Universidad San Carlos de Guatemala
Curso: Teoría del Estadio
Docente: José Ines Castillo Martínez
QUINTA UNIDAD
c) República:
Una república es una forma de gobierno y organización del Estado,
en la que el poder público es ejercido por representantes del
pueblo, ceñidos a un cuerpo de leyes fundamentales establecidas
para todos (o sea, una Constitución), y en el marco de una
separación de los poderes públicos.
La palabra república proviene del latín Res publica, “la cosa pública”,
o sea, la esfera de intereses públicos o del Estado. El término fue
empleado por primera vez alrededor del año 500 a. C., al inicio
justamente del gobierno republicano de la antigua Roma, que duró
hasta el 27 a. C. cuando se transformó en una monarquía.
En ese entonces, la república consistía en una forma parcial
de democracia, en el que una aristocracia (los Patricios) ocupaba los
asientos del senado romano, y entre ellos se elegía a dos cónsules o
vicegobernantes mediante el voto de todos los ciudadanos libres de
Roma.
Sin embargo, lo que hoy se entiende por república difiere del uso
antiguo, y generalmente se refiere al imperio de la ley y la
separación de los poderes públicos. En ese sentido, la existencia
de la república es contraria al acaparamiento del poder político por
parte de una sola figura, como ocurre en las autocracias, o a la
designación vitalicia de cargos públicos, como ocurre en las
monarquías.
Cuando hablamos de república, en la actualidad, nos referimos
normalmente a un gobierno sostenido por sus instituciones
democráticas, en el que la totalidad de los ciudadanos son iguales
ante la ley. Esta idea de república surgió tras la Revolución
Francesa de 1789, en la que se abolió la monarquía tradicional
francesa. Aun así, existe cierto margen de ambigüedad en torno al
uso del término, dependiendo del punto de vista considerado.
Características:
Participación política activa de los ciudadanos, o sea, el
manejo público y abierto de los actos estatales, y la posibilidad
de cualquier ciudadano apto para ello de formar parte activa
del quehacer político.
Representación ciudadana igualitaria en las instituciones,
esto es, que las instituciones del Estado sean conducidas por
representantes del pueblo, y que ninguna tenga prioridad o
prelación por encima de las demás, ni se someta a reglas
fundamentales diferentes.
Libertad e igualdad ante la ley para la ciudadanía, de modo
que las esferas de lo público y lo privado estén separadas y
posean sus respectivos marcos normativos, garantizando el
libre ejercicio individual, cultural, económico, social y político.
República Directa e Indirecta
Es un tipo de sistema de gobierno en el que el poder de decisión
recae en el pueblo, como única voluntad soberana y autónoma a
obedecer por parte de los poderes públicos. El poder se reparte entre
diversas instituciones que permiten a los ciudadanos expresar y
ejercer la voluntad colectiva, usualmente incluyendo elecciones o
referendos.
La diferencia entre los distintos tipos de democracia depende del
modo en que se expresa y ejerce dicha voluntad:
En la república directa los ciudadanos son consultados para
todas las decisiones.
En la indirecta, los ciudadanos sólo eligen representantes que
luego tomarán las decisiones. La democracia la mixta, aspira a
un balance entre las dos tendencias.
d) Parlamentaria: Aquella en la que la jefatura de gobierno es
ejercida por un primer ministro perteneciente al ala ejecutiva
del parlamento (legislativo).
Se refiere al tipo de régimen de Estado donde la formación del
gobierno está cimentada en una asamblea o sistema de asambleas
en cuya base hay un principio representativo que determina los
criterios de su composición y su permanencia depende del
consentimiento de la mayoría parlamentaria. Esa mayoría puede
surgir directamente de las elecciones o, bien, de una coalición. Su
nombre se deriva de su principio fundador, o sea, que el Parlamento
es soberano.
Hay tres variedades principales de sistemas parlamentarios:
El sistema de primer ministro o de gabinete, de tipo inglés, en
el que el Ejecutivo prevalece sobre el Parlamento;
El de tipo francés de gobierno por asamblea, y,
El parlamentarismo controlado por partidos, que es
considerado un punto intermedio entre los sistemas 1 y 2.
Entre las características que son propias a los sistemas
parlamentarios destacan:
1) el Parlamento elije al jefe de Gobierno;
2) el Parlamento no comparte con ningún otro órgano del
Estado la dirección de los asuntos públicos (el gobierno);
3) el Poder Legislativo se divide en dos cámaras;
4) el jefe de Estado tiene una función simbólica, ya que no
dispone de atribuciones políticas;
5) las prerrogativas del Ejecutivo se ejercen por medio del
gabinete alrededor del primer ministro;
6) el gobierno surge y se mantiene gracias al respaldo de la
mayoría parlamentaria;
7) el primer ministro y su gabinete están sujetos al control
político, a través de diversos mecanismos, por parte del
Parlamento,
8) la integración del Parlamento traduce la estructura del
sistema de partidos;
9) el Parlamento puede destituir gobiernos y el Ejecutivo
disolver al Parlamento.
E) Presidencialista: Aquella en la que el poder ejecutivo recae
sobre un presidente electo mediante el sufragio popular directo,
independiente de las labores del poder legislativo.
El presidencialismo o sistema presidencial es en política,
una forma de gobierno en la que, una vez constituida
una República, la Constitución establece una división de
poderes entre el poder Ejecutivo, el poder Legislativo, poder
Judicial, y el jefe de Estado, además de ostentar la
representación formal del país, es también parte activa del
poder ejecutivo, como jefe de Gobierno, ejerciendo así una
doble función, porque le corresponden facultades propias
del Gobierno, siendo elegido de forma directa por los
votantes y no por el Congreso o Parlamento. El presidente es
el órgano que ostenta el poder ejecutivo, mientras que
el poder legislativo lo suele concentrar el parlamento, sin
perjuicio de las facultades que en materia legislativa posea el
presidente.
Historia del Sistema Presidencial: El concepto de separación de
poderes fue consagrado en la Constitución de los Estados Unidos de
América de 1787, con la creación del cargo de Presidente de los
Estados Unidos y, a la vez, del Congreso de los Estados Unidos,
sistema donde el presidente era el jefe de Estado, y no era elegido
por el Congreso.
Curiosamente, Inglaterra y Escocia fueron los primeros países en
adoptar el parlamentarismo (desde 1707 como el Reino de Gran
Bretaña, y desde 1801 como el Reino Unido) en el cual las facultades
del ejecutivo –el monarca– se redujeron a un papel ceremonial, y a la
vez una nueva autoridad ejecutiva, responsable ante el parlamento,
se fue desarrollando –el primer ministro–, mientras las atribuciones
del ejecutivo separado de los Estados Unidos fueron aumentando,
por ejemplo, el presidente designa a la mayoría de funcionarios
públicos (entre ellos los miembros del gabinete, aunque estos deben
ser ratificados por el Senado.
Características:
La doble legitimidad de la soberanía (presidente y
Parlamento).
La existencia de un poder ejecutivo monocefálico, elegido
mediante sufragio universal.
Funcionamiento institucional basado en la separación de
poderes. Con ausencia de la confianza del Parlamento para
gobernar.
Libertad del cargo más alto en temas sociales (El presidente).
F) Sistema Convencional o de Asamblea: La característica
fundamental de un régimen convencional o
de asamblea consiste en que tanto el poder Legislativo como el
Ejecutivo se encuentran depositados en un solo cuerpo
denominado convención o asamblea. Como circunstancia de
orden práctico se procura delegar las funciones ejecutivas en
un comité que depende de la asamblea y que obra supeditada a
la misma.
Como circunstancia de orden práctico se procura delegar las funciones
ejecutivas en un comité que depende de la asamblea y que obra supeditada a la
misma.
Mientras los regímenes parlamentario y presidencial fueron estructurados, sobre
bases empíricas el primero de ellos, y con un enorme sentido práctico de
previsión el segundo, el régimen de asamblea nace como una manifestación de
la teoría democrática.
Sobre estas bases se estructuró la trágicamente celebre Convención
Revolucionaria Francesa.
Este régimen ha sido un fracaso. El gobierno de los "representantes del pueblo"
siempre se convirtió en la dictadura de una persona, y la única razón por la que
se le menciona en un trabajo de esta índole, es porque aún está vigente en
Suiza, fenómeno ciertamente singular dentro del panorama político universal.
Fue adoptado en la letra, que no en la práctica, por algunos de los Estados
comunistas, que ya desaparecieron; o sea que sirvió admirablemente de
cobertura formal al totalitarismo.