0% encontró este documento útil (0 votos)
112 vistas31 páginas

Aportes de Lacan A La Psicosomática - Peskin

Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
112 vistas31 páginas

Aportes de Lacan A La Psicosomática - Peskin

Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 31
UL. APORTES DE LACAN ALA PSICOSOMATICA Comenzaria ubicando la psicosomiitica en referencia no sélo a Lacan sino también a Freud, dado que buena parte do la obra de Lacan se sustenta en la obra de Freud y la profundiza, en particular desde la perspectiva clinica. Las mismas dificulta- des que encontramos en Freud las reencontramos en Lacan. Alli donde hubo una impasse teérico-elinica en Freud la sigue habiendo en Lacan; donde Freud tuvo una dificultad que no pudo resolver es porque haba un obstdculo muy significativo que volvemos a hallar con relacién al mismo asunto en Lacan, Ja diferencia es que alcanza una mayor complejidad intentan. do justificar la impasse. Esto sucede con la psicosis, donde Freud se queda en una osicién de excelsa descripcién metapsicolégica pero con una dificultad de abordaje clinico. En la obra de Lacan se profun- dizan atin més sofisticadamente las hipstesis explicativas e in- cluso se reformula un modo de coneebir la psicosis, pero sub- siste el obstéculo del acceso clinico, con el consejo de no retro- coder frente a la psicosis, Con lo psicasomatico ocurre lo mismo, Si se rastrea la obra de Freud, son pocos los lugares especificos donde se refiere al tema, ‘mas bien son absolutamente inespecificos. Ubicaria las ya clési- cas referencias a las neurosis actuales en los primeros trabajos donde describe los origenes de las neurosis y las divide en actua. les e histéricas, soparando la neurosis de angustia, la nuraste- B41 nia o los hechos corporales directos de las neurosis histériea y ob- sesiva. También se suolen citar las deseripciones sobre la prime- ra teoria del trauma asf como las primeras explicaciones sobre la angustia por mecanismos de estasis libidinal. Pueden rastrear- se alo largo de todo el pensamiento freudiano algunas pistas re- lativas a lo psicosomético. Sin embargo, no hay un paradigma psicosomatico en la obra de Freud, no hay un historial psicoso- :mtico, excepto el del presidente Wilson, que no es un historial ‘0s un historial atipico, donde se explaya en algunas descripcio- nes y hechos que ayudan a comprender la psicosomética. En el caso de Lacan pasa algo parecido. La psicasomatica no es tomada como cuestiGn en si misma, no hay un seminario sobre ella, tampoco hay un caso, En general las intervenciones sobre psicosomatica son breves y son respuestas a preguntas 0 derivaciones de otros temas; incluso las cuestiones mas densas s5e encuentran en sus respuestas a las repreguntas; como si La- can se viera arrastrado, en medio de otro debate, a referirse al tema y a dar alguna opinién al respecto, Siguiendo el paralelo con la psicosis, Lacan abre mucho la perspectiva, da ideas nuevas acerca de la psicosomatica, pero queda la dificultad clinica de abordaje, no da soluciones clini- cas directas 0 especificas. Veremos que hay un avance de la es- piral de conocimiento que se va profundizando cada vez més, desde los primeros seminarios en adelante en las diferentes menciones que hace, pero de alguna manera hay que estar pre- parados para que al final diga algo parecido a lo que dice Freud en su libro sobre Wilson: Hemos aprendido que las condiciones psiquicas pueden cau- sar intensos efeetos fisieos, Por ejemplo, «morir con el corazén, partido» no es una mera fantasia de poeta. Es posible que un hombre muera porque se le ha partido el eorazéa por una caui= sa puramente psiquica. Dentro de cien afios, cuando, espera ‘mos, se comprenda el efecto de Ia mente sobre el euerpo mejor que ahora, algiin cientifieo podré determinar si habia o no una relacién mas directa que la del surmenage entre el conflicto psi 4uico de Wilson y su hemorragia. En nuestra presente ignoran- cia s6lo podemos ofrecer el problema (Freud y Bullit, 1932). Entonces, para que ciertos temas sean resueltos habra que esperar otros cien afios. Tengamos paciencia: sélo faltan treinta. 342 PRoRSH PRU PH rhe Por su parte, Lacan dice: [En esto podemos esperar que el inconseiente, la invencién. del inconsciente pueda servir para algo. Lo que esperamos es darle el sentido de aquello de lo que se trata. Lo psicosomaticn 28 algo que, de todos modos, est en su fundamento profunda- ‘mente arraigado en lo imaginario. La suya es casi como una apelacién al ineonsciente. Y no siempre contamos con la buena voluntad del inconsciente, en particular cuando se trata del cuerpo como recurso de expre- sidn directa. ‘Vamos a ir puntuando cronologicamente la aparicién de al- suunas menciones sobre lo psicosomético en la obra de Lacan. En un comienzo Lacan explora la teoria sobre lo imagins rio, el estatuto del yo y la teoria del estadio del espejo. De es- ta ctapa son los articulos «El estadio del espejo como farmador de la funcién del yo [Je] tal como se nos revela en la experien- cia psicoanalitiea» (1949) y «La agresividad en psicoandlisis» (4948) en donde hace algunos comentarios sobre el mimetismo animal en referencia a Roger Callois, un autor gue describe ierta tendencia de los animales a una especie de entrega mi- mética al mundo en el que viven, que podria tener que ver mas tarde con ciertos mecanismos de algunas Iineas de pensamien- to sobre lo psicosomatico. Se podria postular cierta posibilidad de que por via del mimetismo se asuman cuestiones no estric- tamente ligadas al efecto del significante 0 do la significacién de las cosas, sino a_un efecto particular que las imagenes pue- den llegar a hacer Sobre el cuerpo. Para poder reflexionar so- bre esto hay que seguir referencias no muy centrales en es0s textos donde él esta describiendo ol estadio del espejo y buscar las ideas que mucho mas tarde recuperaré para explicar algu- rnos mecanismos psicosomaticos. Como muestra dirfa que men- ciona cierta dimensiGn de lo imaginario que no es narcisistica, que no es especular, lo que se conoveré como el imaginario no specular o imaginario no narcisfstico. Al imeginario se To sue— ‘Ye adscribir demasiado al tema del yo, del moi. Pero habria 1. Expresin vertida en una conforencia de Ginebra sobre el sintoma, que luego retomaremos (Lacan, 1975). 343, 0 eal o alga Tagar donde entre To imaginario y lo real po- dria no haber mayor distancia por falta de Ja interposicién de Jo simbélico. Pog ts ~_ Ya en el Seminario 2 so produce una discusién entre dos concurrentes, Perrier y Valabrega, y de Solpe surge el tema: es cuando Lacan dice: Si alzo sugieren las reaccionespsicosomiticas como tales, es tcl Furs dl registro de las construc ;No se trata do una relacién con el objeto, Se trata de una TelaciGn con algo que se encuentra siempre en el litte tuales, algo en lo cual siempre ablamos y que, para ser precisos, pameigmos alcanzary, sin embargo, nolo olviden, esta alli: a, hablo de lo simbdice, de lo imaginario, pero tanabién eens so real. Las relaciones psicosomaéticas se sitdan a nivel de nse La afirmacién, a esta altura de la obra, de que lo psicoso- mitico tiene que ver con Jo real atin no tiene ol peso que es po- ible darl Aqui hay que euidarse de un malentendido clésico. Froud fecha las crisis psicosométicas del presidente Wilson, las intes: preta apoyado en los datos biograficos y hasta les da alguna explicacion (recordemos que no es un historial sino un libro en colaboracién con un historiador que le aporta datos). Salvando Jas distancias, se paroce a algo llamado «patobiografiae qu ‘ia la patologta somatica en funcién de la historia. Pera sse-na_ quiere ‘haya un Sif que la pueda asumir. Uno pue- de verificar quo el dia en que apareci6 esa psoriasis Tue el dia de la muerte de la abuela, y que desmejors cuando so separé de esa novia y que empeoré mas cuando perdi el trabajo, Pe. 0 estas mareas son rastroos dol investigador y pueden no tox ner nada que ver con algo que el sujeto pueda asumir como propio o como histéricn, como sf pasa en las neurosis, donde mas alld de que uno lo pueda construir como una hipstesis, hay una asuncisn por parte del sujeto que cuenta con el in, consciente, soportando la experiencia para que eco tenga una estructura de dalogo ales ontro a. Bata ex dae léetica faltante que no permite operar con laintérpretacion st: “Pre el fendémeno psieosomatica. ~~ Bl conflicto esta, Ia erupeidn aparece, justo cuando se fue la mama se enfermé. Recrudece la enfermedad frente a hechos que acontecen pero esto no alcanza un estatuto psicologizable, © transformable en algo que tenga posible acceso directo al in. consciente 0 que demuestre que el inconsciente significante opera ahi metafdrica o metonimicamente. Pasemos al Seminario 21 que es de 1964. Ya hemos conside- ado los seminarios 2 y 3, que son de 1954 y de 1955 respective: mente, asi que damos un salto de diez afios. El Seminario I1 es bastante particular porque es el de relanzamiento de la ense. flanza, en el momento en que Lacan se alejaba de la Asociaciin Psicoanalitica Internacional (IPA). A partir de Los cuatro concep. 108 funcamentales del psicoandilisis —que es ol nombre de este cx minario- vuelve a reiniciar sus clases en un nuevo émbito, Una arte del mismo la dedica a comentar las experiencias de Pavioy sobre el reflejo condicionado en los perros. No es el tinico text» donde habla sobre este tema, pero acd es donde de un modo més claro desarrolla los pasos de la constitucién de un sujeto El sujeto, para constituirse como simbélico, sujeto del signi- ficante, va a tener que separarse de algo, que se va a llamar el 346 oe a ee rors) ee zt objeto de la pulsién, objeto a. Es la operacién de separacién en Ja que el sujeto se desprende de ese objeto pulsional y tiene que alienarse en el significante, Aquel que se constituya como su- ieto tiene que conformarse sumersiéndo nificante y raceptar estar ropresentado por él, Estas operaciones légicas” ‘las hemos descrito en capitulos prévios. Para que se produzca el sujeto tiene que haberse separado del objeto a, que es ell mo- do en que el cuerpo queda reducido para desprenderse del or- ganismo como cuerpo biolégico. partir aliena en el significante ya no va a tener ‘on un cuerpo «natural». Bste cuerpo queda per “yelacion con él va a ser por mediacién del signific “al cuerpo culturalizado. OBserven que un sujeto, en realidad, f > del cuerpo biol6gico nunca se desprende, a menos que muera. ; t Eso cuerpo que nos soporta es ajeno, es lo més ajeno a noso- tros, estd separado de nosotros, no tenemos acceso a él como cuerpo biolégico, sélo vamos a acceder a él como sujetos, como ‘un cuerpo erogeneizado, transformado en significacién. En realidad, para hacer més intrincado el problema, nunca hubo ‘una posibilidad de acceso al cuerpo natural porque el desarrai- 0 instintivo nos priva de eso. En este seminario vuelve a plantear que Jo psicosomatico no es del orden simbélico: Tho psicosomatico, aunque noes un significante, es algo que, ‘al fin yal cabo, silo es conccbible en la medida en que la indue- tion significante, a nivel del sujeto, ocurrié de una manera que rno pane en juego la afinisis del sujeto (Lacan, 1964) Bista frase ee rofiere a que hay una operacién de humaniza- ign, de entrega del cuerpo para que sea transformado en un cuerpo significante, lo que conocemos deste Freud como pasa- je por el Edipo, resolucisn de las tendencias parciales del au- tcerotismo que se centralizan en un valor falico, narcisismo mediante, Hay un proceso de domesticaci6n que la cultura pro- pone a las funciones corporales, y en ese proceso puede que se Jogren introducir las funciones en el significante y se termine organizando estas pulsiones pareiales aunque se padezca la tultura, Pero también puede pasar que, bajo la presién del sig- ‘ificante y no habiendo podido resolver algunas de estas ten- 347 % dencias, alguna mocién pulsional no acepte ser represontada fn la subjetividad. Clasicamente se describe como un residuo, ‘si quieren autoerético, que se resiste a incorporarse a 18 co- griente general de organizacién de la pulsién, y no pone en jue~ go la.afiinisis del sujeto. La aftnisis del sujeto es una nomina- ‘ion tomada por Lacan de una expresién de Jones, que referia como aftnisis a la desapariciGn del deseo ? La usa como el mo do en que el sujeto al constituirse se ineorpora a la cadena sis inifieante y se produce lo que también se denomina fading del Sujeto, alienacidn, consustanciacién con el significante para poder actuar como tal desde alli, como sujeto del significante En algunos fendmenos como el psicosomatico estos pasos no se realizan, ‘Pero lo que importa de esta expresién es que lo psicosomé- tico existiria como efecto parcial de culturalizacién, inducido por el significante. Siempre se denota un efecto ligado al signi- ficante pero en estos casos con falta de significacién. De modo que para referirnos a esto utilizaremos la palabra «induccién~ “Tndueci6n, en fisica, es el efecto que un campo magnético puede producir sobre un cuerpo sin un contacto directo, sino & través de ondas electromagnéticas. En la descarga eléctrica, por contacto eon un campo magnético, so sufren los efectos de | a electricidad inducida. Basta tocar una heladera 0 acercarse estando descalzo para que se sientan los efectos de induecién por descarga eléctzica. Si continuamos con este modelo com- | Frendemos el recurso tedrico de ubicar el euerpo como el perro Be Pavlov que esta sujeto a la voluntad del experimentador, pero no ticne ninguna posibilidad de vincularse subjetivamen- | fe con él: la relacién es del perro con el estimulo, o sea con la descarga del experimentador y no con él. BJ animal tampoco tiene acceso a ninguna voluntad 0 deseo del experimentador, | ninguna oportunidad de complacerlo 0 desairario. Si el experi jmentador fuera el Otro, el significante de Ja cultura, el perro | Getarfa divorciado del Otro. No tiene dialéctica porque no dis | pone del lenguaje. Sin embargo, el experimentador produce efectos sobre el cuerpo del perro. 2: Lacan lo menciona en numerosos seminaries, desde el primero hasta el “timo, enriqueciendo progresivamente el concepto, 448 Eso seria equiparable a lo que le acontece al cuerpo psico- somtico con relacién al significante: el cuerpo no tiene posi lidad de didlogo o de intereambio con el inconsciente o con el “significante, pero lo que sucede en el ineansciente repercute efi Tel cuerpo comoTa descarga en el perro de Pavlov. bacan, al f- nal, cuando hace la tltima propuesta, va a tomar muy en cuen- ta el valor cuantitativo, la cantidad. Si en el fendmeno psicosomstico estuviese invalucrado el sig nificante se lo podria pensar cualitativamente, en lugar de pon- sarlo sélo en funcicn de la cantidad; por ejemplo, en relacién a Ja cualidad del estimulo, como si se pudiese predecir si tal esti- mulo va a producir o no cierto tipo do alteracién en el sujeto, Contintio con el texto: Cuando articulamos asi Ia experiencia pavloviana deseubri- ‘mos, en efecto que tiene un intorés fundamental -permite situar lo que debe concebirse en el efecto psicosomatico, Hasta me atre- verla a formular que cuando no hay intervale entre S1 y S2 (Lacan, 1964). (Repito: no hay intervalo entre dos significantes, que no son. cualesquiera. E] $1 es el significante primordial, el significan- te organizador, y es uno de los Nombres del Padre, ideas que habia desarrollado Lacan en el Seminario de la Psicosis. Lue- go se complejiza como la pluralizacién de los Nombres del Pa- dre. En Freud quizé sea aquel elemento que marca la repre- si6n primaria, que permite algin hecho fundacional del in- consciente. El Sz os otro significante importante. Tiene que ver ‘con el saber, con el inconsciente.) {..] cuando el primer par de significantes se solidfiea, ee holo- frasea, obtenemos el modolo de toda una serie de casos -si bien hay que advertir que el sujeto no ocupa el mismo lugar en ca- da caso (Lacan, 1964). ‘Cuando se presenta este fonémeno de holofrase,® se produce algiin grado raro de conquista de significacién pero que no es al- 3, eHYolofrase~ es un término que Lacan ya habia wsado en las itimas pic sinas del Seminario 1. Proviene de la linguistica -lo tabaja Jakobeon- ye 349 yr") 0 analizable ni separable en partes accesibles. Acé se abre una discusién teérica para poslacanianos: si a la holofrase como tal 88 la encuentra en la psicosomitica, si hay que buscay la hole | frase on alguien que padece un fenémeno psicosomatico, o bien 81 la holofrase no es algo que se dijo ni que se constituye como / tal, sino una deseripcién teérica de un fenémeno de esteuctnn Algunos postulan que las frases dichas en lenguas extranje- Fas y asumidas en la lengua propia serian el t{pico ejemplo de holofrase. A alguien de pronto le dicen algo en ealabrés o on chi, ‘no, no se sabe qué, y a veces ni siquiera se sabe si se lo ect acu. Jando o insultando, lo cual produciria un efecto directo sobre el cuerpo sin poder discriminar ningtin significado. Pero os infre- cuente que uno halle como fondmeno clinico el significante hol. frisico especiico que afecta el cuerpo. A veces se cree hallarlo, con relacién all nombre propio, al apellido del sujeto o algun im. acto ligado a algyin nombre o una palabra dicha en otro idioma, Lacan agrega también aqui que la holofrase tiene que ver no s6lo con la psicosomética sino con otras dos entidades: la de. bilidad mentals y algunas psicosis. Aclaro esto, porque habria cierta posibilidad de pensar la psicosomatica no en si, no el fa. émeno, sino en su relacién con la estructura. Si bien lo psico. somético no es estructura, estructura hay, y si nosotros vimmoe Que el significante lo que esta induciendo es la aparicién del fe, n6meno, so podria estudiar qué relacicn tiene el fenémeno con Ia estructura, Asi llegamos a la ultima interveneién, que voy a jerarqui- zar porque es por lo pronto la més extensa, Lacan se habia ra. ferido a la configuracién del sujeto y, de paso, a la psicosoma. ica en una conferencia que dio en Ginebra en 1975 (Lacan, {studio lnguae de ets tribu primitives, Bs un fia gue ton os: tzuctura de intrjcrén; i bien reprodine tiene estructura gramalicl En el eeeplo que Cates oo aro son ups nesin de expresions que tomadas todas en tuconente gee ae upd acin al modo de una estractra qrametiea,peroqee see eee ae slementosanalizables, nen verb, nien sujta, ni en onus de renee Dicho todo junto, al modo de una intrjecsln.sigufcaria also foro cee disable on parte — 4 Le debildad mental no os etrctamente una estractra pera es una for tee de posicionamiento del sujeto frente al diseurea del Ot gee etn ta posbilidad de descrbirae como structure, 350 1975) en pleno «perfodo joyciano». Consideremos que Joyce es un escritor muy particular, muy dificil de ser lefdo, muy com. plejo. Lacan le dedica practicamente un seminario, el famoso ‘Seminario sobre el sinthoma, donde despliega su conjetura so- bre cierto sintoma transformado. La obra de Joyce podria ser tomada como un sinthoma, Se dice que Joyce no se psicotiza 0 no hace fenémenos psicosométicos (parece que tenia algunos Padecimientos, como glaucoma) gracias a su escritura, Muchos artistas dicen que si ellos no pudiesen hacer su obra se psico- tizarfan o enfermarian, y de hecho a veces cuando pueden ha cer su obra en forma de sublimacién o de transformacién de Sus cuestiones en una ereacién muy particular, no enferman. Hemos mencionado esta cuestién més de una vez en este libro, Pero lo traemos a colacién nuevamente porque mientras Lacan se encuentra trabajando esta idea de solueién para un sintoma realiza una mencién sobre la psicosomatica, ‘En esta conferencia le preguntan a Lacan: {Como analista, usted tuvo la oportunidad de tratar en Getalle pacientes psicosométicos importantes? {Cul es la po- sicién del significante en relacion a ellos? {Cudl es sn posicion, fn relacién al acceso a lo simbslico? Se tiene la impresion de que no han aleanzado el registro simbélico, o que no se sabe of. mo engancharlos a él. :Quisiera saber si en su modo de plan tear el problema, usted tiene una formula que pueda aplicarse ‘a este género de pacientes? (Lacan, 1975). Y Lacan responde: ~Seguro que se trata de un dominio mas que inexplorado, Finalmente, es de todos modos del orden de lo escrito, Habiamos visto y subrayado que en el Seminario 3 Lacan 1us6 los términos «inscripcién» e «improntar. En 1975 vuelve al tema de lo escrito (recuérdese que estaba trabajando sobre Joyce y la escritura). La teorfa de lo escrito es compleja en La. can, no es sencillo decir que algo estd en el orden de lo escrito, Contintio con la conferencia: En muchos casos no sabemos leerlo. Tendria que decir aqui algo que introdujese la nocidn de escrito, Todo sueede como si algo estuviese escrito en el euerpo, algo que nos es dado como un enigma. No es para nada sorprendente que tongamos como analistas esa sensaci6n, Sensacién de enigma frente a lo psicosomético, Recordemos Jo que habia dicho de sus escritos en algin lugar del Seming, rio 1: [...1 los Eseritos fueron escritos para no ser leidos». Es decir que sigue con esta cuestién de que un escrito no es tan fa cil de leer, Le vuelven a preguntar: ~iPero como hacerles hablar lo que esté escrito? Hay ahi, ‘me parece, un corte Y responde: ~Es totalmente cierto, Existe lo que los misticos aman Ia firma de las cosas, lo que hay on las cosas que puedo leorse. ‘Signatura, No quiere docir signum, ino es cierto? Signatura viene de firma, No es signo, Para que fuera sig- no tendria que tener cierta especificidad posible de lectura. La signatura no es legible, una firma no es legible, Al respecio, Lacan dice: tamente alo trascendente, subraya que no existe un orden de cosas dstinto que ¢sté mis alld o por enciama de lo que se denomina universo, Para Spinoca; noe ‘jeriple, Dios es inmanente al universo. Cuando «inmaneneian se opone a teens sitividad., significa que la acciim de una causa o de un fenénemo permanece o> ellos mismos; no es transednte (Cortés Moraté y Martine iu, 1906), BE: que en los fenémenos Alguien acepta su enformedad rn No sabe To que quiere de Te ae rBanizacién como sy spate 28 su vida alrededor de eso; de alguna na Reng concepeién de si mismo incluye usa» eee aguel publico ginebrino, el ser ‘Vauthier, mas que preguntar, comenta: Fiity algo paradgjico. Cuando uno tiene Ia impresion de hes Palabra egoco>recobra un sentido con an sicosomitico, ste ya no es un psicosomaticn, ‘ice que esta de acuerdo. Ahora veamne como, Js Por ese sesgo, por la revelacén del gooe espectfice que hay n su fincisn, como siempre debe tentorce abordar al Psicosomético Justamente estd sugiriendo que buscando ese foce se darfa 1 acceso posible a la curacidn, cada justo af como para que uno pueda tener un goce diseri- minado. Es un fenémeno de induceién de una organizacién ~si se quiere, potencial- de goce. Como dijo el sefior Vauthier en Ginebra, si pudiéramos hablar de un goce nitido, se curaria de Ja psicosomética; o sea que ese goce que esti ahi involucrado es s6lo potencial, recién se revelaria mas tarde cuando el sig- nificante diera cuenta de un cifrado. Lacan dice al final , uno puede pensar: «Bist muy resistonte», P= ro ése es un error de pensamiento, va a depender de que el psi- coanalista diga 0 no, por ejemplo, «Otro mas que me manda es- te clinico y que sera un esfuerzo imiitil, porque lo importante es evaluar psicoanaliticamente cada caso en su singularidad, Si uno no toma eso como un cliché inicial, abre la escucha y da oportunidad. Mi experiencia es que hay alternativas. Mu- chas veces se abre una oportunidad si se sostiene determinada ‘escucha y disposicién analitica, y si no se interfiere y no se file tra ideologia perturbadora. No digo que siempre sea posible el andlisis, pero por lo menos que esa consulta adquiera algin sentido. Ahora, si se intenta tomar espectficamente el fenéme- no psicosomético creo que se entra en el punto més dificil, ca- 366 a i6n del analista en og. ted habls de ese aborda- Gnalizabilided y analiza, tod, null que no era el fendmeno, me Parecié que apuntaba a ung emo guia y cn ybretacién psicoanalitien. Pat cuando relataha este caso e Freud, e} we in tcitnie asmética me papers ue habia toda otra serie Et pero no de intervenciones junto con one interpretaciones, fporgque se Goce» es una palabra que Dprodigio revielo, como el resto de ransforma ce 6 slo Lacan y que no estabne en Freud: el objeto a, isis por el Stine’ 0 fantasia en higar de fantasia, y algunas otras, the P que ha- una gilficultad de sgozar del goons como término porque tran 4 de este ma novedad, derivada de la ry ecion del poder. Deriva de ha, ber ordenado rangos de poder jy haber logrado vinculay la organ crateién félica del humano a ine Categorias tal como se suclen, Dacientes orne St fancionamiento social er ‘iemplo, como hombre psioene AEF como nia o adult, como newrétieo, psieético o t medida Psicasomatieo, etestera, No bstante, si bien esas categories se dternati- conaeuaeen en un. pacto soil que Puede variar en diferentes mnalista, enna tt0s historicas, geograficos

También podría gustarte