INTRODUCCIÓN
El derecho a la educación es universal y equitativo y pese a las
condiciones excepcionales por la presencia del COVID-19 en Bolivia, la
educación debe continuar. Las niñas, niños y adolescentes necesitan
acceder a varias modalidades educativas alternativas para continuar
su aprendizaje y educación. Cuanto más tiempo pasa sin que asistan a
la escuela, existe mayor probabilidad de que no regresen,
especialmente las niñas y los estudiantes de familias con bajos
ingresos.
En ese sentido, otro
reto es que la atención
educativa debe
centrarse en formas
innovadoras de llevar
experiencias y oportunidades de aprendizajes de calidad hasta las
familias, asimismo, asignar los medios para que ellas cuenten con
recursos educativos y pedagógicos, por múltiples vías, según las
necesidades educativas y la disposición y acceso que tengan, ya sea
por nuevos medios digitales o canales de comunicación tradicionales
como la televisión y la radio
El cierre de las escuelas y la
puesta en marcha de
modalidades alternativas no
debe acrecentar las desigualdades educativas (por razón de género,
edad, discapacidad, pobreza, migración u origen étnico), se deben
establecer estrategias y recursos adicionales para abordar las
diferentes necesidades y riesgos que enfrentas los niños, niñas y sus
familias en situación de mayor vulnerabilidad. Desde la adaptación de
modalidades, plataformas, planes y medios alternativos que
respondan a las necesidades y la adopción de medidas para reforzar la
atención en el hogar.
Por otra parte, es importante también asegurar que la educación virtual
y a distancia se desarrolle de manera segura, protegiendo la integridad
física y mental de las niñas, niños en todo momento, así como
promoviendo su salud mental, para ello los maestros y maestras
también deben estar preparados.
Formación permanente de educadores
Asimismo, es importante trabajar con
los maestros y maestras en procesos
de formación continua, para ayudarles
a adaptar su práctica pedagógica a las
nuevas circunstancias de la
emergencia por el COVID-19.
Esto significa ayudarles a adquirir mejores competencias en el manejo
de las herramientas tecnológicas y de educación a distancia tan
necesarias en estos momentos; como también en el manejo de
estrategias metodológicas y didácticas para la enseñanza a distancia
según la disponibilidad de algunas de las modalidades educativas, y
finalmente, en planificación de horarios, evaluaciones, adaptaciones
curriculares y
priorización de
contenidos
según los niveles
educativos para
poder ofrecer clases
virtuales o a distancia
de manera efectiva e
inclusiva.
Implementan
también las
plataformas virtuales
y que para los
maestros también es
algo nuevo y deben ser capacitados y deben diseñar nuevas formas de
educar a distancia durante la pandemia
Recursos adecuados
Inherente a lo ya citado es necesario asignar recursos adecuados al
sistema educativo incluyendo la atención, que permitan desarrollar
acciones de respuesta efectiva a corto, mediano y largo plazo. Esto
incluye no solo garantizar que el presupuesto asignado a educación se
mantenga, sino, que se garanticen los recursos necesarios para la
reapertura de las escuelas con protocolos de bioseguridad cuando sea
el momento. Por otra parte, esto también implica garantizar que todas
las niñas, niños y inscritos en la gestión 2020 retornen al sistema
educativo y aquellos que se encuentran en mayor riesgo y
vulnerabilidad de abandono reciban el apoyo estatal a través de la
provisión de materiales escolares y medios para su reincorporación o
las transferencias monetarias.
TODOS LOS NIVELES EDUCATIVOS Y FORMATIVOS
ESTAN AFECTADOS
Las disrupciones provocadas por la COVID-19 en la vida cotidiana han
provocado que hasta 40 millones de niños en todo el mundo hayan
perdido tiempo de enseñanza en su primer año de educación
preescolar, un año fundamental13. Por lo tanto, han perdido acceso a
un entorno estimulante y enriquecedor, oportunidades de aprendizaje,
interacción social y, en algunos casos, nutrición adecuada. Es
probable que esa situación ponga en peligro su desarrollo saludable a
largo plazo, especialmente en el caso de niños de familias pobres y
desfavorecidas.
RECURSOS EDUCATIVOS Inherente a lo ya citado es necesario
asignar recursos adecuados al sistema educativo incluyendo la
atención, que permitan desarrollar acciones de respuesta efectiva a
corto, mediano y largo plazo. Esto incluye no solo garantizar que el
presupuesto asignado a educación se mantenga, sino, que se
garanticen los recursos necesarios para la reapertura de las escuelas
con protocolos de bioseguridad cuando sea el momento. Por otra
parte, esto también implica garantizar que todas las niñas, niños y
adolescentes inscritos en la gestión 2020 retornen al sistema
educativo y aquellos que se encuentran en mayor riesgo y
vulnerabilidad de abandono reciban el apoyo estatal a través de la
provisión de materiales escolares y medios para su reincorporación o
las transferencias monetarias.
PLATAFORMAS VIRTUALES
Las disrupciones provocadas por el
COVID-19 en la vida cotidiana han
provocado que hasta 40 millones de
niños en todo el mundo hayan perdido
tiempo de enseñanza en su primer
año de educación preescolar, un año
fundamental, Por lo tanto, han perdido
acceso a un entorno estimulante y
enriquecedor, oportunidades de aprendizaje, interacción social y, en
algunos casos, nutrición adecuada. Es probable que esa situación
ponga en peligro su desarrollo saludable a largo plazo, especialmente
en el caso de niños de familias pobres y desfavorecidas A pesar, de
los esfuerzos realizados hasta ahora por el Ministerio de Educación,
Deporte y Cultura para promover la educación virtual como una de las
modalidades educativas, aún no es suficiente para llegar a toda la
población estudiantil, debido a la ausencia universal de conectividad a
internet, al acceso a dispositivos digitales y al desarrollo de
competencias para la era digital tanto de maestros como de
estudiantes. Sin embargo, el hecho de tener conexión a internet no
garantiza el acceso y la calidad de la educación. Un sondeo de opinión
de la plataforma U-Report de UNICEF, revela que cuatro de cada diez
adolescentes o jóvenes señalan no estar recibiendo clases por
ninguna plataforma de internet y de los que reciben clases virtuales,
93,2% señalan que no están aprendiendo “nada”, “casi nada” o “más o
menos”, sea que estén en unidades educativas privadas o fiscales
DERECHO A LA EDUCACIÓN
derecho a la educación
es universal y
equitativo y pese a las
condiciones
excepcionales por la
presencia del COVID-
19 en Bolivia, la
educación debe
continuar. Las niñas, niños y adolescentes necesitan acceder a varias
modalidades educativas alternativas para continuar su aprendizaje y
educación. Cuanto más tiempo pasa sin que asistan a la escuela,
existe mayor probabilidad de que no regresen, especialmente las
niñas y los estudiantes de familias con bajos ingresos. En ese sentido,
otro reto es que la atención educativa debe centrarse en formas
innovadoras de llevar experiencias y oportunidades de aprendizajes de
calidad hasta las familias, asimismo, asignar los medios para que ellas
cuenten con recursos educativos y pedagógicos, por múltiples vías,
según las necesidades educativas y la disposición y acceso que
tengan, ya sea por nuevos medios digitales o canales de
comunicación tradicionales como la televisión y la radio.
TEMAS IMPLEMENTADOS DURANTE LA PANDEMIA
• bioseguridad
USO CORECTO DEL
BARBIJO
• lavado de manos
NO OLVIDES
CUIDARTE
Una buena alimentación
fortalece nuestro cuerpo
• alimentación
• distanciamiento