¡Perdóname, hijo!
sé que a pesar de que me he esforzado, no he sido el mejor padre, en mi afán por
protegerte y evitar que te equivoques en un futuro he sido demasiado estricto, te he
regañado por cosas que ahora entiendo no tienen ningún sentido, te regañé por haber
derramado el té en la mesa, por ensuciarte la ropa mientras comía, por gritar al salir a
jugar y por muchas otras cosas, que ahora entiendo son parte de esa hermosa etapa
llamada niñez, te he gritado frente a tus amigos y en la mesa frente a toda la familia
pensando que te corregía, cuando en realidad lo único que hacía era humillarte pero a
pesar de eso tú siempre estás ahí viéndome como tu héroe, como tu ejemplo a seguir y
regalándome una sonrisa que aunque en el momento no me doy cuenta es lo que me
motiva a levantarme todas las mañanas a fijarme nuevas metas y principalmente a vivir, te
has acercado a mí tantas veces con un inmenso dolor en tus ojos y a pesar de haberlo
notado en lugar de preguntarte cómo te sientes o qué es lo que te pasa he desquitado mi
estrés y preocupaciones contigo gritándote.
¡y ahora qué quieres!
¡ya deja de llorar!
¡me desesperas!
¡ya no te aguanto!
Pero tu inocencia y amor es tan grande que sin fijarse en mis regaños y gritos me has
premiado corriendo a mis brazos con esa dulce mirada que aún llena de tristeza en
silencio solo me grita papi te amo, perdóname por tratar de compensar mi ausencia con
regalos cuando en realidad lo único que siempre quisiste era mi tiempo ese que yo tantas
veces te negué por mis ocupaciones trabajo y por pensar de más en cómo sería tu futuro
olvidándome de que también existe un presente y que con mi indiferencia de lastimado
sin darme cuenta espero que no sea demasiado tarde para remediar mis errores pero es
hasta ahora que me doy cuenta de todo el tiempo que he desperdiciado gritando
buscando tus errores y tratando de corregirlos, que me olvidé de lo afortunado que soy de
ser tu padre, te juzgué como un adulto cuando ni siquiera yo en todo este tiempo he
podido dejar de equivocarme, por eso hoy estoy aquí para pedirte perdón y para decirte
que aunque he actuado de forma incorrecta muchas veces, te amo y por ti daría mi vida
con amor.
¡tu padre!