Resumen de Psicoterapia Existencial para Examen Final PDF
Resumen de Psicoterapia Existencial para Examen Final PDF
Introducción
Análisis existencial
Sobre las capas de estas debilidades existenciales, los factores etiológicos específicos de
los diferentes desórdenes, pueden ampliar y desarrollar su poder patogénico. Aquí la
psicodinámica surge con cuatro temas existenciales:
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3. Desórdenes histriónicos: tratan con la pérdida del ser interior y de sentido de la
identidad propia. Estima, aprecio, encuentros con otros y la conciencia moral abre el mundo
para llegar a tener autoestima y autenticidad.
El AE puede ser definido como una psicoterapia fenomenológica que busca ayudar a los
pacientes a ganar una emocionalidad libre, a encontrar posiciones internas auténticas y
alcanzar una forma responsable de expresarse y de actuar tanto con uno mismo, como con
los demás. Busca instalar en la persona libertad y responsabilidad en sus acciones como
algo central en su vida. El que la persona logre vivir con consentimiento interno en su propio
actuar y en un intercambio dialógico con el mundo, puede ser indicio del resultado exitoso
de una psicoterapia analítico existencial.
El AEP va más allá de la Logoterapia. Implica un giro hacia la experiencia interna del
paciente, que va más allá de la concentración logoterapéutica hacia el mundo externo para
resolver los deberes y lo que presente cada situación. El AEP pretende buscar medios y
vías para una mejor realización del “potencial personal” que tiene una persona día a día.
El AEP consiste en tres pasos principales, a los que preceden una fase descriptiva:
Introducción
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Pero a esta visión dinámica del ser humano le falta el mundo. El sujeto es ser-en-el-
mundo, no se puede pensar en el ser humano de otra manera si no es en este permanente
contacto con el otro.
1. Sí al ser en el mundo
2. Sí a la vida, al hecho de vivir
3. Sí a mí mismo como persona
4. Sí al llegar a ser y al sentido
Cuando el paciente puede salir del plano psicodinámico puede ver la realidad, porque
está en condiciones de mantener o sostener la realidad. Muchas veces esto se puede
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ser difícil porque el sentimiento que tengo es que no lo puedo soportar, y soportar es
mucho más que mantener, ya que soporto manteniendo un peso. Pero para poder llegar
a la aceptación, hay un paso fundamental: se trata del paso de la pasividad de sentirse
víctima, a la actividad de la aceptación de lo fáctico.
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emotiva que fortalezca nuestra relación con la vida. Todo lo que hago con disgusto
me quita vida, me siento muerto.
• Reacciones de coping:
1. Retirarse: esto es lo que le ocurre al depresivo, se esconde, se retira en su interior.
2. Activismo: esfuerzo que intenta rendir para tapar, para sentirse bien, se trata de
cubrir el no gusto con la actividad.
3. Agresión (rabia): la rabia surge cuando el otro no está al alcance de uno, lo que
intenta es despertar la vida en el otro
4. Resignación o agotamiento: reflejo de posición de muerto
• Elaboración de reacciones de coping:
1. Inclinación a la pérdida
2. Inclinación hacia mí mismo y hablar conmigo mismo, produce un sentimiento de
autocompasión
3. Sobre la pérdida me vuelvo hacia ti: volver a relacionarse con los demás
• Condiciones para poder tener un acercamiento a la vida, para poder gustar de
la vida:
1. Cercanía: cuando nos acercamos es nuestra vida la que es tocada, neustro corazón,
y surge un movimiento interno, un interno ser tocado y este ser tocado es el núcleo
de todos los sentimientos. Un sentimiento es el hecho de ser tocado y lo que es
tocado es la vida misma.
2. Tiempo: los sentimientos necesitan tiempo para surgir y movilizarse. Aquello para lo que
tenemos tiempo es valioso para nosotros. Cuando este tiempo se torna muy pesado
surge la depresión que tiene que ver con la relación vital.
3. Relación: para poder inclinarme a una cosa debo estar dispuesto a dedicarme a esa
cosa y entonces nace la relación. El sentimiento es la base de la relación. La relación
se establece siempre que hay un contacto con el otro.
El plano más profundo de esta motivación es el valor fundamental, que es el valor de la
vida misma. Esta relación con la vida es el fondo, la base de todos los valores.
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Vivenciamos algo como valioso en la medida que alimenta nuestro gusto por vivir y lo
que está en contra del valor de lo buen, de la vida, no es valioso.
En el suicida se produce una transmutación de los valores, eso que pone en peligro su
vida es un valor. La depresión podría definirse como un déficit en la relación con la vida,
pierde el gusto por el vivir.
Todo este proceso lleva al encuentro que supone una distancia entre yo y tú, estoy
dirigido hacia lo que el otro dice, piensa y también me dirijo a lo que para mí también es
importante. El otro es respetado en lo que es y en lo que opina pero lo mismo sucede
respecto de mí mismo.
• Pregunta: Yo estoy aquí, pero…¿Para qué es bueno que yo esté aquí? Vivir
existencialmente es sentirse preguntado, vivir interrogado y dar respuesta, marcar
presencia y ponerme en un horizonte más grande (el mundo). Relacionarme con otro
(ser trascendente), con el devenir, con lo que me espera.
• Reacciones de coping:
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1. Relaciones provisiorias: no me comprometo con nada ni con nadie, vivo la vida
superficialmente
2. Fanatismo: a la amenaza de falta de sentido, antepongo un activismo, una idea o
tarea por la que me obsesiono a fin de no darle espacio a la duda, pues se puede
hacer visible mi carencia. También la idealización surge como una defensa a este
vacío, lo lleno con alguna idea o persona que brille tanto que reemplace esa falta
3. Vandalismo, cinismo y sarcasmo: se trata de agredir al otro para hacerle saber de
mi falta de sentido
4. Desesperación, victimización, apatía y nihilismo
• Plano de elaboración:
Para superar la falta de sentido se exige a nivel existencial, en primer lugar, que intente
conocer la situación en la que me encuentro para poder realizar lo que la situación exige.
Yo soy llamado a responder ante mis actos y hechos, a esto se le llama “giro existencial”,
pues lugar de preguntar a los otros o al destino, yo soy el preguntado.
El sentido existencial será la respuesta que yo dé, y que será la más valiosa para cada
situación. Este sentido me da la orientación de lo que debería hacer en esa situación, pues
es en la acción donde realizo mi existencia.
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3. Valor en el futuro: mi acción debe focalizarse, dirigirse hacia un valor para lo cual lo
hago. Mi entrega debe ser una contribución a un devenir, a un llegar a ser. Lo que
hay lo mejoro, que esa semilla dé frutos.
En definitiva, el Sentido de la Vida es el valor central para lo cual uno quiere vivir.
Apuntes de clases
1. Primera motivación:
2. Segunda motivación:
-Bloqueo emocional
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-Duelos por la familia, el trabajo, ciudad
-Valores restringidos
-Valores: vida intelectual, vocación médica, religión, justicia, escritura, lectura, retiro interior,
disfrutaba de valores sencillos
3. Tercera motivación:
-Devaneo mental
4. Cuarta motivación:
Tipos de diagnóstico
Dentro del marco analítico existencial, diagnosticar se puede entender como un proceso de
darse cuenta y llegar a comprender un trastorno. Diagnosticar incluye la frecuencia de
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aparición, la estructura y las especificaciones individuales del trastorno a fin de dar una
orientación para su tratamiento. Dentro de este proceso, Längle hace una distinción entre:
El proceso de diagnóstico analítico existencial revela 6 pasos a través de los cuales los
síntomas o problemas son investigados subjetivamente, incluyendo la experiencia subjetiva
que los pacientes mismos hacen.
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El diagnóstico de la habilidad del paciente para relacionarse y encontrarse puede
constatarse desde su forma de lidiar con diferentes situaciones vitales. El grado de
perturbación en la situación existencial del paciente ofrece elementos para comprender la
severidad del trastorno psicológico del paciente. Adicionalmente, la relación terapéutica
espeja las habilidades relacionales del paciente, siendo esto altamente relevante para el
diagnóstico.
C. Paso 3: Psicopatología y Psicopatogénesis
Después de haber comprendido la situación existencial del paciente, el paso siguiente del
diagnóstico es aclarar el sufrimiento especifico de éste y sus conexiones causales. El
propósito de este paso es entender el deseo del paciente (consciente o inconsciente) de
buscar ayuda externa. Este paso involucra un diagnóstico de la motivación del paciente por
la terapia y esto incluye la comprensión subjetiva del paciente de su enfermedad o trastorno.
Las actitudes que los pacientes sostienen hacia su trastorno, así como sus expectativas
hacia la psicoterapia, son temas que se interconectan en este tercer paso del diagnóstico.
Indagar por los recursos y habilidades personales del paciente proporciona la fase
preparatoria específica para la terapia analítica existencial. El modelo estructural del
análisis existencial y las motivaciones fundamentales personales son el antecedente
esquemático para determinar los recursos personales del paciente. Este modelo permite
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una exploración sistemática de las condiciones fundamentales de la existencia, a fin de
revelar cuáles condiciones están bien desarrolladas y cuáles bloqueadas.
El análisis de las necesidades del paciente está estrechamente conectado al paso anterior.
En el Paso 5 el terapeuta evalúa en base a sus observaciones y conocimientos personal,
las inminentes necesidades requeridas para mejorar la real situación vital del paciente.
Este quinto paso del diagnóstico conduce a establecer un plan terapéutico basado en un
resumen de la información reunida de los pasos previos. La panorámica de los bloqueos
biológicos del paciente también puede conducirnos a darnos cuenta que la perturbación
puede hacer más predominantemente a un nivel sistémico o en la patología de la pareja del
paciente, más que en el mismo paciente. Además, este cuadro diagnóstico general también
facilita una evaluación pronostica.
Luego que el diagnóstico analítico existencial inicial ha sido llevada a cabo, se hace un
segundo diagnóstico teoréticamente extrínseco. Éste se realiza según el esquema
diagnóstico que establecen diferentes comisiones internacionales. Su objetivo es servir
como correctivo para diagnósticos metodológicos específicos y así revelar posibles puntos
ciegos sobre las bases de la antropología y metodología y hacer uso de amplio rango
experimental dentro de la disciplina. A causa de su estructura estandarizada y esquemática,
el diagnóstico de psicopatología es cada vez más preciso. Emplear un sistema de
diagnóstico interdisciplinario facilita y mejora la comunicación con representantes de otras
disciplinas quienes utilizan métodos alternativos para llegar a un diagnóstico.
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GUBERMAN, Marta (1998) “Humanismo, Logoterapia y proceso Psicodiagnóstico”
La primera pregunta apela a nuestra capacidad de escucha, la cual debe ir más allá de la
mera percepción auditiva y su posterior intelectualización. El propósito de la conversación
con el paciente no es sólo el descubrimiento de los síntomas, su historia y su naturaleza;
sino que también debe ser el descubrimiento de esa persona: sus fuerzas, sus debilidades,
sus experiencias, sus necesidades... No basta con oír lo que el paciente necesita, lo cual a
veces es bastante explícito; sino también percibir lo no explícito.
La escucha y el tiempo son los pilares de este primer conocimiento del paciente:
A. Escuchar: debe ser atenta e interesada. Lo que nos está diciendo esta persona es
de capital importancia para ella. La escucha es parte del diálogo y de la mesura de
nuestras palabras. Con esto queremos significar que antes de hablar debemos
pensar si nuestras palabras serán más valiosas que nuestro silencio.
Tiempo: en cuanto al tiempo también como pilar, nos referimos a que está más allá del
cronológico de la entrevista. Nos referimos al tiempo que debemos tomarnos para
estudiar, para analizar, para reflexionar: ¿Qué estamos haciendo? ¿cómo lo estamos
haciendo? ¿Cómo podríamos mejorarlo? ¿Cuáles son las dificultades con la que
tropezamos? ¿será necesario consultar otra opinión?.
En relación al tiempo cronológico dedicado la entrevista, se nos dice que debe de ser de
aproximadamente 50 minutos. Menos, tal vez, no alcancé para todos los datos, y más
resulta demasiado para mantener fija la atención.
Esto es así en términos generales, pero debemos mantener cierta flexibilidad. A veces una
persona necesita más tiempo para describir su problema. Otras veces puedo ocurrir que lo
verdaderamente crucial lo diga en los últimos 5 minutos. Lo más prudente será extender la
entrevista lo suficiente, es decir, hasta obtener un mínimo de datos que nos ayuden a
continuar en la próxima y también a cerrar la entrevista.
También puede darse otro extremo: las personas que dejan todo planteado en menos de
50 minutos. En ambos casos no conviene extender mucho más la entrevista. Lo mejor es
adecuarnos a las limitaciones y tratar de hacer lo nuestro lo mejor posible.
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A qué se refiere la autora con la pregunta: ¿Qué puedo hacer por el paciente?
Con respecto a esta segunda pregunta, “lo que puedo ofrecer” se relaciona con lo que
sabemos hacer y lo que podemos hacer. Esto no sólo involucra nuestros recursos teóricos
y técnicos, sino también nuestro sentido común y nuestra información general.
A veces ciertas personas vienen con un pedido concreto. Si estos pedidos no están dentro
de lo que nosotros podemos ofrecer, por ejemplo, porque no son nuestra especialidad, lo
más conveniente es la derivación hacia alguien que si puedo hacerlo. Consideramos
imprudentes y hasta irrespetuosos intentar hacerlo cambiar su demanda por otra que
nosotros sí podamos satisfacer.
¿Qué debemos evaluar como terapeutas para determinar si podemos comprometernos con
el paciente?
La tercera pregunta se refiere al compromiso. Tal vez ésta sea la más difícil de responder
y la que requiera mayor cuota de responsabilidad, porque comprometerse en una relación
terapéutica implica previamente un mínimo de autoconocimiento.
Hay situaciones por las que pasa todo ser humano, como muertes, accidentes,
separaciones, crisis de valores, etcétera. Si llegara a coincidir la situación del paciente con
la que estamos pasando nosotros, es importante que nos preguntemos a nosotros mismos
si somos capaces de ayudar a esa persona sin confundir contextos y sin identificaciones
cruzadas.
Sólo nosotros sabremos el límite entre difícil e imposible, y sólo nosotros podremos
establecer la oportunidad de una justa derivación. Si es nuestra obligación dar el paciente
lo mejor de nosotros mismos, el reconocimiento de nuestros propios límites resulta
ineludible.
Ahora bien, recordemos las tres preguntas: ¿qué necesita el paciente? ¿qué puedo hacer?
¿me puedo comprometer? Si coincide lo que podemos ofrecer con lo que el paciente
necesita, y además nos podemos comprometer, deberemos diferenciar el problema, crear
una hipótesis de trabajo y, finalmente como sugerir el tipo de intervención.
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Proceso es un concepto que remite al tiempo. Es decir, a una serie de fenómenos que se
irán dando a lo largo de un determinado lapso. La noción de proceso implica una serie de
transformaciones que comienzan en un determinado momento, para alcanzar cierto estado
de cosas en un momento posterior. Por lo tanto, el concepto de proceso conlleva dos
condiciones: contextualización y acotación.
1. Contextualización: se refiere a que todo fenómeno debe ser tenido en cuenta dentro
de un contexto, que es precisamente el proceso, siendo relativo el valor del
fenómeno en sí mismo y por sí solo.
2. Acotación: significa que todo proceso tiene un principio y un fin, una apertura y un
cierre. Abrir el proceso tiene que ver en parte con las tres preguntas iniciales, con el
logro de una comunicación fluida, y con el establecimiento de ciertas pautas de
trabajo que incluyen: horario, honorarios, números de entrevista, etc. Cerrar el
proceso es la fase de devolución de la información, la cual incluye sugerencias de
acuerdo al objetivo del psicodiagnóstico.
La primera entrevista, la cual puede llevar más de una sesión, técnicamente es conveniente
que sea semidirigida. Si bien puede comenzar como abierta o libre para que el paciente
explaye libremente su motivo de consulta, luego se requiere de nuestra intervención para
cubrir las áreas que el sujeto no haya considerado. Esto es importantísimo porque el
material que luego obtendremos en los test podrían interpretarse de una u otra forma de
acuerdo a los datos reunidos.
La exposición libre nos permitirá no sólo atender a la verbalización, sino también observar
su vestimenta, su lenguaje corporal, sus gestos; con cuál de los aspectos de su vida eligió
comenzar, cual deja sin nombrar, con cuáles manifiestan angustia y con cuáles se siente
satisfecho, etc.
1. Área salud: la mayoría de las personas pasan por alto esta área, Tal vez porque
consideran que un psicólogo sólo tiene que contarle cosas “psicológicas”. Lo
importante es que psicólogo recuerda que la psiquis se sostiene sobre un cuerpo,
que si éste está mal alimentado, mal descansado, intoxicado, repercutirá sobre
aquella.
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2. Área de trabajo: es importante preguntar por el trabajo que desempeña, las horas de
trabajo, si es de su agrado, si considera que lo hace bien, cómo son sus relaciones
laborales, etc. En caso de ser estudiante, podríamos preguntar sobre las horas de
estudio, vocación, rendimiento, etc.
3. Área social: las personas suelen hablar de los familiares con los que conviven, pero
también es importante preguntar por otros familiares y otras personas que puedan
aparecer como significativas en su vida.
4. Área ocio: indagar sobre qué hace cuando no tiene obligaciones, qué tipo de
actividades prefiere, si son actividades solitarias o prefiere hacerlo sin compañía, etc.
Para lograr una actitud metodológica en un proceso psicodiagnóstico, debemos seguir los
siguientes pasos:
Lo objetivo dicho: se refiere a las manifestaciones verbales del sujeto. A través de ellas no
sólo comprobamos su acatamiento a las reglas lógicas, sino también conoceremos sus
ideas, valores, creencias, opiniones, su visión del mundo.
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Datos subjetivos: involucra la percepción que el sujeto tiene de su vida psíquica. Los datos
subjetivos son la autodescripción que el paciente hace de sus vivencias de tiempo-espacio,
de su conciencia de realidad, de la conciencia de su propio cuerpo, de sus sentimientos y
estados afectivos.
4. Análisis: consistirá en investigar cada test por áreas: biológica, psicológica, social
y espiritual.
5. Crítica: es el proceso por el cual se decanta la información y se correlacionan los
indicadores de las diferentes técnicas.
6. Síntesis: composición de un todo, que en este caso es la llegada del diagnóstico.
7. Integración: implica la devolución de la información al paciente.
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GUBERMAN, Marta (2009): “El proceso Psicodiagnóstico y sus Problemas”
Realice una breve síntesis acerca de las reflexiones que realiza Marta Guberman, en torno
al concepto de objetividad aplicado al proceso psicodiagnóstico.
El abordaje Humanista del diagnóstico exige la conciencia de que, por encima de toda
técnica, hay una clínica; es decir, una praxis que Integra los datos cualitativos y cuantitativos
a esa totalidad que es el ser humano. También exige la conciencia de que, por encima de
todo a clínica, hay una meta clínica; esto es, un otro lugar más allá de la clínica.
Luis Martín Santos describe la enfermedad como un repliegue en el despliegue que debe
ser la existencia. Este repliegue es vivenciado por la persona como un corte, una irrupción,
una distorsión. Nuestra tarea es ayudarla a hallar el enlace de sentido entre una y otra orilla
del repliegue, para darle esa sensación de continuidad que necesita su identidad, ya que
un diagnóstico que no tenga en cuenta el sentido de tal repliegue, no será útil para nadie.
Tres momentos del diagnóstico¿A qué preguntas responde cada uno de los momentos?
Marta Guberman plantea que el diagnóstico en psicología debe pasar por tres momentos:
Es importante aclarar que la salud es entendida como el mayor grado posible de ejercicio
de la libertad. Así, una persona será tanto más sana cuanto mayor sea su libertad para:
“pensar de acuerdo consigo mismo y con sus propias capacidades”, “actuar sin confusión
o inhibición exagerada”, “sublimar impulsos y conflictos” y “establecer, mantener y gozar de
los vínculos humanos”.
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b. Específico: cuando llegamos a la conclusión de que la persona efectivamente está
enferma, comienza un proceso de investigación para intentar develar ¿Qué tipo de
enfermedad es la que padece?.
Si la persona está enferma implica que tiene restringida su libertad, por ello en este
momento lo que se intenta averiguar es: ¿de qué está enferma?, ¿qué la aqueja?, ¿por qué
sufre?, ¿por qué ahora?, ¿por qué aquí?.
b. Nivel Psicológico: en este nivel la libertad se expresa como libre albedrío: somos
conscientes y capaces de discernir entre lo que queremos y lo que no queremos, entre lo
que nos conviene y lo que no nos conviene. Es decir, el libre albedrío se relaciona con la
posibilidad de elegir frente a una variedad de situaciones que tienen que ver con el Polo
placer-dolor o desagrado-agrado.
c. Nivel Racional: la libertad se relaciona con el obrar de acuerdo con una ética. Ya no
se trata de elegir entre algo que me plase o no, sino entre algo que debo realizar o no de
acuerdo con mi conciencia moral.
Esta es la libertad de la que habla Frankl cuando describe su idea de hombre. El acepta los
condicionamientos biológicos, psicológicos y sociales que puede padecer el hombre, por lo
que nos dice que este “no es libre de tales condicionamientos”; pero, merced a su libertad
ontológica, sí es libre para tomar una actitud frente a ellos.
Al decir que una persona es tanto más sana cuanto más amplia es su libertad para pensar
por sí misma en función de sus propias capacidades, más puede actuar de acuerdo con
sus propias convicciones y más libre se siente para establecer vínculos con los otros y
gozar de ello.
Pero no es posible hablar de libertad sin hacer mención de la responsabilidad como valor
agregado de la libertad, que consiste en hacerse cargo. Se puede ser libre sin
responsabilidad, pero no podemos ser responsable sin libertad.
Dicho esto, para la Justicia una persona es imputable cuando la conducta ilícita es realizada
voluntariamente y con pleno entendimiento, porque la hace responsable de sus actos; y
será inimputable cuando no haya comprendido las consecuencias de sus actos.
Para el momento genético del diagnóstico, es la clínica la que nos provee de los parámetros
para catalogar una conducta dentro de un continuo cuyos polos son la salud y la
enfermedad. La norma clínica no concibe la salud como ausencia de enfermedad, sino
como capacidad desarrollo. En otras palabras, no implica inexistencia de conflictos, sino
capacidad y recursos para enfrentarlos y resolverlos.
o Toda puesta en marcha de una energía mayor a la suficiente y necesaria para una
tarea determinada
o Toda función que se desestructura, tornándose en disfunción; es decir que, en lugar
de llevar a la adaptación, la dificultad.
o Toda alteración de los valores hasta ahora sostenidos
o Toda conducta o pensamiento que restrinja o coarte la posibilidad de elegir.
Estructura de personalidad
Otto Kemberg establece los siguientes criterios para establecer el tipo de estructura de
personalidad:
a. Contacto con la realidad: un yo sano y maduro delimita con precisión las fronteras
entre el mundo externo y el mundo interno. La función yoica que se pone en juego para
integrar los polos de esta dimensión es el principio de realidad.
- Apreciación de la realidad
- Adaptación a la realidad
- Juicio de realidad
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PARTE II
La teoría del campo de Lewin nos permite manejar una serie de conceptos por medio de
los cuales nos es posible representar la realidad psicológica de una persona; es decir, su
aporte respecto al PPD consiste en permitirnos representar la proyección del espacio vital
en un plano gráfico.
Lewin define al campo como la totalidad de los hechos coexistentes concebido como
mutuamente interdependientes. Esta definición correspondería a lo que nosotros llamamos
“contexto”, o sea, las situaciones y circunstancia que rodean a una persona en determinado
momento, y que acotan, de alguna manera, múltiples sentidos que puede adjudicarse a su
conducta.
De acuerdo con esto, la conducta que surja, lo hará en función del campo en el cual se
realiza, y en el momento en que se realiza.
La persona está separada y diferencia del mundo exterior. Sin embargo existe una zona
intermedia en que no es la persona misma, pero pertenece a su realidad. Esta zona está
constituida por las relaciones e interacciones importante de dicha persona con la realidad,
y que Lewin llama ambiente psicológico. El ambiente psicológico no es homogéneo: tiene
diferentes zonas o regiones cuya preponderancia hará que la persona vaya modificando su
ubicación en el espacio vital. Por lo tanto, para poder comprender la situación psicológica
de alguien, será necesario saber en qué punto de su espacio vital está ubicado, y qué
aspecto de su ambiente psicológico es el que está predominando.
Nuestro cuerpo se halla en un espacio. Lo que inscribamos dentro de dicho espacio guarda
relación con nuestro propio yo y con la forma de relacionarnos con él. El espacio gráfico
resulta la metáfora más clara de ello.
Hemos tomado de Lewis sólo los aspectos topológicos de su teoría. Si este aspecto lo
complementamos con los aportes de la grafología, tal como lo veremos, la hoja de
representación del espacio vital quedará subdividida en regiones. El análisis éstas, así
como lo ubicación de la persona en la hoja, será de suma utilidad para enriquecer las
técnicas gráficas.
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La grafología moderna ha descrito cuatro vectores en relación al gesto gráfico, que, a modo
de una brújula, muestra las siguientes tendencias:
1- El vector que se dirige al NORTE es el vector espiritual. Tiene que ver con las
necesidades y aspiraciones espirituales, pero también con el pensamiento abstracto, en
tanto va dirigido a un plano que no tiene contacto directo con la realidad de los sentidos.
3- El vector que va hacia el ESTE es el vector del contacto con la realidad exterior. Es
el mundo del trabajo, de las relaciones sociales, de la actitud activa y agresiva; de la
extraversión y la acción dirigida al futuro.
4- El vector que va hacia OESTE se relaciona con el contacto con la realidad interna, o
sea, es el vector de la introversión, de la reflexión, de la contemplación. Implica un actitud
pasiva y regresiva, dirigida al pasado.
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Los planos superior, medio e inferior se relacionan respectivamente con el plano intelectual,
el afectivo y el orgánico o biológico. Por su parte, la banda izquierda representa el pasado
y él sí mismo; la derecha, el futuro y la tendencia sociales; y la banda media, que ocupa
una mayor proporción que las anteriores, representa el presente y la realidad inmediata.
Años más tarde, D’ Alfonso ampliaría esto conceptos elaborando lo que llamó “mapa
personal” o grilla topológica, el cual se su divide en 16 casilleros imaginarios y nos permiten
ubicarnos frente a la problemática fundamental del dibujante y al enfoque que hace de su
realidad.El centro de la hoja representa al Yo, siendo los cuatro casilleros que le rodean, el
6 7 10 y 11, aquellos que tienen que ver con el cuidado que Yo hace respecto a cuatro
aspectos de su vida:
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Arquetipos gráficos
Los arquetipos gráficos(trazo y línea) son elementos simples que constituyen una figura.
Cada uno tiene una significación que a su vez tendrá que relacionarse con la zona donde
se halla dibujado.
Los colores de la naturaleza tienen una gran influencia sobre el hombre, quien, por su
constitución física y psíquica, recibe su impacto. Psicológicamente, los colores se
diferencian en cálidos y fríos. Los primeros favorecerían la adaptación y la vitalidad,
mientras que los segundos tendrían que ver con la oposición, la sedación, la distancia
afectiva.
c. Blanco: el blanco ocupa uno de los extremos de la banda cromática, y como tal, es
absoluto, o sea, no admite más variaciones que el matiz o el brillo. El blanco mate se asocia
con el vacío y la ausencia, mientras que el brillante con lo potencial, lo que aún no está, lo
que todavía no nació.
Por este no-ser, ya sea por imposibilidad de ser, ya sea por posibilidad aún no concretada,
el blanco nos dispone a la deserción y al abandono, connotando sentimientos de desapego
afectivo y de vacío interior que podemos expresar en conductas de coartación, huida social,
o incluso de solemnidad.
d. Gris: se asimila a una zona existente pero sin ocupar, como una frontera, una tierra
de nadie, de neutralidad. Desde esta falta de compromiso, manifiesta un contenido
emocional de descontento, de control emocional, de tensión unida a temor, por lo tanto,
tiende a comportamientos de prudencia, desconfianza y hasta desprecio.
Por otro lado, el negro también puede significar el origen y la fecundidad, porque así como
evoca la angustia y la muerte, también evoca la tierra fértil que recibe la semilla; la oscuridad
del origen; el misterio de la creación. Ya por temor, ya por desconocimiento, ya por misterio,
el negro nos dispone a la cautela y a la precaución, con un contenido emocional
predominantemente triste, turbado, angustiado, que se manifiesta exteriormente en
conductas de reserva y desconfianza.
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g. Rojo: color del fuego y de la sangre, el rojo simboliza sobre todo vida. Pero también
la destrucción, en la medida que el fuego destruye y la sangre puede ser derramada. El rojo
oscuro es el color de la libido y del corazón; mientras que el claro es el de la vida, de la
fuerza vital y de las fuerzas acometedoras de la conquista.
Por todo esto, la disposición a la que nos empuja este color, es a la hostilidad y al dominio¸
pero también a la protección. El rojo se caracteriza por un tono emocional de la alta
emotividad, de pasión, de inquietud, que expresamos con impulsividad, agresividad e
irritación.
h. Verde: se ubica equidistantemente del rojo y del azul. Por lo tanto, está entre la
frialdad y la calidez. Es el color que domina el reino vegetal, por lo que se lo asocia a la
vida, al nacimiento, a lo materno. Es el color del agua (símbolo de vida y de origen), y del
despertar a la vida. Justamente, por este recién comenzar, por este empezar un largo
camino, el verde también es símbolo de inconstancia e inmadurez.
Lo verde nos dispone a lo lúdico, con un contenido emocional de satisfacción y jovialidad
que se traduce en conductas de extraversión y de actividad.
(En los test gráficos, es importante tener en cuenta la zona del dibujo en la que utiliza
determinado color. Por ejemplo: el color negro en la ventana muestra un interior sólo o triste.
Mientras, por fuera, la puerta marrón habla de tensión y temor. El hecho de que la persona
lleve ropa amarilla puede relacionarse con un sujeto activo, expansivo y jovial)
Clínicamente, los gráficos nos permiten investigar el esquema corporal, el manejo del
espacio, las ansiedades, los conflictos y las modalidades de vinculación con los otros.
Contacto con la realidad: según este criterio, se agrupan los siguientes indicadores:
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➢ Respuestas a la consigan y delimitación del objeto:
➢ Relación del objeto con el espacio gráfico: esperamos que cada uno de los dibujos
esté relativamente centrado y que los diferentes elementos estén emplazados en la armonía
del conjunto.
Neurosis: por lo general el objeto se relaciona bien con el espacio gráfico, en cuanto
al tamaño y emplazamiento. Sin embargo, los pacientes que las padecen también son
proclives a excederse de los márgenes. Si el margen trascendido es el superior, hablaremos
de exceso de fantasía. Si es el inferior, podría ser por la depresión¸ o tal vez por arraigo a
lo material y concreto. El exceso en el margen izquierdo se relacionaría con una tendencia
a huir del mundo exterior, mientras que el exceso en el margen derecho habla de una huida
de sí mismo.
Psicótico: suele llenar toda la hoja con diferentes objetos con poca o ninguna relación
entre sí.
➢ Tamaño del dibujo: expresa cómo se siente el dibujante y cómo responde a los
estímulos ambientales. Las figuras pequeñas hablan de sentimientos de inferioridad,
conciencia de ´si desvalorizada, y sentimientos, respecto al medio, de estar perdido o de
sentirse impotente o rechazado. Las figuras grandes, no representan los sentimientos
opuestos a los pequeños, sino los mismos, y resultan de un intento de sobrecompensación.
Es esperable que el dibujo tenga un tamaño que oscile entre el 50 y 60% de la hoja utilizada,
lo que habla de equilibrio y buena adaptación.
➢ Movimiento y expresión:
Neuróticos: los movimientos aparecen coartados, por ejemplo, con las manos en la
espalda o en los bolsillos. De haber movimientos, serían aquellos que reflejan escasa
energía (inclinados, agachados, sentados), y pueden indicar tanto un agotamiento
emocional como una depresión.
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➢ Distorsiones: incluye las omisiones y adiciones que se apartan de la Gestalt. Cuando
aparecen en la figura humana, sugieren la presencia de conflicto en la zona afectada.
Neurosis: la omisión del cuello puede indicar escaso control intelectual sobre los
impulsos. Por el contrario, la exageración en el largo del cuello de la figura humana puede
estar reflejando una fuerte disociación.
Psicosis: la omisión del cuerpo humano, es decir, dibuja sólo la cabeza (así como la
casa puro techo), refleja un excesivo refugio en la fantasía, con el consiguiente desarraigo
de la realidad. El dibujo de la figura humana con sus órganos internos visibles también es
propio de la psicosis.
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Hemos visto que el esquema corporal es la imagen o representación más o menos
consciente que tenemos de nuestro propio cuerpo y de sus posibilidades, y que para su
conformación debían entrecruzarse tres ejes: el de la forma, el del contenido y el del valor.
Cabe entonces preguntarnos qué sucede cuando esté juicio de valor nace de la vivencia de
una corporalidad dañada, incompleta, ineficaz.
Por ejemplo:
- El análisis tradicional de estos gráficos en lo que está omitido el cuerpo nos indica
una estructura de personalidad neurótica, con un excesivo Refugio que la Fantasía.
El ser humano es un ser eminentemente histórico. Como tal, no puede existir fuera de la
historia y fuera del mundo, que es como decir sin tiempo y sin espacio. Sin cuerpo no puede
habitar un espacio, y sin espacio no puede desplegar una historia. La corporalidad dañada
modifica necesariamente la relación con el mundo y con los otros, y requiere una relación
terapéutica humanizadora que ayude a reconocer límites y posibilidades.
36
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL EN EL CUESTIONARIO DESIDERATIVO
Desde el punto de vista clínico, esta técnica nos dará información sobre el grado de
fortaleza yoica; y tendremos en cuenta, para el diagnóstico de la estructura básica, los
criterios de realidad, de integración de la identidad, de integración de la identidad, así como
el uso de los mecanismos defensivos.
Estructura neurótica: el fracaso total se da por bloqueo, con respuestas tales como:
“no sé… me mató”, “no se me ocurre nada”. El fracaso parcial se da cuando el sujeto logra
responder la consigna pero a medias, por ejemplo, adoptando identidades humanas como
ángeles o personajes míticos (en adultos este tipo de respuestas suele reflejar un
mecanismo de desmentida característico de los trastornos de personalidad). El fracaso
parcial también ocurre cuando no puede responder a todas las catexias positivas (no sabe
cómo defenderse) o negativas (no sabe de qué defenderse).
➢ Delimitación del objeto: apunta al grado de diferenciación entre yo-no yo que, cuando
sea adecuado, hará que la elección recaiga en objetos concretos con límites definidos;
mientras que, al contrario, un yo indiferenciado elegirá objetos con límites difusos, como
tierra, arena… la presencia de este tipo de objetos en las catexias negativas deberá
alertarnos sobre un principio de desorganización.
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Integración de la identidad
➢ Descripción del objeto: dar una catexia positiva implica identificarse con un objeto,
para lo cual el sujeto pone en marcha otro mecanismo instrumental que es la identificación
proyectiva. Cuanto más exitoso sea el uso de este mecanismo, mayor especificación del
objeto y mayor integración de la personalidad. Esto significa que se espera, en un adulto
equilibrado, que en lugar de categorías generales (ej.: ave, pájaro), el sujeto se refiere a un
objeto específico (canario, águila). Además, el objeto debe ser aceptado o rechazado por
sus características reales. De esto da cuenta el tercer mecanismo instrumental: la
racionalización.
Los mecanismos defensivos tienen por objeto protegerse de la angustia o del displacer.
Algunos operan sobre los impulsos, modelando su descarga o bien bloqueándola, mientras
que otros operan sobre la realidad al modificar la información que el yo no tolera. Como ya
se ha dicho, el uso saludable de las defensas exige que éstas sean variadas y flexibles. De
acuerdo con ello, se podría sospechar un uso inadecuado de las defensas cuando, en
general:
38
Fallan algunos o todos los mecanismos instrumentales: primera y segunda
disociación instrumental, identificación proyectiva y racionalización.
Fallan las elecciones, ya por perseverar en uno de los reinos, ya por no discriminar
cualidades positivas y negativas.
Estructura psicótica: el otro nunca está presente. Los símbolos elegidos son siempre
inalcanzables o inaccesibles (el Sol).
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Como ya se dijo, el cuestionario desiderativo es un test proyectivo verbal que investigan la
integridad yoica y su grado de fortaleza debilidad. En tanto que su Consigna estimula al
sujeto a elegir y, por ende, hacer uso de su libertad, resulta una técnica sumamente
preciada para investigar los valores por los que la persona se siente atraída.
A partir de aquí, propongo retomar el aspecto valorado del objeto elegido de las catexias
positivas, y preguntar “para que” quisiera dicho valor. Por ejemplo, un sujeto dice que quiere
ser “Tigre porque es un cazador sagas”. Tomando la actualidad de Cazador salgas, se le
pregunta: “¿para que quisiera usted ser un cazador sagas?”. Es decir, rompemos la
identificación proyectiva con el símbolo y le damos la posibilidad de Renacer con la cualidad
deseada.
La pregunta debe personalizarse, es decir, preguntar para qué él quisiera ser o tener ese
aspecto valorado, porque de esta forma volvemos a hacer que se refiera a sí mismo; es
decir, lo sacamos del como si y lo devolvemos al Aquí y ahora.
La pregunta del para que permite al sujeto de tomar conciencia de aquello que valora y lo
combina a plasmarlo en una acción, en un proyecto. Si la Consigna lo acercaba la muerte,
la pregunta del para que le vuelve a poner distancia y le recuerda que debe hacer algo con
su vida. Es decir, la pregunta del para que pone en juego otro mecanismo: el de la
imaginación creadora. Esta permite al hombre trascender lo fáctico y descubrir una realidad
virtual, que es fruto de la integración entre la realidad que vemos y la realidad que
pensamos.
Algunas personas contestan el para que con un porqué, en cuyo caso podemos inferir que
están estancados en las causas, en el origen, sin poder encontrar la salida al futuro. En
estos casos, debemos ir con precaución y llevar el diálogo hasta cuando se vuelva a dar la
oportunidad de preguntar el para qué.
PARTE III
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EL PROBLEMA DEL SENTIDO
Entendemos aquí por existencia o espíritu lo propio del hombre con mala conciencia de sí
mismo, lo que caracteriza al Dasein. Lo existencial espiritual también es la sede de la
subjetividad, en tanto dimensión donde él yo se experimenta como intencional y ejecutivo.
Intencional porque se dirige algo, y ejecutivo porque es él quién realiza la acción.
En sentido vertical sincrónico, la profundidad cruza todas las dimensiones. Así podemos
considerar una profundidad de base constituida, en las dimensiones biológicas y
psicológicas, por lo más arcaico y primitivo de nuestro ser en natural. Sería así lo racional,
lo impulsivo, lo instintivo, lo que está más próximo a la Esfera somática, de ahí su carácter
apremiante que lo hará, muchas veces como objeto de la represión.
En sentido vertical, cabe hablar también de una profundidad de altura que, para la
dimensión psicofísica, estaría dada por todas las funciones conscientes y voluntarias; y,
para la dimensión existencial espiritual, es la conciencia entendida como órgano del sentido,
41
como la Facultad de descubrir y localizar ese único sentido que se esconde detrás de cada
situación. La profundidad de altura, por todo ello, se relaciona directamente con la
aprehensión de los valores; y esto también, a veces, puede caer bajo la represión.
El tercer aspecto a tener en cuenta es cómo medir la salud de esta dimensión existencial
espiritual. Por ser una dimensión metafísica, lo existencial espiritual no está expuesto a
ningún condicionamiento físico como psicológico o social; por lo tanto, no se deterioran y
enferma.
Las técnicas psicológicas descritas en la parte 2 de este libro fueron creadas desde un
marco teórico cuya idea del hombre no contempla la dimensión espiritual existencial, esto
es, no escribe los valores que atraen a la persona ni cuáles son sus proyectos hacia el
futuro; y, cuando investigan la profundidad de base, lo hacen sólo respecto de la dimensión
psicológica. Es decir, las técnicas estudiadas describen e Investigar la dimensión
biopsicologica (o sea la personalidad que tiene), pero no describen ni investigar la persona
que es.
Para acceder a la dimensión existencial espiritual tendremos que ejercer sobre las técnicas
una ruptura epistemológica, pero ya no para establecer un diagnóstico, sino para encontrar
a la persona más allá de su patología. La investigación de la dimensión existencial espiritual
se debe hacer en función de las categorías ontológicas de la existencia; alguna de las
cuales son: el tiempo, espacio, cuerpo, proyecto, autenticidad.
42
BIOGRAFÍA VITAL (Héctor Pelegrina)
Todo lo que tiene alguna estructura, toda entidad, tiene alguna permanencia, aunque sea
efímera. Es en la vida donde más plenamente se manifiesta la permanencia de cierta
mismidad. La mismidad orgánica es característica esencial de un organismo vivo. Un
organismo vivo es precisamente un sistema Dinámico unitario, cuya dinámica está el
servicio de mantener esa unidad, de mantenerse idéntico a sí mismo a lo largo de los
cambios e intercambios.
Conservación-renovación
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intercambio, en cuya estructura dinámica no puede aislarse realmente conservación de
renovación, ni organismo de comportamiento.
44
conservación del sentido. La historia, si es individual, configura la biografía. Esta puede
entenderse como proceso de realización de la vida, como historicidad vital.
Remanencia-transformación-prelación
La pervivencia del pasado modifica la forma de vivir el presente y abre nuevas posibilidades
de vida futura. En realidad, esta pervivencia del antes en el ahora, es una característica
constitutiva de la vida.
Pero en la vida no sólo está presente el pasado, también está presente el futuro. La vida es
un proceso Dinámico en cuyo presente vivido (presente continuo) se hace presente
necesariamente el futuro con antelación. Esta antelación de lo Porvenir es constitutiva del
proceso de vivir. El logro de lo pretendido está presente como prelación, esta actualización
de la conducta tendencial que se dirige a la prosecución de un objetivo.
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La antelación de la vida vivida consiste en una prelación. Esta prelación es simplemente
ese estar dirigida a fines de toda conducta. Es el carácter direccional de toda conducta. Una
conducta puede estar dirigida a fines concretos y particulares o estar dirigida a fines
genéricos o difusos. En la conducta humana esos fines siempre surgen en el presente
vivido, aun cuando puedan ser fines preconstituidos desde el pasado. Pasado que estará
actualizado (en el sentido de presente y actuante) en el presente vivido.
La presencia del antes remanente como forma del ahora y la presencia del después como
prelación tendencial del ahora, son actualizaciones operativas de lo pasado y lo Porvenir
en el presente vivido, son presentes en la vida, pero no son presentes a la persona, no son
actualizaciones cognitivas para la conciencia del sujeto o actualizaciones vivenciales. “La
remanencia y la prelación son inconscientes”. Esta actualización transcurrente de lo
meramente vivido configura el modo de percibir cognitivamente y el modo de sentir
vivencialmente. La remanencia y la prelación configuran la forma de concienciar, pero ellas
nunca son presentes a la conciencia.
Remanencia y prelación conforman la forma de hacer presente las cosas a la vida, pero,
por eso mismo, estas dimensiones temporales de la estructura de la vida no pueden estar
presentes (conscientemente o vivencialmente) a la propia estructura de vida, de la cual
forman parte.
Retención-pretensión
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En la vida humana, recordemos, todo está actualizado como realidad. Este tipo de co-
actualización real, exclusivo del ser humano, permite otro tipo de pervivencia del pasado en
el presente y otro tipo de antelación presente del futuro. Me refiero a la retención del pasado
“vivenciado” y a la pretensión “vivencial” de un futuro. En el ser humano no sólo está
presente lo vivido, sino que lo vivido puede hacérsele explícito como algo vivenciado.
En la vida del hombre suele estar presente la representación del pasado como retención
vivencial (como vivencia simbólica) y suele estar presente la representación del futuro como
pretensión vivencial (como vivencia simbólica). Retención de pasado y pretensión de futuro
queda referidas a la vida presente que Presta atención al pasado o al futuro, dejando la
vida presente atenida a este pasado y a ese futuro. Ese pasado se me hace presente - o
yo lo evoco- como recuerdo vivencial: es la representación como recuerdo de un pasado
retenido. Este futuro se me hace presente - o yo lo invoco- como pretensión vivencial: es la
representación como pretensión de un futuro previsto.
Memoria-consideración-proyecto
La capacidad vivencial del ser humano como la posibilidad de que lo vivido se exprese
como vivenciado, revela al ser humano el modo de estar afectado él mismo por lo vivido y
revela lo vivido como afectación de su vida. Esta es la estructura básica de la vivencia. Esto
es como aquello que ha afectado a la persona en algún grado y de algún modo.
En el caso del recuerdo de la memoria, alguien evoca “su” pasado como tal “pasado” y
como pasado “suyo”. Aquí, la temporalidad se hace explícita, como un tiempo concreto. El
sujeto revivencia, simbólicamente con su imaginación, una vivencia sentida en el pasado.
En realidad aquí, en el recuerdo, el sujeto lo que hace es retrotraerse estimativamente a si
mismo hacia el pasado vivenciado, volverse a instalar afectivamente en lo ya vivido antes.
En el recuerdo, más que traer el pasado al presente, lo que sucede es irse uno mismo hacia
el pasado propio. La diferencia con la remanencia es notable: en el recuerdo no se trata de
47
que persista lo pasado en mi presente, se trata de que yo me vuelvo a mi pasado, cuando
tengo un pasado retenido.
Antes-ahora-después
En este Vivir del mero estar viviendo, el viviente diferencia claramente entre su vida anterior,
actual y posterior, pero no diferencia las dimensiones del tiempo mismo como pasado,
presente y futuro.
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El viviente viviendo “sabe intuitivamente” sin lugar a dudas lo que él ya ha vivido antes y lo
diferencia de lo que está viviendo ahora y de lo que va a vivir probablemente después.
Estas discriminaciones conductuales intuitivas diferencian claramente las tres dimensiones
temporales de la vida. Pero no distinguen tiempos diferentes. No hay propiamente tiempo,
conciencia o percepción del tiempo y de su estructura, hay sólo percepción de la vida
discurriendo temporalmente.
Es claro que esa estructura biográfica vital, no vivencial, que abarca comportamiento,
corporalidad y geografía del mundo, implicará necesariamente una estructura de sentido.
La biografía tiene una estructura de sentido, por lo tanto de carácter simbólico.
La real relación con la realidad es la corporalidad. La biografía vital (vivida), como estructura
de hechos con sentido configuradora de la relación humano realidad, va dando forma a la
personalidad encarnada como corporalidad, como cuerpo animado intencionalmente
respecto del mundo. Todo lo descrito depende de cómo se ve afectada la persona por su
nueva situación existencial. Esto es configurador de su biografía personal, tejida a nivel
vivencial.
49
A su vez, las “formas” de vida configuran las posibilidades de los “modos” de vivenciar. Las
vivencias son modales, por eso aparecen siempre como modos intencionales, como modos
de estar afectada la persona explícitamente por lo vivido. Pero lo meramente vivido tiene
formas, que conforman la vida de uno u otro modo. Esto muestra que el nivel vivencial de
configuración de la biografía personal retroactúa sobre la biografía vital determinando el
sentido de la conformación de la vida.
Entender cabalmente esta relación de formas de vida con modos personales de vivir y
vivenciar es fundamental para captar la mejor o peor conformación que encarnan los
fenómenos de vida, ya sean las acciones bien conformadas de la vida personalizándose,
ya sean las acciones mal conformadas de la vida despersonalizándose, en lo que llamamos
estructuras psicopatológicas.
La biografía vital como formas transcurrentes de vida (de lo vivido) es el telón de fondo (el
contexto temporal) sobre el que destacan los momentos de vida, las estructuras
psicopatológicas por ejemplo. Y es desde ese contexto temporal desde donde es posible
leer semiológicamente cada fenómeno psicopatológico. Es sobre ese contexto biográfico
sobre el cual es preciso integrar las formas semiológicas captadas (los fenómenos
psicopatológicos) para lograr un diagnóstico psicopatológico: captar la forma de
despersonalización del comportamiento del sujeto personal, no sólo el modo
despersonalizante de vivir.
Pasado-presente-futuro
50
por abstracción, el concepto de tiempo que el vivencia - como persona- como su presente
o como su pasado y su futuro.
Esta biografía personal -de la intimidad vivencial- la única que puede retenerse y
recordarse, la única que puede pretenderse y proyectarse, está siempre presente en toda
persona, ya lo esté de un modo eminentemente asumido, apropiado y elegido de modo
personal o esté de modo impersonalizado por renuncia a elegir, a asumir y apropiarse de
la propia vida por decisión personal, por desapropiación. Esta es la biografía que Configura
los fenómenos psicopatológicos. Es lo que sucede, por ejemplo, en una fobia, en la cual la
persona no asume su temor. O es lo que sucede en una filia, en la cual la persona no asume
la autorrealización de su propia vida futura, sino que entrega su vida personal a algo
impersonal con la pretensión de que ello le realice su vida, que así queda despersonalizada.
Por supuesto que una vida personal, una biografía real, es siempre un tejido inextricable de
fenómenos meramente vividos y de fenómenos vivenciados, y dentro del plano vivencial un
tejido multicolor de dimensiones personales entretejidas con muchísimas dimensiones
impersonales. Es absolutamente imposible apropiarse, personalizar todas las dimensiones
de la propia vida, todos sus hechos, eventos y sucesos. Cuando alguien lo intenta, con una
dinámica evidentemente neurótica, lo que logra es despersonalizarse.
La biografía personal sólo puede ser la construcción de la propia intimidad por apropiación
personal. Esta biografía íntima tendrá, por supuesto, una estructura textual construida con
significados consentido personal. Una biografía real será siempre una estructura de
realización, de apropiaciones no sólo del sentido de la cosa, sino también y necesariamente
de apropiaciones de las cosas mismas con las que realizamos nuestra vida. Implicará un
proceso de disposición y elaboración fáctica de la realidad y de mi como realidad.
Progreso-estancamiento-regreso
¿Cuál es el concepto de Progreso que nos permite apreciar dicha progresión biográfica de
la vida? Es precisamente el concepto de personalización: ir siendo cada vez más sí mismo,
teniendo más personalidad, al tiempo que vamos desarrollando un mundo Cada vez más
personal, en el cual nos manifestamos cada vez más plenamente. Para ello es necesario ir
apropiándonos cada vez más de nosotros mismos y apropiándonos cada vez más de las
posibilidades de lo otro (del mundo). La persona que progresa va desarrollando su dominio
sobre sí mismo y sobre su mundo personal, cada vez más rico y amplio y cada vez de un
modo más profundo.
Ahora bien, ese Progreso natural y normal de la biografía personal no es lineal. El Progreso
personal se realiza en un doble movimiento: de despliegue desde sí mismo y de repliegue
hacia sí mismo. La persona personaliza su vida expandiéndose en el mundo,
encontrándose con el mundo y adhiriendo el mundo a su intimidad, a la vez que va
penetrando en la intimidad del mundo. Ese movimiento progresivo de expresión y de
ensimismamiento no es rectilíneo, es más bien un espiral que en su movimiento circular, se
despliega hacia lo otro y se repliega hacia su propio centro. El conjunto de la vida hace
movimiento retro progresivos, vuelve sobre sí misma para reunir fuerzas o para recuperar
52
elementos previos para integrarlos al proyecto que lo lanza nuevamente hacia delante. En
el orden concreto del recurso biográfico esto significa que aún en la vida más progresista y
más desenvuelta hay momentos de Progreso junto a otros momentos de estancamiento y
aún otros de regreso.
Hoy es necesario matizar ese “llegar a ser” como un proceso de personalización, como un
“llegar a ser personal” de la existencia. La vida en el mundo exterior de un modo
biológicamente independiente, comienza como relación entre el medio ambiente y el niño
que “ya es”.
Ahora bien, la vida es ese proceso relacional, comunicativo, entre persona y mundo como
dialéctica de incorporación de lo apropiado y ex-corporación de lo inapropiado. La vida es
un proceso de apropiación de lo que nos hace seguir siendo y desprendimiento de lo que
nos impide seguir siendo.
La persona, qué es quién da el carácter personal a la vida y a sus dos polos de realización
concreta: el mundo (con sus dimensiones y sus cosas) y la personalidad propia (con sus
dimensiones, rasgos, actitudes y conductas). Todos los fenómenos psicopatológicos le
suceden a una persona concreta. Lo que aliena, por no llegar a ser propio, son dimensiones
54
del mundo de la personalidad: la distancia o profundidad del mundo en las fobias; el Yo
estimativo, la autonomía moral, en la neurosis obsesiva; etcétera.
A. Maduración personal
b. Mundo maduro:
56
Es un mundo de cosas reales, con estructura propia multidimensional, no meramente
de dimensiones superficiales de presentación inmediata.
Es un mundo de realidades trascendentes a todos los humanos, que se percibe como
fundamento de la vida.
El ser humano tiene objetos personales que pretende alcanzar o lograr a través de su vida
personal. Alcanzarlo apetecido y satisfacer la apetencia se convierten en objetivos del vivir,
que se realizan precisamente con el proceso de procurar dichos objetos (comer, ver tal
película, obtener tal gratificación, encontrar pareja, llegar a tener tal o cual cosa, etcétera).
La persona inmadura tiene también objetivos personales, pero sus apetencias suelen tener
el carácter de meros deseos que espera le sean satisfechos por alguien, sin realizarlos por
su personal esfuerzo. Son vidas personales estancadas. Es frecuente que esas
personalidades inmaduras tengan una baja tolerancia a la frustración, que ocasiona
fenómenos de regresión a las dinámicas apetitivas, hacia actitudes infantiles respecto de
un mundo infantil. Es lo que sucede en fenómenos como la bulimia, en donde la
insatisfacción existencial personal se desplaza a apetencias apropiativas primaria, hacia el
apetito oral compulsivo, que tiende asociarse con alimentos impersonales infantiles. La
dinámica de ingesta no tiene su origen en la persona, sino los alimentos que obligan a la
persona a engullirlos mientras estén delante.
En estos casos, aunque el fin apetecido pueda ser considerado por un observador externo
como mero objetivo, seleccionado y o elegido libremente por la persona, ésta no lo vivencia
como una potencia que él tiene, sino como una necesidad que lo tiene preso a él, que lo
maneja, le quita su libertad y lo amenaza con la destrucción por no lograr la meta que lo
constituirá en persona, que le dará su vida. También es frecuente que la persona convierta
sus apetencias en obligaciones.
Etapas biográficas
La vida personal tiene periodos geográficos que son de carácter estrictamente históricos.
Son periodos de la Constitución, desarrollo, despliegue y realización de la estructura de
sentido que constituye la intimidad a través de ese proceso de personalización tantas veces
señalado en estas páginas.
A. Infancia
(0-12m): Con el nacimiento comienza la historia psicológica del individuo humano. Durante
este periodo el comportamiento operativo sensomotriz el bebé con su entorno va haciendo
surgir configuraciones percepto-motrices como objetos persistentes y subsistentes, los
cuales eran los soportes de los significados y sentidos para la vida. El bebé experimenta el
sentido general del ambiente en el que está y que siente, al tiempo que se siente como ser
vivo viviendo, de un modo indiferenciado, permaneciendo en una indistinción simbiótica con
el medio.
Esta primera etapa de la infancia (el primer año) es de una importancia fundamental para
la ulterior salud o patología psíquica del individuo, Ya que es la etapa del surgimiento del
psiquismo con el surgimiento del sujeto psíquico y de los objetos psíquicos que constituyen
el mundo como conjunto, dentro del cual el sujeto se sentirá viviendo de un modo o de otro.
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Este surgimiento del psiquismo determinará el tipo básico de relación individuo-mundo y el
tipo fundamental de sujeto y de mundo de dicha relación.
Una madre tierna y segura constituirá una relación de confianza básica con su bebé, que
producirá, como remanente incorporada, un modo básico confiado de la relación con el
entorno. Una madre crispada, temerosa y ansiosa, constituirá una relación básica de
disconfort, desconfianza e inseguridad con su bebé, que también perdurará como
remanencia configuradora de la corporalidad del niño. Está pervivencia por remanencia
como corporalidad no es una retención que pueda ser evocada, es la constitución de la
forma básica de relación individuo-mundo, que configura la forma fundamental de ser del
individuo y de ser de su mundo.
(10-20m): va surgiendo el psiquismo individual, con sus polos relacionales del mundo de
objetos y del primer nivel del sujeto (el "me"). Esta es la etapa de la instauración básica del
modo de estar en el mundo, por lo tanto, de instalación del humor básico, del ánimo básico
y del Temple básico. Si al niño se le deja que aprenda solo a caminar, por su cuenta y
riesgo, sin ayudas exteriores, descubrir a la seguridad natural del andar por sí mismo por el
mundo, desarrollando un dominio seguro de su propio cuerpo en el ámbito del mundo, al
que sentirá apropiado a su modo de andar por el mundo. Las ayudas para aprender a
caminar no sólo le quitan al niño el desarrollo de la seguridad en sí mismo para ir por el
mundo, sino que dificultan el aprendizaje fisiológico del deambular, ya que suprimen o
modifican la gravedad, imprescindible para caminar, y perturban el desarrollo de la
integridad kinestésica y cenestésica del equilibrio.
Esta es la etapa de transmisión de los modos familiares básicos de vivir la vida, al mundo
y a las personas. Una familia insegura y temerosa transmitir al niño la imagen de un mundo
muy peligroso y hostil, y le creará un sentimiento de sí mismo débil y vulnerable.
(2-3a): desde los dos a los tres y medio años, el niño construye lo “suyo”, lo propio,
vivenciado ahora como posesión, como pertenencia. (“mis” juguetes, “mi” mamá, “mi” ropa,
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“mi” cuerpo, etc.). Ya no es meramente la apropiación vivencial del "me" corporal, ahora se
va constituyendo el propio mundo de estructuras significativas y de sentido.
(4-7a): entre los 3 y medio y los 6-7 años se desarrolla en el niño el tercer nivel subjetual
de constitución del sujeto, de “yoización” de la vida, con el despliegue del “yo”. No se trata
aquí tan sólo de la vivencia corporal del "me", ni tan siquiera de la vivencia de sentido de lo
que me pertenece a mí, sino de la experiencia del niño de “ser yo”, una mismidad auto
discriminada respecto de los otros. Pero esa mismidad sentida, respecto de los otros, lo es
sólo en el orden práctico, no en el orden abstracto del pensamiento. Y, por otro lado, esta
“mismidad yoica” sentida por el niño, es dependiente de su inclusión en estructuras grupales
sociales (en primer lugar la familia) y se constituye, paradojalmente, por identificación con
otro u otros. Es la etapa de la imitación. Esta identidad yoica, constituida por el juego entre
las identificaciones y las discriminaciones, es importantísima para la constitución del sujeto
yoico de la vida ulterior.
En estas dos etapas (del "mi" y del "yo") se configura la estructura básica del carácter que,
obviamente, seguirá desarrollándose en la misma línea histórica del sentido o sufrirá
modificaciones, según sea el ambiente, el mundo habitual donde transcurre la primera
infancia del niño.
Un niño continuamente amenazado por sus padres con no ser querido, ni por ellos ni por
nadie, por no satisfacer totalmente a las expectativas que ellos tienen sobre su
comportamiento, desarrollará fácilmente una actitud fóbica en el plano de la comunicación
social, sintiéndose amenazado por la certeza de que será rechazado si manifiesta su propia
intimidad.
B. Adolescencia
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Como todos sabemos la adolescencia constituye una crisis. La crisis adolescencia es una
crisis existencial, pues la dinámica del proceso infantil ha llegado a su término y esto exige
restructurar personalmente toda la estructura de la existencia, desde el propio cuerpo hasta
los valores del mundo en el que se existe. Esta reestructuración crítica consiste en la
reapropiación personal de lo que ya era propio del individuo Infante y en la apropiación de
nuevas dimensiones del mundo y de la vida descubierta en la crisis.
Más importante para nuestro tema es cómo se viva, cómo se vivencie y se experimente la
propia identidad, ya que es frecuente en esta época el conflicto de identidades subyacentes
en muchos fenómenos psicopatológicos. El adolescente pasa de vivenciarse a sí mismo
como teniendo una identidad básicamente social, impersonal, sometida el reconocimiento
por parte de las estructuras de pertenencia, pasa de sentir que tiene una identidad que es
desde los otros, a sentir la necesidad personal de ejercer la propia identidad, definiendo las
cosas del mundo por preferencia, estimación, selección y libre elección.
C. Juventud
Este es el periodo en el que surgen las primeras grandes frustraciones personales: no llegar
a ser alguien y no llegar a tener algo digno de uno. No llegar a tener un mundo propio, ni
una vida propia. Es en la juventud cuando hace su aparición las grandes patologías por
despersonalización global de la vida y del mundo, cuando se producen las grandes
deserciones personales de la vida. Ejemplo de ello es el alcoholismo y la drogadicción: en
ellas el sujeto se engancha a la droga, al tiempo que se desengancha del mundo de la vida.
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D. Madurez
La madurez es el periodo biográfico de las grandes crisis personales, de las llamadas crisis
existenciales, en que alguien se cuestiona la vida entera, Ya sea como cuestionamiento del
sentido de la vida, ya sea como cuestionamiento de la elección del camino tomado
biográficamente. A veces dichas crisis son precipitadas por fracaso circunstanciales en un
área de la vida: ruptura matrimonial, despido del trabajo, graves problemas o muerte de un
familiar, etc.
Las crisis de pérdida de sentido de la vida sólo pueden suceder en alguien que no es origen
delacion de sentido, sino en alguien que vive el sentido de la vida como proveniente desde
el afuera: desde la sociedad combates del éxito, desde el poder, desde el dinero, desde un
metarrelato religioso, político, etcétera.
E. Vejez
Este período final de la biografía, no de la vida, se estructura según se integran las tres
variables que constituyen el campo de la vida humana:
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Estado biológico de la corporalidad: el estado biológico del organismo, en que encarna las
intencionalidades de la vida y las intenciones de vivir, condiciona siempre el modo de vida.
A la vida personal del individuo la condiciona fuertemente y a veces la determina.
Las limitaciones biológicas pueden presentarse a lo largo de toda la vida. Pero sin duda es
en la vejez cuando son más frecuentes y cuando usualmente son más limitantes. Alguien
que no haya madurado a lo largo de su vida, incorporando sus transformaciones corporales
a su vida personal y su personalidad, tendrá una mala vejez, a veces horrorosa. Uno de los
casos extremos de ello sucede en las dismorfofobia, en que la persona ha alienado su valor
personal en el aspecto de su cuerpo.
La sociedad: la sociedad en que vive el viejo es la segunda variable que incide claramente
en la configuración de su vida en este periodo biográfico. Una persona vieja, para realizar
su vida personal de un modo digno, necesita recursos externos de distinta índole: necesita
manutención y cuidados biológicos, atención psicológica, estima, cariño, comunicación
personal e interés por su intimidad, entretenimiento, etc. Cuanto más madura se la
personalidad del viejo y cuanto más rico sea su mundo personal, menos dependerá de la
sociedad.
En este tema es importante el hecho de que la habitual pérdida del rol social de la identidad
de reconocimiento, de pertenencia, en esta etapa de la vida. Si el sentimiento de sí mismo
y la vivencia de la propia identidad no están firmemente aceptados en estrictamente
personal, en sus propias personas, y dependen de los roles sociales antes de atentados,
es fácil la quiebra biográfica por su pérdida, con alteraciones del ánimo que pueden
desencadenar fenómenos psicopatológicos.
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el tiempo. El viejo se refugia en su pasado, como único tiempo personal. Este no estar
animados y el futuro combatiendo a configurar una existencia de tipo depresivo.
La gran preocupación del gremio de los viejos es la muerte. El viejo, en lugar de ocuparse
en vivir, se preocupa por mantener la muerte más allá del presente, pero esto no hace más
que introducir la idea y el presentimiento de la muerte en el presente vivido.
F. La Muerte
La muerte personal, entendida como muerte de la dimensión personal del ser humano o
como muerte del sí mismo autónomo, independiente y libre por apropiación
personalizadora, si puede constituir un periodo de la biografía humana. Cómo veremos, ese
período puede ser transitorio abarcativo de gran parte de la historia personal. O puede
originar el acto suicida, en que la persona, que se vivencia como totalmente muerta como
persona, mata a su cuerpo biológico y mata su vida como individuos. Pero el tema se
complejiza y complica si consideramos el problema de la muerte para la persona.
El trato que las personas tienen con la muerte depende en gran medida de la mentalidad
de la persona, y en relación con esa, de la concepción que tenga acerca de lo que es la
muerte. Esta concepción de la muerte, que las personas tienen, está muy influida por el
imaginario colectivo de la sociedad a la que pertenece el individuo, que siempre
dependiente de las ideologías y cosmovisiones de la cultura de dicha sociedad de cada
época.
La única realidad de la muerte es ser el límite último de la vida, vida entendida como proceso
procursivo que va desde el límite del nacimiento, como aparición de la vida, hasta su final.
La vida es un proceso apropiativo de construcción progresiva de una mismidad, cada vez
más autónoma e independiente y con un dominio cada vez mayor de la realidad. El
propósito intramundano de la vida parece ser el de vivir con plenitud la propia vida, vivir con
libertad.
65
La vida, como todas las realidades del universo, es limitada y sus límites son constitutivos,
son dimensiones de la constitución de la vida y de lo vivo. El momento final de la vida tiende
a ser conflictivo o al menos problemático para el sujeto viviente, con capacidad de vivenciar
efectivamente el valor de la vida y de sus límites. No asumir los límites de la vida real es no
asumir la realidad de la vida. Si no se asumen los límites propios de la vida, si se enajenan
dichos límites, se aliena la muerte, se convierte el límite final de la vida en algo extraño a la
vida. También, de paso, se aliena parcialmente la vida, ya que se aliena parte de su
constitución y consistencia real, su dimensión finita.
Este modo de vivenciar la vida es justamente la vivencia de angustia, que consiste en ser
una vivencia de muerte presentida que paraliza la vida personal. El paciente, ante la
amenaza de perder la vida deja de hacer su vida personal: surge la psicopatología.
De esta forma, la impresión es vivencia mientras que la experiencia es más que la vivencia.
La experiencia implica la segunda parte del AEP donde se debe ubicar la vivencia en sus
valores para que sea la experiencia. Cuando he experimentado algo entonces tengo
experiencia.
El AEP considera que una de las cosas, más importantes n mi vida es el “consentimiento”.
Lo importante es si algo es decidido o no, si me siento bien o mal con mi decisión. El
consentimiento puede ser consciente o inconsciente, y produce la comprensión más
profunda de sí mismo. Hace más humano al ser humano.
Concepto salud-enfermedad
66
Desde el AEP se concibe la salud como la capacidad de hacer lo que uno quiere en general.
Cuando no puedo hacer repetitivamente lo que quiero hacer, empieza la enfermedad. Hay
cuatro niveles de gravedad psicopatológica:
Para que haya Salud es central establecer un diálogo con el mundo. Cuando uno puede
comunicarse, disuelve los problemas. Donde hay diálogo hay cambio. Donde hay bloqueos
hay patologías, fijaciones, reacciones de Coping.
La filosofía existencial plantea una diferenciación entre los conceptos de Ser y Existir: todo
lo que es “es”, pero no todo lo que es existe. Se reservará el concepto de “Existencia” a los
seres humanos, por tener estos “conciencia de sí”, capacidad de pensarse.
“El hombre –en cuanto persona- es el único que puede elevarse por encima de sí mismo –
como ser vivo- y partiendo de un centro situado, por decirlo así, allende el mundo tempo-
espacial, convertir todas las cosas, y entre ellas también a sí mismo, en el objeto de su
conocimiento”. (Max Scheler, 1938)
67
E. Husserl (1859-1938): desarrolla lo que llamará fenomenología de la percepción, donde
“fenómeno” es lo que se da a la conciencia, porque la conciencia se lo da a sí misma,
poniéndose en todo acto intencional.
Husserl plantea ¡Ir a las cosas mismas!, es decir, dejar valer la realidad, tal como es,
poniendo entre paréntesis (epojé) la opinión sobre la realidad. Mundo y yo – separados por
Descartes – vuelven a formar una unidad, pues ambos están contenidos en lo que aparece.
Heidegger: discípulo de Husserl, da un paso hacia el Ser al escribir su obra Ser y Tiempo
(1927). Mientras a Husserl le interesa el tema de la consciencia, la intencionalidad, las
vivencias, etc.; a Heidegger este tema no lo ocupaba, sino la cuestión por el Ser ¿qué
significa “ser”, cuando decimos que algo es?
Para Heidegger, el concepto de fenomenología tiene una concepción algo diferente: del
griego Fenómeno: “phainómenos” del verbo brillar, lucir, manifestarse. Es decir, lo que se
manifiesta.
Längle plantea dos modos de Percibir: la forma ingenua, cotidiana, y por ende más
superficial, en resumen, lo que se hace cuando se mira, y una forma profunda, comprensiva,
68
que ve la esencia de aquello que se manifiesta en su aparecer. La primera es funcional,
práctica, la segunda es intuitiva, no calculadora. Estas formas de percibir, tienen un
correlato con los modos de ser que nos ofrece Buber: la relación Yo-Tú, vinculada con una
percepción de profundidad, esencial; y la relación Yo-Ello, orientada a una relación más
funcional y práctica, más superficial.
Por lo anterior, podemos decir que la fenomenología requiere de una relación Yo-Tú donde
la presencia y el encuentro con el otro, es lo que quiebra la vivencia de soledad y desamparo
y lo que nos brinda el sentido de la coexistencia. Es con esta mirada profunda donde
encuentro al otro y a mí mismo.
En este país, con estas condiciones, se posibilita el surgimiento de una nueva mirada en la
práctica clínica, un nuevo abordaje al ser humano que pide ayuda: se comienza a hablar,
en los años `60, de psicología humanista.
Con Carl Rogers, esto se hace evidente: Terapia Conversacional, terapia centrada en la
persona, auto-actualización, autenticidad, etc. son conceptos que en los años sesenta
revolucionan el ámbito terapéutico. Comienza a esbozarse lo que se llamará la Tercera
Fuerza. Anteriormente, A. Maslow había introducido su pirámide hacia la Autorrealización.
Su visión de la naturaleza humana como intrínsecamente buena llegó a ser un tema mayor
del movimiento del “potencial humano”.
Los humanistas sostienen que hay una especie de programación previa (por ejemplo el
plantearse que la naturaleza humana es intrínsecamente buena), a la que el mundo
circundante sólo le provee de los elementos básicos para que esa naturaleza se exprese.
Por ello es que para los humanistas el tema central es la autoactualización, es decir, por
los propios medios hago presente una naturaleza que pre-existe.
Pero en este punto surgen cuestionamientos de parte de aquellos humanistas (R. May entre
ellos) que ponían sobre la mesa temas tan humanos como la soledad, la resistida presencia
de la maldad y el sufrimiento en el mundo, la capacidad de elegir y decidir. Y aquí se divide
el camino entre los Psicólogos Humanistas y los Existenciales.
69
EXISTENCIALISMO: los Psicólogos Existenciales difieren en ese concepto de entelequia y
proponen el diálogo para que emerja la persona (respiración dialógica con el mundo); se
plantea al ser humano abierto al efecto recíproco que surge de esta relación; la autenticidad
no es sólo referida a sí mismo (humanistas), sino que además es con el contexto situacional
(sentido).
Una naturaleza “esencialmente buena” no tiene lugar aquí, pues eso sería restarle lugar a
la posibilidad de elegir y responsabilizarse por esas elecciones. Como método terapéutico
en ambos hay un empatizar, pero difieren en que los humanistas buscan reflejar a la
persona para que se vea a sí misma, y los existenciales confrontan a la persona para
facilitar la comprensión de sí y de su situación en el mundo de modo que pase a la acción
desde una toma de posición libre y responsable.
El Análisis Existencial desarrollado por el Dr. Alfried Längle, se define como “… una
psicoterapia fenomenológico-personal, cuyo objetivo es ayudar a la persona a alcanzar un
vivenciar libre (mental y emocional), tomas de posición auténticas y un trato responsable
consigo mismo y con su mundo” (2007, p.9)
70
Estas cuatro motivaciones fundamentales son:
71
Apuntes de cátedra
- El “sentido” se pierde por la caída de los valores. Cuando pierdo el contacto con los
valores, pierdo el sentido de la vida. Frente a esta pérdida aparece la “queja”, y es frente a
ella que uno debe tomar posición.
- Binswanger define la psicoterapia como: “la RECONCILIACIÓN del hombre consigo
mismo y, por ende, con el Mundo. Es la transformación de la enemistad para consigo mismo
en amistad para consigo mismo y con el Mundo”.
72
UNIDAD IV: PRIMERA MOTIVACION FUNDAMENTAL DE LA EXISTENCIA
Resumen
Definición y descripción
La reacción general (reacción de coping) contra este estadode indefensión y el sentirse sin
suelo en que apoyarse es elreflejo de sostén (tensión muscular, reacción de alarma
delcuerpo y de la psique) y la búsqueda de protección, seguridady sostén, en vistas del
abismo de la existencia.
b. La angustia tiene también un origen “social”, tanto entre los animales como entre los
seres humanos. La transferencia de la angustia del individuo al grupo y viceversa ya pudo
ser observado por los antiguos griegos en sus rebaños de cabras, las que, enceguecidas
por el pánico, no rara vez se despeñaban cayendo en el precipicio. Los griegos creían que
el dios “Pan” se había metido en el rebaño, por lo que todavía hoy se denomina “pánico” a
la huida incontrolada y ciega ante un peligro que se experimenta como destructivo.
73
En el ser humano, la angustia individual está en una especial y compleja relación recíproca
con los miedos colectivos y los condicionamientos sociales. El influjo sociocultural de la
angustia exhibe hoy un cambio de significación y de función. Como síntoma de nuestro
tiempo no es sufrida la angustia sólo pasivamente, sino sirve como sustituto de un vacío de
contenidos vivenciales y de competencia.
Pero si la angustia no debe ser negada nipasada por alto, sino puede ser percibida cara a
cara, entonces ayuda al ser humano a hacerle patente su ser propioy auténtico, lo que no
es más que su “poder–ser”, su “posibilidadde ser”. El Dasein asume así su ser auténtico.
En la revelaciónde la existencia auténtica reside pues el valor dela angustia: este modo
fundamental de hallarse el Daseinen el mundo resulta del estado de yecto del Dasein en
elmundo por el que es permanentemente amenazado: lo queamenaza es “nada” y viene
“de ninguna parte”.
Un poco menos filosóficamente decimos hoy en el Análisis Existencial que el ser humano
que se angustia es “la persona en busca de sostén”. Esta persona experiencia quesu
poder–ser está amenazado por la “aniquilación”, encuentrasu existencia radicada en un
campo de tensión entre elser potencial y el potencial no–ser.
74
Cuando la angustia se hace patológica representa unmotivo de sufrimiento. En este caso,
el individuo aparecetan comprometido por la angustia, que ya no es más librepara el
cumplimiento de sus actos, según sea la situación enque se encuentra. La calificación de
“patológica” de la angustiaes pertinente cuando ella impide el cumplimiento delos actos
vitales. Entonces la angustia lleva al ser humano abuscar sostén. La angustia patológica es
el sufrimiento por la imposibilidad de hallar en la vida seguridades absolutas.
Dado que la angustia esun fenómeno del vivenciar subjetivo, un acceso fenomenológicoa
la esencia de la angustia humana ha de prestaratención a la vivencia subjetiva de la
angustia. Aquí haydos preguntas para hacer:
Este modo de proceder abre una perspectiva, en la que los fenómenos singulares avanzan
juntos hacia un punto de fuga, tras del cual o en su profundidad –o sea, “tras” sus formas
particulares de aparecer– se unen, en una unidad que los abraza.
b. Angustia de expectativa (miedo, fobia = angustia por la angustia = “no soporto esto”)
75
La otra forma de la angustia, que el ser humano puedeexperienciar, reside en un plano por
encima de la anterior yconsiste en la “actitud” miedosa frente al miedo. La esenciade esta
angustia es la expectativa, el estar al acecho de..., por lo que se la ha llamado angustia de
expectativa oexpectante. uno no se siente capaz de afrontar la angustia.
Hay un déficit de sostén en uno mismo.La causa que produce laangustia expectante no es
pues la conmoción del sosténque ofrece de suyo siempre el mundo, sino “la pérdida del
sostén en uno mismo”. Tal contraccióny fijación es la fobia, que no es más que una
fijaciónde la angustia de expectativa.
La definición pues de la angustia es: “un estado generalizado de excitación vivenciado ante
una amenaza o peligro”. Al ser humano se le hace de algúnmodo patente la potencial
“aniquilación” de su existenciapor causa de la pérdida de sostén en el mundo –se
evidencia“lo abismal” del mundo, su “sin fondo”–. Esto provocaun espontáneo “reflejo de
sostén”, en forma de tensiónanímica y corporal, que lleva a reacciones de coping
psíquicasde huida o lucha con lo hostil.
En correspondencia con las dos formas descriptas deangustia, hay “dos modelos
vivenciales” que llevan al surgimientode la angustia.
b. La angustia de expectativa surge, como hemos visto, por la formación de una actitud
de defensa frente a la angustia. ¿Cómo ocurre esto? Después de una vivencia de angustia
fundamental se hace la persona la pregunta, “cómo” puede “seguir viviendo” con tal
sentimiento molesto, y cómo puede “disminuir” su “influjo dañino”.
76
Esta actitud persigue dos objetivos: impedir una repeticiónde la vivencia angustiante y
procurarse un refugio. De estaforma, la angustia, que flotaba libremente, es exorcizada,
sela localiza, haciéndola tratable, aprehensible.
c. El perfilamiento de “lo propio” por relación a “lo de los demás” hace posible
“encontrarse a sí mismo”. De aquí se desprenden los actos tendientes a una auto–
77
identificación, como asimismo el interno tomar posición con respecto a sí mismo y el tomar
partido por sí mismo (hallazgo de sostén interno). La carencia de tomas de posición
comprometidas con uno mismo, como su debilidad (esto siempre está unido a
“delimitaciones” de uno con respecto a los demás), conducen a un exceso de libertad. El
individuo se vivencia como una “nada”, que no conoce “lo suyo”, “lo propio” y se le hace
patente su dependencia por causa de una carencia de lazos consigo mismo, que le
certificarían de su propia identidad. Por otro lado, una delimitación de sí mismo demasiado
restrictiva lleva a un estrechamiento interno y coarta el ser sí mismo.
Cuando los entes amenazan desaparecer el individuo es invadido por la emoción de la “falta
de piso”. A este sentimiento de la “evanescencia de lo que es” hay que hacerle pues frente
terapéuticamente en su mismo plano. La angustia fundamental precisa, en primera línea,
presencia y sostén, a los efectos de que el “Ser” sea de nuevo experienciable y vivenciable.
Se le puede llamar a este modo de proceder “trabajo ontológico a nivel del fondo del ser”.
Asípuede el paciente vivenciar el sostén real, desde el cual elterapeuta hace frente a la
angustia. Además, el terapeutaofrece regularidades y estructuras y trabaja con el
pacientepara que éste establezca en su vida estructuras y regularidadespropias.
Apuntes de cátedra
79
- Angustia patológica: nos bloquea, paraliza, ciega. Es “irracional”, no se relaciona con
la realidad en intensidad. Es el sufrimiento por la imposibilidad de hallar en la vida
seguridades absolutas (hay que vivir en la incertidumbre). Es un no poder vivir con las
condiciones que me impone el Mundo. Esta imposibilidad invade diferentes áreas de mi
vida y no me permite avanzar.
- La angustia aparece cuando hay un conflicto en las motivaciones. A través del AEP
puedo indagar en cuál es el origen de esta angustia.
- Valor de la angustia: la angustia nos protege del peligro, nos advierte de las
amenazas, nos acompaña en todas las situaciones de la vida. Moviliza nuestras fueras y
nos permite vivenciar que estamos vivos. Todo cambio produce angustia porque genera
incertidumbre. Como consecuencia, la angustia me ayuda a contactar con valores que yo
quiero acercar, que no quiero que se pierdan. La angustia nos conduce al camino de los
valores.
80
UNIDAD V: SEGUNDA MOTIVACION FUNDAMENTAL DE LA EXISTENCIA
2. ¿Qué es un 'valor'?
El concepto de valor se aplica aquí para toda cualidad de 'bueno' de algo experienciada de
un modo inmediato y personal por un sujeto. Percepción de valor' habla del valor en cuanto
desde el principio éste se halla en esa cercanía corporal 'sensible' al propio ser, gracias a
la cual los valores tienen el poder de mover: los valores se distinguen por su particular
cualidad de tocar internamente a la persona, de aproximarse a ella: “Valor personal es lo
que afecta, lo que toca”.
Lo específico de la percepción valorativa está en que los valores no son algo pensado: valor
es sólo lo que puede ser sentido. Esa sensación moviliza al sujeto vivenciante. Los valores
no son algo de lo que nos podemos apoderar corporalmente, sino algo que sentimos 'con
el corazón'. A cada valor percibido corresponde un sentimiento. Cada sentimiento es -
transformado - el correlato subjetivo de un valor percibido: “Valor → Emoción”
81
Los valores son magnitudes dinámicas, semejantes a espejos en los que se concentra y se
potencia la fuerza vital de una persona. Los valores hacen pie en la intencionalidad de la
persona y remiten, con ayuda de la fuerza del sujeto, a un objeto exterior, que tiene una
correspondencia interior: “Valor → Espejo de la fuerza vital”
Los valores producen en el hombre una transformación: con ellos entra en su vida un trozo
de mundo. Los valores son el alimento espiritual de la persona, lo movilizante en la vida.
Igual que el alimento corporal, se incorporan a la realidad vital del hombre y se hacen parte
de la personalidad, constituyen, al fin, su historicidad. Sin experiencia del valor no hay
experiencia del tiempo; sin ésta, no hay biografía: “Los valores → el alimento espiritual de
la persona”
La significación existencial de los valoresreside, pues, en esto: que ellos hacen algo
conmigo. A la verdad, desarrollan una acción que me mueve como hombre y comienza a
transformarme. Una hermosa flor, un atardecer, una palabra amable producen este efecto,
de muy diversas maneras. Sólo es valor para una persona lo que, de una u otra forma,
puede apoderarse de ella. Los valores ejercen una acción sobre el ser de la persona, que,
por ello, cambia.El sentimiento del valor es una conmoción interior, un ser sobrecogido, en
el que claramente se percibe que se trata de mí. Todo lo que es capaz de provocar
semejante movimiento es un 'valor personal'.
La vivencia de valor sólo tiene lugar en la relación con el objeto valioso.Cuando algo no
puede ser vivenciado como valor, entonces hay que preguntar en primer lugar si en general
existe una relación efectiva o si puede establecerse tal relación. ¿Para qué es importante
esto? Dado que el sentir del valor supone relación entre dos sujetos o entre un sujeto y una
cosa, puede agotarse la vivencia de valor. Es comprensible también que la vivencia de valor
puede provocar angustia, si es que no se quiere tener ninguna relación.
82
Cuando un valor nos impacta sentimos una emoción. Esta es la consecuencia del estar
referido a un valor y de que se ha establecido una interna correspondencia con él. La
emoción es la impresión que nos produce un objeto, en la medida en que su imagen
impresiona sobre nuestra realidad interior.
El vivenciar algo como valor o como disvalor depende del poder del objeto de provocar en
el sujeto un cambio interior.En este momento vale la pregunta: ¿de qué depende que
vivenciemos algo como valor o como disvalor? La cuestión lleva a la profundidad del ser
humano. El problema de la captación del valor hay que verlo más bien en esto: qué es lo
que nosotros tenemos 'subjetivamente' en la medida en que estamos frente a algo valioso.
¿Sobre qué matriz presiona eso que nos impresiona? Sólo cuando hayamos aclarado esto
podremos entender cuándo una impresión es vivida como positiva y cuándo como negativa.
5. El valor fundamental
El hombre sin ser preguntado vino a la vida, se encontró en relación con su mundo y con
una vida. Esta actitud fundamental (por lo general inexpresada e inconsciente) con respecto
a la propia vida es el punto de referencia al que los valores dirigen sus mensajes y con el
que se conectan. Este punto es el valor-fundamento de todos los valores, el 'punto
arquimídico de la existencia'.
83
Vivir' - para el hombre - es precisamente este relacionarse con su propio ser, concreto,
corporal en el mundo. Mientras el hombre vive, vivencia valores. El 'sí a la vida' establece
la relación interna del hombre a su propio ser. Este existir, este estar aquí, esta reflexión
que hago sobre mí mismo tienen un efecto sobre mí; esto me hace vivir, me abre al mundo,
a un comercio con las cosas, hace crecer algo en mí, de lo que quiero más: “Existo - y es
bueno en el fondo que yo exista”.
Desde la perspectiva del Análisis Existencial, pueden ser consideradas todas las formas de
depresión como una lucha del sujeto por percibir el valor de la propia vida. De acuerdo a
esto, la depresión significa una información afectiva de la pérdida de valor y de sentido de
84
la propia vida. Este estado afectivo es el resultado de la concurrencia de causas biológicas,
psíquicas y sociales.
Análisis Existencial
Desde el punto de vista del Análisis Existencial, la depresión es un trastorno al nivel psíquico
o biológico (y no primeramente espiritual). Pero ese trastorno resulta precisamente tan
agobiante porque afecta la vivencia de los valores. Esto significa que la depresión no es
concebida solamente como un trastorno psíquico con una mayor o menor participación
somática (primaria o secundaria), sino también como un trastorno que afecta tanto las
disposiciones como las actitudes, las decisiones y la vivencia espiritual del mundo y de sí
mismo.
85
Como se sabe, las causas de los trastornos de carácter depresivo tienen un origen
somático, psíquico y social. Pero aquí nos interesa sobre todo la dimensión existencial y el
acceso fenomenológico.¿Cómo vive y experimenta una persona la depresión? Como
denominador común de los trastornos de carácter depresivo podemos postular la pérdida
de valor, lo cual vale para todas las formas principales de este tipo de trastornos, o sea,
para:
86
Mientras que el hombre saludable muestra una actitud positiva hacia la vida (a menudo
inconsciente), la persona depresiva genera una actitud de rechazo o, por lo menos, una
actitud perturbada y no clara sobre la base de una relación hacia la vida disturbada.Dicho
en términos simples: para la persona depresiva su vida no es buena. La vida ha perdido su
valor, y cuanto más depresiva se siente la persona, tantas menos posibilidades de cambio
ve o cree tener aún.
La vivencia es, ante todo, un sentir. Si se repiten las experiencias que representan a la vida
como sin valor, la vida misma es sentida cada vez más como sin valor y de aquí puede
resultar una actitud responsiva negativa que, en última instancia, es el resultado de una
decisión (inconsciente).A esta actitud profundamente enraizada en la vida la
denominamos "valor fundamental", y consideramos que éste es el fundamento de todo
sentimiento de valor. Así pues, las personas depresivas manifiestan un "valor fundamental"
negativo.
El efecto inmediato de una actitud negativa hacia la vida es evidente. Ésta conduce a:
3. Falta de motivación para conformar la vida de acuerdo al propio cuño, y así orientarla
de manera que pueda resultar algo positivo. Por ejemplo, uno no se atreve a nada porque
se siente fracasado.
4. Falta de disposición a situarse en un contexto pleno de sentido, a partir del cual sea
posible contribuir al despliegue y acontecer de la vida. No se pertenece a la parte positiva
de la vida –se conceptualiza a sí mismo como un ser malo, un fracasado, y es demasiado
penoso ver el contraste entre la propia vida y la vida de los otros.
87
Pero, en lugar de esto último, la psicodinámica asume el dominio y establece mecanismos
de defensa para garantizar una subsistencia inmediata. Las reacciones de
enfrentamiento (coping) típicas de la depresión son las siguientes:
Terapia
88
c. Trabajo en torno a las estructuras cognitivas y a las atribuciones falsas: descubrir y
hacer conscientes las generalizaciones inadecuadas, el círculo de agotamiento, el círculo
de raciocinio. Se trata de generalizaciones del tipo "siempre", "nunca", "todos los hombres",
etc.
✓ expectativas (lo que uno hace tiene que ir acompañado por sentimientos positivos,
de gozo, etc.).
Terapia de la suicidalidad
90
especialmente peligrosa porque no se la espera más: los sentimientos depresivos han
desaparecido más o menos, la actividad y el espíritu emprendedor surgen –pero su actitud
frente a la vida acaba de experimentar una nueva confirmación.
b. Pedirle una promesa de no ejecutar el suicidio: ¿Me puede prometer que nos
veremos mañana de nuevo?¿Me puede prometer no hacerse daño por un mes o, por los
menos, por una semana?¿Me puede prometer que me contactará en caso que no pueda
evitar pensar continuamente en el suicidio?
c. En caso contrario, el terapeuta debe asumir una actitud firme para que el paciente
se mantenga en relación con otras personas. Si el paciente no está dispuesto a una tal
promesa, la situación es muy crítica y en este caso al paciente no se le puede dejar solo.
Es recomendable hospitalizarlo. Si esto no es posible, resulta necesario organizar una red
social compuesta por personas de confianza que sean capaces de asumir la
responsabilidad y asegurar la continua vigilancia.
Profilaxis
91
c. Actualización (cultura) de valores: dedicarle atención a aquellos valores orientados
hacia al mantenimiento de la alegría de vivir y de la fuerza vital, aquellos sectores de la
propia existencia que a uno mismo le gustan y que lo ponen en contacto con la vida.
d. Abrirse frente a los "obstáculos de la vida":o sea, no ignorar las dificultades que se
le presenten a uno en la existencia. Esto significa: preguntarse por las razones y motivos
de sentimientos oprimentes, hablar sobre éstos con otras personas de confianza, aceptar y
vivir la tristeza, abrirse ante los desengaños y pérdidas en la propia existencia, y aceptar
los sentimientos cuando uno fracasa en alguna empresa o le es negado algo.
92
En base a esta definición, podemos considerar el TP como formas de comportamiento
regulares que son destructivas. Causan daños y evitan desarrollos. La psicodinámica del
trastorno es vista en la escisión de la integridad psíquica (aislamiento o estrechamiento,
integración impedida de las impresiones internas y externas), que se debe a reacciones de
coping específicas de la 3°MFE, sobre todo al tomar-distancia frente a un dolor o sufrimiento
insoportable.
Langle:
93
(1) cognición (p. ej.: formas de percibir e interpretarse a uno mismo, a los demás y a los
acontecimientos)
(2) afectividad (p. ej.: la gama, intensidad, labilidad y adecuacuón de la respuesta
emocional)
(3) actividad interpersonal
(4) control de impulsos
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A. Desconfianza y suspicacia general desde el inicio de la edad adulta, de forma que
las intenciones de los demás son interpretadas como maliciosas, que aparecen en diversos
contextos, como:
(1) sospecha, sin base suficiente, que los demás se van a aprovechar de ellos, les van
a hacer daño o les van a engañar
(2) preocupación por dudas no justificadas acerca de la lealtad o la fidelidad de los
amigos y socios
(3) reticencia a confiar en los demás por temor injustificado a que la información que
compartan vaya a ser utilizada en su contra
(4) en las observaciones o los hechos más inocentes vislumbra significados ocultos que
son degradantes o amenazadores
(5) alberga rencores durante mucho tiempo, por ejemplo, no olvida los insultos, injurias
o desprecios
(6) percibe ataques a su persona o a su reputación que no son aparentes para los demás
y está predispuesto a reaccionar con ira o a contraatacar
(7) sospecha repetida e injustificadamente que su cónyuge o su pareja le es infiel
(1) ni desea ni disfruta de las relaciones personales, incluido el formar parte de una
familia
(2) escoge casi siempre actividades solitarias
(3) tiene escaso o ningún interés en tener experiencias sexuales con otra persona
(4) disfruta con pocas o ninguna actividad
(5) no tiene amigos íntimos o personas de confianza, aparte de los familiares de primer
grado
(6) se muestra indiferente a los halagos o las críticas de los demás
95
(7) muestra frialdad emocional, distanciamiento o aplanamiento de la afectividad
HISTERIA
96
La histeria es provocada por el sufrimiento de no poder aceptar la finitud, el límite. Es el
sufrimiento por la pérdida del sí mismo y la limitación. Sus síntomas se manifiestan en la
vida de relación, necesita público. En Análisis Existencial se toma en serio el sufrimiento
del histérico.
Esto moviliza las reacciones de Coping: surge ante la pérdida y el impedimento del ser-si-
mismo lleva a una delimitación (frente a los demás) en el sentido de reacciones de
protección, reacciona delimitándose al sentirse herido y perdido.
1° Movimiento básico: es tomar distancia (quedarse callado, retirarse, pasar a otro tema,
etc.)
3° Movimiento agresión: es activa, oposición, rabia, bronca, fastidio, venganza. El fin es “yo
quiero ser visto y que no me hieran más”.
Descripción
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- Domina la libertad pero no es madura.
- Rompe los límites, la estructura. Hace lugares para que llegue lo nuevo y por eso es
creativo, cambia las cosas. Evita lo ordinario, lo común.
- Pasa por encima de los límites del otro y propios, por eso hiere, manipula, no soporta
la crítica.
- Es arrogante, se muestra superior al otro, enjuicia a los demás, critica y divide en
dos polos.
- Las relaciones son libres y superficiales, más bien hay falta de relación. Es solitaria.
- Para evadir la soledad produce efectos en el otro. Sólo así ve su presencia, su
personalidad.
- En el interior hay falta de emociones, no hay pasión, no soporta el sufrimiento de una
pasión por eso el amor es peligroso.
- Está en tensión exagerada, hay activismo.
- Evita el plano personal.
- En vez de emoción → reacciones psíquicas
- En vez de expresión → efectos
- En vez de ser → aparecer
- Acomoda el mundo a sus deseos, vive una mentira.
Dinamismo
Apuntes de clase
98
- Teatralidad y somatización.
- Exagera el dolor. Aumento en el tenor de cómo expresa eso que le pasa.
- Seduce, trabaja con el cuerpo. Quiere ser vista.
- Fácilmente sugestionable.
- Se halla en el otro.
- Le cuesta ver el límite de la muerte.
- Hay angustia, miedo, culpa, inseguridad.
- Busca ser amada.
- Utiliza la finitud para victimizarse.
- Diálogo del Amo y del Esclavo (Langle). Busca que el otro esté a su servicio.
- Dificultad en el trato con los otros. Relaciones superficiales.
- Juega al misterio, al suspenso.
- Están ensimismadas.
(4) utiliza permanentemente el aspecto físico para llamar la atención sobre símismo
(7) es sugestionable, por ejemplo, fácilmente influenciable por los demás o porlas
circunstancias
Apuntes de clase
99
- El tema central es el sí mismo y el secundario es la falta de experiencia de estar
verdaderamente en el mundo. Lo resuelve haciéndose ver, todo lo que hace lo hace para
llamar la atención, para causar impacto en el otro y así saber que está, que es.
- No es seguro de sí mismo, no tiene sostén. No es fuerte en su relación con los
hechos del mundo. Para asegurarse desarrolla un comportamiento en el que se dirige al
mundo para anclarse en él. Necesita agarrarse de todo lo que le promete sostén, por lo cual
no interesa la cantidad ni el contenido en la relación.
Terapia
100
NARCISISMO
- Se requiere una actitud del terapeuta, que le asegura respeto al Narcisista y lo proteja
de la crítica.
- El buen terapeuta retoma sus capacidades y las pone de vuelta en manos del
narcisista. El narcisista quiere resolver el problema por sí sólo, a lo más quisiera sugerencia
de parte del terapeuta. Al cierre quiere tener el halago para él. Recién más tarde en la
terapia se muestra abierto a lo que el terapeuta aporta. Tampoco soporta demasiada
cercanía.
- Son útiles las constataciones objetivas (Ej.: “veo que Ud. reacciona sensiblemente
ante ciertos temas…”). El paciente paulatinamente se puede ir haciendo una imagen de sí
mismo y de sus efectos en los otros. Se puede generar una genuina relación terapéutica.
- Requiere modestia del terapeuta. Esos comentarios se hacen lícitamente sólo desde
la actitud de querer poner en sus manos algo bueno sin por ello valorarlo menos. Mantener
con él cierta distancia, no entablar cercanía, sino explicar objetivamente.
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- Desplazamiento de perspectiva en el sentido de la auto-trascendencia → orientar
siempre al narcisista a ver cómo los otros lo ven, qué efectos produce en los otros, intentar
comprender con él las reacciones de los otros.
Apuntes de cátedra
(1) Tiene un grandioso sentido de autoimportancia (p. ej., exagera los logros y
capacidades, espera ser reconocido como superior, sin unos logros proporcionados).
(2) Está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor
imaginarios.
(3) Cree que es «especial» y único y que sólo puede ser comprendido por, o sólo puede
relacionarse con otras personas (o instituciones) que son especiales o de alto status.
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(5) Es muy pretencioso, por ejemplo, expectativas irrazonables de recibir un trato de
favor especial o de que se cumplan automáticamente sus expectativas.
(6) Es interpersonalmente explotador, por ejemplo, saca provecho de los demás para
alcanzar sus propias metas.
(8) Frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian a él
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BORDELINE
Terapia
- Estar atento sobre qué es lo que hace con la relación que establecemos.
- Estructuración de vida actual: lo cotidiano, la actitud ante la vida. Planificar el piso
para entrar luego más en el centro.
- Trabajar su modo de vivenciar, de sufrir, sus impulsos. Debe hacerse cargo y tomar
posición consigo mismo.
- En la fase depresiva puede haber intentos de suicidio.
Apuntes de cátedra
Aspectos importantes:
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- Patología: identidad fragmentada (no sé quién soy ni lo que quiero), está roto el
dialogo interno, la experiencia de estar cara a cara con uno mismo, resulta aterradora, la
soledad representa lo que son.
- No puedo vivir contigo, ni sin ti, van de la desconfianza, al abandono.
- Te amo o te odio, no hay términos medios, por eso se habla de una fuerte
inestabilidad emocional
- Son personalidad abiertas, no se ocultan, pueden ser muy sinceras, eso hace que la
gente lo tome como un buen signo, sin embargo, esa sinceridad se trasforma en un
sincericidio.
- Espíritu fuertemente violento, sin razón ni lógica para sus ataques de ira y rabia, y
es muy difícil de ocultar.
- Gustan del papelón social, las discusiones acaloradas lo nutren y tienen un fuerte
espíritu contestatario. Viven una emocionalidad desbordada. Les gusta los climas que se
cortan con tijeras, esto les da fuerza, los nutren.
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PSICOPATÍA
(1) fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento
legal, como lo indica el perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención
(2) deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros
para obtener un beneficio personal o por placer
(3) impulsividad o incapacidad para planificar el futuro
(4) irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones
(5) despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás
(6) irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo
con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas
(7) falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación del haber
dañado, maltratado o robado a otros
B. El sujeto tiene al menos 18 años.
C. Existen pruebas de un trastorno disocial (v. pág. 94) que comienza antes de la edad
de 15 años.
Apuntes de cátedra
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TRASTORNOS DE PERSONALIDAD GRUPO C
(1) tiene dificultades para tomar las decisiones cotidianas si no cuenta con un excesivo
aconsejamiento y reafirmación por parte de los demás
(2) necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las principales parcelas de su
vida
(3) tiene dificultades para expresar el desacuerdo con los demás debido al temor a la
pérdida de apoyo o aprobación. Nota: No se incluyen los temores o la retribución realistas
(4) tiene dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su manera (debido
a la falta de confianza en su propio juicio o en sus capacidades más que a una falta de
motivación o de energía)
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(5) va demasiado lejos llevado por su deseo de lograr protección y apoyo de los demás,
hasta el punto de presentarse voluntario para realizar tareas desagradables
(6) se siente incómodo o desamparado cuando está solo debido a sus temores
exagerados a ser incapaz de cuidar de sí mismo
(7) cuando termina una relación importante, busca urgentemente otra relación que le
proporcione el cuidado y el apoyo que necesita
(8) está preocupado de forma no realista por el miedo a que le abandonen y tenga que
cuidar de sí mismo
(1) preocupación por los detalles, las normas, las listas, el orden, la organización o los
horarios, hasta el punto de perder de vista el objeto principal de la actividad
(2) perfeccionismo que interfiere con la finalización de las tareas (p. ej., es incapaz de
acabar un proyecto porque no cumple sus propias exigencias, que son demasiado estrictas)
(3) dedicación excesiva al trabajo y a la productividad con exclusión de las actividades
de ocio y las amistades (no atribuible a necesidades económicas evidentes)
(4) excesiva terquedad, escrupulosidad e inflexibilidad en temas de moral, ética o
valores (no atribuible a la identificación con la cultura o la religión)
(5) incapacidad para tirar los objetos gastados o inútiles, incluso cuando no tienen un
valor sentimental
(6) es reacio a delegar tareas en otros, a no ser que éstos se sometan exactamente a
su manera de hacer las cosas
(7) adopta un estilo avaro en los gastos para él y para los demás; el dinero se considera
algo que hay que acumular con vistas a catástrofes futuras
(8) muestra rigidez y obstinación
Dichas personas o personalidades tienen un carácter imperativo del orden, ese carácter
imperativo del orden, es la que lo lleva tanto para las cosas simples como para las cosas
importantes a tratar de estar en todo y su estilo de pensamiento es fuertemente rumiante.
Incapaz de tener un cierto orden en su cabeza o paz en su interior mental.
Tienen un temperamento introvertido, viven más hacia adentro que hacia afuera, son de
hablar poco, conocen muchos de muchas áreas y a veces suelen pasar por antipáticas,
tienen un modo de hablar poco fluido y suelen pasar desapercibidas.
Sus lugares preferidos de trabajo, todo lo relacionado con la abogacía, con los penales, con
la limpieza y el orden, como cirujanos, cálculos matemáticos, geólogos, desarrollos de
ingenierías en computación, todo lo que tenga que ver con lo mental y numérico.
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e) Misterios de la vida, lo genético, ginecología: todo esto para crear vida, ponerse a la
altura de Dios
f) El manejo del dinero
Dentro del orden suelen pasar cosas que uno no tiene previsto, ellos están acostumbrados
a la formalidad, cuando esta formalidad no ocurre, el obsesivo empieza a desarrollar ideas
de mal augurio, es muy supersticioso. Su vida es un cálculo y si este es mental, mejor. Son
personas muy requeridas, porque son muy capaces para resolver problemas.
Desde el punto de vista del A.E la adicción es una enfermedad de la voluntad, se enferma
el querer.
Al inicio de la adicción no hay una clara decisión por el medio de la adicción, hay más un
hacerse seducir por el medio, una cierta pasividad frente al medio, el pilar existencial de la
voluntad comienza a estar débil.
¿De dónde viene el poder de la adicción?: De un hambre por la vida, la vida quiere ser
vivida enteramente, totalmente. Se trata de un poder de atracción que está vinculado con
la experiencia de efecto que tiene el medio. El objeto me atrae y yo mismo experiencio una
debilidad y una falta enorme, soy demasiado débil para resistir tanta hambre, así se da la
experiencia de impotencia. En esto consiste la adicción.
Causas de la adicción: Las causas son variadas, cada adicción está policausada. Hay dos
causas principales:
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2. Causas a-personales: Biológicas y psíquicas. Hay predisposición genética. Dentro
de las psíquicas entran factores como son los condicionamientos, automatismos, tensiones
y funciones pulsionales, sentimientos de placer y displacer.
La seducción es más fuerte cuando se va en grupo, hay presión del grupo sobre el individuo.
También es importante el objeto mismo, no todos los objetos tienen el mismo potencial
adictivo.
Causas dinámicas de la adicción: “No hay adicción si no hay una falta, una necesidad,
sin carencia”. La carencia consiste en una falta de elementos fundamentales de una buena
vida, básicos: Amor, autoestima, seguridad, sentido. Si esa carencia se acompaña de una
traumatización se desarrolla una patología.
Falta de sentido ¿Causa primaria o secundaria?: Hay veces en que una adicción comienza
por una falta de sentido, aunque también hay personas que tienen sentido pero en primer
lugar “falta otra cosa en la vida” y por eso la voluntad es debilitada y el sentido se enferma.
Los remplazos sustituyen esa falta, y como no buscan un verdadero valor, continúan con
ese reemplazo, desarrollando una adicción. También sucede cuando hay psicopatologías
fuertes, pues la adicción alivia el síntoma.
Si en el discurso del paciente escuchamos el reemplazo del “quiero” por el “debo”, hay
experiencia de pérdida de Voluntad.
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Psicopatología: El grado de severidad de una adicción, de una dependencia, es
correlacionada significativamente a la severidad de la enfermedad psíquica. Mientras más
severo el trastorno más atractivo es el objeto. Según Langle, se ve una co-morbidad entre
las neurosis y las dependencias clínicas.
Prevención: La mejor prevención es una buena familia, una buena educación, una buena
relación con los hijos. Se previene trabajando sobre los elementos necesarios para la buena
vida, tomarse a si mismo y mis exigencias en serio.
¿Qué se puede hacer como terapeuta? Es necesario clarificar la voluntad del paciente.
Clarificar significa si quiere terapia o no, por qué y qué siento tiene hacer terapia, si no tiene
sentido no hay voluntad de curarse. Se necesita una clara decisión desde el principio, si no
es difícil, no se debe contar con el éxito, y si lo hay será un mal éxito. Se necesita tomar
medidas claras, por ejemplo, que el paciente alcohólico no tenga alcohol en su casa.
También se necesita una aceptación de la propia adicción, uno acepta esa parte de sí
mismo que no comprendo bien y con la cual debo convivir por el momento, hay algo de lo
que carezco, que me falta y no sé que es. Acepto que por el momento no soy lo
suficientemente fuerte para resistir totalmente, pero he podido resistir un cuarto de hora, y
luego un poquito más.
Se debe buscar esa parte que siempre está hambrienta, ver donde están las carencias,
puede ser en el sentido, puede ser en la autoestima, puede ser en la vitalidad. Cuando se
ve la vida cotidiana en una manera más funcional, no se vivencia la vida y, si no hay
suficiente del objeto, la vida es una continua carencia.
Es importante mirar sobre la vida, donde se dice “en el futuro mi vida será…”, aunque por
el momento me sea imposible.
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