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Emilio Prados. Antología Esencial

Poesía española-Siglo XX
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EMILIO PRADOS ANTOLOGÍA ESENCIAL

Edición y prólogo de Francisco Chica

Agencia Andaluza de
Instituciones Culturales
E M ILIO PR ADO S | ANTO LO GÍA ES ENC IA L
EMILIO

PRADOS
ANTOLOGÍA ESENCIAL
Edición y prólogo de Francisco Chica
AGRADECIMIENTOS
Herederos de Emilio Prados
Casanovas & Lynch Literary Agency S.L.

Primera edición: 2.000 ejemplares

Edita:
Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico
Junta de Andalucía

Responsable de la edición:
Centro Andaluz de las Letras
Agencia Andaluza de Instituciones Culturales

Colabora:
Residencia de Estudiantes

© De la edición:
Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico
Junta de Andalucía

© De la edición y el prólogo: Francisco Chica


© De los textos: Herederos de Emilio Prados
© De las imágenes de la Residencia de Estudiantes: Residencia de Estudiantes
© De la fotografía de la cubierta: Imagen atribuida a Walter Reuter

Diseño: Manuel Ortiz

ISBN : 978-84-9959-378-4
Depósito Legal: SE 1317-2021
Imprime: Coria Gráfica S.L.
EL POETA QUE SE QUISO BORRAR

L
A Edad de Plata fue una de las grandes épocas de la historia de nuestra
cultura. Tan rico, luminoso, complejo y audaz fue aquel tiempo que aún
quedan muchas historias por contar. Una de ellas es la de Emilio Prados
(Málaga, 1899-México, 1962), probablemente el poeta más desconocido de la
Generación del 27.Y, sin embargo, tanto su poesía como su labor a la hora de
favorecer esa atmósfera creativa fueron fundamentales.

Por esa razón, la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, a través del


Centro Andaluz de las Letras, lo ha designado como Autor del Año 2021.
Creemos que con este reconocimiento se salva una asignatura pendiente en
la labor de difusión al gran público de este extraordinario escritor. Prados
es un autor estudiado e investigado por los especialistas, pero quizás por las
particularidades de su poesía ese conocimiento ha quedado circunscrito al
ámbito académico. Faltaba el impulso a su obra para que sea leído por todos y
reconocer así su importancia dentro de su grupo generacional.

Con esta antología ahora rescatada queremos que la poesía de Emilio Prados
llegue a muchos lectores. Gracias a la cuidada selección realizada por el inves-
tigador Francisco Chica, uno de los principales expertos en su obra y su vida,
este libro nos sirve para adentrarnos en el autor malagueño que murió en el

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

exilio en México. La labor del profesor Chica ha consistido en una elección


meditada y exquisita que permite repasar los temas que obsesionaron al poeta.
Y, al mismo tiempo, se trasluce la complicada epopeya de su vida destrozada
por la Guerra Civil y el exilio.

Frente a otros escritores de la Generación del 27, Emilio Prados casi siempre
está ausente. No aparece en la famosa fotografía tomada en Sevilla en diciem-
bre de 1927. Esa instantánea que aún nos sirve para identificar a los protagonis-
tas de ese «azar que resultó destino», como escribiría Jorge Guillén sobre el va-
lor de la amistad que determinó la naturaleza de la generación. Emilio Prados
formó parte de ese grupo, estuvo en la Residencia de Estudiantes y compartió
complicidades y lecturas, pero no es fácil verlo en las imágenes de la época.
Incluso existe la anécdota de que en una fotografía del grupo de estudiantes
de la Residencia hay un personaje que aparece con la cara borrada. Se trata de
Emilio Prados, quien no quiso salir en esa imagen y decidió desaparecer rayan-
do el negativo. Todo un símbolo de una personalidad solitaria e introspectiva.

Y, sin embargo, Emilio Prados fue un generoso amigo. Con Manuel Altolagui-
rre desde la mítica imprenta Sur donde se publicó la revista Litoral permitió
que la obra de aquellos entonces desconocidos jóvenes poetas fuera leída en
toda España. Gracias a Emilio Prados y Manuel Altolaguirre Málaga se con-
virtió en capital del 27, pues desde esas prensas salieron como suplementos de
la revista Litoral los primeros poemarios de la generación. Emilio Prados fue
el poeta que no sólo se dedicó a su obra, sino que gracias a su conocimiento
como impresor difundió la de sus amigos.Y ése es un rasgo de su carácter que
merece todo el reconocimiento.

Esta antología preparada por Francisco Chica se adentra en ese mundo inte-
rior rico, intenso, complejo y profundo que caracteriza la obra de Emilio Pra-
dos. Nos permite pasear por sus obsesiones, por su espiritualidad, misticismo,

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|E M I L I O P R A D O S |

pasión por la naturaleza y por el mar de Málaga que siempre estuvo presente
en sus versos hasta sus últimos días en México cuando se convirtió en mate-
ria nostálgica. Lean a Emilio Prados para descubrir a uno de los poetas más
interesantes de la Generación del 27, un hombre que se dedicó a la sagrada
orden de la poesía todos los días de su vida.

Patricia del Pozo Fernández


Consejera de Cultura y Patrimonio Histórico
Junta de Andalucía

||
PRÓLOGO

L
LEVADA por un incansable afán de búsqueda e inconforme con lo que
le rodea, la voz del poeta es siempre una forma de rebeldía, un intento
de remontar el vuelo para ver más allá de los límites que nos atan a la
existencia. Al otro lado de esa frontera, lo que su voz descubre para todos
nosotros es el mapa de un mundo imaginario en el que sigue siendo posible
el largo sueño del hombre. Un sueño que para el poeta que hoy nos ocupa
se sostiene no en el frío gesto del creador aislado y atento sólo a los vaivenes
de una determinada moda literaria, sino en valores tan comunes, sencillos e
indestructibles como la amistad, el diálogo o la solidaridad humana. Si en algo
creyó Emilio Prados es precisamente en la necesidad de rescatar la esperanza
que late tras ese tipo de valores, aprendidos en la calle y convertidos por él en
la experiencia colectiva que da sentido a toda su obra.

Sumergida en el inagotable río de la vida, la palabra liberadora de Prados no


puede reposar en sí misma, necesita entregarse, apoyarse en los que le rodean. Es
en la esencia del puro existir entre los demás donde reside el tipo de respon-
sabilidad que el escritor contrae con el mundo, a partir de la cual se irá desa-
rrollando la visión unitaria (el hombre inserto en la imagen total del cosmos)
que encontramos en su poesía última. Radical compromiso con lo humano
que le lleva a la idea de fraternidad universal en la que se queda envuelta toda su
palabra. Surgida del contacto con los otros y del modelo constante que supone

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

para él la naturaleza, la mística final de Prados queda resumida en frases como


la que encontramos en el cuaderno preparatorio a La piedra escrita: «El Amor
me hace vivir fuera de mí —total— en el universo».

La unión indisociable que establece el autor entre vida y poesía constituye no


sólo el principal cimiento de su mundo creador, sino también la clave que nos
permite llegar al interior del hondo significado que acompaña a su palabra. Más
que entenderla en sentido estricto, lo que hay que hacer es dejarse envolver por
ella, oírla desde dentro de sí misma, desde el terreno de la emoción y la proximi-
dad afectiva del que nace su diálogo con el lector. La práctica quedará ahí como
algo imborrable: leer es sentir. Haciéndola circular por la vía del sentimiento
(escenario abierto a todos y en el que se produce lo esencial de la experiencia
humana), Prados aplica a la poesía la forma de convivencia vinculación sensible en
que se desenvuelve su relación con cuanto le rodea, personas y naturaleza.

Emilio Prados Such nace en Málaga el 4 de marzo de 1899. Tras los primeros
años de formación en su ciudad, pasa a Madrid en 1914 para cursar estudios de
bachillerato en el grupo de niños de la Residencia de Estudiantes. Allí recibe
el magisterio de Juan Ramón Jiménez y una esmerada educación intelectual.
Instalado en la Residencia de Estudiantes mientras estudia Ciencias Naturales
en la Universidad de Madrid, forma parte activa del círculo renovador en el
que se mueven Moreno Villa, García Lorca, Salvador Dalí, Luis Buñuel, etc. En
1921 es ingresado en el Waldsanatorium de Davos Platz (Suiza) aquejado de
la enfermedad pulmonar que le acompañaría toda su vida. Al año siguiente se
matricula en la Universidad de Friburgo (Alemania) donde cursa estudios de
filosofía y comienza a escribir en contacto con el agitado clima artístico e in-
telectual que se respira en el país. En París visita el taller de Picasso y frecuenta
a los pintores de su círculo. El lenguaje de las vanguardias, el pensamiento de
los románticos alemanes y su temprano conocimiento de la obra de Freud,
dejan una huella que actúa de manera permanente en su obra poética.

||
|E M I L I O P R A D O S |

De regreso a España funda en Málaga la Imprenta Sur, donde comienza a


publicar, con Manuel Altolaguirre y José María Hinojosa, la revista de poesía
Litoral (1926-1929). En ella aparecen poemas, dibujos y composiciones musi-
cales de Lorca, Picasso, Moreno Villa, Cernuda, Dalí, Guillén, Falla, Aleixandre,
Bores, Alberti, Gerardo Diego, Benjamín Palencia, etc. Paralelamente sus cui-
dadas ediciones de libros constituyen la primera plataforma de lo que pronto
comienza a conocerse como «Generación del 27». A partir de aquí la obra
de Prados inicia un rápido cambio que lo lleva a conectar con Breton y con
los presupuestos del surrealismo, movimiento que contribuye a introducir en
España en fechas muy tempranas.

Descontento con la situación de su país y radicalizado ideológica y vitalmente,


desarrolla en la Málaga de los años 30 una labor social que revierte en favor de
las clases más pobres y desfavorecidas. Es por entonces cuando enseña a leer
a los hijos de los pescadores de la barriada de El Palo en Málaga. Su obra de
ese periodo traduce igualmente un ansia de libertad que afecta tanto al nivel
político como a las necesidades de su mundo interior. Durante la guerra civil
participa activamente en defensa de la República, colaborando en la organiza-
ción del II Congreso Internacional de Escritores celebrado en Valencia y en la
preparación de una amplia antología en homenaje a Lorca. En 1938 recibe el
Premio Nacional de Poesía por su libro Destino fiel, recopilación de su poesía
de guerra. Trasladado a Barcelona, colabora en la redacción de Hora de España
y entabla profunda amistad con María Zambrano y Antonio Machado, con
quien sale hacia el destierro al terminar la contienda.

Tras pasar algún tiempo en París, embarca hacia México donde comienza un
exilio que dura hasta su muerte. Instalado en el Distrito Federal, Prados inicia
una nueva etapa creativa que se caracteriza por la vuelta a los valores de la natu-
raleza, por la búsqueda de la imagen esencial del hombre y por una marcada pre-
ocupación espiritual, filosófica y estética.Además de desarrollar una amplia labor

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

pedagógica que continuaba el ejemplo institucionista, colabora activamente con


Bergamín en el cuidado de los libros que publica la editorial Séneca y en las
ediciones de Cuadernos Americanos que dirige Juan Larrea. Interviene junto con
Octavio Paz y otros escritores en la recopilación del libro Laurel. Antología de
la poesía moderna en lengua española. La Antología de su obra que publica Losada
en 1954 contribuye a difundir su voz por gran parte del continente americano.

A los contactos con la literatura y la pintura del destierro (Altolaguirre, More-


no Villa, Arturo Souto, Guillén, León Felipe, Rejano, Fernández Balbuena, etc)
sigue la honda relación de amistad que establece con los poetas más jóvenes
del exilio español en México. A ello hay que añadir también sus frecuentes
colaboraciones en las revistas de México (Taller, Revista mexicana de literatura,
Universidad de México), o sus lazos con escritores de Cuba, Argentina, Nicara-
gua, Colombia, etc. El marcado ritmo interior de su poesía hace que algunos
compositores se inspiren en ella.

Separado de su país, su obra sufre un aislamiento que apenas queda roto por la
aproximación a ella de algunos poetas de la generación de los cincuenta, por
las muestras de su labor creativa que publican revistas como Ínsula o Papeles
de Son Armadans, o por la fidelidad a su figura mantenida por escritores como
Aleixandre o José Luis Cano. En Málaga, y en el círculo de sus amigos, se da a
conocer también parte de su obra última. Su pensamiento final queda envuel-
to en una mística universalista que remite al problema de los orígenes y a la
búsqueda de una nueva imagen del hombre inserta en el mundo natural. Mue-
re en México en abril de 1962. El conjunto de su obra poética fue recogido
por Carlos Blanco Aguinaga y Antonio Carreira en los volúmenes publicados
en México por Aguilar (1975-1976).

He aquí algunas de sus obras más representativas: Tiempo, Vuelta, Cuerpo perse-
guido, La voz cautiva, Llanto en la sangre, Cancionero menor para combatientes, Me-

||
|E M I L I O P R A D O S |

moria del olvido, Jardín cerrado, Río natural, Circuncisión del sueño, La piedra escrita
y Signos del ser.

La selección de textos que ofrezco a continuación procede de la amplia anto-


logía del autor que publiqué hace unos años bajo el título Emilio Prados. Poesía
extrema (Biblioteca de la Cultura Andaluza, Sevilla, 1991). En esta ocasión trato
de atenerme a las características de un edición concebida con fines divulga-
tivos y esencialmente prácticos. Pensada para un público mayoritario y joven
en gran medida, he procurado que la forzosa brevedad de esta antología no
impidiera un recorrido, por pequeño que sea por las que pueden considerarse
principales etapas de la poesía de Prados.

Así, a unos primeros textos ligados a Litoral y a las poéticas puras del 27 (época
aproximada que va de sus libros iniciales a 1928), siguen otros que cubren los
sucesivos periodos por los que pasa su obra: surrealismo (línea que culmina
en 1930), neorromanticismo y primer compromiso (entre 1931 y 1936), guerra
civil (caracterizada por la aparición de un lenguaje mucho más llano y directo)
y periodo del exilio. En cuanto a esta última etapa (bastante desconocida hasta
ahora) mi intención ha sido que quedara representada al menos en sus dos
momentos centrales: el que se cierra con Jardín cerrado (periodo de síntesis y
búsqueda de nuevas formas expresivas) y el más claramente evolutivo iniciado
a partir de Río natural, culminación de un espiritualismo abierto a las vertien-
tes más metafísicas y abstractas de su poesía. En todos los casos mi selección
recae sobre textos especialmente asequibles, no siempre fáciles de encontrar en
la obra de un autor como el que nos ocupa.

Pensando en el posible comentario práctico de los poemas, he procurado igual-


mente que quedaran representados aquí algunos de los temas y preocupaciones
esenciales del escritor: la observación sobre el mundo natural (práctica cons-
tante que otorga a su obra una vertiente ecológica de sorprendente actualidad),

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|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

o sus continuas reflexiones sobre el tiempo, el amor, la presencia del cuerpo, la


amistad, la memoria, el misterio encerrado en las pequeñas cosas, el papel del
hombre en el universo, etc. Todo ello unificado en su poesía y envuelto en el
sueño de infinitud sobre el que gira todo el universo de Prados. El recorrido por
los textos permite advertir también la riqueza de su lenguaje poético, sostenido
en un sistema simbólico muy cohesionado y en el uso de formas métricas en las
que el verso libre se alterna frecuentemente con el gusto por ritmos y estrofas
de clara procedencia popular.

Leer a Prados de la forma abierta y mayoritaria a la que aspira esta mínima


selección es devolver a su palabra la dimensión colectiva que siempre quiso
tener, por mucho que su empecinada hondura de andaluz parezca impedirlo
a veces. «Nada se parece a tu poesía, la más singular y por eso la más difícil
entre las creadas por nuestra generación», escribe Jorge Guillén al poeta de
Málaga en 1958. Fiel a la firme voluntad ética que acompaña a su obra, y al
igual que otros poetas y creadores de su tiempo, el escritor siempre creyó en
una sociedad cuyo grado de formación y cultura hiciera posible la difusión de
mensajes como el suyo.

Volver sobre él con motivo de la designación de Emilio Prados como Autor


del Año en Andalucía significa rescatar parte esencial de una herencia que la
guerra civil española y su exilio posterior en México parecían querer condenar
al olvido. Supone también recuperar una de las voces que mejor supo expresar
desde la contemporaneidad la imagen de una Andalucía universal y en conti-
nua proyección hacia el futuro.

Francisco Chica

||
|A N T O L O G Í A ESENCIAL |
EL CORA ZÓN MÁG ICO*
(Puerto de Málaga, 7 de enero)

NOCTURNO

Abrí la caja de los peces


y se cuajó el cielo
de luceros verdes...

¡Dadme mi doble aparejo,


con su compás de caña
y con su doble anzuelo!...

(Abrí la caja de los peces,


y se cuajó el cielo
de luceros verdes.)

¡Dejadme dormir!...

¡Silencio!...
¡Dejadme dormir abierto!

De Tiempo, 1925

(*) Título en PC, «Reflejo»

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

MEDITACIÓN BAJO UN MISTERIO

¿Qué pupila interior


detrás del sueño erige
el hondo nacimiento de esta imagen?
¡Brotó, emergió, se clavó al cielo,
—sangre, cristal, espejo de su carne—
como flecha del tiempo
que de un arco invisible
escapara hacia el aire!
—¿Pero qué estrella busca?,
¿qué pájaro?, ¿qué flor?,
¿qué lejano enemigo
o qué fruta madura
donde dejar el triunfo
de su tino?...

—¡No lo sabe!
Vuela, vuela tan sólo,
emerge limpia de su espalda,
—flecha en recreación
de eterno en marcha—.
Su punta es fuego, y pluma
de sombra su timón
que en la luz raya
y en la noche funde.

||
|E M I L I O P R A D O S |

Luego es sombra su punta


y con la pluma en llamas
vuela y vuela la flecha
ya en órbita, enlazada.
¡Es redonda! —¿Redonda?... Es infinita.
Se sumerge y emerge
a la vez que resbala,
busca, hiere,

y se deja quebrar
para nacer más clara
del fondo de su espejo
—sangre, cristal y cielo de su carne—,
como imagen al sueño
que sin sueño soñara.

—¿No es todo pensamiento?...


Bajo el pensar sus alas
viven presas...

Y es libertad
lo que a la flecha arrastra.

De Nadador sin cielo, 1924-1926

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

MIRADAS

Entro. Estoy.
Levantándose, el rostro
zarpa en navegación
lenta por el instinto.
En vertical viaje
asciende, olvidando
en la mesa el cristal
junto al oro.Ve...
y vuelve junto al ancla
del sabor. Alza.
Vuelve luego a caer
en mansa inclinación.
Percibe.Vuelve
al alto viaje...
Halla luz. Se contiene.

Y mientras grana así


la clara espiga,
entre frutas quebradas
y sazonados vidrios,
sostiénense ceñidas
dos cinturas de almas
y encájase la cita.

De Vuelta, 1927

||
|E M I L I O P R A D O S |

MILAG RO QUINTO

AMANECER

¡Entra la luz al cielo!


¡Abre el sueño su espalda!
¡Abre el amor sus alas!

No resiste la sombra
al dardo que, el instante
invisible, le asesta
y, entero lo recibe
en su cuero sin piel
donde se clava...

La sombra se levanta
desnuda y va sangrando...
(Mojada está en la luz
que se derrama ansiosa
saliendo a borbotones
por la herida que deja.)

Como un calor se eleva,


—emerge de ella misma—,

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

se escapa de su frente
volcándose hacia fuera,
hasta darse de bruces
entera en su hermosura,
húmeda y ya vencida
por el alba que llega.

¡Sobre el viento descansa!


¡Sobre ella misma queda!
¡Todo su cuerpo late
sostenido de estrellas!...

Y al fin, de un golpe, se hunde


sobre sí misma muerta...

«¿Quién va?...»
—dice la Aurora
al recibir el cuerpo
de la luz sobre el agua—:
«¿Es el tiempo que empieza
o es el tiempo que acaba?...»

(El sol pule los dardos


rojos de la mañana...

||
|E M I L I O P R A D O S |

Sobre el cielo, que sueña,


todo el espacio es alma.)

De El misterio del agua, 1926-1927

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

LO IRREPARABLE

Cuando nos separamos,


—cuando huiste—
quedamos solo uno:
tan solo una semilla,
un huerto, un solo árbol.
Después, cuando volviste
—cuando nos encontramos
de nuevo—, no nos reconocimos;
éramos dos y ahora para siempre:
dos árboles, dos sombras, dos silencios.

De Memoria de Poesía, 1926-1927

||
|E M I L I O P R A D O S |

ALBA RÁPIDA

¡Pronto, deprisa, mi reino,


que se me escapa, que huye,
que se me va por las fuentes!
¡Qué luces, qué cuchilladas
sobre tus torres enciende!
¡Los brazos de mi corona,
qué ramas al cielo tienden!
¡Qué silencios tumba el alma!
¡Qué puertas cruza la Muerte!
¡Pronto, que el cielo se escapa!
¡Que se derrumban mis sienes!
¡Qué remolinos en mis ojos!
¡Qué galopar en mi frente!
¡Qué caballos de blancura
mi sangre en el cielo vierte!
Ya van por el viento, suben,
saltan por la luz, se pierden
sobre las aguas...
Ya vuelven
redondos, limpios, desnudos...
¡Qué primavera de nieve!

Sujetadme el cuerpo, ¡pronto!


¡que se me va!, ¡que se pierde

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

su reino entre mis caballos!


¡que lo arrastran!, ¡que lo hieren!
¡que lo hacen pedazos, vivo,
bajo sus cascos celestes!
¡Pronto, que el reino se acaba!
¡Ya se le tronchan las fuentes!
¡Ay, limpias yeguas del aire!
¡Ay, banderas de mi frente!
¡Qué galopar en mis ojos!

Ligero, el mundo amanece...

||
|E M I L I O P R A D O S |

SUEÑO

Te llamé. Me llamaste.
Brotamos como ríos.
Alzáronse en el cielo
los nombres confundidos.

Te llamé. Me llamaste.
Brotamos como ríos.
Nuestros cuerpos quedaron
frente a frente vacíos.

Te llamé. Me llamaste.
Brotamos como ríos.
Entre nuestros dos cuerpos,
¡qué inolvidable abismo!

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

FORMA DE LA HUIDA

Este salto —¡qué alegría!—,


de mundo a mundo lo damos.
¡Qué mundo en medio, redondo,
igual que un ojo temblando,
deja abierto abajo el brinco!
Nuestros dos pies ¡qué despacio,
arriba curvan desnudos
sus blandas guías!
¡Qué, aletazos
alzan de los hombros nubes,
nos sacuden, se hacen brazos,
luces, gritos!...
¡Qué delirio
de cielo y carne, tan alto!
Prendidos por la cintura
nuestros cuerpos amarrados,
¡qué haz de piernas, de cabellos,
de paños, de ojos!...
¡Qué blanco
mechón de nieve, de voces,
de pulsos, de alas!...
¡Qué claro
desnudarse, abrirse, huirse,
salirse al sueño!

||
|E M I L I O P R A D O S |

¡Qué blando
patinar azul de lirio
sobre el cielo nuestros labios!
¡Qué amor!

¡Qué quebrar de plumas


cruza la voz del Espacio!
¡Qué ramalazos de risas
quedan del viento colgando!
¡Qué campanadas de altura!
¡Qué temblor de espejo abajo!
¡Qué rumor de ángel en fuga
deja en la luz nuestro salto!

De Cuerpo perseguido, 1927-1928

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

Y MI SILENCIO NO HA SIDO UNA CRUELDAD

Y mi silencio no ha sido una crueldad que se perdía oculta


entre mis ropas
Yo no sé predecir
La luz únicamente más allá de mí mismo
Todo lo conocía
Conocía el mar y esos cuerpos desnudos
pero me devoraba la sangre entre las manos
Pedir perdón sería recordar un poema
y si yo escribo es únicamente porque no sé si he muerto

Tan lejos
La emancipación de nuestros sentidos está en recuperar
la palabra
A B C D nos referían nuestras antiguas historias

De la serie 19 Poemas, 1930

||
|E M I L I O P R A D O S |

HAY VOCES LIBRES

Hay voces libres


y hay voces con cadenas
y hay piedra y leño y despejada llama que consume;
hombres que sangran contra el sueño
y témpanos que se derrumban sobre las calles sin gemido.
Hay límites en lo que no se mueve entre las manos
y en lo que corre corre y huye como una herida,
en la arena intangible cuando el sol adormece
y en esa inconfundible precisión de los astros...

Hay límites en la conversación tranquila que no pretende


y en el vientre estancado que se levanta y gira como una peonza.
Hay límites en ese líquido que se derrama
intermitentemente mientras los ojos de los niños
preguntan y preguntan a una voz que no llaman...
En la amistad hay límites
y en esas flores enamoradas que nada escuchan.

Hay límites
y hay cuerpos.
Hay voces libres
y hay voces con cadenas.
Hay barcos que cruzan lentos sobre los lentos mares
y barcos que se hunden medio podridos en el cieno profundo.

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

Hay manteles tendidos a la luz de la luna


y cuerpos que tiritan sin sombra bajo la oscuridad de la
miseria...

Hay sangre:
sangre que duerme y que descansa
y sangre que baila y grita al compás de la muerte;
sangre que se escapa de las manos cantando
y sangre que se pudre estancada en sus cuencos.
Hay sangre que inútilmente empaña los cristales
y sangre que enloquecida se dispara
y sangre que se ordena gota a gota para nunca entregarse.
Hay sangre que no se dice y sí se dice
y sangre que se calla y se calla...
Hay sangre que rezuma medio seca bajo las telas sucias
y sangre floja bajo las venas que se para y no sale.

Hay voces libres


y hay voces con cadenas
y hay palabras que se funden al chocar contra el aire
y corazones que golpean en la pared como una llama.

Hay límites
y hay cuerpos.

De Andando, andando por el mundo, 1930-1934

||
|E M I L I O P R A D O S |

AGOSTO EN EL MAR

Arde el sol sobre las playas.


Como una navaja abierta,
su verde cuchilla el mar
tiende brillante en la arena.
Tiembla la siesta en el agua.
Como un ascua cada piedra,
encendida por agosto,
su boca de fuego enseña.

Medio desnudos, descalzos,


hambre tan sólo en su espera,
dolor sólo en sus caras,
sólo en sus sueños tristezas;
cuerpos, o sombras de cuerpos,
que del cuerpo ni aun les deja
la figura de su nombre
la carga de sus miserias,
silenciosos y encorvados
bajo las tirantes cuerdas
que, clavándose en el mar,
las amplias redes sujetan,
los pescadores repasan
las horas de su pobreza.

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

Sangrando, sus pies se apoyan


sobre la candente arena,
que, al cubrirlos con su fuego,
llagas abiertas les deja.

Ciñe el silencio la jábega.


La sirga prosigue lenta
y el trabajo y la esperanza
en sed y rencor se truecan.

Sujeta al pecho la tralla,


la sangre en sus venas seca,
el dolor en sus miradas
y en sus odios la conciencia:
sirgan, sirgan sirgadores,
una miserable pesca
que ya prendida en las redes
temblando aún viva les muestra
mayor hambre a su descanso,
menor justicia a su fuerza.

Ciñe el silencio la jábega.


Hierve en el aire la siesta.
Arde el sol sobre las playas...

||
|E M I L I O P R A D O S |

Como una navaja abierta,


su verde cuchilla, el mar
clava brillando en la arena.

De Calendario incompleto del pan


y el pescado, 1933-1934

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

CARCHUNA*

¡Bravo el andaluz!
¡Bravo el andaluz!

Granada, Sevilla,
Málaga, Jaén...
¡Bravo el andaluz
que lo sepa ser!

Tierras de Granada
—bravo el andaluz—,
la sierra es arisca
contra el cielo azul.

Arisca es la sierra,
verde el retamar.
La flor del olivo
floreciendo está.

¡Bravo el andaluz
que lo sepa ser!
¡bravo el andaluz!

(*) De cuyo castillo fueron libertados los prisioneros asturianos


y andaluces por nuestros guerrilleros (M.A.).

||
|E M I L I O P R A D O S |

Tierra de Granada:
¡prisionera estás!
¡Qué blanca es la espuma
a orillas del mar!

¡Qué blanca es la espuma,


qué oscuro el silencio!
¡Qué serena, el agua,
qué blandos los remos!

Buenos andaluces,
bravos asturianos,
perdieron cadenas
por alas cambiando.

Pierden sus cadenas


y ganan sus alas...
Contra el cielo azul
la Sierra Nevada.

¡Bravo el andaluz
que lo sepa ser!
Si lo sabe ser:
¡bravo el andaluz!

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

Bravo el andaluz,
triste el asturiano
que perdió sus tierras
prisiones ganando.

Bravo el asturiano
y el andaluz triste
si guarda prisiones
y en prisiones vive.

¡Málaga y Granada,
Huelva con Sevilla,
Córdoba con Cádiz,
la blanca Algeciras!...

¡Ay tierra andaluza


que hoy lloras cautiva!
¿Quién podrá curarte
de tantas heridas?

¡Bravo el andaluz!
¡Bravo el andaluz
que lo sepa ser!
Si lo sabe ser:
¡bravo el andaluz!

||
|E M I L I O P R A D O S |

UNA PALOMA

Palomilla voladora:
Vuela
Y torna.

¿Dónde vas tan de mañana?


Vuela y torna.

¿Adónde vas con el frío


sobre la espalda del río?

¿Adónde vas por la sierra


sobre la flor de la adelfa?

Alta va la paloma
que vuela y torna.
Alta la palomilla,
alta va, y sola.

Guirnaldas en la Muerte
teje su pico.
Alta va la paloma
cruzando el río.

Guirnaldas de la Muerte
trae de la guerra.

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

Cruza la palomilla
sobre la adelfa.

Alta va la paloma,
alta va y sola.
Sobre el viento las balas
hieren su sombra.

¿Dónde fue la paloma


que ya no vuelve?
En la curva del río
sangre caliente.

¿Dónde fue la paloma


que ya no torna?
Por las alas prendida
vuela su sombra.

Alta fue la paloma,


alto está el viento,
alta vuela la luna
sobre el silencio...

Palomilla voladora:
vuela
y torna.

||
|E M I L I O P R A D O S |

¿CUÁNDO VOLVERÁN?

El pájaro al viento,
la estrella a la mar
y el barco a su puerto
¿cuándo volverán?

El hombre a su arado,
el fuego a su hogar
y la flor al árbol:
¿cuándo volverán?

Baje del viento la bala


y mire el hombre su mano.
Calme con ella el dolor
en la frente de su hermano.

El pájaro al viento
y el fuego al hogar:
¿cuándo volverán?

De Destino fiel, 1936-1939

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

CUANDO ERA PRIMAVERA

Cuando era primavera en España:


frente al mar, los espejos
rompían sus barandillas
y el jazmín agrandaba
su diminuta estrella,
hasta cumplir el límite
de su aroma en la noche...
¡Cuando era primavera!

Cuando era primavera en España:


junto a la orilla de los ríos,
las grandes mariposas de la luna
fecundaban los cuerpos desnudos
de las muchachas
y los nardos crecían silenciosos
dentro del corazón,
hasta taparnos la garganta...
¡Cuando era primavera!

Cuando era primavera en España:


todas las playas convergían en un anillo
y el mar soñaba entonces,
como el ojo de un pez sobre la arena,
frente a un cielo más limpio

||
|E M I L I O P R A D O S |

que la paz de una nave, sin viento, en su pupila.


¡Cuando era primavera!

Cuando era primavera en España:


los olivos temblaban
adormecidos bajo la sangre azul del día,
mientras que el sol rodaba
desde la piel tan limpia de los toros
al terrón en barbecho
recién movido por la lengua caliente de la azada.
¡Cuando era primavera!

Cuando era primavera en España:


los cerezos en flor
se clavaban de un golpe contra el sueño
y, los labios crecían,
como la espuma en celo de una aurora,
hasta dejarnos nuestro cuerpo en su espalda,
igual que el agua humilde
de un arroyo que empieza...
¡Cuando era primavera!

Cuando era primavera en España:


todos los hombres desnudaban su muerte
y se tendían confiados, juntos, sobre la tierra,
hasta olvidarse el tiempo

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

y el corazón tan débil por el que ardían...


¡Cuando era primavera!

Cuando era primavera en España:


yo buscaba en el cielo,
yo buscaba
las huellas tan antiguas
de mis primeras lágrimas
y todas las estrellas levantaban mi cuerpo
siempre tendido en una misma arena,
al igual que el perfume, tan lento,
nocturno, de las magnolias...
¡Cuando era primavera!

Pero, ¡ay!, tan sólo


cuando era primavera en España.
¡Solamente en España,
antes, cuando era primavera!

De Penumbras I, 1939-1941

||
|E M I L I O P R A D O S |

ÚLTIMA CA NC IÓN

CANCIÓN ANTIGUA

Sólo recoja mi voz


el que, al desnudar el viento,
conozca el cuerpo de Dios.

De Mínima muerte, 1944

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

MEDIA NOCHE

La luna arriba entre nubes,


igual que un pétalo errante.

Sobre la tierra, callada,


Mayo nace.
—¿Mayo nace?

¡Nació la rosa!
—Al nacer
nadie la vio.
—¿Nadie?
—Nadie.

—¿Quién la vio vivir?


—El viento,
escondido entre los árboles.

—¿Quién la vio vivir?


—El viento,
ya medio hundido en la tarde.

Está la tierra parada.


Mayo nace...

||
|E M I L I O P R A D O S |

—¿Mayo nace?...
(Yo sueño con un camino.
Nadie lo ve, nadie, nadie ...)

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

CANTAR DEL ATARDECER

IV

A las alamedas
entré a descansar.
Me dormí a su sombra:
no he de despertar.

En las alamedas
entré por dormir.
Desperté en su sombra,
no puedo salir.

En las ramas altas


la luna se enreda.
Mi cuerpo, en la sombra
de las alamedas.

Si en las alamedas
entré por soñar
y olvidé mi cuerpo:
¿quién lo ha de encontrar?

En las alamedas
el viento se enreda.

||
|E M I L I O P R A D O S |

CANCIÓN

Una vez tuve una sangre


que soñaba en ser río.
Luego, soñando y soñando,
mi sangre labró un camino.

Sin saber que caminaba,


mi sangre comenzó a andar,
y andando, piedra tras piedra,
mi sangre llegó a la mar.
Desde la mar subió al cielo...
Del cielo volvió a bajar
y otra vez se entró en mi pecho
para hacerse manantial
y agua de mi pensamiento...

Ahora mi sangre es mi sueño


y es mi sueño mi cantar,
y mi cantar es eterno.

De Jardín cerrado, 1946

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

MAR COMO EL MAR

A pedazos la luz del mediodía


cubre mi soledad de que se adueña,
y un mar que no es el mar ni su recuerdo
llamando está llenando mi presente.

Como es el mar ¡tan lento! no se apura...


¿Desde qué origen viene? ¿De qué sombra?
¿No se desteje el mar cada mañana?
Como en el mar —porque es el mar—, resiste.

Por sus olas contadas —por sus pasos—:


pisa dentro de mí, mar de mi sangre.
Azul y azul, los pulsos de mi lengua
—hálito en mar azul— cantando sangran.

¿Quién levanta estas ondas del deseo?...


Un soñar que no es sueño ni nostalgia
del mar propio que tengo: a mí se acerca
y por fuera de mí llega soñando.

¿Son costumbres del mar como del tiempo


la distancia y la sed que por mí clava?
Y tiendo al mar la imagen de mi mano.
Regreso azul y un barco la nivelan.

||
|E M I L I O P R A D O S |

El mar viene hacia el mar como el mar vivo.


Salgo hacia el mar, soy mar y el mar no encuentro...
Descoyunto a mi forma interior del mar
externo y, mar del mar, sin el mar soy.

Canto del mar, canté del mar que tuve,


canción: tú me has dejado lo que digo.
Soy el mar como el mar, nada me apura.
Llegó el mar, se fue el mar, sigo en mi cuerpo.

Azul, azul, azul: tu espuma canta,


borra mi voz y acaba el mediodía.

De Río natural, 1957

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

TRANSPARENCIAS

¡Verde el poleo!
¡Verde!

Y el mirlo...
¡verde!

¡Verde el viento
en la cañada!

¡Verde el silencio!

—¿Quién?...
—¡Verde el eco
del verde en el agua!

(La noche es verde de tiempo.)

¡Verde el poleo!
¡Verde!

De Circuncisión del sueño, 1957

||
|E M I L I O P R A D O S |

HORA DE NACER

II

Cima en lo vivo
—recta la nube es recta el agua—,
la luz, carnal, sostiene
a un índice —señal de su equilibrio—
allá en lo alto...
Y más alto —invisible el horizonte
paralelo en lluvia oblicua—, a un ascua...
Y más alto
—toda la mano es todo el cuerpo en nube—,
al dedo de la luz carnal
entrando al horizonte...
Y más alto
—sortija sin remedio ajustada a la nube—:
iris total, cima en lo vivo
casi ya en la noche irreversible...
¡Nupcias transparentes!

De La piedra escrita, 1961

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

(2, XXXIV)

Escribo y sé que mi escritura es falsa,


porque tan sólo vierte a golpes mínimos
—deformado en la lucha— un pensamiento
que, internándose en mí, buscó crecerse.
Tal vez en el silencio de su armonía
mejor aumenta y da mejor su fuerza.
¿Por qué me obliga entonces a escribirlo?
¿Es aire mi papel? ¿Aire es la pluma?
La tinta ¿es aire? Y mi memoria ¿piensa
en mi cuerpo —que es aire— su intención?...
Y no escribo. Me voy a otro mandato
que, enfrentándose a mí, va conduciendo
mi ausencia, ya total, a su destino.
Cojo el papel, lo quemo, y todo el aire
sostiene, escrito en él, a un pensamiento.

De Signos del ser, 1962

||
|E M I L I O P R A D O S |

ACCIÓN COMPLETA

Nadie vino...
—acaso nadie estaba—.
Y el hombre ya dormido
sus relaciones encubría,
intemporales, entre nieblas.
La distancia igualmente
cambiaba de postura.
¿Qué dimensión tuvo la vida?

Rectangular sin límites


—sin color—: infinita,
la emoción de un calor entre dos cuerpos
tembló en el centro de una página.

Una sábana, un lecho,


un libro, una palabra,
un pedazo de tierra pudo ser
el sostén del amor ya confundido.

¿Acaso nadie estaba


y nadie vino a él?...

La emoción del ardor entre dos cuerpos

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

—sexo de la unidad— quedó cumplida:


atrajo a la pareja a ser acción.
Y el hombre aún dormido
—¿qué dimensión tuvo la vida?...—
¡Es universo!

||
|E M I L I O P R A D O S |

HE PRONUNCIADO EL NOMBRE DE UN OBJETO

He pronunciado el nombre de un objeto


al azar: piedra. Aquí sobre el papel,
ya escrito, está su cuerpo que me habla.
Yo recogí su voz y, desunido
de un golpe, al pronunciarlo: en diminutas
piedras invisibles salí de mí.
Sé que no he de volver jamás a verme.

Cuando salgas del río en que ahora nadas


desnudo —el trópico arrojó tu cuerpo—:
mira bajo tu pie. Si hay una piedra,
sácala, no la aprietes: llévatela...
Sobre el papel que tú ames más, me olvidas.

De Cita sin límites, 1965

||
ÍNDICE

El poeta que se quiso borrar . .............................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7


Prólogo .. ......................................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

A N TOLOG ÍA E S E N C IA L

El corazón mágico . ........................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19


Meditación bajo un misterio . ............................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
Miradas . . ......................................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
Milagro Quinto. Amanecer . ............................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Lo irreparable .................................................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
Alba rápida ......... ............................................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Sueño ............................................................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Forma de huida . . .............................................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
Y mi silencio no ha sido una crueldad . ................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
Hay voces libres ............................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
Agosto en el mar .............................................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
Carchuna ........... ............................................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Una paloma . . ................................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

||
|A N T O L O G Í A E S E N C I A L |

¿Cuándo volverán?.............................................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Cuando era primavera . ........................................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
Última canción. Canción antigua . ......................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
Media noche ........ ............................................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
Cantar del atardecer . ........................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
Canción ............................................................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
Mar como el mar ............................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
Transparencias .................................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Hora de nacer .................................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
Escribo y sé que mi escritura es falsa ...................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
Acción completa ................................................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
He pronunciado el nombre de un objeto ............... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59

||
Emilio Prados. Antología esencial
se terminó de imprimir en Sevilla
el 1 de septiembre de 2021
L
a unión indisociable que establece el autor entre vida y poesía constituye
no sólo el principal cimiento de su mundo creador, sino también la clave
que nos permite llegar al interior del hondo significado que acompaña a su
palabra. Más que entenderla en sentido estricto, lo que hay que hacer es dejarse
envolver por ella, oírla desde dentro de sí misma, desde el terreno de la emo-
ción y la proximidad afectiva del que nace su diálogo con el lector. La práctica
quedará ahí como algo imborrable: leer es sentir. [...] Prados aplica a la poesía la
forma de convivencia vinculación sensible en que se desenvuelve su relación con
cuanto le rodea, personas y naturaleza.

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