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Rito de Imposicion de Sotana

Este documento describe el rito de bendición e imposición del traje de monaguillo. En el rito, los candidatos a monaguillos son presentados y entrevistados sobre su compromiso de servir a la iglesia. Luego, sus padres expresan su apoyo y el sacerdote bendice los trajes antes de que los candidatos se los pongan y reciban una cruz como símbolo de su servicio.
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Rito de Imposicion de Sotana

Este documento describe el rito de bendición e imposición del traje de monaguillo. En el rito, los candidatos a monaguillos son presentados y entrevistados sobre su compromiso de servir a la iglesia. Luego, sus padres expresan su apoyo y el sacerdote bendice los trajes antes de que los candidatos se los pongan y reciban una cruz como símbolo de su servicio.
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Bendición e imposición del traje de monaguillo

II. BENDICIÓN E ADMISIÓN DE MONAGUILLOS


1. Los niños, después de haber recibido una adecuada formación litúrgica en orden al servicio
que van a desempeñar y haber sido considerados idóneos para el servicio del altar, deberán ser
admitidos en el grupo de monaguillos mediante este rito de admisión que tendrá lugar dentro de
la celebración eucarística
2. Este rito va destinado a aquellas personas que, sin haber recibido la institución de acólitos,
cumplen habitualmente el oficio de ayudar en la celebración de la Eucaristía y en las demás
celebraciones litúrgicas.
3. El rito que aquí se propone pueden utilizarlo el sacerdote o el diácono, los cuales, respetando
la estructura del rito y sus elementos principales, adaptarán la celebración a las circunstancias de
las personas y del lugar.
4. La Misa comienza como de costumbre. Se pueden tomar las lecturas del día o las siguientes
lecturas: Nm 3, 5-9, Gn 14, 18-20; Pr 9, 1-6; Hch 4, 32-35; I Co 12, 31 — 13, 13; I Jn 3, 14-18; I
Jn 4, 7-16; Mt 5, l-12a; Mt 25, 31-40; Jn 15, 12-16. Y el Salmo responsorial: Sal 33 (34), 2-3. 4-5.
6-7. 10-11. 12-13 (R.: 9a). Sal 111 (112), 1-2. 3-4. 5-7a. 7b-8. 9, Sal 144 (145), 10-11. 15-16. 17-18.
Después del evangelio comienza en rito con la presentación de los candidatos.

RITO DE LA BENDICIÓN Y ADMISIÓN


Ritos iniciales

5. El coordinador o asesor de los monaguillos, nombra a cada uno diciendo:

Acérquese el (los) que será(n) admitido(s) al servicio de monaguillo.


6. Enseguida los llama uno por uno o lo que ellos responderán diciendo:

Presente.
7. En seguida el celebrante pregunta a quien los presenta:
Sabes si estos niños están convenientemente preparados para servir con
piedad, dedicación y fe a tan importante servicio de la Iglesia y portar
con dignidad y respeto estas vestiduras que los distinguirán como
servidores del Señor.
A lo que responde:
Habiendo recibido la formación necesaria, preparación espiritual,
litúrgica y doctrinal, durante varios encuentros, puedo atestiguar que
estos niños son aptos para servir en el altar como monaguillos, y dar
testimonio de perseverancia en el servicio por las cosas de Dios.
Bendición e imposición del traje de monaguillo

8. En seguida los monaguillos pasan a su lugar y se prosigue con la homilía.


9. Al terminar la homilía, el celebrante dispone a los que han sido presentados a recibir la
bendición, con estas palabras u otras semejantes:

Queridos niños (jóvenes): Desde el día de su bautismo son hijos de Dios


y forman parte de la Iglesia, que es «una raza elegida, un sacerdocio real,
una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios». Cada día de
nuestra vida que transcurre en la fidelidad al Señor es una ofrenda
agradable a sus ojos. Ahora, animados sus nuestros padres y por la
comunidad cristiana, han manifestado querer servir al Señor con una
dedicación mayor, ayudando al sacerdote en el altar. La Iglesia los acoge
con este propósito.

Interrogatorio a los monaguillos y a sus padres

10. Al termino de las palabras del celebrante, se ponen de pie los candidatos en compañía de sus
padres y se acercan al inicio del presbiterio.
11. Luego el celebrante comienza el interrogatorio a los monaguillos y sus padres.

Celebrante:
Queridos niños y adolescentes, al presentarse delante del Altar de Dios y
en la presencia de la familia Parroquial. ¿Qué piden a la Iglesia?
Monaguillos:
Solicitamos ser admitidos al grupo de los monaguillos de la Iglesia, bajo
la intercesión de los santos patronos de los monaguillos, Santo Domingo
de Val, San Tarcisio y Santo Domingo Sabio.
Celebrante:
¿Se comprometen servirle al señor en todos los oficios litúrgicos
aprobados por la Iglesia, en especial, en el Santo sacrificio del altar?
Monaguillos:
Si, nos comprometemos.
Celebrante:
¿Se comprometen ser obedientes a los ministros de la Iglesia y a respetar
a sus compañeros dando buen ejemplo a la comunidad parroquial?
Monaguillos:
Sí, nos comprometemos.
Bendición e imposición del traje de monaguillo

Celebrante:
¿Quieren que se les sea impuestas estas vestiduras con las que se
distinguieran como servidores del Señor y así servir dignamente en los
oficios litúrgicos?
Monaguillos:
Si, queremos.
12. terminando el interrogatorio a los monaguillos, el celebrante prosigue con el interrogatorio a
los padres.

Celebrante:
Y ustedes, padres de estos niños ¿Están de acuerdo con la decisión de
sus hijos y se comprometen a apoyarlos?
Padre:
Estamos de acuerdo con la decisión de nuestros hijos y nos
comprometernos a apoyarlos.
Celebrante:
¿Quieren que se les sea impuestas estas vestiduras a sus hijos con las que
se distinguieran como servidores del Señor y así servir dignamente en los
oficios litúrgicos?
Padre:
Si, queremos.
Celebrante:
Demos gracias al Señor, quien les ha colocado en sus corazones estos
buenos deseos y le pedimos, que no les falte su ayuda para servir con
fidelidad en su Altar y dar testimonio vivo de su fe en todo lugar y que el
mismo esta obra buena que a empezado en ustedes, el mismo, la lleve a
su término.
Bendición e imposición

13. Los Padres de los monaguillos le entregan en sus manos sus hijos las vestiduras con las que
serán revestidos. En seguida el sacerdote, o en su defecto el diácono, dice la oración de bendición
sobre las vestiduras y a su termino las aspergía con el agua bendita.
Bendición e imposición del traje de monaguillo

Oremos.
Oh, Dios, que has enviado al mundo a Jesucristo, tu Hijo, para salvar a
los hombres, bendice ✠ estas vestiduras con las que serán revestidos
estos hijos tuyos que hoy se presentan ante ti, para que los hagas dignos
de servir en el altar, y contribuyan, con su bondad y alegría, a revelar la
grandeza del misterio pascual de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos
de los siglos. R. Amén.

14. Mientras se entona un canto adecuado, el celebrante entrega a cada uno de los niños o jóvenes
su vestidura y con la ayuda de sus padres se revisten con sus nuevas vestiduras.
15. Una vez revestidos, el celebrante entrega las cruces como símbolo de servidores de Dios.
Enseguida, los niños pasan a tomar el servicio que les fue asignado y se continua con las preces y la
misa continua como de costumbre.

Preces

16. Si se estima oportuno se pueden añadir las siguientes peticiones:

Por estos niños (jóvenes) que ingresan en el grupo litúrgico de los


ayudantes del altar, para que crezcan en la fe y en la alegría por medio
del servicio que van a realizar, roguemos al Señor.

Por nuestra comunidad, que es llamada continuamente a renovar su vida


de adhesión a Cristo, para que se vea enriquecida por todos los dones y
servicios que el Espíritu Santo suscita entre los fieles, roguemos al Señor.
17. Si la bendición se hace dentro de la Misa, en el momento de la presentación de los dones los
nuevos ayudantes, según las circunstancias, pueden llevar al altar el pan, el vino y el agua, así
como algunos de los signos de su servicio, como incienso, cirios, etc. Asimismo, los nuevos
colaboradores pueden recoger las ofrendas de los fieles con destino a los pobres y llevarlas
también al altar
Conclusión del rito
18. El celebrante bendice al pueblo, con las manos extendidas sobre él, diciendo:

El Señor los bendiga con todas las bendiciones del cielo y los mantenga
siempre santos y puros en su presencia; que él derrame sobre nosotros,
con abundancia, las riquezas de su gloria, los instruya con la Palabra de
la verdad, los oriente con el Evangelio de la salvación y los haga siempre
ricos en caridad fraterna.
Todos:
Amén.

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