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Massimo Livi-Bacci: Driel Hi Storia Driel Hi Storia

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La demografía, nacida como un conjunto de técnicas cuantitativas para analizar

1 Población y desarrollo- LED


Obligatorio
las variaciones de la población y de los mecanismos que las determinan, ha he- 47 Copias
cho grandes progresos en las últimas décadas, convirtiéndose en una disciplina
capital de las ciencias sociales.
El tema central en el estudio de la disciplina es el análisis del sistema demográ-
fico entendido como . conjunto, a la vez, de realizaciones que vincula los fenó-
menos demográficos entre sí en un todo coherente. Fecundidad, nupcialidad,
mortalidad y movilidad deben ser analizadas tanto de modo singular como en
sus recíprocas interrelaciones que, justamente, determinan las características de
cada sistema. Disciplina a caballo entre lo social y lo biológico, la demografía se
vale de precisos métodos cuantitativos. Esta Introducción a la demografía pre-
senta, a la vez, métodos y problemas: la naturaleza de los primeros está dictada
por la esencia de los segundos. Toda la metodología necesaria para un análisis
en profundidad de los fenómenos demográficos se explica con riqueza de ejem-
plos, de manera accesible, para lo cual sólo se requiere tener conocimientos ele-
mentales de matemática.
Los primeros capítulos están dedicados a la definición de conceptos lógicos y de
instrumentos de base. Siguen otros temas: mortalidad (desde la técnica de cons-
trucción de las tablas hasta la medición de la longevidad); procesos de forma-
ción y disolución de la familia, fecundidad, control de los nacimientos y abor-
tos; análisis de la movilidad y de las migraciones; lógica y técnicas de previsión
demográfica; modelos de población y su aplicación concreta.
Massimo Livi-Bacci
MAssImo Livl-BAcci es profesor de demografía en la Universidad de Florencia,
presidente de la International Union for the Scientific Study of Population y
miembro de la Accademia dei Lincei de Roma. Entre sus obras recientes, cabe
destacar Ensayo sobre la historia demografica europea (Ariel, 1988) e
Historia mí-
introducción a
nima de la población mundial (Ariel, 1990).
la demografía
Material disponible en los Servicios del CECSo
www.serviciosdelcecso.blogspot.com / [email protected]
Fotocopiadora: 2410 6720 (208 / 218) Por trabajos: [email protected] Cantina & Cafetería: 2410 6720 (220)

driel Hi storia driel Hi storia


ARIEL HISTORIA MASSIMO LIVI-BACCI
Asesor
JORDI NADAL

INTRODUCCIÓN
A LA DEMOGRAFÍA

EDITORIAL ARIEL, S. A.
BARCELONA
INTRODUCCIÓN
A LA DEMOGRAFÍA
PREFACIO A LA SEGUNDA EDICIÓN

Casi ha transcurrido un decenio desde la primera edición de esta Introduc-


ción: durante estos años la población mundial ha encontrado el modo de crecer
mil millones más y los demógrafos han elaborado métodos y conceptos para
comprender mejor la evolución actual. Se hacía necesaria una nueva edición del
libro que tuviera en cuenta las novedades, allanando al mismo tiempo aquellas
Editorial Ariel agradece su colaboración dificultades, siempre complementarias, que docentes y estudiantes habían encon-
al Centre ilEstudis Denzogrcifics trado al utilizarlo.
Trabajar en la nueva edición de un libro plantea cuestiones análogas a las
que afronta el que decide renovar la casa en que ha vivido mucho tiempo. ¿De-
Título original: rribarla y construirla de nuevo? ¿Reestructurar lo que existe, demoliendo los
Introcluzione alla clemografin muros y levantando encima los nuevos? O, simplemente, ¿retocar el revoque y
Traducción de pintar las paredes? Después de dudarlo mucho he decidido mantener sustancial-
1..uti.\ .10SE. GONZALEZ LÓPEZ. PM: NIIEFE I GAAII:NDI, mente invariable la estructura de los capítulos y la secuencia de los temas, inte-
JUAN ANTONIO MÓDENFai CABRERIZO, MONTSERILAT SOIEONA I PAIRO,
grando y reescribiendo aquellas partes que la docencia —y la experiencia de co-
NUM:\ CAsTELL'i CAREE y NicotA TROIANO Di GliwoRio
.11110 PÉREZ DIAZ.
legas y estudiantes— han demostrado inadecuadas, por contener lagunas o por
edición: noviembre 1993 - ser de difícil asimilación. Todo el texto —que mantiene una longitud casi inva-
© 1993: Massimo Livi-Bacci
riable— ha sido íntegramente revisado; los ejemplos han sido en gran parte re-
hechos; los cuadros, los gráficos y la bibliografía han sido modificados, actuali-
Derechos exclusivos de edición en castellano zados y completados. La simbología adoptada es más coherente. Cuando ha sido
reservados para todo el mundo
y propiedad de la traducción:
posible, he buscado la forma de deshacer los nudos, limar las asperezas y resol-
© 1993: Editorial Ariel, S. A. • ver las discontinuidades, para mantener y reforzar el equilibrio entre la presenta-
Córcega. 270 - 08008 Barcelona - ción de los métodos y la discusión de los problemas que había planteado la pri-
ISBY:
mera edición.
Se ha añadido un nuevo capítulo (el último, sobre los «Métodos indirectos
Depósito legal: B. 34.425 - 1993 del análisis demográfico») para facilitar el estudio de la población de los países
impreso en España
en vías de desarrollo, bastante menos ricos en datos y para los cuales los méto-
dos tradicionales utilizados en los países desarrollados no encuentran ninguna
puede ser reproducida, ab
Ninguna paule de ema publicaciOn, incluido el diseño de la CLINC11.1. aplicación. Gustavo De Santis, profesor de la Universidad de Messina, es autor
..cuico. químico, mei:Mico.
lilao:nada o iransminda Lin manera alguna ni por ningún medio. ya sea eh .
OptiCii, de grabación o de LAscopi.I. sin permiso previo del editor.
INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFIA

de este capítulo 15 que contiene una original presentación de la matriz de Leslie.


También agradezco a Gustavo De Santis la revisión de los capítulos 13, 14 y 15
y las numerosas sugerencias sobre todo el texto.
Con Bernardo Colombo tengo una deuda de profundo reconocimiento desde
la primera edición del libro, y esta deuda se ha incrementado por las numerosí-
simas observaciones y consejos que me ha dado para la nueva edición, que me
he esforzado en seguir de acuerdo con «mis» posibilidades. Le dedico, con vivo
afecto, esta nueva edición.

M. L. B.
POBLACIÓN Y DEMOGRAFÍA

1. Algunas definiciones

¿Qué es la demografía? Responder que la demografía es el estudio de la po-


blación no es sino traducir la palabra compuesta de etimología griega (demos-
gratia) y no nos acerca a la definición del objeto de estudio de la disciplina que
nos disponemos a afrontar. Tampoco nos es de gran provecho la definición más
divertida que parafrasea la respuesta de un célebre científico: «La demografía es
aquello que estudian los demógrafos.» Será mejor, pues, tratar de definir la dis-
ciplina partiendo de su objeto de estudio, es decir, la población.
Por población se entiende un conjunto de individuos, constituido de forma
estable, ligado por vínculos de reproducción e identificado por características te-
rritoriales, políticas, jurídicas, étnicas o religiosas. Pero para no imponer de en-
trada una definición de forma artificial y pedante, no estará de más descompo-
nerla en los elementos que la constituyen y comentarla. La definición habla de
«conjunto de individuos, constituido de forma estable». Esto excluye aquellas co-
lectividades ocasionales y transitorias como pueden ser un conjunto de indivi-
duos en un estadio, una fábrica o un ejército, que no conforman una población.
No están constituidos de forma estable, ya que para ello se requiere la existencia
de una continuidad en el tiempo que sólo puede asegurarse mediante la repro-
ducción. Por lo tanto, una colectividad que no se reproduce no es, en general, ob-
jeto de atención del demógrafo; es obvio que los individuos de los estadios se re-
producen, pero ello ocurre en el contexto más amplio de la población a la cual
pertenecen y no como miembros de una colectividad de aficionados. Una pobla-
ción, pues, se definirá como tal si tiene continuidad en el tiempo y si esta conti-
nuidad está asegurada por vínculos de reproducción que ligan padres e hijos y
garantizan la sucesión de las generaciones. Finalmente, una población se define
también por las características que trazan su perfil y sus límites. Estas caracte-
rísticas pueden ser de distinta naturaleza y la más común es la geográfica, es de-
cir, la pertenencia a un determinado territorio. Sin embargo no es la única: la per-
1 IMULC C \ 1.'. 1.k.NI(Jedi \ 1-1 \
1U
miliar, la comunidad, etc—. Ocupémonos por ahora de las unidades básicas, es
tenencia a un determinado grupo étnico o religioso puede ser suficiente para ais- decir, de los individuos; éstos pueden clasificarse en función de innumerables
lar y definir a una población: piénsese en los esclavos negros de Estados Unidos características, y así como la biometría se interesa por las medidas de peso y es-
antes de su liberación (e incluso después); en los hebreos antes de su emancipa- tatura, la medicina por la presión arterial, la composición sanguínea y la funcio-
ción; en los musulmanes y fieles de otras religiones que conviven en recíproca nalidad de los órganos, la economía por la renta, el consumo y el ahorro per ca-
autonomía demográfica en África y Asia. En muchos casos, barreras políticas y pita, la demografía dedica su atención a otras características esenciales. Éstas
jurídicas o de casta contribuyen a delimitar nítidamente las fronteras y separa- son, por citar las principales, el sexo, la edad, el estado civil, el lugar de naci-
ciones entre grupos. Los límites y fronteras de las distintas poblaciones son tales miento y de residencia, características que unidas al conocimiento de las socio-
que los agregados así definidos asumen su propia autonomía y estabilidad, re- económicas y biofísicas permiten construir un perfil individual útil para inter-
produciéndose y conservándose en el tiempo. pretar y entender los fenómenos relacionados con la fecundidad, la mortalidad y
Así pues, el significado de población es bastante elástico; este concepto la movilidad.
abarca tanto pequeños grupos de algunos centenares de personas aislados por Tal como ya he dicho, las combinaciones de fecundidad, mortalidad y mo-
motivos geográficos, religiosos, etc., que a pesar de sus exiguas dimensiones vilidad determinan la variación numérica de una población ' Una de las principa-
consiguen asegurar su propia reproducción y supervivencia, como grandes na- les finalidades de la demografía consiste en entender por ;qué, en la realidad, se
ciones con varios centenares de millones de habitantes. encuentran colectivos en fuerte crecimiento junto a otros en decli-ve e incluso, en
Una población, tal como se ha definido, tiende a perpetuarse y a permane- algunos casos, abocados a la extinción. Las poblaciones, sin embargo, no se di-
cer en el tiempo, pero ello no significa que sea eterna. Las poblaciones se for- ferencian solamente por su ritmo de crecimiento, sino también por su estructura.
man y se extinguen; se forman esencialmente por migraciones asociadas con ade- es decir, por su composición por edad, sexo, estado civil, etc. Por estructura por
cuadas capacidades reproductivas —piénsese en el poblamiento de América por edad se entiende el peso relativo de los niños, los jóvenes, los adultos o los an-
migraciones provenientes de Asia en época prehistórica y de Europa en época cianos; por composición por sexo, nunca en perfecto equilibrio, se entiende el
histórica—, pero tampoco faltan ejemplos de poblaciones creadas artificialmente predominio numérico de un sexo sobre el otro; por composición por estado civil,
por imposición, desmembrando etnias, grupos o naciones anteriormente unidos. se entiende la proporción de solteros, casados, viudos, etc.
Una población se extingue porque la natalidad es insuficiente para compen- La estructura por edad es de interés primordial, dado que los fenómenos de
sar la mortalidad, o porque poblaciones inicialmente distintas se fusionan entre fecundidad y mortalidad dependen en gran medida de la edad. La distribución
sí: en América Latina ya no existen una población europea y una amerindia, con por edades varía mucho de una población a otra; algunas soportan el peso de un
su propia identidad y forma de vida. Del mismo modo, en los países europeos ya gran número de ancianos, otras el de multitud de niños y jóvenes, con conse-
no existe la aristocracia como población separada endogámica (es decir con ma- cuencias demográficas, económicas y sociales muy importantes. Ello no ocurre
trimonio y reproducción sólo dentro de sí misma), ya que ésta se ha fundido con al azar: el mayor o menor grado de envejecimiento (como suele decirse) es el re-
sultado del nivel presente y pasado de la natalidad y de la mortalidad, es decir.
otros estratos sociales.
Todo lo dicho sirve para definir el significado de población, al menos tal de los dos fenómenos que renuevan y reducen la población en cada unidad de
como lo entienden los demógrafos; pero sólo como una primera aproximación: no tiempo, así como de las características del movimiento migratorio. Veremos más
es bueno, en ciencias sociales y humanas; restringir la realidad, esencialmente adelante que una población alimentada por débiles flujos de nacimientos y de-
diversa y mutante, a definiciones de categorías construidas rígidamente. A partir funciones es una población envejecida, en la que cada elemento tiene una dura-
. ción media de vida larga; lo contrario ocurre con las poblaciones sujetas a flujos
de la definición de población puede deducirse una definición de la demografía, la
cual estudiaría. aquellos procesos que determinan la formación, la conservación y intensos de nacimientos y defunciones, donde la estructura es joven y la duración
la desaparición de las poblaciones. Tales procesos, en su forma más agregada. son media de vida corta. La primera es una población de renovación lenta, mientras
los de fecundidad, mortalidad y movilidad:. La variedad de combinaciones - de - es- que la segunda, por el contrario, se renueva rápidamente.
tos fenómenoS; ihterdependientes entre Sí; determina la velocidad de las modifica- De lo dicho surge otra consideración: dado que la natalidad y la mortalidad
ciones de la población, tanto en sus dimensiones numéricas como en su estructura. son muy variables en las poblaciones concretas —el número medio de hijos por
mujer puede oscilar desde 1-2 hasta 8 y la duración media de la vida desde
20 hasta más de 80 años— y, dado que, a su vez, se pueden combinar de muchas ma-
2. Componentes básicos de una población y de su estructura neras entre ellas, se deduce que pueden darse tantos tipos de estructura por edad
Toda población está compuesta por unidades básicas —los individuos vivos como posibles combinaciones de natalidad y mortalidad.
en un cierto momento— y por elementos compuestos —la pareja, el núcleo fa-
-
POBLACIÓN Y DEMOGRAFÍA
12 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA

A un nivel superior, desde el punto de vista de la simple dimensión, se si


Análogamente a lo dicho para la estructura por edad, la estructura por sexo
túan aquellos procesos que determinan la distribución de las poblaciones sobre e
está determinada no sólo por la relación entre sexos en el momento de nacer, sino
territorio en grupos y comunidades más o menos amplias, procesos que se agru
también por los distintos niveles de mortalidad masculina y femenina, dado que
pan bajo el nombre genérico de movilidad y que conocemos más comúnmenti
la mortalidad casi nunca se reparte de forma igual en ambos sexos; la composi-
con los nombres de migraciones, urbanización y despoblamiento, entre otros
ción por estado civil es función de la incidencia de la nupcialidad y de la viude-
Hay que decir, finalmente, que los procesos de agregación y de cohesiói
dad, dependiendo esta última de la mortalidad. Finalmente, la influencia de la
son esencialmente selectivos: es decir, que no ejercen la misma presión sobn
movilidad, es decir, de las migraciones, afecta al modo en que se reparten las uni-
cada individuo y que la diversa intensidad de su efecto no se debe a factores ca
dades básicas de una población por edad, sexo, estado civil, etc.
suales. En otras palabras, individuos con determinadas características biológica:
Parece ahora evidente que el estudio de las modificaciones de la estructura
o sociales padecen estos procesos de una forma distinta a la que los padecen in
de la población implica el estudio de los procesos demográficos ya repetidamente
dividuos con características distintas.
mencionados —fecundidad, mortalidad y movilidad— y que gran parte de la de-
Así pues, es también objeto de estudio de la demografía la forma en que si
mografía tiene como objetivo medirlos y analizarlos. Veremos que este estudio
distribuyen y agrupan las poblaciones en parejas, familias, comunidades, etc. De
representa un camino difícil y repleto de trampas y obstáculos.
mismo modo en que las distintas combinaciones de fecundidad y mortalidad de
terminan la estructura por sexo y edad de la población, las distintas combinado
nes de las fuerzas de cohesión y de sus contrarias determinan los infinitos orde.
3. Procesos de cohesión y de agregación en una población
namientos estructurales posibles de las poblaciones en parejas, familias y
Las poblaciones no son meras sumas de individuos ya que en su formación comunidades.
intervienen procesos de cohesión que agregan los individuos en parejas, familias,
comunidades o grupos de complejidad y dimensión superiores. Los mismos fe-
4. Lo biológico y lo social, o las dos almas de la demografía
nómenos, o sus componentes, que determinan el crecimiento y la estructura de
las poblaciones son también poderosos factores de cohesión y repulsión. Así, las
Se ha dicho que la demografía tiene dos almas: una ligada a lo biológico, la
parejas, los núcleos familiares y los conjuntos de familias se forman por nupcia-
otra a lo social. No hay duda, en efecto, que gran parte de los eventos y fenó-
lidad, fecundidad y movilidad y se deshacen por la intervención de sus contra-
menos demográficos son manifestaciones de procesos biológicos: basta pensar en
rios: disolución del matrimonio, muerte y movilidad de signo contrario. De este
la fecundidad y en la mortalidad. El hecho de ser mamíferos con un determinado
modo la nupcialidad (o, en términos más generales, la formación de las parejas
bagaje biogenético determina tanto nuestra capacidad reproductiva como nuestra
con fines reproductivos) es un proceso de atracción entre individuos de sexo
longevidad —o al menos sus límites máximos— que son diferentes de las de la
opuesto para la formación de una unión estable. Es un proceso variable en el
rata, el perro, el mono o el elefante. Por otra parte, estas mismas características
tiempo, más intenso en determinadas poblaciones donde todos, o casi todos, aca-
biológicas están, mediante y en conjunción con otros factores, en la base de otros
ban casándose, más débil en otras donde una proporción considerable de perso-
fenómenos demográficos. De hecho, la unión con finalidad reproductiva del
nas permanece soltera. Es el matrimonio el que casi siempre se halla en el ori-
hombre y de la mujer, que en general se enmarca en el matrimonio, ocurre des-
gen de la formación de un núcleo familiar. La fecundidad de la pareja incrementa
pués de la pubertad y antes de la menopausia, dos fases particulares en la vida de
después las dimensiones del núcleo familiar, que también pueden aumentar por
la mujer que condicionan no sólo la fecundidad sino también la nupcialidad. Así,
la agregación de otras personas ligadas por vínculos de parentesco o de otros nú-
la consecución de la madurez biológica es un antecedente necesario de la plena
cleos familiares o incluso de extraños. Por el contrario, fuerzas de signo opuesto
madurez y, por ende, del distanciamento del individuo respecto de su familia de
contrarrestan y destruyen los procesos y los resultados de los fenómenos de co-
origen y de la constitución de un núcleo familiar. Vemos, pues, que el proceso de
hesión: así, los núcleos o los grupos familiares se reducen, se deshacen y desa-
agregación en parejas y núcleos familiares está muy condicionado por las carac-
parecen por causa de divorcio, muerte, marcha de los hijos y de otros miembros,
terísticas biológicas del ser humano. Puede añadirse, por último, que también la
ete. Naturalmente, los procesos de cohesión y de repulsión que condicionan el
.á. grupárniento de las poblaciones en familias no son solamente demográficos: movilidad, en particular aquella que se plasma en largos desplazamientos migra-
¿d'Al fuerzas ;.–de carácter económico cultural y otros— tienen considerable im- torios, está fuertemente condicionada por la curva de desarrollo de las capacida-
a:.n actiiando ya sea de modo autónomo,
proce s os demográficos '
' o bien reforzando o debilitando
des físicas y psíquicas del individuo: no se emigra cuando se es débil. ya sea por
falta o por exceso de años vividos.

ft$511J-1., ,
.-0.Aún más evidente resulta la interdependencia entre los fenómenos demo-
gráficos y los sociales, entendiéndose por tales todos aquellos inherentes al par-
ticular tipo de organización del conjunto humano. La mortalidad y su intensi-
dad según la edad y el sexo están condicionadas por el tipo de alimentación, por
la tecnología médica y su difusión, por el nivel de higiene individual y colec-
tiva, por el entorno físico y geográfico, etc. A su vez, el nivel de fecundidad se
verá influido por factores culturales y religiosos, por el conocimiento de las téc-
nicas anticonceptivas y su accesibilidad por parte de las parejas, por el nivel
económico, por el grado de apoyo dado a la familia por parte de la sociedad,
2
=: etcétera. FUENTES, ESTADÍSTICAS Y ERRORES
• Factores naturales y factores sociales coexisten, pues, y se influyen mutua-
' , mente. Así, y a modo de ejemplo, la alimentación —fenómeno social— tiene
•- consecuencias biológicas y puede alterar, en un sentido u otro, la supervivencia,
• puede hacer variar la edad de la pubertad y puede también determinar variacio-
. 1. La demografía y sus métodos
nes en la fertilidad.
Finalmente, existe, entre los factores naturales y sociales por un lado y los
No se pueden exponer los métodos de análisis de una disciplina como la de-
• fenómenos demográficos por otro, una interacción recíproca que no se limita al
mografía sin referirse al material que constituye su objeto de estudio. De hecho,
• efecto de los primeros sobre los segundos, sino que también, aunque con dife-
su naturaleza condiciona el tipo de análisis y la naturaleza de los métodos apli-
rente intensidad, se da en sentido inverso. Por ejemplo, todos los fenómenos de
selección que intervienen en la organización demográfica pueden, a la larga, te- cables y por ende el grado de detalle, la cobertura y la significación de los re-
ner consecuencias biológicas. Piénsese en determinadas propensiones o aversio- sultados. Por otra parte, el progreso de los métodos y del conocimiento de los
nes en la elección del cónyuge: es obvio que las personas portadoras de determi- problemas demográficos representa en sí un potente estímulo para mejorar, am-
nadas características poco apreciables serán gradualmente apartadas del pliar y profundizar la recogida de datos. En demografía, como en todas las dis-
matrimonio y, por ende, de la reproducción, con lo que dichas características, si ciplinas, hay un problema de circularidad entre la naturaleza de los datos de par-
venían determinadas genéticamente, tenderán a desaparecer de la colectividad. tida, los métodos de análisis y el conocimiento de los problemas: los progresos
Mucho más evidente es la influencia de los fenómenos demográficos sobre los en los unos favorecen progresos en los otros y viceversa. Si la ciudad de Londres
fenómenos sociales: basta pensar en la influencia que la mayor o menor propor- no hubiera sentido la necesidad de conocer mejor la evolución de las epidemias
ción de jóvenes (o de ancianos) puede tener sobre tantos aspectos de la vida en mediante la compilación de los bilis of mortality (estadísticas semanales de las
sociedad; en la influencia del nivel de fecundidad sobre la vida familiar y, en par- defunciones y de sus causas), John Graunt, el más famoso de los aritméticos
. políticos, no se habría dedicado a la investigación de la mortalidad y al cálculo
• ticular, sobre la mujer y su actividad laboral; en las repercusiones económicas de
los desplazamientos migratorios; en la influencia del crecimiento de la población de una embrionaria tabla de mortalidad; por otro lado, los métodos y resultados
de Graunt, si bien rudimentarios, animaron a otros estudiosos a recoger nuevos y
sobre el consumo,. la inversión y el mercado laboral.
Lo dicho hasta ahora equivale a reafirmar la interdisciplinariedad de la in- mejores datos que permitieron perfeccionar las técnicas de construcción de las ta-
.
vestigación demográfica cuando ésta se desplaza de la fase de enumeración y blas de mortalidad.
medida de los fenómenos —a la que se dedica una gran parte de este libro— a . En este capítulo abordaré tres temas bastante importantes relativos a la na-
turaleza de las fuentes demográficas, con una breve referencia a su desarrollo his-
la fase de la investigación de las causas. Es obvio que el demógrafo no puede ser
tórico: las características de los datos recogidos, su fiabilidad y su validez. Éstos
- a la vez especialista en biología; genética, ciencias naturales, geografía, antropo-
son aspectos que generalmente se abordan con mayor precisión técnica en las in-
logía, economía y sociología. No obstante, debe mantener fluidas relaciones con
troducciones de los manuales de estadística, pero que no pueden ser eludidos en
estas disciplinas y utilizar atentamente aquellos resultados y observaciones que
sean relevantes para la investigación de las causas de los fenómenos demográfi- un manual de demografía.
Se entiende por fuentes el instrumento institucional u organizativo mediante
cos. En esta fase no existen más límites —de especialización, de materias u
otros— que aquellos concernientes a la inteligencia del propio investigador y, na- el cual se recogen los datos de interés demográfico. La naturaleza de los datos.
• en cambio, se refiere a la unidad objeto de la recogida de datos, a las caracterís-
turalmente, a su capacidad de inducción y de síntesis.
. _ . .
16 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA FUENTES, ESTADÍSTICAS Y ERRORES 17

ticas descritas, su elaboración y presentación. La fiabilidad y los errores se re- pero no son pocos aquellos que escapan al recuento, incluso en los países mejor
fieren a la correspondencia entre el dato estadístico y la realidad que debe des- organizados; también es, en principio, simultánea, pero las operaciones del censo
cribir. son tan complejas que, especialmente en los grandes países (por número de ha-
bitantes o por extensión), requieren muchos días, de forma que el principio de
simultaneidad se respeta sólo formalmente.
2. Las fuentes de datos de stock: los censos A menudo se plantea, en los manuales de demografía, cuál es el origen his-
tórico de los censos y a qué época se remonta el inicio de los censos modernos.
Todavía hoy, en vísperas del año 2000, no todos los países son capaces de La respuesta a estas preguntas no puede ser más que aproximada; el origen de la
responder a una pregunta aparentemente muy sencilla: «¿cuál es el número de idea del censo, o de la contabilización de la población, es seguramente tan anti-
habitantes?». Tener la respuesta correcta a esta pregunta parece esencial para la guo como la vida en sociedad y todas las grandes civilizaciones antiguas han de-
organización de un Estado moderno: ¿cómo se puede gobernar sin conocer el nú- jado huellas de operaciones más o menos perfeccionadas de recuentos. La Edad
mero de personas que consume, produce o paga impuestos? Y sin embargo exis- Media; en su fase más tardía, es rica en enumeraciones de hombres y bienes de
ten países donde no se ha hecho nunca un censo, como el Chad, o que lo han he- las Cuales ha llegado una conspicua documentación hasta hoy en día: de valiosas
cho por primera vez en fechas muy recientes, como Etiopía en 1984. No se tienen calificaría las existentes en Italia. Tales recuentos tenían, entre otras, importantes
noticias censales de Nigeria, el país más poblado de África, desde 1963, ya que finalidades fiscales: el catastro de Florencia y de su condado de 1427 es uno de
se anuló el censo de 1973 y el decenal sucesivo no llegó a efectuarse. China, que los ejemplos más ricos y conocidos. En los siglos siguientes, en toda Italia y en
cuenta con más de 1/5 de la población del planeta, ha tardado 18 años en censar Europa se difunden las operaciones de recuento, que sin embargo permanecen to-
sus propios habitantes después del recuento de 1964, generando no pocas incer- davía muy alejadas de los requisitos indicados anteriormente y cuya finalidad
tidumbres en los cómputos demográficos durante casi dos decenios. Tal como ve- casi nunca es puramente cognitiva. Se cuentan los individuos y las familias para
remos más adelante, incluso en los países donde los censos tienen una gran tra- establecer impuestos, racionar las provisiones, conocer el número potencial de
dición histórica, el conocimiento del simple número de habitantes tampoco es hombres para el ejército y así sucesivamente. Todas ellas eran finalidades poco
perfecto. apreciadas por la población y que generaban fuertes incentivos a la evasión o a
El lector sabe ya que el conocimiento de los datos de estado o de stock la distorsión de los resultados.
—es decir, del tamaño de una población y de sus características— se obtiene Se suele situar —y opino que correctamente— el inicio de la fase moderna
normalmente con una operación de recuento llamada censo. En su acepción mo- de los censos en el siglo xvm, cuando varios Estados nacionales en su conjunto
derna, el censo debe cumplir diversos requisitos tiene que ser una operación de (países escandinavos, España, Estados Unidos) proceden a complejas operacio-
contabilización individual, en el sentido de que cada individuo tiene que ser con- nes censales con finalidad no fiscal y con criterios que se aproximan cada vez
tabilizado de forma separada con todas las características que el plan de recogida más a los modernos. Durante el siglo xtx todos los Estados europeos inician ope-
de datos prevé. El censo debe ser universal dentro de los límites del territorio raciones censales regulares con una frecuencia generalmente decenal; la Italia
censado: es decir, ningún individuo o categoría de persona debe ser descuidado; unificada empezará la serie en 1861 y España, en 1857.
debe ser simultáneo en el sentido de que la enumeración tiene que referirse a un Si bien evitaré describir los procedimientos técnicos de un censo debido a
mismo día u hora (aun cuando materialmente la operación dure varios días) para su complejidad, sí daré un breve resumen de ellos. La organización del censo re-
evitar las cuentas dobles o las exclusiones causadas por la movilidad de las per- quiere un conocimiento detallado del territorio que debe ser subdividido minu-
sonas. Finalmente, aunque éste no puede considerarse un requisito esencial, los ciosamente en secciones censales, cada una de las cuales es confiada a un agente
censos deben tener una periodicidad definida, que normalmente es de 10 años. censal. Dado que en general la unidad de recogida de datos es la familia, el
Tal requisito se explica porque las informaciones proporcionadas por un censo se agente debe visitar todos los domicilios y entregar a cada familia un cuestiona-
revalorizan y refuerzan mediante la comparación y complemento de las informa- rio; luego debe proceder a su recogida, ayudando a la familia para su cumpli-
ciones análogas proporcionadas por el censo anterior. mentación y completando eventualmente las informaciones que falten o a me-
Los requisitos indicados más arriba, en general considerados como esencia- nudo, anotándolas él mismo. Así pues, los agentes censales deben ser personas
les para cualquier censo moderno, suelen ser casi siempre respetados de forma bien instruidas y preparadas. Todas las operaciones de recogida, control y elabo-
aproximada. La enumeración es, efectivamente, individual, pero a menudo las ración de los cuestionarios (hojas de familia) son largas y complejas, habida
características objeto de la recogida de datos suelen ser deducidas a partir de la cuenta de su gran número. Los planes de codificación, registro y corrección
declaración de otro familiar; también es universal, al menos en sus intenciones, automática, de recopilación, elaboración y publicación de los resultados referidos a
34 ENTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA

tiplicar las informaciones y el peligro de sobrecargar los cuestionarios provo-


bando el deterioro de la calidad y de la cobertura de la información. Si para el
análisis estadístico de la mortalidad resultara necesario reconstruir un recuerdo
detallado, esto no podría pedirse más que de forma limitada al médico que re-
llena el certificado de defunción; si para el estudio de la fecundidad es preciso
profundizar en el conocimiento de los métodos anticonceptivos utilizados por la
pareja, esto no podrá ser investigado por el funcionario del registro civil que re-
cibe la inscripción de nacimiento.
Por tanto, para profundizar en el análisis demográfico no se podrá recurrir,
más que de forma limitada, a las fuentes de base; convendrá, en cambio, que los
LAS MEDICIONES DEL CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO
estudiosos recurran a investigaciones ad hoc, generalmente muestrales, para ilu-
minar algunos aspectos que de otra forma son inaccesibles. Tales investigaciones
se han multiplicado en los últimos decenios por iniciativa de los mismos orga-
nismos estadísticos nacionales, o de otros entes públicos, y de investigadores pri-
1. Medición del crecimiento
vados. La casuística es tan compleja que no puede exponerse, ni siquiera some-
ramente, en un texto como éste; de todas formas, se encontrarán claras
El análisis de un fenómeno empieza, generalmente, por las constataciones
indicaciones en los capítulos siguientes.
más sencillas, para pasar, sucesivamente, a observaciones cada vez más comple-
jas y detalladas. La población no es una excepción y la pregunta primera y natu-
ral a la que debe darse una respuesta satisfactoria es: ¿cuánto y con qué veloci-
dad aumenta la población? En el fondo es para dar respuesta a esta curiosidad
natural por lo que las sociedades empezaron, en el siglo pasado, a cuantificar la
población a intervalos más o menos regulares.
El cálculo de la tasa de crecimiento satisface esta primera necesidad de co-
nocimiento, pero, como veremos enseguida, existe más de un método para cal-
cularla, y cada uno de ellos nos proporciona resultados diferentes. Intentemos,
pues, orientarnos, evitar confusiones y poner a punto instrumentos precisos.
Advertimos, en primer lugar, que para el cálculo de la tasa de crecimiento
de una población se necesitan tres elementos:

1) el volumen de la población en fechas sucesivas;


2) el peso del crecimiento total;
3) el tiempo durante el cual ocurre este crecimiento.

Indicamos con P la población total, con t el intervalo de tiempo; con rlD el


incremento acontecido en el intervalo de tiempo; con r la tasa de crecimiento. El
conocimiento de estos elementos nos permite calcular en cuántas unidades, o
fragmentos de unidad, crece una población en un determinado intervalo de
tiempo por cada una de sus unidades constitutivas. Del mismo modo que expre-
samos la velocidad de un vehículo en términos de quilómetros recorridos en una
hora de tiempo, la convención y la utilidad práctica hacen que la tasa de creci-
miento se exprese en el número de individuos, o fracción, que se añade durante
un intervalo de tiempo estándar (el año) por cada 1.000 personas pertenecientes
36 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA LAS MEDICIONES DEL CRECIMIENTO DENIOCRiFICO 37

a la población. En la práctica se trata de una fracción que tiene en el numerador En el caso b, la ecuación de desarrollo de la población obedece a la si-
el número de individuos añadidos durante un año y en el denominador el total de guiente fórmula de crecimiento geométrico o compuesto:
la población: tal fracción se multiplica generalmente, aunque no es necesario,
por 1.000, u otra potencia de 10, para hacer significativa la cifra resultante. De tP OP (1 + 8r)1
este modo, diremos que Kenya, durante el período 1980-1990, ha tenido una tasa de la cual se obtiene
de crecimiento anual igual al 41 por 1.000, o que el mismo año, en Italia, durante
Log ( 1P/ 0P) = t • Log (1 -F gr) ; Log (1 + 8r) = Log ( I P/ oP)/t
el período 1971-1981, ha sido igual al 4 por 1.000. [3.2]
El cálculo de una tasa de crecimiento —que implica el conocimiento de la
población total al inicio ( 0P) y al final (tP) de un cierto intervalo temporal (que de donde, calculando el antilogaritmol y restando 1, se obtiene el valor de. r,
definiremos de longitud igual a t años) admite diversas soluciones que dependen Retomando el ejemplo italiano
del criterio de «selección» de la población de referencia, cuyo tamaño, en gene- 56.556.911
ral, varía continuamente durante el intervalo temporal considerado. Los criterios Log
Log (1 + 8r) – 54.136.547 0,0189951
pueden ser los siguientes: – 0,00189899
10,0027 10,027
a) la población de referencia es la del inicio del intervalo (tasa de creci- de lo cual, despejando el antilogaritmo, se obtiene 1 + Sr = 1,00438; Sr = 0,00438 =
miento aritmético, simbolizada a r); = 4,38 %c.
b) la población de referencia es la existente al inicio de cada período anual Se ha seguido aquí un criterio empleado durante siglos por los actuarios en
componente del intervalo (tasa de crecimiento geométrico o compuesto, el cálculo de los intereses compuestos de un capital. Supongamos que la tasa de
o gr, también denominada tasa de crecimiento anual acumulativo); interés anual sea igual al 5 % y sea aplicada al capital inicial de un millón; ello
c) la población de referencia es la que existe en cada intervalo infinita- rendirá 50.000 liras al término del primer año. En el segundo año el capital ini-
mente pequeño (tasa de crecimiento compuesto continuo, r). cial se vuelve «compuesto», es decir, aumentado por los intereses generados du-
rante el primer año, de modo que el 5 % de intereses vendrá calculado so-
Las fórmulas de cálculo correspondientes a los tres criterios son fácilmente bre 1.050.000 liras, rindiendo 52.500 liras, y así cada año. Análogamente se
comprensibles. Considérese, por ejemplo, la población residente italiana que, en procede con la población: las unidades añadidas durante el primer año a la po-
el censo del 24 de octubre de 1971 resultó igual a 54.136.547 unidades, y en el blación inicial deben ser llamadas a participar en el incremento del segundo año,
censo del 25 de octubre de 1981 resultó igual a 56.556.911. Designamos los dos continuando así hasta el final de período.
valores como oP y P. El intervalo t entre los dos recuentos es de 10 años y un Nótese que si la tasa de crecimiento aritmético resultaba, entre 1971 y 1981,
día (para ser precisos 10,00274 años). En el caso a, 0P, tí' y ar (tasa de creci- igual a 4,47 por 1.000, la geométrica, calculada con la tasa de crecimiento com-
miento aritmético) están ligados a la siguiente ecuación: puesto, resulta inferior, igual a 4,38 por 1.000. Es intuitivo, en efecto, que la tasa
de crecimiento geométrico, calculada con la fórmula del interés compuesto,
,P= 013 + 0P ( a r • t), de donde IP – oP = oP (a r • t) puesto que hace incluir las ganancias de población realizadas en cada año en el
y por tanto: cálculo de la tasa de los años sucesivos, debe ser menor que la tasa aritmética. Si
a ti) 013 la población está en disminución, las dos tasas son negativas, y la geométrica re-
r– • [3.1]
OP t sulta mayor en valor absoluto en el caso de poblaciones crecientes. Lo contrario
sucede si la población está en disminución.
Aplicando [3.1] a la población italiana de 1971-1981, tenemos: En el caso e, la función de desarrollo de la población es de tipo exponen-
cial, y corresponde a la siguiente:
56.556.911 –54.136.547 2.420.364
– 0,0447 = 4,47x 1.000. p=
54.136.547 x 10,0027 541.513.804 1 O'

La tasa de crecimiento ar igual a 4,47 por 1.000 significa que por cada 1.000 1. En este texto. los logaritmos en base 10 (llamados decimales. o normales, o de Brigp) están indi-
cados con la notación «Log»; los logaritmos en base 2,71828. o en base e (llamados también naturales o nepe-
habitantes existentes el 24 de octubre de 1971 se añaden anualmente, durante el rianog son designados con la notación minúscula dog». Una calculadora de bolsillo permite rewher directa.
intervalo censal, 4,47 unidades. mente /3.21 también sin recurrir a los logarinnos.
LAS MEDICIONES DEL CRECIMIENTO DENIOCR•FICO 39
38 INTRODUCCIÓN A LA DESIOGRAFIA

donde e es la base de los logaritmos naturales, igual a 2,718282. De esta ecua- 2. Ejemplos numéricos
ción obtenemos:
De ahora en adelante sólo consideraremos la función I P = oPen y la tasa de
rt crecimiento r como la única utilizable correctamente en el análisis demográfico.
I P/ oP = e ; Log ( 1 /3/ 0P) = rt; r = Log ( iP/ oP)/ t [3.3] La ecuación puede ser utilizada para varios fines, por ejemplo para calcular el to-
tal de la población en un determinado momento conociendo el valor inicial oP y
y la aplicación a la población italiana de 1971-1981 es la siguiente: el valor de la tasa de crecimiento r. Aprendamos a conocer estas propiedades que
pueden ser de gran utilidad al demógrafo. Consideremos, por ejemplo, la pobla-
ción del mundo que las Naciones Unidas estiman en 4.450 millones al inicio
56.556.911/54.136.547 = 1,0447085; Log 1,0447085 = rt de 1980 y en 5.292 al inicio de 1990, con una tasa de crecimiento entre ambas
0,0437378 = rt; r = 0,0437378/10,0027 = 0,00437 = 4,37 %c. fechas igual a 17,48 por 1.000. Podemos ahora definir una serie de problemas e
identificar sus soluciones.
La tasa de crecimiento continuo presupone que cada unidad añadida «con-
u-ibuya» al crecimiento sucesivo de la población, mientras la tasa geométrica gr 1) Estimación de la población en una fecha intermedia: por ejemplo, el 30
presupone que el incremento de la población sea «compuesto» anualmente. Esto de septiembre de 1987. Puesto que oP = 4,450 millones y r = 0,01748. mientras
significa que sólo después de un año la población añadida (o sustraída) a la po- t = 7,667 años, debe resolverse la ecuación:
blación inicial entra en juego para determinar el aumento (o la disminución) del 0,01748 x 7,667
año siguiente. Evidentemente esta hipótesis es falsa: si quisiésemos calcular el = 4.450 Pe de donde
1987P
incremento medio de peso de un niño entre dos edades, sería manifiestamente
0,1340191
erróneo usar la fórmula del crecimiento compuesto, que supone un crecimiento a P = 4.450 e = 4.450 x 1,1434147= 5.088.
intervalos anuales, a saltos. Es obvio, por el contrario, que este aumento sucede 1987
de modo continuo; los incrementos del peso que acontecen en cada instante inri- 2) Extrapolación de la población a una fecha futura suponiendo, obvia-
nitésimo (y no en cada intervalo anual) contribuyen a determinar el incremento mente, que r es constante: por ejemplo, al 30 de junio del 2025. Debe entonces
en el intervalo infinitésimo siguiente. Del mismo modo puede argumentarse para resolverse la siguiente ecuación:
una población. Es por esta razón que la tasa de crecimiento r está compuesta con-
0,01748 x 35.5
tinuamente por intervalos infinitésimos: de donde
2025 P 1990Pe
La comparación entre las distintas fórmulas para calcular el crecimiento
0.62054
anual de la población italiana en el período 1971-1981 es, por tanto, la siguiente: 2025P = 5.292 e = 5.292 x 1.8599321 = 9.842.

ar = 0,00447 3) Dada la tasa de crecimiento, ¿en qué momento la población resultará


gr = 0,00438 multiplicada por 2 (3, 4, ..., k veces)? Por ejemplo, ¿cuánto tardará la población
mundial en doblar el volumen de 1990 si la tasa r de 1980-1990 permanece cons-
r = 0,00437
- tante? En este caso la ecuación (13 = °Peri se convierte en 2 = en, o bien, en el
Las diferencias pueden parecer muy pequeñas, casi insignificantes, pero se caso que aquí nos interesa:
vuelven conspicuas, por ejemplo, cuando el ritmo de crecimiento es más elevado; 0,01748 x t
- tomando la población de Kenya, igual a 16,632 millones en 1980, y a 25,130 9 = e •, loa_ 2 = 0,01748t; 0,693147/0,01748 = r = 39,65 años.
en 1990, se obtienen las siguientes tasas medias de crecimiento:. .
a Es decir, la población alcanzaría los 10.584 millones (esto es, 5.292 x 2)
r = 0,05109
39,65 años después del 1 de enero de 1990, o sea, el 24 de julio del 2029.
gr= 0,04214 Nótese que puede seguirse un procedimiento análogo en el caso de tasas ne-
r = 0,04127 gativas; por ejemplo, la población de Liguria era igual a 1.807.893 en el censo
de 1981, y a 1.735.753 según el registro padronal del 31 de marzo de 1989,
con diferencias bastante sensibles.
-

40 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA
LAS MEDICIONES DEL CRECIMIENTO DEMOCRAFICO 41
Tiempo de
duplicacids
(años) 4) Dada la tasa de crecimiento, ¿en qué fecha la población mundial (esti-
mada en 5.292 millones al inicio de 1990) alcanzará una dimensión dada, por
ejemplo los 100 mil millones de habitantes? En este caso la ecuación se trans-
formaría en la siguiente:

0,01748 xt 0,01748xt
100 = 5,292 e , de donde 100/5,292 = e •
Log (100/5,292) /0,01748 = t, 93897/ 0,01748 = 168,1.

La población mundial alcanzaría los 100.000 millones en el 2158.

Tasa (%)de
3. Algunas aplicaciones a las poblaciones humanas
incremento
anual
¿Recuerdan la fábula de aquel rey que prometió dar cualquier riqueza si el
FIG. 3.1. Relación entre rasa de increntenuo y tiempo de duplicación. califa le concedía a su bellísima hija como esposa? El astuto califa le pidió po-
ner un grano de su trigo sobre el primer cuadro del tablero de ajedrez, doblar la
cantidad por cada sucesivo recuadro hasta el último (el 64.°) y entregarle como
con r = -0,00549 o -5,49 por 1.000. De ello se puede concluir cuándo la pobla- pago la totalidad de los granos de trigo. La sonrisa de complacencia del rey de-
sapareció rápidamente cuando se dio cuenta de que la totalidad del trigo de su
ción de Liguria, permaneciendo dicho incremento, reducirá a la mitad su número:
reino, y el de todo el mundo, no hubiese bastado para cumplir su compromiso.
rt 0,00549 x - Tengamos en mente esta fábula e intentemos, mientras tanto, determinar el
1/ 2= e = e ; log 1/2 = -0,00549x 1;
ritmo de aumento de la población mundial desde la aparición del hombre hasta
-0,693147/-0,00549 = r = 126,3. nuestros días (inicio de 1990) estimada en 5.292 millones. Supóngase que Adán
y Eva hubiesen aparecido sobre la Tierra hace dos millones de años; tendremos
Por tanto, la población de Liguria se reducirá a la mitad (alcanzando los entonces, aplicando [3.3):
867.876 habitantes) en el 2115. Se seguirá un procedimiento similar para calcu-
lar el tiempo que una población necesitará para triplicarse, cuadruplicarse, etc. (si
es creciente) o para reducirse a 1/3, 1/4, etc. (si es decreciente), haciendo el pri- 5.292.000.000 = 2x e ` 2.000.000
mer miembro de la ecuación anterior igual al logaritmo de 3, 4, ..., o bien de
1/3, 1/4, etc.
de donde extraemos que r = 0,0000108, o bien que la tasa media anual fue igual
Una regla memorística buena y rápida para calcular el tiempo de duplica-
a cerca de una unidad por cada 100.000 habitantes. Tendremos también que el
ción de una población consiste en dividir el número fijo 70 por la tasa de cre-
cimiento expresada en tanto por ciento. Una población que aumenta al 3 % tiempo de duplicación ha sido igual a 0,6931472 / 0,0000108 = 64.180 años. Si
el tiempo transcurrido desde el origen de la humanidad es de dos millones de
tiene un tiempo de duplicación aproximado igual a 70/3 = 23,3 años; para un
años, y el tiempo medio de duplicación ha sido igual a 64.180 años, tendremos
incremento del 2 % el tiempo de duplicación es de 70/2 = 35 años; para el 1 %,
que desde Adán y Eva hasta nuestros días la población se ha doblado 2.000.000 /
de 70 años; para 0,5 %, de 140 años... Si la tasa es negativa, la operación homó-
/64.180 = 31,162 veces. No estaríamos, por lo tanto, ni siquiera en la mitad del
loga proporciona el tiempo necesario para que la población se reduzca a la mitad. 2 tablero de ajedrez del califa.
Con la ayuda de una estimación de J. Durand sobre el desarrollo demo-
2. En realidad, utilizando la fórmula correcta 2 = e" y resolviendo por t se obtendría: para r = 0,001, gráfico de la humanidad desde los primeros habitantes hasta hoy, obtenemos el
duplicación en 693,5 años; r = 0,005, duplicación en 138,6 años:
r = 1, duplicación en 69,3 años; r = 2, dupli- cuadro 3.1. El aumento de la velocidad del crecimiento demográfico en el último
cación en 34,7 años; r = 3, duplicación en 23,1 años; r =
4, duplicación en 17,3 años. En caso de r negativo,
la reducción a la mitad ocurriría en el mismo número de años para valores absolutos de r correspondientes. siglo resulta evidente, así como la ralentización que debería producirse en torno
al año 2000 según las estimaciones más acreditadas.
LAS MEDICIONES DEL CRECIMIENTO DENIOCRÁFICO 43
INTRODUCCIÓN A LA DENIOGRAKA

europea tal vez retrocedió en 1/3 —a causa de la serie de epidemias de peste ini-
Algún ejemplo más puede ser de gran valor instructivo. Supongamos que la
ciada en 1348— de modo que la aparente estabilidad que encontramos en los ni-
tasa de crecimiento observada en el cuarantenio 1950-1990 (igual al 18.7
veles de poblamiento comparando el inicio del siglo xtit y el inicio del xvt en
por 1.000) permanezca constante en el futuro, y entretengámonos en calcular el
grandes zonas europeas es, en realidad, el resultado de un vigoroso desarrollo en
momento en que se alcanzarían determinados niveles de poblamiento. Pues bien,
el siglo xut, de la dramática crisis desde la mitad del >ay a la mitad del xv y de
si toda la tierra emergida alcanzase la densidad media de poblamiento de Holanda
(408 habitantes por km 2 en 1990) la población mundial sería de 60,9 mil millo- la recuperación posterior.
No obstante, a lo largo del tiempo, la población de la Tierra ha aumentado
nes de habitantes, cifra alcanzable en el 2120, 130 años después de 1990. Una
con mucha lentitud y, puesto que está cerrada (es decir, no aumenta o disminuye
densidad igual a la de la ciudad-estado de Hong Kong (5.660 habitantes por km 2
por las migraciones), el incremento es debido únicamente a la diferencia entre los
en 1990) se alcanzaría con una población mundial de 845.000 millones, que con
flujos de renovación y los de extinción, esto es, entre natalidad y mortalidad. Si
la tasa de crecimiento del período 1950-1990 llegaría en el 2260, dos siglos y 70
años después de 1990. asumiésemos, por ejemplo, que la tasa de mortalidad media anual (m) desde la
época de Augusto hasta 1750 fuese del 40 por 1.000, y puesto que la tasa de cre-
El lector no desprevenido habrá comprendido rápidamente que cálculos
como los hechos en este apartado tienen un valor meramente de ejemplo. Pue- cimiento r durante el mismo período es estimada en 0,56 pror 1.000, resulta que
la tasa de natalidad (o) debió ser igual a 0,04000 + 0,00056 = 0,04056, es decir,
den, de todos modos, extraerse algunas enseñanzas que se volverán útiles a con-
tinuación. al 40,56 por 1.000, apenas del 1,4 9c superior a la tasa de mortalidad. En tan
largo período, por tanto, tasa de mortalidad y tasa de natalidad deben haber es-
La primera consideración es que la historia del poblamiento humano no se
tado muy próximas la una a la otra. Esto da buena cuenta de la excepcionalidad
ha desarrollado según una tendencia continua, sólo lentamente modificada a lo
del período que ahora vivimos, con una natalidad que supera en un 100 % la
largo de los siglos y los milenios, sino a través de ciclos de expansión y de re-
gresión, plagados de catástrofes. La tasa de crecimiento para un período largo no mortalidad.
Notemos, en resumen, que ningún incremento de cierta relevancia puede
es más que la media de las tasas prevalecientes en los distintos intervalos (siglo,
sostenerse por largo tiempo; hecho que Malthus, y antes de él muchos otros, ha-
año, mes, día), ponderada por la duración de los intervalos. Ahora bien, esta tasa
bían manifestado con preocupación. Es difícil imaginarse la Tierra entera po-
media, calculada sobre largos períodos como el representado en el cuadro, resulta
blada como la llana, fértil y muy civilizada Holanda: pero eso ocurriría si la re-
débilmente positiva, pero nada puede decirse sobre la frecuencia e intensidad de
ciente tasa de crecimiento continuase, invariable, por poco más de un sido, igual
los ciclos de expansión y de recesión. Pero la historia más reciente nos enseña,
como, prolongando dicha tasa durante dos siglos y medio, la tierra emergida en-
por ejemplo, que entre la mitad del siglo xtv y la mitad del xv, la población
tera se encontraría poblada tan intensamente como la ciudad de Hong Kong, hoy
plagada de rascacielos.
CUADRO 3.1. Desarrollo de la población mundial desde los primeros pobladores Deseo, como conclusión de esta parte. mostrar un cuadro resumido de la
hasta nuestros días distribución de las tasas de crecimiento —estimadas para el período 1980-
Años necesarios Duplicaciones completas
1985— en 205 poblaciones del mundo (cuadro 3.2 y fig. 3.3). Estas tasas in-
Población para la duplicación ocurridas desde corporan los efectos de los movimientos de emigración y de inmigración entre
Época (n'iliones) r de la población la aparición de los
(dato r, col. 3) primeros pobladores
territorios, aunque ello no influye de modo apreciable en la distribución gene-
(I) (2) (3) (4) (5) ral. Téngase en cuenta, de todos modos, que en condiciones de ausencia de mi-
–2.000.000 Primeros pobl.
graciones no se encuentran, en la realidad empírica, tasas inferiores a -1 % ni
— — —
–8.000 8 0,0000076 91.204 21
superiores al 4 %. Con la primera, una población se reduciría a la mitad cada
0 300 0,000453 1.530 28 69 años, con la segunda se duplicaría cada 17. Dos poblaciones qué, partiendo
1750 800 0.000560 1.233
1800
29 de dimensiones iguales, se desarrollasen con las dos tasas extremas arriba in-
1.000 0,004463 155 29
• 1850 1.300 0,005247 132 29
dicadas, se encontrarían —tras una generación (30 años)— en una t'elación de
1900 1.700 0,005365 I 29 30 1 a 4,4. El cuadro 3.2 da cuenta de la extrema variabilidad actual de los ritmos
1950 2.500 0,007713 90 30 de crecimiento de las poblaciones del globo: a un 28 % de éstas con nivel de
1990 5.292 0.018748 37 31
2020 8.062 0,014032 49
crecimiento inferior al 1 %, se contrapone un 23 % con crecimiento superior
32
al 3 %.
Fuente: J. Durand, 4listorical ESIiI113ICS of World Population: an Evaluation% Population and Deve-
lopment Revie,v, I. 1977, 3.
44 • INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFIA LAS MEDICIONES DEL CRECIMIENTO DEMOCRÁFICO 45

4. Crecimiento variable de la población y modelo logístico población a crecer según una ley geométrica, pero este crecimiento se ve ralen-
tizado por la acción, opuesta, de freno, de las subsistencias limitadas. Se intentó,
Como ya hemos observado, la historia demográfica del último milenio —así inmediatamente, formalizar este concepto; Quételet, en su célebre obra Physique
como la historia más remota, al menos en cuanto puede deducirse de los hechos sociale de 1825, observó —como señala M. Boldrini— que la «resistencia o
fragmentarios conocidos— muestra una alternancia de períodos de expansión suma de los obstáculos, opuesta al crecimiento ilimitado de la población,
con períodos de estancamiento, cuando no incluso de recesión. No podía espe- aumenta en proporción al cuadrado de la velocidad con que la población tiende a
rarse de otra manera, dada la dependencia de los hechos demográficos respecto crecer». 3 El matemático Verhulst, en dos memorias de 1838 y de 1847, y para
a los factores biosociales, profundamente condicionados por la relación hombre- dar una forma matemática al concepto expresado por Quételet —sobre la pre-
ambiente. Es evidente, por lo tanto, que la población no puede crecer, por tiempo gunta de este último— pensó en la curva logística que, olvidada en la práctica,
indefinido, con ritmo invariable, es decir, con la tasa hipotética de crecimiento fue propuesta de nuevo en 1920 por los estudiosos norteamericanos Peárl y Reed.
exponencial P0 e' constante. A largo plazo, también con una tasa de crecimiento El principio inspirador es simple. La población P está sujeta a una continua
pequeña los resultados se vuelven paradójicos e «imposibles». Una función ex- fuerza de crecimiento /4 pero esta fuerza está moderada por un factor proporcio-
ponencial puede ser, por lo tanto, un instrumento de medida de la dinámica pa- nal al cuadrado de la población en cada instante t. La curva en cuestión, que fue
sada, bajo la hipótesis abstracta de que la velocidad de crecimiento permanezca llamada logística, puede expresarse como sigue:
constante durante el período considerado; sin embargo la misma no puede consi-
tp K
derarse un instrumento serio de interpretación o de previsión, a no ser, en este úl-
in [3.4]
timo caso, para cortos períodos de tiempo. 1 + Ce-
No casualmente, casi todos aquellos que han prestado atención al creci-
miento demográfico y a las leyes —y regularidades— que lo gobiernan, han in- donde K representa el valor máximo alcanzable por la población, h és el ritmo
troducido, en sus modelos lógicos y formalizados, elementos de «freno» a la in- de crecimiento, y C una constante. El único término variable es el que Contiene t,
tensidad del crecimiento. Malthus observó, en el inicio de su célebre ensayo, que es decir, Ce -ht. Variando la t desde menos infinito hasta más infinito, dicho tér-
el hombre, como los animales y las plantas, está animado por una fuerza repro- mino oscila desde más infinito hasta cero, mientras r.P varía de cero hasta K, que
ductiva incesante que tiende a empujar el crecimiento de la especie por encima representan, precisamente, las asíntotas inferior y superior de la curva. La curva
de las subsistencias, pero esto no puede suceder sin chocar con una erizada serie tiene forma de «S» alargada (fig. 3.2) y desarrollo simétrico, con el primer tramo
de obstáculos que frenan el crecimiento demográfico con acciones más o menos convexo y el segundo cóncavo hacia abajo, con un punto de inflexión en corres-
continuas. Dicho de otro modo: las fuerzas naturales incontroladas llevarían a la pondencia al valor de la población igual a la mitad del máximo alcanzable (es
decir, K/2). Los incrementos de población en cada unidad de tiempo crecen de
cero hasta un máximo, en correspondencia con el punto de inflexión, para des-
CUADRO 3.2. Distribución de 205 poblaciones del mundo según el nivel pués decrecer hasta cero en correspondencia con el valor máximo K.
de la tasa de crecimiento de 1980-1985 Posteriormente se han propuesto algunas variantes, en el intento de hacer la
Poblaciones
curva logística más adaptable a situaciones concretas. Dado que una población no
r (%)
puede desarrollarse partiendo del total 0, sino que existe siempre un núcleo de
Número %
componentes iniciales, aunque mínimo, puede añadirse un parámetro inicial 0P:
Negativo 11 5,4
0-0,5 20 9,8
0,5-1,0 26 12,7 tP = OP [3.5]
1,0-1,5 18 8,8 1 + Ce- in
1,5-2,0 25 12,2
2,0-2,5 25 12,2 Pearl y Reed han propuesto también una generalización de la curva, de
2,5-3,0 32 15,6
3,0 y más 48 23,3
modo que haga posible una sucesión de desarrollos logísticos, también con evo-
luciones asimétricas, interrumpidas por períodos de estancamiento.
Total 205 100,0
Fuente: Elaboración a partir de datos de las Naciones Unidas, World Papilla:ion Prospects 1988,
Nueva
York, 1989. 3. M. Boldrini. Demografía, Milán. Giuffrl, 1956. pp. 376-377.
LAS MEDICIONES DEL CRECIMIENTO DENIOCRÁFICO 47
46 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA

diversidad de resultados obtenidos de acuerdo con el número —y el período de


tiempo cubierto— de las observaciones disponibles; la escasa adaptación a las
condiciones impuestas a poblaciones experimentales (el medio «fijo») convierten
el desarrollo logístico en un modelo teórico interesante pero escasamente útil en
las aplicaciones prácticas e incluso peligroso si se emplea con fines predictivos.

5. Los componentes naturales y migratorios del crecimiento demográfico

El cálculo de la tasa de crecimiento, así como los parámetros de las funcio-


nes usadas para describir el desarrollo demográfico, no pueden dar respuesta a
una cuestión básica de la demografía: ¿mediante qué mecanismo la población
aumenta o disminuye con una determinada velocidad? Gran parte de este libro
está dedicado a responder dicha pregunta. Pero, yendo por pasos, diré ya que es
de gran utilidad poder descomponer las variaciones numéricas de una población
FIG. 3.2. Curva logística.
en un determinado intervalo t, ( 1P — oP = fi)), en sus cuatro componentes cons-
titutivos: nacimientos, muertes, inmigraciones y emigraciones (respectivamente,
Pero más allá de los tecnicismos y de los procedimientos de adaptación de N, M, 1 y E). En efecto, es evidente que
la logística a la experiencia concreta, el esquema logístico describe el desarrollo
[3.6]
de una especie viviente en un medio limitado. El poblamiento es rápido al prin- t P—OP = N—M+1—E
cipio, cuando no existen limitaciones «ambientales» —de subsistencia, espacio o
cualquier otra— al desarrollo: pero a medida que estos límites se manifiestan, la y que
velocidad de crecimiento disminuye, hasta que tiende a establecerse un equilibrio
0 P+N—M+1—E= P,
entre medio y población. Naturalmente, las innovaciones que determinan, en la
práctica, un alejamiento de las limitaciones del desarrollo en términos de recur-
(expresión conocida como «ecuación compensadora»).
sos (por ejemplo, el paso de una subsistencia basada en la caza y la recolección
Si llamamos, finalmente, saldo o crecimiento natural a la diferencia entre
a otra fundada en la agricultura; un revolución de la productividad agrícola, etc.)
nacimientos y muertes (SN = N — M) y saldo migratorio ala diferencia entre in-
pueden permitir la instauración de un nuevo ciclo de desarrollo, con arreglo a la
migrados y emigrados (SM = 1— E), tendremos que
generalización avanzada por Pearl y Reed.
El esquema de desarrollo logístico se presta bastante bien a la interpretación I P— oP = SN + SM.
del crecimiento de poblaciones bacterianas experimentales. Los experimentos so-
bre el desarrollo de la mosca de la fermentación (Drosophila nzelanogaster) en En las poblaciones con sistemas estadísticos evolucionados —como todas
un medio _limitado (por ejemplo, una botella), con un fondo alimenticio también las de los países desarrollados— los nacimientos y las defunciones están gene-
fijo, son igualmente significativos. En efecto, el desarrollo de la población de ralmente registrados con gran exactitud, de modo que podemos considerar irre-
moscas sigue una evolución logística, con crecimientos relativos decrecientes levantes los posibles errores; los censos dan evaluaciones del tamaño de la po-
hasta alcanzar el límite máximo de poblamiento. Resultados análogos han sido blación no exentos de errores (generalmente infravaloraciones), mientras que los
obtenidos midiendo las dimensiones de una colonia de hongos, en función del datos sobre los movimientos migratorios, tanto de entrada como de salida, son en
tiempo, derivados de algunos granos de levadura. general muy deficientes y del todo imprecisos, cuando existen.
Del mismo modo pueden comportarse los grupos humanos en un medio li- Por ello el saldo migratorio SM suele calcularse indirectamente, como un re-
mitado, siempre que no intervengan las modificaciones económicas y sociales siduo, partiendo de la ecuación compensadora:
que equivalen a ampliar la botella o a aumentar el alimento en el experimento de
las moscas. La aplicación de la curva de desarrollo logístico ha conocido mo- SM = 1 13 — ( OP +SN). [3.7]
mentos de gran difusión; pero la dificultad de establecer la situación inicial; la

48 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA LAS MEDICIONES DEL CRECIMIENTO DEMOCRÁFICO 49

Recurriendo de nuevo al ejemplo italiano, la población censada presente 6. Tasas brutas, población media, años vividos
el 15 de octubre de 1961 fue igual a 49.903.878; la censada el 24 de octubre
de 1971 resultó ser de 53.744.737; los nacidos vivos durante el decenio fueron El examen de las partidas del balance —aun admitiéndolo exento de erro-
9.540.906, y las defunciones 5.161.458. El saldo migratorio puede, por tanto, cal- res— es un modo bastante burdo y meramente contable de analizar la evolución
cularse como sigue: demográfica. Las dimensiones absolutas de los fenómenos demográficos dicen
muy poco si no son traducidas en frecuencias relativas, relacionándolas con la di-
SM = 53.744.737–
(1961-1971) mensión de la población. Es con este objetivo que se calculan los cocientes de-
mográficos —natalidad, mortalidad, etc.—, que responden a la siguiente pre-
– (49.903.878 + 9.540.906– 5.161.458) = –538.589.
gunta: ¿cuántos acontecimientos, o fracciones de acontecimientos, de un cierto
tipo (nacimientos, defunciones...) han tenido lugar en la unidad de tiempo consi-
El saldo migratorio calculado de este modo contiene también la suma alge- derada (en general el año) por cada elemento (o por 100, 1.000... elementos)
braica de los errores contenidos en los diferentes términos de la igualdad, cuya constitutivo de la población? Por tanto, retomando símbolos ya utilizados. calcu-
magnitud puede ser muy relevante; tendrá, en el caso de que nacimientos y muer- lamos las siguientes tasas:
tes sean contabilizados con exactitud, error nulo sólo si: 1) la población en am-
bos censos está exenta de errores; 2) las poblaciones contienen un error de signo M E
y valor absoluto iguales. O= = —• i = e= [3.8]
P ' P
Cuando se dispone de estadísticas fiables de las migraciones, la ecuación de
la población, como también es llamada, un poco pomposamente, la igual- éstas se multiplican generalmente por 1.000, y son llamadas tasas (o cocientes)
dad [3.6], nos permite calcular el balance demográfico de la población durante de natalidad, mortalidad, inmigración y emigración. Las más estudiadas y usadas
un cierto intervalo y analizar el peso de las partidas activas (nacimientos, inmi- son las tasas de natalidad y mortalidad, que a su vez son también llamadas tasas
graciones) y pasivas (muertes, emigraciones), o la contribución respectiva que el «brutas» o «generales», para distinguirlas de las «específicas», construidas utili-
movimiento natural (nacimientos y muertes) y el migratorio (inmigrados y emi- zando los acontecimientos que se refieren a segmentos particulares («específi-
grados) aportan al incremento total de la población. cos» precisamente) de la población. La expresión «tasa de natalidad» (o de mor-
Mostramos a continuación el balance demográfico de la población residente talidad, etc.), sin otro aditamento, es, sin embargo, suficiente para hacer
en la ciudad de Roma durante el año 1987: comprender que se trata de una tasa bruta, esto es, de los nacimientos por
cada 1.000 habitantes.
Elementos del balance Antes de pasar a otro tema, es interesante mostrar la variabilidad de las ta-
sas de natalidad y de mortalidad en el mundo, y a tal propósito se puede consul-
Componente Activo Pasivo Saldo
tar el cuadro 3.3 y la figura 3.3, que muestran la distribución de 155 poblaciones
Natural 23.970 23.465 505 según el nivel de n y de in en 1980-1985. La distribución de las poblaciones se-
Migratorio 39.697 38.432 1.265 gún la tasa de mortalidad es unimodal, con el máximo en la clase 5-10, y apenas
Total 63.667 61.897 un caso por encima del 25 %o. Hace un siglo, si se hubiese podido recoger esta-
1.770
dísticas comparables, se habría tenido la casi totalidad de las poblaciones del
mundo sobre el límite del 25 %o. La distribución de las poblaciones según el ni-
vel de la natalidad es muy diferente, con tres máximos en las clases 10-20,
La ecuación de la población de la ciudad de Roma nos permite calcular las va- 30-35 y 45-50, correspondientes al grupo de los países occidentales de baja na-
riaciones entre el 1 de enero de 1987 y el 31 de diciembre del mismo año: talidad, a los países en vía de desarrollo en que existe de hecho una transición de
la alta a la baja fecundidad y, finalmente, a las numerosas poblaciones del Tercer
2.815.457 + 23.970 – 23.465 + 39.697 –38.432 = 2.817.227. Mundo que deben iniciar tal transición. Es necesario, todavía, añadir dos infor-
maciones complementarias:
El examen comparado de las partidas del balance —activo y pasivo, migratoria
y natural— permite realizar interesantes comparaciones con otras poblaciones y 1) las tasas se expresan siempre en relación a un intervalo anual:
resaltar ciertos aspectos de la evolución demográfica. 2) la población es la media del período considerado.
LAS MEDICIONES DEL CRECINIIENTO DENIOCRÁFICO 51
50 INTRODUCCIÓN A LA DEN1OGRAFÍA

En lo que respecta al punto 1, las tasas pueden también referirse a períodos


plurianuales (por ejemplo, un trienio, un quinquenio); en este caso, en el nume-
rador pondremos la media anual de los acontecimientos y en el denominador la
población «media» del período.
En relación al punto 2, es necesaria una pequeña digresión sobre el concepto
de «población media». Supongamos que deba calcularse la población media del
municipio de Roma en 1987. Para dicho año conocemos la población calculada
por las oficinas padronales al inicio y al final del año: respectivamente, 2.815.457
y 2.817.227. La población media podrá calcularse como la media entre las dos
cantidades:
2.815.457 + 2.817.227
= 2.816.342.
2

Conceptualmente ello equivale a suponer que la población había tenido un desa-


rrollo creciente lineal durante el año y, por tanto, la población media equivale
también a la población a mitad de año (el 30 de junio), cantidad frecuentemente
usada en el denominador de la relación.
Pero es necesario decir más —y véase que no se trata de obcecamiento, sino
de aclarar bien un concepto que volverá a aparecer enseguida bajo formas más
complejas—, dado que lo dicho hasta ahora es insuficiente. Si en realidad la po-
blación romana tuviese una evolución estacional —a causa de la evolución par-
ticular mensual del componente migratorio o natural— de tal manera que se al-
canzase un máximo relativo anual en verano y un mínimo en invierno, la
población media efectiva debería ser superior a la calculada anteriormente. Puede

Distribución de 155 poblaciones del mundo segó(' los niveles de las tasas
CUADRO 3.3.
de natalidad y de mortalidad de 1980-1985

" Natalidad Mortalidad


Tasa por
Población (%) Tasa de incremento (r) '7e Poblaciones Sr
1.000 Poblaciones

25
— 5 3.2
liasta 5 —
0,7 61 39,4
5-10 1
20 - 12,2 46 29,7
10-15 19
12.2 24 15.5
15-20 19
15 - 18 • 11.6
E 20-25
25-30
10
II
6.5
7.1 1 0.6
10 - 12.9 — —
30-35 20
8.4 — —
35-40 13
5 14, 9 — —
40-45 22
17,4 — —
45-50 27
8,4 — —
o. ■ ■ Tasa (Y.) 50 y más 13
—5 0 10 20 30 40 50
100,0 155 100,0
Total 155
FIG. 3.3. Distribución porcentual de la población mundial según el nivel de las tasas Ilbrld Population. cit.
de natalidad. mortalidad y crecimiento (1980-1985). Fuente: Elaboración a partir de datos de las Naciones Unidas,

1
52 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA LAS MEDICIONES DEL CRECIMIENTO DEMOCRÁFICO 53

entenderse mejor ahora el concepto de «población media» si lo definimos como las partidas pasivas del cálculo precedente. En símbolos:
el número total de años vividos, durante el año considerado (en el caso de Roma,
1987), en la población considerada (en este caso la residente en el municipio de oP +
Roma), por los individuos que, por cualquier concepto, han formado parte de la — 2 — oP+ 0,5 (P— 0P) = 0P+ 0,5(N+ /) — 0,5 (M +E)
población. La expresión «por cualquier concepto» incluye aquellos que se han
añadido a la población durante el período (nacidos, inmigrados) o aquellos que donde, por lo tanto, /5 (población media) coincide con el número de años vividos
se han sustraído (fallecidos, emigrados). Siempre en el caso de Roma, y supo- por la población durante el año. Esto no es cierto, como ya se ha dicho, en el
niendo que la población durante el año varíe linealmente, sin fluctuaciones esta- caso de poblaciones que no varían linealmente durante el año.
cionales, podemos entonces suponer: Naturalmente, sobre todo en el caso de pequeños agregados, cuando se co-
nocen los datos de entrada y salida de nacidos e inmigrados por un lado y de de-
1) Que toda la población inicial al 1 de enero de 1987 haya vivido un año funciones y emigrados por el otro, es posible proceder al cálculo directo de los
entero (es decir, el período completo 1 de enero - 31 de diciembre), con la ex- años vividos, calculando para cada entrada y salida la fracción de año vivido en
cepción de los fallecidos y de los emigrados, como se especifica en el punto 2. la población durante el año.
2) Que fallecidos y emigrados hayan vivido en Roma medio año completo Terminemos aquí la digresión sobre los denominadores de los cocientes que,
como promedio. En realidad, se hace la hipótesis simplificadora de que los mis- repetimos, después resultará muy útil, y volvamos al ejemplo de Roma en 1987:
mos se han equidistribuido durante el año (algunos habrían muerto el 1 de enero, en la tabla que sigue se encontrarán calculados los cocientes demográficos que
otros el 2... otros el 31 de diciembre) y que por lo tanto habrían vivido, como me- traducen las partidas del balance en tasas demográficas (por 1.000 habitantes).
dia, 6 meses durante 1987 (razonamiento similar vale para los emigrados).
3) Se supone que nacidos e inmigrados durante 1987 se han equidistri- Acontecimiento Frecuencia Cociente Tasa de crecimiento
buido también durante el año y que, por tanto (análogamente a lo dicho para fa-
llecidos y emigrados), han vivido en Roma una media de 6 meses durante 1987: Nacimientos 23.970 8,51 } + 0,18 (natural)
Defunciones 23.465 8,33
éstos irían, naturalmente, sumados a la población de principios de año.
Estamos ahora en condiciones de calcular los años vividos durante 1987 por Inmigrados 39.697 14,10 } + 0,46 (migratorio)
la población romana con la siguiente tabla: Emigrados 38.432 13,64

Población media 2.816.432 + 0,64 (total)


Años vividos por la población que durante el año no
ha protagonizado cambios (población inicial menos
defunciones y emigrados) 1 x 2.753.560 = 2.753.560,0
Años vividos por los nacidos en 1987 0,5 x 23.970 = 11.985,0 La transformación de las partidas del balance en tasas permite, así, compa-
Años vividos por los fallecidos en 1987 0,5 x 23.465 = 11.732,5 rar la intensidad de los fenómenos demográficos en poblaciones diferentes. Mos-
Años vividos por los inmigrados en 1987 0,5 x 39.697 = 19.848,5 tramos, a título de ejemplo, las partidas del balance y los correspondientes co-
Años vividos por los emigrados'en 1987 0,5 x 38.432 = 19.216,0 ,:-.. cientes, del más pequeño municipio capital de provincia, Isernia, siempre para el
-:.
Total de años vividos 2.816.342,0 , año 1987. .

Acontecimiento Frecuencia Cociente Tasa de crecimiento


El resultado coincide con el cálculo de la «población media» realizado anterior-
mente. Efectivamente, se puede demostrar la equivalencia: Nacimientos 298 14,05 } + 7,64 (natural)
Defunciones 136 6,41
2.815.457 +2.817.227
Inmigrados 511 24,10 } + 3,82 (migratorio)
2 430 20,28
Emigrados
=2.815.457 + 0,5 (2.817.227 — 2.815.457) = 2.816.342
Población al 1 de enero de 1987 = 21.084
Población al 31 de diciembre de I9S7 = 21.327 + 11,46 (total)
donde la mitad de la diferencia entre la población final y la población inicial es Población media = 21.205
igual a la diferencia entre la semisuma de las partidas activas y la semisuma de
LAS MEDICIONES DEL CRECINIIENTO DEMOCRÁFICO 55
,
--,
-... Z.,-• cC .-4. wl - vn .1... al -4. Ci. c>. m un
A. ....- sre r-- d r: rn ac re: 01 v., s: •cr. .1 Puede así constatarse que mientras en Roma la tasa de crecimiento natural
5 es ligeramente superior a cero, porque natalidad y mortalidad se parecen, en Iser-
Lo :c•-
.5 nia ésta es igual a 7,64 por 1.000, con una natalidad doble que la mortalidad. En
Roma están también casi en equilibrio las tasas de inmigración y emigración,
- cze -. oi o' en ri r, d - oi -: d
-k- 11111111111+ s. mientras en 1sernia la primera supera en varios puntos la segunda. El crecimiento
.1 ..e.
-.1 .5
- total, inferior al 1 por 1.000 en Roma, es superior al II por 1.000 en Isernia. He
07. •C I: < - et rn ,C cn -t rn -- el. vn -7 en 7. aquí que las cifras absolutas del balance de las dos capitales de provincia (la más
s' r- d d. 0. vi -.. On-
..: ,,..,. . cr. RZ•.- - - -
re' ei d.
-
ro
_ grande y la más pequeña) se han vuelto comparables mediante el cálculo de los
5,1 Ci 7, cocientes demográficos.
c. -.
r La utilidad de este tipo de descripción, y de sus variantes debidas a la dis-
I-2
-E -. ._., ,n sz - N. nr.c; nr o c
d C•■• r. ri. - - d cr.. ri 0.■ C.: C.■. ponibilidad de los datos de base, puede constatarse bien en el cuadro 3.4, en que
en N C■1-^ r, cv N - - . 3
-3 •-
:1.. se ha presentado el balance demográfico de la población italiana, decenio a de-
.1
"01
r, cenio, desde la unificación de Italia hasta 1981. En poco éspacio, el cuadro con-
:,::: , ■,...
-• r- r-: r-: -,r. ri r- - r: en ce oc; ei' 1 tiene una información muy completa que permite apreciar el descenso secular de
1..... Z7-. . e: c.
-1 2 la natalidad y la mortalidad, los altibajos del saldo migratorio y la contribución
.,.r.
E c - respectiva del saldo natural y del migratorio al crecimiento de la población.
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4

ALGUNOS INSTRUMENTOS DE ANÁLISIS

I. ¿Cuántos años tienes? ¿Cuándo naciste? ¿Cuándo ha ocurrido?

Hemos tratado la población, hasta ahora, como un todo único, mostrando al-
gunos métodos para medir su variación y los modos para descomponerla en sus
componentes principales, naturales y migratorios. Es necesario, en este punto,
hacer una pausa y familiarizarse con métodos, instrumentos y técnicas esenciales
para recorrer el camino del análisis demográfico.
Las sencillas preguntas puestas en el título responden a una necesidad de co-
nocimiento esencial: la de situar a las personas y a los acontecimientos en el tiem-
po. No debe pensarse que sea cosa fácil: la medida precisa y objetiva del tiempo
es una conquista de civilizaciones bastante avanzadas. No son pocas, incluso hoy,
las poblaciones en que la medida del tiempo es aproximativa.
Vayamos a la primera cuestión, que atañe a la medida de la edad. Ésta puede
ser realizada de diversas maneras:

1) Indicar la edad redondeándola al aniversario más próximo. «Tengo


veinte años», podría responder una persona interrogada, supongamos, al final del
año, y cuyo 20 0 cumpleaños sucediese entre el 1 de julio del año aún en curso y
el 30 de junio del año siguiente y que, por tanto, podría tener entre 19 años y me-
_ dio y 20 años y medio.
2) Indicar la edad en años cumplidos, es decir, indicar el número de años
enteramente vividos. «Tengo veinte años» significa que ya he cumplido y cele-
brado el 20 0 aniversario: según el momento, la persona puede tener entre 20 años
exactos a 21 años menos un instante.
3) Indicar la edad en años iniciados, es decir, con una cifra ordinal. La
misma persona del ejemplo precedente podría decir «tengo veintiún años», que-
riendo decir que, habiendo superado el 20° aniversario, ha entrado en el veintiu-
nésimo año de vida: también en este caso podrá tener entre 20 años y 21 años
menos un instante.
58 INTRODUCCIÓN A LA DENIOGRAFiA ALGUNOS INSTRUMENTOS DE ANÁLISIS 59

4) Calcular la diferencia en milésimas entre el año en que se hace la pre- Años Años Edad exacta
!irme
gunta y el año de nacimiento: para los nacidos en 1969, por ejemplo, la pregunta cumplidos iniciados

hecha en cualquier instante de 1989 tiene por respuesta «veinte años», aun te- I 0- 1
O
niendo una edad real que puede variar entre 19 años y 21 años menos un instante. I 2 1-2
1 3 2-3
3 4 3-4
El esquema que sigue es una simbolización del tiempo (edad) con un seg- 5 4-5
4
mento de línea. Hemos representado sobre ambos lados dos modos de indicar la 0-4 1-5 0-5
edad, arriba en años iniciados, abajo en años cumplidos. 5-9 6-10 5-10
10-14 11-15 10-15
... ... ...
4° 5° 60 7' 8° 96-100 95-100
1 95-99
1 I 1 1 1 1 1 1 1
O 1 2 3 4 5 6 7
tiempo representado abajo nos da un claro ejemplo; los datos están puestos en
correspondencia al inicio del año.
Hoy día es generalmente aceptado el criterio de los años cumplidosl; por
tanto, con O años se indican todos los individuos nacidos que no han cumplido A I I 3
todavía el primer año; con un año aquellos que han cumplido el primero pero no 1972 1973 19744
1970 1971
el segundo, y así sucesivamente. Si los individuos están agrupados en grupos de
edad, por ejemplo de cinco en cinco años, la clasificación en años cumplidos será El suceso A ha ocurrido el »15 de diciembre de 1970, el suceso B el 15 de febrero
del tipo 0-4, 5-9, 10-14, ..., 95-99. En el grupo 0-4 estarán comprendidas cinco de 1972: entre ellos transcurre un año completo. Aun así, si hacemos la resta en-
generaciones anuales de nacidos, desde los neonatos a aquellos que están a punto tre los dos años (entre los «milésimos»), el intervalo es igual a 2, del mismo
de cumplir, pero no lo han hecho aún, el 50 año de edad. Con el criterio de los modo que si cuento el tiempo transcurrido entre A y B (un año y dos meses) con
años iniciados la clasificación sería, por el contrario, 1-5, 6-10, 11-15, ..., 96-100, el criterio de los años iniciados debo indicar la cifra 2.
que equivale exactamente a la precedente.
Finalmente, un último criterio es el de indicar, para cada intervalo de edad,
anual o plurianual, las dos edades exactas «límite»; la clasificación en intervalos 2. Algunos conceptos: tiempo, duración, edad
anuales sería. por tanto, 0-1. 1-2, 2-3, etc., debiéndose entender que el grupo
0-1 abarca a todos aquellos comprendidos entre la edad exacta O (el nacimiento) Consideremos la unidad elemental de la demografía: la persona individual.
y el cumplimiento del primer aniversario, y que, en general, el límite inferior está Dos son los puntos esenciales que la sitúan y la definen en el tiempo: el mo-
incluido en el grupo, mientras que se excluye el límite superior. mento del nacimiento y el de la muerte. Podemos, por tanto, identificarla en el
Ejemplifico a continuación las tres clasificaciones, exactamente iguales en- espacio definido por dos coordenadas cartesianas, donde las abscisas miden el
tre sí por su contenido, si bien se diferencian en la forma:
tiempo t y las ordenadas la edad x (fig. 4.1). La persona considerada nace en A
Dado que la demografía usa metodologías precisas, debe tenerse mucho cui- AB paralelo
y muere en B; su vida está definida por un segmento (línea de vida)
dado en la interpretación de las indicaciones relativas a los intervalos de tiempo. a la bisectriz que divide en dos el ángulo formado por los ejes de abscisas y or-
Las respuestas a las preguntas del tipo «¿cuándo naciste?», «uuánto tiempo hace denadas. En el momento de la muerte en B habrá transcurrido, desde el naci-
que estás casado?», «qué diferencia de edad hay entre tú y tu mujer?», etc., pue- B
miento A, un lapso igual a AD (identificamos D trazando la perpendicular en
den ser equívocas. También aquí es fundamental saber si la cifra que sintetiza la respecto a las abscisas): este segmento es igual a OC (donde C se obtiene tra-
respuesta está expresada en años iniciados o en años cumplidos. El esquema del zando la perpendicular a las ordenadas desde B), que expresa la edad al morir de
la persona en cuestión.
Todo individuo vivo o que haya vivido alguna vez, puede ser por tanto iden-
I. Pese a que, como ya he dicho poco antes, la convención comporte que la clasificación en años cum-
plidos sea Universalmente adoptada, no son raras todavía las excepciones, también en las fuentes oficiales. tificado en la superficie así definida, en que el eje de abscisas tiene una longitud •
Cuando después se retrocede en el tiempo se encuentra la más grande variedad de notaciones, incluso extrañas (ideal) de varios millones de años (igual, en suma, al tiempo transcurrido desde
combinaciones, en la misma tabla. de criterios diferentes. Procédase, por lo tanto. siempre con cautela. consúl-
tense advertencias y notas, cuando existil, y verifíquese la coherencia de los datos, el origen del hombre) y el de ordenadas tiene, por su parte, longitud proporcio-
.
60 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFIA ALGUNOS INSTRUMENTOS DE ANÁLISIS 61

tabla de mortalidad. Observemos, pues, la figura 4.3, donde la indicación del año
está situada en correspondencia con el inicio del mismo. Vemos una serie de seg-
mentos oblicuos paralelos entre sí; cada pareja de segmentos contiguos (es decir.
que empiezan correspondiendo a dos años contiguos) delimita un grupo de líneas
de vida, todas ellas con origen (nacimiento) durante el mismo año del calenda-
rio. Cada grupo representa, de este modo, una «generación» de nacimientos, es
decir, el conjunto de los nacidos en un determinado año de calendario. Conside-
remos ahora la generación nacida en 1970 (si el esquema se refiriese a Italia, ha-
bríamos tenido, en aquel año, 901.472 nacidos, correspondientes a otros tantos
puntos de inicio de las respectivas líneas de vida): cada componente puede re-
FIG. 4.1.
presentarse por una línea de vida que, obviamente, no podemos dibujar; pode-
nal a 100 años o poco más (puesto que tal ha de considerarse, a efectos prácti- rnos, sin embargo, definir el conjunto de estas líneas de vida con el segmento A C.
cos, la duración máxima de la vida). Éste define, así, todas las líneas que lo atraviesan, o mejor, que lo tienen por ori-
En la figura 4.2 se ha trazado, junto a la línea de vida del individuo AB, la gen. El 31 de diciembre de 1970 quedarán con vida todas las líneas que inter-
de la persona CD: podemos comparar las dos líneas de vida y decir que: 1)AB nace sectan BC, donde BC es menor o igual a AC, puesto que algunos componentes
antes que CD y las dos fechas de nacimiento están separadas por un segmento estarán muertos (en el caso más favorable —en realidad imposible si el grupo es
A C; 2) el individuo CD muere después que AB, y exactamente (0k–Oh) años; suficientemente grande— puede haber O muertos y, por tanto, AC = BC). Pode-
3) la edad a la muerte de AB es mayor que el segmento igual a hn de la edad a mos también decir que AC – BC = ABC; es decir, las líneas de vida que, inicia-
la muerte de CD; 4) el segmento hn es igual a la diferencia entre AC y hk. das en AC (nacidas durante 1970) no llegan a tocar BC (no llegan al 31 de di-
Alguien dirá: ¿por qué complicar de manera innecesaria conceptos simples ciembre de 1970) son iguales a los acontecimientos «muerte» que tenemos en el
e intuitivos? Contesto que esto, que a menudo parece banal, está destinado a con- triángulo ABC, o, igualmente, a las líneas de vida que han terminado en el trián-
vertirse después en algo más complejo y, sobre todo, muy útil, cuando nos aden- gulo. Resulta bastante claro que los segmentos perpendiculares entre sí (del tipo A C
tremos en la metodología del cálculo. Y es bueno, por ello, familiarizarse gra- o BC) representan el número de líneas de vida que los atraviesan (o del que par-
dualmente. ten, como en el caso de AC), es decir, definen los flujos; las superficies de cual-
Podemos, por tanto, imaginarnos la superficie atravesada de tantas líneas de quier forma (triángulos, como ABC, pero también cuadrados y paralelogramos.
vida como individuos existen; todas las líneas tienen origen (nacen) sobre el eje como veremos después) representan, por su parte, el número de acontecimientos
de las abscisas y terminan (mueren) antes de n años después del nacimiento, «muerte», es decir, el número de líneas de vida que se detienen en ellos. Pro-
donde n se ha hecho igual a 100 años, por utilidad práctica. En la figura 4.3 ha siguiendo el discurso, diremos también que las líneas de la generación 1970
sido trazado un diagrama más complejo, provisto de fechas y años de edad. Este que atraviesan el segmento BE cumplen, en ese instante, el primer aniversa-
diagrama es denominado diagrama de Lexis por el nombre del estudioso alemán rio (en AC, en el nacimiento, tenemos O años), y tenemos que
que lo adoptó en el siglo pasado para ilustrar los procedimientos de cálculo de la
AC– (ABC+ CBE) =BE; o bien AC–ABEC = BE

, Añadamos aún que los segmentos verticales identifican los individuos que.
en un instante dado, están todos viviendo contemporáneamente y se llaman por
tanto líneas de momento o de contemporáneos. Los segmentos paralelos al eje de
abscisas identifican, por su parte, los individuos que tienen la misma edad, pero
en momentos diferentes; son, por tanto, las líneas de coetáneos. Verifiquemos
ahora lo dicho hasta aquí; las líneas de vida que atraviesan BE (es decir, el pri-
mer aniversario) llegan a él en momentos diferentes. Efectivamente, algunos in-
dividuos cumplen un año el 1 de enero de 1971, es decir en B, mientras otros lo
cumplirán el 31 de diciembre de 1971, o sea en E. Tomemos ahora el segmen-
FIG. 4.2.
to BC, que representa las líneas de vidas aún sobrevivientes el 31 de diciembre
62 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFIA ,4 • ALGUNOS INSTRUMENTOS DE ANÁLISIS 63

de 1970: en él hay individuos que viven todos al mismo tiempo pero con edades
diferentes (aunque todas comprendidas entre O y I años); en realidad en él habrá
tanto individuos nacidos recientemente (los nacidos el 31 de diciembre de 1970
tendrán, precisamente, O días en dicha fecha), como individuos que están a punto
de cumplir 1 año (los nacidos el 1 de enero de 1970).
Es importante destacar aquí que un recuento de «momento», o stock (del
tipo de un censo o una encuesta hecha con referencia a una fecha exacta), se con-
figura como un segmento perpendicular al eje de abscisas que «enumera» todos
los individuos vivos en dicha fecha, es decir, todas las líneas de vida que lo «atra-
viesan». Volviendo a la figura 4.3, el segmento-flecha simboliza el censo hecho
el 24 de octubre de 1971 en Italia, que «atravesó» (enumeró) 53.744.737 líneas
de vida (individuos) que vivían en dicha fecha entre la edad O y la edad máxi-
ma X, más allá de nuestro gráfico.
Para terminar esta primera.introducción al diagrama de Lexis será conve-
niente decir algo sobre la correspondencia entre las diferentes formas de superfi-
cie y los datos concretos correspondientes.

— Los muertos del paralelogramo ABEC tienen edad entre O y 1 años, per-
teneciendo todos a la generación nacida en 1970 (AC), pero murieron en los 2
años de calendario contiguos: en el año 1970 (ABC) y en el año 1971 (BCE).
— Los muertos representados en el cuadrado CBEF. es
decir, las líneas de
vida que se detienen en él, tienen también edad entre O y 1 años. Todas estas de-
funciones ocurren durante el mismo año de calendario (1971) pero pertenecen a
FIG. 4.3. dos generaciones contiguas: CBE pertenece a la generación AC, nacida en 1970,
mientras CEF pertenece a la generación CF, nacida en 1971.
Edad
— Concluimos que, respecto a los datos estadísticos concretos, para poder
identificar indistintamente tanto las defunciones «homogéneas» respecto al año
3
de la muerte, como las homogéneas por la generación a la que pertenecen, es ne-
cesaria una triple clasificación de las mismas: 1) por año de nacimiento, es decir,
por la generación a la que pertenecen; 2) por año de calendario de ocurrencia del
K D evento; 3) por edad. Esta triple clasificación permite identificar las defunciones
2
en cada triángulo del tipo CBE.
— Similar consideración puede hacerse para los datos obtenidos en una
muestra «puntual», como la censal. Por ejemplo, el censo del 24 de octubre
A'
1 H E/ de 1971 encuentra HK individuos de edad entre 1 y 2 años (fig. 4.4), pero de
ellos algunos (Hi) pertenecen a la generación nacida en 1970 (AC), mientras los
demás (iK) pertenecen a la generación precedente, nacida en 1969.
o A C/F
Traduzcamos ahora todo lo dicho en relación a la figura 4.3 con las estadís-
1.1-1970 1-1-1971 1.1-1972 1-1-1973
ticas demográficas italianas relativas a los años 1970 y 1971, en el supuesto de
24-10-1971
que no haya habido migraciones. Reproduzcamos, en la figura 4.4, la parte rele-
vante, ampliada, de la figura 4.3; en la página 58 enumeramos los símbolos de
FIG. 4.4.
las figuras geométricas y los respectivos datos estadísticos.
ALGUNOS INSTRUMENTOS DE ANÁLISIS 65

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vO 3. Extensión del diagrama de Lexis
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n il Hemos considerado, hasta ahora, el modo más común de utilizar el dia-
0-1
—00
,--,
c. grama de Lexis para describir la formación y la extinción de una población. Pero
N
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01
vi
04
el esquema ha sido extendido después a la descripción de otros fenómenos de-
I 1 mográficos, dado que su utilidad consiste en ilustrar las relaciones entre el
0•I ni
N n tiempo del calendario y la edad de los individuos objeto, o sujeto, de los sucesos
5
O, 0,
a demográficos. Adaptando convenientemente la figura 4.4 vemos algunos de sus
usos descriptivos más corrientes.

1) Considérese (fig. 4.5) una generación de nacidos y obsérvense las lí-


neas de vida a partir de la edad de 16 años (las líneas de los sobrevivientes a esta
edad, evidentemente). Podemos utilizar estos segmentos a partir de la entrada en
la edad núbil (exactamente los 16 años), asumiendo, como final (punto de salida)
el momento del matrimonio. En este caso AC indicará los individuos que llegan
U 0 U . a la edad de casarse, BE los sobrevivientes en estado de celibato a la edad de 17
U
<< U < < años; ABEC los que salen por matrimonio (es decir, los que se casan) entre
el 16° y el 17° aniversario, y así sucesivamente.
e: co O 2) Igualmente puede considerarse una generación de mujeres y tener en
13 il 1 1 C) s " El 7: 1 cuenta no sólo sus líneas de vida y sus defunciones, como en los diagramas de
E
'r.,
1 2 1; g -° 8 -2, ?., ',"5
'7, :t",
u 7.; 73 e u n, c., t, las figuras 4.1-4.4, sino también los nacimientos por ellas producidos. En este
<„, 52 . O .0 T. '0
1.1 "5 E caso, el paralelogramo ABEC de la figura 4.5 indica los nacimientos producidos,
r r o9 5
r 5 .-
0,
2
c/
,g
c)
,g
o
.g
8. 'C. 11, 8. „..0. .2
o .14= — — — durante los años 1970 y 1971, por las generaciones de mujeres nacidas en 1954
2 1 2 . -8 00 entre el 16° y el 17° aniversario.
.1 u u gu
,. — -.. --. 3) Otro caso está ejemplificado en la figura 4.6, que sobre el eje de orde-
5 5 1 E -1 T.■ 12 9, 1or s Is.
\I:- o,. ,
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U O
:.0 U U •-■ N
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—U —U nadas representa, no la escala de edad, sino una escala de duración respecto a un
, U > ~ 0% -U instante típico o «suceso-origen».
1
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Fic. 4.5.
66 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA ALGUNOS INSTRUNIENTOS DE ANÁLISIS 67

Eklración
Edad

FIG. 4.6. FIG. 4.7.

Se usa este esquema descriptivo, por ejemplo, para la fecundidad de los ma- como pueda ocurrir a un grupo de compañeros de escuela. Una extensión del
trimonios. En esta versión del diagrama de Lexis, AC define el conjunto de los concepto de generación es el de cohorte que se usa para definir un grupo de per-
matrimonios ocurridos en 1970 que vienen a ser considerados, por tanto, como sonas identificadas por un común acontecimiento-origen vivido en el mismo año.
una especie de «generación» y cuyos componentes están agrupados no por el año Una cohorte de nacimientos está definida, por tanto, por el acontecimiento-ori-
común de nacimiento, sino por el hecho de haber experimentado el suceso-ori- gen del nacimiento, mientras que para una cohorte de matrimonios el aconteci-
gen (en - este caso el matrimonio) durante el mismo año. 2 El segmento BE defi- miento-origen es el casamiento; para las mujeres que dan a luz por primera vez
nirá, por tanto, los matrimonios sobrevivientes al primer aniversario; la superfi- es el nacimiento del primer hijo, para las viudas o las divorciadas la muerte del
cie ABEC puede representar también el número de matrimonios extinguidos marido o el divorcio. Se entiende así que los pertenecientes a las diversas cohor-
antes de dicho primer aniversario. tes están ligados por el hecho de haber vivido el acontecimiento-origen (naci-
4) También las migraciones pueden ser convenientemente representadas miento, matrimonio, nacimiento del primer hijo. muerte del marido, divorcio, etc.)
(fig. 4.7). En este caso puede admitirse que las líneas de vida tienen origen y fi- en un mismo año de calendario o en otro período diferente al año.
nal, además de como nacimiento y muerte, también por la entrada y salida de un Toda población está constituida, ciertamente, por individuos singulares; as-
migrante. En el caso de la figura 4.7 el segmento HK puede indicar el ingreso en cendiendo, no obstante, a un grado superior de agregación, podemos decir tam-
la población de un niño inmigrado a la edad de 4 meses y su salida, por emigra- bién que está constituida por conjuntos de generaciones. Cada generación tiene,
ción, a la edad de I año y 10 meses. por decirlo así, una historia propia o un «programa» particular de naturaleza de-
mográfica. Este prCgrama, que incluye nupcialidad y feeundidad, mortalidad y
migración, está determinado en parte por factores independientes de la voluntad
4. Generaciones y cohortes de los componentes individuales de la generación. aunque en parte también está
condicionado por ésta. Si consideramos la mortalidad, ciertamente el fenómeno
Con" la representación del diagrama de Lexis ya hemos definido implícita- más desvinculado de la voluntad de los individuos, el programa de toda genera-
, mente el concepto de generación. Por el término generación se entiende, de he- ción requiere, en efecto, que todos los componentes sean eliminados por muerte.
cho, un grupo de individuos nacidos en un mismo período de tiempo, general- pero con un calendario, un ritmo, variable según las condiciones que han «acom-
mente el año dé calendario. Pueden además utilizarse también otros períodos pañado» la vida de cada generación.
Inferiores o superiores al año. Los pertenecientes a una generación son llamados . 'Supóngase que queremos estudiar la ley de eliminación por muerte según la
también coetáneos o contemporáneos; en ellos encontramos que los aconteci- edad. Pueden seguirse dos vías para realizar este estudio. Por una parte podemos
mientos externos influyen sobre los comportamientos individuales, demográficos considerar un cierto número de nacidos y «seguirlos» en el tiempo, observando
y de otra naturaleza, aproximadamente a la misma edad, ni más ni menos que los modos de eliminación por muerte hasta que toda la generación se haya ex-
tinguido. La ventaja de este tipo de observación es que todos los miembros de la
2. En este caso suele definirse corno cohorte este grupo de individuos; véase el siguiente apartado 4. generación han estado expuestos, en el tiempo. a las mismas circunstancias ex-
68 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA
ALGUNOS INSTRUMENTOS DE ANÁLISIS 69

ternas y ambientales; si se produjo una penuria de alimentos, ésta ha afectado a la constitución de la descendencia. Mientras las mujeres jóvenes han podido va-
todos simultáneamente, a la misma edad; han dispuesto de remedios médicos de lerse, en la programación de su vida fecunda, de la liberalización del aborto
similar eficacia y en parecida medida y se han beneficiado, a la misma edad, de en 1978, de la abolición de la prohibición de la publicidad sobre los métodos de
eventuales progresos técnico-científicos; finalmente, a la misma edad habrán su- limitación de los nacimientos acontecida en 1971, de la difusión de anticoncep-
frido la dureza de una guerra o de una epidemia, o las ventajas de un período de tivos seguros por vía oral, etc., y del cambio de mentalidad en relación a los pro-
prosperidad. La generación es, por tanto, homogénea, en lo que se refiere a la in- blemas de la procreación, las mujeres menos jóvenes —de 35, 40 o 45 años—
fluencia del ambiente externo. han sido afectadas de manera muy atenuada, y a una edad más tardía, por estos
El segundo modo de estudiar la ley de mortalidad consiste en observar en acontecimientos. He aquí, por consiguiente, que el cuadro obtenido mediante la
las diversas edades la experiencia (el riesgo de muerte) de los individuos con- agregación de contemporáneos es fruto de comportamientos guiados y causados
temporáneos que, perteneciendo a 100 o más generaciones, constituyen la pobla- por experiencias pasadas muy diferentes y acumuladas por varias generaciones
ción total. Se podrá, pues, trazar una curva de las probabilidades de muerte se- que contribuyen al resultado final.
gún la edad uniendo la experiencia de los recién nacidos en el año, que disfrutan Vale la pena terminar con una última observación. El comportamiento de-
por tanto de los actuales conocimientos de la dietética y de la pediatría, y la de mográfico (mortalidad, nupcialidad, fecundidad, movilidad, etc.) a cualquier
los supervivientes nacidos I, 2, 3, ..., 100 años antes (y que, por consiguiente, tie- edad no es nunca independiente de aquello que ha acontecido en las edades pre-
nen, en el momento de la observación, 1, 2, 3, ..., 100 años). Naturalmente, los cedentes. Por ello es lógico que los fenómenos demográficos sean estudiados e
pertenecientes a estas generaciones son portadores de experiencias diversas; si, interpretados longitudinalmente —es decir, siguiendo generaciones homogéneas
por ejemplo, el año de observación es 1978, los individuos que cumplen 34 años por su experiencia— mientras que los estudios de momento —agregando seg-
—nacidos en 1944— habrán sufrido probablemente de nutrición inadecuada du- mentos de comportamiento producidos por experiencias fuertemente heterogé-
rante el primer año de vida (año de guerra); los nacidos antes de esta fecha no neas— se prestan mejor al análisis coyuntural, también importante para la inter-
habrán conocido los beneficios de la penicilina para las enfermedades infeccio- pretación causal.
sas infantiles; los nacidos al final del siglo han soportado las penurias, las enfer-
medades y las heridas de la primera guerra mundial. La curva de mortalidad que
se obtiene yuxtaponiendo 100 segmentos de experiencias relativas a 100 grupos 5. Análisis de momento y por generación
de edad (y por ello a 100 generaciones) es, por tanto, una especie de vestido de
Arlequín de difícil interpretación. Este tipo de análisis se define como de mo- La figura 4.8 muestra claramente de qué manera los sucesos demográficos
mento, puesto que mide las experiencias de individuos contemporáneos entre sí, pueden ser organizados y analizados, en el momento o por generaciones. Es evi-
o transversal, puesto que se atraviesan o se cortan, por decirlo así, diferentes ge- dente que observar nacimientos, defunciones, matrimonios en un momento sig-
neraciones, como se ha puesto de relieve en la figura 4.8. El análisis por gene- nifica considerar el flujo anual, temporal, producido por la población que vive en
ración se llama también por cohortes o longitudinal, porque sigue el desarrollo los distintos intervalos. El hecho de que en 1988 hayan fallecido 536.701 indivi-
de los acontecimientos a lo largo de la vida de un grupo de individuos. duos es inmediatamente comprensible y apreciable por todo el mundo; han falle-
Las diferencias conceptuales entre análisis de momento y análisis por gene- cido entre el 1 de enero y el 31 de diciembre y han sido asistidos, antes del fa-
raciones son bastante evidentes también para los otros fenómenos demográficos. llecimiento, por familiares, médicos y enfermeras contemporáneos nuestros, en
Si se quiere estudiar el modo de formarse la descendencia de un grupo de muje- la estructura sanitaria existente en nuestros días. Conozco fácilmente —me lo di-
res, según la edad, la vía más lógica será observar, registrándolos y agrupándolos, ;
cen las estadísticas— sus características de sexo, edad y estado civil; la profesión
a los hijos que una generación de mujeres trae al mundo entre el inicio y el final y el lugar de residencia, etc. Puedo también apreciar inmediatamente el hecho de
de la edad fecunda. Es obvio que las decisiones que habrán tomado, por ejemplo, que, en el año precedente, las defunciones fueron inferiores en 1.708 unidades,
después de los 35 años, están en función de las decisiones tomadas antes de tal igual al 0,3 % menos. Menor significado directo tiene, para nosotros, el hecho de
edad; y de hecho, una mujer que a los 35 años ha traído al mundo el número de que, siempre en 1988, haya muerto la mayor parte de los sobrevivientes de la
hijos deseado, ya no tendrá más, mientras que aquella que los desea, pero que se generación nacida en 1888 que, en el año de nacimiento, estaba formada
ha casado tarde, tendrá previsto tener uno o dos antes de la menopausia. por 1.119.563 componentes. Este millón y pico de personas han vivido todos los
Hágase, en su lugar, un análisis de momento; en 1980, en Italia, se observa acontecimientos del último siglo, desde las grandes migraciones transoceánicas,
el comportamiento fecundo de las mujeres de 15, 16, ..., 50 años, y se agregan a la guerra de 1915-1918, las sucesivas epidemias de gripe española, las bombas
estos segmentos de experiencias para obtener la curva (creciente con la edad) de de la segunda guerra mundial. etc.
ALGUNOS INSTRUNIENTOS DE ANÁLISIS 71
70 iNTRODUCCIÓN A LA DENIOGRAHA

considerado esto no se traduzca en una mayor producción. El agricultor A, en rea-


Resultará claro ahora que una interpretación cuidadosa de aquello que su-
lidad, está contento porque conoce la historia de las diversas «generaciones» de
. cede hoy sólo será posible cuando se conozca la historia —apenas iniciada, trans-
plantas y sabe que si la producción actual es baja, la de los años siguientes cre-
currida a medias o casi acabada— de las generaciones que, en conjunto, coinci-
cerá y superará la del competidor B.
den para dar forma a los acontecimientos actuales.
Pasemos ahora a otro problema, el de la observación de los fenómenos de-
A riesgo de ser pedante, quisiera poner un último ejemplo. Imaginemos dos
mográficos. Los servicios estadísticos de los países bien organizados enumeran,
agricultores, A y B, que tienen dos parcelas de terreno iguales, con el mismo nú-
clasifican y elaboran, en series estadísticas homogéneas, los elementos demográ-
mero y tipo de árboles frutales. En un determinado año, A ha tenido una cosecha
ficos de cada año, y que se ofrecen así a nuestro análisis del momento. Pero el
igual a los 2/3 de la de B. Dado que han empleado la misma mano de obra, idén-
análisis por generaciones se reconstruye históricamente, agregando las experien-
tica superficie cultivada, iguales árboles frutales, resultaría fácil decir —compa-
cias vividas en el transcurso de la propia vida, por cada generación. Las maneras
rando la producción del año— que A es peor agricultor que B. Pero reflexiónese
de reconstruir esta experiencia son esencialmente dos, y están ejemplificadas en
ahora sobre los siguientes hechos:
la figura 4.9. Con el primer sistema, que los demógrafos han definido como «ob-
servación continua», se intenta «seguir» (no es un «seguir»iemporal al pie de la
— A ha realizado injertos, sobre algunos grupos de plantas, que retardan el
letra) la historia de una generación contabilizando, a medida que suceden, los
momento en que se alcanza la máxima producción, asegurando una mayor dura-
acontecimientos de interés demográfico. Si el sistema estadístico ha funcionado
ción de dicho máximo.
bien durante mucho tiempo, este tipo de análisis es posible: veremos a continua-
— A ha eliminado, en algunos puntos del terreno menos favorables y me-
nos soleados, algunas plantas débiles para dar ocasión a las supervivientes de ción con qué limitaciones y modalidades. 3 Por otra parte, el análisis por genera-
ciones puede realizarse retrospectivamente. En un determinado momento puede
crecer más vigorosas.
interrogarse a los componentes de una generación (o de una cohorte) sobre su
historia pasada. Los datos necesarios pueden ser obtenidos, por lo tanto, de una
Estas dos medidas consiguen que la producción por planta —a lo largo del
sola vez, en el curso de una única encuesta, pero con una serie de inconvenien-
ciclo de ‘ida de la misma— sea mayor para A que para 8, aunque durante el año
tes que pueden agruparse del siguiente modo:

1) La indagación retrospectiva no puede hacerse, obviamente, para la mor-


Edao talidad. Sería necesario de hecho interrogar ;a los individuos afectados por dicho
eneración
fenómeno!, que, es evidente, ya no están aquí para responder.
2) La investigación retrospectiva apela a la memoria del entrevistado,
quien debe recordar con precisión los acontecimientos que tienen relación con él.
Aun cuando ello parezca paradójico, la memoria introduce graves distorsiones en
la recogida de los datos relativos al pasado, incluso cuando éstos se refieren a he-
chos de primera importancia como el matrimonio, el nacimiento de los hijos, etc.
Puede ocurrir que no se recuerden exactamente fechas y edades, que se omitan
acontecimientos. La distorsión es, en general, tanto más grave cuanto mayor es
el número de acontecimientos que deben ser recordados y cuanto más anciana es
la persona entrevistada.
3) La encuesta retrospectiva se dirige a los sobrevivientes de cada genera-
ción; muy a menudo estos sobrevivientes, que no han estado afectados por la
. muerte o las migraciones, están «seleccionados» respecto a determinadas carac-
Tiempo

3. La observación, en algunos casos, puede ser realmente ,, continua cuando se disponga de muestras
de individuos cuyos acontecimientos (generalmente el deceso para analizar la mortalidad diferencial; véase ade-
más, cap. 8, apartado 6) sean contabilizados a medida que se producen, relacionándolos singular e indi, idual-
mente.
FIG. 4.8. Análisis de momento y por generación.
72 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA
ALGUNOS INSTRUMENTOS DE ANÁLISIS
73

terísticas que pueden, por lo tanto, influir en el fenómeno que se está estudiando.
6. Tasas, probabilidades y otros conceptos
A este respecto, damos tres ejemplos:

a) Si se estudia la fecundidad de la mujer, la mortalidad puede haber eli- Estos conceptos serán ilustrados más adelante con mayor detenimiento, a
minado en mayor medida mujeres pertenecientes a estratos sociales más desfa- medida que encontremos la necesidad de resolver los diversos problemas de aná-
lisis demográfico. Sin embargo prefiero definir ya algunos conceptos básicos, fá-
vorecidos que, sin embargo, tienden también a tener, como media, un mayor nú-
mero de hijos. La encuesta retrospectiva puede, pues, subestimar la fecundidad cilmente comprensibles ahora, y bastante útiles para abordar el resto del libro.
Una población puéde ser cerrada o abierta. Una población se considera ce-
efectiva de la generación.
b) En otro contexto, en poblaciones más avanzadas, donde la mortalidad rrada cuando permanece compuesta exclusivamente por individuos que pertene-
diferencial es menor, es probable que la muerte haya eliminado en mayor medida cían a ella al nacer y que la abandonan solamente por defunción, pero no por
a mujeres afectadas por dolencias y enfermedades, quizá congénitas y de larga emigración. La población cerrada se renueva solamente por la llegada de nuevas
evolución, que les han reducido la fecundidad; por tanto, la fecundidad medida generaciones de nacidos, pero no por inmigración. La población de la Tierra es
retrospectivamente podría parecer superior a la verdadera. cerrada, pero entre las diferentes poblaciones que componen la especie humana
c) Si la investigación retrospectiva quiere medir la fecundidad de una co- es muy raro encontrar una perfectamente cerrada, porque movimientos migrato-
horte de matrimonios, interrogando a las parejas sobrevivientes que han cum- rios, en mayor o menor medida, ocurren en todas partes. Para el análisis de casi
plido al menos 25 años de matrimonio (duración tras la cual la casi totalidad de todos los fenómenos demográficos se utilizan, en primer lugar, métodos adapta-
dos a la medida del caso más simple, presuponiendo una población cerrada, in-
los hijos ya ha sido traída al mundo), se excluyen en mayor grado las parejas di-
troduciendo después las modificaciones más oportunas para tener en cuenta los
sueltas por muerte de uno de los cónyuges en que uno, o los dos miembros, se
efectos de los movimientos migratorios.
casó en edad menos joven. Efectivamente, es más probable que haya sobrevivido,
tras 25 años de matrimonio, la pareja en que los esposos contrajeron matrimonio Gran parte del análisis demográfico consiste en poner en relación datos de
a los 25 años que la pareja casada a los 35. Tendríamos ahora que la investiga- flujos —nacimientos, matrimonios, defunciones, etc.— con datos relativos a la
consistencia numérica de la población que, precisamente, produce tales flujos.
ción sobrevaloraría la fecundidad de la cohorte, porque habría eliminado del
cómputo las parejas casadas tarde que, en término medio, tienen menos hijos. Hemos abordado ya este tema en el cálculo de las tasas brutas (véase cap. 3.
apartado 6), instrumento básico, si bien burdo, de la metodología demográfica.
Pero el análisis de los fenómenos singulares nos exigirá descender al detalle.
Naturalmente, éstas y otras distorsiones pueden ser eliminadas o minimiza-
calcular medidas precisas referidas a cohortes singulares en las diversas edades.
das utilizando las oportunas correcciones; sin embargo, urgía destacar, en este
contexto, los peligros de este tipo de investigación. y referidas a otros segmentos de la población. En la elección de las medidas que
puedan ser empleadas es importante conocer la naturaleza de los fenómenos. És-
tos, de hecho, pueden subdividirse en acontecimientos renovables (o repetibles)
y acontecimientos no renovables. El nacimiento de un hijo, por ejemplo, es un
acontecimiento que en la vida de una persona puede suceder varias veces; se
trata, pues, de un suceso renovable. La muerte, por el contrario, es evidentemente
un suceso no renovable. El matrimonio, en sí, es un acontecimiento renovable,
pero el primer matrimonio —que determina una salida irreversible del estado de
soltería— es un acontecimiento no repetible, del mismo modo que no es repeti-
ble el nacimiento del primer hijo.
Esta distinción no es ni superflua ni pedante. De hecho, los fenómenos no
renovables, justamente porque determinan la salida de un individuo de un deter-
minado estado (vida-muerte, soltería-unión matrimonial, infecundidad-fecundi-
dad) permiten medir el fenómeno con una tabla de eliminación. La tabla, como
veremos, describe la gradual salida de los pertenecientes a una generación, según
la edad, del estado inicial (vivo, soltero, infecundo) y su entrada en el estado si-
Fi5. 4.9. Análisis ., conrinuo» y análisis retrospectivo» de las generaciones. guiente (difunto, casado, fecundo) a causa del fenómeno estudiado (defunción.
matrimonio, nacimiento de un primer hijo).
II 74 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA
ALGUNOS INSTRUMENTOS DE ANÁLISIS 75

Los acontecimientos repetibles, por el contrario, no pueden ser estudiados Puede intuirse que la diferencia entre tasa y probabilidad, en nuestro caso
con una tabla de eliminación. Un nacimiento, por ejemplo, no determina nor- muy pequeña, será tanto mayor cuanto más intensa es la eliminación de un ani-
malmente la salida de la madre del estado o cualidad de persona fecunda. La des- versario a otro. 6
cripción de los fenómenos renovables, por lo tanto, debe hacerse con instrumen- Probabilidad y tasa son, como ya se ha dicho, instrumentos conceptuales di-
tos conceptuales diferentes, si bien técnicamente afines. ferentes pero técnicamente afines; veremos, en su momento (véase cap. 6, apar-
Independientemente de la finalidad del cálculo, los acontecimientos demo- tado 6) que están vinculados por precisas relaciones matemáticas.
gráficos pueden medirse con tasas (o cocientes) y con probabilidades.4 Una tasa Vamos a ilustrar brevemente, para finalizar, dos conceptos que servirán de
es un indicador de frecuencia, y muestra cuántos acontecimientos o fracciones guía en el análisis de los fenómenos demográficos. Se trata de los conceptos de
acontecen en promedio durante un intervalo de tiempo por cada individuo pre- intensidad y de calendario. Como primera aproximación, puede decirse que
sente en la población o en la cohorte. Ya hemos aclarado cómo debe entenderse, la intensidad mide la frecuencia de los acontecimientos característicos del fenó-
y cómo debe calcularse, el número medio de personas presentes (personas-año). meno en el curso del ciclo de vida de una generación. Tal frecuencia se mide ce-
La probabilidad es un concepto típico de las tablas de eliminación y, por neralmente como valor medio por cada componente de la generación. Así, dire-
tanto, de los acontecimientos no repetibles, puesto que mide el riesgo, 5 en una mos que, en relación a la mortalidad, la generación nacida en Un determinado año
unidad de tiempo, de «salir» de un estado determinado: por ello existirán proba- ha tenido una intensidad igual a 1 (y esto es obvio; el suceso muerte afecta a to-
bilidades de morir, de casarse, etc. Una probabilidad es una relación entre acon- dos y el número medio de sucesos por persona en cada generación no puede ser
otro que 1); igual a 0,9 para la nupcialidad (puesto que sólo el 90 % de los com-
tecimientos «favorables» y acontecimientos «posibles»; si considero un grupo de
individuos que alcanzan la edad x —digamos el 50 0 aniversario—, la probabili- ponentes ha contraído un primer matrimonio), igual a 4 para la fecundidad (han
dad de muerte en el año que les separa del cumplimiento del 51 0 aniversario se sido traídos al mundo cuatro hijos por persona como media). 1,5 para la movili-
dad (cada individuo ha cambiado de residencia, en término medio, una vez y me-
obtiene dividiendo las defunciones acontecidas en el grupo del intervalo de edad
que hemos definido, entre el número de individuos expuestos al riesgo de morir dia). Por calendario, en cambio, se entiende la distribución por edad del fenó-
meno durante el ciclo de vida, distribución que podrá ser más o menos precoz,
en dicho intervalo, es decir, el número de los que han cumplido el 50° aniversa-
más o menos joven y que puede sintetizarse con diversos indicadores. Un índice
rio. El ejemplo que sigue muestra los datos de una hipotética población cerrada:
sintético del calendario es, por ejemplo, la edad media en la cual ocurre el su-
Cumplen el 50 0 aniversario 8.887 individuos ceso o fenómeno considerado; así, por ejemplo, en la generación antes ejempli-
Cumplen el 51° aniversario 8.823 individuos ficada, el índice de calendario de la mortalidad (edad media a la muerte) es
Mueren, entre el 50° y el 51 0 aniversario 6-1 individuos de 60 años; el de la nupcialidad es de 25 años (edad media al matrimonio); el de
la fecundidad de 27 (edad media al nacimiento del primer hijo), el de la movili-
64
Tasa de mortalidad — = 0,00723 = 7,23 x 1.000. dad es 30 (edad media a la migración). Estos conceptos de intensidad y calenda-
(M 50 ) T. (8.887 + 8.8 1 3) rio, y su medida, son esenciales para la adecuada descripción de los fenómenos
Probabilidad de morir =
64
= 0,00720 = 7,20x 1.000.
demográficos.
8.887 '
(q50)

4. Son convenientes algunas palabras para explicar la elección de los términos. La palabra tasa tiene,
tradicionatmente , un sinónimo en el término cociente, además d¿ relación y coeficiente. Pese a ello, el término
cociente es empleado con más frecuencia que el de tasa en la literatura corriente: especialmente en la denomi-
nación de cociente (general) de natalidad, mortalidad, etc. ¿Por qué, pese a ello, la preferencia en este texto atri-
buida al términdtasa en detrimento del más común cociente? Las razones son, esencialmente, dos: 1) tasa tiene
su exacto correspondiente en el francés :aux, y en el inglés cate: 2) el término cociente puede crear algunas de-.
saeradables confusiones: de hecho, en la literatura inglesa (quotient), y también en la francesa, tiene el signifi-
cado que en italiano y en castellano se asigna comúnmente al término probabilidad. Recientemente, más de un
autor italiano ha empleado el término cociente en la acepción anglosajona.
Para evitar, pues, la confusión terminológica de la que, ciertamente, no tenemos necesidad, he empleado
6. Una probabilidad, en realidad, puede también calcularse en relación a un acontecimiento repetible.
en este libro el término tasa y el de probabilidad de acuerdo con las definiciones dadas en el texto, y he evitado
Los expuestos al riesgo son todos los individuos de la población, hayan sido afectados o no por el aconteci-
recurrir al término cociente, al que, en los raros casos en que ha sido empleado, reconozco el significado tradi-
miento, puesto que el suceso repetible no implica tránsito de un estado a otro y, por tanto, eliminación del in-
cional antes que el transformado del inglés.
dividuo a causa del acontecimiento mismo (como por la defunción). Su número es igual a la población media
5. Nótese que el término riesgo es exclusivamente técnico y no implica una valoración acerca de la de-
y la probabilidad coincide, por lo tanto, con la tasa.
seabilidad del suceso.
ANÁLISIS ELEMENTAL DE LOS FENÓMENOS
DEMOGRÁFICOS

I. La estructura por edad de una población

El estudio de la estructura por edad de una población es uno de los aspec-


tos centrales de la demografía por una serie de motivos fáciles de explicar. To-
dos los fenómenos demográficos son estrechamente dependientes de la edad y.
por tanto, están globalmente correlacionados con la estructura por edad de la po-
blación. Sin embargo, esta estructura se presenta de manera muy variable de una
población a otra. Las hay, en efecto, en que el grupo de los muy jóvenes y de los
niños menores de 15 años alcanza casi la mitad de la población, así como otras
en que la mitad de sus componentes tiene más de 40 años. Es un hecho del todo
evidente que la tasa de mortalidad de una población está no sólo en función del
nivel de salud individual o del grado general de desarrollo del sistema sanitario.
sino también de la estructura por edad de la población. Si ésta es muy joven, las
defunciones serán relativamente pocas, mientras que serán numerosas si la es-
tructura es anciana. Por la misma causa una población que presenta una alta pro-
porción de jóvenes tendrá (en igualdad de preferencias y oportunidades para las
parejas en materia de procreación) un mayor número de hijos que una población
donde, en cambio, los jóvenes son e s casos. En general, todos los fenómenos de
naturaleza social están profundamente influidos por la estructura por edad: desde
la oferta de trabajo, hasta la estructura del consumo y del ahorro, desde la orien-
tación política a los fenómenos de desviación social, entre muchos otros. Bastan
estas pocas alusiones para comprender la razón de la importancia del estudio de
la estructura por edad.
Dicho esto, debo añadir aún algunas observaciones generales. En primer lu-
gar, la estructura por edad de una población está, en todo momento, en función
de la historia pasada de su natalidad y mortalidad además de las migraciones que.
para simplificar, excluiremos, de momento, de la exposición. Más adelante, en su
momento, estudiaremos el nexo funcional entre los factores dinámicos de una po-
blación y su estructura. Pero podemos rápidamente observar que existiendo com-
78 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA ANÁLISIS ELEMENTAL DE LOS FENÓMENOS DEMOGRÁFICOS 79

binaciones infinitas de mortalidad y natalidad, existen también infinitos tipos po- Edad

sibles de distribución por edad. Naturalmente, entre estas posibles combinacio- 100
nes existen tipologías en torno a las cuales se disponen las poblaciones reales, a
menudo vinculadas por experiencias históricas de natalidad y mortalidad bastante Población
madura estacionaria
similares.
En segundo lugar, hay que anticipar, de manera intuitiva, algunas conside-
raciones que serán posteriormente demostradas con todo rigor. Supóngase que
una población está cerrada (es evidente que también los movimientos migratorios \
Población
influyen sobre la estructura por edad, pero ello complicaría inútilmente la expo- histórica estacionaria
sición): su estructura actual está condicionada por la sucesión del flujo de los na- \
cimientos en los últimos cien años y por la intensidad de la eliminación por
muerte, según la edad, acontecidas durante dicho período. Los flujos de naci- Población de
transición progresiva
mientos y defunciones representan el proceso de renovación y de extinción de la

población. En el caso particular de que estos flujos se igualent y la población ;

tenga un crecimiento nulo (dígase estacionaria, para usar la terminología precisa)


tendremos que cuanto más intensos sean estos flujos (es decir, cuanto más ele- Población (%)
vadas sean la natalidad y la mortalidad), más joven es la estructura por edad y
menor es la media de años vividos de cada uno de los componentes de la pobla- FIG. 5.1. Tres distribuciones hipotéticas por edad.
ción. Cuando los flujos de entrada y salida son reducidos, la composición por
edad es más «envejecida» y cada individuo permanece, como media, un tiempo
más prolongado en la población. censo en curso de ésta está concentrado en las edades avanzadas (en las más jó-
Finalmente debe añadirse una tercera consideración, esencial para entender venes la mortalidad es ya muy baja y los progresos son muy reducidos). Esto
correctamente todo lo expuesto en los párrafos que vienen a continuación. El ac- provoca, de por sí, un envejecimiento de la población.
tual 'fenómeno de envejecimiento, es decir, del peso creciente del grupo anciano Estas consideraciones generales, que quedan pendientes de una demostra-
sobre la población, que se está produciendo en todas las poblaciones desarrolla- ción matemática más concluyente, pueden bastar para acometer el análisis empí-
das, es la consecuencia del descenso progresivo de la natalidad acontecido du- rico de la estructura por edad de las poblaciones concretas.
rante el último siglo, mientras que ha tenido escasa influencia el descenso de la
mortalidad que, en todo caso, ha contribuido a frenar tal tendencia. Esta consi-
deración parece paradójica, puesto que es de dominio común que la disminución 2. La distribución por edad de las poblaciones reales
de la mortalidad hace que una mayor proporción de nacidos alcance la edad an-
ciana y, por tanto, aparentemente, parece que el descenso de la mortalidad hace Para apreciar y comparar la estructura por edad de poblaciones diferentes se
envejecer la población. Pero razonando de este modo se olvida que el descenso suele, en general, expresar el peso de cada grupo de edad en porcentajes del to-
de la mortalidad hace aumentar también los sobrevivientes a I, 2, ..., 10, ..., tal. Esto puede hacerse tanto en relación a la población total como para los dos
50 años, es decir, en las otras edades de la vida. Por el contrario, en una primera sexos por separado. Dicha distribución porcentual puede ser transformada en una
fase histórica del descenso, éste ha sido más importante en la infancia que en las pirámide de edad, en esencia una serie de histograinas. con base proporcional a
edades maduras y ancianas, y su efecto neto, en realidad compensado por el des- la amplitud del intervalo de edad y superficie proporcional a la población (o por-
censo de los nacimientos, ha producido un leve aumento del peso relativo de la centaje de la misma) de los grupos. 2
población infantil y juvenil, es decir, en suma y por leve que sea, un rejuveneci- En la figura 5.1 pueden observarse tres curvas teóricas completas de distri-
miento de la población. Actualmente, en los países de baja mortalidad, el des- bución por edad correspondientes a tres importantes tipologías demográficas.

1. Aunque esto vale, en cierta medida, también para poblaciones en que los flujos de nacimientos y de- 2. Nótese que en caso de construirse la pirámide para ambos sexos —como en las figuras 5.3. 5.4 v
funciones no se equilibran, de manera que todo lo dicho a continuación asume un carácter de mayor generali- 5.5— el número de componentes de cada grupo de edad (para cada tino de los sexos) debe ser dividido por el
dad. total (sexos reunidos) de la población.
_
80 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA
ANÁLISIS ELEMENTAL DE LOS FENÓMENOS DEmocRÁFicos 81
Dos son poblaciones estacionarias (es decir, en equilibrio numérico, con incre-
mento cero), una con alta mortalidad y natalidad (típica de las poblaciones his- ria), pero el ritmo de desaparición por muerte es débil, puesto que la curva se
tóricas), la otra con mortalidad y natalidad bajas (típica de poblaciones desarro- acerca muy lentamente al eje de ordenadas hasta la edad de 50-60 años, y la pro-
porción de la población anciana es, en consecuencia, muy alta.
lladas-maduras). La tercera distribución es típica, por el contrario, de una
situación histórica intermedia, con alta natalidad, mortalidad relativamente baja En realidad, las poblaciones concretas no pueden tener curvas de distribu-
y elevada tasa de crecimiento. Es una situación que llamaremos progresiva, típica ción de edad tan regulares como las poblaciones teóricas representadas en la fi-
gura 5.1. La fi gura 5.2 muestra tres poblaciones reales; la primera se parece
de muchas poblaciones en vías de desarrollo.
Las tres curvas modelo son muy diferentes entre sí. La población histórica —un poco de lejos, es cierto— a la población histórica estacionaria, y es la de
estacionaria tiene una proporción muy alta de jóvenes; pero dicha proporción Toscana, basada en el catastro de 1427; las otras dos son contemporáneas, y son
aún es más alta en la de transición progresiva, en la que el descenso de la mor- la mexicana y la sueca de 1975, que se parecen bastante a las curvas teóricas de
talidad permite sobrevivir a una alta proporción de nacidos; la curva muestra un las poblaciones progresiva de transición y a la madura estacionaria. En la pobla-
rápido descenso de la población al pasar a las edades maduras y ancianas, en las ción sueca, el perfil de la pirámide es casi vertical hasta cerca de los 60 años de
que sobreviven individuos nacidos cuando el número de los nacimientos, que edad; en la mexicana la curva se acerca rápidamente a las ordenadas, desde los
aumenta rápidamente, era mucho menor. La curva de la población madura esta valores elevados de las edades infantiles a los bajísimós de las edades ancianas.
-

donada, por el contrario, representa una situación con muy débil reemplazo; al Para ambas, la superposición de la curva teórica correspondiente constituye una
ser estacionaria, la población produce año tras año un número fijo de nacimien- casi perfecta interpolación. La población toscana de 1427 es, por el contrario,
tos (número mucho menor que el producido en la población histórica estaciona- algo diferente respecto al modelo: dicha población, de hecho, no era estacionaria
en aquella época y acusaba las pérdidas y los trastornos operados, en la estruc-
tura por edad, por las epidemias de peste acontecidas a un ritmo casi decenal
desde 1348.
Edad
La fi gura 5.3 representa la pirámide de edades de la población italiana el 1 de
too
-t enero de 1988. La estructura por edad resulta bastante regular, especialmente si
Toscana,1427
í ——— México,1975 se compara con las representadas en las figuras 5.4 y 5.5. Puede observarse fá-
E Suecia,1975 cilmente el descenso reciente de los nacimientos en los años setenta y ochenta.
80
E1 Se observa también el descenso en la natalidad de los años de guerra 1942-1945
.
4 y la recuperación de 1946-1947 y, de modo aún más evidente, el descenso de los
L t.
nacimientos durante la primera guerra mundial en los años 1915-1918 y la recu-
1 '
1 peración posterior. En el caso de poblaciones no demasiado atormentadas por una
60 - 1
1—
historia de guerras y migraciones, las irregularidades de la pirámide de edad son
debidas a fluctuaciones de la natalidad en los sucesivos años; las fluctuaciones
1 -i -.
I_ de la mortalidad afectan, en general, a todos los grupos de edad y casi nunca de-
40 1_, sl.-"- jan rastros diferenciales visibles de una edad a otra.
1
,,.. La figura 5.4 representa el interesante caso de la población de la República
i -1 oa. Democrática Alemana en 1950, y muestra con toda evidencia los efectos pertur-
'• .,.:..-- rr
1 ..,.,.r badores de las guerras. Son visibles los espantosos vacíos abiertos por la segunda
20-
: ..— — 1 Z.-1
. guerra mundial, agravados por las sucesivas emigraciones de la población mas-
—1 culina, entre los 20 y los 50 años, acentuada en la clase de 30-35 años, la cual ya

' era un efectivo escaso puesto que fueron pocos los nacidos durante la primera
. 1
o „ „ • % guerra mundial. Pero también los grupos de edad entre 50 y 70 años han sido
2 4 6 8 10 12 14 16 18 mermados —los masculinos— como resultado de las muertes en combate pro-
ducidas en la primera guerra mundial y, en parte, también en la segunda. En con-
-' junto, las guerras han reducido considerablemente todos los grupos masculinos
FIG. 5.2. Tres distribuciones demográficas por edad; Toscana (1427),
. que en 1950 tenían más de 20 años y que resultan, de este modo, bastante menos
Suecia y México (1975).
numerosos que los correspondientes grupos femeninos.
ANÁLISIS ELEMENTAL DE LOS FENÓMENOS DEMOGRÁFICOS
83

Finalmente, en la figura 5.5 están representados otros dos interesantes casos


que muestran situaciones parcialmente complementarias. Se trata de poblaciones
de las provincias de Turín y Catanzaro en el censo de 1961. En ellas se observan
los efectos contrapuestos de las inmigraciones y de las emigraciones, más sensi-
bles para los hombres que para las mujeres, que afectan sobre todo a las edades
entre 20 y 40 años; en las gráficas estos grupos de edad resultan bastante más nu-
E
merosos en Turín y menos en Catanzaro. Estos efectos se sobreponen, natural-
mente, a los de la natalidad, históricamente mucho más baja en Turín, si bien la
mayor consistencia de los grupos 0-4 respecto a los 5-9 debe atribuirse a una re-
cuperación de la natalidad, provocada por la llegada de grantes contingentes de
jóvenes inmigrados.
La estructura por edad, y su representación gráfica, la pirámide de edades,
revelan al ojo experto muchas particularidades de la historia pasada de una po-
blación. Sin embargo, conviene tener siempre en cuenta que, los efectos sobre la
estructura por edad de las fluctuaciones de los nacimientos, de las catástrofes bé-
licas, de las oleadas migratorias y fenómenos similares, se sobreponen los unos
a los otros y todos van siendo ocultados por la acción de la mortalidad, todo lo
cual pone un límite a las deducciones que podamos hacer, generalmente impre-
cisas y aproximadas.

Edad Mujeres
Hombres

1 75,
I 70
I
I 60
o l
o
I 50
I
I , 40
I
I 30
I
I 20
I
I 10
I

1 : i
1 2 3 4 5 b Vo
000

Pirámide de edades de la población de la República Democrática Alemana


FIG. 5.4.
(31 de agosto de 1950).
84 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFfA
ANÁLISIS ELEMENTAL DE LOS FENGNIENOS DEMOGRÁFICOS 85
3. Algunos indicadores de la estructura por edad
tivos. Sólo propongo algunos, entre los más usados y los más útiles; además, po-
Al igual que para otros fenómenos demográficos, es útil, e incluso necesa- drá observarse fácilmente que, por otra parte, pueden ser calculados otros, no
rio, sintetizar la distribución de la población por edad con indicadores significa- descritos aquí, para satisfacer necesidades cognoscitivas particulares. El material
estadístico necesario es el mismo utilizado para la construcción de una pirámide
de edad: el reparto porcentual de la población en grupos de edad. El cuadro 5.1
representa la población italiana el 1 de enero de 1988 (la misma usada para la
construcción de la pirámide de edad de la fig. 5.3.) distribuida en porcentajes por
edad, tanto por seplrado para hombres, mujeres y totales (es decir, haciendo
igual a 100 los totales de los hombres, de las mujeres y de ambos sexos, respec-
tivamente), como de forma conjunta (es decir, relacionando cada grupo de edad.
masculino y femenino, con el total de la población de ambos sexos). Es esta úl-
tima distribución la que debe utilizarse para construir la pirámide de la figura 5.3.
Veamos dicho modo de cálculo y el significado de los distintos indicadores.
utilizando el cuadro 5.2 para ejemplificar los resultados.
La edad media es la media de las edades ponderada por la frecuencia de la
población en cada grupo de edad. Presenta alguna dificultad de cálculo, espe-
cialmente cuando la población está distribuida por grupos plurianuales (se suele
atribuir a la población de cada grupo de edad la edad central del grupo, come-
tiendo un error por exceso en los grupos ancianos) y cuando, como sucede a me-
nudo, la población rebasa una cierta edad (85, 90 años) queda reagrupada en un

CUADRO 5.1. Población residente en Italia por sexo y grupos de edad (1 de enero de 1988)
Hombres Edad Mujeres Población (miles) Población (%)
H
- x ICC
801 Edad Hombres Mujeres Toral Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres M
0-4 1.484 1.403 2.887 5.3 4,8 5,0 2.6 2.4 105.8
1 5-9 1.665 1.578 3.243 6.0 5.3 5.6 2.9 2.7 105.5
1 60 10-14 2.096 1.993 4.089 7.5 6.8 7.1 3.7 3.5 105.2
15-19 2.337 2.235 4.572 8,4 7.6 8.0 4,1 3.9 104,6
50 20-24 2.470 2.395 4.865 8,9 8.1 8.5 4,3 4.2 103,1
25-29 2.218 2.168 4.386 8.0 7.3 7,6 3,9 3.8 102,3
, 1 40 30-34 1.973 1.966 3.939 7.1 6,7 6.9 3,4 3.4 100,4
1 35-39 1.946 1.957 3.903 . 7,0 6.6 6.8 3,4 3.4 99,4
30 40-44 1.822 1.845 3.667 6.5 6,3 6,4 3,2 3.2 98.8
, 1 45-49 1.827 1.885 3.712 6.6 6.4 6,5 3.2 3.3 96,9
20 50-54 1.711 1.804
1 3.515 6.1 6,1 6.1 3,0 3.1 94.8
1 55-59 1.659 1.806 3.465 5.9 6.1 6.0 2.9 3.1 91.9
1 10 60-64 1.520 1.750 3.270 5.4 5.9 5.7 2.6 3.0 86.9
65-69 1.097 1.403 2.500 3.9 4.8 4,4 1,9 2.4 78.2
% 6 5
70-74 844 1.163 2.007 3.0 3.9 3.5 1.5 2.0 72.6
4 3 2 1 0 0 1 75-79 697 1.077 1.774 2.5 3.6 3,1 ¡.2 1.9 64.7
• Provincia de Catanzaro 80-84 348 650 998 1.2 2.2 1.7 0.6 ¡.1 53,5
85-89 136 316 452 0.5 I.I 0.8 0.2 0.6 43.0
FIG. 90 y más 40 117 157 0.1 0.4 0.3 0.1 0.2 34.2
5.5. Pirámides de edades de la población de las provincias de Turín y Catanzaro
(15 octubre 1961).
Toral 27.890 29.511 57.401 100.0 100,0 [00.0 48.6 51.4 94.5
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88 _.
INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA
ANÁLISIS ELEMENTAL DE LOS FENÓMENOS DEMOGRÁFICOS 89
único grupo abierto. Es evidente que la edad media crece en función del grado
de envejecimiento de la población. Si llamamos n Se trata de un índice muy dinámico, pero también bastante tosco, puesto que
a la amplitud del intervalo de
cada grupo de edad, la fórmula es cuando una población envejece se produce, al mismo tiempo, una disminución

edad media = x- =
r(). 2
P
x , x+
,

del peso de los jóvenes y un aumento del peso de los viejos, de modo que nu-
merador y denominador de la fracción varían en sentido opuesto. En la población
del cuadro 5.2 el índice de envejecimiento varía del 5 al 165 %.
[5.1] „:.
z Para medir el envejecimiento, además, se usa a menudo el indicador, más
La edad mediana 'e simple
es aquella que divide exactamente la población cuyos ,
componentes han sido ordenados según la escala progresiva de la edad. En el
, P P
caso de la población italiana la edad mediana corresponde a la persona (o mejor, 7. 65 y más 60 y más
.. x 100 o también x 100.
en nuestro caso, al grupo de individuos, puesto que la población está expresada P P
en millares) que está, según el cuadro 5.1, entre el 28.700 y el 28.701 millar. Se
procede acumulando la población a partir de la edad 0; puede verificarse que el El índice demográfico de dependencia (ID) es un indicador que tiene cierta
número buscado queda entre las edades de 35 y 40 años; efectivamente, relevancia económica y social. Con este índice, las personas que supuestamente
= 27.981 y P0.39 = 31.884, de P0 34 =-
no son autónomas por razones demográficas (la edad) —es decir, los ancianos y
modo que la edad mediana se sitúa entre los 35 y
los 40 años, aunque está ciertamente más próxima a los 35 que a los 40. Supo- los muy jóvenes— y que por ello son dependientes, son puestas en relación con
nemos, por tanto, que la población se equidistribuye linealmente entre la edad 35 las personas que se supone deben sostenerlas con su actividad. Que los límites de
y la edad 40, y se procede por una simple interpolación lineal: edad preestablecidos sean del todo convencionales, no respetando la realidad, es
casi superfluo decirlo; en los países agrícolas, por ejemplo, se empieza a trabajar
(28.700,5 - 27.981 ) de niño y se termina sólo con el claro declive de las fuerzas en la vejez avanzada,
x'=35 +5 x
31.884 - 27.981 mientras que en los países económicamente maduros no son pocos quienes, in-
cluso en edad laboral, son «dependientes» de otros por estar desocupados, estu-
1 7 9 ,5
=35 +5 x ( --) = 35 + 0,92 = 35,92. diando, o recibiendo pensiones. Pese a todo, el índice de dependencia, que no por
3.903 -;.
casualidad aquí ha sido calificado de demográfico. tiene ciertamente una utilidad
Utilizando por el contrario la distribución de la población en grupos anuales de bastante superior al esfuerzo mínimo necesario para su cálculo:
edad se obtiene el valor, casi idéntico, de 35,94. La edad mediana es más variable P +P
0 14- 65 y más
que la edad media, pero acusa menos las particularidades estructurales propias de ID =X 100.
p [5.3]
cada población. Es más fácil de calcular, puesto que la observación de la distribu- 15 - 64
ción en grupos ofrece ya un resultado aproximado, y porque la precisión del cálculo 7
no se resiente de un grupo abierto terminal más o menos amplio. En las poblacio- Y. A menudo el índice de dependencia es presentado separado en sus dos com-
nes mostradas en el cuadro 5.2 asume un valor comprendido entre los 16 y los 44 ponentes:
e-
,
años. La edad media, sintetizando una distribución alargada por la derecha, tiene ge- p
O — 14 P65 y más
neralmente un valor más alto que el correspondiente a la edad mediana. El lector 1 ID= +
[5.4]
observará la P P
única excepción, Liguria, a la que se intenta dar alguna explicación 15 - 64 15- 64
El índice de envejecimiento (IV)
es un indicador sintético del grado de en-
vejecimiento de la población, y se obtiene dividiendo el conjunto de la población cada uno de los cuales indica el peso relativo de los muy jóvenes y de los viejos
anciana, a partir de los 65 años u otro límite convencional, entre el de los niños sobre la colectividad supuestamente activa.
por debajo de una cierta edad, generalmente 15 años. El índice de dependencia es muy elevado en las poblaciones en vías de de-
La fórmula resulta, por tanto: sarrollo, con alta fecundidad, donde la componente de los muy jóvenes prevalece
en gran medida sobre la de los viejos; los valores del cuadro 5.2 varían, en con-
65 y más
junto, entre el 46 y el 103 %.
1V = ---- X 100. El índice de estructura de la población activa (IS) es, en la práctica, un
P [5.2]
O — 14 indicador del grado de envejecimiento de este sector de la población. Puede ob-
tenerse dividiendo las 25 generaciones más viejas (aquellas entre los 40 y los
90 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA ANÁLISIS ELEMENTAL DE LOS FENÓMENOS DEMOGRÁFICOS 91

64 años) por el conjunto convencional de las 25 más jóvenes (desde los 15 a IC no es un buen indicador de la fecundidad, puesto que los niños vivos
los 39 años) que estarán destinadas a sustituirlas: de 0-4 años son los sobrevivientes de cinco generaciones de nacidos, mermadas
por la mortalidad infantil que es aún elevadísima en los países en vías de desa-
40 - 64 rrollo. Por otra parte, los movimientos migratorios pueden modificar los dos ta-
/S - X 100. [5.5] maños, de modo que no existe siempre correspondencia entre numerador y de-
15 39
nominador de la división. ¡C es comúnmente un indicador de la carga de hijos en
-

edad preescolar por mujer, y resulta por tanto un útil indicador demográfico-so-
En cualquier población estacionaria o creciente este cociente es inferior a la
cial. El índice en cuestión, en las poblaciones concretas del cuadro 5.2, oscila en-
unidad (o al 100 %), mientras que sólo en una población con tendencia muy de-
tre el 16 % en poblaciones maduras con baja fecundidad y casi el 100 % en po-
creciente el cociente supera el 100 %. Cuanto más bajo es el índice, más joven
blaciones en vías de desarrollo con fuerte incremento demográfico.
es la estructura de la población en edad laboral: esto tiene ventajas (mayor ver-
satilidad, adaptación, dinamismo de la población joven), pero también desventa-
jas Qencontrarán empleo las generaciones jóvenes si los puestos dejados libres
4. Notas sobre los otros aspectos estructurales de las poblaciones
por los ancianos son pocos?), que están mejor ilustradas por el siguiente indica-
dor. En las poblaciones concretas, el índice varía desde un mínimo del 35 % en
poblaciones mu-y jóvenes y progresivas, a un máximo de Más del 100 % en po- Cualquier característica de naturaleza demográfica o social recogida en un
blaciones con tendencia regresiva. censo o en otro tipo de recuento de momento puede ser usada para distribuir la
El índice de reemplazamiento de la población en edad activa (IR) población en categorías significativas. Así, podrá estudiarse la población según
se obtiene el sexo, el estado civil, el lugar de nacimiento, la residencia, la instrucción, la pro-
del cociente entre los que están a punto de salir de la edad activa y los que están
a punto de entrar: fesión, etc. Tales categorías pueden también estudiarse combinadas con la edad,
mediante distribuciones porcentuales que pueden ilustrarse con adecuadas adap-
taciones de la pirámide de edad. El análisis de estos diversos aspectos estructu-
60 - 64
IR = x 100. [5.6] rales no tiene cabida en este libro, dado que no plantea problemas de naturaleza
15 - 19 metodológica; dichos aspectos, además, no influyen directamente en la dinámica
demográfica y, por tanto, si bien a menudo son esenciales para comprender e in-
Este índice tiene un interés eminentemente coyuntural. Las nuevas genera- terpretar la particularidad del desarrollo demográfico, no forman parte del meca-
ciones encuentran trabajo no sólo en función de la expansión de la economía y nismo motriz de tal desarrollo. Una excepción viene dada por la estructura por
de la creación de nuevos puestos, sino también en función de los lugares que de- sexo y por la del estado civil, ambas estrechamente relacionadas con el nivel de
, jan disponibles quienes «salen» del mercado de trabajo, principalmente por mo- nupcialidad y de fecundidad. De la segunda se hablará extensamente en el capí-
tivos de edad y de jubilación. Cuando el índice disminuye, las condiciones se tulo sobre la nupcialidad; me limitaré aquí a examinar brevemente la estructura
vuelven más difíciles (pocos salen de la edad activa en relación a los muchos que por sexo. Ésta se encuentra esencialmente determinada por dos factores:
entran, y viceversa). Este índice, considerando sólo dos grupos quinquenales de
edad, está sujeto a fuertes fluctuaciones y, por tanto, resulta muy variable. Del 1) la estructura por sexo de los nacimientos;
cuadro 5.2 se deduce que oscila entre el 15 % en poblaciones en vías de desa- 2) las diferencias de mortalidad y migración, en las distintas edades, entre
rrollo y el 100 % e incluso más en poblaciones muy maduras. hombres y mujeres.
El índice del número de hijos por mujer fecunda (IC)
se obtiene dividiendo
los niños nacidos recientemente (en edad de O a 4 años, aunque sería mucho más La estructura por sexo de los nacimientos es constante, o casi, y está deter-
r útil dividir todos los que están en edad preescolar, de O a 5 años) por las muje- minada por factores genéticos. En la práctica, la relación es igual a cerca de 106 na-
res en edad fecunda (15-440 15-49 años) que, en su inmensa mayoría, los han cidos niños por cada 100 nacidas niñas. Sin embargo, la eliminación sucesiva por
traído al mundo: muerte es un poco más rápida para los hombres que para las mujeres (como ve-
remos en el cap. 7, apartado 3), y tal diferencia tiende además a acentuarse a me-
0-4 dida que se pasa de regímenes de mortalidad elevada a regímenes de baja mor-
/C = - x100.
talidad. Sucede, por tanto, que la ventaja de los hombres sobre las mujeres, igual
15 - 44 al 6 % al nacer, va reduciéndose poco a poco, se anula, y da lugar después a un
-
92 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA
ANÁLISIS ELEMENTAL DE LOS FENÓMENOS DEMOGRÁFICOS 93

excedente de mujeres que se vuelve notable hacia las edades finales de la vida. 5. Tasas brutas y tasas específicas de los fenómenos demográficos
Otros factores externos, además, como los efectos de las guerras y de las migra-
ciones, ambos selectivos por sexo, tienden naturalmente a alterar tal cociente en
En el capítulo anterior ya hemos expuesto los criterios de cálculo de las ta-
distinta medida.
sas brutas o generales de los diversos fenómenos demográficos. Recordaremos
En la figura 5.6 se ha representado la relación entre hombres y mujeres
únicamente que tales tasas responden a la siguiente pregunta: ¿cuántos sucesos,
(multiplicado por 100), para los diversos grupos de edad, para la población ita- o fracciones de sucesos, ocurren en un año por cada k individuos presentes como
liana de 1901, 1931 y 1988, y para la de la República Democrática Alemana de
promedio en la población? Hemos aclarado también el correcto significado de
1950. En la población italiana se nota el brusco descenso de la relación por edad población media de referencia, o número de personas-año.
entre los 20 y los 40 años en 1901 y, aún más, en 1931: debe verse en ello los Si con M designamos las defunciones, N los nacimientos, S los matrimonios,
efectos de la intensa emigración masculina y de las pérdidas militares de la pri- ¡ los inmigrados y E los emigrados, mientras con P se indica la población media
mera guerra mundial. En cambio, la curva de 1988 decrece con gran regularidad:
del año considerado, tendremos (véase cap. 3, apartado 6):
la ventaja de los hombres se anula hacia los 35 años y la relación disminuye des-
pués al 90 % hacia los 60 años, al 80 % hacia los 65 y al 60 % hacia los 80 años. Al
111 = — X 1.000; n= — X 1 .000; s = — x 1.000;
Finalmente, el trastorno provocado por la guerra resulta evidente en el grá- P P P
fico relativo a la República Democrática Alemana: la relación entre hombres y /
mujeres se sitúa en torno al 80 % en el grupo de 20-24 años (15-19 al acabar la i = — x 1.000; e = x I .000
P P
guerra), y directamente en el 60-65 % entre los 25 y los 40 años, para recupe-
rarse ligeramente en las edades siguientes.
que son las tasas de mortalidad, natalidad, nupcialidad, inmigración y emigra-
ción. Podrá construirse también la tabla siguiente. relativa a la población italiana
de 1988:

Población al I de enero de 1988 = 57.399.108


Población al 31 de diciembre de 1988 = 57.504.691
Población media 1988 = 57.451.900
-L-1 x 100 A
A4
Nacidos vivos 576.402 Natalidad 10.0 9¿,-
110 Defunciones 535.814 Mortalidad 9.3 %,
Matrimonios 315.447 Nupcialidad 5.5 %,
-'•
100 Inmigrados 86.239 Inmigración 1.5
791111Plum Emigrados 42.621 Emigración 0.7 7,-
Al \
90
N
-
.
80 '. l Las tasas brutas pueden calcularse también separadamente por sexos, y dado
.. ..•'...
•. que los acontecimientos de la población de cada sexo son diferentes, las tasas por
70 . 1• '• • S sexo tendrán dimensiones del mismo orden de importancia, pero casi siempre di-
. .,
.• ferentes. .
•,.......•
60
1901
La tasa de natalidad puede acompañarse del cálculo de una tasa un poco
•— — 1931 liaba ,,
más refinada, la tasa general de fecundidad, definida por el cociente entre los na-
50
1988
cidos vivos y la población femenina en edad fecunda:
1950 RDA

■ I I I 1 ... Edad
10 20 30 40 50 60 70 80 90 N
FG x 1.000.
— IP
15 — 49
FIG. 5.6. Relación de masculinidad (HIN1x 100) de la población italiana (1901, 1931 y 1988) '
o.
y de la RDA (1950)
De lo que se deduce que la tasa de natalidad n es igual a la tasa general de
94 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFíA 1 SY
.. ,
: ANÁLISIS ELEMENTAL DE LOS FENÓMENOS DEMOGRÁFICOS
95

fecundidad FG multiplicada por la proporción de mujeres en edad fecunda sobre ' . bién su distribución por edad, siendo evidente que según sea ésta más o menos
el total de la población: envejecida, habrá, en igualdad de las otras condiciones, defunciones más o me-
nos numerosas. Es igualmente evidente que natalidad y nupcialidad están tam-
IP IP
bién influidas por la estructura por edad de la población, además de por la pro-
5 49
- N 15 - 49 N , pensión a traer hijos al mundo y a contraer matrimonio.. Ello equivale a decir que
FG x . . — ,= a , [5.9] los fenómenos demográficos son muy variables según las edades, puesto que en
P = IP P P "
15 - 49 algunas de ellas se aproximan o alcanzan la frecuencia cero (las muertes entre los
muy jóvenes; los alumbramientos antes de la pubertad o después de la meno-
Siempre refiriéndonos a la población media de 1988, las mujeres en edad 15-49 pausia; los matrimonios antes de la edad mínima legal o en edad muy avanzada),
eran 14.449.000, por lo cual: mientras en otras se alcanzan frecuencias elevadas o máximas.
Para afinar la medida en cuestión y para permitir, por tanto, un mejor análi-
576.402 sis de los fenómenos demográficos y una comparación más precisa entre pobla-
FG - x 1.000 = 39,8.
14.449.000 ciones diferentes, se recurre a medidas más detalladas, fraccionando la población
en colectivos más homogéneos respecto a la edad. Calculamos, de este modo, las
Siendo la proporción de mujeres en edad 15-49, sobre el total de la población, tasas específicws por edad refiriendo los acontecimientos relativos a un grupo de
cercana al 25,2 %, tenemos que: edad (anual o plurianual) a la población media (personas-año) de dicho grupo.
Análogamente al requerimiento satisfecho por las tasas brutas, se pregunta:
39,8 x 0,252 = 10,0 ¿cuántos sucesos, o fracciones de ellos, relativos a un cierto grupo de edad, se
observan en un año para cada k individuos presentes, como media, en la pobla-
como resulta de la fórmula [5.9]. ción de dicho grupo de edad? La respuesta a esta pregunta exige disponer de la
En las poblaciones reales, la variabilidad de las tasas de natalidad, mortali- distribución de los acontecimientos y de la población de referencia en grupos de
dad y nupcialidad es bastante notable, como puede deducirse de la figura 3.3, en edad. Supongamos que el intervalo de los grupos sea igual a u (donde u es ge-
que han sido representadas las distribuciones de tales tasas para 155 países del neralmente igual a un año o a un quinquenio); tendremos entonces que el cálculo
mundo en el período 1980-1985. Para la natalidad, las tasas van de un mínimo de las tasas específicas es igual a:
inferior al 10 por 1.000 a un máximo de 50 y más; para la mortalidad se va de
un mínimo en torno al 5 por 1.000 a un máximo superior al 25 (aunque en po- X, X +n
X 1.000
blaciones históricas se llegaba a menudo al 40 por 1.000). No puede hacerse un X, X + n P
x, x +
cuadro análogo de la nupcialidad por la dificultad de definición y declaración del N
matrimonio en muchas sociedades (América Latina, África); no obstante, en los x 1.000 [5.101
países desarrollados varía actualmente entre el 5 y el 10 por 1.000. Finalmente, xn P
x, x+ n
es del todo inútil mostrar la variabilidad de las tasas migratorias, no sólo por falta S
de estadísticas. precisas, sino, además y sobre todo, porque pueden variar de un x, x + n
s - x 1.000.
mínimo de O a un máximo del 100 % para la emigración e indefinido para la in- x,x+n P
x, x+ n
migración. Por esta razón, entre otras, eliminaremos las emigraciones de la ex-
posición de los próximos párrafos, si bien muchas de las consideraciones que se Las tasas de mortalidad m (abandono ahora la notación completa del inter-
harán a continuación podrán extenderse a las mismas. valo de edad x, .v + a) pueden 'calcularse ya sea en relación a la población mas-
culina (dividiendo las defunciones de los hombres por la población masculina)
como a la femenina o la total. Las tasas de fecundidad fr se calculan dividiendo
6. Relaciones entre tasas brutas y tasas específicas los hijos nacidos de las mujeres de edad x (sean masculinos o femeninos) entre
las mujeres de edad x. Muy raramente encontramos las correspondientes tasas
_ Las tasas brutas (o generales), como indica su nombre, son medidas bas- para la población masculina (también en este caso dividiendo los nacimientos de
tante toscas de los fenómenos demográficos. Como ya se ha dicho, sobre la tasa ambos sexos de padres de una cierta edad entre los hombres de dicha edad). Re-
de mortalidad no influye solamente el nivel de salud de la población, sino tam-
96 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA

sulta imposible el cálculo de la f.,. para la población total de ambos sexos, puesto
que las edades de la madre y el padre del nacido son dos caracteres distintos y
no coincidentes. Análoga consideración debe hacerse para las tasas de nupciali-
dad s (de menor uso) que se calculan por separado para hombres y mujeres y
7-754‘r-
-

...?

..
— 1 1 .. ,7r
vl "9. ',I s.: .-,rt .-..

.-----
c CD
_ I
no pueden ser calculadas para la población de ambos sexos. cc <Dem cm
Un ejemplo de cálculo de las tasas especificas de fecundidad, mortalidad y o.Z
nupcialidad de la población femenina italiana para 1975 está presentado en el 1 rl

cuadro 5.3. En las primeras dos columnas aparece la población por grupos quin-
quenales de edad, calculada al inicio y al final del año, y en la tercera columna
se ha calculado la media (estimación de las personas-año en cada uno de los gru- F--- : 1 I 11 '".2- 1 1 1 5 II1 9 1 I 1 1 1 'In
pos de edad). En otros casos puede tomarse la población a final de año (por ejem- 1 — -- mD

plo a 31 de diciembre de 1975) y poner en el denominador la media de los acon-


tecimientos de los dos años adyacentes (1975 y 1976). En este caso es la NON -- m -- rn ,c en
un CA CD OUP vn nr -- Ch rn -- vn
población a final de año la que sirve, sin otras modificaciones, de estimación de ZS' 1 I o; nr cm
CM CD ce CM r-.. cp vi ti
CO
cN
--.
.I.
a)
r-
las personas-año en el período bianual de referencia. La regla general es que la
ri od od vi ti rn -- -- -- ti
r-
población media (repetimos, estimación de las personas-año) se calcule en co- .----- m
rrespondencia al momento central del período de tiempo comprendido por los i r- 0 N 0 0 ON •-• r-
C..., 0 N so -.. 0, 0 CC 0. Lo-, 0.1 0 0N v
acontecimientos puestos en el numerador: dicha población debe estar, como suele ...._ nr un sen ce r-• 00 DO tO .1 ..-• O. CC
ors — co, o co oo c,r.... -4. en en c
X. . . . . . . . . en t i I- c? n
— — en et l- IN '0 7' rO 0 C.
decirse, centrada, como se ilustra en la figura 5.7 (y se acepta implícitamente la
.- <,.,
hipótesis de que la población tenga una evolución lineal). Los acontecimientos,
en este caso, deben ser representados siempre en dimensión anual, haciendo la
so r- nr01 vD on en 0 r-
media respecto a la longitud del período al cual se refieren. 511m--"
m m " r- "
Señalamos ya que el estudio de los diversos fenómenos demográficos según ' mD
cr; r: cd
r- nr r- rm
cm rni
la edad será tratado en los capítulos dedicados al análisis de la mortalidad, la
nupcialidad y la fecundidad. No corresponde, en este contexto, un examen de las
tipologías de las curvas por edad, entre las cuales la calculada para Italia es uno nx rM C) CD CD ne
el. Orn -- CA cm un<Y 01 ,O ,4D
r- O nr oo vD
de los muchos ejemplos posibles. Por el contrario, es esencial hacer mención de .0 nr r- oo m
nD CD r- en mD c0 vl nn
cd ci r: mg r: mg
00

la relación existente entre las tasas específicas y las tasas brutas. Tómese en con- crs gp CD rn vD cg vi od
ni un vn vn r: ri
rl
ti mg rl
:5 CD tnl CM culo eh C) De eD eh un
Ch ce ce og rm un nt nt
sideración la mortalidad: el valor de la tasa bruta sólo será una media aritmética
del conjunto de las tasas específicas relativas a las distintas edades. Dicha media,
sin embargo, no será simple, sino ponderada: en otras palabras, las tasas especí- rl
CD
"rg: 8 g's 39
, 1.0- S ro' ict
'1". r9
Cl■ cr; ni
Ch en -- Ch r9 e9
--
oo CD rn en en DO e5 c5 ni vi r: ni ti
on cc w C) cc
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CD CV VD TI r- ,T nt r, r4 CD oD
CA CM 0000 rl Ch og ce ce rM vg nr • • .
nr

x+1 x+1 x +1
1 11 1 F; 11 1.--
ce 'J. 1 2 2 ''' P.:i ;,To. 1.1 2 li 2 1.?.
nt r- m eh nr v.1 c
P --, r-: og VD r: r-: od cg; --
CD rn -- r- -- e> CD cm 'i 4 CV -- r: rir:
Ir
-- cm cm O' ci c ce cn og
csi ri ri ■
..-: nr '0 cc en = aD eni
og og -- vi ri cP nt .
X ,
t P 1+1 t+ 1 t+2 1 1+1 P 1+2 1+3

nr
eh nt en nt ch er CA nt a) Zn.
c, , rm CV C,
rn nr en nt
vn vn vg o r- + Z
FIG. 5.7.
C ol CD
— un CD un vn CD .1 CD v
, vn e)
N In (O 0101 0 01
ANÁLISIS ELEMENTAL DE LOS FENÓMENOS DEMOGRÁFICOS 99
98 INTRODUCCIÓN A LA DENIOGRAFLA

7. Comparaciones entre tasas con el método de la población tipo


ficas no cuentan todas por igual en la media, sino que cada una cuenta con un
péso proporcional a la población de su grupo. En la figura 5.8 se muestra cómo Aparece a menudo el problema de comparar, de manera simple y sintética,
una misma curva de mortalidad por edad puede después dar lugar a diferentes ta- los niveles de un fenómeno demográfico en dos o más poblaciones. El uso de las
sas brutas de mortalidad (cuyos niveles corresponden a los segmentos paralelos tasas brutas lleva a resultados erróneos, puesto que las diferencias son imputables
a las abscisas a, b y c) dependiendo de la estructura por edad. Suponiendo que a no sólo a la intensidad del fenómeno, sino también a la estructura por edad, que
sea el nivel de m de la población considerada, se observa que éste es un valor in- puede diferir enormemente de una población a otra. Por otro lado, la compara-
termedio entre el nivel mínimo y el máximo de nz,, mientras h y c representan ción entre tasas específicas no permite un juicio sintético, ya que si, por ejemplo,
los nivel de la mortalidad de la población considerada en poblaciones con es- se comparan dos poblaciones, deberá establecerse la comparación entre tantos
tructura por edad más o menos envejecida. pares de valores como grupos de edad se consideren, y las diferencias entre los
Todo lo dicho hasta ahora puede formalizarse de la siguiente manera. La suma valores de cada par podrán ser de distinta magnitud y signo.
de las defunciones Al responde a las igualdades que siguen (en que O y co son las Supongamos que debemos comparar la morialidad de dos poblaciones, a y b.
edades extremas): Recordando la fórmula [5.11] podemos escribir:
O) w
= P : E =M. = v, b h
2_, wx Px
L rii x 'x
x=O x= O a b
a M _ x=0 b M .v=
_
O
In — •' nz — b '
De las cuales la tasa bruta de mortalidad responde a la igualdad: ap co P co
L P.r
nixPx x =O x= O
lvi x=o
171 = — [ 5.11] De las dos fórmulas, resulta evidente que la diferencia entre am y t'In puede atribuirse:
et)
)Jd Px 1) a diferencias en cada una de las tasas específicas nz,;
x= o 2) a diferencias en el peso Px , es decir, en la estructura de la población.
en que el último término es, precisamente, la media ponderada de las tasas espe- El cálculo de las tasas estandarizadas o normalizadas con el método de la
cíficas ni., con peso igual a la población Px. Análogas expresiones, con los opor- población tipo permite neutralizar los efectos de las distintas composiciones por
tunos añadidos, pueden elaborarse para los otros fenómenos. Todo lo dicho hasta edad en el cálculo de las tasas brutas. En la práctica, se sustituyen las . dos series
aquí es previo a la comprensión de los apartados siguientes. de pesos °P bP, por una única serie de pesos estándar extraídos de una po-
blación tomada corno modelo y llamada, precisamente, población tipo. En otras
palabras, atribuimos a las dos poblaciones a y b una idéntica estructura por edad,
que podrá ser tanto la de a, como la de b o la de cualquier otra población c; las
dos tasas estandarizadas de las poblaciones a y b serán calculadas como sigue:
(.t.) c)
a ap Eb ni b p
a Y xx h X X
a— 111
_
x= O . b— Al x= o [5.12]
m — 1 Hl — — .
a co b to
P P
L P
x x

Los dos cocientes r y bffi son ahora comparables y la diferencia entre ellos,
como puede constatarse en las expresiones anteriores, no es imputable a los pe-
FIG. 5.8.
100 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFiA

ANÁLISIS ELEMENTAL DE LOS FENÓMENOS DEMOGRÁFICOS


101
sos P, que son iguales, sino a la diferencia entre cada una de las tasas específi-
cas St y ki x . Los datos pueden interpretarse como sigue:
r este sistema podemos sintetizar fácilmente las diferencias de mortali-
Con
dad entre diferentes poblaciones, neutralizando la influencia de las distintas com- . 1) La comparación entre las iii
ciones de las dos regiones nos dice que en el caso de que las pobla-
posiciones por edad. En realidad, la neutralización no es perfecta: el resultado de- hubiesen tenido distribuciones por edad idénticas en-
pende de la distribución de la población tipo utilizada y varía con ella. No existen .
,LY
tre sí e iguales a la italiana, la mortalidad en Liguria hubiese sido un 17 % más
reglas para la elección de la población estándar (podría también ser una de las baja que la de Campania, en lugar del 59,6 % más alta que resulta de la compa-
dos poblaciones comparadas), pero el buen sentido requiere que su estructura por ración de las tasas brutas.
edad sea «intermedia» respecto a la estructura de las poblaciones comparadas. 2) La comparación entre los valores
m yi7z para cada región nos dice que,
si éstas asumiesen una estructura por edad diferebte (e igual a la italiana), la mor-
E imx• xP = 250.354; cmx x — 301.578 . 42./.. talidad general disminuiría un 29,7 % en Liguria [(8,63 / 12,27) x 100 — 1001 y
aumentaría un 35,2 en Campania [(10,40 / 7,69) x 100— 100]. En la primera que,
1— 250.354 en efecto, tiene una estructura por edad más vieja, se produciría un rejuveneci-
ni — — 0,008629 = 8,629 x 1.000 miento, mientras en la segunda sucedería lo contrario.
29.009.877 lt,
,
. . z.::$,,. 3) Los valores if:
1— 301.578 Italia (en que m de Campania y de Liguria son comparables con los de
m — — 0,010395 = 10,395 x 1.000 y Fi son iguales) cuya mortalidad resulta un 2,3 % superior a la
29.009.877
de Liguria [(8,83 / 8,63) x 100— 100] e inferior en 15,1 % a la de Campania
256.040 [(8,83 / 10,40) x 100— 100].
Mortalidad Italia — 0,008825 = 8,825 x 1.000.
—29.009.877
;.'..' n' .. Concluimos este apartado reiterando una nota de cautela: niveles y compa-
Vayamos ahora al ejemplo representado en el cuadro 5.4. En 1981, la tasa raciones entre tasas estandarizadas dependen de la estructura de la población ele-
bruta de mortalidad de Liguria fue igual al 12,27 por 1.000, y el de Campania gida
como tipo. El ejemplo de la figura 5.9 aclarará esta afirmación. En ella es-
al 7,69 por 1.000. La mortalidad de Liguria, así medida, fue un 59,6 % superior . 4,....;
-
tán representadas gráficamente las tasas de mortalidad 15
a la de Campania. ¿Qué significado tienen estas cifras? No hay duda de que nos a y b: la población a de dos poblaciones,
tiene una mortalidad más alta, en las edades infantiles y
dicen que la frecuencia relativa de las defunciones fue mayor en Liguria que en juveniles, que la población b,
pero desciende por debajo de la misma en las eda-
Campania. Igualmente es cierto que el presupuesto en personal sanitario y trata- des maduras y ancianas. La comparación entre la mortalidad de a y b
miento médico fue mayor en Liguria, el luto entre las familias fue más frecuente, realizada
.1„4 1.i. ,..: estandarizando con una población tipo de estructura por edad joven llevaría a
la actividad notarial-testamentaria con las transmisiones de propiedad y de ri- 1 11.Y's concluir que afil > bri1 ;
si, por el contrario, la población tipo tuviese estructura en-
queza conocidas fue relativamente más numerosa, las oficinas padronales debie- • vejecida, la conclusión resultaría invertida con 57i < kt.
ron tramitar con más frecuencia bajas por defunción y debió concederse un ma-
yor número de pensiones con retraso. La única pregunta a la cual los datos arriba
mencionados no dan respuesta es aquella, esencial para el demógrafo, dirigida a
conocer si las condiciones para la supervivencia humana fueron en aquel año me-
jores en Liguria o en Campania. En el cuadro 5.4, utilizando como población tipo
la italiana en la misma fecha, puede darse una respuesta satisfactoria, obteniendo
los resultados siguientes:

Medida Lipiria Campania Liguria/


Italia
Campania x 100

Mortalidad general in 12,27 7,69 8,83 159.6


Mortalidad estandarizada ffi 8,63 10,40 8,83 83,0
Relación Jzhn x 100 70,30 135.20 100,00 —

FIG. 5.9.
ANÁLISIS ELEMENTAL DE LOS FENÓMENOS DEMOGRÁFICOS 103

El principio de la estandarización puede ser aplicado a cualquier fenómeno


vn vD C, -- ri Ce O r... r- oo -- — — oo DO ,s vC r-
el vn -- en -r DO v: c,1 DA rn Cv CD ara vn ni. DC un el ,C r- -r r- —demográfico, social, económico, etc.— que se manifieste con intensidad va-
ei Do ■C r-.. ni» -- Cv vD O Do el ri DO -s 0 Dc
un en 1-: --e. r: ri rri r i r.: -i r: cd d c.: r: r:
rm z — .s.., r 1 cr-- ...-P- r■ -- nr -- Cv -S vD Dc
r: pe, — —
en en vD --
c.:
o
riable, según curvas típicas, en las distintas edades o duraciones. En el cuadro 5.5
,z. .... r, ea = DD De. 1-.. C.■ oc og og ri ns ci cC v; el o
— ci ci ri ri (--
ri
■ mostramos una estandarización aplicada al análisis de la fecundidad, ejemplo
que, sobre la base de todo lo dicho, se comenta ya por sí solo.
Obsérvese, finalmente, que el procedimiento puede aplicarse también con
— un rn co un oc -- DO u:, r- re. ■C r-O
grupos de edad diferentes a los quinquenales, siendo el único inconveniente la
rn ¿".1 ra
rl
Pl ;9=. P. 1.1 go 15 --45 go' gt.' Z1, =2 11 P; g e; pérdida de precisión por el uso de grupos de edad más amplios (se obtiene lo in-
El 11 =1.' 11 O;qooc0000coo--1-1
el " g 11 " r- aló
151q0.o.„0:- — ,r---IP, verso si se recurre, por el contrario, a grupos más reducidos).
0000000ee000e00eeeeee

el VD Cr, r- r-
un un D.,
C) en vD
. vr. .0 -S rn cv
Cv r-1 vD
,.,
V) CC ri
r- Cv ,C
‘C vD De CD r- r-
8. Comparación de las tasas con el método de los coeficientes tipo
,Ca re. r,1 vo DO en Do re. r- VD -S CD CD rl
en CD CD O CD 11 CD CD r./ en un 0, un vD vC r- r- cV
O O 51 CD CD CC CD CD Ca 11 CD CD el ,a DO VD -S Cv CV
CD CD CD O CD CD CD CD CD CD C el r, -r
d' O C. cc- edde eeed'ed e c:," o Puede ocurrir que se conozcan, para dos poblaciones, las distribuciones res-
. .
peLtivas pu- i edad y el total de defunciones sin distinción de edad; en tal caso no
nos es posible calcular las tasas específicas (análogo razonamiento puede ha-
cerse para la fecundidad, nupcialidad, etc.). Es posible, en estos casos, proceder
• " 01 3' nr OC ,C ■C un
C, r- nt un CD rm
Ir. so. e- rl CC -7 r- un rl o r r- rn Do rl CD el en
r- -- CV en vD vic. DO. nr r-. r- . el .en a la denominada «estandarización indirecta» con el método de los coeficientes
— — el el en en rl --
r tipo. Fijémonos en el caso ya examinado de las dos poblaciones a y b, de las cua-
les están registradas las tasas brutas de mortalidad am y bm. Una comparación in-
.
directa puede hacerse con la ayuda de las tasas específicas de mortalidad m' y de
z .0 cN el CC un cc .0 VD en -- un cv un ,0 el D -- un rv c,
— el cm rn m. w nr vn -- -- op CD C un el rl 0, rl C)
— . C. 6 , --
-- r4 nr vn co. vi. co. en r-.
-- -- el ra el .7.
CUADRO 5.5. Tasas especificas de fecundidad fr y tasas evandarizadas de fecundiilad general.
Liguria y Canipania (1971)

Tasas especificas de ftclindidail. /, Población tipo


femenina italiana 1'1'1
CD en CD Dc nr O rn ri nr un r- cc en vl ara rl vn rn VD r- r- CM Edad Ligarla Campania (23 octubre 1971)
CC 4 ni el — >0 e, CV CC en cc vD ,S Cr, -- -- r- nr Cr, r, CD
-S vD un ea — -- -- — S vD Cr CD rn Cr, r- en r- C,
O ni un C■ ed D¿ ,..1 e: r: ni r-.: cei r ■ r- r.: Cr; rn ni ni r-:
-- ni vn vn — 00 00 vn vn vn vn nr 00 00 un en -- -7 15-19 0,0186 0,0277 1.888,9
cm ri rq rq rg r-
ri . 20-24 0,1051 0.1371 2.013,2
25-29 0,1269 0,1950 1.75 I .8
30-34 0.0789 0,1439 1.939,4
rl rlOCrl--rlrl'3,OrlrlO ,OIt0'3O rlrl 0' 35-39 0,0340 0,0869 1.845,2
cc C, ni vn cm DO e I ,0 r- DA ,0 rn ,0
C, en. -.2, . v-.■ . r,. . nr. C, O. —. C, DO. un. CC. VD C. 40-44 0.0085 0,0294 1.882,5
rl o¿ oS -- 0.0 r■ vD ,r
Ch CD nt rn r- el vD 01 rn r■ 45-49 0,0004
rn un It un un un un 10 v0 r- un VD un •S el -- vn 0,0027 1.870,9
Cv
15-49" 436,6 1.206,0 13.191.9

Ligarla CallIpallia Mili('

Nacidos vivos 23.070 110.540 906.182


CS nt -s De nr C), Cv nt Cv Cv nr W,
O FG 52,84 91,66 68,69
— — -.1 '1- xlp ,c) r- r-- 701,5 1.169,8
6 i fx iP.t 906.182
v; O v; ■.,; O v; O ■.%-, O rl O v;
CC un el el en rn ni ni vn vn ,C vC r- r- Cv FG
- 53,17 88,68 68,69

a Los valores correspondientes a las edades 15-49 representan la población en miles. Los nacimientos es-
tandarizados E F., P, para Liguria y Campanil (véase la segunda parte de este cuadro) están también expresa-
, dos en miles.
_

. .
104 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAKA ANÁLISIS ELEMENTAL DE LOS FENÓMENOS DEMOGRÁFICOS
105

una tercera población c y calculando el número de defunciones que se verifica- De estas tasas puede compararse directamente el resultado.
rían en a y b en el caso de que las dos poblaciones asumiesen la mortalidad es- En el cuadro 5.6 se muestra un ejemplo del procedimiento. Se comparan
pecífica de e: cuatro países, en 1960: Japón, El Salvador, Chile y Taiwan, de cuyas poblacio-
co nes hemos tomado la estructura por edad y el total de defunciones. Los coefi-
aiT r cm af, b-A7 =E cm b p cientes tipo están tomados de la población de los Estados Unidos, siempre
x x' x x• en 1960. De la fila 1 se extrae el número de defunciones que hubiesen ocurrido
x=O x= O

Se pueden comparar3 ahora las defunciones efectivas M con las defunciones


CUADRO 5.6. Cálculo de la mortalidad estandarizada mediante el método de los coeficientes
calculadas con la intervención de las tasas nicx obteniendo las siguientes rela-
tipo para algunos países (1960
ciones:
tú Tasas especificas

a
E amxap x
Edad
de mortalidad
(m, por 1.000)
Población (pd (cifras en miles)

x=0 EE. UU. Japón El Salvador Chile Taiwan


a.- (I) (2) (3) (4) (5)
cm a p
E x x 0
1-4
27,0
1,1
1.577 97 228 395
x= 6.268 334 876 1.526
5-9 0,5 9.205 384 981 1.721
to 10-14 0,4 11.018 309 836 1.148
E bm b [5.13] 15-19 0,9 9.309 242
20-24 725 959
x px 1,2 8.318 215 598 764
M x = O 25-29 1,3 8.209 173 527 786
m
- • 30-34 1,6 7.518 151 507 724
v b bp
35-39 2,3 6.038 139 415 618
40-44 3,7 5.019 112 364 493
mx x
45-49 5,9 4.817 90 324 449
x=O 50-54 9,4 4.201 76 279 342
Si la diferencia es inferior a 1, podemos decir que la mortalidad de la po- 55-59 13,8 3.641 51 212 250
60-64 21,5 2.932 58 183 176
blación a (o de la población b) es menor que la mortalidad de c, mientras que se 65-69 31,4 2.160 29 128 115
dirá lo contrario, obviamente, si la diferencia es mayor de 1. , 70-74 47,2 1.564 21 84 77
Ocupémonos ahora de la comparación entre las poblaciones a y b. Ésta 75-79 72,0 955 13 52 46
80-84 117,2 483 9
puede hacerse calculando las tasas «corregidas» por edad de la siguiente manera: 85 y más 198,6 188 7 31 j 24
22
a Total 9,5 93.419 2.511 7.374 10.612
a
=m« .' EE. UU. . Japón El Salvador Chile Taiwan
..,
(1) Defunciones
[5.14] -. . .-,-- esperadas 1 m., P.„ - 615.544 13.457 44.237
(2)Defunciones reales 48.062
b c M
m = nt •
1.711.982 706.599 28.471 95.486 73.715
b-
(3)= (2) : (1) Proporción
M entre defunciones reales
y defunciones esperadas - 1,1442 2,1157 2,1585 "
1,5337
(4)Tasa de mortalidad
3. Préstese atención al hecho de que, en las dos poblaciones concretas, se conocen exclusivamente las
estandarizada 9,5 10,9 20,1 20,5 14,6
defunciones totales °M y hM las cuales, como se explicita en el segundo término de las dos igualdades, son (5)Diferencia en %
cti respecto a los EE. UU. - + 14,7 + 111,6 + 115,8 + 53,7
iguales, respectivamente, a los valores E y
b b
mP
Fuente: E S. Shryock, 1. S. Siegel y E. G. Stockwell,
O =O
The Alerhods and Materials of Demography.
Nueva York, Academie Press, 1976, p. 244.
106 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA

en las cuatro poblaciones si su mortalidad específica hubiese sido igual a la de


los Estados Unidos (muertes «esperadas»); en la fila 2 se muestran las defuncio-
nes efectivamente registradas; en la fila 3 hemos situado la diferencia entre los
valores de las filas 2 y 1, es decir, entre las defunciones reales y las defunciones
esperadas. De esta diferencia se deduce que los cuatro países tienen niveles de
mortalidad bastante superiores al de la población norteamericana, con porcentajes
que van desde el +15 % (Japón) a más del doble (+116 %) de Chile. La fila 4
muestra las tasas de mortalidad estandarizadas calculadas según [5.14], que pue-
6
den utilizarse para comparar la mortalidad de los cuatro países, mientras que las
diferencias porcentuales entre la mortalidad estandarizada de cada uno de los cua-
LA TABLA DE MORTALIDAD
tro países y la mortalidad de los Estados Unidos se muestran en la fila 5.

1. ¿Qué es una tabla de mortalidad?

La tabla de mortalidad es el instrumento lógico y técnico más completo para


el análisis estadístico de la muerte, de su incidencia por edad y por sexo. Su prin-
cipio lógico es elemental: la tabla describe la desaparición por defunción de una
generación de nacidos (no importa ahora si real o ficticia) hasta la extinción del
último de sus componentes. Cualquiera que sea el grupo humano que se consi-
dere, el punto de salida y el punto de llegada —el origen y el final de la tabla—
son iguales: el nacimiento, por un lado, la extinción completa del grupo, por otro.
La longitud del recorrido (la duración máxima de la vida) es también bastante si-
milar, prácticamente igual, entre los diferentes grupos humanos. La diferencia
entre las distintas colectividades radica, por tanto, únicamente en la velocidad de
desaparición de sus componentes; dicha velocidad es una función acumulativa de
la incidencia de la mortalidad en las distintas edades. La intensidad del fenómeno
es, pues, siempre igual a I (o al 100 %) debido a que todo el mundo acaba mu-
riendo; el calendario es el que varía. En Italia, hasta el siglo pasado, de 1.000 re-
cién nacidos solamente quedaban con vida menos de 2/3 en el momento del 5° ani-
versario; menos de la mitad cuando se cumplían los 35 años y menos de 1/3
cuando llegaba al 60° aniversario. Hoy en día (1985), para que se produzca una
reducción análoga, es necesario esperar, respectivamente, al 70°, 75° y 81° ani-
versario para los hombres y al 77°, 82° y 86° para las mujeres; pero tanto hoy
como en el siglo pasado, prácticamente nadie permanece con vida cuando se tras-
pasa el siglo de existencia)
La tabla de mortalidad mide, pues, con precisión la pauta de extinción de
una generación; se presta perfectamente a la labor de comparación de grupos di-
_
ferentes, resaltando sus diferencias y semejanzas.

1. Según la tabla de mortalidad de 1935, apenas el 0.5 % de las mujeres y el 0,1 % de los hombres al-
canzaba los 100 años de edad.
108 INTRODUCCIÓN A LA DEMOGRAFÍA

LA TABLA DE MORTALIDAD
Tras esta explicación, se puede proceder a la descripción de las técnicas de 109
cálculo de la tabla de mortalidad, recurriendo a uno de entre dos caminos posi- c) el año de nacimiento (que define, también aquí, la generación de perte-
bles. Si se recurre al primero, podemos presentar el mecanismo de la tabla de nencia).
mortalidad en su pleno funcionamiento, desmantelándolo a continuación pieza
por pieza para ilustrar sus criterios constructivos. Con el segundo camino se parte Los datos del punto 1 permiten calcular el numerador de los cocientes para
de la pieza principal, esencial, de toda la estructura, y se resiguen paso por paso el cálculo de las probabilidades; los datos del punto 2 permiten, con ciertas pre-
las fases de montaje de las otras partes hasta llegar al resultado final. Por clari- cauciones, calcular el denominador de la relación, también con la ayuda de los
dad didáctica hemos elegido este segundo camino. datos de tipo I.
Planteemos ahora un problema concreto. Se trata de calcular el
q50 de la po-
2. blación masculina italiana en 1971-1972, es decir, la probabilidad de morir que
El cálculo de la probabilidad de muerte (q2.) los hombres italianos tuvieron entre los aniversarios 50 0
y 51°. Volvamos al bien
conocido diagrama de Lexis (fig. 6.1) y recordemos (remitiendo al cap. 4, apar-
¿Qué es lo que determina la velocidad de extinción de una generación? La tado 6 para su definición) que la fórmula
de cálculo es la siguiente:
respuesta, por otro lado ya anunciada, es intuitiva: es la incidencia de la mortali-
dad, su «fuerza», en las distintas edades. De la misma manera, en una carrera ci- BCED
clista de larga duración los abandonos de los deportistas están provocados por la q50 13D— • [6.1]
dureza del recorrido en sus distintas etapas. A mayor incidencia de la mortalidad
(a mayor accidentalidad del recorrido), más rápida es la desaparición (más serán De la fórmula se deduce que, en el numerador, es necesario conocer las de-
los abandonos de los ciclistas) y menor el número de los que alcanzan la meta de funciones entre los 50 y 51 años que tuvieron lugar en 1971
los 60, 80 y 100 años. (CED), (BCD) y en 1972
¿Cómo puede medirse la incidencia de la mortalidad? Ya hemos examinado gaba a lalasedad
cuales tienen en común su pertenencia a la misma generación que lle-
de 50 años exactos en BD. Del
una primera manera: la tasa específica de mortalidad mx = M / Px fiche Annuari di Statistiche Denzogra-
mide la fre- de 1971 y 1972 puede extraerse la siguiente estadística de defunciones mas-
cuencia media del fenómeno por persona en cada intervalo concreto de edad. culinas, que inscribiremos posteriormente en los triángulos correspondientes del
Pero, para nuestros fines, diagrama (fig. 6.2).
una medida todavía más satisfactoria es la probabilidad
de muerte (qx), que expresa el riesgo que una persona tiene de morir entre el ani-
versario x-ésimo y el siguiente. Morti di 50 anni nel 1971 =- 2.351
El primer problema al que ha de enfrentarse quien desee construir una tabla di cui nati nel 1921 = 1.211
de mortalidad es el cálculo de la probabilidad de muerte qx, para x di cui naii nel 1920 -. 1.140
que varía
desde el nacimiento (edad 0) a la edad final (co – 1), la cual es la edad en la que Morti di 50 anni nel 1972 ..- 2.423
todavía existen uno o más sobrevivientes que desaparecen, sin embargo, antes del di cui nati nel 1922 ..- 1.224
aniversario siguiente (edad ca). di cui nati nel 1921 = 1.199
Veamos, primeramente, cuáles son los datos necesarios para el cálculo de q x:

1) La distribución de las defunciones de cada sexo, según:

a) el año de muerte;
b) la edad (cumplida) en el momento de morir;
c) el año de nacimiento (que define la generación de pertenencia).

2) La distribución dela población de cada sexo, según: ..,-,

a) la fecha de referencia;
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b) la edad;
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