J.A.Vásquez Relaciones Internacionales, El Pensamiento de Los Clásicos
J.A.Vásquez Relaciones Internacionales, El Pensamiento de Los Clásicos
Moral y política
El problema filosófico que ha acosado con mayor insistencia a quienes han dedicado
su esfuerzo intelectual al ámbito de las relaciones internacionales es el que intenta defi-
nir si la política exterior de un país se debe sujetar a las normas y principios que dicta
la moral. En tanto que una escasa minoría se postula en favor de que el individuo, hom-
bre o mujer, no se constriña a las reglas de la moral en su vida cotidiana, o incluso que
el gobierno no se apegue a normas básicas de decencia en sus procedimientos de trato
a los ciudadanos, existe una mayoría que sostiene que, en cuestiones de asuntos inter-
nacionales, el Estado tiene la obligación de defender sus intereses, sin sentirse impedi-
do por la rigidez ética. Frecuentemente, esta posición se denomina raison d'état, o "razón
de estado" . El dilucidar si una razón de estado debe tener prioridad sobre las reglas de
la moral ha sido tema de discusión desde la época de la Antigua Grecia hasta nuestros días.
Otro tema estrechamente vinculado al anterior es el que trata de definir si es posible
que una nación se apegue a las reglas de la moral en su comportamiento hacia el mundo
exterior. ¿Cómo sería una política exterior moral? y ¿acaso funcionaría? Desde el punto
de vista histórico, han surgido dos propuestas para establecer los lineamientos de una
política exterior moral. La primera de ellas argumenta que una política exterior es moral
mientras no se cometan actos inmorales. Se pueden encontrar algunos elementos de es-
te enfoque en la tradición de las guerras justas, la cual se basa en un razonamiento ético
judeo-cristiano, ilustrado en el texto de Santo Tomás de Aquino. El segundo plantea-
miento va más allá que el primero, al afirmar que la política exterior debería tener por
objetivo promover el bien. Este concepto queda comprendido en el idealismo, y se ilustra
en el discurso de Woodrow Wilson.
En el mundo occidental, la tradición de la guerra justa ha sido fundamentalmente
de carácter religioso. Los teólogos cristianos, confrontados con los requisitos éticos tra-
zados tanto en el Viejo Testamento como en el Nuevo Testamento, así como con las
exigencias políticas de la Roma pagana en un principio, y de la Roma cristiana y la Euro-
pa medieval posteriormente, intentaron crear un conjunto de normas para determinar
cuándo se podría justificar el asesinato por causas políticas, si es que un hecho tal es
justificable. En dicho proceso, la obra de Tomás de Aquino (1225-1274, aproximada-
mente) fue decisiva, puesto que él sistematizó todo el pensamiento previo al respecto, y
sentó las bases para la subsiguiente doctrina de la guerra justa dentro de la Iglesia Católi-
ca Romana. Abordó el problema desde la perspectiva del modo en que los cristianos
debían comportarse en la Tierra para poder asegurar su saivación eterna. Las posturas
19
20 Moral y política
protestantes ofrecen una gama más amplia, que abarca desde el pacifismo absoluto has-
ta la aquiescencia y la obediencia a las exigencias del estado.
Hacia el final de la Primera Guerra Mundial, Woodrow Wilson desarrolló una teoría
diferente, responsabilizando del flagelo de la guerra a la política del poder, a las maqui-
naciones y ardides de la diplomacia secreta, así como a los siniestros intereses de los
líderes no ~emocráticos . Si todos estos factores pudieran transformarse, se podría dar
fin a la guerra, ya que ésta era fundamentalmente irracional; es decir, la guerra no se
hacía para defender los intereses de la mayoría, y gran parte de los conflictos podían
resolverse mediante el uso de la razón. Wilson afirmaba que, mediante la expansión de
la democracia (con la creación de la República de Weimar en Alemania y de nuevos esta-
dos en Europa Oriental) y la organización de una Liga de las Naciones, encargada de
impedir la agresión y de dar solución pacífica a las querellas, se gestaría una revolución
en la conducción de la política mundial. Fue precisamente en este contexto donde na-
ció la disciplina académica de las relaciones internacionales, disolviendo nexos con la
historia diplomática, la teología y la filosofía, que anteriormente fueran sus puntos de
apoyo. Los estudiosos de dicha disciplina, a quienes los realistas más tarde calificarían
d~ idealistas y de utopistas, adoptaron y desarrollaron muchas de las ideas y conceptos
inicialmente propuestos por Wilson, y se erigieron en los principales defensores de cierta
forma de gobierno mundial (véase el artículo 45, de Clark y Sohn).
Los críticos de ambos enfoques morales han asumido el punto de vista de razón de
estado, que no sólo esgrime que el Estado queda exento de moral, sino que además sos-
tiene que si el Estado dependiera efectivamente de la moral, ésta sería incapaz de prote-
gerlo. Algunos críticos han llegado al punto de manifestar que, de hecho, los intentos por
promover el bien crean mayor sufrimiento en el mundo dei que habría si todos los seres
se dedicaran a perseguir exclusivamente sus intereses egoístas. La selección de Tucídides
(aproximadamente 471-400 a. de]. C.) ilustra la opinión de que la moral en sí, y de por
sí, no se basta en contra del poder; la selección de referencia se puede interpretar tam-
bién como un argumento similar en contra de la razón a la luz de la acción. El texto
de Maquiavelo (1513) establece que el príncipe debe acariciar como objetivo principal
su propio interés, y que absolutamente nada, la moral subrayada, puede interferir en su
camino.
Los conceptos de que el poder y la acción son la clave de la política internacional,
y de que la moral y la razón pueden ser elementos utópicos e impotentes, son el sello
del enfoque que, en las relaciones internacionales, se conoce como realismo, o realpo-
litik. En el transcurso del siglo veinte, el realismo surgió como reacción directa al fracaso
de Wilson y de otros idealistas en su intento de evitar la Segunda Guerra Mundial. Se
consideró utópico su uso de la razón, porque subestimaron la función del poder en la
imposición de un nuevo orden y en la prevención de la guerra. Por otra parte, al pare-
cer de los demás, los idealistas exageraron la influencia de la razón al suponer una armo-
nía fundamental de intereses cuando de hecho, según los realistas, a menudo existen
profundos conflictos de interés que sólo pueden resolverse mediante una lucha por el
poder. El ensayo de Reinhold Niebuhr (1940) demuestra la forma en que esos puntos
de vista se infiltraron en la generación interbélica que tuvo que enfrentarse a Hitler; en
el Niebuhr argumenta sobre el realismo cristiano en contra de aquellos miembros de
la Iglesia que adoptaron una postura más pacifista o aislacionista. Tanto la obra de Nie-
buhr en los Estados Unidos como la de E. H. Carr en Gran Bretaña un año antes fueron
cruciales en la apertura del foro para el debate idealista-realista de la década de 1940,
que dio origen al predominio del realismo .
Moral y política 21
alcanzar una meta produce un efecto directo en aquello que se obtiene. Los métodos
políticos, particularmente los violentos, dan origen a una serie de consecuencias, de las
cuales sólo una es la consecución de la meta. Las demás pueden mermar, incluso des-
truir, el valor de la meta original. Desde esta perspectiva, la violencia no es simplemente un
método; es el mal en sí. No importa cuál sea el motivo, el hecho mismo de abrazar la
violencia significa perder la batalla, convertirse en corrupto y en parte integrante del pro-
blema. El hecho de creer que el fin justifica los medios implica quedar atrapado en el en-
gañO de que el fin inmediato es más importante que el objetivo final, es decir, el bien. Las
acciones que emprendemos en la búsqueda de una meta determinan aquello que
alcanzamos, puesto que nuestro comportamiento en el proceder político configura nues-
tro ser (es decir, nuestro carácter moral). Para Gandhi, una revolución real no sólo debe
conseguir la independencia política, sino que además debe engendrar seres libres de la
perversidad de la violencia y el odio. Para la gran mayoría de los norteamericanos que
participaron en los movimientos en pro de los derechos civiles y en contra del conflicto
armado en la década de 1960, la no violencia no sólo fue una técnica sino también una
estrategia destinada a transformar ese espíritu que había propiciado el sometimiento de los
norteamericanos negros en el país y el apoyo a las dictaduras contrarrevolucionarias en el
exterior. La profecía de Gandhi parece acechar como una advertencia final en la era nu-
clear, a medida que se erogan más y más miles de millones de dólares tanto en los Estados
Unidos como en la Unión Soviética en el armamento de la destrucción total, en tanto que
un número creciente de naciones dedica inagotables esfuerzos a aumentar su capacidad
nuclear.
LoS ensayos de Howard Zinn (1966) y Noam Chomsky (1966) constituyen intentos
de aplicar los puntos de vista de la tradición radical a una guerra plenamente activa en
Vietnam. Ambos ejercieron enorme influencia en su tiempo, y sus ensayos siguen sien-
do importantes manifiestos sobre la función de la moral en la conducción de la política
exterior Yde la investigación intelectual en el campo de la política internacional. En con-
junto, los ensayos demuestran las limitaciones del realismo para un importante' segmen-
to de la nueva generación de norteamericanos.
En gran parte de los argumentos de esta sección, persiste el tema de la relación que
guardan el individuo y el estado. ¿Acaso el estado debe servir, a los intereses del indivi-
duO? ¿Debe servir a los intereses de todos, o de unos cuantos? ¿Está obligado el individuo
a satisfacer las exigencias del estado, o de la gran comunidad? ¿Puede el estado, desde
un punto de vista moral, demandar que los individuos o ciertos grupos arriesguen la
vida en un conflicto bélico? Dentro de la tradición de la guerra justa, Aquino y muchos
otrOS sostienen que la obligación hacia los .principios morales establecidos por Dios y
por la Iglesia, tienen clara prioridad sobre las exigencias del estado o del individuo; ca-
be aclarar que tanto el estado como el individuo tenían posiciones poco importantes
dentro de la cristiandad de la época medieval. De acuerdo con los idealistas liberales,
como Wilson, el individuo no sólo tiene la obligación de defender a la comunidad, sino
también la de luchar en pro del bien. Los realistas, por su parte, afirman que al indivi-
duo generalmente se le ve como un recurso más del estado, y se le da la misma impor-
lancia que al carbón o al acero. Los sentimientos de los seres humanos se manejan más
bien desde la perspectiva del espíritu y no de la moral. Algunos radicales, especialmente
aquellos que presentan una tendencia más anarquista que colectivista, afirman que el
individuo no tiene la menor obligación hacia el estado, y que incluso aquél debe darse
cuenla de que el estado es enemigo del hombre.
Moral y política 23
Los ensayos contenidos en la primera parte, son fiel reflejo de que no existe una res-
puesta sencilla a la interrogante de la función que la moral desempeña en la política. No
obstante, se someten a consideración varias lecciones importantes. En primer lugar, se
carece aparentemente de fundamentos a priori para preferir al realismo contra una tesis
que conceda mayor preponderancia a la moral. El realismo en sí, no adolece de valores
frente a los enfoques morales. Ambas teorías prescriben aquello que debería hacerse,
y señalan la política exterior más conveniente. Sería más apropiado definir al realismo
como una contraética, y no como un conjunto de declaraciones y explicaciones mera-
mente basadas en los hechos, como en ocasiones se desea dar a entender.
¿Cómo preferir una ética sobre otra? Se puede tratar de resolver esta disyuntiva de
dos maneras. Ambas implican una interrogante distinta; la primera es: desde un punto
de vista intrínseco, ¿cuál es el mejor modo de vida? Entonces se procede del modo co-
rrecto. La segunda interrogante es: ¿cuáles serían las consecuencias de una acción en
particular? Entonces se emprende aquella acción que produzca el mayor bien. Se pue-
den evaluar diversos sistemas éticos, incluidos la tradición de la guerra justa, el idealis-
mo, el realismo y la crítica radical, mediante el examen, en términos de las dos
interrogantes antes expuestas, de la calidad de vida en general a la que darían origen.
Repito, desde un punto de vista intrínseco, ¿la calidad global de vida que se establece
al seguir uno de esos preceptos es en sí el mejor modo de vivir, o al menos un modo
de vida aceptable, dadas las posibilidades históricas? ¿El apegarse a uno de esos precep-
tos dará origen a consecuencias benéficas o desastrosas?
A medida que se examinen los artículos a la luz de tales interrogantes, se tornarán
más claras las lecciones que el escritor desea revelar. Para los realistas, es evidente que
la historia ha demostrado la ineficacia de seguir los dictados de la razón o de la moral
puesto que, con suma frecuencia, aparecen estados poderosos que no están dispuestos
a obedecer esos dictados y que se concretarán a apoderarse de lo que ambicionan me-
diante la fuerza de las armas. En una situación tal, que según los realistas es típica de la
política internacional, sólo el poder puede garantizar la supervivencia. El carecer de po-
der equivale a dar la bienvenida al desastre, como sucedió con los melianos en la Guerra
del Peloponeso.
Salvo en el campo religioso, se antoja difícil exponer argumentos en favor de abrigar
una moral que nadie sigue, pero tampoco se puede ignorar que el realismo tiende a limi-
tar el número de individuos y de grupos que encuentran un freno en las consideracio-
nes morales . El realismo hace esto al incrementar el número de individJos que carecen
de motivación para obedecer las normas de la moral, y obstaculizando a aquellos que
realmente deseen apegarse a ellas. Por ejemplo, en la actualidad todos estamos de ac~erdo
en que las divergencias intelectuales que surgen en un salón de clases, no deben resol-
verse mediante un duelo de honor. Si un grupo de estudiantes comenzara a portar ar-
mas dentro Gel salón, y retara y liquidara a todo aquel que defendiera un punto de vista
contrario al suyo, y por algún motivo hipotético, los organismos encargados de hacer
cumplir la ley no tomaran ninguna medida al respecto, sería casi imposible que el resto
de los asistentes nos priváramos de portar armas dentro del aula, aun cuando aceptára-
mos la norma general en contra del duelo. Una vez aceptada, la ideología del duelo, re-
sulta difícil oponer resistencia a dicha práctica; sin embargo, en ausencia de la práctica
del duelo, la ideología carece de sentido.
Así, el realismo actúa en parte como una profecía autorrealizable, ya que contribuye a
engendrar esa misma clase de mundo que deplora, pero que se ve obligado a aceptar p Oi·
necesidad. Aunque puede ser cierto que la Guerra del Peloponeso, la Italia del Renacimiento
24 Moral y polftica
LECTURAS RECOMENDADAS
Guerra justa:
AGUSTÍN (SAN), AURELIO, OBISPO DE HIPONA, De Libre Albedrío (De Libero Arbitrio)
1.5 (395 D.C.), Carta a Publicola (No. 47) (398 D.C.), Carta a Bonifacio (No. 189)
(418 D.C.).
FRANCISCO DE VITORIA(aprox. 1487-1546), De Indis; De Jure Belli Relectiones, Reim-
preso en Classics of International Law, editado por Ernest Nys. Washington, D.C. :
The Carnegie Institu tion, 1917.
El Desafío de la Paz: La Promesa de Dios y Nuestra Respuesta . 1983. (Misiva pasto-
ral de los obispos católicos de los E. U., referente a la guerra nucÍear). Washing-
ton, D.C.: Confere.ncia Católica de los E.U.
MICHAEL WALZER, 1977 . Just and Unjust Wars: A Moral Argument with Historical
Illustrations. Nueva York: Basic Books.
Idealismo:
NORMA~ ANGELL. 1911. The Great Illusion. Nueva York: G.P. Putnam's Sons.
RICHARD A. FAI.K, 1975. A Study of Future Worlds. Nueva York: The Free Press.
26 Moral y política
Realismo:
E. H. Carro 1939. The Twenty Years' Crisis . Londres: Macmillan. MARTIN WIGHT.
1946. Power Politics . Londres : Instituto Real de Asuntos Internacionales.
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Universidad de Chicago.
HERBERT BUTTERFIELD. 1953. Christianity, Diplomacy and War . Londres: Epworth
Press.
FRIEDRICHMEINECHE, 1957, Machiavellianism: The Doctrine ofRaison d'Erat and Its
Place in Modern History, New Haven: Prensa de la Universidad de Yale .
Crítica radical:
HENRY DAVID THOREAU (1817-1862). Desobediencia civil (1849). En Walden and Ci-
vil Disobedience. Nueva York: Signet, 1960.
C. WRIGHT MILLS. 1956. The Power Elite . Nueva York: Prensa de la Universidad de
Oxford.
WILLIAMA. WILLIAMS. 1959. The Tragedy of American Diplomacy. Nueva York: Delta
Books.
HOWARD ZINN. 1971. The Politics of History. Boston: Beacon Press .
UNIDAD
1
LA GUERRA JUSTA Y EL IDEALISMO
1. De la guerra
TOMÁS DE AQUINO
Evangelio habrían sido recomendados de depo- enmendar los agravios cometidos por sus súbdi-
ner sus armas y abandonar al unísono la vida tos, o a restituir aquello de lo que se han apo-
militar. Por el contrario, se les dijo: 'No hagáis derado injustamente."
extorsión a nadie, ni calumniéis; y conten- Como tercero, resulta indispensable que las
táos con vuestras pagas' (San Lucas 3.14). Por partes contendientes mantengan una intención
tanto, si . les ordenó que se contentaran con correcta, que pretendan el progreso del bien, o
sus pagas, no les prohibió que siguieran la vida la invalidación del mal. En consecuencia, Agus-
militar." tín dice (De Verbo Dom.): "La verdadera religión
no considera impías aquellas guerras que se li-
MI respuesta es: Para que una guerra sea bran sin motivos de engrandecimiento o de
justa, tres son los elementos indispensables. crueldad, sino con el objetivo de asegurar la paz,
Primero, la autoridad del soberano bajo cuyo de castigar a los malhechores y de elevar al
mando se deba librar la guerra. Puesto que la de- bien". Ya que puede suceder que la guerra sea
claración de guerra no es asunto de un particu- declarada por la autoridad legítima, en pro de
lar, ya que éste puede solicitar el desagravio en una causa justa, y que pese a todo se torne im-
el tribunal de justicia de su superior. Además, no pía por una intención perversa. Así, Agustín
compete a un particular el convocar a un pue- declara (Contra Faust. xxii): "El apasionamiento
blo, acto éste que se debe efectuar en tiempos por infligir daños, la sed cruenta de venganza,
de guerra. Y en tanto que el cuidado del bie- el ánimo turbulento y despiadado, la fiebre de
nestar público ha sido conferido a aquellos que rebelión, la codicia del poder y otros factores
detentan la autoridad, compete a estos últimos similares, son todos justamente c()ndenados al
velar por el bienestar común de la ciudad, rei- librar una guerra."
no o provincia a su cargo. Y así como es recur-
so legítimo de ellos el esgrimir la espada en Respuesta a la objeción 1. Como expre-
defensa del bienestar común contra todo dis- sa Agustín (Contra Faust. xxii): "Esgrimir la es-
turbio interno, al infligir castigo a los malhecho- pada equivale a armarse con el fin de privar a
res, según las palabras del apóstol (Romanos alguien de la vida, sin mandato ni permiso de
13.4): Porque no en vano lleva la espada; por- un superior o de la autoridad legítima". Por el
que es ministro de Dios, vengador para castigo contrario, el poder recurrir a la espada (en cali-
del que hace el mal; así también es su obliga- dad de particular) bajo la autoridad del soberano
ción recurrir a la espada de guerra en defensa o del juez, o (como servidor de la comunidad)
del bienestar común contra el enemigo exterior. por afán de justicia y, por así decirlo, bajo la
En consecuencia, se prescribe a todos aquellos autoridad de Dios, no significa literalmente em-
que detentan autoridad (Salmo 81.4): Librad al puñar la espada, sino esgrimirla por encargo
afligido y al necesitado; libradlo de mano de los de su superior, y por tanto no merece casti-
impíos; y por esta razón, Agustín dice (Contra go alguno. Sin embargo, aquellos que emplean
Faust. xxii, 75): "El orden natural que conduce su espada impíamente no siempre mueren ba-
a la paz entre los mortales, exige que el poder jo su filo, mas invariablemente perecen por
de declarar y de recomendar la guerra recaiga su propia espada, pues, a menos de que se arre-
en manos de aquellos que detenten la autoridad pientan, reciben eterno castigo por su uso impío
suprema". del arma. .
Como segundo elemento, se requiere de una
causa justa, es decir, que aquellos que sean ataca- Respuesta a la objeción 2. Los precep-
dos lo merezcan, por causa de un agravio. Por tos de esta naturaleza, tal como señala Agustín
ende, Agustín dice (Q. X, super jos.): "Por lo (De Serm. Dom. in Monte, i), deben llevarse
general, se describe a la guerra justa como una siempre prestos en la mente, para poder estar
guerra que \'indica agravios, cuando una nación listos a obedecerlos en toda ocasión y, si es ne-
o estado deben ser castigados por rehusarse a cesario, para abstenernos de la resistencia o de la
De la guerra 29
defensa propia. No obstante, es ocasiones es im- Objeción 3. Más aún, parece no existir dife-
prescindible que un hombre actúe a la inversa rencia entre el hecho de que un hombre actue
en pro ,del bienestar común, o para provecho por mano propia o autorice que otro actúe en
de aquellos ,contra los que pelea. En consecuen- su representación, según Romanos 1.32: Aqué-
cia, Agustín manifiesta (Ep. ad Marcellin .): "A llos que hacen tales cosas son dignos de muer-
aquellos a los que debemos castigar con gentil te, y no sólo los que las hacen, sino también
rigor, tenemos que guiarlos de distintas ma- los que autorizan a los que las hacen. Ahora ,
neras, en contra de su voluntad. Pues al despojar bien, aquéllos, sobre todo, que parecen con-
a un hombre de la ilegitimidad del pecado, le sentir en algo y que inducen a los demás a
resulta benéfico verse subyugado; nada es más hacer . ..
desolador que la felicidad de los impíos, de
donde surgen una impunidad culpable y una Objeción 4. Además, para los prelados y clé-
voluntad perversa, como enemigo en sus en- rigos es legítimo todo aquello que sea de natura-
trañas. " leza correcta y meritoria. Ahora bien, en algunas
ocasiones resulta correcto y meritorio hacer la
Respuesta a la objeción 3. Quienes libran guerra, pues ha sido escrito (xxiii, cu. 8, can.
una guerra con justicia, tienen la paz como mira, Omni timare) que "si un hombre muriese por
y por tanto no son enemigos de la paz, salvo de la fe verdadera, o por salvar a su país, o en
la paz perversa, que Nuestro Señor no vino a defensa de los cristianos, Dios le ofrecerá una
imponer en la tierra (San Mateo 10.34). Al res- recompensa divina". Por tanto, es legítimo que
pecto, Agustín cita (Ep. ad Bonif. clxxxix): "No obispos y clérigos participen en contiendas ar-
procuramos la paz para poder estar en guerra, madas.
sino que vamos a la guerra para poder gozar de
paz. Así, séd pacíficos en vuestra lucha, para Por el contrario, a Pedro, como represen-
que podáis vencer a aquellos contra quienes tante de obispos y de clérigos, le fue dicho (San
contendéis, y entonces guiádlos a la prosperidad Mateo 26.52): Vuelve tu espada a su funda
de la paz." (Vulg.,-su lugar). Por tanto, no es legítimo que
participen en luchas armadas.
Respuesta a la objeción 4. No todas las
prácticas viriles en el manejo diestro de las ar- Mi respuesta es: Son varios los elementos
mas quedan prohibidas, mas aquéllas regidas indispensables para el bienestar de una socie-
por el desorden y el peligro, que culminen en dad humana, y hay una serie de cesas que un
el asesinato o en el saqueo ... grupo de personas realiza mejor y con mayor
presteza que una sola, según señala el filósofo,
ARTicULO 2. Que intenta descifrar si es en tanto que ciertas ocupaciones son tan incon-
legítima la participación de clérigos y gruentes entre sí, que no se pueden desempeñar
obispos en la lucha armada adecuadamente al mismo tiempo; así, quienes
son asignados a deberes de importancia, tienen
Así procedemos con relación al artícu- prohibido distraerse en asuntos de escaso va-
lo segundo: Aparentemente, es legítimo que lor. Por tanto, de acuerdo con la ley humana, a
clérigos y obispos participen en la lucha ar- aquellos soldados asignados a empresas de gue-
mada. rra se les prohíbe ocuparse en el comercio.
Ahora bien, las empresas bélicas son, en con-
Objeción 1. Puesto que, como se ha enun- junto, incompatibles con los deberes de un
ciado anteriormente (A, 1), las guerras son legí- obispo y de un clérigo por dos razones .. . las
timas y justas en tanto que protejan a los contiendas están plagadas de desasosiego, por
desposeídos y a la comunidad de sufrir a ma- lo que en gran medida obstruyen a la mente
nos del enemigo . . . de la contemplación de las cosas divinas, de la
30 La guerra justa y el idealismo
alabanza al Señor y de la oración por el pueblo, materiales, sino de armas espirituales, según lo
tareas que corresponden a los deberes de un clé- que predicó el apóstol (2a. a los Corintios, 10.4):
rigo. En consecuencia, del mismo modo que los Porque las armas de nuestra milicia no son
clérigos no están autorizados a comprometer- carnales, sino poderosas en Dios para la des-
se en asuntos del comercio, puesto que éstos trucción de fortalezas . ..
confund~n sobremanera al espíritu, tampoco se
les autoriza a ocuparse de empresas guerreras, Respuesta a la objeción 3. Como ha que-
de acuerdo con la 2a. a Timoteo 2.4: Ninguno dado asentado anteriormente (c. XXIII, A.4, Res-
que milita con Dios se enreda en los asuntos puesta 2), todo poder, arte o virtud relativo al
seculares. .. Por tanto, resulta impropio que fin que se persigue debe determinar todo aque-
ellos asesinen o derramen sangre del prójimo; llo conducente a dicho fin. Ahora bien, entre
más convendría que estuviesen prestos a de- los fieles, se debe considerar que las guerras
rramar su propia sangre en favor de Cristo, para carnales ostentan como fin el divino bien espi-
imitar con hechos aquello que describen en su ritual al que los clérigos han sido comisionados.
ministerio. Por esa razón, ha sido decretado que Por tanto, es deber de los clérigos el disponer
aquellos que derramen sangre, aun sin pecado y aconsejar a otros hombres que emprendan
de por medio, se convertirán en seres anóma- guerras justas. Puesto que les ha sido prohibi-
los. Ahora bien, ningún hombre que tenga a su do el empuñar las armas, no porque esto sea un
cargo un deber específico que cumplir podrá hecho pecaminoso, sino porque tal ocupación
realizar legítimamente alguna actividad que lo es impropia de sus personas.
desvíe de su cometido original. En suma, es ab-
solutamente ilegítimo que los clérigos tomen las Respuestas a la objeción 4. Pese al alto
armas, puesto que la guerra implica directamen- mérito que reviste el librar una guerra justa, pa-
te el derramamiento de sangre. ra los clérigos se torna en actividad ilegítima, ya
que han sido asignados a obras de mucho ma-
Respuesta a la objeción 1. Los prelados no yor mérito. Así, el acto matrimonial puede ser
sólo deben obstruir al lobo que acarrea la muer- meritorio, y sin embargo se convierte en hecho
te espiritual al rebaño, sino también al saqueador abominable entre aquellos que han ofrecido ju-
y al opresor que infligen daño corporal; sin em- ramento de castidad, puesto que están destina-
bargo, no deben para tal fin valerse de armas dos a un bien superior.
2. Se debe salvaguardar al mundo en pro
de la democracia
WOODROW WILSON
y acongojado pueblo de Bélgica, a los cuales el nos ha conmocionado hasta lo más profundo
el propio Gobierno Germano había proporcio- de nuestro ser, pero también las embarcaciones
nado salvoconductos para que navegaran por y los ciudadanos de otras naciones neutrales y
las zonas proscritas, y que se podían distinguir amistosas han sido atacados y arrasados igual-
perfectamente mediante marcas inequívocas de mente en aguas europeas. No se ha registrado
identidad; han sido hundidos con la misma in- discriminación alguna. El desafio afrenta al hom-
misericorde falta de compasión y de principios. bre en general. Cada nación debe d~cidir, por
--.. Por un momento, me resultó imposible creer sí misma, cómo saldrá a su encuentro. La deci-
que cualquier gobierno que hasta ahora se hu- sión que a nosotros compete, deberemos tomar-
biera apegado a las prácticas humanitarias de las la con tal moderación y templanza de juicio que
naciones civilizadas, pudiese realmente empren- hagan honor al carácter ya los motivos de nues-
der actos tan abominables. ~l origen de la ley tra nación. Debemos hacer a un lado la exalta-
internacional se remonta a uninfe1Há-aeesta- ción de los ánimos. Nuestro ~ºlivo no deberá
blécer ciertas normas-que ruesenrespetadas y ser la venganza, ni !~ afirmación victoriosa del
0--º-~eJv~9ª~,~Il_ todos los marés;'doñde ninguna poderío físico de la nación, sino únicamente la
nación ejerciera -a~t~'Cho-de dominio y donoe reivindicación del derecho, del derecho huma-
se desplegaran las rutas libres del mundo. Dicha no, del cual sólo somos un adalid.
ley se ha ido erigiendo en dolorosas etapas, aun- Cuando el -pasado veintiséis de febrero me \
que con escasos resultados contundentes; des- dirigí al Congreso, creí que bastaría con garanti- '
pués de todo, se ha logrado cuanto se ha podido zar mediante las armas nuestros derechos neutra-
pero, al menos, con una visión preclara de las les, nuestro derecho a utilizar los mares contra _ " '
exigencias del sentimiento y la conciencia de la la interkrencia ilegítima, nuestro derecho a sal-
Humanidad. El Gobierno Germano ha elimina- vaguardar a nuestra gente de la violencia ilegí-
do de tajo ese derecnú mínTmo-sü-pretex_to 'de tima. Sin embargo, ahora nos percatamos de que /
represalia_yit~esiª~Q, y. por carecer de otras la neutralidad armada es impracticable ... Existe
armas que pudiese emplear en dmar con ex- una alternativa que no podemos tomar, que nos
cep'c~Qn-º_C;, é.st~, que es imposible emplear de resultaría imposible aceptar: no escogeremos el
modo distinto a como lo viene haciendo, sin camino de la sumisión, ni permitiremos la hlJ-
lanzar a los cuatro vientos todo escrúpulo de rñillación de ver ignorados y violados los dere-
humanidad o de respeto a los acuerdos que su- chos más sagrados de nuestra nación y de
puestamente regirían la relación mundial. En es- questro pueblo. Los males contra los que aho-
tos momentos, no pienso en la pérdida material ra nos disponemos en orden de batalla no son
que esto implica, pese a sus enormes dimensio- del orden común; aniquilan las raíces mismas
nes y gravedad, sino únicamente en la frenética de la vida humana.
y absoluta destrucción de vidas de no comba- Profundamente consciente del carácter so-
tientes, hombres, mujeres y niños, involucrados lemne e inclusive trágico del paso que ahora to-
en actividades que, incluso en los periodos más mo, así como de las graves responsabilidades
negros de la historia moderna, han sido consi- que implica, pero a la vez irremisiblemente ape-
deradas como inocentes y legítimas. La propie- gado a lo que considero es mi deber constitu-
dad se puede recuperar; no así las vidas de seres cional, recomiendo que el Congreso declare el
pacíficos e indefensos. La actual campaña bélica curso reciente que ha emprendido el Gobierno
de los submarinos alemanes contra el comercio Germano Imperial como estado indudable de
es una campaña bélica en contra de la Huma- guerra en contra del gobierno y del pueblo
nidad. de los Estados Unidos; que acepte formalmen-
Es una guerra contra todas las naciones. Na- te la posición de nación beligerante que así le
ves norteamericanas han sido hundidas, ciuda- ha sido impuesta; y que adopte medidas inme:
danos norteamerianos han sido privados de la diatas no sólo para colocar al país en condicio-
vida í1ediante procedimientos que, al enterarnos, nes totales de defensa, sino también para que
Se debe salvaguardar al mundo en pro de la democracia 33
de opinión, nuestra paz interna y externa, nues- la liberación .de .~§..Pl!ebl.º §.L ip.cluidos .~.O!!.e .~S.:.... _.
tra industria y nuestro comercio. De hecho, aho- r:os· lós"i?Y~b.losgermano~: .por los cfef~chos de
ra se hace evidente que sus espías estuvieron las"naCiones, grandes y pequeñas, y por el pri-
presentes en nuestro país antes del estallido vilegio de todos los ciudadanos deI."Ó1üriaQde
de la guerra. Desafortunadamente, no se trata de poder elegir su modo de vida y su.f()!I!l~ 9_~_gº
una simple conjetura: es un hecho comprobado bierno. Se debe salvaguardar al mundo en pro-
por nuestros tribunales de justicia que aquellas de la democracia. La paz debe arraigarse en los
intrigas que en más de una ocasión han puesto cimientos inquebrantables de la libertad política.
en grave peligro las condiciones de paz impe- No servimos a fines mezquinos. No ambiciona-
rantes, y que han trastornado a una serie de in- mos ni la conquista ni e! predominio. N.Q-ºl,Is~
dustrias del país, fueron propiciadas mediante la camos botín alguno, ni compensación material
instigación, con e! respaldo, e incluso bajo la di- para los sacriftcius q'úe reilizaremos voluntaria-
rección personal de agentes oficiales del Go- filente. No somos sino uno de los adalides del
bierno Imperial acreditados en el Gobierno de derecho de la Humanidad. Nos sentiremos sa-
los Estados Unidos. Aun cuando verificamos di- tisfechos cuando esos derechos queden salva-
cha situación y tratamos de erradicarla, procu- guardados, en la medida en que la fe y la libertad
ramos conferirle la interpretación más generosa de las naciones lo puedan lograr.
posible, conscientes de que n.-º_ P!º.Y.~n!'!. eje .~in Precisamente porque luchamos sin rencor. y
gt!na c.lase de senJTüili:ñto..o.propósito.hostil.d.el sin un objetivo egoísta; sin procurar nada para
.pueblo geimano hacja nosotro~ (indudablemen- nuestro bienestar propio, a excepción de aqueo
re,'ignoraba dichos actos aJ igua1..qu~ .I}ºs<?tros), 110 que deseamos compartir con toda la gente
sinó exclusivamente de las egoístas decisiones libre, confío en que, como nación beligerante,
de un gobierno que se conducía a placer y c9~ sabremos conducir nuestros operativos sin apa-
locaba una venda sobre los ojos de su·eúebI9. sionamiento y observar personalmente, con
No obstante, han desempeñado e! pape! que1es orgulloso rigor, los principios de la justicia y
correspondía p1!!:a convencernos finalmente de del juego limpio por los cuales declaramos pe·
que ese gobierno jamás nos ha brindado una lear. ..
amistad sincera, y sí ha obrado en contra de Caballeros del Congreso, al así dirigirme a
nuestra paz y seguridad en pro de su conve- ustedes he cumplido con un deber penoso y an-
niencia. La misiva dirigida al embajador alemán gustiante. Probablemente nos aguarden inconta-
eñfáciudad de México, oportunamente intercep- bles meses de amargas pruebas y de sacrificios. I;s
tada, es prueba elocuente de que pretendieron algo horrendo Hevar a este grandioso y pacífi-
fomentar la enemistad en nuestra misma puerta. co pueblo a la guerra, a la más terrible y cruen-
Aceptamos este desafío de oscuros propósi- ta de las guerras, en la que parece estar en juego
tos, porque sabemos que en un gobierno tal, que la civilización misma. Sin embargo, la justicia
así se conduce, jamás tendremos a un amigo; e§_.':!'l.ºi.e;.~.'!.ún ..~n~s p.r.e~iaQo que la paz, ynó-
y que en presencia de su poder organizado, sotros lucharemos por todo aquello que hemos
siempre al acecho en espera de lograr algún guardado siempre en nuestro corazón -por la
objetivo por nosotros desconocido, no se po- democracia; por el derecho de aquellos que hoy
drá nunca garantizar la seguridad de los gobier- se someten a una autoridad, para contar con voz
nos democráticos del mundo. Nos encontramos yvoto en sus gobiernos; por los derechos y por
a punto de retar en duelo bélico a este enemigo las libertades de las pequeñas naciones; por el
natural de la libertad y, en caso necesario, em- dominio universal de la justicia, logrado median-
plearemos la fuerza total <:te-t.n'faCiOnpiri ¿on- te un concierto de pueblos liores que ofrezca
tener}'" arll:¡la~ .sus pret~ll~ioneu _s!l.po.<:I~~ : ~ara paz y seguridad a todos los países y que, por
nosotros es motivo de alegría e! que ;¡hora po- fin, pueda liberar al mundo entero. A una em-
damos \'er la realidad sin el velo de su.engaño, presa de tal envergadura podemos dedicar nues·
el poder luchar así por la paz del mundo y p.or tras vidas y fortunas , todo lo que somos y lo
Se debe salvaguardar al mundo en pro de la democracia 35
poseemos, con el orgullo de quienes saben que y que le brindaron la dicha y la paz que ha sabi-
ha llegado el día en que Norteamérica tendrá el do atesorar. La nación, bajo el amparo de Dios,
privilegio de brindar su sangre y su poderío por no puede proceder de otra manera.
esos mismos principios que le dieron nacimiento
UNIDAD
2
EL REALISMO
3. El debate meliano
TucíDIDES
[416 a. de J.C.) 84. Al verano siguiente, Alci- Ahora bien, los comandantes atenienses Cleó-
bíades se desplazó a Argos con veinte galeras, medes, hijo de Licómedes, y Tisias, hijo de Ti-
y. ahí capturó a los argivos sospechosos y a todos símaco, acampados con sus fuerzas en tierras de
aquellos que parecieran favorecer a la facción Melos, antes de infligir daño alguno enviaron
lacedemónica, en número de trescientos, lleván- embajadores a los habitantes de la isla para ne-
dolos a la más cercana de las islas súbditas del gociar en conferencia. Los melianos se negaro
estado ateniense. a presentar a dichos embajadores ante la mul-
Los atenienses emprendieron asimismo la titud, exigiéndoles por el contrario que pro-
guerra contra la isla de Melos, con treinta gale- nunciaran su mensaje ante los magistrados y la
ras propias, seis de Khíos y dos de Lesbos, en minoría; así, intercambiaron las siguientes pa-
las cuales transportaban a mil doscientos de sus labras:
hombres de armas, a trescientos arqueros y a 85. Atenienses. "Puesto que no nos es per-
veinte arqueros de caballería; entre sus confe- mitido expresarnos ante la multitud, por temor
derados y habitantes de las islas contaban con de que ésta se sienta atraída al escuchar nuestros
unos mil quinientos hombres armados. Los me- argumentos persuasivos e irrebatibles al uníso-
lianos son colonia de los lacedemones, por lo no, en fluido discurso (pues conscientes estamos
que se rehusaron, al igual que el resto de las de que tal ha sido la causa de hacernos confe-
islas, a convertirse en súbditos de los atenienses; renciar ante la minoría)¡ tomad muy encuenta
en un principiO guardaron posidón de neutra- ese pilnto, voSOtros aquí séntados; responded
lidad, y posreriormente, cuando los atenienses, VQsotros a cada pormenor, no en discurso ela-
comenzaron a invadir SUS tícrtas, decidieronJan- bOi''ado", síno de hecho interrumpidnos cuando
zarse en guerra franca. ostentéis una opJnJóocontraria a aquélla por nos
manifést~da. '1, en primer lu~~t. responded si
esta mOcJón es o: no de vuestro agrado."
Tomado de, The PelQjJQnnesian War, quin- 86. Alo cual contest6el consejo de los me-
to volumen, traducción de Thomas Hobb.es. llanas: '''Falla 00 ha de percibirse en la equidad
36
El debate meliano 37
de un holgado debate; mas estos preparativos de se les otorgue un trato justo, quizás apartándoos
guerra, no futuros sino aquí presentes, parecen un tanto del estricto rigor de la justicia. Y esto,
no concordar con lo anterior. Pues vemos que sobre todo, os concierne a vosotros, puesto que
vosotros habéis venido a ser jueces de la con- de otro modo, si vuestro poder se frustrase, da-
ferencia, y que esto, si resultamos superiores en . ríais al resto del mundo un ejemplo de la mayor
argumentos y, por tanto, no cedemos, nos ha- venganza concebible."
brá de acarrear la guerra o, por el contrario, si 91. Atenienses. "Por lo que a nos respecta,
cedemos, la servidumbre." aun cuando nuestro dominio cesase, no habría-
87. Atenienses. "No, si habréis de limitaros mos de temer a las secuelas. Pues quienes ejercen
a inferir sospechas de lo que puede ser o de el mando no son crueles con los vencidos, nor-
cualquier objetivo ajeno a solicitar consejo so- ma ésta que los lacedemones no observaban
bre lo que sucede realmente y se despliega ante (aunque ya nada tenemos que hablar de estos
vuestros ojos, es decir, cómo salvar a vuestra últimos); de hecho, habiendo sido súbditos en
ciudad de la destrución, más valdrá retirarnos. alguna época, atacaron a quienes los goberna-
Pero si os apegáis a la realidad, procedamos a ban y lograron la victoria. Pero dejad tal peli-
discutirla. " gro a nuestro cuidado. Entre tanto, os decimos
88. Melianos. "Es razonable y excusable que que: aquí nos encontramos para engrandecer
los hombres en un caso como el nuestro diri- nuestros dominios y para someter a debate la
jan sus palabras y pensamientos a diversos asun- salvación de vuestra ciudad. Es nuestra inten-
tos. No obstante, si la presente consulta se ha ción el ejercer dominio, que no opresión, so-
de sujetar al tema de nuestra seguridad, estare- bre vosotros, así como preservaros en beneficio
mos complacidos, si os parece, de seguir el cur- de ambos."
so por vos propuesto." 92. Melianos. "¿Mas cómo podemos noso-
89. Atenienses. "Como por nuestra parte no tros hallar provecho en la servidumbre del mis-
hemos de jactarnos, por ejemplo, de que nues- mo modo que vosotros en el mando?"
tro reino es legítimo por haber derrotado a los 93. Atenienses. "Vosotros, mediante la obe-
medas, o de haber venido aquí en contra vues- diencia, os salvaréis de la adversidad; y nosotros,
tra por los daños provocados, tampoco habre- al no destruiros, extraeremos beneficios de vos."
mos de realizar un prolongado discurso ante 94. Melianos. "¿Mas acaso no aceptaríais que
oídos incrédulos; del mismo modo, demanda- nosotros permaneciésemos en paz y en términos
mos que vosotros no esperéis prevalecer argu- de amistad con vosotros (considerando que an-
mentando que no nos despojásteis porque érais tes fuimos vuestros enemigos), sin tomar parti-
colonia de los lacedemones, o que no no~ ha- do por nadie?"
béis inflingido perjuicio alguno. Mas, de todo 95. Atenienses. "No. Pues que vuestra ene-
lo que predomina en nuestro pensamiento, dis- mistad no nos perjudicó tanto como lo haría
cutamos sólo aquello que sea factible, tanto para vuestra amistad; ésta se convertiría en argumen-
vosotros como para nosotros, sabedores de que to de nuestra debilidad y de vuestro rencor por
en el debate humano sólo se logra la justicia nuestro poderío entre aquellos que ahora go-
cuando la necesidad es igual; considerando que bernamos."
quienes gozan de poder impar exigen cuanto 96. Melianos. "Pero, ¿por qué? ¿Acaso vues-
pueden, y que los débiles ceden a cuantas con- tros súbditos miden la equidad con una misma
diciones pueden obtener. " vara, colocando a quienes nunca han tenido nada
90. Melianos. "Pues bien (en vista de que vo- que ver con vosotros, y con ellos mismos, que
sotros colocáis el beneficio en el lugar de la justi- en su mayoría han sido colonias vuestras, jun-
cia), consideramos provechoso para nosotros no to con aquellos que han sido conquistados tras
eliminar un beneficio general de todos los hom- rebelarse?"
bres, que es el siguiente: que a todos los hombres 97. Atenienses. "¿Por qué no? Ellos piensan
en peligro, si se defienden con razón y equidad, que la razón está de su parte, en uno y otro as-
38 El realismo
pectos, y que quienes viven sometidos, han sido 101. Atenienses, "No, si sabéis conduciros.
sometidos por la fuerza, y que quienes tienen Pues que no os enfrentáis a una contienda de
ascendiente lo tienen por temor nuestro. Por valor en igualdad de condiciones, donde vues-
tanto, al someteros a vosotros, además de ex- tro honor quede en prenda, sino a una consulta
tender nuestro dominio sobre cuantiosos súb- por vuestra seguridad, a la cual os resistís co-
ditos más, reafirmaremos, ante quienes ya eran mo si no reconociéreis nuestra superioridad
nuestros súbditos nuestra posición de amos de como adversarios."
los mares, y la vuestra de isleños, más débiles 102. Melianos, "Pero nosotros sabemos que,
(salvo que vos podáis obtener la victoria) que en materia de guerra, se da el caso de que no
aquéllos a quienes ya hemos sometido," siempre el resultado va de acuerdo con la dife-
98. Melianos. "Entonces, ¿vosotros conside- rencia numérica de los bandos; y que si cedemos
ráis que no existe garantía alguna en aquello que en este momento, perderemos toda esperan-
hemos propuesto? Pues ahora nuevamente (ya za; no obstante, si sabemos resistir, podremos
que apartándonos de nuestra defensa de equi- acariciar cierta esperanza de conservar nuestra
dad nos persuadís de someternos a vuestro be- posición, "
neficio), habiéndoos expuesto 10 que es bueno 103. Atenienses. "La esperanza, consuelo del
para nosotros, debemos esforzarnos por remi- peligro, cuando se le emplea de sobra, pese a
tiros al mismo tema, puesto que también será de que puede perjudicar, no destruye. Mas entre
provecho para vosotros. Tomando en cuenta aquéllos que en ella cifran toda su confianza
que muchos hoy guardan una postura neutral, (pues por naturaleza es asaz pródiga), pronto
¿en qué los convertís vosotros si no en vues- se da a conocer por su fracaso; y una vez co-
tros enemigos, ahora que se percatan de estos nocida, no deja lugar para precaución futura.
vuestros procedimientos, y de que a partir de Que no sea tal vuestro caso, vos que no sóis
este momento vosotros intentaréis asimismo vol- sino débiles y no contáis más que con dicho
car vuestras armas contra ellos, ¿Y qué significa recurso, Tampoco seáis como muchos hombres
esto si no azuzar a quienes ya son vuestros ene- que, aunque puedan salvarse de inmediato por
migos, ya la vez enemistaros con quienes no 10 medios humanos, cuando sus esperanzas más
son, en contra de la voluntad de todos ellos, firmes los abandonen bajo la presión del enemi-
lo cual se habría podido evitar adoptando otras go, se aferran a cosas fútiles como la adivina-
medidas?" ción, los oráculos, y tantas otras que, mediante
99. Atenienses. "No consideramos que pue- la esperanza, destruyen al hombre."
dan ser peores enemigos nuestros aquellos que 104. Melianos, "Vos bien sabéis que para no-
pueblan otras regiones del continente, ya que mu- sotros sería extremadamente arduo el combatir
cho tiempo ha de pasar antes de que deban sal- vuestro poderío y fortuna, a menos que pudié-
vaguardar su libertad en contra nuestra. Mas semos hacerlo en igualdad de circunstancias. No
aquellos habitantes no sometidos de las islas, co- obstante, sentimos que en lo concerniente a la
mo es vuestro caso, o los que ya se sienten in- fortuna no seremos inferiores de ninguna ma-
sultados por la necesidad de sometimiento en nera, ya que tendremos a los dioses de nuestra
el que ya se eacuentran, ellos sí, mediante recur- parte por nuestra postura inocente ante hombres
sos imprudentes, pueden ponernos en aparente injustos; por lo que respecta al poder, aquello de
peligro a nosotros y a ellos mismos. " 10 que carezcamos nos será abastecido mediante
100. Melianos, "Entonces, ¿si vosotros pre- nuestros nexos con los lacedemones, que por
tendéis retener vuestro poder, y si vuestros vasa- necesidad están obligados a defendernos, si no
llos han de padecer peligro extremo al alejarse de por causa distinta, en aras de la consanguineidad
vos, a caso no se nos imputaría a nosotros, seres y de su propio honor. Por tanto, estamos con-
libres, indecible vileza y cobardía si no antes ha- fiados, y no sin razón como vosotros pensáis."
cemos frente a lo que sea, con tal de no sufrir 105. Atenienses. "En cuanto al favor de los
la humillación de sumirnos en el cautiverio?" dioses, esperamos gozar de él tanto como voso-
El debate meliano 39
tros; pues ni hacemos ni exigimos nada opuesto Peloponeso y, por afecto, les guardemos mayor
a lo decretado por la humanidad con respecto a fidelidad por nuestro estrecho parentesco" .
venerarlos o a sus divinas presencias. Pues que 109. Atenienses. "La seguridad de quienes
los dioses guardamos el concepto de la opinión se encuentran en guerra, no ha consistido jamás
común; y de los hombres, tenemos por seguro en la buena voluntad de aquellos que han con-
que, por necesidad de la naturaleza, deberán rei- vocado en su auxilio, sino en el poder de los
nar en todas aquellas regiones donde cuenten recursos que dominan. Es este un precepto que
con el poder para hacerlo . Ni establecimos no- impera entre los lacedemones más que entre
sotros esta ley, ni somos los primeros en hacerla otros; por tanto, como desconfían de sus pro-
valer; mas así que la hallamos, y la legaremos pias fuerzas, llevan en expedición a gran parte
a la posteridad, así pensamos emplearla, sabedo- de sus confederados, con el fin real de atacar
res de que tanto vosotros, como cualquier otro a sus vecinos. Sin embargo, siendo nosotros los
que detentase el ' mismo poder que nosotros, amos del mar, resulta improbaole que jamás lo-
procedería de la misma manera. Por tanto, en lo gran apoderarse de una isla."
concerniente al favor de los dioses, la razón nos 110. Melianos. "Sí, pero podrán enviar a
hace no temer a vernos minimizados. Y en lo otros en su lugar; el mar de Creta es muy ex-
que respecta a la opinión que vos guardáis de tenso, y será más difícil para el amo del mismo
los lacedemones, creyendo que os respaldarán capturar a otro en él que para éste surcarlo a
en aras de su honor, os bendecimos, espíritus hurtadillas en busca de su salvación. Y si dicho
inocentes, mas no intentaremos disuadiros. Los método fracasara, podrán levantarse en armas
lacedemones suele ser, en gran parte, genero- contra vuestro propio territorio o contra vues-
sos por lo que toca a ellos mismos y a las cons- tros confederados que no hayan sido invadidos
tituciones de su propio país; mas en lo relativo por Brasidias. Y entonces no deberéis preocu-
a otros, aunque mucho pudiese alegarse, trataré paros más de un territorio donde nada teníais
de resumir su actitud con certera brevedad: a que hacer, sino únicamente de vosotros mismos
toda luces, de entre todos los hombres, osten- y de vuestros confederados."
tan como honorable aquello que les place, y co- 111. Atenienses. "Dejadlos adoptar el mé-
mo justo aquello que les beneficia. Tal opinión todo que más les convenga, que ya vosotros sa-
no favorece en nada a vuestro ahora absurdo bréis por experiencia, y no ignoraréis, que los
recurso de seguridad." atenienses jamás levantan un sitio por temor a
106. Melianos. "No, gracias a esta misma crear diversión entre otros. Mas observamos
opinión que vos expresasteis, ahora creemos que, pese a haber dicho que consultaríais acerca
con mayor firmeza que no traicionarán a su pro- de vuestra seguridad, no habéis pronunciado,
pia colonia, los melianos, ya que se tornarían en todo este intercambio, una sola palabra a la
desleales hacia sus amigos, los griegos, favore- que se pudiese atener un hombre en busca de su
ciendo así a sus enemigos." preservación; vuestros argumentos más sonoros
107. Atenienses. "Por tanto, vosotros no se reducen a esperanzas futuras; y vuestro po-
consideráis que aquello que sea benéfico deba der actual es por demás escaso para defende-
también ser seguro, y que toda causa justa y ho- ros contra las fuerzas contra vos dispuestas. En
norable deba ser emprendida con riesgo, riesgo consecuencia, llegaréis a conclusiones absurdas
que, de entre todos los hombres, los lacedemo- a menos que, excluyéndonos, acordéis entre
nes son los menos dispuestos a arrostrar [en aras vos de manera más prudente; así [cuando os
de otros] ." reunáis en privado], ya no girarán vuestros con-
108. Melianos. "Mas suponemos que afron- ceptos en torno a la vergüenza que, por lo ge-
tarán el peligro en favor de nosotros, más que neral, ha perdido a los hombres cada vez que
de ningún otro pueblo; y además, que saben el deshonor y el peligro se posan ante sus ojos.
que nos apegaremos más a ellos que a ningún Pues que muchos, aun previendo los peligros
otro, ya que por hechos, somos vecinos del que sobre ellos se cernían, fueron de tal manera
40 El realismo
subyugados por el fantasma del deshonor, pa- será inmensa, ya que atribuís inmensos pode-
labra potente, que los hizo precipitarse volun- res y confianza a los lacedemones, a la fortuna
tariamente en indecibles calamidades, y así, por y a la esperanza."
su propia demencia, padecer un deshonor mu- 114. Concluida la sentencia, los embajado-
cho mayor que el que la fortuna les hubiese de- res atenienses partieron hacia su campamento.
parado. Ahora bien, si vosotros deliberáis con y los comandantes, al enterarse de la firmeza
prudenda, sabréis esquivar dicho riesgo, sin con- de los melianos, pronunciaron el grito de gue-
siderar vergonzoso el someteros a una ciudad rra; dividiendo el trabajo entre las diversas ciu-
extremadamente poderosa, bajo las condiciones dades, procedieron a cercar con una muralla la
razonables de una liga y gozando de cierta auto- ciudad de los melianos. Posteriormente, los ate-
nomía, bajo tributo; puesto que ante vosotros nienses destacaron algunas fuerzas propias y de
se despliega la alternativa de guerra o seguridad, sus confederados para que hiciesen guardia por
no escojáis la peor por mera obstinación. Pues tierra y por mar, y tras reunir al grueso de sus
quienes proceden con mayor sabiduría, aunque fuerzas, marcharon de regreso a casa.
no ceden ante sus iguales, encuentran justo aco- 115. Por esos días los argivos, en su camino
modo con sus superiores, y emplean la modera- a Pliasia, perdieron casi ochenta hombres en una
ción para con sus inferiores. Por tanto, someted emboscada que les tendieron los soldados del
todo esto a consideración en tanto que nos apar- Plío y los forajidos de su propia ciudad. Y los
tamos; y no olvidéis, que en vuestra delibera- atenienses estacionados en Pilos transportaron
ción, vuestro país se encuentra en juego, y que a dicho lugar un regio botín de los lacedemo-
esta única consulta le brindará la dicha o la des- nes. No obstante lo anterior, los lacedemones
gracia." decidieron no atacarlos por haber repudiado la
112. Dicho lo cual, los ateniense5 se retira- paz; únicamente emitieron un edicto mediante
ron de la conferencia; y los melianos, tras haber el cual, autorizaban a cualquier individuo del
decretado lo mismo que anteriormente habían pueblo que así lo deseara para que se apodera-
expuesto, les dieron contestación de la siguiente se recíprocamente de botines en el territorio de
manera: "Hombres de Atenas, nuestra resolución los atenienses. Los corintios sí combatieron a los
es la misma que escuchasteis previamente; no atenienses por causa de ciertas desavenencias
hemos de deponer, en momento tan breve, esa propias, mas el resto del Peloponeso se mantu-
libertad que por espacio de siete centurias pre- vo al margen .
valeció en nuestra ciudad desde su fundación. En ataque nocturno, los melianos se apode-
Emprenderemos nuestros mayores esfuerzos raron del sector de la muralla ateniense que da-
por así preservarla, confiados en la fortuna que ba al mercado; tras eliminar a los hombres que
los dioses han tenido a bien concedernos hasta la vigilaban, llevaron grano y otras provisiones
ahora y en la ayuda de nuestro prójimo, es de- al pueblo, y todo aquello que pudiesen adqui-
cir, de los lacedemones. Mas ofrecemos lo si- rir con dinero. De tal modo regresaron, y per-
guiente: nuestra amistad para con vosotros y manecieron sosegados. Apartir de entonces, los
nuestra enemistad para con nadie; que vosotros atenienses redoblaron la vigilancia. Y así llego
os alejéis de nuestra tierra tras llegar a un acuer- el fin del estío.
do que ambos consideremos conveniente." 116. El invierno siguiente, los lacedemones
113. Tal fue la respuesta de los melianos. A estuvieron a punto de irrumpir con su ejército en
la cual los atenienses, una vez disuelta la confe- el territorio de los argivos, mas decidieron volver
rencia, replicaron así: "A nuestro parecer, por sobre su huella al percibir que los sacrificios que
este debate, sóis vos los únicos hombres que debían padecer para atravesar la frontera eran
perciben mayor certeza en las cosas del futuro inhumanos. Los de Argos, sembrando la sospe-
que en las palpables, y que, por un deseo de tor- cha entre algunos de su habitantes con respecto
narlas ciertas, las miran vacilantes como si es- a tal decisión de los lacedemones, aprehendie-
tuviesen a punto de suceder. Vuestra decepción ron a algunos de ellos; otros lograron escapar.
El debate meliano 41
Por esos mismos días, los melianos se apo- algunas prácticas de rendición, capitul6 a la vo-
deraron de otro sector de la muralla del sitio luntad de los atenienses, que masacraron a todos
ateniense, que para entonces había quedado los varones en edad militar, hicieron esclavos a
insuficientemente resguardada . Hecho lo cual, mujeres y niños, y ocuparon el lugar creando
arribaron refuerzos de Atenas bajo el mando de una colonia de quinientos atenienses que hasta
Filócrates, hijo de Demeas. Y la ciudad, ya fuer- esos lares se desplazaron posteriormente.
temente situada, e incluso habiendo ejecutado
4. De El Príncipe
NICOLAs MAQUlAVELO
instituciones que ni el paso del tiempo ni los be- conveniente procurar la esencia misma de la
neficios conferidos por el nuevo gobernante bo- materia sin distraer la atención en meras es-
rrarán jamás de su memoria. No importa lo que peculaciones; pues en las fantasías de muchos
éste baga, ni las medidas precautorias que tome, se han recreado repúblicas y principados que
si ,no divide y dispersa a los habitantes de la pro-jamás han existido en la realidad. El modo en
vincia, éstos invocarán en la primera oportuni- que el hombre vive es tan distinto de aquél
dad el nombre de la libertad y la memoria de sus en que debería vivir que quien abandona el cauce
antiguos establecimientos, como sucedió en la común para seguir el correcto no tarda en per-
ciudad de Piza, luego de haber estado sometida catarse de que éste lo conducirá más a la ruina
durante más de una centuria al dominio de los que a la seguridad. El hombre que, en todos los
florentinos. aspectos, esgrima la profesión del bien como
Sin embargo, aquellos estados acostumbrados único fin, propiciará su ruina personal entre tan-
a vivir bajo el régimen de un príncipe represen- tos que obran con perversidad. En consecuen-
tan un caso totalmente distinto. Una vez extinta cia, el príncipe que desee hacer prevalecer su
la dinastía del señor que reinaba, los habitantes, dominio deberá aprender a no actuar siempre
por una parte habituados a obedecer y, por la con bondad, sino a emplearla o no según el ca-
otra, carentes de su antiguo soberano, no acier- so lo requiera. Haciendo caso omiso, por tan-
tan a erigir uno nuevo de entre sí, mas tampoco to, de los desvaríos acerca de los príncipes, y
a vivir en libertad; por tanto, se mostrarán me- aplicándonos exclusivamente a las realidades,
nos dispuestos a tomar las armas, y el conquis- diré que todos aquellos hombres, y especial·
tador podrá ganarse fácilmente su buena mente los príncipes, que se hacen notar por
voluntad y su lealtad. Las repúblicas, por el con- tener una posición sobresaliente cobran repu-
trario, emanan mayor vitalidad, alimentan un tación por una cierta 'cualidad que los hace
fuerte ánimo de resentimiento y sed de vengan- acreedores de aclamación o de censura. De tal
za, pues la memoria de la autonomía de que an- modo, uno es juzgado liberal, y el otro mísero,
tes gozaba no les podrá ni les habrá de permitir por emplear una expresión toscana (ya que ava-
que permanezcan en calma; por tanto, los úni- ro es aquél que mediante actos de rapiña codi-
cos recursos seguros con que habrá de contar cia la riqueza, y mísero es el que se abstiene en
el conquistador para sustentar su dominio sobre demasía de disfrutar de lo suyo). A los ojos del
ellas será destruirlas o establecer su sede en pueblo, un hombre es generoso, el otro rapaz;
ellas ... uno cruel, otro misericordioso; uno pérfido, el
otro fiel; uno es conocido por afeminado y pu-
silánime, el otro por fiero y valiente; uno es agra-
CAPíTULO XV: DEL MODO EN QUE dable, otro soberbio; uno lascivo, otro casto; éste
lOS HOMBRES, Y EN PARTICULAR sincero, aquél malicioso; uno de disposición fá-
lOS PRíNCIPES, SE HACEN cil, aquél inflexible; a éste lo juzgan sombrío, al
ACREEDORES DE ACLAMACiÓN O DE otro frívolo; a éste religioso, al otro escéptico;
CENSURA. y así sucesivamente.
Perfectamente consciente estoy de que lo más
Ahora se impone abordar la materia de cómo deseable sería que un príncipe ostentara todas
se ha de conducir un príncipe para con sus súb- las cualidades dignas de alabanza de entre las
ditos y aliados; sabedor de que existen muchas enumeradas; mas, como su naturaleza humana
versiones anteriores al respecto, comprendo que le impediría poseerlas todas, o ejercer plena ob-
disertar sobre el tema pueda parecer presun- servancia de las mismas, por lo menos deberá
tuoso, en especial porque he de diferir de las nor- conservar la prudencia necesaria para saberse
mas establecidas por otros. Sin embargo, en tanto apartar de la infamia de esos vicios que pudieran
que es mi objetivo escribir algo útil para despojarlo de su principado; y, en la medida de
aquel a quien competa directamente, considero lo posible, deberá 'saberse guardar de aquello
44 El realismo
que le representen grave riesgo. Ahora bien, si moderado, prudente y benigno, de modo tal
esto no fuese posible, podrá seguir sus inclina- que no se torne incauto por exceso de confianza,
ciones naturales con menos reserva. No ha de pero tampoco intolerante por exceso de desco-
preocuparse por la censura que tales vicios pu- nianza. Aquí surge la interrogante central: "¿Vale
diesen suscitar, si en ausencia de estos le resul- más ser amado que temido?" o "¿vale más ser
tare difícil preservar su estado. Pues, si ha de temido que amado? " Naturalmente, la respues-
ponderarse todo de manera justa, se encontrará ta más deseable sería conjuntar ambas posibi-
que ciertos caminos que parecen virtuosos sólo lidades a un mismo tiempo; sin embargo, ante
conducen a la ruina, en tanto que otros, con as- la extrema dificultad de ser temido y amado a la
pecto de vicio, ofrecen al final la seguridad y el vez, en favor de la seguridad es preferible ser
bienestar. .. temido y no amado, si ha de elegirse una de las
dos posiciones. Hablando de hombre en gene-
ral, se puede decir que es ingrato y voluble, en-
CAPÍTULO XVII: DE LA CRUELDAD Y gañoso, temeroso del peligro y codicioso de
LA CLEMENCIA, Y DE SI ES MEJOR riquezas . En tanto que se ve colmado de bie-
SER AMADO QUE TEMIDO. nes por su príncipe, le guarda lealtad ciega; los
hombres ponen a los pies del príncipe su sangre,
Abordando otras de las cualidades previamente esencia, vida y vástagos, puesto que la necesidad
citadas, digo que todo príncipe debe ambicio- de llevarlo a efecto es posibilidad remota; mas
nar reputación de compasivo, y no de cruel; mas cuando la ocasión se presenta, se rebelan. Y el
siempre ha de guardar buen cuidado de no ha- príncipe, que ha cifrado toda su seguridad en
cer mal uso de la compasión. César Borgia creó la palabra de sus hombres, enfrenta su ruina;
fama de ser despiadado; no obstante, gracias a pues que la amistad que se gana con recompen-
la inclemencia reuOlficó a la Romagna dentro sas y no con nobleza y grandeza de alma, aun-
de sus estados, y restableció el orden, la paz y que merecida, carece de sinceridad y resulta futil
la lealtad en dicha provincia; y, si analizamos en tiempos de adversidad.
meticulosamente su proceder, veremos que ex- Por otra parte, el hombre duda menos en
cedió en piedad al pueblo de Florencia, que para ofender al que se hace amar que al que se hace
librarse de la reputación de cruel permitió la des- temer; teniendo en cuenta la naturaleza perversa
trucción de Pistoya. Por tanto, un príncipe debe del hombre, el amor establece un lazo de obliga-
hacer caso omiso de ser tenido por despiadado, ción que se rompe con extrema facilidad, cuando
si gracias a ello puede mantener a sus súbditos ello favorece a los intereses de la parte obliga-
unidos y leales; pues unos cuantos despliegues da. Sin embargo, el temor hace presa del hom-
de severidad serán más clementes que permi- bre por el miedo al castigo, como un fantasma
tir, por un exceso de compasión, la gestación perenne. No obstante, un príncipe debe hacer-
de revueltas que degeneran en actos de rapiña se temer de modo tal que, si no ha sido capaz
y muerte; éstos lesionan a la comunidad ente- de ganarse el aprecio de su pueblo, tampoco in-
ra, mientras que las ejecuciones decretadas por curra en su animadversión; puesto que el ser
el príncipe sólo afectan a unos cuantos indivi- temido sin ser odiado resulta una postura favo-
duos. Ymás que a ningún otro, al príncipe le re- rable, si el príncipe se abstiene de privar a los
sultará imposible apartarse de la reputación de súbditos de sus bienes y deja en paz a sus mu-
crueldad puesto que, en términos generales, los jeres. Si se da el caso en que se viera obligado
estados nuevos están expuestos a enormes pe- a infligir pena capital sobre uno de ellos, debe-
ligros . . . ra tener buen cuidado de hacerlo sólo cuando
No obstante, el príncipe debe ser pausado en exista justificación plena y causa manifiesta para
credulidad y en actos; no debe dejarse sobreco- ello; mas, por encima de todo, debera abstenerse
ger con demasiada facilidad por sus propios te- de privar al ajusticiado de sus bienes, pues que
mores. Por el contrario, su proceder debe ser el hombre olvida con mayor presteza la muerte
De El prínciPe 45
de sus padres que la pérdida de su patrimonio. sabe esquivar la lealtad jurada, el gobernante de-
Además, nunca faltan razones para adueñarse de be proceder siguiendo el mismo ejemplo; nun-
la propiedad del pueblo, y el príncipe que co- ca ha carecido gobernante alguno de razones
mienza a vivir de los actos de rapiña siempre legítimas para exagerar su deseo de buena fe.
encontrará excusas para privar a otros de sus Existen infinidad de instancias de esta época pa-
bienes. Por otra parte, no se encuentran fácil- ra ilustrar tal situación; del mismo modo, será
mente razones para privar a los súbditos de la fácil enumerar series interminables de tratados
vida, y las existentes se agotan rápidamente. Mas de paz y de compromisos que han sido anula-
cuando un príncipe se yergue a la cabeza de su dos e invalidados por la deslealtad de los prín-
ejército, con una multitud de soldados a su man- cipes; el que mejor supo desempeñar el papel
do, es menester ante todo que haga caso omiso de la zorra, obtuvo siempre el mayor triunfo.
de reputación de crueldad; el rigor es elemen- Es menester, empero, que el príncipe sepa
to indispensable para mantener a un ejército mostrar un cariz distinto a tal naturaleza, que
unido, y dispuesto a gestas triunfantes . . . sea un maestro supremo en las artes de la hipo-
Retomando el dilema de la conveniencia de cresía y el engaño. Pues que los hombres son
ser amado o temido, concluyo que, en tanto que en esencia tan simples, y ceden tanto a la nece-
el hombre ama por libre albedrío, mas teme a su sidad inmediata, que el maestro del engaño nun-
gobernante por la voluntad de éste, el prín- ca carecerá de víctimas . ..
cipe que se precie de ser sabio deberá depen- Sin embargo, no es indispensable que un
der invariablemente de sí mismo, y nunca de príncipe posea todas las cualidades antes men-
la voluntad ajena; pero, sobre todo, deberá es- cionadas; aquello que sí resulta fundamental es
forzarse siempre por no ser aborrecido, como que por lo menos dé apariencia de poseerlas.
ya lo he dicho en líneas anteriores. Incluso me aventuraré a señalar que la posesión
y la práctica constante de tales cualidades produ-
ce efectos perniciosos, mas el'aparentar poseer-
CAPíTULO XVIII: DEL MODO EN QUE las es por demás conveniente. Por ejemplo, un
lOS PRíNCIPES D~BEN CONSERVAR gobernante debe aparentar ser clemente, leal,
lA LtAlTAD. ' benigno, religioso y justo, y aun serlo en la rea-
lidad; pero su mente debe estar de tal modo en-
De acuerdo con la opinión general, es altamen- trenada que pueda adoptar una actitud contraria
te loable que un príncipe sepa preservar la leal- cuando la situación lo amerite. Es necesario acla-
tad, y enarbolar la integridad en detrimento de rar con ftrmeza que un príncipe, y especialmente
artificios y engaños. Y sin embargo, la experien- aquél que haya adquirido su estado recientemen-
cia de nuestros tiempos demuestra que aquellos te, no puede darse el lujo .de apegarse a todas
gobernantes que han hecho caso .omiso de la esas virtudes que en el hombre crean repma-
buena fe y que han sabido embaucar con arti- ción de bondad; en aras de preservar su esta-
mañas la inteligencia de otros, cuentan con gran- do, se verá impelido con frecuencia a obrar de
des logros en su haber; además, nos demuestra manera contraria a los preceptos de humanidad,
que estos salieron mucho mejor librados que de caridad y de fe religiosa. En consecuencia, es
aquellos que se dejaron guiar por la lealtad y la menester que posea un ánimo versátil, capaz de
buena fe ... transformarse en la dirección que le deparen los
Por tanto, el príncipe sagaz no puede, ni de- vientos y los cambios de fortuna; como ya he
be hacer valer sus juramentos cuando éstos re- dejado asentado previamente, no ha de desviar-
sulten opuestos a sus intereses, ni cuando hayan se del camino del bien, si es posible, mas sabrá
fenecido las causas que lo indujeron a tales jura- recurrir a las vías del mal cuando la necesidad
mentos. Ciertamente sería éste un mal precepto apremie.
si todos los hombres practicaran la bondad; mas Así, el príncipe deberá guardar extremo cuida-
como por naturaleza el hombre es perverso y do de sus palabras, que todo aquello que emane
46 El realismo
de sus labios se apegue estrictamente a las cinco por encima de todo, un príncipe debe empeñar
cualidades antes enunciadas, de modo tal que al sus esfuerzos en revestir todos sus actos de un se-
verlo y escucharlo, parezca todo caridad, inte- llo de grandeza y de excelencia. Además, un go-
gridad y humanidad, todo justicia, todo piedad. bernante se hace acreedor de estimación cuando
Es menester que demuestre esta última cualidad demuestra una posición resuelta de amistad ca-
por encima de todas, pues en general, la huma- balo de enemistad total; es decir, cuando apar-
nidad juzga más por aquello que ve y escucha, tando todo temor a las consecuencias se declara
que por aquello que siente, ya que a todos es abiertamente en favor o en contra de otro, po-
dado el ver, mas a pocos el sentir. Todo el pue- sición que le ganará reputación mucho más be-
blo puede ver aquello que el gobernante aparenta néfica que si opta por la neutralidad. Así, en
ser, mas pocos son quienes tienen el privilegio la contingencia de que dos soberanos vecinos
de sentir su esencia real; y estos pocos privile- emprendieran la guerra entre sí, adoptará tal
giados no osan contradecir la opinión de la ma- posición que, cuando cualquiera de ellos fuese
yoría, protegida por la majestad del estado, pues vencido, el gobernante en cuestión tendrá o no
las obras de todos los hombres, y en particular motivos para temer al conquistador. En cual-
de los gobernantes, son juzgadas por los resul- quiera de los casos, siempre resultará más con-
tados, donde no existe más juez al cual apelar. veniente que el príncipe declare su postura de
Por ende, un príncipe debe tener como mi- manera franca y libre una guerra acorde a la mis-
ra fundamental la preservación exitosa de su es- ma; que si así no lo hiciere, será susceptible de
tado. No importa cuáles sean los métodos que caer presa del vencedor, para deleite y satisfac-
emplee a tal 'fin; éstos siempre se tendrán por ción de la facción derrotada, y sin posibilidad
honorables y dignos de alabanza' entre los hom- de demandar protección o apoyo a cualquiera de
bres; cabe recordar que el hombre común y co- las partes beligerantes. Habrá de tomar debida
rriente invariablemente se deja llevar por las cuenta de que el conquistador no deseará la pro-
apariencias y por los resultados, y que es preci- ximidad de amigos inciertos; que no lo hayan
samente el vulgo la masa que al mundo confi- respaldado en el m~mento de la adversidad; ni
gura. Escasos son aquellos que portan rango y el vencido lo habrá de perdonar por haberse re-
condición, y muy numerosos quienes nada tie- husado, armas en mano, a correr el riesgo en
nen que los respalde. Existe un cierto príncipe aras de su fortuna .. .
en nuestra época, cuyo nombre no es conve- Asimismo, siempre se presentará el caso en
niente citar, que se dedica a predicar únicamen- que aquel que no sea amigo del gobernante, so-
te la paz y la buena fe; sin embargo, de haber licite su neutralidad, en tanto que aquel que
observado siempre una u otra, le habría costa- efectivamente sea su amigo, le damande la in-
do la pérdida de su reputación o su estado ... tervención armada en su favor. Con la mira de
esquivar un riesgo inmediato, los gobernantes
indecisos adoptan con suma frecuencia la neutra-
CAPíTULO XXI: DE CÓMO SE DEBEN lidad, de la cual dimana generalmente su ruina.
CONDUCIR lOS PRíNCIPES Sin embargo, cuando un príncipe se declara re-
PARA HACERSE APRECIAR. sueltamente en favor de uno de los contendien-
tes, y éste consigue la victoria final , aun cuando
.. . Es de vital importancia que un príncipe dé sea poderoso y el príncipe se encuentre a su
ejemplos contundentes de su gobierno interior merced, el vencedor guardad para con él una
(similares a los de Messer Barnabó -Visconti- deuda de afecto y de obligación moral; nunca
de Milán), cada vez que en el orden civil se pre- el hombre es lo suficientemente ruin como pa-
sente la ocasión de recompensar o castigar a ra pagar la generosidad recibida con la flagran-
cualquier particular que haya prestado un gran te ingratitud de la opresión.
servicio al estado o cometido algún delito, de Más aún, no existe victoria tan rotunda que
modo tal que exalte el interés del pueblo. Mas, exima al vencedor de todo miramiento por la
De El príncipe 47
justicia. Ahora bien, si resulta vencido aquél a No ha de suponerse que un estado pueda asu-
quien el príncipe brindó su apoyo, siempre lo mir jamás una postura de seguridad absoluta;
tendrá por buen amigo y, cuando se encuentre muy por e! contrario, el príncipe debe hacerse
en condiciones de hacerlo, le ofrecerá su res- al ánimo de correr el riesgo que implican todas
paldo a cambio; de modo tal, el príncipe se ha- las dudas e incertidumbres; pues según e! or-
brá hecho partícipe de una fortuna que podrá den natural de las cosas, sólo se puede esqui-
recuperar llegada la hora. var un inconveniente a riesgo de exponerse a
En e! segundo de los casos, cuando las par- otro. Compete a un juicio prudente e! saber dis-
tes beligerantes son tales que el príncipe no cernir entre tales inconvenientes, y aceptar por
guarda motivos para temer al vencedor, lo más buena la alternativa menos perniciosa.
aconsejable es que se pronuncie en favor de este Asimismo, un príncipe debe erigirse en aman-
último; así, contribuirá a que e! uno arruine te de la virtud, y honrar a todo aquél de entre
al otro, aunque si e! uno fuese sabio, salvaría al sus súbditos que se distinga en cualquiera de las
otro. Aun cuando haya derrotado a su adversa- bellas artes, alentando a sus ciudadanos a seguir
rio, seguirá a merced de! príncipe, pues sin e! e! llamado de su vocación, sea el comercio, la
respaldo de éste le habría resultado imposible agricultura o cualquier otro empeño humano;
acariciar la victoria. En este punto habrá de su- de modo tal que el uno no se abstenga de em-
brayarse especialmente, que e! príncipe debe- bellecer sus posesiones por temor a ser despo-
rá guardar buen cuidado de no emprender causa jado de ellas, ni e! otro de establecer nuevas
común con otro gobernante que le exceda en fuentes de comercio por temor a los tributos.
poderío, en su intento de atacar a otro sobe- El príncipe deberá ofrecer recompensas a todo
rano, a menos que se vea obligado a ello por aquél que se encuentre dispuesto a realizar ta-
absoluta necesidad. Si e! más poderoso sale vic- les proezas, así como a todo e! que se esfuerce
torioso, e! príncipe quedará a su merced, y to- por engrandecer a su ciudad o a su estado. A
do gobernante tiene la obligación, en la medida más de todo lo anterior, en los periodos en que
de lo posible, de esquivar todo aquello que lo se estime apropiado, deberá brindar esparci-
coloque en dicha posición. miento a su pueblo, mediante festividades y es-
Los venecianos se aliaron con Francia en pectáculos. Y, habida cuenta de que las ciudades
contra del Duque de Milán, nexo que pudieron se dividen por lo general en gremios y clases,
haber eStado con facilidad, y que provocó su deberá tener siempre a dichos cuerpos sociales
ruina. Mas cuando las alianzas resultan inevita- en mente y, de cuando en cuando, hacer acto
bles, como en el caso de los florentinos al re- de presencia en sus asambleas, y sentar ejem-
gistrarse la unión de fuerzas de España y del plo de su afabilidad y magnificencia, sin dejar
Papa con el fin de atacar a la Lombardía, el go- de enarbolar en ningún momento la majestad de
bernante debe anexarse a la facción más pode- su rango, que no deberá verse empañada nun-
rosa en virtud de las razones antes enunciadas. ca, bajo ninguna circunstancia.
5. La guerra y la
iglesia norteamericana
REINHOLD NIEBUHR
La iglesia cristiana de los Estados Unidos de nía más demoniaca de la historia. Es por demás
Norteamericana jamás se ha encontrado en ni- obvio que si la sociedad occidental no fuese co-
vel tan inferior de penetración espiritual y de rrupta, los nazis jamás habrían podido lograr una
sensibilidad moral como en esta trágica era posición en Europa desde la que ahora les es
de conflicto mundial. Vive entre una humanidad factible ondear su bandera en todo el continen-
adolorida, sus oídos han quedado abrumados por te. Evidenteme~te , hay decadencia en el mundo
los gritos desgarrados de víctimas de la tiranía democrático, y no existe seguridad alguna de
y de la conflagración, y por ello, ha preferido que las democracias capitalistas vayan a po-
identificar al1ema "Mantengamos a Norteamé- der rescatar aquello de sus sociedades que con-
rica fuera de la guerra", con el evangelio cris- serve cierta decencia y justicia, de las garras de
tiano .. . la corrupción interna o del peligro externo. Sin
... Por supuesto, es importante que la reli- embargo, la historia no nos ofrece ideales ni al-
gión no se involucre nuevamente en una gue- ternativas perfectamente definidas.
rra santa. Es vital que la cristiandad se percate Hubo una época en la cual, con toda razón,
de que todas las pugnas históricas se han dado los socialistas austriacos declararon que no exis-
entre hombres regidos por el pecado, y no entre tía gran diferencia entre el fascismo de Hitler y
justos y pecadores; pero es igualmente impor- el de Schuschnigg. Sin embargo, cuando se en-
tante salvar lo poco que guarda de decencia y frentaron realmente al peligro de ver a Austria
de justicia el mundo occidental, contra la tira- subyugada por la infame tiranía de Hitler, de
manera sabia (aunque tardía) decidieron que esa
pequeña diferencia podría resultar esencial en
ese momento histórico en particular. Tal situa-
Condensado de Christianity and Power Po-
tities, de Reinhold Niebuhr (New York : Charles
ción fue simbólica de todas las decisiones his-
Scibner's Sons, 1940), pp. 33, 35-38, 39, 40-41 , tóricas. El concepto según el cual es posible
42 -47. Reimpreso co n autorizació n testamenta- hallar un punto ventajoso de inocencia desde el
ria del autOr. cual proceder en contra del mundo no es de ori-
48
La guerra y la iglesia norteamericana 49
gen cristiano; de hecho, pertenece al racionalis- lidad esencial que crea una contradicción en su
mo moderno. Desde el siglo dieciocho, los secu- existencia. Adiferencia de los pesimistas, el cris-
lares modernos han procurado encontrar las tianismo no conceptúa al hombre como ególatra
causas específicas del pecado social, yeliminar- por naturaleza, pero tampoco comparte el punto
las. Se suponía que la injusticia tenía su origen de vista optimista según el cual la egolatría se
exclusivamente en gobiernos deshonestos, o en puede superar fácilmente . Más bien, sostiene
una defectuosa organización económica de la que el hombre es un ególatra en contradicción
sociedad, o en la ignorancia humana. Se te- con su naturaleza esencial. He ahí la doctrina
nía a la democracia como la fuerza de la justicia del pecado original, despojada de todo espejis-
en contra de la monarquía. Se asumía que el so- mo literario ...
cialismo estaba libre de todo apasionamiento La paz internacional, la justicia política y
imperialista, en tanto que el capitalismo era, su- económica, así como toda forma de logro so-
puestamente, recurso exclusivo de la voluntad cial, representan estructuras precarias donde se
imperial. pone a prueba el egoísmo del hombre e, iróni-
"Si no encontramos la causa real de la in- camente, se da por sentado; donde se deben
justicia social", dijo recientemente un represen- explotar al máximo la compasión y el amor hu-
tante de la corriente moderna, "nos veremos mano y, sin embargo, se dan por descartados. La
obligados a replegarnos a la absurda doctrina del paz universal no puede estar a la expectativa de
pecado original". Ese comentario es revelador la cultura universal ni del amor universal. De he-
de la "objetividad" científica de la modernidad. cho, la paz universal no puede existir como tal
Se descarta a priori el concepto cristiano del si por ella se entiende la armonía sin desacuer-
pecado original, lo cual resulta perfectamen- dos entre las naciones y la justicia perfecta en-
te comprensible en un mundo no cristiano. Lo tre los hombres. No obstante, debe ser factible
que sí se antoja absurdo es que la cristiandad que la sociedad occidental alcance un mayor
actual haya asimilado con tan patética presteza grado de cohesión social y política y evite la
esta negación moderna de la doctrina del peca- anarquía total. Tal posibilidad, empero, depen-
do original, y haya tenido que emplear tanta de de un grado de realismo político del que ac-
energía en tratar de demostrar que un cristiano tualmente se carece, tanto en nuestra cultura
puede ser tan respetable y moderno como un religiosa como en la secular. Depende de un rea-
secular. ¿Acaso no sostiene el mismo dogma ab- lismo que sepa comprender lo débil e incierta
surdo de la bondad de la naturaleza humana y que resulta toda forma de paz social y de jus-
no conserva la misma patética esperanza de que, ticia ...
al corregir talo cual defecto del sistema educa- En un sentido, la lógica de este aislacionismo
tivo, social, político o económico, el hombre es, por supuesto, absolutamente correcta. No es
dejará de representar un peligro para sí mismo posible realizar una selección discriminada en
y para su prójimo? el ámbito político sin correr el riesgo de invo-
El problema de tal optimismo acerca de la na- lucrarse al final de cuentas en un conflicto, por
turaleza humana estriba en que crea confusión que toda tensión social puede derivar en un
en todo asunto político del mundo moderno. El conflicto patente, y todas aquellas formas que
cristianismo contemporáneo, lejos de ofrecer un respalden a uno u otro bando tendrán que su-
enfoque correctivo de ese optimismo, agrava la frir la consecuencia de precisar de un apoyo más
confusión al exagerarlo. El secular cree en el sur- directo. La lógica del aislacionismo es, en sí,
gimiento gradual de una mente universal. El cris- plausible, mas las implicaciones morales de la
tianismo cree que todo hombre es un Cristo en misma son intolerables. Si el grueso de la so-
potencia. Se ha olvidado de que, según las inter- ciedad acatara sus preceptos cabalmente, cada
pretaciones más profundas del cristianismo, to- familia procuraría construirse un refugio aislado,
do hombre vislumbra en Cristo no sólo aquello por temor a verse involucrada en las horrendas
que es, y que debería ser, sino también la rea- realidades de la pugna política, parte integrante
50 El realismo
de toda existencia nacional. La paz en Nortea- territorio francés, resultaba obvio que la paz ne-
mérica, como símbolo de la bondad del hom- gociada sólo habría sido factible en términos de
bre, sólo se puede preservar a costa de acentuar reconocer su posesión del botín hasta enton-
todos los vicios del carácter norteamericano, en ces logrado. De haberse concertado ese tipo de
especial aquéllos relativos al farisaísmo y a la paz, las naciones menos poderosas que aún no
ostentación de la probidad, generados en una se encontraban bajo el yugo nazi habrían sido
nación que, gracias a estar cercada por dos océa- conquistadas gradualmente mediante la presión
nos, se ha salvado de verse involucrada con de- económica y política. Asimismo, habríancareci-
masiada obviedad en la pugna internacional, y do de fuerza y de incentivos para ofrecer resis-
cuya riqueza la ha preservado de un despliegue tencia, ya que no hubieran podido ambicionar
demasiado obvio de lucha social interna ... ningún auxilio en su intento de frenar el desplie-
La confusión moral y política engendrada por gue del nazismo. La paz negociada, tal y como
aquellos perfeccionistas religiosos y seculares fue propuesta por las iglesias en esa época, ha-
que no aciertan a comprender la responsabili- bría sido equivalente a una sencilla victoria nazi.
dad de la humanidad entera en las pecaminosas La otra alternativa, es decir, el esfuerzo por
realidades de la historia, ha sido exacerbada por desalojar a los nazis, puede representar la rui-
los sueños de paz de los perfeccionistas. La cris- na de Europa aun cuando se tenga éxito; si se
tiandad norteamericana ha convertido casi en fracasa, podrá degenerar en el mismo resultado
un dogma universal el lema de que cualquier ti- de una capitulación prematura mediante la paz
po de paz es mejor que la guerra. Finalmente, negociada. Supuestamente, eSte hecho justifica
esto implica invariablemente que la tiranía es la frenética exigencia de paz a cualquier pre-
preferible a la guerra, puesto que la sumisión pa- cio. Sin embargo, nuestros moralistas norteame-
ra con el enemigo es la única alternativa cierta ricanos no logran comprender que, aquellos
a la resistencia contra el enemigo. pueblos y naciones que hoy se enfrentan a la
Una enorme cantidad de pronunciamientos inminente amenaza de la esclavitud, no se de-
actuales en el mundo religioso revelan que la tienen a realizar graciosos cálculos de posibles
suposición dogmática de que nada puede ser consecuencias. Existen momentos críticos en la
peor que la guerra conduce de manera inevita- historia en que tales consideraciones se tornan
ble a la aceptación implícita o explicíta de la ti- irrelevantes. Se compromete todo instinto de su-
ranía. Las iglesias, en una conferencia de análisis . pervivencia y todo impulso decoroso de huma-
sobre la situación internacional, realizada bajo nidad, exhortando a la resistencia sin importar
los auspicios del Federal Council of Churches las consecuencias. El resultado puede ser trági-
a principios de 1940, declararon: "Estamos con- co; pero sólo un moralismo insulso puede ig-
venddos de que existen fundamentos para esperar norar la belleza y la nobleza que engrandecen
que surja una paz justa mediante la negociación. a esa tragedia, y seguir especulando sobre los
En pro del bienestar de la humanidad, es vital enormes beneficios que habría aportado el acep-
que se dé fin al conflicto, no mediante una paz tar la esclavitud sin resistencia, en lugar de te-
impuesta, sino negociada, basada en los intere- ner que aceptarla después de la resistencia.
ses de todas las partes afectadas". Del mismo modo en que el énfasis dogmático
Dicha declaración, que el principal periódico relativo a que nada puede ser peor que la guerra
cristiano de los Estados Unidos alabó por con- conduce a la aceptación explícita o implícita
tener la esencia misma del consenso cristiano de la tiranía, así la identificación sin reservas de
con respecto a la situación de guerra, reflejaba la neutralidad con la ética cristiana conduce a
una separación total de cualquier realidad polí- una ofuscación perversa de diferencias morales
tica. El hecho es que Hitler deseó una paz nego- de importancia entre las fuerzas contendientes.
ciada desde el momento en que invadió Polonia The Christian Century (El siglo cristiano) ha cri-
hasta que lanzó la gran ofensiva. Habiéndose ticado ferozmente al presidente Roosevelt por
apoderado del continente, con excepción del no mantener una posición neutral preclara. Apa-
La guerra y la iglesia norteamericana 51
rentemente, tal publicación no comprende que puede negar que su importancia real es dudosa
esos significaría condonar a una tiranía que ha desde el punto de vista moral, y ambigua desde
derrocado a la libertad, que sería pretender ani- el político. Resulta moralmente dudosa, porque
quilar a la religión cristiana, que degradaría a sus permite que otras naciones resientan el impacto
súbditos a la categoría de robots sin opinión ni de defender a una civilización que trasciende a
juicio propios, que amenazaría a los judíos de la existencia misma de esas naciones. Desde el
Europa con la exterminación total y a todas las punto de vista político resulta ambigua, puesto
naciones europeas con la sumisión bajo el do- que los intereses vitales de una nación pueden
minio imperial de una "raza superior" . correr un riesgo final, aunque no un riesgo in-
The Christian Century se concreta a debatir mediato. El hecho de aguardar hasta el riesgo
los argumentos de quienes creen que la civiliza- final, se convierte en un medio inmediato para
ción corre grave peligro ante la victoria de ale- esperar demasiado.
mania, afirmando con extrema simplicidad que La mejor recomendación a las naciones escan-
eso no puede ser cierto por que es la guerra la dinavas habría sido la de ofrecer resistencia con-
que pone en peligro a la civilización. En tan- junta a la agresión, en vez de esperar la extinción
to que reconoce una cierta inquietud de fondo de sus libertades individuales. Holanda y Bélgica
entre los norteamericanos, les aconseja sujetar- procuraron evitar el desastre mediante la elabo-
se a su resolución de no involucrarse de manera ración de un programa de neutralidad, que de-
alguna en el conflicto, y pretende liberarlos de paraba un mismo riesgo en los designios de los
todo cargo de conciencia adviertiéndoles que la poderes imperiales contendientes. El riesgo no
"la conciencia protestante" de Holanda y de Sui- era el mismo. En realidad, uno de los bandos
za llegó a las mismas conclusiones. La gran mayo- no representaba peligro alguno. La consecuen-
ría de esos neutrales de Europa a cuya conciencia cia de esa política que ensombreció los hechos
The Christian Century hizo referencia, fueron reales, fue la invasión de dichas naciones y la
exterminados mientras ésta los enarbolaba co- irrupción del ejército alemán en territorio fran-
mo gloriosos ejemplos. cés. Por supuesto, Estados Unidos está en la mis-
En su moralismo simplista, The Christian ma posición; supuso que sus intereses vitales se
Century no logró esclarecer el problema básico verían afectados en la misma medida tanto por
de las relaciones internacionales. Dicho problema la victoria alemana como por la aliada. La situa-
es la imperiosa necesidad de una coincidencia ción real es que, tanto la causa final de la civili-
obvia entre intereses nacionales e ideales, antes zación como nuestros intereses vitales, corren
de que las naciones se embarquen en las azaro- un peligro mucho más grave ante los alemanes
sas aguas de la guerra. En ninguna de las naciones que ante los aliados. Hemos abierto gradualmen-
neutrales pequeñas surgieron dudas en cuanto te nuestro entendimiento a este hecho desde la
al carácter definitivo del conflicto actual. Muchas victoria de los ejércitos germanos en Holanda,
de ellas abrigaron esperanzas de que Europa se Bélgica y Francia, pero probablemente, ya sea
salvara sin su apoyo. Absolutamente en todos los demasiado tarde.
casos, sus intereses vitales se veían afectados de En otras palabras, la política de neutralidad
manera final, mas no inmediata. Cuando de he- que The Christian Century y otras publicacio-
cho se sintieron afectados de manera inmedia- nes de su clase han loado como representativa
ta, expresamente por la invasión enemiga, ya era de cierto tipo de objetivo cristiano, no sólo es
demasiado tarde para obrar en pro del interés una teoría moral reprobable sino también una
nacional , o de los valores de la civilización que política denigrante. Ostenta la debilidad cardinal
trascienden al interés nacional. de la democracia ante los peligros de la tiranía.
El que deba existir cierta congruencia entre Esa democracia que debe tomar debida cuema
los intereses nacionales e ideales para exhortar de los temores y las angustias del pueblo común
a la acción nacional en medio de una crisis es, y corriente en tanto que las dictadur~s los igno-
inevitablemente, un hecho político, mas no se ran, no podrá jamás actuar a tiempo. Unicamente
52 . El realismo
podia actuar a tiempo si cuenta con gobernan- se intenta un escape fácil e insulso de los terro-
tes dispuestos y capaces de anticiparse a los pe- res y pesares de una era trágica.
ligros que permanecen invisibles para el hombre La realidad es que los sueños moralistas de
común. Para cuando éste percibe la magnitud nuestra cultura liberal han sido tan flagrantes, y
del riesgo al peligro es ya tan inminente que re- su voluntad de vivir ha sido tan gravemente des-
sulta imposible todo preparativo para una de- virtuada por un pacifismo confuso, en el cual se
fensa adecuada. han entremezclado de manera por demás curiosa
Esa debilidad ingénita de la democracia como el perfeccionismo cristiano y la despreocupación
forma de gobierno, en lo tocante a la política ex- burguesa, que hablando con franqueza, nuestro
terior, se ve exacerbada por el liberalismo como mundo democrático no merece sobrevivir. Qui-
cultura que ha ilustrado la vida de las naciones zá no sobreviva. Si acaso lo logra será porque
democráticas. En el seno de ese liberalismo, po- a última hora habrá recobrado la sensatez, y por-
co se entiende de los abismos que puede tocar que las flaquezas de la tiranía pudieran exceder
la malevolencia humana, y del nivel al que se finalmente a sus ventajas transitorias.
puede encumbrar el poder del mal. De hecho,
6. El poder político
Teoría realista de
la política internacional
HANS J. MORGENTNAU
PODER POLÍTICO
I I .
actos de otros. Por poder político se entienden algunos pueblos primitivos carecen de la ambi-
las relaciones mutuas de control que se registran ción de poder, hasta ahora nadie ha demostrado
entre los individuos que ostentan la autoridad fehacientemente el modo en que se puede re-
pública, pero también entre estos últimos y crear a escala mundial el estado mental que pre-
la población en general. senta y las condiciones en que habitan, para así
El poder político es una relación psicológi- eliminar del escenario internacional la lucha por
ca entre aquellos que lo ejercen y aquéllos so- el poder. Liberar a uno u otro de los pueblos de
bre los cuales se ejerce. A los primeros, les la tierra de la ambición de poder, mantenién-
confiere el control sobre una serie de actos de dola intacta en otros, no sólo sería inútil sinQ
los segundos , merced a la influencia que los también autodestructivo. Si no se lograra abo-
primeros tienen sobre la mente de los segun- lir en todas las latitudes terrestres el deseo de
dos. Dicha influencia emana de tres fuentes : la poder, los pueblos redimidos se convertirían.
expectativa de beneficios, el temor a las des- en presa inmediata del poder de los demas . . .
ventajas, el respeto o el amor por los hombres Fuera condiciones sociales en particular, el
o por las instituciones; y se puede materiali- argumento definitivo en contra de la opinión
zar a través de mandatos, amenazas, la persua- de que la lucha por el poder en el escenario in-
sión, la autoridad o el carisma de un hombre o ternacional es un simple accidente histórico se
de un organismo gubernamental, o mediante debe desprender de la naturaleza de la política
una ágil combinación de varios de estos ele- interna. La esencia de la política internacional
mentos . . . es idéntica a su contraparte interna. Tanto la po-
lítica interna como la internacional representan
una lucha por el poder, exclusivamente modi-
DEPRECIACiÓN DEL ficada por las diversas condiciones en que esa
PODER POLíTICO pugna se registra, sea en el ámbito interno o en
el internacional.
Dado que la ambición del poder es el elemento ,--oLa tendencia a dominar, específicamente, se
distintivo de la política internacional, como encuentra presente en toda asociación huma-
toda política, la internacional es, pornecesi- na, desde el núcleo familiar, pasando por las
dad, una política del poder. Este hecho goza de sociedades fraternales y profesionales, y las or-
reconocimiento general en la práctica .de los ganizaciones políticas de carácter local, hasta
asuntos internacionales; no obstante, los estu- el estado. Anivel familiar, el añejo conflicto en-
diosos del tema, los publicistas e incluso los tre suegra y nuera es, en esencia, un:UlJ~hapoi
estadistas, suelen negarlo en sus declaracio- eLI2Q.º~r -la . defe!l~a. _Q~J!..IlJ2.Qd~.Le.~tabl.e~i_ºg
nes al respecto . .. contra la tentativa de establecimiento-de uno
Recientemente, la convicción de que la lu- !l~.vo :-(;óiñú tal,-esa lüéhi es -ün presa-gió 'del
cha por el poder se puede eliminar del escena- éonflicto que se registra en el escenario inter-
rio internacional se ha asociado con las grandes nacional, entre las políticas del statu quo y las
tentativas de organizar al mundo, como las del imperialismo . ..
de la Liga de las Naciones y las Naciones Uni- Considerando dicha ubicuidad de la pugna
das . . . por el poder en la esfera de las relaciones so-
. . . Baste enunciar que la lucha por el po- ciales y en todo nivel de organización social, ¿es
der es universal, tanto en tiempo como en espa- acaso de sorprender que la política internacio-
cio, y es un hecho irrefutable de la experien- nal sea, por necesidad, una política del poder?
cia. Resulta imposible negar que, a través de la ¿No sería más desconcertante que la lucha por
historia, los estados se han enfrentado unos con el poder fuese un atributo accidental y efímero
otros en contiendas por el poder, sin importar de la política internacional, cuando en realidad
las condiciones sociales, económicas y políticas. es un elemento permanente e indispensable de
Aunque los antropólogos han demostrado que todas las ramas de la política interna?
El poder político. Teoría realista de la política internacional 55
Esta obra pretende exponer una teoría de políti- nunca es posible la consecución plena de los prin-
ca internacional. La teoría en cuestión no debe cipios morales, pero sí resulta factible una ven-
ser analizada con un criterio a priori y abstracto tajosa aproximación mediante el equilibrio de
sino, por el contrario, empírico y pragmático. En intereses, siempre efímero, y la conciliación
otrOS términos, no se debe someter la presente de conflictos, eternamente precaria. En conse-
teoría a juicio a la luz de un concepto o princi-
pio abstracto y preconcebido, alejado de la rea-
lidad, sino a la luz de su objetivo primordi;¡l: el
.
cuencia, ~tª . escu.e.IªcQJ}$.tde.ca_qy.e .!Ul .si~~~ma
º~ co!!~l!!~~"~f!- Y.. eq~ilibr!<.>.E~I.1~~uos se d~b<:-'
erigir corno principio universal para to~. las
de aportar un orden y un significado al caudal de $<Jciedades plimilista§: Recurre más al preceden-
fenómenos que, en su ausencia, permanecerían te histórico que a los principios abstractos, y
incoherentes e ininteligibles. Esta teoría debe apunta a la consecución del mal menor, en lu-
satisfacer las exigencias de un análisis doble, em- gar del bien absoluto . ...
pírico y lógico: ¿acaso los hechos, en su reali- El realismQ político s()stien~"gu~J~lítica1.
dad intrínseca, se prestan a la interpretación que al igual que la sociedad en gene~al, se rige por
la teoría les ha conferido? y, segundo, ¿esas con- leyes objetivas con raigambre en la naturaleza
clusiones que la teoría extrae siguen un curso humana. Para lograr el progreso de la sociedad,
lógico, por necesidad, desde sus premisas? En es necesario entender, en rrimer lugar, las le-
breve, ¿es la teoría congruente tanto con los he- yes a las que se apega la sociedad. En tanto que
chos corno con su esencia? el funcionamiento de dichas leyes se torna in-
". El problema que esta tesis plantea concierne franqueable a nuestras preferencias, el hombre
a la naturaleza de todo tipo de política. La his- sólo se atreve a desafiarlas a riesgo de fracasar.
toria del pensami~nt9_'pQJLti~º~9~e!.!.l6 eil~.. Al así creer en la objetividad de las leyes de
rustoria déJ}Cconii~n<1ª entr~ c1QS .escuélaiquf . la política, el realismo debe creer también en la
dífíeien fundamentalmente en st! .foC!P·a cte cOn- posibilidad de desarrollar una teoría racional
éeolnanáturaleza aeThombre, la sociedad yla que sea reflejo, aunque imperfecto y unilateral,
política. UnacteeTrassostÍene 'que"a<iúí, y--aho~ de tales leyes objetivas. Por ende, cree también
ra;-se-puede lograr un orden político racional en la posibilidad de trazar distinciones entre
y moral, producto de principios abstractos con verdad y opinión en el ámbito político -en-
¡
validez universal. Así, presupone la bondad tre aquello que es verdadero desde un punto
esencial y la infiruta maleabilidad de la natu- de vista objetivo y racional, apoyado por prue-
raleza humana; eU~_acaso del orden social para bas e ilustrado por la razón, y aquello que es
e1evars_~"a la altura de las normas racionales, 19 sólo un juicio subjetivo, escindido de la reali-
~ca ala falta de.. c0f!-()~imi~JJ.t9 y d.e..C01ll7 dad de los hechos y nutrido de prejuicios y va-
prensipQ,a las instituciones sociales obsoletas nas ilusiones ...
o alá depravación de algunos individuos o gru- El realismo político está perfectamente cons-
pos aislactos. Sin embargo, confía en poder corre- ciente de la importancia moral del proceder po-
grr'taIes defectos mediante la educación, la re- lítico. También se percata de la inevitable tensión
forma y el empleo esporádico de la fuerza. que se suscita entre los mandamientos de la
-La escuela contraria afirma que el mundo, moral y las exigencias de un proceder político
,imperfecto corno es desde el punto de vista ra- exitoso. Además, resulta inadecuado tratar de
~j~}fial, es el resultado de fuerzas inherentes a encubrir y anular dicha tensión, ofuscando así
la naturaleza humana. Para mejor<ir al mundo se tanto a la cuestión moral corno a la política, ha-
de.be trabajar con dichas fuerzas, no atacarlas. Al ciéndola aparecer corno si los crudos hechos de
ser éste, de manera inherente, un mundo de in- la política fuesen, desde el punto de vista mo-
tereses contrarios y de conflictos intestinos, ral, más satisfactorios de lo que en realidad son,
56 El realismo
que pueden demostrar que este tema no es, co- En tanto que el realismo político está cons-
mo se ha objetado, un simple ardid de la ima- ciente de la existencia de esas distintas facetas
g¡nadón, sino que va al núcleo mismo de la de la naturaleza humana, también reconoce que
controversia . .. para poder comprender cabalmente cada una de
.Esta defensa realista de la autonomía de la es- ellas, es necesario abordarlas bajo sus propias
f(:ra, política contra toda alteración provocada condiciones. Es decir, si yo deseo comprender
por otras formas de pensamiento no implica, de al "hombre religioso", debo abstraerme durante
ninguna manera, que se ignoren la existencia y un cierto periodo de todos los demás aspectos
la importancia de las mismas. De hecho, implica de la naturaleza humana, y enfrentar su faceta
que a cada una se le deben asignar su esfera de religiosa como si fuera la única que existiera ...
acción y sus funciones, adecuadas a su estruc- Lo mismo se aplica a cualquier otra faceta de
tura. El realismo político se fundamenta en una la naturaleza humana. Por ejemplo, ningún eco-
concepción pluralista de la naturaleza humana. El nomista moderno concebiría de manera distin-
ser humano real, es una mezcla del "hombre eco- ta a su ciencia y a la relación que ésta guarda
nómico", del "hombre político", del "hombre con las demás ciencias del hombre. Precisamen-
moral", del "hombre religioso" , etc. El hom- te gracias a dicho proceso de emancipación de
bre que fuera exclusivamente un "ser político" otras normas de pensamiento, y al desarrollo
equivaldría a una bestia, ya que carecería abso- de una norma adecuada a la materia que trata,
lutamente de toda restricción moral. El hombre la economía ha evolucionado como una teoría
que sólo fuera un "ser moral" sería un insensa- autónoma de las actividades económicas del
to, ya que carecería totalmente de prudencia. hombre. El propósito fundamental del realismo
El hombre que se concretara a personificar a un político es el de contribuir a un desarrollo simi-
'lser religioso" sería un santo, ya que no acari- lar en el campo de la política.
ciaría ningún deseo mundano en absoluto .
•J
7. La diplomacia en el
mundo moderno
GEORGE F. KENNAN
.. .Tal como ustedes sin duda alguna habrán Se trata de la creencia que sustenta la hipo-
supuesto, considero que la falla más grave del tética posibilidad de suprimir las aspiraciones
esquema de nuestra política anterior estriba en caóticas y peligrosas de los gobiernos en el marco
algo que podría denominar el enfoque legalista- internacional, mediante la aceptación de cier-
moralista en torno a los problemas internacio- to sistema de normas legales y medidas de re-
nales. Tal enfoque se desliza como una madeja frenamiento. Indudablemente, dicha creencia
roja a lo largo de nuestra política exterior de los representa parcialmente un intento de transpo-
últimos cincuenta años. Engloba algo del añejo ner el concepto anglosajón de la ley individual
énfasis en los tratados de arbitraje, algo de las al campo internacional, y de hacerlo aplicable a
Conferencias de La Haya y de los planes de de- los gobiernos del mismo modo que se aplica
sarme universal, algo de los más ambiciosos aquí a los individuos en el plano interno. Asi-
conceptos norteamericanos sobre el papel que mismo, debe derivarse en cierta medida de la
desempeña la ley internacional, algo de la Liga remembranza de los orígenes de nuestro pro-
de las Naciones y de las Naciones Unidas, algo del pio sistema político - de evocar que, gracias
Pacto Kellogg, algo de la idea de un pacto uni- a la aceptación de una estructura común ins-
versal "Artículo 51 ", algo de la fe en la ley mun- titucional y jurídica, fuimos capaces de dis-
dial y en el gobierno mundial. Sin embargo, no minuir a una proporción inofensiva todos los
es ninguno de tales elementos por completo. conflictos de interés y de ambición que im-
Permítanme tratar de definir lo anterior. peraron en las trece colonias originales, y de
llevarlas a una interrelación pacífica y ordena-
da. Al recordar lo anterior, la gente no logra
Reimpreso de American Diplomacy, 1900- comprender que, aquello que fue factible para
1950; autor: George F. Kennan (Chicago: Uni-
versity of Chicago Press, 1951), pp. 95-103, con las trece colonias bajo una serie dada de cir-
autOrización de The University of Chicago cunstancias, podría no resultar en el ámbito
Press. Copyright © 1951, The University of Chi- internacional, de dimensiones mucho más ge-
cago Press. nerosas.
58
La dIplomacia en el mundo moderno 59
La esencia de esta creencia dicta que, en vez cia, una estructura institucional que sea capaz
de abordar los ásperos conflictos de interés na- de desempeñar esa función ...
cional con base en sus méritos y con la mira de En primer lugar, el concepto ue subordina-
encontrar las soluciones que sean menos perni- ción de un número considerable de estados a
·ciosas para la estabilidad de la vida en el plano un régimen jurídico internacional, mismo que
internacional, sería más conveniente establecer limitaría sus posibilidades de agresión y de da-
un conjunto de criterios formales de naturaleza ño contra otros estados, implica que todos ellos
jurídica mediante los cuales se pudiera definir fueran similares al nuestro, que se encontraran
el comportamiento permisible de los estados. razonablemente satisfechos con sus fronteras y
Así, se propiciaría la creación de entidades impar- con su posición a nivel internacional, por lo me-
·ciales encargadas de ponderar las acciones de nos hasta un grado tal que se contuvieran de ma-
los gobiernos a la luz de esos criterios y de de- nera voluntaria de ejercer presiones tendientes
cidir cuándo su comportamiento es aceptable al cambio sin un previo acuerdo internacional.
y cuándo no. Por supuesto, atrás de todo lo En segundo lugar, en tanto que dicho concep-
anteriormente planteado, está la suposición to se suele asociar con una rebelión en contra del
norteamericana de que aquéllos en los que los nacionalismo, es por demás curioso percatarse
demás pueblos de la tierra pueden ofrecer una de que, en realidad, tiende a conferir un valor
contienda digna carece, en gran parte, de reco- absoluto al concepto de nacionalidad y de so-
nocimiento y de importancia, por lo que se es- beranía nacional, valor del que anteriormente
pera, con toda justicia, que ocupen un lugar carecía. El principio mismo de "un gobierno, un
secundario a la sombra de la conveniencia de voto", independientemente de cualquier dife-
up..mundo disciplinado, no perturbado por la rencia física o política entre estados, exalta el
violencia internacional. De acuerdo con el pen- concepto de soberanía nacional y lo convierte
samiento norteamericano, es poco plausible que en la forma exclusiva de participación en la vida
los pueblos tengan aspiraciones positivas, a las internacional. Vislumbra a un mundo integrado
que ellos consideren legítimas y les den mayor únicamente de estados nacionales y soberanos,
· importancia que a la tranquilidad y al orden que donde todos ellos gocen de igualdad plena de
deben regir la vida internacional. Desde este pun- posición. Bajo tal esquema, ignora las gigantes-
to de vista, no se puede entender por qué otros cas variaciones en la solidez y la firmeza de las
pueblos no se podrán unir a nosotros en la acep- divisiones nacionales: el hecho de que en mu-
tación de las reglas del juego de la política inter- chos de los casos, los orígenes de las fronteras
.rlacional, del mismo modo en que nosotros las entre países y de las personalidades nacionales
acatamos en las competencias deportivas pa- se dieron de manera fortuita o, al menos, casi
raque el juego no se torne demasiado cruel y en total desapego a las necesidades reaies. Si-
demasiado destructivo y que, por ende, no multáneamente, ignora la ley del cambio. El mo-
adopte una relevancia que no pensábamos otor- delo de estado nacional no es, ni debería ser, ni
garle. puede ser algo fijo y estático; por su naturaleza
Si procedieran de tal manera continua el razona- misma, es un fenómeno inestable en constante
miento, se podrían contener esas manifestaciones estado de cambio y de intercambio. La historia
perturbadoras y caóticas del ego nacionalista, ha demostrado que la voluntad y la capacidad de
tornándolas insubstanciales o permitiendo que se cada pueblo para contribuir al entorno mundial
desecharan sin mayor problema, mediante al- está en cambio continuo. Por tanto, resulta por
gún método que resultara familiar y compren- demás lógico que los esquemas de organización
sible para la costumbre norteamericana. Apartir (¿acaso no se reducen a estos gobiernos y fron-
de esto, la mentalidad propia del estadista nor- teras?) se transformen al unísono con ellos. La
teamericano, que encuentra gran parte de sus función de un sistema de relaciones internacio-
raíces en la carrera de derecho en nuestro país, nales no es la de restringir ese proceso de cam-
busca ti tientas y con inquebrantable persisten- bio confinándolo a una camisa de fuerza legal
60 El realismo
sino, por el contrario, propiciarlo para facilitar jamás en la disyuntiva de pronunciarse en fa-
sus transiciones, para limar las asperezas que sue- vor de uno de los rivales por el poder dentro
le producir, para aislar y moderar los conflictos de los confines del estado individual.
que frecuentemente conlleva, para procurar que Por último, otra de las fallas de este enfoque
estos conflictos no alcancen dimensiones que pue- legalista en torno a las relaciones internacionales
dan perturbar la vida internacional en general. No es que asume la posibilidad de imposición de
obstante, esta labor corresponde a la diploma- sanciones contra agravios y violaciones. De ma-
cia, en el sentido más anticuado del término. Para nera general, acude a la acción colectiva para
ella, la ley resulta demasiado abstracta, demasia- que ésta se encargue de sancionar el comporta-
do inflexible, sumamente difícil de adaptarse a las miento equívoco de los estados. Por tanto, ol-
exigencias de lo impredecible y de lo inesperado. vida los límites de efectividad de la coalición
Por el mismo motivo, el concepto norteame- militar. Olvida que, a medida que se expande
ricano de ley mundial pasa por alto los recursos un círculo de socios militares con la mira de
de agravio internacional-esos medios de pro- cualquier empresa político-militar concebible,
yección del poder y de coerción sobre los pue- se puede incrementar el total teórico de pode-
blos- que rebasan por completo a las formas río militar disponible, pero únicamé.nte a costa
institucionales, o que incluso las explotan con- de solidez del grupo y de holgura en el control.
tra sí; por ejemplo, recursos tales como el ata- A mayor expansión de la coalición, menor es
que ideológico, la intimidación, la penetración la factibilidad de mantener la unidad política
y la captura disfrazada de los bienes parafernales y el acuerdo general sobre los propósitos y los
institucionales de la soberanía nacional. En otras efectos de lo que se lleva a cabo. Tal como lo
palabras, hace caso omiso del dispositivo de es- podemos apreciar en el caso de Corea, los ope-
tado títere, así como del conjunto de técnicas rativos militares conjuntos en contra de un agre-
mediante las cuales se pueden convertir en tí- sor pueden tener un significado distinto para
teres a los estados sin que para ello medie una cada uno de los participantes, y plantear pro-
violación formal o un desafío a los atributos apa- blemas políticos específicos e individuales que
rentes de su soberanía y de su independencia. resulten ajenos a la empresa en cuestión y afec-
He aquí uno de los factores que han provo- ten muchas otras facetas de la vida internacio-
cado que los pueblos de los países satélites de nal. Así, entre más crece el círculo de socios
Europa Oriental, miren hacia las Naciones Uni- militares, más difícil de manejar se torna el pro-
das con cierto dejo de amargura. Fue rotundo blema del control político sobre sus actos, y más
el fracaso de la organización en su intento de restringido el común denominador mínimo de
preservarlas de la dominación por parte de un acuerdo. Dicha ley de utilidad decreciente pe-
gigantesco país vecino, dominación que no deja sa tanto en las posibilidades de acción militar
de ser denigrante en virtud del hecho de haber multilateral que se llega a dudar si, en realidad,
cobrado vida mediante procesos que no podría- la participación de países menores puede con-
mos calificar de "agresión". Ese resentimiento tribuir en gran medida a la capacidad de las gran-
es justificable hasta cierto punto, dado que el en- des potencias para garantizar la estabilidad en
foque legalista de los asuntos internacionales de- el plano internacional. La importancia de 10 pre-
secha, en términos generales, la importancia in- viamente expuesto resulta contundente, dado
ternacional que revisten los problemas políticos que una vez más nos hacF. caer en la cuenta
y las raíces más profundas de inestabilidad in- de que, incluso bajo un sistema de ley mun-
ternacional. De hecho, presupone que toda gue- dial, toda sanción contra un comportamien-
rra civil se constreñirá a sus límites nacionales y to destructivo a nivel internacional podría seguir
no degenerará en un conflicto internacional. . . apoyándose fundamentalmente, al igual que en
En otras palabras, presupone que los asuntos in- el pasado, en las alianzas y relaciones de las gran-
ternos no cobrarán una dimensión internacio- des potencias. Podrá haber un estado - o pro-
nal, y que la comunidad mundial no se verá bablemente un grupo de estados- que mostrara
La diplomacia en el mundo moderno 61
una postura violentamente adversa a la de! res- mo sea, este es un concepto relativamente nove-
to del mundo, y al cual la comunidad mundial doso en la civilización occidental; de hecho, no
no pudiera obligar a acatar una determinada lí- hizo acto de presencia en el foro internacional
nea de acción. Suponiendo que éste fuera un hasta la Primera Guerra Mundial. Sir. embargo,
caso real, ¿en dónde quedamos nosotros? A mi fue la característica principal de ambas confla-
parecer, de vuelta en e! reino del olvidado arte graciones mundiales, y las dos -tal como lo he
de la diplomacia, de la que hemos tratato de es- señalado- tuvieron como consecuencia una
capar durante los últimos diez lustros. gran inestabilidad y el desencanto. Lo fundamen-
Así, en estas líneas he expuesto algunas de tal ahora, empero, no es la conveniencia del
las deficiencias teóricas que, según mi opinión, concepto sino su factibilidad. De hecho, me pre-
resultan inherentes al enfoque legalista de los gunto si aun en las gestas del pasado la victoria
asuntos internacionales. Sin embargo, existe una total no fue sino una mera ilusión desde la po-
deficiencia aún mayor que me agradaría men- sición de los vencedores. En cierto sentido, no
cionar antes de concluir mi disertación. Me re- existe victoria total que no conlleve un genoci-
fiero a la inevitable asociación que surge entre dio, a menos que se trate de una victoria sobre
los conceptos legalistas y los moralistas: a la ex- la mente de los hombres. En este punto, cabe
tensión de la eterna idea de! bien y el mal a los señalar que las victorias militares totales no suelen
asuntos de los estados, la suposición de que e! darse precisamente sobre la mente de! hombre.
comportamiento de un estado es terreno fértil Por otra parte, actualmente nos enfrentamos al
para e! juicio moral. Cualquier persona que ma- hecho de dilucidar si, en una nueva conflagra-
nifieste la existencia de una ley debe experimen- ción mundial, podrá darse el resultado de vic-
tar un sentimiento de indignación, totalmente toria militar total, algo por demás dudoso. Por
justificable, hacia aquel que la infrige a la par lo que a mí respecta, no crea en tal posibilidad.
con una sensación de superioridad moral sobre Ciertamente se produciría un enorme debilita-
él. Cuando dicha indignación se vierte al cam- miento de las fuerzas armadas de uno u otro
po de la contienda militar, no admite puntos bando, mas considero totalmente imposible que
medios en la reducción del infractor hasta el ni- se pudiese dar una sumisión total y formal de la
vel mismo de la sumisión total- es decir, la ren- volutad nacional de cualquiera de las partes con-
dición incondicional. Resulta irónico, aunque tendientes. No obstante, una tentativa de lograr
cierto, que e! enfoque legalista de los asuntos ese objetivo inalcanzable podría infligir sobre
internacionales, pese a encontrar sus irrefuta- la civilización otra serie de desastres tanto o más
bles orígenes en un deseo real de eliminar la gue- graves que aquéllos provocados por la Primera
rra y la violencia, convierta a la violencia en un o la Segunda Guerra Mundial; someto al juicio
factor mucho más resistente, más pernicioso y del mundo el tratar de descifrar si la civilización
más destructivo para la estabilidad política que podría sobrevivir a tales calamidades.
las rancias motivaciones de interés nacional. Una Hace poco, un prominente ciudadano nortea-
guerra que se libra en el nombre de un elevado mericano aseveró que "el objetivo mismo de la
principio moral, prosigue invariablemente hasta guerra es la victoria", y que, "en la guerra nada
lograr su objetivo de dominación total, en cual- substituye a la victoria". La confusión, probable-
quiera de sus manifestaciones. mente, radica en e! significado que se confiere
De este modo, nos percatamos de que el en- a la palabra "victoria"; quizá se aplica una acep-
foque legalista de los problemas internacionales ción equivocada del término. En una batalla, es
se identifica estrechamente con e! concepto de factible que se produzca la "victoria", pero en
guerra total y victoria total, y que las expresio- la guerra sólo se puede registrar el cumplimiento
nes de una se vierten con extrema facilidad en o e! incumplimiento de los objetivos trazados.
las de la otra. Además, en esta era conflictiva, Antaño, los objetivos de guerra se confinaban,
a nadie perjudicaría dedicar unos momentos a generalmente, a fines prácticos, por lo que co-
meditar en e! concepto de guerra total. Sea co- múnmente se medía e! éxito de los operativos
62 El realismo
militares en razón del grado en que éstos apro- que nos provocan irritación e intranquilidad,
ximaban a los objetivos trazados. Sin embargo, ... una actitud de desprendimiento, de sobrie-
cuando se trata de objetivos morales e ideoló- dad y de ágil disposición a someter todo acto
gicos, tendientes a transformar la actitud y las a cauteloso juicio. Significa que asumiremos la
tradiciones de un pueblo entero, o la persona- modestia necesaria para admitir que únicamente
lidad d~ un régimen, quizá la victoria no sea una somos capaces de conocer y de comprender ca-
meta factible por medios militares, o en un corto balmente nuestros intereses nacionales -pero
plazo; y probablemente en este punto estribe también el valor para reconocer que si todos los
el origen de nuestra confusión. objetivos y empresas que ambicionamos ep el
De cualquier modo, sostengo con toda fran- plano interno son respetables, carentes de arro-
queza que, a mi parecer, no existe fantasía más gancia o de hostilidad hacia otros pueblos, o de
peligrosa, nada que nos haya provocado mayor delirios de grandeza, entonces la incesante bús-
perjuicio en el pasado o que amenace con pro- queda de nuestro interés nacional invariablemen-
vocarlo aún mayor en el futuro, que el concep- te se erigirá en adalid de un mundo mejor. Tal
to de victoria total. Por otra parte, temo que éste concepto puede resultar menos ambicioso y
se desprenda en gran medida de las deficiencias menos incitante, en su perspectiva inmediata,
básicas del enfoque sobre asuntos internaciona- que aquéllos por los que nos hemos inclinado
les que he expuesto en estas páginas. Si es nuestro con tanta frecuencia, a la vez que menos com-
propósito el alejarnos de este peligro, eso no placiente de nuestra imagen. Otros muchos en-
significa que debamos adoptar la actitud errónea contrarán en él un cierto cariz de cinismo y de
de abandonar todo respeto por la ley interna- reacción. Yo nO puedo ser partícipe de tales du-
cional-, ni tampoco nuestras esperanzas de que das. Todo aquello que en concepto sea realis-
en el futuro se convierta en útil y bondado- ta, fundamentado en un esfuerzo sincero por
so civilizador de los acontecimientos ... Por vislumbramos a nosotros mismos ya los demás
el contrario, significa el surgimiento de una ac- en nuestra esencia real, ho puede por ningún
titud nueva entre nosotros, hacia la intermina- motivo ser contrario al estandarte liberal.
ble serie de sucesos fuera de nuestras fronteras
UNIDAD
:5
LA CRÍTICA RADICAL
8. Patriotismo y gobierno
Patriotismo
y cristianismo
LEÓN TOLSTOI
,1
PATRIOTISMO Y GOBIERNO
Éb.. varias ocasiones he tenido la oportunidad de malentendidos intencionales o, una vez más,
expresar el concepto de que el patriotismo es, con el acostumbrado y curioso comentario: "Lo
<*,nuestros tiempos, un sentimiento antinatu- que aquí se ha dicho es que el patriotismo mal
ral, irracional y pernicioso, causante de la gran encauzado; el jingoísmo, el chauvinismo son
mC!yoría de las calamidades que afligen a la hu- perniciosos; sin embargo, el patriotismo real y
~anidad; asimismo, sostengo que dicho senti- honorable es un sentimiento moral, altamente
miento no se debe fomentar, como actualmente elevado, y el hecho de condenarlo no sólo resulta
sucede, sino que, por el contrario, debe ser re- insensato, sino incluso criminal". Pero, ¿en qué
primido y eliminado con todos los medios que consiste ese patriotismo real y honorable? . . si-
se encuentren al alcance de los individuos sen- lencio profundo ...
satos. No obstante, y de manera por demás iró- El ejército, las finanzas, la educación, la reli-
nica, pese a la obvia e irrefutable relación que gión, la prensa, todo obra en poder de las clases
guarda ese sentimiento en especial con el arma- gobernantes. Las escuelas avivan el patrio~ismo
mento universal y las destructivas contiendas en los niños valiéndose de la historia, en la que
bélicas, que reducen las naciones a cenizas, to- describen a la nación como la mejor de entre to-
dos los argumentos que he esgrimido con res- das, incólume en la justicia; en los adultos se
pecto a la obsolescencia, la extemporaneidad y exalta ese mismo sentimiento mediante los es-
los estragos característicos del patriotismo han pectáculos, las celebraciones, los monumentos
chocado contra una barrera de silencio, o de y una prensa mendaz y patriótica; no obstante,
el mecanismo más efectivo en la exaltación del
patriotismo consiste en cometer toda clase de
Estos ensayos fueron traducidos por Leo injusticias y de crueldades contra otras naciones,
Wiener (1905) y Aylmer Maude y colaborado- engendrando en ellas el odio por su propia na-
res (versión 1899). respec tivamente, ción, para entonces \'alerse de ese mismo odio
63
64 La crítica radical
y provocar en su propia nación una animadver- el patriotismo, desea engrosar sus filas continua-
sión similar. mente) obliga al estado vecino a actuar del mismo
El despliegue de este atroz sentimiento patrió- modo en aras del patriOtismo, lo cual propicia
tico ha cundido entre las naciones europeas con un nuevo incremento del primero.. .
frenética progresión, por lo que actualmente ha Para poder liberar al pueblo de la debacle que
llegado a un clímax que ya es imposible superar. representan las guerras y los armamentos, cuyas
... En la memoria de todos nosotros, y no consecuencias hoy padece en carne propia y cu-
únicamente en la de los ancianos de esta épo- yo gigantesco crecimiento es irrefrellable, no
ca, vive el recuerdo de un acontecimiento que, precisamos de congresos, ni de conferencias, y
con extrema crudeza, demostró el sorprendente aún menos de tratados o de tribunales; lo que
estupor al que el patriotismo condujo a los hom- se impone es la abolición de ese engendro de
bres del mundo cristiano. violencia que son todos los gobiernos, de los
Las clases gobernantes germanas exacerba- cuales emanan las inconmensurables calamida-
ron el patriotismo del populacho a un grado tal des que afligen al hombre.
que, durante la segunda mitad del siglo, prppu- Para abolir los gobiernos 1 basta un solo ele-
sieron al pueblo una reforma legislativa según mento: es indispensable que los hombres com-
la cual todos los varones, sin excepción, ten- prendan que el sentimiento de patriotismo, que
drían la obligación de convertirse en soldados; por sí mismo sustenta al engendro de violencia,
hijos, esposos, padres, todos debían aprender es en esencia soez, pernicioso, humillante, malé-
las técnicas del asesinato y someterse en cali- volo y, sobre todo, inmoral. Resulta soez por ser
dad de esclavos al rango superior, prestos a ase- exclusivamente característico de aquellos hom-
sinar a todas las víctimas que les fueran indicadas bres que tienen un nivel ínfimo de moral, y que
-a los hombres de las naciones oprimidas y a ambicionan que otras naciones cometan los mis-
sus conciudadanos obreros en la defensa de sus mos actos de violencia que ellos desean llevar
derechos-, a sus padres y hermanos, en acato a cabo; es pernicioso porque representa una vio-
a lo proclamado por el más imprudente de to- lación a las relaciones fructíferas y pacíficas con
dos los gobernantes, Guillermo 11. otras naciones y, principalmente, porque da ori-
Dicha medida incalificable, que ofende los gen a la organizaCión de los gobiernos, en los
mejores sentimientos del hombre de la manera que el peor de los individuos tiene acceso al po-
más grosera, fue bien acogida por la nación ger- der, que invariablemente obtiene; es humillan-
mana sin el menor indicio de inconformidad, te porque transforma al hombre no sólo en un
gracias a la influencia del patriotismo. esclavo sino además en un gallo o en una bes-
La consecuencia inmediata de lo anterior fue tia de pelea, en un gladiador dedicado a mal-
la victoria sobre el enemigo francés, misma que gastar sus fuerzas y su vida, no para sus propios
contribuyó a exaltar aún más el patriotismo en fines sino para aquéllos de su gobierno; por últi-
Alemania, y posteriormente en Francia, Rusia y mo, es inmoral porque el ser humano, en vez de
otras potencias; y todos los pueblos de los po- reconocerse como hijo de Dios, según las ense-
deres Continentales se sometieron sin una sola ñanzas del cristianismo, o en el último de los
queja a la introducción de un servicio militar casos como un ser libre, guiado por la razón,
universal, es decir, a la esclavitud, que poi:' el -todo hombre, bajo la influencia del patrio-
nivel de degradación y de pérdida de voluntad tismo, se ostenta como hijo de su país, como
que implica, no se puede ni comparar con nin- esclavo de su gobierno, y comete actos contra-
guna de las formas de esclavitud que se regis- rios a la razón y a su conciencia ...
traron en la antigüedad .. .
Pero eso no es todo. Cada incremento que se
realiza en el ejército de un estado (y cabe men- I Entiéndase: " Para abolir la violencia de los
cionar que todo estado, so pretexto del que corre gobiernos" - Ed.
Patriotismo y gobierno. Patriotismo y cristianismo 65
.Quienquiera q~e uste~ sea -fra~cés, ruso, pertenezcan, usted puede vivir donde le plaz-
pdlaco, inglés, ir\andes, alemar:, bohemlo-, debe ca; aun cuando usted fuese alsaciano, irlandés
en~ender que IOdos nuestros mtere~es hUI?anos o polaco -debe entender que toda exaltación
reales en el campo que sea -agncola, Indus- del patriotismo sólo contribuirá a empeorar su
trial ~OInercial, artístico o científico-, todos situación, porque la sumisión de su país será el
ello~, al igual que los placeres y las ~Iegrías, no resultado de una pugna entre patriotismos, y
se oponen de ninguna manera a los I.ntereses ?e que toda manifestación de patriotismo en una
otras naciones y estados y que, gracIas a una In- nación intensificaIa reacción contra él en otra.
teracción mutua, a un intercambio de servicios, Usted, como integrante de un pueblo, o uste-
usted es el jubiloso representante de una enorme des, como pueblo, deben percatarse de que sólo
comuIÚdad fraterna, de un intercambio conti- se podrán salvar de todas sus calamidades cuan-
nuo de sentimientos y no sólo de mercaderías, do finalmente se liberen de ese obsoleto con-
ti¡ que se encuentra indefectiblemente unido a cepto del patriotismo y de la obediencia a sus
los hombres de las demás naciones. gobiernos, producto del primero, y cuando con
bebe usted comprender cabalmente que toda entereza ingresen al ámDito de el concep-
ci.Ialquier duda acerca de quién se apoderará en to más elevado de unión fraternal de las nacio-
ia futuro de Wei-hai-wei, de Puerto Arturo o de nes que está latente desde hace mucho tiempo y
Cuba -si será su gobierno u orro-, por ningún que lanzando un llamado a la humanidad des-
motivo merece su indiferencia; por el contra- de todos los confines.
rio, toda confiscación que realice su gobierno Que los hombres entiendan que no son hi-
redundará en detrimento de usted, ya que ine- jos de ningún país ni de ningún gobierno, sino
vit:lblemente conllevará una serie de influencias hijos de Dios, por lo que en consecuencia no
que su propio gobierno ejercerá en contra de pueden ser esclavos, ni enemigos de su próji-
usted, obligándolo a participar en complicidad en mo, y que todas esas instituciones perIÚciosas
actos de rapiña y de violencia, indispensables e insensatas, legadas por la antigüedad yactual-
en toda captura, pero también para conservar mente inoperantes, conocidas bajo el nombre
aquello que ha sido.confiscado. Debe entender de gobiernos, así como todos aquellos flagelos,
que su vida no puede extraer beneficio alguno actos de violencia, de degradación y de delin-
de todo lo anterior, que la Alsacia será alemana cuencia que engendran, desaparecerán espon-
o francesa, y que Irlanda y Polonia serán enti- táneamente.
dades libres o esclavizadas: no importa a quién
PATRIOTISMO Y CRISTIANISMO
la relación entre las naciones, a sus cualidades e embargo, no se basan en el deseo de engañar
intenciones; y el pueblo, estrujado de tal manera al pueblo; ellos realmente creen que prestan un
por el trabajo, carece del tiempo y de la capaci- servicio a la comunidad.
dad para comprender el significado, o de po- Así, emperadores, reyes y ministros, con
ner a prueba la veracidad de las ideas que se les todas sus coronaciones, maniobras, revistas,
imponen o de todo aquello que se les exige en visitas mutuas, galas de coloridos uniformes,
el nombre de su bienestar; y tiene que sujetar- desplazamientos de un lugar a otro y taciturnas
se así incondicionalmente al yugo. deliberaciones para mantener la paz entre las na-
Existen hombres de la clase trabajadora que ciones que, supuestamente, son enemigas en-
han logrado liberarse de las faenas agobiantes tre sí -naciones que, por cierto, jamás soñarían
y obtener una educación superior, y que, en en emprender la guerra-, se sienten absoluta-
consecuencia, deberían contar supuestamente mente seguros de que todos sus actos son ra-
con la capacidad de percatarse del fraude del zonables y útiles en extremo.
que son objeto; sin embargo, se les somete a tal De ese mismo modo los diversos ministros, di-
coerción de amenazas, sobornos y otras influen- lomáticos y funcionarios -portando uniformes
cias hipnóticas por órdenes de los gobiernos con toda clase de distintivos y cruces, redactan-
que, salvo en muy honrosas excepciones, de- do y rotulando con sumo cuidado y en el papel
sertan hacia las filas del gobierno, ingresan en más fino todas sus nebulosas, comprometedoras
puestos bien remunerados y ventajosos, como e innecesarias comunicaciones, recomendaciones
sacerdotes, maestros de escuelas, oficiales o fun- y proyectos- están plenamente convencidos
cionarios, y se vuelven cómplices del régimen de que, en ausencia de su actividad, se frenaría o
de engaño que ahora destruye a sus camaradas. se trastornaría toda la exis~encia de las naciones.
Es como si, a las puertas de la educación, se Siguiendo el mismo modelo, los militares,
tendiera trampas donde inevitablemente quedan envueltos en ridículos disfraces y discutiendo
atrapados aquellos que, por un motivo u otro, con extrema gravedad con qué rifle o cañón se
logran escapar de las masas subyugadas por el puede destruir de manera más expedita un mi-
trabajo. llar de vid~s, guardan la certidumbre de que sus
En un principio, al asimilar la crueldad de to- jornadas en el campo de batalla y sus desfiles
do este engaño, uno se siente indignado a pesar son de fundamental importancia y esenciales pa-
de sí mismo en contra de aquellos que por am- ra el pueblo.
bición personal o por fines condiciosos se de- Asimismo, los sacerdotes, los periodistas y
dican a propagar fraude tan despiadado, que los autores de cantos patrióticos y de libros de
destruye tanto las almas como los cuerpos de texto, que se esfuerzan por predicar el patrio-
los hombres, y uno se ve tentado a acusarlos tismo y reciben honorarios liberales, gozan de
de maña solapada; sin embargo, lo cierto es que la misma satisfacción.
engañan sin deseos de proceder de tal manera; Por otra parte, no cabe duda alguna de que
simple y sencillamente no pueden adoptar otra los organizadores de actos conmemorativos
actitud. Cabe mencionar que su engaño no es -como las fiestas franco-rusas-, se emocionan
de matices maquiavélicos; en realidad ni siquiera de manera profunda y sincera al pronunciar sus
están conscientes de él, y por el contrario, os- discursos y brindis de tono patriótico.
tentan el ingenuo orgullo de decir que hacen Toda esta gente hace lo que hace de modo
algo maravilloso y elevado, opinión que la con- inconsciente, porque es su deber hacerlo ; toda
descendencia y la aprobación de todos aquellos su existencia gira en torno al engallO y, además,
que les rodean fomenta insistentemente. no sabrían proceder de manera distinta ...
Cierto es que, aunque se percatan muy va- . .. Recienremente, Guillermo II ordenó un
gamente de que en dicho fraude sustentan su nuevo trono para su uso personal, con cierto
poder y posición ventajosa, éste ejerce una trabajo ornamental muy peliculiar. Se engalanó
arracci()I1 inconsciente sobre ellos: sus actos. sin con un uniforme áureo. con pelO de armadura y
Patriotismo y gobierno. Patriotismo y cristianismo 67
I gílQtalones ajustados y un yelmo coronado por la posición que adoptamos en nombre del pa-
4f\:pijaro; envuelto en un manto escarlata se triotismo, para percatarnos del grado de contra-
rlri sentó ante sus súbditOs y estrenó el flamante dicción en que se debaten nuestra conciencia y
ti QilO absolutamente convencido de que dicho eso que, gracias a la vigorosa influencia guber-
a~9. ~~ra altamente necesario e importante. Por namental en dicho sentido, conocemos como
!P .ql!e-respecta ~ sus súbditos, .éstos no sólo no nuestra opinión pública.
rAetiQn nada ridlculo en ello, SinO que llegaron Uno sólo tiene que analizar con toda sensatez
al¡i~tremo de considerar el espectáculo por de- las exigencias más ordinarias del patriotismo,
má~ imponente. que se nos imponen como lo más sencillo y na-
'... Desde hace algún tiempo, el poder que el go- tural, para así lograr entender cabalmente cuánta
bi~rno ha ejercido sobre el pueblo no ha sido diferencia hay entre tales exigencias y la opinión
p.[tservado por la fuerza, como era el caso cuan- pública real que ya compartimos. Absolutamente
dQ·una nación conquistaba a otra y la gobernaba todos nos consideramos como seres libres, edu-
ppr la ,fuerza de las armas, o cuando los gober- cados, humanos, o incluso como cristianos, y no
gamtes de un pueblo desarmado contaba con le- obstante, si el día de mañana Guillermo se sin-
glqnes separadas ~e jenízaros o de guardias. tiese agraviado por Alejandro, o el Señor N. pu-
l. I?esde hace algun tiempo, el poder del go- blicara un exaltado artículo sobre la Cuestión
bierno se ha preservado gracias a algo que se Oriental, o el Príncipe Tal cometiera actos de
li~ ,dado en llamar" opinión pública". vandalismo contra algunos búlgaros o servios, o
1I L;1 opinión pública dicta que el patriotismo alguna reina o emperatriz fuese destronada por
es un loable sentimiento moral, y que es correcto cualquier circunstancia, todos nosotros, seres hu-
y un deber considerar a la propia nación, al pro- manos, cristianos y educados, estaríamos prestos
pio estado, como el mejor de tOdo el mundo; de a tomar las armas y asesinar pueblos que desco-
tal opinión pública fluye con toda naturalidad nocemos .. .
otra que prescribe que es deber y obligación No se requiere de ninguna gesta heroica para
nuestra el consentir al control de un gobierno lograr los cambios más radicales e importantes
sQbre nuestras personas, subordinarnos al mis- en la existencia de la humanidad; no precisamos
mo, prestar servicios al ejército y someternos de armar a millones de soldados o de construir
~ la disciplina, ofrecer nuestras ganancias al go- nuevos caminos y máquinas; tampoco de la crea-
bierno en forma de tributos, bajar la cabeza an- ci6n de exhibiciones ni de la organización de sin-
te las decisiones de los tribunales, y considerar dicatos laborales, ni dexevoluciones, barricadas
todo edicto del gobierno como pronunciamiento y explosiones, ni del perfeccionamiento de la na-
divino . Al generarse una opinión pública con vegación aérea; lo indispensable es un cambio
tales conceptos, se propicia la creación de una en la opinión pública. .
poderosa autoridad gubernamental dueña de re- Para conseguir dicho cambio de fondo, no
cursos financieros millonarios, de un mecanismo hay necesidad de elucubraciones profundas, ni
administrativo organizado, del servicio postal, de de rechazar nada de lo ya existente, así como
telégrafos y teléfonos, de ejércitos disciplinados, tampoco de inventar alguna novedad extraordi-
d~ tribunales y policía, de un clero sumiso, de naria; lo único imprescindible es que no nos
escuelas, e incluso de los servicios informativos; dejemos vencer por la errónea y por demás des-
es ese el poder que mantiene viva en el pueblo gastada opinión pública del pasado, que los go-
la opinión pública que lo nutre ... biernos han impuesto con artificios; el único
y en realidad, sólo tenemos que hacer me- requisitO es que cada individuo exprese aquello
moria de aquello que profesamos, tanto en nues- que realmente siente o piensa, o, en su defec-
tra calidad de cristianos como de hombres de to, que se abstenga de manifestar aquello que no
nuestros tiempos; sólo debemos recordar esos piensa.
preceptos morales fUl)damentales que rigen nues- Si sólo un pequeño sector del pueblo se com-
tra existencia social, familiar y personal, y analizar portara de tal manera al unísono, por su propia
68 La crítica radical
voluntad, esa ruinosa opinión pública se aleja- privarlo de la ventajosa posición que brinda a su
ría de nuestro ser por sí sola para dar lugar al familia; o porque desea lograr reputación y auto-
surgimiento de otra, fresca, viva, real. Una vez ridad, para emplearlas posteriormente al servi-
transformada así la opinión pública, sin el me- cio de la humanidad; o porque no desea eliminar
nor esfúerzo, la condición intrínseca de la vida viejas y sagradas tradiciones; o porque no quie-
del hombre, que tantos tormentos le hace pa- re ofender a los demás; o porque la expresión
decer, cambiaría espontáneamente. de la verdad daría margen a su persecución, lo
Resulta casi oprobioso exponer cuán poco cual perturbaría el excelente desarrollo de la ac-
se necesita para que todos los hombres se libe- tividad social a la que ha dedicado todos sus es-
ren de las calamidades que ahora los oprimen; fuerzos.
todo se reduce a no mentir. Un individuo presta sus servicios en calidad
Que el pueblo se yerga por encima de la false- de emperador, de rey, de ministro, de funcio-
dad con que se le nutre, que se rehúse a expresar nario gubernamental o de soldado, y siempre
aquello que no siente ni piensa, y de inmediato asegura, tanto para sí como para los demás, que
se registrará una revolución de todo el esquema aquella desviación de la verdad indispensable
de vida actual como jamás la podrían lograr los para su condición se redime gracias a sus actos
esfuerzos conjuntos de hombres revolucionarios de bondad. Otro, con deberes de pastor y guía
durante siglos, aun cuando ellos detentaran el espiritual, nunca llega a creer desde el fondo de
poder. su alma en todo aquello que predica y, no obs-
¡Si tan sólo el pueblo creyera que la fuerza no tante, permite esa desviación de la verdad en
radica en la violencia sino en la verdad, enton- aras del bien que obra en pro de los demás. Un
ces jamas se alejaría de ésta ni de palabra ni de tercero pretende ilustrar la mente del hombre
obra, y no diría aquello que no piensa, ni tam- mediante la literatura, y pese al hecho de guar-
poco haría aquello que considera vano y erró- dar en silenc!9 la ostensible verdad, para no
neo! ... echarse en su contra al gobierno o a la socie-
De esto están conscientes los gobiernos; dad, no tiene la menor duda acerca del bien que
tiemblan ante esta fuerza incontestable, por lo realiza. El cuarto, revolucionario o anarquista,
que luchan denodadamente por contrarrestar- lucha de manera resuelta contra el orden exis-
la, o por evitar caer en sus redes. tente, y está convencido de que los objetivos
Saben que la fuerza no estriba en la violen- que persigue son tan benéficos que callar la ver-
cia, sino en el pensamiento y en su expresión dad, o incluso la falsedad, lo cual es indispen-
preclara; en consecuencia, temen más a la ex- sable para el éxito de su actividad, no actua en
presión del pensamiento independiente que al detrimento de toda su labor. ..
ejército. De ahí que institucionalicen la censu- Si los hombres estuviesen dispuestos a ex-
ra, sobornen a la prensa y monopolicen el con- presar, con valentía y nitidez, la verdad ya ma-
trol de la religión y de las escuelas ... nifiesta para ellos de la confraternidad de todas
Todos detestamos el orden insensato de la vi- las naciones, y el crimen que representa la de-
da, contrario a la esencia de nuestro ser, y sin voción exclusiva al pueblo propio, esa opinión
embargo, nos abstenemos de esgrimir esa arma, pública falsa y caduca se desplomaría como un
única y poderosa, que se encuentra a nuestro al- edificio en ruinas -en el que se han pertrechado
cance: la conciencia de la verdad, y su ("xpresión. el poderío de los gobiernos y toda la maldad que
No obstante, actuamos de manera contraria, y éstos han engendrado; entonces refulgiría esa
so pretexto de luchar por la erradicación del mal, nueva opinión pública, que aún se encuentra
destruimos nuestra arma y la sacrificamos en aguardando el desplome de la vetusta para plan-
aras de las exigencias de un conflicto imaginario. tear sus exigencias de manera precIara y vigo-
El hombre no defiende la verdad que cono- rosa y establecer nuevos esquemas de existencia
ce, porque se siente comprometido con aque- en apego a la conciencia profunda de la huma-
llo~ que lo rodean; o porque la verdad podría nidad ...
9. Medios y fines
Resistencia pasiva
La bomba atómica,
Estados Unidos y Japón
MOHANDAS K. GANDHI
MEDIOS Y FINES
Lector: ¿Por qué no hemos de alcanzar nuestro yo mismo esgrimí argumentos semejantes, en el
objetivo -de naturaleza justa- valiéndonos de pasado. Sin embargo, creo que ahora compren-
cualquier medio, incluso de la violencia? ¿Aca- do más, y por tanto me esforzaré por rescatarlo
so debo detenerme a analizar los medios ante la a usted de tal engaño. En primer lugar, aborde-
presencia de un ladrón en mi casa? Mi deber es mos el argumento por el que se nos justifica el
ahuyentarlo como sea. Usted parece admitir que empleo de la fuerza bruta para la consecución
no hemos recibido nada, y que nunca recibire- de nuestro fin, dado que los ingleses lograron su
Q10s nada mediante el recurso de petición. En- meta gracias a tales medios. Es absolutamente
tonces, ¿por qué no nos es permitido agregar el cierto que ellos emplearon la fuerza bruta, y
uso de la fuerza bruta? Asimismo, para poder que nosotros podríamos proceder de la misma
conservar aquello que recibamos, deberemos forma; sin embargo, si usamos medios semejan-
mantener vivo el miedo empleando esa misma tes, sólo obtendremos lo mismo que ellos. Usted
fuerza en la medida de lo necesario. ¿O acaso estará de acuerdo en que no es ése nuestro pro-
desaprueba usted el uso de la fuerza, si con ella pósito. Al sostener que no existe conexión al-
se evita que un niño se sacrifique lanzandose guna entre el medio y el fin comete un grave
al fuego? De una manera u otra debemos aican- error. Por ese error, hombres que se tenían por
zar nuestro fin. religiosos han sido autores de horrendos críme-
Editor: El razonamiento que usted expone es nes. Su razonamiento equivale a declarar que
plausible. De hecho, ha engañado a multitudes; es factible obtener una rosa a partir de hierba
mala. Si deseo surcar el océano, tengo que va-
lerme de un barco; si a tal fin decidiera emplear
Las dos primeras selecciones pertenecen al una carreta, tanto ella como yo nos precipita-
Bínd Swaraj or Indian Borne Rule (1909), ca- riamos al fondo del mar en un momento. "Se-
pítulos 16 y 17. La tercera fue extraída de Bari-
jan (julio 7, 1946). Todas ellas reimpresas con gún sea el Dios, será el devoto"; vale la pena
autorización del Navajivan Trust (Ahmedabad, meditar en dicha máxima. Muchos han distor-
India). sionado su significado y se han perdido en el
69
70 La crítica radical
camino. El medio se puede comparar con una plearé un tipo de medio. Si se trata de un cono-
semilla, yel fin con el árbol; el mismo nexo in- cido, emplearé otro y, en el caso de un perfecto
violable que une a la semilla con el árbol es vá- extraño, me valdré de un tercer medio. Quizás
lido para el medio y el fin. Si vivo postrándome usted diga que si el ladrón es de raza blanca, em-
ante Satanás, no puedo esperar que llegue a mí pleará medios distintos a los que adoptaría si se
la dicha que emana de adorar a Dios. En conse- tratara de un ladrón aborigen. Si es de comple-
cuencia, si alguien dijera: "yo deseo adorar a xión débil, el medio diferirá del que emplearía
Dios; no importa si para ello me valgo de Sata- con alguien que se equiparara con usted en fuer-
nás", se le calificaría de ignorante e insensato. za física; ahora bien, si el ladrón está armado has-
Cosechamos aquello que sembramos. En el año ta los dientes, lo más prudente es permanecer en
1833, los ingleses recurrieron a la violencia para calma. Como se podrá apreciar, hay una exten-
obtener mayor poder de voto. ¿Acaso lograron sa gama de medios entre el padre y el hombre
una mejor apreciación de su deber mediante armado. Nuevamente, supongo que si el ladrón
el empleo de la fuerza bruta? Ambicionaban el fuese mi padre, o el hombre fuertemente arma-
derecho al voto, mismo que obtuvieron gracias do, yo fingiría dormir. La razón de lo anterior
a la fuerza física. Sin embargo, los derechos rea- es que probablemente mi padre también estaría
les son el resultado del desempeño adecuado · armado, y yo tendría que sucumbir a la supe-
del deber; yesos son los derechos que aún no rioridad en poder de uno o de otro, y permitir
obtienen. Por tanto, tenemos ante nosotros en el robo de mis pertenencias. La posición ven-
Inglaterra la fuerza de todos aquellos que de- tajosa de mi padre me haría llorar compasiva-
mandan e insisten en sus derechos, pero de nin- mente; la del hombre armado exaltaría mi furia, y
guno que piense en su deber. En un lugar donde nos convertiríamos en enemigos. He ahí la cu-
todos demandan derechos, ¿quién se los con- riosa situación. Probablemente, a partir de es-
cederá a quién? No es mi deseo el dar a entender tos ejemplos, no lleguemos a un acuerdo sobre
que no cumplen ningún deber. Simple y senci- los medios pertinentes en cada caso. Por 10 que a
llamente, no llevan a cabo los deberes que co- mí respecta, puedo vislumbrar claramente el
rresponden a tales derechos; y como no realizan procedimiento justo en todos ellos, pero cabe
ese deber en particular, es decir, no adoptan una la posibilidad de que el remedio le provoque
postura congruente, sus derechos se han tras- terror. Por tanto, dudo en someterlo a su consi-
tocado en una pesada carga. En otras palabras, lo deración, y prefiero dejarlo a su imaginación; si
que obtuvieron es el resultado exacto de los no logra dilucidarlo, lo más seguro es que de-
medios que esgrimieron para tal fin . Emplearon berá adoptar medios distintos en cada caso. Sin
aquellos medios que correspondían a su fin. Si, embargo, se habrá percatado de que no cual-
enlo personal, deseo privarlo a usted de su re- quier método servirá para ahuyentar al ladrón;
loj, seguramente tendré que pelear por él; si tendrá que emplear medios específicos, según
deseo comprar su reloj, tendré que pagar por él; el caso. De todo lo anterior se deduce que no
y si lo deseo como obsequio, entonces tendré es su deber el ahuyentar al bandido por "cual-
que pedirlo insistentemente; así, en perfecta co- quier" medio.
rrelación con el medio que emplee, el reloj será Abundemos un poco más en el tema. Su pro-
propiedad robada, propiedad adquirida, o un piedad ha sido robada por el hombre fuertemente
donativo. Por ende, existen tres resultados dis- armado; usted abriga en su alma la repugnancia
tintos para tres medios distintos. ¿Persiste usted de ese acto, y se siente invadido por la cólera;
en su posición de hacer caso omiso del medio? así, declara que desea castigar a ese bellaco, no
Ahora abordaremos el ejemplo que usted porsatisfacer su orgullo, sino por el bienestar
expuso acerca del ladrón que se debe ahuyentar. de su's vecinos; organiza a varios hombres ar-
No estoy de acuerdo con su argumento de que mados, y se dispone a tomar la casa del ladrón
e1ladrón deba ser arrojado por cualquier me- por asalto; entretanto éste ha recibido informes
dio. Si es mi padre quien ha venido a robar, em- de sus planes y escapa; también él se ha enfu-
Medios y fines. Resistencia pasiva. La bomba atómica, Estados Unidos y japón 71
recido. El ladrón reúne a sus compañeros de ofi- confunde ante el cambio de escenario; pese a
cio y le envía a usted un mensaje de desafío en todo, lo vuelve a robar. Sin embargo, comienza
el que amenaza con robar a pl~na luz de! día. a sentirse inquieto, a indagar acerca de usted en
Usted es fuerte, no le teme, esta preparado pa- el pueblo, donde todos lo alaban por su corazón
ra hacerle frente. Así las cosas, el ladrón ataca magnánimo y bondadoso; entonces el ladrón se
aisus vecinos, y éstos se quejan con usted. Us- arrepiente, implora su perdón, le restituye to-
ted responde que sólo está actuando por su bien do lo robado, y abandona el pernicioso hábi-
y que no le importa h~berse vi~to privado de to. Se convierte en su siervo, y usted lo coloca
su propiedad. Sus vecmos replican que el la- en un empleo honorable. He ahí el segundo pro-
drón jamás los había atacado anteriormente, y cedimiento, y como podrá ver, dos medios dis-
que sus saqueos se iniciaron a raíz de que us- tintos han provocado resultados diametralmente
ted le declaró abiertamente las hostilidades en opuestos. No es mi deseo llegar a la deducción
su contra. Ahora se encuentra usted entre Escila de que todos los ladrones reaccionarán de este
y Caribdis. Siente verdadera compasión por esos modo, o que todos contarán con la misma ca-
pobres hombres; todo lo que dicen es cierto. pacidad de compasión y de amor que usted; mi
¿Cuál es el paso a seguir? Quedará desacreditado único propósito es el de demostrar que los me-
si cede ante el ladrón. Por tanto, decide con- dios justos pueden producir resultados justos,
testar a esos pobres hombres: "No se preocu- y que, por lo menos en la gran mayoría de los
pen. Vengan, mi riqueza es suya; yo les daré casos, cuando no en todos, la fuerza del amor
armas y les enseñaré a usarlas; es su deber des- y la compasión es infinitamente más poderosa
truir al ladrón; no permitan que triunfe". Así, que la fuerza de las armas. Hay un perjuicio im-
se genera la batalla, los ladrones incrementan su plícito en e! ejercicio de la fuerza bruta, nunca
ba,ndo, y sus vecinos se colocan en una posi- en el de la misericordia.
ción inconveniente de manera voluntaria. En Quisiera ocuparme, en las siguientes líneas,
consecuencia, al tratar de tomar venganza con- del asunto de las peticiones. Es un hecho irre-
tra. e! ladrón, sólo ha conseguido perturbar su futable que una petición que no sea respaldada
estado de paz; vive en constante miedo de ser por un elemento de fuerza es inútil. Sin embar-
robado y atacado; su valor ha degenerado en go el Juez Ranade, Q.e.p.d., solía decir que las
cobardía. Si se detiene a examinar todo esto con peticiones hacían un gran servicio como medios
paciencia, se dará cuenta de que no he exage- para educar a la gente. Le ofrecen una noción
rado el cuadro. Ese fue uno de los medios. Ahora de las condiciones en que vive, y ponen a los
analicemos la otra. Usted llega a la conclusión gobernantes en estado de alerta. Desde este pun-
de que este ladrón armado es un hermano ig- to de vista, no se puede decir que sean del to-
norante; pretende discutir con él de manera ra- do inútiles. La petición realizada por alguien del
zonable en una ocasión apropiada; se percata mismo nivel se considera una señal de cortesía;
de que, después de todo, se trata de un prójimo; la petición de un esclavo se reduce a un símbolo
no sabe qué fue lo que lo indujo a robar. Por de su cautiverio. Una petición respaldada por
tanto, usted decide que, en la primera oportu- un elemento de fuerza representa la petición
nidad, eliminará el motivo que impelió al hom- de un igual y, cuando éste comunica su deman-
bre a robar. Mientras usted se ocupa en tales da en forma de petición, hace honor a la no-
elucubraciones, el hombre regresa y lo vuelve bleza de su persona. Hay dos tipos de fuerza que
a robar; en vez de irritarse con él, lo compade- pueden sustentar una petición. El primero se ex-
ce. Considera que ese mal hábito debe ser una presa así: "Le haremos daño si usted no nos con-
especie de enfermedad en él. Apartir de ese mo- cede lo que pedimos"; se trata de la fuerza de
mento, usted deja sus puertas y ventanas abier- las armas, cuyos resultados perniciosos ya he-
tas, cambia la ubicación de su cama y coloca mos analizado . El segundo tipo de fuerza se ex-
sus pertenencias de modo que le resulten acce- presa de la siguiente manera: "Si usted se rehúsa
sibles al ladrón. Este regresa nuevamente, y se a concedernos lo que solicitamos, dejaremos de
72 La crftica radical ·
ser sus peticionarios. Sólo podrá gobernarnos a sí mismo anticipandose al niño hacia las I1a-
mientras nosotros deseemos continuar bajo su mas. Por tanto, se resignará a verlo convertido
mando; a partir de este momento dejaremos de en una pira humana. De todas maneras, no es-
tener tratos con usted". La fuerza implícita en tará empleando la fuerza física. Espero que no
esta declaración puede ser descrita como fuer- considere como fuerza física, aunque de un or-
za del amor, fuerza espiritual o, para emplear den inferior, el forcejear con el niño, si fuera
un término más popular aunque menos preci- posible, para evitar que éste irrumpa en el fuego.
so, resistencia pasiva. 1 Es una fuerza indestruc- Esa es una fuerza de orden distinto, y debemos
tible, y aquel que la sabe emplear comprende comprender su esencia.
cabalmente su posición. Existe un antiguo pro- Cabe recordar que, al frenar de tal modo al
verbio cuyo significado literal cito a continua- niño, está actuando exclusivamente en interés de
ción: "Una negativa basta para curar treinta y él, y está imponiendo su autoridad en beneficio
seis padecimientos". La fuerza de las armas re- único del niño . El ejemplo que usted cita, por
sulta inocua al enfrentarse a la fuerza del amor tanto, es inaplicable a los ingleses. Al emplear
o del alma. la fuerza bruta contra ellos, está actuando ex-
Finalmente analizaremos su último ejemplo, clusivamente en interés propio, en este caso, de
es decir, el del niño que se sacrifica, lanzando- la nación. Aquí no hay margen para la compa-
se al fuego. Me permito anticiparle que no le será sión o para el amor. Si equipara los actos perni-
de ninguna utilidad. ¿Qué le haría realmente al ciosos de los ingleses con el fuego, y admite que
niño? Bajo el supuesto de que lo excediera a us- es la ignorancia la que los mueve a proceder así,
ted en fuerza fisica y lo incapacitara para actuar reduciéndolos a la condición de un niño, al que
y se lanzara al fuego, usted no podría hacer na- usted desea salvar, entonces tiene que atajar to-
da para evitarlo. En ese caso, le quedan dos al- do acto pernicioso que cometa cualquiera de
ternativas viables: privar al niño de la vida para ellos y, como en el caso del niño poseído, ten-
que éste no perezca en las llamas, o sacrificar drá usted que sacrificarse. Si es capaz de reali-
su propia vida porque le resulte inconcebible zar un acto de piedad tan inconmensurable, le
verlo perecer ante sus ojos. Ciertamente no va deseo toda clase de parabienes en la consecu-
a asesinarlo. Si su corazón no está impregnado ción del mismo.
de piedad, lo más probable es que no renuncie
RESISTENCIA PASIVA
Lector: ¿Hay alguna prueba histórica del triun- así como el egoísmo lo es del cuerpo. Por tan-
fo de lo que usted denomina fuerza espiritual, to, no debemos abandonar la misericordia mien-
o fuerza de la verdad? Aparentemente, no existe tras estemos vivos" . A mi parecer, esta frase
ejemplo alguno de naciones que hayan surgido engloba una verdad científica. Creo en eIla tan-
gracias a la fuerza del alma. Sigo pensando que to como creo que dos y dos son cuatro. La fuer-
los malhechores no cesarán de obrar perjuicios za del amor es igual a la fuerza espiritual o a
en tanto no reciban castigo físico. la fuerza de la verdad. Acada paso encontramos
Editor: Alguna vez, el poeta TuIsidas dijo: "De pruebas de su poder. El universo mismo desapa-
la religión, la misericordia o el amor son la raíz, recería sin la presencia de tal fuerza. Sin embargo,
usted solicita pruebas históricas; por ende, es
necesario conocer el significado del término
"historia": en lengua gujarati, el equivalente se-
I SlllyaRraba. lo que en años posteriores
G:mdhi prefirió calificar de "resistencia no vio- ría "así sucedió", Si éste es el significado de la
lL'nta" . para enfatizar que no se trataha de una historia, resulta factible exponer un copioso nú-
c:str:negia pasiva sino activista - Ed . mero de pruebas. Sin embargo, si se le constriñe
Medios y fines . Res istencia p asiva . La bomba atómica, Estados Unidos y Japón 73
a los actoS de reyes y emperadores , se torna im- más rotunda e incontestable del triunfo de esta
pc)siblt ~frece~ pru~bas de la fuerza del alma. o fuerza estriba en el hecho de que, pese a todas
de I~ resistenCia pasiva. No puede usted pedn- las guerras que se han librado en el '1lundo, és-
lbperas al olm? ~a historia, t.al como nos la han te permanece vivo.
chseñado, se limita a un registro, a un recuen- Son miles -de hecho, decenas de miles-
((1) .de las guerras que el mundo ha padecido; Ios que dependen del trabajo hiperactivo de esta
~;M: existe un proverbio inglés que dicta que una fuerza para subsistir. Las querellas cotidianas de
¡{!¡tióh que carece de historia, léase de guerras, es millones de familias desaparecen ante la presen-
lfltl nación feliz. ¿Cómo actuaron los reyes, có- cia de esta fuerza. Cientos de naciones viven en
nib se convirtieron en enemigos mutuos, cómo paz. La historia no registra esta verdad, ni se
s(: asesinaron entre sí? Todo esto se puede encon- encuentra en posibilidades de hacerlo. En reali-
trar detallado con precisión en la historia; pero dad, la historia es el seguimiento de cada inte-
si sólo eso hubiese sucedido en el mundo, éste rrupción del fluido funcionamiento de la fuerza
lúbrÍa llegado a su fin mucho tiempo atrás. Si del amor o del espíritu. Dos hermanos discuten;
la historia del universo se hubiera iniciado con uno de ellos se arrepiente y revive ese amor que
guerraS, no existiría un ser humano vivo hoy en conserva latente en su ser; los dos hermanos
día. Todos aquellos pueblos que han padecido vuelven a convivir en paz; nadie toma esto en
la Invasión guerrera de otros han desaparecido; cuenta. Sin embargo, si ambos hermanos, por
ptueba de ello son los nativos de Australia, que la intervención de abogados o de algún otro
fueron prácticamente borrados del mapa por factor, tomaran las armas o acudieran a la ley
los intrusos. Tome nota, por favor, de que estos -otro recurso de exhibición de la fuerza bru-
nativos no emplearon la fuerza espiritual como ta-, sus actos se registrarían de inmediato en
d~fensa propia, y no se requiere de mucha pers- la prensa, serían el blanco de las conversacio-
picacia para entender que los australianos com- nes de sus vecinos y, probablemente, pasarían
partirán la misma suerte de sus víctimas. "El que a la historia. Y lo que sucede entre familias y
a hierro mata a hierro muere". Nuestro prover- comunidades sucede entre las naciones. No exis-
bio al respecto dicta que los nadadores de pro- te razón alguna para creer que exista una ley
fesión hallarán una tumba de agua. aplicable a familias y otra a naciones. Por ende,
El hecho de que tantos seres humanos exis- la historia es el registro de una interrupción en la
tan aún sobre la faz de la tierra demuestra que trayectoria de la naturaleza. La fuerza espiritual,
su fuerza no radica en las armas, sino en la ver- por ser un factor natural, queda eliminada en
dad o en el amor. En consecuencia, la prueba los registros históricos . . .
Los amigos norteamericanos han sugerido que nuevamente sobre la violencia, con fervor re-
la bomba atómica provocará el Ahimsa (la no novado, en cuanto se desvanezca el efecto de
violencia) como ninguna otra fuerza existente rechazo.
pudiera lograrlo. Y así será, si con ello quieren Hasta donde alcanzo a vislumbrar, la bom-
decir que su poder destructivo será de tal manera ba atómica ha dado muerte al sentimiento más
repudiado por el mundo que éste se apartará de puro que preservó a la humanidad por milenios.
la violencia por un tiempo. Esto es equiparable al Solían existir las llamadas leyes de guerra, que
caso de un hombre que devora golosinas hasta la hacían hasta cierto punto tolerable. Ahora sa-
el grado de sentir náuseas , y entonces se aleja bemos la verdad desnuda. La guerra no cono-
de ellas, pero sólo para reiniciar con voracidad ce más ley que la del poder. La bomba atómica
redoblada una vez que desaparece el malestar. representó una \'ictoria \'ana para las fuerzas alia-
Exactamente de ese modo se volcará el mundo das. pero por lo pronto causó la destrucciún del
74 La crítica radical
espíritu de Japón. Aún es prematuro tratar de más violencia. La humanidad debe escapar de.
descifrar lo que sucedió con el alma de la na- la violencia, pero sólo a través de la no violen- I
ción destructora. Las fuerzas de la naturaleza cia. El odio sólo puede ser superado y vencido \
obran de manera misteriosa; sólo podemos con- por el amor. El odio como contrarreacción só-
cretarnos a resolver el misterio mediante la de- lo puede contribuir a aumentar la superficie y
ducción del resultado desconocido a partir de la profundidad del odio. Estoy perfectamente'
resultados conocidos en acontecimientos seme- consciente de que repito ahora lo que he decla-
jantes. Un esclavista no puede conservar a un rado en muchas ocasiones anteriores, y lo que
esclavo, sin colocarse él mismo o a su asistente he practicado en la mejor medida de mis habi-
dentro de la jaula que ocupa el esclavo. Que na- lidades y de mi capacidad. Aquello que declaré
die piense, bajo ningún concepto, que pretendo en un principio no contiene ninguna novedad en
exponer una defensa de las fechorías que co- sí. Es tan viejo como las montañas. Pero no re-'
metieron los japoneses en busca de su reproba- cité una máxima gastada, sino que anuncie defi-
ble ambición. La diferencia fue exclusivamente nitivamente aquello en lo que creo con cada
de grado. Yo supongo que la codicia del Japón fibra de mi ser. Sesenta años de práctica en dis-
fue más indigna. Sin embargo, el acto más opro- tintos caminos de la vida han enriquecido esa
bioso no confería ningún derecho al contendien- creencia que se ha fortificado con la experien-
te menos infame de eliminar despiadadamente cia de amigos. Sin embargo, representa esa ver-
a hombres, mujeres y niños de una región en dad esencial y única en la que el ser humano
particular del Japón. puede persistir sin acobardarse. Creo en aque-,
La enseñanza que debemos extraer legítima- lIo que Max Müller expresó hace largo tiempo, es
mente de esta suprema tragedia de la bomba es decir, en que es indispensable repetir la verdad,
que no la destruiremos con bombas contrarias, en tanto que existan hombres incrédulos.
así como es imposible anular la violencia' con
10. Vietnam: cálculo de una
ecuación moral
HOWARD ZINN
" . ,Me gustaría dar inicio a un análisis de este Lo patético que encierra todo esto es que,
tipo partiendo de la hipótesis de lo injustifica- en cuanto uno se desvía mínimamente de la
,)te, desde un punto de vista lógico, que resulta senda de la no violencia absoluta, se abren las
aferrarse a una postura absoluta de no violencia, puertas de par en par a los abusos más indig-
dado que, al menos en teoría, se puede conce- nantes , Es tanto como repartir escalpelos a un
bir la necesidad de cierto grado de violencia grupo impaciente, integrado a partes iguales
para eVitar otro mucho mayor. Quienes se sien- por cirujanos y carniceros. He ahí, precisa-
tan súbitamente agraviados por esta declaración mente, el problema constante del hombre: có-
deben someter a análisis lo siguiente: la Segunda mo liberar a la verdad, sin acabar devorado
Guerra Mundial; el intento de asesinato con- por ella,
tra Hitler; las revoluciones generadas en Esta- ¿Cómo poder distinguir a los carniceros de
dos Unidos, Francia, Rusia, China y Cuba; la los cirujanos o, en otras palabras, cómo diferen-
probable revuelta armada en Sudáfrica; el caso ciar un acto de violencia curativo de otro des-
de Rodesia; los Diáconos en Louisiana, No se de- tructivo? El primer requisito dicta que siempre
be olvidar que muchos de aquellos que hoy apo- adoptemos la no violencia como punto de par-
yan la guerra de Vietnam, quizá mantienen dicha tida, asumiendo que por tanto el peso de las
actitud con base en fundamentos que conside- pruebas se erigirá en abogado de la violencia pa-
ran semejantes a los que se emplearon en los ra demostrar, con un elevado margen de proba-
casos antes mencionados. bilidades, que está justificada, En el seno de la
civilización norteamericana moderna, exigimos
la unanimidad de parecer de doce ciudadanos
. Condensado de "Vietnam: Setting the Moral antes de condenar a un individuo a la pena de
Equation" , publicado por Howard Zinn en The muerte, pero estamos prestos a eliminar a mi-
Nation (Enero) 7, 1966), pp, 64-69, Copyright
1966, revista The Na/ion , The Nation Associa- llares de seres so pretexto de una nimiedad de
tes , Inc. Reimpreso con autorización del editor carácter político (como la teoría dd dominó re-
y lk1 autor , lati"a al contagio revolucionario).
75
76 La crítica radical
potencias .militares -los Estados Unidos y la dial. El silencio que al respecto han guardado
lJRSS (aunque quizá los países que luchan contra aquellos que apoyan al gobierno en dichos actos
Inglaterra, Francia, Hol~n?!, Bélgica, Po~tu?al no -desde Hubert Humpherey hasta los firman-
compartan la misma opul1on-, los mOVImIentos tes académicos de propaganda- resulta particu-
revolucionarios se verán obligados a diseñar tác- larmente oprobioso, dado que el &dmitir que
ticas que no se v~l~an de revueltas armadas para este es un hecho de brutalidad innecesaria no
derrocar a un reglmen opresor. les exige que sacrifiquen sus demás argumentos.
El prirtcipio básico que deseo abordar dicta Independientemente de los bombardeos, ningu-
que la violencia se justifica de manera más só- na actividad militar norteamericana en contra
lida cuando precisamente aquellos que están del Vietcong podría justificarse, a menos que es-
arriesgando la vida deciden si en realidad vale tuviera contribuyendo a la defensa de un pueblo
la pena sacrificarla en aras de! triunfo de sus idea- determinado contra un atacante externo. He ahí
les. Por su naturaleza intrínseca, la defensa pro- la razón por la cual la Administración, con la es-
pia y la guerra de guerrillas son representativos peranza de confirmar mediante repetición oral
de dicha decisión. Por el contrario, los ejérci- lo que no se puede verificar con pruebas mate-
tos conscriptos y la lucha armada desenfrenada riales, emplea continuamente el término "agre-
infringen el principio. Y nadie absolutamente sión" para describir las actividades de la guerrilla
tiene el derecho de decidir si alguien debería vietnamita. Sin embargo, las declaraciones de los
mejor morir antes que ser Rojo, o si algún pró- expertos resultan abrumadoras en este punto:
jimo debería sacrificarse en defensa de su mo- 1. Philippe Devillers, el historiador francés,
do de vida, O si un individuo (como Norman manifiesta que "la insurrección ya existía antes
Morrison) deberí2 preferir la vida a la muerte. de que los comunistas decidieran participar. ..
Sería insensato pretender que el resumen an- E incluso entre los comunistas, la iniciativa no
tes expuesto fuera preciso o completo. Quienes se originó en Hanoi, sino en la comunidad fU-
se encuentran involucrados en la defensa pro- ral, donde Diem acarreó literalmente al pueblo
pia o en una revolución no necesitan justifica- para que tomara las armas en legítima defensa" .
ción intelectual alguna; sus emociones reflejan 2. Bernard Fall dice: "Los grupos guerrilleros
cierta racionalidad interna. Son aquéllos ajenos anti-Diem comenzaron a operar mucho antes
a la pugna directa, aquellos que deciden si apo- de que elementos norvietnamitas infiltrados se
yarán a uno u otro bando, quienes deben refle- unieran al combate.
xionar detenidamente sobre estos principios. En 3. Jean Lacouture, corresponsal de Le Monde
consecuencia, los norteamericanos, poseedores (en Le Viet Nam entre deux paix) , confirma que
del mayor poderío y alejados de los conflictos de fueron la presión local y las condiciones loca-
defensa propia o de revolución, son quienes les, las que indujeron a la actividad guerrillera.
precisan en grado superior de una deliberación 4. Donald S. Zagoria, especialista en comu-
concienzuda. En el ámbito del análisis social , nismo asiático de la Universidad de Columbia,
sólo podemos concretarnos a brindar algunos escribió recientemente que "resulta claro, desde
lineamientos generales que sustituyan a la ca- una perspectiva razonable, que nos estamos en-
rencia de pensamiento, para abrir las puertas a frentando a una insurrección nativa en e! sur, y
una especie de cálculo moral. que este es el problema principal, no la asisten-
Sin embargo, no se requiere de un juicio cia del norte".
detallado para llegar a la conclusión de que los Una de las pruebas de fuego a la que puede
bombardeos norteamericanos sobre Vietnam , someterse la "defensa contra la agresión" es e!
efectivamente dirigidos a zonas agrícolas, al- comportamiento mismo del ejército oficial sud-
deas, pueblos, etc., no se apegan a ninguno de vietnamita -el "defensor" en person;¡o Entre sus
los criterios enunciados y, por tanto, resultan filas encontramos: un elevado índice de deser-
profundamente inmorales, sin importar cuál sea ciones; la necesidad imperante de apiñar mate-
la situación en el Sureste de Asia o a nivel mun- rialmente a los habitantes de aldeas en campos
78 La crítica radical
Checoslov~~uia, el, set~nta por ciento de su hi~ armadas del Servicio Secreto para designar a los
rro aceró, y;energla electf1ca, el ochenta y seis grupos guerrilleros que se especiaJizaban en ex-
po; cientó ,de su industria qu~m~ca y el sesent~ terminar), Para hablar con mayor claridad, en
y seis po~,'dento d,e sus yaCimientos carb~nl 1938 los alemanes intentaban adueñarse de una
feros- Y~itler hubiera declarado la guerra, este parte de un país extraño, Actualmente, el Viet-
habría sidQ fácilmente derrotado con el apoyo cong trata de adueñarse de parte de su propio
de las altain'ente capacitadas divisiones de Che- país, En 1938, el forastero fue Alemania, Hoy
coslovaqUia, treinta y cinco en totaL Por el con- lo ~on los Estados Unidos,
trario, si ante los indicios de resistencia Hitler 2. El gobierno checo, cuyos intereses cedió
hubiese d'écidido no emprender la guerra, se el Occidente a Hitler en 1938, era un régimen
le habría frenado a tiempo en su política de ex- poderoso, efectivo, próspero y democrático-el
pansión, gobierno de Benes y de Mazaryk. El gobierno
Por tarito, prosigue la analogía, el permitir sudvietnamita que ahora apoyamos es un régi-
que el Frep~e de Libe~ación Naciona,l (FLN) de men de hojarasca, inestable, impopular, corrup-
denominaClon comuOlsta, venza en Vietnam del to, una dictadura de pendencieros y torturadores
Sur (dado que el obstáculo real en la pugna por que muestra absoluto desprecio a las eleccio-
negociaciones es la función que desempeñaría nes libres y al tipo de gobierno representativo
el FLN en un nuevo gobierno), equivale a im- (recientemente se opuso al establecimiento de
pulsar una mayor expansión comunista tanto en una Asamblea Nacional so pretexto de que pudie-
el sureste de Asia como en otras regiones ale- se dar margen a prácticas comunistas), encabeza-
dañas, lo cual conduciría probablemente a una do por una dinastía sempiterna de tiranos, desde
conflagración de dimensiones mucho más de- Bao Dai hasta Diem y Ky, que merecen ser equi-
sastrosas que de la actual; el frenar el comunis- parados con Benes y Mazaryk tanto como el
mo en Vietnam del Sur equivale a desalentar su Gobernador WaUace de Alabama merece ser
expansión en todo el mundo, comparado con Robert E, Lee, Se trata de un
En primer lugar, debemos tomar debida no- gobierno cuya perpetuación no vale la pérdida
ta de algunas diferencias trascendentales entre de una sola vida humana,
la situación de Munich en 1938 y la de Vietnam 3. En 1938, una postura firme significaba tra-
hoy en día: bar combate para derrotar de una vez por todas
1. En 1938, la fuerza principal que operó en con la amenaza principal de la época, la Alema-
contra del statu qua checo fue de carácter ex- nia de Hitler. Hoy en día la contienda en Viet-
terno, es decir, la Alemania de Hitler: la fuerza nam, aun cuando acarree ia victoria total, no
de apoyo fue el grupo de los Sudetes, de carác- combate en absoluto a aquellos que los Esta-
ter interno, comandado por Konrad Henlein, dos Unidos consideran como enemigos centrales
Desde 1958 (aunque en realidad data de 1942 - la Unión Soviética y la China Comunista, Aun
según evidencias), la fuerza principal que ha cuando el comunismo internacional fuese un or-
operado en contra del statu qua en Vietnam del ganismo individual, la aniquilación del Vietcong
Sur ha sido de carácter interno, misma que en representaría lo mismo que extirparle una uña
1960 se constituyó en el FLN: el principal par- a un elefante, Combatir aquello que considera-
tidario no es una nación extranjera, sino uno mos que es el origen de todas nuestras dificul-
de los sectores de la misma nación, es decir, tades (la China Roja un día, la Rusia Soviética
Vietnam del Norte, La fuerza exterior más cuan- al siguiente) implicaría una guerra nuclear, y ni el
tiosa dentro de Vietnam consiste en efectivos propio Robert Strange McNamara parece acoger
f\orteamericanos (resulta por demás interesante la idea con beneplácito,
mencionar que, en Alemania Occidental, se les 4. Hay una gran cliferl'ncia entre el contex-
califica de Balldenkampfl'erbande, lJnidades de to histórico del Munich de 195H \' d dd \'iet-
Combate Proscritas, nombre que durante la Se- nam de 1966, Munich fue la culmill:lci<'lI1 de una
gunda Guerra Mundial empicaban las unidades larga serie ele rendiciones y de repulsas a actuar:
80 La crítica radical
cuando Japón invadió China en 1931, cuando te, ¿acaso nuestro envío de infantes de marina
Mussolini invadió Etiopía en 1935, cuando Hitler a Santo Domingo puso fin a los combates de
remilitarizó la Renania en 1936, cuando Hitler y grupos guerrilleros en las cordilleras del Perú?
Mussolini apoyaron el ataque de Franco a la Es- En cuanto se aborda la analogía de Munich,
paña Republicana de 1936-1939, cuando Japón ésta se desmorona, lo cual sugiere un factor de
atacó a,China en 1937, cuando Hitler se apoderó mayor importancia: que tanto quienes elaboran
de Austria en la primavera de 1938.Y . . La cri- la política en Estados Unidos como sus seguido-
sis de Vietnam, por el contrario, es la culmina- res simple y sencillamente no comprenden la
ción de una larga serie de acontecimientos en naturaleza del comunismo, ni la naturaleza de
los que el Occidente se ha contenido en algunas los distintos levantamientos que se han veri-
ocasiones (como en el caso de Checoslovaquia ficado en el mundo de la posguerra. Son inca-
en 1948 o de Hungría en 1956), pero ha em- paces de asimilar que el hambre, la falta de un
prendido acciones firmes con mayor frecuen- techo donde vivir y la opresión se bastan para
cia, desde la Doctrina Truman, pasando por el instigar una revolución sin ayuda de elementos
bloqueo de Berlín y el conflicto Coreano, has- externos, del mismo modo que los gobernado-
ta el bloqueo de Cuba en 1962. Por tanto, el re- res de Dixie no lograban asimilar que los negros
tiro de Vietnam no contriburía a reforzar un que marchaban en las calles no estaban bajo el
patrón del mismo modo que lo hizo el pacto mando de agitadores externos.
de Munich. Ocuparía una línea aparte en esa grá- Por ende, el comunismo y la revolución pre-
fica zigzagueante que representa a la política ex- cisan de un análisis profundo. Indudablemente
terior contemporánea. se trata de temas candentes, que algunos ele-
5. Contamos con veinte años de historia de mentos del movimiento de protesta vacilan en
guerra fría que ponen a prueba la proposición abordar por temor de perturbar a los aliados.
que se desprende de la analogía de Munich -que No obstante, resultan fundamentales en ese tras-
una posición firme en Vietnam merece la incon- tocamiento de la moralidad que permite a los
mensurable pérdida de vidas, ya que ésta con- Estados Unidos rodear a la infame guerra de
vencerá a los comunistas de que no deben surgir Vietnam con la aureola de justicia que brilló du-
levantamientos de ningún punto del globo te- rante la guerra contra Hitler.
rrestre. Sin embargo, ¿cuál fue el efecto que pro- Una de las suposiciones clave en dicho tras-
vocó nuestra negativa a permitir la derrota de tocamiento es que el comunismo y el nazismo
Corea del Sur (1950-1953), o nuestro apoyo en comparten demasiadas características y que, por
la supresión de la rebelión Huk en las Filipinas ello, deben ser tratados como políticas idénti-
(1947-1955), o la supresión de los grupos gue- cas. No obstante, el comunismo, en su calidad
rrilleros en Malaya (1948-1960), en el movimien- de teoría idealista, ha ejercido su influjo sobre
to guerrillero de Vietnam del Sur que se inició hombres justos de todo el mundo -y no so-
alrededor de 1958 y se consolidó bajo el Fren- bre racistas, pendencieros o militaristas. Se pue-
te de Liberación Nacional en 1960? Si el empleo de argumentar que, en los países comunistas, los
que hicimos de la subversión y de las armas pa- ciudadanos no tienen más remedio que jurar fi-
ra derrocar el régimen de Guatemala en 1954 delidad al régimen; sin embargo, lo anterior
demostró efectivamente a los comunistas de no tiene que ver con que millones de seres en
América Latina que estámos actuando en serio, Francia, Italia e Indonesia pertenezcan al parti-
entonces, ¿por qué se rebeló Castro y obtuvo do comunista, ni con que una cifra incalcula-
la victoria en 1959? ¿Acaso nuesua invasión a ble de ir.dividuos en todas las latitudes se hayan
Cuba en 1961 y nuestro bloqueo de 1962 sirvie- inspirado en los ideales marxistas. Y, ¿por qué
ron de ejemplo a otros revolucionarios latinoa- no habrían de hacerlo? Entre esos ideales fi-
mericanos para que cejaran en sus propósitos? guran la paz, la hermandad, la igualdad racial,
Entonces , ¿cómo explicar el levantamiento de la sociedad sin clases, el desvanecimiento del
la República Dominicana en 1965? Por otra par- estado.
Vietnam: cálculo de una ecuación moral 81
Si los comunistas se conducen con mucho teriormente y en contra de sus deseos, los indu-
mayor propiedad fuera del poder que dentro de jo al abolicionismo.
él, nO es por sus ideales, sino por aquellas debi- La despreocupada utilización del término
lidades que comparten con los no comunistas "totalitario" para describir tanto a! régimen nazi
que detentan el poder. Si en la supuesta búsque- como al comunista, o para equiparar al de Viet-
da de sus ideales han recurrido a tácticas bruta- nam del Sur con el de Ho Chi Minh, no hace
les, manteniendo burocracias asfixiantes y dog- distinciones fundamentales, del mismo modo
mas inflexibles, estos hechos los colocan en que los dogmati.stas de la Izquierda no logran
posición tan réproba como la de otras naciones, distinguir en algunas ocasiones a un estado fas-
otros sistemas sociales que, haciendo alarde de cista de una democracia capitalista.
su herencia judeo-cristiana, han propiciadu la Este punto de vista desconoce la historia, por
guerra, la explotación, el colonialismo y el odio dos motivos. Primero, ignora que, en vista del
interracial. Nosotros nos juzgamos por nuestros vertiginoso progreso económico que hoy en día
ideales; otros, por sus actos. Una posición por requieren las naciones, un régimen de orden co-
demás cómoda. munista realiza una labor altamente eficiente
Los valores excelsos del nazismo, recorde- (aunque ciertamente, no es el único tipo de go-
mos, incluían al racismo, al elitismo, al mili- bierno novedoso capaz de tal hazaña). En su
tarismo y a la guerra como metas en sí mismos. A operación, eleva los niveles educativos y de vi-
diferencia de las naciones comunistas o de las da, con lo cual prepara el camino para futuros
democracias capitalistas, aquí no hay bases pa- ataques desde el interior a su propio sistema de
ra apelar a propósitos más elevados. El funda- control del pensamiento (como ya lo demues-
mento ideológico para la coexistencia entre tran tanto la URSS como el bloque de Europa
naciones comunistas y capitalistas es el consen- Oriental). En segundo lugar, este concepto se
so aproximativo de los objetivos finales que olvida por completo de que tanto los Estados
comparten. En tanto que se mantiene el con- Unidos como Europa Occidental, hoy soberbias
flicto bélico a distancia, los ciudadanos de am- en su prosperidad, favorecidas por una atmós-
bos bandos -así se espera y, de hecho, co- fera de libre expresión, erigieron dicha posición
mienza a suceder- insistirán cada vez más en ventajosa a costa de los sacrificios de esclavos
que sus gobernantes se apeguen fielmente a esos o de pueblos de las colonias, y además some-
valores. tieron a sus propios sectores laborales a la mi-
Uno de estos valores declarados -mismo que seria, por generaciones, antes de adoptar esa
los Estados Unidos se esfuerzan denodadamen- imagen de estados benefactores.
te por ocultar, mediante argumentos fútiles y La perspectiva que ofrece la historia sugiere
analogías endebles-.. se refiere a la autodeter- que un Vietnam unificado bajo el mando de
minación de los pueblos. La autodeterminación Ho Chi Minh es preferible a la dictadura elitista
justifica el derrocamiento de oligarquías férreas del sur, del mismo modo que la China Maoísta,
-sean extranjeras o nacionales-, mediante pro- con todas sus deficiencias, es preferible al ré-
cedimientos que no produzcan una conflagra- gimen de Chiang, y la Cuba de Castro a la de
ción genera!. China, Egipto, Indonesia, Argelia Batista. Actualmente se nos escapan las alterna-
y Cuba son preclaros ejemplos de lo anterior. tivas depuradas, mas nunca debemos renunciar
Dichas revoluciones tienden a instaurar dicta- a esos valores que pueden configurar el futuro.
duras, pero lo hacen en el nombre de valores En el caso de Vietnam, en estos momentos, un
que se pueden emplear para mermar el poder gobierno comunista representa probablemen-
de esa misma dictadura. Por ende, merecen el te la senda más viable para todo ese conjunto
mismo respaldo general y censura específica que de valores humanos que conforman la moral co-
recibieron los revolucionarios norteamericanos, mún del hombre moderno: la preservación de
quienes establecieron un gobierno esclavista a la vida humana, la autodeterminación, la segu-
la par con un compromiso de libertad que, pos- ridad económica, el fin a la opresión de razas y
82 La crítica radical
de clases, y esa libertad de expresión que un en Hyderabad, se apoderó del estado de Kera-
pueblo instruido comienza a exigir. la, inició los ataques en la frontera china, tómo
He aquí una conclusión que los críticos de Goa por la fuerza, y sigue insistiendo con toda
la política gubernamental han titubeado en ex- fiereza en la zona de Cachemira. Pese a todo,
presar. Algunos porque simple y sencillamente no la acusamos de ambicionar el dominio sobre
no creen en dla, pero otros porque no desean el mundo.
perturbar la calma de la "coalición". No obs- Por supuesto, existe una diferencia. China
tante, el impedimento principal para el retiro de guarda nexos emotivos, y en ocasiones apo-
los Estados Unidos se concreta a un temor es- ya rebeliones turbulentas en todas las latitudes.
pecífico y real: que Vietnam del Sur se convier- No obstante, esas reheliones no se originan en
ta entonces al comunismo. Si nos eximimos de China. El problema no es que China desee apode-
analizar este punto con toda honestidad, deja- rarse del mundo, sino que diversos pueblos
mos intacta una de las plataformas esenciales de desean obtener el control de las regiones del
la estructura que sustenta los actos de los EE.UU. mundo que ocupan, sin todo ese protocolo que
Al saltar de temores reales a otros infundados, rodea a las transacciones comerciales ordinarias.
se obtiene un resultado semejante a la demen- ¿Qué sucedería si los habitantes negros de Watts
cia dentro del comportamiento internacional se rebelaran verdaderamente e intentaran apo-
norteamericano. Richard Hofstadter, en Tbe Pa- derarse de los Ángeles? ¿También se lo imputaria-
ranoid Sty/e in American Politics, escribe acerca mos a Castro?
de "la preconcepción central del estilo paranoide La paranoia no sólo induce a los Estados Uni-
-la existencia de una red de conspiración in- dos a percibir conspiraciones internacionales
ternacional gigantesca, insidiosa, inexplicable- donde existe una diversidad de naciones comu-
mente efectiva, diseñada con el fin de perpetrar nistas fundamentadas en movimientos comunis-
actos de la naturaleza más aborrecible". tas naturales de la región. Además confunde al
Alguna vez, el centro de la conspiración fue comunismo con un movimiento de mucho ma-
Rusia. Un estudioso de las ciencias políticas, que yor envergadura en este siglo -el surgimiento
realizaba investigaciones estrátegicas para el go- ge masas hambrientas y atormentadas en Asia,
bierno, me comunicó recientemente, con toda Africa, América Latina, (yen el sur de los Esta-
la tranquilidad concebible, que su instituto ha- dos Unidos). De ahí que tratemos de derrocar
bía concluido no hacía mucho, que había estado al radicalismo en un lugar (Grecia, Irán, Guate-
absolutamente equivocado con respecto a la pre- mala, Las Filipinas, etc.) con un éxito aparente,
misa que dominó gran parte de la política nor- pero sólo para enfrentarnos al hecho de que en
teamericana durante el periodo de la posguerra alguna otra latitud se está verificando una revo-
-es decir, la premisa de que Rusia ambiciona- lución -sea comunista, o socialista, o nacio-
ba apoderarse de Europa Occidental por la fuer- nalista, o de naturaleza indescriptible. Rodeamos
za. Aun así, sin el menor indicio de duda, todo el todos los litorales con nuestra armada, ensom-
lote de la teoría de hordas invasoras ha sido brecemos el horizonte con nuestros aviones,
transferido a China. arrojamos nuestros recursos monetarios a los
La paranoia se desprende de una base objeti- vientos, y entonces se registra una revolución
va, para después lanzarse de manera desenfrenada en Cuba, a sólo 90 millás de casa. Deducimos
a conclusiones absurdas. Es un hecho irrefuta- que cualquier rebelión que se suscite en el mun-
ble que el régimen de China es totalitario por do es resultado de algún ardid diabólico ges-
su control de la libre expresión, y feroz en sus tado en Moscú o en Pekín, cuando la realidad
demostraciones de aborrecimiento hacia los Es- pura es que la gente de todas las razas y regio-
tados Unidos, que arrasó con la oposición en el nes desea alimentarse y ser libre, y que para ello
Tíbet, y que luchó por una faja de territorio en se valdrá de cualquier medio desesperado y de
la frontera de la India. Sin embargo, echemos cualquier sistema social para alcanzar sus ob-
un vistazo .a la India: sofocó un levantamiento jetivos.
Vietnam : cálculo de una ecuación moral 83
I .
! El otro bando, por su parte, comete el mis- cia de moral en el caso de Vietnam. No obstan-
mo error. Si los rusos se enfrentan a una revuelta te lo anterior, los indicios de su fracaso se van
~n Hungría o en Poznan, la atribuyen a la in- acumulando día con día. La realidad conoce la
t fluencia burguesa, o a intrigas de Norteaméri- manera de hacerse patente. Además, recien-
u~a. ,La paranoia que dominó a Stalin lo indujo temente hemos sufrido ciertas experiencias que
ra enviar a centenares de viejos bolqueviques an- nos han retirado la venda de los ojos con res-
;te el pelotón de fusilamiento. Resulta aparente pecto a los gobiernos, y que a la vez nos per-
,que los chinos están desarrollando ciertas ob- miten abrigar mayores esperanzas con relación
sesiones en torno a los Estados Unidos; en su al hombre: el movimiento de los derechos civi-
caso, sin embargo, estamos realizando nuestro les, la revuelta estudiantil, la aparición de la
:mejor esfuerzo por igualar sus acusaciones más disidencia en el seno de los países comunistas,
descabelladas con la realidad. Se podría con- el st}rgimiento de espíritus frescos y valerosos
lsiderar paranoico por parte de Pekín el que se en Africa, Asia, América Latina, e incluso den-
.R,uejara de que los Estado.s,unidos están rodean- tro de nuestro país .
do a China de bases mllttares, ocupando los No nos compete a nosotros, como ciudada-
,países fronterizos a su territorio, manteniendo a nos, el señalar las dificultades de nuestra posi-
'centenares de miles de efectivos a una distancia ción militar (ésta, cuando es real, es por demás
! ~orprendentemente breve, y estudiando deteni- obvia), ni elaborar procedimientos astutos de
damente un bombardeo contra su población, si negociación (cuando deban hacerlo, los nego-
en gran medida todo esto no fuese cierto. ciadores sabrán elaborarlos), así como tampoco
Se está verificando una revolución a nivel disimular los elementos reales que conocemos
l}lundial, cuyo propósito es el de cristalizar aque- para erigir una coalición (las coaliciones surgen
llqs valores que todos los principales países, sean de manera natural a partir del común denomi-
.del Oriente o del Occidente, afirman enarbolar: nador de un grupo heterogéneo, y precisan de
.autodeterminación, seguridad económica, igual- que cada uno de sus integrantes represente sus
Qa,d racial, libertad. Dicha revolución adopta colores con la mayor honestidad posible, a fin
gersonalidades disímbolas: Castro, Mao, Nasser, de que la combinación resulte exacta y pode-
Sukarno, Senghor, Kenyatta. El hecho de que rosa). Como un símbolo del singular "progreso"
no vislumbre todos sus objetivos desde un prin- que ha logrado la humanidad, a partir de ahora
cipio la hace un tanto más imperfecta de lo que todas las transgresiones morales adoptan la for-
fue la nuestra en 1776. El sendero que condu- ma de una ironía, dado que éstas se cometen
ce hacia la libertad está lleno de guijarros, pero en contra de valores proclamados oficialmen-
el hombre está dispuesto a caminar sobre él. Es te. El deber de los ciudadanos de cualquier so-
preciso, por tanto, mejorar las condiciones del ciedad, en cualquier época, se concreta a señalar
sendero, no dinamitarlo. este punto.
El gobierno de los Estados Unidos ha lucha-
do denodadamente por encubrir su total ausen-
11. La responsabilidad de los intelectuales
NOAM CHOMSKY
Hace veinte años, aproximadamente, Dwight ¿Hasta qué grado los pueblos alemán y japonés
MacDonald publicó en Politics una serie de ar- fueron responsables de las atrocidades cometi-
tículos sobre la responsabilidad de los pueblos das por sus gobiernos? Siguiendo la misma pau-
y, específicamente, la responsabilidad de los in- ta, con toda justicia, aplica ese cuestionamiento
telectuales. En los años inmediatos a la posgue- al ámbito nacional: ¿Hasta qué grado los pueblos
rra, siendo aún estudiante universitario, tuve británico y norteamericano son responsables de
oportunidad de leerlos; hace unos meses los re- los perversos y aterradores bombardeos lanza-
leí para un curso que impartía. A mi juicio, di- dos contra civiles, perfeccionados como técni-
chos artículos no han perdido un ápice de .su ca bélica por las democracias occidentales y
poder de persuasión. El problema que ocupa a llevados a su consagración en Hiroshima y Na-
MacDonald se concentra en la culpabilidad de gasaki, episodios que con toda seguridad figu-
guerra; el autor plantea la siguiente pregunta: ran entre los crímenes más abominables de toda
la historia? En la sensibilidad de un estudiante
universitario de los años 1945-1946 -o de cual-
Texto de una conferencia pronunciada en quier persona que se haya formado una con-
marzo de 1966, en la sede de la Harvard Hillel ciencia política y moral a partir de la serie de
Foundation, tal como fue publicado en Mosaie horrores que se suscitaron en la década de 1930
7/1 (primavera de 1966) y reimpreso posterior- de la guerra en Etiopía, de las purgas en Rusia, del
mente por los Estudiantes para una Sociedad "Incidente chino", de la Guerra Civil Española,
Democrática. Dicha conferencia sirvió de base
a un ensayo ampliado y plenamente documen- de las atrocidades nazis, de la reacción occiden-
tado, duplicado en su extensión, que se puede tal hacia tales acontecimientos, y además cierto
localizar en Noam Chomsky, American Power grado de complicidad- en esos hechos los cues-
{/Ild Ibe Nell' Mandarins (New York: Pantheon, tionamientos antes citados ejercieron un efec-
1969). PI', 525-566. Copyright © 1967. Noam
ChoJllsky, Reimpreso con autorización del autor to particularmente significativo e intenso.
\' dc Panthcon Books. Di\'Ísion of Random Hou- Por lo que concierne a la responsabilidad de
se. Ine. los intelectuales, surgen otras interrogantt's. no
84
La responsabilidad de los intelectuales 85
~~nos perturbadoras. Los intelectuales gozan de aquello que logra que un pueblo tenga certeza,
la posibilidad de desenmascarar los engaños claridad y fuerza tanto en su proceder como en
, .,de los gobiernos, de analizar los actos en tér- sus conocimientos"; por tanto, uno sólo tie-
minos de sus causas y motivos, pero también ne la responsabilidad de decir esta clase de "ver-
. de sus intenciones ocultas. Por lo menos en el dad". El norteamericano propende a ser más di-
mundo occidental, detentan el poder que se de- recto. Así, cuando el New York Times, en
, riva de la libertad política, del acceso a las fuen- ocasión del pasado Día de Acción de Gracias,
, tes de información y de la libre expresión. Para solicitó a Arthur Schlesinger que aclarara el mo-
, una minoría privilegiada, la democracia occiden- tivo por el cual la información que publicó acer-
, tal provee el tiempo libre, las oportunidades y ca del incidente de Bahía de Cochinos echaba
el :entrenamiento necesarios para buscar esa ver- por tierra el relato que ofreció a la prensa en
dad que yace encubierta detrás los espesos velos la época del ataque, Schlesingei' comentó sim-
. de la distorsión y de la representación fraudu- plemente que había mentido; unos días más tar-
lenta, de los intereses ideológicos y de clase de, felicitó al Times por haber ocultado también
I mediante los cuales se nos presentan los acon- información del proyecto de invasión, en aras
tecimientos de la historia actual. Por ende, las del "interés nacional", según la definición pro-
re,sponsabilidades de los intelectuales van mu- porcionada por el grupo de fatuos arrogantes
cho más allá de aquello que MacDonald deno- a los que Schlesinger favorece lisonjeramente en
mina "responsabilidad de los pueblos" , dados su libro más reciente. El hecho de que un hom-
los privilegios exclusivos de que gozan. bre se regocije en el engaño en aras de una causa
Los temas que aborda MacDonald son tan ac- que -por experiencia propia- sabe injusta, no
tuales hoy, como hace veinte años. Resulta im- es de interés particular; lo que sí resulta por
posible dejar de preguntarnos hasta qué punto demás significativo es que tales acontecimientos
el pueblo norteamericano carga con la respon- provoquen reacción tan escasa entre la comu-
sabilidad del despiadado ataque estadouniden- nidad intelectual; que no levanten, por ejemplo,
se contra la población rural de Vietnam, por la sospecha de que hay algo extraño en que se
demás indefensa; una atrocidad más de aquello otorgue un lugar preponderante en el ámbito
que los asiáticos han considerado la "era Vas- de las humanidades a un historiador que consi-
. ca de Gama" de la historia mundial. Ahora, por dera su deber el persuadir al mundo de que una
lo que respecta a todos los que presenciamos invasión patrocinada por los Estados Unidos
en silencio y con apatía la paulatina configura- contra un país vecino no es en sí una invasión.
ción de esta catástrofe durante los pasados do- ¿Y qué hay de esa inimaginable secuencia de
ce años, ¿cuál es la página de la historia que nos mentiras de nuestro gobierno y sus voceros en
reserva un sitio adecuado? Sólo los más insen- asuntos de gran envergadura, como las nego-
sibles podrían hacer caso omiso de tales inte- ciaciones en Vietnam? Los hechos son bien co-
rrogantes. Por mi parte, deseo retomarlas más nocidos por todos aquellos que se preocupan
adelante, después señalar algunos comentarios por saber. La prensa, tanto la nacional como la
dispersos sobre la función y la responsabilidad internacional, ha presentado documentación
de los intelectuales. que refuta cada falsedad al momento de su apa-
La responsabilidad de los intelectuales es ha- rición . Sin embargo, el poder del mecanismo
blar con la verdad y a desenmascarar las mentiras. propagandístico del gobierno es tanto que aquel
Esto puede dar la apariencia de un axioma que ciudadano que no emprenda un proyecto de in-
no requiere de mayor comentario; sin embargo, vestigación del tema, ya puede perder .toda es-
la realidad es otra, ya que para el intelectual peranza de confrontar los pronunciamientos
moderno se puede prestar a una interpretación gubernamentales con hechos .. .
ambigua. Así, tenemos a un Martin Heidegger En declaraciones recientes encontramos, a la
que, en una declaración de 1933 a favor de Hi- par con esta creciente falta de preocupación por
tler, escribió que "la verdad es la revelación de la verdad , un grado de ingenuidad con relación
86 La crítica radical
a las acciones del gobierno que resulta chocante cribieron las repugnantes y degradantes guerras
más allá de lo descriptible. Por ejemplo, según del opio "como el resultado de un portentoso
el Times del 6 de febrero, Arthur Schlesinger designio de la Providencia, para lograr que la
calificó las políticas de 1954 enfocadas a Viet- perversidad del hombre sirviera a sus propó-
nam "como parte de nuestro programa gene- sitos de misericordia hacia China, haciéndola
ral de buena voluntad internacional". Amenos irrumpir en ese muro de exclusión para que el
que haya realizado tal comentario con una in- imperio pudiera entrar en contacto con nacio-
tención de mordaz ironía, se podría decir que nes occidentales y cristianas". Como instancia
encierra un cinismo colosal, o bien una incapa- final de este fracaso del escepticismo, por usar
cidad, de proporciones tales que provoca críti- el término más cortés que ahora llega a mi men-
ca, para comprender los fenómenos elementales te, sometamos a consideración los comentarios
de la historia contemporánea. Siguiendo esta realizados por Henry Kissinger al concluir su
misma línea, ¿qué se puede decir del testimo- presentación en un reciente debate Harvard-
nio que ofreció Thomas Schelling ante el Co- Oxford transmitido por televisión, en torno a
mité de Asuntos Exteriores de la Cámara de las políticas norteamericanas adoptadas en el
Representantes el 27 de enero de 1966, donde asunto de Vietnam. Kissinger señaló, con cier-
analizó los dos grandes peligros que surgirían ta tristeza, que aquello que lo perturba en ma-
si todo el continente asiático "se volviera co- yor medida es que otros pongan en tela de duda
munista"? En primer lugar, esto excluiría "a los nuestros motivos, y no nuestro juicio -comen-
Estados Unidos y a aquello que denominamos tario por demás notable de parte de alguien cuya
civilización occidental de una enorme porción actividad profesional se concentra en el análisis
del mundo que cuenta con escasos recursos y político, en el análisis de los actos de los gobier-
que está poblada por gente de color, potencial- nos en términos de los motivos que, obviamente,
mente hostil". En segundo lugar, "probablemen- no se expresan en la propaganda oficial; motivos
te, un país de la talla de los Estados Unidos no que incluso quienes operan en función de ellos
podría mantener la confianza en sí mismo si su pueden sólo percibir oscuramente. Anadie mo-
empresa más grandiosa, es decir, la creación de lestaría un análisis del comportamiento político
un basamento para la decencia, la prosperidad de Rusia, Francia o Tanzania, donde se cuestio-
y una forma de gobierno democrática en el mun- naran sus motivos y se tratara de interpretar sus
do subdesarrollado, culminara en un fracaso acciones en términos de intereses a largo-plazo,
o en una tentativa que no abordaríamos de nue- probablemente disfrazados por la retórica ofi-
vo". Es increíble que una persona inCluso con cial. Sin embargo, se ha convertido en un artículo
un mínimo conocimiento de los antecedentes de fe que los motivos de los Estados Unidos son
del imperialismo norteamericano, sean polítiCOS puros, y que no se les debe someter a análisis
o económicos, pueda emitir tales opiniones. alguno. Aunque no se trata de nada novedoso
Efectivamente rebasa al entendimiento, a me- en la historia intelectual del país -o, en este
nos que veamos el asunto desde una perspec- caso, en la historia general de la apología impe-
tiva más histórica, ya que dichas declaraciones rialista-, tan conmovedora inocencia se vuelve
encajarían a la perfección en el moralismo hi- cada vez más repulsiva a medida que el poder
pócrita del pasado; por ejemplo, en el de Woo- al que presta sus servicios aumenta su dominio
drow Wilson, quien se proponía trasmitir a los en los asuntos mundiales y se vuelve, por tanto,
latinoamericanos el arte del buen gobierno y más susceptible de irrefrenable malignidad, de
quien escribió (1902) que era "nuestro deber ésa que ocupa a diario los encabezados y pla-
peculiar" el enseñar a los pueblos de las colonias nas principales. Se podría decir que somos el
"el orden y el autocontrol. .. [y) . .. el ejercicio primer poder de la historia que amalgama inte-
y el hábito de la ley y la obediencia . .. "; tam- reses materiales, capacidad tecnológica colosal y
bién serían características del moralismo de los desconsideración absoluta por el sufrimiento
misioneros de la década de 1840, quienes des- y la miseria que padecen las clases inferiones.
La responsabilidad de los intelectuales 87
No obstante, esa larga tradición de ingenuidad irracionales" del movimiento universitario, que
y,de fariseísmo que s.e ~a encargado de desf~ suelen ser motivados por conceptos tan absur-
g~rar a nuestra hlstona mtelectual, debe servIr dos como el '''antHmperialismo' simple y vir-
de advertencia para el tercer mundo, si es que tuoso", que pronuncian "discursillos acerca de
todavía la necesita, sobre el modo en que se de- la 'estructura del poder'" y que se degradan en
ben interpretar nuestras manifestaciones de sin- ocasiones hasta el nivel de leer "artículos e in-
ceridad y de intención benigna. formes de la prensa extranjera sobre la presen-
Una de las características más impresionan- cia norteamericana en Vietnam". Más aún, esos
tes del reciente debate que se ha desatado so- tipos deleznables suelen ser "matemáticos, quí-
bre la política del sureste asiático se refiere a micos o filósofos" (del mismo modo que, por
la distinción que comúnmente se hace entre fa coincidencia, quienes ejercen el movimiento de
"crítica responsable", por una parte, y la críti- protesta más feroz en la Unión Soviética son, por
ca"sentimental",' "emotiva" o "histérica", por lo general, físicos, intelectuales literarios, etc.),
la otra. Habría mucho que aprender a partir de y no gente que mantenga contacto alguno con
un análisis acucioso de los términos con que se Washington, pero eso sí, se dan cuenta de que
hate tal distinción. Aparentemente, se debe iden- "si tuvieran una idea novedosa y conveniente
tiÍ'icar a los" críticos histéricos" como aquellos con respecto a Vietnam, serían escuchados de
cjt1ese rehúsan de manera irracional a aceptar manera inmediata y respetuosa" en Washington,
un/axioma político fundamental, es decir, el que En este momento, no me interesa si la descrip-
dice que los Estados Unidos tienen el derecho ción de Kristol del movimiento de protesta (o de
cíe extender su poder y control sin límite algu- los asuntos internacionales) es exacta, sino las
no", en tanto sea factible -por supuesto, par- conjeturas que expresa con relación a preguntas
tiendo invariablemente del más virtuoso de los como las siguientes: ¿la pureza de los motivos de
motivos. La crítica responsable no desafía tal Norteamérica está más allá de toda discusión, o
axioma, sino que más bien se concreta a advertir su discusión es en sí irrelevante? ¿Se deben dejar
que "quizá no nos salgamos con la nuestra" en todas las decisiones en manos de "expertos" con
este momento y sitio en particular. Una distin- contactos en Washington -es decir, suponiendo
dqn de este tipo es la que Irving Kristol parece que dominaran todos los conocimientos y princi-
tener en mente, por ejemplo, en el análisis que pios necesarios para llegar a la "mejor" decisión,
realiza en torno a la protesta por la política de invariablemente lo harían? Y, otra interrogante
Vietnam, en el Encounter de agosto de 1965. de prioridad lógica, ¿resulta imprescindible la
Kristol contrasta a los críticos responsables, co- pericia? De manera específica, ¿existe un con-
mo Walter Lippmann, el Times y el senador junto de teorías y de información relevante, que
FUlbright, con el "movimiento universitario". "A no sea del dominio público, que se pueda apli-
diferencia de los disidentes universitarios", se- car a la determinación d~ la política exterior
ñala, "e! señor Lippmann no se ocupa de supo- (o que demuestre que los actos presentes son
siciones atrevidas en cuanto a 'aquello que e! correctos) de alguna manera que matemáticos,
pueblo vietnamita desea en realidad' -obvia- químicos y t1lósofos sean incapaces de compren-
mente no le preocupa mucho-, o de exégesis der? Aunque Kristol no se detiene a examinar
legalistas para dilucidar si existe, o hasta qué dichas interrogantes de manera directa, sus ac-
punto existe, 'agresión' o 'revolución' en Viet- titudes hacen presuponer respuestas, respuestas
nam del Sur. Su punto de vista pertenece a la equívocas en todos y cada uno de los casos, La
real-politik; además, da la impresión de que in- agresividad norteamericana, no importa cómo
cluso contemplaría la posibilidad de una gue- y cuánto la disfrace la retórica piadosa, es una
rra nuclear contra China, bajo circunstancias fuerza dominante en los asuntos internaciona-
extremas". Según Kristol, dicha postur2 resul- les y, por tanto, se le debe analizar en razón de
ta encomiable, y contrasta de manera favorable sus causas y motivos; no existe ningum.i teoría o
con las peroratas de esos "tipos ideológicos e conjunto significativo de información relevante,
88 La crítica radical
social, con marcado énfasis. en teorías del si~~e da, ambas disciplinas se deben abordar con toda
ma internacional,.del cambio y d.e, la evol~clon la seriedad posible. No obstante, si no se les acep-
social, del conflict0'y de ~ reSOI?~l?n del rrusn;~, ta y juzga con base en sus méritos y en térmi-
o de la revoluciQ~ ; 3) el anallsls de la pallu- nos de sus logros reales, no de los a!"arentes, se
ca pública en términos de los valores humanos puede llegar a un resultado infortunado, alta-
básicos, que encue?t~an su rai~ambre en div~r mente peligroso. De manera particular, si aca-
sas tradiciones teologlcas, filosoficas y humams- so existe un cuerpo teórico, bien comprobado
tas". La segunda tradición intelectual ofrecerá y verificado, que se aplique a la conducción
"propuestas gen~r~les, obtenidas a partir ~e ~a de los asuntos exteriores o a la resolución de
teoría social y analizadas a la luz de datos hlsto- conflictos internos o internacionales, se le ha
ricos comparativos o experimentales"; la ter- m. ntenido en reserva como un secreto de con-
cera :'suministrará la estructura a partir de la cual fesionario. En lo que concierne a Vietnam, si
se puedan plantear cuestionamientos de valor aquellos que se dicen expertos tienen acceso
fundamental, Yen términos de la cual se pue- a principios o a información que justifique el
dan analizar las implicaciones morales de las ac- proceder del gobierno norteamericano en tan
ciones dirigidas a la sociedad". Se esperaba que desventurado país, entonces han sido especial-
"al abordar las interrogantes [de la política de mente ineficientes para dar a conocer este he-
Vietnam] desde las p'erspectivas morales de todas cho. Cualquiera que se encuentre familiarizado
las grandes religiones y sistemas filosóficos, pu- con las ciencias sociales y del comportamiento
dieramos de encontrar soluciones más congruen- (o con las "ciencias políticas") sabe que ese ar-
tes con los valores humanos fundamentales que gumento de que existen ciertas consideraciones
la actual política norteamericana hacia Viet- y principios demasiado intrincados para la com-
nam". En resumen, los expertos en valores (es prensión de quien no pertenezca al campo, es
decir. exponentes de las grandes religiones y sis- sencillamente absurdo, indigno de mayor co-
temas filosóficos) ofrecerán un discernimiento mentario.
fundamental acerca de perspectivas morales, y Al someter a juicio la responsabilidad de los
los expertos en teoría social brindarán propuestas intelectuales, debemos preocuparnos básicamen-
generales, empíricas y ampliamente validadas, así te por su desempeño en la creación y en el desen-
como " modelos generales de conflictos". Gra- mascaramiento de la ideología. En realidad, el
cias a tal interacción surgirán nuevas políticas, contraste que Kristol hace entre los tipos ideo-
a partir de la aplicación, presumiblemente, de lógicos irracionales y los expertos responsables,
los cánones del método científico. A mi pare- está formulado en términos que de inmediato
cer, el único punto que quedaría sujeto a deba- hacen recordar "The End of Ideology" ("El fin
te sería el de discernir cuál alternativa resulta de la ideología"), de Daniel Bell, ensayo por de-
más absurda: ¿dirigirnos a expertos en teoría so- más interesante e influyente, cuya importancia
cial para extraer propuestas generales y feha- estriba tanto en aquello que omite, como en su
cientemente confirmadas, o a especialistas en contenido real. Bell presenta y examina el aná-
las grandes religiones y sistemas filosóficos pa- lisis marxista de la ideología como una máscara
ra obtener una perspectiva de los valores hu- de los intereses de clase, en particular, citando
manos fundamentales? la célebre conclusión de Marx en cuanto a que
Este tema se puede explotar abundantemen- la pequeña burguesía opina "que las condicio-
te ; sin embargo, para no perderme en él, sólo nes especiales de su emancipación son las con-
quisiera subrayar dos cosas, bastante obvias sin diciones generales y únicas mediante las cuales
duda: que el culto al experto sirve a los inte- se puede salvar a la sociedad moderna, y evi-
reses de aquellos que lo proponen, y que su tar la lucha de clases". Enron~es procede a ar-
esencia es totalmente fraudulenta . Obviamente, gumentar que la era de la ideología ha llegado
se debe aprender de las ciencias sociales y del a su fin y que ha sido suplantada. por lo menos
C()I11porumiento todo lo que sea posible; sin du- en el mundo occidental, por el consenso general
90 La crítica radical
de que cada problema debe ser abordado y re- tre que los intelectuales de algún modo tienen
suelto de acuerdo con sus características indi- "razón" o una "justificación objetiva", en tér-.
viduales, dentro de la estructura de un esta- minos de algo ajeno al interés propio, para l1e-
do benefactor en el cual, supuestamente, los gar al consenso al que hace referencia, con su
expertos en la conducción de asuntos públicos rechazo de la noción de que debería transformar-
ejercerán una función prominente. Sin embar- se a la sociedad. De hecho, aunque Bel1 muestra
go, Bell guarda buen cuidado de distinguir el singular agudeza con respecto a la vacía retórica
sentido preciso del término "ideqlogía" donde de la "nueva izquierda", parece enarbo lar una
las "ideologías están exhaustas". Unicamente se fe utópica, bastante conmovedora, en que los
refiere a la ideología como a "la conversión de expertos técnicos tendrán la capacidad de abor-
ideas en palancas sociales", a la ideología como dar con firmeza los escasos problemas menores
un "conjunto de creencias, imbuidas de apasio- que, a su juicio, prevalecen todavía; por ejem-
namiento, ... [que] . .. pretenden transformar plo, el hecho de que la mano de obra reciba el
todos los aspectos de un modo de vida". Las mismo tratamiento que una mercancía, así como
palabras cruciales son "transformar" y "conver- los conflictos que emanan de la "enajenación"
tir en palancas sociales". Los intelectuales del (véase su obra "Work and its Discontents") (El
mundo occidental, manifiesta, han perdido to- trabajo y sus descontentos) -aparentemente,
do interés de convertir a las ideas en palancas no analiza el problema de la pobreza en medio
sociales para la transformación radical de la so- de la abundancia, otra de las preocupaciones
ciedad, pérdida de interés plenamente justifica- . principales de aquél10s que dieron inicio a la
da. Ahora que ya hemos logrado la sociedad ("era de la ideología").
pluralista del estado benefactor, ha desapareci- En realidad, desde todos los puntos de vista
do la necesidad de una transformación radical es obvio que los problemas clásicos siguen sien-
de la sociedad; podemos seguir tambaleándo- do parte de la vida diaria; se podría decir, con
nos por doquier con nuestro modo de vida, pe- toda credibilidad, que han aumentado conside-
ro sería un grave error tratar de modificarlo de rablemente en gravedad y proporciones. Por '
manera significativa. Ante tal consensQ de inte- ejemplo, la clásica paradoja de la pobreza en me-
lectuales, perece la ideología. dio de la opulencia actualmente se ha converti-
Varios hechos desconcertantes se despren- do en un problema en constante crecimiento
den del ensayo de Bell. En primer lugar, no se- a nivel internacional. Aun cuando se pudiese
ñala que ese concenso de intelectuales al que concebir, al menos en principio, una solución
hace referencia actúa totalmente en favor de sus a este problema dentro del ámbito nacional, re-
intereses. No relaciona su afirmación de que los sultaría casi imposible desarrol1ar, dentro del
intelectuales han abandonado todo deseo de marco de consenso intelectual que Bel1 descri-
transformar a la sociedad con el hecho de que be, una idea sensata para trasnsformar a la so-
éstos ejercen una función cada vez más promi- ciedad internacional de modo tal que se pudiese
nente en la administración del estado benefac- salir adelante con la enorme y aparentemente
tor -no relaciona por ejemplo, la aceptación creciente miseria humana. .
general del estado benefactor con su observa- Así, parecería correcto describir el consen-
ción, en otra parte, de que "Norteamérica se ha so de los intelectuales de Bel1 en términos un
convertido en una sociedad opulenta, que ofre- tanto diferentes a los que él emplea. Para no ale-
ce sitio ... y prestigio ... a los radicales de otros jarnos de la terminología que utiliza en la pri-
tiempos" (hasta un grado que, a mi juicio, por mera parte de su ensayo, podemos decir que el
10 que he podido apreciar de su obra, subestima experto técnico del estado benefactor encuen-
enormemente). Extraña omisión para un ensayo tra la justificación de su nivel social especial y
que inicia con la discusión de la ideología como prominente en su "ciencia", específicamente,
máscara de los intereses de clase. En segundo en la afirmación de que la ciencia social puede
lugar, no ofrece argumento alguno que demues- respaldar a una tecnología de cambio social, sea
La responsabilidad de los intelectuales 91
a nivel nacional o internacic:1aJ. Entonces de- más añeja: ¿es factible el crecimiento de nue-
cide avanzat 'y, de la manera usual, procede a vas sociedades si éstas construyen instituciones
demandar validez universal para algo que, de democráticas y permiten que el pueblo tome
hecho, es UIil interés de clase, es decir, declara decisiones -y acepte sacrificios- de manera
que las condiciones especiales en que se .fun- voluntaria, o acaso las nuevas élites, ensober-
damenta sul'reclamo de poder y de autorIdad becidas por el poder, impondrán métodos to-
son. en sí, la's condiciones generales y únicas talitarios para transformar a sus sociedades?" La
mediante las cuales se puede salvar a la socie-
1 pregunta resulta por demás interesante; sin em-
dad moderni'. Argumenta que ese desplazamien- bargo, es extraño que de ella se diga que "es
to tambalei nte' dentro de la estructura de un mucho más añeja", pues esto aparentemente im-
estado bengfactor debe reemplazar al compro- plica que el mundo occidental eligió el camino
miso con las ideologías del pasado, ideologías de la democracia -como en el caso, por ejem-
que se ocupaban de una transfor~a~!ón de la plo, de la Inglaterra de la revolución industrial,
sociedad. Urla vez alcanzada su poslclon de po- cuando los granjeros eligieron por libre albedrío
der, una vez logradas la seguridad y la opulen- abandonar la tierra, dejar a un lado la manufac-
cia, desaparece toda necesidad de ideologías tura rústica para convertirse en un proletariado
enfocadas al ·cambio. El erudito experto viene industrial y, dentro del marco de las institucio-
a sustituir á· ese "intelectual a la deriva" que nes democráticas existentes, decidieron volun-
"sentía quese estaban enalteciendo los valores tariamente realizar los sacrificios que la literatura
equivocados, que rechazaba a la sociedad", y clásica de la sociedad industrial del siglo dieci-
que actualmente ha perdido su función políti- nueve describe con lujo de detalle. Bien se puede
ca (es decir, ahora que se enaltecen los valores debatir la interrogante acerca de la necesidad
correctos). de un control autoritario para permitir la acu-
De un modo plausible, es correcto el con- mulación de capital en el mundo subdesarro-
cepto de que los expertos técnicos tendrán la llado; en más de un aspecto, se puede clasificar
capacidad de abordar con firmeza los problemas de hipocresía flagrante el proponer, con todo
clásicos, sin necesidad de una transformación orgullo, al modelo occidental como ejemplo de
radical de lásociedad. Asu gusto, es plausible- desarrollo.
mente cierto que la pequeña burguesía tenía ra- El punto de vista que Be11 describe, y alaba, no
zón en considerar las condiciones especiales de es una ideología en el sentido que él expone
su emancipación como las condiciones genera- -no es un sistema de ideas que se pueda em-
les y únicas mediante las cuales se podría sal- plear, o que se pretenda emplear como "palanca
var a la sociedad moderna. Sin embargo, Bell social" para la transformación de la sociedad.
se abstiene de presentar cualquier argumento Por el contrario, se puede argumentar mucho
que apoye tal conclusión, así como de señalar hacia la conclusión de que su consenso es el
que dicha conclusión sirve absolutamente a in- mismo de aquellos intelectuales que han alcan-
tereses particulares como una máscara. zado el poder y la opulencia, o que perciben que
Dentro de ese mismo marco de utopismo ge- pueden lograr tal posición mediante la "acep-
neral, Bell presenta el desacuerdo entre los ex- tación de la sociedad" tal como es y el impulso
pertos eruditos progresitas, occidentales, del de los valores que "enaltece" dicha sociedad. En
estado benefactor, y los ideólogos tercermundis- tal caso, este consenso se convierte en la ana-
tas, sumidos en la ignorancia, de manera pecu- logía nacional de aquel que, en el escenario in-
liarmente curiosa. Indica, con toda justicia, que ternacional, propuso un segmento importante
no existe problema alguno con el comunismo, de la comunidad intelectual, por ejemplo, de
ya que el contenido de dicha doctrina ha sido aquellos que justifican la expansión del pode-
"olvidado desde hace mucho tiempo tanto por río norteamericano en Asia, sin importar el costo
simpatizantes como por detractores" . Por el humano que ello implique, bajo el argumento
contrario. manifiesta, "la tnterrogante es mucho de la necesidad de contener la "expansión de
92 La crítica radical
China" ("expansión" de carácter totalmente hi- Unidos puedan estar interesados en cercarlos,
potético por el el momento)- parafraseando al quizá interesados en defender de su influencia
comunicado oficial (Newspeak) del Departamen- a las zonas adyacentes, se encuentran así mis-
to de Estado, con base en que resulta esencial dar mo preparados para comportarse de manera
marcha atrás a las revoluciones nacionalistas pacífica si el pueblo chino también lo está".
asiáticas o, al menos, evitar que se diseminen. En resumen, nosotros estamos preparados
Dicha analogía se torna precl2ra al analizar cui- para vivir de manera pacífica dentro de nues-
dadosamente la retórica empleada en la citada tra -bastante extensa- morada. Y, habría que
propuesta. Haciendo gala de su acostumbrada agregar, si un movimiento revolucionario de ori-
lucidez, Churchill delineó la postura general en gen campesino intenta lograr independencia de
un comentario que realizó a su colega de la épo- la dominación extranjera, o derrocar las estruc-
ca,]osé Stalin, en Teherán, año de 1943: "El go- turas semifeudales respaldadas por poderes ex-
bierno del mundo debe ser confiado a naciones ternos, o si los chinos se rehúsan de manera
satisfechas, que no deseen para sí mismas nada irracional a reaccionar adecuadamente al pro-
aparte de lo que ya poseen. Si el gobierno del grama de refuerzo que les hemos preparado, si
mundo estuviese en manos de naciones ham- objetan ante el hecho de verse cercados por los
brientas, el peligro sería perenne. Sin embargo, "seres ricos" benignos y amantes de la paz que
ninguno de nosotros tenia razones para procurar controlan los territorios en sus fronteras argu-
beneficios extras . . . Nuestro poderío nos colo- mentando un derecho natural, entonces, evi-
có por encima de los demás. Eramos como esos dentemente, debemos responder a tal actitud
magnates que moraban en paz dentro de sus beligerante con toda la fuerza que el c<.so re-
aposentos". Como traducción de la retórica bí- quiere.
blica de Churchill a la jerga de ciencias sociales Si es responsabilidad del intelectual el insistir
de la Rand Corporation, me permitiré citar el en la verdad, también es su deber el vislumbrar
testimonio de Charles Wold, economista senior los acontecimientos dentro de su perspectiva
de la Rand Corparation, ante las Audiencias del histórica. Por tanto, se debe aplaudir la insisten-
Comité del Congreso previamente menciona- cia del Secretario de Estado acerca de la impor-
das: "Dudo mucho que los temores de China tancia de las analogías históricas, por ejemplo
a verse cercada sean abatidos, aminorados o la analogía de Munich. Tal como Munich lo de-
mitigados en el largo plazo. No obstante, espe- mostró, una nación poderosa y agresiva que
ro que nuestro proceder en el sureste asiático crea hasta el grado del fanatismo en su destino
contribuya a desarrollar en el seno del cuerpo manifiesto considerará cada victoria, cada ex-
político chino mayor realismo y voluntad para tensión de su poderío y autoridad, como un pre-
convivir con dicho temor, en vez de abando- ludio del siguiente paso. Adlai Stevenson expuso
narse al mismo respaldando movimientos de de manera brillante este tema, al hablar de "ese
liberación que, se sabe, dependen de muchos viejo, viejo derrotero que emplean los grandes
otros factores aparte del apoyo externo . .. la poderes para avanzar a través de más y más puer-
interrogante operativa para la política exterior tas, creyendo que las abrirán invariablemente
norteamericana. no se refiere a dilucidar si di- hasta que, en la última de ellas, la resistencia se
cho temor se podría eliminar o aliviar sustan- torna inevitable y la guerra rotal estalla". En ese
cialmente, sino a comprobar si China se podría punto estriba el peligro de la política de apaci-
enfrentar a una estructura de incentivos, de cas- guamiento, tal como los chinos indican sin cesar
tigos y recompensas, de inducciones que le per- a la Unión Soviética, misma que, según afirman,
mitan vivir voluntariamente con ese temor". está desempeñando el papel de Chamberlain
Thomas Schelling esclarece el punto en mayor con nuestro Hitler en Vietnam. Por supuesto, la
medida: "Existe un creciente caudal de expe- agresividad del imperialismo liberal no es la mis-
riencia, del cual puede beneficiarse el pueblo ma que la de la Alemania Nazi, aunque, al parecer
chino, que demuestra que pese a que los Estados de un campesino vietnamita que viva bajo los
La responsabilidad de los intelectuales 93
· embates continuos de gases o de la incineración, su postura como fuerza estabilizadora de! Asia
fidiferencia podría ser de carácter meramente Orienta!. Por supuesto, incluso en e! año de
~cadémico . No deseamos ocupar el continen- 1937, el gobierno japonés "carecía Oe designios
te asiático; nuestro único deseo es, parafrasean- territoriales sobre China". En resumen, no ha-
do nuevamente al señor Wolf, "e! de apoyar a cemos más que recorrer un sendero ya muy tri-
los países asiáticos para que progresen hacia la llado.
fnodernización económica, como sociedades re- Al respecto, valdría la pena recordar que, to-
lativamente 'abiertas' y estables, a las que ten- davía en el año de 1939, los EE. UU. parecían
gamos acceso libre y holgado como nación y por demás dispuestos a negociar un tratado co-
como ciudadanos individuales" (no creo nece- mercial con Japón, ya llegar a un modus vivendi
sario recalcar que al mencionar "acceso", Wolf siJapón "cambiaba su actitud y prácticas hacia
tio se refiere precisamente al turismo). La for- nuestros derechos e intereses en China", tal co-
rilUlación resulta adecuada. La historia reciente mo lo expresó e! Secretario HuI!. El bombardeo
nos demuestra el escaso interés que nos despier- de Chun-King y e! saqueo de Nanking fueron,
bi la forma de gobierno que cualquier país po- sin duda, acontecimientos infortunados, pero
Sea, en tanto que éste permanezca como una nuestros derechos e intereses en China eran lo
'!sociedad abierta", en nuestra peculiar interpre- realmente importante, al parecer preclaro de los
tación del término -es decir, como una socie- ecuánimes y responsables hombres de la época.
df.1d que se mantenga abierta a la penetración La clausura de esa puerta abierta por parte de
éé'onómica y al control político de los Estados Japón fue lo que condujo directamente a la gue-
l.rOidos. Si es indispensable llegar al genocidio rra del Pacífico, del mismo modo en que la clau-
eQ Vietnam con e! fin de lograr dicho objetivo, sura de la puerta abierta por la propia China
se considerará como el precio a pagar en defensa "comunista" puede conducir con toda justicia
de la libertad y de los derechos del hombre. a la siguiente, y sin duda alguna última, guerra
No pisamos terreno virgen al perseguir tales del Pacífico.
objetivos. De hecho, son escasos los países im- Sin embargo, quisiera retornar al tema de
perialistas que han ostentado ambiciones te- MacDonald y la responsabilidad de los intelectua-
rritoriales explícitas. En 1784, por ejemplo, e! les. MacDonald hace referencia a una entrevista
Parlamento Británico anunció que: "La búsque- con un pagador de un campo de concentra-
da de estratagemas para la conquista y la exten- ción que estalló en llanto cuando se le dijo que
sión de! dominio sobre India es una medida los rusos lo colgarían, y que repetía sin cesar:
repulsiva para los deseos, e! honor y la política "¿Por qué habrían de hacerlo? ¿Qué es lo que
de esta nación". Poco después, la conquista de yo he hecho?" MacDonald extrae la siguiente
India entraba en su apogeo. Un siglo más tar- conclusión: "Sólo aquellos que estén dispues-
de, Gran Bretaña anunció sus intenciones para tos a resistirse a la autoridad cuando ésta repre-
con Egipto bajo e! lema "intervención, refor- sente un conflicto intolerable para su código de
ma, retirada". Huelga comentar cuáles fueron moral personal, repito, sólo ellos tienen el de-
las partes de esta promesa que efectivamente se recho de condenar al pagador del campo de
llevaron a cabo dentro de los diez lustros pos- concentración". La pregunta" ¿qué es lo que yo
teriores. En e! año de 1936, en vísperas de las he hccho?" bien podríamos repetírnosla todos
hostilidades en e! norte de China, los japone- nosotros al leer, día tras día, las noticias frescas
ses declararon sus Principios Básicos de Políti- de nuevas atrocidades en Vietnam - al crear,
ca Nacional. Entre ellos, destacaban el empleo al proferir o al tolerar, sea con agrado o con
de métodos moderados y pacíficos para expan- desprecio, todos los engaños que se esgrimirán
der su poderío, e! impulso del desarrollo social para justificar la próxima defensa de la libertad.
y económico, la erradicación de la amenaza co- Con suma frecuencia, las declaraciones de
munista, la corrección de las políticas agresivas expertos técnicos sinceros y dedicados. ofrecen
de las grandes potencias,· y la reafirmación de una pt:rspecti\'a sorprendente tk las actitudes
94 La crítica radical
REALISTA
en el de otras unidades del amplio ámbito de así como del sistema interestados y de sus insti-
la sociedad mundial, en ese caso sería preciso tuciones. Reconocen a la ley y al orden impues-
realizar estudios conductuales seguros en todos tos por las autoridades estatales e interestatales
los niveles sociales, estudios de la naturaleza de como la condición necesaria para la estabilidad
la autoridad y de las reacciones hacia la autori- social y la convivencia pacífica dentro de y entre
dad, estudios de los valores humanos, de rela- los estados. Tales hipótesis han logrado prevale-
ciones étnicas y de otro tipo de relaciones de cer, pese a que no han logrado producir políticas
simpatía que rebasan los límites nacionales y, que permitan alcanzar los objetivos citados. No
finalmente, estudios de las repercusiones que se ha podido refrenar la desviación a nivel so-
provocan los descontentos sociales y políticos cial o interestados, tal como lo demuestran las
dentro de un estado en un entorno político más crecientes cifras de criminalidad y las persisten-
amplio. En consecuencia, la manera en que perci- tes condiciones bélicas tanto interestados como
bimos ese elemento externo determina la forma intraest<ldos.
en que definimos nuestro campo: ¿es la reali- Por supuesto, el fracaso de las políticas no
dad efectivamente el sistema de los estados, o refuta las hipótesis en que se fundamentan . In-
lo es el ámbito más amplio de la sociedad mun- clusive, es muy probable que sean perfectamen-
dial? Cabe agregar que la forma en que defini- te válidas, que el sistema interestados sea el
mos a nuestra disciplina determina la esfera de único que posea importancia entre todos, que
acción de conocimiento conductual que es per- la conducta humana en otros niveles no com-
tinente. porte significación alguna, y que no se deba
Ese elemento externo, trátese de las relacio- esperar otro producto de las políticas estatales
nes entre naciones o de una sociedad mundial de ley y orden que no sean el pertinaz fracaso
más intrincada, no es materia de interés exclu- que se refleja en una condición de guerra o de
siva de filósofos y de teóricos. Las relaciones conflicto aquí o allá. Por otro lado, quizá dichas
que se suscitan entre percepción y realidad com- hipótesis hayan sido realistas en un momento
portan particular interés para los practicantes, dado de la historia pero ya no lo sean a causa
dado que la política emana precisamente de las de las alteraciones registradas en las condicio-
percepciones de la realidad . . . nes -nuevamente se suscita la interrogante de
Es necesario tomar en cuenta que se ha re- qué es la realidad. Ciertamente, el entorno polí-
gistrado un continuo proceso de cambio en el ticosociológico contemporáneo de los estados y
pensamiento y, por ende, también en las solucio- el pensamiento contemporáneo acerca de au-
nes, puesto que la experiencia, y muy especial- toridad, toma de decisiones, conducta en el
mente los fracasos, ha impelido a la búsqueda desempeño, conflicto, valores y temas relacio-
de nuevos enfoques. El sistema interestados y nados en muchos niveles del comportamiento
la reflexión a que éste ha dado origen se han social han dado origen a dudas y a cuestiona-
desplazado de la defensa nacional hacia las es- mientos en torno a la rea;idad del tan hipoteti-
tructuras de la balanza del poder y de alianza, zado sistema interestados orientado hacia el
a métodos de seguridad colectiva y a tentativas poder, en un ámbito donde aparentemente reina-
de desarme. Sin embargo, en el correr de los ban la certidumbre y la aceptación. Si las prue-
siglos, todos estos cambios de pensamiento y bas empíricas y el análisis teórico invalidan a las
de políticas no han sido más que variaciones su- hipótesis tradicionales, y si surgen otras nuevas
perficiales sobre el tema continuo de la amenaza que faciliten una percepción distinta de la rea-
y la defensa dentro de los sistemas internacional lidad y ofrezcan, a la vez, una explicación más
e interestados. Las hipótesis tradicionales que confiable del comportamiento, se crearán nue-
atribuyen a los estados la categoría de actores vas oportunid;¡des dentro de la política.
principales, cuando no únicos, implican también Alo largo de los años, tanto científicos polí-
que el interés primordial de la política e~ la pre- ticos como practicantes han llevado a cabo la
servación de los estados y de sus instituciones, observación del proceder de estados y estadistas
130 Un desafíO- al paradigma realista
el área geográfica que circunda a una fábrica pe- representan la inflación, el desempleo, el abas-
ro, dentro de é~ta, se genera un conjunto de sis- to insuficiente de vivienda y la educación. Las
temas y de subsistemas que dan vida a un cuerpo principales sociedades industriales están adop-
administrativo, que hacen factibles ciertas acti- tando formas de gobierno donde dominan los
vidades de producción y de distribución, etcé- subsistemas, mismos que en su mayoría son de
tera. De este modo se pueden descomponer y índole internacional. La vida del ciudadano co-
analizar los elementos de la actividad global. La mún y corriente -el hecho de que cuente o no
gran mayoría de los sistemas, en un nivelo en con una educación adecuada que ofrecer a sus
otro, atraviesan las fronteras de los estados, del hjos, que es el valor real de sus ahorros; que
mismo modo que sucede con las transacciones cuente o no con una garantía sobre su empleo
que llevan a cabo las fábricas cuando sus miem- en particular o que tenga o no otras perspecti-
bros participan en sistemas externos como los vas de empleo- se ve determinada en gran me-
sindicatos. dida por decisiones que se originan fuera de su
La interacción de los estados no es sino uno entorno Badanal y, frecuentemente, a un nivel
de los múltiples sistemas de interacción den- no gubernamental. Tanto la función como la na-
tro de la sociedad mundial. Si analizáramos los turaleza del gobierno están cambiando, de pos-
sistemas por separado -comunicaciones, turis- turas defensivas hacia el respaldo de los ajustes
mo, comercio, ciencia- y los superpusiéramos, para el cambio, y esto, en sí, una prueba que
crearíamos una estructura de interacciones. El apoya a la afirmación de que ya hemos dejado
mapa de la sociedad mundial sería una telaraña atrás efectivamente la relación de bola de billar
o red de interacciones puesta sobre otra, y la que pudo existir en el pasado, para encaminar-
imagen de la sociedad mundial presentaría con- nos a un proceso de interacción en el seno de
centraciones de interacciones en ciertos pun- una sociedad mundial.
tos, así como enlaces a través de fronteras De ninguna manera se niega que, cuando las
nacionales, amontonados en algunas zonas, es- autoridades trazan las políticas a seguir, proba-
casos en otras [Burton 1968:8]. blemente la base del pensamiento se determi-
¿Cuál de estos dos modelos o representacio- ne no por las pruebas empíricas, ni menos aún
nes ilustra con mayor precisión ese elemento ex- por sus propias percepciones de la realidad, si-
terno que ahora estudiamos? He ahí una pregunta no en función de las consecuencias lógicas del
empírica. Aparentemente, el segundo modelo método adoptado. Ambas percepciones indu-
se apega más a la realidad contemporánea. Las cen a análisis radicalmente áistintos de conduc-
pruebas yacen frente a nasos tras, en términos tas en todos los niveles, a políticas radicalmente
de comunicaciones, de movimientos demográ- distintas, y en ocasiones plantean desafíos a fi-
ficos , de la difusión epidémica de ideas e ideo- losofías, actitudes, valores e intereses hasta llegar
logías, de corporaciones transnacionales, de al extremo de lo inaceptable. El modelo super-
instituciones funcionales de carácter universal, ficial ofrece amplias comodidades a las élites go-
de turismo, de migración, de reacciones de sim- bernantes, a los poderosos, a los privilegiados, a
patía y de apoyo allende las fronteras, así co- quienes tienen cargos que les dan autoridad; en
mo de otro tipo de transacciones ampliadas y resumen, a todos aquellos que se encuentran
asociadas con la era posterior a 1945. Las prue- muy lejos de desear cambios radicales dentro .
bas aparentes son respaldadas por estudios en de las instituciones sociales, económicas y polí-
materia de política. Los gobiernos centrales han ticas que operan dentro de sus propios segmen-
resentido una merma de autoridad, por que no tos de la sociedad mundial. Dichos individuos
han podido refrenar movimientos revisionistas perciben al modelo de los cimientos como sub-
efectuados por minorías y que cobran fuerte versivo. Para ellos, este modelo representa la in-
apoyo en el ámbito de la sociedad mundial. Las cursión inexorable de conductas detestables. de
autoridades centrales no han logrado dar un trata- anarquia y permisi\'ictacl, expresadas en térmi-
miento efectivo a los complejos problemas que nos de participacú'lI1 política \' de rtalizaci(lIl
132 Un desafío al paradigma realista
personal, a las que se les percibe desde una pos- El estudio tradicional de las relaciones inter-
tura elitista como la causa de la merma de auto- nacionales se limita al estudio del comporta-
ridad y del colapso de la ley y el orden. miento o la conducta en un determinado nivel
Pretendo abordar en primera instancia las divorciado, en alto grado, de los estudios de
consecuencias teóricas, y posteriormente las prác- conducta realizados en otros niveles sociales .
ticas, de los dos distintos enfoques, el tradicio- Pese a toda tentativa de ser más analíticos en
nal y el más analítico; el objetivo se concretará ciertos aspectos, como los relativos a toma ck
a dar respuesta a la interrogante de cuál es la na- decisiones e interacciones estratégicas, el estu-
turaleza de-ese elemento externo, así como a dio tradicional conserva un carácter esencial-
-". una segunda pregunta relacionada: ¿se ha gene- mente descriptivo y se fundamenta en hipótesis
rado el fracaso de los métodos tradicionales de primitivas acerca de elementos conductuales, ta-
ingeniería y control social pese a la validez de les como la agresividad y la eficacia del poder
las conjeturas tradicionales en torno a la "reali- coercitivo. Las relaciones internacionales, em-
dad", o en función de su falta de validez? pero, no son la única disciplina que presenta ta-
les características .. .
El estudio de la sociedad mundial procura
TEORíA abordar algunos niveles altos de interacción, pe-
ro dentro de la perspectiva del comportamien-
En el nivel superficial, las interrogantes que to global. Procura definir y esclarecer tanto el
se plantean se relacionan con la estabilidad so- campo de estudio como los problemas de inte-
cial, con la preservación de los estados, con el rés especial a los eruditos de las relaciones
cumplimiento de la ley y con los elementos di- internacionales, mediante referencias a la con-
suasores nacionales e internacionales que se ducta en todos los niveles sociales. Por ende, su
requieren para preservar el sistema interestados. punto de atención inicial es el comportamien-
Las áreas de estudio se concentran en intereses to humano. De manera inevitable, presenta un
nacionales, defensa, estrategia, instituciones y interés menos agudo que aquél de los estudios
leyes. tradicionales en materias tales como conducta
En el nivel de los cimientos, se plantea un institucional, estrategia, relaciones de poder e,
grupo diferente de interrogantes, y existe una incluso, complejidad de la toma de decisiones
serie distinta de campos de estudio. ¿Tanto a ni- en el seno de una estructura en particular. To-
vel nacional como internacional, la preservación dos los incisos antes citados son meras excre-
de las sociedades y de sus instituciones es la me- ciones del comportamiento, y no explicaciones
ta fundamental de la organización social o, por del mismo. El hombre y su comportamiento so-
el contrario, dicha meta es salvar la brecha Gal- cial son el punto de partida, y el estudio espe-
tung entre el desarrollo real y el desarrollo po- cial se concreta a dicha conducta en los niveles
tencial del individuo y de los grupos a los que intercomunal, internacional, o interestatal. Tam-
se encuentra afiliado [Galtung 1969: 168]? ¿Aca- bién cobran importancia la naturaleza y la efi-
so la violencia del individuo y de la nación en cacia de las instituciones que acompañan a la
contra de las normas establecidas es la causa susodicha conducta. La orientación de los va-
primordial de guerras y conflictos, o lo es la vio- lores resulta explícita: son los del hombre los
lencia impuesta sobre el individuo por las es- que realmente importan, no los de las institu-
tructuras de la sociedad nacional y mundial? En ciones; se enarbola el desarrollo del hombre, y
este caso, las áreas de estudio abarcan relacio- no la preservación de las instituciones por res-
nes de autoridad, valores humanos, capacidad peto a las mismas.
del sistema para responder al cambio, conducta El modelo adoptado es un modelo de inter-
del desempeño, identidad étnica, conflicto e in- acciones, es decir, un modelo de telaraña o red.
tegrac ión y movilidad social. Este, al igual que el modelo de bola de billar, es
¿Relaciones internacionales o sociedad mundial? 133
de carácter descriptivo -refleja las pruebas em- las hipótesis tradicionales en torno al tema que
píricas. Sin embargo, se constituye también en nos ocupa, fundamentadas en gran medida en
el modelo que refleja el elemento axiomático la coerción, han producido políticas de defensa,
de toda conducta humana, es decir, las relacio- equilibrios, alianzas, seguridad colectiva y disua-
nes. Por tanto, la conducta no es el punto de sión, y probablemente han creado una sociedad
partida, sino una definición más operativa de dependiente de tales refuerzos. El estudio de las
la misma: las relaciones. Resulta imposible avan- relaciones no es sólo un elemento más de nues-
zar en el estudio de cualquier nivel de conduc- tra esfera de intereses, sino parte esencial de la
ta a menos que se expongan una descripción misma.
y una explicación de las relaciones, el modo en Los dos distintos enfoques y grupos de inte-
que estas evolucionan, la forma en que se asi- rrogantes se apoyan en concepciones básicamen-
milan, cuáles son los patrones que emergen, y te diferentes de la condición humana. Algunos
cuáles los motivos por los que se les guarda leal- individuos que pertenecen al nivel superficial
tad o se les traiciona en alguna medida. Sin em- afirman categóricamente ser "realistas políti-
bargo, hay quienes reaccionan de inmediato cos" . Tienen una concepción calvinista del
argumentando que dicho estudio conductual de comportamiento, estrechamente ligada a las no-
las relaciones no pertenece a la esfera de inte- ciones normativas tradicionales que se reflejan
rés de las relaciones internacionales, pese a que en el pensamiento legal. Aparentemente, su pos-
se emplee el término "relaciones" en el título tulado parece ser: que t:lnto personas como es-
tradicional de nuestra materia de estudio. El enfo- tados, de manera general, acatan las normas de
que que comprende a la sociedad mundial esta- conducta en razón de factores de coerción y
blece que la investigación de las relaciones es el amenaza, combinados con cierto sentido de
campo común de todo estudio conductual, cual- obligación moral. Estos "realistas políticos" se
quiera que sea el nivel. La insuficiencia de to- preguntan por qué existe una minoría que no
das las conjeturas implícitas y no declaradas en acata dichas normas y cómo se puede lograr que
torno a las relaciones es la que ha limitado el se someta. Por el contrario, en el nivel de los
valor explicativo y predictivo de los estudios an- cimientos, ... se estima que el comportamiento
teriores. La literatura es, en sí, un desplegado de no social es predominante .. . En la mayoría de
incesantes referencias a factores de agresividad, los estados industriales desarrollados, sólo el
adquisición, miedo, diferencias raciales, com- veinte por ciento de los actos delictivos se re-
promisos religiosos e ideológicos, y a huestes gistran. Así, a los hechos criminales que no se
enteras de nociones diversas. Sin embargo, no registran se sumarl las prácticas legales de aque-
existe prueba alguna de que las relaciones se llos que aprovechan los sistemas económicos
analicen o se comprendan. Nuevamente se re- y financieros en su búsqueda de jugosas fortu-
curre a la teoría y a la política, sobre la ley y nas, lo cual causa más sufrimiento humano que
el orden, la coerción natural y sobrenatural y el el que provocan numerosos hechos delictivos .
poder como medios de control de la conducta. No existe diferencia alguna entre esta situación
Aparentemente, a las relaciones conductuales y la que se vive en el ámbito internacional. La
humanas se les trata como si fueran creación de pregunta que se plantean quienes ocupan el
las instituciones sociales; además, en el medio nivel de jos cimientos es ¿por qué la minoría
político los valores humanos se subordinan a de ciudadanos o unidades socialmente motiva-
las necesidades institucionales, lo cual da ori- dos no ejerce actos de violencia contra los de-
gen a relaciones sociales conflictivas. Lo que se más? En tanto que dentro del nivel superficial
precisa actualmente en todo nivel de las cien- el principal foco de atención se circunscribe al
cias de la conducta, de toda cultura, es un nue- comportamiento agresivo, tanto personal como
vo examen de las hipótesis básicas: cuál es nacional, en el nivel de los cimientos se pres-
realmente la naturaleza de las relaciones. Den·· ta más atención al comportamiento coopera-
tro del ámbito de las relaciones internacionales, tivo en su calidad de fenómeno excepcional e
134 Un desafío al paradigma realista
hacíamos referencia al inicio del párrafo dicta las que detentan la autoridad. En la sociedad
que las políticas coercitivas dan como resulta- mundial actual, se aprecia un hecho rotundo:
do el refrenamiento o disuasión. En Gran Bre- siempre que se vislumbra una amenaza contra
taña, la sentencia promedio de encarcelamiento los valores fundamentales, no existe poder coer-
en 1971 era 28 por ciento más larga que en citivo, ni incluso poder mayoritario alguno, que
1961, pero aparentemente no hubo efectos po- pueda contener a minorías relativamente peque-
sitivos. La amenaza y la coerción no han lo- ñas. En la época presente, se exige que la autori-
grado demostrar su eficacia como factores de dad se haga acreedora de un apoyo legítimo, en
disuasión en la educación, en las relaciones in- detrimento de una posición legal únicamente
dustriales ni en las comunales. Esta es la posición preservada por el poder. Este principio se apli-
empírica. En el nivel interestados, la coercibn ca a todos los niveles sociales ...
impuesta mediante victorias de guerra, disposi- La sociedad industrial moderna tiende a la
ciones judiciales, o por la presión de expectativas destrucción y no a la construcción de relacio-
asociadas con la mediación y la conciliación, nes. Los desarrollos tecnológicos precisan de
carece de eficacia. En todos los niveles, gene- cambios drásticos, tanto de ocupación como
ralmente se reacciona ante el fracaso adminis- de ámbitos vitales. Se genera una total ausen-
trando una nueva dosis de la misma medicina, y cia de identidad o de relación personalizada
nunca se reconoce que, probablemente, el aná- con una industria monopolizada, con una gran
lisis fue erróneo desde un inicio. Cuando "la ley compañía o con el grueso de la sociedad repre-
y el orden" fracasan, se incrementa el grado de sentada por el recaudador de impuestos. Los
coerción. empleados no logran una identificación con las
Cabe abundar un poco más en este problema grandes empresas cuyos directivos son para
de la disuasión; examinemos las razones teóricas ellos tan sólo una serie de nombres en la placa
por las cuales la disuasión no logra su propósi- de la entrada. En términos de intercambio, no
to de refrenamiento, así como las condiciones existe motivación alguna para cumplir con las
que engendran el comportamiento social. He reglas. En ausencia de normas debidamente in-
ahí el meollo del problema de la conducta inte- corporadas, el ciudadano simple y sencillamente
gradora, a cuya solución se ha dedicado el es- no cubre tarifas ni paga por las mercancías que
tudio de las relaciones internacionales. Desde adquiere a menos que se le exija de manera cIa-
el punto de vista del nivel superficial, todo com- ra. Dicha situación está destinada a empeorar, a
portamiento que afrenta a la "ley y al orden" se medida que crezca la sociedad industrial y ad-
hace acreedor de varias denominaciones: anar- quiera un anonimato más contundente. El "in-
quía, permisividad, subversión, o incluso de- truso", el "desquiciado", el "paria", todos son
generación moral. Cuando la autoridad legal integrantes de una subcultura en continuo au-
resiente el desafío, en función de las anteriores mento . . .
denominaciones se justifica el empleo de me- El individuo, al haberse desviado así del ca-
dios coercitivos para hacer valer la ley y el or- mino, al no haber observado fielmente las nor-
den contra el conflicto flagrante o contra el mas impuestas por la sociedad, es sometido a
latente . .En aquellos casos en que la autoridad una forma de castigo o de satisfacción negati-
está en la mayoría, la coerción se justifica con vo. El castigo -incluso el físico- que inflige
base en principios democráticos y en la preser- un padre, forma parte normal del contexto de
vación de la ley y el orden. No obstante, ese una relación. No es el daño físico el que provo-
llamado a la demociacia, a la ley y al orden no ca efectos reales. Dentro de un sistema de rela-
es sino una evidente racionalización, dado que ciones, el castigo físico o de cualquier índole
cuando es la minoría la que se encarga de pre- es un medio para comunicar la censura. El ele-
servar la "ley y el orden" no existe ni una vaga mento en juego es la relación misma, y con
sombra de democracia que justifique la coer- objeto de preservarla el niño debe aprender a
ción. En Sudáfrica y en Rodesia son las minorías someterse, en caso necesario .. . No obstante, el
136 Un desafío al paradigma realista
castigo aplicado por un padre, un maestro o una suposición de que las relaciones son una suma
autoridad con la cual no hay una relación entra- en ceros, es totalmente falsa, o no existe nada
ñable se apoya por completo en el dolor físico que se pueda llevar a cabo para evitar relacio-
o en la privación sufrida; el organismo huma- nes conflictivas. En resumen, no existen res-
no cuenta con la capacidad mental y física para puestas para la problemática del conflicto, salvo
sobreponerse en tales circunstancias. Precisa- la violencia o la supresión de la misma median-
mente esta forma de castigo -escindida de toda te la violencia empleada por terceros.
relación entrañable- es la que infligen cortes, De hecho, es éste el punto de vista contempo-
autoridades y sociedad; sin embargo, fracasa en ráneo en cuanto a la organización social, tanto
su tentativa de encauzar la conducta hacia la di- en el plano nacional como en el internacional:
rección deseada. Por el contrario, la reacción cuando el orden y la ley fracasan, surge la de-
conductual consiste generalmente en perjudicar sesperación porque aparentemente no se puede
a la persona o a la propiedad de ese padre, maes- recurrir a ninguna otra alternativa que no sea
tro, autoridad o sociedad en cuanto se presen- el refuerzo de la coerción y la escalada del con-
ta la oportunidad. . . flicto. No se experimenta satisfacción alguna al
Si este análisis es válido, se deduce que los manifestar únicamente que se debe dar una re-
medios tradicionales de lealtad a la autoridad y generación de las relaciones mediante la edu-
de cumplimiento de las normas por ella estable- cación, la planificación urbana, las medidas
cida -es decir, los elementos tradicionales de sociales y las normas y los procedimientos le-
disuasión- se derrotan a sí mismos . . . gales modificados en razón de las circunstancias.
¿Será posible aplicar dicho análisis a un nivel La aplicación práctica de todas estas instancias
de sistemas mucho más elevado? Por ejemplo, requiere de mucho tiempo, y en todo caso, es
¿a Rodesia, Sudáfrica, Irlanda del Norte, a los tal la naturaleza de la sociedad industrial y de
estados tribales o a Japón bajo sus circunstan- las relaciones internacionales que no importa
cias imperialistas? Quizá no sea posible fomen- cuál sea el logro de dichas medidas, pues éste
tar una conducta que se apegue estrictamente será probablemente superado por una mayor
a las normas del resto de la sociedad mundial destrucción de las relaciones. Entonces, ¿cuál
mediante un simple impulso de relaciones de es la alternativa que se puede constituir en in-
estima; lo que sí resulta obvio es que la conducta fluencia de controlo de organización de cual-
inaceptable no se puede refrenar valiéndose de quier sociedad, si la coerción resulta ineficaz y
sanciones o de otros medios coercitivos. Un si las relaciones de estima no conllevan el sufi-
Cons~jo de ?eguridad pertrechado de arm:upen- ciente peso para inducir al cumplimiento de
to habría constituido un instrumento ineficien- normas legales y sociales que , bajo otras con-
te y por demás riesgoso; un gobierno mundial diciones, serían inaceptables? ¿Sobre cuál base
que ostentara el monopolio del poder equival- se puede llegar a un acuerdo en la Guerra del
dría a un régimen colonial bajo la amenaza cons- Bacalao, o cómo se puede lograr una concerta-
tante de un movimiento de independencia. ción entre las comunidades de Chipre y de Ir-
Por tanto, en el nivel superficial bulle el si- landa del Norte, o cómo hacer que las partes
guiente dilema intelectual y práctico: bajo la su- contendientes del Medio Oriente convivan en
posición de que las relaciones son una suma paz?
en ceros, y de que la gente agresiva tiene muy La respuesta a esta interrogante tiene dos as-
escasos valores que compartir, resulta indispen- pectos, uno analítico y otro referente a proce-
sable la determinación de un tercero, respal- dimientos.
dado por la coerción, para evitar un conflicto En el nivel de los cimientos, tanto las prue-
o una contienda bélica. La coerción, empero bas teóricas como las empíricas sugieren que las
-inclusive la coerción implícita que ejerce la relaciones humanas en todos los niveles no son
mediación-, carece de eficacia y, por lo gene- las simples sumas resueltas que se solían aso-
ral. resulta inaceptable. En consecuencia, o la ciar con la lucha por la apropiación de recursos
¿Relaciones internacionales o sociedad mundial? 137
escasos y con la agresividad que acompaña a di- muy fácilmente con otro que esté ligado a la
cha pugna. La escasez en sí misma no es la fuen- ocupación de una alta posición estratégica, si-
te del conflicto. Por el contrario, es la razón de tuación que en la práctica puede engendrar con-
la conducta integradora. Precisamente esa esca- diciones de inseguridad. Por tanto. el conflicto
sez de recursos, y la imperiosa necesidad de ex- involucra también una definición de valores.
traer el máximo beneficio y aprovechamiento Además, hay algunos costos de adquisición que
de los mismos, es la que ha conducido a la es- conviene tomar en cuenta, particularmente la
pecialización y a las relaciones de intercambio perdida de otros valores. El cálculo de costos
con base en costos comparativos. La escasez se relaciona indefectiblemente con las percep-
crea comunidades. Anivel internacional, un país ciones de la conducta y los valores de otros. En
ampliamente dotado de recursos que posee la consecuencia, las relaciones conflictivas son tí-
capacidad de producir todo a menor costo en picamente, potencialmente y verdaderamente
términos de mano de obra y de capital en com- alteradoras y alterables en el transcurso de la in-
paración con otras naciones, puede favorecer teracción de prioridades, redefiniciones, costos
más aún su posición mediante el intercambio y percepciones. En este sentido, el conflicto re-
de algunos productos con esas otras naciones. presenta una relación esencialmente subjetiva,
La escasez es una influencia de carácter integra- para la cual esa noción de suma en ceros que
dor; la distribución de recursos escasos puede postula el nivel superficial en cuanto a una pug-
ser, por el contrario, fuente de conflictos. Gal- na objetiva por un recurso escaso carece de
tung, de manera implícita, adopta este punto de signficado.
vista al señalar que la violencia ejercida en con- Apartir del aspecto analítico previamente ci-
tra de un individuo o de un grupo se mide en tado, se deriva el aspecto de procedimientos de
función de la brecha existente entre el desarro- la respuesta a la interrogante: ¿cómo se puede
llo real y el desarrollo potencial que se da den- obtener la conducta integradora ante la ausen-
tro de los límites de lo posible: esa brecha cia de normas impuestas a tal efecto? Procura-
inevitable engendrada por la insuficiencia de re- mos lograr relaciones que no precisen de un
cursos no es sinónimo de violencia. La zona pro- apoyo coercitivo. Aquellas relaciones que no re-
blemática consiste en la distribución, no en la quieren de apoyo alguno son las de intercam-
escasez; en la privación relativa, y no en la priva- bio, a partir de las cuales se obtienen beneficios
ción misma. De lo anterior se desprende que los mutuos -es decir, relaciones esencialmente
procesos que determinan la distribución de re- funcionales que encuentran su origen en la or-
cursos constituyen también una fuente de con- ganización de una insuficiencia de recursos para
flicto, motivo por el cual la participación y la la satisfacción de una demanda infinita. Por de-
legitimación representan importantes conside- finición, dichas relaciones funcionales se aso-
raciones de conducta. Al centrar la atención en cian con procesos participativos de toma de
la distribución de los recursos, y no en la esca- decisiones: las relaciones funcionales de inter-
sez de éstos, el área de interés es la de los valo- cambio son de índole recíproca, e involucran
res no materiales: seguridad, participación, libre una toma de decisiones voluntaria por parte de
albedrío, etc. El conflicto involucra una larga las partes interesadas.
serie de valores, entre los cuales se incluyen los Tracemos un eje vertical sobre el cual poda-
no materiales. Probablemente los valores son un mos trazar puntos entre los productos de rela-
elemento común, es decir, son reflejo de necesi- ciones de suma positiva y de suma en ceros, y
dades universales -fisiológicas, sociales y polí- otro eje horizontal en el cual podamos marcar
ticas. Las prioridades de valor, empero, difieren puntos intermedios entre una contienda bélica
en culturas y circunstancias distintas. Por otra v formas inferiores de coerción, tales como COI1-
parte, se confunden con las tácticas. Un valor éiliaciones judiciales y procesos de arbitraje y
vinculado con la seguridad se puede confundir de cooperación. [véase la figura 5.1 - Ed.]
138 Un desafío al paradigma realista
manifiesta desde políticas tributarias hasta el las transformaciones y los ajustes necesarios sin
apoyo de autoridades carentes de legitimación, desafiada mediante ordenamientos de preser-
crea estructuras que sólo pueden existir bajo un vación, ni intervenciones y agresiones en el
sistema de amenazas o de poder. La interven- nombre de normas legales o de la ley y el orden.
ción constructiva, ejemplificada por una capa-
citación renovada de la mano de obra, o por la
promoción de un cambio político y social de REFERENCIAS
índole tal que establezca la legitimación ince-
sante de la autoridad, crea estructuras que se BURTON, J. W. 1968. Systems, Sta tes, Diplo-
mantienen por sus propios méritos. Probable- macy and Rules. Cambridge: Cambridge
mente, la clave que afanosamente buscamos University Press.
radique en los procesos que permitan la conse- _ _ _ 1969. Conflict and Communica-
cución de estos objetivos; procesos mediante tion. Nueva York: Macmillan y Free Press
los cuales el conflicto se transforme de una pre- (Prensa Libre).
sunta relación de suma en ceros, en una rela- GALTUNG, JOHAN. 1969. Violencia, Paz y Pro-
ción real, positiva y que efectivamente aporte curación de la Paz. journaI of Peace Re-
soluciones a los problemas. En estas líneas se search, Vol. 7, no. 3.: 167-191.
plantea el siguente mensaje: apoyemos a la so- WOLFERS, A. 1962. Discord and Collabora-
ciedad mundial para que evolucione dentro del tion. Baltimore: Johns Hopkins University
cauce dictado por las necesidades humanas y Press.
por las condiciones ambientales, y promovamos
16. Matiz a la Morgenthau:
pruebas recientes para una
añeja tesis de política
internacional cuantitativa *
JOHN A. V ASQUEZ
En la última década, varios eruditos han criti- KUHN Y LA TESIS DEL "MATIZ
cado el paradigma dominante en la investigación A LA MORGENTHAU"
de las relaciones internacionales. Son dos los
principales argumentos de crítica que se han En la segunda edición de The Strueture olSeien-
asestado en contra de los defensores del cambio t¡fie Revolutions, Kuhn define al paradigma
paradigmático: primero, no han desmostrado como un modelo que establece una serie de pos-
claramente el predominio de un paradigma es- tulados o premisas fundamentales para crear una
pecífico y, segundo, no han presentado a la luz imagen del mundo que el estudioso analiza. Por
pública ningún estudio basado en datos que de- lo general, un paradigma dominante se susten-
muestre la obsolescencia de los postulados o ta en un trabaj o único que obtiene éxito sin
premisas fundamentales dentro de la disciplina. precedentes, de modo tal que se convierte en
El presente ensayo tiene como fin hacer frente modelo de análisis científico dentro de una dis-
a las críticas antes mencionadas, mediante un ciplina en particular. El comportamiento erudito
análisis sistemático de lo que se ha dado en lla- en este periodo, que Kuhn denomina ciencia
mar la tesis del "matiz a la Morgenthau ", es de- normal, se caracteriza por una estructuración
cir, la afirmación de que el paradigma realista ha exhaustiva del paradigma con el fin de elaborar
predominado en las relaciones internacionales teorías, reunir hechos que el paradigma haya de-
cuantitativas y ho ha logrado, hasta este momen- clarado como trascendentales para comprender
to, explicar el esquema de conducta de manera la "realidad" y emplearlos para comprobar hipó-
adecuada.
• El presente artículo surgi ó com o r esultado
de mi col ab o raci ó n co n Jo hn H andelman, Mi-
Reimpreso del British ¡oumal 0llntem a tio- c hae l O 'Leary y William Coplin en : 'Colo r Ir
I/{/f Sl//(fies. ') (l l r9) . pp . 2 10-2 2H . co n autori · Morgenthau : A Data-Based Assessment o f Quanti-
zación de Butterworth Sci entific Ltd . No tas al tati ve Intern ati o n al Relati o ns Research ' (lnterna-
calce suprimidas. ti o nal Stucli es Assoc iatio n , m ar zo de 19 7:'».
140
Matiz a la Morgenthau 141
tesis. Los paradigmas se ven desplazados cuan- este propósito, ni siquiera de manera indirecta, resulta
do surgen una o varias anomalías que éstos no trivial.
pueden esclarecer. Las anomalías provocan una
crisis en el campo de estudio, y el malogro de Con el fin de determinar si los estudiosos de
la actividad normal de investigación. Entonces las relaciones internacionales'cuantitativas acep-
hacen acto de presencia una serie de paradigmas tan tales, premisas, se llevará a cabo un análisis
rivales; finalmente, aquel paradigma que logra de contenido de las variables presentes en sus
explicar la(s) anomalía(s) prevalece, y el proce- bancos de datos e hipótesis de investigación. Se
so se repite. elaboró un esquema de codificación .. . median-
La tesis del "matiz a la Morgenthau" se vale te la selección de indicadores para cada uno de
de Kuhn para asentar dos afirmaciones. La pri- los tres postulados.
mera de ellas se refiere a que la investigación La primera parte del esquema de codificación
en el campo de las relaciones internacionales, tal enumera todos los posibles actores que un es-
como se practica en los EE.UU. , ha evolucio- tudioso de la relaciones internacionales anali-
nado en calidad de ciencia siguiendo las pautas zaría. Si, por ejemplo, una variable se refiere
sugeridas por Kuhn, y actualmente se ubica en exclusivamente a naciones, haciendo caso omi-
una etapa de ciencia normal que abarca todas las so de cualquier otro tipo de actor, entonces . ..
actividades principales del ramo (elaboración de se le adopta como prueba de la aceptación de
teorías, recopilación de datos e investigación) las dos primeras hipótesis realistas. Lo anterior
bajo la guía del paradigma realista. La segunda es válido, puesto que es razonable esperar que
afirmación señala que el fracaso de la investiga- una variable fundamentada en tales postulados
ción conductual de la década de 1960 en la pro- tienda a centrar su atención principal en las nacio-
ducción de hallazgos contundentes representa nes, e ignore a otros actores. En consecuencia,
una anomalá que desafía a la creencia de que si una variable apunta a cualquier otro actor, o
el paradigma realista puede explicar el compor- a la nación pero en combinación con actores
tamiento de manera fidedigna. ajenos a la nación, el trabajo se considera co-
mo prueba de rechazo de las dos primeras pre-
misas del paradigma realista.
DISEÑO DE LA INVESTIGACiÓN Con el fin de dilucidar si la tercera premisa
de naturaleza crítica es aceptada, se debe exa-
Operacionalización del paradigma minar si la variable recalca el estudio de la hicha
realista por el poder y la paz. Si dicha variable emplea uno
de los siguientes tópicos de investigación: con-
flicto-cooperación, alianzas, poder (incluyendo
Es faclible trazar un diseño operacional del características geográfico político económicas
paradigma realista mediante una reconsidera- y socioculturales), aislacionismo-intervención
ción de los postulados fundamentales que plan- en asuntos mundiales, integración, propaganda
tea acerca del mundo: . y supranacionalismo, entonces se concluye que
acepta el terce postulado del paradigma realista.
l . Las naciones-estado, o quienes toman las decisio- Se adoptaron estos puntos centrales como
nes en su nombre, son los actores más importantes indicadores, por que un análisis de texto y conte-
en la compresión de las relaciones internacionales.
nido de Politics among Nations, de Morgenthau,
2. Existe una distinción tajante entre política interna
y relaciones internacionales. reveló que todos ellos eran temas importantes
3. Las relaciones internacionales son la lucha por el de investigación . ..
poder y la paz. El propósito de la disciplina es com- Para poder determinar si una hipótesis Sl.:
prender cómo y por qu é se gasta dicha pugna . guiaba por premisas realistas, todas sus \'ariables
y proponer mecanismos ele regulación de la mis- debían tener códigos de actor y de (ópico asen-
ma. Toda investigación que no se relacione con tados bajo el rubro de realistas en desqueroa de
142 Un desafío al paradigma realista
criterio es válido, dado que si se logran refutar 4. Las proposiciones centrales del paradigma realis-
de manera congruente las hipótesis planteadas ta deben permitir la generación de hipótesis que
por un paradigma, sería insensato declarar que superen toda prueba de refutación.
éste efectivamente generaba conocimiento. 5. Aquellas hipótesis realistas que no logren ser re-
No obstante, se podría argumentar el crite- futadas deberán tener importancia ..:ientífica.
rio de exactitud per se constituye una prueba
carente de toda validez, ya que las hipótesis re- . . . Aunque las tres proposiciones son absolu-
futadas podrían consistir principalmente en ar- tamente explícitas, omiten la norma de éxito
gumentos no esenciale!;, que no representaran q le se empleará en los exámenes. ¿Cuántas hi-
realmente el "núcleo" o el "meollo" de la pers- pótesis, por ejemplo, deben superar la refuta-
pectiva del paradigma. Con el fin de contemplar ción? Esta interrogante es fundamental, puesto
tal posibilidad, se ha introducido un segundo que el índice de éxito de un paradigma, estaría
criterio, denominado criterio de lo central. És- en función no sólo de la validez de éste sino
te dicta que sólo las hipótesis centrales de un también de la sofisticación metodológica gene-
paradigma deben superar tada refutación. Tal ral del campo de estudio. Por tanto, podría no
criterio, amalgamado con el primero, es plena- considerarse válido el establecimiento de una
mente válido, dado que si ni las proposiciones norma fija. Para poder hacer frente a esta pro-
esenciales ni las no eseciales de un paradigma blemática, el índice de éxito de aquellf~ hipóte-
superan la prueba de refutación, ¿entonces en sis que acepten los tres postulados realistas se
qué sentido cumple el paradigma su promesa comparará con el de las otras que rechacen una
de erigirse en guía suficiente para la investiga- o más de los premisas. Mediante este procedi-
ción? miento, es factible hacer la inferencia de que los
Pese a todo, algunos estudiosos podrían afir- exámenes de hipótesis reflejan de manera válida
mar que, aun cuando un paradigma no lograra la suficiencia de un paradigma, y no la habili-
satisfacer el criterio de exactitud ni el criterio dad metodológica de la disciplina o de un in-
de lo central, de todas maneras poseería el va- vestigador en particular.
lor suficiente como guía de investigaCión si ge- El motivo principal de dicha conclusión es
nerara algunos "destellos de sabiduría". Con por demás sencillo, y no se presta a polémicas.
objeto de contemplar esta otra posibilidad, se Se puede presuponer que variará el grado en
ha introducido el criterio de importancia cien- que las hipótesis realistas incluidas en la mues-
tífica. Éste sostiene que la hipótesis q'ue han tra examinen de manera adecuada las premisas
logrado aprobar los exámenes empíricos no de- teóricas del paradigma; es decir que algunas de
ben ser obvias, pero sí comportar significación ellas se deducirán, medirán, verificarán, etc.,
teórica para la construcción de la ciencia de la con toda suficiencia, y otras no. Del mismo mo-
disciplina que nos ocupa. Por supuesto, si un do, se podría presuponer que también. variará
paradigma dado fracasa en el cumplimiento tanto la calidad de aquellas hipótesis que rechazan una
de este criterio como de los dos anteriormente o más de las premisas realistas. Lo único que se
citados, será casi imposible afirmar que efecti- necesita para hacer la inferencia en cuanto a la
vamente genera conocimiento y que cubre su suficiencia paradigmática es que la calidad de
objetivo principal. los exámenes de hipótesis en torno a hallazgos
A fin de determinar el grado en que el para- realistas y no realistas sea relativamente igual;
digma realista satisface fehacientemente los tres es decir, que la proporción de exámenes no rea-
criterios de suficiencia paradigmática, se some- listas insuficientes equivalga a la proporción de
terán a prueba las siguientes proposiciones: exámenes realistas insuficientes . . . Así, si los
resultados de los exámenes revelarán una osten-
3. El paradigma realista debe permitir la generación sible diferencia entre el desempeño de las hi-
de hipótesis que superen toda prueba de refuta- pótesis que aceptan los postulados realistas y
ción. . el de aquéllas que no las aceptan. resultaría con-
144 Un desafío al paradigma realista
gruente inferir que la exactitud de las hipóte- medir este criterio, se elaboraron dos índices, el
sis tuvo mucho que ver en los resultados de la índice de poder predictivo (A) y el (B), mismos
prueba. que se reproducen en la tablas 5.1 y 5.2. Am-
A partir de todo lo anterior, debe quedar fir- bos índices establecen sus categorías con base
memente asentado que lo único que este diseño en la cuadratura de "correlaciones" (como en
de verificación puede indagar es el éxito relati- la variación ya explicada), y se emplean exclu-
vo de aceptar o de rechazar po tu lados realistas. sivamente en mediciones de asociación que va-
No posee la capacidad de evaluar el desempeño rian de 0.00 a 1.00. El IP(A) incluye todos los
de paradigmas alternativos específicos, tales co- hallazgos que no tienen significación estadís-
mo el marxismo o el idealismo; tampoco puede tica, sin importar cuán elevadas sean sus medi-
valorizar el desempeño de teorías realistas, esen- ciones de asociación en la categoría 1O(es decir
ciales y específicas. Sin embargo, no es preciso muy deficientes). Las otras categorías del IP(A)
que cumpla tales funciones para verificar la afir- incluyen solamente aquellas "correlaciones"
mación de suficiencia de la tesis del "matiz a la que fueron (i) mayores que .33 y significativas
Morgenthau" . al nivel .05, o (ii) mayores que .33 pero que fue-
Antes de poder examinar tales proposicio- ron divulgadas sin un examen de significación.
nes, es necesario operacionalizar y dar la justa La única diferencia existente entre el IP(B) Yel
medida a la frase "superar la refutación" . Se pue- IP(A) radica en que el (B) cuenta con cuatro ca-
de decir que una hipótesis ha superado la refu- tegorías en la escala. En este caso, los hallazgos
tación en la medida en que, al ser examinada carentes de significación se ubican en la cate-
mediante estadísticas inductivas y descriptivas, goría 25 .
demuestre poseer significación estadística y El hecho de que los índices de poder pre-
una contundente media de asociación. Para dictivo Ay B ofrezcan o no una medición válida
IP(A)
Categoría Significación Rango de mediciones
IP(B)
Categoría Significación Rango de mediciones
y conveniente depende del propósito para el las relaciones internacionales cuantitativas, lle-
cual fueron creados. En el presente análisis, los gó a la conclusión de que aproximadamente tres
índices se emplean como un medio de interpre- cuartas partes de los datos disponibles en el
tación de la exactitud de las predicciones que Archivo de Relaciones Internacionales del ICPR,
ofrecen las hipótesis. El concretrarse a decir consisten en fragmentos de información que
que una hipótesis dada ha sido "corroborada" se pueden emplear como Indicadores realistas
o "no corroborada" -como se ha hecho en (realistas = 1 236 (74.9%), no realistas = 414
otros análisis que someten a revisión un nutrido (25.1 %)). Por otra parte, la disposición de catego-
número de hallazgos- provoca la pérdida de un rías de las variables específicas de la muestra ...
enorme caudal de información, además de que da fe de que aproximadamente dos terceras par-
con suma frecuencia tal dictamen resulta insu- tes de los datos archivados son indicadores de
ficiente como medición confiable, ya que no se los dos conceptos centrales del paradigma rea-
especifican las normas empleadas para determi- lista: poder nacional y conflicto-cooperación
nar la "corroboración" . Por otra parte, la repe- entre naciones. Por supuesto, ninguno de los
tición del hallazgo real no daría un alto grado de dos hallazgos logra refutar la posición número
interpretación, y se convertiría en un proceso 1; en consecuencia, es factible concluir que el
extenuante. Los índices de poder predictivo A paradigma realista efectivamente guió la obten-
y B pretenden encontrar el equilibrio entre un ción de datos en la disciplina durante las déca-
suministro demasiado abundante y uno dema- das de 1950 y 1960. Pese a que los hallazgos
siado insuficiente de información, y ofrecer si- demuestran que se puede emplear una respeta-
multáneamene una medición confiable. ble cantidad de datos para verificar hipótesis
El diseño de investigación que se ha estable- realistas, está por verse si en la práctica los in-
cido para verificar la afirmación de suficiencia vestigadores han hecho tal uso de los datos a
paradigmática es sumamente estricto. Si efecti- su disposición.
vamente la tesis del "matiz a la Morgenthau" re- Los exámenes realizados en torno a la pro-
sulta correcta, se espera que aquellas hipótesis posición de que el paradigma realista ha servi-
que rechacen una o más de las tres premisas rea- do de guía a las actividades de investigación de
listas fundamentales, tenderán a una mejor ac- los estudiosos de las relaciones internacionales
tuación en cuanto a los criterios de exactitud cuantitativas, arrojaron como resultado que éstos
y de importancia científica que aquellas otras han dedicado sus esfuerzos de manera abruma-
hipótesis que acepten todos los postulados rea- dora a la verificación de hipótesis realistas. De
listas. Además, si la tesis del "Matiz a la Morgent- un total de 7 827 hipótesis, el 92.9 por ciento
hau" es correcta, se espera que la hipótesis no (7 275) son de carácter realista, y sólo el 7.1 por
centrales aprueben con mucha mayor facilidad ciento (552) difiere del esquema realista. El ci-
los exámenes empíricos que las hipótesis rea- tado hallazgo demuestra que se analizan con
listas centrales. Pese a que la tesis del "matiz mucha mayor frecuencia los datos concernien-
a la Morgenthau" hace estas predicciones, las tes a indicadores realistas que aquéllos ajenos
expectativas que permean en la disciplina son a éstos.
totalmente contrarias. Por ende, los hallazgos Las tablas 6-8 1 demuestran que, de entre to-
deben arrojar algunas pruebas contundentes pa- dos los indicadores e hipótesis realistas que se
ra decidir sobre una afirmación polémica. podría estudiar, los centrales son los que reciben
atención preponderante. Los exámenes en cues-
tión muestran: 1) que el poder nacional es la va-
lOS HALLAZGOS riable independiente que se emplea de manera
más repetida, y constituye casi el setenta por con un 83 .1 por ciento (432) de las hipótesis no
ciento de todas las variables independientes en realistas. Por lo que respecta a las categorías su-
uso; 2) que el conflicto-cooperación entre na- periores de 75 y 100, sólo e12.2 por ciento de
ciones es la variable dependiente empleada con las hipótesis realistas logran incluirse en ellas
mayor frecuenccia, y constituye casi el sesenta (es decir, no resultan estadísticamente insigni-
por ciento de todas las variables dependientes ficantes, y presentan mediciones de asociación
en uso; y finalmente ... que la hipótesis verifi- de por lo menos .72), en contraste con un 4.6
cada con mayor frecuencia en esta disciplina es porciento de las no realistas. Tales hallazgos in-
aquélla que emplea el poder nacional para es- dican que el paradigma realista no ha gozado de
clarecer el conflicto-cooperación entre nacio- un rotundo éxito en la aprobación de exáme-
nes (41.7% de las hipótesis). De manera muy nes empíricos. Aunque no se puede esperar un
clara, todos los hallazgos confirman que la pro- éxito inmediato, tampoco sería de esperar que
posición número 2 ha superado toda refutación, se refutara más del noventa por ciento de una
y que el paradigma realista ha servido de guía en cifra mayor a 7 000 hipótesis realistas. Finalmen-
la labores de investigación de la disciplina du- te, el hecho de que aquellas hipótesis que recha-
rante las décadas de 1950 y 1960. zaron una o más de las premisas realistas hayan
Todas las pruebas antes mencionadas respal- aprobado con mucho mayor éxito los exáme-
dan la afirmación de predominio de la tesis del nes empíricos, provoca serias dudas en cuanto
"matiz a la Morgenthau". Las pruebas repito, de- a la exactitud del paradigma realista. Se puede
muestran que la recopilación de datos no es un llegar a la conclusión de que ... el paradigma
proceso al azar, sino que dedica sus principales realista no ha logrado satisfacer el criterio de
esfuerzos a recabar indicadores realistas, y con- exactitud.
fiere atención especial a los conceptos centra- La proposición número 4 aplica el criterio de
les del paradigma realista. Por otra parte, las lo central, que dicta que sólo es necesario que
pruebas ponen al descubierto que la verificación las proposiciones centrales del paradigma realista
de hipótesis dentro de la disciplina no ha sido superen en toda refutación, con objeto de que
tampoco un proceso al azar, sino que se ha es- éste sea declarado suficiente. El análisis de con-
merado decididamente en la verificación de hi- tenido y de texto de Polities among Nations,
pótesis realistas. reveló que la proposición central de la citada
Asimismo, la tesis del "matiz a la Morgen- obra estribada en la tentativa de esclarecer el
thau" manifiesta que el paradigma realista no conflicto-cooperación entre naciones mediante
ha logrado explicar adecuadamente el compor- el empleo del poder nacional. El examen de dF
tamiento internacional. . . . La proposición nú- cha proposición separa a esta hipótesis y a su
mero 3 aplica el criterio de exactitud, el cual contraria de todas las demás contenidas en la
dicta que aquellas hipótesis que aceptan los tres muestra .. . las dos hipótesis centrales constitu:
postulados fundamentales del paradigma realista yen el 41.1 por ciento de la muestra. Valién-
deben tender a superar toda refutación con ma- donos de la medición IP(A), de naturaleza má$
yor frecuencia que aquéllas otras que rechazan precisa, se puede apreciar que el HY 1 (pode~
una o más de los postulados realistas. Mediante nacional en correlación con el conflicto-coop~i'
el IP(B), el examen de la proposición 3 señala ración entre naciones) es más deficiente, pue .
que aunque ni las hipótesis realistas ni las no el 91.7 por ciento de sus resultados entran e~)
realistas logran esclarecer el comportamiento la categoría 10 (es decir, o son estadísticamen·'1
de manera suficiente, las hipótesis no realistas te insignificantes, o poseen una medición de·
son más eficaces al respecto. Del total de 7 158 asociación inferior a .33). Si se combinan 1,:
hipótesis realistas, el 93 .1 por ciento (6 661) en- categorías 10 Y20, entonces se refuta por com-
tran en la categoría 25 (es decir resultan esta- pleto el 98.2 por ciento de las pruebas del HY . '1
dísticamente insignificantes y/o sus mediciones Tampoco sirve de gran apoyo el relacionar lO \
de asociación son inferiores al .50), en contraste conceptos de manera inversa (HY 2), dado qP,;
Matiz a la Morgenthau 147
el 95 .1 por ciento de estas hipótesis entran en realista no ha logrado satisfacer el criterio de im-
las categorías 10 Y20. Un análisis de las catego- portancia científica.
rías superiores de 70 y 71 + , confirma el hallaz-
go referido. Ei HY 1 produce sólo cuatro de un
total de 2 994 exámenes en dichas categoría:;, CONCLUSiÓN: ¿CUÁL ES EL
y el HY 2, por su parte, sólo uno de un total CAMINO A SEGUIR?
de 162 .
Tales resultados difícilmente pueden alentar El fracaso del paradigma realista en cuanto a la
al paradigma realista. Una comparación con las satisfación de los tres criterios de suficiencia
"otras" hipótesis sometidas a prueba en el cam- plantea una anomalía que compete a la discipli-
po de estudio demuestra que las hipótesis cen- na esclarecer. El empleo del análisis cuantitativo
trales del paradigma realista son superadas por con objeto de verificar ciertos aspectos del pa-
aquellas no centrales o no realistas . . . Por ea- radigma realista, mismo que surgió en 1956 y
de, es factible concluir que. . . el paradigma rea- que logró su plena evolución hacia mediados
lista no ha logrado satisfacer el criterio de 10 de la década de 1960, no ha generado un con-
central. siderable caudal de conocimiento, pese a que
La proposición número 5 aplica el criterio de ha exigido un esfuerzo monumental. La disci-
importancia científica, el cual establece que aque- plina no ha logrado "rebasar los límites de la
llas hipótesis realistas que superaron la prueba conjetura", como se anhelaba. La interrogante
de refutación deben generar hallazgos que no que se impone es: ¿por qué? La respuesta la da la
sean obvios pero que sí tengan significación teó- tesis del "matiz a la Morgenthau", al sugerir que
rica para la construcción de una ciencia de las la perspectiva del mundo que ofrece el paradig-
relaciones internacionales. Afin de verificar tal ma realista es incorrecta. No obstante, existe un
proposición las 181 hipótesis realistas y no rea- serie de explicaciones ad hac que compiten en-
listas que se incorporaron a las categorías 75 y tre sí, y que deben ser evaluadas antes de extraer
100 del IP(B) se separaron de la muestra total una conclusión definitiva.
y fueron clasificadas como triviales, o no trivia- Existen, repito, seis explicaciones ad hac que
les. Dado el escaso número de casos y a los pro- se pueden ofrecer para justificar los hallazgos de
blemas para medir la "trivialidad", los resultados los exámenes previamente citados: a) dichos
de esta prueba deben interpretarse con suma hallazgos eran de esperarse en virtud de la bre-
precaución. No obstante, el examen demuestra vísima vida de la disciplina como tal; b) los ha-
q~e las hipótesis no realistas han obtenido ma- llazgos son producto del carácter bivariado de
y.or éxito, relativamente, que sus contrapartes gran parte de las hipótesis bajo verificación, y
r~alistas en la producción de hallazgos de im- a medida que se sometan a examen relaciones de
portancia científica. Aproximadamente dos ter- mayor complejidad, se incrementará el índice
c:~ras partes (69.5%) de los hallazgos realistas de éxito del paradigma realista; c) los hallazgos
fu.eron declarados como triviales, en contraste podrían ser el resultado de la imprecisión de un
Gon poco más de la mitad (54.2%) de las hi- enorme artículo que se incluyó en la muestra;
pótesis no realistas. Este resultado sugiere que d) los hallazgos son producto de las estadísticas
la aceptación de los postulados realistas, más específicas que se emplearon; e) los hallazgos
que su rechazo, no produce hallazgos de mayor dan fe de que el análisis cuantitativo, y no el
1!Pportancia científica a la larga. En otras pala- paradigma realista; es insuficiente, Dlos hallaz-
v.Jas, no es factible afirmar que, pese al pobre gos reproducen errores de cálculo de los ar-
d~s<;mpeño del paradigma realista en lo que res- tículos que aportaron la muestra .
~.cta a los dos primeros criterios, sus postulados Tres de las referidas explicaciones ad hac
podrían producir resultados más importantes fueron sometidas a verificación y refutadas: se
g\;1e aquéllos de otro paradigma que los recha- trata de aquéllas que atribuyeron los hallazgos a
~~a. Se puede concluir de que . .. el paradigma los efectos del carácter bivariado de las hipótesis
148 Un desafío al paradigma realista
(Tau e de Kendall = 0.04), al tamaño del artícu- realistas que con las realistas; y b) elude todo
lo (Tau e de Kendall = -0.05), ya las estadísticas argumento epistemológico realizado en COntra
que se utilizaron (Tau e de Kendall = 0.03). Ca- del método tradicional en el transcurso de la úl-
da una de las tres explicaciones ad hoc restantes tima década. Por ende, queda rechazada.
presentan problemas conceptuales que impiden La estrategia de investigación que implican
su cabal verificación. Se refutó aquélla que atri- las explicaciones ad hoc relativas a la breve exis-
buía los hallazgos a la breve existencia de la dis- tencia de la disciplina y al error de cálculo, ma-
ciplina como tal (Tau e de Kendall = 0.019); sin nifiesta que la anomalía es sólo temporal, y que
embargo, como se pudo argumentar que todo a medida que la disciplina desarrolle mayor so-
el periodo anterior 1970 era incipiente, se de- fisticación metodológica, mejorará el número
claró que el examen no era concluyente. Aun de hallazgos. La ventaja que ofrece dicha estra-
que tal explicación es plausible, llegará el mo- tegia es que permite a los estudiosos seguir cons-
mento en que quienes se apeguen a ella deban truyendo sobre la base del trabajo previamente
especificar que ha culminado el periodo inci- realizado . ...
piente; de otro modo, jamás se podrá refutar la La estrategia de investigación implícita en
susodicha explicación. La explicación ad hoc la tesis del "matiz a la Morgenthau" dicta que
que manifiesta que el análisis cuantitativo es se debería introducir una mayor diversidad para-
insuficiente constituye fundamentalmente una digmática en la disciplina. En consecuencia, se
afirrl1ación filosófica imposible de verificar con debe consagrar atención especial a: a) desarro-
exactitud, puesto que precisamente la materia llar nuevos paradigmas; b) enunciar claramente
del debate es la esencia misma de la verificación. y elaborar paradigma ya existentes, tales como
Finalmente, la explicación ad hoc que establece el marxismo y las relaciones transnacionales; y
el error de cálculo o medición plantea un proble- c) recopilar datos y llevar a cabo investigación
ma de lógica. Cada uno de los hallazgos de in- en torno a hipótesis que se desprendan de los
vestigación es: o un producto del diseño de nuevos paradigmas. No será sino hasta que se
investigación, o "realidad" . No hay análisis con- proceda de esa manera cuando se podrá evaluar
cluyente alguno que determine el origen res- la suficiencia de los paradigmas rivales . A me-
ponsable de un hallazgo. Aunque la susodicha nos que se impulse dicho esfuerzo, los segui-
explicación goza de cierto crédito, a menos que dores del paradigma realista invariablemente
sus seguidores se muestren dispuestos a espe- afirmarán que, pese a su pobre desempeño, no
cificar cuándo aceptarán hallazgos nulos como hay un rival que lo pueda sustituir.
prueba legítima será imposible refutarla .. Cabe aclarar que las estrategias de investiga-
Pese a que las últimas tres explicaciones ad ción que sugieren tanto las dos explicaciones
hoc no pueden verificarse de manera directa, to- ad hoc como la tesis del "matiz a la Morgen-
das ellas implican estrategias de investigación thau" no se excluyen mutuamente .. ..
futuras que se pueden evaluar y comparar con la Acausa de las diversas explicaciones ad hoc,
estrategia de investigación que ofrece la tesis del el análisis presente no puede dictaminar una
"matiz a la Morgenthau". La estrategia de inves- evaluación definitiva en torno a la suficiencia del
tigación implícita en la explicación ad hoc re- paradigma realista. No obstante, ha logrado sus:
ferente a la insuficiencia del método cuantitativo citar las siguientes interrogantes al respecto: si
sugiere que el paradigma realista no presenta la perspectiva del mundo que expone el paradig-
ningún error de carácter fundamental, y que la ma realista es correcta, o válida como guía hacia
disciplina debería retornar a los métodos tradi- la comprensión, ¿por qué tantas de las hipótesis
cionales de análisis que prevalecieron antes de trazadas con base en dicha perspectiva han si-
la revolución conductivista. Tal recomendación, do refutadas de manera congruente? Si el punto
empero, conlleva los siguientes obstáculos: a) de vista del paradigma realista es inequívoco,
no logra explicar por qué el método "defec- ¿por qué se han refutado con menor frecuencia,
tuoso" obtuvo mayor éxito con las hipótesis no proporcionalmente, aquellas hipótesis que han
Matiz a la Morgentbau 149
rechazado la perspectiva que aquél plantea? Si ofrece el paradigma realista, ¿cuál es el motivo
la perspectiva del paradigma realista es correcta, de que éste sólo haya generado 48 hallazgos de
¿por qué las proposiciones real!s,tas centrales importancia científica de entre un total de 7 158
....-ampliamente elaboradas y venfteadas- han hipótesis realistas sometidas a verificación des-
sido refutadas de manera consistente? Finalmen- de el año de 1956?, , ,
te, si no hay error alguno en la perspectiva que
17. Fuerzas sociales, estados y
órdenes mundiales: más allá de la teoría
de las relaciones internacionales
ROBERT W. Cox
origen, pues siempre es factible descubrirla en surja dentro de su territorio. La fuerza del en-
una toma de conciencia de ciertos problemas foque de resolución de problemas radica en su
y asuntos, una problemática, condicionada por habilidad para establecer límites o parámetros
factores históricos, mientras que simultánea- en un área problemática, y para reducir la ex-
mente hace un intento por trascender a esa par- posición de un problema en particular a un nú-
ticularidad de sus orígenes históricos con objeto mero limitado de variables que sean susceptibles
de ubicarlos dentro de la estructura de una se- a un examen relativamente estrecho y preciso.
fie de proposiciones generales o de leyes. El postulado de ceteris paribus, en el cual se fun-
Apartir de dicha problemática, la teoría pue- damenta este tipo de teorización, permite llegar
de obrar en favor de dos propósitos concretos. a la enunciación de leyes o de métodos que apa-
Uno de ellos se reduce a una reacción senciiia rentemente tienen validez general pero que, por
y directa: fungir como guía en la resolución de supuesto, entrañan par~metros institucionales
aquellos problemas planteados dentro de los tér- y de relaciones presupuestos en el enfoque de
minos de la perspectiva específica que sirvió resolución de problemas
de punto de partida. El otro arroja un aspecto de El propósito número dos conduce a la teo-
mavor reflexión sobre el proceso mismo de teo- ría crítica. Ésta es crítica en el sentido de que
riz;íción: cobrar cabal conciencia de la perspec- se aparta del orden mundial prevaleciente, y tra-
tiva que da origen a la teorización, y de la relación ta de dilucidar el modo en que dicho orden se
que guarda dicha perspectiva con otras de su produjo. La teoría crítica, a diferencia de la de
especie (formarse una perspectiva de las pers- resolución de problemas, no da por sentadas las
pectivas); y, por otra parte, abrir la posibilidad instituciones ni las relaciones sociales y de poder;
de elegir una perspectiva distinta y válida, a par- por el contrario, las cuestiona y se ocupa de
tir de la cual la problemática se enfoque a crear estudiar sus orígenes y la posibilidad de que en-
un mundo alternativo. Cada uno de estos pro- traran en un proceso de cambio, y cómo. Este
pósitOS propicia el surgimiento de un tipo dife- enfoque se encamina hacia una evaluación del
rente de teoría. marco mismo de acción o de la problemática,
El primer propósito da origen a la teoría de elementos que la teoría de resolución de proble-
resolución de problemas. Como marco de ac- mas acepta como parámetros. La teoría crítica
ción, toma al mundo tal como lo encuentra, con se dirige al complejo social y político como un
todas las relaciones sociales y de poder preva- todo, sin dividirlo ni fragmentarlo. Por razones
lecientes, así como con aquellas instituciones de práctica, la teoría crítica, al igual que la de
en torno a las cuales se han organizado las pri- resolución de problemas, aborda cierto aspec-
meras. El objetivo general de la resolución de to o esfera particular de la actividad humana
problemas es lograr que las citadas relaciones como punto de partida. No obstante, mientras
e instituciones colaboren sin obstáculos, me- que la teoría de resolución de problemas indu-
diante un tratamiento efectivo de las fuerzas ce a una mayor subdivisión analítica, y a una
específicas de desequilibrio. Dado que no se delimitación del asunto a tratar, el enfoque crí-
cuestiona el patrón general de instituciones y tico lleva a la construcción de un cuadro más
relaciones, se pueden considerar los problemas extenso de la situación total, en el cual ese as-
en particular de acuerdo con los vínculos que pecto que se contempló en un inicio es sólo un
mantienen con las áreas de actividad especiali- componente más, )' procura entender los proce-
zadas en las que se presentan. De tal manera, sos de cambio en los que participan tanto las
las teorías de resolución de problemas se ven partes y como el todo.
fragmentadas en múltiples aspectos e esferas de La teoría crítica es teoría de la historia, en el
acción, cada una de las cuales adopta un cierto sentido de que no sólo se ocupa del pasado si-
grado de estabilidad en las otras esferas (lo cual no también de un proceso continuo de cambio
Its permite ser ignoradas en la práctica) cada vez histórico. La teoría de resolución de problemas,
que tiene que hacer frente a algún problema que por el contrario, no es histórica, es decir, es
152 Un desafío al paradigma realista
ajena a la historia puesto que, en efecto, postu- vador y no su utilidad como guías de acción.
la un presente continuo (la permanencia de las La teoría de resolución de problemas tiende a
instituciones y de las relaciones de poder que ignorar este tipo de crítica, considerándola irre-
constituyen sus parámetros). La fortaleza de la levante a sus propósitos y, en todo caso, mani-
una implica la deficiencia de la otra. La teoría festando que no se aparta de sus aplicaciones
crítica, en tanto que aborda una realidad cambian- prácticas. La teoría de resolución de proble-
te, debe ajustar perpetuamente sus conceptos mas enarbola sus afirmaciones considerando
a ese elemento en transformación que pretender su mayor grado de precisión y, en la medida
comprender y esclarecer. Tales conceptos, y los en que otorga reconocimiento a la teoría crí-
métodos consiguientes de investigación, pare- tica, desafía la posibilidad de lograr cualquier
cen carecer de la precisión que puede alcanzar conocimiento científico de los procesos histó-
la teoría de resolución de problemas, dado que ricos.
ésta postula un orden fijo como punto de refe- Por supuesto, la teoría crítica no se encuentra
rencia. Sin embargo esta fortaleza relativa de al margen de los problemas que enfrenta el mun-
la teoría de resolución de problemas se funda- do real. Sus objetivos son tan prácticos como
menta en una premisa falsa, puesto que el orden aquéllos de la teoría de resolución de proble-
social y político no es un elemento fijo, sino mas, pero su enfoque de la práctica se desprende
cambiante -al menos en una perspectiva a largo de una perspectiva que trasciende a aquella del
plazo. Por otra parte, esa premisa de estabilidad orden existente, misma que su contraparte adop-
no es sólo una conveniencia de método, sino ta como punto de partida. La teoría crítica per-.
además un sesgo ideológico. De acuerdo con mite una elección normativa en favor de un
la perspectiva más amplia de la teoría crítica, se orden político y social distinto del prevalecien-
puede representar a las teorías de resolución te, pero limita la gama de elección a algunos.
de problemas como servidoras de intereses na- órdenes alternativos que representan transfor;
cionales, sectoriales o clasistas en particular, maciones factibles del mundo existente. Por
mismos que gozan de una posición por demás ende, uno de los objetivos primordiales de la'
cómodo dentro del orden dado. De hecho, el teoría crítica es el de esclarecer este rango de'
propósito al que sirve la teoría de resolución alternativas posibles. De este modo, la teoría.
de problemas es de carácter conservador, pues- crítica comporta un elemento utópico, en el sen-
to que pretende resolver los problemas que sur- tido de que puede dar forma a un cuadro co-
gen en diversas partes de un todo complejo, con herente de un orden alternativo, pero su ide<\1
objeto de allanar el funcionamiento da ese to- utópica se ve refrenada por su comprensión de .
do. Este propósito desmiente en cierto 'grado los procesos históricos. Se ve obligada a recha-
aquello que suele afirmar la teoría de resolución zar toda alternativa improbable, del mismo modq .
de problemas, es decir, que carece de valores. que rechaza la permanencia del orden existen-;
Desde un punto de vista metodológico, efecti- te. Así, la teoría crítica puede servir de guía pa-)
vamente carece de valores, en el sentido de que ra la acción estratégica en la producción de un,
confiere el tratamiento de objetos a las varia- orden alternativo, en tanto que la teoría de reO )
bles que somete a consideración (del mismo solución de problemas funge como guía de ac
modo que el químico trata a las moléculas, o el ciones tácticas que, de manera intencional 0 \
físico a las fuerzas y el movimiento); sin embar- no, preservan al orden existente.
go, se encuentra estrechamente vinculada a los Las perspectivas que ofrecen distintos periq~
valores, en virtud de que acepta de manera im- dos históricos favorecen a uno u otro tipo del
plícita el orden prevaleciente como su propio teoría. Los periodos de aparente estabilidad o in-'
marco de acción. La teoría crítica, en sí, contie- movilidad en las relaciones de poder favorecen.;
ne algunas teorías de resolución de problemas, al enfoque de resolución de problemas. Ejem-!
pero en forma de ideologías identificables, lo plo característico de lo anterior es el periodo
que señala sus consecuencias de orden conser- de la Guerra Fría. En el ámbito de las relacio-.
Fuerzas sociales, estados y órdenes mundiales 153
nes internacionales, éste propició la concentra- renacentista, mismas que marcaron el surgimiento de
ción en los problemas sobre la forma de mane- una toma de conciencia de los intereses específicos
jar una relación aparentemente perdurable entre de los estados en particular, absolutamente distinta de
qos superpotencias. Sin embargo, una condición las normas generales propagadas por la institución que
de incertidumbre dentro de las relaciones de ejercía el predominio ideológico en :a sociedad me-
poder obra en favor de la teoría crítica, a medida dieval, es decir, la iglesia cristiana. La interpretación
que la gente intenta a~imilar, las oportunid.ad~s y que ofrece Meinecke de la raison d'état -al percibir
los riesgos del cambio. ASI, los acontecimien- las doctrinas y principios subyacentes en la conducción
toS acaecidos en la década de 1970 generaron de los estados como una reacción hacia circunstan-
una especie de mayor fluidez en las relaciones chs históricas específicas- representa una contri-
de poder, de crisis multifacética, cruzando el bución en pro de la teoría crítica. Otros estudiosos
umbral de la incertidumbre y abriendo la oportu- vinculados a la tradición realista, por ejemplo E. H.
nidad de un nuevo desarrollo de la teoría crítica, Caer y Ludwig Dehio, se han encargado de prolongar
enfocado a los problemas del orden mundial. Una este modo histórico de pensamiento, delineando las
exposición razonada de posibles órdenes mun- configuraciones especiales de fuerzas que establecie-
diales futuros, empero, requiere de la extensión ron el marco de conducta internacional en distintos
de nuestra investigación más allá de las relacio- periodos y tratando de comprender a las institucio-
nes internacionales de índole convencional, de nes, teorías y acontecimientos dentro de sus contex-
modo tal que abarque los procesos básicos que tos históricos.
0peran en el desarrollo de las fuerzas sociales Desde la época de la Segunda Guerra Mun-
y de las formas de estado, así como en la estruc- dial, algunos estudiosos norteamericanos, entre
tura de la economía política mundial. Ese, al los cuales destacan Hans Morgenthau y Kenneth
11).enos, constituye el argumento central del pre- Waltz, han transformado al realismo en una es-
sente ensayo. pecie de teoría de resolución de problemas. Pe-
se a su extraordinaria formación en el terreno
histórico, han mostrado cierta propensión a
REALISMO, MARXISMO, Y , adoptar la perspectiva no histórica del marco
PlANTEAMIENTO DE UNA TEORIA de acción característico de la teoría de resolu-
~,~íTICA DEL ORDEN MUNDIAL ción de problemas, en vez de alejarse del citado
marco, como lo ha hecho E. H. Carr, y confe-
Generalmente, las corrientes teóricas que inclu- rirle un tratamiento de producto histórico y, por
~en trabajos altamente sofisticados comparten ende, susceptible al cambio. No es ningún ac-
algunas de las características tanto de la teoría cidente que dicha tendencia teórica coincidiera
ae resolución de problemas como de la crítica, con la Guerra Fría, misma que impuso la cate-
pero propenden a subrayar la importancia de goría de bipolaridad a las relaciones internacio-
uno de los enfoques en detrimento del otro. En nales, a la par con una preocupación realmente
é:5ras líneas, se someten a consideración dos co- abrumadora por la defensa del poderío nortea-
l. .
Fl.'l~ntes que han planteado argumentos funda- mericano, en su calidad de baluarte de la pre-
ij}entales acerca de las relaciones entre estados servación del orden.
)'¡ .,qe los órdenes mundiales -el realismo y el La forma generalizada del marco de acción
marxismo-, como introducción a un desarro- postulado por este nuevo realismo norteameri-
~º, tentativo del enfoque crítico. cano (que desde este momento denominaremos
') ' La teoría realista de las relaciones internacio- neorrealismo, es decir, la forma ideológica ex-
p.aJes se creó a partir de un modo histórico de traída del marco histórico real establecido por
pensamiento. En su estudio relativo a la raison la Guerra Fría) se caracteriza por tres niveles,
í¡fé.tat, Friedrich Meinecke marca sus orígenes cada uno de los cuales se puede comprender en
w..,1a teoría política de Maquiavelo y en la diplo- términos de aquello que los filósofos clásicos
¡, ¡¡cia ejercida por las ciudades-estado de la Italia llamarían substancias o esencias, es decir, subs-
] <;4 Un desafío al paradigma realista
Vico señaló una alternativa que ofrecía la posi- llamar ciencia social, era el de compilar un "dic-
bilidad de trascender tal oposición de conceptos cionario mental", o un grupo de conceptos co-
mutuamente excluyentes: según Vico, no se de- munes que permitieran comprender el proceso
bía considerar la naturaleza del hombre y de las de "historia eterna ideal", o aquellos factores
instituciones humanas (entre las cuales incluía más generalizados y frecuentes en la secuencia
al estado y al sistema interestados) en función de de cambios experimentados por la naturaleza
substancias inmutables, sino de una creación humana y por las instituciones. El error que
continua de formas nuevas. En el seno de esa Vico censuró como el "engreimiento de los
dualidad de la continuidad y el cambio, donde eruditos" -de aquellos que presumen que "lo
el neorrealismo otorga especial énfasis a la con- que saben es tan viejo como el mundo" - con-
tinuidad, la perspectiva viciana, por el contra- siste en adoptar una forma de pensamiento que
rio, recalca el aspecto del cambio. Parafraseando se origina en una fase particular de la historia
a Vico, " . . .ciertamente, este mundo de nacio- (y por ende, en una estructura particular de las
nes ha sido creado por el hombre; por ende, su relaciones sociales) y proponerla como válida
aspecto debe estar basado en las modificacio- a nivel universal. Este es un error del neorrea-
nes que se registran en nuestra propia mente lismo y, de manera más amplia, constituye el
humana" . basamento escindido de la teoría de resolución
Este enunciado no se debe considerar como de problemas. Por supuesto, no niega la utilidad
exponente del idealismo radical (es decir, que práctica de las teorías del neorrealismo y de re-
el mundo es una creación de la mente). Según solución de problemas dentro de sus límites
Vico, las formas eternamente cambiantes de la ideológicos. El enfoque viciano, en contraste,
mente se configuraron en el complejo de las re- es el mismo de la teoría crítica.
laciones sociales, en cuyo génesis la lucha de ¿Cómo se relaciona el marxismo con este mé-
clases desempeño el papel principal, del mismo todo o enfoque de una teoría del orden mundial?
modo que posteriormente expondría Marx. Sin En primer lugar, resulta imposible considerar al
embargo, la mente es el eslabón que une al pre- marxismo como una sola corriente de pensa-
sente con el pasado, un medio de acceso al co- miento sin que ello implique un grave riesgo de
nocimiento de estos modos cambiantes de la confusión. Para nuestro objetivo, es indispen-
realidad social. La naturaleza humana (las mo- sable trazar distinciones entre dos corrientes
dificaciones experimentadas por la mente) y las marxistas divergentes, análogas a la bifurcación
instituciones humanas son idénticas a la histo- que se dio entre el viejo y el nuevo realismo.
ria humana; se les debe entender en términos Existe un marxismo de razonamiento histórico
genéticos, y no en términos esencialistas (como que pretende explicar y a la vez promover C:m1-
en el neorrealismo) o en términos teleológicos bias en las relaciones sociales; sin embargo,
(como en el funcionalismo). Siguiendo esta pers- existe otro marxismo, concebido como una es-
pectiva viciana, no se puede abstraer adecuada- tructura de análisis del estado y de la sociedad
mente al hombre y al estado de la historia, con capitalista, que da la espalda a todo conocimien-
el fin de definir sus substancias o esencias co- to histórico y que abriga una conceptualización
mo previas a la historia, pues esta última es un de carácter más estático y abstracto en torno a
simple registro de las manifestaciones interac- las formas de producción. Ala primera corrien-
tuantes de dichas substancias. Un estudio ca- te la podemos llamar por el nombre con el que
bal de los asuntos humanos debe tener la capa- se dio a conocer: materialismo histórico, que ha
cidad de revelar la coherencia de las mentes y quedado patente en la obra histórica de Marx,
de las instituciones características de las distin- en la de los historiadores marxistas actuales, co-
tas eras, así como el proceso mediante el cual mo Eric Hobsbawm, así como en el pensamien-
un patrón coherente -mismo que podemos de- to de Gramsci. También ha ejercido influencia
nominar estructura histórica- reemplaza a otro. entre algunos que no podrían ser considerados
El proyecto de Vico, que actualmente podríamos (o que no se considerarían a sí mismos) como
156 Un desafío al paradigma realista
marxistas en un sentido estricto, tales como nu- tica representa el potencial de medios alterna-
merosos historiadores franceses relacionados tivos de desarrollo que surgen de la confronta-
con los Annales. La segunda corriente está re- ción entre fuerzas sociales opuestas dentro de
presentada por el llamado marxismo estructural un marco histórico específico.
de Althusser y Poulantzas (y digo "llamado" pa- Tanto el realismo como el materialismo his-
ra establecer una diferencia entre el empleo que tórico centran la atención en el conflicto. El
éstos hacen del término "estructura" y el con- neorrealismo considera que el conflicto es inhe-
cepto de estructura histórica descrito en este en- rente a la condición humana, un factor cons-
sayo), que con suma frecuencia adopta la forma tante que emana directamente de la esencia de
de una exégesis del Capital y de otros elemen- ambición de poder de la naturaleza humana y
tos sagrados. El marxismo estructural comparte que adopta la forma política de una continua
algunas de las características del enfoque neo- reorganización del poder entre los jugadores
rrealista de solución de problemas, entre las que de un poker de suma en ceros, que siempre se
destaca su epistemología esencialista y ajena a juega de acuerdo con sus propias reglas innatas.
la historia, pero no su precisión en el manejo Por su parte, el materialismo histórico conside-
de datos ni su capacidad de aplicación práctica ra al conflicto como el proceso de recreación
a problemas concretos, porque en gran medi- continua de la naturaleza humana, y la forma-
da se ha limitado a analizar conceptos abstrac- ción de nuevos patrones de relaciones sociales
tos. Hasta este punto, la corriente en cuestión que cambian las reglas del juego y a partir de
carece de importancia para nosotros. Sin em- las cuales se puede esperar que surjan nuevas
bargo, el materialismo histórico constituye una formas de conflicto -esto siempre y cuando
fuente primordial de teoría crítica, y plantea el materialismo histórico guarde fidelidad a su
cuatro correcciones fundamentales al neorrea- propia lógica y método. En otras palabras, el
lismo. neorrealismo considera que el conflicto es la
La primera concierne a la dialéctica -térmi- consecuencia recurrente de una estructura con-
no que, al igual que el de marxismo, se ha adop- tinua, en tanto que el materialismo histórico
tado para expresar una variedad de significados lo considera la posible causa de un cambio es-
no siempre compatibles, por lo que su empleo tructural.
exige ciertas definiciones. En el presente con- En segundo lugar, por su enfoque en torno
texto, se utiliza en dos niveles: el nivel de la ló- al imperialismo, el materialismo histórico agre-
gica y el nivel de la historia real. En el nivel ga una dimensión vertical del poder a la dimen-
de la lógica, significa un diálogo que pretente sión horizontal de rivalidad entre los estados
encontrar la verdad mediante la exploración más poderosos, factor que atrae la atención ca-
de contradicciones. Uno de los aspectos de és- si exclusiva del neorrealísmo. Dicha dimensión
te se refiere a la continua confrontación de con- comporta el predominio y la subordinación de
ceptos con la realidad a la que supuestamente la metrópolis por encima de la provincia, del
deben representar, así COIliO su adaptación a centro sobre la periferia, en el entorno de la eco-
la dicha realidad a medida que cambia. Otro as- nomía política mundial.
pecto -parte integrante del método de ajuste En tercer lugar, el materialismo histórico ex-
de conceptos- es el conocimiento de que cada tiende la perspectiva realista a través de su in-
afirmación acerca de la realidad contiene su terés en la relación que guardan el estado y la
opuesto de manera implícita, y que tanto afir- sociedad civil. Los marxistas, al igual que los no
mación como opuesto no se excluyen entre sí, marxistas, se dividen entre aquellos que consi-
sino que comparten cierto grado de la verdad deran al estado como la mera expresión de los
que buscan; una verdad que, cabe señalar, se intereses particulares dentro de una sociedad
encuentra en perpetuo movimiento, ya la que civil y aquellos que lo consideran como una
jamás se le debe encapsular en una forma defi- fuerza autónollp que expresa cierto tipo de in-
nitiva. En el nivel de la historia real , la dialéc- terés general. Este, para los marxistas, sería el
Fuerzas sociales, estados y órdenes mundiales 157
interés general del capitalismo, distinto de los proceso de producción y a las reltl.ciones de
intereses particulares de los capitalistas. Gramsci poder inherentes al mismo como un elemento
estableció un contraste entre el materialismo his- dado del interés nacional y, por ende, como par-
tórico -que reconoce la eficacia de las fuentes te integrante de sus parámetros. El materialis-
éticas y culturales de la acción política (aunque mo histórico, por su parte, muestra sensibilidad
siempre las relaciona con la esfera económica- a aquellas posibilidades dialécticas de cambio
y aquello que denominó economismo histórico, dentro del ámbito de producción que pudiesen
o la reducción de todo a intereses tecnológicos afectar a las demás esferas, como las del estado
y materiales. En los Estados Unidos, la teoría y el orden mundial.
neorrealista ha vuelto a la relación entre estado Este debate ha seleccionado dos tipos de teo-
y sociedad civil, aunque a ésta última le ha con- rización, como previos a la propuesta de un en-
ferido el trato de freno al estado y de limitante foque crítico de una teorí2 del orden mundial.
impuesta por intereses particulares sobre la rai- Cabe repetir en este punto algunas de las pre-
son d'état , misma que se concibe y se define misas básicas para tal teoría crítica:
como independiente a la sociedad civil. Según
el pensamiento de Gramsci, el sentido de una
relación recíproca entre estructura (relaciones 1. la conciencia de que la acción jamás se da de ma-
nera absolutamente desvinculada, sino que se
económicas) y superestructura (la esfera ético- lleva a cabo dentro del marco de acción que cons-
política) contiene el potencial necesario para tituye su problemática. La teoría crítica partiría
considerar los complejos estado/sociedad como de dicho marco, lo cual significaría abordar desde
entidades constitutivas de un orden mundial, y un inicio la investigación histórica o una evalua-
para explorar las formas históricas específica.; ción de la experiencia humana que da origen a
adoptadas por dichos complejos. la necesidad de contar con una teoría;
Cuarto punto: el materialismo histórico con- 2. el percatarse de que la problemática no sólo con-
ceptúa al proceso de producción como un ele- figura a la acción, sino también a la teoría. La teo-
mento crítico en el esclarecimiento de la actitud ría crítica ha cobrado plena conciencia de su propia
histórica específica adoptada por un complejo realidad; sin embargo, mediante esta toma de con-
estado/sociedad. La producción de bienes y ser- ciencia, puede alcanzar una perspectiva más am-
vicios que da origen tanto a la riqueza de la plia del tiempo y adoptar una postura menos
sociedad como a un fundamento para que el es- relativa que aquélla de la teoría de resolución
tado cuente con la capacidad de movilizar al po- de problemas. Sabe que la labor de teorización
der en el trasfondo de su política exterior, se jamás puede concluir en un sistema cerrado, si-
lleva a cabo mediante una relación de poder en- no que debe empezar continuamente desde un
tre aquellos que controlan y aquellos que eje- principio;
cutan las lahores de producción. El conflicto 3. el marco de acción se transforma con el tiempo,
político y el proceder del estado preservan, y una de las metas principales de la teoría crítica
o provocan cambios en, estas relaciones de po- es comprender esos cambios;
4. el referido marco posee la forma de una estruc-
der en torno a la producción. El materialismo tura histórica, una combinación específica de pa-
histórico analiza los vínculos entre poder den- trones de pensamiento, condiciones materiales
tro de la producción, poder dentro del estado e instituciones humanas que guarda cierta cohe-
y poder dentro de las relaciones internaciona- rencia entre sus elementos. Tales estructuras no
les. En contraste, el neorrealismo ha ignorado determinan los actos de los pueblos en un senti-
virtualmente el proceso de producción. He aquí do mecánico, sino que integran el contexto de
el punto en que se ha de distinguir de manera hábitos, presiones, expectativas y limitaciones
preclara el sesgo hacia la teoría de resolución dentro del cual se verifican las acciones;
de problemas que muestra el neorrealismo del 5. no se debe vislumbrar al marco o a la estructura
enfoque crítico del materialismo histórico. De dentro de los cuales se registra la acción desde
forma implícita, el neorrealismo considera al el ángulo superior, en términos de requisitos ne-
158 Un desafío al paradigma realista
cesarios para su equilibrio o reproducción (he- perpetuar tanto hábitos como expectativas de
cho que nos haría retroceder de inmediato a la conducta. Como ejemplo de significados inter-
resolución de problemas), sino desde el ángulo subjetivos en la política mundial contemporánea
inferior o incluso desde el exterior, en términos podemos citar las nociones de que los pueblos
de los conflictos que surgen en su seno, y abrir son organizados y regidos por estados que de-
la posibilidad de su transformación. tentan autoridad sobre territorios definidos; de
que los estados se relacionan entre sí a través
MARCOS DE ACCiÓN: ESTRUCTURAS de representantes diplomáticos, lo cual obra en
HISTÓRICAS favor del interés común de todos los estados;
y de que se deben dar por sentados ciertos tipos
En un sentido de abstracción máxima, la noción de comportamiento cada vez que surgen con-
de marco de acción o de estructura histórica es flictos entre estados, tales como negociación,
la representación de una configuración especí- confrontación o guerra. Estas nociones, aunque
fica de fuerzas. Tal configuración no determina han perdurado durante largos periodos, tienen
las acciones de ninguna manera directa o mecá- un condicionamiento histórico. No siempre se
nica, sino que impone presiones y frenos . Los han representado las realidades de la política
individuos y los grupos pueden adaptarse a las mundial en Hel apego a este modelo, y es posi-
presiones, o resistirse y rechazarlas por comple- ble que tampoco se les represente así en el futu-
to, pero jamás podrán ignorarlas. En la medida ro . De hecho, es factible rastrear los orígenes de
en que ofrecen resistencia eficaz a una estruc- dichas ideas y detectar, a la vez, señales de de-
tura histórica prevaleciente, apuntalan sus actos bilitamiento por parte de algunas de ellas.
mediante una configuración de fuerza alterna- El otro tipo de ideas que compete a una es-
tiva y naciente, es decir, con una estructura tructura histórica se refiere a imágenes colecti-
rival. vas de un orden sqcial detentado por distintos
Dentro de una estructura interactuan tres ca- grupos de gente. Estas difieren en cuanto a la
tegorías de fuef7,AS (expresadas como potenciales): naturaleza y la legitimidad de las relaciones de
capacidades materiales, ideas e instituciones. No poder prevalecientes, a los significados de jus-
es necesario asumir un determinismo unilateral ticia y bienestar público, etc., etc. En tanto que
entre éstas tres; se puede presuponer que las re- los significados intersubjetivos se difunden am-
laciones son de carácter recíproco. ¿Cuál será pliamente por todos los confines de una estruc-
el camino que adopten estas líneas de fuerza? tura histórica específica y constituyen el terreno
He ahí un cuestionamiento histórico al que só- común de la disertación social (incluido el con-
lo podrá responder un estudio cabal del caso flicto), las imágenes colectivas pueden ser nume-
en particular. rosas y opuestas. El choque de imágenes colec-
Las capacidades materiales represe!ltan po- tivas rivales es prueba del potencial de caminos
tenciales productivos y destructivos. Estos, en alternativos de desarrollo, y plantea interrogan-
su forma dinámica, existen como capacidades tes concernientes a la posible base material e
tecnológicas y organizativas, yen sus formas acu- institucional para el surgimiento de una estruc-
muladas, como recursos naturales susceptibles tura alternativa.
de transformación mediante la tecnología, como La institucionalización es un medio de estabi-
concentraciones de equipo (por ejemplo, indus- lización y de perpetuación de un orden en parti-
trias y armamentos) y como la riqueza que pue- cular. Las instituciones son el reflejo de las rela-
de disponer de los anteriores. ciones de poder que prevalecían en el momento
De manera general, las ideas se pueden cla- de su origen y, por lo menos en un principio,
sificar en dos tipos. El primero, que consiste tienden a promover imágenes colectivas con-
en significados intersubjetivos, o sea, aquellas gruentes con dichas relaciones de poder. Con
nociones compartidas con respecto a la natu- el tiempo, las instituciones cobran vida propia;
raleza de las relaciones sociales que tienden a pueden convertirse en campo de batalla de ten-
Fuerzas sociales, estados y órdenes mundiales 159
de Vietnam y del Watergate, como una maldición que pesaría sobre la organización po-
lítica norteamericana. Irónicamente con el tiempo, el citado análisis de Wolfers provo-
có que la mayoría de los científicos políticos abandonaran el concepto, justamente cuando
el análisis realizado por Morgenthau ofrecía una exposición intelectual razonada para
que los políticos lo acogieran sin reservas. Aunque los estudiosos han desarrollado otros
conceptos tendientes a explicar la política exterior, ninguno que se pueda emplear para
elaborar y evaluar la política exterior ha logrado aceptación general. El concepto que
presenta una relación más estrecha es el de intereses de clase, puesto que comparten
muchos de los mismos problemas conceptuales. Evidentemente, la necesidad de nue-
vos conceptos que permitan evaluar la política prevalece como uno de los mayores de-
safíos a los que debe enfrentarse la disciplina.
Durante las décadas de 1950 y 1960, los partidarios del behaviorismo centraron sus
esfuerzos en cuestiones empíricas, ignorando hasta cierto punto aquéllas tocantes ex-
clusivamente a la política. Snyder, Bruck y Sapin introdujeron en 1954 el enfoque de
toma de decisiones en este campo de actividades. En vez de realizar un intento de dedu-
cción de la política exterior de un país con base en su interés nacional, estos autores
dieron especial énfasis a la necesidad de tratar de esclarecer la política exterior median-
te un análisis de los factores que influyen en los funcionarios al tomar una decisión
en particular.
No obstante, el estudio de la toma de decisiones en política exterior ofrece un cami-
no escabroso, ya que generalmente el proceso permanece inaccesible a la observación
por parte de los investigadores, y con frecuencia secreto. Para superar este obstáculo, se
empleó la simulación como una tentativa por demás innovadora. En sus inicios, la simu-
lación se valía de individuos que desempeñaban un papel dado dentro de un "juego",
donde se pretendía que las reglas y los procedimientos representaran la "realidad" de
la política mundial. Los estudiosos suelen emplear la simulación con desempeño de dis-
tintos papeles, muy al estilo en que los psicólogos sociales utilizan los experimentos,
y examinan hipótesis específicas mediante la observación del modo en que los jugado-
res o actores de características distintas se conducen dentro del juego. Harold Guetz-
kow introdujo esta técnica a la disciplina hacia fines de la década de 1950, y creó junto
con otros colegas la simulación internaciones.
Sin embargo, un proceso de simulación incluye algo más que un simple procedimiento
de prueba de hipótesis. Las normas que constituyen el juego y los "programas" que
se emplean para determinar las consecuencias de las decisiones integran una teoría del
funcionamiento de la política mundial. En el artículo que.se condensa en este libro, Guetz-
kow y Valadez examinan hasta qué punto esa teoría subyacente de la simulación es una
representación válida de la "realidad", y reconsideran algunos de los hallazgos sobre
el efecto que las características personales tienen en la toma de decisiones dentro de la
política exterior. Pese a que el artículo se ocupa exclusivamente de uco de los aspec-
tos de la investigación, el1ector tiene la posibilidad de percatarse de los alcances y del
rigor de uno de los proyectos primordiales de la disciplina. Las simulaciones con desem-
peño de papeles que se llevaban a cabo en un principio dieron origen a otras totalmente
computarizadas, que a su vez han servido de base para el empleo de la inteligencia artificial
en la reproducción de decisiones de política exterior.
Dado que la toma de decisiones involucra a la psicología cognoscitiva y social, es
obvio que la ciencia política tiene mucho que aprender de la investigación en dicha área.
La obra de Robert Jervis (1976) se ha colocado a la vanguardia en la integración y la
aplicación de los hallazgos de esta investigación al registro diplomático, con objeto de
162 Política exterior y conflicto mundial
por numerosos estudiosos como una imagen fiel del sistema internacional. Según Hob-
bes, la guerra es una condición natural, dada la naturaleza humana, por el que él concibe
como "el perpetuo e incansable deseo del poder más allá del poder que sólo cesa con
la muerte". 1 La solución del conflicto bélico estriba en que todos los seres humanos
se desarmen y cumplan obediencia absoluta a un soberano todopoderoso. Anivel mun-
dial, esta solución acarrearía un gobierno mundial. La contribución de Hobbes radica
en que no sólo proveyó la base para gran parte de la obra que versa en torno a la anar-
quía mundial, sino que también desarrolló una de las principales explicaciones acerca
de la necesidad de un sistema de gobierno.
Adiferencia de Hobbes, Margaret Mead (1940) no sustenta el concepto de que la gue-
rra sea una condición inherente a la naturaleza humana. Si tal fuera el caso -señala con-
vincentemente en su ensayo-, entonces se gestaría en todas las sociedades; pero no es
así. Tanto ella como otros antropólogos han logrado identificar sociedades pacíficas. Se-
gún Mead, la guerra es una costumbre adquirida carente de todo fundamento biológico.
Su enfoque en torno a sociedades pacíficas es representativo de un área de investigación
de la disciplina, que se ocupa de explicar los conflictos bélicos mediante un análisis de
aquello que ha permitido que las sociedades pacíficas los eviten.
El trabajo de Lewis Richardson fue el primer gran intento de investigar la guerra me-
diante la aplicación del metódo científico y de procedimientos estadísticos. Al igual que
otros autores cuya obra citamos en este volumen, Richardson manifestó una reacción
de horror ante la Primera Guerra Mundial, y adoptó la resolución de descubrir las cau-
sas de la guerra. Cuáquero por denominación religiosa, decidió abandonar una promi-
nente carrera en el campo de la física y de la meteorología, con el fin de investigar la
guerra como materia. Sus dos obras fundamentales , Statistics 01 Deadly Quarrels y Arms
and Insecurity, fueron publicadas en ediciones póstumas en el año de 1960. En la pri-
mera de ellas, recopiló información sobre pugnas mortales, y posteriormente analizó
los atributos que tenían en común. Su análisis reviste importancia especial por el modo
en que estudió la guerra, y por su empleo de modelos estadísticos y del razonamiento.
En Arms and Insecurity de la cual reproducimos un fragmento en este libro, intenta
hacer uso de las matemáticas para explicar las carreras armamentistas como un proceso
de acción y reacción que suele desembocar en un conflicto bélico. Tanto su mode-
lo específico como su empleo de la -deducción matemática, sentaron las bases para gran
parte del trabajo que se ha realizado en torno a las carreras armamentistas.
Aunque el origen del estudio científico contemporáneo de la guerra se remonta a la
obra de Lewis Richardson, la labor de investigación de éste ejerció muy escasa influen-
cia hasta la década de 196o. Antes de esa época, el análisis de la guerra que acaparó ma-
terialmente la atención fue A Study 01 War, tomo monumental de Quincy Wright cuya
realización lo ocupó desde 1926 hasta 1942. A mediados de la década de 1960, toman-
do como punto de referencia los esfuerzos de Richardson y de Wright, J. David Singer
dio inicio al proyecto de los Conceptos Correlativos de Guerra, en el que participaron
varios eruditos ya huestes enteras de graduados universitarios . Dicho proyecto se ha
constituido en la principal fuente de información científica por lo que respecta a la fre-
cuencia, magnitud y grado de severidad de la guerra -incluida la de carácter civil-
desde 1815; pero también es una invaluable fuente de datos sobre alianzas, carreras ar-
mamentistas, capacidad nacional y disputas militarizadas. Ya de por sí, la integración de
ese banco de datos altamente confiables y válidos representaría una contribución fun-
damental; pero además, a diferencia de numerosos esfuerzos de recopilación, este pro-
yecto ha aportado una contribución sin precedentes a la verificación de hipótesis y a
la acumulación de hallazgos científicos . Singer, en el artículo que presentamos, incluye
un resumen de los hallazgos registrados hasta 1980.
El análisis del imperialismo, tema del cual se ocupa el capítulo 9, ha estado estrecha-
mente ligado al estudio del conflicto bélico. El imperialismo -que ha sido considerado
como causa de guerra- es por derecho propio un tema especial de investigación. Este
ha sido materia de enorme interés desde épocas muy antiguas, pero el estudio moderno
que ha tenido mayor influencia en la evolución del análisis del imperialismo es el de
Hobson. Su obra ejerció un impacto rotundo en Lenin, quien la adoptó como base de su
propio análisis Imperialismo: Fase superior del capitalismo, que prevalece como el tra-
bajo más connot~do sobre este tema, y como punto de partida de la mayoría de análisis
marxistas en torno al imperialismo.
En vista, principalmente, del clima político que permeaba en los Estados Unidos y
de la influencia que ejerció la Guerra Fría, la mayoría de los estudios sobre imperialismo
fueron realizados por eruditos ajenos al campo de las relaciones internacionales. La obra
de Johan Galtung ceA Structural Theory ofImperialism", publicada en 1971, hizo renacer
el interés en el análisis de la materia. En ella, el autor se vale de conceptos sociológicos
para examinar la relación imperialista entre centro y periferia dentro del mundo actual.
Bajo tal procedimiento, demuestra que el fin del colonialismo no ha provocado el co-
lapso del imperialismo, puesto que éste ha logrado prevalecer adoptando formas más
sutiles.
Hacia mediados de la década de 1970, los behavioristas de Estados Unidos cobraron
mayor interés en la verificación y reformulación de proposiciones en torno al imperia-
lismo. Entre los esfuerzos más significativos destacan los de Choucri y North, quienes
analizaron la relación entre factores internos, expansión, rivalidades imperialistas y el
estallido de la Primera Guerra Mundial. El mérito contundente de su trabajo estriba en
haber eslabonado la obra previa relativa a la crisis de 1914 con el enfoque de carácter
más estructural de los marxistas contemporáneos.
Entretanto, la relación que guarda el centro con la periferia siguió siendo un punto
nuclear de investigación. Los estudiosos latinoamericanos, como Cardoso y Faletto, ca-
lificaron dicha relación de dependiente, y la emplearon para esclarecer la razón por
la cual los países del Tercer Mundo no presentan un ritmo más acelerado de industriali-
zación. Dicha obra sentó las bases para la fundaciórl de un área de investigación mucho
más extensa, encabezada por Immanuel Wallerstein, que se enfoca a dilucidar la manera
en que surgió una economía política mundial única, tópico sobre el que versa el capítu-
lo 12 contenido 'en la cuarta parte de este libro.
LECTURAS RECOMENDADAS
Política exterior:
CHARLES A. BEARD. 1934. The Idea of the National Interest. Nueva York: Macmillan.
ROBERT E. OSGOOD . 1953 . Ideals and Self-Interest in America 's Foreign Relations.
Chicago: University of Chicago Press.
166 Política exterior' y conflicto mundial
RICHARD C. SNYDER, H . W . BRUCK, y BURTON SAPON, eds. 1962 . Foreign Policy Deci-
sion-Making: An Approach. Nueva York: Free Press .
HERBERT C. KELMAN, ed. /nternational Behavior: A Social Psychological Analysis.
Nueva York: Holt, Rinehart & Winston.
CHARLES HERMANN, CHARLES KEGLEY, JR., YJAMES ROSENAU, eds . New Directions in the
Study of Foreign Policy. Winchester, Mass.: Allen and Unwin, 1987.
Crisis:
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PITRIM A. SOROKIN. 1937. Social and Cultural Dynamics, Vol. 3. Nueva York : Ame-
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MICHAEL D. WALLACE. 1982. Armaments and Escalation: Two Conflicting Hypothe-
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