Baloncesto y Dieta Equilibrada
Baloncesto y Dieta Equilibrada
Nivel: 10° - D
Año: 2019
1. La Historia del Baloncesto
Los orígenes del baloncesto se remontan muchos años atrás. En la época de los
mayas se practicaba el pok-a-pok, un juego en el que se utilizaba una pelota
maciza de caucho que debía golpearse con los muslos y las caderas, y los
perdedores eran sacrificados para ofrecerlos a los dioses.
No obstante, el básquet, tal y como lo conocemos ahora, nació en 1891 en
Estados Unidos, de la mano de James Naismith, profesor de Educación Física en
la Universidad de YMCA, Springfield (Massachussets). Naismith quería inventar un
deporte que pudiera practicarse en el gimnasio, para pasar los duros y fríos días
de invierno. Observó los deportes que había entonces -el rugby, el béisbol, el
fútbol, etc.,- basados principalmente en la fuerza o el contacto físico y pensó en
uno que requiriese más destreza.
El profesor pidió al conserje unas cajas de 50 centímetros de diámetro y lo que
obtuvo fueron dos cestas de melocotones que hizo colgar a cada lado de la
pista del gimnasio, a 3,05 metros de altura. Fue así como surgió el nombre
de basketball, palabra inglesa que define el objetivo del juego: introducir la pelota
dentro de una cesta.
Clases de nutrientes.
Orgánicos:
o Hidratos de carbono o glúcidos.
o Grasas o lípidos.
o Proteínas.
o Vitaminas.
Inorgánicos:
o Sales minerales.
o Agua.
Una persona que practica actividad física de manera habitual tiene unos
requerimientos nutricionales mayores en la mayoría de los nutrientes, ya que
necesita disponer de más energía.
Los nutrientes encargados de proveer al organismo de energía son los hidratos de
carbono y las grasas. Las proteínas sólo se emplean energéticamente en
situaciones muy especiales, como, por ejemplo, en un estado de iniciación.
No hay que olvidar que, en esfuerzos prolongados, aunque las grasas constituyan
el combustible fundamental, los hidratos de carbono tienen un papel importante al
comienzo de la actividad.
6. Dieta equilibrada
Para tener la seguridad de que el aporte de nutrientes que recibe el cuerpo es el
adecuado, hay que considerar el conjunto de toda alimentación y tratar de
conseguir una dieta equilibrada, es decir, una dieta en la que se ingiera todos los
alimentos que el cuerpo necesita para estar sano.
Aportar las calorías suficientes para poder llevar a cabo todos los procesos
metabólicos del organismo y el trabajo físico necesario.
Suministrar suficientes nutrientes de todos los tipos.
Mantener un peso apropiado.
Asegurar un equilibrio adecuado entre las cantidades ingeridas de cada uno de
los nutrientes.
Sobre el corazón:
Disminuye la frecuencia cardíaca de reposo y aumenta la cantidad de sangre que
el corazón expulsa en cada latido. De esta manera, la eficiencia cardíaca es
mayor "gastando" menos energía para trabajar. Por otra parte, puede estimular la
circulación dentro del músculo cardíaco con lo que la "alimentación" del corazón
está favorecida.
Sobre el metabolismo:
Aumenta la capacidad de aprovechamiento del oxígeno que le llega por la
circulación;
Aumenta la actividad de las enzimas musculares, elementos que permiten
un mejor metabolismo del músculo y por ende una menor necesidad de
exigencia de trabajo cardíaco;
Aumenta el consumo de grasas durante la actividad con lo que contribuye a
la pérdida de peso;
Disminuye el colesterol total y el colesterol LDL ('malo") y aumenta el
colesterol HDL ('bueno");
Mejora la tolerancia a la glucosa favoreciendo el tratamiento de la diabetes.
Sin embargo, y aunque sean muchos los beneficios de realizar cualquier tipo de
actividad física, también es importante conocer algunos posibles riesgos al
realizarla, sobre todo de manera excesiva y perteneciendo a algún grupo de
riesgo. Algunos de los posibles riesgos que pueden aparecer son los siguientes:
– Afecciones cardio-respiratorias
Otras consecuencias pueden ser los problemas cardiacos que no son frecuentes,
pero pueden aparecer en forma de arritmias, ataque cardiaco o paro cardiaco
súbito. Cuando se practica al aire libre es importante conocer los niveles
de contaminación y programar las sesiones de ejercicio en función de estas
predicciones.
Conclusión