Biografía de Gabriel Flores García
Nació en Guadalajara Jalisco un 8 de febrero de 1930 y falleció a los 63 años el 14
de noviembre de 1993. Desde muy joven empezó a estudiar pintura con grandes maestros
como Jesús Guerrero Galván, Raúl Anguiano, y Jorge González Camarena.
En 1948 ingresó a la Escuela de Artes y Letras de la Universidad de Guadalajara, en
donde tuvo como compañeros a Guillermo Chávez Vega e Ignacio Martínez, con quienes
formó el Grupo Neo-realista. Los artistas neorrealistas centraban su interés en la sociedad
y sus problemas y su obra muralista manifiesta ese interés, esto les lleva a alejarse del
mundo subjetivo del autor para describir el entorno social que le rodea de forma objetiva
y con fines didácticos para mostrar los defectos del mundo, con la intención sino de
corregirlos al menos de evidenciarlos. Por ello es frecuente que los artistas neorrealistas
manifiesten un gran compromiso social, se sientan comprometidos con la historia
presente y pasado de su país y pinten su historia, sus problemas, conflictos y tragedias.
Aprendió las técnicas de mural con dos grandes maestros, David Alfaro Siqueiros y
Juan O´Gorman mientras estuvo en la ciudad de México de 1952 a 1955. Volvería a su
ciudad natal con más experiencia e interés por trabajar en proyectos muralísticos en
edificios públicos donde evocaría parte de la historia y el devenir del país y la humanidad.
Sus principales obras en la ciudad: el Maíz en la colonia (1955), La imprenta en Jalisco y El
parnaso jalisciense en la Biblioteca Pública del Estado, en 1958. En el Teatro Experimental
de Jalisco, pintó el mural Alegoría del teatro en México. En este mural funde elementos
prehispánicos con simbología escénica, La guerra y la paz, en 1963. En el mismo año pintó
un mural de cinco paneles ubicados en el edificio del palacio municipal de Guadalajara con
el tema de la fundación de Guadalajara: La conquista material, Muerte de Pedro de
Alvarado, La fundación de Guadalajara, La conquista espiritual y El paseo del pendón,
donde retomó la ilustración de anécdotas históricas. En 1965 realizó el mural que contiene
un mensaje para observarse desde los extremos hacia el centro, titulado La filosofía y la
ciencia. En el edificio del Sistema de Educación Media y Superior (SEMS) de la Universidad
de Guadalajara se encuentran dos murales, Nuestra Civilización (1979) y El Fracaso de
Nuestra Civilización (1980), y en 1993, se develó un gran mural en el "repartidor" del
Hospital Civil "Fray Antonio Alcalde" de Guadalajara. Este mural lleva el título de Historia
de la medicina.
Su obra se caracteriza por un profundo compromiso social. Gabriel Flores rompió
con la idea del mural al estilo Siqueiros, Orozco, Rivera para dotarlo de una mayor
abstracción. "Decían que estaba influenciado por ellos, pero no seguía ninguna corriente.
Con él, el muralismo perdió su carácter discursivo, para tornarse más conceptual y
abordar temas como la filosofía y el conocimiento", afirmó el jefe del Departamento de
Artes Visuales, del CUAAD, Humberto Ortiz.
A su obra muralista le imprime un sello propio en cuanto a estilo, composición y
perfección técnica. Ramírez Godoy asegura que en su obra “destaca una acentuada
vitalidad expresiva en las figuras humana y animales que resuelve con pronunciados
trazos libres, y directos, a modo de esbozos” y que “No fue un pintor de exacerbado
dramatismo, pero tuvo intensidad emocional al enfatizar su propuesta estética en escenas
que brillan por su multiplicidad de colores” (2009, p.124).
Las obras de Flores son un punto de vista del artista sobre el mundo: el horror de
un mundo en descomposición, una visión pesimista, amarga, desolada, y escéptica de la
realidad que plasmó con el gusto por la deformación y lo grotesco, por lo estridente y lo
misterioso, en exaltación de imágenes y evidente menosprecio a los falsos valores que son
parte de aquello que motiva y orienta la conducta de una sociedad, el ser humano
caricaturizado, desvalorizado.