1) Prólogo
Cuentos De Juan Rulfo
‘‘Es que somos pobres’’
Es un cuento muy bello y muy triste de un niño que va narrando sus desgracias por decirlo así. Vivía con
sus padres en un lugar que ha sido afectado por una inundación el agua se había llevado todo, hasta
incluso una
vaca, que era la esperanza para que su hermanita no terminara como las
hermanas mayores. Para mí este cuento se me hace triste por la manera en la que el niño narra esas
desgracias. ‘‘¡Diles que no me maten
La historia es sencilla, pero su genialidad, es que sigue vigente en nuestros días: Juveneció Nava mata a
su amigo, a su compadre Lupe Terreros, por pelear las tierras fértiles de este último. Pleitos tan
comunes de la gente de estas poblaciones. Pleitos que se repiten a través de generaciones y ennuestros
tiempos. Las sequías duraron mucho tiempo y los animales de Juvencio morían por no tener donde
pastar. El mejor lugar para pastar era elterreno de su compadre, pero éste no le permitía entrar. Por
eso, desesperado, Juvencio rompía la cerca de Don Lupe todas las noches para llevar a sus han males a
pastar. Después de varias advertencias, Don Lupe, enojado, le mata un novillo y la respuesta de Juvencio
no se hace esperar: desata toda su furia contra su amigo.
2) PRÓLOGO
Algunas veces podemos recordar los cuentos infantiles como parte del pasado, cada quien recuerda su
niñez como le place, para mi es muy importante esta etapa, estoy en un proceso en el cual mi infancia
está llegando a su último momento; dejare atrás los cuentos de noche y con los que me entretenían en
el jardín de niños. con los que conocí el valor de la amistad, la perseverancia, el amor hacia mí y el amor
hacia los demás, la obediencia entre otros.
El significado de esta antología es muy sentimental, mientras hacia la recopilación de los cuentos aquí
presentes, recordé el momento en el que mi madre me los leía con tal sentimiento, como si fuera una
realidad alternarán a la que vivía en ese momento. Debo resaltar el hecho que los cuentos tienen una
secuencia en esta antología, este orden esta conforme me fue enseñando y mostrando el camino del
bien. La antología se divide en dos partes marcando el final de mi niño interior con el cuento "EL
SOLDADITO DE PLOMO” y el inicio de la adolescencia con el texto "EL GUARDAGUJAS" de Juan José
Arreola, seguidos de distintos cuentos, los cuales cada quien interpretara según su forma de pensar y
sentimiento del momento.
Mi deseo más grande, es compartirle a mis hijos los cuentos de mi infancia, leérselos con aquel
sentimiento con los que me los leía mi madre, imaginarme con ellos un mundo diferente escrito sobre
papel, el mejor legado que podemos dejar, es el amor hacia estos cuentos, que desde hace muchas
generaciones está presente y sé que podemos seguir con la tradición. Terminé esta antología, con "EL
PRINCIPITO" pues siempre me recuerda que en la vida hay sueños por los que debemos luchar, uno de
ellos y de lo más importantes es no dejar de ser niños. La compilación de los cuentos para adolescencia
es de cuentistas mexicanos, con la finalidad de dar a conocer a los jóvenes el trabajo de los escritores de
su país.
3) Este es un prólogo que García Márquez escribió para el libro Abel Quezada: el cazador de musas
publicado en 1989 por la Editorial Joaquín Mortiz. Como un homenaje al caricaturista y pintor
nacido en Monterrey, Gabo relata la historia fantástica de un cuadro que le regaló Quezada
donde una mujer está bebiendo una copa de vino criollo de una botella a medio vaciar. En las
mañanas, la botella del cuadro permanece intacta, pero en las noches el vino desaparece como
si la mujer pintada se lo hubiese bebido. Al día siguiente, la botella vuelve a estar a medio vaciar.
Tengo un cuadro de Abel Quezada en el comedor de mi casa. Es el retrato de una mujer de unos
cuarenta años sentada junto a una columna roja, solitaria y triste, con una garrafa de vino
rosado ya casi vacía y una copa a medio consumir. Lleva una túnica blanca con flores de abril, y
un peinado de Mona Maris, y no es posible saber si la luz de sus ojos es por el verde de mar en
reposo o por el fulgor de sus lágrimas. Pues tanto su semblante como la soledad de su vino
delatan una vieja congoja. De noche, cuando se apagan las luces del comedor, la garrafa está
vacía y sólo queda el último sorbo en el fondo de la copa. Pero a la mañana siguiente está otra
vez llena hasta la mitad y la copa a medio consumir.
4) Escrito en 1988 para libro-reportaje del periodista italiano Gianni Mina, Habla Fidel, este prólogo
ahonda en la figura del dirigente cubano Fidel Castro y su habilidad para construir y pronunciar
discursos. Un retrato íntimo narrado por el escritor colombiano. Dos cosas llamaron la atención
de quienes oíamos a Fidel Castro por primera vez. Una era su terrible poder de seducción. La
otra era la fragilidad de su voz. Una voz afónica que a veces parecía sin aliento. Un médico que
lo escuchaba hizo una disertación tremendista sobre la naturaleza de esos quebrantos, y
concluyó que aun sin discursos amazónicos como el de aquel día, Fidel Castro estaba condenado
a quedarse sin voz antes de cinco años. Poco después, en agosto de 1962, el pronóstico pareció
dar su primera señal de alarma, cuando se quedó mudo después de anunciar en un discurso la
nacionalización de las empresas norteamericanas. Pero fue un percance transitorio que no se
repitió. Han transcurrido 26 años desde entonces, Fidel Castro acaba de cumplir sesenta y uno, y
su voz parece todavía tan incierta como siempre, pero continúa siendo su instrumento más útil
e irresistible para el muy delicado oficio de la palabra hablada
5) Prólogo al fotógrafo italiano Gianfranco Gorgoni en su libro Cubano 100%. Data de 1997. Allí
Gabo hace una breve reseña de la historia de los grandes fotógrafos del siglo XX para después
centrarse en el trabajo de Gorgoni sobre la vida cotidiana en Cuba.
Aquel Primero de Mayo de su primera visita, Cuba empezaba ya a superar la mala época en que las
muchachas se pintaban una raya en las pantorrillas, para que pareciera la costura de unas medias que
no tenían, había que hacer cola hasta para conseguir un sitio en las colas, y no era extraño encontrar por
la calle un automóvil sin puertas cuto conductor iba sentado en una silla de comedor. Los cubanos
habían aprendido a sobrevivir al bloqueo impuesto por los Estados Unidos doce años antes, y la Cuba
nueva empezaba a mostrar una cara distinta. Pero el pudor continuaba. Es muy difícil fotografiar a Cuba,
porque los orgullosos cubanos son muy reticentes a mostrar las carencias que tantos años de bloqueo
les han causado. Gorgoni, sin embargo, tomó su primera foto desde que llegó al aeropuerto, y diez años
después había tomado más de 12000. Una selección drástica de ellas, son las 200 de este libro. Pocos
extranjeros han tenido ocasión de ver tan de cerca estos años de consolidación.