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MILLER - El Ruiseñor de Lacan

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JACQUES-ALAIN MILLER DESDE LACAN CONFERENCIAS PORTENAS TOMO 3 CompPILACION Y RDICION DE SILVIA ELENA ‘TENDLARZ p PAIDOS BUENOS AIRES » BARCELONA + MEXICO 2, EL RUISENOR DE LACAN ‘Una parte dela ensefianza es repetici6n. No hay que descartar ni des- preciar esta parte dela enseflanza:repetir lo ya dicho, lo acumulado por los que vinieron antes que nosotros. Conocemos la importancia de esta- blecer bibliografias, cosa que hoy resulta ms fécil gracias ala computa dora. Existe, por ejemplo, un disquete ~que encontré en el congreso de [a TPA--con toda Ia literatura psicoanalitica norteamericana; contiene dos los niimeros de The Internacional Jnal..dela American tical Association. Se necesitarfa una sala entera para ubicar esos volime- nes que caben en un solo disquete. Ademis,en este disquete on tal sitio de internet, pueden preguntar sobre un término, un concepto analitico, Yyensiete segundos tienen toda la lista de referencias necesaries. Es decit {que la préctica del trabajo de recopilacin bibliogrifica seré cada ver més fcil, pero, también, cada vez menos una diseiplina propia. Sin embargo, ‘hay que respetar este lado de la ensefianza (el de las referencias a acu ‘ulacién, la erudici6n), donde se trata de estar completo, bien informade, ‘Tampoco descartamos Is funci6n de la seleccién en lo que hay que repe- ti. Pero existe otra vertiente, porque no podemos sostener ninguna en- sefanza solamente con la repeticién. La otra vertiente es lo que llama- ‘mos investigacién ~segiin figura en le tapa del cuadernillo del Instituto, ‘que significa busqueda, espera de lo nuevo. Es verdad que para pensar que algo puede ser nuevo hay que conocer lo acumulado. Hay una dialéctica ‘entre esas dos vertientes, Se dice: la espera de lo nuevo, de un buen en ‘cuentro, de un hallazgo, y esto obedece a otro régimen que el de la repe- ticién docente. En esta verdente estamos en la contingencia, no tenemos seguridad (en la repeticién si tenemos seguridad). Solamente se puede tra- us JACQUES-ALAIN MILLER tar, como lo hacen las ciencias duras, de organizar lngares donde sea po- sible producir encoentros, donde se crucen ideasy personas, que les per~ rmitan manifestarse al azar; y esto es tan importante como todo lo que pertenece alo sistemstico. ‘La biisqueda de Lacan Como esta noche quiero diriginne a esta vertiente, dejaré de lado lo sistemético, fundamental, que soporta la actividad, pero que solo interese cena medida en que da ligara lo asistemético, lo singular. Empezaré en- tonces hablando de una singularidad, de la busqueda de Lacan segiin Ia ‘modalidad del seminario, que era su aparato de ensefianza. No conocié otto hasta que tuvo su Escuela, pero nunca lo descarté como aparato. A continuacién hare algunas reflexiones sobre lo singular como tal. Sin em- ‘argo, para conservar este aspecto, daré. la charla de esta noche un titulo Dborgeano: “El rusefior de Lacan”. (lay un texto de Borges al cual aludiré que es “El ruiscfior de Keats”, del poeta Keats) En realidad, Lacan ravo un solo aparato de ensefianza, su seminario. La existencia del seminario de Lacan durante treinta afos seguramente ‘contribuy6 al sentido que tiene esta palabra, al menos en Ja lengua fan- cest. En latin clisico, un seminariua era exactamente una “huerta”; emi- nave viene de semen. A partir de la contrarreforma se conoce el sentido tmodemo dela palabra “seminario®; a saber: "insttacion donde se prepa- ran losjévenes para recibir ls 6rdenesreligiosas”. El semrinariom en susen- tido modemoes una cresci6n dela contrarreforma, del Concilio de Trento, cuando la Iglesia Catéliea buscabs los aparatos para reconquistar la cris- tiandad. Por extensién y a partir de ese sentido original, o al menos mo- dderno, asumié el sentido general de “lugar donde se da una formacién a los jovenes”. Esto es lo que encontré en el diccionario de lengua francesa, que se detiene en este punto. Pero podemos continuar un poquito la his- toria de la palabra “seminario” en su sentido moderno. En la universidad un seminario se distingue del curso magistral por cuanto es un lugar de estudio donde los alumnos presentan trabajos y el maestro el profesor, los orienta los corrige y conversa publicamente con ellos. Son trabajos dirigidos, pero por un orden superior al que, en el ém- bito universitaro, lamamos seminatio, Esta forms de ensefianza viene de Alemania, segin creo haber lefdo en las memorias de un historiador, se introdujo en Francia después de la guerra de 1870. Francia perdié contra ‘Alemania e inmediatamente empe26 a robarle ideas para fortalecer su es- ‘suctura, yen muchos campos de la ensefianza se impusieron los métodos 116 LA SINGULARIDAD DEL SINTOMA (1998) alemanes. Emest Renan aconsejaba a Francia hacerse alumna de las ale ‘anes, cosa que continué por mucho tiempo en vatios campos de la inte- Iecwalied. my " ms CConsideremos ahora el seminario como forma propia de ensefianza. No se puede decir que las intervenciones de los alurnnes tengan un gran Jugar en el seminario de Lacan, sino que, por el contrario, presentan mas bien una forma residual, Aungue periédicamente él wata de animarlos a preguntar o presentar ponencias, en esencia el seminario de Lacan sel maestro que habla. En Francia eso prodyjo casi un cambio del sentido 0, 1 menos, afl Jos limites de lo que es un seminario. ¥ hay que recono- cer que el seminario de Lacan estd bien nombrado, porque ie un serni- Nero de psicoanalistas, un lugar de formacién en cl psicoanilisis, en las formaciones del inconsciente. Se puede decir, un lugar de formacién éel inconsciente y del tratamiento del inconsciente por el psicoandlsis. Con grandes resultados, ademas, porque de los psicoanalistas formados en el seininario de Lacan son muchos los que hoy estén presentes en todas ls, sociedades de Francia, lo que demuestra un éxito de formacion intelectual y préctica, De ahi que se justifique mirar de cerca qué es este maravilloso Aparato de Lacan. ;Se trataba de un procedimiento? Fra un método? No me parece. Pienso que fue tan exitoso justamente porque no se trataba de ingéin procedimiento ni de ningiin método, De un procedimiento se puede elegir tal y evaluar luego los resultados como una técnica, Pero el semina- rio no era una técnica de Lacan. Comenzé como un seminario de lectura, de lectura de la obra de Freud (los diez primeros siempre tienen como re- fecencia no o dos libros de Fred) El punto de inflexin fue El Sersina- rio 11, evando Lacan presenta de manera nueva los cuatro grandes con- ceptosFreudianos. Luego, se alej6 un poco del estilo de seminario delectura Lacan tuvo un modelo. No es completamente original. El modelo fue el seminario de lectura de Hegel que animé Kojéve en los aios wreinta y que ya erauna recreacion de Hegel Se tratzba de una Tectora creatva, wna €5- cansién, una pantuacién de la Fenomenologia del epiitu a parti de la dia- erica del aro y el esclavo. Esta lectura creativa se impuso hasta tal punto «que ahora los comentadores intentan desprenderse dle la fuerza de la in- terpretacién de Kojéve. “También lalectura de Freud por Lacan fue creativaa partir del campo del lenguaje, de fa funcion de la palabra; es decir, a partir de lo que pare- ‘fa una ciencia piloco para la dimensién Hamada de las ciencias homanas enlos afios incuents:!alingistica estructural. El punto de partidafue una Tecrura de Fred desde Saussure reeditado, revisado por Jakobson, sezsin suna formula no inventada por Lacan sino por Lévi-Strauss. Es verdad en- ur JACQUES-ALAIN MILLER tonces que este seminario de lecrara ewvo como modelo a Kajive y que fancion6 como una lectura creativa a partir dela lingifstica estructural. Pero el seminario de Lacan era otra cosa que estos ingredientes. Se tri- ‘taba del discurso de alguien que dia tras dia -o semana tras semana~ se agitaba alrededor del inconsciente, manifestaba que el psicoandliss era a Ja ver su prictica y su difcultad, su preocupacién alguien que exponfa el modo en que intentaba hacer con esta disciplina y este objeto, la manera en que a la vez se embrollaba y trataba de desembrollarse, y lo que cefectivamente se captaba era este movimiento de embrollo y desem- brollo. (Estamos muy alejados de las ideas sobre métodos de ensefianza ) Finalmente, a partir de los textos de Freud y de otros, contaba su forma de actuar, que claramente carnbiaba a medida que pasaba el tiempo. Lograba asf transmitir el psicoandlisis como discipling, pero a la vez lo reinventaba a su manera. Por supuesto,no siempre lo presentaba de este modo, ya que-en los pri- ‘meros tiempos de su ensefianza lo hacfa segsin la forma estructuralsta, como: “Es as" Pero ahora que tenemos un panorama del conjunto, de la totalidad de su camino, podemos percbir en lamisma evoluci6n de su pro- puesta el aspecto de reinvencién de una manera particular de actuar. Desde Juego que seria més eSmodo presentarlo como un camino hacia la cient- ficaciGn del psicoandlisis, yen l esfuerzo de Lacan habia algo de esto, La- ‘ean obtwo un extraordinario efecto de formacién, diseminaci6n, fecun- ‘dacién del psicoandlisis, mostréndose a si mismo en lucha con un objeto, ‘on una dimensin que no alcanza a dominar y que tiene su consistencia y resistencia propias. A simple vista pensamos que Lacan demuestra sa ‘dominio del tema, pero, si se percibe el camino en su continuidad, vernos {que no se avergiienza de mostrar la resistencia de un saber y cierto fracaso del dominio de un real. Este fracaso, la demostracién del fracaso del do- minio, se hace patente en que Lacan no se detiene, siempre cambia, re- models, movilzay sobre aingin punto dice que “std campido™Yevsndo lo hace, luego lo desmiente un poco. Asi pues, se intenta preservar la diensién de insatisfaccién. No agre- sgaremos un sector especial, el de Ia insatisicci6n, aunque estarfajustifi- «ado, Seria el sector donde se dice que no hay naa satisfactorioen el pro- grama, los métodos, lo que logramos. No hacemos un sector de la insasfacciGn, porque eso debe estar por todas partes es el sector donde nunca se dice “cumplido” Se puede ir més allé de este punto, aun cuando se trate del semina- rio de Lacan, que no era un método. Pienso que este seminario fue he- cho por alguien que se justficaba, que quizd queris ser perdonado por 18 LA SINGULARIDAD DEL S{NTOMA (1998) ejercer el psicoantlisis-a veces eso se pierde en lo postanalitico de los analistas-. Pero para Lacan habia una suerte de pecado por ejercer el psi- coandlisis, por pretender en lo profesional el dominio de un real que no se deja dominar. De manera tal que lo que Lacan dijo al final de su vida (Ia idea del psicoandlisis como impostura) anima a presentarse cada se- ‘mana frente sla audiencia ~para defender su causa frente a un gren Otro, yo hay que olvidar que fue Lacan quien invent6 este concepto~. Tenfa sin duda cierta relacién con el no semejante a quien uno se dirige, ese lugar de Ia direccién del mensaje que es asimismo de agin modo el au- tor. : ‘Por otra parte, este Otro tiene una cara doble: por un lado es dis- tinto del pequefio otro, una funcién que parece an6nimea, universal, abs- tracta; pero,a lavez yes lo que Lacan subraya en Las formaciones del in- consciente,a propésito del chiste~, este Otro no funciona sin una limitaci6n de sv espacio, sin una limitacién del campo a la parroquia. ¥ me parece gue el seminario de Lacan fue la formacién de lx parroquia que él nece sitaba para hablar; y la cre6, la formé hablando, esto es, cro6 el Otro de esa parroquia. Se dirigi6 entonces alos analistas, los formnd,y el discurso aque les dirigla se transformé en el Otro, por el mismo hecho de diri- rse al gran Otro que constituye la comunidad de los analistas. Este liscurso de Lacan fue recopilado y se volvié para nosotros este Otro al cual él se dirigi. Si segiin Freud el suefo fue el camino, la via regia para acceder alin consciente, para varias generaciones, el seminario de Lacan se present6 ‘como una via regia para acceder al psicoandliss, en la medida en que no era un procedimiento, no era un método, sino que se jugaba algo del de- seoy de la culpa en su producci6n. A la vez, Lacan creé una lengua es- pecal para hablar del inconsciente en el psicoandlsis, que seimpone cada ver mds fuera de sus slomnos inmediatos. Cre6 una lengua especialmente adecuada para captar, circunscrbir los fenémenos del psicoansliss, y lo hizo a partir de elementos que tomé del discutso cientifico pero que adapté al objeto del cual se trataba. Seguramente, Lacan tenfa laidea de ‘uns trascripcién de la obra de Freud capaz de reanimar el campo del psicoandlisis y obtener la lengua mis adecuada al mismo. Quizé eso ‘haya sido un suefio de Lacan: esta lengua casi matematizada, También cl seminario fue un suefio de Lacan, pero, si el docente no estéa su vez animado por un suefio a ensefianza y Ia investigacién no son realmente efectivas. . ug JACQUES-ALAIN MILLE Ideas sobre lo singular Ahora quiero dar algunas ideas generales sobic lo singular. Abordé la ensefianza a partir de un caso muy singular, el de Lacan se impone también en nuestra clinica, en cuya transmision debemos priorizar lo singular, més que lo general o lo universal. Por eso no pre~ senvé ideas generales sobre la ensefianza sino un caso particular de un docente que fue importante para muchos, al menos aqui. Lo mismo vale para la clinica. Quizé en este aspecto somos elinicos posmodernos. Si Privilegiamas el caso particular el detalle, lono generalizable es en la me~ dida en que ya no ereeios en las clases no me refieroa las clases socia- Jes-sino a las de los sistemas de clasifcacicn. Se puede clasifcar a Lacan Y decir que hizo como Kojéve, como Lévi-Strauss, etcétera, pero me pa- Tece que sono da cuenta del fendmeno, De ls misma manera hoy, l fi nal del siglo, sabemos que nvestras clases, nuestros sistemas de claifca. cidn, son mortales,quelasclases que utiizamos son hisricas por ejemplo, las clases de nuestro sistema de claificacin de las enfermedades ments es: psicosis, neurosis, perversiones, eteéera, Sabemos que nuesttas cla. sificaciones tienen algo relativo, artificial, artificioso, que son solamente semblante esto es,no se fandamentan nj en ls natureleza,ni en la estrac ‘un, ni eno real. Las clases solo se presentan hoy fundamentedas en la verdad, que va- ria, tiene variedades que Lacan expres6 con su neologismo write (vari- dad), para decir «Is ver “verdad” y *variedad”, Nuestras clases producen efectos de verdad, pero el fandamento en ella no es el fundamento en lo ‘eal. Pascal ilustraba sus argumentos con las vaciedades dela verdad para alt la verdad etema, dvina. Hoy ya es un argumento generalizado que 4a verdad no es otra cosa que un efecto, que siempre es de un lugar un tiempo y un proyecto particular. Cuando se confiaba més en la semiolo~ fa psiquidtrica, por ejemplo, se encontraban las canstruccianes de Chas lin, psiquiatra francés, semiclogo por excelencia, que daba ejemplos de ‘manera confusa, ea6tica, en el primer capfeulo de su tratado. Emperabe on ejemplos, con casos que tenian una deseripcién, un diagndstico,y en elsegundo capitulo dabs cl encuadre general desu clasificacion nosegrd- fica. Es muy interesante pensar esta yuxteposicién del desordea de los ejemplos, En el segundo capitulo viene el encuadre perfectamente orde. nado de la nosografla, donde se ve que por un lado hay signos y por el otro hay clases, y que mediante el diagndstico uno va de los signos a Ja clase. A pantc de los signos patol6gicos puede ubicar en el encuatle la clase la cual se refieren. De manera que es inherente a toda prictica del 120 LA SINGULARIDAD DEL SINTOMA (1998) diagnéstico que el individuo se vwelva un ejemplar, que se lo transforme cen un ejemplar de una clase Por esta razén la prictica del diagnéstico repugna a nuestro indivi dualismo contemporineo, que se resiste ala transforrmacién en ejempla. Cada ver que ofrecemos una clasifcacién, fa respuests es “soy yo"—n0 "soy un niimero", “soy un ejemplar”, Hoy todo apunta s dudar de las clases [Estamos en una cultura del historicismo, que nos ensefa que cada cate sgoria que utilizamos de manera cotidiana tiene una historia, ral coma his- torieé la nocién de seminario,y que nas ofrece continuamente el corécter historico de esas.categorias, Por ejemplo, a continuidad de la obra de Mi- chel Foucault esté en e) desplazamiento mismo de los temas, Eso es la continuidad, las maneras cotidianas de pensar que tienen uns historia y {que no siempre fueron esi. La misma palabra decia otra cosa, y hay que ver qué fuerzas, qué acontecimicntos produjeron tal transformacién. En- tonces todo lo que pensamos no es mas que un resultado de un proceso anterior, histo, Hay toda una industria del historicismo gue se aplica a todos los nive- les de la vida. Tenemos as el historicismo de la vida privads, con cl que ‘nos ensefian que ésta tiene su historia especial, En otras palabras, cada ob- jeto tiene hoy su historiador. En fin, me burlo un poco de esto pero tam- bin estoy fascinado, Compré un libro -que atin no he leido, slo miré as Jmgenes~ sobre na historia del packaging. lay una historia magnifica de Ja manera en que se hace un pequete de las cosas que se compran, del pri- ‘mer americano que inventa poner textos sobre esos paquetes.. Antes no se hacfa y en un momento alguien dice: “Vamos a poner textos sobre los, Daquetes para quela gente os compre”. in in, nuestro mundo es un mundo polverizado por el historicismo y, de algtin modo, las clases son también packaging intelectual. “También existe el logicismo o la paradojas de la logica que nos hacen dudar de las clases, que ridiculizan la induccién. Dediqué in tiempo en ‘mj curso a estudiar la famosa paradoja de Hempel, tan importante para nuestra linia, Sela recuerdo: encontrar un cuervo negro confirma la pro- posicidn “todo cucrvo esnegro”. Siencontramos diez, yaestamos en Hitch- ‘cocky tenemos miedo, Pero cuando encontramosun cuervo negro se puede {decir que se confirma ls proposicin universal segiin la eval todo cuervo os negro, Hempel demuestra de manera corrclativa ~cosa que le hubiera encantado a Borges~ que todo objeto que es no negro” y 4 la vex “no euervo” confirma la proposicién de que todo objeto "no negro” es “no ‘cuervo". Ahora bien, ldgicamente, la misma confirmacién se obtiene cada vyez que encuentran algo que “noes cuervo"y que “no es negro”,y demues- nay JACQUES-ALAIN MILLER tra con las letras logicas que no se pucde stir de esto. De modo que la roposicién universal “todocuervo esnegro”se confirma también cuando se encuentra el verde de una planta, un zapato blanco, una camisa azul, san {gre roja, un cardenal pirpura, un helado de fruta de la pasi6n... Esta pa adoja que hace reir fte un tema muy importante de Ia logica,e5 un argu- ‘mento que se toma muy en seri. ‘También comenté en mi curso la paradoja de un predicado de clase, ‘que proviene de Hempel pero que forjé el légico Nelson Goodman. I] cre6 un predicado de clase que integra el factor tiempo; esto ¢s, equé past después que se detiene la observacin de ejemplares? Goodman demues- tra que, sie integra al predicado el factor tiempo, nada probe a la es- rmeraldas que mafana sean azules y que las galinas puedan tener dientes (en francés existe la expresién “cuando as galinastengan dientes” para de- cir jamés), En el mundo de Goodman nada impide que mafiana eso sea verdadero. [Lo que muestran esas paradojas me permite responder a la cuestion. de por qué utilizamos algunos predicados de clases y no otros. Por qué ‘no utiizames un predicado como el de Goodman que abre a esta posibi- lidad?

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