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Estaciones de Vidal

Este poema de 14 estrofas describe la Pasión de Cristo desde la perspectiva de la Virgen María. Cada estrofa presenta una escena de la crucifixión o la muerte de Cristo, y la reacción de dolor de María ante el sufrimiento de su hijo. El poema concluye con María recibiendo el cuerpo de Cristo después de su muerte.
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Este poema de 14 estrofas describe la Pasión de Cristo desde la perspectiva de la Virgen María. Cada estrofa presenta una escena de la crucifixión o la muerte de Cristo, y la reacción de dolor de María ante el sufrimiento de su hijo. El poema concluye con María recibiendo el cuerpo de Cristo después de su muerte.
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Pormí, Señor, inclinas el cuello No muera en el tormento,

La Rosa Virginal.
Estaciones de Vidal Oh acero riguroso,
deja su pecho amante,
I Vuélvete a mí cortante,
Que soy el criminal.
Por mí, Señor, inclinas
El cuello a la sentencia; V
Que a tanto la clemencia
Pudo llegar de Dios. Toma la cruz preciosa,
Oye el pregón, oh Madre Me está el deber clamando,
Llevado por el viento Tan generoso cuando
Y al doloroso acento Delante va el Señor.
Ven del Amado en pos. Voy a seguir constante,
Las huellas de mi Dueño,
II Manténgame el empeño,
Señora, tu favor.
Esconde, justo Padre,
La espada de tu ira, VI
Y al monte humilde mira,
Subir el dulce Bien. Tu imagen, Padre mío,
Y Tú, Señora, gimes Ensangrentada y viva
Cual tórtola inocente; Mi corazón reciba,
Que tu gemir clemente Sellado con la fe.
Le amansará también. Oh Reina, de tu mano
Imprímela en mi alma,
III Y a la gloriosa Palma,
Contigo subiré.
Oh pecador ingrato
Ve a tu Dios caído, VII
Ven a llorar, herido
De contrición aquí. Yace el divino dueño
Levántame a tus brazos Segunda vez postrado,
Oh bondadoso Padre, Deteste yo el pecado,
Ve de la tierra Madre, Deshecho en contrición.
Llanto correr por mí. Oh Virgen, pide amante,
Que borre tanta ofensa
IV Misericordia inmensa
Pródiga de perdón.
Cercadla, Serafines,
No acabe en desaliento
VIII Virgen, mi ruego y llanto,
Acepte Dios por Tí.
Matronas doloridas
Que al justo lamentáis, XII
Por qué si os lastimáis
La causa no llorar? Muere la Vida nuestra
Y pues la cruz le dimos Pendiente del madero,
Todos los delincuentes ¿ Y yo cómo no muero
Broten los ojos fuentes De amor o de dolor?
De angustia y de pesar. Ay, casi no respira
La triste Madre yerta
IX Del cielo abrir la puerta
Bien puedes ya, Señor.
Al suelo derribado,
Tercera vez el Fuerte, XIII
Nos alza de la muerte
A la inmortal salud. Dispón, Señora, el pecho
Mortales: Qué otro exceso Para mayor tormento
Pedimos de clemencia? La víctima sangrienta
No más indiferencia Viene a tus brazos ya.
No más ingratitud. Con su preciosa sangre
Juntas materno llanto,
X Quién, Madre, tu quebranto
Sin lágrimas verá?
Tu bañas, Rey de gloria,
Los cielos en dulzura XIV
Quién te afligió, Hermosura,
Dándote amarga hiel? Al Rey de las Virtudes,
Retorno a tal fineza Pesada losa encierra,
La gratitud pedía; Pero feliz la tierra,
Cese ya, Madre mía Ya canta salvación.
De ser mi pecho infiel. Sufre un momento, Madre,
La ausencia del amado,
XI Presto de Tí abrazado,
Tendrasle al corazón.
El manantial divino
De sangre está corriendo,
Ven, pecador gimiendo,
Ven a lavarte aquí.
Misericordia imploro,
Al pie del leño santo,

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