0% encontró este documento útil (0 votos)
257 vistas1 página

Lazarillo de Tormes (El Racimo de Uvas)

Este documento resume un extracto de la obra Lazarillo de Tormes, escrita anónimamente en el siglo XVI. Narra cuando el protagonista Lázaro y su amo ciego comen un racimo de uvas que les dieron de limosna. Acuerdan compartirlo tomando cada uno una uva alternadamente, pero el ciego rompe el acuerdo tomando de dos en dos. Lázaro también aumenta la cantidad que come para no quedarse atrás, hasta que se acaba el racimo. El ciego se da cuenta de que Lázaro comía
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
257 vistas1 página

Lazarillo de Tormes (El Racimo de Uvas)

Este documento resume un extracto de la obra Lazarillo de Tormes, escrita anónimamente en el siglo XVI. Narra cuando el protagonista Lázaro y su amo ciego comen un racimo de uvas que les dieron de limosna. Acuerdan compartirlo tomando cada uno una uva alternadamente, pero el ciego rompe el acuerdo tomando de dos en dos. Lázaro también aumenta la cantidad que come para no quedarse atrás, hasta que se acaba el racimo. El ciego se da cuenta de que Lázaro comía
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 1

Proyecto "Banco de Textos" (textos.recursodidacticos.

es) - Sergio Abad Gómez-Pastrana

Lazarillo de Tormes (El racimo de uvas)


Obra: Lazarillo de Tormes
Autor: (Anónimo)
Tipo de texto: Narrativo

Cuando salimos de Salamanca, decidió venir a tierra de Toledo. Porque decía que la gente
era más rica, aunque no muy limosnera. Se acogía a este refrán: "Más da el duro que el desnudo"
[...] Acaeció que, llegando a un lugar que llaman Almorox, al tiempo que cogían las uvas, un
vendimiador le dio un racimo dellas en limosna.

Acordó de hacer un banquete, así por no poderlo llevar como por contentarme: que aquel
día me había dado muchos rodillazos y golpes. Sentámonos en una valladar y dijo:

-Agora quiero yo usar contigo de una liberalidad,y es que ambos comamos deste racimo
de uvas y que hayas de él tanta parte como yo. Partirlo hemos de esta manera: tú picarás una vez
y yo otra, con tal que me prometas no tomar cada vez más de una uva.

Yo haré lo mismo hasta que lo acabemos, y de esta suerte no habrá engaño.

Hecho así el concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance, el traidor mudó
propósito, y comenzó a tomar de dos en dos, considerando que yo debería hacer lo mismo.
Como vi que él quebraba la postura no me contenté ir a la par con él; más aún pasaba adelante:
dos a dos y tres a tres y como podía las comía. Acabado el racimo, sostuvo un poco el escobajo
en la mano, y, meneando la cabeza, dijo: -Lázaro: engañado me has. Juraré yo a Dios que has
comido las uvas de tres a tres.

-No comí -dije yo-; mas, ¿por qué sospecháis eso?

Respondió el sagacísimo ciego:

-¿Sabes en qué veo que las comiste de tres a tres? En que comía yo dos a dos y callabas.

También podría gustarte