El gobierno italiano inicio un ambicioso proyecto de modernización de la burocracia, el
cual esta consignado en la ley 124 de 2015, con esta ley buscó una reorganización de las
administraciones públicas, desde el nivel central hasta los niveles regionales, esto
contiene reformas tanto de tipo a la actividad de la administración como a la organización
de esta. Abordando aspectos como la simplificación y agilización de la administración
pública, como también la reorganización del empleo público.
En lo correspondiente al proceso de simplificación y agilización administrativa considerado
uno de los grandes cambios propuestos mediante esta ley, se dispuso la creación de un
mecanismo la cual se adoptó por el decreto del presidente de la república n° 194 de 2016,
el cual consta de tres pasos fundamentales para este proceso de simplificación, los cuales
consisten en primero identificar anualmente procedimientos administrativos para los que
exista un interés público en su agilización, por lo que esto ha generado que las entidades
territoriales basándose en sus intereses y sus prioridades configuren sus propias listas de
proyectos, adicional a esto el consejo de ministros puede identificar proyectos
susceptibles de beneficiarse de la reducción de plazos.
El segundo paso de este procedimiento permite una reducción de hasta la mitad del
tiempo de los respectivos plazos procesales, esta reducción debe hacerse respetando las
pautas legales estipuladas en el reglamento anteriormente mencionado, lo cual garantice
los principios de la administración como lo son la razonabilidad y proporcionalidad.
Posterior a esto, el presidente del Consejo de ministros tiene la potestad de reemplazar a
las administraciones que no fueron capaces de concluir dentro del plazo establecido, los
procesos a ellos confiados, este paso se conoce como el ejercicio del poder de
sustitución.
Además, la intención es transferir la supervisión sobre gabinetes ministeriales individuales
a las oficinas de la Presidencia del Consejo de ministros. Además, en los casos en que la
aprobación, acuerdo, o se requiere autorización de organismos públicos, el primer
ministro, después de la deliberación del Consejo de ministros, ejerce un poder sustitutivo.
La reforma prevé además que las oficinas de personal del primer ministro ejercerán
vigilancia directa sobre los organismos públicos, incluidos las agencias tributarias. Por
último, los nombramientos públicos, incluidos los de las competencias de los ministerios
individuales, estarán sujetos al escrutinio diminuta del Consejo de ministros.
Otro de los principales objetivos de esta reforma es la digitalización de la administración
orientada a mejorar la experiencia de los usuarios en el servicio que reciben, estos
cambios tienen dos vertientes, una son los cambios internos en las administraciones y por
otro lado la nueva estructura en la coordinación. Para atender a estos cambios internos se
crea una dirección con la tarea de promover esta transición, a cargo de esta dirección cita
la ley debe estar un responsable “dotado de adecuadas competencias tecnológicas, de
informática jurídica y de gestión”, estas características en cabeza de órganos políticos
puede suscitar al debate entre la separación de lo político y lo administrativo, pero es que
para el estado italiano la innovación es concebida como la sinergia entre la esfera más
alta donde se encuentran los tomadores de decisiones y la estructura, lo que a su vez
pone en evidencia que la actividad de dirigir propia del ejercicio político no puede ir
desligada ni ser bien ejercida si se encuentra en ausencia de los conocimientos técnicos
necesarios para poder orientar también la actividad de gestión.