Expediente : 2009-01786-0-2101-JM-CI-03. Pág.ic-261.
Demandante : Antonio López Apucusi.
Demandado : Nora Chambilla Chipana y otro.
Materia : Tercería de propiedad.
Procede : Tercer Juzgado Mixto de Puno.
Juez ponente : Jorge Linares Carreón.
Resolución N° : 065-2012
Puno, ocho de agosto
Del dos mil trece
VISTOS:
1. El recurso de apelación interpuesto por doña Nora Chambilla Chipana en
contra de la resolución N° 40, y el recurso de apelación interpuesto por don
Antonio López Apucusi y doña Matilde Pari de López en contra de la sentencia
N° 226-2012.
2. Pretensión contenida en la demanda
Aparece de la demanda (de fojas 29 de autos) que don Antonio López Apucusi
ha interpuesto tercería de propiedad en contra de doña Nora Chambilla
Chipana y don Benny Gay Díaz Arcayo, con la finalidad que se deje sin efecto
la medida cautelar trabada sobre el inmueble urbano de propiedad de la
sociedad conyugal que representa, vivienda de tipo “B”, situado en la manzana
A, lote 8-B del Conjunto Habitacional “Buenaventura Aguirre”, actualmente
ubicado sobre el Pasaje Cultura N° 131-128 del distrito de Desaguadero,
provincia de Chucuito, inscrito en la partida registral N° 11000226 del Registro
de la Propiedad Inmueble de Puno.
Como componente fáctico de su pretensión señala, que: a) el embargo se ha
ordenado en el proceso N° 2008-00771 que sobre obligación de dar suma de
dinero sigue doña Nora Chambilla Chipana en contra de don Benny Gay Díaz
Arcayo, b) el embargo se ha trabado pese a que la sociedad conyugal que
representa es la única propietaria del inmueble, a mérito de la escritura pública
del 21 de mayo de 2008, otorgada ante el notario público Julio Edgar Lezano
Zúñiga, bien adquirido de buena fe toda vez que ya estaba registrado, c) el 29
de enero de 2009 se trabó el embargo, pese a que el bien no es de propiedad
del ejecutado don Benny Gay Díaz Arcayo, aun cuando así figura en los
Registros Públicos, sino de la sociedad conyugal conformada por don Antonio
López Apucusi y doña Matilde Pari de López.
3. Resoluciones materia de apelación
3.1. Es objeto de apelación – con la calidad de diferida - la resolución N° 40, del
02 de marzo de 2012 (de fojas 308 de autos), por la que se resuelve declarar
improcedentes las excepciones de falta de legitimidad para obrar del
demandante, cosa juzgada y litispendencia propuestas por doña Nora
Chambilla Chipana, bajo la ratio decidendi (respecto a la excepción de falta de
legitimidad para obrar del demandante) que el demandante tiene una posición
habilitada en la relación procesal cuestionada, puesto que afirma tener
titularidad del derecho subjetivo material, la discusión sobre si la titularidad del
derecho que invoca el demandante es o no oponible al derecho del
excepcionante constituye una discusión de fondo del proceso y el
cuestionamiento del título en que sustenta la demanda debe hacerse valer vía
acción y no mediante una excepción; (respecto a la excepción de cosa
juzgada) existen dos procesos judiciales (Expediente N° 2008-771, que se
encuentra en ejecución y el presente proceso), sin embargo estos no son
idénticos, las partes no son las mismas y el petitorio e interés para obrar es
distinto; finalmente (respecto ala excepción de litispendencia) existen dos
procesos judiciales ( Expediente N° 2008-771 y el presente proceso), sin
embargo el primero ya ha obtenido sentencia definitiva, asimismo estos
procesos no son idénticos, las partes no son las mismas y el petitorio e interés
para obrar es distinto.
3. 2. Es objeto de apelación la sentencia N° 226-2012, del 11 de octubre de
2012 (de fojas 393 de autos) por la que se resuelve declarar infundada la
demanda interpuesta por don Antonio López Apucusi, sobre tercería de
propiedad, en contra de doña Nora Chambilla Chipana y don Benny Gay Díaz
Arcayo, sin costas ni costos, bajo la ratio decidendi que el embargo inscrito
prima sobre la propiedad no inscrita.
4. Fundamentos de los recurso de apelación
4.1. Respecto al recurso de apelación en contra de la resolución N° 40, la
apelante sostiene – fundamentalmente -, que: respecto a la excepción de
falta de legitimidad para obrar del demandante: a) esta acreditado que el
demandante no tiene legitimidad para obrar, b) no se ha considerado que para
efectos de tercería de propiedad solo se entiende como tercerista a la persona
que acredite la inscripción de su título con anterioridad a la afectación;
respecto a la excepción de cosa juzgada: a) no se ha considerado que el
demandante al no tener legitimidad para obrar en el presente proceso, no tiene
facultad para revivir procesos ya fenecidos como es el proceso que se
encuentra en la etapa de ejecución hecho que no se ha tomado en cuenta ya
que la compra venta se efectuó cuando el bien inmueble se encontraba
gravado en el Expediente N° 2006-00108, b) en el proceso indicado concurren
los presupuestos exigidos por la ley como es la identidad de las partes,
pretensión y los mismos hechos, es más la pretensión recae sobre el mismo
bien materia de litis; respecto a la excepción de litispendencia: a) no ha
considerado que se da la trilogía que exige el ordenamiento jurídico para
deducir la excepción de litispendencia, b) se ha vulnerado lo establecido en el
artículo IX del Título Preliminar del Código Procesal Civil, c) se ha vulnerado
aplicar el principio iura novit curia, previsto en el artículo VII del Titulo
Preliminar del Código Civil y Procesal Civil, d) la impugnada no se encuentra
debidamente motivada al no haberse tomado en cuenta lo previsto por el
ordenamiento jurídico, vulnerándose lo previsto en el inciso 5 del artículo 139
de la Constitución Política del Estado, e) se ha vulnerado el derecho a la
defensa y el debido proceso previsto en el artículo 1, artículo 139 incisos 3 y 14
respectivamente al no tomarse en cuenta los presupuestos de procedibilidad
para la demanda de tercería de propiedad.
4.2. Respecto al recurso de apelación en contra de la sentencia, el apelante
sostiene – fundamentalmente –, que: a) al tener acreditado su derecho de
propiedad sobre el bien embargado, conforme al artículo 534 del Código
Procesal Civil la tercería de propiedad puede interponerse en cualquier
momento, lo que no ha sido fundamentado por el juez, b) cuando adquirió el
inmueble, mediante escritura pública del 21 de mayo de 2008, se encontraba
completamente saneado, no registrando ningún gravamen, hipoteca o carga y
de buena fe, por consiguiente, se ha adquirido el inmueble haciéndose la
consulta en los Registros Públicos, c) en forma posterior a su adquisición
recién se ha anotado el embargo, el mismos que data del 6 de enero de 2009,
d) se le causa agravio porque se le pretende despojar de parte de su
propiedad.
5. En audiencia pública, con el informe oral del señor abogado Tito Guido
Gallegos Gallegos en defensa de los intereses del demandante, interviene
como juez ponente Jorge Linares Carreón.
CONSIDERANDO:
Primero: Respecto al recurso de apelación en contra de la resolución N°
40
En su escrito de fojas 74 de autos, doña Nora Chambilla Chipana ha deducido:
a) la excepción de falta de legitimidad para obrar del demandante, sosteniendo
que la tercería de propiedad solo procede cuando el tercerista acredite la
inscripción de su título de propiedad con anterioridad a la afectación, lo que no
sucede en el presente caso, b) la excepción de cosa juzgada, porque
anteriormente ante el Primer Juzgado Mixto se ha tramitado el proceso N°
2008-771, sobre obligación de dar suma de dinero, que siguió la recurrente en
contra de don Benny Gay Díaz Arcayo, el que tiene la calidad de cosa juzgada,
y por ello de manera inexplicable se ha admitido a trámite la demanda de
tercería de propiedad, c) la excepción de litispendencia, porque se viene
siguiendo el proceso de obligación de dar suma de dinero, con el N° 2008-771,
que se encuentra en ejecución de sentencia, por lo que no puede seguirse este
proceso
Segundo: De manera general, la excepción es un medio de defensa de forma,
que se confiere al demandado en virtud del cual puede poner de manifiesto al
juez la ausencia o insuficiencia de uno de los presupuestos procesales
(competencia del juez, capacidad procesal de las partes y requisitos esenciales
de la demanda) o de una de las condiciones de ejercicio válido de la acción
(legitimidad e interés para obrar), con la finalidad de paralizar y subsanar o, en
su caso, extinguir la relación jurídica procesal.
Tercero: Por la excepción de falta de legitimidad para obrar del demandante,
contemplada en el inciso 6 del artículo 446° del Código Procesal Civil, se
denuncia la carencia de identidad entre los sujetos que integran la relación
jurídica sustantiva y quienes forman parte de la relación jurídica procesal, o la
falta de correspondencia entre el demandante concretamente considerado y la
persona a quien en abstracto la ley concede el derecho sustantivo invocado en
la demanda, o la falta de posición habilitante para proponer una pretensión
según ley, mas no la falta de titularidad del derecho, porque ésta se resuelve al
final del proceso, esto es en la sentencia, de ahí que para acreditar su
legitimidad basta que el actor afirme ser titular del derecho que se discute o
que la ley le habilite tal calidad. A este respecto, es pertinente citar la siguiente
jurisprudencia suprema1: “(…) El Juez, al pronunciarse sobre la legitimidad
para obrar de una de las partes, sólo debe constatar si existe aquella relación
de correspondencia entre el demandante y la persona a quien en abstracto la
ley concede el derecho sustantivo o material invocado en la demanda.
Obviamente, esta verificación de correspondencia no importa juzgar si el actor
es o no titular del derecho sustantivo, ni menos aún se juzga la justicia de la
pretensión contenida en la demanda, por ser aspectos que importan el
juzgamiento de fondo que debe hacerse al expedir sentencia, cuando se decide
el derecho discutido en el proceso, emitiendo el respectivo juicio de
fundabilidad”.
Cuarto: En el caso de autos, el demandante sostiene ser propietario del
inmueble afectado con medida cautelar, por lo que considera que no puede
afectarse su propiedad para garantizar obligaciones de terceros, lo que de suyo
le da legitimidad para obrar respecto a la pretensión de tercería de propiedad
incoada, lo que determina la desestimación de la excepción propuesta, tanto
más que el tema de la falta de inscripción del título de propiedad del
demandante será analizado al dilucidarse el tema de fondo de la litis.
Quinto: La excepción de cosa juzgada tiene base constitucional porque el
artículo 139 -inciso 13- de la Constitución establece como principio y derecho
de la función jurisdiccional la prohibición de revivir procesos fenecidos con
resolución ejecutoriada; por tanto, existirá cosa juzgada cuando, en anterior
1
Casación N° 2710-05/La Libertad, Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la
República, publicada en Sentencias en Casación del Diario Oficial El Peruano, de 31 de
octubre de 2006.
proceso firme, se haya debatido entre las mismas partes, el mismo petitorio y
con el mismo interés. En el caso de autos no se produce la mencionada triple
identidad, porque el proceso N° 2008- 771 es uno sobre obligación de dar
suma de dinero en el que no ha intervenido el demandante, lo que determina la
desestimación de tal excepción.
Sexto: La excepción de litispendencia es el instrumento procesal dirigido a
denunciar la existencia de dos procesos en trámite entre las mismas partes,
con iguales pretensiones procesales y promovidos en virtud del mismo interés,
con la finalidad de extinguir el iniciado con posterioridad al primer proceso. En
el caso de autos, tampoco se ha dado tal triple identidad porque el proceso
porque el proceso N° 2008- 771 (en el que doña Nora Chambilla Chipana
sustenta su excepción de litispendencia) es uno sobre obligación de dar suma
de dinero en el que no ha intervenido el demandante, lo que determina la
desestimación de tal excepción.
Séptimo: Por lo señalado precedentemente, debe revocarse la resolución N°
40, y reformándola deben declararse infundadas las excepciones propuestas
por doña Nora Chambilla Chipana.
Octavo: Respecto al recurso de apelación en contra de la sentencia
Conforme a la norma contenida en el artículo 533 del Código Procesal Civil la
tercería se entiende con el demandante y el demandado, y solo puede fundarse
en la propiedad de los bienes afectados judicialmente por medida cautelar o
para la ejecución, o en el derecho preferente a ser pagado con el precio de
tales bienes; por tanto, la tercería de propiedad tiene por finalidad la protección
y exclusión de un bien del proceso de ejecución forzada seguido por otro sujeto
procesal, para el cumplimiento de su obligación.
Noveno: Aparece del expediente acompañado N° 2008-00771, que doña Nora
Chambilla Chipana siguió proceso de obligación de dar suma de dinero en
contra de don Benny Gay Díaz Arcayo para que le pague la suma de S/
150,000.00, procesado en el que se dictó sentencia el 21 de agosto de 2008
declarándose fundada la demanda (fojas 87 del mencionado expediente
acompañado), la misma que fue confirmada mediante sentenciad e vista del 20
de noviembre de 2008 (de fojas 170 del mencionado expediente acompañado),
declarándose improcedente el recurso de casación interpuesto por el ejecutado
(fojas 218 del mencionado expediente acompañado. En función a tales
resoluciones, en el cuaderno de medida cautelar, el 6 de enero de 2009 se
dictó la resolución N° 01 (de fojas 19 del cuaderno de medida cautelar del
mencionado expediente acompañado) por el que se dispuso trabar embargo en
forma de inscripción sobre el 50% de las acciones y derechos que le
corresponden al ejecutado don Benny Gay Díaz Arcayo en el inmueble sito en
Pasaje la Cultura N° 128-131-134 de la urbanización Buenaventura Aguirre del
distrito de Desaguadero, provincia de Chucuito, inscrito en la ficha N° 2910 y
que continua en la partida electrónica N° 11000226 del Registro de Propiedad
Inmueble, medida que efectivamente se inscribió, según se desprende del
asiento D00004 de la mencionada partida registral (fojas 10 de autos).
Noveno: El demandante sostiene que la mencionada medida cautelar debe
dejarse sin efecto porque el inmueble sublitis le pertenece, a mérito de la
compraventa contenida en la escritura pública del 21 de mayo de 2008 (de
fojas 4 de autos) otorgada a su favor y de su esposa por don Benny Gay Díaz
Arcayo y doña Alfonza María Mendoza Sarmiento. Por tanto, debe establecerse
si el título de propiedad no inscrito, respecto al inmueble sublitis, a nombre del
demandante don Antonio López Apucusi y doña Matilde Pari de López es
oponible o no al embargo inscrito a nombre de doña Nora Chambilla Chipana.
Décimo: El conflicto entre embargo inscrito y propiedad no inscrita no ha sido
dilucidado definitivamente por la Corte Suprema de la República a través de
precedente judicial de observancia obligatoria que vincule a los órganos
jurisdiccionales, tal es así que en la casación N° 2323-2005 Arequipa, del 6 de
abril de 20062 se privilegia a la propiedad no inscrita frente al embargo inscrito,
mientras que en la casación N° 4448-2010 Arequipa, del 29 de agosto de
20123, se privilegia al embargo inscrito sobre la propiedad no inscrita, por lo
que este colegiado vierte sus consideraciones al respecto en esta resolución.
Undécimo: Ahora bien, es cierto que conforme a la norma contenida en el
artículo 2022 del Código Civil para oponer derechos reales sobre inmuebles a
quienes también tienen derechos reales sobre los mismos, es preciso que el
2
Publicada en el diario oficial El Peruano el 3 de octubre de 2006.
3
Publicada en el diario oficial El peruano el 31 de enero de 2013.
derecho que se opone esté inscrito con anterioridad al de aquel a quien se
opone, y que según su segundo párrafo si se trata de derechos de diferente
naturaleza se aplican las disposiciones del derecho común, pero no es menos
cierto que el contenido normativo de este último párrafo no puede llevar a la
conclusión que la propiedad no inscrita es preferente al embargo inscrito, o que
el derecho real tenga preeminencia sobre el derecho personal.
Duodécimo: Al respecto, se suele distinguir entre derecho personal y derecho
real. Esta distinción4 ha sido ampliamente tratada en la doctrina, se han creado
diversas teorías, nuevas clasificaciones de los derechos patrimoniales, sin que
se dilucide con claridad el tema de la oponibilidad que nos ocupa, porque se
señala que derechos los reales y personales son de distinta naturaleza, y como
los primeros gozan de oponibilidad erga omnes y de energía persecutoria y los
segundos carecen de estas facultades, entonces en caso se suscite conflicto
entre ellos deben ser preferidos los primeros, así de simple5. Empero, tal
aseveración no está establecida en ningún dispositivo legal, y en todo caso,
norma especial expresa (que prevalece sobre la norma general recogida en el
segundo párrafo del artículo 2022 del Código Civil) establece la inexistencia de
distinción y preferencia entre derechos reales y derechos personales cuando se
trata de derechos inscritos, porque lo que se trata es de determinar la
oponibilidad de los derechos a través de los signos de recognoscibilidad de los
mismos en función a los mecanismos que establece el Derecho.
Décimo tercero: En efecto, conforme a la norma contenida en el inciso c) del
artículo 3 de la Ley N° 26366 (que crea el Sistema Nacional y la
Superintendencia de los Registros Públicos) es garantía del Sistema Nacional
4
La distinción comienza en el Derecho Romano, a partir de la clasificación de las acciones
según Las Institutas: 1) La acción es personal cuando lo ejercitamos contra alguno que no esta
obligado por razón de un contrato o de un delito, esto es, cuando sostenemos en juicio que una
persona esta obligada a dar, hacer o prestar una cosa. 2) Y es real la acción cuando
pretendemos que una cosa corporal nos pertenece, o que nos compete alguna servidumbre
como la de uso, usufructo, senda (jus eundi), carril (jus agendi), acueducto, edificar más alto o
la de vistas. (GAYO. “Las Institutas”. Traducida por primera vez al castellano. Imprenta de la
Sociedad Literaria y Tipográfica. Madrid, 1845. p. 257). Vemos aquí el origen del dualismo al
diferenciar las acciones reales de las personales. Así, las primeras eran absolutas en tanto se
podían dirigir contra cualquier persona que tenía el bien; mientras las personales serían
relativas pues tenían un destinatario determinado.
5
Así se establece en la Exposición de Motivos Oficial del Código Civil –Registros Públicos–
publicada en El Peruano (19/11/1990). p. 120.
de los Registros Públicos la seguridad jurídica de los derechos de quienes se
amparen en la fé del Registro; es decir, de acuerdo a tal norma especial debe
garantizarse la eficacia de todos los derechos inscritos, sin distinguirse entre
reales y personales, en tanto se hayan constituido en la fe del Registro.
Décimo cuarto: Ello tiene correlato con la eficacia que el ordenamiento jurídico
reconoce al Sistema Registral. En efecto, conforme al artículo 1 de la Ley N°
26366 se crea el Sistema Nacional de los Registros Públicos con la finalidad de
mantener y preservar la unidad y coherencia del ejercicio de la función registral
en todo el país, orientado a la especialización, simplificación, integración y
modernización de la función, procedimientos y gestión de todos los registros
que lo integran. Por ello, entre las finalidades del Registro tenemos
principalmente, facilitar las transacciones mediante la publicidad del
nacimiento, modificación, extinción, ejercicio y eficacia de los derechos de
propiedad sobre los bienes, de esta manera el Registro permite a los
potenciales contratantes conocer información jurídica sobre los bienes
inmuebles para concretizar la eficacia jurídica de la publicidad registral, que
según José Manuel García García6 implica que “la publicidad registral es la
exteriorización continuada y organizada de situaciones jurídicas de
trascendencia real para producir cognoscibilidad ‘erga omnes’ y con ciertos
efectos jurídicos sustantivos sobre la situación publicitada”; por tanto, la
situación jurídica publicitada es reconocida por el ordenamiento jurídico (inciso
c del artículo 3 de la Ley N° 26366) como productora de efectos jurídicos que
deben garantizarse.
Décimo quinto: Por ello es que en función al principio de legitimidad, recogido
por el artículo 2013 del Código Civil, el contenido de la inscripción se presume
cierto y produce todos sus efectos, mientras no se rectifique o se declare
judicialmente su invalidez, lo que en buena cuenta implica, según palabras de
José Manuel García García7, que el principio de legitimidad “Podemos definirlo
como aquel principio hipotecario en virtud del cual los asientos del Registro se
presumen exactos y veraces, y como consecuencia de ello, el titular registral
6
García García, José Manuel, Derecho inmobiliario, registral e hipotecario, Editorial Civitas
S.A. Madrid, 1988, tomo I, página 673.
7
García García, José Manuel, obra citada, página 541.
reflejado en los mismos se le considera legitimado para actuar en el tráfico y en
el proceso como tal titular, es decir, tanto en el ámbito extrajudicial como en el
judicial, y en la forma que el propio asiento determina”. Por tanto (a partir de la
norma contenida en el inciso c del artículo 3 de la Ley N° 26366), la propiedad
no inscrita no es oponible al embargo inscrito, coadyuva a tal conclusión lo
señalado por la Corte Suprema8 en el sentido que “Al derecho del acreedor que
surge de un embargo inscrito en los Registros Públicos no le será oponible el
del tercerista de propiedad que conste en escritura pública suscrita con
anterioridad a la inscripción de la medida cautelar aludida pero no inscrita en el
registro; puesto que una escritura público, en tanto no contar con la fé del
registro, es oponible solo entre las partes intervinientes en el acto jurídico que
formaliza, mas no de manera absoluta entre terceros, como sí lo es el derecho
del acreedor que inscribió la medida cautelar de embargo, accediendo a la
preferencia y oponibilidad erga omnes que otorga el registro”, la misma que
también en otro momento ha señalado9 que “(…) el derecho de cautela judicial
anotado en el registro tiene prioridad sobre el derecho de propiedad de
cualquier otro derecho inscrito, tanto más sobre un derecho que no ha sido
inscrito nunca (…)”. No debe soslayarse que en paralelo al principio de
legitimidad también opera el principio de inoponibilidad que es definido por
José Manuel García García10 “como aquel principio hipotecario en virtud del
cual los títulos de dominio no inscritos o de derechos reales no inscritos ni
anotados en el Registro, no afectan ni perjudican al tercero que inscribió su
derecho en el Registro”.
Décimo sexto: Debe resaltarse que según José Manuel García García 11, en
posición que comparte este colegiado, el principio de inoponibilidad busca la
eficacia general ordinaria de la inscripción frente a la clandestinidad, de modo
tal, dice García que “(…) antes de producirse la inscripción, el derecho real
existe, pero con eficacia solo entre las partes que lo crearon y también respecto
8
Véase la sentencia de casación N° 2683-2001, publicada en el diario oficial El Peruano el 30
de junio de 2003.
9
Sentencia de casación N° 4448-2010 Arequipa, del 29 de agosto de 2012, publicada en el
diario oficial El Peruano el 31 de enero de 2013.
10
García García, José Manuel, obra citada, tomo II, página 29.
11
García García, José Manuel, obra citada, tomo II, página 64.
a otros titulares que no inscribieron. En cambio, respecto a terceros que han
inscrito, el derecho real lo ostentan estos últimos, porque son los que reúnen
de forma plena el requisito de absolutividad o eficacia erga omnes”.
Consecuentemente, se busca proscribir la clandestinidad en la atribución de
titularidades dominicales (que se produce – precisamente – cuando se
pretende hacer prevalecer un título de propiedad oculto) con la finalidad de
transparentar el tráfico jurídico.
Décimo séptimo: Del análisis de lo actuado se desprende, y así lo han
reconocido las partes, que en el asiento C.2 de la ficha N° 2910, luego
trasladada a la partida electrónica N° 11000226 del Registro de Predios de la
Oficina Registral de Puno (fojas 8 de autos) la titularidad dominical del
inmueble sublitis se inscribió el 15 de julio de 1999 a favor de don Benny Gay
Díaz Arcayo y su esposa doña Alfonza María Mendoza Sarmiento, y luego, el 3
de febrero de 2009, en el asiento D00004 de la misma partida registral (fojas 10
de autos) se anotó el embargo en forma de inscripción, sobre el 50% de las
acciones y derechos que corresponden al ejecutado don Benny Gay Díaz , por
haberlo ordenado el juez del Primer Juzgado Mixto de Puno, en el expediente
N° 2008-00771-334-2101-JM-CI-1, estando el inmueble sublitis inscrito a
nombre del ejecutado don Benny Gay Díaz Arcayo y su esposa; asimismo, el
demandante exhibe su título de propiedad sobre el inmueble sublitis, contenido
en la escritura pública del 21 de mayo de 2008 (de fojas 4 de autos) el que no
está inscrito en el Registro de la Propiedad Inmueble.
Décimo octavo: Por tanto, el embargo que sobre el referido inmueble trabó
doña Nora Chambilla Chipana (asiento D00004) se hizo en función a la
situación jurídica publicitada y legitimada en razón a la fe del registro, por lo
que en función a la norma contenida en el inciso c) del artículo 3 de la Ley N°
26366 debe garantizarse la efectividad de la titularidad publicitada por el
Registro lo que determina que el título de propiedad no inscrito que invoca el
demandante don Antonio López Apucusi no es oponible al embargo inscrito,
situación que determina la desestimación de la pretensión contenida en la
demanda con la subsecuente confirmación de la sentencia materia de la
absolución del grado.
Décimo noveno: No puede soslayarse el hecho que un caso análogo al de
autos ha sido dilucidado por la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de la
República en la casación N° 3192-2009 Lambayeque12, haciéndose prevalecer
la propiedad no inscrita configurada antes del embargo cuestionado; sin
embargo, dado que tal pronunciamiento no constituye precedente judicial en los
términos del artículo 400 del Código Procesal Civil – respetuosamente – no se
sigue las pautas precisadas en la antes mencionada sentencia de casación en
razón a lo señalado en los considerandos precedentes.
Vigésimo: Finalmente, el demandante en su recurso de apelación sostiene que
adquirió el bien sublitis de parte de don Benny Gay Díaz Arcayo de buena fé,
verificando la información que aparecía en el registro.
Vigésimo primero: Al respecto, la existencia o no de buena fe solo es
regulada para el supuesto del principio de buena fé pública registral previsto en
el artículo 2014 del Código Civil, y que se configura cuando el tercero registral
es atacado en su adquisición, cuando el título de su transferente es anulado,
rescindido o resuelto por causas que no constan en los Registros Públicos,
supuesto que no se presenta en el caso de autos, porque el embargo
submateria no es atacado en función a haberse anulado rescindido o resuelto
el título de propiedad del ejecutado, tampoco el demandante ha inscrito su
título por lo que no tiene la calidad de tercero registral. Por tanto, es
absolutamente intrascendente analizar la existencia o no de buena fe en la
adquisición del demandante, porque el hecho es que, por la falta de inscripción
registral, su título de propiedad no es oponible al embargo inscrito a favor de
doña Nora Chambilla Chipana.
Vigésimo segundo: En función a todo lo señalado (porque la propiedad no
inscrita no puede prevalecer sobre el embargo inscrito) debe desestimarse la
pretensión contenida en la demanda con la subsecuente confirmación de la
sentencia materia de la absolución del grado.
Estando a la votación producida.
RESOLUCIÓN:
12
Publicada en el diario oficial “El Peruano” el 31 de enero de 2012.
1. Revocaron la resolución N° 40, del 02 de marzo de 2012 (de fojas 308 de
autos), por la que se resuelve declarar improcedentes las excepciones de falta
de legitimidad para obrar del demandante, cosa juzgada y litispendencia
propuestas por doña Nora Chambilla Chipana, reformándola, declararon
infundadas las mencionadas excepciones.
2. Confirmaron la sentencia N° 226-2012, del 11 de octubre de 2012 (de fojas
393 de autos) por la que se resuelve declarar infundada la demanda
interpuesta por don Antonio López Apucusi, sobre tercería de propiedad, en
contra de doña Nora Chambilla Chipana y don Benny Gay Díaz Arcayo, sin
costas ni costos, con lo demás que contiene.
Tómese razón y hágase saber.
S.S.
SALINAS MÁLAGA
LINARES CARREÓN
PINEDA GONZALES.