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Resumen de Psicoterapia Existencial para Examen Final PDF

Este documento describe el enfoque terapéutico analítico-existencial. Explica que se basa en la filosofía existencial y busca una vida con consentimiento interno a través del análisis existencial personal. Describe los cuatro temas existenciales que se abordan - desórdenes de ansiedad, depresión, histriónicos y problemas relacionados con el sentido. El objetivo es ayudar a los pacientes a ganar emocionalidad libre, encontrar posiciones auténticas y actuar de forma responsable.
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Este documento describe el enfoque terapéutico analítico-existencial. Explica que se basa en la filosofía existencial y busca una vida con consentimiento interno a través del análisis existencial personal. Describe los cuatro temas existenciales que se abordan - desórdenes de ansiedad, depresión, histriónicos y problemas relacionados con el sentido. El objetivo es ayudar a los pacientes a ganar emocionalidad libre, encontrar posiciones auténticas y actuar de forma responsable.
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UNIDAD I: ENFOQUE TERAPÉUTICO ANALÍTICO-EXISTENCIAL

Aplicación práctica del análisis existencial personal (AEP): Una conversación


terapéutica para encontrarse con uno mismo

Introducción

El Análisis Existencial, un enfoque psicoterapéutico deriva de la filosofía existencial, desea


una vida con consentimiento interno. Esto implica activar la auténtica voluntad personal
(libertad) y la responsabilidad. El método usado para ese propósito es el “Análisis
Existencial Personal”.

Análisis existencial

El Análisis Existencial es una especialización de la Psicoterapia Existencial. Así como la


logoterapia se basa en el tratamiento de problemas de sentido, el Análisis Existencial como
un método psicoterapéutico es apto para tratar todo tipo de enfermedades psíquicas. El
supuesto básico del AE sostiene que el ser humano está usando primariamente su poder
de decisión para alcanzar un nivel de existencia plena y satisfactoria. Para hacer esto el
individuo activa su apertura innata (interna y externa) hacia el mundo, por medio del diálogo.

El AE sostiene dos elementos generalmente patogénicos:

1. Cuando se actúa (se vive) con una desaprobación interna


2. La falta de diálogo (interno y con el mundo)

Sobre las capas de estas debilidades existenciales, los factores etiológicos específicos de
los diferentes desórdenes, pueden ampliar y desarrollar su poder patogénico. Aquí la
psicodinámica surge con cuatro temas existenciales:

1. Desórdenes de ansiedad: giran en torno a las estructuras fundamentales de la


existencia, basados en la experiencia con el mundo. Las regularidades, incluyendo las leyes
y las condiciones de vida, las experiencias de confianza, etc., permiten al sujeto una
presencia segura en el mundo.

2. Desórdenes depresivos: están centrados alrededor de la relación de uno mismo con


la vida, la cual se experimenta a través de emociones, estados de ánimo y afectos. Abre al
mundo de valores y relaciones.

1
3. Desórdenes histriónicos: tratan con la pérdida del ser interior y de sentido de la
identidad propia. Estima, aprecio, encuentros con otros y la conciencia moral abre el mundo
para llegar a tener autoestima y autenticidad.

4. Algunas formas de dependencia, el fanatismo y el vacío existencial son problemas


relacionados con el sentido. La gente sufre de una pérdida de coherencia hacia un valor
más grande, el cual le da una comprensión para las acciones propias y la presencia de uno
en el mundo.

El AE puede ser definido como una psicoterapia fenomenológica que busca ayudar a los
pacientes a ganar una emocionalidad libre, a encontrar posiciones internas auténticas y
alcanzar una forma responsable de expresarse y de actuar tanto con uno mismo, como con
los demás. Busca instalar en la persona libertad y responsabilidad en sus acciones como
algo central en su vida. El que la persona logre vivir con consentimiento interno en su propio
actuar y en un intercambio dialógico con el mundo, puede ser indicio del resultado exitoso
de una psicoterapia analítico existencial.

Su aproximación es fenomenológica, lo cual significa fundamentalmente abierta a cualquier


cosa que moviliza al paciente y con lo que le toca tratar. Concentrándonos en los
potenciales decisivos del paciente (inconscientes), se los puede confrontar con su
responsabilidad personal. Este proceso se lleva a cabo mayormente a lo largo de la
búsqueda y aclaración de las emociones que acompañan a las experiencias, porque ellas
son las bases de cualquier realización de la libertad por medio de la toma de decisiones.
Habiendo liberado la experiencia emocional, la persona puede hallar su posicionamiento
auténtico y sus actitudes hacia el mundo y hacia sí mismo. Este es el propósito del AEP.

El AEP va más allá de la Logoterapia. Implica un giro hacia la experiencia interna del
paciente, que va más allá de la concentración logoterapéutica hacia el mundo externo para
resolver los deberes y lo que presente cada situación. El AEP pretende buscar medios y
vías para una mejor realización del “potencial personal” que tiene una persona día a día.

El AEP consiste en tres pasos principales, a los que preceden una fase descriptiva:

• AEP 0: fase DESCRIPTIVA. El paciente comienza con la descripción de la situación,


le informa al terapeuta sobre el problema. El terapeuta se asegura que el reporte sea
claro, completo, realista y libre de contradicciones, interpretaciones y fantasías.
Mientras el paciente le va informando al terapeuta, vive la experiencia de re-
actualizar la situación.
2
• AEP 1: elaboración de la IMPRESIÓN subjetiva, por medio de un análisis
fenomenológico, de la situación. La impresión consiste en reacciones espontáneas
en dos niveles: la emoción primaria o sensación, y el impulso inmediato que
demanda acción.

• AEP 2: encontrar la POSICIÓN personal referida a la situación por medio de la


evaluación y juicio. El paciente trabaja con la comprensión de su emoción primaria,
su impulso de actuar, pero también sobre los factores reales de la situación. Hace
esto con miras de aumentar la integración de sus experiencias con el contexto
biográfico y con el contexto presente de su vida. Esto establece un campo sólido
para formular la intención personal de cómo afrontar la situación que hasta ahora no
se había sabido manejar.

• AEP 3: encontrar la EXPRESIÓN personal de acuerdo a la toma de posición


personal, dadas las circunstancias reales. Es decir, lo que la persona puede y quiere
hacer en la respectiva situación, cómo, cuándo y con qué medios puede hacerlo.
Éstas son las bases para la acción personal en una situación dada.

Las motivaciones fundamentales d ela existencia (2000) Langle

Introducción

Una vida plena comienza cuando hay en mí un consentimiento personal, lo que


importa es que de nosotros brote un sí pleno y total. Un sí que surge de mi inteligencia pero
que sobretodo debe ser algo sentido, surge de mis afectos.

Lo más importante para el Análisis Existencial (AE) es la decisión, la toma de


posición. En cambio, el lema de la Logoterapia es: a pesar de…decir sí a la vida. Frankl
tiene como meta ayudar a la persona que sufre para que encuentre su camino hacia el
sentido, mencionaba que: el que tiene un porqué para vivir puede superar casi cualquier
cómo.

Para Frankl el sujeto es la reunión o la coincidencia de diversas dimensiones: la


somática, la psíquica y la espiritual o personal. La dimensión somática es la dimensión de
lo fáctico, lo psíquico la dimensión de lo vivencial, lo personal la dimensión de la decisión.
Estas tres dimensiones se abren a una cuarta dimensión, que la llamamos existencia en
cuanto autotrascendencia que es la dimensión o el plano del obrar, en cuanto actitud.

3
Pero a esta visión dinámica del ser humano le falta el mundo. El sujeto es ser-en-el-
mundo, no se puede pensar en el ser humano de otra manera si no es en este permanente
contacto con el otro.

Mundo Físico (um welt) da apoyo y sósten

Psíquico (mit welt) aparece en forma de valor

Espiritual o mundo personal (eigen welt) aparece en su otredad

Autotrascendencia aparece como sentido

Teniendo en cuenta esta cuádruple tensión entre el yo y el mundo, hablamos de la


cuádruple expresión del sí:

1. Sí al ser en el mundo
2. Sí a la vida, al hecho de vivir
3. Sí a mí mismo como persona
4. Sí al llegar a ser y al sentido

Primera motivación fundamental

• Pregunta: Yo soy, pero…¿puedo ser? Al responder esto encuentro que yo soy y al


mismo tiempo estoy en peligro de no ser. Para poder ser necesito pactar con las
condiciones del mundo, pues el mundo tiene sus propias leyes y para poder vivenciar
estas condiciones se precisa de cognición y percepción, conocimiento, pensamiento
lógico y desarrollo de la inteligencia.
• Reacciones de coping: son mecanismos de defensa frente a la angustia
1. Huida
2. Lucha: es típica de la neurosis obsesiva y es una reacción ante el sentimiento de no
poder ser más
3. Agresión (odio): la finalidad del odio es la aniquilación del enemigo, lo que la persona
siente es una amenaza total que lo lleva a sentir que no hay alternativa: o tú o yo.
4. Parálisis
• Elaboración de reacciones de coping:

El trabajo de elaboración de estas reacciones es a través de la percepción. De lo que


se trata es de ver los hechos reales, lo que realmente sucedió.

Cuando el paciente puede salir del plano psicodinámico puede ver la realidad, porque
está en condiciones de mantener o sostener la realidad. Muchas veces esto se puede
4
ser difícil porque el sentimiento que tengo es que no lo puedo soportar, y soportar es
mucho más que mantener, ya que soporto manteniendo un peso. Pero para poder llegar
a la aceptación, hay un paso fundamental: se trata del paso de la pasividad de sentirse
víctima, a la actividad de la aceptación de lo fáctico.

La aceptación es posible cuando me apoyo en mi mismo, sólo así es posible esta


actividad que me deja en tal estado de paz y tranquilidad que yo puedo ser incluso
viendo aquello que está frente a mí y que en su momento experimente como una
amenaza para mis ser.

• Condiciones para poder aceptar son:


1. Protección (cobijo o amparo): tenemos experiencia de amparo en las relaciones
familiares, cuando somos recibidos y aceptados por otros. Se he sido aceptado
experimento calma, si he sido rechazado experimento un dolor profundo, y si siento
rechazo, indiferencia. Cuando no soy aceptado, falta amparo y siento mi existencia
amenazada
2. Espacio: necesitamos espacio físico y también psíquico. Mi propio cuerpo es mi
primer lugar de existencia y está atravesado por el espíritu, es expresión del mismo.
Si no puedo respirar profundamente es que no estoy plenamente aquí, la base para
la existencia se ha angostado y surge la angustia.
El típico lugar de cobijo es la casa. Para poder ser debemos edificar la casa, edificar
el espacio para poder ser.
3. Sostén: en primer lugar, el cuerpo me sostiene. El sostén también es proporcionado
por todo lo que tiene regularidad, todo aquello por lo que experimentamos fidelidad
por parte del mundo genera un sentimiento de sostén y protección.
De la experiencia de sostén surge la confianza, que es el poder abandonarme a una
estructura que me sostiene. La autoconfianza surge y se consolida en la medida en
que puedo encontrar estructuras firmes en mí que se mantienen y en las que me
puedo apoyar.
La confianza fundamental es la experiencia del fondo del ser. Este fondo es la más
profunda estructura en la que me puedo apoyar. Psicológicamente es aquello que
queda y que me puede sostener cuando los otros sostenes han caído.

Segunda motivación fundamental

• Pregunta: Yo vivo, pero…¿me gusta vivir? Es importante que nos preguntemos si


lo que hacemos lo hacemos con agrado o no, que hagamos una toma de posición

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emotiva que fortalezca nuestra relación con la vida. Todo lo que hago con disgusto
me quita vida, me siento muerto.
• Reacciones de coping:
1. Retirarse: esto es lo que le ocurre al depresivo, se esconde, se retira en su interior.
2. Activismo: esfuerzo que intenta rendir para tapar, para sentirse bien, se trata de
cubrir el no gusto con la actividad.
3. Agresión (rabia): la rabia surge cuando el otro no está al alcance de uno, lo que
intenta es despertar la vida en el otro
4. Resignación o agotamiento: reflejo de posición de muerto
• Elaboración de reacciones de coping:

En la medida en que soportamos el sentimiento del sentir, tarde o temprano, lega el


duelo. El duelo es la percepción de que algo que era bueno se perdió, es sentir la pérdida
de un valor que puede ser la salud, una relación, el tiempo perdido. Cuando nos dirigimos
a algo que hemos perdido hay un sufrimiento, y cuando tenemos el coraje de mantener este
sentimiento y no caer en el activismo surge algo que no podemos hacer, lo que hacemos
es llorar y el llorar produce algo nuevo. Los pasos del duelo:

1. Inclinación a la pérdida
2. Inclinación hacia mí mismo y hablar conmigo mismo, produce un sentimiento de
autocompasión
3. Sobre la pérdida me vuelvo hacia ti: volver a relacionarse con los demás
• Condiciones para poder tener un acercamiento a la vida, para poder gustar de
la vida:
1. Cercanía: cuando nos acercamos es nuestra vida la que es tocada, neustro corazón,
y surge un movimiento interno, un interno ser tocado y este ser tocado es el núcleo
de todos los sentimientos. Un sentimiento es el hecho de ser tocado y lo que es
tocado es la vida misma.
2. Tiempo: los sentimientos necesitan tiempo para surgir y movilizarse. Aquello para lo que
tenemos tiempo es valioso para nosotros. Cuando este tiempo se torna muy pesado
surge la depresión que tiene que ver con la relación vital.
3. Relación: para poder inclinarme a una cosa debo estar dispuesto a dedicarme a esa
cosa y entonces nace la relación. El sentimiento es la base de la relación. La relación
se establece siempre que hay un contacto con el otro.
El plano más profundo de esta motivación es el valor fundamental, que es el valor de la
vida misma. Esta relación con la vida es el fondo, la base de todos los valores.
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Vivenciamos algo como valioso en la medida que alimenta nuestro gusto por vivir y lo
que está en contra del valor de lo buen, de la vida, no es valioso.

En el suicida se produce una transmutación de los valores, eso que pone en peligro su
vida es un valor. La depresión podría definirse como un déficit en la relación con la vida,
pierde el gusto por el vivir.

Tercera motivación fundamental

• Pregunta: Yo soy yo, pero…¿puedo ser yo mismo? Se trata de tomar enserio


nuestra propia individualidad, es lo que Frankl decía: el carácter intransferible de la
existencia.
• Reacciones de coping:
1. Tomar distancia: me aparto, quédense sin mí
2. Sobreactuar o dar la razón: la sobreactuación es hacer como si no me importase y
no muestro lo que siento para que el otro no tenga poder sobre mí. En dar la razón,
me identifico con el agresor, sabiendo que no tiene la razón.
3. Ira o fastidio: la ira pretende poner límite entre el otro y yo, porque el otro me invade.
El fastidio es un sentimiento para con uno mismo por no haber previsto eso que
ahora me hiere antes, es un autocastigo.
4. Disociación (splitting): se trata de una reacción típica de la histeria, que puede ser
física o psíquica. En la disociación física hay una división de la consciencia y la
voluntad por un lado y la reacción física por el otro. En la disociación psíquica hay
una división entre la cognición y la emoción.
Hay una división más profunda cuando experiencias traumáticas se acumulan y
aparece un trastorno de personalidad fronterizo. También esta división profunda se
da en la psicosis.
• Elaboración de las reacciones de coping:

Estas reacciones se elaboran a través de la toma de posición, el aprecio y el juicio.


Considero al otro desde cierta distancia, lo considero en relación conmigo pero desde la
distancia que he tomado de él y me pregunto sobre la propia valoración del otro. Aquí surge
el perdón o el arrepentimiento.

El perdón es cuando el culpable es el otro y el arrepentimiento cuando la culpa la tengo


yo. Cuando capto que el otro sufre por lo que hizo y concede que cometió una falta puedo
perdonarlo, liberarlo de su culpa; pero liberrar de la culpa significa no exigir una
compensación.
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El arrepentimiento es el mismo proceso pero hacia uno mismo. Comienza con el
enjuiciamiento de la propia condición que debe basarse en una comprensión de mí mismo
y que exige el dolor por lo malo que he hecho.

Todo este proceso lleva al encuentro que supone una distancia entre yo y tú, estoy
dirigido hacia lo que el otro dice, piensa y también me dirijo a lo que para mí también es
importante. El otro es respetado en lo que es y en lo que opina pero lo mismo sucede
respecto de mí mismo.

• Condiciones básicas para el encuentro son:


1. Consideración: es un modo de encuentro que no es un simple acercamiento sino
que me separo para mirar. Es una toma de relación, una referencia al otro, tomar al
otro enserio en su esencia. Y para esto es necesario que me tome enserio yo mismo,
que seamos honestos y veraces.
2. Aprecio: se produce la valoración del otro respecto a mí y la valoración de mi mismo
respecto de mi mismo. Las relaciones nacen en la segunda motivación pero aquí se
hacen más profundas
3. Justicia y equidad: aquí llegamos a una instancia moral que puede ser personal (la
conciencia) y suprapersonal (el superyó de la sociedad), puede surgir un conflicto
entre estas dos instancias. Frankl afirma el valor de la conciencia personal como el
valor fundamental del ser humano. La conciencia da autoridad a la persona y puede
apoyarse en sí mismo, lo que le permite tener solidez.

En el fondo de esta motivación está el valor de sí mismo, la autoestima. No es suficiente


que los demás me encuentren y aprecien mis valores, es necesario algo más que no viene
de los otros sino de mí mismo, porque de lo contrario seriamos seres dependientes. De
aquí surgen trastornos de personalidad, histeria y narcicismo. En el narcicismo requiere de
la permanente estimación del otro, es como un barril sin fondo, el fondo que le falta es el
autovalor.

Cuarta motivación fundamental

• Pregunta: Yo estoy aquí, pero…¿Para qué es bueno que yo esté aquí? Vivir
existencialmente es sentirse preguntado, vivir interrogado y dar respuesta, marcar
presencia y ponerme en un horizonte más grande (el mundo). Relacionarme con otro
(ser trascendente), con el devenir, con lo que me espera.
• Reacciones de coping:

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1. Relaciones provisiorias: no me comprometo con nada ni con nadie, vivo la vida
superficialmente
2. Fanatismo: a la amenaza de falta de sentido, antepongo un activismo, una idea o
tarea por la que me obsesiono a fin de no darle espacio a la duda, pues se puede
hacer visible mi carencia. También la idealización surge como una defensa a este
vacío, lo lleno con alguna idea o persona que brille tanto que reemplace esa falta
3. Vandalismo, cinismo y sarcasmo: se trata de agredir al otro para hacerle saber de
mi falta de sentido
4. Desesperación, victimización, apatía y nihilismo
• Plano de elaboración:

Para superar la falta de sentido se exige a nivel existencial, en primer lugar, que intente
conocer la situación en la que me encuentro para poder realizar lo que la situación exige.
Yo soy llamado a responder ante mis actos y hechos, a esto se le llama “giro existencial”,
pues lugar de preguntar a los otros o al destino, yo soy el preguntado.

El sentido existencial será la respuesta que yo dé, y que será la más valiosa para cada
situación. Este sentido me da la orientación de lo que debería hacer en esa situación, pues
es en la acción donde realizo mi existencia.

Podemos distinguir 3 vías para construir el sentido: (Frankl)

1. A través de los valores vivenciales: mi vida se enriquece de sentido si me dirijo y


contacto con aquello que es valioso para mí, aquello que me es placentero
2. A través de los valores creativos: a través de la producción de valores, de hacer algo
bueno
3. A través de los valores actitudinales: cuando ya no puedo vivenciar ni crear, echar
mano a un pequeño espacio de libertad interna y cambiar mi actitud
• Condiciones para tener una vida con sentido:
1. Campo de actividad/acción: donde me siento necesitado, requerido, exigido, donde
me puedo entregar, hacerme productivo. Sentir que puedo contribuir con algo
positivo en este mundo. Cuando veo ese campo en un contexto mayor, se convierte
en un deber.
2. Vinculación con un contexto mayor: es un horizonte en el cual hago algo, soy activo
y éste me da orientación. Es una estructura mayor, como por ej: familia, empresa,
religión, etc.

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3. Valor en el futuro: mi acción debe focalizarse, dirigirse hacia un valor para lo cual lo
hago. Mi entrega debe ser una contribución a un devenir, a un llegar a ser. Lo que
hay lo mejoro, que esa semilla dé frutos.

En definitiva, el Sentido de la Vida es el valor central para lo cual uno quiere vivir.

Biografía de Viktor Frankl

Apuntes de clases

La biografía se divide en dos bloques:

1. Ambientación del mundo


Descripción fenomenológica
Adolescencia
2. Familia
Proyectos
3 hechos (robo, su hija y nueva esposa, regalo)
Final: sentido
Personalidad de Frankl: neurótico obsesivo (dudas, culpa, predominio de lo racional
sobre lo emocional, madre idealizada, el deber, el padre como ley, bloqueo afectivo.

Motivaciones fundamentales en Frankl:

1. Primera motivación:

-Bien estructurada, el hogar fue cálido

-Vivencia de los 5 años:

-Fuerza interna, gran confianza, estima desarrollada

- No hay reacciones de coping, no se busca aniquilar al otro

-la terquedad le proporciona fuerza

-La curiosidad le proporciona un piso

-Conserva rasgo de humildad

2. Segunda motivación:

-Bloqueo emocional

-Activismo

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-Duelos por la familia, el trabajo, ciudad

-Valores restringidos

-Valores: vida intelectual, vocación médica, religión, justicia, escritura, lectura, retiro interior,
disfrutaba de valores sencillos

-Lo privado para él: morir, pensar, sentir

3. Tercera motivación:

-Devaneo mental

-Aparece una duda

4. Cuarta motivación:

UNIDAD II: PROCESO PSICODIAGNÓSTICO

LANGLE, Alfried (2005) “El proceso de diagnosticar en el Análisis Existencial”

Tipos de diagnóstico

Dentro del marco analítico existencial, diagnosticar se puede entender como un proceso de
darse cuenta y llegar a comprender un trastorno. Diagnosticar incluye la frecuencia de

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aparición, la estructura y las especificaciones individuales del trastorno a fin de dar una
orientación para su tratamiento. Dentro de este proceso, Längle hace una distinción entre:

• Diagnóstico inicial: se utiliza al inicio de la psicoterapia.


• Diagnóstico procesal: se utiliza durante el proceso de tratamiento.
• Diagnóstico concluyente: se utiliza como reflejo de la evaluación al final del
tratamiento analítico existencial.

La finalidad de un diagnóstico es conectar la experiencia (o fenómeno) de trastorno del


paciente con la teoría analítico-existencial de forma tal que facilite un tratamiento apropiado
que esté en sintonía con el paciente, el fenómeno y la ética psicoterapéutica.

El propósito del diagnóstico es evaluar el fenómeno respecto a la severidad del trastorno


en su etiología y conexiones con otras áreas relevantes (especialmente el compromiso
somático, entorno social y existencia). El diagnóstico se construye con la anamnesis, test y
fenomenológicamente.

Pasos que deben realizarse a lo largo de un proceso psicodiagnóstico

El proceso de diagnóstico analítico existencial revela 6 pasos a través de los cuales los
síntomas o problemas son investigados subjetivamente, incluyendo la experiencia subjetiva
que los pacientes mismos hacen.

A. Paso 1: Referencia a la concepción tridimensional del ser humano. De acuerdo con


Frankl, la concepción tridimensional de los seres humanos ofrece una plantilla
general para determinar si el énfasis central del trastorno radica en la dimensión
somática, física o personal. Este paso es de orientación general y preliminar, que da
al trastorno una asignación apropiada de acuerdo al principal énfasis de las
estructuras antropológicas involucradas.
B. Paso 2: Situación Existencial, el intercambio dialógico entre el individuo y su
situación

Este siguiente paso de diagnóstico intenta ubicar al individuo en su situación existencial. La


apertura dialógica generalmente se puede perturbar en tres niveles: el nivel del input, el
nivel del proceso y el nivel de output. Si hay bloqueos en cualquiera de estos tres niveles,
un individuo puede llegar a estar existencialmente empobrecido. Estos bloqueos, o
impedimentos, son tierra fértil para la psicopatología.

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El diagnóstico de la habilidad del paciente para relacionarse y encontrarse puede
constatarse desde su forma de lidiar con diferentes situaciones vitales. El grado de
perturbación en la situación existencial del paciente ofrece elementos para comprender la
severidad del trastorno psicológico del paciente. Adicionalmente, la relación terapéutica
espeja las habilidades relacionales del paciente, siendo esto altamente relevante para el
diagnóstico.
C. Paso 3: Psicopatología y Psicopatogénesis

Después de haber comprendido la situación existencial del paciente, el paso siguiente del
diagnóstico es aclarar el sufrimiento especifico de éste y sus conexiones causales. El
propósito de este paso es entender el deseo del paciente (consciente o inconsciente) de
buscar ayuda externa. Este paso involucra un diagnóstico de la motivación del paciente por
la terapia y esto incluye la comprensión subjetiva del paciente de su enfermedad o trastorno.
Las actitudes que los pacientes sostienen hacia su trastorno, así como sus expectativas
hacia la psicoterapia, son temas que se interconectan en este tercer paso del diagnóstico.

Además de las expectativas subjetivas del paciente, se requieren las evaluaciones


profesionales respecto a los elementos específicos del trastorno y sus causas. Por un lado,
esa evaluación necesita de un acercamiento fenomenológico y sensible; y por el otro lado
necesita del conocimiento de la psicopatología específica analítica existencial a fin de
encontrar las explicaciones del trastorno basados en una anamnesis certera.

D. Paso 4: Recursos personales ¿qué puede hacer el paciente?

En este cuarto paso se visualiza la experiencia perturbadora, la vivencia de dolor y conducta


patológica del paciente dentro de los contextos tanto de la teoría de la persona como de la
teoría de la existencia. El principal foco de análisis existencial está puesto en los recursos
personales del paciente. Por eso, desde el inicio se reconocen las habilidades propias del
paciente para resolver o mejorar su condición. Esto facilita y mejora la situación existencial
del paciente. Adicionalmente deben ser abordados los recursos psicológicos, somáticos,
económicos y profesionales del paciente.

Indagar por los recursos y habilidades personales del paciente proporciona la fase
preparatoria específica para la terapia analítica existencial. El modelo estructural del
análisis existencial y las motivaciones fundamentales personales son el antecedente
esquemático para determinar los recursos personales del paciente. Este modelo permite

13
una exploración sistemática de las condiciones fundamentales de la existencia, a fin de
revelar cuáles condiciones están bien desarrolladas y cuáles bloqueadas.

E. Paso 5: Análisis de las necesidades del paciente

El análisis de las necesidades del paciente está estrechamente conectado al paso anterior.
En el Paso 5 el terapeuta evalúa en base a sus observaciones y conocimientos personal,
las inminentes necesidades requeridas para mejorar la real situación vital del paciente.

Este quinto paso del diagnóstico conduce a establecer un plan terapéutico basado en un
resumen de la información reunida de los pasos previos. La panorámica de los bloqueos
biológicos del paciente también puede conducirnos a darnos cuenta que la perturbación
puede hacer más predominantemente a un nivel sistémico o en la patología de la pareja del
paciente, más que en el mismo paciente. Además, este cuadro diagnóstico general también
facilita una evaluación pronostica.

F. Pasos 6: Autoevaluación del terapeuta

Para concluir con el diagnóstico psicoterapéutico dentro de un marco de aproximación


fenomenológica, el terapeuta también necesita evaluar sus propias competencias,
motivaciones, sentido personal de responsabilidad, y sensibilidad de la terapia. Es
importante el diagnóstico de la propia personalidad del terapeuta, espejado por la
personalidad, síntomas y problemas del paciente, para proteger al paciente y asegurar un
progreso eficiente en la terapia, tanto como para la protección propia e higiene psicológica
del terapeuta. Esta autoevaluación se puede hacer en conformidad teorética con las cuatro
motivaciones de la existencia humana.

Diagnóstico teoréticamente extrínseco

Luego que el diagnóstico analítico existencial inicial ha sido llevada a cabo, se hace un
segundo diagnóstico teoréticamente extrínseco. Éste se realiza según el esquema
diagnóstico que establecen diferentes comisiones internacionales. Su objetivo es servir
como correctivo para diagnósticos metodológicos específicos y así revelar posibles puntos
ciegos sobre las bases de la antropología y metodología y hacer uso de amplio rango
experimental dentro de la disciplina. A causa de su estructura estandarizada y esquemática,
el diagnóstico de psicopatología es cada vez más preciso. Emplear un sistema de
diagnóstico interdisciplinario facilita y mejora la comunicación con representantes de otras
disciplinas quienes utilizan métodos alternativos para llegar a un diagnóstico.

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15
GUBERMAN, Marta (1998) “Humanismo, Logoterapia y proceso Psicodiagnóstico”

¿Qué necesita el paciente?¿A qué apunta esa pregunta?

La primera pregunta apela a nuestra capacidad de escucha, la cual debe ir más allá de la
mera percepción auditiva y su posterior intelectualización. El propósito de la conversación
con el paciente no es sólo el descubrimiento de los síntomas, su historia y su naturaleza;
sino que también debe ser el descubrimiento de esa persona: sus fuerzas, sus debilidades,
sus experiencias, sus necesidades... No basta con oír lo que el paciente necesita, lo cual a
veces es bastante explícito; sino también percibir lo no explícito.

¿Cuáles son los pilares del conocimiento del paciente?

La escucha y el tiempo son los pilares de este primer conocimiento del paciente:

A. Escuchar: debe ser atenta e interesada. Lo que nos está diciendo esta persona es
de capital importancia para ella. La escucha es parte del diálogo y de la mesura de
nuestras palabras. Con esto queremos significar que antes de hablar debemos
pensar si nuestras palabras serán más valiosas que nuestro silencio.

Tiempo: en cuanto al tiempo también como pilar, nos referimos a que está más allá del
cronológico de la entrevista. Nos referimos al tiempo que debemos tomarnos para
estudiar, para analizar, para reflexionar: ¿Qué estamos haciendo? ¿cómo lo estamos
haciendo? ¿Cómo podríamos mejorarlo? ¿Cuáles son las dificultades con la que
tropezamos? ¿será necesario consultar otra opinión?.

¿Qué reflexiones realiza la autora con respecto al tiempo?

En relación al tiempo cronológico dedicado la entrevista, se nos dice que debe de ser de
aproximadamente 50 minutos. Menos, tal vez, no alcancé para todos los datos, y más
resulta demasiado para mantener fija la atención.

Esto es así en términos generales, pero debemos mantener cierta flexibilidad. A veces una
persona necesita más tiempo para describir su problema. Otras veces puedo ocurrir que lo
verdaderamente crucial lo diga en los últimos 5 minutos. Lo más prudente será extender la
entrevista lo suficiente, es decir, hasta obtener un mínimo de datos que nos ayuden a
continuar en la próxima y también a cerrar la entrevista.

También puede darse otro extremo: las personas que dejan todo planteado en menos de
50 minutos. En ambos casos no conviene extender mucho más la entrevista. Lo mejor es
adecuarnos a las limitaciones y tratar de hacer lo nuestro lo mejor posible.
16
A qué se refiere la autora con la pregunta: ¿Qué puedo hacer por el paciente?

Con respecto a esta segunda pregunta, “lo que puedo ofrecer” se relaciona con lo que
sabemos hacer y lo que podemos hacer. Esto no sólo involucra nuestros recursos teóricos
y técnicos, sino también nuestro sentido común y nuestra información general.

El sentido común, es decir, aquel conocimiento que no recurre a la ciencia de la técnica,


resulta básico para evaluar con realidad y objetividad el pedido que nos formulan, mientras
que la información general será necesaria para orientar o seguir otras alternativas.

A veces ciertas personas vienen con un pedido concreto. Si estos pedidos no están dentro
de lo que nosotros podemos ofrecer, por ejemplo, porque no son nuestra especialidad, lo
más conveniente es la derivación hacia alguien que si puedo hacerlo. Consideramos
imprudentes y hasta irrespetuosos intentar hacerlo cambiar su demanda por otra que
nosotros sí podamos satisfacer.

¿Qué debemos evaluar como terapeutas para determinar si podemos comprometernos con
el paciente?

La tercera pregunta se refiere al compromiso. Tal vez ésta sea la más difícil de responder
y la que requiera mayor cuota de responsabilidad, porque comprometerse en una relación
terapéutica implica previamente un mínimo de autoconocimiento.

Hay situaciones por las que pasa todo ser humano, como muertes, accidentes,
separaciones, crisis de valores, etcétera. Si llegara a coincidir la situación del paciente con
la que estamos pasando nosotros, es importante que nos preguntemos a nosotros mismos
si somos capaces de ayudar a esa persona sin confundir contextos y sin identificaciones
cruzadas.

Sólo nosotros sabremos el límite entre difícil e imposible, y sólo nosotros podremos
establecer la oportunidad de una justa derivación. Si es nuestra obligación dar el paciente
lo mejor de nosotros mismos, el reconocimiento de nuestros propios límites resulta
ineludible.

Ahora bien, recordemos las tres preguntas: ¿qué necesita el paciente? ¿qué puedo hacer?
¿me puedo comprometer? Si coincide lo que podemos ofrecer con lo que el paciente
necesita, y además nos podemos comprometer, deberemos diferenciar el problema, crear
una hipótesis de trabajo y, finalmente como sugerir el tipo de intervención.

Explicar los conceptos: contextualización y acotación

17
Proceso es un concepto que remite al tiempo. Es decir, a una serie de fenómenos que se
irán dando a lo largo de un determinado lapso. La noción de proceso implica una serie de
transformaciones que comienzan en un determinado momento, para alcanzar cierto estado
de cosas en un momento posterior. Por lo tanto, el concepto de proceso conlleva dos
condiciones: contextualización y acotación.

1. Contextualización: se refiere a que todo fenómeno debe ser tenido en cuenta dentro
de un contexto, que es precisamente el proceso, siendo relativo el valor del
fenómeno en sí mismo y por sí solo.
2. Acotación: significa que todo proceso tiene un principio y un fin, una apertura y un
cierre. Abrir el proceso tiene que ver en parte con las tres preguntas iniciales, con el
logro de una comunicación fluida, y con el establecimiento de ciertas pautas de
trabajo que incluyen: horario, honorarios, números de entrevista, etc. Cerrar el
proceso es la fase de devolución de la información, la cual incluye sugerencias de
acuerdo al objetivo del psicodiagnóstico.

¿Qué estilo debería tener la primera entrevista del Proceso Psicodiagnóstico?

La primera entrevista, la cual puede llevar más de una sesión, técnicamente es conveniente
que sea semidirigida. Si bien puede comenzar como abierta o libre para que el paciente
explaye libremente su motivo de consulta, luego se requiere de nuestra intervención para
cubrir las áreas que el sujeto no haya considerado. Esto es importantísimo porque el
material que luego obtendremos en los test podrían interpretarse de una u otra forma de
acuerdo a los datos reunidos.

La exposición libre nos permitirá no sólo atender a la verbalización, sino también observar
su vestimenta, su lenguaje corporal, sus gestos; con cuál de los aspectos de su vida eligió
comenzar, cual deja sin nombrar, con cuáles manifiestan angustia y con cuáles se siente
satisfecho, etc.

Áreas a indagar de una primera entrevista

Las áreas a cubrir para indagar en la primer entrevista son:

1. Área salud: la mayoría de las personas pasan por alto esta área, Tal vez porque
consideran que un psicólogo sólo tiene que contarle cosas “psicológicas”. Lo
importante es que psicólogo recuerda que la psiquis se sostiene sobre un cuerpo,
que si éste está mal alimentado, mal descansado, intoxicado, repercutirá sobre
aquella.

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2. Área de trabajo: es importante preguntar por el trabajo que desempeña, las horas de
trabajo, si es de su agrado, si considera que lo hace bien, cómo son sus relaciones
laborales, etc. En caso de ser estudiante, podríamos preguntar sobre las horas de
estudio, vocación, rendimiento, etc.
3. Área social: las personas suelen hablar de los familiares con los que conviven, pero
también es importante preguntar por otros familiares y otras personas que puedan
aparecer como significativas en su vida.
4. Área ocio: indagar sobre qué hace cuando no tiene obligaciones, qué tipo de
actividades prefiere, si son actividades solitarias o prefiere hacerlo sin compañía, etc.

Pasos metodológicos del proceso de Psicodiagnóstico según Marta Guberman

La actitud metodológica es una actitud ordenadora, sistematizadora, que nos preserva de


caer en generalizaciones excesivas. Ordenar metodológicamente los datos es articular
“objetivamente” una realidad tal como la vemos nosotros. Esto nos permitirá integrar dicha
realidad al contexto que formamos con el paciente y el mundo.

Para lograr una actitud metodológica en un proceso psicodiagnóstico, debemos seguir los
siguientes pasos:

1. Descripción: constituye un interjuego inteligente de percepciones, intuiciones e


intencionalidades. Con la descripción, la inteligencia debe hacer uso de dos
funciones:
2. Registro consciente y voluntario del fenómeno observado, el cual nos permitirá
clasificar, sistematizar y ordenar la información recolectada.
3. Captación del fenómeno observado de manera inconsciente e involuntaria, y por lo
tanto, pre-lógica, inmediata e intuitiva.

Para guiar la descripción, nos apoyaremos en la Fenomenología Empírica de K. Jaspers, a


través de la cual el autor realiza una distinción entre:

Datos objetivos: se describen e investigan posibles perturbaciones en la percepción,


orientación, memoria, motricidad, lenguaje, pensamiento, juicio, inteligencia, hallazgos
psicosomáticos, fisiognómica y mímica.

Lo objetivo dicho: se refiere a las manifestaciones verbales del sujeto. A través de ellas no
sólo comprobamos su acatamiento a las reglas lógicas, sino también conoceremos sus
ideas, valores, creencias, opiniones, su visión del mundo.

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Datos subjetivos: involucra la percepción que el sujeto tiene de su vida psíquica. Los datos
subjetivos son la autodescripción que el paciente hace de sus vivencias de tiempo-espacio,
de su conciencia de realidad, de la conciencia de su propio cuerpo, de sus sentimientos y
estados afectivos.

4. Análisis: consistirá en investigar cada test por áreas: biológica, psicológica, social
y espiritual.
5. Crítica: es el proceso por el cual se decanta la información y se correlacionan los
indicadores de las diferentes técnicas.
6. Síntesis: composición de un todo, que en este caso es la llegada del diagnóstico.
7. Integración: implica la devolución de la información al paciente.

20
GUBERMAN, Marta (2009): “El proceso Psicodiagnóstico y sus Problemas”

Realice una breve síntesis acerca de las reflexiones que realiza Marta Guberman, en torno
al concepto de objetividad aplicado al proceso psicodiagnóstico.

¿En qué se diferencia la introversión o conocimiento del insight?

¿Qué exige el abordaje Humanista del diagnóstico?

El abordaje Humanista del diagnóstico exige la conciencia de que, por encima de toda
técnica, hay una clínica; es decir, una praxis que Integra los datos cualitativos y cuantitativos
a esa totalidad que es el ser humano. También exige la conciencia de que, por encima de
todo a clínica, hay una meta clínica; esto es, un otro lugar más allá de la clínica.

Para eso es necesario situarnos en un paso anterior a la escisión sujeto-objeto, un paso


desde donde sólo se puede conocer al objeto estando junto a él. Este estar-junto-a es una
relación superadora del nivel cognoscitivo para internarnos juntos en “otro lugar”. Sólo así
será posible conocer verdaderamente al otro

¿Cómo define la enfermedad Luis Martin Santos?

Luis Martín Santos describe la enfermedad como un repliegue en el despliegue que debe
ser la existencia. Este repliegue es vivenciado por la persona como un corte, una irrupción,
una distorsión. Nuestra tarea es ayudarla a hallar el enlace de sentido entre una y otra orilla
del repliegue, para darle esa sensación de continuidad que necesita su identidad, ya que
un diagnóstico que no tenga en cuenta el sentido de tal repliegue, no será útil para nadie.

Tres momentos del diagnóstico¿A qué preguntas responde cada uno de los momentos?

Marta Guberman plantea que el diagnóstico en psicología debe pasar por tres momentos:

a. Genérico: Se busca responder a la pregunta ¿está enferma esta persona?. El punto


centra en este momento es averiguar si la persona que llega a consulta está sana o
enferma.

Es importante aclarar que la salud es entendida como el mayor grado posible de ejercicio
de la libertad. Así, una persona será tanto más sana cuanto mayor sea su libertad para:
“pensar de acuerdo consigo mismo y con sus propias capacidades”, “actuar sin confusión
o inhibición exagerada”, “sublimar impulsos y conflictos” y “establecer, mantener y gozar de
los vínculos humanos”.
21
b. Específico: cuando llegamos a la conclusión de que la persona efectivamente está
enferma, comienza un proceso de investigación para intentar develar ¿Qué tipo de
enfermedad es la que padece?.

Si la persona está enferma implica que tiene restringida su libertad, por ello en este
momento lo que se intenta averiguar es: ¿de qué está enferma?, ¿qué la aqueja?, ¿por qué
sufre?, ¿por qué ahora?, ¿por qué aquí?.

c. Personificación: finalmente el tercer momento del diagnóstico es la personificación,


al que se llega únicamente si se ha establecido una relación sujeto-sujeto. Lo que
intentaremos ahora es hallar el sentido del padecimiento, o sea, el significado que tiene
para esta persona: ¿De qué modo lo transita?, ¿Cuál es el sentido de su enfermedad?.
Para ello, intentamos ubicarnos junto al otro, en esta relación especial llamada encuentro.

Cuatro niveles de libertad que distingue Magdalena Bleyle

La epistemóloga Argentina Magdalena Bleyle sostiene que al hablar de libertad podemos


hacerlo en cuatro niveles:

a. Nivel Físico: aquí predomina fundamentalmente la necesariedad y el determinismo;


por lo que hablar de libertad en este nivel implicaría referirse a la capacidad de huir de ese
determinismo.

b. Nivel Psicológico: en este nivel la libertad se expresa como libre albedrío: somos
conscientes y capaces de discernir entre lo que queremos y lo que no queremos, entre lo
que nos conviene y lo que no nos conviene. Es decir, el libre albedrío se relaciona con la
posibilidad de elegir frente a una variedad de situaciones que tienen que ver con el Polo
placer-dolor o desagrado-agrado.

c. Nivel Racional: la libertad se relaciona con el obrar de acuerdo con una ética. Ya no
se trata de elegir entre algo que me plase o no, sino entre algo que debo realizar o no de
acuerdo con mi conciencia moral.

d. Nivel Ontológico: se diferencia de los anteriores en que hablamos de libertad exterior,


en el sentido de que nos veía venía de afuera. Aquí, en cambio, libertad es de índole interior
o radical. Es la libertad creadora, la libertad que trasciende, la que pertenece a nuestra
22
misma esencia. Es una facultad intrínseca a nuestra existencialidad, de la que nunca se
nos podrá despojar.

Esta es la libertad de la que habla Frankl cuando describe su idea de hombre. El acepta los
condicionamientos biológicos, psicológicos y sociales que puede padecer el hombre, por lo
que nos dice que este “no es libre de tales condicionamientos”; pero, merced a su libertad
ontológica, sí es libre para tomar una actitud frente a ellos.

¿Cuándo una persona es inimputable para la justicia?

Al decir que una persona es tanto más sana cuanto más amplia es su libertad para pensar
por sí misma en función de sus propias capacidades, más puede actuar de acuerdo con
sus propias convicciones y más libre se siente para establecer vínculos con los otros y
gozar de ello.

Pero no es posible hablar de libertad sin hacer mención de la responsabilidad como valor
agregado de la libertad, que consiste en hacerse cargo. Se puede ser libre sin
responsabilidad, pero no podemos ser responsable sin libertad.

Dicho esto, para la Justicia una persona es imputable cuando la conducta ilícita es realizada
voluntariamente y con pleno entendimiento, porque la hace responsable de sus actos; y
será inimputable cuando no haya comprendido las consecuencias de sus actos.

Concepción sobre la salud y la enfermedad en torno al momento genérico del diagnóstico

Para el momento genético del diagnóstico, es la clínica la que nos provee de los parámetros
para catalogar una conducta dentro de un continuo cuyos polos son la salud y la
enfermedad. La norma clínica no concibe la salud como ausencia de enfermedad, sino
como capacidad desarrollo. En otras palabras, no implica inexistencia de conflictos, sino
capacidad y recursos para enfrentarlos y resolverlos.

Uno de los parámetros es el uso de la libertad y de la responsabilidad. Toda conducta que


estreche o cerne la posibilidad de elegir o de hacernos cargo de lo elegido hará que una
persona se acerque más al polo de la enfermedad.

Otro parámetro que nos provee la clínica es el concepto de normatividad. La normatividad


se define como la coherencia o continuidad que subyace en la fluctuación entre los polos
salud-enfermedad. Esto significa que la aparición de un síntoma en la conducta de una
persona, o su descompensación, será evaluada clínicamente dentro de su normatividad
subjetiva.
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De acuerdo con estos pactos parámetros, la libertad y la normatividad, podemos establecer
como patológico en la vida de una persona:

o Toda puesta en marcha de una energía mayor a la suficiente y necesaria para una
tarea determinada
o Toda función que se desestructura, tornándose en disfunción; es decir que, en lugar
de llevar a la adaptación, la dificultad.
o Toda alteración de los valores hasta ahora sostenidos
o Toda conducta o pensamiento que restrinja o coarte la posibilidad de elegir.

Estructura de personalidad

Entendemos por estructura de personalidad: la organización profunda y estable que se


caracteriza por un dinamismo determinado, es decir, por una manera más o menos típica
de relacionarse con el mundo, con los otros y con uno mismo.Esta definición operativa nos
permite, en términos heurísticos, arribar a un punto de partida desde el cual podemos
describir cómo comprender y transformar, a partir de una estrategia terapéutica, las
conductas del consultante.

En base a esta definición podemos pensar:

a. Estructuras neuróticas: los problemas son básicamente la adaptación y el manejo de


la angustia.
b. Estructura psicótica: la morbilidad pasa por el juicio de la realidad.
c. Estructuras límites: si bien se conserva en alguna medida al contacto con la realidad,
hay una notoria difusión en la integración de la identidad.

Criterios para establecer la estructura de la personalidad según Otto Kemberg

Otto Kemberg establece los siguientes criterios para establecer el tipo de estructura de
personalidad:

a. Contacto con la realidad: un yo sano y maduro delimita con precisión las fronteras
entre el mundo externo y el mundo interno. La función yoica que se pone en juego para
integrar los polos de esta dimensión es el principio de realidad.

Un yo saludable debe convivir con ambos polos dinámicamente armonizados: el mundo


interno puebla el mundo externo y le otorga la peculiaridad de ese yo, y el mundo externo
informa y enriquece al interno. Este principio de realidad puede estar afectado en grados
24
más o menos leves, como sucede en algunos cuadros de neurosis, o en grados más
severos como en la psicosis.

El principio de realidad se expresa fonológicamente en tres niveles:

- Apreciación de la realidad
- Adaptación a la realidad
- Juicio de realidad

b. Integración de la identidad: la identidad es el más alto grado de nivel de organización


psíquica. Es la vivencia de ser la misma persona a lo largo del tiempo y a pesar de los
cambios. A mayor grado de integración de la identidad con mayor nivel de salud y viceversa

Fenomenológicamente, la integración de la identidad puede ser investigada en tres


dimensiones polares:

- Dimensión actividad-pasividad: un yo con buena integración de su identidad es capaz


de responder a las demandas del ambiente, lo cual requiere una actitud alerta y activa; pero
también requiere una actitud pasiva, en el sentido de que hay ciertas demandas del
ambiente, ciertas circunstancias que precisan un dejarse llevar por ellas, aceptándolas tal
como llegan.

- Dimensión acercamiento-evitación: un yo bien integrado disfruta el contacto afectivo


y se siente atraído a establecer vínculos. Al mismo tiempo, se siente capaz de diferenciarse
del otro, sin que por ello el vínculo corra el riesgo de romperse.

- Dimensión dependencia-independencia: una identidad bien integrada conoce sus


límites y pide ayuda cuando las circunstancias lo exceden. También valora la opinión de los
demás y reconoce su propia necesidad del otro y su capacidad para ayudar.

c. Operaciones defensivas: los mecanismos de defensa son conductas inconscientes


que se realizan para lograr una adaptación y evitar una situación que pondría en riesgo el
equilibrio entre el mundo interno y el mundo externo. Por lo tanto, su función es la de
preservar el yo. A mayor grado de salud, mayor variabilidad de las defensas; es decir, la
conducta defensiva estereotipada implica un psiquismo menos saludable.

25
26
PARTE II

EL APORTE DEL MAPA PERSONAL

La teoría del campo de Lewin nos permite manejar una serie de conceptos por medio de
los cuales nos es posible representar la realidad psicológica de una persona; es decir, su
aporte respecto al PPD consiste en permitirnos representar la proyección del espacio vital
en un plano gráfico.

Lewin define al campo como la totalidad de los hechos coexistentes concebido como
mutuamente interdependientes. Esta definición correspondería a lo que nosotros llamamos
“contexto”, o sea, las situaciones y circunstancia que rodean a una persona en determinado
momento, y que acotan, de alguna manera, múltiples sentidos que puede adjudicarse a su
conducta.

De acuerdo con esto, la conducta que surja, lo hará en función del campo en el cual se
realiza, y en el momento en que se realiza.

La persona está separada y diferencia del mundo exterior. Sin embargo existe una zona
intermedia en que no es la persona misma, pero pertenece a su realidad. Esta zona está
constituida por las relaciones e interacciones importante de dicha persona con la realidad,
y que Lewin llama ambiente psicológico. El ambiente psicológico no es homogéneo: tiene
diferentes zonas o regiones cuya preponderancia hará que la persona vaya modificando su
ubicación en el espacio vital. Por lo tanto, para poder comprender la situación psicológica
de alguien, será necesario saber en qué punto de su espacio vital está ubicado, y qué
aspecto de su ambiente psicológico es el que está predominando.

Nuestro cuerpo se halla en un espacio. Lo que inscribamos dentro de dicho espacio guarda
relación con nuestro propio yo y con la forma de relacionarnos con él. El espacio gráfico
resulta la metáfora más clara de ello.

Hemos tomado de Lewis sólo los aspectos topológicos de su teoría. Si este aspecto lo
complementamos con los aportes de la grafología, tal como lo veremos, la hoja de
representación del espacio vital quedará subdividida en regiones. El análisis éstas, así
como lo ubicación de la persona en la hoja, será de suma utilidad para enriquecer las
técnicas gráficas.

El simbolismo del espacio

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La grafología moderna ha descrito cuatro vectores en relación al gesto gráfico, que, a modo
de una brújula, muestra las siguientes tendencias:

1- El vector que se dirige al NORTE es el vector espiritual. Tiene que ver con las
necesidades y aspiraciones espirituales, pero también con el pensamiento abstracto, en
tanto va dirigido a un plano que no tiene contacto directo con la realidad de los sentidos.

2- Hacia el SUR se dirige el vector biológico. Engloba las tendencias y necesidades de


ese orden. El pertenecen también las necesidades motoras, y los intereses técnicos y
prácticos, por su conexión directa con la realidad de los sentidos. Esta vector también
incluye el sentimiento de apego al lugar de nacimiento, a la familia y a las tradiciones, en
sus aspectos más biológicos, es decir, desde lo transmitido genética y filogenéticamente.

3- El vector que va hacia el ESTE es el vector del contacto con la realidad exterior. Es
el mundo del trabajo, de las relaciones sociales, de la actitud activa y agresiva; de la
extraversión y la acción dirigida al futuro.

4- El vector que va hacia OESTE se relaciona con el contacto con la realidad interna, o
sea, es el vector de la introversión, de la reflexión, de la contemplación. Implica un actitud
pasiva y regresiva, dirigida al pasado.

En base a este esquema de vectores, en nuestro medio podemos diferenciar zonas de la


hoja, tomando a ésta como la representación del concepto de Lewin sobre el espacio vital.

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Los planos superior, medio e inferior se relacionan respectivamente con el plano intelectual,
el afectivo y el orgánico o biológico. Por su parte, la banda izquierda representa el pasado
y él sí mismo; la derecha, el futuro y la tendencia sociales; y la banda media, que ocupa
una mayor proporción que las anteriores, representa el presente y la realidad inmediata.

Años más tarde, D’ Alfonso ampliaría esto conceptos elaborando lo que llamó “mapa
personal” o grilla topológica, el cual se su divide en 16 casilleros imaginarios y nos permiten
ubicarnos frente a la problemática fundamental del dibujante y al enfoque que hace de su
realidad.El centro de la hoja representa al Yo, siendo los cuatro casilleros que le rodean, el
6 7 10 y 11, aquellos que tienen que ver con el cuidado que Yo hace respecto a cuatro
aspectos de su vida:

 6: el afectivo y el manejo de sus defensas


 7: el social y el manejo del aislamiento
 10: el afectivo infantil y su manejo de las exigencias posesiva
 11: el aspecto heterosexual con su consiguiente manejo de conductas adaptativas,
de acercamiento y alejamiento.

Luego encontramos las siguientes zonas:

 1: zona estética y Yo ideal  9: afectividad infantil con tendencia


 2: zona imaginaria y creativa al placer
 3: zona cultural e intelectual  12: relaciones heterosexuales a
 4: zona ética religiosa. nivel del compañerismo y camaradería
 5: asertividad madura controla por  13: zona pragmática y económica
la inteligencia  14: pensamiento combinado con la
 8: sociabilidad general, tendencias acción
cooperativas y solidarias  15: lúdica y recreativo
 16: zona de la sexualidad genital

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Arquetipos gráficos

Los arquetipos gráficos(trazo y línea) son elementos simples que constituyen una figura.
Cada uno tiene una significación que a su vez tendrá que relacionarse con la zona donde
se halla dibujado.

El aporte del simbolismo del color

Los colores de la naturaleza tienen una gran influencia sobre el hombre, quien, por su
constitución física y psíquica, recibe su impacto. Psicológicamente, los colores se
diferencian en cálidos y fríos. Los primeros favorecerían la adaptación y la vitalidad,
mientras que los segundos tendrían que ver con la oposición, la sedación, la distancia
afectiva.

Las diferentes tonalidades dentro del mismo color se refieren a la intensidad de lo


simbolizado.

a. Amarillo: se lo considera el más ardiente y expansión de todos los colores. Color


masculino, representa la luz y la vida. El amarillo es el vehículo de juventud, fuerza, así
como de lo eterno, ya que es el color de oro (metal eterno). Sus características son la de
claridad, el brillo y alegría.

Sin embargo, el amarillo también guarde en sí mismo la declinación de la vida, la vejez, el


acercamiento de la muerte. Amarillo es el color de los vegetales que pasaron verdor. En
este sentido, el amarillo en su tono ocre o mate es el paso previo al negro, que es la muerte.
Por esta tensión de contrarios, el amarillo tiende al ajuste, la regulación, y su contenido
emocional tendrá que ver con el equilibrio y la serenidad, expresándose en conductas de
ecuanimidad y extraversión, así como laxitud y relajación.

b. Azul: es el más profundo de los colores. En él, la mirada puede perderse en la


indefinido sin encontrar obstáculos. El azul oscuro representa la serenidad absoluta. La
contemplación de este color produce tranquilidad al sistema nervioso central: el ritmo
respiratorio y cardíaco disminuye y el cuerpo se relaja. Psicológicamente, se incrementa la
sensibilidad y la susceptibilidad.

El azul es el más frío de los colores, simboliza el dominio consciente, la inmovilidad,


sugiriendo una tranquilidad sobre humana. Representa la temporalidad de lo eterno, por lo
que también se lo relaciona con la tradición y los valores inmortales. Un entorno azul calma
30
y apacigua, pero no tonifica; más bien dispone a una distancia no falta de dignidad. Su
contenido emocional, entonces, es de hipercontrol, traduciéndose en conductas de
distancia social, frialdad, parquedad y coartación.

c. Blanco: el blanco ocupa uno de los extremos de la banda cromática, y como tal, es
absoluto, o sea, no admite más variaciones que el matiz o el brillo. El blanco mate se asocia
con el vacío y la ausencia, mientras que el brillante con lo potencial, lo que aún no está, lo
que todavía no nació.

Por este no-ser, ya sea por imposibilidad de ser, ya sea por posibilidad aún no concretada,
el blanco nos dispone a la deserción y al abandono, connotando sentimientos de desapego
afectivo y de vacío interior que podemos expresar en conductas de coartación, huida social,
o incluso de solemnidad.

d. Gris: se asimila a una zona existente pero sin ocupar, como una frontera, una tierra
de nadie, de neutralidad. Desde esta falta de compromiso, manifiesta un contenido
emocional de descontento, de control emocional, de tensión unida a temor, por lo tanto,
tiende a comportamientos de prudencia, desconfianza y hasta desprecio.

e. Marrón: es la combinación de rojo y amarillo, por lo tanto, se puede decir que la


vitalidad del primero se halla amortiguada, como si ya no fuera eficaz. Esto le da un
contenido emocional de tensión y temor, disponiendo a la resistencia y al rechazo, y
manteniendo una modalidad interrelacional de obstinación y oposición.

f. Negro: simbólicamente, es frecuentemente utilizado en su forma fría y negativa,


asociado a las tinieblas, a lo desconocido y temido, al dolor y la muerte. Así visto, el negro
expresa la pasividad absoluta, el estado de muerte y de duelo sin esperanza. Una nada sin
posibilidades; un silencio eterno; un no porvenir.
Pero al igual que el blanco, su significación es paradójica. Porque el negro, al ser la renuncia
de los colores, simboliza la renuncia a la vanidad de este mundo.

Por otro lado, el negro también puede significar el origen y la fecundidad, porque así como
evoca la angustia y la muerte, también evoca la tierra fértil que recibe la semilla; la oscuridad
del origen; el misterio de la creación. Ya por temor, ya por desconocimiento, ya por misterio,
el negro nos dispone a la cautela y a la precaución, con un contenido emocional
predominantemente triste, turbado, angustiado, que se manifiesta exteriormente en
conductas de reserva y desconfianza.
31
g. Rojo: color del fuego y de la sangre, el rojo simboliza sobre todo vida. Pero también
la destrucción, en la medida que el fuego destruye y la sangre puede ser derramada. El rojo
oscuro es el color de la libido y del corazón; mientras que el claro es el de la vida, de la
fuerza vital y de las fuerzas acometedoras de la conquista.
Por todo esto, la disposición a la que nos empuja este color, es a la hostilidad y al dominio¸
pero también a la protección. El rojo se caracteriza por un tono emocional de la alta
emotividad, de pasión, de inquietud, que expresamos con impulsividad, agresividad e
irritación.

h. Verde: se ubica equidistantemente del rojo y del azul. Por lo tanto, está entre la
frialdad y la calidez. Es el color que domina el reino vegetal, por lo que se lo asocia a la
vida, al nacimiento, a lo materno. Es el color del agua (símbolo de vida y de origen), y del
despertar a la vida. Justamente, por este recién comenzar, por este empezar un largo
camino, el verde también es símbolo de inconstancia e inmadurez.
Lo verde nos dispone a lo lúdico, con un contenido emocional de satisfacción y jovialidad
que se traduce en conductas de extraversión y de actividad.

i. Violeta: siendo la combinación de rojo y azul, el violeta mantiene algunas


características de ambos, aunque forma un color con características propias. Por lo pronto,
se aleja tanto de la impulsividad del rojo como de la ecuanimidad del azul, buscando su
propio modo de identificarse.
El problema es que a veces esta búsqueda no llega a su fin, y termina expresando tan sólo
la falta de decisión y el titubeo. Por esta tendencia a la búsqueda de nuevos horizontes, el
violeta se relaciona con el gusto estético y artístico, pero con reserva social. Su contenido
emocional es la introversión y la rigidez afectiva, con disposición a la defensa.

(En los test gráficos, es importante tener en cuenta la zona del dibujo en la que utiliza
determinado color. Por ejemplo: el color negro en la ventana muestra un interior sólo o triste.
Mientras, por fuera, la puerta marrón habla de tensión y temor. El hecho de que la persona
lleve ropa amarilla puede relacionarse con un sujeto activo, expansivo y jovial)

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL EN LAS TECNICAS GRÁFICAS

Clínicamente, los gráficos nos permiten investigar el esquema corporal, el manejo del
espacio, las ansiedades, los conflictos y las modalidades de vinculación con los otros.

Contacto con la realidad: según este criterio, se agrupan los siguientes indicadores:

32
➢ Respuestas a la consigan y delimitación del objeto:

 Neurosis: responder adecuadamente a lo solicitado, siendo muy común algún tipo


de comentario tendiente a compensar la ansiedad persecutoria. El objeto dibujado está bien
delimitado, pero puede aparecer sombreado, borroneado, repasado, características todas
ellas relacionadas con la angustia y la ansiedad.

 Psicóticos: si están compensados, respetan la consigna; de lo contrario, responden


arbitrariamente. Sus figuras son poco diferenciadas y bastante inarmónicas. Lo más
llamativo de las figuras es la deshumanización.

 Personalidades límites: responden adecuadamente a la consigna, pero las


delimitaciones de los objetos no suelen ser precisas.

 Antisocial: prevalecen las conductas oposicionistas como respuesta a la consigna,


con la excepción de que el sujeto se encuentre encerrado en alguna institución y prefiera
responder adecuadamente para agradar al entrevistador.

➢ Relación del objeto con el espacio gráfico: esperamos que cada uno de los dibujos
esté relativamente centrado y que los diferentes elementos estén emplazados en la armonía
del conjunto.

 Neurosis: por lo general el objeto se relaciona bien con el espacio gráfico, en cuanto
al tamaño y emplazamiento. Sin embargo, los pacientes que las padecen también son
proclives a excederse de los márgenes. Si el margen trascendido es el superior, hablaremos
de exceso de fantasía. Si es el inferior, podría ser por la depresión¸ o tal vez por arraigo a
lo material y concreto. El exceso en el margen izquierdo se relacionaría con una tendencia
a huir del mundo exterior, mientras que el exceso en el margen derecho habla de una huida
de sí mismo.

 Psicótico: suele llenar toda la hoja con diferentes objetos con poca o ninguna relación
entre sí.

 Neurosis fóbica: suelen tabicar el espacio como un modo de controlarlo,


apareciendo, por ejemplo, la casa cercada o las tarjetas del Bender encuadradas.
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Integración de la identidad

➢ Tamaño del dibujo: expresa cómo se siente el dibujante y cómo responde a los
estímulos ambientales. Las figuras pequeñas hablan de sentimientos de inferioridad,
conciencia de ´si desvalorizada, y sentimientos, respecto al medio, de estar perdido o de
sentirse impotente o rechazado. Las figuras grandes, no representan los sentimientos
opuestos a los pequeños, sino los mismos, y resultan de un intento de sobrecompensación.
Es esperable que el dibujo tenga un tamaño que oscile entre el 50 y 60% de la hoja utilizada,
lo que habla de equilibrio y buena adaptación.

 Trastorno de personalidad: los del grupo A (esquizoide y paranoide) y C (trastorno


por dependencia y compulsivos) sueles empequeñecer las figuras. Los del grupo B
(histriónico, narcisista, límite y antisocial), en cambio, suelen dibujar figuras grandes.

➢ Movimiento y expresión:

 Neuróticos: los movimientos aparecen coartados, por ejemplo, con las manos en la
espalda o en los bolsillos. De haber movimientos, serían aquellos que reflejan escasa
energía (inclinados, agachados, sentados), y pueden indicar tanto un agotamiento
emocional como una depresión.

 Trastornos de personalidad: el grupo A y C hacen figuras poco expresivas y con


detalles extravagantes. Los del tipo B suelen dar una expresión amenazante, siendo
bastante frecuente que elijan dibujar caricaturas. Dentro de este grupo, el trastorno
narcisista suele dibujar figuras desnudas al estilo de estatuas.

 Maníacos o hipomaníacos: los dibujos que sugieren mucha movilidad pertenecen a


sujetos que sienten fuertes impulsos motrices.

 Psicosis: la extrema rigidez de las figuras humanas se corresponde con conflictos


graves y profundos frente a los cuales los sujetos intentan mantener un control rígido. Son
patognómicos los dibujos estilo robot, cuya presencia debe alertarnos respecto de un
proceso de despersonalización.

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➢ Distorsiones: incluye las omisiones y adiciones que se apartan de la Gestalt. Cuando
aparecen en la figura humana, sugieren la presencia de conflicto en la zona afectada.

 Neurosis: la omisión del cuello puede indicar escaso control intelectual sobre los
impulsos. Por el contrario, la exageración en el largo del cuello de la figura humana puede
estar reflejando una fuerte disociación.

 Trastorno de personalidad: profusión exagerada de elementos como el exceso de


bolsillos o de puertas y ventanas indican sentimientos de dependencia (también pueden
aparecer en las neurosis).

 Psicosis: la omisión del cuerpo humano, es decir, dibuja sólo la cabeza (así como la
casa puro techo), refleja un excesivo refugio en la fantasía, con el consiguiente desarraigo
de la realidad. El dibujo de la figura humana con sus órganos internos visibles también es
propio de la psicosis.

➢ Uso de los mecanismos de defensa: se trata de establecer cuál es la defensa


predominante y su nivel evolutivo.

 Neurosis: la proyección e identificación facilitan la comunicación con el otro basada


en la empatía. Su uso adecuado produce gráficos claros, dinámicos y delimitados. Los
dibujos muy rígidos son dados por las estructuras neuróticas obsesivas con índice de
rigidez defensiva. Los dibujos pobres reflejan el accionar del mecanismo de negación.

 Psicosis: hacen uso indiscriminado de la identificación proyectiva (splitting), lo que


evidencia la confusión mundo interno-externo.

 Trastornos de personalidad: tienen un mejor criterio de la realidad, pero su


incapacidad de empatizar con un semejante refleja el mal uso de la identificación proyectiva;
de ahí la expansividad de los dibujos, la expresión agresiva, la burla a través de la
caricatura, etc. También utilizan la disociación más primitiva, la escisión, y los dibujos se
caracterizan por su extrema rigidez.

La corporalidad en las técnicas gráficas

35
Hemos visto que el esquema corporal es la imagen o representación más o menos
consciente que tenemos de nuestro propio cuerpo y de sus posibilidades, y que para su
conformación debían entrecruzarse tres ejes: el de la forma, el del contenido y el del valor.
Cabe entonces preguntarnos qué sucede cuando esté juicio de valor nace de la vivencia de
una corporalidad dañada, incompleta, ineficaz.

Por ejemplo:

- El análisis tradicional de estos gráficos en lo que está omitido el cuerpo nos indica
una estructura de personalidad neurótica, con un excesivo Refugio que la Fantasía.

- La desarticulación en los dibujos refleja la desarticulación del propio esquema


corporal: una corporalidad que no puede funcionar ni como límite en la defensa de espacios
(marcando lo propio y lo ajeno) ni como bisagra que pueda articularse lo que piensa con lo
que siente y hace.
Por ser el gesto gráfico una extensión del esquema corporal, los dibujos tienen una
configuración espacial y temporal que se escenifica en la Hoja en blanco, hoja que implica
una extensión del propio esquema corporal, en cuanto a verticalidad, lateralidad y
perspectiva. O sea que la hoja estaría representando el espacio vital; y el gesto gráfico, al
sujeto mismo. De las técnicas gráficas, de la figura humana es tal vez la más adecuada
para la exploración de la corporalidad.

El ser humano es un ser eminentemente histórico. Como tal, no puede existir fuera de la
historia y fuera del mundo, que es como decir sin tiempo y sin espacio. Sin cuerpo no puede
habitar un espacio, y sin espacio no puede desplegar una historia. La corporalidad dañada
modifica necesariamente la relación con el mundo y con los otros, y requiere una relación
terapéutica humanizadora que ayude a reconocer límites y posibilidades.

36
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL EN EL CUESTIONARIO DESIDERATIVO

Desde el punto de vista clínico, esta técnica nos dará información sobre el grado de
fortaleza yoica; y tendremos en cuenta, para el diagnóstico de la estructura básica, los
criterios de realidad, de integración de la identidad, de integración de la identidad, así como
el uso de los mecanismos defensivos.

Contacto con la realidad

➢ Respuesta a la consigna: la respuesta dependerá de la captación que el sujeto tenga


de la consigna, la cual, a su vez dependerá de su posibilidad de metabolizar la idea de
muerte. Esta metabolización implica, como condición previa, que el sujeto entienda
metafóricamente la consigna, cosa que sólo se logra si hay una buena diferenciación
fantasía-realidad que le permita ubicarse en el “como sí” (uso del pensamiento simbólico).
Si este actúa con éxito, el sujeto acepta la propuesta lúdica del “como sí” con interés por la
tarea, actitud reflexiva y progresivo enriquecimiento de las respuestas.

 Estructura psicótica: se manifiesta por mutismo o respuestas arbitrarias o


incoherentes; por ejemplo: “una lechuza porque es fresca”.

 Estructura neurótica: el fracaso total se da por bloqueo, con respuestas tales como:
“no sé… me mató”, “no se me ocurre nada”. El fracaso parcial se da cuando el sujeto logra
responder la consigna pero a medias, por ejemplo, adoptando identidades humanas como
ángeles o personajes míticos (en adultos este tipo de respuestas suele reflejar un
mecanismo de desmentida característico de los trastornos de personalidad). El fracaso
parcial también ocurre cuando no puede responder a todas las catexias positivas (no sabe
cómo defenderse) o negativas (no sabe de qué defenderse).

➢ Adecuada diferenciación entre elecciones positivas y negativas: la imposibilidad de


diferenciar lo bueno y lo mano habla de un alto grado de confusión e indiscriminación, por
lo que siempre será índice de un pobre criterio de realidad.

➢ Delimitación del objeto: apunta al grado de diferenciación entre yo-no yo que, cuando
sea adecuado, hará que la elección recaiga en objetos concretos con límites definidos;
mientras que, al contrario, un yo indiferenciado elegirá objetos con límites difusos, como
tierra, arena… la presencia de este tipo de objetos en las catexias negativas deberá
alertarnos sobre un principio de desorganización.
37
Integración de la identidad

➢ Descripción del objeto: dar una catexia positiva implica identificarse con un objeto,
para lo cual el sujeto pone en marcha otro mecanismo instrumental que es la identificación
proyectiva. Cuanto más exitoso sea el uso de este mecanismo, mayor especificación del
objeto y mayor integración de la personalidad. Esto significa que se espera, en un adulto
equilibrado, que en lugar de categorías generales (ej.: ave, pájaro), el sujeto se refiere a un
objeto específico (canario, águila). Además, el objeto debe ser aceptado o rechazado por
sus características reales. De esto da cuenta el tercer mecanismo instrumental: la
racionalización.

➢ Distancia emocional: también se establece por acción del mecanismo de


identificación proyectiva. El grado de integración yoica es directamente proporcional al
establecimiento de una distancia óptima con el objeto¸ es decir, ni muy cerca ni muy lejos.

Si la distancia es excesiva, el sujeto tratará de negar el impacto que le ha ocasionado la


consigna; por ejemplo: “flores, porque son bonitas y a la gente le gustan”. Al contrario, la
falta de distancia habla de una identificación proyectiva masiva, propia de una estructura
psicótica; pero aisladamente es bastante común en las neurosis fóbicas, por ejemplo: “gato,
para que me mimen”.

Uso de los mecanismos de defensa

Los mecanismos defensivos tienen por objeto protegerse de la angustia o del displacer.
Algunos operan sobre los impulsos, modelando su descarga o bien bloqueándola, mientras
que otros operan sobre la realidad al modificar la información que el yo no tolera. Como ya
se ha dicho, el uso saludable de las defensas exige que éstas sean variadas y flexibles. De
acuerdo con ello, se podría sospechar un uso inadecuado de las defensas cuando, en
general:

 Falla la respuesta a la consigna por la falta de control y la intolerancia a la fantasía


de muerte

38
 Fallan algunos o todos los mecanismos instrumentales: primera y segunda
disociación instrumental, identificación proyectiva y racionalización.
 Fallan las elecciones, ya por perseverar en uno de los reinos, ya por no discriminar
cualidades positivas y negativas.

Otros aspectos a tener en cuenta

➢ Creatividad: este tipo de respuestas sólo se encuentra en personas equilibradas y


en neurosis leves. Se observa en la originalidad de las elecciones, aunque es necesario
aclarar que no toda originalidad es de carácter positivo. De hecho, los psicóticos pueden
dar respuestas originales, pero por su arbitrariedad.

➢ Abstracción: se espera que la secuencia de catexias positivas vaya desde el reino


animal al reino mineral; e inversamente en las catexias negativas. Esta secuencia
inicialmente descendente y luego ascendente implica una abstracción respecto de la noción
de “vida”, capacidad que no se encuentra en las psicosis, neurosis graves, ni en los
trastornos de personalidad. Esta misma capacidad de abstracción debe estar presente en
las racionalizaciones, cuando el sujeto privilegia las características principales de las
accesorias.

➢ Relación con el otro: en las catexias positivas de la estructura neurótica, observamos


que el otro siempre está presente, resaltando en el objeto elegido características buenas
para el otro (“un gatito, porque es cariñoso”); con la excepción de la neurosis fóbica que
elegirá objetos que puedan alejarse (“una mariposa porque es libre”).

 Trastornos de personalidad: el otro aparece pero sometido o dominado, de manera


tal que los objetos elegidos tendrán aspectos positivos que producen medio o que pueden
penetrar en el otro (“una barita mágica porque cambiaría todo” o “una enredadera, porque
cubre toda la pared de verde”).

 Estructura psicótica: el otro nunca está presente. Los símbolos elegidos son siempre
inalcanzables o inaccesibles (el Sol).

Valores y proyectos en el cuestionario desiderativo

39
Como ya se dijo, el cuestionario desiderativo es un test proyectivo verbal que investigan la
integridad yoica y su grado de fortaleza debilidad. En tanto que su Consigna estimula al
sujeto a elegir y, por ende, hacer uso de su libertad, resulta una técnica sumamente
preciada para investigar los valores por los que la persona se siente atraída.

A partir de aquí, propongo retomar el aspecto valorado del objeto elegido de las catexias
positivas, y preguntar “para que” quisiera dicho valor. Por ejemplo, un sujeto dice que quiere
ser “Tigre porque es un cazador sagas”. Tomando la actualidad de Cazador salgas, se le
pregunta: “¿para que quisiera usted ser un cazador sagas?”. Es decir, rompemos la
identificación proyectiva con el símbolo y le damos la posibilidad de Renacer con la cualidad
deseada.

La pregunta debe personalizarse, es decir, preguntar para qué él quisiera ser o tener ese
aspecto valorado, porque de esta forma volvemos a hacer que se refiera a sí mismo; es
decir, lo sacamos del como si y lo devolvemos al Aquí y ahora.

La pregunta del para que permite al sujeto de tomar conciencia de aquello que valora y lo
combina a plasmarlo en una acción, en un proyecto. Si la Consigna lo acercaba la muerte,
la pregunta del para que le vuelve a poner distancia y le recuerda que debe hacer algo con
su vida. Es decir, la pregunta del para que pone en juego otro mecanismo: el de la
imaginación creadora. Esta permite al hombre trascender lo fáctico y descubrir una realidad
virtual, que es fruto de la integración entre la realidad que vemos y la realidad que
pensamos.

Desde el punto de vista de la dinámica psicológica, él porque evidencia conflictos


relacionados con el pasado (conflictos evolutivos, accidentales, intrapsíquicos), y en este
sentido, describe la personalidad. Desde el punto de vista de la dinámica existencial, el para
que describe a la persona por el modo en que se posiciona frente a la vida, qué tipo de
relación tiene con el futuro, qué proyectos persigue, hacia qué valores apunta. De hecho,
no poder contestar el para que implica dificultad para articular el presente con el futuro, ya
sea por incapacidad o inhibición para proyectar, por una escala de valores limitada o por
una inmadurez que no permite un adecuado descentramiento.

Algunas personas contestan el para que con un porqué, en cuyo caso podemos inferir que
están estancados en las causas, en el origen, sin poder encontrar la salida al futuro. En
estos casos, debemos ir con precaución y llevar el diálogo hasta cuando se vuelva a dar la
oportunidad de preguntar el para qué.

PARTE III
40
EL PROBLEMA DEL SENTIDO

El proceso psicodiagnóstico es un campo de investigación propicio para el conocimiento de


la estructura y el dinamismo de la personalidad, así como el sentido de la persona que
consulta.

Esta diferencia entre persona y personalidad se basa en la antropología Franklina, la cual


entiende que la persona es la existencia unitaria, total, siempre nueva y dotada de dignidad.
Como unitaria que es, resulta indivisible; y como nueva, irrepetible y singlar. Está dotada
de dignidad porque está se refiere al respeto por sí misma, por su propia calidad de ser
humano. Para Frankl, la personalidad es aquello en lo que la persona deviene a partir de
los condicionamientos biológicos, psicológicos y sociales. Dicho en otras palabras, persona
es lo que se es; personalidad es lo que se tiene. En base a ello, pretendo abrir la conciencia
del psicodiagnosticador para que tengan en cuenta la persona además de la personalidad
durante la evaluación del proceso psicodiagnóstico.

Entendemos aquí por existencia o espíritu lo propio del hombre con mala conciencia de sí
mismo, lo que caracteriza al Dasein. Lo existencial espiritual también es la sede de la
subjetividad, en tanto dimensión donde él yo se experimenta como intencional y ejecutivo.
Intencional porque se dirige algo, y ejecutivo porque es él quién realiza la acción.

Esto significa que la dimensión existencial espiritual contiene un grado máximo de


conciencia reflexiva que le permite descubrir, al yo, al ser que es, un grado máximo de
irreflexión, porque la existencia no puede contemplarse a sí misma. Esto nos lleva el
segundo aspecto de la problemática del sentido: la profundidad.

Propongo una manera integradora de abarcar la persona, considerando la profundidad en


sus dos sentidos: vertical sincrónico y horizontal diacrónico; y en todas sus direcciones:
arriba y abajo, atrás y adelante.

En sentido vertical sincrónico, la profundidad cruza todas las dimensiones. Así podemos
considerar una profundidad de base constituida, en las dimensiones biológicas y
psicológicas, por lo más arcaico y primitivo de nuestro ser en natural. Sería así lo racional,
lo impulsivo, lo instintivo, lo que está más próximo a la Esfera somática, de ahí su carácter
apremiante que lo hará, muchas veces como objeto de la represión.

En sentido vertical, cabe hablar también de una profundidad de altura que, para la
dimensión psicofísica, estaría dada por todas las funciones conscientes y voluntarias; y,
para la dimensión existencial espiritual, es la conciencia entendida como órgano del sentido,

41
como la Facultad de descubrir y localizar ese único sentido que se esconde detrás de cada
situación. La profundidad de altura, por todo ello, se relaciona directamente con la
aprehensión de los valores; y esto también, a veces, puede caer bajo la represión.

Ahora bien, en sentido horizontal diacrónico, en la profundidad se presentan dos


direcciones: el hacia atrás y él hacia adelante. El primero está constituido por el pasado,
por la historia, por los ya ido y, por lo tanto, fuera de nuestras posibilidades de modificación.
El Adelante, en cambio, es el futuro, el porvenir, lo que aún no es pero puede llegar a ser
si desarrollamos nuestras potencialidades. Entonces, también por profundidad debemos
entender la posibilidad de dirigirnos hacia un futuro, hacia un porvenir, y de elevarnos hacia
los valores más altos a los que puede aspirar una persona.

El tercer aspecto a tener en cuenta es cómo medir la salud de esta dimensión existencial
espiritual. Por ser una dimensión metafísica, lo existencial espiritual no está expuesto a
ningún condicionamiento físico como psicológico o social; por lo tanto, no se deterioran y
enferma.

Si lo existencial espiritual no se deterioran y enferma, lo que podemos observar en el


proceso psicodiagnóstico no es su grado de salud, sino su grado de evolución. Una
existencia es tanto más evolucionada cuando más libre se sienta de sus condicionamientos
biológicos como psicológicos y sociales; cuanto más consciente y responsable asuma las
consecuencias de sus actos individuales, cuanto más amplia y alta sea su escala de
valores.

Las técnicas psicológicas descritas en la parte 2 de este libro fueron creadas desde un
marco teórico cuya idea del hombre no contempla la dimensión espiritual existencial, esto
es, no escribe los valores que atraen a la persona ni cuáles son sus proyectos hacia el
futuro; y, cuando investigan la profundidad de base, lo hacen sólo respecto de la dimensión
psicológica. Es decir, las técnicas estudiadas describen e Investigar la dimensión
biopsicologica (o sea la personalidad que tiene), pero no describen ni investigar la persona
que es.

Para acceder a la dimensión existencial espiritual tendremos que ejercer sobre las técnicas
una ruptura epistemológica, pero ya no para establecer un diagnóstico, sino para encontrar
a la persona más allá de su patología. La investigación de la dimensión existencial espiritual
se debe hacer en función de las categorías ontológicas de la existencia; alguna de las
cuales son: el tiempo, espacio, cuerpo, proyecto, autenticidad.

42
BIOGRAFÍA VITAL (Héctor Pelegrina)

Historia vital individual

La vida es un intercambio continuo entre organismo y entorno, como actividad de


renovación al servicio de la conservación de la forma de la vida. Esta forma se conserva
con el carácter de mismidad, esto es, de identidad consistente que persiste a lo largo de las
actividades de renovación, dado lo cual, la vida necesariamente tiene y es historia o mejor,
es histórica.

La vida es temporal, no sólo en el sentido de que pasa y se termina, sino esencialmente en


el sentido de estar pasando. El tiempo implica cambio, pero también permanencia. Por eso
es tal vez en el seno de la vida donde la temporalidad se manifiesta más plenamente. Todo
cambia, pero la vida es patentemente intercambio, al tiempo que cambiante.

Todo lo que tiene alguna estructura, toda entidad, tiene alguna permanencia, aunque sea
efímera. Es en la vida donde más plenamente se manifiesta la permanencia de cierta
mismidad. La mismidad orgánica es característica esencial de un organismo vivo. Un
organismo vivo es precisamente un sistema Dinámico unitario, cuya dinámica está el
servicio de mantener esa unidad, de mantenerse idéntico a sí mismo a lo largo de los
cambios e intercambios.

De aquí que la vida sea ejemplarmente temporal. Es temporal y es temporalidad. Veamos


las distintas formas con las que la temporalidad de la vida humana configura ese discurrir y
transcurrir histórico de la estructura biográfica humana.

Conservación-renovación

Estos dos conceptos, inherentes esencialmente a lo vivo, como dos dimensiones


complementarias, se refieren tanto al mismo viviente (el organismo) cuando a la vida misma
del viviente, al comportamiento.

El organismo conserva su propia forma renovando su material y energía (metabolismo). Y


estás, la materia y energía, se renuevan a través del comportamiento en con el medio vital
externo. A su vez el comportamiento renueva en cada acción sus objetivos a alcanzar, pero
conservando la forma de comportamiento. No sólo hay conservación del organismo, hay
también conservación de la estructura conductual. Estamos ante círculos integrados de

43
intercambio, en cuya estructura dinámica no puede aislarse realmente conservación de
renovación, ni organismo de comportamiento.

¿La renovación está al servicio de la conservación o la conservación sirve a la renovación?

Desde el paradigma Antiguo se ha contemplado la renovación al servicio de la


conservación, por lo tanto el comportamiento se lo ha visto en función del organismo. Esta
concepción subyace al darwinismo, en el cual la adaptación al medio es un concepto
conservador en el orden comportamental, frente al de liberación respecto del, del nuevo
paradigma. En el extremo de esta postura es la reciente sociobiologia, que contempla al
comportamiento como meros mecanismos de los cuales se vale el Gen egoísta para
conservarse así mismo. Esta es una visión sustancialista extrema.

Frente a ello, el nuevo paradigma emergente ve al comportamiento como un proceso


Dinámico básicamente renovador de las formas de Vidas progresivamente más
independientes y con mayor dominio sobre el medio. Esto es, cuando el comportamiento
se realiza de modo autónomo y libre, generando una autoafirmación de la mismidad del
sujeto, desplegando mi vida desde el yo mismo. Cuando Esto no es así, en lo concerniente
al núcleo personal, aparece la despersonalización y sus frutos, la psicopatología.

En esta visión, renovación y conservación son distinguibles pero no aislables. La paradoja


es que Independencia, autonomía y Libertad son efecto y causa de un sujeto cada vez más
consciente de ser, como realidad, una mismidad propia abierta al encuentro con lo otro real,
en cuyo encuentro va realizando su propia realidad.

Renovación y conservación son dimensiones de un mismo proceso llamado vida, que va


generando individuos progresivamente más consientes (mayor mismidad) frente al medio,
con mayor capacidad de renovación (mayor libertad) del medio y de sí mismos.

El culmen de este proceso evolutivo lo constituye el ser humano, Ya que su sensibilidad,


que le proporciona información del medio, le otorga una gran libertad y un gran dominio
sobre el medio real. Y le proporciona la posibilidad de auto-configurar su propio modo de
ser, la oportunidad de su propia realización personal a través del encuentro real.

Renovación significativa con conservación de la estructura significativa configuran un texto,


un relato, una historia, esto es como una estructura argumentativa narrativa. En el caso
humano el texto discursivo configura la “historia de la vida”, en la cual hay renovación y

44
conservación del sentido. La historia, si es individual, configura la biografía. Esta puede
entenderse como proceso de realización de la vida, como historicidad vital.

También es importante distinguir la biografía vívida y vivenciada. La primera es la estructura


de hechos y eventos vividos, la segunda es la estructura de los sucesos y hechos
vivenciados y su forma de afectarme, configurando estructuras de sentido. Por último, hay
que discriminar entre la biografía impersonal, Como historia que me hizo (y me hace) el
individuo que soy, y la biografía personal, en que “yo hago” mi vida desde mi mismo.

Remanencia-transformación-prelación

La pervivencia del pasado modifica la forma de vivir el presente y abre nuevas posibilidades
de vida futura. En realidad, esta pervivencia del antes en el ahora, es una característica
constitutiva de la vida.

La primera y fundamental forma de permanencia temporal, de permanecer el pasado en el


presente, es la remanencia. La vida es remanente. Lo vivido va dejando un “remanente
estructural”, tanto en la estructura orgánica del viviente como en la estructura
comportamental. También la vida va dejando su huella remanente a nivel del medio vital,
del nicho ecológico. Esta remanencia es la permanencia de lo vivido, es la pervivencia del
pasado vivido inscrito en estructura de la vida actual, que se actualiza desde lo acumulado
en la vida pasada.

Una forma viva está en continua transformación. La transformación de la forma viva es el


modo de quedar presente el pasado vivido en esa permanencia temporaria de la vida, qué
es remanente. Una forma de vivir, si es habitual, no sólo crea hábitos a través de los cuales
el hombre habita, sino que va creando formas de vida que cada vez se hace más
consistentes y persistentes, y más difíciles de modificar voluntaria y o terapéuticamente.
Por ejemplo: el alcoholismo no es tan sólo una adicción a una sustancia, es también una
forma de vida, adquirida a lo largo de los años por una forma de comportamiento respecto
del mundo y de sí mismo.

Pero en la vida no sólo está presente el pasado, también está presente el futuro. La vida es
un proceso Dinámico en cuyo presente vivido (presente continuo) se hace presente
necesariamente el futuro con antelación. Esta antelación de lo Porvenir es constitutiva del
proceso de vivir. El logro de lo pretendido está presente como prelación, esta actualización
de la conducta tendencial que se dirige a la prosecución de un objetivo.

45
La antelación de la vida vivida consiste en una prelación. Esta prelación es simplemente
ese estar dirigida a fines de toda conducta. Es el carácter direccional de toda conducta. Una
conducta puede estar dirigida a fines concretos y particulares o estar dirigida a fines
genéricos o difusos. En la conducta humana esos fines siempre surgen en el presente
vivido, aun cuando puedan ser fines preconstituidos desde el pasado. Pasado que estará
actualizado (en el sentido de presente y actuante) en el presente vivido.

La presencia del antes remanente como forma del ahora y la presencia del después como
prelación tendencial del ahora, son actualizaciones operativas de lo pasado y lo Porvenir
en el presente vivido, son presentes en la vida, pero no son presentes a la persona, no son
actualizaciones cognitivas para la conciencia del sujeto o actualizaciones vivenciales. “La
remanencia y la prelación son inconscientes”. Esta actualización transcurrente de lo
meramente vivido configura el modo de percibir cognitivamente y el modo de sentir
vivencialmente. La remanencia y la prelación configuran la forma de concienciar, pero ellas
nunca son presentes a la conciencia.

El “inconsciente” es concebido de una manera radicalmente distinta a toda tradición


psicoanalítica. Esta pervivencia operativa del pasado en el presente como remanencia y la
preexistencia operativa del futuro en el presente no configuran el inconsciente como
entidad. Remanencia y prelación son dimensiones estructurales de la vida que hacen
aparecer, lo que a la vida se le presenta, con unas formas o u otras, de un modo o de otro.

Remanencia y prelación conforman la forma de hacer presente las cosas a la vida, pero,
por eso mismo, estas dimensiones temporales de la estructura de la vida no pueden estar
presentes (conscientemente o vivencialmente) a la propia estructura de vida, de la cual
forman parte.

El presente de la vida, el presente vivido (no vivenciado) es la actualización. Actualización


tanto de aquello (del medio ambiente) con lo que hago mi comportamiento cuanto la
actualización de mi propia forma de ser y de hacer: forma corporal, historia vital, hábitos,
forma de personalidad desarrollada con el propio Temple, humor y ánimo básico, etcétera.

EXPERIENCIA (lo vivido) → REMANENTE (huella afectiva, vivencia) → PRESENTE (lo


que está siempre)

Retención-pretensión

46
En la vida humana, recordemos, todo está actualizado como realidad. Este tipo de co-
actualización real, exclusivo del ser humano, permite otro tipo de pervivencia del pasado en
el presente y otro tipo de antelación presente del futuro. Me refiero a la retención del pasado
“vivenciado” y a la pretensión “vivencial” de un futuro. En el ser humano no sólo está
presente lo vivido, sino que lo vivido puede hacérsele explícito como algo vivenciado.

En la vida del hombre suele estar presente la representación del pasado como retención
vivencial (como vivencia simbólica) y suele estar presente la representación del futuro como
pretensión vivencial (como vivencia simbólica). Retención de pasado y pretensión de futuro
queda referidas a la vida presente que Presta atención al pasado o al futuro, dejando la
vida presente atenida a este pasado y a ese futuro. Ese pasado se me hace presente - o
yo lo evoco- como recuerdo vivencial: es la representación como recuerdo de un pasado
retenido. Este futuro se me hace presente - o yo lo invoco- como pretensión vivencial: es la
representación como pretensión de un futuro previsto.

El ser humano tiene memoria de lo vivenciado en el pasado y tiene proyectos de futuro


como vivencia, tiene vivencia de futuro. Un ser humano sin memoria alguna, sin recuerdos,
pierde su condición de ser personal como ha de ser esta persona concreta, con su propia
identidad vivenciada y vivencial, y pierde su mundo personal, identificado vivencialmente
por ella (por ejemplo, en las demencias profundas). Un ser humano que carece totalmente
de vivencias de proyectos de futuro personales, se vive a sí mismo como una persona
muerta (por ejemplo, en la melancolía profunda).

Memoria-consideración-proyecto

La capacidad vivencial del ser humano como la posibilidad de que lo vivido se exprese
como vivenciado, revela al ser humano el modo de estar afectado él mismo por lo vivido y
revela lo vivido como afectación de su vida. Esta es la estructura básica de la vivencia. Esto
es como aquello que ha afectado a la persona en algún grado y de algún modo.

En el caso del recuerdo de la memoria, alguien evoca “su” pasado como tal “pasado” y
como pasado “suyo”. Aquí, la temporalidad se hace explícita, como un tiempo concreto. El
sujeto revivencia, simbólicamente con su imaginación, una vivencia sentida en el pasado.
En realidad aquí, en el recuerdo, el sujeto lo que hace es retrotraerse estimativamente a si
mismo hacia el pasado vivenciado, volverse a instalar afectivamente en lo ya vivido antes.
En el recuerdo, más que traer el pasado al presente, lo que sucede es irse uno mismo hacia
el pasado propio. La diferencia con la remanencia es notable: en el recuerdo no se trata de
47
que persista lo pasado en mi presente, se trata de que yo me vuelvo a mi pasado, cuando
tengo un pasado retenido.

El sujeto vivencia, simbólicamente con su fantasía, su propia vida en el futuro. En realidad,


lo que hace el sujeto en el proyecto es proyectarse a sí mismo hacia un futuro previsto y
presentido. También la diferencia con la prelación es notable: en el proyecto no se trata de
que lo futuro tenga presencia en mi actualidad, se trata de que yo me hago presente,
imaginariamente, en mi futuro. Yo me voy al futuro, no traigo el futuro a mí, cuando tengo
un futuro pretendido, pretenido.

Las características de retrotracción del sujeto en el recuerdo y de proyección del sujeto en


el proyecto de vida, son importantes para la psicopatología. Ya que esas dinámicas
imaginarias colocan al sujeto en las situaciones recordadas o proyectadas, dándole a estas
situaciones el carácter de revivencia o de previdencia, con el carácter vivencial que afecta
al sujeto. Es la persona la que vivencia “de nuevo” dentro de la situación pasada o se
vivencia “ya” dentro de la situación por venir; y son precisamente las vivencias patológicas
imaginarias las que afectan la vida presente de la persona.

La retención del pasado en la memoria tiene presencia como consideración. La persona


que experimentó con “x” importancia aquella vivencia pasada que lo afectó, reconsidera
ahora su pasado y, a la vista y elaboración de lo pasado, considera la oportunidad del
presente y el futuro. La persona puede estar afectada tan considerablemente por su pasado
que le resulta imposible reconsiderar de un modo libre y personal su pasado y elegir
retenerlo o no como base de su vida presente y futura. En este caso su vida se encuentra
retenida en ese pasado considerablemente afectado/afectante.

En este juego de pasado, presente y futuro se juega el destino de la persona. Es el juego


destructivo de quedar preso en el pasado que determina (no libertad) considerablemente la
vida despersonalizada de los fenómenos psicopatológicos, o es el juego de arriesgarse a
considerar personalmente, desde la experiencia actual que asume el pasado, respuestas
personales libres ante el desafío del juego de la vida.

Antes-ahora-después

En este Vivir del mero estar viviendo, el viviente diferencia claramente entre su vida anterior,
actual y posterior, pero no diferencia las dimensiones del tiempo mismo como pasado,
presente y futuro.

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El viviente viviendo “sabe intuitivamente” sin lugar a dudas lo que él ya ha vivido antes y lo
diferencia de lo que está viviendo ahora y de lo que va a vivir probablemente después.
Estas discriminaciones conductuales intuitivas diferencian claramente las tres dimensiones
temporales de la vida. Pero no distinguen tiempos diferentes. No hay propiamente tiempo,
conciencia o percepción del tiempo y de su estructura, hay sólo percepción de la vida
discurriendo temporalmente.

Esta estructura discurrente de la vida, con su remanencia, transformación y prelación, es


vivida como transcurso temporal, por el viviente que va viviendo la vida en su ahora, como
ese continuo ir yendo suyo desde antes hacia después, dónde lo único que aparece
explícitamente es “lo” presente (no “el” presente).

Ese discurrir de la vida, a través de la cual transcurre el sujeto viviendo, va construyendo


en silencio la estructura biográfica vital básica, de las “formas de ser” del individuo y de las
“formas de estar siendo” en el mundo genérico, en la geografía de su entorno. Esa
estructura de la biografía vivida va dando forma, por transformación, a la personalidad del
individuo, al tiempo que va configurando biográficamente la estructura del entorno en el que
ese individuo vive, existen complementariamente.

Es claro que esa estructura biográfica vital, no vivencial, que abarca comportamiento,
corporalidad y geografía del mundo, implicará necesariamente una estructura de sentido.
La biografía tiene una estructura de sentido, por lo tanto de carácter simbólico.

La real relación con la realidad es la corporalidad. La biografía vital (vivida), como estructura
de hechos con sentido configuradora de la relación humano realidad, va dando forma a la
personalidad encarnada como corporalidad, como cuerpo animado intencionalmente
respecto del mundo. Todo lo descrito depende de cómo se ve afectada la persona por su
nueva situación existencial. Esto es configurador de su biografía personal, tejida a nivel
vivencial.

La biografía como estructuración transcurrente de sentido no es el relato biográfico que


alguien cuenta o se cuenta. La biografía vivida es la estructura transcurrente de las formas
de vivir una vida, que va construyendo, transformativamente, las formas de corporalidad,
de comportamiento concreto y de geografía vital del mundo, con que se estructura
discurrentemente dicha vida.

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A su vez, las “formas” de vida configuran las posibilidades de los “modos” de vivenciar. Las
vivencias son modales, por eso aparecen siempre como modos intencionales, como modos
de estar afectada la persona explícitamente por lo vivido. Pero lo meramente vivido tiene
formas, que conforman la vida de uno u otro modo. Esto muestra que el nivel vivencial de
configuración de la biografía personal retroactúa sobre la biografía vital determinando el
sentido de la conformación de la vida.

Entender cabalmente esta relación de formas de vida con modos personales de vivir y
vivenciar es fundamental para captar la mejor o peor conformación que encarnan los
fenómenos de vida, ya sean las acciones bien conformadas de la vida personalizándose,
ya sean las acciones mal conformadas de la vida despersonalizándose, en lo que llamamos
estructuras psicopatológicas.

La biografía vital como formas transcurrentes de vida (de lo vivido) es el telón de fondo (el
contexto temporal) sobre el que destacan los momentos de vida, las estructuras
psicopatológicas por ejemplo. Y es desde ese contexto temporal desde donde es posible
leer semiológicamente cada fenómeno psicopatológico. Es sobre ese contexto biográfico
sobre el cual es preciso integrar las formas semiológicas captadas (los fenómenos
psicopatológicos) para lograr un diagnóstico psicopatológico: captar la forma de
despersonalización del comportamiento del sujeto personal, no sólo el modo
despersonalizante de vivir.

La psicoterapia lo que pretende es promover al paciente a transformar personalmente sus


formas de vida. No sólo hacer conscientes vivencias anteriores. Se entiende que la terapia,
desarrollada en el ámbito psicoterapéutico, tan sólo provoca las transformaciones
comportamentales que el propio paciente realiza en el ámbito de su curación, que es su
mundo de vida.

Pasado-presente-futuro

La temporalidad aparece “vivencialmente” de forma sustantivada: el tiempo. Y esa “cosa”


percibida de modo sustantivado, aparece estáticamente como siendo uno de los tres
ámbitos temporales estáticos del devenir del tiempo: el pasado, el presente y el futuro. En
la realidad verdadera no existe “el tiempo” como algo en sí sustantivo. Sólo hay realmente
temporalidad de los procesos. Pero el hombre, en el “campo lógico” de su mente construye,

50
por abstracción, el concepto de tiempo que el vivencia - como persona- como su presente
o como su pasado y su futuro.

Es en el plano vivencial donde la persona asume o no su pasado y con ello se apropia, o


no, personalmente de su pasado ya vivido y vivenciado. Este momento apropiativo del
propio transcurrir vital constituye la “biografía personal” en el plano de lo vivenciado, a
diferencia de la mencionada biografía vital, como mera figura de vida vivida.

Esta biografía personal -de la intimidad vivencial- la única que puede retenerse y
recordarse, la única que puede pretenderse y proyectarse, está siempre presente en toda
persona, ya lo esté de un modo eminentemente asumido, apropiado y elegido de modo
personal o esté de modo impersonalizado por renuncia a elegir, a asumir y apropiarse de
la propia vida por decisión personal, por desapropiación. Esta es la biografía que Configura
los fenómenos psicopatológicos. Es lo que sucede, por ejemplo, en una fobia, en la cual la
persona no asume su temor. O es lo que sucede en una filia, en la cual la persona no asume
la autorrealización de su propia vida futura, sino que entrega su vida personal a algo
impersonal con la pretensión de que ello le realice su vida, que así queda despersonalizada.

Por supuesto que una vida personal, una biografía real, es siempre un tejido inextricable de
fenómenos meramente vividos y de fenómenos vivenciados, y dentro del plano vivencial un
tejido multicolor de dimensiones personales entretejidas con muchísimas dimensiones
impersonales. Es absolutamente imposible apropiarse, personalizar todas las dimensiones
de la propia vida, todos sus hechos, eventos y sucesos. Cuando alguien lo intenta, con una
dinámica evidentemente neurótica, lo que logra es despersonalizarse.

La biografía personal sólo puede ser la construcción de la propia intimidad por apropiación
personal. Esta biografía íntima tendrá, por supuesto, una estructura textual construida con
significados consentido personal. Una biografía real será siempre una estructura de
realización, de apropiaciones no sólo del sentido de la cosa, sino también y necesariamente
de apropiaciones de las cosas mismas con las que realizamos nuestra vida. Implicará un
proceso de disposición y elaboración fáctica de la realidad y de mi como realidad.

La biografía tiene siempre sentido, aunque sea a veces en el contrasentido o el del


sinsentido. Es el sentido el que va organizando nuestro modo de estar viviendo y nuestro
modo de intentar vivir.A veces las personas suelen intentar construirse su propia biografía
de un modo ficticio, mezclando ficciones imaginarias consentidos adscriptos a verdaderas
realidades. La persona puede ignorar la realidad de su circunstancia a la hora de construir
51
el sentido de su vida y/o puede ignorar la auténtica realidad de su persona a la hora de
intentar realizar el sentido que él ha imaginado para su comportamiento. Esto es frecuente
en la psicopatología de los fenómenos psicóticos. Un psicótico puede construirse una
biografía delirante a nivel del pensamiento con sus efectos y conceptos, e incluir perceptos
construidos fuera del campo de realidad (alucinaciones).

Un neurótico puede construir en parte su biografía consentidos puramente vivenciales, no


extraídos con su propia existencia fáctica de la verdadera realidad mundanal: es el caso de
las fobias, rarísima vez relacionadas con hechos o sucesos traumáticos reales, vividos en
el pasado; o es el caso de las filias, en que el sujeto proyecta sentidos realizables sobre el
objeto de su adicción viciada (perversa).

Progreso-estancamiento-regreso

La normal construcción personal de la propia biografía no es más ni menos que la


progresiva construcción de la propia personalidad íntima, al tiempo que se va construyendo
el mundo personal por apropiación y apoderamiento a través del comportamiento
personalizador. La biografía normalmente es una construcción real progresiva, donde cada
escalón se apoya en el anterior para progresar más allá de lo logrado.

¿Cuál es el concepto de Progreso que nos permite apreciar dicha progresión biográfica de
la vida? Es precisamente el concepto de personalización: ir siendo cada vez más sí mismo,
teniendo más personalidad, al tiempo que vamos desarrollando un mundo Cada vez más
personal, en el cual nos manifestamos cada vez más plenamente. Para ello es necesario ir
apropiándonos cada vez más de nosotros mismos y apropiándonos cada vez más de las
posibilidades de lo otro (del mundo). La persona que progresa va desarrollando su dominio
sobre sí mismo y sobre su mundo personal, cada vez más rico y amplio y cada vez de un
modo más profundo.

Ahora bien, ese Progreso natural y normal de la biografía personal no es lineal. El Progreso
personal se realiza en un doble movimiento: de despliegue desde sí mismo y de repliegue
hacia sí mismo. La persona personaliza su vida expandiéndose en el mundo,
encontrándose con el mundo y adhiriendo el mundo a su intimidad, a la vez que va
penetrando en la intimidad del mundo. Ese movimiento progresivo de expresión y de
ensimismamiento no es rectilíneo, es más bien un espiral que en su movimiento circular, se
despliega hacia lo otro y se repliega hacia su propio centro. El conjunto de la vida hace
movimiento retro progresivos, vuelve sobre sí misma para reunir fuerzas o para recuperar
52
elementos previos para integrarlos al proyecto que lo lanza nuevamente hacia delante. En
el orden concreto del recurso biográfico esto significa que aún en la vida más progresista y
más desenvuelta hay momentos de Progreso junto a otros momentos de estancamiento y
aún otros de regreso.

La movilidad en el transcurso de biográfico es variada y compleja en cada línea del


desarrollo personal y del desarrollo del mundo personal. Es que la vida tiene muchos
ámbitos y rara es la persona cuya evolución personal es pareja, armónica y plenamente
coherente entre todos sus ámbitos de vida o líneas de despliegue personal.

En el juego de transitoriedad-permanencia y/o localidad-globalidad del curso vital como


Progreso, estancamiento, regreso, se dan las posibilidades de la sana evolución Real del
decurso de la vida o se dan las posibilidades de la aparición de fenómenos
psicopatológicos, que implican siempre una detención o una regresión en el proceso del
“llegar a ser” personal, en una cosa o en ámbito esencial para la persona, originando una
despersonalización.

Llegar a ser personal

Hoy es necesario matizar ese “llegar a ser” como un proceso de personalización, como un
“llegar a ser personal” de la existencia. La vida en el mundo exterior de un modo
biológicamente independiente, comienza como relación entre el medio ambiente y el niño
que “ya es”.

A. Si consideramos la relación existencial como interacción, como co-actualización


explicitado un sujeto yoico con los objetos del mundo, vemos que este tipo de relación surge
muy tempranamente en el niño desde la espontaneidad de vivir, de estar viviendo. El juego
dialéctico operacional lleva - en el niño humano, en un medio humano- a la espontánea
aparición, a la expresión vivencial, de esa diferencia propio/ajeno como objeto
persistente/sujeto subsistente, lo cual permitirá al niño rápidamente, con el surgimiento del
lenguaje, la designación de los objetos y la autodesignación.

B. La tarea biográfica al proceso de “llegar a ser persona” es muy importante para


matizar el tema persona/personal de un modo muy estricto. El niño va desarrollando de un
modo paulatino, a lo largo de los 12 años aproximadamente, sus propios gustos, su propia
sensibilidad, sus propias apetencias, en la medida que va realizando su propia existencia.
El niño va desarrollando espontáneamente su propio núcleo personal de criterios de vida.
53
Al llegar a la adolescencia, ese núcleo personal, que ya está en el niño de un modo inscripto
desde el comienzo de su existencia, se hace explícito, se exterioriza con plena conciencia
de ser criterios propios personales. Y se exteriorizan con la voluntad de construir el
comportamiento de un mundo propio, como manifestación propia, manifestación de sí
mismo. Comienza la etapa Rebelde de autoafirmación en la vida. La persona del Niño ahora
quiere manifestarse explícitamente no sólo como ejecutor de la propia vida, que ya lo era
de niño, sino como guionista de la propia vida.

Si todo este proceso progresivo de personalización no se cumple suficientemente, el


proceso biográfico de llegar a ser persona en la vida queda significativamente estancado y
sufre regresiones claramente despersonalizadoras, surgirá necesariamente la
psicopatología.

Biográficamente la persona tiene la tarea de construir culturalmente su vida personal.


Veremos que en muchos fenómenos psicopatológicos de tipo neurótico (trastornos de
personalidad) el sujeto intenta fabricarse a sí mismo (su persona) en lugar de asumirse a sí
mismo como fundamento de realización de su propia vida. La persona “es” y es la que
construye su vida personal y con eso su propia personalidad y su propio mundo personal.
No es lo mismo persona que personalidad.

La biografía íntima, personal, la realiza o la desrealiza la persona a través de la dinámica


de apropiación o desapropiación. Personalización es apropiación, despersonalización es
alienación. Todo fenómeno psicopatológico consiste en una alienación. La alienación
personal no es la alienación de la persona, es la alineación de lo personal, de lo íntimamente
propio de la persona, producida por desapropiación personal, porque la persona no se
apropia de la vida haciéndola su propia vida.

Ahora bien, la vida es ese proceso relacional, comunicativo, entre persona y mundo como
dialéctica de incorporación de lo apropiado y ex-corporación de lo inapropiado. La vida es
un proceso de apropiación de lo que nos hace seguir siendo y desprendimiento de lo que
nos impide seguir siendo.

La persona, qué es quién da el carácter personal a la vida y a sus dos polos de realización
concreta: el mundo (con sus dimensiones y sus cosas) y la personalidad propia (con sus
dimensiones, rasgos, actitudes y conductas). Todos los fenómenos psicopatológicos le
suceden a una persona concreta. Lo que aliena, por no llegar a ser propio, son dimensiones

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del mundo de la personalidad: la distancia o profundidad del mundo en las fobias; el Yo
estimativo, la autonomía moral, en la neurosis obsesiva; etcétera.

A. Maduración personal

Maduración personal y maduración biológica son dos procesos madurativo plenamente


distinguibles, lo que no quiere decir separables o aislables. La maduración personal
prolonga -a otro nivel ontológico- el esquema evolutivo del proceso madurativo biológico:
ganancia de diferenciación respecto del medio con incremento del dominio sobre él. Esto
es, progreso en la independencia del medio con progreso en la autonomía frente al medio.
Estas dos características reúnen y se resumen en progreso de libertad personal.

La maduración es un proceso histórico de la vida, que parte necesariamente de ser una


vida infantil impersonal con la posibilidad y la exigencia íntima de llegar a ser personal a
través de un proceso biográfico madurativo, que consiste en ir desarrollando una
personalidad propia madura y un mundo propio personal. El desarrollo de la propia
personalidad se cumple en un complejo proceso de ir asumiendo la realidad que se es,
apropiándose de las propias capacidades y limitaciones para desarrollar los propios criterios
y potencias de apropiación del mundo, al tiempo que se desarrollan los propios valores y
preferencias. El desarrollo del mundo personal se cumple a través del proceso de ir
expresando la propia personalidad en el mundo, al tiempo que la persona va apropiándose
de los recursos que se encuentra en el mundo, con los cuales va construyéndose su propio
terreno personal para realizar su propia vida. Este proceso biográfico de “llegar la vida a
ser personal”, implica tanto el asumir apropiativamente la auténtica propia realidad, cuanto
asumir apropiadamente la verdadera realidad del mundo, trascendente a la persona, para
realizar la propia vida.

a. Personalidad madura y ajustada:

 Autonomía: tiene criterios propios acerca de la realidad y se ocupa de su firme


desarrollo experiencial.
 Independencia de actuación respecto del medio y se ocupa de incrementarla, de
modo mesurado.
 Siente libertad frente a la heteroestima social y ejerce libremente su identidad
personal.
 Tiene y procura tener una clara estimación propia sobre las realidades del mundo y
sobre la propia realidad. También involucra la autoestima.
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 Fundamentar sus criterios y estimaciones en su propia experiencia de la realidad
para realizar su vida.
 Diferencia lo propio de lo ajeno Y se diferencia del mundo.
 Intenta distinguir entre lo imaginario del plano vivencial y la realidad experiencial.
 Se apropia del modo de realizar los procesos, se apropia de la forma y del ritmo
transformativo de los procesos de su vida, que realiza o ejecuta con su propio tiempo y
estilo.
 Desarrolla una actividad sentimental, liberándose de la afectividad emocional de la
infancia
 Trata de fundamentar e integrar su efectividad y estimativa en el plano de la realidad
experimentada, no en las creencias opuestas o recibidas vivencial y/o ideológicamente.
Intenta trascender lo real con una actitud abierta al diálogo con los otros y con lo otro.
 Cultiva la firmeza de su voluntad para discriminar valores reales de la realidad
irrealizables en la realidad.

b. Mundo maduro:

 Es un mundo que, en el orden simbólico informacional, es una estructura de


opiniones y convicciones, no de dogmas.
 Es un mundo cuyo sentido básico es el de oportunidades personales, No el de
necesidades personales. Es un mundo de realidades queridas más que un mundo de
obligaciones sociales.
 Es un mundo de valores relativos, no de valores absolutizados ideológicamente.
 Es el mundo de realidades discriminadas por propia experiencia respecto de los
símbolos sociales y respecto de los estímulos biológicos.
 Es un mundo de cosas y estructuras a descubrir, a desplegar y a construir, y de
significados y sentidos adivinar y a constituir.
 Es un mundo real, con fundamento en la propia estructura de la realidad,
trascendente a mis vivencias y a las convicciones sociales.
 Es un mundo de cosas despegadas respecto a mí mismo, con las cuales puedo
encontrar mi personalmente desde la distinción y la distancia, que yo tomo frente a ellas.
 Es un mundo de cosas como oportunidades disponibles para mi propia realización
 Es un mundo de cosas reales con su propia dignidad que, por ellas mismas lo que
son de suyo, despiertan sentimientos coherentes entre mi propia realidad y la suya.

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 Es un mundo de cosas reales, con estructura propia multidimensional, no meramente
de dimensiones superficiales de presentación inmediata.
 Es un mundo de realidades trascendentes a todos los humanos, que se percibe como
fundamento de la vida.

B. Personalización de/por objetos

El ser humano tiene objetos personales que pretende alcanzar o lograr a través de su vida
personal. Alcanzarlo apetecido y satisfacer la apetencia se convierten en objetivos del vivir,
que se realizan precisamente con el proceso de procurar dichos objetos (comer, ver tal
película, obtener tal gratificación, encontrar pareja, llegar a tener tal o cual cosa, etcétera).

Dedicarse a cubrir necesidades, es dedicar la vida a sobrevivir, esto es, a no morirse, lo


que implica una dinámica de tan sólo postergar la muerte. Vivir, en cambio, es satisfacer
apetencias, es incrementar la vida. La consecución de sus objetivos personales no sólo
proporciona una satisfacción personal, sino que realiza la persona proyectada en dichos
objetivos. Alcanzar los objetivos personales realiza el proyecto de vida personal,
personaliza la vida, por lo tanto desarrolla la propia personalidad y enriquece el mundo
personal.

La persona selecciona y elige libremente sus propios objetivos personales desde su


auténtica apetencia de un modo preferente y, si es maduro, pretende satisfacerlas
intentando alcanzar lo que quiere a través del propio esfuerzo.

La persona inmadura tiene también objetivos personales, pero sus apetencias suelen tener
el carácter de meros deseos que espera le sean satisfechos por alguien, sin realizarlos por
su personal esfuerzo. Son vidas personales estancadas. Es frecuente que esas
personalidades inmaduras tengan una baja tolerancia a la frustración, que ocasiona
fenómenos de regresión a las dinámicas apetitivas, hacia actitudes infantiles respecto de
un mundo infantil. Es lo que sucede en fenómenos como la bulimia, en donde la
insatisfacción existencial personal se desplaza a apetencias apropiativas primaria, hacia el
apetito oral compulsivo, que tiende asociarse con alimentos impersonales infantiles. La
dinámica de ingesta no tiene su origen en la persona, sino los alimentos que obligan a la
persona a engullirlos mientras estén delante.

La no realización de objetivos personales no acarrea la desrealizacion de la vida entera de


la persona. No genera psicopatología, sólo genera frustraciones personales parciales, más
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o menos dolorosas. Sin embargo, dinámicas de no realización de objetivos personales que
se producen de realizaciones personales globales, que producen fenómenos
psicopatológicos de despersonalización: esto sucede así cuando los objetivos personales
de vida son vivenciados como metas absolutistas, cuando la persona siente que toda su
vida personal depende de alcanzar ese objetivo. Esto es lo que sucede en toda adicción o
filia, sea ésta la dependencia a una droga, al trabajo, al sexo, al éxito social, al poder
público, a la seguridad de uno u otro tipo, a la buena apariencia, etc.

En estos casos, aunque el fin apetecido pueda ser considerado por un observador externo
como mero objetivo, seleccionado y o elegido libremente por la persona, ésta no lo vivencia
como una potencia que él tiene, sino como una necesidad que lo tiene preso a él, que lo
maneja, le quita su libertad y lo amenaza con la destrucción por no lograr la meta que lo
constituirá en persona, que le dará su vida. También es frecuente que la persona convierta
sus apetencias en obligaciones.

Etapas biográficas

La vida personal tiene periodos geográficos que son de carácter estrictamente históricos.
Son periodos de la Constitución, desarrollo, despliegue y realización de la estructura de
sentido que constituye la intimidad a través de ese proceso de personalización tantas veces
señalado en estas páginas.

A. Infancia

(0-12m): Con el nacimiento comienza la historia psicológica del individuo humano. Durante
este periodo el comportamiento operativo sensomotriz el bebé con su entorno va haciendo
surgir configuraciones percepto-motrices como objetos persistentes y subsistentes, los
cuales eran los soportes de los significados y sentidos para la vida. El bebé experimenta el
sentido general del ambiente en el que está y que siente, al tiempo que se siente como ser
vivo viviendo, de un modo indiferenciado, permaneciendo en una indistinción simbiótica con
el medio.

Esta primera etapa de la infancia (el primer año) es de una importancia fundamental para
la ulterior salud o patología psíquica del individuo, Ya que es la etapa del surgimiento del
psiquismo con el surgimiento del sujeto psíquico y de los objetos psíquicos que constituyen
el mundo como conjunto, dentro del cual el sujeto se sentirá viviendo de un modo o de otro.

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Este surgimiento del psiquismo determinará el tipo básico de relación individuo-mundo y el
tipo fundamental de sujeto y de mundo de dicha relación.

Una madre tierna y segura constituirá una relación de confianza básica con su bebé, que
producirá, como remanente incorporada, un modo básico confiado de la relación con el
entorno. Una madre crispada, temerosa y ansiosa, constituirá una relación básica de
disconfort, desconfianza e inseguridad con su bebé, que también perdurará como
remanencia configuradora de la corporalidad del niño. Está pervivencia por remanencia
como corporalidad no es una retención que pueda ser evocada, es la constitución de la
forma básica de relación individuo-mundo, que configura la forma fundamental de ser del
individuo y de ser de su mundo.

(10-20m): va surgiendo el psiquismo individual, con sus polos relacionales del mundo de
objetos y del primer nivel del sujeto (el "me"). Esta es la etapa de la instauración básica del
modo de estar en el mundo, por lo tanto, de instalación del humor básico, del ánimo básico
y del Temple básico. Si al niño se le deja que aprenda solo a caminar, por su cuenta y
riesgo, sin ayudas exteriores, descubrir a la seguridad natural del andar por sí mismo por el
mundo, desarrollando un dominio seguro de su propio cuerpo en el ámbito del mundo, al
que sentirá apropiado a su modo de andar por el mundo. Las ayudas para aprender a
caminar no sólo le quitan al niño el desarrollo de la seguridad en sí mismo para ir por el
mundo, sino que dificultan el aprendizaje fisiológico del deambular, ya que suprimen o
modifican la gravedad, imprescindible para caminar, y perturban el desarrollo de la
integridad kinestésica y cenestésica del equilibrio.

Esta es la etapa de transmisión de los modos familiares básicos de vivir la vida, al mundo
y a las personas. Una familia insegura y temerosa transmitir al niño la imagen de un mundo
muy peligroso y hostil, y le creará un sentimiento de sí mismo débil y vulnerable.

En la primera etapa descrita se transmite culturalmente, a través de la conducta y de la


expresión extra y paraverbal, el temperamento básico, sobre los condicionantes biológicos
transmitidos genéticamente, configurando es la corporalidad básica, como cuerpo animado
por el despliegue o la retracción, por la risa y el llanto, por la tranquilidad o el desasosiego.
Estos modos habituales de ser de un niño, que están ya muy configurados al año y medio
de edad.

(2-3a): desde los dos a los tres y medio años, el niño construye lo “suyo”, lo propio,
vivenciado ahora como posesión, como pertenencia. (“mis” juguetes, “mi” mamá, “mi” ropa,
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“mi” cuerpo, etc.). Ya no es meramente la apropiación vivencial del "me" corporal, ahora se
va constituyendo el propio mundo de estructuras significativas y de sentido.

(4-7a): entre los 3 y medio y los 6-7 años se desarrolla en el niño el tercer nivel subjetual
de constitución del sujeto, de “yoización” de la vida, con el despliegue del “yo”. No se trata
aquí tan sólo de la vivencia corporal del "me", ni tan siquiera de la vivencia de sentido de lo
que me pertenece a mí, sino de la experiencia del niño de “ser yo”, una mismidad auto
discriminada respecto de los otros. Pero esa mismidad sentida, respecto de los otros, lo es
sólo en el orden práctico, no en el orden abstracto del pensamiento. Y, por otro lado, esta
“mismidad yoica” sentida por el niño, es dependiente de su inclusión en estructuras grupales
sociales (en primer lugar la familia) y se constituye, paradojalmente, por identificación con
otro u otros. Es la etapa de la imitación. Esta identidad yoica, constituida por el juego entre
las identificaciones y las discriminaciones, es importantísima para la constitución del sujeto
yoico de la vida ulterior.

En estas dos etapas (del "mi" y del "yo") se configura la estructura básica del carácter que,
obviamente, seguirá desarrollándose en la misma línea histórica del sentido o sufrirá
modificaciones, según sea el ambiente, el mundo habitual donde transcurre la primera
infancia del niño.

En la infancia se condiciona o se determina el modo (humor, ánimo, Temple) de sentir cada


ámbito de la vida, de sentirse afectado dentro de cada ámbito, al tipo que condiciona el
sentirse sujeto de un modo determinado. Esto constituye la condición de posibilidad de la
futura aparición de muchos fenómenos psicopatológicos.

Un niño continuamente amenazado por sus padres con no ser querido, ni por ellos ni por
nadie, por no satisfacer totalmente a las expectativas que ellos tienen sobre su
comportamiento, desarrollará fácilmente una actitud fóbica en el plano de la comunicación
social, sintiéndose amenazado por la certeza de que será rechazado si manifiesta su propia
intimidad.

B. Adolescencia

La adolescencia es un momento crucial y crítico respecto al proceso de llegar a ser


personal. Es el momento de las primeras apropiaciones personales (cuerpo, sexualidad,
amistad, vocación, deportes y hobbies, etc.). Y es la época de iniciar el proceso de devenir
autónomo y comenzar a ser autogestionable.

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Como todos sabemos la adolescencia constituye una crisis. La crisis adolescencia es una
crisis existencial, pues la dinámica del proceso infantil ha llegado a su término y esto exige
restructurar personalmente toda la estructura de la existencia, desde el propio cuerpo hasta
los valores del mundo en el que se existe. Esta reestructuración crítica consiste en la
reapropiación personal de lo que ya era propio del individuo Infante y en la apropiación de
nuevas dimensiones del mundo y de la vida descubierta en la crisis.

La primera reapropiación concreta que tiene que hacer el adolescente es la de su propio


cuerpo, que sufre una desestructuración en su funcionalidad comunicativa con el entorno.
También tendrá el adolescente que superar la crisis de comunicación con los otros,
pasando de las relaciones superficiales con sus compañeros circunstanciales a las
relaciones íntimas con los amigos personales, constituidos por encuentro electivo. Así
mismo, tendrá que apropiarse de su sexualidad y de la erótica de las relaciones amorosas.
Al tiempo, la adolescencia constituye la época de comenzar la emancipación y prepararse
para la vida independiente.

Más importante para nuestro tema es cómo se viva, cómo se vivencie y se experimente la
propia identidad, ya que es frecuente en esta época el conflicto de identidades subyacentes
en muchos fenómenos psicopatológicos. El adolescente pasa de vivenciarse a sí mismo
como teniendo una identidad básicamente social, impersonal, sometida el reconocimiento
por parte de las estructuras de pertenencia, pasa de sentir que tiene una identidad que es
desde los otros, a sentir la necesidad personal de ejercer la propia identidad, definiendo las
cosas del mundo por preferencia, estimación, selección y libre elección.

La adolescencia, siempre tormentosa, es un periodo usualmente conflictivo que lo atañe a


la propia identidad. En el perfil la estructura formal de la necesidad de pertenencia y
reconocimiento social, y la aprobación social de su ser y de sus manifestaciones. Un
ejemplo paradigmático de este conflicto lo constituye la dificultad adolescencial para asumir
la propia libertad de elegir al destinatario de las propias apetencias amorosas. Son
frecuentes las dudas atormentadoras sobre la propia definición del comportamiento sexual,
ya que muchos adolescentes dudan que sean sus propias inclinaciones apetitivas lo que
los define en este orden y sienten, con horror, que lo que los define puede ser la elección
que hacen los otros sobre él.

La adolescencia es un período de intensas transformaciones de todos los ingredientes de


la vida, y de configuración de los fundamentos de la personalidad. Es una etapa híbrida,
donde conviven mezcladas estructuras infantiles impersonales con estructuras personales
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nacientes. El adolescente pretende ser ya una persona plena, sin llegar a serlo todavía
suficientemente, de aquí la frecuencia de un trasfondo de angustia existencial en esta
etapa.

La adolescencia es un periodo de proyección. De proyección hacia el mundo general, más


allá del mundo familiar y doméstico. Surge el deseo de la aventura en mundos ignotos, al
tiempo que la propensión a asumir riesgos y propiciar desafíos. El adolescente está más
ocupado en desplegar y probar (ostentar ante los otros y ante sí mismo) su propio poder
que ocupado en hacerse una vida propia.

C. Juventud

El paso de la adolescencia a la juventud es una transición histórica cuya determinación


depende de la evolución histórica de las estructuras de sentido, con lo que eso implica de
progresiva transformación de los sentimientos y de la sensibilidad, conjuntamente con las
transformaciones que se van produciendo en el sentido de las cosas del mundo y en el
sentido de la vida propia.

La juventud suele iniciarse alrededor de los 25 a 30 años. Es un período en que el joven


sale al mundo adulto, para instalarse en él y comenzar a realizar en el mundo el propio
proyecto de vida personal. En la adolescencia se proyectan y se desarrollan los recursos
personales internos para el quehacer. Es una etapa de manifestación proyectiva. En la
juventud se pasa a realizar los proyectos y a hacer acopio de recursos externos para la
realización de la propia vida. Es una etapa de expresión constructiva. Es la etapa en que
se construye el terreno propio de realización en el mundo. Se construye (o no) el propio
terreno profesional, se construye la propia familia, la propia casa, se adquieren los propios
instrumentos de realización, etcétera. Es un período de consolidación de la propia
personalidad y de construcción del mundo personal, como implantación dentro del mundo
social general.

Este es el periodo en el que surgen las primeras grandes frustraciones personales: no llegar
a ser alguien y no llegar a tener algo digno de uno. No llegar a tener un mundo propio, ni
una vida propia. Es en la juventud cuando hace su aparición las grandes patologías por
despersonalización global de la vida y del mundo, cuando se producen las grandes
deserciones personales de la vida. Ejemplo de ello es el alcoholismo y la drogadicción: en
ellas el sujeto se engancha a la droga, al tiempo que se desengancha del mundo de la vida.

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D. Madurez

Suele extenderse alrededor de los 40 hasta los 70 años. Es el periodo de consolidación


personal en la propia vida y en el mundo. Es el período de plenitud de la vida, con plena
realización de la vida personal, con planificación de la propia personalidad y planificación
del mundo personal. En la madurez la persona, si su maduración biográfica es suficiente,
plenifica sus proyectos de vida personal, realiza sus ambiciones sensatas y se realiza como
persona de forma consistente.

Una persona madura tiene el sosiego, el equilibrio, la ecuanimidad y la intimidad que da la


templanza de haber llegado a ser sí misma plenamente, viviendo en un mundo plenamente
personalizado. La madurez es la época de disfrute, de los frutos de aquello que se ha
cultivado personalmente: hijos, éxitos, logros, casa plenamente al gusto personal, posición
vital, amor, etc. Pero sobre todo es la época del disfrute de lo logrado internamente como
propia personalización: Independencia y autonomía.

La madurez es el periodo biográfico de las grandes crisis personales, de las llamadas crisis
existenciales, en que alguien se cuestiona la vida entera, Ya sea como cuestionamiento del
sentido de la vida, ya sea como cuestionamiento de la elección del camino tomado
biográficamente. A veces dichas crisis son precipitadas por fracaso circunstanciales en un
área de la vida: ruptura matrimonial, despido del trabajo, graves problemas o muerte de un
familiar, etc.

Las crisis de pérdida de sentido de la vida sólo pueden suceder en alguien que no es origen
delacion de sentido, sino en alguien que vive el sentido de la vida como proveniente desde
el afuera: desde la sociedad combates del éxito, desde el poder, desde el dinero, desde un
metarrelato religioso, político, etcétera.

El final de la madurez es un período propicio para la calma dichosa de la primita de vida,


pero también para la desesperanza, la desdicha y el desasosiego de las existencias
frustras, que ven a desaparecer las posibilidades de alcanzar sus pretensiones personales
mínimas e irrenunciables, y ven imposible en intentar un nuevo derrotero personal.

E. Vejez

Este período final de la biografía, no de la vida, se estructura según se integran las tres
variables que constituyen el campo de la vida humana:

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Estado biológico de la corporalidad: el estado biológico del organismo, en que encarna las
intencionalidades de la vida y las intenciones de vivir, condiciona siempre el modo de vida.
A la vida personal del individuo la condiciona fuertemente y a veces la determina.

Las limitaciones biológicas pueden presentarse a lo largo de toda la vida. Pero sin duda es
en la vejez cuando son más frecuentes y cuando usualmente son más limitantes. Alguien
que no haya madurado a lo largo de su vida, incorporando sus transformaciones corporales
a su vida personal y su personalidad, tendrá una mala vejez, a veces horrorosa. Uno de los
casos extremos de ello sucede en las dismorfofobia, en que la persona ha alienado su valor
personal en el aspecto de su cuerpo.

La sociedad: la sociedad en que vive el viejo es la segunda variable que incide claramente
en la configuración de su vida en este periodo biográfico. Una persona vieja, para realizar
su vida personal de un modo digno, necesita recursos externos de distinta índole: necesita
manutención y cuidados biológicos, atención psicológica, estima, cariño, comunicación
personal e interés por su intimidad, entretenimiento, etc. Cuanto más madura se la
personalidad del viejo y cuanto más rico sea su mundo personal, menos dependerá de la
sociedad.

En este tema es importante el hecho de que la habitual pérdida del rol social de la identidad
de reconocimiento, de pertenencia, en esta etapa de la vida. Si el sentimiento de sí mismo
y la vivencia de la propia identidad no están firmemente aceptados en estrictamente
personal, en sus propias personas, y dependen de los roles sociales antes de atentados,
es fácil la quiebra biográfica por su pérdida, con alteraciones del ánimo que pueden
desencadenar fenómenos psicopatológicos.

Personalización: la dimensión de la propia personalización, al menos en nuestra sociedad,


es la variable determinante para la calidad de vida en la vejez y para la aparición o no de
fenómenos psicopatológicos. En este sentido, a la vez la vejez comienza cuando la persona
pierde el impulso renovador de la vida, cuando la vida deja de tener dimensiones creativas,
intereses exploratorios y expectativas respecto al devenir y se torna en pura dinámica
conservadora de supervivencia. Alguien es viejo cuando su vida está ocupada en sobrevivir,
en seguir viviendo.

Es también propio de la vejez el desánimo, ya que estas personas han perdido


precisamente su apertura hacia el futuro, su dinamismo pretendido de transformaciones en

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el tiempo. El viejo se refugia en su pasado, como único tiempo personal. Este no estar
animados y el futuro combatiendo a configurar una existencia de tipo depresivo.

La otra característica central de la vejez personal es la inseguridad y el miedo, frutos de la


actitud defensiva de la supervivencia y el sentimiento de insuficiencia y de impotencia
personal. Esto lo coloca en situación de impotencia respecto del ambiente y, por lo tanto,
de inseguridad y de temor a ser víctima del poder del ambiente, que percibe como
potencialmente enemigo por su desconfianza.

La gran preocupación del gremio de los viejos es la muerte. El viejo, en lugar de ocuparse
en vivir, se preocupa por mantener la muerte más allá del presente, pero esto no hace más
que introducir la idea y el presentimiento de la muerte en el presente vivido.

F. La Muerte

La muerte personal, entendida como muerte de la dimensión personal del ser humano o
como muerte del sí mismo autónomo, independiente y libre por apropiación
personalizadora, si puede constituir un periodo de la biografía humana. Cómo veremos, ese
período puede ser transitorio abarcativo de gran parte de la historia personal. O puede
originar el acto suicida, en que la persona, que se vivencia como totalmente muerta como
persona, mata a su cuerpo biológico y mata su vida como individuos. Pero el tema se
complejiza y complica si consideramos el problema de la muerte para la persona.

El trato que las personas tienen con la muerte depende en gran medida de la mentalidad
de la persona, y en relación con esa, de la concepción que tenga acerca de lo que es la
muerte. Esta concepción de la muerte, que las personas tienen, está muy influida por el
imaginario colectivo de la sociedad a la que pertenece el individuo, que siempre
dependiente de las ideologías y cosmovisiones de la cultura de dicha sociedad de cada
época.

La única realidad de la muerte es ser el límite último de la vida, vida entendida como proceso
procursivo que va desde el límite del nacimiento, como aparición de la vida, hasta su final.
La vida es un proceso apropiativo de construcción progresiva de una mismidad, cada vez
más autónoma e independiente y con un dominio cada vez mayor de la realidad. El
propósito intramundano de la vida parece ser el de vivir con plenitud la propia vida, vivir con
libertad.

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La vida, como todas las realidades del universo, es limitada y sus límites son constitutivos,
son dimensiones de la constitución de la vida y de lo vivo. El momento final de la vida tiende
a ser conflictivo o al menos problemático para el sujeto viviente, con capacidad de vivenciar
efectivamente el valor de la vida y de sus límites. No asumir los límites de la vida real es no
asumir la realidad de la vida. Si no se asumen los límites propios de la vida, si se enajenan
dichos límites, se aliena la muerte, se convierte el límite final de la vida en algo extraño a la
vida. También, de paso, se aliena parcialmente la vida, ya que se aliena parte de su
constitución y consistencia real, su dimensión finita.

Este modo de vivenciar la vida es justamente la vivencia de angustia, que consiste en ser
una vivencia de muerte presentida que paraliza la vida personal. El paciente, ante la
amenaza de perder la vida deja de hacer su vida personal: surge la psicopatología.

UNIDAD III: FENOMENOLOGÍA

CONCEPTOS BASICOS DEL ANALISIS EXISTENCIAL

Proceso para que respondamos a una situación determinada de manera única

El Análisis Existencial Personal sostiene que la conexión con la percepción se convierte en


impresión subjetiva. Cada experiencia produce un cambio, modifica, alimenta la impresión
en un flujo continuo y dinámico. Para lograr captar algo de este flujo se requiere de
flexibilidad, fluido y al mismo tiempo algo de estructura.

De esta forma, la impresión es vivencia mientras que la experiencia es más que la vivencia.
La experiencia implica la segunda parte del AEP donde se debe ubicar la vivencia en sus
valores para que sea la experiencia. Cuando he experimentado algo entonces tengo
experiencia.

PERCEPCIÓN → impresión = vivencia → EXPERIENCIA

La impresión es externa, la vivencia interna.

El consentimiento para el análisis existencial

El AEP considera que una de las cosas, más importantes n mi vida es el “consentimiento”.
Lo importante es si algo es decidido o no, si me siento bien o mal con mi decisión. El
consentimiento puede ser consciente o inconsciente, y produce la comprensión más
profunda de sí mismo. Hace más humano al ser humano.

Concepto salud-enfermedad

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Desde el AEP se concibe la salud como la capacidad de hacer lo que uno quiere en general.
Cuando no puedo hacer repetitivamente lo que quiero hacer, empieza la enfermedad. Hay
cuatro niveles de gravedad psicopatológica:

a. Reacción:normalmente son semanas o meses, pero no más de un año.

b. Neurosis: implica reacciones de Coping fijadas y no se cuanta con la capacidad de


cambiar en las urgencias. Es una forma de fijación de Coping al nivel del comportamiento,
donde se utiliza al mundo para corregir o huir del problema. Si el daño es más grave resulta
un Trastorno de Personalidad en las primeras tres MF (no hay en la 4ta. MF porque es un
resultado del encuentro con el mundo).

c. Trastornos de Personalidad: muchas veces la persona no es consciente de la


gravedad del trastorno porque lo vivencia como normal, porque fue siempre así en su vida,
es su forma de vivenciarse así mismo y al mundo. El Trastorno de Personalidad está
definido como una forma de vivenciar y actuar, hay menos autodistanciamiento que en la
neurosis, actúa de manera ontológica “tú eres así”. Es absolutista, categórico y rígido.

d. Psicosis: la relación con la realidad está distorsionada, la realidad es amenazante,


“vivo en mi mundo”. Hay una pérdida del Juicio de Realidad, la persona no es capaz de vivir
en el mundo convencional.

Para que haya Salud es central establecer un diálogo con el mundo. Cuando uno puede
comunicarse, disuelve los problemas. Donde hay diálogo hay cambio. Donde hay bloqueos
hay patologías, fijaciones, reacciones de Coping.

Desde el existencialismo, porque se reserva el concepto de existencia a los seres humanos

La filosofía existencial plantea una diferenciación entre los conceptos de Ser y Existir: todo
lo que es “es”, pero no todo lo que es existe. Se reservará el concepto de “Existencia” a los
seres humanos, por tener estos “conciencia de sí”, capacidad de pensarse.

“El hombre –en cuanto persona- es el único que puede elevarse por encima de sí mismo –
como ser vivo- y partiendo de un centro situado, por decirlo así, allende el mundo tempo-
espacial, convertir todas las cosas, y entre ellas también a sí mismo, en el objeto de su
conocimiento”. (Max Scheler, 1938)

¿Qué es fenomenología? Diferencia entre Husser y Heidegger

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E. Husserl (1859-1938): desarrolla lo que llamará fenomenología de la percepción, donde
“fenómeno” es lo que se da a la conciencia, porque la conciencia se lo da a sí misma,
poniéndose en todo acto intencional.

Husserl plantea ¡Ir a las cosas mismas!, es decir, dejar valer la realidad, tal como es,
poniendo entre paréntesis (epojé) la opinión sobre la realidad. Mundo y yo – separados por
Descartes – vuelven a formar una unidad, pues ambos están contenidos en lo que aparece.

Lo que comienza a emerger, en al ámbito del método en la psicoterapia, es una nueva


forma de aproximación al paciente, donde la teoría (conocimientos, opinión, teorías) es
menester dejarlas a un lado (epojé) para poder captar del paciente su esencia desde la
intuición del terapeuta.

La fenomenología de Husserl es la investigación de los modos como las cosas se dan a la


consciencia. Los fenómenos aparecen en la medida y forma como nosotros los
entendemos, relativiza los fenómenos al sujeto. Hay una subjetivación.

Heidegger: discípulo de Husserl, da un paso hacia el Ser al escribir su obra Ser y Tiempo
(1927). Mientras a Husserl le interesa el tema de la consciencia, la intencionalidad, las
vivencias, etc.; a Heidegger este tema no lo ocupaba, sino la cuestión por el Ser ¿qué
significa “ser”, cuando decimos que algo es?

Para Heidegger, el concepto de fenomenología tiene una concepción algo diferente: del
griego Fenómeno: “phainómenos” del verbo brillar, lucir, manifestarse. Es decir, lo que se
manifiesta.

La fenomenología hermenéutica (de la interpretación) que plantea Heidegger, se la puede


definir como un instrumento con el objetivo de responder a la pregunta: “qué y cuánto puedo
yo conocer” y se especializa en pasar de la mera apariencia de las cosas, al ser de éstas,
a lo que “está detrás”, a lo que es la esencia propia de las cosas, a llevar la información que
está en la aparición subjetiva.

Se puede, por lo tanto definir a la Fenomenología como un método de conocer, el método


científico de las Ciencias del Espíritu, donde se trata de percibir “las cosas mismas”
(Husserl), así como nos son dadas, y relacionarse con su esencia (Heidegger).

Modos de percibir según Längle

Längle plantea dos modos de Percibir: la forma ingenua, cotidiana, y por ende más
superficial, en resumen, lo que se hace cuando se mira, y una forma profunda, comprensiva,

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que ve la esencia de aquello que se manifiesta en su aparecer. La primera es funcional,
práctica, la segunda es intuitiva, no calculadora. Estas formas de percibir, tienen un
correlato con los modos de ser que nos ofrece Buber: la relación Yo-Tú, vinculada con una
percepción de profundidad, esencial; y la relación Yo-Ello, orientada a una relación más
funcional y práctica, más superficial.

Por lo anterior, podemos decir que la fenomenología requiere de una relación Yo-Tú donde
la presencia y el encuentro con el otro, es lo que quiebra la vivencia de soledad y desamparo
y lo que nos brinda el sentido de la coexistencia. Es con esta mirada profunda donde
encuentro al otro y a mí mismo.

Paradigma de la psicología humanista y paradigma de la psicología existencial

HUMANISMO: a Estados Unidos de Norteamérica llegan varios psicoanalistas trayendo


bajo el brazo su acercamiento a la filosofía existencial en pleno desarrollo, en Europa. En
este país, que había sido abatido por una gran crisis económica (1929), emerge una
sociedad sensibilizada por el sufrimiento propio y de su comunidad.

En este país, con estas condiciones, se posibilita el surgimiento de una nueva mirada en la
práctica clínica, un nuevo abordaje al ser humano que pide ayuda: se comienza a hablar,
en los años `60, de psicología humanista.

Con Carl Rogers, esto se hace evidente: Terapia Conversacional, terapia centrada en la
persona, auto-actualización, autenticidad, etc. son conceptos que en los años sesenta
revolucionan el ámbito terapéutico. Comienza a esbozarse lo que se llamará la Tercera
Fuerza. Anteriormente, A. Maslow había introducido su pirámide hacia la Autorrealización.
Su visión de la naturaleza humana como intrínsecamente buena llegó a ser un tema mayor
del movimiento del “potencial humano”.

Los humanistas sostienen que hay una especie de programación previa (por ejemplo el
plantearse que la naturaleza humana es intrínsecamente buena), a la que el mundo
circundante sólo le provee de los elementos básicos para que esa naturaleza se exprese.
Por ello es que para los humanistas el tema central es la autoactualización, es decir, por
los propios medios hago presente una naturaleza que pre-existe.

Pero en este punto surgen cuestionamientos de parte de aquellos humanistas (R. May entre
ellos) que ponían sobre la mesa temas tan humanos como la soledad, la resistida presencia
de la maldad y el sufrimiento en el mundo, la capacidad de elegir y decidir. Y aquí se divide
el camino entre los Psicólogos Humanistas y los Existenciales.

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EXISTENCIALISMO: los Psicólogos Existenciales difieren en ese concepto de entelequia y
proponen el diálogo para que emerja la persona (respiración dialógica con el mundo); se
plantea al ser humano abierto al efecto recíproco que surge de esta relación; la autenticidad
no es sólo referida a sí mismo (humanistas), sino que además es con el contexto situacional
(sentido).

Heidegger con sus conceptos de Dasein y de Ser-en-el-Mundo, llevan a mirarse, no ya


desde una concepción intrapsíquica, sino desde una mirada interpersonal, en la que se
concibe a los seres humanos como seres semi-completos, donde se precisa del mundo
(otro enfrente y diferente a sí) en cuyo encuentro se manifiesta esa construcción nueva de
cada ser.

Se es ser humano, en la medida que se encuentra en el mundo. Es en ese encuentro


(diálogo), donde se despliega la Persona. La libertad y la responsabilidad que ello implica,
hace estar constantemente eligiendo y decidiendo qué se quiere ser y hacer.

Una naturaleza “esencialmente buena” no tiene lugar aquí, pues eso sería restarle lugar a
la posibilidad de elegir y responsabilizarse por esas elecciones. Como método terapéutico
en ambos hay un empatizar, pero difieren en que los humanistas buscan reflejar a la
persona para que se vea a sí misma, y los existenciales confrontan a la persona para
facilitar la comprensión de sí y de su situación en el mundo de modo que pase a la acción
desde una toma de posición libre y responsable.

En definitiva, aquí se habla de dos paradigmas diferentes: en los psicólogos humanistas se


puede visualizar claramente un paradigma del Desarrollo y en los psicólogos existenciales
un paradigma del Encuentro.

AEP: fundamentos desde un eje estructural

El Análisis Existencial desarrollado por el Dr. Alfried Längle, se define como “… una
psicoterapia fenomenológico-personal, cuyo objetivo es ayudar a la persona a alcanzar un
vivenciar libre (mental y emocional), tomas de posición auténticas y un trato responsable
consigo mismo y con su mundo” (2007, p.9)

Esto se desarrolla sobre el Eje estructural, el cual plantea cuatro Motivaciones


Fundamentales (MF) del ser humano personal-existenciales, que están directamente
vinculadas al concepto antropológico de ser humano desarrollado por Frankl: esto es un
ser tridimensional (bio-psico-espiritual), al que Längle agrega una cuarta dimensión que es
la del ser actuante.

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Estas cuatro motivaciones fundamentales son:

o 1°MFE: Poder ser (dimensión ontológica a la que corresponden la Confianza)


o 2°MFE: Gustar vivir (dimensión axiológica a la que corresponden los Sentimientos y
Valores)
o 3°MFE: Ser uno mismo (dimensión Ética, Responsabilidad y Autoestima)
o 4°MFE: Sentido (dimensión del Sentido)

Estas Motivaciones Fundamentales tienen un orden o secuencia necesaria, donde cada


una está sostenida sobre la anterior, no significando ello una jerarquía en importancia o
preponderancia, sino como estructuras básicas para que las que, la que la sigue, se pueda
desarrollar.

Psicopatología: cómo se entiende desde el análisis existencial

ElAnálisis Existencial entiende la psicopatología en forma procesal-dinámica, sobre la base


de las motivaciones fundamentales personal-existenciales, y de la dinámica procesal (AEP)
obstaculizada.

Un componente necesario en el origen de los trastornos psíquicos es la insuficiente


confrontación de la persona con las condiciones de la existencia. Este déficit y sus
consecuencias pudieron subordinarse a las correspondientes motivaciones fundamentales,
de donde surgió una etiología de los trastornos psíquicos.

Desde este enfoque la patología ya no es entendida como un déficit o “perturbación de lo


normal” que hay que eliminar lo antes posible, sino que se busca descubrir el sentido que
tiene. Lo anterior debido a que se comprende el síntoma como la solución más sana que
protege al paciente de un daño mayor.

Längle (2008) define a la neurosis como: Estereotipia de comportamiento frente a un


estímulo específico, con el objetivo de controlar un sentimiento a través de una actividad,
p.ej. un temor a través de pensamientos compulsivos. Esta fijación de reacciones de coping
se vivencia subjetivamente como obligada; la neurosis representa un intento de superación
activo, preponderantemente por una conducta o una manipulación del medio externo. Se
caracteriza por un comportamiento rígido, inadecuado a la situación, que no puede ser
influenciado (o controlado) voluntariamente, aunque existe la conciencia de que se trata de
un trastorno.

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Apuntes de cátedra

- En el análisis fenomenológico debemos despojar a la persona de preconceptos,


categorías, etc. Hay que dar lugar a que emerja la persona, a la esencia del paciente.

- Lo fenomenológico (lo que aparece) lo observamos en la mirada, la respiración, la


postura, etc.

- El “sentido” se pierde por la caída de los valores. Cuando pierdo el contacto con los
valores, pierdo el sentido de la vida. Frente a esta pérdida aparece la “queja”, y es frente a
ella que uno debe tomar posición.
- Binswanger define la psicoterapia como: “la RECONCILIACIÓN del hombre consigo
mismo y, por ende, con el Mundo. Es la transformación de la enemistad para consigo mismo
en amistad para consigo mismo y con el Mundo”.

- Si hablamos de “reconciliación” implica que antes hubo un conflicto entre el hombre


y el Mundo. Este conflicto provoca una “descentralización” la cual hace percibir al Mundo
como amenazante, provocando la aparición de angustia.

- Si hablamos de la persona en relación con el Mundo, en relación con el otro,


hablamos de la 3°MF, la cual plantea que uno mismo se conoce a través del otro. Cuando
esta relación se pierde, el autoestima se ve seriamente afectado.

- En el AEP encontramos el método fenomenológico, el cual se encuentra estructurado


por el recorrido de las motivaciones. Este recorrido me va a permitir alcanzar la nosología
patológica del sufrimiento de la persona.

- La psicoterapia es el camino al encuentro consigo mismo y con el Mundo.

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UNIDAD IV: PRIMERA MOTIVACION FUNDAMENTAL DE LA EXISTENCIA

La Búsqueda de Sostén. Análisis Existencial de la Angustia (Langle)

Resumen

La angustia, en tanto estado de excitación generalizado, es expresión de un ser amenazado


no sólo de laexistencia física, sino también de la existencia psíquica y espiritual. La
amenaza pone en peligro las estructurasque dan sostén al ser humano y garantizan la
conservación del Dasein. Sin sostén, sin protección por laque se puede vivir confiado en el
mundo, uno se siente des–acogido. En el contexto existencial es la angustiaun parámetro
subjetivo que sirve para medir la amenaza del Dasein –en su totalidad–, o de aspectos
parcialesde la existencia en los que el ser humano se siente amparado, sostenido.

Definición y descripción

Neurofisiológicamente puede ser definida la angustiacomo un estado generalizado de


excitación, el que psicológicamentese traduce por un sentimiento de una amenaza o
peligro,al que el ser humano se siente existencialmente expuesto.El individuo vivencia una
falta (parcial) de protección.

La reacción general (reacción de coping) contra este estadode indefensión y el sentirse sin
suelo en que apoyarse es elreflejo de sostén (tensión muscular, reacción de alarma
delcuerpo y de la psique) y la búsqueda de protección, seguridady sostén, en vistas del
abismo de la existencia.

Historia del surgimiento de la angustia

a. La angustia es un fenómeno ampliamente extendido en la “naturaleza”. Para generar


la angustia se precisa un complejo sistema nervioso. Su núcleo neuronal es el ARAS
(sistema reticular de activación ascendente).

b. La angustia tiene también un origen “social”, tanto entre los animales como entre los
seres humanos. La transferencia de la angustia del individuo al grupo y viceversa ya pudo
ser observado por los antiguos griegos en sus rebaños de cabras, las que, enceguecidas
por el pánico, no rara vez se despeñaban cayendo en el precipicio. Los griegos creían que
el dios “Pan” se había metido en el rebaño, por lo que todavía hoy se denomina “pánico” a
la huida incontrolada y ciega ante un peligro que se experimenta como destructivo.

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En el ser humano, la angustia individual está en una especial y compleja relación recíproca
con los miedos colectivos y los condicionamientos sociales. El influjo sociocultural de la
angustia exhibe hoy un cambio de significación y de función. Como síntoma de nuestro
tiempo no es sufrida la angustia sólo pasivamente, sino sirve como sustituto de un vacío de
contenidos vivenciales y de competencia.

c. La tercera raíz de la angustia se encuentra en la “confrontación espiritual” de la


persona, con las condiciones específicas, las posibilidades y peligros de su Dasein. La
angustia pone al ser humano frente a la posibilidad de la irrupción de la “nada”, que siempre
está ya ahí y que pertenece al mundo, asediando al Dasein ininterrumpidamente y en todas
partes.

Pero si la angustia no debe ser negada nipasada por alto, sino puede ser percibida cara a
cara, entonces ayuda al ser humano a hacerle patente su ser propioy auténtico, lo que no
es más que su “poder–ser”, su “posibilidadde ser”. El Dasein asume así su ser auténtico.

En la revelaciónde la existencia auténtica reside pues el valor dela angustia: este modo
fundamental de hallarse el Daseinen el mundo resulta del estado de yecto del Dasein en
elmundo por el que es permanentemente amenazado: lo queamenaza es “nada” y viene
“de ninguna parte”.

En Frankl (1982) debe estar la angustia en última instanciafundada en la finitud de la


existencia. Esta limitación dela humana existencia en el tiempo es la razón esencial de
labúsqueda de sentido de parte del ser humano.

Un poco menos filosóficamente decimos hoy en el Análisis Existencial que el ser humano
que se angustia es “la persona en busca de sostén”. Esta persona experiencia quesu
poder–ser está amenazado por la “aniquilación”, encuentrasu existencia radicada en un
campo de tensión entre elser potencial y el potencial no–ser.

En la angustia biológica anida la conservación instintiva de la vidanatural. En la angustia


socio–cultural se trata de la puestaen cuestión de la ligazón y recíproca dependencia en
unacomunidad, en un grupo social. Los miedos existencialesson expresión de la vigilia y el
tomar en serio de la voluntadde ser y de una actitud vital personalizada. Cuando lapersona
ya no quiere seguir viviendo, se apagan las angustiasexistenciales y se afloja la voluntad
de configurar lapropia vida. Conocer a la angustia en su significación originariapermite
comprender su carácter de “señal” y, así,apreciar el valor que tiene para la vida.

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Cuando la angustia se hace patológica representa unmotivo de sufrimiento. En este caso,
el individuo aparecetan comprometido por la angustia, que ya no es más librepara el
cumplimiento de sus actos, según sea la situación enque se encuentra. La calificación de
“patológica” de la angustiaes pertinente cuando ella impide el cumplimiento delos actos
vitales. Entonces la angustia lleva al ser humano abuscar sostén. La angustia patológica es
el sufrimiento por la imposibilidad de hallar en la vida seguridades absolutas.

Fenomenología de las dos formas básicas de angustia

Dado que la angustia esun fenómeno del vivenciar subjetivo, un acceso fenomenológicoa
la esencia de la angustia humana ha de prestaratención a la vivencia subjetiva de la
angustia. Aquí haydos preguntas para hacer:

- ¿Cuál es el contenido de la vivencia de angustia?


- ¿De qué modo y forma es vivenciada la angustia?

Este modo de proceder abre una perspectiva, en la que los fenómenos singulares avanzan
juntos hacia un punto de fuga, tras del cual o en su profundidad –o sea, “tras” sus formas
particulares de aparecer– se unen, en una unidad que los abraza.

La personapuede vivir la angustia a dos niveles:

a. Angustia fundamental (la angustia por el “no–poder–ser” = “me dejan caer”)

La conmoción consiste en el “hacerse insegura de laexistencia”. Lo que hasta ayer ofrecía


sostén (por ej. salud,puesto de trabajo, pareja, imagen de sí mismo, seguridaden el tránsito,
etc.) pierde firmeza y confiabilidad. Esta esla experiencia del “nada es seguro”. La
percepción inmediatadel tambaleo de lo hasta ahora firme genera la emociónde la angustia
fundamental. La “nada”irrumpe en la existencia. Es como si a uno le hubiesen quitadoel
piso bajo los pies, con lo que se pierde el apoyo y se haceevidente el peligro de caer en la
nada sin–fondo.

La angustia fundamental puede ser provocadaen circunstancias gravosas para el individuo


que afectansu pensamiento, su obrar y sentir, impidiendo el cumplimientode sus actos,
paralizándolo, horrorizándolo o atravesándolopor el pánico. O puede también adoptar la
formade una “rotura en el mundo”, aglomerándose en un concreto“por algo” –“por algo” por
lo que se siente miedo– (fobia).

b. Angustia de expectativa (miedo, fobia = angustia por la angustia = “no soporto esto”)

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La otra forma de la angustia, que el ser humano puedeexperienciar, reside en un plano por
encima de la anterior yconsiste en la “actitud” miedosa frente al miedo. La esenciade esta
angustia es la expectativa, el estar al acecho de..., por lo que se la ha llamado angustia de
expectativa oexpectante. uno no se siente capaz de afrontar la angustia.

Hay un déficit de sostén en uno mismo.La causa que produce laangustia expectante no es
pues la conmoción del sosténque ofrece de suyo siempre el mundo, sino “la pérdida del
sostén en uno mismo”. Tal contraccióny fijación es la fobia, que no es más que una
fijaciónde la angustia de expectativa.

La definición pues de la angustia es: “un estado generalizado de excitación vivenciado ante
una amenaza o peligro”. Al ser humano se le hace de algúnmodo patente la potencial
“aniquilación” de su existenciapor causa de la pérdida de sostén en el mundo –se
evidencia“lo abismal” del mundo, su “sin fondo”–. Esto provocaun espontáneo “reflejo de
sostén”, en forma de tensiónanímica y corporal, que lleva a reacciones de coping
psíquicasde huida o lucha con lo hostil.

Psicopatogénesis de la angustia desde la perspectiva analítico–existencial

En correspondencia con las dos formas descriptas deangustia, hay “dos modelos
vivenciales” que llevan al surgimientode la angustia.

a. La angustia fundamental surge, como se ha dicho, por el derrumbe de las estructuras


(del mundo) que sustentan al Dasein. El disparador de la angustia no precisa ser siempre
algo sufrido por uno mismo. Es suficiente a veces la simple observación de lo frágil de la
existencia, por ej. ver cómo otra persona colapsa o mirar en la tumba abierta de un
conocido.

La “confianza” del “poder–ser–en el mundo” se pierde. Esteconfrontarse con la nada


potencial, que amenaza voltear laexistencia, puede acendrarse hasta lo insoportable,
llevandoal individuo al suicidio, que es un último intento de huida,cuando ya no es posible
hallar ningún apoyo.

b. La angustia de expectativa surge, como hemos visto, por la formación de una actitud
de defensa frente a la angustia. ¿Cómo ocurre esto? Después de una vivencia de angustia
fundamental se hace la persona la pregunta, “cómo” puede “seguir viviendo” con tal
sentimiento molesto, y cómo puede “disminuir” su “influjo dañino”.

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Esta actitud persigue dos objetivos: impedir una repeticiónde la vivencia angustiante y
procurarse un refugio. De estaforma, la angustia, que flotaba libremente, es exorcizada,
sela localiza, haciéndola tratable, aprehensible.

El impedimento de nuevas vivencias angustiantes protegeal ser humano de sentimientos


desagradables. Pero más queesto, lo que hace es no agregar nuevas heridas que sigan
debilitandoel coraje para vivir. Con este fin, se acude a las típicas“reacciones de Coping de
angustia”, como: las evitaciones,huidas, luchas y el reflejo de posición de muerto.

El otro objetivo de la actitud de protección está en laprocura de seguridades. Dado que la


amenaza se mantienelatente, el pusilánime vive prometiéndose un apoyo, dondefuere que
esté: la cercanía de un amigo, de un pariente,repite rituales rígidos u otros conjuros, que le
garantizanseguridad. Con esto ocurre una “potenciación” patológicadel apoyo: se
absolutiza algo relativo. La sobrevaloracióndel sostén es una actitud inadecuada.

Los dos modelos de vivencia de surgimiento de la angustiareferidos –angustia fundamental


y angustia expectante–se fundan, vistos analítica–existencialmente, en la conmocióno
puesta en peligro de las cuatro condiciones fundamentalespara una existencia lograda.

a. En la experiencia de “apoyo confiable” intuye el ser humano el profundo sostén que


el “Ser” desde el fondo ofrece (el “Ser como fundamento” o “fondo del Ser”). Llamamos a
esta experiencia: “confianza básica o fundamental” o “confianza originaria en el Dasein”.
Cuando esta confianza es cuestionada se moviliza una intensiva angustia fundamental y
una desconfianza en la firmeza de las estructuras vivenciables y experienciables.

En el origen de la angustia expectante se encuentran lasotras tres condiciones básicas de


la existencia, que se montansobre la primera condición (fondo del Ser):

b. La relación a “valores” y la vivencia de “cercanía” siempre son vivificantes. Pero en


esto se experiencia también un “estar sostenido”. Cuando valores, de los que uno depende,
se pierden, se siente hundirse en la nada (por pérdida del sostén) y el dolor corroe la
voluntad de vivir. Lo patológico se manifiesta la mayoría de las veces en pequeños
acontecimientos, por ej. las bacterias pasan a ser una amenaza para la “salud” (bacterio–
fobia) y entonces se las combate con la compulsión a lavarse. En otro caso, cuando los
valores cumplen la función de tapar “inseguridades”, se los toma como muy “importantes”
(sobre–valoración) y su pérdida es temida fóbicamente (sentimiento de catástrofe).

c. El perfilamiento de “lo propio” por relación a “lo de los demás” hace posible
“encontrarse a sí mismo”. De aquí se desprenden los actos tendientes a una auto–
77
identificación, como asimismo el interno tomar posición con respecto a sí mismo y el tomar
partido por sí mismo (hallazgo de sostén interno). La carencia de tomas de posición
comprometidas con uno mismo, como su debilidad (esto siempre está unido a
“delimitaciones” de uno con respecto a los demás), conducen a un exceso de libertad. El
individuo se vivencia como una “nada”, que no conoce “lo suyo”, “lo propio” y se le hace
patente su dependencia por causa de una carencia de lazos consigo mismo, que le
certificarían de su propia identidad. Por otro lado, una delimitación de sí mismo demasiado
restrictiva lleva a un estrechamiento interno y coarta el ser sí mismo.

d. El Dasein se logra, en última instancia, por su “entrega a lo plenamente valioso y a


lo pleno de sentido”. La persona madura existencialmente se vivencia libre para el comercio
con el mundo. Pero, si una persona –por trastornos a nivel de los planos precedentes o por
una actitud de cierre al mundo– no puede abrirse al mundo, entonces su vida está
atravesada por una angustia de vacío e inanidad (vacío existencial). La angustia de que
“todo podría no valer nada” o de que la propia vida no tiene sentido se procura eliminar
mediante el activismo (estar siempre ocupado, ser imprescindible) y por “narcóticos”
(distracción en diversiones, alcohol, drogas).

Terapia analítico–existencial de la angustia

Ambas formas de angustia piden diferentesmodos de proceder en la terapia:

a. Como se ha visto, la angustia fundamental ocurre por una conmoción de las


estructuras o soportes (del mundo), en los que el ser humano confía para vivir. Este soporte
no es otra cosa que “lo que es”, la realidad, el conjunto de las cosas que nos rodean, “lo
dado”, “lo que encontramos allí” cuando venimos al mundo y lo que, de una u otra manera,
ofrece “resistencia” y “sostén” al ser humano.

Cuando los entes amenazan desaparecer el individuo es invadido por la emoción de la “falta
de piso”. A este sentimiento de la “evanescencia de lo que es” hay que hacerle pues frente
terapéuticamente en su mismo plano. La angustia fundamental precisa, en primera línea,
presencia y sostén, a los efectos de que el “Ser” sea de nuevo experienciable y vivenciable.
Se le puede llamar a este modo de proceder “trabajo ontológico a nivel del fondo del ser”.

El tratamiento general de la angustia fundamental –vía experienciaontológica del


fundamento del Ser– tiene lugar sobre todoslos elementos que proporcionan presencia y
78
apoyo. Aquíes importante que alguien esté “presente”, que acompañeal angustiado (en la
terapia, es el terapeuta). Ese alguiendebe sostener al paciente, “aguantando” junto con él
suangustia, revivida al describirla. Ese alguien “oye”, “pregunta qué pasa”, “acompaña”.

Asípuede el paciente vivenciar el sostén real, desde el cual elterapeuta hace frente a la
angustia. Además, el terapeutaofrece regularidades y estructuras y trabaja con el
pacientepara que éste establezca en su vida estructuras y regularidadespropias.

b. La angustia expectante, en tanto emerge de una actitud de defensa frente al


sentimiento de angustia, no es, como se vio, una experiencia directa de la fragilidad del ser,
sino surge de una previsión de su “potencial” evanescencia y de los “sentimientos de
angustia reales, desagradables, que están conectados siempre con esa fragilidad”.

De aquí que la angustia precise de un cambio de laactitud –defensiva– con la que se la


quiere enfrentar, porquela defensiva deja al angustiado “a distancia” de suDasein real. La
angustia expectante exige pues confrontacióncon la angustia –confrontación con las
realidadesgeneradoras de angustia– y un paralelo desmontaje de lasactitudes evitativas y
prometedoras de seguridad para elindividuo, las que bloquean el acceso al “Ser” e impiden
ladistensión, la tranquilidad de ánimo, el abrirse al Ser.

El tratamiento general de la angustia expectante tienecomo fin la confrontación de la actitud


de defensa frente ala angustia, lo que ha de conducir a la tranquilidad de ánimo.El principio
básico es el “aprender a aguantar la angustia”.Mediante la observación del disparador de
la angustia,de los sentimientos de angustia y de las “temidas”consecuencias, se logra –en
un in-crescendo que requierede tiempo– la “fe en uno mismo” (sentimiento de que uno“es
capaz de aguantar” la angustia).

Apuntes de cátedra

- La angustia es un sentimiento que surge de la confrontación con el no-ser.

- La angustia nos ayuda a abordar la visión de la existencia. No hay existencia sin


angustia porque estamos en un permanente encuentro con el Mundo.

- Angustia sana: nos ayuda a detectar peligros. Es la incertidumbre que sostengo a


partir de un recurso que aporto yo (ej.: el estudio). Esta angustia es realista.

79
- Angustia patológica: nos bloquea, paraliza, ciega. Es “irracional”, no se relaciona con
la realidad en intensidad. Es el sufrimiento por la imposibilidad de hallar en la vida
seguridades absolutas (hay que vivir en la incertidumbre). Es un no poder vivir con las
condiciones que me impone el Mundo. Esta imposibilidad invade diferentes áreas de mi
vida y no me permite avanzar.

- La angustia aparece cuando hay un conflicto en las motivaciones. A través del AEP
puedo indagar en cuál es el origen de esta angustia.

- Formas en las que aparece la angustia:

• Pavor: reconocimiento súbito del peligro o amenaza que nos sobrepasa. Es la


confrontación con algo no esperado. Ej.: quedarse encerrado en el ascensor, perder de
vista a un hijo.
• Horror: espanto, asombro. Experiencia de ser parte de cosas que “son”, con las que
convivimos, pero que nos cuesta creer que son reales. Ej.: violación, asesinato.
• Pánico: reacción súbita que consiste en una invasión de actividad sin dirección. Esta
súbito de intensa angustia que se experimenta como una sensación de muerte sin razón.

- Valor de la angustia: la angustia nos protege del peligro, nos advierte de las
amenazas, nos acompaña en todas las situaciones de la vida. Moviliza nuestras fueras y
nos permite vivenciar que estamos vivos. Todo cambio produce angustia porque genera
incertidumbre. Como consecuencia, la angustia me ayuda a contactar con valores que yo
quiero acercar, que no quiero que se pierdan. La angustia nos conduce al camino de los
valores.

80
UNIDAD V: SEGUNDA MOTIVACION FUNDAMENTAL DE LA EXISTENCIA

CONTACTO CON EL VALOR: Significación y eficacia del sentir en la terapia analítico-


existencial (Langle)

1. Percepción del valor en la Logoterapia

La Logoterapia (LT) y el Análisis de la Existencia (AE) parten de la tesis de que toda


configuración de la vida plena de sentido depende, incondicionalmente, del descubrimiento
y la puesta en obras de valores. De acuerdo al AE, el obrar y el vivenciar humanos están
siempre orientados a objetos, que son entendidos en virtud de su contenido valorativo; esto
ocurre si se trata de la realización de valores creativos y de vivencia (Frankl, 1982). Por el
contrario, en situaciones de déficit de valores, por ej. frente a un sufrimiento irremovible,
cuando no hay nada en el mundo que pueda ser vivenciado ni creado como valioso, el
hombre sólo tiene para apoyarse el único valor que aún puede convocarlo: el valor de su
ser en tanto persona. Es la realización de valores de actitud.

El conocimiento, la percepción y la vivencia de valores es, por lo tanto, condición


fundamental para toda actividad logoterapéutica-analíticoexistencial. Sin la percepción de
valores no se puede tomar ninguna decisión.Las dificultades que ofrece la percepción de
valores son debidas comúnmente a un sufrimiento psíquico. Una importante pregunta de la
psicoterapia analítico- existencial es, por tanto, cómo se puede despertar y movilizar la
percepción valorativa.

2. ¿Qué es un 'valor'?

El concepto de valor se aplica aquí para toda cualidad de 'bueno' de algo experienciada de
un modo inmediato y personal por un sujeto. Percepción de valor' habla del valor en cuanto
desde el principio éste se halla en esa cercanía corporal 'sensible' al propio ser, gracias a
la cual los valores tienen el poder de mover: los valores se distinguen por su particular
cualidad de tocar internamente a la persona, de aproximarse a ella: “Valor personal es lo
que afecta, lo que toca”.

Lo específico de la percepción valorativa está en que los valores no son algo pensado: valor
es sólo lo que puede ser sentido. Esa sensación moviliza al sujeto vivenciante. Los valores
no son algo de lo que nos podemos apoderar corporalmente, sino algo que sentimos 'con
el corazón'. A cada valor percibido corresponde un sentimiento. Cada sentimiento es -
transformado - el correlato subjetivo de un valor percibido: “Valor → Emoción”
81
Los valores son magnitudes dinámicas, semejantes a espejos en los que se concentra y se
potencia la fuerza vital de una persona. Los valores hacen pie en la intencionalidad de la
persona y remiten, con ayuda de la fuerza del sujeto, a un objeto exterior, que tiene una
correspondencia interior: “Valor → Espejo de la fuerza vital”

Los valores producen en el hombre una transformación: con ellos entra en su vida un trozo
de mundo. Los valores son el alimento espiritual de la persona, lo movilizante en la vida.
Igual que el alimento corporal, se incorporan a la realidad vital del hombre y se hacen parte
de la personalidad, constituyen, al fin, su historicidad. Sin experiencia del valor no hay
experiencia del tiempo; sin ésta, no hay biografía: “Los valores → el alimento espiritual de
la persona”

La significación existencial de los valoresreside, pues, en esto: que ellos hacen algo
conmigo. A la verdad, desarrollan una acción que me mueve como hombre y comienza a
transformarme. Una hermosa flor, un atardecer, una palabra amable producen este efecto,
de muy diversas maneras. Sólo es valor para una persona lo que, de una u otra forma,
puede apoderarse de ella. Los valores ejercen una acción sobre el ser de la persona, que,
por ello, cambia.El sentimiento del valor es una conmoción interior, un ser sobrecogido, en
el que claramente se percibe que se trata de mí. Todo lo que es capaz de provocar
semejante movimiento es un 'valor personal'.

3. El sentimiento del valor reclama relación y genera intimidad

La vivencia de valor sólo tiene lugar en la relación con el objeto valioso.Cuando algo no
puede ser vivenciado como valor, entonces hay que preguntar en primer lugar si en general
existe una relación efectiva o si puede establecerse tal relación. ¿Para qué es importante
esto? Dado que el sentir del valor supone relación entre dos sujetos o entre un sujeto y una
cosa, puede agotarse la vivencia de valor. Es comprensible también que la vivencia de valor
puede provocar angustia, si es que no se quiere tener ninguna relación.

Como ocurre con toda experiencia, también la experiencia y vivencia de un valor no se


puede transferir a otras personas. El sentimiento de valor acontece en la intimidad de la
persona. Su eficacia permanece en el sujeto. Uno puede referir pues sobre valores, y esa
referencia puede provocar en el otro la vivencia valorativa. Pero lo que el otro comunica no
es el valor, sino el efecto de la cosa que es vivenciada como valiosa.

4. De la vivencia del ser al contacto del valor

82
Cuando un valor nos impacta sentimos una emoción. Esta es la consecuencia del estar
referido a un valor y de que se ha establecido una interna correspondencia con él. La
emoción es la impresión que nos produce un objeto, en la medida en que su imagen
impresiona sobre nuestra realidad interior.

El vivenciar algo como valor o como disvalor depende del poder del objeto de provocar en
el sujeto un cambio interior.En este momento vale la pregunta: ¿de qué depende que
vivenciemos algo como valor o como disvalor? La cuestión lleva a la profundidad del ser
humano. El problema de la captación del valor hay que verlo más bien en esto: qué es lo
que nosotros tenemos 'subjetivamente' en la medida en que estamos frente a algo valioso.
¿Sobre qué matriz presiona eso que nos impresiona? Sólo cuando hayamos aclarado esto
podremos entender cuándo una impresión es vivida como positiva y cuándo como negativa.

El suicida potencial se experiencia insoportablemente distante de cualquier valor que podría


dar calor a su vida. Nada es ya bueno para él, ya nada puede alcanzar. El único bien es la
muerte, que le promete la liberación de una vida insoportable. Desde bastante tiempo atrás
viene cargado el suicida potencial con un espantoso 'no' a su propia vida. Siente el impulso
de tomar distancia con respecto a su ser, porque lo siente como un peso, como fuente de
permanente sufrimiento y frustración. Quiere desligarse del influjo de la existencia aquí en
el mundo. El ser se ha convertido en disvalor.Un 'no a la vida' hace girar el eje 'valor-disvalor'
en 180º. Lo que antes era valioso se hace disvalioso. Y lo que sirve para la destrucción de
la propia vida se convierte en valor. “Toda vivencia de valor arranca de la relación con el
propio ser”.

Hemos llegado a un resultado importante: la vivencia de valor está conectada en el fondo


a la actitud que la persona mantiene con su propia vida. Una actitud de rechazo de la propia
vida conduce a una vivencia de valor invertida.

5. El valor fundamental

El hombre sin ser preguntado vino a la vida, se encontró en relación con su mundo y con
una vida. Esta actitud fundamental (por lo general inexpresada e inconsciente) con respecto
a la propia vida es el punto de referencia al que los valores dirigen sus mensajes y con el
que se conectan. Este punto es el valor-fundamento de todos los valores, el 'punto
arquimídico de la existencia'.

83
Vivir' - para el hombre - es precisamente este relacionarse con su propio ser, concreto,
corporal en el mundo. Mientras el hombre vive, vivencia valores. El 'sí a la vida' establece
la relación interna del hombre a su propio ser. Este existir, este estar aquí, esta reflexión
que hago sobre mí mismo tienen un efecto sobre mí; esto me hace vivir, me abre al mundo,
a un comercio con las cosas, hace crecer algo en mí, de lo que quiero más: “Existo - y es
bueno en el fondo que yo exista”.

Así reza la formulación apretada de la respuesta fundamental a la vida, que nosotros


llamamos vivencia fundamental de valor.La certeza profunda de la vivencia fundamental de
valor emana del contacto del espíritu con su ser físico. Se trata de un tacto interno, de un
sentir de cuerpo y mundo.Desde el contacto con el ser corporal y el mundo crece la relación
unitiva que despertó el acuerdo con la vida.

En pacientes con un acuerdo a la propia vida indiferente o deficitario, falta el fondo


dondeapoyarse: los valores, que deberían estimular al sujeto y convertirse en un sentido
para él, no sonvivenciados, sino aparecen sólo como normas, pautas externas.

6. El trabajo con el valor fundamental

En este momento se plantea la pregunta de cómo puede alcanzarse el valor fundamental.El


valor fundamental es la entrada en el 'contacto con el ser'. Para esto se precisa quietud y
el silencio del estar consigo mismo.El valor fundamental se percibe cuando en esa paz se
oye qué respuesta desde lo más íntimo del ser hay para la pregunta: '¿es bueno que yo
exista?'

El trabajo central en la terapia existencial consiste en acompañar a un hombre en esta


apertura a su mundo de valores.Si falta la 'fuerza del yo' es preciso el acompañamiento, la
guía del terapeuta. La psicoterapia analítico-existencial exige pues del paciente lo doloroso,
a saber, que lo que se siente como 'malo' sea mirado de frente y completamente, para que
- pasando por sobre la afección - se acceda a una certidumbre emocional, a la verdad de
que al fin tan malo eso no era. El terapeuta debe estar lo más cerca posible, en calidad de
apoyo y de recurso siempre a la mano.

Psicoterapia analítico-existencial de los trastornos depresivos (Langle)

Desde la perspectiva del Análisis Existencial, pueden ser consideradas todas las formas de
depresión como una lucha del sujeto por percibir el valor de la propia vida. De acuerdo a
esto, la depresión significa una información afectiva de la pérdida de valor y de sentido de
84
la propia vida. Este estado afectivo es el resultado de la concurrencia de causas biológicas,
psíquicas y sociales.

La significación existencial de los estados depresivos radica en un debilitamiento de la


relación del individuo con su propia vida. Esto, a su vez, influye sobre la actitud con respecto
a su vida en cuanto a la cuestión de en qué medida es capaz de soportar y de configurar
su existencia. Este sufrimiento conlleva reacciones típicas de manejo y de agresión. La
psicoterapia analítico-existencial de la depresión apunta al tratamiento de la información
emocional trabajando en torno a la actitud de la persona sobre su vida.

Análisis Existencial

El Análisis Existencial es un método psicoterapéutico de carácter fenomenológico centrado


en torno a la persona y su relación al mundo, o sea, a la otra persona. El efecto
psicoterapéutico de este método reside en el fomento y estímulo del diálogo, tanto del
"diálogo externo con el mundo" como del "diálogo interno consigo mismo". El trabajo
analítico-existencial parte ante todo de la vivencia (y no tanto del recuerdo o del
pensamiento), para centrarse luego, después de la actualización emocional, en el proceso
decisional (tomas de posición y actitudes) y, en su fase final, pone un énfasis especial en
el actuar, como resultado de la decisión.

Concepción existencial de la depresión

Desde el punto de vista del Análisis Existencial, la depresión es un trastorno al nivel psíquico
o biológico (y no primeramente espiritual). Pero ese trastorno resulta precisamente tan
agobiante porque afecta la vivencia de los valores. Esto significa que la depresión no es
concebida solamente como un trastorno psíquico con una mayor o menor participación
somática (primaria o secundaria), sino también como un trastorno que afecta tanto las
disposiciones como las actitudes, las decisiones y la vivencia espiritual del mundo y de sí
mismo.

Lo que resulta perturbado es la percepción del valor en el complejo relacional. Aquellas


cosas de las cuales uno se alegra normalmente o que le resultan agradables o interesantes,
etc., palidecen y pierden su color, fenómeno que es conocido como "afección negativa".

Causas de los trastornos de carácter depresivo

85
Como se sabe, las causas de los trastornos de carácter depresivo tienen un origen
somático, psíquico y social. Pero aquí nos interesa sobre todo la dimensión existencial y el
acceso fenomenológico.¿Cómo vive y experimenta una persona la depresión? Como
denominador común de los trastornos de carácter depresivo podemos postular la pérdida
de valor, lo cual vale para todas las formas principales de este tipo de trastornos, o sea,
para:

✓ La pérdida de vitalidad (depresión endógena,)


✓ Las pérdidas no superadas, duelo o agresión bloqueados (depresión psicógena y
reactiva)
✓ El traumatismo psíquico (depresión psicógena)

Para la génesis de cualquier forma de los trastornos de carácter depresivo resulta


determinante la reducción de las cualidades del valor de vida:

a. Con respecto al sentimiento vital elemental, a la fuerza vital y al sentimiento corporal


revitalizante (depresión endógena).

b. Con respecto a la pérdida de valores fundamentales, o sea, existenciales (por


ejemplo, la salud, el cónyuge, trabajo, seguridad, etc.), en las formas reactivas de la
depresión.

c. Con respecto a la vulneración de la integridad psíquica, de la imagen de sí, del valor


de sí mismo, etc., que conlleva una suspensión de valores motivacionales y revivificantes,
en el caso de las formas de depresión psicógena.

En la dimensión existencial, la percepción de valores tiene lugar a través del sentimiento.


La pérdida de valor acontece por lo tanto primariamente en los sentimientos, y conduce a
la conocida perturbación de la vivencia y de la disposición anímica características de la
depresión. La depresión es un reflejo de la percepción y vivencia actuales de las cualidades
de la vida.

El hecho de que la disposición afectiva triste, doliente o agobiante se pueda transformar


también en una enfermedad depresivatiene su razón –de acuerdo a nuestra experiencia–
en que, paralelamente a la vivencia, se genera una actitud que afecta a la vida en su
totalidad, o sea, que la persona depresiva transforma su actitud hacia la vida misma.

86
Mientras que el hombre saludable muestra una actitud positiva hacia la vida (a menudo
inconsciente), la persona depresiva genera una actitud de rechazo o, por lo menos, una
actitud perturbada y no clara sobre la base de una relación hacia la vida disturbada.Dicho
en términos simples: para la persona depresiva su vida no es buena. La vida ha perdido su
valor, y cuanto más depresiva se siente la persona, tantas menos posibilidades de cambio
ve o cree tener aún.

La vivencia es, ante todo, un sentir. Si se repiten las experiencias que representan a la vida
como sin valor, la vida misma es sentida cada vez más como sin valor y de aquí puede
resultar una actitud responsiva negativa que, en última instancia, es el resultado de una
decisión (inconsciente).A esta actitud profundamente enraizada en la vida la
denominamos "valor fundamental", y consideramos que éste es el fundamento de todo
sentimiento de valor. Así pues, las personas depresivas manifiestan un "valor fundamental"
negativo.

Efectos de “valor fundamental” negativo a nivel existencial

El efecto inmediato de una actitud negativa hacia la vida es evidente. Ésta conduce a:

1. Una reducción de la disposición a querer o también poder soportar la vida y sus


preocupaciones. Falta la fuerza o el sostén interior.

2. Incapacidad para acoger y aceptar en su valencia el valor como tal de experiencias


singulares (gozar de algo, placeres particulares). No se siente digno de ese valor, no se
puede alegrar de situaciones buenas.

3. Falta de motivación para conformar la vida de acuerdo al propio cuño, y así orientarla
de manera que pueda resultar algo positivo. Por ejemplo, uno no se atreve a nada porque
se siente fracasado.

4. Falta de disposición a situarse en un contexto pleno de sentido, a partir del cual sea
posible contribuir al despliegue y acontecer de la vida. No se pertenece a la parte positiva
de la vida –se conceptualiza a sí mismo como un ser malo, un fracasado, y es demasiado
penoso ver el contraste entre la propia vida y la vida de los otros.

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Pero, en lugar de esto último, la psicodinámica asume el dominio y establece mecanismos
de defensa para garantizar una subsistencia inmediata. Las reacciones de
enfrentamiento (coping) típicas de la depresión son las siguientes:

a. Reacción básica: el retraimiento (con el impulso característico de esconderse en la


cama)
b. Reacción paradójica: activismo, rendimiento compulsivo (para "liquidar deudas"),
desvalorización
c. Agresión: bajo la forma de rabia, la cual, en el fondo, no busca destruir sino más bien
despertar relaciones y mantener valores.
d. Reflejo de "hacerse el muerto": agotamiento y resignación.

Terapia

La terapia de la depresión, de acuerdo al Análisis Existencial, deberá abordar los diferentes


niveles de causa, o sea, el nivel relacional, cognitivo, emocional, somático, biográfico y
social. Pero, a nosotros, nos interesa aquí sobre todo el acento analítico-existencial.

a. El Análisis Existencial le concede una atención muy especial a


la relación terapéutica en el tratamiento de la depresión. La relación deberá estar
caracterizada por una dedicación cálida y comprensiva. La dedicación activa hacia el
paciente y la compenetración empática resulta fundamental justamente porque el terapeuta
va a ofrecer al paciente una nueva posibilidad de ponerse en contacto con la vida. De esta
manera puede tener lugar un "nuevo acceso a la vida" a partir del terapeuta, quien al mismo
tiempo es un representante simbólico de la vida misma.

b. Orientación hacia el presente y fraccionamiento de las tareas: el paciente depresivo


vive más en el pasado de modo que él no tiene una relación actual próxima con la vida. El
depresivo puede observar lo que es la vida en los otros pero no en sí mismo. Esto conlleva
un trastorno en la conformación concreta de la vida diaria. Especialmente, se ha de prestar
atención esmerada a la dedicación con la que el paciente hace lo que hace. Asimismo,
resulta importante dirigir la atención hacia las capacidades no afectadas por el estado
depresivo y hacia las pequeñas tareas claramente delimitadas, lo cual puede posibilitar un
restablecimiento de la relación con la vida.

88
c. Trabajo en torno a las estructuras cognitivas y a las atribuciones falsas: descubrir y
hacer conscientes las generalizaciones inadecuadas, el círculo de agotamiento, el círculo
de raciocinio. Se trata de generalizaciones del tipo "siempre", "nunca", "todos los hombres",
etc.

d. Movilización de recursos personales y ejercicio en las tomas de posición: aquí se


trata de aspectos propios del Análisis Existencial, a saber, de la toma de posición.

- Autodistanciamiento: autodistanciamiento frente a:

✓ sentimientos (modelo: "mis sentimientos se encuentran ahora congelados, pero no


les permito que me dicten lo que tengo que hacer").

✓ expectativas (lo que uno hace tiene que ir acompañado por sentimientos positivos,
de gozo, etc.).

- Autoaceptación:asumir lo que se hace o no hacerlo. Se trata de realizar la


autoaceptación, por ejemplo, cuando un paciente sufre de una continua desvalorización de
sí mismo porque no logra ocuparse de tareas importantes, sino que siempre pierde su
tiempo en tareas sin valor como el mantenimiento de la casa.

- Posicionamiento personal:la meta es la transición de la "emoción elemental"


depresiva a una "emoción integrada":

✓ PP1: ¿Es realmente cierto esto? ¿En qué lo puedo reconocer?


✓ PP2: Si esto fuera realmente así, ¿qué podría perder yo? ¿Sería capaz, aunque
fuera sólo esta vez, de soportar la situación?
✓ PP3: ¿De qué se trata para mí en esta situación? ¿Estoy aquí para demostrarme
algo o para hacer algo?

e. Trabajo en torno a los sentimientos de fracaso y al logro de valor: se trata de un


examen de los sentimientos de fracaso y de las percepciones depresivas hasta alcanzar
su núcleo positivo, a través de lo cual se logra un giro de lo negativo hacia lo positivo. Este
tipo de exámenes conduce a una comprensión de la intención del comportamiento y a la
relación con la propia vida.
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f. Trabajo en torno a los sentimientos de culpa y a la concreción de la
responsabilidad: los sentimientos de culpa de origen depresivo surgen, por una parte, de
un sentido difuso de responsabilidad, en el cual se trata de aclarar el contenido real y la
responsabilidad auténtica, es decir, de aclarar la culpabilidad real. Por otra parte, provienen
estos sentimientos de culpa de ideas extremas de valor, que exigen así mismo una actitud
crítica y una revisión. Además, la persona depresiva tiende a asumir responsabilidades
fuera del radio de sus posibilidades, lo que es motivo de frustraciones por sobrecargo.

g. Relación con el valor y práctica de la actitud hacia los valores: el trabajo


psicoterapéutico se centra aquí en torno a los sentimientos y razones que impiden al
paciente hacer algo bueno para él mismo. Se trata de un trabajo terapéutico intenso en
torno a los bloqueos del valor, la percepción del valor y las traumatizaciones.

h. La terapia profunda en torno al valor fundamental: se trata de un trabajo conjunto


con el paciente, destinado a descubrir y hacer palpables aquellas influencias y factores que
han llevado al enfermo a asumir una actitud negativa frente a la vida.

El punto más profundo de la terapia de Análisis Existencial con respecto a la depresión es


alcanzado con la fundación de una nueva actitud frente a la vida y con la conciencia de que
esta actitud es, en última instancia, una decisión a partir de la profundidad de la vida
personal, la cual encuentra sus raíces en lo más basal del presentir y sentir humanos.

Terapia de la suicidalidad

La suicidalidad aparece como consecuencia lógica y como expresión de carácter sincero si


se considera que el depresivo valoriza su vida como mala, pura carga para los otros y,
entonces, como origen de una culpa insuperable. Esa valorización negativa de la propia
vida (la hemos denominado "valor fundamental negativo") conduce no sólo a afectos y
sentimientos negativos, sino también a una actitud personal que incluye una decisión contra
la vida.

La suicidalidad es aguda al inicio y al final de la fase depresiva, cuando el paciente tiene


suficiente fuerza para poder realizar su convicción. La suicidalidad al final de la fase es

90
especialmente peligrosa porque no se la espera más: los sentimientos depresivos han
desaparecido más o menos, la actividad y el espíritu emprendedor surgen –pero su actitud
frente a la vida acaba de experimentar una nueva confirmación.

¿Cómo tratar la suicidalidad? El tratamiento consiste en:

a. Ofrecer al paciente una comprensión de su situación: el terapeuta intenta invitar al


paciente a expresar sus tendencias al suicidio.El paciente se puede sentir comprendido y,
en caso afirmativo, puede reaccionar con alivio. Este ofrecimiento de comprensión fortalece
también la relación con el terapeuta.

b. Pedirle una promesa de no ejecutar el suicidio: ¿Me puede prometer que nos
veremos mañana de nuevo?¿Me puede prometer no hacerse daño por un mes o, por los
menos, por una semana?¿Me puede prometer que me contactará en caso que no pueda
evitar pensar continuamente en el suicidio?

c. En caso contrario, el terapeuta debe asumir una actitud firme para que el paciente
se mantenga en relación con otras personas. Si el paciente no está dispuesto a una tal
promesa, la situación es muy crítica y en este caso al paciente no se le puede dejar solo.
Es recomendable hospitalizarlo. Si esto no es posible, resulta necesario organizar una red
social compuesta por personas de confianza que sean capaces de asumir la
responsabilidad y asegurar la continua vigilancia.

Profilaxis

Para finalizar, contemplemos algunos puntos relativos a la prevención y a la psicohigiene:

a. Cuidado de los recursos físicos: aquí se trata de centrar la atención en sectores de


agotamiento y de sensibilizarse en torno a aquellos ámbitos en los que se manifiestan
pérdidas de fuerza vital. Se trata de hacer conscientes factores de estrés porque a través
de éstos se pierden muchas fuerzas y con frecuencia conducen a irritación y a tensiones
musculares. Mediante el abarcar fases de descanso, actividades deportivas, estructuración
de actividades diarias y de la semana, es posible prevenir la pérdida de fuerzas.

b. Medicamentos: en ocasiones hay que pensar en la implementación de


medicamentos.

91
c. Actualización (cultura) de valores: dedicarle atención a aquellos valores orientados
hacia al mantenimiento de la alegría de vivir y de la fuerza vital, aquellos sectores de la
propia existencia que a uno mismo le gustan y que lo ponen en contacto con la vida.

d. Abrirse frente a los "obstáculos de la vida":o sea, no ignorar las dificultades que se
le presenten a uno en la existencia. Esto significa: preguntarse por las razones y motivos
de sentimientos oprimentes, hablar sobre éstos con otras personas de confianza, aceptar y
vivir la tristeza, abrirse ante los desengaños y pérdidas en la propia existencia, y aceptar
los sentimientos cuando uno fracasa en alguna empresa o le es negado algo.

e. Disposición diligente con respecto al tiempo: en la medida de lo posible, hacer


solamente aquello que le es realmente importante a uno, o sea, no perder el tiempo en
asuntos secundarios, y evitar formas de autorrelegación y autorrenuncia.

f. Trabajo especial en torno a actitudes: una de las condiciones previas para la


depresión es la tendencia hacia la "sobreadaptación", con el fin de asegurarse la buscada
y esperada proximidad afectiva de las otras personas. De modo que resulta necesario un
trabajo especial en torno a la actitud, con el fin de que la persona asuma una posición
diferente con respecto a sí misma, en el sentido de que se dé cuenta que es de elemental
importancia interceder a favor de sí misma, expresar los propios deseos, necesidades y
expectativas. Se trata de transformar el ideal depresivo: no siempre es bueno relegarse
modestamente a un segundo plano.

UNIDAD VI: TERCERA MOTIVACIÓN FUNDAMENTAL DE LA EXISTENCIA

TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD (Patología de la 3° MF)

Desde la mirada del análisis existencial, la personalidad es una estructura de la


psicodinámica anclada a la dimensión psíquica, por la que surge una disposición
circunscripta y sostenida a una cierta emocionalidad espontánea, afectividad reactiva,
inclusive impulsividad y actividad emocional, la que se muestra en el vivenciar y en el
comportamiento. El origen de esta disposición a la vivencia y a la reacción se debe tanto a
un componente heredado como a uno adquirido mediante formas de comportamiento y
vivencia de condiciones vitales.

92
En base a esta definición, podemos considerar el TP como formas de comportamiento
regulares que son destructivas. Causan daños y evitan desarrollos. La psicodinámica del
trastorno es vista en la escisión de la integridad psíquica (aislamiento o estrechamiento,
integración impedida de las impresiones internas y externas), que se debe a reacciones de
coping específicas de la 3°MFE, sobre todo al tomar-distancia frente a un dolor o sufrimiento
insoportable.

En el trastorno de personalidad la persona opera con psicodinámica. No puede construir


una postura, se encuentra activado al máximo para protegerse de las condiciones y de
nuevas heridas. La conducta impresiona como sin sostén, sin “cabeza”. El motivo del
desarrollo de TP son disposiciones y tendencias o procesos de aprendizaje anclados muy
profundamente. La persona es inaccesible en la situación actual, para ella es normal
reaccionar así.

Langle:

- Disturbios en las estructuras de la personalidad


- Están alterados de manera continua la vivencia y el accionar por el cambio de las
estructuras de la personalidad.
- Afecta los instrumentos de la persona para evaluar la realidad interior y exterior.
- Las vivencias y comportamientos son dominadas por la psicodinamia, pero el
paciente piensa que es su libertad. Lo toma como que es así, no puede distanciarse de sus
percepciones distorsionadas.
- Es egocintónico. Experiencias que fijaron su vivencia. Como si tuviera anteojos fijos.

El DSM define al Trastorno de Personalidad como un patrón permanente e inflexible de


experiencia e interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas
de la cultura del sujeto, tiene inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta, es en
muchos aspectos estable a lo largo del tiempo y comporta malestar o perjuicio para el sujeto
y otras personas.

Según el DSM-IV-TR, los criterios diagnósticos generales para un trastorno de


lapersonalidad son:

A. Un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta


acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto. Este patrón se manifiesta en dos
(o más) de las áreas siguientes:

93
(1) cognición (p. ej.: formas de percibir e interpretarse a uno mismo, a los demás y a los
acontecimientos)
(2) afectividad (p. ej.: la gama, intensidad, labilidad y adecuacuón de la respuesta
emocional)
(3) actividad interpersonal
(4) control de impulsos

B. Este patrón persistente es inflexible y se extiende a una amplia gama de situaciones


personales y sociales.

C. Este patrón persistente provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social,


laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

D. El patrón es estable y de larga duración,su inicio se remonta a la adolescencia o al


principio de la vida adulta.

E. El patrón persistente no es atribuible a una manifestación o una consecuencia de


otro trastorno mental.

F. El patrón persistente no es debido a los efectos fisiológicos directos de una sustancia


(p.ej.: una droga, un medicamento) ni a una enfermedad médica (p.ej.: traumatismo craneal)

A su vez, distingue diez trastornos específicos de la personalidad clasificados en tres


grandes grupos:

GRUPO A GRUPO B GRUPO C


- Rareza, - Dramáticos - Ansiosos
Excentricidad - Emotivos - Temerosos
- Retraimiento social - Variables e - Perfeccionistas
- Aislamiento inestables
- Suspicacia - Escaso control de
impulsos

TRASTORNOS DE PERSONALIDAD GRUPO A

Trastorno paranoide de la personalidad

94
A. Desconfianza y suspicacia general desde el inicio de la edad adulta, de forma que
las intenciones de los demás son interpretadas como maliciosas, que aparecen en diversos
contextos, como:

(1) sospecha, sin base suficiente, que los demás se van a aprovechar de ellos, les van
a hacer daño o les van a engañar
(2) preocupación por dudas no justificadas acerca de la lealtad o la fidelidad de los
amigos y socios
(3) reticencia a confiar en los demás por temor injustificado a que la información que
compartan vaya a ser utilizada en su contra
(4) en las observaciones o los hechos más inocentes vislumbra significados ocultos que
son degradantes o amenazadores
(5) alberga rencores durante mucho tiempo, por ejemplo, no olvida los insultos, injurias
o desprecios
(6) percibe ataques a su persona o a su reputación que no son aparentes para los demás
y está predispuesto a reaccionar con ira o a contraatacar
(7) sospecha repetida e injustificadamente que su cónyuge o su pareja le es infiel

B. Estas características no aparecen exclusivamente en el transcurso de una


esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos u otro trastorno
psicótico y no son debidas a una enfermedad médica.

Trastorno esquizoide de la personalidad

A. Un patrón general de distanciamiento de las relaciones sociales y de restricción de


la expresión emocional en el plano interpersonal, que comienza al principio de la edad
adulta y se da en diversos contextos, como:

(1) ni desea ni disfruta de las relaciones personales, incluido el formar parte de una
familia
(2) escoge casi siempre actividades solitarias
(3) tiene escaso o ningún interés en tener experiencias sexuales con otra persona
(4) disfruta con pocas o ninguna actividad
(5) no tiene amigos íntimos o personas de confianza, aparte de los familiares de primer
grado
(6) se muestra indiferente a los halagos o las críticas de los demás
95
(7) muestra frialdad emocional, distanciamiento o aplanamiento de la afectividad

B. Estas características no aparecen exclusivamente en el transcurso de una


esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos u otro trastorno
psicótico y no son debidas a una enfermedad médica.

C. Dificultades especiales para expresar la ira, incluso en respuesta a la provocación


directa, lo que contribuye a la impresión de que no tienen emociones. A veces, sus vidas
parecen no ir a ninguna parte y dejan sus objetivos a merced del azar. Estos individuos
suelen reaccionar pasivamente ante las circunstancias adversas y tienen dificultades en
responder adecuadamente a los acontecimientos vitales importantes.

Trastorno esquizotípico de la personalidad

A. Un patrón general de déficit sociales e interpersonales asociados a malestar agudo


y una capacidad reducida para las relaciones personales, así como distorsiones
cognoscitivas o perceptivas y excentricidades del comportamiento, que comienzan al
principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos, como:

(1) ideas de referencia (excluidas las ideas delirantes de referencia)


(2) creencias raras o pensamiento mágico que influye en el comportamiento y no es
consistente con las normas subculturales (p. ej., superstición, creer en la clarividencia,
telepatía o «sexto sentido»)
(3) experiencias perceptivas inhabituales, incluidas las ilusiones corporales
(4) pensamiento y lenguaje raros (p. ej., vago, circunstancial, metafórico,
sobreelaborado o estereotipado)
(5) suspicacia o ideación paranoide
(6) afectividad inapropiada o restringida
(7) comportamiento o apariencia rara, excéntrica o peculiar
(8) falta de amigos íntimos o desconfianza aparte de los familiares de primer grado
(9) ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiarización y que tiende a
asociarse con los temores paranoides más que con juicios negativos sobre uno mismo

TRASTORNO DE PERSONALIDAD GRUPO B

HISTERIA

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La histeria es provocada por el sufrimiento de no poder aceptar la finitud, el límite. Es el
sufrimiento por la pérdida del sí mismo y la limitación. Sus síntomas se manifiestan en la
vida de relación, necesita público. En Análisis Existencial se toma en serio el sufrimiento
del histérico.

Frankl describe la enfermedad destacando tres síntomas centrales: la inautenticidad, el


egocentrismo y el cálculo. Puntualiza la inmadurez personal.

El histérico invita a un comportamiento de fachada y de esconderse en su interior. No sabe


quién es y no sabe dónde está el límite, oscila entre el pudor como protección de lo propio
y el mostrarse, dando una imagen de sí. No tiene vergüenza, habla de intimidades, mueve
la reacción del otro para que muestre el límite, forma el propio yo en la delimitación que le
pone el otro. Así abusa del otro por eso no puede establecer una relación personal, el otro
se retira, lo que le trae como consecuencia la soledad y el vacío.

Esto moviliza las reacciones de Coping: surge ante la pérdida y el impedimento del ser-si-
mismo lleva a una delimitación (frente a los demás) en el sentido de reacciones de
protección, reacciona delimitándose al sentirse herido y perdido.

1° Movimiento básico: es tomar distancia (quedarse callado, retirarse, pasar a otro tema,
etc.)

2° Movimiento paradójico: huida hacia adelante, inquietud, hacer teatro, justificarse,


punición a otros (porque ha sido herido), altivez, agresión, hacer el juego, dar la razón,
saber todo mejor, etc.

3° Movimiento agresión: es activa, oposición, rabia, bronca, fastidio, venganza. El fin es “yo
quiero ser visto y que no me hieran más”.

4° Reflejo de posición de muerto: splitting, disociación. Surge el bloqueo ante la vivencia:


“esto no va más”, “no soporto más”. Psicosomáticamente la disociación toma la forma de
una separación del propio sentimiento de unión corporal con las cosas y con los demás.

Descripción

- Actuador, teatral, demandante de atención, sugestionable, superficial, imposibilitado


de amar y ser amado, seductor, manipulador. Seduce para fascinar y no estar sólo.
- Necesita que le den identidad prestada.
- Promete y no cumple, insatisfecho, irresponsable.
- No puede ser fondo, quiere ser figura.

97
- Domina la libertad pero no es madura.
- Rompe los límites, la estructura. Hace lugares para que llegue lo nuevo y por eso es
creativo, cambia las cosas. Evita lo ordinario, lo común.
- Pasa por encima de los límites del otro y propios, por eso hiere, manipula, no soporta
la crítica.
- Es arrogante, se muestra superior al otro, enjuicia a los demás, critica y divide en
dos polos.
- Las relaciones son libres y superficiales, más bien hay falta de relación. Es solitaria.
- Para evadir la soledad produce efectos en el otro. Sólo así ve su presencia, su
personalidad.
- En el interior hay falta de emociones, no hay pasión, no soporta el sufrimiento de una
pasión por eso el amor es peligroso.
- Está en tensión exagerada, hay activismo.
- Evita el plano personal.
- En vez de emoción → reacciones psíquicas
- En vez de expresión → efectos
- En vez de ser → aparecer
- Acomoda el mundo a sus deseos, vive una mentira.

Dinamismo

- Falta de relación consigo mismo → vacío interior.


- No se tiene a sí mismo → se pone fuera, busca confirmación y aprobación.
- Disociación y pérdida de sentimientos.
- Vacío existencial continuo → tendencia a erotizar la relación intrigar, accionar.
- Falta de trabajo sobre sus heridas → disociación entre cuerpo/sentimientos, yo/otros
(splitting)
- Falta de emociones → está paralizada, menos vitalidad emocional, pérdida de
relación interna.
- Falta de delimitación en la conducta → hay sobreexigencia, exageración, sentimiento
de ser utilizado, se siente sin protección.

Apuntes de clase

- Tensión puesta en el cuerpo.


- Busca el agradar afectivo, intelectual y estético.
- Insatisfacción. Constante queja.

98
- Teatralidad y somatización.
- Exagera el dolor. Aumento en el tenor de cómo expresa eso que le pasa.
- Seduce, trabaja con el cuerpo. Quiere ser vista.
- Fácilmente sugestionable.
- Se halla en el otro.
- Le cuesta ver el límite de la muerte.
- Hay angustia, miedo, culpa, inseguridad.
- Busca ser amada.
- Utiliza la finitud para victimizarse.
- Diálogo del Amo y del Esclavo (Langle). Busca que el otro esté a su servicio.
- Dificultad en el trato con los otros. Relaciones superficiales.
- Juega al misterio, al suspenso.
- Están ensimismadas.

Trastorno histriónico de la personalidad

Un patrón general de excesiva emotividad y una búsqueda de atención, que empiezanal


principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos, como lo indican cinco(o
más) de los siguientes ítems:

(1) no se siente cómodo en las situaciones en las que no es el centro de la atención

(2) la interacción con los demás suele estar caracterizada por un


comportamientosexualmente seductor o provocador

(3) muestra una expresión emocional superficial y rápidamente cambiante

(4) utiliza permanentemente el aspecto físico para llamar la atención sobre símismo

(5) tiene una forma de hablar excesivamente subjetiva y carente de matices

(6) muestra autodramatización, teatralidad y exagerada expresión emocional

(7) es sugestionable, por ejemplo, fácilmente influenciable por los demás o porlas
circunstancias

(8) considera sus relaciones más íntimas de lo que son en realidad

Apuntes de clase

99
- El tema central es el sí mismo y el secundario es la falta de experiencia de estar
verdaderamente en el mundo. Lo resuelve haciéndose ver, todo lo que hace lo hace para
llamar la atención, para causar impacto en el otro y así saber que está, que es.
- No es seguro de sí mismo, no tiene sostén. No es fuerte en su relación con los
hechos del mundo. Para asegurarse desarrolla un comportamiento en el que se dirige al
mundo para anclarse en él. Necesita agarrarse de todo lo que le promete sostén, por lo cual
no interesa la cantidad ni el contenido en la relación.

Terapia

- Fuerza la terapeuta a tomar posición frente a él para que se desarrolle la 3°MF.


- Instrumentalización del terapeuta: no puede ser aceptado que manipule al terapeuta.
Necesita experiencia y supervisión. Reconocer los errores demuestra profesionalidad.
- Dar explicaciones y no confrontar: es peligroso porque lo hace inseguro y aumenta
la facilidad para adaptarse. Con esto comienza el juego de esconderse como defensa.
- Confrontación con la angustia. Diálogo interno

100
NARCISISMO

Terapia del Narcisismo

- Poca confrontación, sino procedimiento interpretativo (que siempre le deja la razón


y sólo le dice algo al respecto) → explicación y directivas, de las que se comprende a sí
mismo.

- La confrontación y la crítica conduce a:


✓ Quiebre de la terapia, por la vulnerabilidad y no sentirse comprendido.
✓ Incentiva la proyección (peligro de destrucción de la auto-imagen → auto-protección
agresiva).
✓ Fortalece las tendencias narcisistas → el paciente se adapta al terapeuta, para
acomodarse, pero sus sentimientos no cambian. Hace lo deseado, calla lo otro → el
terapeuta contribuye a la consolidación del narcisismo.

- Se requiere una actitud del terapeuta, que le asegura respeto al Narcisista y lo proteja
de la crítica.

- El buen terapeuta retoma sus capacidades y las pone de vuelta en manos del
narcisista. El narcisista quiere resolver el problema por sí sólo, a lo más quisiera sugerencia
de parte del terapeuta. Al cierre quiere tener el halago para él. Recién más tarde en la
terapia se muestra abierto a lo que el terapeuta aporta. Tampoco soporta demasiada
cercanía.

- Son útiles las constataciones objetivas (Ej.: “veo que Ud. reacciona sensiblemente
ante ciertos temas…”). El paciente paulatinamente se puede ir haciendo una imagen de sí
mismo y de sus efectos en los otros. Se puede generar una genuina relación terapéutica.

- Requiere modestia del terapeuta. Esos comentarios se hacen lícitamente sólo desde
la actitud de querer poner en sus manos algo bueno sin por ello valorarlo menos. Mantener
con él cierta distancia, no entablar cercanía, sino explicar objetivamente.

- Directivas para la auto-evaluación → conducir siempre nuevamente a la pregunta


(Ej.: “¿por cuál motivo se aprecia usted a sí mismo? ¿Por qué valora usted eso de sí?”).

101
- Desplazamiento de perspectiva en el sentido de la auto-trascendencia → orientar
siempre al narcisista a ver cómo los otros lo ven, qué efectos produce en los otros, intentar
comprender con él las reacciones de los otros.

- Trabajo profundo bibliográfico → acercamiento hacia la propia vivencia, poder


chequear sus sentimientos.

- Tomas de posición sentidas a sí mismo → ante la necesidad de justificación, la


envidia, los celos, confesar cuán pobre se es en eso que se quiere tanto, que envidia de
otros y que le falta a uno. Dolerse o arrepentirse.

Apuntes de cátedra

- No se puede buscar a sí mismo porque no conoce un verdadero encuentro.


- El yo está reemplazado por objetos externos que son valiosos para él y para los
otros. Pero no puede reemplazar la relación con él mismo.
- Resuelve el no saber quién es con “autoestima”, la estima es la base de su poder
ser como persona.
- Es imposible que encuentre un tú porque no sabe dónde está la esencia del sí mismo.
No empatiza. Puede utilizar a los otros o idealizarlos.
- Está más cerca de la psicosis que de los perfiles neuróticos porque hay un “disturbio”
en la conexión con la realidad (no es una ruptura como en la psicosis). Es un disturbio
porque funciona en un mundo que no se ajusta a la realidad. ¿Qué aspectos no se ajustan?
El afectivo y comportamental, pero el cognitivo si se ajusta (por eso no delira).
- Está alterada la vivencia y el accionar (comportamiento). Todas sus acciones están
dominadas por la psicodinámica, es decir: “el error no está en él sino en el otro”. Se trata
de un error de concepto respecto al sí mismo y los demás. Para él el mundo es “así”.
- Dificultad en la percepción del sí mismo y la realidad. Es una percepción
sobrevaluada.
- Langle lo llama “grandilocuencia y soledad”.
- Hay un trastorno en la empatía. Cuadro egocintónico.
- En la infancia han tenido vivencias claves y muy marcadas. Para Langle dichas
vivencias han sido de “exaltación” o “defenestración”. Son hijos queridos con exceso o todo
lo contrarios.
- Son inteligentes, hábiles, seductores.
102
- Creen estar por encima de los demás y del Mundo.
- El instrumento para ver y sentir la realidad está desequilibrada (conciencia).
- Sólo se calma cuando se le rinde tributo a su grandiosidad.
- Desde lo biológico tienen componentes más fuertes que el resto.
- El placer es el impulso psicodinámico que guía su vida.
- Le teme a la vejez, a la decrepitud física.
- Se rodean de objetos que le den prestigio por encima de lo que son.
- Entablan relaciones con gente que les puede ser útil.
- Exageración de sus capacidades y logros.
- Espera un reconocimiento desproporcional a lo que hace.
- Falta de anclaje en el Mundo.
- No hay diálogo con el otro, con lo que está en el Mundo.
- No hay sincero intercambio.
- Preocupados por las fantasías de éxito, conquista… Síntoma de impotencia.
- La vida pacífica y cotidiana les aburre. Les encanta la adrenalina.

Trastorno narcisista de la personalidad

Un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento),


unanecesidad de admiración y una falta de empatía, que empiezan al principio de la
edadadulta y que se dan en diversos contextos como lo indican cinco (o más) de los
siguientesítems:

(1) Tiene un grandioso sentido de autoimportancia (p. ej., exagera los logros y
capacidades, espera ser reconocido como superior, sin unos logros proporcionados).

(2) Está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor
imaginarios.

(3) Cree que es «especial» y único y que sólo puede ser comprendido por, o sólo puede
relacionarse con otras personas (o instituciones) que son especiales o de alto status.

(4) Exige una admiración excesiva.

103
(5) Es muy pretencioso, por ejemplo, expectativas irrazonables de recibir un trato de
favor especial o de que se cumplan automáticamente sus expectativas.

(6) Es interpersonalmente explotador, por ejemplo, saca provecho de los demás para
alcanzar sus propias metas.

(7) Carece de empatía: es reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y


necesidades de los demás.

(8) Frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian a él

(9) Presenta comportamientos o actitudes arrogantes o soberbios.

104
BORDELINE

- El tema central es la pérdida del conocimiento de sí mismo y secundario la pérdida


de relación con la vida.
- Resuelve el problema de no saber quién es en las relaciones. Su ser si mismo está
relacionado con la intensidad del poder sentir, se interesa por la cercanía.
- Necesita relaciones para incentivar su sensación de vida. Por eso busca relaciones
simbióticas y reacciona con mucha agresión. Puede agredirse a sí mismo porque siente
que si el otro lo deja no existe. Fuerte angustia de ser dejado sólo.

Terapia

- Estar atento sobre qué es lo que hace con la relación que establecemos.
- Estructuración de vida actual: lo cotidiano, la actitud ante la vida. Planificar el piso
para entrar luego más en el centro.
- Trabajar su modo de vivenciar, de sufrir, sus impulsos. Debe hacerse cargo y tomar
posición consigo mismo.
- En la fase depresiva puede haber intentos de suicidio.

Apuntes de cátedra

- Personalidad inestable. Carece de estabilidad en todos los ámbitos que requieren un


vínculo.
- Inestabilidad en las relaciones interpersonales.
- Pasan de la idealización a la defenestración/desvalorización, y en ese pasaje se
vuelven agresivos y violentos.
- Todo lo hacen de manera “intensa”.
- Se sienten inseguros y agresivos porque les molesta la cercanía.
- Personalidades caóticas en lo afectivo, en la vida que llevan, en las relaciones.
- En el momento del “arrebato” se ven inmersos en las reacciones psicodinámicas, por
ello no pueden controlar sus actos. Sin embargo, luego son capaces de tener conciencia
de lo que hicieron.
- En la biografía presenta vivencias de grandes falencias en los vínculos: padres muy
violentos o ausentes, ser hijos no queridos, vínculos inestables, abandono, hogares
conflictivos, etc.
- Impredecibles, irritables y explosivos. Pueden caer en adicciones.

Aspectos importantes:

105
- Patología: identidad fragmentada (no sé quién soy ni lo que quiero), está roto el
dialogo interno, la experiencia de estar cara a cara con uno mismo, resulta aterradora, la
soledad representa lo que son.
- No puedo vivir contigo, ni sin ti, van de la desconfianza, al abandono.
- Te amo o te odio, no hay términos medios, por eso se habla de una fuerte
inestabilidad emocional
- Son personalidad abiertas, no se ocultan, pueden ser muy sinceras, eso hace que la
gente lo tome como un buen signo, sin embargo, esa sinceridad se trasforma en un
sincericidio.
- Espíritu fuertemente violento, sin razón ni lógica para sus ataques de ira y rabia, y
es muy difícil de ocultar.
- Gustan del papelón social, las discusiones acaloradas lo nutren y tienen un fuerte
espíritu contestatario. Viven una emocionalidad desbordada. Les gusta los climas que se
cortan con tijeras, esto les da fuerza, los nutren.

Trastorno límite de la personalidad

Un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen yla


efectividad, y una notable impulsividad, que comienzan al principio de la edad adultay se
dan en diversos contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientesítems:

(1) Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado.


(2) Un patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por la
alternancia entre los extremos de idealización y devaluación.
(3) Alteración de la identidad: autoimagen o sentido de sí mismo acusada y
persistentemente inestable
(4) Impulsividad en áreas, que es potencialmente dañina para sí mismo (ej., gastos,
sexo, abuso de sustancias).
(5) Comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes, o comportamiento de
automutilación
(6) Inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo (p. ej.,
episodios de intensa disforia)
(7) Sentimientos crónicos de vacío
(8) Ira inapropiada e intensa o dificultades para controlar la ira
(9) Ideación paranoide transitoria relacionada con el estrés o síntomas disociativos
graves

106
PSICOPATÍA

Trastorno antisocial de la personalidad

A. Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se


presenta desde la edad de 15 años, como lo indican tres (o más) de los siguientes ítems:

(1) fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento
legal, como lo indica el perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención
(2) deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros
para obtener un beneficio personal o por placer
(3) impulsividad o incapacidad para planificar el futuro
(4) irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones
(5) despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás
(6) irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo
con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas
(7) falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación del haber
dañado, maltratado o robado a otros
B. El sujeto tiene al menos 18 años.

C. Existen pruebas de un trastorno disocial (v. pág. 94) que comienza antes de la edad
de 15 años.

D. El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de una


esquizofrenia o un episodio maníaco.

Apuntes de cátedra

- Tienen una debilidad de conciencia moral, incapaces de vivir regularmente en un


contexto.
- Siguen su manera de vivir sin respeto por los otros, sin tenerlos en cuneta, no se
detienen a los límites. No le importa qué le produce al otro, no lo ve, vive en su mundo.
- El tema central es ser un perdedor socialmente

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TRASTORNOS DE PERSONALIDAD GRUPO C

Trastorno de la personalidad por evitación

Un patrón general de inhibición social, unos sentimientos de inferioridad y una


hipersensibilidada la evaluación negativa, que comienzan al principio de la edad adulta yse
dan en diversos contextos, como lo indican cuatro (o más) de los siguientes ítems:

(1) evita trabajos o actividades que impliquen un contacto interpersonal importante


debido al miedo a las críticas, la desaprobación o el rechazo
(2) es reacio a implicarse con la gente si no está seguro de que va a agradar
(3) demuestra represión en las relaciones íntimas debido al miedo a ser avergonzado o
ridiculizado
(4) está preocupado por la posibilidad de ser criticado o rechazado en las situaciones
sociales
(5) está inhibido en las situaciones interpersonales nuevas a causa de sentimientos de
inferioridad
(6) se ve a sí mismo socialmente inepto, personalmente poco interesante o inferior a los
demás
(7) es extremadamente reacio a correr riesgos personales o a implicarse en nuevas
actividades debido a que pueden ser comprometedoras

Trastorno de la personalidad por dependencia

Una necesidad general y excesiva de que se ocupen de uno, que ocasiona un


comportamientode sumisión y adhesión y temores de separación, que empieza al inicio de
la edadadulta y se da en varios contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes
ítems:

(1) tiene dificultades para tomar las decisiones cotidianas si no cuenta con un excesivo
aconsejamiento y reafirmación por parte de los demás
(2) necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las principales parcelas de su
vida
(3) tiene dificultades para expresar el desacuerdo con los demás debido al temor a la
pérdida de apoyo o aprobación. Nota: No se incluyen los temores o la retribución realistas
(4) tiene dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su manera (debido
a la falta de confianza en su propio juicio o en sus capacidades más que a una falta de
motivación o de energía)

108
(5) va demasiado lejos llevado por su deseo de lograr protección y apoyo de los demás,
hasta el punto de presentarse voluntario para realizar tareas desagradables
(6) se siente incómodo o desamparado cuando está solo debido a sus temores
exagerados a ser incapaz de cuidar de sí mismo
(7) cuando termina una relación importante, busca urgentemente otra relación que le
proporcione el cuidado y el apoyo que necesita
(8) está preocupado de forma no realista por el miedo a que le abandonen y tenga que
cuidar de sí mismo

Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad

Un patrón general de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mentale


interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la espontaneidad y la eficiencia, queempieza al
principio de la edad adulta y se da en diversos contextos, como lo indicancuatro (o más) de
los siguientes ítems:

(1) preocupación por los detalles, las normas, las listas, el orden, la organización o los
horarios, hasta el punto de perder de vista el objeto principal de la actividad
(2) perfeccionismo que interfiere con la finalización de las tareas (p. ej., es incapaz de
acabar un proyecto porque no cumple sus propias exigencias, que son demasiado estrictas)
(3) dedicación excesiva al trabajo y a la productividad con exclusión de las actividades
de ocio y las amistades (no atribuible a necesidades económicas evidentes)
(4) excesiva terquedad, escrupulosidad e inflexibilidad en temas de moral, ética o
valores (no atribuible a la identificación con la cultura o la religión)
(5) incapacidad para tirar los objetos gastados o inútiles, incluso cuando no tienen un
valor sentimental
(6) es reacio a delegar tareas en otros, a no ser que éstos se sometan exactamente a
su manera de hacer las cosas
(7) adopta un estilo avaro en los gastos para él y para los demás; el dinero se considera
algo que hay que acumular con vistas a catástrofes futuras
(8) muestra rigidez y obstinación

PERFIL DE PERSONALIDAD OBSESIVA

- Toda su energía psíquica se encuentra en su pensamiento, este va a ser importante


en los cuadros obsesivos.
- Termino latín: compulsa o compélele: significa el verse forzado a hacer algo que no
quiere.
109
- Termino alemán: zwang: fuerza imperiosa que no puede detenerse

La personalidad obsesiva está centrada en el perfeccionamiento y la rigidez, de la cual no


pueden escapar, el orden extremo, las dudas persistentes y la lentitud en realizar tareas
debido a que se destaca en detalles y no en ideas primordiales, hacen que sean algunos
de los rasgos generales de este cuadro.

Dichas personas o personalidades tienen un carácter imperativo del orden, ese carácter
imperativo del orden, es la que lo lleva tanto para las cosas simples como para las cosas
importantes a tratar de estar en todo y su estilo de pensamiento es fuertemente rumiante.
Incapaz de tener un cierto orden en su cabeza o paz en su interior mental.

En la familia hay antecedentes de familiares introvertidos, cerrados, de poca


comunicatividad, de pocos amigos, por lo general vienen de un ambiente normativo fuerte,
rígido, ya sea por costumbres, grupo étnico o religión.

Tienen un temperamento introvertido, viven más hacia adentro que hacia afuera, son de
hablar poco, conocen muchos de muchas áreas y a veces suelen pasar por antipáticas,
tienen un modo de hablar poco fluido y suelen pasar desapercibidas.

En estas personalidades la afectividad, los sentimientos, las emociones, están frenadas,


están congeladas, sin resonancia exterior, sin embargo su función motivacional si trabaja,
pero a la base de normas rígidas. Entonces tiene muchas ganas y vitalidad de hacer cosas
pero cuando ven que hay mucho desorden o poca organización ya no participan.

El mundo del obsesivo está construido a base de imperativos, de órdenes, híper


responsables y súper adaptados a situaciones adversas, les cuesta mucho divertirse, casi
que no practican deportes, les cuesta mucho reírse y si se encuentran en una actividad de
ocio deben trabajar o hacer algo

Sus lugares preferidos de trabajo, todo lo relacionado con la abogacía, con los penales, con
la limpieza y el orden, como cirujanos, cálculos matemáticos, geólogos, desarrollos de
ingenierías en computación, todo lo que tenga que ver con lo mental y numérico.

Las 6 grandes temáticas que lo atraen y lo motivan son:

a) Ciencia: descubrir el universo


b) Jurídico: la ley
c) Dios: el origen de la vida
d) Muerte: el antes y el después

110
e) Misterios de la vida, lo genético, ginecología: todo esto para crear vida, ponerse a la
altura de Dios
f) El manejo del dinero

Dentro del orden suelen pasar cosas que uno no tiene previsto, ellos están acostumbrados
a la formalidad, cuando esta formalidad no ocurre, el obsesivo empieza a desarrollar ideas
de mal augurio, es muy supersticioso. Su vida es un cálculo y si este es mental, mejor. Son
personas muy requeridas, porque son muy capaces para resolver problemas.

Patrones generales del obsesivo:

• Su preocupación está en el orden, en el perfeccionismo, en el control mental e


interpersonal.
• Les interesa la eficiencia y la eficacia.
• Es un cuadro que a mediados de la adolescencia empieza a perfilarse.
• Se preocupa por las normas y horarios
• Extremadamente detallistas y perfeccionistas
• Fallas en el sentir
• Reacio a delegar tareas, las cosas las llevan ellos, ni trabajos a otros.
• Pueden ser acumuladores, el sentimiento esta puesto en los objetos y no en las
personas
• Tienen un manejo avaro de los sentimientos y el dinero, el dinero es solo para
acumular frente a catástrofes o enfermedades futuras.
• La peor situación para ellos son tomar una decisión, esto lo lleva a mucho tiempo de
reflexión sobre pros y contras

La parte afectiva: su afectividad es restringida, limitada, se maneja la solemnidad, poseen


poca naturalidad y sus sentimientos son fríos y calculados. Las normas no se critican,
simplemente se cumplen.

UNIDAD VII: 4° MOTIVACIÓN FUNDAMENTAL DE LA EXISTENCIA

Patología de la 4° Motivación: Adicción

Texto: “Adicciones” de Langle


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La adicción desde una vista analítica existencial, fenomenológica, mira más una
comprensión de lo interno que una explicación desde afuera.

Desde el punto de vista del A.E la adicción es una enfermedad de la voluntad, se enferma
el querer.

Desde el punto de vista antropológico, se podría decir que se trata de un destronamiento


de persona, el propio yo se aliena, se enajena, se siente determinado por un poder
totalitario, es un poder extraño que domina mi yo. No puedo querer como auténtico, como
soy en el fondo, se empieza una relación a-personal que está vinculada con la adicción.

Se vive en una ambivalencia, siempre está inseguro, no se esta seguro si se quiere o no


se quiere. Por eso decimos que está enferma la voluntad.

Al inicio de la adicción no hay una clara decisión por el medio de la adicción, hay más un
hacerse seducir por el medio, una cierta pasividad frente al medio, el pilar existencial de la
voluntad comienza a estar débil.

Síntomas de la personalidad: La dependencia, un impulso irresistible del medio, de lo que


a uno lo atrae, un continuo aumento de la dosis que necesita. El paciente utiliza cada vez
más tiempo de vida para obtener el objeto y si no lo obtiene sufre de abstinencia.

En contraste con la dependencia, en el abuso se trata de un uso continuo, repetido, de una


sustancia a pesar de saber que hace daño, no hay síntomas de abstinencia ni aumento de
dosis, por ejemplo: Fumar.

¿De dónde viene el poder de la adicción?: De un hambre por la vida, la vida quiere ser
vivida enteramente, totalmente. Se trata de un poder de atracción que está vinculado con
la experiencia de efecto que tiene el medio. El objeto me atrae y yo mismo experiencio una
debilidad y una falta enorme, soy demasiado débil para resistir tanta hambre, así se da la
experiencia de impotencia. En esto consiste la adicción.

Causas de la adicción: Las causas son variadas, cada adicción está policausada. Hay dos
causas principales:

1. Causas personales: Como decisiones, actitudes, educación, continuación y una


manera de actuar, conciencia moral, responsabilidad, trabajo al sentido, todo entra en el
campo de la adicción.

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2. Causas a-personales: Biológicas y psíquicas. Hay predisposición genética. Dentro
de las psíquicas entran factores como son los condicionamientos, automatismos, tensiones
y funciones pulsionales, sentimientos de placer y displacer.

El individuo con su triple estructura: La personal, la psíquica, biológica y la sociedad y


cultura que entra como causa.

La seducción es más fuerte cuando se va en grupo, hay presión del grupo sobre el individuo.

También es importante el objeto mismo, no todos los objetos tienen el mismo potencial
adictivo.

Síntomas existenciales de una adicción: Pérdida de libertad, se toman decisiones más y


más por placer y menos por lo que la persona percibe como necesario, como valioso,
etcétera. Un segundo síntoma es un comportamiento a-personal, lo importante no es el
objeto, el gusto que genera, lo valioso, sino que su atención gira sobre la satisfacción, sobre
sí mismo, su atención es convertida en sí mismo y pierda de vista el mundo, pierde de vista
la otredad. Va perdiendo los valores y la relación con el mundo.

Causas dinámicas de la adicción: “No hay adicción si no hay una falta, una necesidad,
sin carencia”. La carencia consiste en una falta de elementos fundamentales de una buena
vida, básicos: Amor, autoestima, seguridad, sentido. Si esa carencia se acompaña de una
traumatización se desarrolla una patología.

La causa dinámica consiste en el Desarrollo de un Vacío Existencial y/o en la


combinación con psicopatologías, con enfermedades psíquicas como angustia, depresión,
histeria, trastorno de personalidad. Frankl dijo que el vacío en la adicción consiste en una
carencia de sentido de su vida, es la base. El sentido es también una buena causa, una
causa mayor, una causa principal. Sin sentido no hay voluntad.

Falta de sentido ¿Causa primaria o secundaria?: Hay veces en que una adicción comienza
por una falta de sentido, aunque también hay personas que tienen sentido pero en primer
lugar “falta otra cosa en la vida” y por eso la voluntad es debilitada y el sentido se enferma.
Los remplazos sustituyen esa falta, y como no buscan un verdadero valor, continúan con
ese reemplazo, desarrollando una adicción. También sucede cuando hay psicopatologías
fuertes, pues la adicción alivia el síntoma.

Si en el discurso del paciente escuchamos el reemplazo del “quiero” por el “debo”, hay
experiencia de pérdida de Voluntad.

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Psicopatología: El grado de severidad de una adicción, de una dependencia, es
correlacionada significativamente a la severidad de la enfermedad psíquica. Mientras más
severo el trastorno más atractivo es el objeto. Según Langle, se ve una co-morbidad entre
las neurosis y las dependencias clínicas.

Prevención: La mejor prevención es una buena familia, una buena educación, una buena
relación con los hijos. Se previene trabajando sobre los elementos necesarios para la buena
vida, tomarse a si mismo y mis exigencias en serio.

¿Qué se puede hacer como terapeuta? Es necesario clarificar la voluntad del paciente.
Clarificar significa si quiere terapia o no, por qué y qué siento tiene hacer terapia, si no tiene
sentido no hay voluntad de curarse. Se necesita una clara decisión desde el principio, si no
es difícil, no se debe contar con el éxito, y si lo hay será un mal éxito. Se necesita tomar
medidas claras, por ejemplo, que el paciente alcohólico no tenga alcohol en su casa.

Se pueden utilizar otros medios de psicoterapia, el autodistanciamiento, interposición, un


método de fortalecimiento de la voluntad.

También se necesita una aceptación de la propia adicción, uno acepta esa parte de sí
mismo que no comprendo bien y con la cual debo convivir por el momento, hay algo de lo
que carezco, que me falta y no sé que es. Acepto que por el momento no soy lo
suficientemente fuerte para resistir totalmente, pero he podido resistir un cuarto de hora, y
luego un poquito más.

Se debe buscar esa parte que siempre está hambrienta, ver donde están las carencias,
puede ser en el sentido, puede ser en la autoestima, puede ser en la vitalidad. Cuando se
ve la vida cotidiana en una manera más funcional, no se vivencia la vida y, si no hay
suficiente del objeto, la vida es una continua carencia.

Es importante mirar sobre la vida, donde se dice “en el futuro mi vida será…”, aunque por
el momento me sea imposible.

Otro punto es trabajar sobre las traumatizaciones, sobre pérdidas no elaboradas o


trabajadas, incertidumbres, rotura de confianza, etcétera. La meta es desarrollar la actitud,
una actitud que mira, tiene como enfoque buscar, vivir una vida plena, cumplida, buena. Así
se le saca el piso a la adicción.

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