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Herramientas de Investigación Social: Guía Práctica Del Método Genealógico

Libro de consulta sobre el uso del Método Genealógico en Trabajo de Campo.
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Herramientas de Investigación Social:

J •

Guía práctica del Método Genealógico

Guillenno Davinson Pacheco


HERRAMIENTAS DE
INVESTIGACIÓN SOCIAL
GUÍA PRÁCTICA DEL MÉTODO
GENEALÓGICO

Guillermo Davinson Pacheco

,,
COEDICION

Universidad de La Frontera
Chile

Universidad Iberoamericana
Ciudad de México

UNIVERSIDAD
IBEROAMERICANA
CIUDAD DE M~XICO
Herramientas de Investigación Social: Guía Práctica
del Método Genealógico

Guillenno Davinson Pacheco

COEDICIÓN
UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA (CHILE)
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA (MÉXICO)

la. edición, 2006

D.R. © Universidad Iberoamericana, A.C.


Prol. Paseo de la Reforma 880
Col. Lomas de Santa Fe
01210 México, D.F.

D.R. © Universidad de La Frontera


Av. Francisco Salazar 01145
Temuco - Chile
Casilla 54-D

Universidad de La Frontera (Temuco) Chile


Rector Sr. Sergio Bravo Escobar
Facultad de Educación y Humanidades
Decano Dr. Hugo Carrasco Muñoz

Propiedad Intelectual: 151757

ISBN 956-236-169-1

Impreso y hecho en Chile


Printed and made in Chile
,
Indice

Agradecimientos

Introducción
8
Capítulo Primero
Genealogía del Método Genealógico

Definiciones iniciales 11
Un marco investigativo a los conceptos 13
Síntesis histórica 18
Vigencia y múltiples aplicaciones técnicas 27

Capítulo Segundo
Representación de la información Genealógica

Simbologías 34
Otras convenciones gráficas 46
Simbologías en Antropología 48

Capítulo Tercero
Una aplicación práctica del Método Genealógico

Contexto etnográfico del estudio 53


Algunas generalidades en la aplicación del Método 56
Descripción del proceso técnico 57
Capítulo Cuarto
Genealogías en Trabajo Social: Genogramas

Algunos antecedentes contextuales 76


Los Genogramas, aplicación práctica y énfasis en la
práctica docente 78
Ámbitos de intervención, ventajas y utilidad de los
Geno gramas 79
Genogramas y el complemento con otras herramientas
de Trabajo Social familiar 81
Lineamientos teóricos y categorías conceptuales para la
construcción y comprensión de Genogramas familiares en
Trabajo Social 84
Construcción del Genograma familiar en Trabajo Social 88

Capítulo Quinto
Interpretación e Informatización Genealógica

Interpretar las genealogías y comunicar datos 97


Procesamiento computacional de la información 105
Bases de datos genealógicos 108
Características de los programas genealógicos 109
Principales programas computacionales de genealogías 112

A modo de resumen y consideraciones finales 117

Bibliografia 120

Anexos
Agradecimientos

Esta sección, es quizás la más importante de todo el libro,


pido disculpas por mi falta de creatividad porque no puedo dejar
de acogerme a la fórmula ritual, «tengo mucho que agradecer y
pido disculpas por las omisiones».
Muchas son las instituciones y personas que colaboraron
desinteresadamente en este trabajo que cobra vida en esta coedición.
Todos quienes la hicieron posible, producen en mí sentimientos
de especial significación y agradecimiento .
Entre las instituciones, la Universidad de La Frontera, que
fuera mi primera casa de estudios superiores y la Universidad
Iberoamericana de México donde desarrollé mi posgrado, me han
honrado con elegirme para que a través de este libro pueda
representarlas . Chile y México respectivamente constituyen mis
dos patrias y ello no es casual, dado que mis primeros estudios los
desarrollé en una escuela donada por el Gobierno Mexicano a
nuestro país producto del terremoto en Chillán de 1939 y el destino
- después de muchos años - me llevó a estudiar mi posgrado a la
tierra de Juárez, donde vivencié la hospitalidad de los mismos que
legaran mis primeras letras.
Entre las personas que contribuyeron a coronar este momento
debo comenzar con mi larga y estimada lista de agradecimientos
en Chile. En ese marco mi gratitud al Sr. Decano de la Facultad de
Educación y Humanidades de la Universidad de La Frontera Dr.
Hugo Carrasco Muñoz artífice importante de esta iniciativa
académica, impulsando y consolidando en todo momento este
esfuerzo. De igual forma a Olga Rebolledo Piña, directora del
Departamento de Trabajo Social, de nuestra universidad que apoyó
en todo momento mi trabajo .
En ese marco, agradecer a los profesores de este Departa-
mento, Lucy Ketterer, Claudia Briceño y Julio Tereucan, por sus
incontables muestras de apoyo y estímulo en la recta final de esta
coedición .
A las profesoras de este mismo departamento Diana Salazar,
Ximena Briceño, Ana Arellano y Cecilia Mayorga por su
disposición a colaborar al momento de ser entrevistadas dando
cuenta de su valiosa experiencia docente. No puedo dejar de
mencionar a Aracely Caro, académica del Departamento de
Ciencias Sociales de nuestra casa de estudios quien leyó el
manuscrito original, sugirió importantes correcciones y permitió
madurar parte de los contenidos.
El diseño de la portada fue producto del trabajo de Jaime
Cortés de la oficina de audiovisuales de la Facultad de Medicina
de la Universidad de La Frontera quien encarnó con gran
profesionalismo el espíritu del libro.
Otras personas, que sin estar vinculadas a la Universidad,
colaboraron desinteresadamente. En esa línea agradezco a la
profesora María Cristina Femández por revisar y mejorar el estilo
de los borradores, de muchos que debió leer.
En los aspectos estrictamente operativos, y no por eso menos
importantes, mencionar y agradecer a Enrique López Muñoz por
la corrección de estilo, sugerencias, aportes técnicos y el diseño
preliminar de la portada. De igual forma a Edgardo Torres Marín
por la compaginación y el manejo de los programas
computacionales de digitalización previo ingreso a la imprenta,
ambos funcionarios de la Corporación Comunidad La Roca de
Temuco.
Una especial mención a Elizabeth Elicer, tesista de Trabajo
Social de la Universidad de La Frontera por todo el trabajo técnico
y administrativo que implicó la fase final de edición. Por sus
constantes muestras de compromiso, responsabilidad y
colaboración es en justicia cuyo nombre debiera aparecer en la
portada de este libro. Hacer extensivos mis agradecimientos
también a la profesora Orietta Geeregat del Departamento de
Lenguas, Literatura y Comunicación de la Universidad de La
Frontera por corregir una sección importante de este trabajo.
A estas personas se suman otras en México, las cuales son
igualmente protagonistas del proceso de elaboración y produc-
ción de este texto, quienes, con su valiosa ayuda han permitido
celebrar esta coedición. En ciudad de México, agradezco, espe-
cialmente a la Dra. Carmen Bueno Castellanos, Directora del De-
partamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Ibe-
roamericana, por acoger y luego desplegar importantes esfuerzos
humanos, técnicos y financieros para materializar esta coedición.
Sin ella no habría sido posible.
De igual forma al Dr. David Robichaux Haydel, del posgrado
en Antropología Social de la Universidad Iberoamericana - quien
fuera el impulsor de este trabajo - cuando estando en Nicaragua
me diera los insumos para generar esta idea; fueron sus lecturas al
manuscrito original las que posibilitaron el cambio cualitativo
necesario para convertirse en un material replicable. A la licen-
ciada Araceli Téllez, Directora de la Dirección de Publicaciones
de esta Universidad por su importante trabajo para materializar en
México la publicación. A sus colaboradoras que represento en
Guadalupe Ayala e Ivonne Lonna, por cautelar todos aquellos as-
pectos vitales de esta edición en ese país.
A Edith Calderón Ayala, quien al igual que en otras
oportunidades me ha apoyado desinteresadamente desde la
distancia, desde Acuitzio México, proporcionando recursos para
poder finalizar el manuscrito. Mis agradecimientos sinceros y
permanentes.
Por último y no por ello menos importante, agradezco a mi
familia por regalarme tantos momentos de sus momentos.
A todos ellos, mis agradecimientos. Los errores que tal vez
subsisten, son de mi entera responsabilidad y no de estas personas
e instituciones que acabo de mencionar, por ello pido de antemano
las disculpas a ellos, como así también a los lectores .
Deseo convertir esta coedición en un pequeño homenaje a
todos quienes con su aporte desinteresado, han posibilitado
contribuir con estas líneas a la formación de futuros investigadores,
para que en lo cotidiano del trabajo de campo puedan seguir
atesorando aquellos datos que contribuirán a entender las
complejidades de la realidad social y aplicarlos para la construcción
de los grandes sueños de un mundo mejor.
En mis pequeños sueños hoy, ambas casas de estudios
participantes en esta coedición, la Universidad de La Frontera de
Chile y la Universidad Iberoamericana de México, me han honrado
y me han dado la oportunidad de contribuir mínimamente a estos
otros grandes sueños. Y eso ya es mucho.

Guillermo Davinson
Temuco, Chile
enero de 2006
Introducción

El estudio genealógico es tan antiguo como universal y ha


sido una práctica de numerosos pueblos, no obstante, su carácter
científico cobra validez en el campo de la investigación social a
fines del siglo XVIII, siendo en la actualidad un instrumento de
recolección, representación y análisis de información en
Antropología, Medicina e Investigación Social, de creciente
utilización. En ese contexto nos hemos propuesto, como eje central
de esta publicación, concentrar algunas experiencias prácticas y
darlas a conocer por su utilidad metodológica. Para sistematizar
este trabajo nos hemos basado en dos líneas de insumos, la primera,
a través del análisis de material bibliográfico y la segunda desde
los antecedentes empíricos provenientes del trabajo de campo del
autor, como de otros investigadores.

Es preciso señalar que un primer acercamiento a este eje


temático se produjo con el desarrollo de una ponencia denominada:
El método genealógico: el uso de Family Tree Maker y SPSS en la
investigación social, que fue presentada en Managua (Nicaragua)
enjulio de 2001. En esa ocasión, el Grupo de Trabajo de Familia e
Infancia del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales
(CLACSO) desarrolló la primera reunión denominada Familia e
Infancia en la diversidad Latinoamericana cuyo organizador fue
el Dr. David Robichaux Haydel de la Universidad Iberoamericana
de México (UIA), contando con el apoyo de la Universidad
Centroamericana de Nicaragua (UCA) y donde participó el suscrito.

En investigación social, la utilización del método genealógico


para estudiar las particularidades de los grupos sociales, sean éstos en
comunidades, barrios, sectores rurales o urbanos, con sistemas bilate-
rales de descendencia, nos brinda una herramienta efectiva para en-
tender las relaciones de ayuda mutua, los sistemas económicos
8
informales, los patrones de movilidad espacial y social, las ten-
dencias en los intercambios matrimoniales o de convivencia sexual
o preferencias para la selección de parientes rituales, entre los más
importantes y como ejemplificamos en este libro, en muchas otras
áreas de interés para el investigador. Los datos genealógicos apor-
tan los nombres y las relaciones existentes entre todos aquellos
con los que se va a trabajar durante la etnografía; como así tam-
bién, sobre los individuos ausentes.

Por otro lado el estudio de las relaciones de parentesco tan


importante para la Antropología Social, sólo puede hacerse me-
diante una comprensión adecuada de este método . En ese marco,
sistematizar y presentar las genealogías mediante programas
computacionales comienza a ser cada día más habitual, aunque
sin contar con estos recursos tecnológicos, no es complejo su de-
sarrollo conociendo las convenciones gráficas que lo regulan.

Existe consenso que este método permite estudiar los diver-


sos patrones de comportamiento humano; la persistencia de ofi-
cios a través del tiempo, los desplazamientos geográficos, la esco-
laridad, el comportamiento o afiliación política, los patrones de
matrimonio y fecundidad , la tendencia a contraer ciertas enferme-
dades , los rasgos fenotípicos persistentes, el uso o abuso de alco-
hol, etc. El método cobra su real dimensión durante el trabajo
etnográfico, posibilitando recolectar y organizar datos, de manera
tal que permite una vasta red de aplicaciones, que intentamos
mostrar en los cinco capítulos que estructuran este libro.

En el primer capítulo, presentamos algunas definiciones con-


ceptuales para marcar algunos énfasis entre el uso del método en
el campo de la Genealogía, la Historia y la Antropología
específicamente. En ese marco, desarrollamos un breve recorrido
histórico - deteniéndonos - en los que fueron los orígenes cientí-
ficos del método, para finalizar la sección con un análisis sobre la
vigencia y utilidades de su aplicación.

En el segundo capítulo, destacan algunas consideraciones


técnicas sobre la simbología utilizada para la representación gráfi-
ca, como otros «geneologismos». Para mayor comprensión, incor-
poramos algunas convenciones que se utilizan en algunas disci-

9
plinas que representan, a través de gráficas genealógicas, parte de
la información que procesan.

En el capítulo tercero, analizamos empíricamente el méto-


do a través de una explicación de los distintos momentos que de-
manda la aplicación de la técnica, ejemplificándolo mediante una
investigación desarrollada en un pueblo indígena de México, don-
de el objetivo, entre otros, fue determinar orígenes y característi-
cas de una actividad productiva.

En el capítulo cuarto, presentamos el uso y readaptación del


Método Genealógico desde el Trabajo Social y específicamente
desde la experiencia práctica y del ejercicio docente que el
Departamento de Trabajo Social de la Universidad de La Frontera
de Temuco implementa en la formación de sus profesionales.

En el capítulo quinto, centramos el análisis, en lo que es la


interpretación de los datos genealógicos, mediante un trabajo
etnográfico con mujeres mapuche del sur de Chile, desarrollado
hace una década. Además, incorporamos a esta sección una sinopsis
de lo que es la informatización del trabajo genealógico, de fuentes
de información de este tipo, del uso de determinados software y
las características de estos recursos tecnológicos.

10
Capítulo Primero
Genealogía del método genealógico

DEFINICIONES INICIALES

Con la palabra Genealogía, que etimológicamente proviene


del latín genealogia y ésta del griego ~VEaÁoya es conocida la
hi storia de los ascendientes de una familia . En esa línea,
Montórfano (2002), señala que genealogía, proviene del griego,
«genos» (raza) y <dogos» (ciencia) y consiste en la enumeración
de los antepasados de una persona. 1
Por extensión entonces, la genealogía - para Montórfano -
se constituye en una de las ciencias auxiliares de la historia, más
adelante veremos que de otras también y como tal, trata del origen
y de s ~ndencia de las familias (o de un linaje) a través de una
realidad documental o gráfica.
Los ascendientes y descendientes de un individuo conforman
su genealogía familiar, llegando el estudio exhaustivo, a conocer
en forma completa la historia de la familia de ese sujeto. Cada
individuo, debe asumir previamente, lo que entenderá por «historia
familiar completa», dado lo imposible de dicha tarea, a la hora de
remontarse hasta cierto grado de ascendientes en el tiempo.
Las genealogías son el resultado visible de una investigación
social. El procedimiento técnico (que da origen a las genealogías)
que identifica y explica las distintas relaciones en los sistemas de
parentesco y que implica trabajo de campo, se denomina método
genealógico.
1
Gri ego (yt:vt:aA.oya), geneá [generación] y logi a r es p ec tivamente.
En otro orden, según la Real Academia de la Lengua Española, encontramos
para Genealogía lo siguiente :
Filogenia [ J.f p arte de la biología que se ocupa de las relaciones de parentesco
entre los distintos grupos de seres vivos y una segunda definición:
2f Biol. origen y desarrollo evolutivo de las esp ecies y en general, de las
estirpes de los seres vivos}.

11
En la ciencia antropológica, el británico W. H. R. Rivers de-
finió el estatuto heurístico de este método en el trabajo etnográfico,
a fines del siglo XVIII y al cual dedicaremos, más adelante, algu-
nos antecedentes.
En un primer acercamiento, definiremos el método
genealógico, como un procedimiento técnico, por el cual un in-
vestigador de campo, mediante el uso de la encuesta antropológica,
recolecta un conjunto de datos específicos sobre los integrantes -
tanto ascendientes como descendientes - de uno o más grupos do-
mésticos y posterio1mente los procesa, analiza y presenta dicha
información. Ello obliga al investigador a cumplir como mínimo
con dos momentos técnicos: a) trabajo de campo propiamente tal y
b) análisis de gabinete, donde se profundizan aspectos teóricos de
los datos obtenidos.
Uno de los resultados pragmáticos de la aplicación del méto-
do genealógico se expresa gráficamente en un documento deno-
minado genealogías y que es el aspecto corrientemente más cono-
cido, ignorándose el procedimiento global que arriba a ese resulta-
do. Es decir, se confunde uno de los productos (las genealogías)
con todo un proceso técnico (método genealógico). En muchas
iniciativas desvinculadas del mundo de la Antropología, se habla
de «genealogías, método o técnicas genealógicas» indistintamen-
te, sin establecer diferencias al respecto.
En nuestro caso, cuando hablamos de genealogías, estamos
refiriéndonos al documento que visibiliza los resultados de la apli-
cación del método genealógico. Las genealogías son la represen-
tación gráfica de una situación social e histórica determinada, que
posibilita una visión de conjunto, de cada uno de los miembros ahí
representados, distribuidos en generaciones y relacionados con al-
gún tema específico, según sea el objetivo de la investigación.
Cuando el método genealógico (etnografía y encuesta
antropológica asociada al parentesco), es aplicado exhaustivamente,
es decir, la recolección de los datos es suficientemente prolija, en
forma y fondo, mostrará con exactitud - a través de las genealogías
(los documentos gráficos) - el sexo de las personas, edades, sus
relaciones (vínculos) de unión conyugal, filial y de hermandad y
aún los parentescos más alejados en su cadena genealógica. Ade-
más de otros aspectos, que intencionadamente el investigador, so-

12
bre estos grupos intente descubrir y/o analizar y donde los objeti-
vos científicos del método genealógico han sido establecidos al
inicio de la investigación. 2
En ese marco, la importancia de la aplicación del método
radica en proporcionar un contexto de veracidad, por cuanto exis-
te coincidencia que« ... aumentó en gran medida el rigor y la pro-
fundidad del estudio empírico. Las recolecciones de datos demos-
traron ser mucho más de fiar y las genealogías eran algo con lo
que fácilmente se podía verificar la validez de muchas prácticas
sociales (por ejemplo, la herencia de la tierra)» (Goodenough ,
1988:29).

UN MARCO INVESTIGATIVO A LOS CONCEPTOS

El mundo contemporáneo, testigo del crecimiento vertigi-


noso de nuevas tecnologías y telecomunicaciones, - que entre otras
cosas, - ha facilitado el acceso a muchas fuentes de información,
documental e histórica, ha generado un interés creciente por el
estudio genealógico.
La especialización de ciertos investigadores, sobre todo en
la última década, ha materializado una importante corriente de tra-
bajo en Europa principalmente. Las ciencias jurídicas
hegemonizaron una suerte de capital simbólico en esta dirección,
sobre todo para dar respuesta a los problemas emanados de la he-
rencia legal y sucesión, lo que obligaba a una constante necesidad
de profundizar en aspectos genealógicos. En ese contexto, tam-
bién transfirió una legítima curiosidad - en algunos sectores - por
conocer sus antepasados y por ende adentrarse al mundo
genealógico.
Una particular observación realiza la investigadora francesa
Martine Segalen (2005 en prensa) cuando al respecto señala;
« ... además, hoy en día el arte de la genealogía está de moda: ha-
bría bastantes investigaciones a realizar para analizar el sentido
social de este crecimiento entusiasta» (Segalen y Michelat, 1991).

2
Rivers ( 1985) para elaborar sistemas de parentesco, primer uso que le asigna
al método genealógico, establece una serie de pasos. Destaca que en este caso
en particular se debe obtener una lista de términos de parentesco, (dos colum-
nas) - recíprocas - con las respuestas tanto del varón como de la mujer. Aspec-
to importante pues, los <<ténninos dados en la lista permiten determinar el ca-
rácter general de un sistema>> (Rivers, 1985:90).

13
Frecuentemente, el encuestado «sirve al investigador una
genealogía ya hecha. Lo que constituía en un tiempo el arma
metodológica situada claramente en el campo de la ciencia, es hoy
en día manipulada por los mismos encuestados. Sin embargo, el
interés por la genealogía no es idéntico en todos los grupos socia-
les. En el país Bigouden, las genealogías reconstituidas en mi in-
vestigación combinando información oral, archivos del registro
civil y los archivos notariales suscitaban el interés de los investi-
gados» (Segalen, 2005).
El interés persiste y se acrecienta y las motivaciones son
variadas, pero la búsqueda y conocimiento de los antepasados,
parece ser más frecuente de lo que se piensa. Al identificar a la
progenie se debe tener presente, «que la posición de un antepasa-
do puede estar definida ya sea por una relación genealógica real
con sus descendientes, o por una genealogía más o menos ficti-
cia» (Krauskopff, 1996:83), aspecto que el método genealógico
contribuye a subsanar.
En algunos grupos humanos la vigencia por mantener una
clara posición genealógica es importante. Los griegos, en su épo-
ca fomentaron una orgullosa conciencia racial, que sustentaban a
través del desarrollo de una genealogía, que remontaba sus orige-
nes a héroes, con carácter semidivino. En Corea, el uso de los
«registros de linaje, en otras épocas reservado a las familias letra-
das de la aristocracia, es hoy en día general. La mayoría de los
coreanos se considera de origen aristocrático y la prueba seria su
genealogía» (Guillermoz, 1996: 187). En cambio en la región de
Vanuatu (Nueva Guinea) «algunos grupos locales se agrupan alre-
dedor de una gran casa de los hombres y destaca la escasa profun-
didad genealógica atribuida a los pequeños tamaños de los grupos
de descendencia» (Bensa y Juillerat, 1996:481).
También ha sido importante para la Antropología el método
genealógico instaurado por W. Rivers, el cual institucionaliza las
genealogías, como un método que utilizó en sus trabajos sobre
herencia de los comportamientos, dada su vinculación al mundo
de la medicina y psicología. No obstante, «creía decididamente
que éste era el único método científico que permitía acceder sin
riesgos de error a las terminologías de parentesco. Rivers veía en
las terminologías de parentesco el reflejo fiel o la supervivencia
de formas de mat1imonio actualmente desaparecidas» (Juillerart,
1996:643).
14
Precisemos algunos aspectos centrales sobre el método que
son desarrollados en El Método Genealógico de investigación
antropológica (1988) de Rivers . En este trabajo sostiene que la
primera función y más evidente - del método - es la elaboración de
los sistemas de parentesco . En segundo lugar el uso que se puede
dar a las genealogías en el estudio de la regulación del matrimonio,
pues al retroceder en el tiempo, es posible investigar, las formas
de matrimonio (poligamia y poliandria, el levirato y el matrimonio
entre primos cruzados) en los grupos humanos. Un tercer aspecto
que Rivers destaca, es el uso en el ámbito de la investigación de
las leyes que regulan la filiación y la herencia de la propiedad, (un
pedazo de tierra y sus múltiples subdivisiones) que pueden ser
concretamente abordadas a través de este procedimiento técnico.
Siguiendo en esta línea, un cuarto tema a rescatar, es la posibilidad
de aplicar el método a los estudios de las emigraciones.
En otro ámbito, Rivers visualiza ventajas en el estudio de la
magia y la religión (el ceremonial en algunos grupos se asigna en
ciertas relaciones de parentesco) con determinados sujetos. Como
sexta utilidad, se rescata el estudio de cuestiones biológicas que
ti enen connotación sociológica (los aspectos sociodemográficos)
en algunas sociedades. En directa relación, puede aportar a la
Antropología Física, lo que Rivers ejemplica con sus resultados
sobre el albinismo y daltonismo.
Con respecto a las ventajas del método , Rivers menciona las
siguientes: a) nivel de concreción, (cuestiones abstractas sobre
bases puramente concretas), b) es ventajoso cuando no se cuenta
con tiempo suficiente para el trabajo de campo y subsana el
problema de la lengua indígena (Rivers recomendaba en este caso
intérpretes), c) comprueba la exactitud de los propios testigos (el
método al contrastar información) posibilita det ec tar la
contradicción o inexactitud y d) permite entender los «rasgos de la
psicología salvaje» al penetrar en las peculiaridades mentales de
los informantes que causan los malentendidos.
En síntesis, Rivers puntualiza dos grandes méritos atribuibles
a este método . En primer lugar, permite retroceder en el tiempo (a
un contexto menos aculturado) y conocer patrones de organización
social de hace 150 años atrás y consecuencialmente, establecer las
características actuales producto de dichas influencias en el pasado .
En segundo lugar, posibilita los «medios para no sólo obtener
15
información, sino para demostrar la verdad de esta información»
(Rivers, 1988: 95). Mediante el método entonces, este autor estima
que es posible demostrar hechos de la organización social, con
tanta concreción como es posible en cualquier ciencia biológica.
Posteriormente a Rivers, algunos investigadores que han
trabajado con el método, refieren algunas de sus características
desde sus experiencias.
Malinowski, - cuya aportación al trabajo de campo es
bastamente reconocida - señala «una genealogía no es más que un
cuadro sinóptico de cierto número de relaciones de parentesco
conectadas entre sí. Su valor como instrumento de investigación
radica en que le permite al investigador formularse preguntas in
abstra cto, susceptibles de ser preguntadas en concreto al
informador indígena. Como documento, su valor consiste en que
proporciona cierto número de datos comprobados y los presenta
en su forma natural de asociación» (Malinowski, 2001 :60). No
olvidemos que en su estadía con los Trobriandeses , registra
información genealógica y la consigna en su mundialmente
conocido Los Argonautas del Pacífico Occidental.
A. R. Radcliffe-Brown, (discípulo de Rivers) lo utiliza para
analizar los sistemas de parentesco, concebidos como la extensión
indefinida de las relaciones entre familias elementales, que a su
vez, definen relaciones de orden: padres/hijos germanos, marido/
esposa . Estos «sistemas están organizados según reglas
sociológicas, como la unidad del grupo de germanos o del linaje,
que se apoyan, o no, en el referente genealógico para definir clases
terminológicas y grupos. La hipótesis extensionista (extensión
genealógica de las relaciones de primer orden) será rechazada
incluso por E. R. Leach (1958) que critica el método genealógico
y preconiza un análisis exclusivamente sociológico del parentesco»
(Bonte, 1996:578).
Luego y sin encontrar una definición tácita, en Las
estructuras elementales del parentesco, (1949) Lévi-Strauss infiere
acerca del método . Cuando al explicar una búsqueda de una
«estructura significativa de los intercambios matrimoniales acerca
de los cuales la sociedad nada dice; sea directamente por la
interpretación de las reglas o indirectamente gracias a las
inferencias que pueden extraerse de la nomenclatura del parentesco
o por algún otro medio. Se hace hablar entonces a las genealogías»
(Lévi-Strauss , 1985:24).
16
En el primer tomo de Las estructuras elementales del
parentesco (1985), Lévi-Strauss, presenta 22 genealogías de entre
43 figuras de esta sección. En el segundo tomo, se consignan 31
genealogías de 87 figuras , diagramas genealógicos que detallan
los más diversos sistemas de parentesco, tales como: Polinesios,
Aranda, Dieri, Katchin, Australianos, Manchú, Chinos, Tibetanos,
etc. 3
En otro orden, en un trabajo denominado Oralidad: tiempo,
fuente y transmisión ( 1997) del español González Alcantud, destaca
la tradición oral como argot científico de antropólogos, etnólogos
y etnógrafos, detallando las figuras narrativas de los pueblos
alfabetizados que han adquirido características de universalidad;
entre esas menciona a las genealogías, sobre ellas señala están
«enlazadas con la narración mítica, si bien pueden hallarse
secularizadas. Constituyen la fuente de legitimidad política y social
más frecuente en sociedades como la islámica. Los linajes «chorfa»
magrebíes atribuyen su genealogía a ser los primeros pobladores
islámicos del país; ahí reside su legitimación política. Asimismo,
la distinción entre tribus, linajes y clanes se hace entre los beréberes
en base a las capacidades individuales para recordar total o
parcialmente las genealogías (Hart, e.p .). La tradición genealógica
es fuente de poder social y política» (González, 1997: 146).
En El método genealógico en la investigación social (1994)
de Ruiz Pérez, encontramos otra definición que señala que es
« .. .una serie de técnicas documentales e históricas que nos
permiten conocer a fondo no sólo nuestro linaje sino las costumbres
y situaciones sociales de cada época. En la investigación social, la
Antropología se ha destacado por desarrollar técnicas de
recolección de datos y análisis conceptual conocidas como el
método genealógico» (Ruiz Pérez, 1994:71).
El trabajo dirigido a estudiantes, conocido como De la teoría
a la práctica antropológica: el museo como referencia (2001) de
Pastor Alfonso, nos proporciona sobre el método otra perspectiva
y lo define de la siguiente manera. El método genealógico «trata

3
Para nuestros efectos, sírvase señalar al lector, que hemos utilizado la versión
de Las estructuras elementales del parentesco, (Claude Lévi- Strauss) de 1985
coedición mexicana de la colección de obras maestras del pensamiento con-
temporáneo, de la Editorial Artemisa. Esta versión (en español) se divide en
dos tomos.
17
los principios de parentesco, filiación y matrimonio, que son las
bases sobre las que se sustentan las culturas no industriales. Como
en este tipo de sociedades la gente pasa la mayor parte de su vida
entre parientes, es necesario recoger los datos relativos al paren-
tesco para poder entender la historia y las relaciones actuales. Por
ejemplo: Los casamientos estratégicos entre miembros de dife-
rentes pueblos, generan alianzas políticas. Una vez obtenida la red
de parentesco, puede utilizarse en averiguar los derechos de pro-
piedad, las reglas de residencia y matrimonio, la sucesión de ofi-
cios hereditarios y otras reglas y costumbres de la comunidad»
(Pastor Alfonso, 2001).
En esta misma dirección y en un análisis conocido como
Sistema y estructura de parentesco (1996) de Bonte, destaca su
visión sobre el método y puntualiza al definirlo « ... como una car-
ta que define y legitima el estatuto de un individuo o grupo a partir
de cadenas de relación de filiación ascendentes, la genealogía es
uno de esos modelos de representación indígena, [se está refirien-
do al método etnogenealógico de Conklin] tanto más extendido en
sociedades muy diferentes cuanto que está asociado a la constitu-
ción de grupos sociales (grupos de unifiliación, grupos cognaticios,
casas, etc.)» (Bonte, 1996:578).

SÍNTESIS HISTÓRICA

Con respecto a sus orígenes, Montórfano (2002) proporciona


algunos antecedentes históricos que aseguran que la práctica
genealógica es tan antigua como universal. Ya nos referimos a los
Helenos, que establecían su identidad mediante una genealogía
que los unía a seres semidivinos.
Hacia el año 493 a.C., el rey Persa Darío I ordena la inscrip-
ción de Behistún, (escritura cuneiforme esculpida en roca) al oes-
te de Irán. Según (Encarta, 2000) «la inscripción aparece en co-
lumnas paralelas que repiten el mismo texto en persa antiguo, asirio
y elamita». El texto recoge la genealogía y las hazañas de este
monarca.
En tanto, las culturas Inca y Maya guardaban las genealo-
gías de sus gobernantes; algunos Códices precolombinos ,
(teotihuacanos, olmecas, aztecas) de escritura logosilábica, dan
cuenta de historia, geografia, genealogía, economía, ciencia y reli-
gión de estos pueblos.
18
En otro orden, los textos evangélicos, donde aparece el ár-
bol de la familia de Jesucristo, constituyen una clara muestra de la
importancia que tuvo la genealogía para los hebreos, algo que su-
cedió también, con los babilonios, griegos, romanos y muchos otros
pueblos (Montórfano, 2002), como hemos adelantado . Sobre el
pueblo hebreo y en particular sobre la genealogía de Jesucristo
podemos señalar lo siguiente. Analizando la Biblia de Jerusalén
en su edición española de 1971 , (dirigida por José Ángel Ubieta)
encontramos en los evangelios tanto de Mateo, como de Lucas,
una referencia a esta Genealogía en particular. A continuación,
reproducimos textualmente una nota del pie de página, de los edi-
tores del capítulo 1 de Mateo, versículos 1 al 17, desarrollada por
traductores franceses y asumida por los intérpretes al Castellano
de esta versión.
Así entonces , «la genealogía de Mt, aun subrayando
influencias extranjeras por parte de las mujeres, vv. 3, 5, 6, se limita
a la ascendencia israelita de Cristo. Trata de vincularle a los
principales depositarios de las promesas mesiánicas, Abraham y
David, y a los descendientes reales de este último . La genealogía
de Le, más universalista, se remonta a Adán, cabeza de toda la
humanidad. De David a José, las dos listas sólo tienen en común
dos nombres. Esta divergencia puede explicarse, o por el hecho
que Mt ha preferido la sucesión dinástica a la descendencia natural,
o bien por la equivalencia que hay entre la descendencia legal (ley
del levirato, Dt 25 5) y la descendencia natural. Por lo demás, el
carácter sistemático de la genealogía se pone de relieve, en Mt,
con la distribución de los antepasados de Cristo en tres series de
dos veces siete nombres, cf. 6 9, lo que obliga a omitir tres reyes
entre Joram y Ozías y a computar a Jeconías, vv. 11-12, por dos
(ya que el mismo nombre griego puede traducir los dos nombres
hebreos afines de Yoyaquim y Joaquín) . Las dos listas terminan
con José, que no es más que el padre legal de Jesús; es que, a los
ojos de los antiguos, únicamente la paternidad legal (por adopción,
levirato, etc.) confiere todos los derechos hereditarios, aquí los del
linaje mesiánico . Esto no excluye, que María también haya
pertenecido a ese linaje, aun cuando los evangelistas no lo digan»
(Biblia de Jerusalén, 1971: 1304).
Para mayor profundidad de lo antes transcrito, debemos
precisar que esta genealogía es narrada por ambos evangelistas,
desde dos perspectivas distintas.
19
En el caso de Lucas, es desde el Ego (Jesús) hasta su
ascendiente Adán, que se establece la relación genealógica. Mateo
en cambio, narra la genealogía desde el ascendiente primegénico
(Abraham) hasta llegar al Ego, en este caso Jesús. 4
En el Antiguo Testamento destaca, la genealogía de David,
la cual es descrita en el libro de Rut (v 4:18); como también en el
libro primero de las Crónicas (v2:9-17). En el Nuevo Testamento,
Pablo en la primera epístola a Timoteo exhorta a no dedicar la
atención a fábulas y las «genealogías interminables» que
promueven disputas. Según los editores, alude a las «especulaciones
judías relativas a la historia de los patriarcas y de los héroes del
Antiguo Testamento, al estilo que se puede leer en el libro de los
jubileos» (Biblia de Jerusalén, 1971: 1586).
Luego, en el año 850 Al-Bujari, sabio islámico nacido en el
actual Uzbekistán viaja por todo el mundo islámico, recogiendo
las tradiciones orales del Hadit (registro de los dichos ejemplares
y hechos del profeta Mahoma). Según (Encarta, 2000) «tanto los
suníes como los shiíes creían que el Hadit era una forma de
revelación y que, por tanto, tenía la misma importancia que el
Corán. De las más de 600.000 tradiciones que Al-Bujari recopiló,
aproximadamente 7 .275 fueron recogidas (con todas las
genealogías de sus transmisores desde el profeta) en una obra
titulada al-Sahih (El Genuino)».
Entre el 422 y el año 1000, fechas que para Montórfano
(2002) constituyen el período oscuro de la historia, donde la
documentación escrita que la atestigua es mínima y lo poco que
fue escrito lo registraron los monjes irlandeses, nada fue destinado
a la vida diaria y menos al registro de familias de esa región. Aunque
hay escritos en Francia y España anteriores a la época oscura, no
es literatura que contenga evidencias para realizar aportes a la
genealogía.
En Inglaterra en el año 1086, se encarga la realización del
Domesday Book, estudio estadístico, ordenado por Guillermo I El
Conquistador, cuyo objetivo era inventariar de modo sistemático
la riqueza rústica del país y determinar las rentas que los propie-

4
Con cursiva destacaremos en adelante a Ego. Palabra utilizada en Antropología
«para designar el 'Yo' desde cuyo punto de vista se consideran las relaciones de pa-
rentesco. A veces resulta necesario establecer si la persona de referencia es un ego
varón o un ego mujer» (Harris, 2000:429). Según Kottak el <<Ego (en latín yo) identi-
fica a la persona cuyo cálculo de parentesco está siendo examinado» (Kottak, 2002: 153).

20
tarios de las tierras tenían que pagar al rey. Este inventario se reali zó
a una escala sin precedentes en la Europa medi eval. Según (Encarta,
2 00 0) « ... el m anu sc rito or ig in a l es tab a formado p o r dos
vo lúmenes . Es tos documentos fue ron usados frecuentemente en
los trib un ales medievales y los textos publicados son emp leados
ocasional mente hoy dí a, en liti gios relativos a cuestio nes de
topografía o genealogía».
En otro ámbito y sigui endo a Montórfano (2002) las culturas
as iáticas, como la china y la j aponesa, han otorgado tamb ién gran
importancia a los orígenes famili ares. E l emperador de Japón es
un vivo ej emplo de una din astía que se ha sucedido sin interrupción
durante cas i 2 .000 años y los registros pem1iten constatar tal hecho.
En Japón del s iglo VIII las hi sto rias míticas Kojiki (Registros de
A ntiguos Asuntos, 712) y N ihon shoki (Crónicas de Japón, 720),
describen los actos y la genealogía de los dioses desde que Japón
fue creado por la pareja inicial, Izanagi e Izanami . Según (Encarta
2000), estos li bros del árbol genealógico imperial desde la diosa
del sol Amaterasu, deben de haber sid o recopilados para así dar
validez al derecho divino a gobernar que reclamaba la fam ilia
imperia l japonesa.
En lo que res pec ta a Mesoamér ica precolombi na, lo s
Cakchiquel, indígenas quiché, que actualmente habitan en los
departamentos de C him altenango, So lolá y Sacatepéquez en
Guatemala, presentan una genealogía concreta de sus héroes, en
el documento histórico más conocido como el Memorial de Sololá.
Más detall es sobre Mesoamérica prehispánica encontramos
en un trabajo denominado Análisis de la Teología del niatrimonio
y derecho canónigo y prácticas misioneras en el M éxico del Siglo
XVI (2003) de Ragon, quien nos porm enoriza sobre un interesante
espertizaje en e l co noci mi en to ge nealógico de los ind ios
conquistados. A l respecto y citando a Motolinia, Ragon nos precisa
[sobre el sacramento del matr imo nio en la nueva España] .. . «Era
cosa de ver verl os venir, porque muchos de ellos traían un hato de
mujeres e hijos como ovejas y despedidos los primeros , vení an
otros indios que estaban muy instruidos en el matrimon io y en la
práctica del árbol de consaguinidad y afinidad; a estos ll amaban
los españoles licenciados, porqu e lo tenían tan entendido como si
hubiesen estud iado sobre ell os muchos años» (Ragon , 2003:63). 5

5
Las cursivas son nu es tras.
21
Lo anterior, en el entendido, que las autoridades eclesiásticas
de la época, intentaban dar respuesta a las variadas circunstancias
de relaciones familiares que los indígenas presentaban. Todo lo
cual, junto con obligarlos a dictar normas particulares, hacía
necesario contar con un acabado conocimiento sobre las relaciones
genealógicas de los sujetos para evitar entre muchas cosas, los
matrimonios entre parientes y otras situaciones propias de la
poligamia. En la sociedad Tenochca que era una «sociedad
fuertemente estratificada, caracterizada además, por un gran énfasis
en el papel de la herencia para la determinación del status personal»
(Palerm , 1997: 161) se hacia im prescindí ble el conocimiento
genealógico. 6
En ese contexto, no es de extrañar que ciertos sujetos, fuesen
la memoria genealógica de muchos de estos grupos. En Parentesco
y matrimonio en la sociedad tarasca prehispánica (2003), Kuthy
nos informa que los Tarascos se casaban con sus propios parientes
para beneficio mutuo. Los «licenciados» de Ragon, son los
«casamenteros » de Kuthy, « ... como parece que este tipo de
casamiento [endogamia de linaje noble] se llevaba a cabo por los
hombres, no es sorprendente que la traducción propuesta por
Gilberti de la palabra curahpepehperi sea la de «casamentero»
(1987:268)» (Kuthy, 2003:117). Parte importante de estos datos
sobre parentesco tarasco, fueron obtenidos por Kuthy a través de
un documento denominado; Relación de Michoacán del 1538 ó
1539 , donde (Kuthy, 2003:121) nos muestra un sistema de
parentesco Tarasco representando cinco generaciones. Dicha
información fue posible obtenerla en su oportunidad, por cuanto
la Relación de Michoacán, suponemos posibilita la obtención de
antecedentes genealógicos.
En Los Andes prehispánicos, en tanto , en lo que fue el
Tawantinsuyu encontramos el Sapan Inca, hijo del sol quien se
casa con su hermana, le da hij os legítimos entre los cuales se
designa el heredero al trono y tiene esposas secundarias no incas.
Siguiendo a Molinié-Fioravanti (1996) tras la muerte del inca su
cuerpo es momificado para objeto de culto. Se dispone de «una
genealogía de doce so beranos, generalmente considerada una
cronología; también puede ser interpretado como un mapa jerár-

6
Véase a Ángel Palerm (1997) páginas 160 a 164 inclusive, donde desarrolla
pormenorizadamente este asunto.
22
quico que indica la distancia genealóg ica e ntre el soberano y los
antepasados reales. Los lazos de parentesco regul an a la vez la
organización de los linajes aiistocráticos, el ptincipio que jerarqui za
a los admi ni stradores, el acceso a la tierra de los grupos- locales (o
ayllu) y la integración mitológica de los pueblos conqui stad os
dentro de la fa mili a del Inca» (M olinié-Fi oravanti, 1996:78).
A fines del siglo XV y principio del XVI, en el valle de
México, la complejidad social y política de los Tenochca fue posible
conocerla a través de descripciones que se basaban «en los relatos
de cro ni s tas y co nqui stadores, en los infonn es de los misioneros y
de los administrado res de la Coro na Española y en los registros
docum entales de la época, libros de bautismo, pleito por de recho
de propiedad, genealogías, etc.» (Palenn , 1997: 159).
En la Edad Media, siguiendo con el análisis de Montórfano
(2002) oc u1Ti ó también que nobles y reyes deseaban a c ualquier
precio mos tra r una re laci ó n de s angre co n los perso naj es
mi tológicos y admirables. Por esta razón, los encargados de realizar
los estudi os genealógicos no dudaro n en ser poco rigurosos como
para satisfacer a sus ilustres clientes. La Edad Media constituye
un período en el que se elaboran un buen núm ero de genealogías
fa lsas. Recorde mos que con la «llegada de los misio neros [a
Amé1ica] que debían examinar grados y fo 1mas de parentesco antes
de auto1izar matrim onios; a los jmistas y administradores coloniales
que debían tratar problemas de sucesió n y herencia» (Palerrn ,
1997:146) constituyeron imp ortantes insum os para ente nder la
genealogía .
Se puede afirmar que el movimiento genealógico comenzó
en Europa occidental en el siglo XVI, cuando apareciero n los
registros donde es tán ap untados, tanto los individuos destacados,
corno las personas comunes del pueblo. Estos registros coincidieron
con la aparici ón de la monarquía en algunos países y fueron ell os
quienes insistieron en reali zar registros veraces; la fi nalidad era
poder cobrar impuestos y, adem ás, ostentar honorables árboles
genealógicos (Montórfano, 2002).
En Europa e n el año 1674 se publica Le grand dictionna ire
hisrorique, 0 11 mélange curieux de /'histoire saCJ-ée et profane (El
gran diccio nari o hi stó rico, o episodios c uri osos de la hi storia
sagrada y secular), del sacerdote y estudi oso francés Loui s Moréri
- que según (Encarta, 2000) - es un diccionario es pecial de historia,
mitología, genealogías y bi ografías.
23
El siglo XVII marca un importante cambio en varios países
europeos. Se introdujeron nuevos métodos de búsqueda e
investigación que contribuyeron al desarrollo de esta técnica y,
sobre todo, a su fiabilidad. Es el período de los grandes
genealogistas alemanes y franceses, del jesuita portugués Jerónimo
de Souza, del inglés Dugdale y del español Luis de Salazar y
Castro» (Montórfano, 2002).
A partir de la segunda mitad del siglo XIX y la primera del
XX, la genealogía comienza a tomar rigor gracias a los trabajos de
historiadores y cientistas sociales, entre los cuales cabe destacar al
médico, psicólogo y antropólogo británico W. H. R. Rivers, que
como ya hemos adelantado, existe consenso general en señalarlo
como el iniciador de este método antropológico en sus estudios de
campo y posterior difusión.
Así, desde sus comienzos como ciencia, la Antropología,
hace uso extensivo del método genealógico, desarrollando técnicas
de campo y métodos de análisis que permitieron «acercarse al
significado social de las estructuras de parentesco en sociedades
que de otra manera hubieran permanecido conceptualmente
ininteligibles para nosotros. Desarrollado en el estudio de sistemas
de descendencia unilineales este método no pierde vigencia cuando
el objeto de la Antropología se extiende hacia nuestra propia
sociedad» (Ruiz Pérez, 1994:71 ).
A diferencia de los genetistas, a la Antropología le interesa
el tratamiento social de las relaciones genealógicas. Sin embargo,
el estudio de estas relaciones se ha confundido, en parte, con el
análisis de parentesco. L. H. Morgan había basado desde el
principio la comparación de terminologías en el carácter universal
del reconocimiento de estas relaciones, pero el «mérito de haber
definido en 1910, el estatuto heurístico del método genealógico de
la encuesta antropológica corresponde a W. H. R. Rivers» (Bonte,
1996:577).
En este contexto, se hace necesario conocer algo más de este
británico. William Halse Rivers Rivers, nació en 1864 en Luton
(Kent), e inició la carrera de médico en Londres, antes de comenzar
sus investigaciones de psicología experimental. Dio clases desde
1897 en la Universidad de Cambridge y en 1902, en el St. John's
College. En 1889 «participa en calidad de psicólogo en la
expedición al Estrecho de Torres dirigida por A. C. Haddon, durante
la cual hace pasar pruebas sensoriales a los insulares. Desde
entonces, se orienta decididamente hacia la Antropología Social

24
y se dedica a investigaciones de campo entre los Toda de la India
del Sur en 1902 y luego en Melanesia en 1908 y 1914. En 1915
vuelve parcialmente a la psicología experimental y se interesa por
la terapéutica de los traumatismos de la guerra . Muere en
Cambridge en 1922» (Juillerat, 1996:643).
El cuestionario genealógico de Rivers permitía, sin necesi-
dad de conocer la lengua vernácula, acceder al universo del paren-
tesco y de otros aspectos de la vida social de los entrevistados. Si
bien posee un carácter conjetural y sus preocupaciones apuntan a
encontrar, mediante la comparación, efectos determinantes de ins-
tituciones como la familia y el matrimonio, su aporte resultó muy
importante .
En esa línea Rivers «no se preocupa por el estatuto
epistemológico de su método, en particular del lugar del referente
biológico de la genealogía (Firth en Rivers 1968). La antropología
f-uncionalista inglesa, tras Rivers, distinguirá cuidadosamente en-
tre las relaciones genealógicas centradas en Ego y que incluyen
este referente biológico y las relaciones de parentesco (Fortes 1970)
se trata por lo tanto de un simple método de aproximación al pa-
rentesco» (Bonte, 1996:577-578).
El método no está exento de dificultades en su aplicación,
por cuanto deben en ocasiones considerarse varias entrevistas y
mucho tiempo en su ejecución. El mismo Radcliffe-Brown, padre
de la Antropología británica y como hemos dicho , discípulo de
Rivers , comentó al respecto en su trabajo de campo en las Islas
Andaman en 1906 y 1908 respectivamente lo siguiente . «Recogí
cierto número de genealogías de los indígenas, pero desgraciada-
mente, mi propia inexperiencia en el uso del método genealógico
y mi consecuente incapacidad para superar las dificultades con
que me encontraba, hicieron fracasar esta parte de la investiga-
ción» (Kuper, 1973:59).
Otro de los antropólogos más importante de esta disciplina,
Malinowski, después de haber establecido contacto con los nati-
vos de las islas Trobriand relata, a diferencia de Radcliffe-Brown,
que « ... sabía que el mejor remedio era ir recogiendo datos con-
cretos y obrando en consecuencia hice un censo del poblado, tomé
notas de las genealogías, levante planos y registré los términos de
parentesco» (Palerm, 1992:38). No obstante, señalemos que en
Los Argonautas de Malinowski, éste no presenta cuadros, figuras
o diagramas de genealogías sobre los indígenas de la Nueva Gui-
nea.
25
Recordemos que Malinowski estuvo preocupado por la for-
ma de traducir sus observaciones a colecciones sistemáticas de
pruebas. Rivers demostraba la utilidad de la técnica de las genea-
logías, pero Malinowski tenía que desarrollar «toda una serie de
técnicas que abarcara todas las clases de datos» (Kuper, 1973 :31 ).
No olvidemos que para Malinowski, una de sus preocupaciones
metodológicas era justamente la rigurosidad en la obtención del
dato producto del trabajo de campo. Al respecto, «la recogida de
datos concretos sobre una amplia gama de hechos es uno de los
puntos esenciales del método empírico. No se trata solamente de
enumerar unos cuantos ejemplos, sino que es necesario agotar lo
más posible la totalidad de los casos disponibles; y que en esta
búsqueda de casos, cuanto más claro tenga el investigador su plan
mental mayor será su éxito. Pero, siempre que el material de in-
vestigación lo permita, esta carta mental debe transformarse en
algo real, debe materializarse en un diagrama, un plan, un cuadro
sinóptico exhaustivo de los casos. Desde hace ya mucho tiempo,
en todos los libros modernos, mínimamente aceptables, que se
ocupan de los indígenas esperamos encontrar una lista o un cua-
dro de los términos de parentesco que incluya todos los datos al
respecto y no se limite a señalar unas cuantas relaciones extrañas
y anómalas. En la investigación de parentesco, siguiendo una tras
otra todas las relaciones de un caso concreto, se desemboca de
forma natural en la construcción de cuadros genealógicos»
(Malinowski, 2001 :58 y 59).
Ahora bien, en la época de Rivers , ciertas abstracciones teó-
ricas poderosas prometían ayudar a los etnógrafos académicos a
alcanzar el corazón de una cultura más rápidamente (Clifford,
1995:49 y 50), por ejemplo, que la realización de un extenso in-
ventario de costumbres y creencias y sin pasar años enteros tratan-
do de conocer a los nativos y los detalles íntimos de sus complica-
das lenguas y costumbres, el investigador podría buscar datos par-
ticulares que le permitieran dar cuenta de la armadura central o
estructura de una totalidad cultural. Así «el método genealógico
de Rivers y luego el modelo de la estructura social de Radcliffe-
Brown, proporcionaban este tipo de atajo» (Clifford, 1995:49 y
50).
Los aportes - en su momento - de Rivers (nos hemos centra-
do justamente en parte de éstos) han implicado que en la actuali-
dad, muchos de los programas de estudio de Antropología y de
otras ciencias afines, incorporen la técnica genealógica por sus
26
contribuciones meto lógicas . La etnografía sigue siendo la receptora
de parte importante de éstas. En un trabajo Émica, ética y
transferencia (1997) Aguirre Baztán, [citan do a N aro 11] quien trató
de asegurar el control de la calidad de la etnografia, reproduce los
25 factores que participan de este proceso de calidad científica.
Entre éstos, el número 21 es el «uso del método genealógico»
(Aguirre Baztán, 1997:95).

VIGENCIA Y APLICACIONES TÉCNICAS

Sucintamente, esperamos reproducir algunas de las utilida-


des del método genealógico para precisar sobre su vigencia técni-
co - metodológica. Por ejemplo, al estudiar sociedades con siste-
mas bilaterales de descendencia - como las comunidades, barrios
y sectores rurales o urbanos - tenemos una herramienta muy efec-
tiva para entender las relaciones de ayuda mutua, los sistemas eco-
nómicos informales, los patrones de movilidad espacial y social,
las tendencias en los intercambios matrimoniales o de conviven-
cia sexual o las preferencias en la selección de parientes rituales,
entre otros. Un interesante trabajo, sobre la utilización del método
genealógico en investigación social, es desarrollado en el Boletín
de la sociedad puertorriqueña de Genealogía (1994) por Sonia
Ruiz Pérez. 7
Como hemos señalado, la asociación del origen científico
del método con la Antropología, hizo que muchas de sus
aplicaciones tuvieran lugar en el exclusivo campo de los estudios
de parentesco. Un ejemplo lo encontramos en la Guía para la
clasificación de datos culturales (1994) de Murdock, donde señala
en el código 601 denominado «terminología de parentesco» la
necesidad de utilizar los «cuadros genealógicos» (Murdock,
1994: 11 O) justamente en los análisis de parentesco. Sin embargo,
agrega en su criterio 173 de historia tradicional y legendaria el
advertir, entre otras cosas, las genealogías.
En el Manual de campo del Antropólogo ( 1971) del Instituto
Real de Antropología de la Gran Bretaña e Irlanda, respecto al método
genealógico consigna que éste ha «demostrado ser de una utilidad tan
grande en las investigaciones de Antropología, que hoy se le considera
una técnica sociológica esencial» (ibid. 36). Estos autores, destacan

7
Volumen VI de abril 1994, número 1/2, San Juan, Puerto Rico, páginas 71 a
77 en particular.
27
en su trabajo, las ventajas del método, sobre todo entre los pueblos
que carecen de escritura.
Cabe señalar al respecto que la información se conserva en
la memoria de los ascendientes por varias generaciones y que los
sujetos conocen por su nombre a un gran número de parientes, lo
que nos señala que estos datos para las personas tienen un valor
funcional. Los datos genealógicos se usan para regular los
matrimonios, la herencia de las propiedades, la sucesión de los
jefes, etc. Resulta, por tanto, obvia la importancia de comprender
un principio en constante uso.
Sin embargo, debemos precisar que la memoria de un sujeto
respecto a su parentela, varía según el contexto y momento en que
éste sea entrevistado. Acá es posible aplicar una máxima en lo que
son los estudios de parentesco. La mayoría de los hombres «que
viven hasta la madurez pertenecen a dos familias elementales: a
una como hijo y hermano y a la otra como marido y padre»
(Radcliffe-Brown, 1982:16).
De esta forma asumiremos la importancia de la genealogía
para los fines de investigación que sea necesario. Pues, para definir
los parientes de una «persona determinada se hace remontar durante
varias generaciones su ascendencia, hasta sus cuatro abuelos, sus
ocho bisabuelos, o más arriba y todos los descendientes de sus
antepasados reconocidos, a lo largo de la línea masculina y
femenina, son sus cognados. A cada generación que retrocedemos,
el número de antepasados es el doble de la generación precedente,
de modo que en la octava generación una persona tendrá sesenta y
cuatro pares de antepasados (los bisabuelos de sus tatarabuelos) .
En consecuencia, resulta evidente que tiene que haber un límite
para el reconocimiento del parentesco de este modo. Puede ser
simplemente un límite de tipo práctico consecuencia de la
imposibilidad de comprobar las conexiones genealógicas, o puede
haber un límite fijado teóricamente, más allá del cual las conexiones
genealógicas dejen de tenerse en cuenta para fines sociales»
(Radcliffe-Brown, 1982:24).
En las comunidades pequeñas resulta a menudo posible,
recoger las genealogías de la totalidad de los habitantes. En otras
realidades como las señaladas en el artículo In vestigando en el
Medioevo Italiano (sf) de Massolo, nos refiere acerca de árboles
genealógicos de italianos cuyas ramas se extienden hasta los años
1.200, lo destaca pues en Europa, algunas personas pueden
reconstruir sus genealogías, generalmente hasta el año 1.600.
28
Para los autores del Manual de campo del Antropólogo (1971)
en cambio, en el caso de comunidades pequeñas recomiendan
recoger las genealogías pues éstas constituyen un censo y son la
base, no sólo del trabajo sociológico , sino también de inves-
tigaciones sobre población y migraciones. Los datos de las
genealogías proporcionan al investigador los nombres y las
relaciones existentes entre todos aquellos con los que va a trabajar
durante su estudio de campo . Además, proporcionan información
«sobre individuos que están ausentes. Tal conocimiento es de gran
ayuda. El estudio de las relaciones de parentesco, tan importante
para la Antropología Social, sólo puede hacerse mediante una
comprensión adecuada del método genealógico» (ibid. 36). Es
interesante también, el trabajo del investigador cuando está
recogiendo datos sobre la vida cotidiana de un grupo del cual ya
se tienen genealogías, pues el observador está capacitado para
seguir las tendencias de la gente a agruparse de cierta manera,
«para descubrir si existe relación genealógica entre las personas
que se asocian para diversas actividades, etc.» (ibid. 37).
En Francia, los estudios sobre el parentesco en las sociedades
complejas, esencialmente centrados en los años 70, recibe la
influencia de la escuela genética (Jean Sutter), introduciendo el
concepto de «aislado». «No se trata como sería en el sentido común
de pensar en una región aislada sino en una zona en la cual se
casan las personas, una zona relativamente cerrada. Desde este
ángulo se encontraban las nociones antropológicas de endogamia
y de exogamia. La investigación de los aislados, las etapas y las
causas de su rompimiento, exigían la reconstitución de genealogías
y el análisis de la estructura de los matrimonios y del área de
elección del cónyuge» (Segalen, 2005 en prensa) .
Dentro de las múltiples aplicaciones, mencionaremos algu-
nos ejemplos que tenemos a mano y más desarrollados; pero esta-
mos concientes de la existencia de muchos otros. En esa línea,
Davinson (2002) en un pueblo de México rural, lo utiliza para cons-
tatar los inicios de la actividad textil en una comunidad a mediados
de los años 50 y que más adelante detallaremos con mayor profun-
didad. En Chile y siguiendo esta linea sobre la utilidad del
método genealógico para determinar otros aspectos de la vida co-
munitaria, destaca el trabajo Diagnóstico sobre inserción laboral
de mujeres mapuche rurales y urbanas (1993) de Sonia Montecino,

29
Loreto Rebolledo y Angélica Wilson. En esta investigación «se
levantó un mapa de parentesco a una familia (linaje) de la
comunidad Chihuinpilli, comuna de Freire [al sur de Chile -
Temuco ], para lograr un acercamiento más acotado y de mayor
profundidad de una zona rural, en relación a los trabajos pasados y
presentes de mujeres y hombres . Los datos obtenidos arrojan
información que se remonta a 5 generaciones otorgando datos de
alrededor de 224 personas» (Montecino et al., 1993 :45). 8
En una zona rural de México, en el Estado de Tlaxcala se
publica la investigación: La Malinche: Poder y religión en la región
del volcán (2002) de Romero, que sustancialmente, es una reflexión
en torno a los cambios en la jerarquía cívico religiosa comunitaria
de algunos pueblos postnahuas del área. 9
En las dos etapas que Romero (2002) divide su trabajo
destaca la aplicación del método genealógico justamente para
abordar problemáticas tales como: apropiación del poder, conflictos
faccionales, participación de los fiscales en política y controles
religiosos de la comunidad, por citar las más importantes . En esta
fase señala que el uso del método genealógico «... permitió conocer
los grupos de parientes, ocupación, edad, residencia barrial y los
cargos de mayor jerarquía que detentaban, para lograr una
explicación del dominio de los grupos familiares en la comunidad
y la posición ocupada en el conflicto faccional» (Romero, 2002:21-
22). En lo eminentemente operativo, este investigadorTlaxcalteca
refiere que el universo de análisis, a través del que aplicó el método
genealógico, fue de aproximadamente 30% de 2000 individuos
[600] y que ajustó la información vinculada a la edad, cuando los
informantes la desconocían.
Continuando con nuestro análisis, otro aspecto importante a
los ya mencionados, lo constituye la identificación de otros hechos
que es posible realizar mediante el trabajo genealógico . Por ejemplo
y como lo sugiere el Manual de campo del antrop ólogo ( 1971 ), en
ocasión de ceremonias relacionadas con nacimientos, matrimonios,
defun ciones , resultan inapreciables los datos genealógicos
concernientes a los principales participantes a esos eventos.

8
Montecino et al. 1993 desarrollan un análisis de la inform ación labora l por
generaciones entregadas por el árbol genea lógico, describiendo por cada una
las distintas actividades económicas.
9
Hacemos nuestra esta categoría acuñada por Ei leen Mulhare, para más info r-
mación véase (Robichaux, 2003 :35).

30
Al recoger las genealogías el investigador encontrará con-
fimrnción y a veces información nueva e inesperada, respecto al
matrimonio de viudas, costumbres especiales en los patrimonios
entre parientes de los jefes, etc . La recopilación de datos
genealógicos, tanto por la información exacta que proporcionan,
como por su carácter de procedimiento introductivo al grupo, pro-
porciona un excelente fundamento a toda la investigación.
Más adelante, veremos como los niños son quienes recuer-
dan con mayor precisión el nombre de sus parientes de la misma
edad, aunque estos se encuentTen en un lugar distinto al de resi-
dencia. Es frecuente encontrar algunos de los miembros de la fa-
milia de la comunidad que tienen un conocimiento especial de las
genealogías.
Una recomendación del Manual sobre este particular dice:
«estas personas son magníficos informantes. La información que
proporcionen los jóvenes sobre este asunto debe tomarse con mu-
chas precauciones, excepto en lo que se refiera a su propia genera-
ción . [Igual aspecto señala Rivers, 1988:87]. Este tipo de conoci-
miento se adquiere gradualmente, por lo general mediante las en-
señanzas de los ancianos de la comunidad. Por supuesto, al reco-
ger las genealogías se encuentran muchas superposiciones. Una
familia a la que en un sitio se menciona como antecesora del padre
del sujeto aparecerá en otra como antecesora de la madre de otro
sujeto, o de la esposa de un tercero . Esto permite corroborar los
datos y probar la exactitud de los distintos informantes» (ibid. 37).
Podemos resumir que existe un consenso general en el he-
cho que el método genealógico nos permite adentramos en otros
patrones de comportamiento de los grupos en estudio . Entre mu-
chos, pueden ser la persistencia de oficios, (Montecino et al. 1993)
auto-percepciones raciales (Larrea, 2004) migraciones, despla-
zamiento geográfico, escolaridad, comportamiento o afiliación
política, (Romero, 2002) patrones de matrimonio (Robichaux,
1995) y fecundidad, tendencia a ciertas enfermedades, rasgos
fenotípicos persistentes, uso o abuso de drogas, alcohol, etc . En
Cuaxinca (México) Tereucán (2003) aplica el método para co-
nocer las relaciones de parentesco en ese pueblo , considerando
tres generaciones, para ver los vínculos de parentesco lejanos y
cercanos, redes de ayudas, endogamia, exogamia, últimogenitura,
unidades de residencia y gasto, entre otras, cuya información
era relevante para efectos de familia mesoamericana, ciclos
31
de desarrollo de los grupos domésticos y redes de reciprocidad.
En soci odemografia, la Asociación de Demografia Histórica,
informa de un congreso del año 2001 donde destacan dos trabajos.
El primero; Dinámicas demográficas de las élites vascas desde el
siglo XIV al XVII: una aproximación a partir de sus genealogías,
donde se propuso el empleo de las genealogías en la investigación
de las dinámicas demográficas de las élites vascas. Y una segunda
exposición donde se analizó la utilidad del uso de las genealogías
en los estudios de demografia histórica, proponiendo el uso de
programas de genealogía en la investigación poblacional.
En otro orden, como señalábamos, los orígenes fueron en el
área de la Medicina - y de ahí fue asumido por la Antropología -
sus aplicaciones siguen siendo vastas y vinculadas a su nicho inicial.
En España por ejemplo, la Universidad de Alcalá, a través de su
Departamento de Enfermería y para sus programas de diplomado ,
(2 005) establece en sus mallas curriculares el uso por los alumnos
del método genealógico, con el objetivo de contar con una
representación v isual a la hora de planificar cuidados, dado que
para ellos es de suma utilidad conocer los vínculos de parentesco
de la persona que requiere atención médica, para saber con quién
se cuenta como familia y así poder recuperar al sujeto en los centros
hospitalarios. A ello se suma una asignatura denominada
Antropología del Cuidado, que complementa parte importante de
los contenidos a estos profesionales de la salud.
Las vinculaciones entre Medicina y Antropología no son
recientes, en el trabajo Relaciones raciales, parentesco y género
en Brasil (2004) de Larrea Killinger se centra en el análisis de las
relaciones raciales y el papel que éstas juegan en el ámbito de las
relaciones de parentesco en Salvador de Bahía. Así estudia el
sistema de clasificación racial que las mujeres utilizan para referirse
a sus parientes durante el proceso de elaboración de sus genealogías.
Los datos etnográficos proceden de una investigación centrada en
analizar y evaluar el impacto epidemiológico de un programa de
saneamiento en dos barrios concretos de esa ciudad. En la
aplicación del método genealógico «se recogieron cinco tipos de
datos distintos para cada uno de los parientes : la categoría de
parentesco, la edad, la categoría racial, la ocupación y el barrio o
ciudad de residencia. La técnica de recolección de esta información
fue libre y espontánea y de ningún modo las mujeres tuvieron
32
que elegir entre las cinco categorias seleccionadas por el censo
brasileño . Todas ellas llevaron a cabo su propia identificación racial
y la de sus parientes por autoatribución sin poderse refrendar el
mismo proceso para cada uno de los parientes por razones
metodológicas . Posteriormente se entrevistó a dos mujeres que no
participaron previamente en la elaboración de las genealogías para
que definieran los términos raciales empleados por las mujeres
entrevistadas» (Larrea, 2004:68).
Muchas de las aplicaciones del método genealógico, en la
reconstrucción de las historias familiares, quedan de manifiesto
en La reconstitución genealógica: una herramienta para la historia
social (1996) de Picó, para el caso de sus estudios en Puerto Rico .
En éste se señalan importantes avances y hallazgos en la historia
social de ese país, mediante el uso del método.
En sus estudios este investigador Jesuita menciona varios
logros, no obstante señalaremos algunos: Morales Muñoz bus-
cando identificar a los fundadores de pueblos y a los iniciadores
de apellidos puertorriqueños, vinculando sus esfuerzos al examen
de los grandes asuntos de las épocas que estudiaba; el trabajo de
Géigel obre la genealogía de Campeche, donde documentó la
transición de la esclavitud a la libertad en una familia de origen
africano y a Ursula Acosta y David Cuesta Camacho en su libro
Familias de Cabo Rojo donde se han podido reconstituir las
hegemonías y las fisuras sociales en un municipio en el siglo XVlll.

33
Capítulo Segundo
Representación de la información genealógica

SIMBOLOGÍAS

En este capítulo, entregaremos algunas sugerencias prácti-


cas- que hemos recopilado - para familiarizamos con algunas con-
venciones, sobre la representación de la información genealógica.
Si bien, las demandas propias de los distintos contextos del traba-
jo de campo obliga a adaptarse a situaciones de registro, no es
menos cierto, que la correcta utilización de lo que llamaremos la
simbología, redunda en una optimización de este proceso
metodológico.
Por norma general, los datos para este tipo de trabajos se
obtienen a través de entrevistas a informantes claves y/o grupos
de informantes de un mismo grupo de parientes. En localidades
rurales, muchos de los vecinos, se conocen o están emparentados
de tal forma, que es perfectamente posible se constituyan en
informantes para estos efectos . La precaución debe considerarse
en el registro, toda vez que en muchas ocasiones, dichos
informantes claves, no necesariamente constituyen el Ego de
nuestro estudio.
El registro de los antecedentes obtenidos, se consignan ha-
bitualmente en los cuadernos de campo u otro medio de registro
que el investigador esté habituado. Hacemos esta precisión por
cuanto, con la aparición de las computadoras portátiles, es posible
ingresar la información a una base de datos e incluso seguidamen-
te a algún programa genealógico con bastante rapidez. Esto últi-
mo, sin embargo, representa desde nuestra experiencia, un incon-
veniente metodológico . Los entrevistados no pueden observar en
algún papelógrafo los datos que han ido aportando y la socializa-
ción de la información y devolución de los conocimientos
sistematizados a la comunidad, en este tipo de estudios es un paso
imprescindible.
34
En las genealogías se emplean símbolos específicos para
indicar el sexo de los sujetos, se utiliza un triángulo para el caso
de los hombres y un círculo para las mujeres . Triángulos y círcu-
los son unidos por líneas. El tipo de líneas que liga a todos ellos
permite visualizar con facilidad el tipo de parentesco que une a los
sujetos.
También se muestra Ja forma correcta de numerar las gene-
raciones, consignando para ello un número romano situado siem-
pre a la izquierda de la generación correspondiente y a cada indi-
viduo dentro de una generación mediante un número arábigo ubi-
cado abajo del símbolo de esa persona . Esto es de gran utilidad,
pues si uno desea referirse a una persona determinada (por ejem-
plo en una publicación) puede señalarse fácilmente, tanto en la
gráfica, como en el análisis.
El despliegue de estas relaciones, recibe el nombre de árbo-
les, sean éstos de descendencia o ascendencia respecto al sujeto
sobre el cual se está construyendo la información . Según la disci-
plina científica que utilice el método, los registros asumidos con-
vencionalmente para esos efectos podrán ser distintos. En la ac-
tualidad es posible presentar este documento (genealogías) me-
diante diversos programas computacionales que permiten mayor
celeridad y despliegue de los distintos datos; no obstante, cono-
ciendo las convenciones internacionales para su construcción, es
posible graficarlo manualmente partiendo del relato de algún miem-
bro específico de la familia seleccionada.
Como señalamos, el sujeto que sirve de eje para estructurar
la información se denomina Ego . Sobre éste (Ego) - sea mujer u
hombre - registramos los nombres, las edades, ocupaciones, nive-
les de educación y/o «cualquier otra información» del sujeto Ego.
Esto último es importante, pues dependerá de los objetivos que
persigue la investigación. Una vez agotados los datos respecto del
Ego, se procede con el mismo mecanismo respecto de los otros
parientes o a quienes considera como tales el entrevistado.
En la figura Nº 1 (forma A) se observan los símbolos especí-
ficos que se emplean para indicar el sexo de los sujetos entrevista-
dos. Las mujeres serán representadas por un círculo, en tanto que
los hombres por un triángulo .

35
FIGURANº 1
Simbología de los sexos y los Egos según sea el caso

FonnaA

FormaB
•~
Fgo
( Cwutdo es m.ujer)

Fgo
(CUaJtdo es hombre)

En la forma B de la figura Nº 1 para destacar (marcar) en


este caso al Ego, hemos rellenado de un color (negro) el símbolo y
así resulta distintivo respecto a los otros símbolos de la genealo-
gía. Esta opción es utilizada la mayor parte de las veces y pode-
mos asumirlo como una convención bastante generalizada. Ello
no obsta a que el lector encontrará probablemente en muchos tex-
tos otras marcas o señaléticas sobre el Ego, pero son las menos.
Véase más adelante las figuras Nº 11 a la 15 para mayor compren-
sión sobre este punto. Sin embargo, la intención del investigador,
al marcar y/o rellenar, es señalar al sujeto eje (Ego) desde donde
se están generando las relaciones o cadenas genealógicas.
Dentro de los muchos escenarios que deparan las entrevis-
tas de trabajo sobre este método, se debe reparar en una situación
específica. Precisar con claridad, quién o quiénes, son los efecti-
vos parientes - considerados como tales - por el entrevistado. 10 Es
posible encontrar situaciones donde (Ego) dude de informar sobre
un padre biológico o un padre social o sobre su cónyuge o convi-
viente. O bien una Ego, acerca de hijos naturales y/o legales u

10
Hablamos de entrevistas (en plural), dado que por norma general tenemos :
a) obtención inicial de los datos, b) confección de borradores de genealogías y
c) sociali zación de éstas con los informantes. Todo lo cual demanda al investi-
gador planificar más de una entrevista y obliga, como veremos más adelante a
varios encuentros de trabajo.
36
otras situaciones y con ello el abanico de posibilidades se puede
hacer inagotable . Al respecto y sobre el asunto, quién es o no
pariente, asumiremos algunas premisas orientadora . Comenzare-
mos con Harris (2000), quien sostiene que «las per ona relacio-
nadas entre sí a través de la filiación o de una combinación de
afinidad y filiación son familiares o parientes. El campo de ideas
constituido por las creencias y expectativas que los parientes com-
parten entre sí se llama parentesco» (Harris, 2000:426).
Para el caso concreto de nuestros lectores mesoamericanos,
sirva en tal sentido la definición de Robichaux (1995) quien [ci-
tando a Needham] conceptualiza el parentesco como «la asigna-
ción y transmisión de los derechos en cuanto a la pertenencia
(membresía) a grupos». Sobre el particular, este mi mo investiga-
dor precisa que es te término, «parentesco», es una palabra
«multiusos»; que muchos antropólogos utilizan «sistema de pa-
rentesco» cuando hablan sólo de la terminología, pero que este
término abarca varios ámbitos de la realidad empírica, como redes
genealógicas, grupos de filiación localizados o no , grupos domés-
ticos y sistemas reguladores de matrimonio (Robichaux, 1995: 115).
La Antropología proporciona una herramienta básica, don-
de la cultura de los sujetos se puede enfocar desde dos perspecti-
vas diferentes : Etic y Emic respecti vamente . El término «etic
(fonetic) se refiere a la percepción que tiene un observador experi-
mentado de los datos que recoge situándose desde fuera de la cul-
tura que observa. Desde un punto de vista emic (fonemic), sin
embargo, el observador trabaja con las coordenada socio-cultu-
rales del grupo emisor de los datos recogidos » (Martos, 2003).
Recomendamos entonces, asumir con una perspectiva emic, pues
ello permi tirá registrar a los sujetos que nuestro informante (Ego)
refiere y por ende reconoce y considera como sus parientes. En
otro ámbito y como hemos señalado, no es únicamente en los es-
tudios de parentesco, donde el método genealógico cobra impor-
tancia. La multiplicidad de preguntas que pueden efectuarse al
entrevistado hace que esta técnica cubra un amplio abanico de apli-
caciones.
Ahora bien, la representación gráfica de las gen alogías debe
distinguir dos tipos diferentes de relaciones : la conyugal o afín y
la con anguínea. Para la conyugal o afín se traza una línea que une
el triángulo (representación del hombre) con el círculo (represen-
tación de la mujer). Para especificar el hecho que la unión entre
37
ambos es legal lo indicamos de una determinada manera; o bien,
si es consensual asignamos una connotación gráfica específica a
dicha línea para diferenciar ambas situaciones.
En el caso de ser una relación que se ha interrumpido - por
muerte, divorcio, abandono, etc. - se cruza una diagonal sobre la
línea. Si uno de los representados, (círculo o triángulo) ha muerto,
marcaremos dicho símbolo con otra diagonal. En el caso que
desconozcamos el sexo, utilizaremos un rombo como distintivo,
(las situaciones antes mencionadas las describiremos en las figuras
Nº 2, 3 y 4 respectivamente y agregamos una breve explicación
técnica).
La simbología de una relación conyugal se indica mediante
la doble línea o paralelas que unen el círculo (de la mujer) y el
triángulo (del hombre) respectivamente, tal cual aparecen en la
figura Nº 2, bajo la formaA. Para el caso de la relación consensual,
será representada mediante un distintivo a las líneas de unión.
Algunos investigadores, para los mismos efectos antes
descritos, (relación conyugal) utilizan otra simbología, es decir,
reemplazan la doble línea (paralelas) por una sola línea de unión,
inmediatamente debajo de los dos símbolos, según lo muestra la
forma B de la figura Nº 2. Ello permite posteriormente trazar las
líneas de descendencia unidas a éstas.

FIGURANº2
Representación de la relación conyugal

Fo11uaB

38
Como veremos más adelante, existen alguna modificaciones
en la representación (tal cual estamos acá precisando) in embargo,
ell o no lesiona el fondo del método que posibilita que éste sea
comprendido en cualquier realidad y contexto .
Señalemos que lo importante en amba ituaciones, (la
utilización de paralelas o línea contínua según sea el caso), es que
se advierta nítidamente el mensaje último de las g nealogías, que
es la representación de la información. La existencia de algunas
de estas ariables (o esti los) puede ser atribuido a la fase de la
recogida de datos donde por premuras de tiempo o de contexto, el
investigador adapta y/o reutiliza simbologías propia que le
permitan una posterior decodificación generando con ello nuevas
repre entaciones gráficas.
Por ejemplo, para di stinguir las relaciones consensuales de
las legale , encontramos en este caso (existiendo más) tres modos
de representación habituales. Ejemp lificamos en la figura Nº 3
dicha situación, no obstante, en las tres formas A, By C, prevalece
la simbología punteada o intermitente, para señalar esta diferencia
(que son consensuales y no legales) en la relación entre los sujetos
del árbol que pretendemos mostrar.

FIGURANº 3
Representación de la relación consensual

FonnaA
o------
----··D
Fotrna B
o·--1------·D
1 1

FormaC
o---·-·D 11

39
En otro orden y en cuanto a la simbología que representa
una relación legal entre una mujer y un hombre - pero intenumpi-
da - ello se distingue mediante el trazado de una diagonal sobre las
paralelas (doble línea) de unión. Véase al respecto la figura Nº 4
bajo la forma A y B respectivamente. En caso de un vínculo con-
sensual intenumpido deberá procederse de igual forma con una
diagonal sobre las líneas (que como hemos dicho) debe ser distin-
ta a las paralelas.
FIGURANº4
Relación conyugal interrumpida

Fo:nnl\A
0=/=6
Fonn.-tB

Para representar la muerte de los integrantes del árbol


genealógico, se traza una línea diagonal ( I ) sobre la figura del
sujeto fallecido. En la figura Nº 5, (forma A) por ejemplo, se observa
la simbología que representa una relación conyugal, entre una mujer
y un hombre donde en este caso en particular la mujer ha muerto.
En otro orden, se procede bajo el mismo criterio (forma B) cuando
se desea marcar cualquier otro miembro de la genealogía como
fallecido. Para ello, se debe señalar con una diagonal sobre el
símbolo respectivo. En los casos que se desconozca el sexo de uno
de los sujetos del árbol genealógico, se procede a señalarlo con un
rombo o con un signo de interrogación (?) tal cual aparece en la
forma C.

40
FIGURANº S
Muerte y sexo desconocido de algún integrante de la
genealogía

Fonna A
0=F D
Forma B
(A
Forma C
o ?
• 1

Señalemos que existe un sistema terminológico de paren-


tesco con el que los lectores estamos más fami liarizados: el esqui-
mal. Dos rasgos «importantes de este sistema son: primero, nin-
guno de los términos que designan a los parientes nucleares del
ego se aplica fuera de la famili a nucl ear; y segundo, no se estable-
ce distinción alguna entre los lados materno y paterno . E to quiere
decir que no se hace distinción entre los primos cruzados de los
paralelos o entre las tías y tíos cruzados de los paralelos . Estos
rasgos reflejan el hecho que las sociedades que usan la termi nolo-
gía esquimal carecen, por lo común de grupos de filiación corpo-
rati os . Como su propia denominación implica, el sistema esqui-
mal se encuentra frecuentemente entre cazadores y recolectores.
Esto es así, porque todos los factores que aíslan a Ja familia nu-
clear incrementan la probabilidad de que aparezca una term inolo-
gía de tipo esquimal. Como hemos visto entre los grupos de caza-
dores y reco lectores, los factores determinantes son la baja densi-
dad demográfica y la neces idad de una máxima movili dad geo-
gráfica en relación con las fluctuaci ones en la di ponibilidad de
caza y otros recursos. En las sociedades industriales la misma pauta
terminológica refl eja la intrusión de las institucione de mercado
en la rutina doméstica y el alto nivel de movilidad social y geográ-
fica causado por los salarios» (Harri s, 2000:443).
41
Siguiendo con nuestro análisis sobre las normas de repre-
sentación gráfica, señalaremos que la relación consanguínea - a
saber, la que se establece entre nuestro Ego y sus padres, sus her-
manos y sus hijos - se realiza uniendo el símbolo de Ego y sus
consanguíneos a través de una línea vertical u horizontal según
sea el caso. Véase figura Nº 6.

FIGURANº6
Relación consanguínea

(ldentÜicación del árllol genealógico)

fomli A iorma ll fo~ C

Eól
Lo destacado en el diagrama, es para fines explicativos en
esta ocasión. En este ejemplo (figura Nº 6) de la consanguinidad
[relación consanguínea] se expresa en tres variedades: la forma A
el Ego (hombre) con sus hijos. O bien, la forma B, el Ego y sus
padres y la forma C Ego con sus dos hermanos, hombre y mujer
respectivamente.
Como aspecto formal de presentación de la información en
la figura Nº 6 donde se señala Identificación del árbol genealógico,
se estila escribir el nombre de Ego o el nombre de la familia que
está siendo sometida al procedimiento. En este caso se ha identifi-
cado al Ego, (un hombre) y para tales efectos, se ha marcado me-
diante un relleno (negro u otro color) su símbolo . Además, está
señalado que el Ego es casado y se identifica con este tipo de dibu-
jo=es decir, doble línea (paralelas). Es posible observar, (forma
A) que desde esta unión de Ego y su cónyuge surge una relación
consanguínea de descendencia. Lo anterior, por cuanto a través de
la línea vertical, se une el Ego a su mujer, en relación a fin a los dos
42
hijos de ésto ; una pareja (hombre y mujer) según lo muestra la
figura re pectiva.
En otro orden, puede darse el caso que el Ego (un hombre) y
el esposo de la madre (del Ego) mantenga una relación ocia! - y
no con anguínea - por lo que escogeremos una línea di tinta que
señale dicho fenómeno, tal cual aparece en la forma A de la figura
Nº 7 y por ello sugerimos utilizar una línea punteada pudiendo
también marcar e de otra forma.
Para mayor precisión en la forma B, (de la figura º 7) es un
Ego (hombre) que sin ser hijo de la mujer mantiene con ésta una
relación social. En otro orden, debe procederse de igual forma «ante
la posibilidad de parentesco que deberemos tomar en con ideración
- el parentesco ficticio o ritual - para la cual también deberemos
establecer una convención gráfica determinada» (Ruiz Pérez,
1994).

FIGURANº 7
Relación social (no consanguínea)

forma A forma B

0= .•
¡
D,-O.. :

...• .
.. . . .. .. . .... -. ..-..-...-..-..- . . -..-fil. : :
1

!
ota : Forma B: extraída de diagrama de Sonia Ruiz Pérez 1994)

Para mayor explicación de la figura anterior º 7), incorpo-


ramo el padre (biológico) de Ego en la figura º 8 y podremos
interpretar el diagrama. Cuando señalamos que e tamos «inter-
pretando» es porque en esta fase (con la información que se cuen-
ta) po ible hacer algunas lecturas, no obstante no se poseen
otra explicaciones adicionales. Para efectos didácticos hemos
puesto rectángulos en la figura Nº 8 y Nº 8 (a) con el objeto de
ayudar a e te preanálisis.
43
FIGURA º 8
PreanáJisis del diagrama genealógico (Forma A y B)

FormaB

.··r···. /. . 0 --- -...-·· ...··r···


/. ..

Cuatro son los aspectos que se pueden enumerar en este


preanálisis de la figura Nº 8, a saber:

a) En la forma A, destacada a través de esta figura que encierra la


situación de la residencia de los cuatro sujetos, donde además
advertimos que el padre biológico del Ego ha fallecido . En
principio, se puede suponer que residen bajo un mismo techo, (si
fueran menores de edad) lo que tampoco es una situación taxativa.
Por ejemplo, hijos menores de edad, pueden residir en otro grupo
doméstico o bien, pueden ser hijos mayores de edad y emancipados.
En tal sentido se sugiere marcar esta situación en la confección de
la genealogía final. En nuestro caso, los cuatro residentes serían
Ego, su madre, el cónyuge de ésta y su hermanastra.

b) En la forma B, podemos llamar la atención sobre el Ego y sus


ascendientes directos (padres) en este rectángulo. Ego es producto
de una relación (consensual) de convivencia (no legal) de sus pa-
dres . La doble línea (paralelas) que une a ambos padres, son pun-
teadas; ahora esta relación se interrumpió en algún momento, lo
que se indica con una diagonal sobre las paralelas del vínculo .

44
A e o agrega que el padre biológico del Ego fa U ció información
deducida por la diagonal sobre el triángulo .

c) En la forma C de la figura Nº 8 (a) - que herno circunscrito -


ob rvamos que la madre de Ego se casó y de e ta r lación nació
una hija que es posterior a Ego . Es entonces, una hermana por
parte de madre de Ego (media hermana) y ademá menor que
Ego, pue lo hemos ubicado a la izquierda dando a entender que la
relación consensual que originó a Ego fue primero. D igual forma,
la unión que originó a Ego está a la izquierda de la actual lo que
revela u antelación. La relación entre el Ego el poso de su
madre es ocial , (padrastro) esto se demue tra por la lín a punteada
ado ada a la línea de descendencia que se une al triángulo .

FIGURANº 8 (a)
Preanálisis del diagrama genealógico forma C

fonn.a e

En otro orden, El manual de campo del antropólogo (197 1)


complementa la infomiación anterior señalando que al recoger
lo cuadro genealógicos, es conveniente escribir lo nombres de
lo hombre en mayúsculas y lo de la mujere en minúsculas
para u diferenciación . Agrega que lo nombr d la di visiones
sociale pueblos y otros aspecto pueden escribirse en algún co-
lor qu lo diferencie . Establece además que al regi trar un matri-
monio el nombre del marido deberá ponerse a la izquierda del
nombr de la mujer.

45
OTRAS CONVENCIONES GRÁFICAS

El diagrama que presentamos en la figura º 9 se encuentra


en el libro The Mendoza Family in the Spanish Renaissance 1350-
1550 (1979) de Helen Nader. Para algunos se torna inentendible,
dado que es un árbol medieval , pues se busca fijar la atención en
cargos nobiliarios ya que los antiguos castellanos se caracterizaron
por la complejidad en establecer sus patronímicos. Sirve el
antecedente que nos refiere esta investigadora acerca de la
existencia de bastante material (respecto a la familia Mendoza)
como diarios de familia comprados por el Estado español en el
siglo XIX y almacenados en el Sección Osuna del Archivo
Histórico Nacional en Madrid, que permite la reconstitución .
FIGURANº 9
Genealogía española del Siglo XV

Genea.lo_gic Table offhe mend.oza family

1
ln:f.91itado 1 Ti,~!_l carJui.i Mcndau Condla I Mema Ji. Pedro .Fcmmdc:i: de ~meo
'' 4.~ -.rY
Iº LfH 1 ~tabf;of castilc
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Bcmlrdino Pcmandcz: de Vclasco
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AnlL~
m. Juam de Aragon
rk
(l>~r U)
BcnJrdlno '
D~go

La catalogación de esta colección monumental - según Nader


- todaví a continúa, con más de mil legajos (bultos) en el catálogo,
los más tempranos datados en 1315. La colección incluye testa-
mentos, contratos de dote, pleitos, deposiciones contratos de ven-
tas, contratos de arrendamiento, rollos de alquiler, alianzas políti-
cas, cartas, inventarios (existencias), genealogías y una riqueza de
otros materiales no disponibles en los archi os de periódicos ofi-
ciales estatales (Nader, 1971: XI y la traducción es nuestra) . 11

11
Sólo hemos podido acceder a la versión electrónica en Internet.
46
En otro ámbito, en M edicina y en particular n G nética, las
genealogia on representadas por simbol ogías imilar a las que
hemo e tado trabajando, pero en alguna de ellas dada Ja naturaleza
de e ta disciplina son diametralmente distinta . La Figura 0 1O e
un cuadro exp licativo, utilizado por el programa g n ral de la
Cátedra de Genética de la Universidad de Mendoza, Argentina)
que dictó la docente Dra. Maria M aza de Fune en marzo de 2004 .

FIGURANº 10
Simbología de Genealogías en Genética

0 V:uó n O{J. Sexo y 111\mer o fTI Hemuu1d11.d (en


000 orden decrtdt utt'
du~onoddo~
dt td~cl)

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1\..... no ,e ftl C~$i\'O lig,':\(10
01U COl.IOU :ilX bif.n combin.u-se .

Para presentar la información de la Figura 0 1O hemos re-


adaptado mínimamente la tabla original de imbolo . A los seña-
lado n la figura, mencionaremos que se agregan una numera-
ción romana para efectos de identificar las gen racione . Además
de una numeración arábiga, que se utiliza en do forma : a) dentro
del ímbolo indica cantidad de indi viduos y b) al lado el número
indica orden en la generación.
En Antropología algunos investigadores difieren en poco de la
señalética, pero mantienen un esquema original de identificación de
sexo sus relaciones entre ellos y ubicación en las cadenas genealógicas,
ean ascendentes o descendentes. Ruiz Pérez ( 1994 recomienda el
Manual for Kinship Analysis. Studies in Anthropological Method,
Holt Rinehart and Winston, (1965) de Schusky. En esta publicación
47
la in e tigadora señala: «está escrito en vocabulario sencillo, este
manual es de suma utilidad para toda persona interesada en este
método . Además, en las páginas 8 y 9 se explica el i tema de
abreviaturas utilizado en inglés para denominar las diferentes po-
siciones genealógicas» .

SIMBOLOGÍAS EN ANTROPOLOGÍA

Las figuras (Nº 11, 12, 13, 14 y 15 respectivamente) de esta


sección dan un vistazo a las simbologías utilizadas en cinco
publicaciones - ampliamente consultadas - en la ciencia
antropológica y de ahí que hemos realizado una breve compilación.

FIGURANº 11
Simbología en las genealogías según Marvin Harris

6 Varón
1
Desciedede

o HeHihn
F.& 1u!nuno u

- Cuwco•
@ fc•n.~ee~b
seinvstn.

El cuadro anterior corresponde a un extracto de la


Introducción a la Antropología general (2000) de Marvin Harris,
aparecida en España, para su edición castellana de Alianza Editorial
(e pecíficamente nos hemos remitido a la página 428) y siguientes.
Comparando la simbología representada en los cuadros
pr cedentes, la diferencia la constituye la repre entación que Harris
hace del Ego.

48
FIGURAN º 12
imbología en las genealogias según Osear Lev,rj

D Hornb1·e M lújos

o M ttjer
* La misma
person~

A Falleciclo ü--:i_
- lújO< d•
marido
Ob'O

-- ~latrimonio
8
0=6Padres 2 Orden de
matrimonio

Tran cribimo del libro Los hijos de Sánchez _QQO de Osear


Lev i er ión en español de E ditori al Grijalbo d · ico, la
gen alogía comp leta de «Jesús Sánch ew qu apar e en do s
págin in enumerar a con tinuación de la introducción del libro .
De taca lo hijo que no son de la relación qu e xplicita dado
que incorpora dicha señalética.

FIGURANº 13
imbología en las genealogías según In stituto Real de
A ntropología de la Gran Bretaña e Irlanda

6 Para los varones 1


/il56H=nas
o
1

Para las hembras

o Cuando se desconoce el
sexo
m.j..

m.s.
(l\tluerte joven)

(l\foerle so Itero)

~00 Para indicar muerlos en h in.bn.cU.

49
Los datos del cuadro anterior fueron obtenido del Manual
de ampo del antropólogo (1971) del In tituto Real de Antropología
d la Gran Bretaña e Irl anda, aparecido en M 'xico y editado por
Comunidad de l Instituto de Ciencia Sociales de la Univer idad
Iberoamericana, específicamente hemos tran crito la información
d de la página 39 con mínimas modificacione de fom1a. Destaca
que debe representar la muerte de los jóvenes y los solteros.

FIGURA Nº 14
Simbología en las genealogías según Melville Herskovits

Líneas dobles:
Hembras Varones
indica11. matrimonio
~
• fiunilia de
ego

Números sirven de referencia


rl. funilia de la
e~osa de ego

á JtD parientes

LÍJteas sencillas lwrizontales enlaza11. números que i:n.dica11. parentesco


en. la misma generación

En la figura Nº 14 nos hemos remitido al trabajo El hombre


y sus obras: La ciencia de la Antropología Cultural (1992 :329) de
Melville J. Herskovits, editado en México por el Fondo de Cultura
Económica, destacando la enumeración qu e asignan a ciertos
ujetos del árbol y como Herskovits señala irven de referencia en
un contexto más general de la información que se pre enta.

50
FIGURANº 15
imbologia en las genealogías según Conrad ottak

Varia

Mujer

---1 Hensam
(dllfa« )-'e
Dffde-'ecSe

=I==- DlnrdaM .te

Lo ímbolo de parentesco (figura º 15) orr panden al


libro Antropología Cultural de Conrad Kottak (2002) de editorial
McGraw-Hill E paña, página 153 .
P a ob ervar diferencias de e tilo en e to cin o cuadros
qu h mo pre entado, es posible encontrar una imbología que se
manti ne y que hace posible decodificarla con nota que permi-
ten al in e tigador según sus intereses alcanzar u objeti o . Otras
particularidades de este proceso pueden ere tipulada por el in-
vestigador con cientes que mucha de e ta información transcrita
de de lo regi tro de campo a otro documento definitivos o a
programa computacionales y luego e emite la información defi-
niti a.
in embargo, la popularización de lo medio t enológicos
en e t ámbito , no reemplazarán la importancia qu para la ien-
cia acial reviste el trabajo de campo . La ob rva ión partici-
pant lo entrenamientos previo que deben d arrollar e, obli-
ga a dotar a lo futuros inve tigadore de herrami ntas meto-
dológicas - como el método genealógico - qu con tituyan un
cnriquecimi nto para la generación de conocimi nto obre mu-
cho proc o aciales.
D de nue tra perspecti va e una re pon abilidad in o la-
yabl n t importante proce o inve tigati o fom ntar el uso de
h rrami nta que habiendo ido probada e manli n n igentes
y ad más on enri quecidas con medio tecnológico .
51
La etnografía constituy la ba e empírica del conocimiento
acerca de los procesos de cambio ocial y tran formación que en-
fr nta la sociedad contemporánea. Lo e fu rzo que realizan la
ca a de estudios superiores por ntrenar a lo futuros inv ti ga-
dore de campo motivan por cierto a generar docum ntos que apun-
ten en esa línea.
En ese marco y sigui endo nuestra linea de análisi , un
importante aporte lo constituye el trabajo de Jacinta Palerm (1992)
que n su Guía y lecturas para una primera práctica de carnpo se
refiere al uso de la técnica genealógica. Señala la pertinencia de
iniciar el trabajo de campo en la comunidad desarrollando un par
de genealogías. En un cronograma que presenta, recomi enda
utilizarlo en la segunda semana de trabajo en la comunidad.
Parte del entrenamiento del investigador debe considerar
ejercicios autogenealógicos para comprender las implicaciones que
reviste el ofrecer información sobre su familia . Ello, según Palerm,
pem1itiría entender al futuro investigador lo incomodo que resulta
a eces otorgar información sobre su propia familia y también
experimentar la «alegría» de tener un auditorio cautivo intere ado
en platicarle de la fam ilia del in e tigador. 12 Se recomienda hacer
«g nealogías durante la segunda semana cuando ya hay una cierta
familiaridad con la familia con la que uno (el in estigador) se aloja
y quizás con alguna otra familia» (Palenn, 1992 : 19) .

12
Jacinta Palcrm en la introducci ón de la publicación ante mencionada no
recuerda acerca de su entrenamiento en el trabajo de campo con Ángel Palerm
quien durante la esc uela de campo en eñaba como hacer in ve ti gación
etnográfica . A l respecto señal a que uno de lo énfasi era justamente el <(trabajo
de cam po hac iéndo lo» donde en esos momento de adi e tramiento lo e tu-
diante di cutían y leían sobre organización ocia) ba ada en el parente co al
mi mo tiempo que «hací an genealogías con u ujeto de estudio» (Palerrn,
199_: 12). Co ntinúa luego señalando que la Genealogía e <run in trnmento
mu útil para ave1iguar sobre demografía (edad de l matrimonio, número e hi -
jo edad a l tener los, morta lidad infantil) migración re idcocia herenc ia, ac-
ti Yidad económica» (Palcrm, 1992 : 19) .

52
Capítulo Tercero
Aplicación práctica del método genealógico

En te capítulo el objetivo central e d arrollar un ejerci-


cio d ripti o obre la aplicación del método n un pu blo indí-
gena d México . En e e marco, la información fu pr dueto de la
con i encia del in e tigador (autor de e te libr ) n 1 habitan-
te d l pu blo de San Felipe Cuauhtcnco. Much d 1 re idcn-
tc d ta localidad, todavía e exprc an en náhu ti , lo cual no
repr nt · ob táculo significativo para conoc r ' d cribir pa11c
d la ida diaria de us habitan tes. Lo antec d nt fu ron de a-
rrollado en una te i en Antropología dond apli · -1 método
g n al · gico con el fin de conocer y dim n ionar lo orígenes,
inici d r , familia , proceso , flujo y dem · particularidade
del trabaj textil en esa localidad.

El pueblo e encuentra ubi cado en la fald n rorienta lc


del ·tinto olcán de La Malinchc a una altitud d 2.4 O metro
obr 1 ni el del mar, en el E tado d Tia · ala. 1 El clima
pr d minante durante la mayor parte d 1 año t mplado -
húm o. on llu ia en verano y ti ende a er má frío conforme e
nd hacia la alturas del volcán .
n lo qu e la traza urbana del pueblo la m oria de la
i nd on ca a de un pi o, con techo d lámina gal anizada
y iga d mad ra expue ta como ciclo ra o.

lJ El pu 1 de an Felipe uauhteneo ab arca una upcrfi ie de " kil ómetro 2


y u p la i o - al año 2002 - era de l . 39 hab itante , qu d1 ide en 951
h m r mujere . En término een ale , e un a «l ali
en u otra n 1 egmento de entre 500 y 2.4 99 habitant at
l ln ti rut a ional de E tadí tica Geograft a e lnform áci a
para ~ to . E la quinta eceión del muni cipio d
uamatz 1 u a abeeera municipal e el poblado de an B mardino ont la en
1 E tad d Tl axca la.

53
Lo muros on de material mi. to , block cemento ado-
b , orteza de árbol en los meno d lo ca o . Re pecto a u
di · ione , la mayoría tiene una habitación principal que sirve de
ala co medor a la vez y otro cuarto corno recamara . Ademá
e ncu ntra lo que los habitante llaman; «cocina de humo», don-
d junto al «tlecuil», (fogón o bra ero) se encuentra el coma! para
e laborar las tortillas diarias. 14
En la agricultura destaca el culti o del maíz primordial para
u habitantes . La calidad de la tierra según lo lugareños es bue-
na , p ro se deben emplear fertili zante . En cuanto a otras especie
mbradíos del pueblo, el nopal e cultiva en los «mesurcos» -
e pr ión local - para referirse a los límites de los embradío ,
habitualmente magueyes o arbusto , que pue to en hileras deli-
mitan las milpas. 15 El nopal, representa en ciertas épocas una fuente
importante de alimentación para los habitantes de San Felipe. Tam-
bié n e siembra fríjol, calabaza y habas. Una de las hierbas co-
m e ti bles más consumidas es el quelite , que se encuentra con faci-
lidad en la zona y se prepara hervido o frito y cuyo uso preferente
e para la elaboración de salsas . Entre los frutales se tienen los
ciruelos, que se plantan frecuentemente cerca de la casa o en los
«mesurcos».
Los animales de corral que se crían son: gallinas, guajolotes,
patos y algunos gansos. En lo que es el ganado mayor y menor,
algunas familias cuentan con ejemplares que no superan los tre
por grupo doméstico, tales como; bueyes, caballos, vacas y
« emilas», (expresión local para referirse a la acémila, mula de
carga) y puercos (dos o tres ejemplares por familia) en aquellas
viviendas con patios extensos. Las casas ubicadas en la periferia
de l pueblo crían borregos.
En otro orden, la población de San Felipe (uti li zando el cri-
terio de la lengua) es predomjnantemente indígena y como tal , es
perfectamente posible clasificar al pueblo bajo esta categoría. La
gran mayoría de sus habitantes habla el náh uatl, pese a que los
jó enes dicen; «no hablarlo, pero si entenderlo».
14
Coma! en el pasado era un di co de barro cocido que e co locaba obre tre
piedra entre las cuales se prendía un fuego de ca.rbón o leña. Actualme nte e ha
popul arizado el coma l de metal de uno 80 centímetro de di ámetro , ob re una
ba e genera dora de calor.
15
Prec isemos que <<m esur cos» (de l nábuatl : metl- magu ye ) embrado en hi -
lera delimita n el cultivo. El nopal, para 1 1 t re ud am ri ca nos, e un
ca tu co mesti ble.
54
ulturalm nt una unidad ocia! c n fu rt id ntifica-
ción on u pa ado indígena por lo cual com art n mucho
otro pu blo ino caractcrí ticas étnica pr d minant mente
india . n tal ntido cabe prcci ar, que el náhu tl n ha d apa-
recido p e a un creciente proce o de acultura i · n. n donde el
idioma pañol h gcmoniza patic impo11ante del municac1on
entr to habitante y lo principal centro políti o .
La economía local la confom1an principalm nt uatro área
produ ti a que con tituycn lo eje obr lo ual 1 pueblo
de arr lla u ida económica. Utili zando como indicador el nú-
mero d per ona que e dedica a ella e po ibl ord narla egún
u imp rtancia : agricultura, actividad textil , trabajo n fuente
e t ma a la localidad y comercio y mercado
ar ligión predominante del pueblo la atólica la cual
e a alada por la pre encia de do templo en l c ntro d la loca-
lidad qu protagonizan la vida rcligio a d u habitante . on
r p to al i tema de cargos religio o , an F lip or aniza en
1
tom a la ma ordomías existente en el pu blo . El fi cal es la
m · ima autoridad religiosa en esta e tructura d cargo má tre
fi 1 au ·iliare . Debajo de e ta cúpula n u ntran cada uno
de lo ayudante del fiscal, en este ca o lo ma ord m que on
r p n ab l de cada una de las 12 mayordomí d 1pu blo .

d qu la participación en el i tema de arg ot rgn a 1 individuo y


ial : <el i tema político rcli gio o mo un t d , t1 nd a definir lo
la omunidad y actúa corno un punto de uni n irn lo de la unid ad
lf 1977: 32).

55
E i t n tanta mayordomía como anto on imág n en
la igl ia cada una encabezada por un mayordomo y u ayu-
dant . alvo en el caso del Santo Patrón (San F lipe) que tá
nfi rmada por el mayordomo má un de otado un topil y tr
t quihua que totali zan seis per on
E tán, ademá , las hermandad qu on grupo d per ona
d ot de un dete1minado anto qu manifíe tan u fi por medio
d p r grinaciones a los di ferente antuario del E lado de
Tlaxcala y de la República Mexicana. La imág ne de lo anto ,
ncuentran en las casas de e tas per ona . Cuentan al igual que
la mayordomías, con mayordomo un de otado un topile y tre
tequihuas. Las hermandades ademá de realizar peregrinacione
colaboran en la fiesta del Santo Patrón. La elección de la cofradía,
e lle a a cabo el 12 de di ciembre· tradición qu e inicia con la
irgen de Guadalupe, cuando é ta era la patrona del pueblo. Ese
día acue rda la elección de lo cuatro fi cale y lo doce mayor-
domo los respectivos devotado topile y tequihua de cada
mayordomía, más los dos sacri tanes, lo campanero y el portero
para que desempeñen sus funciones por un año.
En síntesis, hacemos nue tro lo planteado por Romero (2002)
para definirlo como indígena, toda vez que la reproducción cultu-
ral de prácticas como «el compadrazgo católico las uniones con-
yugales con residencia virilocal temporal, la herencia mayoritaria
a partir de la reproducción de la últimogenitura la participación
política de los hombres en la asamblea [comunal] y sobre todo , la
inclusión de los rituales políticos religiosos que norman la vida d
us habitantes es a través del sistema de cargos cívico - religio-
sos» (Romero, 2002: 149). Todo lo cual unido al uso del náhuatl
pe e a un creciente proceso de aculturación lingüística, reafirman
e ta categoría.

LGUNAS GENERALIDADES EN LA PLICACIÓ N DEL


MÉTODO

El pueblo de esa investigación, no po ant cedente biblio-


gráfico que permitían conocer aspecto de u 'da. ocial, económica
comunita1ia. La escasa información oficial hace referencia - a prin-
cipio del siglo XX - a la recolección de leña laboración de carbón
l culti o del maíz y la fabricación del pulque. in embargo, en
56
un m m nt a in1 1 del Programa Bra er
d arr 11 d
torna f rrna n la modalidad de pequcñ
Algun lugar ño indicaban in mucha ·actitu . qu ntrc lo
año 1 O a 19 O fue cuando lo «telar // aron I pu blo»,
gún la pr ión local .
Di tant a cinco kil ómetro del pueblo n ubica
u capital ornunal an Bernardino ontla ciud d r n ida por
u pr du ci · n t xtil de de tiempo prehi páni n la ac-
lualidad mantien ta acti idad económica. 1
tro t j ido pr hi pánico u tentó en u mom
difu i ni ta . E d cir que pe e a la cercanía d
en an F lip ólo a principio del iglo
tra j t ·tila difi r ncia del otro . on tituy nd
para n e r con mayor profundidad lo iniciad r
dad t xtíl 1 círcun tancia y demá detall qu udi ran er
ti ad ac r a del tejido en el pueblo d an F lip . La ía-
d tej d r fuero n entonce , el ehícul rn t dológico para
d r g ncalógicamen te y dimen ionar di h arti ul arida-

O RIP IÓ DEL PROCESO T

l. lin ea mi entos para la aplicaci ón d el método n la localid ad

n rim r lugar y probablemente - e 111 0 h m


j tiv ntral, bu có determinar, con algún gra xactitud
el m rn nt hi tórico (fecha, lugare , indi idu fa milia y
pr n que el trabajo textil comi nza fi ti am nte a er
d arr 11 d n 1 pueblo de an Fclip .

1. 2. p raba que la técnica gencal ' gi a p rn1iti r onoc r a


1 u de cendiente ) qu d arr llar n ' her dar n
u participación n 1proc on · mico .
m r familia de tcj dor fu un camin m t do lógico
t rminar a los indi iduo ( n i n ro ) que
n el rubro t xtil.

l. . id ntifi ar nombre y cir un tan ta fu p onecer a

7
otr ujeto , extra comunitario or j mplo in d 1 puebl
d ant ia) que participaron en e l ambio conómi o la funcio-
n pecífica que cumplieron n dich proc o.

1.4 . El método genealógico, permi tiría r conoc r n la actualidad


a 1 grupos familiares que e de incularon d l trabajo te ti! y
cuyo a cendientes, fueron en u momento lo iniciadore del teji-
do n 1 pueb lo.

2. Procedimientos iniciales (tiempo y momento técnico )

El método genealógico e de arrolló en 1 marco de una in-


tigación más ampli a, que e extendió por aproximadamente 13
m . 17 En lo que respecta a lo procedimiento iniciale , una
ez eleccionados los grupo familiare e confeccionó un in tm-
m nto recolector de información que e detalla en el punto cinco
d te capí tulo .
U na vez aplicado dicho in trumento paulatinamente e ge-
n ró una ba e de datos que permitió la confección de genealogía
por cada uno de los cinco grupo familiare . Sin embargo, en la
part final, la sistematización de la información como la confec-
ció n de diagramas , árbole genealógico , proce amiento
comp utacional y presentación final de lo antecedentes, se de a-
rroll aron en los me es de junio y julio de 2002 .

úmero de grupos domé tico y criterio de elección

Lo grupos domésticos eleccionado fu ron cinco y lo cn-


no de elegibi lidad fueron lo siguiente :

1
' La te i de antropología a la qu e aludimo , e rea lizó e ntre etapa . La pri-
mera que de finimo s de acercamiento a la real idad de tudio , tuvo un a durac ión
de cinco emana espec ífi ca mente entre lo me d junio y julio de año 2001
do nde e desarro ll ó un prim er trab ajo etnográfico en 1 pueb lo. La cgunda fa e
d trabajo, má cx tcn a qu e la anterio r, donde lo obj civo de trabajo e taba n
dirigido a la delimitació n, formulación y aná li i d \ ·abilidad para d e a rrollar
una te i de grado comp rendió trc m e , de d ep ti mbre a n iembre de
_001 . La tercera fase de la in e tigac ión , e ini i e n enero de 2002 y aba re
h ta 1 me de ago to del mi m año caracteriza r una pcrmancn ia ma -
y r en el campo .
5
ia d 1 ntr m t j d r ,
iLin rant

.2. ilid dd la denl ,


d r ntr · tad

E o )propi truio d p qu ñ
dalidad repre ntaba 1 ma ornúm r
nt n 1pu bl .

1
4. Id n ti fi caci ón d e lo grupo dom és tico

4. 1. a rnilia oco letzi - ua rn atzi.


nf nnada p r d ce per ona donde 1 E o rt mi ) e
pr 1i d un p queño taller famili r d t jid d m ' , e ha
d com agricultor, comerciant m1 n anadá.

4.2. a mili a ua m atzi - andoval.


rnp int grad p r cuatro per ona d nd 1E o I a i ) c n
24 aii pr pi tario de un taller familiar. El adr d Ego fue
tej d r /1 a a aj na» y actualm nt propi tari un de lo
tall r m · importru1lc del pueblo .

4.3 . . a mili a F lores - Flores.


1E au to en e te ca o, e un · tj d rd afio , que
a tualm nt Lrabaja en carpintería, luego d h b d di ad al mbro
t til du nt 20 110 tanto en el pueblo c m n Lra 1 alidad

4.4. a mili a Ro a les - Rivera.


[, miliar confo1mado por cuatr
madr de trc hijo uno d r 1 otro e
u única hija, e cncu ntra ada n tr t j dor d 1

4 .. . a mili a or ona - Linare .


ami liar dond Ego (Emilia) e iuda d añ d dad .

1
H m m b iad 1 nombre y lo da t de la p r na de c. t ej e mpl o.
d mp ña como trabajadora d m ' ti n un pu bl 1 dañ a
an F lipe. Su marido fue tejedor n < a a aj na ~ por int añ

- . In t rum ento recolector de inform aci ón

El formu latio del cue tionario g nealóg1 o (ji ha n a!) lo


h mo e quematizado en sei eccion que no pcnnite acotar algun
br v xplicaciones operativa obr cada una d 11 con i nt
qu n terreno e te e un documento qu no debiera d mandar má d
una página o tran cribirse en el cuad rno de campo . Véa e entonce
la figura Nº 16. 19
FIG URA º 16
Cuestionario oenealó gico

Se i6n Nº 1 Datos Genera/e

l. l. 1.2. Localidad l. . echa : 1.4. Hora


- -I I /

1. -. Identificación del cntrevi tado :

Apellidos (Palemo. Materno) Nombres

1.6. Ego elcccionado 1.7. Relación del entreVl tado D IEgo:

1.. Vive con el Ego 1 ) NO( )

La e ción N º 1, Datos Gen erales · apunta a un regi tro de la


infonnación para un co ntrol e tadí tico d 1 proce o técnico -
m todológico .

19
1 in trumcnto reco lector de información 1 d oomioamo cuc tionario
oca l g ico , dado que cvcntualm nte puede er aut ad.mini trado, ademá de
p eer alguna pregunta ce rrada . in embargo en ri or para mayo r preci-
1 • n mc t do lógica, podemo definirlo como «Ji ha 1 al má que co mo uc -
ti nario .

o
e ión J º 2: 11tecede11te del entrevi tado

2.2. ld1om

miento

2. . up:ic1 n

2. . Tiempo de re 1denc1:i loaluiad)

de los Lrnbnjos de empellad

: I Orros dato en atizando sobre la uc11pac1ó11 11 o cw

ión º 2, Ant d nt d I
in 2. y 2.4) CO ITC p ndi nt
onfi r-
m
ar
En otro orden, para efectos de una investigación que como
hemos señalado pretendía pesquizar las características de una
actividad productiva, los ítems; (2.6, 2. 7, 2.8 , 2.9, 2.10 y 2.11) se
estructuraron en esa línea tiempos, tipos y lugares de los aspectos
laborales del entrevistado.

El indicador (2.11) es un control del (2.1 O) para conocer los


dos aspectos que ahí se señalan; fecha y lugares de los trabajos
desempeñados, por las razones metodológicas antes expuestas en
la investigación donde se aplicó el presente instrumento recolector
de información.

Sección Nº 3: Datos genealógicos del entrevistado

Ascendientes (3.1)
(Sólo nombres, edades [y/o fechas de nacimiento] estado civil y
oficios)

3.1. Padre 3.2. Madre

3.3. Abuelo paterno 3.4. Abuelo materno

3.5. Abuela paterna 3.6. Abuela materna

Observaciones

3.7. Fechas aproximadas del ejercicio de la ocupación

3.8. Cualquier situación de parentesco (hijo adoptado, desconoce padre biológico,


reconoce a padres (abuelos) sociales, las separaciones, divorcios, abandonos y demás
aspectos familiares sobre estos ascendientes)

62
Ascendientes (3.2)
Bisabuelos (Sólo nombres y edades [aproximadas) y oficios)

Línea oaterna Línea materna


3.2. l. 3.2.2.
3.2.3 . 3.2.4.
3.2.5. 3.2.6.
3.2.7. 3.2.8.

Observaciones

La sección N º 3, Datos genealógicos del entrevistado constituye el


registro de los ascendientes y se ha dividido en dos partes. La primera
(3 .1) para aquellos familiares que presumiblemente nuestro entrevis-
tado (Ego) debiera recordar con mayor facilidad, o en su defecto con-
tar con alguna documentación accesible sobre ellos. La segunda parte
(3.2) referida a los bisabuelos donde es probable, que deba recurrir a
alguna documentación para recordar los datos. Por este inconvenien-
te, esta subsección puede ir siendo completada durante el proceso. En
tal sentido, se consulta por edades, aproximadas, a diferencia de la
parte anterior. De ser el caso que Ego tenga información sobre los
ascendientes superiores, algunos de los 16 tatarabuelos, se sugiere
consignarlos al reverso de esta parte.
Sección Nº 4: Parientes del entrevistado [sólo hermanos (as)}

4.1. Nombres 4.2 . Estado civil /nombre parejas /hijos

4.3. Edad (fechas de nacimiento] 4.4. Ocupación

4.5. Tipos de oficio 4.6. Lugares donde se ha desempeñado

4.7. Tiempos 4.8. Residencia

ti
63
Sección Nº 5: (Pareja) legal o consensual y descendientes

5. l. Nombre de Pareja 5.2. Nombres de padres de pareja [suegros


de Ego J y abuelos de la pareja

5.1.1. Nombre de hijos

5.2. Edad [fechas de nacimiento) 5.3. Estado Civil

5.2. l. De los hijos 5.3.1.- De los hijos

5.4. Trabajo 5.5. Tipos de trabajo/ años de desempeño/


Lugares

5.4.1. Trabajo / Estudios/ de los hijos 5.5.1 Trabajo/ Escuelas / de los hijos

Observaciones

5.6. - Datos de nietos y/o bisnietos


El máximo de antecedentes (de los solicitados en los ítems anteriores) enfatizando en
la ocupación, años de trabajo, tipos y lugares de ejercicio del oficio.

La sección Nº 4, Parientes del entrevistado [sólo hermanos (as)}


y la sección Nº 5: (Pareja) legal o consensual y descendientes
respectivamente; debieran ser, en teoría, las que concentran mayor
información. Por cuanto, el Ego puede señalar con mayor detalle
sobre estos familiares, dado el elemento de contemporaneidad que
prevalece. En la sección Nº 5 se pregunta simultáneamente por la
pareja del Ego y los hijos de esta relación o de algunos de ellos. En
observaciones los datos de los nietos y/o bisnietos de haberlos.

Sección 6: Croquis del diagrama

(al reverso)

11 11
La sección Nº 6, Croquis del diagrama que es al reverso del
cuestionario, es justamente para dibujar (esquematizar) un árbol
genealógico del Ego, con los datos obtenidos en el instrumento. Las
secciones del cuestionario lo presentamos completo a continuación.
64
Sección Nº 1 DaúJs Generales
1.1 . N" _ / ! 1.2. Localidad l t.3. Fecha: l 1.4.Hora
1.5. Identificación del entrevis tado :
Apellidos (PaJerno, Materno) Nombres
1.6. Ego seleccionado 1.7. Relación del entrevistado con el Ego:
l. 8. Vive con el E¡;o SI ( ) NO ( )
Sección N' 2: 'Antecedentes ilel elilTevisüidó
2.l. Nacionalidad 2.2. Idiomas
2.3. Edad 2.4. Fecha de nacimiento
2.5. Sexo 2.6. Ocupación
2.7. Nivel educacional 2.8. Tiempo de residencia (localidad)
2.9. Años de ocupación 2.10. Tipos de trabajos desempeñados
2.11 . Fechas y lugares de los trabajos desempeñados
&cciónN'3: Datos geneal.óeicos del entr._evistadó
Observaciones
2.12. Situación civil
2.13. Otros datos enfaJizando sobre la ocupación u ofici o
Ascendientes (3. 1) (Sólo nombres, edades [vio fechas de nacimiento] estado civil voficios)
3.1. Padre 3.2. Madre
3.3. Abuelo paterno 3.4. Abuelo materno
3.5. Abuela paterna 3.6. Abuela materna
Observaciones
3.7. Fechas apro ximadas del ejercicio de la ocupación
3.8. Cualquier situación de parentesco ( (hijo adoptado, desconoce padre biológico, reconoce a padres (abuelos)
sociales, las separaciones, divorcios, abandonos y demás aspectos fa miliares sobre estos ascendientes)
Ascendientes (3.2) Bisabuelos (Sólo nombres y edades [aproximadas] y oficios)
linea paterna Línea materna
3.2.1. 3.2.2.
3.2.3. 3.2.4.
3.2.5. 3.2.6.
3.2.7. 3.2.8.
Observaciones
Sección N' 4: Parientes del entrévis1aádtffów.hlr111/fn()s tas)]
4.1. Nombres 4.2. Estado civil /nombre parejas ibiio
4.3. Edad [fechas de nacimiento] 4.4. Ocupación
4.5. Tipos de oficio 4.6. Lugares donde se ha desempeñado
4.7. Tiempos 4.8. Residencia
Observaciones
'

Seccwn N' 5: (Pareja) legal o consensudlJ;desD"endlenfes·


5.1. Nombre de Pareja 5.2. Nombres de padres de pareja [suegros de Ego]
5.LI . Nombre de hiios y abuelos de la pareja
5.2. Edad [fechas de nacimiento] 5.3. Estado Civil
5.2.1. De los hijos 5.11. De los hijos
5.4. Trabajo 5.5. Tipos de trabajo/ años de desempeñonugares
5.4.l. Trabajo/ Estudios/ de los hijos 5.5.1Trabajo/ Escuelas/ de los hijos
Ubservac1ones
5.6. Datos de nietos y/ bisnietos
El máximo de antecedentes (de los solicitados en los {tems anteriores) enfatizando en la ocupación, años de
trabajo, tipos y lugares de ejercicio del oficio.
Sección 6: Croquis del diagrama
(al reverso)

65
6. Número de entrevistas

En localidades como las de nuestro estudio, los entrevistados


y particularmente los Egos, pueden referir una gran cantidad de
sujetos parientes, dado que muchos de ellos, en ocasiones, son
residentes en el mismo pueblo. Así, algunos de los grupos
domésticos, superaban las 300 personas, lo cual obliga a un registro
extenso. Para el caso de estos Egos, a cada uno de ellos, se le
debió visitar como promedio en tres ocasiones.

7. Tipos de entrevistas

En una primera etapa, las entrevistas a los Egos fueron


individuales y en algunas ocasiones en sus lugares de trabajo. El
uso del método estaba dirigido a determinar las fechas en las que
la actividad textil fue introducida en la localidad; por ello se
propició la entrevista grupal. En este último caso, se debió
entrevistar en dos ocasiones a los Egos con el máximo de familiares
(ancianos idealmente) en sus hogares.

8. Modalidades y particularidades en las entrevistas

La entrevista genealógica, comparativamente con otras


utilizadas en Ciencias Sociales, demanda mayor tiempo en su
aplicación, por tres razones prácticas. En primer lugar, Ego debe
reconocer (en algunos casos por documentos) a sus familiares, tanto
ascendientes como descendientes; pero, además debe recordarlos.
Habitualmente recuerda nombres y algún dato menor, deben
obtenerse en este caso antecedentes ocupacionales. En segundo
lugar, el registro de la información, tanto del cuestionario, como
de los diagramas ocupa un tiempo mayor de elaboración. En tercer
lugar como norma de procedimiento deben presentarse los
borradores de los diagramas genealógicos, para complementar la
información de sus entrevistados.
En las entrevistas grupales, al ampliar la red de información
con las otras personas del grupo doméstico que acompañan a Ego,
deben consignarse las dudas o los datos contradictorios.
Generalmente, los Egos entrevistados, logran identificar con
facilidad hasta sus abuelos (en las menos de las veces a sus
bisabuelos). Así los nombres, oficios, edades y defunción de éstos,
66
como datos de aquellos que residen en el pueblo o en áreas vecinas
a su localidad son factibles de obtener por parte del investigador. En
tanto, con aquellos familiares que residen fuera de la comunidad y
que han permanecido por mucho tiempo sin contacto, son sujetos
más dificiles de recordar para Ego, salvo algunas excepciones.
Generalmente, cuando Ego no recuerda nombres, recurre a
expresiones tales como; «ellos son dos adultos y tres niños»; «mi
pn·ma, su marido y dos hijos» u otras generalizaciones. En esos
casos, se logra a lo más, cuantificar el número de integrantes de los
grupos familiares, lo que es un paso importante, que puede ser com-
pletado posteriormente. Sí Ego es anciano, le será más dificil recor-
dar los nombres de sus descendientes de segunda y tercera genera-
ción, se recomienda entonces entrevistar a los niños residentes del
grupo domestico de Ego, los cuales logran con mayor facilidad iden-
tificar a estos familiares. Por ser los otros, sujetos de edades simila-
res, constituyen para ellos un referente más próximo, a saber sus
primos o tíos. En ocasiones, han compartido en algún evento y re-
cuerdan edades (o las aproximan), fechas de cumpleaños, escuelas,
niveles de estudios, de estos parientes. En este caso, es de utilidad
presentarles un borrador de la gráfica genealógica que los sitúa en el
contexto general y sirve de orientación.

9. Socialización de la información diagramada

Una etapa importante de este proceso, es presentar los borra-


dores genealógicos en las entrevistas subsiguientes. El objetivo es
que Ego y su grupo complementen la información que ha sido reco-
pilada. Las gráficas de los árboles genealógicos se encuentran esbo-
zados preliminarmente, lo cual no es un obstáculo para efectuar las
modificaciones posteriores.
En esta fase, es posible explicar a los entrevistados las distin-
tas simbologías que presentan estos borradores y así éstos logren
reconocerse e identificar a los sujetos y situaciones que requieren
mayor acotamiento. En estos procesos de socialización de la infor-
mación se recomienda borradores que den cuenta de datos básicos;
y éstos estén completos y pormenorizados. Por ejemplo, como in-
tentamos demostrarlo en las figuras N º 17 y 18 respectivamente.
67
FIGURANº17
Borrador inicial / primera entrevista

Ciertamente, el diagrama anterior se encuentra algo elabo-


rado en sus aspectos formales. En terreno, probablemente no sea
así, pues serán habitualmente apuntes en papel, con notas genera-
les que puedan ser trabajados con los entrevistados. A los símbo-
los, le podemos corresponder los nombres de cada uno de estos.
La figura Nº 17 es un esquema general de ubicación y el
paso básico de un diagrama genealógico. Para nuestros efectos lo
denominaremos «orden en las relaciones genealógicas básicas del
Ego».
En el análisis advertiremos lo siguiente: Un Ego hombre (1 ),
una mujer (2), seis hijos hombres (3, 5, 7, 8, 9 y 10), dos nueras (4
y 6) y los dos nietos (11 y 12) respectivamente. Al diagrama, le
hemos agregado un número arábigo de identificación, para ubi-
carlos posteriormente, dado que podemos confeccionar un listado
con esa numeración para la correspondiente identificación del gru-
po.
En este caso la tabla, separa el matrimonio de Ego (1 y 2);
los dos matrimonios de los hijos mayores de Egos y sus hijos (3,
4, 11) - (5, 6, 12) y agrupamos los hijos solteros de Ego, (los
números 7, 8, 9 y 1O) respectivamente.

68
Número Identificación de las personas

3 Isaías Cocoletzi Cuamatzi


4 Blanca Flores
11 Armando Cocoletz1 Flores

5 Francisco Cocoletzi Cuamatzi


6 Félix Corona
12 Graciela Cocoletzi Corona

7 Damián Cocoletzi Cuamatzi


8 Javier Cocoletzi Cuamatzi
9 Saúl Cocoletzi Cuamatzi
10 Gerardo Coco letzi Cuamatzi

En un segundo momento, presentamos el mismo diagrama,


con otra información adicional, que complemente los datos apor-
tados y permita agregar otros, para los efectos de la investigación.
En la figura Nº 18, por ejemplo, los padres de Ego, sus suegros, el
estado civil y los difuntos.
FIGURANº 18
Segundo borrador en socialización de la información

7.. TejedGr en lalar manual


&1, T41jedar en l9!1r manual

69
Agregamos otras notas referidas al oficio y datos de donde
obtener mayor información. Identificamos a los integrantes del gru-
po doméstico vinculados al trabajo textil. Además, en este caso las
dos nueras de Ego entregaron datos específicos, sobre el objetivo
central que perseguía la investigación.
La experiencia de campo, en este tipo de entrevistas grupales,
señala que es importante recurrir a la memoria colectiva del grupo
doméstico para recordar los nombres y demás detalles de sus pa-
rientes, por tanto, la socialización de la información gráfica resulta
determinante. En este momento del estudio el investigador consoli-
da los datos, mediante el registro en las gráficas y las modificacio-
nes que surgen son inmediatamente incorporadas.
Para nuestro caso, en particular resultó de mucho interés ob-
servar, que son las mujeres del grupo doméstico las que recuerdan
con mayor precisión, tanto a sus familiares directos, como a los del
esposo o incluso a los de sus suegros. Esto se debe quizás, a que en
muchas comunidades de México predomina la residencia postmarital
virilocal de las mujeres, interiorizándolas de la vida doméstica de la
familia del cónyuge o pareja. 20
Al registrar la ocupación de cada uno de los miembros de las
distintas familias; los inicios y vigencia del tejido (fechas proba-
bles) e implicancias de la actividad textilera en el pueblo, permitió
dirigir la genealogía en esa dirección. De esta forma, por ejemplo,
un abuelo de un Ego de 43 años, al ser identificado por su ocupa-
ción, otorga un registro histórico del momento y circunstancias en
que ejerció el oficio. Así fue posible reconstituir, a partir de quienes
eran sus parientes, los primeros tejedores en 1950 en el pueblo.

20
El ciclo de desarrollo del grupo tiene las siguientes características: al casarse
o al comenzar la vida en pareja, el hombre lleva a su cónyuge a vivir a casa de
sus padres. Sus hermanas, al casarse o al comenzar a Ja vida en pareja van a
vivir en Ja casa de su cónyuge ... normalmente, Jos hijos viven con sus padres
durante un periodo variable, después del cual, si no hay suficiente espacio,
construyen su propia casa, normalmente, al lado de la casa paterna. La duración
de este período de residencia virilocal inicial para todos los hijos varones, salvo
el benj amín, depende de varios factores .. .el benjamín tiene una residencia
virilocal permanente, es el heredero de la casa patema ... se encarga de los pa-
dres ancianos (Robichaux, 1995 : 376, 377, 405).

70
10. Medios técnicos de apoyo al registro de la información

La información que se registra en un cuaderno de trabajo de


campo, puede ser complementada con magnetófono (grabadora)
ello facilita el poder registrar nombres y apellidos, (más los otros
antecedentes) que en ocasiones por el contexto de intervención
reviste problemas fonéticos . La grabadora registra, lo que más tarde
se puede comprobar en el uso de determinados léxicos, semántica
y aspectos propios del lenguaje que pueden ser escriturados
deficientemente en un momento inicial. El conocer previamente o
durante el proceso, mapas y croquis permite ubicar distintas
situaciones propias de los procesos migratorios, distancias, lugares
de residencias y fuentes de trabajo. En nuestro caso, en la fase
final se procedió a la utilización de un programa computacional
que detallaremos en el último capítulo .

11. Otras fuentes de información imprescindibles

A medida que avanza el proceso de confección de las


genealogías, se advierte el ensanchamiento piramidal del árbol
genealógico ya que resulta más dificil obtener la información de
los ascendientes de Ego, no así en sus descendientes directos y
colaterales. Para subsanar dicha situación, siempre y cuando sea
necesario, debe procederse a la obtención y complementación de
dicha información en archivos u otras fuentes documentales. Ante
la ausencia de registros de antecedentes históricos en localidades
como estas, se recomienda la obtención de datos con los mayores
(ancianos) de la comunidad.
En nuestro caso, analizamos dos censos, uno de 1889 y el
otro de 1957 donde se registraba la actividad de los sujetos del
pueblo, permitiendo posteriormente recrear y comprobar parte de
la información recopilada en las entrevistas genealógicas. Al
respecto, en el «Padrón general del censo de almas», de la
municipalidad de San Bernardino Contla de 1889 se registraban
los «nombres, edad, estado, la profesión, si leía o no y un rubro de
observaciones». La «profesión» era consultada sólo a los sujetos
hombres (que eran jefes de familia) y que aparecen como «los
ciudadanos». Es decir, para ser ciudadano había que ser hombre
casado. En lo que respecta a la sección quinta de San Felipe, ésta
contaba con 88 ciudadanos (hombres), ninguno de ellos se
vinculaba a la actividad textil. El 50% eran leñeros, el 29.5 %
71
labradores y el restante 19.3 % jornaleros. Aparece un carpintero cen-
sado en esa ocasión.
Al revisar el censo de San Felipe de 1957 coincidentemente no
se registran en sus resultados datos vinculados a los textiles en el
pueblo. El 72 .9 % de los hombres eran «campesinos», en tanto que el
81 .9 % de las mujeres eran «domésticas». Ambos indicadores (cam-
pesinos y domésticas) son los cuantitativamente mayoritarios. Es po-
sible suponer, que todas aquellas personas que antes de 1957 habían
comenzado a trabajar en los telares en San Felipe, fueron incluidas en
la categoría de campesinos. Posteriormente, comprobamos mediante
genealogías que de los cinco sujetos que iniciaron la actividad textil,
dos eran menores de edad a la fecha de dicho Censo. Además los
sujetos recuerdan que en esa época respondían a los censadores que
su ocupación era la de campesinos, por cuanto de esta actividad era
de donde provenían sus mayores ingresos económicos.

12. Las discusiones y análisis del investigador

Los análisis que se realizan en el marco de los estudios, donde


otros investigadores se encuentran desarrollando labores similares,
en pueblos vecinos, permite en las reuniones técnicas, comparar da-
tos, identificar sujetos determinantes en la dinámica histórica y otros
aspectos que complementan la información recogida. En el trabajo
académico de formación de investigadores esta metodología resulta
de particular utilidad, tanto en la discusión de antecedentes, como en
la confección de los diagramas genealógicos.

13. Principales resultados del proceso

En el marco de la aplicación de las genealogías es posibl~ sinte-


tizar algunos resultados significativos.

13 .1. Establecimiento de una relación de datos que llamaremos «crono-


genealógica», la cual posibilita dos aspectos centrales. En primer lu-
gar; el reconocimiento y posterior análisis a la importancia que la
actividad textil ha implicado en sus historias familiares y la vincula-
ción de muchos sujetos en tomo a este trabajo, que determina poste-
riormente aspectos identitarios. Expresiones tales como; «hemos sido

72
siernpre tejedores» o «no sabía que el abuelo había sido tal o cual
cosa», revela un acercamiento y conocimiento de los orígenes
familiares y sus implicancias socioeconómicas en los ámbitos
comunitarios.

13 .2. Las gráficas genealógicas, permiten observar y dimensionar la


división social del trabajo, la toma de conciencia, en algunos grupos
domésticos, del aporte, tanto del hombre, la mujer y los niños, al tra-
bajo de los tejidos. En tal sentido se evalúa, cómo los padres y demás
ascendientes, han reproducido y legado un patrón dinámico, sobre
esta actividad económica. Las genealogías posibilitaron a las mujeres
del pueblo, quienes recuerdan con mayor precisión, el rol que debie-
ron asumir y desempeñar con el trabajo textil, ya que previo a los
telares, las mujeres cumplían sólo dos funciones; las actividades de la
casa (sea paterna o conyugal) y el trabajo agrícola familiar. Es des-
pués de la consolidación textil que las mujeres comienzan a desarro-
llar trabajo fuera del pueblo, en servicios domésticos en las localida-
des vecinas . Los niños de la casa comienzan a compatibilizar tres
actividades, la escuela, los tejidos y agricultura.

13.3 . El método genealógico pudo identificar a quienes efectivamen-


te materializaron en su momento esta «llegada de los telares». Expre-
sión local que surge por el reconocimiento de los vecinos a un hecho
particular y donde a través de familiares entrevistados fue posible
identificar a los iniciadores de dicha actividad económica en el pue-
blo. En particular, se consigna el año 1952 con mucha precisión, don-
de uno de los tejedores en «casa ajena» del vecino pueblo Contla
importó los telares que iniciaron la actividad textil en San Felipe.

13.4. La evidencia de la información genealógica, que permite ser


complementada con otro tipo de representaciones gráficas, posibilitó
enriquecer la elaboración de nuevas hipótesis de trabajo. A partir de la
figura Nº 19 se puede visualizar el desarrollo de diferentes activida-
des económicas de los sujetos entrevistados. Ello sólo es posible, si
todos los integrantes del grupo doméstico (incluidos los menores de
edad) asumen con un definido marco de funciones a ser ejecutadas.
En su oportunidad le denominamos «cadena de reemplazos de fun-
ciones en el hogar», demostrando la versatilidad de los sujetos y del
conjunto de individuos para desplazarse de una a otra actividad.

73
13 .5. Los árboles genealógicos contribuyeron con antecedentes a
la historia del pueblo y con ello complementaron la escasa
bibliografia oficial. Tal es el caso del censo de 1957, que no registró
lo que efectivamente aconteció en la dinámica económica. Sin el
método no habría sido posible conocer algo más de la historia de
este pueblo.
FIGURANº 19

.EFE DE HOGAR .
AgrietltOt
...,.c==~J Tefodot<r-(=~> Mlgrente

O E,wpoaildef Jidlil dejtoQ•


Trlb*,jo dOMHtléo Molffto
+ t Hixt..nel+= i AQriC\lllurt~ > Moloter•
< ' MlecelanH

Hljo1I saeteros
Obreros
+ 1 Agricult.ur• Tejedlll'-

A Eetudi~a
A Hijo• eoltaroa
~ Motocen Mo•no
~Hbdimtl~Agrlculh.n -t=+ Miecel-•

=G =O HUllrt9
Trilba¡o doméstico
~MOlóCllf'e( to

13.6. Las gráficas genealógicas, respecto a los sujetos mayores


que fueron entrevistados, posibilitó conocer cuestiones micro
económicas de la comunidad, por ejemplo, la reconstitución de
los precios de los tejidos que se manejaban en esa época por los
iniciadores del trabajo textil, la calidad de los insumos, proveedores
y distribución, por citar algunos .

13 .7. El hecho que todos los árboles genealógicos refieran (desde


la segunda generación de ascendientes de Egos de [40 - 50] años)
hasta la primera y segunda generación de descendientes estén
vinculados al trabajo textil, en distintas expresiones económicas
del rubro , marca la importancia de este trabajo en el ámbito
comunitario.

74
13 .8. El relato histórico local, es recreado constantemente porlos
vecinos entrevistados, esto constituye la memoria hi tórica que a
través de las genealogías se manifiesta en quienes vivieron el ini-
cio de la actividad textil y como tal, recuerdan sus pormenores por
las importantes implicancias que trajo para la economía local. Es
posible entonces, reconstruir algunos hitos de la historia del pue-
blo mediante este método. Además de las implicancias identitarias
que el tejido reviste para sus habitantes .

13 .9 . El reco nocimiento realizado a través de los árboles


genealógicos de las relaciones de parentesco, migración, vecin-
dad, intercambio con otras localidades cercanas en la década de
1950 y que a la postre constituyeron un elemento de consolida-
ción del trabajo textil; es otro resultado significativo. Como así
también, aspectos vinculados a la residencia de los grupos fami-
liares y la cuestión del espacio en sus viviendas. Muchas vivien-
das debieron realizar modificaciones estructurales, para poder com-
binar los espacios de residencia y los destinados a talleres. La cons-
trucción de talleres transformó los espacios de las viviendas, y
consecuencialmente el paisaje urbanístico de esta comunidad.

75
Capítulo Cuarto
Genealogía en Trabajo Social: Genogramas

ALGUNOSANTECEDENTESCONTEXTUALES 21

El Método Genealógico, como hemos expuesto, tiene sus raí-


ces en la CienciaAntropológica no obstante, ha sido instrumentalizado
y utilizado por Trabajo Social desde la incorporación de la Teoría de
Sistemas y la consiguiente aparición de la Terapia Familiar Sistémica
en 1978, cuyo principal exponente es Murray Bowen (Quintero, 1997).
Sin embargo, en el Trabajo Social Latinoamericano la investi-
gación con fuentes documentales ha sido una constante, y la «recons-
trucción iconográfica de la realidad» 01élez,2003: 122) ha contribui-
do a apoyar los procesos de actuación profesional contemporánea me-
diante el uso de este tipo de técnicas.
En Trabajo Social esta readaptación del método genealógico se
ha desarrollado en el Estudio de Casos Sociales, con énfasis en la
comprensión de los fenómenos individuales insertos en un complejo
sistémico familiar de relaciones e intercambios, contexto donde el
Trabajador Social no siempre se desempeña en forma individual, sino
en conjunto con otros profesionales del área de las Ciencias Sociales
y de la Salud, donde el estudio e intervención de casos sociales ad-
quiere un carácter interdisciplinario.
Concretamente, el Método Genealógico en Trabajo Social se
ha traducido en lo que se conoce como Genograma, el cual corres-
ponde a un formato para dibujar un árbol familiar, que registra infor-
mación sobre los miembros de una familia y sus relaciones durante
por lo menos tres generaciones, siendo su objetivo central descubrir
complejas normas familiares que permiten establecer hipótesis sobre

21
Este capítulo, salvo la sección que hemos denominado los Geno gramas, apli-
cación práctica y énfasis en la práctica docente fue desarro llado, para efectos
de ésta publi cación, por Eli zabeth Elicer Fuentes, alumna tesista de la Ca rre-
ra de Servicio Social de la Universidad de La Frontera de Temuco .
76
cómo un problema clínico puede estar relacionado con el contexto
familiar, y también, la evolución tanto del problema como del
contexto a través del tiempo (McGoldrick y Gerson 2000). 22
El uso del Genograma familiar facilita al Trabajador Social
tener en mente a los miembros de una familia, como también
comprender la estructura, la organización y la dinámica vincular,
elementos que integrados permiten definir el funcionamiento de
la misma. En este sentido el Geno grama constituye una herramienta
interpretativa de la situación actual de la familia, en función de los
hechos históricos y actuales vivenc iados por ésta.
En el Genograma familiar se deben consignar, además, los
eventos importantes vivenciados por cada uno de los integrantes
del grupo familiar, tales como nacimientos, muertes, matrimonios,
cambios de ciudad, colegio u otros de importancia, procurando
rescatar la connotación (positiva o negativa) que éstos tengan de
dichos eventos, pues ellos pueden contribuir a la actual situación
vivenciada por el núcleo familiar. Además, se deben recoger ante-
cedentes que pennitan establecer la etapa del ciclo vital en que se
encontraba la familia, y en la que se encuentra en la actualidad, a
fin de evaluar su capacidad de respuesta y adaptación.
La infom1ación estructural, funcional y relacional conteni-
da en un Genograma familiar puede interpretarse en forma hori-
zontal a través del contexto familiar y de manera vertical, a través
de las generaciones. El estudio horizontal permite evaluar la rela-
ción de los actores inmediatos entre sí, mientras que el trazado
vertical permite estudiar el sistema familiar desde el punto de vis-
ta histórico, situando cuestiones actuales con cargas emocionales
de generaciones anteriores, dejando en evidencia el establecimiento
de pautas reiteradas en las formas de funcionamiento de un deter-
minado sistema familiar (McGoldrick y Gerson, 2000) .
La construcción de Genogramas en Trabajo Social constitu-
ye parte del proceso evaluativo de un determinado grupo familiar

22
Para efectos de esta sección y como ya hemos adelantado, asumiremos
«Genogramas» como símil de Genealogías, sin embargo debemo recordar que
Genogramas es una readecuación que hace Trabajo Social y que incluso como
veremos más adelante, sirve de insumo para otras técnicas que se emplean en el
trabajo con familias por pa1te de esta disciplina .

77
y en este sentido resulta orientador para la intervención profesio-
nal, y además, no sólo sirve al especialista sino que contribuye,
también, a la comprensión de la situación por parte de los propios
sujetos de estudio. Así en su texto Trabajo Social y procesos fami-
liares (1997) Quintero señala que «el Genograma dibuja a la fa-
milia a través del tiempo, capacitando a la persona para verse a si
misma y empezar a comprender su dinámica familiar tan comple-
ja, tal como se ha desarrollado en su historia, y en la forma como
afecta la situación presente» (Quintero, 1997:57).

LOS GENOGRAMAS, APLICACIÓN PRÁCTICA Y ÉNFA-


SIS EN LA PRÁCTICA DOCENTE

En esta sección presentamos un acercamiento a la aplica-


ción práctica del Método Genealógico desde el Trabajo Social,
donde un equipo de docentes de la Carrera de Servicio Social de la
Universidad de La Frontera de Temuco han contribuido significa-
tivamente en la sistematización, enseñanza y aplicación de la téc-
nica del Genograma.
En esa línea hacemos nuestra la propuesta que en su trabajo
Términos de uso frecuente en el Trabajo Social Chileno (1998)
hacen Eliana Quiroz y Diana Salazar al contextualizar Genogramas
en Servicio Social y señalarlo como: <<Una simulación o herramienta
utilizada preferentemente dentro del contexto de una intervención
sistémica para diagramar la historia familiar intergeneracional. Es
una herramienta altamente provechosa para usarla en individuos y
familias de diferentes ambientes en donde se puede captar el siste-
ma familiar a través del tiempo, permitiendo a un individuo salir-
se del sistema, examinarlo y comenzar a tener un mayor conoci-
miento de la dinámica familiar, tal como se ha desarrollado y cómo
afecta la situación actual» (Quiroz y Salazar, 1998:87).
Para mayor precisión reproducimos la definición que sobre
Genogramas establecen estas investigadoras, « ... árbol o mapa
genealógico que incluye más antecedentes sociales. Es un mapa de
tres, cuatro o más generaciones de una familia que registra las rela-
ciones genealógicas, los eventos más importantes, trabajos, pérdi-
das, migraciones familiares y dispersiones, identificación y asigna-
ción de roles, e información sobre alineamientos y patrones de co-
municación>> (Quiroz y Salazar, 1998:87-88).

78
En el proceso de formación de los profesionale Asistentes
Sociales, la can-era de Servicio Social (del Departamento de Trabajo
Social) de la Universidad de La Frontera de Temuco, se ha
implementado en el programa de la asignatura Metodología de
Intervención P ersona - Familia desde el año 1998 la enseñanza
teórico - práctica de la utilización de la técnica del Genograma.
Ello en el marco de dotar a los futuros profesionales de hen-amientas
que posibiliten su desempeño técnico - metodológico en el ámbito
de la familia y sus principales problemáticas sociales. 23

ÁM BI TO S DE I NTE RVEN CIÓ N, VENTA J AS Y


UTILIDADES DE LOS GENOGRAMAS

Un análisis sobre las principales ventajas de esta técnica,


desde Trabajo Social, es proporcionado por Diana Salazar, docente
del Departamento de Trabajo Social de la Universidad de La
Frontera, quien en el marco d el programa de la asignatura
Metodología de Intervención Persona - Familia debe adiestrar a
los futuros profesionales en el uso y aplicación de Genogramas.
Según la docente, la efectividad de los Genogramas, queda
de manifiesto en la labor que desan-ollan los (as) Trabajadores
Sociales que en el ámbito de las familias «se vinculan al sector
Salud, donde esta técnica cobra relevancia, pues les p ermite
dimensionar gráficamente las distintas relaciones que en un grupo
familiar se pueden estar dando producto de enfermedades,
dolencias y adicciones. La transmisión y herencia de ciertas
patologías, unidos a factores sociales, se muestran en las
representaciones de los Geno gramas y a partir de ello, es posible
establecer líneas de intervención profesional».
En otro ámbito, Diana Salazar se refiere al momento de aplicación
de Ja técnica, que en el contexto del trabajo con familias «es utilizado
generalmente en las entrevistas preliminares que desa1To!la el alum-
23
En e ta ección hemos procedido a transcribir alguna opiniones técnicas del
equi po docente del Departamento de Trabajo Social de la Univers idad de La
Frontera de Temuco, que dictan la asignatura Metodología de Intervención Per-
sona - Familia a la Carrera de Servicio Social en el primer emestre académico
del año 2005 . Agradecemos a las profesoras A na Arrellano. Ximena Briceño,
Cecilia Mayorga y Diana Salazar sus importantes contribuciones.

79
no, justamente para contribuir a establecer un diagnóstico inicial y
con esos elementos diseñar las futuras líneas de intervención
profesional con esas familias, que constituyen sus sujetos de atención
a partir de sus experiencias en las Prácticas Profesionales». Los
niveles de complejidad de la técnica son asumidos por los alumnos,
quienes en un par de períodos de clases logran su dominio efectivo,
ello ajuicio de Salazar «pues se apoya con textos de Trabajo Social
que posibilitan estos objetivos de formación tales como: Trabajo
Social y procesos familiares de Ángela María Quinteros, y Trabajo
Social familiar de Nidia Aylwin y María Oiga Solar que dedican
parte importante en adiestrar al lector en los Genogramas. Pero
también en la literatura, Ann Hartman es una de las primeras en
trabajar Genogramas en Trabajo Social».
Recordemos que Hartman, investigadora estadounidense fue
la creadora del Eco - Mapa que determina entre los familiares los
gastos de energía de las relaciones familiares. (Para mayor
información véase a Ann Hartman, (1979). Finding Families: An
Ecological Approach to Family Assessment in Adoption. Sage
Publications, Inc., Beverly Hills/London, p. 35).
Entre las principales utilidades, Salazar nos señala por ejem-
plo que «permite reunir y utilizar antecedentes familiares en cual-
quier práctica que se haga y esté relacionada con familia. Permite
al Trabajador Social y al cliente, entender el impacto del sistema
familiar y la relevancia para los problemas que éste está presentan-
do. Al visualizar las generaciones posibilita advertir situaciones
que se repiten. Ayuda a los miembros de una familia a verse de
distinta manera y recoge en forma rápida gran cantidad de infor-
mación, evitando el desplazamiento del investigado1: Así también,
la naturaleza de las relaciones interfamiliares. Es útil para clarifi-
car pautas familiares, replantear y desintoxicar los problemas fa-
miliares. De manera muy simple, permite inferir la naturaleza de
las relaciones interfamiliares».
Como técnica es útil, pues junto con permitir una represen-
tación de datos familiares, posibilita «el indagar (investigar), eva-
luar (diagnosticar) y planear acciones en virtud de esos antece-
dentes, lo cual sumado a un proceso de enseñanza de la técnica
que no es extenso, hace de ella un procedimiento de múltiples ven-
tajas metodológicas».

80
GENOGRAMAS Y EL COMPLEMENTO CO OTRAS HE-
RRAMIENTAS DE TRABAJO SOCIAL FAMILIAR

En lo que es el desempeño profesional, Ximena Briceño,


docente de Trabajo Social de la Universidad de La Frontera refie-
re la pertinencia del método en una aplicación práctica. En un pro-
grama del Servicio de Salud Araucanía Sur, específicamente en el
Centro de Rehabilitación de Adicciones de Droga y Alcohol (CRA)
ejecutado entre los años 2000 a 2003, donde como «parte de la
atención profesional se aplicaban Genogramas en la primera en-
trevista del usuario de este centro. Ello con el objetivo de estable-
cer la percepción de las relaciones familiares que el usuario ma-
nifestaba respecto a su entorno familim: tanto en su estructura,
como en patrones de residencia de sus integrantes».
Para tales efectos, «se graficaba en su expediente de atención
- que se construía a partir de la aplicación del Geno grama - sus
respectivos árboles genealógicos desde los ascendientes en tercera
generación a los descendientes del entrevistado». Lo anterior
porque el Programa partía del supuesto que parte importante de
la problemáticas vi nculadas a la adicción se encontraban
circunscritas a desequilibrios en las dinámicas familiares de los
sujetos atendidos en esta iniciativa.
Posteriormente, en los consejos técnicos se analizaban los
caso a partir de la representación gráfica que había surgido de la
aplicación del Genograma familiar en la entrevista de ingreso .
En lo que compete al campo docente, y específicamente en
el marco de la asignatura Metodología de Intervención Persona -
Farnilia, en la unidad Funcionamiento y estructura fam iliar, se
desarrolla con los alumnos a través de talleres y clases expositivas
el uso del Genograma, como parte de los contenidos de Instru-
mentos de evaluación de la estructura de funcionamiento fami-
lim: 24

2
~ De acuerdo a Briceño, los tiempos aproximados que demanda la enseñanza
del Genograma es de seis horas, las cuales se pueden dividir en dos fases . La
primera de inducción de tres períodos (tres horas de cla e expo itivas) y lu ego
otro tre de talleres para el desarrollo en el aula, principalmente de ejercicios
tendiente al manejo efectivo de dicho procedimiento .

81
El Genograma es dirigido concretamente a los elementos
estructurales del grupo familiar; así, a partir de este insumo inicial,
surgen dos herramientas importantes: el Historiograma y el Mapa
de relaciones. Ambos son los que conforman un proceso de análisis
técnico en familia. 25 En el ámbito docente, Briceño destaca que
«el proceso de enseñanza posibilita niveles crecientes de
clarificación al alumno respecto a la estructura familiar tanto de
sus casos a intervenir como de sus propias realidades».

LOS GENOGRAMAS Y RESULTADOS EN UNA PRÁCTICA


PROFESIONAL

Ana Arrellano, otra docente del Departamento de Trabajo


Social de la Universidad de La Frontera, respecto a las utilidades,
señala que los alumnos pueden «reconocer y clasificar las causas
de muchos de los problemas sociales al interior de las familias,
que se invisibilizan cuando no se aplica este método de
representación gráfica». Los Genogramas, a juicio de Arellano,
posibilitan «en el caso de los propios estudiantes, recrear muchas
veces, en sus propios contextos familiares como parte del ejercicio
académico, algunas problemáticas sociales, de comunicación y
relaciones». Ello dado que en los talleres y clases de dicha
asignatura se procede a «adiestrar al estudiante con ejercicios de
aplicación del Genograma con su propio grupo familiar, como
también con familias que constituyen los casos sociales que en el
marco de sus prácticas profesionales deben atender».
En un segundo ámbito, la replicabilidad del método es
asumida por los estudiantes «con facilidad, apoyándoseles en
ejercicios demostrativos, lo cual en lo que implica el programa de
estudios de la asignatura, demanda poco tiempo y alta efectividad.
El apoyo se basa en material docente, sobre todo en la fase de la
representación gráfica de la simbología, para posteriormente
desarrollar los distintos ejercicios de aplicación».

25
Historiograma es la simbología que implica asignar fechas al Geno grama de
los eventos vitales de los sujetos representados en el árbol genealógico. En
tanto el Mapa de Relaciones es la simbología que determina el conjunto de
cómo se establecen las relaciones entre cada unos de los integrantes del árbol
genealógico.
82
Es importante lo señalado por Arellano en cuanto a resultados
prácticos de la técnica a través de la reconstitución documental.
Tal es el caso que refiere, donde, en el marco de una Práctica
Profesional (2004) de la Carrera de Servicio Social en un Centro
Infanto Juvenil (CIJ) del sector de Santa Rosa en la ciudad de
Temuco, «los alumnos [en Práctica Profesional] lograron -
utilizando fuentes documentales - (fichas, expedientes y otros)
conformar Genogramas que permitieron reconstruir árboles
genealógicos de estos jóvenes que, por sus altos índices de
vulnerabilidad sociofamiliar, desconocían incluso a sus parientes
más cercanos».
La vinculación del Genograma con otras técnicas de trabajo
en el ámbito familiar las refiere Cecilia Mayorga, docente de
Trabajo Social de la Universidad de La Frontera, quien señala:
«desde mi punto de vista, si bien el Genograma es útil para tener
una panorámica de la familia con la que estamos trabajando, por
sí solo no aporta mayor información, sí se potencia agregándole
otros instrumentos como el Historio grama, el Mapa de Relaciones
y el Ecomapa. El primero se refiere a la información relevante en
la vida de los miembros de la familia como enfermedades,
acontecimientos referidos al ciclo vital, lugar de residencia etc. El
segundo, y para mí fundamental en la intervención con familias,
es el mapa de relaciones que muestra la intensidad y
direccionalidad y carácter de las relaciones entre los integrantes
del grupo familiar. Finalmente el ecomapa que da cuenta de las
interacciones que la familia y cada uno de sus miembros establece
con el entorno. Para muchos, el conjunto de Genograma,
Historio grama y Mapa de Relaciones es el Genograma, no obstante
son instrumentos que surgen por separado».
De igual forma, en el campo docente, Mayorga refiere
ventajas en cuanto a la replicabilidad del Genograma: «la misma
utilidad que tiene para el profesional, naturalmente la tiene para
el alumno que está aprendiendo a intervenir con familias. Más aún
hoy día cuando ha sido incorporado paulatinamente en distintos
espacios profesionales, siendo, quizás, el espacio de saludfamiliar
el más evidente. Además las estrategias de enseñanza de estos
instrumentos me parecen pertinentes, ya que los alumnos aprenden
haciendo su propio Genograma y se van entrenando en los análisis
de casos».

83
LINEAMIENTOS TEÓRICOS Y CATEGORÍAS CONCEP-
TUALES PARA LA CONSTRUCCIÓN Y COMPRENSIÓN
DE GENOGRAMAS FAMILIARES EN TRABAJO SOCIAL

Como hemos señalado tanto para la elaboración como para


la lectura comprensible de un Geno grama familiar, se requiere del
manejo de elementos básicos contenidos en la Teoría General de
Sistemas y su aplicación a los modelos familiares, como así
también, tener en mente una serie de enfoques teóricos y categorías
conceptuales que permitan recoger, ordenar e interpretar los datos
de la historia familiar.

La familia como sistema

Desde la perspectiva sistémica, la familia se ha definido como


una organización social primaria que se caracteriza porque sus
integrantes se encuentran unidos por vínculos de consanguinidad
y de relaciones afectivas de intimidad y significados, constituyén-
dose en un subsistema del sistema social más amplio, lo que im-
plica que ésta desarrolla una dinámica interna particular y propia,
pero que paralelamente recibe influencias del medio externo, la
sociedad, la que además le asigna una serie de tareas a cumplir. 26
Quintero (1997), plantea que el conocimiento integral y co-
herente de la familia es uno de los principios en la construcción de
genogramas familiares . Y en este conocimiento es necesario con-
siderar aspectos generales y particulares respecto a tres perspecti-
vas básicas que se caracterizan por su alta interdependencia y
retroalimentacióny que para efectos explicativos , se intenta
delimitarlas conceptualmente:

26
La familia cumple funciones múltiples y esenciales para el desarrollo de la
persona y para la sobrevivencia y estabilidad de la sociedad en su conjunto. La
naturaleza de sus funciones y el grado en que éstas son compartidas por otros
subsistemas sociales son variables en el tiempo y en las culturas. No obstante,
la familia en la cultura occidental, cumple bás icamente funciones de tipo
biológicas, psicológicas y sociales.
84
a) Perspectiva Estructural: ésta comprende la toma de datos a los
miembros que componen la familia, debiendo integrar en el
esquema también a familiares fallecidos o ausentes; el tipo de
familia, los subsistemas existentes, los roles que cumple cada
miembro y los límites internos y externos de la misma.

b) Perspectiva Interaccional o funcional : relativo a las formas de


relacionarse, en cuanto a pautas de comunicación, distribución
de roles, entrega de afectos, cohesión y adaptabilidad (Quintero,
1997) y también a la manera en que forman alineamientos y al
manejo del poder. Estos son graficados en el geno grama a través
del trazado de líneas, diferenciadas por la continuidad, grosor y
repetición.

c) Perspectiva Evolutiva: que integra una visión en que cada familia


atraviesa etapas de desarrollo que exigen el ejercicio de distintas
tareas en respuesta a las necesidades y demandas de sus propios
integrantes y del medio externo del que son parte, lo que en el
Genograma se visualiza en razón de las edades de sus integrantes.

Teoría estructural del funcionamiento familiar y su vinculación


al ciclo evolutivo familiar

La teoría estructural del funcionamiento familiar, visualiza a


la familia como un sistema dotado de una estructura, dada por los
miembros que la componen y sus pautas de interacción recurrentes.
La estructura da forma a la organización familiar, la cual influye
significativamente en su funcionamiento.
La estructura del sistema familiar es relativamente fija y esta-
ble para poder sustentar a la familia en sus tareas y funciones, al mis-
mo tiempo que debe ser flexible y adaptable, para poder responder a
los diversos requerimientos de situaciones de vida y de las distintas
etapas del desarrollo evolutivo de la familia, es decir, como sistema
responde a las características de estabilidad y cambio (Chadi, 2000).
Dentro del sistema familiar se diferencian subsistemas, entre ellos
se encuentran el subsistema conyugal, referido a la relación de pareja;
el subsistema parental, referido a la relación padres - hijos y el subsistema
:fraternal, referido a la relación entre hermanos. Los componentes fun-

85
damentales de la estructura familiar corresponden a las normas, los
alineamientos y la jerarquía de poder (Hidalgo et al, 2002:30). 27
Las normas guían a la familia, en términos de asignar los
roles y las expectativas del rol de cada miembro. Acerca de los límites,
se señala que la claridad de ellos al interior de la familia es un
parámetro útil para evaluar su funcionamiento; al respecto Hidalgo
(2002) señala que cuando la familia se vuelca sobre sí misma,
aumenta en forma excesiva la preocupación de unos respecto de los
otros y se pierde la distancia entre sus miembros, los límites se
esfuman y la diferenciación de los subsistemas se hace difusa. Las
familias que presentan este tipo de funcionamiento han sido
categorizadas como «familias aglutinadas», puesto que existe una
pérdida de la autonomía entre sus miembros, lo que por cierto
inhibiría el desarrollo afectivo y cognitivo de los mismos, impidiendo
el cumplimiento «normal» de las tareas correspondientes al ciclo
vital individual y familiar.
27 El modelo evolutivo de la familia es un concepto ordenador para entender la
evolución secuencial de las familias y las crisis transicionales que atraviesa en
función del crecimiento y desarrollo de sus miembros. Desde la sociología,
Reuben Hill y Evelyn Duvall en 1948, observaron que cada miembro de las
generaciones joven, media y mayor en la familia, tienen sus propias tareas evo-
lutivas y que el logro de ellas por uno de sus miembros depende de y contribuye
al logro exitoso de las tareas de los demás. Duvall en 1957 publicó uno de sus
trabajos en que dividió el ciclo vital en ocho etapas, todas ellas relacionadas con
entradas y salidas de miembros de la familia y con eventos nodales de la crianza.
Una generación se apoya sobre la otra en una «espiral generacional» de mutua
interdependencia. El modelo plantea que así como el hombre nace, crece, se
desarrolla y muere, la familia también atraviesa un ciclo evolutivo, compuesto
por diversas etapas en que debe ir respondiendo a los requerimientos del medio,
quien le exige ir logrando ciertas metas, superando tareas de desarrollo como un
pre-requisito funcional necesario para un adecuado crecimiento. Los momentos
de transición en la vida familiar producen tensiones que exigen cambios en la
organización familiar para adaptarse a las necesidades cambiantes de sus miem-
bros. Los límites se relajan o se hacen rígidos, las reglas y los roles se confun-
den, se replantean jerarquías, se reviven conflictos irresueltos. Estos momentos
serán más o menos estresantes según sea la historia de resolución de las crisis
vitales, la cohesión familiar, y la adaptabilidad (Hidalgo et al, 2002: 151 - 162).
Se ha elaborado una guía práctica que contiene las etapas del ciclo vital familiar
y tareas que debe cumplir durante ella, a partir de la cual el Trabajador Social
puede evaluar el grado de adaptabilidad de la familia, medir su capacidad de
manejo del estrés psicosocial tanto a nivel individual como del sistema familiar
en general. Por razones de espacio editorial la consignamos en el Anexo Nº 1.

86
En el otro extremo del continuo están las familias cuyos limites
son muy rígidos, con escasa comunicación entre los subsistemas, lo
que toma dificil el cumplimiento de la función protectora de la familia,
dando lugar a estructuras familiares de funcionamiento «desligad0», lo
que se caracteriza por que cada miembro se relaciona con los demás
como si tuviera poco que ver con ellos, con una mínima dependencia
hacia los otros, con limites fuertemente delimitados e impermeables. 28
Es preciso señalar aquí que un sistema familiar puede tener
subsistemas aglutinados y desligados en un mismo momento del ciclo
vital familiar; por ejemplo, durante la etapa de «Crianza Inicial de los
Hijos» 29, que se caracteriza principalmente por la transición desde una
estructura diádica a una triádica, la madre en plena etapa de lactancia
puede generar aglutinamiento en el subsistema filial, y desligamiento
en el subsistema conyugal; este núcleo, de no lograr el equilibrio
cumpliendo con ello la tarea básica del ciclo evolutivo en que se
encuentra, perpetuando dicha dinámica interna, podría llevar a un
debilitamiento de la independencia del hijo, conflictos en el subsistema
conyugal y triangulación del hijo, quien pasa a ser emisario de los
conflictos entre los cónyuges, quedando por tanto, en algunos casos,
parentalizado, es decir, inserto en el subsistema conyugal.
Finalmente, los alineamientos y jerarquías de poder se refieren a
la unión de dos o más miembros del sistema cuyo fin es llevar a cabo
una operación en particular. Estas uniones pueden tomar formas de alian-
za, que es cuando dos o más miembros del sistema se unen para alcan-
zar una meta o interés común; coalición, tiene que ver con la unión en
contra de un tercero y triangulación que se refiere a la instrumentalización
entre uno u otro miembro de la familia, quien pasa a ser el puente de
comunicación - viciada o tóxica - entre la díada.

28
Las normas, las cuales definen las relaciones entre los miembros, tiene la
particularidad de universales y explícitas y otras implícitas o idiosincráticas, en
razón de un determinado espacio social y cultural. Las normas pasan por «el
colador» del grupo familiar al cual «gobiernan». Los roles definen las tareas
que se espera desempeñe cada uno de los miembros. Los límites, que están
constituidos por reglas que indican quiénes y de qué manera participan los inte-
grantes del sistema en las transacciones familiares, teniendo como función pro-
teger la diferenciación del sistema y de sus subsistemas, lo cual requiere que los
límites sean claros, con cierto grado de flexibilidad, de modo que permitan a
los subsistemas y al sistema en general adecuarse a las demandas funcionales .
29
Ver anexo Nº 1.

87
Categorías Conceptuales: Tipologías de Familias desde la perspec-
tiva estructural de las familias en Trabajo Social

a) Familia Nuclear: compuesta por los padres e hijos, integrando dos


generaciones, cuya unión puede estar basada en el consenso o en apego
a la norma juridica. Sus integrantes necesariamente deben compartir
hogar común, desarrollando por consiguiente sentimiento más profun-
dos de afecto, intimidad e identificación. Su estructura y funcionamien-
to la hace más propia de las zonas urbanas; planteándose también como
la familia nuclear occidental. En términos antropológicos ha sido deno-
minada familia conyugal o restringida (Quintero, 1997: 19). 30

b) Familia Extensa: compuesta por tres o más generaciones, y está inte-


grada por la pareja con o sin hijos y por otros miembros como parientes
consanguíneos, ascendentes, descendentes y/o colaterales.

c) FamiliaAmpliada: se deriva de la familia extensa, pero ésta permite


la presencia de miembros no consanguíneos o parientes, es decir, vecinos,
amigos, ahijados, etc.

d) Familia Simultanea: la cual está integrada por una pareja, en donde


uno de ellos o ambos tienen hijos nacidos de una relación anterior,
debiendo todos compartir el hogar común.

CONSTRUCCIÓN DEL GENOGRAMA FAMILIAR EN


TRABAJO SOCIAL

La construcción del Genograma familiar, de acuerdo a lo


señalado en el trabajo Genogramas en la Evaluación Familiar (2000)
de McGoldrick y Gerson supone tres niveles: 1) Trazado de la estructura
familiar, 2) registro de la información sobre la familia y 3) delineado de
las relaciones familiares (McGoldrick y Gerson, 2000).
La información que permite graficar el Genograma debe ser
obtenida por el Trabajador Social a partir de entrevistas tanto con el
30
Ésta a su vez se subdivide en a) Familia Nuclear Simple integrada sólo por la
pareja), b) Familia Nuclear Monoparental (compuesta por el padre o la madre y
los hijos) y e) la Familia Nuclear Biparental (integrada por ambos padres y los
hijos).

88
sujeto índice de la intervención, como de su grupo familiar, además
de la observación directa e interpretación de la información no verbal
que proporcionan los sujetos en el transcurso de las mismas. Estas
entrevistas que habitualmente se dan en el espacio institucional deben
ser complementadas con la visita en terreno, la cual permite ver a los
sujetos interactuar en su propio contexto.
Tanto la entrevista a distintos miembros del grupo familiar, como
la observación en su propio espacio familiar, deben ser entendidas
como un esfuerzo por comprender a partir de los propios sujetos, las
significaciones y sentidos que éstos otorgan a su forma de estructura-
ción y funcionamiento.

Trazado de la estructura familiar

El trazado de la estructura familiar en la construcción de


Genogramas familiares, desde Trabajo Social, se inicia con la des-
cripción gráfica de los miembros de la familia en relación al sujeto
índice de la intervención, y de cómo están ligados biológica y jurí-
dicamente. Este trazado es la construcción de figuras que represen-
tan personas y líneas que describen sus relaciones de parentesco o
consanguinidad.

FIGURANº20
Simbologia de Genograma en Trabajo Social

O ~'_i_n_a_s · i_o__.
c_i_tlll_
l
,•
a orto
e sp ontáne o *1 abo11o
provocado

Q _r_e_.m_e_1_m_1_0__.
._l
gemelos
cli~igóticos

OQ 1s1tjeto índice 1
gemelos
i(lénticos
~ relación fraternal
LJ U bermauos , [SJ !muerte 1

.
0 (V Ó la(lo¡>ción j
l jembarazol

89
Como se dio a conocer en capítulos anteriores, existen di-
versas nomenclaturas de figuras y líneas para representar a las
personas y sus relaciones, no obstante Trabajo Social ha asumido
para si aquellas acuñadas por el grupo de la «Task Force of The
Nort American Primary Care Research» presidido por McGoldrick
(2000 : 26 y 37; Quintero, 1997). 31
En el genograma familiar las personas que se encuentran
casadas están conectadas por líneas horizontales y verticales
contínuas; las relaciones consensúales utilizan líneas discontínuas;
ambas con el hombre situado a la izquierda y la mujer a la dere-
cha. La fecha de la unión se indica con la letra «m» seguida del
año. En las líneas de casamiento se indican también las separacio-
nes y divorcios a través de barras perpendiculares: una para la
separación de hecho, que indica el cese de la vida en común, y dos
para el divorcio que indica el término del vínculo jurídico.

FIGURANº21

e¿ 1In. 19751 '·Q T1


~
"': --..--
,·'()

--,. . --,AM} - ~

lmrión jmiclica t 1 mrión consensual 1

11980 separació~ 11983 divorcio 1

Fuente: Elizabeth Elicer Fuentes (elaboración propia, mayo 2005)

Este tipo de núcleos familiares son llamados en Trabajo So-


cial familias nucleares simples, puesto que no contemplan la lle-
gada de los hijos, sea esto por una opción o por la imposibilidad
biológica de procrear.

31
Véase la sección de anexos de Quintero 1997, gráficos 1, 2 y 3 respectiva-
mente.
90
Para graficar familias con hijos se utilizan líneas verticales
que penden de la línea horizontal correspondiente a la unión con-
yugal. Los hijos deben ser ubicados de izquierda a derecha, de
acuerdo a la edad cronológica. Los miembros de la familia que
comparten hogar común se encierran a través de un trazado de
línea discontinua cerrada.
FIGURANº22

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Fuente: Elizabeth Elicer Fuentes (elaboración propia, mayo 2005)

Registro de la información familiar

Cuando se ha diagramado la información estructural del


grupo familiar es posible comenzar a incorporar información que
permita individualizar a cada miembro del sistema, es decir,
nombre, edad, fecha de nacimiento y fallecimiento, según
corresponda, además de información referida a sucesos familiares
críticos y transiciones importantes, que incluyen cambios de
trabajo, de lugar de residencia, separaciones, fracasos y éxitos.
Dado que el Geno grama familiar debe constituir una muestra
gráfica clara respecto del sistema familiar, se debe tener en
consideración la necesidad de registrar sólo los datos más relevantes
de la situación actual y por tanto evitar la saturación visual del
mismo. No obstante, no se debe subestimar ninguno de los datos
reportados por los miembros de la familia, por lo que se utilizan
tablillas para recoger información que no cabe en el Genograma,
tales como el nivel de escolaridad, ocupación, antecedentes
mórbidos y hechos significativos en general.

91
Demostración de las relaciones familiares

La demostración gráfica de las relaciones familiares y pau-


tas vinculares es la de mayor deducción y se basa en la informa-
ción verbal que entregan los miembros de la familia y en observa-
ciones directas. Es en esta etapa de la construcción del Geno grama,
cuando el Trabajador Social debe estar atento a captar informa-
ción respecto de cómo se distribuyen los roles y si éstos cumplen
o no con las expectativas de los miembros. Se debe observar tam-
bién el funcionamiento de los subsistemas familiares, respecto de
su conformación y límites, estando atento a la existencia de alian-
zas, coaliciones y/o triangulaciones; como así también respecto a
su interrelación en cuanto a grados de cohesión y adaptabilidad en
razón a la etapa del ciclo vital familiar.
Las relaciones familiares y pautas vinculares entre los miem-
bros del sistema familiar, se grafican en el Genograma a través del
trazo de líneas que unen a uno y otro integrante.

FIGURANº23
Gráficas de relaciones familiares

Enlace fusionado, intenso , con tenclencia


al aa utinamiento

======. Unidos , enlace mocleraclo I 1

- · - - - ,. - - - - - ~ 1Relación distante r

.................. ~ . . . . . . . . . . ...,. . . . !
•#••.tt.. ...................Ml'itt ... j Fusionados y conflictivos j

Elizabeth Elicer Fuentes (elaboración propia, mayo 2005)

92
Análisis de un Caso Social

El presente Genograma familiar corresponde a un estudio de


caso realizado en el contexto de Medida de Protección a un niño,
dictada por el 1° Juzgado de Menores de Temuco, en respuesta a
denuncia de cuidados negligentes y supuesto maltrato infantil, rea-
lizada desde el consultorio del sector, donde el niño recibía atención
en Programa Control de Niño Sano (PCNS), por lo que fue ingresa-
do a diagnóstico en modalidad residencial en CTD (Centro de Trán-
sito y Diagnóstico, Servicio Nacional de Menores).

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93
El objetivo de la evaluación del caso social estaba orientado a
establecer el nivel de competencia de la familia que le permitiese
hacerse cargo del cuidado del niño y, en su defecto, encontrar a algún
miembro de la familia ampliada que pudiese asumir la responsabili-
dad y entregar el niño en tuición, evitando con ello su ingreso al siste-
ma de protección simple de la red del Servicio Nacional de Menores
(SEN AME), puesto que en muchos de los casos, esta medida contri-
buye a romper el vínculo del niño con sus referentes familiares con la
consiguiente institucionalización del mismo.
El proceso evaluativo culminó con la entrega de la tuición del
niño - bajo seguimiento del caso por parte del profesional Asistente
Social - a la señora Pamela, 32 tía en línea materna, quien, de acuerdo
a registro de visitas con que cuenta la institución, era la que visitaba
permanentemente al niño (dos y hasta tres veces por semana) y que
como muestra el Genograma se encontraba inserta en el núcleo fami-
liar de su pareja con quien mantenía una relación de convivencia des-
de hace dos años.

Interpretación del Genograma

El Geno grama muestra un árbol familiar que integra cuatro ge-


neraciones, en el que se visualiza una estructura matriarcal con un
debilitamiento de las figuras masculinas, predominando las uniones
consensuales o de hecho que, en algunos casos son de poca estabili-
dad. Se observa además, el embarazo adolescente, como una pauta
reiterada durante las tres primeras generaciones. 33
El sujeto índice del Genograma familiar corresponde a prees-
colar de dos años y cuatro meses, hijo de relación no matrimonial y en
el contexto de embarazo adolescente, quien, hasta antes de ser ingre-
sado a diagnóstico residencial dentro de la red SENAME, vivía junto
a su madre y abuela materna, estando principalmente bajo el cuidado
de su bisabuela, Rosita.

32
Las identidades presentadas han sido alteradas, como así también algunas
situaciones del Caso.
33
El cuestionamiento para el Trabajador Social aquí debiera orientarse, por
sobre juicios valorativos de la·conducta sexual de las mujeres, a comprender el
significado de la maternidad para este grupo social y/o al acceso que han tenido
a programas de control de natalidad.

94
La casa de la señora Rosita se encontraba emplazada en un sitio
en el que además existían cinco viviendas ocupadas por cinco de sus
siete hijas mujeres, quienes conformaban sus respectivos núcleos fa-
miliares basados en relaciones consensuales.
El grupo con el que convivía el sujeto índice, correspondía a
una familia de tipificación estructural extensa monoparental, en don-
de sólo se distingue el subsistema filial de característica transgenera-
cional.
La dinámica de funcionamiento da cuenta de un grupo agluti-
nado, con escasa diferenciación entre un núcleo familiar y otro, con
tendencia a un actuar caótico generado por la falta de claridad de las
normas de convivencia y de la asignación y cumplimiento de los ro-
les, en una suerte de circulo vicioso inter y transgeneracional, lo que
redundó en un ejercicio deficiente de los roles parentales, siendo, el
grupo aglutinado, incapaz de responsabilizarse efectivamente de la
crianza, cuidado, mantención y adecuada socialización del sujeto ín-
dice.
Sobre las relaciones, en el genograma se observan, principal-
mente, vínculos de apego basados en alianzas familiares, que en este
caso, dada la condición de extrema pobreza, resulta una estrategia de
subsistencia. No aparecen graficadas coaliciones, conflictos o
triangulaciones de algún miembro, con excepción de la relación con-
flictiva entre la señora Marta, abuela del niño y la señora Lucía, ma-
dre de la pareja de Pamela. Aún cuando las relaciones conflictivas
pueden ser evaluadas negativamente, en este caso particular, se otor-
gó una valoración positiva al mismo, en razón a que dado el funcio-
namiento aglutinado de la familia de origen del preescolar en cues-
tión, la relación de conflicto entre la señora Marta y Lucia contribuye
al levantamiento fronteras y límites entre un núcleo y otro, propician-
do la posibilidad de fijar la responsabilidad de crianza, protección y
socialización del niño en un número limitado de personas, que repre-
senten para él una base estable, con referentes concretos en la entrega
de afectos y establecimiento de normas claras de comportamiento y
sanción.
En relación a determinar la etapa del ciclo vital de la familia, no
es posible establecerla con claridad de acuerdo a criterios teóricos por
la condición de familia ampliada. Así el criterio evaluativo se enfoca
en determinar la capacidad de respuesta del núcleo ampliado, en ra-
zón de las demandas de la etapa del ciclo vital individual que cursa el
niño.
95
Finalmente, en relación al caso social presentado, cabe hacer
mención de dos consideraciones que a juicio de esta investigadora
(Elicer, 2005) resultan en extremo relevantes.
Como primera consideración, mencionar el carácter etic de
la evaluación, que se explica por el contexto institucional desde el
cual se aborda el caso - sistema judicial - que busca la protección
de la infancia bajo parámetros que establecen criterios de
funcionalidad o disfuncionalidad del sistema familiar por sobre la
comprensión de los significados en las pautas de comportamiento
y de relación de los sujetos.
Como segunda consideración y última, mencionar el doble
rol que el Trabajador Social cumple en el campo laboral jurídico y
de infancia, en el que, por un lado evalúa y por otro interviene en
la realidad social, con el fin de construir una situación nueva,
superadora de la anterior, lo que sólo es posible a través de la
comprensión del sistema de significados que los sujetos tienen de
su propia realidad y de la incorporación de una mirada macro que
permita también articular la red social e institucional, en función
de aportar a dicha construcción.

96
Capítulo Quinto
Interpretación e informatización genealógica

Este capítulo desarrolla dos ejes que se complementan; en primer


lugar, analizaremos un ejemplo práctico de la interpretación
genealógica, es decir, una parte fundamental de su utilidad práctica.
En una segundo momento reseñaremos - dada la multiplicidad de
información - acerca de los procesos de informatización de los datos,
específicamente los programas computaciones dirigidos al desarrollo
genealógico.

INTERPRETAR LAS GENEALOGÍAS Y COMUNICAR


DATOS

La interpretación y comunicación de la información que surge


del procesamiento genealógico es el último paso del proceso
investigativo y cobra sentido al poder mediante diagramas, árboles y
figuras genealógicas, presentar los datos que fueron parte de los
objetivos del estudio.
Para estos efectos, retomaremos el trabajo: Diagnóstico sobre
inserción laboral de mujeres mapuche rurales y urbanas (1993) de
Sonia Montecino, Loreto Rebolledo y Angélica Wilson, por la
posibilidad que nos brinda de comprender los objetivos de dichas
investigadoras y la efectividad del método genealógico.
En ese marco, nos hemos permitido reseñar y algunas secciones
de esa publicación reproducirlas textualmente con el fin de no
desviamos del sentido original de las mencionadas investigadoras.
La referida publicación, data de diciembre de 1993 y fue el resultado
de una investigación que contó con el apoyo del Servicio Nacional de
la Mujer (SERNAM) y el Programa Interdisciplinario de Estudios de
Género de la Universidad de Chile. Presumiblemente el trabajo de
campo debió desarrollarse ese año o a finales de 1992. El objetivo fue
un diagnóstico sobre la inserción laboral de mujeres mapuche rurales
y urbanas, dado el déficit de información que a esa fecha había sobre
este importante tema. Apoyadas en un censo de la época ( 1992) ana-
97
lizaron los indicadores pertinentes, más bibliografía sobre la
temática. En lo que es el trabajo de campo, se recogieron datos en
tres regiones de Chile, no obstante la aplicación del método
genealógico se materializó en una comunidad mapuche, en la región
de La Araucanía, específicamente en Chihuinpilli, Freire.
Los criterios de selección del lugar, [de esta comunidad
indígena] obedecieron a un conjunto de información previamente
obtenida por las investigadoras, que daban cuenta del cultivo de
remolacha, faena que retiene población, toda vez que posibilita
ingresos económicos, tanto a hombres como a mujeres.
A ello se sumaba que en dicho lugar existía un fundo
económicamente importante - según refieren las investigadoras -
y que se traducía en una fuente laboral para los miembros de esa
comunidad. Lo que consideramos relevante para nuestros efectos,
es que (Montecino et al., 1993) con bastante claridad, analizan las
genealogías y las interpretan de forma tal, que el lector comprende
a cabalidad la efectividad del método.
En ese contexto, una vez realizadas las genealogías los re-
sultados fueron presentados mediante dos mecanismos que las in-
vestigadoras denominan: a) análisis de la información laboral por
generaciones y b) información por ramas familiares respectiva-
mente.

l. Análisis de la información laboral por generaciones

El trabajo antes señalado presenta una genealogía extendida


de 224 personas, que por razones de espacio editorial - en esta
ocasión - es imposible reproducir. En el texto original la genealogía
debió plegarse dada su extensión.
En esta oportunidad intentaremos diagramar parte de esa
información para dimensionar la ubicación genealógica de esta
familia mapuche. En ese marco reiteremos que la figura Nº 25
sólo es un diagrama referencial y en ningún caso la genealogía
presentada por éstas investigadoras en dicha publicación.
Los símbolos que hemos elaborados y que presentamos son
para que nuestros lectores nos acompañen y se ubiquen (en un
croquis) en el análisis (de la información laboral por generaciones)
que dichas autoras desarrollaron.

98
FIGURA Nº25
Diagrama de ubicación de la genealogía

1 1

11 X

1 1 1
111 X X XXX

IV X X XXXX X X X xxxxxx X XX
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
V XX xxxxxxxxxx xxxxxxx X X X X

Al analizar la figura nos permite imaginar la genealogía de las


224 personas (todas las x, más nuestros símbolos), que se distribuyen
en cinco generaciones (I, II, III, IV y V, romanos) indicados al costado
izquierdo del diagrama. Las líneas simulan las relaciones genealógicas.
Los cuadros con un número en su interior (1, la, 2, 3, 4, 5, 6 y
7) son las ramas familiares sobre las cuales posteriormente se hizo
otro análisis, el de «ramas familiares» que veremos más adelante. El
Ego en esta ocasión, señalada con un círculo en su interior es una
mujer, Mercedes Huincabal. Las distintas equis (cercanas a los
símbolos) representan los otros individuos de estos troncos familiares,
(abuelos, tíos, primos, hermanos, hijos, sobrinos, etc.) que si viéramos
el original son efectivamente las cadenas genealógicas. En ese marco,
según (Montecino et al., 1993 :45) la información laboral por
generaciones es la siguiente: 34

1. En la primera generación, los hombres [ G] los bisabuelos de


Mercedes Huincabal de quien no sabemos su edad - pero
hipotéticamente establezcámosle 30 años - nos proyecta que
estamos remontándonos unos 120 años] se dedicaban a la
agricultura y ganadería. Las mujeres al trabajo doméstico, la huerta
y la textilería, realizando labores de apoyo al trabajo doméstico.

34
Nos hemos permitido reproducir en forma textual, parte de esta sección del
trabajo de Montecino, Rebolledo y Wilson ( 1993). Sin embargo, las [ ] son
nuestras, para algún comentario que no aparece en la publicación original.
99
2. En la segunda generación [§ll!lmmm [i) ] las mujeres combi-
naban ser dueña de casa con actividades de producción y comer-
ciales: huerta, textileria, costura. Hay un caso, (Mercedes García
Hueche) en donde la mujer se casa dos veces [de ahí que pusimos
tres cuadros con el número 2, sin embargo, en el original figuran
triángulo, círculo y triángulo respectivamente] y es la dueña de la
tierra, asumiendo además la categoría de agricultora. Los hom-
bres continúan como agricultores, ganaderos, combinando en un
caso con comercio agrícola.

3. En la tercera generación [ 5 ~ l'i!@ll7Hi1 ] se observa por un


lado que una rama, las mujeres ya tienen un grado profesional
(son profesoras). En general las mujeres siguen siendo dueñas de
casa, pero combinando actividades de producción y
comercialización: huertas y textileria. Se ve claramente que co-
mienzan a ser importantes las actividades comerciales femeninas
y en esta generación aparece por primera vez el dato de la migra-
ción hacia Santiago y el consiguiente trabajo como empleada do-
méstica (dos casos). Por su parte, los hombres continúan como
agricultores , algunos empiezan el cultivo de la remolacha, otro
compra un camión y comienza a realizar fletes, los más pobres
combinan la agricultura en su predio con venta de fuerza de traba-
jo permanente o temporal en un fundo cercano.

4. En la cuarta generación, [[Q)donde está nuestra Ego] las muje-


res aparecen en labores domésticas y en la producción textil [hay
una nota al pie de página que dice que son mujeres de una Ong,
que desarrollan dicha actividad] y de huerta combinando con ac-
tividades comerciales. Surgen para ellas trabajos relacionados con
la remolacha, ya sea como dueñas remo lacheras, [hay una nota al
pie de página que dice que un informante señala que la empresa
hace contrato con la mujer para demostrar más responsabilidad
de éstas ] como trabajadoras en los predios fami liares o en los ve-
cinales . Se dan otros dos casos de migración feme nina a Santiago
a trabajar en empleo doméstico. Por su parte los hombres conti-
núan en la agricultura, abocados a la producción de remolacha, en
un caso obteniendo maquinarias agrícolas (cosechadora) utilizán-
dolas en su predio, así como vendiendo servicios a otros; también
algunos se ocupan de fletar. Los hombres con menos recursos tra-
bajan a trato , por temporadas con los remolacheros y venden fuer-
za de trabajo temporal en el fundo vecino.

100
5. En la quinta generación [marcadas con xxxx] se observa para
las mujeres el desempeño de actividades profesionales o técnicas
en Temuco (profesora, secretaria, contadora), la continuidad de
dueña de casa que se combina con tejido y comercio, pero en su
gran mayoría son estudiantes. Los hombres son agricultores (en la
remolacha) y en su mayoría estudiantes.

Finalizado este proceso, las investigadoras proceden a


efectuar un segundo análisis, pero esta vez de la información
obtenida por «ramas familiares» que reproducimos textualmente
(Montecino et al., 1993:46 y 48).

2. Análisis de información por ramas familiares

Las investigadoras desarrollan un análisis por cada una de


las ramas familiares que en este caso son siete. Recordemos, que
según nuestra señalética las familias corresponderían a las que
mostramos a continuación, pero en este caso nos abocaremos a los
números tres del siguiente cuadro.

,_

1N° Simbología 1 1 Identificación de las familias J

1 ffi i Familia Filumil Romero, Lleuful Sandoval


2 12 21 Familia de Mercedes Garcia Hueche
3 3 13 l 31! 3 Familia Huincahal - Trangal; Colipi - Raguile1
4 mrn Familia Pichilén Huincabal
s i f
~ - Familia Ruine ab al 1\.Jfillao
6 5 5 Familia Huinc:ab al Callulaf
,jii
7 n T Familia Marín Huincab al

Nos es imposible reproducir todos los análisis de cada una


de las siete ramas familiares, por tanto a modo de ejemplo,
consignaremos el caso particular de la rama tres (3), la familia
Huincabal - Trangol; Colipi - Raguileo. La indicamos en este caso
en la Figura Nº 26 (a continuación) y que nos proporciona una
orientación acerca de la realización del proceso con las restantes
seis ramas familiares.
101
FIGURANº26
Familia Huincabal - Trangol; Colipi - Raguileo

1 1

11

11 X

IV X XXX XX xxxxxxx

V xxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxx

Se trata de la unión entre Juan Huincabal y María Trangol y


de Mauricio Ragileo con Rosa Colipi respectivamente . Los núme-
ros tres ( üJ ) de nuestra señalética, que son a quienes efectuaremos
el ánalisis de su rama familiar.
Para mayor comprensión reproducimos a continuación del
texto original, (Montecino et al., 1993 :55) la correspondiente ge-
nealogía, la cual presenta a cada uno de los sujetos con su ocupa-
ción (oficio), sin embargo, omite la individualización ya que en
otra figura previa de dicho trabajo se ha extendido la genealogía
con los otros datos complementarios.

102
<l ,.

o ~
11
<3 "
<l ...
o -

103
Ejemplo del análisis por ramas familiares (Montecino, et al.
1993:47)

c) La rama Huincabal - Trangol; Colipi - Raguileo , evidencia una


serie de rasgos interesantes. Por una parte, se aprecia que más o
menos 5 miembros (tres mujeres) se dedican a la actividad comercial
(venden mercaderías en la comunidad o se dedican al comercio de
hortalizas en la feria de Temuco). En una de las subramas, siendo el
padre obrero agrícola del fundo cercano, sus hijos hombres venden
fuerza de trabajo (están en peores tierras y en las más pequeñas) en
el mismo fundo del padre y sacan «trato» en la remolacha. Debido a
su pobreza no se han casado [hay una nota al pie de página que
dice : los informantes dijeron que ellos «fuera de pobres son buenos
pal trago ¿Quién los va a mirar?»] Siendo la madre «huertera» y
comerciante, una de las hijas es dueña de casa, otra tiene pensión de
invalidez y otra está en Santiago desempeñándose como empleada
doméstica. En la otra subraya, se aprecia algo distinto: la madre es
comerciante y tejedora y el padre dedicado a la remolacha y los
fletes; dos hijos 1 hombre y 1 mujer siguen la «tradición» de la
madre (comercio y huerta), el otro es un obrero agrícola permanente
en el fundo y una mujer asume la «tradición» del padre, toda vez
que es remolachera (está casada con un hombre que va a vivir a sus
tierras). Por último, una hija migró a Santiago y es empleada
doméstica. Podemos ver, entonces, que en esta rama se produce una
combinatoria de trabajo agrícola y comercio, mezclado con venta
de fuerza de trabajo. Nuevamente las marcas de las primeras
generaciones quedan impresas en el desarrollo de esta familia .

Una vez finalizados ambos tipos de análisis (por generación


y por ramas familiares) Montecino (et al 1993) integran la
información en una conclusión general de la sección, que posibilita
una visión global de todo el proceso investigativo. En esa sección
final se hace referencia a los gráficos parentales, a los datos tanto
por generaciones, como por las ramas familiares. Todo lo anterior
contribuye a aportar elementos técnicos al objetivo central del
trabajo , que era la confección de un diagnóstico sobre la inserción
laboral de mujeres mapuche rurales y urbanas .

104
PROCESAMIENTO COMPUTACIONAL DE LA INFOR-
MACIÓN

El análisis informático es en la actualidad un elemento coti-


diano y la investigación social uno de los campo donde este re-
curso permite ahorrar tiempos, procedimientos y manejar volú-
menes significativos de datos . El tiempo dedicado a los computa-
dores sobrepasa largamente a otras actividades .
En Análisis informático de datos en la investigación cuali-
tativa (1997) de Lara, dimensiona este aspecto señalando «s i tu-
viéramos que buscar un hecho semejante en la hi toria de la cien-
cia, no dudaríamos en comparar este cambio con el que debió su-
poner en su día la suplantación de los copistas por la imprenta»
(Lara, 1997:181).
Antes de la aparición de programas computacionales se ela-
boraban genealogías extensas, pero el costo en tiempo era consi-
derable. Los reportes de onomásticos fueron en su tiempo uno de
los informes más usuales para comenzar a rastrear ascendientes .
Al respecto y siguiendo a Mejías (2004) nos señala que en 1676 el
español Jerónimo Sosa, fue popularizado por el alemán Stephan
Kekule von Stradonitz, en su Ahnentafel Atlas de 1896. Por cuan-
to el primero, adoptó la palabra alemana «Ahnentafel» que signi-
fica cuadros de antepasados, para un sistema de enumeración.
Mejías (2004) nos explica dicho sistema, donde cada perso-
na tiene un número único de tal manera que su padre tiene ese
número duplicado y la madre el doble más uno . O viceversa, el
hijo es siempre la mitad del número de los padres (si ignoramos el
residuo o resto de la división por 2, si lo hubiere) .
Por ejemplo, el padre del #6 tiene el# 12 (doble del hijo) y la
madre el #13 (el doble del hijo más uno) . El hijo de # 12 y # 13 es
#6 (12 entre 2 es 6 y 13 entre 2 es 6, si ignoramos el resto de la
división que es 1). Con esta regla, un cuadro Ahnentafel (o Sosa)
de ancestros sería como se señala en la figura Nº 27 .

105
FIGURANº 27
Cuadro Ahnentafel de ancestros

1 y así sucesivamente hasta llegar al antepasado más antiguo 1

15. Su bisabuela, la madre de la abuela materna


14. Su bisabuelo, el padre de la abuela materna
13. Su bisabuela, la madre del abuelo materno
12. Su bisabuelo, el padre del abuelo materno
11. Su bisabuela, la madre de la abuela paterna
10. Su bisabuelo, el padre de la abuela paterna
09. Su bisabuela, la madre del abuelo paterno
08. Su bisabuelo, el padre del abuelo paterno

07. Su abuela materna


06. Su abuelo materno
05. Su abuela paterna
04. Su abuelo paterno

03. Su madre
02. Su padre

Cualquier persona

Con este sistema manual se organizaban los nombres y se


conformaban los árboles en papel e iban uniendo estas planas y
así establecían diagramas generales. Más tarde , con la prolifera-
ción de lo s computadores y la irrupción en el mercado , se comen-
zó a utilizar como base de datos el Microsoft Access y para dibu-
jar los árbo les genealógicos el programa Excel, pero las dificulta-
des técnicas lo hacían inviable.

106
En la actualidad, los programas informático del tipo que
pretendemos dar a conocer, no son otra cosa que un facili tador de
tarea en análisis estadísticos complejos , las funci ones son
desarrolladas en un menor tiempo, lo que hace ju tamente evitar
formas manuales donde el elemento error es con iderablemente
más alto .
La comodidad que supone entonces, «la simple introducción
de datos en una máquina, preparar un programa de interpretación
y pulsar la tecla correspondiente al análisis deseado; y más aún si
pensamos que con la máquina se ha reducido con iderab lemente
la posibilidad de cometer errores» (Lara, 1997: 181) se ha cimentado
el uso de programas computacionales en las Ciencias Sociales .
Existen muchos programas computacionales, gratuitos y
comerciales, para crear bases de datos genealógicos, fomentado el
uso generalizado del Internet. Lo anterior ha posibilitado difundir
diversos materiales, archivos, documentos, fuentes y mecanismos
para compartir los datos sobre las familia s en todo el mundo
posibilitando el crecimiento del trabajo Genealógico .
En lo que respecta a software, en tanto , predomina entre los
exp rtos el criterio que para calificar la calidad de éste debe ser de
fáci l aplicación. En tal sentido el mejor programa debe contribuir
a facilita r el acceso directo a los datos sin tener que e tar revisando
toda la base de datos primarios. En ese contexto los programas
más cotizados se describen asimismo por la vista previa de la
impresión y las distintas herramientas que poseen entre las que se
cuenta el de estar en línea y guardar la información en formato
Web .
Un aspecto básico es que el software debe concordar también
con el formato «Genealogical Data Communication» (GEDCOM
- Comunicación de Datos Genealógicos), elemento que permite
fluidamente el intercambio de información entre las aplicaciones
genealógicas standard . 35

35
GEDCOM : Es un «s istema adoptado en casi todo lo programas de
genealogía, que permite convertir la información que bemo ido incorporando
al programa a un lenguaje común que es aceptado por cualquier otro programa
que opere con este sistema, ev itando así tener que volver a tipear nuevamente
lo dato familiares. Sólo tiene unos pequeños inconvenientes , no reconoce
la «eñe » en el caso de Nuñez lo traduce por uohez, como así tampoco lo
acento , Montórfano lo lee como Montaorfano, ambo errare deben corregirse
manualmente» (S kovgaard, 2002).

107
Según los expertos, entre los programas que reúnen estas
condiciones, pese a la constante aparición de nuevos software se
encuentran el «FamilyTree Mak:ern, <<Family Chronicle» y «Dynas-
Tree» respectivamente.

BASES DE DATOS GENEALÓGICOS

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días,


también conocida como Iglesia Mormona, es la propietaria del
archivo genealógico más importante y voluminoso del mundo, ello
dado asuntos doctrinarios que plantean que las familias (mormonas)
pueden seguir unidas después de la muerte. En esa lógica el bautismo
de muchos ascendientes (fallecidos) es un tema central del dogma y
de ahí la necesidad de pesquizarlos mediante genealogías . 36
Esta Iglesia creó la Biblioteca de Historia de la Familia el año
1894, con la fundación de la Sociedad Genealógica de Utah en los
Estados Unidos de América. Los líderes de la Iglesia de Jesucristo
de los Santos de los Ú1timos Días, organizaron dicha sociedad para
colaborar con los miembros de su Iglesia con la historia familiar y
la investigación genealógica. Dentro de las muchas publicaciones,
mencionaremos las pioneras, entre las que se cuenta en 1910, la
Revista Genealógica e Historia, de carácter trimestral. En tanto que
la primera guía de investigación denominada Lecciones en la
Genealogía, fue editada en 1912 y posteriormente otros trabajos
salieron a la luz pública en esta línea.
La información se encuentra en condiciones especiales de
almacenamiento en el edificio principal de la biblioteca, donde se
encuentra la colección de la mayor parte de los registros que están
en microfilm y otros formatos que incluyen : microfichas, libros,
mapas, CD-ROM y materiales documentales de incalculable valor
histórico . La mayor parte de sus registros son a pa1iir del año 1550
hasta 1920.

36
La Iglesia fue creada por José Smitb, (nacido en 1805 en Sharon, Estado de
Vermont). Según la Web de esta organización «Smitb a los 14 años experimentó
vi iones y a los 17 un mensajero celestial ll amado Moron i, le anunció que
Dios tenía una obra para él». En septiembre de 1827, Smitb recibió los regi stros
y los tradujo al idioma ingl és. El libro se ll ama «El Libro de Mormón : Otro
Testamento de Jesucristo» y se publicó en 1830.

108
El edificio de Ja biblioteca, propiamente tal e tá ubicado en
la calle 35 del Templo de Norte, Salt Lake City, Utab, en los Estados
Unidos y consta de 142 .000 pies cuadrado en cinco piso . Esta
colección incluye - entre muchos otros recur o - más de 2.4
millone de rollos de registros microfilmado genealógicos;
742 .000 microfichas; 3 10.000 libros, sclies y otro formatos; 4.500
re i ta y 700 recursos electrónicos .
La ba e de datos de archivo hereditario contien más de 36
millones de nombres. Otros 600 millones de nombr de individuos
difunto . Un apéndice al índice internacional gen alógico contiene
los J 25 millones de nombres adicionales.
Los registros han sido microfilmado en má de 11 Opaíses .
Entre otros aspectos destaca, la colección de los registros
genealógicos de nombres de más de 3 mil millones de personas
fallecidas, siendo esta la colección más grande de su clase en el
mundo .
Los datos provienen de certificado de nacimientos,
matrimonios y registros de muerte (tanto de iglc ias como de
gobiernos); censos, registros de tribunales, propiedade y registrns
de legalización; emigración y listas de inmigración· genealogías
impr as e historias de familias .
Los centros de historia de familia, es decir ucursales de la
biblioteca central, son cerca de 4.000 que funcionan en 88 países .
Aproximadamente, l 00.000 rollos de microfilm son difundidos a
tra e de estos centl'OE-; mensualmente con información a distintos
in e tigadores.

CARACTERÍSTICAS DE LOS PROGRAMAS GENEALÓ-


GICOS

En lo que respecta a las características de los programas


computacionales, hacemos nuestras algunas recomendaciones téc-
nica del Centro de la Genealogía Cubana. Reiteramos que es una
bre e íntesis, dada la gran cantidad de información ponnenorizada
qu esta organización dispone, y reproducimo textualmente, a
partir de este sitio, algunas de estas recomendaciones.

109
l . Manejo de las letras del alfabeto castellano y posibilidad de ingresar
ape11idos compuestos. 37

Se hace necesario el manejo de la letras acentuadas del idioma


Ca tellano, lo que se denom ina alfabeto «extenso» . Es importante
además que el programa provea campo de entrada separados para
los nombres de pila y para los apellidos y que el tamaño de estos
campos sea suficiente para manejar los múltiples nombres de pila y
los dobles apellidos que son típicos de la cultura hi pana.

2. Habilidad de p roducir una base de datos de intercanibio d e


información compatible con el protocolo GEDCOM.

Posibi lidad de poder intercamb iar datos co n otros programas


genealógicos. Se ha desan-ollado un formato estándar con este fin bajo
la tutela de la Iglesia Mormona. Este formato se llama «GEDCOM»
(«GEnealogical Data COMunications»). La gran mayoría de los pro-
gramas comerciales de genealogía posibilitan la manera de importar y
exp011.ar bases de datos usando el protocolo GEDCOM . Desgraciada-
mente, los programas varían algo en su interpretación del estándar
GEDCOM. Esto se manifiesta en problemas en la transferencia de los
caracteres del alfabeto extendido (como la «ID> Castellana), problemas
en la transferencia de datos especia les (como las referencias y notas) y
ha ta la truncación (acortamiento) de alguna líneas, lo que tiene el
efecto de dejar incompletos los datos transferido .

3. úmero, variedad y tanwFío de los campos de datos.

Los progra mas de genea logía proveen como mínimo un grupo


«estándarn de campos de entrada para cada página de datos. Las páginas
de individuos incluyen, como mínimo, campos para la fecha y lugar
de nacin1iento y la fecha y el lugar de fallecimiento, pero es prefe-

17
itio creado po r Ed Elizondo y por su material e probab le me nte uno d e lo
s iti o co n los mejores recursos técnico , qu e para nue tro e fectos, nos ha id o
pos ib le co ns ul ta r. En español e ing lés rcspecti amente, es pos ible acceder a
ell a. a través de un menú qu e co ntemp la vari ada infonnación ge nea lóg ica . La
C ubaGenWeb fí sicame nte es tá ubicada en lo E tado U nido de América , en
e l «Va ll e de Sili cio» (S ilico n Va ll ey) en Ca li forni a, a l urd e an franci co .
110
rible optar por aquellos que ofrecen la posibilidad de ingresar mayor
cantidad de datos.

4. Capacidad de almacenamiento.

5. Rapidez de introducir los Datos.


Algunos programas ayudan la en trada de lo dato llenando
automáticamente algunos campos, tales como lo apellidos de los
hijos, o dándole a escoger de una lista de nombres de los lugares
anteriormente entrados en la base de datos. Esto reduce el esfuerzo
necesario para registrar los datos, evitando además el tener que
escribir seguidos los mismos nombres.

6. Impresos.

Calidad en los impresos de las gráficas . Como mínimo, el programa


debe contar con:

6.1. Página de Familia: impreso con toda la información disponible


sobre un grupo familiar individual: esposa, esposo hijos e hijas.

6.2. Gráficas de Descendientes: Todos los descendientes directos


de un individuo; puede también incluir los cónyuges de cada
descendiente. Estas gráficas pueden ser de estilo «compacto» - cada
nue a generación empieza el mismo número de espacios a la derecha
del margen y se proveen líneas verticales para marcar cada generación
- o puede ser de estilo «pedigri invertido» - donde cada individuo se
repre enta en una «caja» conectada por líneas a sus padres e hijos.

6.3. Gráfica de Antecesores: Todos los antecesores directos de un


in di ·duo, trabajando en dirección temporal retro pecti va a través
de las g neraciones anteriores. Estas gráficas pueden ser también en
formad «árbol» compacto, donde cada generación previa, empieza
d 1 mi rno número de espacios a la derecha del margen y líneas
erticale conectan cada individuo con sus padres· o puede ser un
pedigrí tradicional , donde cada individuo aparece en una «caja»
conectada por líneas a sus padres e hijos .

111
7. Habilidad de Individualizarse.

La habilidad de poder di vidir su ba e de dato en varias partes


separadas , puede faci litar el darle una de la pa1ie a algún otro
miembro de la fami lia que esté intere ado únicamente en una rama.
E posible también el desear combinar una ba e de datos suplida por
otro miembro de la familia con la de uno . Alguno programas
posibilitan realizar ambas acciones. Otra ventaja de algunos programas
e la capacidad de poder chequear la integridad de su base de dato y
rectificar los eJTores encontrados . Algunos programas hacen esto
automáticamente cuando generan o importan bases de datos de tipo
GEDCOM.

PRINCIPALES PROGRAMAS COMPUTACIONALES DE


GENEALOGÍAS

Un interesante trabajo Comparación de Software (2002) de


Skovgaard quien establece una taxonomía de di tintos programas de
genealogías, sus ventajas e inconveniente y demás características
técnicas, nos permite profundizar sobre este punto.

FIGURANº 28
Programas computacionales de genealogías (gratuitos)

PERSONAL ANCESTRAL FILE (P.A .F): de la Igle ia Morm ona co mple to y fác il de
uti li za r. w n una fun ción para co mpletar dato de lo practica nt es de esa reli gión, pero
puedc se r des acti vada y utili zarse prescindi endo de ell a.
A CES TRY: Si milar al PAF co n la diferencia qu e al ir com pletándolo y entrar en la red,
no. indi ca si exi ste o no ese individu o t.: n otros árbole de la web.
LEGACY FA MILY TREE: En in glé , bu en desarroll o gráfico. inclu ye las fun ciones del
progra ma anl e1ior y tiene una exce pcional herram ie nta ele búsqueda qu e permite qu i::
introduzcamos los elatos ele una determ inada perso na en di ti nto. motore. de bú . qu eda
en bancos dc dalos ge nealógicos di spo nibl es en la red y tamhién puede crear pági na web.
GE O PRO: Bu en desarro llo gráfico. di fe rente a lo anteriore , e observa todo el árbol
con rapidez. i mporla y export a archi vo Gedco m, ti ne meno fun cione. y co mi enza a
com pli carse su uso cuando se excede de la 300 per ona .
Kl OREO KONNECTIONS : Más sencill o y esquemático que los anle1i ore . . como para
principianles
HEREOIS: En inglés. di seño amigable y fácil de uti lizar. puede n ponerse en pant all a en
fom1a simultánea distint as fi chas. entre ellas un a de parente. o . . donde además de padre
hijos indica quienes son sus hermanos. p1im o . tíos y cuñado .
PI TP GEO YIEW: Desarroll o grá fi co má se ncillo. Opera olame nl e estando en red, co n
In que qui zás pu eda se r interesa nte para qui ene. no quieran di poner de mu cho es pacio
en su disco duro y si bi en está en la red. pu ede manten e u pri vacid ad en fo m1a total o
parcial ya que hay comandos que lo permit en.

11 2
En un acotado resumen y disculpando lo intético de éste,
podemos señalar que todos los programas parten de una base común
y que con el tiempo se van agregando pequeñas diferencias, como
herramientas y otros aspectos técnicos. Skovgaard (2002) los divi de
en tres ecciones, a) los programas gratuitos, b) comerciales y c)
Palm Handhelds. 38
Skovgaard analiza 24 , habiendo muchos más tal cual La
Comunidad A utónoma de La RIOJA (España) que dentro del
proyecto mundial GenWeb identifica 57 programas computacionales
en di tintos idiomas y especificidades, más usado en el mundo.

Figura Nº 29
Programas computacionales de genealogias comerciales

THE MASTER GENEALOGIST : Aceptado como el má moderno y completo. Le


han ido agregando herram ientas y funciones, muchas considerada innecesarias por
algunos, que para poder ad aptar se comercialmente a toda Ja nece idades , se
lanzaron al mercado en dis tintas versio nes .
GDS : Es un muy buen programa realizado en España, tiene las funcione princi pales
y una buena presentación gráfi ca, funciona en español, catalán e inglés
F AM IL Y TIES/ ANCEST RAL Q UEST: Iguales al P .A .F.
BROTHER'S KEEP ER: Excele nte p rograma en inglés . Contiene todas funciones
ex.i tente .
FAMILY O Rl G fN S: Bue na presentación visual , gráficos bien desarrollados y una
actualización casi perm anente .
KJT ANO IUN : Bu en programa con todas las funciones y una originalidad , pc nnitc
diagramar árboles a vo lunt ad, varian do disposiciones y posibilitando inc lusión de
pariente cola terales , as pec to que no co ntemplan muchos programas
F AMIL Y REUN IO N : Permite fo rmar á r boles con fotos escaneadas en á rbo le s
pequeños .
DO RO TREE : D irigido a qui enes profesan el judaísmo, dado que contempla fies tas
religiosas, el calendar io y la tipografia hebrea.
SOFTKEY'S FAMILY T RE E: Bue n diseño gráfico , imprime árboles circ ul ares y
tiene como complemento e l calend ario de la Revolución Francesa., poca capacidad
para historD.s personales, importa/exporta Gedcom y almacena imágenes.
EXPERT PE RSO NA L ROO TS : Diseño sencil lo, buenas impre ione , im porta/ex-
pana Gedcom y almace na imágenes .
UMBERLAND FAM ILY T REE: Desarrollo gráfico similar al anterior con algun as
d iferencias formales , i mpresio nes de meno r calidad, import e porta Gedcom y
almacena imágenes
Fuente : Skovgaard (2002) Comparación de Software

3
Sko gaard (2002) citando a Analí a Montórfano, quien de arro lla este punto,
menciona que lo programas genealógicos para Palm Handbe ld , so n los si-
guiente : a) Palmgear, b) M y Roots , e) Ged tart, d) PAF, e) Pocket Genea logist
e yndi ti t.
113
Continuando con el cuadro anterior respecto a los progra-
mas genealógicos comerciales, destaca uno en particular que ha
sido ampliamente utilizado, nos referimos al Family Tree Maker.
al cual nos referiremos brevemente.

FIGURANº 29 (a)
Programas computacionales de genealogias comerciales

KINGSHIP ARCHIVIST: Similar al anterior, existe una versión en italiano y la parte


gráfica es pobre.
WINFAMILY 4.0, 5.0 y 6.0 : Buen desarrollo gráfico, imprime árboles circulares y
cosa poco común, tiene una posibilidad de visualizar o imprimir un árbol donde entran
todas las personas , no simplemente las directas, sino también las colaterales, tiene
buenas impresiones, inclusive planillas en blanco y además estadísticas.
FAMILY TREE MAKER: Sistema de fichas cómodo para trabajar, aunque sus gráficos
son sencillos. Es el programa más vendido y funciona en inglés .
SIERRA HOME: Segundo programa más vendido, tiene funciones similares al
anterior, pero en ambos casos, el éxito de su venta es entre los angloparlantes ya que
sólo funciona en inglés.
GREATPROGS: De uso sencillo, quizás recomendable para quienes necesiten un
primer programa. En inglés y recomendado para el aprendizaje.
GEDCOM VIEWER: Visualizador claro y esquemático de archivos Gedcom que
puede importar pero no exportar, al funcionar como visor no se le pueden hacer
agregados, es útil como complemento.
Fuente: Skovgaard (2002) Comparación de Software

Un programa computacional genealógico Family Tree Maker

Creado este programa por la Banner Blue Software, actualmente


una división propiedad de The Learning Company, la segunda empresa
del mundo en la especialidad de los programas informáticos de consumo.
FTW son (las siglas para el fabricante [constructor] del árbol de familia
para Windows).
El renombre del programa es el resultado de varios factores,
incluyendo sobre todo la facilidad de operación para un inexperto.
Mediante un sistema de fichas, se ingresan los datos y el programa va
abriendo las correspondientes pestañas (lengüetas) de cada uno de los
integrantes, que permite llenar la información. En ese marco, el fabricante
lo autocalifica de intuitivo pues conduce al usuario buscar, encontrar,
registrar y publicar su ascendencia y descendencias sin mucho apoyo
técnico. Toda la información sobre individuos se exhibe en la pantalla
como «cuaderno tabulado». En la figura Nº 30 que se presenta a
continuación, se muestra un árbol elaborado con este programa.
114
Árbol genealógico de Artemio Cocoletzi
Te ó dUI O Jacl ntll Munoi: ~
Coco lobj
O cupo d On : l.te ~·
t aledo r e n cas e
8' e n a en c ontla I
Ocupación:
Duella da casal
e
agric ultor I mlgra nte
""'C
aglio..dlura ~
E dad :
Edad:
73
Idioma :
NáhuatJ y eepal\ol
Residencia:
{faUec;lda haceA 4
años) zo
Idioma;
San F e lipe
Nái>ua11 Y'-6<>1 ~
Cuauhten co
o
Art.c'::n~~l .t.zl
O cu pa ci ón ;
P.V.Cu.na b l
Lop• ntal
°"""""6n'
>'
""'C
Prupietario t e/lar / C.•alegr5oultura -r:::r
mignllnte I a g ric:utt Of"
/tejedor
E dad ;
./laRet'tGoctiles/
Ni>dam•
E.dad:.,
2.
•s 45 ('D
Idioma: kJfoma;
;-

_,
E'Sp~OI y N éhu a U
(•ste úttimo con ~s:~~lm~=u
familia y vvc.irl os}
R esidencia:
61:milla y vocinos)'
Re:stcse:nota: -r:::r
S a n F e lipe SanFWi~ o
..
C uouhten (:O
......... ~
""'C
......... ~
.. ,, ........ Q..

--
Vl

--
~ , for ~
lamiasCoc:ol.U:I O a mla n Coco let.d Javie r Cocoletzl Gorardo Coc olotzj
cu.,,,lltzl .............. Fnmcl&co C .
C u • m • tzl .,._._,.
........... C u a~tzJ Cuamatzl
Sau l Coco l etzl
Cuamatz l Cuam a tr:I o

===
Oeupaclón : Ocup a ci ó n: Ocupació n : Ocupación: O c u paclOn : O cupa d ó n :
O br8'0 lntorcoramlc "*'"'•do E n CIUVadO d el t aller Obrero Id eo! Slandar O brero N estlé I Estu dia n te Estudiant e prlrnarta I
t")
/ T ejedor / •grlc.ult.of I a grl o..inor I T ej edor / o gric:ultor T ejed o r /agrtcuJtor/ secundarla I ayuda en tallor I o

_ =
Edad: lnhctrnel
Ednd: °'~~~ nlxtam a l agricultu ra/ t a ller/ Umplozo /
23
Idioma :
Eepano1y NAhuaU
::::il "=- 22
1a1oma: I= 11....:
,,,.,,_,
21
Edad :
21
Idi oma:
Eda d :
19
Edad :
15
Edad :
10
~
~ E llPª"º I y entiende Idiom a : Id ioma : Idioma :

:e:'5
{Mlt! UtUmo Espef\o l y enllen d e
enaondo pero no
habla )
R eeldena. •
San Fellpo
............. N6huatl
Residencia.
S en F oüpe
Cuauh te n co
.,.....,.
~

R9~!
SWJF~
e-
N é h uett
Residencia:
Son Fe lipe
Cuauhtenoo
E s p a r.ol
R esid e n da :
San Fell po
Cun uhto n co
Esponol
Rosldo ncle :
Sa n Follpo
C u au h tenco
Espoll a
Residencia :
San Fellpe
Cusuhtenoo
~

§.
~
~
Armando Cocolltzi Gracl•la Cocoletzt
Aoru CU.malzl
Ed ad: Edad: ('D
5 2 ('D
Reeld lrfda:
San Follpi>
CuauManco ~
~
::i;"'
('D
""'C
La figura Nº 30 es un despliegue de un árbol tipo «reloj de
arena» y fue posible hacerle modificaciones, tales como colores,
tipos de letras, fondos y demás aspectos formales . No obstante,
permite y de hecho sólo se muestran los ítems seleccionados
(nombres, edades, trabajo, etc.) habiendo otros datos que no se
muestran intencionalmente de muchos que fueron ingresados. 39
Además se observan cuatro generaciones, pues el programa permite
en esta sección mostrar tantas generaciones como se deseen. Otros
aspectos como extensión en la fase final de impresión pueden ser
manejados por el investigador.
El programa permite desarrollar árboles de descendencia y
ascendencia y generales de todos los datos, por generaciones que
posibilita una rápida lectura del conjunto de la información. Cada
uno de estos despliegues puede ser en abanico o en la versión
estándar. En lo que son los reportes o informes genealógicos, el
programa emite varios; entre los que destacan perfile s de
descendientes del árbol y hojas grupales de las familias . Un ejemplo
de ello lo reproducimos en el anexo Nº 2.

39
La infonnación de las personas de la figura Nº 30 ha sido cambiada e
intencionalmente agregamos otro tipo de datos que hace imposible su identifi-
cación.

116
A niodo de resumen ,y
consideraciones finales

La constante dinamización dela realidad social junto con la


complejidad de los cambios y transformaciones sociales que en-
frenta el mundo contemporáneo, constituyen áreas de investiga-
ción científica que para su mejor comprensión demanda desde las
Ciencias Sociales nuevas estrategias metodológicas . En este esce-
nario, la investigación social debe ocupar un lugar protagónico en
la agenda de los imperativos metodológicos de las distintas disci-
plinas, donde es imposible sustraer a la Universidad de la necesi-
dad de contar con nuevos y mejores insumos teóricos y técnicos
que permitan estos análisis.

Los objetivos planteados con la publicación de este libro


fueron preparar a los futuros investigadores en una herramienta
básica para tal función; como tal, creemos que dado los escasos
materiales de enseñanza que sobre este tema existen, es posible
abrir una línea de textos de formación general sobre esta impor-
tante temática. En ese marco destacan, a nuestro juicio, algunos
aportes relevantes de esta publicación, que permiten posicionarla
como fuente de consulta para el trabajo de campo, pues combina
experiencias desarrolladas desde laAntropología y el Trabajo So-
cial, a través de una estrategia didáctica que cruza todo el cuerpo
de esta coedición.

En esta publicación intentamos concentrar algunas experien-


cias prácticas, para darlas a conocer por su utilidad metodológica,
en conjunto con una serie de aspectos técnicos para que el investi-
gador las considere en sus respectivos informes de trabajo. Así, no
es casual que hayamos dado a conocer investigaciones que han
sido realizadas en México y Chile para establecer algunas compa-
raciones , pues estamos convencidos y por ello lo reiteramos, que
en investigación social la utilización del método genealógico nos
proporciona una herramienta efectiva para entender un vasto con-
junto de situaciones de la realidad social de nuestros respectivos
contextos.
117
Para ello comenzamos con un marco conceptual y un
recorrido de algunos hitos históricos del método genealógico, para
luego profundizar aspectos vinculados a su implementación en el
campo científico y finalmente abocarnos a los aspectos técnicos
de su representación gráfica.

En esta última sección, intentamos esquematizar algunos


procedimientos y reunir distintas convenciones que existen en la
literatura para tales efectos, proporcionando al lector una ilustración
respecto a su aplicación y utilidad, como herramienta de recolección
de información, de representación y de análisis de distintos procesos
que se viven en la realidad social.

En un esfuerzo por mostrar su replicabilidad, es que nos


permitimos analizar, posteriormente, el método a través de la apli-
cación técnica, ejemplificándolo mediante investigaciones de cam-
po, que como señalamos, se llevaron a efecto en dos contextos
socioculturales distintos, lo que permite visualizar las uniformi-
dades y también las diferencias. El método es materializado du-
rante el trabajo de campo, recolectando los datos que posterior-
mente con el procesamiento de la información, posibilita una vas-
ta red de aplicaciones.

A ello sumamos la adaptación del método genealógico para


Trabajo Social, el cual constituye una de las herramientas
investigativas que paulatinamente ha ido adquiriendo mayor
relevancia en el quehacer de esta disciplina, específicamente, en
el estudio e intervención de casos sociales, pues permite una visión
amplia e integrativa del individuo y su familia.

Recordemos que la gráfica del árbol familiar, que en Trabajo


Social se conoce como geno grama, permite establecer con claridad
la conformación estructural, funcional y relacional del grupo en
estudio, lo que puede realizarse en dos planos: el horizontal que
evalúa la relación de los actores inmediatos entre sí; y en el plano
vertical que favorece el estudio desde el punto de vista generacional,
dej ando en evidencia el establecimiento de pautas reiteradas en
las formas de funcionamiento de un determinado sistema familiar.

118
En este sentido el método genealógico constituye también una
herramienta interpretativa y direccionadora de la intervención.

Dadas las ventajas del método en el ámbito de intervención


familiar, la carrera de Servicio Social de la Universidad de La Fron-
tera, lo integra como uno de los contenidos a desarrollar en el pro-
ceso formativo de sus alumnos.

Adicionalmente, y desde nuestra mirada, el método


genealógico de contar con una mayor profundización, tanto en su
aplicabilidad técnica como en los ámbitos investigativos, durante
las etapas formativas de los nuevos profesionales, constituye
también una herramienta prometedora para la investigación que
realiza el Trabajador Social en ámbitos comunitarios.

En la parte final de la publicación, el análisis se centró en lo


que es la interpretación de los datos genealógicos mediante un
trabajo etnográfico con mujeres mapuche del sur de Chile e incor-
poramos a esta sección una sinopsis de lo que es la informatización
del trabajo genealógico, es decir, del uso de determinados soft-
ware y las características de estos recursos tecnológicos.

Sobre esto último, asumiendo que en la actualidad existen


extensa gama de programas computacionales para crear bases de
datos genealógicos, ello dado que desde la masificación del Internet,
ha sido posible difundir variados archivos, fuentes y formas de
compartir datos sobre familias en todo el mundo, pero el criterio
más importante para calificar la calidad del programa es su facilidad
de uso.

Finalizamos integrando una bibliografía que sin ser


exhaustiva, comprende algunos trabajos clásicos y los más
frecuentemente consultados, a lo que agregamos también un listado
de recursos electrónicos de fácil consulta y acceso , los que en esa
línea complementan un cuadro general sobre esta temática; todos
ellos insumos que quedan a disposición del lector que quiera
continuar profundizando en la temática, lo que sumado a nuevas
experiencias investigativas pueda, en un futuro, realizar nuevos
aportes y complementar la publicación aquí presentada.
119
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h ttp: // www2 . uah. es / enfermeriafisioterapia/ descargas /
guia_ enfermeria.doc

UNNERSIDAD DE MENDOZA. Cátedra de Genética. [en línea]


[Argentina] marzo 2004 [citado en febrero 2005] Disponible en World
Wide Web http://huarpe.com/gen/grado/programa/geneal.doc

126
Anexo Nº 1

40
Ciclo Vital de la Familia y tareas de asociadas

Etapa del Ciclo Vital de Tareas de la E tapa


la Familia
l. Formación de la pareja • Prepararse para el rol de hombre o mujer
• Independizarse de la fami lia de ori gen
a) Pololeo y noviazgo • Iniciar la fonnación de una identidad de
parej a
b )Matrimonio o • Generar una intimidad con su pareja
convivencia estable • Adaptarse a los roles y tareas de una casa
• Manejo de poder
• Patrones de resolución de confli ctos

L. enanza 1mctal de los • Transición de estructura diádica a tri ádi ca


hijos • Aceptac ión y adaptación al rol de pacl.ro;
• Vinculación afectiva madre - hijo
• Cumplir las labores de crianza

3. Familia con hijos pre - • Tolerar y ayudar a la autonomía de los


escolares hijos
• Iniciar el proceso de socialización y
control
• Modelos de identificación y roles sexuales
• Tensiones entre los roles laborales y
familiares de los padres

4. Fami lia con hijos • Ape1tura a otros ecosistemas: "la escuela"


escolares • Debe apoyar la apeitura al mundo
extrafami liar
• Apoyar el trabajo escolar
• Consolidación y estabi lización laboral

~0 Este cuadro es reproducido íntegramente del texto Salud Familiar: Un modelo


atención integral en la atención primaria, que constituye una síntesis sobre
las idea de Florenzano (1994), Ha ley (1967), Duvall (1977) y Falicov (199 1),
según se expresa en el mismo texto.

127
Ciclo Vital de la Familia y tareas de asociadas
Etapa del Ciclo Vital de Tareas de la Etapa
la Familia
5. Familia con hijos • La familia necesita hacer ajustes que
adolescentes requiere el comienzo de la pubertad y la
madurez sexual
• Ajustarse a las necesidades de
independencia
• Reconocer la prioridad de los grupos de
pares
• Apoyar el desarrollo de la identidad
personal
• Crisis de identidad de los padres

6. Familia en plataforma • Tolerar la partida de los hijos


de lanzamiento • Permitir la independencia de los hijos,
elección de pareja y elección vocacional
• Cambio de los límites intergeneracionales
• Apertura de los límites familiares

7. Etapa post - parental • Readecuarse y vitalizar Ja vida de parej a


a) Etapa media • Asumir roles de abuelos
• Desarrollo de un sistema de relaciones y
apoyo mutuo que permita mantener a las
distintas generaciones en contacto
b) Familia anciana • Enfrentamiento de los cambios biológicos
propios de la evolución
• Enfrentamiento a las múltipl es pérdidas :
juventud, salud, vitalidad, trabajo, etc.
• Enfrentamiento de la soledad y muerte de
la parej a.

En el anexo Nº 1, hemos mostrado un resumen de las fases


del ciclo vital familiar; según nos muestra el cuadro éste comienza
con la formación de la pareja (etapa 1), para continuar por un
extenso período que se inicia con la llegada de los hijos - el
nacimiento - y continúa con la crianza y socialización - período
formativo y de apertura al sistema social más amplio-, culminando
con la partida de los mismos desde el hogar filial - la familia como
plataforma de lanzami ento -(etapas 2, 3, 4, 5 y 6). El cumplimiento
de las etapas evolutivas anteriores hace que la familia vuelva a su
e tructura inicial, conformada sólo por la pareja (etapa 7), fase
que acabará con la muerte de ambos cónyuges.
128
El cuadro reswnen de este anexo muestra también que cada
una de las etapas demanda el cumplimiento de una serie de tareas
y ajustes que permitan el paso de una etapa a otra. Así y a modo de
ejemplo, la tarea de mayor relevancia de la etapa Plataforma de
lanzamiento, es la aceptación de la independencia de los hijos , lo
que habitualmente, en las culturas latinoamericanas , se asocia al
inicio de la vida en pareja.

Cabe señalar para mayor precisión de este anexo que, no


obstante, la familia no tiene un curso lineal, sino que continúa
como una espiral con el nacimiento de algunos miembros y la
muerte de otros. Así el ciclo hace referencia a configuraciones
repetitivas de eventos que las familias pasan a través de su vida y
de las generaciones, constituyendo crisis normativas, pero también
se debe tener en cuenta que las familias atraviesan, muchas veces,
por crisis no nom1ativas, tal es el caso del divorcio o muerte de un
hijo, lo que agrega mayor complejidad al estudio de las mismas.

129
Anexo Nº2

Descendientes de Ego Artemio Cocoletzi Cuamatzi


Generalion No . 1

l. ARTEMIO COCOLETZF CUAMATZI (TEÓDUL0 1 COCOLETZJ) He


married PETRA CUAMATZI LOPA TZI, daughter of MODESTO REYES
and AURELIA REYES .
More About ARTEMIO COCOLETZI CUAMATZI:
Edad: 45 Idioma: Español y Náhuatl (este último con familia y vecinos)
Ocupación: Propietario taller / migrante / agricultor / tejedor /Residencia: San
Felipe Cuauhtenco

More About PETRA CUAMATZI LOPANTZI:


Edad: 45 Idioma: Español y Náhuatl (este último con familia y vecinos)
Ocupación : Casa / agricultura /taller textiles / Nixtamal / Residencia : San Felipe
Cuauhtenco

Children of ARTEMJO CUAMATZI and PETRA LOPANTZI are:


2. i. ISAIAS COCOLETZP CUAMATZI.
3. 11 . FRANCISCO COCOLETZI CUAMATZI.
111. DAMIAN COCOLETZI CUAMATZI.

MoreAbout DAMIAN COCOLETZI CUAMATZI:


Edad: 21 / Idioma : Español y entiende Náhuatl
Ocupación : Obrero Ideal Standar / Tejedor /agricultor /nixtamal
Residencia : San Felipe Cuauhtenco

tv. JAVIER COCOLETZI CUAMATZI.


More About JAVIER COCOLETZI CUAMATZI:
Edad : 19 Idioma : Español / Ocupación : Obrero Nestlé / Tejedor
/agricultor/ nixtamal / Residenci a: San Felipe Cuauhtenco

v. SAUL COCOLETZI CUAMATZI.


More About SAUL COCOLETZI CUAMATZI:
Edad : 15
Idioma : Español
Ocupación : Estudiante secundaria / agricultura/ taller/
Residenci a: San Felipe Cuaubtenco

130
vi. GERARDO COCOLETZI C AMATZI.
More About G ERARDO COCOLETZ I MATZ I:
Edad : JO
Idioma: Español
Ocupación : Estudiante primaria / ayuda en taller / limpieza /
Residencia : San Feli pe Cuauhtenco.

Ge11eratio11 No. 2

2. ISAIAS COCOLETZP CUAMATZI (ARTEMIO COCOLETZJ2. TEÓD UL0 1


COCOLETZI) He married BLANCA FLORES LOPANTZI.
More About ISAIAS COCOLETZI C MATZI:
Edad : 23
Id ioma: Español y Náhuatl (este último enti ende pero no habla)
Ocupación : Obrero Interceramic / Tejedor /agricultor
Residencia: San Felipe

More About BLANCA FLORES LOPANTZI:


Edad: 22
Idioma : Espaíiol y Náhuatl (este último con familia y vecinas)
Ocupaci ón: Labores de casa/agricultura /molotera/despuotadora/
deshebradora/nixtamal /Residenci a: San Felipe

Child ofISAIAS CUAMATZI and BLANCALOPANTZI i :


1. ARMANDO COCOLETZl 4 FLORES.
MoreAboutARMANDO COCOLETZI FLORES :
Edad: 5.

3. FRA CISCO COCOLETZP CUAMATZI (ARTEMIO COCOLETZP,


TEÓDUL0 1 COCOLETZI) He married FÉLIX CORO A ROSALES .

MoreAbout FRANCISCO COCOLETZI CUAMATZI:


Edad: 22 Idioma: Español y entiende áhuatl / Ocup ación:
Encargado del ta ller / agricultor /Residenc ia Sao Felipe

More About FÉLIX CORONA ROSALES:


Edad: 21
Idioma: Español y entiende N áhuatl /
Ocupación: Labores de casa/agricultura /molotera/despuntadora/
deshebradora/nixtamal / Residencia : San Felipe Cuauhtenco

Cbild of FRA CIS CO CUAMATZI and FÉLIX ROSALES is :


i. GRACIELA COCOLETZl 4 CUANIATZI.
More About GRACIELA COCOLETZI CUAMATZI:
Edad: 2 / Residencia : San Felipe Cuauht enco.

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