mental dada por el alfabeto (reflexión muy interesante): esto creó una
separación con la comunicación audiovisual basada en símbolos y percepción.
Lo que Castells, pretende mostrarnos, es que en estos momentos asistimos a un hecho
histórico donde se integran varios modos de comunicación en una red interactiva. Es decir,
la unión en un mismo sistema de tres formas de la comunicación humana: la escrita, la oral
y la audiovisual, texto, imágenes y sonido; en un mismo sistema, donde interactúan desde
diversos puntos, en un tiempo elegido a lo largo de una red global.
Esto, por supuesto, cambia el representación de la comunicación y con ello la cultura, ya
que es la comunicación la encargada de difundir las culturas utilizando sus propios códigos
y lenguajes, con lo que, si estos varían, indiscutiblemente repercutirá en la culturas, a las
que llama virtualidad real.
Para analizar esta nueva cultura, se definen una serie de pasos:
32
1. Formación de los medios de comunicación de masas y su interacción con la
cultura y la conducta social.
2. Aparición de los “nuevos medios de comunicación”, en los 80s de carácter
descentralizador y que fueron trampolín para la formación de un sistema
multimedia en los 90s.
3. Sistema de comunicación organizado en redes informáticas, surgimiento de
Internet y el desarrollo de nuevas comunidades virtuales.
CULTURA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MASAS
Son medios unidireccionales en un sistema de comunicación, va del emisor al receptor
únicamente y no existe interacción entre ellos para interpretar el mensaje.
El principal medio es la televisión, que desde su difusión, es cuando se comenzó a hablar
de comunicación de masas, sustituyendo (sin desaparecer, claro) a la radio como medio de
comunicación central; fue alrededor de la cultura televisiva que se generó, donde el resto
de medios de comunicación de masas se readaptaron para integrarse al medio rey.
Pero ¿por qué la televisión? La respuesta, es como muy bien se señala en el texto, la
afirmación de la ley del mínimo esfuerzo, ya que es el medio por el que se transmite
información con mayor rapidez y penetración. Pero el consumo de medios de comunicación,
en ningún momento es exclusivo, ya que suele mezclarse con tareas de interacción social,
aunque si se ha convertido en la segunda actividad que predomina en la vida humana.
Para Castells, estos medios de comunicación de masas en ningún momento llegan a crear
una cultura de masas, es sin más un sistema tecnológico, ya que, para modificar y decidir
una conducta de los receptores a un nivel de masa, sería necesaria esa interacción que no
existe.
NUEVOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
En la década de los 80, se produce un cambio en los medios de comunicación provocado
directamente por las nuevas tecnologías: aparecen vídeos, cámaras de video, walkmans,
equipos musicales, especialización en las ediciones simultáneas en prensa, especialización
también en radio, etc.
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Todo ello, lo que provoca es un amplio abanico de posibilidades, a la que más importancia
va a dar Castells, va a ser a la diversificación de la televisión (canales privados, por cable,
reproductores de vídeo, canales por satélite...); esto provoca a su vez, la que la masa
también se diversifique, ya que ahora va a poder elegir, e incluso modificar aquello que
quiere ver o escuchar en un momento determinado.
Ya no se puede hablar de sociedad de masas, sino de “sociedad segmentada”,
dependiendo de sus ideologías, gustos, estilos de vida, etc. Pero aun así, nos seguimos
encontrando una interacción unidireccional más diversa, pero sigue siendo de único
sentido; para poder hablar de una nueva cultura esa vía y sentido de comunicación debería
variar, no especializarse, sufrir una transformación, donde realmente exista una interacción
entre emisor y receptor, para que pueda darse ese procesamiento de información
característico de la nueva era.
COMUNICACIÓN EN REDES INFORMÁTICAS Y LAS COMUNIDADES VIRTUALES
El papel protagonista lo toma el Internet. Es el núcleo de las comunicaciones globales a
través de la computadora, conecta entre sí a la mayoría de las redes. Se señalan, las
disparidades geográficas de usuarios de Internet, en contra de su espíritu no-espacial. Los
dominios espaciales de Internet se concentran en países más desarrollados, mientras que
muchas zonas del planeta, una pequeña minoría acceden a esta red informatizada. Esto
responde a un desfase temporal que tiene sus consecuencias visibles en una dimensión
espacial, es necesario una infraestructura y un conocimiento avanzado, que, como todo, lo
da el poder adquisitivo en investigación y equipos de cada nación. Con el tiempo, las
conexiones informáticas, se revalorizarán y serán asequibles a gran parte de la población
mundial. Por otro lado, no hay que despreciar el hecho de que Internet todavía es un
fenómeno reciente en nuestras sociedades, aunque su rápida difusión llegue a confundir,
los individuos no están socializados, ni educados en vías de la utilización masiva de esta
nueva tecnología; y mucho menos para organizar y moldear su existencia en torno a ello.
Tal vez, tengamos que esperar un reciclaje generacional.
Es conveniente destacar que los usuarios de Internet no son solo usuarios, sino productores
ya que pueden proporcionar contenidos y está en sus manos, el poder configurar la red.
Aunque la comunicación que tiene lugar, en ella, es todavía, en gran parte espontánea,
desorganizada y con miembros muy diversificados. Los estados de cada país no tienen un
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control (todavía) sobre ella, pero todos ellos coinciden en la necesidad de expansión del
uso de la red, en mi opinión, lo que tratarán de hacer, como con todo es manipularla (como
siempre en su interés), ya que ésta, concentrará la masa de opinión crítica de todos los
ciudadanos.
Como bien se afirma en este capítulo, será “la telaraña mundial de comunicación
interactiva”. Toda expresión cultural, se aúna en este universo interactivo y digital, de la
mente comunicativa, es una nueva era de comunicación, que no destruye la ya conocida,
sino que la absorbe y reformula en torno a ella. Se construye un nuevo entorno simbólico,
hace “de la virtualidad nuestra realidad”
La cultura se basa en la comunicación, planteando una sencilla regla de tres, si la nueva
comunicación será la producción y consumos de signos (virtualmente), nos vamos a ver
envueltos en una nueva cultura de virtualidad real, donde no existe separación entre
realidad y representación simbólica.
Bibliografía
Castells, M. (2017). La era de la Información Vol. 1 La sociedad red. Madrid: Alianza.