Herramientas de Investigación Social: Guía Práctica Del Método Genealógico
Herramientas de Investigación Social: Guía Práctica Del Método Genealógico
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COEDICION
Universidad de La Frontera
Chile
Universidad Iberoamericana
Ciudad de México
UNIVERSIDAD
IBEROAMERICANA
CIUDAD DE M~XICO
Herramientas de Investigación Social: Guía Práctica
del Método Genealógico
COEDICIÓN
UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA (CHILE)
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA (MÉXICO)
ISBN 956-236-169-1
Agradecimientos
Introducción
8
Capítulo Primero
Genealogía del Método Genealógico
Definiciones iniciales 11
Un marco investigativo a los conceptos 13
Síntesis histórica 18
Vigencia y múltiples aplicaciones técnicas 27
Capítulo Segundo
Representación de la información Genealógica
Simbologías 34
Otras convenciones gráficas 46
Simbologías en Antropología 48
Capítulo Tercero
Una aplicación práctica del Método Genealógico
Capítulo Quinto
Interpretación e Informatización Genealógica
Bibliografia 120
Anexos
Agradecimientos
Guillermo Davinson
Temuco, Chile
enero de 2006
Introducción
9
plinas que representan, a través de gráficas genealógicas, parte de
la información que procesan.
10
Capítulo Primero
Genealogía del método genealógico
DEFINICIONES INICIALES
11
En la ciencia antropológica, el británico W. H. R. Rivers de-
finió el estatuto heurístico de este método en el trabajo etnográfico,
a fines del siglo XVIII y al cual dedicaremos, más adelante, algu-
nos antecedentes.
En un primer acercamiento, definiremos el método
genealógico, como un procedimiento técnico, por el cual un in-
vestigador de campo, mediante el uso de la encuesta antropológica,
recolecta un conjunto de datos específicos sobre los integrantes -
tanto ascendientes como descendientes - de uno o más grupos do-
mésticos y posterio1mente los procesa, analiza y presenta dicha
información. Ello obliga al investigador a cumplir como mínimo
con dos momentos técnicos: a) trabajo de campo propiamente tal y
b) análisis de gabinete, donde se profundizan aspectos teóricos de
los datos obtenidos.
Uno de los resultados pragmáticos de la aplicación del méto-
do genealógico se expresa gráficamente en un documento deno-
minado genealogías y que es el aspecto corrientemente más cono-
cido, ignorándose el procedimiento global que arriba a ese resulta-
do. Es decir, se confunde uno de los productos (las genealogías)
con todo un proceso técnico (método genealógico). En muchas
iniciativas desvinculadas del mundo de la Antropología, se habla
de «genealogías, método o técnicas genealógicas» indistintamen-
te, sin establecer diferencias al respecto.
En nuestro caso, cuando hablamos de genealogías, estamos
refiriéndonos al documento que visibiliza los resultados de la apli-
cación del método genealógico. Las genealogías son la represen-
tación gráfica de una situación social e histórica determinada, que
posibilita una visión de conjunto, de cada uno de los miembros ahí
representados, distribuidos en generaciones y relacionados con al-
gún tema específico, según sea el objetivo de la investigación.
Cuando el método genealógico (etnografía y encuesta
antropológica asociada al parentesco), es aplicado exhaustivamente,
es decir, la recolección de los datos es suficientemente prolija, en
forma y fondo, mostrará con exactitud - a través de las genealogías
(los documentos gráficos) - el sexo de las personas, edades, sus
relaciones (vínculos) de unión conyugal, filial y de hermandad y
aún los parentescos más alejados en su cadena genealógica. Ade-
más de otros aspectos, que intencionadamente el investigador, so-
12
bre estos grupos intente descubrir y/o analizar y donde los objeti-
vos científicos del método genealógico han sido establecidos al
inicio de la investigación. 2
En ese marco, la importancia de la aplicación del método
radica en proporcionar un contexto de veracidad, por cuanto exis-
te coincidencia que« ... aumentó en gran medida el rigor y la pro-
fundidad del estudio empírico. Las recolecciones de datos demos-
traron ser mucho más de fiar y las genealogías eran algo con lo
que fácilmente se podía verificar la validez de muchas prácticas
sociales (por ejemplo, la herencia de la tierra)» (Goodenough ,
1988:29).
2
Rivers ( 1985) para elaborar sistemas de parentesco, primer uso que le asigna
al método genealógico, establece una serie de pasos. Destaca que en este caso
en particular se debe obtener una lista de términos de parentesco, (dos colum-
nas) - recíprocas - con las respuestas tanto del varón como de la mujer. Aspec-
to importante pues, los <<ténninos dados en la lista permiten determinar el ca-
rácter general de un sistema>> (Rivers, 1985:90).
13
Frecuentemente, el encuestado «sirve al investigador una
genealogía ya hecha. Lo que constituía en un tiempo el arma
metodológica situada claramente en el campo de la ciencia, es hoy
en día manipulada por los mismos encuestados. Sin embargo, el
interés por la genealogía no es idéntico en todos los grupos socia-
les. En el país Bigouden, las genealogías reconstituidas en mi in-
vestigación combinando información oral, archivos del registro
civil y los archivos notariales suscitaban el interés de los investi-
gados» (Segalen, 2005).
El interés persiste y se acrecienta y las motivaciones son
variadas, pero la búsqueda y conocimiento de los antepasados,
parece ser más frecuente de lo que se piensa. Al identificar a la
progenie se debe tener presente, «que la posición de un antepasa-
do puede estar definida ya sea por una relación genealógica real
con sus descendientes, o por una genealogía más o menos ficti-
cia» (Krauskopff, 1996:83), aspecto que el método genealógico
contribuye a subsanar.
En algunos grupos humanos la vigencia por mantener una
clara posición genealógica es importante. Los griegos, en su épo-
ca fomentaron una orgullosa conciencia racial, que sustentaban a
través del desarrollo de una genealogía, que remontaba sus orige-
nes a héroes, con carácter semidivino. En Corea, el uso de los
«registros de linaje, en otras épocas reservado a las familias letra-
das de la aristocracia, es hoy en día general. La mayoría de los
coreanos se considera de origen aristocrático y la prueba seria su
genealogía» (Guillermoz, 1996: 187). En cambio en la región de
Vanuatu (Nueva Guinea) «algunos grupos locales se agrupan alre-
dedor de una gran casa de los hombres y destaca la escasa profun-
didad genealógica atribuida a los pequeños tamaños de los grupos
de descendencia» (Bensa y Juillerat, 1996:481).
También ha sido importante para la Antropología el método
genealógico instaurado por W. Rivers, el cual institucionaliza las
genealogías, como un método que utilizó en sus trabajos sobre
herencia de los comportamientos, dada su vinculación al mundo
de la medicina y psicología. No obstante, «creía decididamente
que éste era el único método científico que permitía acceder sin
riesgos de error a las terminologías de parentesco. Rivers veía en
las terminologías de parentesco el reflejo fiel o la supervivencia
de formas de mat1imonio actualmente desaparecidas» (Juillerart,
1996:643).
14
Precisemos algunos aspectos centrales sobre el método que
son desarrollados en El Método Genealógico de investigación
antropológica (1988) de Rivers . En este trabajo sostiene que la
primera función y más evidente - del método - es la elaboración de
los sistemas de parentesco . En segundo lugar el uso que se puede
dar a las genealogías en el estudio de la regulación del matrimonio,
pues al retroceder en el tiempo, es posible investigar, las formas
de matrimonio (poligamia y poliandria, el levirato y el matrimonio
entre primos cruzados) en los grupos humanos. Un tercer aspecto
que Rivers destaca, es el uso en el ámbito de la investigación de
las leyes que regulan la filiación y la herencia de la propiedad, (un
pedazo de tierra y sus múltiples subdivisiones) que pueden ser
concretamente abordadas a través de este procedimiento técnico.
Siguiendo en esta línea, un cuarto tema a rescatar, es la posibilidad
de aplicar el método a los estudios de las emigraciones.
En otro ámbito, Rivers visualiza ventajas en el estudio de la
magia y la religión (el ceremonial en algunos grupos se asigna en
ciertas relaciones de parentesco) con determinados sujetos. Como
sexta utilidad, se rescata el estudio de cuestiones biológicas que
ti enen connotación sociológica (los aspectos sociodemográficos)
en algunas sociedades. En directa relación, puede aportar a la
Antropología Física, lo que Rivers ejemplica con sus resultados
sobre el albinismo y daltonismo.
Con respecto a las ventajas del método , Rivers menciona las
siguientes: a) nivel de concreción, (cuestiones abstractas sobre
bases puramente concretas), b) es ventajoso cuando no se cuenta
con tiempo suficiente para el trabajo de campo y subsana el
problema de la lengua indígena (Rivers recomendaba en este caso
intérpretes), c) comprueba la exactitud de los propios testigos (el
método al contrastar información) posibilita det ec tar la
contradicción o inexactitud y d) permite entender los «rasgos de la
psicología salvaje» al penetrar en las peculiaridades mentales de
los informantes que causan los malentendidos.
En síntesis, Rivers puntualiza dos grandes méritos atribuibles
a este método . En primer lugar, permite retroceder en el tiempo (a
un contexto menos aculturado) y conocer patrones de organización
social de hace 150 años atrás y consecuencialmente, establecer las
características actuales producto de dichas influencias en el pasado .
En segundo lugar, posibilita los «medios para no sólo obtener
15
información, sino para demostrar la verdad de esta información»
(Rivers, 1988: 95). Mediante el método entonces, este autor estima
que es posible demostrar hechos de la organización social, con
tanta concreción como es posible en cualquier ciencia biológica.
Posteriormente a Rivers, algunos investigadores que han
trabajado con el método, refieren algunas de sus características
desde sus experiencias.
Malinowski, - cuya aportación al trabajo de campo es
bastamente reconocida - señala «una genealogía no es más que un
cuadro sinóptico de cierto número de relaciones de parentesco
conectadas entre sí. Su valor como instrumento de investigación
radica en que le permite al investigador formularse preguntas in
abstra cto, susceptibles de ser preguntadas en concreto al
informador indígena. Como documento, su valor consiste en que
proporciona cierto número de datos comprobados y los presenta
en su forma natural de asociación» (Malinowski, 2001 :60). No
olvidemos que en su estadía con los Trobriandeses , registra
información genealógica y la consigna en su mundialmente
conocido Los Argonautas del Pacífico Occidental.
A. R. Radcliffe-Brown, (discípulo de Rivers) lo utiliza para
analizar los sistemas de parentesco, concebidos como la extensión
indefinida de las relaciones entre familias elementales, que a su
vez, definen relaciones de orden: padres/hijos germanos, marido/
esposa . Estos «sistemas están organizados según reglas
sociológicas, como la unidad del grupo de germanos o del linaje,
que se apoyan, o no, en el referente genealógico para definir clases
terminológicas y grupos. La hipótesis extensionista (extensión
genealógica de las relaciones de primer orden) será rechazada
incluso por E. R. Leach (1958) que critica el método genealógico
y preconiza un análisis exclusivamente sociológico del parentesco»
(Bonte, 1996:578).
Luego y sin encontrar una definición tácita, en Las
estructuras elementales del parentesco, (1949) Lévi-Strauss infiere
acerca del método . Cuando al explicar una búsqueda de una
«estructura significativa de los intercambios matrimoniales acerca
de los cuales la sociedad nada dice; sea directamente por la
interpretación de las reglas o indirectamente gracias a las
inferencias que pueden extraerse de la nomenclatura del parentesco
o por algún otro medio. Se hace hablar entonces a las genealogías»
(Lévi-Strauss , 1985:24).
16
En el primer tomo de Las estructuras elementales del
parentesco (1985), Lévi-Strauss, presenta 22 genealogías de entre
43 figuras de esta sección. En el segundo tomo, se consignan 31
genealogías de 87 figuras , diagramas genealógicos que detallan
los más diversos sistemas de parentesco, tales como: Polinesios,
Aranda, Dieri, Katchin, Australianos, Manchú, Chinos, Tibetanos,
etc. 3
En otro orden, en un trabajo denominado Oralidad: tiempo,
fuente y transmisión ( 1997) del español González Alcantud, destaca
la tradición oral como argot científico de antropólogos, etnólogos
y etnógrafos, detallando las figuras narrativas de los pueblos
alfabetizados que han adquirido características de universalidad;
entre esas menciona a las genealogías, sobre ellas señala están
«enlazadas con la narración mítica, si bien pueden hallarse
secularizadas. Constituyen la fuente de legitimidad política y social
más frecuente en sociedades como la islámica. Los linajes «chorfa»
magrebíes atribuyen su genealogía a ser los primeros pobladores
islámicos del país; ahí reside su legitimación política. Asimismo,
la distinción entre tribus, linajes y clanes se hace entre los beréberes
en base a las capacidades individuales para recordar total o
parcialmente las genealogías (Hart, e.p .). La tradición genealógica
es fuente de poder social y política» (González, 1997: 146).
En El método genealógico en la investigación social (1994)
de Ruiz Pérez, encontramos otra definición que señala que es
« .. .una serie de técnicas documentales e históricas que nos
permiten conocer a fondo no sólo nuestro linaje sino las costumbres
y situaciones sociales de cada época. En la investigación social, la
Antropología se ha destacado por desarrollar técnicas de
recolección de datos y análisis conceptual conocidas como el
método genealógico» (Ruiz Pérez, 1994:71).
El trabajo dirigido a estudiantes, conocido como De la teoría
a la práctica antropológica: el museo como referencia (2001) de
Pastor Alfonso, nos proporciona sobre el método otra perspectiva
y lo define de la siguiente manera. El método genealógico «trata
3
Para nuestros efectos, sírvase señalar al lector, que hemos utilizado la versión
de Las estructuras elementales del parentesco, (Claude Lévi- Strauss) de 1985
coedición mexicana de la colección de obras maestras del pensamiento con-
temporáneo, de la Editorial Artemisa. Esta versión (en español) se divide en
dos tomos.
17
los principios de parentesco, filiación y matrimonio, que son las
bases sobre las que se sustentan las culturas no industriales. Como
en este tipo de sociedades la gente pasa la mayor parte de su vida
entre parientes, es necesario recoger los datos relativos al paren-
tesco para poder entender la historia y las relaciones actuales. Por
ejemplo: Los casamientos estratégicos entre miembros de dife-
rentes pueblos, generan alianzas políticas. Una vez obtenida la red
de parentesco, puede utilizarse en averiguar los derechos de pro-
piedad, las reglas de residencia y matrimonio, la sucesión de ofi-
cios hereditarios y otras reglas y costumbres de la comunidad»
(Pastor Alfonso, 2001).
En esta misma dirección y en un análisis conocido como
Sistema y estructura de parentesco (1996) de Bonte, destaca su
visión sobre el método y puntualiza al definirlo « ... como una car-
ta que define y legitima el estatuto de un individuo o grupo a partir
de cadenas de relación de filiación ascendentes, la genealogía es
uno de esos modelos de representación indígena, [se está refirien-
do al método etnogenealógico de Conklin] tanto más extendido en
sociedades muy diferentes cuanto que está asociado a la constitu-
ción de grupos sociales (grupos de unifiliación, grupos cognaticios,
casas, etc.)» (Bonte, 1996:578).
SÍNTESIS HISTÓRICA
4
Con cursiva destacaremos en adelante a Ego. Palabra utilizada en Antropología
«para designar el 'Yo' desde cuyo punto de vista se consideran las relaciones de pa-
rentesco. A veces resulta necesario establecer si la persona de referencia es un ego
varón o un ego mujer» (Harris, 2000:429). Según Kottak el <<Ego (en latín yo) identi-
fica a la persona cuyo cálculo de parentesco está siendo examinado» (Kottak, 2002: 153).
20
tarios de las tierras tenían que pagar al rey. Este inventario se reali zó
a una escala sin precedentes en la Europa medi eval. Según (Encarta,
2 00 0) « ... el m anu sc rito or ig in a l es tab a formado p o r dos
vo lúmenes . Es tos documentos fue ron usados frecuentemente en
los trib un ales medievales y los textos publicados son emp leados
ocasional mente hoy dí a, en liti gios relativos a cuestio nes de
topografía o genealogía».
En otro ámbito y sigui endo a Montórfano (2002) las culturas
as iáticas, como la china y la j aponesa, han otorgado tamb ién gran
importancia a los orígenes famili ares. E l emperador de Japón es
un vivo ej emplo de una din astía que se ha sucedido sin interrupción
durante cas i 2 .000 años y los registros pem1iten constatar tal hecho.
En Japón del s iglo VIII las hi sto rias míticas Kojiki (Registros de
A ntiguos Asuntos, 712) y N ihon shoki (Crónicas de Japón, 720),
describen los actos y la genealogía de los dioses desde que Japón
fue creado por la pareja inicial, Izanagi e Izanami . Según (Encarta
2000), estos li bros del árbol genealógico imperial desde la diosa
del sol Amaterasu, deben de haber sid o recopilados para así dar
validez al derecho divino a gobernar que reclamaba la fam ilia
imperia l japonesa.
En lo que res pec ta a Mesoamér ica precolombi na, lo s
Cakchiquel, indígenas quiché, que actualmente habitan en los
departamentos de C him altenango, So lolá y Sacatepéquez en
Guatemala, presentan una genealogía concreta de sus héroes, en
el documento histórico más conocido como el Memorial de Sololá.
Más detall es sobre Mesoamérica prehispánica encontramos
en un trabajo denominado Análisis de la Teología del niatrimonio
y derecho canónigo y prácticas misioneras en el M éxico del Siglo
XVI (2003) de Ragon, quien nos porm enoriza sobre un interesante
espertizaje en e l co noci mi en to ge nealógico de los ind ios
conquistados. A l respecto y citando a Motolinia, Ragon nos precisa
[sobre el sacramento del matr imo nio en la nueva España] .. . «Era
cosa de ver verl os venir, porque muchos de ellos traían un hato de
mujeres e hijos como ovejas y despedidos los primeros , vení an
otros indios que estaban muy instruidos en el matrimon io y en la
práctica del árbol de consaguinidad y afinidad; a estos ll amaban
los españoles licenciados, porqu e lo tenían tan entendido como si
hubiesen estud iado sobre ell os muchos años» (Ragon , 2003:63). 5
5
Las cursivas son nu es tras.
21
Lo anterior, en el entendido, que las autoridades eclesiásticas
de la época, intentaban dar respuesta a las variadas circunstancias
de relaciones familiares que los indígenas presentaban. Todo lo
cual, junto con obligarlos a dictar normas particulares, hacía
necesario contar con un acabado conocimiento sobre las relaciones
genealógicas de los sujetos para evitar entre muchas cosas, los
matrimonios entre parientes y otras situaciones propias de la
poligamia. En la sociedad Tenochca que era una «sociedad
fuertemente estratificada, caracterizada además, por un gran énfasis
en el papel de la herencia para la determinación del status personal»
(Palerm , 1997: 161) se hacia im prescindí ble el conocimiento
genealógico. 6
En ese contexto, no es de extrañar que ciertos sujetos, fuesen
la memoria genealógica de muchos de estos grupos. En Parentesco
y matrimonio en la sociedad tarasca prehispánica (2003), Kuthy
nos informa que los Tarascos se casaban con sus propios parientes
para beneficio mutuo. Los «licenciados» de Ragon, son los
«casamenteros » de Kuthy, « ... como parece que este tipo de
casamiento [endogamia de linaje noble] se llevaba a cabo por los
hombres, no es sorprendente que la traducción propuesta por
Gilberti de la palabra curahpepehperi sea la de «casamentero»
(1987:268)» (Kuthy, 2003:117). Parte importante de estos datos
sobre parentesco tarasco, fueron obtenidos por Kuthy a través de
un documento denominado; Relación de Michoacán del 1538 ó
1539 , donde (Kuthy, 2003:121) nos muestra un sistema de
parentesco Tarasco representando cinco generaciones. Dicha
información fue posible obtenerla en su oportunidad, por cuanto
la Relación de Michoacán, suponemos posibilita la obtención de
antecedentes genealógicos.
En Los Andes prehispánicos, en tanto , en lo que fue el
Tawantinsuyu encontramos el Sapan Inca, hijo del sol quien se
casa con su hermana, le da hij os legítimos entre los cuales se
designa el heredero al trono y tiene esposas secundarias no incas.
Siguiendo a Molinié-Fioravanti (1996) tras la muerte del inca su
cuerpo es momificado para objeto de culto. Se dispone de «una
genealogía de doce so beranos, generalmente considerada una
cronología; también puede ser interpretado como un mapa jerár-
6
Véase a Ángel Palerm (1997) páginas 160 a 164 inclusive, donde desarrolla
pormenorizadamente este asunto.
22
quico que indica la distancia genealóg ica e ntre el soberano y los
antepasados reales. Los lazos de parentesco regul an a la vez la
organización de los linajes aiistocráticos, el ptincipio que jerarqui za
a los admi ni stradores, el acceso a la tierra de los grupos- locales (o
ayllu) y la integración mitológica de los pueblos conqui stad os
dentro de la fa mili a del Inca» (M olinié-Fi oravanti, 1996:78).
A fines del siglo XV y principio del XVI, en el valle de
México, la complejidad social y política de los Tenochca fue posible
conocerla a través de descripciones que se basaban «en los relatos
de cro ni s tas y co nqui stadores, en los infonn es de los misioneros y
de los administrado res de la Coro na Española y en los registros
docum entales de la época, libros de bautismo, pleito por de recho
de propiedad, genealogías, etc.» (Palenn , 1997: 159).
En la Edad Media, siguiendo con el análisis de Montórfano
(2002) oc u1Ti ó también que nobles y reyes deseaban a c ualquier
precio mos tra r una re laci ó n de s angre co n los perso naj es
mi tológicos y admirables. Por esta razón, los encargados de realizar
los estudi os genealógicos no dudaro n en ser poco rigurosos como
para satisfacer a sus ilustres clientes. La Edad Media constituye
un período en el que se elaboran un buen núm ero de genealogías
fa lsas. Recorde mos que con la «llegada de los misio neros [a
Amé1ica] que debían examinar grados y fo 1mas de parentesco antes
de auto1izar matrim onios; a los jmistas y administradores coloniales
que debían tratar problemas de sucesió n y herencia» (Palerrn ,
1997:146) constituyeron imp ortantes insum os para ente nder la
genealogía .
Se puede afirmar que el movimiento genealógico comenzó
en Europa occidental en el siglo XVI, cuando apareciero n los
registros donde es tán ap untados, tanto los individuos destacados,
corno las personas comunes del pueblo. Estos registros coincidieron
con la aparici ón de la monarquía en algunos países y fueron ell os
quienes insistieron en reali zar registros veraces; la fi nalidad era
poder cobrar impuestos y, adem ás, ostentar honorables árboles
genealógicos (Montórfano, 2002).
En Europa e n el año 1674 se publica Le grand dictionna ire
hisrorique, 0 11 mélange curieux de /'histoire saCJ-ée et profane (El
gran diccio nari o hi stó rico, o episodios c uri osos de la hi storia
sagrada y secular), del sacerdote y estudi oso francés Loui s Moréri
- que según (Encarta, 2000) - es un diccionario es pecial de historia,
mitología, genealogías y bi ografías.
23
El siglo XVII marca un importante cambio en varios países
europeos. Se introdujeron nuevos métodos de búsqueda e
investigación que contribuyeron al desarrollo de esta técnica y,
sobre todo, a su fiabilidad. Es el período de los grandes
genealogistas alemanes y franceses, del jesuita portugués Jerónimo
de Souza, del inglés Dugdale y del español Luis de Salazar y
Castro» (Montórfano, 2002).
A partir de la segunda mitad del siglo XIX y la primera del
XX, la genealogía comienza a tomar rigor gracias a los trabajos de
historiadores y cientistas sociales, entre los cuales cabe destacar al
médico, psicólogo y antropólogo británico W. H. R. Rivers, que
como ya hemos adelantado, existe consenso general en señalarlo
como el iniciador de este método antropológico en sus estudios de
campo y posterior difusión.
Así, desde sus comienzos como ciencia, la Antropología,
hace uso extensivo del método genealógico, desarrollando técnicas
de campo y métodos de análisis que permitieron «acercarse al
significado social de las estructuras de parentesco en sociedades
que de otra manera hubieran permanecido conceptualmente
ininteligibles para nosotros. Desarrollado en el estudio de sistemas
de descendencia unilineales este método no pierde vigencia cuando
el objeto de la Antropología se extiende hacia nuestra propia
sociedad» (Ruiz Pérez, 1994:71 ).
A diferencia de los genetistas, a la Antropología le interesa
el tratamiento social de las relaciones genealógicas. Sin embargo,
el estudio de estas relaciones se ha confundido, en parte, con el
análisis de parentesco. L. H. Morgan había basado desde el
principio la comparación de terminologías en el carácter universal
del reconocimiento de estas relaciones, pero el «mérito de haber
definido en 1910, el estatuto heurístico del método genealógico de
la encuesta antropológica corresponde a W. H. R. Rivers» (Bonte,
1996:577).
En este contexto, se hace necesario conocer algo más de este
británico. William Halse Rivers Rivers, nació en 1864 en Luton
(Kent), e inició la carrera de médico en Londres, antes de comenzar
sus investigaciones de psicología experimental. Dio clases desde
1897 en la Universidad de Cambridge y en 1902, en el St. John's
College. En 1889 «participa en calidad de psicólogo en la
expedición al Estrecho de Torres dirigida por A. C. Haddon, durante
la cual hace pasar pruebas sensoriales a los insulares. Desde
entonces, se orienta decididamente hacia la Antropología Social
24
y se dedica a investigaciones de campo entre los Toda de la India
del Sur en 1902 y luego en Melanesia en 1908 y 1914. En 1915
vuelve parcialmente a la psicología experimental y se interesa por
la terapéutica de los traumatismos de la guerra . Muere en
Cambridge en 1922» (Juillerat, 1996:643).
El cuestionario genealógico de Rivers permitía, sin necesi-
dad de conocer la lengua vernácula, acceder al universo del paren-
tesco y de otros aspectos de la vida social de los entrevistados. Si
bien posee un carácter conjetural y sus preocupaciones apuntan a
encontrar, mediante la comparación, efectos determinantes de ins-
tituciones como la familia y el matrimonio, su aporte resultó muy
importante .
En esa línea Rivers «no se preocupa por el estatuto
epistemológico de su método, en particular del lugar del referente
biológico de la genealogía (Firth en Rivers 1968). La antropología
f-uncionalista inglesa, tras Rivers, distinguirá cuidadosamente en-
tre las relaciones genealógicas centradas en Ego y que incluyen
este referente biológico y las relaciones de parentesco (Fortes 1970)
se trata por lo tanto de un simple método de aproximación al pa-
rentesco» (Bonte, 1996:577-578).
El método no está exento de dificultades en su aplicación,
por cuanto deben en ocasiones considerarse varias entrevistas y
mucho tiempo en su ejecución. El mismo Radcliffe-Brown, padre
de la Antropología británica y como hemos dicho , discípulo de
Rivers , comentó al respecto en su trabajo de campo en las Islas
Andaman en 1906 y 1908 respectivamente lo siguiente . «Recogí
cierto número de genealogías de los indígenas, pero desgraciada-
mente, mi propia inexperiencia en el uso del método genealógico
y mi consecuente incapacidad para superar las dificultades con
que me encontraba, hicieron fracasar esta parte de la investiga-
ción» (Kuper, 1973:59).
Otro de los antropólogos más importante de esta disciplina,
Malinowski, después de haber establecido contacto con los nati-
vos de las islas Trobriand relata, a diferencia de Radcliffe-Brown,
que « ... sabía que el mejor remedio era ir recogiendo datos con-
cretos y obrando en consecuencia hice un censo del poblado, tomé
notas de las genealogías, levante planos y registré los términos de
parentesco» (Palerm, 1992:38). No obstante, señalemos que en
Los Argonautas de Malinowski, éste no presenta cuadros, figuras
o diagramas de genealogías sobre los indígenas de la Nueva Gui-
nea.
25
Recordemos que Malinowski estuvo preocupado por la for-
ma de traducir sus observaciones a colecciones sistemáticas de
pruebas. Rivers demostraba la utilidad de la técnica de las genea-
logías, pero Malinowski tenía que desarrollar «toda una serie de
técnicas que abarcara todas las clases de datos» (Kuper, 1973 :31 ).
No olvidemos que para Malinowski, una de sus preocupaciones
metodológicas era justamente la rigurosidad en la obtención del
dato producto del trabajo de campo. Al respecto, «la recogida de
datos concretos sobre una amplia gama de hechos es uno de los
puntos esenciales del método empírico. No se trata solamente de
enumerar unos cuantos ejemplos, sino que es necesario agotar lo
más posible la totalidad de los casos disponibles; y que en esta
búsqueda de casos, cuanto más claro tenga el investigador su plan
mental mayor será su éxito. Pero, siempre que el material de in-
vestigación lo permita, esta carta mental debe transformarse en
algo real, debe materializarse en un diagrama, un plan, un cuadro
sinóptico exhaustivo de los casos. Desde hace ya mucho tiempo,
en todos los libros modernos, mínimamente aceptables, que se
ocupan de los indígenas esperamos encontrar una lista o un cua-
dro de los términos de parentesco que incluya todos los datos al
respecto y no se limite a señalar unas cuantas relaciones extrañas
y anómalas. En la investigación de parentesco, siguiendo una tras
otra todas las relaciones de un caso concreto, se desemboca de
forma natural en la construcción de cuadros genealógicos»
(Malinowski, 2001 :58 y 59).
Ahora bien, en la época de Rivers , ciertas abstracciones teó-
ricas poderosas prometían ayudar a los etnógrafos académicos a
alcanzar el corazón de una cultura más rápidamente (Clifford,
1995:49 y 50), por ejemplo, que la realización de un extenso in-
ventario de costumbres y creencias y sin pasar años enteros tratan-
do de conocer a los nativos y los detalles íntimos de sus complica-
das lenguas y costumbres, el investigador podría buscar datos par-
ticulares que le permitieran dar cuenta de la armadura central o
estructura de una totalidad cultural. Así «el método genealógico
de Rivers y luego el modelo de la estructura social de Radcliffe-
Brown, proporcionaban este tipo de atajo» (Clifford, 1995:49 y
50).
Los aportes - en su momento - de Rivers (nos hemos centra-
do justamente en parte de éstos) han implicado que en la actuali-
dad, muchos de los programas de estudio de Antropología y de
otras ciencias afines, incorporen la técnica genealógica por sus
26
contribuciones meto lógicas . La etnografía sigue siendo la receptora
de parte importante de éstas. En un trabajo Émica, ética y
transferencia (1997) Aguirre Baztán, [citan do a N aro 11] quien trató
de asegurar el control de la calidad de la etnografia, reproduce los
25 factores que participan de este proceso de calidad científica.
Entre éstos, el número 21 es el «uso del método genealógico»
(Aguirre Baztán, 1997:95).
7
Volumen VI de abril 1994, número 1/2, San Juan, Puerto Rico, páginas 71 a
77 en particular.
27
en su trabajo, las ventajas del método, sobre todo entre los pueblos
que carecen de escritura.
Cabe señalar al respecto que la información se conserva en
la memoria de los ascendientes por varias generaciones y que los
sujetos conocen por su nombre a un gran número de parientes, lo
que nos señala que estos datos para las personas tienen un valor
funcional. Los datos genealógicos se usan para regular los
matrimonios, la herencia de las propiedades, la sucesión de los
jefes, etc. Resulta, por tanto, obvia la importancia de comprender
un principio en constante uso.
Sin embargo, debemos precisar que la memoria de un sujeto
respecto a su parentela, varía según el contexto y momento en que
éste sea entrevistado. Acá es posible aplicar una máxima en lo que
son los estudios de parentesco. La mayoría de los hombres «que
viven hasta la madurez pertenecen a dos familias elementales: a
una como hijo y hermano y a la otra como marido y padre»
(Radcliffe-Brown, 1982:16).
De esta forma asumiremos la importancia de la genealogía
para los fines de investigación que sea necesario. Pues, para definir
los parientes de una «persona determinada se hace remontar durante
varias generaciones su ascendencia, hasta sus cuatro abuelos, sus
ocho bisabuelos, o más arriba y todos los descendientes de sus
antepasados reconocidos, a lo largo de la línea masculina y
femenina, son sus cognados. A cada generación que retrocedemos,
el número de antepasados es el doble de la generación precedente,
de modo que en la octava generación una persona tendrá sesenta y
cuatro pares de antepasados (los bisabuelos de sus tatarabuelos) .
En consecuencia, resulta evidente que tiene que haber un límite
para el reconocimiento del parentesco de este modo. Puede ser
simplemente un límite de tipo práctico consecuencia de la
imposibilidad de comprobar las conexiones genealógicas, o puede
haber un límite fijado teóricamente, más allá del cual las conexiones
genealógicas dejen de tenerse en cuenta para fines sociales»
(Radcliffe-Brown, 1982:24).
En las comunidades pequeñas resulta a menudo posible,
recoger las genealogías de la totalidad de los habitantes. En otras
realidades como las señaladas en el artículo In vestigando en el
Medioevo Italiano (sf) de Massolo, nos refiere acerca de árboles
genealógicos de italianos cuyas ramas se extienden hasta los años
1.200, lo destaca pues en Europa, algunas personas pueden
reconstruir sus genealogías, generalmente hasta el año 1.600.
28
Para los autores del Manual de campo del Antropólogo (1971)
en cambio, en el caso de comunidades pequeñas recomiendan
recoger las genealogías pues éstas constituyen un censo y son la
base, no sólo del trabajo sociológico , sino también de inves-
tigaciones sobre población y migraciones. Los datos de las
genealogías proporcionan al investigador los nombres y las
relaciones existentes entre todos aquellos con los que va a trabajar
durante su estudio de campo . Además, proporcionan información
«sobre individuos que están ausentes. Tal conocimiento es de gran
ayuda. El estudio de las relaciones de parentesco, tan importante
para la Antropología Social, sólo puede hacerse mediante una
comprensión adecuada del método genealógico» (ibid. 36). Es
interesante también, el trabajo del investigador cuando está
recogiendo datos sobre la vida cotidiana de un grupo del cual ya
se tienen genealogías, pues el observador está capacitado para
seguir las tendencias de la gente a agruparse de cierta manera,
«para descubrir si existe relación genealógica entre las personas
que se asocian para diversas actividades, etc.» (ibid. 37).
En Francia, los estudios sobre el parentesco en las sociedades
complejas, esencialmente centrados en los años 70, recibe la
influencia de la escuela genética (Jean Sutter), introduciendo el
concepto de «aislado». «No se trata como sería en el sentido común
de pensar en una región aislada sino en una zona en la cual se
casan las personas, una zona relativamente cerrada. Desde este
ángulo se encontraban las nociones antropológicas de endogamia
y de exogamia. La investigación de los aislados, las etapas y las
causas de su rompimiento, exigían la reconstitución de genealogías
y el análisis de la estructura de los matrimonios y del área de
elección del cónyuge» (Segalen, 2005 en prensa) .
Dentro de las múltiples aplicaciones, mencionaremos algu-
nos ejemplos que tenemos a mano y más desarrollados; pero esta-
mos concientes de la existencia de muchos otros. En esa línea,
Davinson (2002) en un pueblo de México rural, lo utiliza para cons-
tatar los inicios de la actividad textil en una comunidad a mediados
de los años 50 y que más adelante detallaremos con mayor profun-
didad. En Chile y siguiendo esta linea sobre la utilidad del
método genealógico para determinar otros aspectos de la vida co-
munitaria, destaca el trabajo Diagnóstico sobre inserción laboral
de mujeres mapuche rurales y urbanas (1993) de Sonia Montecino,
29
Loreto Rebolledo y Angélica Wilson. En esta investigación «se
levantó un mapa de parentesco a una familia (linaje) de la
comunidad Chihuinpilli, comuna de Freire [al sur de Chile -
Temuco ], para lograr un acercamiento más acotado y de mayor
profundidad de una zona rural, en relación a los trabajos pasados y
presentes de mujeres y hombres . Los datos obtenidos arrojan
información que se remonta a 5 generaciones otorgando datos de
alrededor de 224 personas» (Montecino et al., 1993 :45). 8
En una zona rural de México, en el Estado de Tlaxcala se
publica la investigación: La Malinche: Poder y religión en la región
del volcán (2002) de Romero, que sustancialmente, es una reflexión
en torno a los cambios en la jerarquía cívico religiosa comunitaria
de algunos pueblos postnahuas del área. 9
En las dos etapas que Romero (2002) divide su trabajo
destaca la aplicación del método genealógico justamente para
abordar problemáticas tales como: apropiación del poder, conflictos
faccionales, participación de los fiscales en política y controles
religiosos de la comunidad, por citar las más importantes . En esta
fase señala que el uso del método genealógico «... permitió conocer
los grupos de parientes, ocupación, edad, residencia barrial y los
cargos de mayor jerarquía que detentaban, para lograr una
explicación del dominio de los grupos familiares en la comunidad
y la posición ocupada en el conflicto faccional» (Romero, 2002:21-
22). En lo eminentemente operativo, este investigadorTlaxcalteca
refiere que el universo de análisis, a través del que aplicó el método
genealógico, fue de aproximadamente 30% de 2000 individuos
[600] y que ajustó la información vinculada a la edad, cuando los
informantes la desconocían.
Continuando con nuestro análisis, otro aspecto importante a
los ya mencionados, lo constituye la identificación de otros hechos
que es posible realizar mediante el trabajo genealógico . Por ejemplo
y como lo sugiere el Manual de campo del antrop ólogo ( 1971 ), en
ocasión de ceremonias relacionadas con nacimientos, matrimonios,
defun ciones , resultan inapreciables los datos genealógicos
concernientes a los principales participantes a esos eventos.
8
Montecino et al. 1993 desarrollan un análisis de la inform ación labora l por
generaciones entregadas por el árbol genea lógico, describiendo por cada una
las distintas actividades económicas.
9
Hacemos nuestra esta categoría acuñada por Ei leen Mulhare, para más info r-
mación véase (Robichaux, 2003 :35).
30
Al recoger las genealogías el investigador encontrará con-
fimrnción y a veces información nueva e inesperada, respecto al
matrimonio de viudas, costumbres especiales en los patrimonios
entre parientes de los jefes, etc . La recopilación de datos
genealógicos, tanto por la información exacta que proporcionan,
como por su carácter de procedimiento introductivo al grupo, pro-
porciona un excelente fundamento a toda la investigación.
Más adelante, veremos como los niños son quienes recuer-
dan con mayor precisión el nombre de sus parientes de la misma
edad, aunque estos se encuentTen en un lugar distinto al de resi-
dencia. Es frecuente encontrar algunos de los miembros de la fa-
milia de la comunidad que tienen un conocimiento especial de las
genealogías.
Una recomendación del Manual sobre este particular dice:
«estas personas son magníficos informantes. La información que
proporcionen los jóvenes sobre este asunto debe tomarse con mu-
chas precauciones, excepto en lo que se refiera a su propia genera-
ción . [Igual aspecto señala Rivers, 1988:87]. Este tipo de conoci-
miento se adquiere gradualmente, por lo general mediante las en-
señanzas de los ancianos de la comunidad. Por supuesto, al reco-
ger las genealogías se encuentran muchas superposiciones. Una
familia a la que en un sitio se menciona como antecesora del padre
del sujeto aparecerá en otra como antecesora de la madre de otro
sujeto, o de la esposa de un tercero . Esto permite corroborar los
datos y probar la exactitud de los distintos informantes» (ibid. 37).
Podemos resumir que existe un consenso general en el he-
cho que el método genealógico nos permite adentramos en otros
patrones de comportamiento de los grupos en estudio . Entre mu-
chos, pueden ser la persistencia de oficios, (Montecino et al. 1993)
auto-percepciones raciales (Larrea, 2004) migraciones, despla-
zamiento geográfico, escolaridad, comportamiento o afiliación
política, (Romero, 2002) patrones de matrimonio (Robichaux,
1995) y fecundidad, tendencia a ciertas enfermedades, rasgos
fenotípicos persistentes, uso o abuso de drogas, alcohol, etc . En
Cuaxinca (México) Tereucán (2003) aplica el método para co-
nocer las relaciones de parentesco en ese pueblo , considerando
tres generaciones, para ver los vínculos de parentesco lejanos y
cercanos, redes de ayudas, endogamia, exogamia, últimogenitura,
unidades de residencia y gasto, entre otras, cuya información
era relevante para efectos de familia mesoamericana, ciclos
31
de desarrollo de los grupos domésticos y redes de reciprocidad.
En soci odemografia, la Asociación de Demografia Histórica,
informa de un congreso del año 2001 donde destacan dos trabajos.
El primero; Dinámicas demográficas de las élites vascas desde el
siglo XIV al XVII: una aproximación a partir de sus genealogías,
donde se propuso el empleo de las genealogías en la investigación
de las dinámicas demográficas de las élites vascas. Y una segunda
exposición donde se analizó la utilidad del uso de las genealogías
en los estudios de demografia histórica, proponiendo el uso de
programas de genealogía en la investigación poblacional.
En otro orden, como señalábamos, los orígenes fueron en el
área de la Medicina - y de ahí fue asumido por la Antropología -
sus aplicaciones siguen siendo vastas y vinculadas a su nicho inicial.
En España por ejemplo, la Universidad de Alcalá, a través de su
Departamento de Enfermería y para sus programas de diplomado ,
(2 005) establece en sus mallas curriculares el uso por los alumnos
del método genealógico, con el objetivo de contar con una
representación v isual a la hora de planificar cuidados, dado que
para ellos es de suma utilidad conocer los vínculos de parentesco
de la persona que requiere atención médica, para saber con quién
se cuenta como familia y así poder recuperar al sujeto en los centros
hospitalarios. A ello se suma una asignatura denominada
Antropología del Cuidado, que complementa parte importante de
los contenidos a estos profesionales de la salud.
Las vinculaciones entre Medicina y Antropología no son
recientes, en el trabajo Relaciones raciales, parentesco y género
en Brasil (2004) de Larrea Killinger se centra en el análisis de las
relaciones raciales y el papel que éstas juegan en el ámbito de las
relaciones de parentesco en Salvador de Bahía. Así estudia el
sistema de clasificación racial que las mujeres utilizan para referirse
a sus parientes durante el proceso de elaboración de sus genealogías.
Los datos etnográficos proceden de una investigación centrada en
analizar y evaluar el impacto epidemiológico de un programa de
saneamiento en dos barrios concretos de esa ciudad. En la
aplicación del método genealógico «se recogieron cinco tipos de
datos distintos para cada uno de los parientes : la categoría de
parentesco, la edad, la categoría racial, la ocupación y el barrio o
ciudad de residencia. La técnica de recolección de esta información
fue libre y espontánea y de ningún modo las mujeres tuvieron
32
que elegir entre las cinco categorias seleccionadas por el censo
brasileño . Todas ellas llevaron a cabo su propia identificación racial
y la de sus parientes por autoatribución sin poderse refrendar el
mismo proceso para cada uno de los parientes por razones
metodológicas . Posteriormente se entrevistó a dos mujeres que no
participaron previamente en la elaboración de las genealogías para
que definieran los términos raciales empleados por las mujeres
entrevistadas» (Larrea, 2004:68).
Muchas de las aplicaciones del método genealógico, en la
reconstrucción de las historias familiares, quedan de manifiesto
en La reconstitución genealógica: una herramienta para la historia
social (1996) de Picó, para el caso de sus estudios en Puerto Rico .
En éste se señalan importantes avances y hallazgos en la historia
social de ese país, mediante el uso del método.
En sus estudios este investigador Jesuita menciona varios
logros, no obstante señalaremos algunos: Morales Muñoz bus-
cando identificar a los fundadores de pueblos y a los iniciadores
de apellidos puertorriqueños, vinculando sus esfuerzos al examen
de los grandes asuntos de las épocas que estudiaba; el trabajo de
Géigel obre la genealogía de Campeche, donde documentó la
transición de la esclavitud a la libertad en una familia de origen
africano y a Ursula Acosta y David Cuesta Camacho en su libro
Familias de Cabo Rojo donde se han podido reconstituir las
hegemonías y las fisuras sociales en un municipio en el siglo XVlll.
33
Capítulo Segundo
Representación de la información genealógica
SIMBOLOGÍAS
35
FIGURANº 1
Simbología de los sexos y los Egos según sea el caso
FonnaA
FormaB
•~
Fgo
( Cwutdo es m.ujer)
Fgo
(CUaJtdo es hombre)
10
Hablamos de entrevistas (en plural), dado que por norma general tenemos :
a) obtención inicial de los datos, b) confección de borradores de genealogías y
c) sociali zación de éstas con los informantes. Todo lo cual demanda al investi-
gador planificar más de una entrevista y obliga, como veremos más adelante a
varios encuentros de trabajo.
36
otras situaciones y con ello el abanico de posibilidades se puede
hacer inagotable . Al respecto y sobre el asunto, quién es o no
pariente, asumiremos algunas premisas orientadora . Comenzare-
mos con Harris (2000), quien sostiene que «las per ona relacio-
nadas entre sí a través de la filiación o de una combinación de
afinidad y filiación son familiares o parientes. El campo de ideas
constituido por las creencias y expectativas que los parientes com-
parten entre sí se llama parentesco» (Harris, 2000:426).
Para el caso concreto de nuestros lectores mesoamericanos,
sirva en tal sentido la definición de Robichaux (1995) quien [ci-
tando a Needham] conceptualiza el parentesco como «la asigna-
ción y transmisión de los derechos en cuanto a la pertenencia
(membresía) a grupos». Sobre el particular, este mi mo investiga-
dor precisa que es te término, «parentesco», es una palabra
«multiusos»; que muchos antropólogos utilizan «sistema de pa-
rentesco» cuando hablan sólo de la terminología, pero que este
término abarca varios ámbitos de la realidad empírica, como redes
genealógicas, grupos de filiación localizados o no , grupos domés-
ticos y sistemas reguladores de matrimonio (Robichaux, 1995: 115).
La Antropología proporciona una herramienta básica, don-
de la cultura de los sujetos se puede enfocar desde dos perspecti-
vas diferentes : Etic y Emic respecti vamente . El término «etic
(fonetic) se refiere a la percepción que tiene un observador experi-
mentado de los datos que recoge situándose desde fuera de la cul-
tura que observa. Desde un punto de vista emic (fonemic), sin
embargo, el observador trabaja con las coordenada socio-cultu-
rales del grupo emisor de los datos recogidos » (Martos, 2003).
Recomendamos entonces, asumir con una perspectiva emic, pues
ello permi tirá registrar a los sujetos que nuestro informante (Ego)
refiere y por ende reconoce y considera como sus parientes. En
otro ámbito y como hemos señalado, no es únicamente en los es-
tudios de parentesco, donde el método genealógico cobra impor-
tancia. La multiplicidad de preguntas que pueden efectuarse al
entrevistado hace que esta técnica cubra un amplio abanico de apli-
caciones.
Ahora bien, la representación gráfica de las gen alogías debe
distinguir dos tipos diferentes de relaciones : la conyugal o afín y
la con anguínea. Para la conyugal o afín se traza una línea que une
el triángulo (representación del hombre) con el círculo (represen-
tación de la mujer). Para especificar el hecho que la unión entre
37
ambos es legal lo indicamos de una determinada manera; o bien,
si es consensual asignamos una connotación gráfica específica a
dicha línea para diferenciar ambas situaciones.
En el caso de ser una relación que se ha interrumpido - por
muerte, divorcio, abandono, etc. - se cruza una diagonal sobre la
línea. Si uno de los representados, (círculo o triángulo) ha muerto,
marcaremos dicho símbolo con otra diagonal. En el caso que
desconozcamos el sexo, utilizaremos un rombo como distintivo,
(las situaciones antes mencionadas las describiremos en las figuras
Nº 2, 3 y 4 respectivamente y agregamos una breve explicación
técnica).
La simbología de una relación conyugal se indica mediante
la doble línea o paralelas que unen el círculo (de la mujer) y el
triángulo (del hombre) respectivamente, tal cual aparecen en la
figura Nº 2, bajo la formaA. Para el caso de la relación consensual,
será representada mediante un distintivo a las líneas de unión.
Algunos investigadores, para los mismos efectos antes
descritos, (relación conyugal) utilizan otra simbología, es decir,
reemplazan la doble línea (paralelas) por una sola línea de unión,
inmediatamente debajo de los dos símbolos, según lo muestra la
forma B de la figura Nº 2. Ello permite posteriormente trazar las
líneas de descendencia unidas a éstas.
FIGURANº2
Representación de la relación conyugal
Fo11uaB
38
Como veremos más adelante, existen alguna modificaciones
en la representación (tal cual estamos acá precisando) in embargo,
ell o no lesiona el fondo del método que posibilita que éste sea
comprendido en cualquier realidad y contexto .
Señalemos que lo importante en amba ituaciones, (la
utilización de paralelas o línea contínua según sea el caso), es que
se advierta nítidamente el mensaje último de las g nealogías, que
es la representación de la información. La existencia de algunas
de estas ariables (o esti los) puede ser atribuido a la fase de la
recogida de datos donde por premuras de tiempo o de contexto, el
investigador adapta y/o reutiliza simbologías propia que le
permitan una posterior decodificación generando con ello nuevas
repre entaciones gráficas.
Por ejemplo, para di stinguir las relaciones consensuales de
las legale , encontramos en este caso (existiendo más) tres modos
de representación habituales. Ejemp lificamos en la figura Nº 3
dicha situación, no obstante, en las tres formas A, By C, prevalece
la simbología punteada o intermitente, para señalar esta diferencia
(que son consensuales y no legales) en la relación entre los sujetos
del árbol que pretendemos mostrar.
FIGURANº 3
Representación de la relación consensual
FonnaA
o------
----··D
Fotrna B
o·--1------·D
1 1
FormaC
o---·-·D 11
39
En otro orden y en cuanto a la simbología que representa
una relación legal entre una mujer y un hombre - pero intenumpi-
da - ello se distingue mediante el trazado de una diagonal sobre las
paralelas (doble línea) de unión. Véase al respecto la figura Nº 4
bajo la forma A y B respectivamente. En caso de un vínculo con-
sensual intenumpido deberá procederse de igual forma con una
diagonal sobre las líneas (que como hemos dicho) debe ser distin-
ta a las paralelas.
FIGURANº4
Relación conyugal interrumpida
Fo:nnl\A
0=/=6
Fonn.-tB
40
FIGURANº S
Muerte y sexo desconocido de algún integrante de la
genealogía
Fonna A
0=F D
Forma B
(A
Forma C
o ?
• 1
FIGURANº6
Relación consanguínea
Eól
Lo destacado en el diagrama, es para fines explicativos en
esta ocasión. En este ejemplo (figura Nº 6) de la consanguinidad
[relación consanguínea] se expresa en tres variedades: la forma A
el Ego (hombre) con sus hijos. O bien, la forma B, el Ego y sus
padres y la forma C Ego con sus dos hermanos, hombre y mujer
respectivamente.
Como aspecto formal de presentación de la información en
la figura Nº 6 donde se señala Identificación del árbol genealógico,
se estila escribir el nombre de Ego o el nombre de la familia que
está siendo sometida al procedimiento. En este caso se ha identifi-
cado al Ego, (un hombre) y para tales efectos, se ha marcado me-
diante un relleno (negro u otro color) su símbolo . Además, está
señalado que el Ego es casado y se identifica con este tipo de dibu-
jo=es decir, doble línea (paralelas). Es posible observar, (forma
A) que desde esta unión de Ego y su cónyuge surge una relación
consanguínea de descendencia. Lo anterior, por cuanto a través de
la línea vertical, se une el Ego a su mujer, en relación a fin a los dos
42
hijos de ésto ; una pareja (hombre y mujer) según lo muestra la
figura re pectiva.
En otro orden, puede darse el caso que el Ego (un hombre) y
el esposo de la madre (del Ego) mantenga una relación ocia! - y
no con anguínea - por lo que escogeremos una línea di tinta que
señale dicho fenómeno, tal cual aparece en la forma A de la figura
Nº 7 y por ello sugerimos utilizar una línea punteada pudiendo
también marcar e de otra forma.
Para mayor precisión en la forma B, (de la figura º 7) es un
Ego (hombre) que sin ser hijo de la mujer mantiene con ésta una
relación social. En otro orden, debe procederse de igual forma «ante
la posibilidad de parentesco que deberemos tomar en con ideración
- el parentesco ficticio o ritual - para la cual también deberemos
establecer una convención gráfica determinada» (Ruiz Pérez,
1994).
FIGURANº 7
Relación social (no consanguínea)
forma A forma B
0= .•
¡
D,-O.. :
...• .
.. . . .. .. . .... -. ..-..-...-..-..- . . -..-fil. : :
1
!
ota : Forma B: extraída de diagrama de Sonia Ruiz Pérez 1994)
FormaB
44
A e o agrega que el padre biológico del Ego fa U ció información
deducida por la diagonal sobre el triángulo .
FIGURANº 8 (a)
Preanálisis del diagrama genealógico forma C
fonn.a e
45
OTRAS CONVENCIONES GRÁFICAS
1
ln:f.91itado 1 Ti,~!_l carJui.i Mcndau Condla I Mema Ji. Pedro .Fcmmdc:i: de ~meo
'' 4.~ -.rY
Iº LfH 1 ~tabf;of castilc
laJi.do tJ
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Bcmlrdino Pcmandcz: de Vclasco
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AnlL~
m. Juam de Aragon
rk
(l>~r U)
BcnJrdlno '
D~go
11
Sólo hemos podido acceder a la versión electrónica en Internet.
46
En otro ámbito, en M edicina y en particular n G nética, las
genealogia on representadas por simbol ogías imilar a las que
hemo e tado trabajando, pero en alguna de ellas dada Ja naturaleza
de e ta disciplina son diametralmente distinta . La Figura 0 1O e
un cuadro exp licativo, utilizado por el programa g n ral de la
Cátedra de Genética de la Universidad de Mendoza, Argentina)
que dictó la docente Dra. Maria M aza de Fune en marzo de 2004 .
FIGURANº 10
Simbología de Genealogías en Genética
17 ~ I.11dMd110$
0-Ó Unióll
Q_9 manirnouiaJ y:.¡ p Fnlledtlo& óo
/\_ CerneloJ
Q Odici~oto.s
11
jAborto
[}{) Uuión
. . l
n () rn:itrunO~'I
"-Q' COltSl\ll~lef\
óO
I\!AJ'C1\ción di!' afect:11tl11~ :
./\.. Ge-mtlos 1 @ el lltuo totlll es usuru p~
010 cuya Man:nde ro tl'A u el r.u:o en uhldio, cu~n
ci~_s ji¡ 0 porfa~or 1~e ;en ~ V llo se u.1 :m of1·3~ s~ 1fo'be co·
Ea loc11r reíen-uc:ii. )' :ui tnm-
1\..... no ,e ftl C~$i\'O lig,':\(10
01U COl.IOU :ilX bif.n combin.u-se .
SIMBOLOGÍAS EN ANTROPOLOGÍA
FIGURANº 11
Simbología en las genealogías según Marvin Harris
6 Varón
1
Desciedede
o HeHihn
F.& 1u!nuno u
- Cuwco•
@ fc•n.~ee~b
seinvstn.
48
FIGURAN º 12
imbología en las genealogias según Osear Lev,rj
D Hornb1·e M lújos
o M ttjer
* La misma
person~
A Falleciclo ü--:i_
- lújO< d•
marido
Ob'O
-- ~latrimonio
8
0=6Padres 2 Orden de
matrimonio
FIGURANº 13
imbología en las genealogías según In stituto Real de
A ntropología de la Gran Bretaña e Irlanda
o Cuando se desconoce el
sexo
m.j..
m.s.
(l\tluerte joven)
(l\foerle so Itero)
49
Los datos del cuadro anterior fueron obtenido del Manual
de ampo del antropólogo (1971) del In tituto Real de Antropología
d la Gran Bretaña e Irl anda, aparecido en M 'xico y editado por
Comunidad de l Instituto de Ciencia Sociales de la Univer idad
Iberoamericana, específicamente hemos tran crito la información
d de la página 39 con mínimas modificacione de fom1a. Destaca
que debe representar la muerte de los jóvenes y los solteros.
FIGURA Nº 14
Simbología en las genealogías según Melville Herskovits
Líneas dobles:
Hembras Varones
indica11. matrimonio
~
• fiunilia de
ego
á JtD parientes
50
FIGURANº 15
imbologia en las genealogías según Conrad ottak
Varia
Mujer
---1 Hensam
(dllfa« )-'e
Dffde-'ecSe
12
Jacinta Palcrm en la introducci ón de la publicación ante mencionada no
recuerda acerca de su entrenamiento en el trabajo de campo con Ángel Palerm
quien durante la esc uela de campo en eñaba como hacer in ve ti gación
etnográfica . A l respecto señal a que uno de lo énfasi era justamente el <(trabajo
de cam po hac iéndo lo» donde en esos momento de adi e tramiento lo e tu-
diante di cutían y leían sobre organización ocia) ba ada en el parente co al
mi mo tiempo que «hací an genealogías con u ujeto de estudio» (Palerrn,
199_: 12). Co ntinúa luego señalando que la Genealogía e <run in trnmento
mu útil para ave1iguar sobre demografía (edad de l matrimonio, número e hi -
jo edad a l tener los, morta lidad infantil) migración re idcocia herenc ia, ac-
ti Yidad económica» (Palcrm, 1992 : 19) .
52
Capítulo Tercero
Aplicación práctica del método genealógico
53
Lo muros on de material mi. to , block cemento ado-
b , orteza de árbol en los meno d lo ca o . Re pecto a u
di · ione , la mayoría tiene una habitación principal que sirve de
ala co medor a la vez y otro cuarto corno recamara . Ademá
e ncu ntra lo que los habitante llaman; «cocina de humo», don-
d junto al «tlecuil», (fogón o bra ero) se encuentra el coma! para
e laborar las tortillas diarias. 14
En la agricultura destaca el culti o del maíz primordial para
u habitantes . La calidad de la tierra según lo lugareños es bue-
na , p ro se deben emplear fertili zante . En cuanto a otras especie
mbradíos del pueblo, el nopal e cultiva en los «mesurcos» -
e pr ión local - para referirse a los límites de los embradío ,
habitualmente magueyes o arbusto , que pue to en hileras deli-
mitan las milpas. 15 El nopal, representa en ciertas épocas una fuente
importante de alimentación para los habitantes de San Felipe. Tam-
bié n e siembra fríjol, calabaza y habas. Una de las hierbas co-
m e ti bles más consumidas es el quelite , que se encuentra con faci-
lidad en la zona y se prepara hervido o frito y cuyo uso preferente
e para la elaboración de salsas . Entre los frutales se tienen los
ciruelos, que se plantan frecuentemente cerca de la casa o en los
«mesurcos».
Los animales de corral que se crían son: gallinas, guajolotes,
patos y algunos gansos. En lo que es el ganado mayor y menor,
algunas familias cuentan con ejemplares que no superan los tre
por grupo doméstico, tales como; bueyes, caballos, vacas y
« emilas», (expresión local para referirse a la acémila, mula de
carga) y puercos (dos o tres ejemplares por familia) en aquellas
viviendas con patios extensos. Las casas ubicadas en la periferia
de l pueblo crían borregos.
En otro orden, la población de San Felipe (uti li zando el cri-
terio de la lengua) es predomjnantemente indígena y como tal , es
perfectamente posible clasificar al pueblo bajo esta categoría. La
gran mayoría de sus habitantes habla el náh uatl, pese a que los
jó enes dicen; «no hablarlo, pero si entenderlo».
14
Coma! en el pasado era un di co de barro cocido que e co locaba obre tre
piedra entre las cuales se prendía un fuego de ca.rbón o leña. Actualme nte e ha
popul arizado el coma l de metal de uno 80 centímetro de di ámetro , ob re una
ba e genera dora de calor.
15
Prec isemos que <<m esur cos» (de l nábuatl : metl- magu ye ) embrado en hi -
lera delimita n el cultivo. El nopal, para 1 1 t re ud am ri ca nos, e un
ca tu co mesti ble.
54
ulturalm nt una unidad ocia! c n fu rt id ntifica-
ción on u pa ado indígena por lo cual com art n mucho
otro pu blo ino caractcrí ticas étnica pr d minant mente
india . n tal ntido cabe prcci ar, que el náhu tl n ha d apa-
recido p e a un creciente proce o de acultura i · n. n donde el
idioma pañol h gcmoniza patic impo11ante del municac1on
entr to habitante y lo principal centro políti o .
La economía local la confom1an principalm nt uatro área
produ ti a que con tituycn lo eje obr lo ual 1 pueblo
de arr lla u ida económica. Utili zando como indicador el nú-
mero d per ona que e dedica a ella e po ibl ord narla egún
u imp rtancia : agricultura, actividad textil , trabajo n fuente
e t ma a la localidad y comercio y mercado
ar ligión predominante del pueblo la atólica la cual
e a alada por la pre encia de do templo en l c ntro d la loca-
lidad qu protagonizan la vida rcligio a d u habitante . on
r p to al i tema de cargos religio o , an F lip or aniza en
1
tom a la ma ordomías existente en el pu blo . El fi cal es la
m · ima autoridad religiosa en esta e tructura d cargo má tre
fi 1 au ·iliare . Debajo de e ta cúpula n u ntran cada uno
de lo ayudante del fiscal, en este ca o lo ma ord m que on
r p n ab l de cada una de las 12 mayordomí d 1pu blo .
55
E i t n tanta mayordomía como anto on imág n en
la igl ia cada una encabezada por un mayordomo y u ayu-
dant . alvo en el caso del Santo Patrón (San F lipe) que tá
nfi rmada por el mayordomo má un de otado un topil y tr
t quihua que totali zan seis per on
E tán, ademá , las hermandad qu on grupo d per ona
d ot de un dete1minado anto qu manifíe tan u fi por medio
d p r grinaciones a los di ferente antuario del E lado de
Tlaxcala y de la República Mexicana. La imág ne de lo anto ,
ncuentran en las casas de e tas per ona . Cuentan al igual que
la mayordomías, con mayordomo un de otado un topile y tre
tequihuas. Las hermandades ademá de realizar peregrinacione
colaboran en la fiesta del Santo Patrón. La elección de la cofradía,
e lle a a cabo el 12 de di ciembre· tradición qu e inicia con la
irgen de Guadalupe, cuando é ta era la patrona del pueblo. Ese
día acue rda la elección de lo cuatro fi cale y lo doce mayor-
domo los respectivos devotado topile y tequihua de cada
mayordomía, más los dos sacri tanes, lo campanero y el portero
para que desempeñen sus funciones por un año.
En síntesis, hacemos nue tro lo planteado por Romero (2002)
para definirlo como indígena, toda vez que la reproducción cultu-
ral de prácticas como «el compadrazgo católico las uniones con-
yugales con residencia virilocal temporal, la herencia mayoritaria
a partir de la reproducción de la últimogenitura la participación
política de los hombres en la asamblea [comunal] y sobre todo , la
inclusión de los rituales políticos religiosos que norman la vida d
us habitantes es a través del sistema de cargos cívico - religio-
sos» (Romero, 2002: 149). Todo lo cual unido al uso del náhuatl
pe e a un creciente proceso de aculturación lingüística, reafirman
e ta categoría.
7
otr ujeto , extra comunitario or j mplo in d 1 puebl
d ant ia) que participaron en e l ambio conómi o la funcio-
n pecífica que cumplieron n dich proc o.
1
' La te i de antropología a la qu e aludimo , e rea lizó e ntre etapa . La pri-
mera que de finimo s de acercamiento a la real idad de tudio , tuvo un a durac ión
de cinco emana espec ífi ca mente entre lo me d junio y julio de año 2001
do nde e desarro ll ó un prim er trab ajo etnográfico en 1 pueb lo. La cgunda fa e
d trabajo, má cx tcn a qu e la anterio r, donde lo obj civo de trabajo e taba n
dirigido a la delimitació n, formulación y aná li i d \ ·abilidad para d e a rrollar
una te i de grado comp rendió trc m e , de d ep ti mbre a n iembre de
_001 . La tercera fase de la in e tigac ión , e ini i e n enero de 2002 y aba re
h ta 1 me de ago to del mi m año caracteriza r una pcrmancn ia ma -
y r en el campo .
5
ia d 1 ntr m t j d r ,
iLin rant
E o )propi truio d p qu ñ
dalidad repre ntaba 1 ma ornúm r
nt n 1pu bl .
1
4. Id n ti fi caci ón d e lo grupo dom és tico
1
H m m b iad 1 nombre y lo da t de la p r na de c. t ej e mpl o.
d mp ña como trabajadora d m ' ti n un pu bl 1 dañ a
an F lipe. Su marido fue tejedor n < a a aj na ~ por int añ
19
1 in trumcnto reco lector de información 1 d oomioamo cuc tionario
oca l g ico , dado que cvcntualm nte puede er aut ad.mini trado, ademá de
p eer alguna pregunta ce rrada . in embargo en ri or para mayo r preci-
1 • n mc t do lógica, podemo definirlo como «Ji ha 1 al má que co mo uc -
ti nario .
o
e ión J º 2: 11tecede11te del entrevi tado
2.2. ld1om
miento
2. . up:ic1 n
ión º 2, Ant d nt d I
in 2. y 2.4) CO ITC p ndi nt
onfi r-
m
ar
En otro orden, para efectos de una investigación que como
hemos señalado pretendía pesquizar las características de una
actividad productiva, los ítems; (2.6, 2. 7, 2.8 , 2.9, 2.10 y 2.11) se
estructuraron en esa línea tiempos, tipos y lugares de los aspectos
laborales del entrevistado.
Ascendientes (3.1)
(Sólo nombres, edades [y/o fechas de nacimiento] estado civil y
oficios)
Observaciones
62
Ascendientes (3.2)
Bisabuelos (Sólo nombres y edades [aproximadas) y oficios)
Observaciones
ti
63
Sección Nº 5: (Pareja) legal o consensual y descendientes
5.4.1. Trabajo / Estudios/ de los hijos 5.5.1 Trabajo/ Escuelas / de los hijos
Observaciones
(al reverso)
11 11
La sección Nº 6, Croquis del diagrama que es al reverso del
cuestionario, es justamente para dibujar (esquematizar) un árbol
genealógico del Ego, con los datos obtenidos en el instrumento. Las
secciones del cuestionario lo presentamos completo a continuación.
64
Sección Nº 1 DaúJs Generales
1.1 . N" _ / ! 1.2. Localidad l t.3. Fecha: l 1.4.Hora
1.5. Identificación del entrevis tado :
Apellidos (PaJerno, Materno) Nombres
1.6. Ego seleccionado 1.7. Relación del entrevistado con el Ego:
l. 8. Vive con el E¡;o SI ( ) NO ( )
Sección N' 2: 'Antecedentes ilel elilTevisüidó
2.l. Nacionalidad 2.2. Idiomas
2.3. Edad 2.4. Fecha de nacimiento
2.5. Sexo 2.6. Ocupación
2.7. Nivel educacional 2.8. Tiempo de residencia (localidad)
2.9. Años de ocupación 2.10. Tipos de trabajos desempeñados
2.11 . Fechas y lugares de los trabajos desempeñados
&cciónN'3: Datos geneal.óeicos del entr._evistadó
Observaciones
2.12. Situación civil
2.13. Otros datos enfaJizando sobre la ocupación u ofici o
Ascendientes (3. 1) (Sólo nombres, edades [vio fechas de nacimiento] estado civil voficios)
3.1. Padre 3.2. Madre
3.3. Abuelo paterno 3.4. Abuelo materno
3.5. Abuela paterna 3.6. Abuela materna
Observaciones
3.7. Fechas apro ximadas del ejercicio de la ocupación
3.8. Cualquier situación de parentesco ( (hijo adoptado, desconoce padre biológico, reconoce a padres (abuelos)
sociales, las separaciones, divorcios, abandonos y demás aspectos fa miliares sobre estos ascendientes)
Ascendientes (3.2) Bisabuelos (Sólo nombres y edades [aproximadas] y oficios)
linea paterna Línea materna
3.2.1. 3.2.2.
3.2.3. 3.2.4.
3.2.5. 3.2.6.
3.2.7. 3.2.8.
Observaciones
Sección N' 4: Parientes del entrévis1aádtffów.hlr111/fn()s tas)]
4.1. Nombres 4.2. Estado civil /nombre parejas ibiio
4.3. Edad [fechas de nacimiento] 4.4. Ocupación
4.5. Tipos de oficio 4.6. Lugares donde se ha desempeñado
4.7. Tiempos 4.8. Residencia
Observaciones
'
65
6. Número de entrevistas
7. Tipos de entrevistas
68
Número Identificación de las personas
69
Agregamos otras notas referidas al oficio y datos de donde
obtener mayor información. Identificamos a los integrantes del gru-
po doméstico vinculados al trabajo textil. Además, en este caso las
dos nueras de Ego entregaron datos específicos, sobre el objetivo
central que perseguía la investigación.
La experiencia de campo, en este tipo de entrevistas grupales,
señala que es importante recurrir a la memoria colectiva del grupo
doméstico para recordar los nombres y demás detalles de sus pa-
rientes, por tanto, la socialización de la información gráfica resulta
determinante. En este momento del estudio el investigador consoli-
da los datos, mediante el registro en las gráficas y las modificacio-
nes que surgen son inmediatamente incorporadas.
Para nuestro caso, en particular resultó de mucho interés ob-
servar, que son las mujeres del grupo doméstico las que recuerdan
con mayor precisión, tanto a sus familiares directos, como a los del
esposo o incluso a los de sus suegros. Esto se debe quizás, a que en
muchas comunidades de México predomina la residencia postmarital
virilocal de las mujeres, interiorizándolas de la vida doméstica de la
familia del cónyuge o pareja. 20
Al registrar la ocupación de cada uno de los miembros de las
distintas familias; los inicios y vigencia del tejido (fechas proba-
bles) e implicancias de la actividad textilera en el pueblo, permitió
dirigir la genealogía en esa dirección. De esta forma, por ejemplo,
un abuelo de un Ego de 43 años, al ser identificado por su ocupa-
ción, otorga un registro histórico del momento y circunstancias en
que ejerció el oficio. Así fue posible reconstituir, a partir de quienes
eran sus parientes, los primeros tejedores en 1950 en el pueblo.
20
El ciclo de desarrollo del grupo tiene las siguientes características: al casarse
o al comenzar la vida en pareja, el hombre lleva a su cónyuge a vivir a casa de
sus padres. Sus hermanas, al casarse o al comenzar a Ja vida en pareja van a
vivir en Ja casa de su cónyuge ... normalmente, Jos hijos viven con sus padres
durante un periodo variable, después del cual, si no hay suficiente espacio,
construyen su propia casa, normalmente, al lado de la casa paterna. La duración
de este período de residencia virilocal inicial para todos los hijos varones, salvo
el benj amín, depende de varios factores .. .el benjamín tiene una residencia
virilocal permanente, es el heredero de la casa patema ... se encarga de los pa-
dres ancianos (Robichaux, 1995 : 376, 377, 405).
70
10. Medios técnicos de apoyo al registro de la información
72
siernpre tejedores» o «no sabía que el abuelo había sido tal o cual
cosa», revela un acercamiento y conocimiento de los orígenes
familiares y sus implicancias socioeconómicas en los ámbitos
comunitarios.
73
13 .5. Los árboles genealógicos contribuyeron con antecedentes a
la historia del pueblo y con ello complementaron la escasa
bibliografia oficial. Tal es el caso del censo de 1957, que no registró
lo que efectivamente aconteció en la dinámica económica. Sin el
método no habría sido posible conocer algo más de la historia de
este pueblo.
FIGURANº 19
.EFE DE HOGAR .
AgrietltOt
...,.c==~J Tefodot<r-(=~> Mlgrente
Hljo1I saeteros
Obreros
+ 1 Agricult.ur• Tejedlll'-
A Eetudi~a
A Hijo• eoltaroa
~ Motocen Mo•no
~Hbdimtl~Agrlculh.n -t=+ Miecel-•
=G =O HUllrt9
Trilba¡o doméstico
~MOlóCllf'e( to
74
13 .8. El relato histórico local, es recreado constantemente porlos
vecinos entrevistados, esto constituye la memoria hi tórica que a
través de las genealogías se manifiesta en quienes vivieron el ini-
cio de la actividad textil y como tal, recuerdan sus pormenores por
las importantes implicancias que trajo para la economía local. Es
posible entonces, reconstruir algunos hitos de la historia del pue-
blo mediante este método. Además de las implicancias identitarias
que el tejido reviste para sus habitantes .
75
Capítulo Cuarto
Genealogía en Trabajo Social: Genogramas
ALGUNOSANTECEDENTESCONTEXTUALES 21
21
Este capítulo, salvo la sección que hemos denominado los Geno gramas, apli-
cación práctica y énfasis en la práctica docente fue desarro llado, para efectos
de ésta publi cación, por Eli zabeth Elicer Fuentes, alumna tesista de la Ca rre-
ra de Servicio Social de la Universidad de La Frontera de Temuco .
76
cómo un problema clínico puede estar relacionado con el contexto
familiar, y también, la evolución tanto del problema como del
contexto a través del tiempo (McGoldrick y Gerson 2000). 22
El uso del Genograma familiar facilita al Trabajador Social
tener en mente a los miembros de una familia, como también
comprender la estructura, la organización y la dinámica vincular,
elementos que integrados permiten definir el funcionamiento de
la misma. En este sentido el Geno grama constituye una herramienta
interpretativa de la situación actual de la familia, en función de los
hechos históricos y actuales vivenc iados por ésta.
En el Genograma familiar se deben consignar, además, los
eventos importantes vivenciados por cada uno de los integrantes
del grupo familiar, tales como nacimientos, muertes, matrimonios,
cambios de ciudad, colegio u otros de importancia, procurando
rescatar la connotación (positiva o negativa) que éstos tengan de
dichos eventos, pues ellos pueden contribuir a la actual situación
vivenciada por el núcleo familiar. Además, se deben recoger ante-
cedentes que pennitan establecer la etapa del ciclo vital en que se
encontraba la familia, y en la que se encuentra en la actualidad, a
fin de evaluar su capacidad de respuesta y adaptación.
La infom1ación estructural, funcional y relacional conteni-
da en un Genograma familiar puede interpretarse en forma hori-
zontal a través del contexto familiar y de manera vertical, a través
de las generaciones. El estudio horizontal permite evaluar la rela-
ción de los actores inmediatos entre sí, mientras que el trazado
vertical permite estudiar el sistema familiar desde el punto de vis-
ta histórico, situando cuestiones actuales con cargas emocionales
de generaciones anteriores, dejando en evidencia el establecimiento
de pautas reiteradas en las formas de funcionamiento de un deter-
minado sistema familiar (McGoldrick y Gerson, 2000) .
La construcción de Genogramas en Trabajo Social constitu-
ye parte del proceso evaluativo de un determinado grupo familiar
22
Para efectos de esta sección y como ya hemos adelantado, asumiremos
«Genogramas» como símil de Genealogías, sin embargo debemo recordar que
Genogramas es una readecuación que hace Trabajo Social y que incluso como
veremos más adelante, sirve de insumo para otras técnicas que se emplean en el
trabajo con familias por pa1te de esta disciplina .
77
y en este sentido resulta orientador para la intervención profesio-
nal, y además, no sólo sirve al especialista sino que contribuye,
también, a la comprensión de la situación por parte de los propios
sujetos de estudio. Así en su texto Trabajo Social y procesos fami-
liares (1997) Quintero señala que «el Genograma dibuja a la fa-
milia a través del tiempo, capacitando a la persona para verse a si
misma y empezar a comprender su dinámica familiar tan comple-
ja, tal como se ha desarrollado en su historia, y en la forma como
afecta la situación presente» (Quintero, 1997:57).
78
En el proceso de formación de los profesionale Asistentes
Sociales, la can-era de Servicio Social (del Departamento de Trabajo
Social) de la Universidad de La Frontera de Temuco, se ha
implementado en el programa de la asignatura Metodología de
Intervención P ersona - Familia desde el año 1998 la enseñanza
teórico - práctica de la utilización de la técnica del Genograma.
Ello en el marco de dotar a los futuros profesionales de hen-amientas
que posibiliten su desempeño técnico - metodológico en el ámbito
de la familia y sus principales problemáticas sociales. 23
79
no, justamente para contribuir a establecer un diagnóstico inicial y
con esos elementos diseñar las futuras líneas de intervención
profesional con esas familias, que constituyen sus sujetos de atención
a partir de sus experiencias en las Prácticas Profesionales». Los
niveles de complejidad de la técnica son asumidos por los alumnos,
quienes en un par de períodos de clases logran su dominio efectivo,
ello ajuicio de Salazar «pues se apoya con textos de Trabajo Social
que posibilitan estos objetivos de formación tales como: Trabajo
Social y procesos familiares de Ángela María Quinteros, y Trabajo
Social familiar de Nidia Aylwin y María Oiga Solar que dedican
parte importante en adiestrar al lector en los Genogramas. Pero
también en la literatura, Ann Hartman es una de las primeras en
trabajar Genogramas en Trabajo Social».
Recordemos que Hartman, investigadora estadounidense fue
la creadora del Eco - Mapa que determina entre los familiares los
gastos de energía de las relaciones familiares. (Para mayor
información véase a Ann Hartman, (1979). Finding Families: An
Ecological Approach to Family Assessment in Adoption. Sage
Publications, Inc., Beverly Hills/London, p. 35).
Entre las principales utilidades, Salazar nos señala por ejem-
plo que «permite reunir y utilizar antecedentes familiares en cual-
quier práctica que se haga y esté relacionada con familia. Permite
al Trabajador Social y al cliente, entender el impacto del sistema
familiar y la relevancia para los problemas que éste está presentan-
do. Al visualizar las generaciones posibilita advertir situaciones
que se repiten. Ayuda a los miembros de una familia a verse de
distinta manera y recoge en forma rápida gran cantidad de infor-
mación, evitando el desplazamiento del investigado1: Así también,
la naturaleza de las relaciones interfamiliares. Es útil para clarifi-
car pautas familiares, replantear y desintoxicar los problemas fa-
miliares. De manera muy simple, permite inferir la naturaleza de
las relaciones interfamiliares».
Como técnica es útil, pues junto con permitir una represen-
tación de datos familiares, posibilita «el indagar (investigar), eva-
luar (diagnosticar) y planear acciones en virtud de esos antece-
dentes, lo cual sumado a un proceso de enseñanza de la técnica
que no es extenso, hace de ella un procedimiento de múltiples ven-
tajas metodológicas».
80
GENOGRAMAS Y EL COMPLEMENTO CO OTRAS HE-
RRAMIENTAS DE TRABAJO SOCIAL FAMILIAR
2
~ De acuerdo a Briceño, los tiempos aproximados que demanda la enseñanza
del Genograma es de seis horas, las cuales se pueden dividir en dos fases . La
primera de inducción de tres períodos (tres horas de cla e expo itivas) y lu ego
otro tre de talleres para el desarrollo en el aula, principalmente de ejercicios
tendiente al manejo efectivo de dicho procedimiento .
81
El Genograma es dirigido concretamente a los elementos
estructurales del grupo familiar; así, a partir de este insumo inicial,
surgen dos herramientas importantes: el Historiograma y el Mapa
de relaciones. Ambos son los que conforman un proceso de análisis
técnico en familia. 25 En el ámbito docente, Briceño destaca que
«el proceso de enseñanza posibilita niveles crecientes de
clarificación al alumno respecto a la estructura familiar tanto de
sus casos a intervenir como de sus propias realidades».
25
Historiograma es la simbología que implica asignar fechas al Geno grama de
los eventos vitales de los sujetos representados en el árbol genealógico. En
tanto el Mapa de Relaciones es la simbología que determina el conjunto de
cómo se establecen las relaciones entre cada unos de los integrantes del árbol
genealógico.
82
Es importante lo señalado por Arellano en cuanto a resultados
prácticos de la técnica a través de la reconstitución documental.
Tal es el caso que refiere, donde, en el marco de una Práctica
Profesional (2004) de la Carrera de Servicio Social en un Centro
Infanto Juvenil (CIJ) del sector de Santa Rosa en la ciudad de
Temuco, «los alumnos [en Práctica Profesional] lograron -
utilizando fuentes documentales - (fichas, expedientes y otros)
conformar Genogramas que permitieron reconstruir árboles
genealógicos de estos jóvenes que, por sus altos índices de
vulnerabilidad sociofamiliar, desconocían incluso a sus parientes
más cercanos».
La vinculación del Genograma con otras técnicas de trabajo
en el ámbito familiar las refiere Cecilia Mayorga, docente de
Trabajo Social de la Universidad de La Frontera, quien señala:
«desde mi punto de vista, si bien el Genograma es útil para tener
una panorámica de la familia con la que estamos trabajando, por
sí solo no aporta mayor información, sí se potencia agregándole
otros instrumentos como el Historio grama, el Mapa de Relaciones
y el Ecomapa. El primero se refiere a la información relevante en
la vida de los miembros de la familia como enfermedades,
acontecimientos referidos al ciclo vital, lugar de residencia etc. El
segundo, y para mí fundamental en la intervención con familias,
es el mapa de relaciones que muestra la intensidad y
direccionalidad y carácter de las relaciones entre los integrantes
del grupo familiar. Finalmente el ecomapa que da cuenta de las
interacciones que la familia y cada uno de sus miembros establece
con el entorno. Para muchos, el conjunto de Genograma,
Historio grama y Mapa de Relaciones es el Genograma, no obstante
son instrumentos que surgen por separado».
De igual forma, en el campo docente, Mayorga refiere
ventajas en cuanto a la replicabilidad del Genograma: «la misma
utilidad que tiene para el profesional, naturalmente la tiene para
el alumno que está aprendiendo a intervenir con familias. Más aún
hoy día cuando ha sido incorporado paulatinamente en distintos
espacios profesionales, siendo, quizás, el espacio de saludfamiliar
el más evidente. Además las estrategias de enseñanza de estos
instrumentos me parecen pertinentes, ya que los alumnos aprenden
haciendo su propio Genograma y se van entrenando en los análisis
de casos».
83
LINEAMIENTOS TEÓRICOS Y CATEGORÍAS CONCEP-
TUALES PARA LA CONSTRUCCIÓN Y COMPRENSIÓN
DE GENOGRAMAS FAMILIARES EN TRABAJO SOCIAL
26
La familia cumple funciones múltiples y esenciales para el desarrollo de la
persona y para la sobrevivencia y estabilidad de la sociedad en su conjunto. La
naturaleza de sus funciones y el grado en que éstas son compartidas por otros
subsistemas sociales son variables en el tiempo y en las culturas. No obstante,
la familia en la cultura occidental, cumple bás icamente funciones de tipo
biológicas, psicológicas y sociales.
84
a) Perspectiva Estructural: ésta comprende la toma de datos a los
miembros que componen la familia, debiendo integrar en el
esquema también a familiares fallecidos o ausentes; el tipo de
familia, los subsistemas existentes, los roles que cumple cada
miembro y los límites internos y externos de la misma.
85
damentales de la estructura familiar corresponden a las normas, los
alineamientos y la jerarquía de poder (Hidalgo et al, 2002:30). 27
Las normas guían a la familia, en términos de asignar los
roles y las expectativas del rol de cada miembro. Acerca de los límites,
se señala que la claridad de ellos al interior de la familia es un
parámetro útil para evaluar su funcionamiento; al respecto Hidalgo
(2002) señala que cuando la familia se vuelca sobre sí misma,
aumenta en forma excesiva la preocupación de unos respecto de los
otros y se pierde la distancia entre sus miembros, los límites se
esfuman y la diferenciación de los subsistemas se hace difusa. Las
familias que presentan este tipo de funcionamiento han sido
categorizadas como «familias aglutinadas», puesto que existe una
pérdida de la autonomía entre sus miembros, lo que por cierto
inhibiría el desarrollo afectivo y cognitivo de los mismos, impidiendo
el cumplimiento «normal» de las tareas correspondientes al ciclo
vital individual y familiar.
27 El modelo evolutivo de la familia es un concepto ordenador para entender la
evolución secuencial de las familias y las crisis transicionales que atraviesa en
función del crecimiento y desarrollo de sus miembros. Desde la sociología,
Reuben Hill y Evelyn Duvall en 1948, observaron que cada miembro de las
generaciones joven, media y mayor en la familia, tienen sus propias tareas evo-
lutivas y que el logro de ellas por uno de sus miembros depende de y contribuye
al logro exitoso de las tareas de los demás. Duvall en 1957 publicó uno de sus
trabajos en que dividió el ciclo vital en ocho etapas, todas ellas relacionadas con
entradas y salidas de miembros de la familia y con eventos nodales de la crianza.
Una generación se apoya sobre la otra en una «espiral generacional» de mutua
interdependencia. El modelo plantea que así como el hombre nace, crece, se
desarrolla y muere, la familia también atraviesa un ciclo evolutivo, compuesto
por diversas etapas en que debe ir respondiendo a los requerimientos del medio,
quien le exige ir logrando ciertas metas, superando tareas de desarrollo como un
pre-requisito funcional necesario para un adecuado crecimiento. Los momentos
de transición en la vida familiar producen tensiones que exigen cambios en la
organización familiar para adaptarse a las necesidades cambiantes de sus miem-
bros. Los límites se relajan o se hacen rígidos, las reglas y los roles se confun-
den, se replantean jerarquías, se reviven conflictos irresueltos. Estos momentos
serán más o menos estresantes según sea la historia de resolución de las crisis
vitales, la cohesión familiar, y la adaptabilidad (Hidalgo et al, 2002: 151 - 162).
Se ha elaborado una guía práctica que contiene las etapas del ciclo vital familiar
y tareas que debe cumplir durante ella, a partir de la cual el Trabajador Social
puede evaluar el grado de adaptabilidad de la familia, medir su capacidad de
manejo del estrés psicosocial tanto a nivel individual como del sistema familiar
en general. Por razones de espacio editorial la consignamos en el Anexo Nº 1.
86
En el otro extremo del continuo están las familias cuyos limites
son muy rígidos, con escasa comunicación entre los subsistemas, lo
que toma dificil el cumplimiento de la función protectora de la familia,
dando lugar a estructuras familiares de funcionamiento «desligad0», lo
que se caracteriza por que cada miembro se relaciona con los demás
como si tuviera poco que ver con ellos, con una mínima dependencia
hacia los otros, con limites fuertemente delimitados e impermeables. 28
Es preciso señalar aquí que un sistema familiar puede tener
subsistemas aglutinados y desligados en un mismo momento del ciclo
vital familiar; por ejemplo, durante la etapa de «Crianza Inicial de los
Hijos» 29, que se caracteriza principalmente por la transición desde una
estructura diádica a una triádica, la madre en plena etapa de lactancia
puede generar aglutinamiento en el subsistema filial, y desligamiento
en el subsistema conyugal; este núcleo, de no lograr el equilibrio
cumpliendo con ello la tarea básica del ciclo evolutivo en que se
encuentra, perpetuando dicha dinámica interna, podría llevar a un
debilitamiento de la independencia del hijo, conflictos en el subsistema
conyugal y triangulación del hijo, quien pasa a ser emisario de los
conflictos entre los cónyuges, quedando por tanto, en algunos casos,
parentalizado, es decir, inserto en el subsistema conyugal.
Finalmente, los alineamientos y jerarquías de poder se refieren a
la unión de dos o más miembros del sistema cuyo fin es llevar a cabo
una operación en particular. Estas uniones pueden tomar formas de alian-
za, que es cuando dos o más miembros del sistema se unen para alcan-
zar una meta o interés común; coalición, tiene que ver con la unión en
contra de un tercero y triangulación que se refiere a la instrumentalización
entre uno u otro miembro de la familia, quien pasa a ser el puente de
comunicación - viciada o tóxica - entre la díada.
28
Las normas, las cuales definen las relaciones entre los miembros, tiene la
particularidad de universales y explícitas y otras implícitas o idiosincráticas, en
razón de un determinado espacio social y cultural. Las normas pasan por «el
colador» del grupo familiar al cual «gobiernan». Los roles definen las tareas
que se espera desempeñe cada uno de los miembros. Los límites, que están
constituidos por reglas que indican quiénes y de qué manera participan los inte-
grantes del sistema en las transacciones familiares, teniendo como función pro-
teger la diferenciación del sistema y de sus subsistemas, lo cual requiere que los
límites sean claros, con cierto grado de flexibilidad, de modo que permitan a
los subsistemas y al sistema en general adecuarse a las demandas funcionales .
29
Ver anexo Nº 1.
87
Categorías Conceptuales: Tipologías de Familias desde la perspec-
tiva estructural de las familias en Trabajo Social
88
sujeto índice de la intervención, como de su grupo familiar, además
de la observación directa e interpretación de la información no verbal
que proporcionan los sujetos en el transcurso de las mismas. Estas
entrevistas que habitualmente se dan en el espacio institucional deben
ser complementadas con la visita en terreno, la cual permite ver a los
sujetos interactuar en su propio contexto.
Tanto la entrevista a distintos miembros del grupo familiar, como
la observación en su propio espacio familiar, deben ser entendidas
como un esfuerzo por comprender a partir de los propios sujetos, las
significaciones y sentidos que éstos otorgan a su forma de estructura-
ción y funcionamiento.
FIGURANº20
Simbologia de Genograma en Trabajo Social
O ~'_i_n_a_s · i_o__.
c_i_tlll_
l
,•
a orto
e sp ontáne o *1 abo11o
provocado
Q _r_e_.m_e_1_m_1_0__.
._l
gemelos
cli~igóticos
OQ 1s1tjeto índice 1
gemelos
i(lénticos
~ relación fraternal
LJ U bermauos , [SJ !muerte 1
.
0 (V Ó la(lo¡>ción j
l jembarazol
89
Como se dio a conocer en capítulos anteriores, existen di-
versas nomenclaturas de figuras y líneas para representar a las
personas y sus relaciones, no obstante Trabajo Social ha asumido
para si aquellas acuñadas por el grupo de la «Task Force of The
Nort American Primary Care Research» presidido por McGoldrick
(2000 : 26 y 37; Quintero, 1997). 31
En el genograma familiar las personas que se encuentran
casadas están conectadas por líneas horizontales y verticales
contínuas; las relaciones consensúales utilizan líneas discontínuas;
ambas con el hombre situado a la izquierda y la mujer a la dere-
cha. La fecha de la unión se indica con la letra «m» seguida del
año. En las líneas de casamiento se indican también las separacio-
nes y divorcios a través de barras perpendiculares: una para la
separación de hecho, que indica el cese de la vida en común, y dos
para el divorcio que indica el término del vínculo jurídico.
FIGURANº21
31
Véase la sección de anexos de Quintero 1997, gráficos 1, 2 y 3 respectiva-
mente.
90
Para graficar familias con hijos se utilizan líneas verticales
que penden de la línea horizontal correspondiente a la unión con-
yugal. Los hijos deben ser ubicados de izquierda a derecha, de
acuerdo a la edad cronológica. Los miembros de la familia que
comparten hogar común se encierran a través de un trazado de
línea discontinua cerrada.
FIGURANº22
- ~'· ..,.-,----~.,..,i...f.o
,
.l' i1
' 1
\ :
is1rjeto índice ele la intervención!
. ... ..,._11¡,, _ __ _
~
. -TI> . ... - ...
91
Demostración de las relaciones familiares
FIGURANº23
Gráficas de relaciones familiares
- · - - - ,. - - - - - ~ 1Relación distante r
.................. ~ . . . . . . . . . . ...,. . . . !
•#••.tt.. ...................Ml'itt ... j Fusionados y conflictivos j
92
Análisis de un Caso Social
FIGURANº24
' ...' }
I
I
1
1'4~
\ :.~~r...... .
J 1
\
l
'\
\ ,/.
1¡
IV
'' /
/;
' ,.!
'.......... ,
93
El objetivo de la evaluación del caso social estaba orientado a
establecer el nivel de competencia de la familia que le permitiese
hacerse cargo del cuidado del niño y, en su defecto, encontrar a algún
miembro de la familia ampliada que pudiese asumir la responsabili-
dad y entregar el niño en tuición, evitando con ello su ingreso al siste-
ma de protección simple de la red del Servicio Nacional de Menores
(SEN AME), puesto que en muchos de los casos, esta medida contri-
buye a romper el vínculo del niño con sus referentes familiares con la
consiguiente institucionalización del mismo.
El proceso evaluativo culminó con la entrega de la tuición del
niño - bajo seguimiento del caso por parte del profesional Asistente
Social - a la señora Pamela, 32 tía en línea materna, quien, de acuerdo
a registro de visitas con que cuenta la institución, era la que visitaba
permanentemente al niño (dos y hasta tres veces por semana) y que
como muestra el Genograma se encontraba inserta en el núcleo fami-
liar de su pareja con quien mantenía una relación de convivencia des-
de hace dos años.
32
Las identidades presentadas han sido alteradas, como así también algunas
situaciones del Caso.
33
El cuestionamiento para el Trabajador Social aquí debiera orientarse, por
sobre juicios valorativos de la·conducta sexual de las mujeres, a comprender el
significado de la maternidad para este grupo social y/o al acceso que han tenido
a programas de control de natalidad.
94
La casa de la señora Rosita se encontraba emplazada en un sitio
en el que además existían cinco viviendas ocupadas por cinco de sus
siete hijas mujeres, quienes conformaban sus respectivos núcleos fa-
miliares basados en relaciones consensuales.
El grupo con el que convivía el sujeto índice, correspondía a
una familia de tipificación estructural extensa monoparental, en don-
de sólo se distingue el subsistema filial de característica transgenera-
cional.
La dinámica de funcionamiento da cuenta de un grupo agluti-
nado, con escasa diferenciación entre un núcleo familiar y otro, con
tendencia a un actuar caótico generado por la falta de claridad de las
normas de convivencia y de la asignación y cumplimiento de los ro-
les, en una suerte de circulo vicioso inter y transgeneracional, lo que
redundó en un ejercicio deficiente de los roles parentales, siendo, el
grupo aglutinado, incapaz de responsabilizarse efectivamente de la
crianza, cuidado, mantención y adecuada socialización del sujeto ín-
dice.
Sobre las relaciones, en el genograma se observan, principal-
mente, vínculos de apego basados en alianzas familiares, que en este
caso, dada la condición de extrema pobreza, resulta una estrategia de
subsistencia. No aparecen graficadas coaliciones, conflictos o
triangulaciones de algún miembro, con excepción de la relación con-
flictiva entre la señora Marta, abuela del niño y la señora Lucía, ma-
dre de la pareja de Pamela. Aún cuando las relaciones conflictivas
pueden ser evaluadas negativamente, en este caso particular, se otor-
gó una valoración positiva al mismo, en razón a que dado el funcio-
namiento aglutinado de la familia de origen del preescolar en cues-
tión, la relación de conflicto entre la señora Marta y Lucia contribuye
al levantamiento fronteras y límites entre un núcleo y otro, propician-
do la posibilidad de fijar la responsabilidad de crianza, protección y
socialización del niño en un número limitado de personas, que repre-
senten para él una base estable, con referentes concretos en la entrega
de afectos y establecimiento de normas claras de comportamiento y
sanción.
En relación a determinar la etapa del ciclo vital de la familia, no
es posible establecerla con claridad de acuerdo a criterios teóricos por
la condición de familia ampliada. Así el criterio evaluativo se enfoca
en determinar la capacidad de respuesta del núcleo ampliado, en ra-
zón de las demandas de la etapa del ciclo vital individual que cursa el
niño.
95
Finalmente, en relación al caso social presentado, cabe hacer
mención de dos consideraciones que a juicio de esta investigadora
(Elicer, 2005) resultan en extremo relevantes.
Como primera consideración, mencionar el carácter etic de
la evaluación, que se explica por el contexto institucional desde el
cual se aborda el caso - sistema judicial - que busca la protección
de la infancia bajo parámetros que establecen criterios de
funcionalidad o disfuncionalidad del sistema familiar por sobre la
comprensión de los significados en las pautas de comportamiento
y de relación de los sujetos.
Como segunda consideración y última, mencionar el doble
rol que el Trabajador Social cumple en el campo laboral jurídico y
de infancia, en el que, por un lado evalúa y por otro interviene en
la realidad social, con el fin de construir una situación nueva,
superadora de la anterior, lo que sólo es posible a través de la
comprensión del sistema de significados que los sujetos tienen de
su propia realidad y de la incorporación de una mirada macro que
permita también articular la red social e institucional, en función
de aportar a dicha construcción.
96
Capítulo Quinto
Interpretación e informatización genealógica
98
FIGURA Nº25
Diagrama de ubicación de la genealogía
1 1
11 X
1 1 1
111 X X XXX
IV X X XXXX X X X xxxxxx X XX
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
V XX xxxxxxxxxx xxxxxxx X X X X
34
Nos hemos permitido reproducir en forma textual, parte de esta sección del
trabajo de Montecino, Rebolledo y Wilson ( 1993). Sin embargo, las [ ] son
nuestras, para algún comentario que no aparece en la publicación original.
99
2. En la segunda generación [§ll!lmmm [i) ] las mujeres combi-
naban ser dueña de casa con actividades de producción y comer-
ciales: huerta, textileria, costura. Hay un caso, (Mercedes García
Hueche) en donde la mujer se casa dos veces [de ahí que pusimos
tres cuadros con el número 2, sin embargo, en el original figuran
triángulo, círculo y triángulo respectivamente] y es la dueña de la
tierra, asumiendo además la categoría de agricultora. Los hom-
bres continúan como agricultores, ganaderos, combinando en un
caso con comercio agrícola.
100
5. En la quinta generación [marcadas con xxxx] se observa para
las mujeres el desempeño de actividades profesionales o técnicas
en Temuco (profesora, secretaria, contadora), la continuidad de
dueña de casa que se combina con tejido y comercio, pero en su
gran mayoría son estudiantes. Los hombres son agricultores (en la
remolacha) y en su mayoría estudiantes.
,_
1 1
11
11 X
IV X XXX XX xxxxxxx
V xxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxx
102
<l ,.
o ~
11
<3 "
<l ...
o -
103
Ejemplo del análisis por ramas familiares (Montecino, et al.
1993:47)
104
PROCESAMIENTO COMPUTACIONAL DE LA INFOR-
MACIÓN
105
FIGURANº 27
Cuadro Ahnentafel de ancestros
03. Su madre
02. Su padre
Cualquier persona
106
En la actualidad, los programas informático del tipo que
pretendemos dar a conocer, no son otra cosa que un facili tador de
tarea en análisis estadísticos complejos , las funci ones son
desarrolladas en un menor tiempo, lo que hace ju tamente evitar
formas manuales donde el elemento error es con iderablemente
más alto .
La comodidad que supone entonces, «la simple introducción
de datos en una máquina, preparar un programa de interpretación
y pulsar la tecla correspondiente al análisis deseado; y más aún si
pensamos que con la máquina se ha reducido con iderab lemente
la posibilidad de cometer errores» (Lara, 1997: 181) se ha cimentado
el uso de programas computacionales en las Ciencias Sociales .
Existen muchos programas computacionales, gratuitos y
comerciales, para crear bases de datos genealógicos, fomentado el
uso generalizado del Internet. Lo anterior ha posibilitado difundir
diversos materiales, archivos, documentos, fuentes y mecanismos
para compartir los datos sobre las familia s en todo el mundo
posibilitando el crecimiento del trabajo Genealógico .
En lo que respecta a software, en tanto , predomina entre los
exp rtos el criterio que para calificar la calidad de éste debe ser de
fáci l aplicación. En tal sentido el mejor programa debe contribuir
a facilita r el acceso directo a los datos sin tener que e tar revisando
toda la base de datos primarios. En ese contexto los programas
más cotizados se describen asimismo por la vista previa de la
impresión y las distintas herramientas que poseen entre las que se
cuenta el de estar en línea y guardar la información en formato
Web .
Un aspecto básico es que el software debe concordar también
con el formato «Genealogical Data Communication» (GEDCOM
- Comunicación de Datos Genealógicos), elemento que permite
fluidamente el intercambio de información entre las aplicaciones
genealógicas standard . 35
35
GEDCOM : Es un «s istema adoptado en casi todo lo programas de
genealogía, que permite convertir la información que bemo ido incorporando
al programa a un lenguaje común que es aceptado por cualquier otro programa
que opere con este sistema, ev itando así tener que volver a tipear nuevamente
lo dato familiares. Sólo tiene unos pequeños inconvenientes , no reconoce
la «eñe » en el caso de Nuñez lo traduce por uohez, como así tampoco lo
acento , Montórfano lo lee como Montaorfano, ambo errare deben corregirse
manualmente» (S kovgaard, 2002).
107
Según los expertos, entre los programas que reúnen estas
condiciones, pese a la constante aparición de nuevos software se
encuentran el «FamilyTree Mak:ern, <<Family Chronicle» y «Dynas-
Tree» respectivamente.
36
La Iglesia fue creada por José Smitb, (nacido en 1805 en Sharon, Estado de
Vermont). Según la Web de esta organización «Smitb a los 14 años experimentó
vi iones y a los 17 un mensajero celestial ll amado Moron i, le anunció que
Dios tenía una obra para él». En septiembre de 1827, Smitb recibió los regi stros
y los tradujo al idioma ingl és. El libro se ll ama «El Libro de Mormón : Otro
Testamento de Jesucristo» y se publicó en 1830.
108
El edificio de Ja biblioteca, propiamente tal e tá ubicado en
la calle 35 del Templo de Norte, Salt Lake City, Utab, en los Estados
Unidos y consta de 142 .000 pies cuadrado en cinco piso . Esta
colección incluye - entre muchos otros recur o - más de 2.4
millone de rollos de registros microfilmado genealógicos;
742 .000 microfichas; 3 10.000 libros, sclies y otro formatos; 4.500
re i ta y 700 recursos electrónicos .
La ba e de datos de archivo hereditario contien más de 36
millones de nombres. Otros 600 millones de nombr de individuos
difunto . Un apéndice al índice internacional gen alógico contiene
los J 25 millones de nombres adicionales.
Los registros han sido microfilmado en má de 11 Opaíses .
Entre otros aspectos destaca, la colección de los registros
genealógicos de nombres de más de 3 mil millones de personas
fallecidas, siendo esta la colección más grande de su clase en el
mundo .
Los datos provienen de certificado de nacimientos,
matrimonios y registros de muerte (tanto de iglc ias como de
gobiernos); censos, registros de tribunales, propiedade y registrns
de legalización; emigración y listas de inmigración· genealogías
impr as e historias de familias .
Los centros de historia de familia, es decir ucursales de la
biblioteca central, son cerca de 4.000 que funcionan en 88 países .
Aproximadamente, l 00.000 rollos de microfilm son difundidos a
tra e de estos centl'OE-; mensualmente con información a distintos
in e tigadores.
109
l . Manejo de las letras del alfabeto castellano y posibilidad de ingresar
ape11idos compuestos. 37
17
itio creado po r Ed Elizondo y por su material e probab le me nte uno d e lo
s iti o co n los mejores recursos técnico , qu e para nue tro e fectos, nos ha id o
pos ib le co ns ul ta r. En español e ing lés rcspecti amente, es pos ible acceder a
ell a. a través de un menú qu e co ntemp la vari ada infonnación ge nea lóg ica . La
C ubaGenWeb fí sicame nte es tá ubicada en lo E tado U nido de América , en
e l «Va ll e de Sili cio» (S ilico n Va ll ey) en Ca li forni a, a l urd e an franci co .
110
rible optar por aquellos que ofrecen la posibilidad de ingresar mayor
cantidad de datos.
4. Capacidad de almacenamiento.
6. Impresos.
111
7. Habilidad de Individualizarse.
FIGURANº 28
Programas computacionales de genealogías (gratuitos)
PERSONAL ANCESTRAL FILE (P.A .F): de la Igle ia Morm ona co mple to y fác il de
uti li za r. w n una fun ción para co mpletar dato de lo practica nt es de esa reli gión, pero
puedc se r des acti vada y utili zarse prescindi endo de ell a.
A CES TRY: Si milar al PAF co n la diferencia qu e al ir com pletándolo y entrar en la red,
no. indi ca si exi ste o no ese individu o t.: n otros árbole de la web.
LEGACY FA MILY TREE: En in glé , bu en desarroll o gráfico. inclu ye las fun ciones del
progra ma anl e1ior y tiene una exce pcional herram ie nta ele búsqueda qu e permite qu i::
introduzcamos los elatos ele una determ inada perso na en di ti nto. motore. de bú . qu eda
en bancos dc dalos ge nealógicos di spo nibl es en la red y tamhién puede crear pági na web.
GE O PRO: Bu en desarro llo gráfico. di fe rente a lo anteriore , e observa todo el árbol
con rapidez. i mporla y export a archi vo Gedco m, ti ne meno fun cione. y co mi enza a
com pli carse su uso cuando se excede de la 300 per ona .
Kl OREO KONNECTIONS : Más sencill o y esquemático que los anle1i ore . . como para
principianles
HEREOIS: En inglés. di seño amigable y fácil de uti lizar. puede n ponerse en pant all a en
fom1a simultánea distint as fi chas. entre ellas un a de parente. o . . donde además de padre
hijos indica quienes son sus hermanos. p1im o . tíos y cuñado .
PI TP GEO YIEW: Desarroll o grá fi co má se ncillo. Opera olame nl e estando en red, co n
In que qui zás pu eda se r interesa nte para qui ene. no quieran di poner de mu cho es pacio
en su disco duro y si bi en está en la red. pu ede manten e u pri vacid ad en fo m1a total o
parcial ya que hay comandos que lo permit en.
11 2
En un acotado resumen y disculpando lo intético de éste,
podemos señalar que todos los programas parten de una base común
y que con el tiempo se van agregando pequeñas diferencias, como
herramientas y otros aspectos técnicos. Skovgaard (2002) los divi de
en tres ecciones, a) los programas gratuitos, b) comerciales y c)
Palm Handhelds. 38
Skovgaard analiza 24 , habiendo muchos más tal cual La
Comunidad A utónoma de La RIOJA (España) que dentro del
proyecto mundial GenWeb identifica 57 programas computacionales
en di tintos idiomas y especificidades, más usado en el mundo.
Figura Nº 29
Programas computacionales de genealogias comerciales
3
Sko gaard (2002) citando a Analí a Montórfano, quien de arro lla este punto,
menciona que lo programas genealógicos para Palm Handbe ld , so n los si-
guiente : a) Palmgear, b) M y Roots , e) Ged tart, d) PAF, e) Pocket Genea logist
e yndi ti t.
113
Continuando con el cuadro anterior respecto a los progra-
mas genealógicos comerciales, destaca uno en particular que ha
sido ampliamente utilizado, nos referimos al Family Tree Maker.
al cual nos referiremos brevemente.
FIGURANº 29 (a)
Programas computacionales de genealogias comerciales
_,
E'Sp~OI y N éhu a U
(•ste úttimo con ~s:~~lm~=u
familia y vvc.irl os}
R esidencia:
61:milla y vocinos)'
Re:stcse:nota: -r:::r
S a n F e lipe SanFWi~ o
..
C uouhten (:O
......... ~
""'C
......... ~
.. ,, ........ Q..
--
Vl
--
~ , for ~
lamiasCoc:ol.U:I O a mla n Coco let.d Javie r Cocoletzl Gorardo Coc olotzj
cu.,,,lltzl .............. Fnmcl&co C .
C u • m • tzl .,._._,.
........... C u a~tzJ Cuamatzl
Sau l Coco l etzl
Cuamatz l Cuam a tr:I o
===
Oeupaclón : Ocup a ci ó n: Ocupació n : Ocupación: O c u paclOn : O cupa d ó n :
O br8'0 lntorcoramlc "*'"'•do E n CIUVadO d el t aller Obrero Id eo! Slandar O brero N estlé I Estu dia n te Estudiant e prlrnarta I
t")
/ T ejedor / •grlc.ult.of I a grl o..inor I T ej edor / o gric:ultor T ejed o r /agrtcuJtor/ secundarla I ayuda en tallor I o
_ =
Edad: lnhctrnel
Ednd: °'~~~ nlxtam a l agricultu ra/ t a ller/ Umplozo /
23
Idioma :
Eepano1y NAhuaU
::::il "=- 22
1a1oma: I= 11....:
,,,.,,_,
21
Edad :
21
Idi oma:
Eda d :
19
Edad :
15
Edad :
10
~
~ E llPª"º I y entiende Idiom a : Id ioma : Idioma :
:e:'5
{Mlt! UtUmo Espef\o l y enllen d e
enaondo pero no
habla )
R eeldena. •
San Fellpo
............. N6huatl
Residencia.
S en F oüpe
Cuauh te n co
.,.....,.
~
R9~!
SWJF~
e-
N é h uett
Residencia:
Son Fe lipe
Cuauhtenoo
E s p a r.ol
R esid e n da :
San Fell po
Cun uhto n co
Esponol
Rosldo ncle :
Sa n Follpo
C u au h tenco
Espoll a
Residencia :
San Fellpe
Cusuhtenoo
~
§.
~
~
Armando Cocolltzi Gracl•la Cocoletzt
Aoru CU.malzl
Ed ad: Edad: ('D
5 2 ('D
Reeld lrfda:
San Follpi>
CuauManco ~
~
::i;"'
('D
""'C
La figura Nº 30 es un despliegue de un árbol tipo «reloj de
arena» y fue posible hacerle modificaciones, tales como colores,
tipos de letras, fondos y demás aspectos formales . No obstante,
permite y de hecho sólo se muestran los ítems seleccionados
(nombres, edades, trabajo, etc.) habiendo otros datos que no se
muestran intencionalmente de muchos que fueron ingresados. 39
Además se observan cuatro generaciones, pues el programa permite
en esta sección mostrar tantas generaciones como se deseen. Otros
aspectos como extensión en la fase final de impresión pueden ser
manejados por el investigador.
El programa permite desarrollar árboles de descendencia y
ascendencia y generales de todos los datos, por generaciones que
posibilita una rápida lectura del conjunto de la información. Cada
uno de estos despliegues puede ser en abanico o en la versión
estándar. En lo que son los reportes o informes genealógicos, el
programa emite varios; entre los que destacan perfile s de
descendientes del árbol y hojas grupales de las familias . Un ejemplo
de ello lo reproducimos en el anexo Nº 2.
39
La infonnación de las personas de la figura Nº 30 ha sido cambiada e
intencionalmente agregamos otro tipo de datos que hace imposible su identifi-
cación.
116
A niodo de resumen ,y
consideraciones finales
118
En este sentido el método genealógico constituye también una
herramienta interpretativa y direccionadora de la intervención.
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126
Anexo Nº 1
40
Ciclo Vital de la Familia y tareas de asociadas
127
Ciclo Vital de la Familia y tareas de asociadas
Etapa del Ciclo Vital de Tareas de la Etapa
la Familia
5. Familia con hijos • La familia necesita hacer ajustes que
adolescentes requiere el comienzo de la pubertad y la
madurez sexual
• Ajustarse a las necesidades de
independencia
• Reconocer la prioridad de los grupos de
pares
• Apoyar el desarrollo de la identidad
personal
• Crisis de identidad de los padres
129
Anexo Nº2
130
vi. GERARDO COCOLETZI C AMATZI.
More About G ERARDO COCOLETZ I MATZ I:
Edad : JO
Idioma: Español
Ocupación : Estudiante primaria / ayuda en taller / limpieza /
Residencia : San Feli pe Cuauhtenco.
Ge11eratio11 No. 2
131