UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS
CARRERA DE MEDICINA
CÁTEDRA DE TRAUMATOLOGÍA
ESTUDIANTE: TANYA DOMÍNGUEZ
DR. JHONNY MELGAR C.
CICLO 2022-2023 CI
Tratamiento de fractura de Omóplato
Una fractura escapular es una rotura en el omóplato (escápula). La
clavícula, los huesos de los brazos, los pulmones o el tórax también pueden
verse afectados.
El tratamiento conservador es de elección ante fracturas poco
desplazadas y estables, ya que conduce a excelentes resultados en el 90% de los
casos, sin embargo, existe un grupo de fracturas que. por su localización
anatómica, grado de desplazamiento o condición de inestabilidad, merece una
especial consideración. Se incluyen en este grupo a las fracturas desplazadas de
la cavidad y cuello glenoideos y a la "doble rotura" del complejo suspensorio
superior del hombro en el que uno o más elementos de la escápula experimentan
un considerable desplazamiento.
Este complejo lesional, que se ha denominado "hombro flotante",
representa una condición de inestabilidad mecánica con distorsión anatómica del
espacio subacromial, del ámbito glenohumeral, o de ambos, que influirá
negativamente en la biomecánica articular, empobreciendo los resultados
funcionales a mediano y largo plazo. La discusión de las indicaciones y técnicas
de reconstrucción quirúrgica de estas fracturas inestables constituye la base y el
objetivo de este trabajo. (Copamassi, Slullitel, & Slullitel, 2000)
Tratamiento no quirúrgico
En la mayoría de las fracturas de la escápula (extraarticulares), se recomienda
tratamiento no quirúrgico, consistente en un cabestrillo y ejercicios precoces de
rango de movilidad. (Pontificia Universidad Católica de Chile , s.f)
Tratamiento quirúrgico
– Tipo I: En las fracturas que afectan a más de una cuarta parte de la
cavidad glenoidea que producen inestabilidad puede estar indicada una
reducción abierta y una fijación interna con tornillos utilizando un abordaje
anterior o posterior.
– Tipo II: Es posible que se produzca una subluxación inferior de la
cabeza del húmero que precise una reducción abierta, en especial si se asocia a
un escalón articular de más de 5 mm. El abordaje anterior suele proporcionar
una exposición adecuada.
– Tipo III: Frecuentemente son difíciles de reducir y pueden requerir un
abordaje superior para colocar los tornillos de arriba abajo, realizar una escisión
parcial de la porción inferior de la clavícula o una resección de la región distal
de la clavícula, además de un abordaje anterior para la reducción. Es necesaria
una estabilización adicional del complejo suspensorio superior del hombro.
– Tipo IV: Debe considerarse la reducción abierta en las fracturas
desplazadas de la glenoides, en especial en aquellas con un fragmento superior
desplazado lateralmente.
– Tipo V: El tratamiento quirúrgico no siempre obtiene mejores
resultados funcionales en comparación con el tratamiento no quirúrgico con
movilidad precoz, pero puede estar indicado cuando hay un escalón articular de
más de 5 mm. Fracturas del cuerpo de la escápula: en raras ocasiones está
indicada la fijación interna, pues el tratamiento no quirúrgico suele ser eficaz.
Puede considerarse la reducción abierta cuando haya un compromiso
neurovascular que requiera evaluación quirúrgica.
Fracturas del cuello de la glenoides:
– En general, el tratamiento puede ser sintomático, con ejercicios precoces de
rango de movilidad. Si la lesión se asocia a una fractura desplazada de la
clavícula, puede haber un segmento inestable que incluya a la cavidad glenoidea,
al acromion y a la parte lateral de la clavícula. La fijación interna de la fractura
de clavícula generalmente proporciona una estabilización adecuada para la
consolidación de la fractura de glenoides.
Fracturas del acromion:
– En primer lugar, es preciso descartar un os acromiale, así como lesiones del
manguito de los rotadores. Las fracturas desplazadas del acromion, si producen
un atrapamiento subacromial, pueden estabilizarse mediante un obenque dorsal.
Fracturas de la coracoides:
– La disyunción acromioclavicular completa de tercer grado asociada a una
fractura de coracoides con separación significativa es una indicación para la
reducción abierta y la fijación interna de ambas lesiones.
Hombro flotante
– Consiste en una lesión doble del complejo suspensorio del hombro.
– El complejo suspensorio del hombro es un anillo formado por estructuras
óseas y partes blandas que incluye la porción superior de la cavidad glenoidea, la
apófisis coracoides, los ligamentos coracoclaviculares, la clavícula distal, la
articulación acromioclavicular y el acromion.
– El puntal superior es el tercio medio de la clavícula.
– El puntal inferior es la parte lateral del cuerpo de la escápula y la espina de la
escápula.
– La rotura de dos o más componentes del complejo suspensorio del hombro
suele ser secundaria a traumatismos de alta energía y con frecuencia se describe
como hombro flotante.
– Históricamente se ha recomendado el tratamiento quirúrgico por la posible
inestabilidad con desplazamiento secundario de la cavidad glenoidea, que podría
ocasionar acortamiento, pérdida de movilidad y debilidad muscular.
Bibliografía
Copamassi, M., Slullitel, M., & Slullitel, D. (2000). Fracturas de la escápula – “Hombro
flotante”. Rev. Asoc. Arg. Ortop. y Traumatol, 179-186.
Pontificia Universidad Católica de Chile . (s.f). Fracturas de escápula. Obtenido de
http://www.docenciatraumatologia.uc.cl/fracturas-de-escapula/