0% encontró este documento útil (0 votos)
38 vistas13 páginas

Clases 4 y 5 - 2 - Articulo - Ghersi - La Responsabilidad Del Perito Judicial

Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
38 vistas13 páginas

Clases 4 y 5 - 2 - Articulo - Ghersi - La Responsabilidad Del Perito Judicial

Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 13

Voces: PERITO ~ RESPONSABILIDAD CIVIL ~ PRUEBA PERICIAL ~ RESPONSABILIDAD DEL

FUNCIONARIO PUBLICO ~ FUNCIONARIO PUBLICO ~ VIOLACION DE LOS DEBERES DE


FUNCIONARIO PUBLICO ~ DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACION PUBLICA ~ ABUSO SEXUAL
~ ACCESO CARNAL
Título: La responsabilidad del perito judicial
Autores: Ghersi, Carlos A. Ghersi, Sebastián
Publicado en: LA LEY14/06/2004, 1 - LA LEY2004-D, 1201
Sumario: SUMARIO: I. Introducción. - II. La designación pericial a partir de la cientificidad en la
investigación judicial. - III. Nuestra posición: la designación judicial en el rol de funcionario público. - IV.
¿Hay función pública?. - V. Las obligaciones judiciales del perito. - VI. El problema de la nulidad del
peritaje judicial y sanciones al perito. - VII. La responsabilidad del perito. - VIII. Consideramos que es
posible atribuir la responsabilidad al Estado por actos del perito en su función judicial. - IX. Reflexiones.
I. Introducción
Una de las responsabilidades menos estudiadas, al menos en forma integrada al proceso judicial, es sin duda,
la del "perito judicial", y es tal vez, el "sujeto" más trascendente en la etapa de investigación del curso del
expediente.
Es nuestra intención acercar algunas temáticas y aspectos que consideramos como aportes en el estudio de
las responsabilidades profesionales.
II. La designación pericial a partir de la cientificidad en la investigación judicial
El artículo 457 del C.P.C. establece la admisibilidad de la designación de un perito cuando los hechos
controvertidos requieran de conocimientos especiales (1).
En el artículo siguiente (art. 458 del C.P.C.) se establece que será el juez quien designe al perito (2)
(designación de oficio o por pedido de partes, art. 459 C.P.C.)(3).
Los arts. 465 y 466 del C.P.C., establecen la posibilidad de recusación, por las mismas causales, que para los
Magistrados excepto la recusación sin causa (4).
Conforme al art. 467 del mismo Código Procesal, previo traslado al recusado y sobre lo cual no habrá
recurso.
En cambio, de ser admitida la recusación, el Magistrado reemplazará de oficio al perito (art. 468 del C.P.C.).
En el art. 469 del C.P.C se requiere por parte del perito designado, la aceptación del cargo, bajo juramento
de desempeñarse fielmente.
En los arts. 471 y 472 del C.P.C., se dispone que el perito deberá ser quien realice en forma personal la
pericia, y su forma de presentación: por escrito, con copias para las partes, y su contenido, deberá brindar
explicaciones detalladas de operaciones técnicas realizadas y principios científicos aplicados.
Las partes (art. 473 del C.P.C.), pueden solicitar explicaciones, realizar observaciones o impugnaciones o
plantear la nulidad de la misma (5).
En cuanto al contenido, regulado por el art. 472 del C.P.C. y el art. 475 del C.P.C. lo podríamos resumir de
la siguiente manera: realización de tareas científicas y/o materiales, necesarias para fundar su dictamen, incluso
en ciertas situaciones imprescindibles.
El art. 477 del C.P.C. establece que la fuerza probatoria del dictamen pericial será estimada por el Juez (6).
Podemos establecer a modo de síntesis el siguiente cuadro descriptivo o mapa conceptual:
III. Nuestra posición: la designación del perito judicial en el rol de funcionario público
Las características de la designación son: siempre su admisibilidad depende del Juez (art. 458 del C.P.C.);
título habilitante o ser idóneo (art. 464 del C.P.C.); recusable por las mismas causales que los jueces (art. 466
del C.P.C.) y acepta el cargo ante un funcionario judicial (oficial primero) y debe jurar el desempeño al cargo
(art. 469 del C.P.C.).
Consideramos que se encuentra dentro de la categoría de funcionario público y en la subespecie funcionario
judicial (7).
El Poder Judicial constituye dentro del esquema de división de funciones la de dirimir las controversias
sociales para evitar la justicia individual reivindicativa, y el desorden social.
Es el compromiso asumido por los constituyentes en la Carta Magna y del Estado, que es el instrumento de
la organización social.
El acto jurisdiccional, constituye una función obligatoria para el Estado y destinado a controlar la
organización de la sociedad.
Para dirimir conflictos, se organiza el proceso judicial, como metodología de conocer y resolverlos y se

© Thomson La Ley 1
desarrolla mediante métodos, manifestados en actos jurisdiccionales.
Las Provincias, en sus códigos de procedimientos establecen los medios probatorios que pueden utilizarse,
especialmente ante la complejidad al perito judicial.
Es entonces, una necesidad que un exper-to científico colabore en la tarea de investigación (8) y permitir al
Magistrado, incorporar al expediente elementos científicos, técnicos y tecnológicos en el conocimiento de la
contradicción de hechos, actos, documentos, etc. (9).
Entonces, la función del perito, se enmarca en el proceso judicial, como método dispuesto por el Estado en
la investigación, bajo el contralor del Magistrado.
El rol de perito es acotado y una función circunscrita a un caso concreto.
La designación la efectúa el Magistrado dentro de sus facultades, otorgadas por el Estado, (legalidad) que le
permite investigar mejor los hechos acaecidos, y hacerlo precisamente desde esas dos características: persona
ajena a la causa y con conocimiento específico (10).
En cuanto a su función, es la aptitud de conocimiento que le permite actuar con las limitaciones impuestas
en su designación en el proceso judicial y dentro de las condiciones impuestas en el caso concreto (conforme a
un criterio de organización del acto jurisdiccional por el Estado en su Carta Magna y las leyes; Códigos y
decretos consecuentes).
Podemos sintetizar nuestra postura de la siguiente manera: se trata de un funcionario judicial, con rol y
función acotados a un acto jurisdiccional concreto, con el contralor del Magistrado (11) y la supervisión de
contenido y forma de las partes y el propio Juez (12).
Es una subespecie de la categoría de funcionario público.
IV. ¿Hay función pública?
La Constitución Nacional, establece mínimamente cuatro funciones: justicia, educación, seguridad y salud
(13).
En este sentido, la función pública se organiza con órganos públicos, el Poder Judicial y la consiguiente
finalidad del mismo: la resolución de conflictos. Esta función pública judicial, se materializa con las sentencias
y actos jurisdiccionales durante el proceso, y producen efectos sobre las relaciones jurídicas entre los miembros
de la sociedad, personas, Estado, etc. y los calificamos como actos unilaterales del Poder Judicial.
El perito, con mayor o menor competencia y jurisdicción, representa al Estado a través de sus actos, y
además, sino que realiza los mismos, en nombre de aquél (la teoría de la representación a través del órgano, rol
y función), es decir, sus actos se le atribuyen al Estado, independientemente de la responsabilidad personal que
pueda corresponderle.
La categoría de funcionario público (14) se construye a partir de la existencia de un rol, realizado por
organismos, donde las personas jurídicas de existencia visible, desempeñan sus funciones acordes con la
competencia y jurisdicción que les otorga su designación (legalidad) y los respectivos organigramas emanados
de leyes, decretos o resoluciones (legitimidad), independientemente de que exista remuneración y que sea de
carácter transitorio.
La designación judicial del perito es la asignación de una función pública que se cumple dentro de
organismo como lo es el Poder Judicial.
Esa asignación de función pública, es de carácter transitoria y acotada a un expediente en concreto y siendo
su remuneración derivada hacia los particulares, como costo de la administración de justicia (15).
El perito goza de la estabilidad como cualquier agente público en cuanto cumpla con sus obligaciones, hasta
que finalice su función (art. 14, Constitución Nacional).
V. Las obligaciones judiciales del perito
El perito debe cumplir sus funciones bajo los siguientes principios de: razonabilidad, es decir, establecer los
fundamentos de hecho y científicos que sustentan el informe; congruencia, que guarden relación entre las
premisas y conclusiones (lógica de composición); proporcionalidad, es decir, establecer la finalidad, entre el
dictamen y las contradicciones que se plantearon en el caso concreto; entre los hechos y sus consecuencias
(verbigracia el desplazamiento y velocidad del automotor y su incidencia en el daño al peatón, etc.); qué
insumos se utilizaron; hipótesis de trabajo; etc., evitando que se trate lisa y llanamente de un autoritarismo
a-científico (como desviación de la función o simplemente de una opinión); buena fe, es decir, sin utilizar
artilugios que lleven a engaño a las partes o al Juez en el proceso de investigación y por último, que no altere el
supuesto bajo las cuales fue convocado, siendo su obligación principal: entregar su informe (16).
Debe entregar todos aquellos materiales de los que se valió (croquis, historias clínicas del paciente en
diversos hospitales, etc.) que puedan ser de utilidad para la comprensión del informe por las partes y el
Magistrado, salvo cuando estos mismos integren el informe (historia clínica labrada durante el peritaje), pues en
este caso es un elemento principal y no complementario de aquélla (17).

© Thomson La Ley 2
En también parte, pero como segunda fase, de brindar explicaciones ampliatorias, contestar las
observaciones e impugnaciones (18).
VI. El problema de la nulidad del peritaje judicial y las sanciones al perito
El acto, es el cumplimiento de una función judicial y una elaboración científica y que es causa, de efectos
jurídicos en el proceso.
Como acto jurídico, es unilateral y preparatorio del acto resolutivo del Magistrado (actos interlocutorios o
sentencias judiciales).
Como funcionario del proceso, es un dependiente del Magistrado (ocasional y transitorio) por lo cual se
aplican todas las normas y principios relacionados con la responsabilidad del dependiente, frente a este último
(ámbitos administrativo, civil/patrimonial y penal).
El informe pericial o dictamen versa sobre hechos, actos, etc., ocurridos históricamente (accidente de
automotores; acto quirúrgico; contabilidad; etc.); estado actual de un hecho, cosa o persona (estado de un
automotor o daño en una persona) o sobre su proyección hacia el futuro (el deterioro de salud de una persona o
la desvalorización futura de un bien), etc.
En este sentido es: una actividad jurisdiccional consultiva del Magistrado en el proceso de
prueba/investigación, de contenido científico, ello implica lo que denomina discrecionalidad técnica, científica o
los principios reconocidos científicamente, es decir, el perito puede, dentro de las alternativas científicas
actuales, seleccionar el camino (metodologías y métodos) que él considere más oportuno y adecuado para el
caso concreto.
Esto le impone al perito, acreditar que la alternativa científica es tal y actual, y en segundo lugar, que la
alternativa científica seleccionada es la más adecuada al caso concreto.
La nulidad se puede plantear a partir de que se violan o no se cumplen con estos dos principios.
VI. 1. Fundamentos de la nulidad (19)
a) La negligencia en la consideración de los fundamentos fácticos de su pericia, es decir, no son los hechos
considerados en los puntos de pericia o la orden judicial;
b) no tenga en cuenta los hechos, actos acreditados en el expediente, o documentos sobre las cuales existe
reconocimiento de las partes;
c) no tenga en cuenta documentación esencial para el dictamen pericial, así por ejemplo una historia clínica,
libros contables, etc.;
d) no guarde proporcionalidad adecuada entre la hipótesis de trabajo y las derivaciones de su dictamen,
desde la congruencia lógica o desde el saber científico;
e) actuar con un fin individual (no excusarse cuando está comprendido en causales o hacer un dictamen
favorable corporativamente). Se trata de un desvío de poder causado en favoritismos; finalidad distinta para la
cual ha sido designado incumpliendo sus funciones públicas.
Se trata sólo de una enunciación de causales, ya que habrá que ver cada caso en concreto.
VI. 2. Trámite procesal de la nulidad
La presentación del informe o dictamen pericial, constituye un acto dentro del proceso que debe ser
conocido por las partes mediante un traslado con las correspondientes copias del mismo, de allí entonces, que al
contestar éste, es la oportunidad para plantear la nulidad de la pericia (arts. 472 y 473 del C.P.C.).
Consideramos debe tramitar por vía de incidente dentro del mismo proceso, conforme a las reglas que se
establecen en los arts. 169 a 174 del C.P.C.
Además, la parte que invoca la nulidad y al promoverla, deberá alegar el perjuicio sufrido (20) mediante ese
acto.
Entonces, son tres los requisitos que deben cumplirse:
a. Carecer de los requisitos indispensables (contenido) (21).
b. No debe ser consentido por quien lo pide
c. Alegar el perjuicio sufrido.
En cuanto al contenido, hay que diferenciar el informe pericial con la opinión, pues esta última constituye
un mero discurrir subjetivo: sin fundamentos científicos, es un parecer o conjetura desde la apariencia (criterios
de semejanza, contradicción, etc. (22).
En cuanto a haber consentido el dictamen o informe, en este caso, precluyó el derecho de alegar la nulidad
en el proceso judicial.
El tercer elemento es: alegar y fundar cuál es el perjuicio sufrido.

© Thomson La Ley 3
La nulidad es decretada por el Magistrado, y el perito debe ser removido, pues al incumplir su función
judicial y emitir una opinión o parecer, le impide seguir actuando en el proceso investigativo (por la similitud de
prejuzgamiento y parcialidad).
Si bien como cuestión es incidental (en relación con el objeto principal del pleito, art. 175 del C.P.C.), en sí
misma es sustancial y trascendente en el proceso de investigación, por lo cual, deberá resolverse antes del
dictado del acto (interlocutorio o sentencia definitiva) al que estaba destinado a avalar, de allí que en este
sentido, es suspensivo (art. 176 del C.P.C.).
Dicha resolución judicial, tendrá los mismos requisitos procesales que cualquier acto jurisdiccional
(fundada, congruencia, etc.), y podrá ser revisada y apelada conforme a las reglas establecidas en los
correspondientes Códigos Procesales.
Decretada la nulidad, lo es con efecto retroactivo, de tal forma, que la opinión emitida por el perito debe ser
extraída del expediente, evitando condicionamientos futuros para el nuevo perito designado.
VII. La responsabilidad del perito
La responsabilidad, como derivación del incumplimiento de una función es la que tutela un valor. El
derecho trata de que se le atribuya aquélla a una persona jurídica (física o ficta) que viola este valor, y, de esta
forma, se le aplique la correspondiente sanción, o en su caso, la reparación del daño causado.
El bien jurídico tutelado en el caso de la responsabilidad del perito es: la función jurisdiccional que éste
cumple en el proceso.
El incumplimiento de la función involucra a un funcionario público-judicial, y eso hace que debamos
analizar distintos ámbitos de su responsabilidad.
a) La responsabilidad en el proceso
La función del perito se realiza dentro de un proceso judicial y conforme lo dispone el C.P.C., el Juez por sí,
o ante el pedido de parte, puede sancionarlo, conforme a las atribuciones que posee en la ordenación y control
del proceso judicial, (multas, observación, etc.).
En este sentido hay una norma explícita, el art. 470 del C.P.C. que permite no sólo la sanción máxima que es
la remoción, sino que el Magistrado pueda imponer al perito el plazo de los costos de las diligencias frustradas y
los daños y perjuicios ocasionados a las partes si éstas lo reclamasen (23), además de la pérdida de sus
honorarios.
En ambos casos (costos y daños) la reclamación debe realizarse por vía de incidente, donde naturalmente al
perito se le debe dar intervención mediante traslado de los requerimientos, aunque el proceso es abreviado (24).
b) Responsabilidad administrativa como integrante de la lista de peritos
El art. 469 del C.P.C. prevé que ante la falta de presentación o aceptación del cargo, previa comunicación
del Magistrado al superior, la Cámara puede disponer un plazo de exclusión del perito de la lista respectiva
(especialidad), lo que evidentemente se trata de una sanción de tipo administrativa.
La misma norma prevé igual sanción cuando el perito queda incurso en los incumplimientos establecidos en
el art. 470 del C.P.C., el que prevé tres supuestos diferentes: que después de aceptar el cargo renunciare sin
motivo atendible; rehusare presentar su dictamen y, por último no lo hiciere oportunamente.
Consideramos que existen dos causales más, que surgen a contrario sensu del art. 472 del C.P.C.: la primera,
lo atinente al incumplimiento en la forma de presentación del informe, y la segunda, cuando no lo hiciere
conforme a un contenido científico para el cual se lo designó, (previamente, consideramos que debe decretarse
la nulidad del dictamen conforme a los arts. 457 y 464 del C.P.C.).
Por otra parte, el art. 473 del C.P.C. prevé que el perito deba contestar: explicaciones, (párrafo 1°);
observaciones de las partes o sus consultores técnicos (párrafo 2°) e impugnación (tercer párrafo), en los casos
de incumplimiento, previo anoticiamiento del Magistrado, la Cámara puede establecer iguales sanciones.
La sanción en sí misma, es administrativa (25), no del proceso, sino del órgano (Poder Judicial), y puede ser
graduada conforme a la causa que la provoque, pudiendo ir de una suspensión (graduada en el tiempo) hasta la
exclusión definitiva de la lista de peritos (cohecho decretado por sentencia judicial penal).
Esta aclaración es atinente para considerar que es acumulable del proceso, pues atienden a cuestiones
distintas: la una, en el proceso, y la otra, en el contralor de la inclusión de personas para ser peritos.
c) La responsabilidad civil económica.
Cuando abordamos la responsabilidad en el proceso, señalamos la posibilidad de iniciar una acción por
daños y perjuicios autónoma, debido a la complejidad de los daños (proceso de conocimiento).
Conforme la Teoría General de la Reparación de Daños, para que pueda fecundarse esta acción es necesario
recorrer y completar tres etapas o fases, la primera, de elementos comunes: hecho o acción humana (directa o
indirecta); daño reparable y relación de causalidad; la segunda, elementos diferenciados de cada tipología de

© Thomson La Ley 4
responsabilidad o supuesto de reparación de daños, etc.
En la primera fase, tenemos una acción de persona jurídica de existencia real, el perito, que realiza un acto
que causa daño, y que el mismo se realiza durante un proceso judicial y en su designación en la función pública
(art. 1112, Cód Civil). Tenemos así el primer elemento (26); obviamente, debe tratarse de un daño reparable, es
decir, que reúna los tres requisitos básicos de reparabilidad: realizado a otro (efectivamente a alguna o las dos
partes del proceso, incluso puede ser al Estado mismo): que sea cierto (que se manifieste en el presente o hacia
el futuro) y por último, que se haya lesionado un derecho o interés jurídicamente protegido (27).
Por último, es necesario acreditar por el accionante, la relación de causalidad entre: el accionar del perito en
el proceso y el daño causado.
En la segunda etapa, corresponde establecer el factor de atribución que fue determinado en el proceso
anterior por el Magistrado, ante el incumplimiento de la función y donde tuvo todas las garantías para su
defensa o surge de un proceso penal, al cual fue sometido como consecuencia de la incursión de algún delito,
como veremos a continuación.
Por último, que no se verifiquen algunos de los elementos frustrantes de la reparación, verbigracia:
casamiento posterior con la damnificada, compensación, etc.
De esta forma, el damnificado podrá resarcir en este nuevo juicio los daños y perjuicios acaecidos durante el
proceso y de responsabilidad del perito.
d) La responsabilidad penal
La conducta del perito, cumpliendo su función pública en el proceso judicial, puede que incurra en algunos
de los tipos penales y su correspondiente sanción.
En primer lugar, debemos establecer los condicionantes o presupuestos de carácter fácticos y jurídicos, que
a nuestro entender son:
a. su calidad de perito (su título habilitante o idoneidad y su libre voluntad de inscri-birse como perito en el
ámbito del Poder Judicial) (28).
b. su designación para un determinado proceso judicial (29).
c. su designación es como funcionario público judicial (acto del Magistrado), en ese sentido queda
comprendido dentro del art. 77 párrafo tercero del Código Penal: "Por los términos funcionario público y
empleado público, usados en este Código, se designa a todo el que participa accidental o permanentemente del
ejercicio de las funciones públicas, sea por elección popular o por nombramiento de autoridad competente"(30).
d. aceptó y juró desempeñarla con lealtad y fidelidad (31).
e. que se hayan desarrollado sus funciones en el expediente judicial, siendo éste un documento público.
f. dados sus conocimientos especiales, hacen que la conducta del perito resulte suficiente para la creación de
un riesgo de lesión (32) en el cumplimiento de su función en el proceso.
Dentro de los posibles delitos en que puede quedar incurso el perito, sólo nos referiremos a aquellos que por
la práctica profesional consideramos como mas probables.
1. Desacato al Magistrado, por incumplimiento de deberes procesales-judiciales
El título 11. Delitos contra la administración pública, en el Capítulo Primero (atentado y resistencia a la
autoridad) establece el art. 243: "Será reprimido con prisión de quince días a un mes, el que siendo legalmente
citado como testigo, perito o intérprete, se abstuviere de comparecer o de prestar declaración o exposición
respectiva. En el caso de perito o intérprete, se impondrá además al reo, inhabilitación especial de un mes a un
año".
Para Sebastián Soler, este tipo de delito constituye un delito privilegiado de resistencia por la calidad de la
autoridad desobedecida (33) y porque representa un entorpecimiento de la función judicial.
La ley determina que el perito (es decir, con todos los requisitos enunciados en las consideraciones
generales) sea legalmente citado: ello significa que debe existir un auto del Magistrado que lo convoque y que
esté legalmente notificado y que el requerimiento sea para presentarse a un audiencia con una finalidad
determinada, en nuestro caso, puede ser para brindar explicaciones o contestar observaciones o impugnaciones,
y el delito se constituye con la simple abstención o con negarse a brindar las explicaciones o contestar las
observaciones o impugnaciones realizadas.
Entendemos que la citación debe ser hecha con la advertencia que establece el art. 243 (o, simplemente,
debe ser transcripto), pues pensamos que de no haberse hecho el apercibimiento sólo cabrán sanciones
procesales, patrimoniales o administrativas, ya enunciadas ut-supra, pues la idea central es oponerse a la
autoridad de la "manda" del Magistrado (acto procesal concreto).
2. Abuso de autoridad
El perito como funcionario publico - judicial posee ciertos derechos que le permiten realizar actos para el

© Thomson La Ley 5
cumplimento de su función, sin embargo también posee límites en el ejercicio de tales derechos que pueden
constituir un abuso de autoridad tipificado en el art. 249 del Cód. Penal: "Será reprimido con multa de .........e
inhabilitación especial .......... el funcionario público que ilegalmente omitiere, rehusare o retardare algún acto de
su oficio" y lo que se denomina abuso genérico de la autoridad, en el art. 248 del mismo cuerpo legal.
El sujeto activo es, naturalmente, el perito, y en cuanto al sujeto pasivo, por una parte, el Estado, en cuanto a
que es un funcionario público - judicial y actúa en abuso y violenta la confianza pública, comprometiendo la
responsabilidad del Estado y, por otro, el particular, sobre el cual se produce un perjuicio.
En cuanto al acto, obviamente se trata de un acto (34) o conducta típica para el Código Penal, es decir, omite,
retrasa o rehusa algún acto de su oficio o incumbencia en la función judicial asignada (35).
Nos preguntamos: ¿el abuso puede realizarse a través de una omisión?
Consideramos que el tipo se fecunda a través del art. 249 del Cód. Penal transcripto anteriormente, como
figura especial de abuso. Es decir, el perito que rehúsa hacer su dictamen o retarda u omite algún acto de su
función pública judicial en el cometido de su tarea (por ejemplo, favoreciendo a alguna de las partes, como sería
la omisión o secuestro de la historia clínica, permitiendo que la misma se rehaga, o el secuestro del legajo
médico, permitiendo que se introduzcan constancias que no estaban o retardar el secuestro de libros contables,
permitiendo que se rehagan, etc.).
En suma, se trata de una comisión por omisión (no simple) como representativa del abuso, en relación con el
cumplimiento de una función publica, en un proceso judicial ordenado por un Magistrado.
3. Negociaciones del perito incompatibles con la función
El art. 265 del Cód Penal dice: "Será reprimido con reclusión o prisión de dos a seis años e inhabilitación
absoluta de tres a diez años el funcionario público que directamente por persona interpuesta o por acto simulado
se interesó en cualquier contrato u operación en que intervenga por razones de su cargo. Esta disposición será
aplicable a los peritos y contadores particulares respecto de los bienes en cuya tasación, partición o adjudicación
hubieren intervenido y a los tutores, curadores, albaceas y síndicos respecto de los pertenecientes a pupilos,
curados, testamentarios o concursos".
El primer elemento a destacar es la confianza (36) que coloca el Estado en la designación de los funcionarios
públicos y en el desarrollo de la misma (como función constitucional de administración de justicia), que sin
duda es el primer elemento en la construcción del Estado a resguardar.
El segundo elemento que se vulnera es la imparcialidad del perito, que se interesa en su cometido por
derivar su dictamen en favor de una de las partes (interés en su operación como función), y la cuestión pasa por
qué tipo de interés completa el tipo: ¿debe ser necesariamente económico (en forma inmediata o mediata) o
puede ser otro tipo de interés, verbigracia obtener alguna influencia de la parte favorecida en "x " situación,
etc.)?
En este sentido, da cuenta Soler que los italianos se manifiestan en un sentido amplio del concepto de interés
(en el sentido segundo, que se menciona en el párrafo anterior), en cambio la doctrina francesa se expide por
una interpretación extrema y debe ser de interés pecuniario (37).
Nosotros entendemos, que si bien debe ser un interés económico, éste puede ser inmediato o mediato o una
influencia que represente una ventaja económica, etc., es decir, el interés económico realizado a través de un
abanico de posibilidades, que puede ser en beneficio propio o en beneficio de una persona ligada al perito
(familiar, etc.), aunque la causalidad del interés económico esté directamente vinculada con el hecho.
4. Exacciones ilegales
El art. 266 del Cód. Penal establece: "Será reprimido con prisión de uno a tres años e inhabilitación especial
de uno a cinco años el funcionario público que abusando de su cargo, solicite, exigiere o hiciere pagar o entregar
indebidamente por sí o por interpósita persona una contribución, un derecho o una dádiva o cobrase mayores
derechos que los que corresponden.
Puede tratarse de un acto de corrupción, donde perito y beneficiado acuerdan un pago por la realización de
la función en beneficio de este último, o la exacción, donde el perito directamente obliga a la parte a la
contribución, sin dejarle salida posible (para beneficiarla o simplemente para no perjudicarla), en que el perito
lo que busca es simplemente obtener un beneficio económico para sí (38).
En el primero hay un acto concertado y bilateral ilícito, y en el segundo un acto extorsivo unilateral, pero
desde el delito cometido por el perito esta diferencia no hace al tipo que se fecunda de las dos formas.
En cuanto al objeto del beneficio la ley establece: contribución; derecho o dádiva o mayores derechos que le
corresponden (se trata de elementos que no tienen derecho a obtener).
El delito se ve agravado en la figura del art. 267 del Cód. Penal cuando añade al delito del artículo anterior
la intimidación; la invocación de orden superior o mandamiento judicial (caso típico del perito) u otra
autorización legítima..... y procede a una elevación de la sanción.

© Thomson La Ley 6
En realidad, el delito se puede cometer simplemente por el perito por su propia autoridad (art. 266 del C.P.)
o invocando una "orden" del Magistrado o encubriéndose en una supuesta "concurrencia" con el Magistrado
(art. 267 C.P.).
5. Prevaricato
El art. 274 del Cód. Penal, establece: "Será reprimido con multa...e inhabilitación especial...el abogado o
mandatario judicial que defendiere o representare partes contrarias en el mismo juicio, simultánea o
sucesivamente o que de cualquier modo perjudicare deliberadamente la causa que le estuviese confiada", y
agrega el art. 272 del mismo cuerpo legal: "La disposición del artículo anterior será aplicable a los fiscales,
asesores y demás funcionarios encargados de emitir su dictamen ante las autoridades".
Consideramos a los peritos doblemente citados en la normativa transcripta, en la primera norma, cuando se
alude a mandatario judicial (pues precisamente eso es el perito: un mandatario judicial en el cumplimiento de
una función) y, en la segunda norma, cuando alude a demás funcionarios encargados de emitir su dictamen..., de
tal forma que el sujeto activo está perfectamente determinado (39).
El bien jurídico tutelado es la correcta administración de Justicia por el Estado, pero ahora en forma de bien
jurídico directo.
El tipo penal implica que un perito siendo designado en una causa judicial, donde debe tener imparcialidad,
sea a su vez asesor o haya sido perito de una de las partes (causales de excusación y recusación), con lo cual
establece una doble situación que lo incompatibiliza para ejercer su función en el proceso judicial con ética,
rectitud, etc.
Hay, eventualmente, un aspecto subjetivo que es la ocultación del conocimiento que posee de la parte a la
cual estaba ligado o la situación de dependencia o contrato de servicios profesionales, y que el Magistrado y la
otra parte desconocían, y que luego se transforma en evidente.
Esta situación conlleva la contrariedad de intereses (situación objetiva), y de esta forma perjudica a una de
las partes y en mayor medida la credibilidad de imparcialidad en la función del Estado.
6. Como denegación o retardo de justicia
El art. 274 del Cód. Penal establece: "El funcionario público que faltando a la obligación de su cargo deje de
promover la persecución y represión de delincuentes será reprimido con inhabilitación absoluta de seis meses a
dos años, a menos que pruebe que su omisión provino de un inconveniente insuperable".
En primer lugar, debemos establecer que el artículo transcripto guarda una relación directa con el siguiente
del mismo cuerpo legal, que establece el tipo penal del encubrimiento, y especialmente nos interesan el inc. 1°...
ayudar a alguien a eludir las investigaciones de la autoridad ...y el inc. 2°... la desaparición de rastros pruebas,
instrumentos del delito... (40).
El perito: establecimos claramente que se trata de un funcionario público-judicial, y que en razón de su
función conoce o detecta la comisión de un delito, verbigracia evasión impositiva (contador perito) o la
falsificación de una historia clínica (perito médico), consideramos que posee la obligación legal de realizar la
denuncia para que se investiguen los hechos, pues de lo contrario fecundará el tipo legal de la omisión de
denuncia (41).
En segundo lugar, lo atinente a la desaparición de pruebas o instrumentos que hacen a la constitución del
delito, que no sólo pueden ser de su conocimiento, sino que además puede obtener la detentación material de los
mismos y no los coloca a disposición de la justicia, establece o señala el lugar de radicación de los mismos.
VII. Delito contra la fe pública: Falsificación de documento pericial
La pericia, o dictamen, o informe, es, sin duda, un documento público por diversas razones: se trata de un
instrumento emanado de un funcionario público judicial (como hemos sostenido es el perito judicial); es un
documento que es realizado por una orden judicial concreta; debe ser presentado con las formalidades que prevé
el C.P.C. y el auto del Magistrado y por último se produce dentro de un expediente judicial que también es un
documento público.
En este sentido (como documento público) goza de los caracteres esenciales de: autenticidad; veracidad y
fidelidad y la confianza colectiva de la sociedad.
Desde el punto de vista de la falsedad, podemos distinguir dos subespecies: el documento apócrifo y el
documento falso.
La pericia apócrifa sería aquella que no puede ser atribuida a un autor material y/o intelectual, tanto expresa
como implícitamente; y la pericia falsa, en cambio, es aquella que se confecciona sustituyendo los hechos,
actos, registraciones, etc., es decir, existe una vulneración a la narración o descripción de los antecedentes
(fundamentos fácticos).
El Código Penal se ocupa especialmente en los arts. 292; 293; 294 y 296 (42), tipificando el delito de
documento falso o adulterado; la agravación de la pena cuando se trata de un documento público; la falsedad

© Thomson La Ley 7
ideológica; la supresión o destrucción del documento y el uso del documento falso o adulterado. Por último el
art. 298 del Cód. Penal (43) establece la agravación de la pena cuando el delito es ejecutado por un funcionario
público (como hemos fundado el perito es un funcionario público judicial).
Hemos señalado que la pericia o informe pericial es un instrumento emanando de un sujeto (funcionario
designado judicialmente) que está obligado por una resolución judicial a expedirse científicamente o
idóneamente, conforme a su rol y función en el ámbito del Poder Jurisdiccional y el proceso de investigación de
los hechos, actos, documentos, etc. obviamente suscripto por dicho perito.
El primer delito que podemos identificar es el de falsificación ideológica, por ejemplo, sería aquella
situación en la que el dictamen si bien está suscripto por el perito designado, no ha sido confeccionado por el
mismo, sino que ha sido realizado por otra persona. Se trata de la asignación del acto a un sujeto que no realizó
el dictamen, es decir, que se cumplen con las formas, pero el contenido del mismo no es verdadero.
Otro caso puede ser cuando el perito ha falseado los hechos, actos, etc., es decir, intenta acreditar hechos o
actos inexistentes o modificar los existentes conforme a un interés determinado (beneficiar o perjudicar a alguna
de las partes).
Es obvio, que por la importancia en la investigación y como elemento probatorio del dictamen del perito, los
delitos enunciados pueden cambiar la historia de la resolución judicial (con absoluta ignorancia del Magistrado
que confía en el perito designado).
El perjuicio es objetivo y entraña un tipo penal de peligro, que incluye la posibilidad de coautores,
investigadores y cómplices, que conforme a las normas del Cód Penal y Civil, también serían responsables.
¿Cuándo es el momento de la consumación del delito?
Al tratarse de un documento público (lugar de generación el expediente judicial) el sujeto-perito
(funcionario público) lo incorpora al juicio, y en este sentido, ya existe un perjuicio concreto a la administración
de justicia, es decir, lesiona la buena fe pública (del Magistrado y de la colectividad) y simultáneamente se
concreta un perjuicio particular para una de las partes.
Ahora bien, esta incorporación al expediente constituye el uso de un documento falso o adulterado y que
puede constituir una estafa procesal, art. 172 del Cód. Penal, sin perjuicio que debemos aclarar que los delitos
de falsedad ideológica y uso son excluyentes, pudiendo constituirse en todo caso, cualquiera de ellos en parte
del ardid llevado a cabo en la etapa procesal.
El perito en el informe pericial puede también intentar suprimir hechos, actos o documentos (no
acompañándolos o manifestando que no existen, cuando en realidad, después se prueba que sí existieron al
momento de realizarse la pericia y han sido consultados o constatados por el perito) y cuando como funcionario,
y en su tarea, tenía obligación legal de incorporarlos a su pericia (la que obviamente puede variar si se
suprimen).
Entonces, podemos señalar que la falsificación de la pericia como documento público (en las tres
subespecies indicadas) reviste una importancia en la desviación de la investigación judicial que puede llevar a
que el Magistrado (confiando) incurra en un error (involuntariedad por engaño) y dicte una resolución que cause
perjuicio a una de las partes. Consideramos que de darse esta situación se configuraría el delito de estafa
procesal para el perito, y además, lo haría responsable administrativa y civilmente.
VIII. Consideramos que es posible atribuir la responsabilidad al Estado, por actos del perito, en su función
judicial
El Estado cumple con los mandatos constitucionales a través del rol del Poder Judicial, en la función de
administrar justicia, como tutela general de los derechos de los individuos.
Este rol y función, se desempeña a través del órgano Poder Judicial, (Cámaras, Juzgados, etc.) y agentes
públicos (funcionarios y empleados públicos).
En esta actividad jurisdiccional, obviamente lícita y legítima, pueden existir algunos actos que causen daños,
verbigracia la detención de personas para su identificación, expropiación, etc. es claro el daño causado en el
desarrollo de la actividad en la función judicial del perito, como dependiente del Magistrado, y por ende, éste va
a reparar el daño causado (44).
La actividad, en función de agentes públicos, se atribuye al Estado, especialmente en el ámbito del Poder
Judicial (Magistrados, secretarios, etc.) y cuando acaece una actividad ilegitima de éstos, es atribuible la
responsabilidad refleja del Estado (art. 43; 1112 y 1113 del Cód Civil).
En primer lugar, la elección de los agentes públicos, pues una vez incorporados a la función, la
responsabilidad es plena del Estado (45).
El Estado organiza las listas de peritos y el Magistrado lo designa, como hemos podido ver a lo largo de este
trabajo, lo convierte en un funcionario público-judicial, transitorio y para un expediente concreto, la
colaboración en la investigación de hechos, actos, documentos, etc.

© Thomson La Ley 8
Concluimos entonces, que se trata de un funcionario judicial con competencia concreta y jurisdicción en el
expediente, por lo cual sostenemos que es responsable el Estado de los actos ilegítimos en los cuales ha
incurrido el perito, y causado daños a la parte o las partes del proceso judicial o terceros (46), sin perjuicio que el
Magistrado también pueda ser responsable por omisión del control.
El fundamento es muy simple: el perito asume una función pública en el Poder Judicial, y su tarea, previo
juramento de fidelidad debe realizarse conforme a principios de legalidad y al vulnerarlos. El Estado ha
colocado una situación de riesgo (utilización de peritos) que debe asumir y reparar el daño que causen sus
funcionarios dependientes.
La organización del Estado para cumplir sus roles y funciones (en representación de la sociedad) implica la
asunción de ciertos riesgos que deben redistribuirse a través de la reparación de daños en la sociedad misma y
evitar así que los daños individuales queden sin reparación.
¿La responsabilidad del Estado es solidaria o subsidiaria con la del perito?
Entendemos que la responsabilidad el Estado funciona por vía de los arts. 1112 y 1113 del Cód Civil, es
decir, la responsabilidad de los dependientes (como término y principio general) y es una responsabilidad refleja
o indirecta (pues por los actos de los funcionarios, en nuestro caso el perito judicial).
Consideramos que la responsabilidad, entonces, es solidaria, pues lo es por el mismo hecho, pero por
fundamentos jurídicos distintos (el del perito como autor responsable y el Estado por responsabilidad del hecho
de sus funcionarios públicos) (47).
Se trata de una responsabilidad constitucional (pues el funcionario público/perito judicial) cumple su
función en el órgano constitucional / poder judicial (conforme a la organización de roles y funciones) y así lo ha
sostenido la Corte Suprema de Justicia de la Nación (48).
Como el mismo pronunciamiento de la Corte lo expresa, no existe un régimen de responsabilidad por el
Estado, por consiguiente, decide por similitud aplicarle los principios característicos de la responsabilidad
extracontractual, con lo cual parecería que lo más aproximado es la responsabilidad por hechos ilícitos
cuasidelitos (art. 1109, Cód Civil) y por responsabilidad objetiva (art. 1113, Cód Civil), en donde en ambos la
extensión resulta distinta, en la primera hasta las consecuencias mediatas (subjetivas/previstas y
objetivas/previsibles) y en la objetiva, si bien en un primer momento se dijo que corresponderían la de los
cuasidelitos, la jurisprudencia y la doctrina mayoritariamente han sostenido la reparación integral.
En cuanto a la prescripción, es la bienal, a partir del hecho generador o el conocimiento del daño o la
expedites de la acción (49).
También debemos aclarar que en cuanto al derecho del perito, sostenemos que por la misma razón que el
Estado es responsable por los daños cometidos por aquél, éste tiene derecho a percibir los honorarios regulados
en autos, en el supuesto que las partes se tornaran insolventes, es decir, como el Código Procesal prevé
mediante una norma especial la posibilidad de percibir de ambas partes los honorarios, en el supuesto de
insolvencia funciona subsidiariamente la responsabilidad del Estado por la función pública prestada.
Sin perjuicio de lo expresado en cuanto a que alguna de las partes manifieste que carece de interés en la
producción de la prueba pericial, en cuyo caso la normativa procesal la exime de los honorarios generados.
IX. Reflexión
La responsabilidad de los peritos judiciales como auxiliares de la justicia ha tomado importancia, y ello se
debe a que recién después de los setenta surgió, o se intensificó, el avance del conocimiento científico, de las
tecnologías y sus implicancias en los pleitos.
Del hecho de cómo hemos encarado esta responsabilidad partiendo de la idea base de que se trata de un
funcionario público, o que así lo caracterizamos, se desprenden numerosas consecuencias que nos parece que
hasta ahora no habían sido puesta en debate, y que consideramos, son trascendentales para el estudio del tema.
Como es nuestra costumbre, colocamos en la mesa de investigadores el tema y lo hacemos desde un perfil
difícil y con aristas sumamente importantes, que merecen ser tratadas entre las responsabilidades de este siglo
XXI.
Especial para La Ley. Derechos reservados (ley 11.723)
(1) "Corresponde dejar sin efecto la sentencia que ha prescindido de aspectos oportunamente introducidos
en el proceso y que debieron ser apreciados en la medida que resulten conducentes, o, al menos, desvirtuados
sus fundamentos de manera de cumplir con el adecuado resguardo de la defensa en juicio. (En el caso se
prescinde de valorar la apreciación del perito designado de oficio, acerca de la ubicación de los conos de la
máquina de hilar, que debía manejar la actora, el constante y excesivo esfuerzo a que se vio sometida su
columna vertebral y, como consecuencia, la serie de microtraumatismos que ocasionaron su desgaste
prematuro". Corte Suprema de Justicia de la Nación (CS). "Costa, Josefina M. c. Hilandería Algodonera Villa
Devoto, S. A. y otra", LA LEY, 1986-A, 608; DJ, 1986-2-8.

© Thomson La Ley 9
(2) El art. 464 del C.P.C. establece como principio general la designación de perito con título habilitante y
como excepción de personas con conocimientos en la materia (lo que se denomina corrientemente un idóneo).
(3) En el art. 462 del mismo Código Procesal se establece la posibilidad de que las partes conjuntamente
propongan la designación de un perito y obviamente si coinciden en su especialización.
(4) SERANTES PEÑA, Oscar E y PALMA, Jorge F., "Código Procesal Civil y Comercial de la Nación y
normas complementarias", t. II, p. 338/9. Ed. Depalma. Buenos Aires, 1983.
(5) También si la cuestión lo amerita puede realizarse la pericia y explicaciones en un mismo acto (art. 474
del C.P.C.).
(6) El art. 476 del C.P.C. establece la posibilidad de solicitar informes a las universidades, por sí o cuando
el perito lo solicite, por lo complejo de las operaciones a realizar y el art. 478 del C.P.C. establece cuestiones
relativas a la procedencia e impugnación de la pericia en sí misma y o el desinterés de la parte, etc.
(7) "El perito está habilitado para dirigir su ejecución contra cualquiera de las partes y al margen de la
imposición de costas, precisamente porque él se ha desempeñado en calidad de auxiliar de la justicia, cuya
consagración ha sido aspiración común de los litigantes. Esta es una circunstancia independiente de la
responsabilidad final por las costas, reflejada en la condena respectiva y que se hará efectiva, en su caso, por vía
de la acción de reembolso. Pero la posibilidad del recupero no cercena el derecho del perito de dirigir su
pretensión de cobro contra cualquiera de las partes intervinientes en el pleito". Cámara Nacional de Apelaciones
en lo Civil, sala D, "Gowda Ramachandra, B. c. Antín, Manuel y otros", ED, 114-400.
(8) "Corresponde admitir el recurso de apelación extraordinario contra la sentencia de un tribunal colegiado
de responsabilidad extracontractual de la Provincia de Santa Fe, fundado en la causal de apartamiento de las
formas sustanciales estatuidas para la decisión del litigio (art. 42, ley 10.160 -Adla, XLVIII-A, 1309-) si los
hechos atinentes a la mecánica del accidente protagonizado por actor y demandado fueron juzgados únicamente
desde la óptica de la sentencia penal que absolviera a éste por el beneficio de la duda y con total prescindencia
de las conclusiones efectuadas por el perito en sede civil". Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de
Rosario, sala II, "Serenelli, Horacio D. c. Deleu, Roberto y otro", LL Litoral, 1999-251.
(9) La diferencia entre la participación del perito en la tarea de investigación y la de resolución, representa
una larga disputa, que juntamente con la de si es, o no, obligatorio el informe para el Magistrado han
contrapuesto doctrinas y doctrinarios del derecho procesal y civil. Nosotros participamos de la idea que el perito
participa en la investigación y que su dictamen es un elemento relativo para el juez que debe conjugar con el
resto de los elementos probatorios que existan en el expediente que le permitan elaborar una convicción
razonable y lógica de cómo acaecieron los hechos; la atribución a los sujetos y sus consecuencias en el derecho.
Lo que el Magistrado no puede cuestionar es la aplicación científica que hace el perito en cuanto a la
denominada "zona de alternativas del saber científico". Consult.
RESTREPO-WEINGARTEN-LOVECE-GHERSI, "Contrato médico y consentimiento informado", p. 37, Ed.
Universidad, Buenos Aires, 2003.
(10) GORDILLO, Agustín, "Tratado de Derecho Administrativo", t. 1, p. X.-15. Lo científico es por
definición cierto, objetivo, universal, sujeto a reglas uniformes que no dependen de la apreciación personal y
subjetiva individual. Ed. Fundación de Derecho Administrativo. Buenos Aires, 2003. Si bien coincidimos en el
criterio como orientación para poder determinar qué es la discrecionalidad científica, no dejamos de observar
que la ciencia es una construcción convencional en sí misma y para nada eximida de pujas de intereses.
(11) "Cuando el dictamen del perito médico y el emitido por el Cuerpo Médico Forense son notablemente
disímiles no es irrazonable dar cierta preferencia a la opinión del último, pues se trata de un dictamen coherente,
adecuadamente fundado, que describe claramente sus observaciones y se encuentra avalado por dos
profesionales de la medicina de amplia experiencia y cuya idoneidad inspira confianza a la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, que los designó para la alta responsabilidad que ejercen". CNTrab., sala VIII, "Sequeira,
Miguel A. c. Iggam S.A.", DT, 1988-A, 302.
(12) "Sin que ello signifique menoscabar la idoneidad y seriedad de los dictámenes de los médicos
militares, la pericia judicial resulta ser un medio de prueba de indudable valor para decidir sobre la pensión,
atento que en la misma, ambas partes en el pleito, están en igualdad de condiciones en cuanto no sólo a la
proposición de los puntos de pericia, sino además de contralor e impugnación, lo cual como es obvio no ha
podido ser ejercido en el ámbito administrativo. CNFed. Contenciososadministrativo, sala II. "Gavilán, Roberto
O. c. Gobierno Nacional", JA, 982-I-274.
(13) Sin perjuicio que podamos subclasificar dentro de cada una de estas categorías, subespecies, así por
ejemplo dentro de seguridad la tarea del directorio del Banco Central o la Superintendencia de Seguros, etc., o
podamos considerarlas como nuevas funciones e independientes, lo que ahora no tiene sentido dirimir pues no
hace nuestra temática de estudio.
(14) GORDILLO, Agustín, "Tratado de derecho administrativo", t. 1, Parte General, p. X.1, octava edición,
Ed. Fundación de Derecho Administrativo, Buenos Aires, 2003.

© Thomson La Ley 10
(15) En este sentido sostenemos que si las partes se tornan insolventes, el perito puede intimar y ejecutar
sus honorarios al Estado por el cumplimiento de su función pública.
(16) "La falta de impugnación por parte de la deudora respecto de la pericia contable y el hecho de que el
perito contador no haya podido cumplir su cometido respecto de los libros de comercio de aquélla, por no
habérsele suministrado las informaciones y documentación pertinente, hace aplicable lo dispuesto por el art. 63
del Cód. de Comercio, debiendo estarse, para la solución del pleito, a los asientos contables de la parte actora".
CNCom., sala B, "Equitel, S. A. c. Arthur Lindey S. A.", DJ, 1987-1-711.
(17) Debe preservar situaciones de intimidad de las personas que puedan mediante el develamiento de
datos, hechos o actos, quedar violado su derecho personalísimo o generar situaciones de discriminación, incluso
debe advertir al Magistrado sobre estas cuestiones con privacidad, verbigracia: mediante sobre cerrado con la
consigna que sólo son de conocimiento del Magistrado, para que éste decida la publicidad de aquellas
situaciones o no.
(18) Las explicaciones, constituyen una declaración o exposición sobre el texto (su contenido y forma)
elementos adicionales utilizados (estadísticas, informes científicos) aclarando lo dictaminado (nuevamente) en
aquello que las partes o el Magistrado consideran que no se encuentra suficientemente descriptivo, sin
cuestionar su razonabilidad o lógica (ayudar a la comprensión). Las observaciones, en cambio, se tratan de que
la examinación del informe, produce en el observador, dudas o inquietudes en cuanto a la relación secuencial
entre la premisa y las conclusiones, de allí que el perito deba contestar a estas observaciones estableciendo la
metodología y el método que ha seguido para generar o construir la premisa y considerar las conclusiones
secuenciales (lógica y congruencia). Las impugnaciones, se trata de establecer las contradicciones y refutaciones
de los argumentos y fundamentos científicos utilizados por el perito en su informe o dictamen, es decir, se ataca
la cientificidad o su modo de aplicación al caso concreto (la base del mismo dictamen).
(19) "La pretendida nulidad de los informes periciales, es improcedente. En primer lugar, no se ha omitido
la notificación prevista por el art. 330 del Cód. Procesal Penal (ley 2372), pues surge de autos que la pericia se
efectivizó con la debida notificación a los propios interesados. Por otro lado, las conclusiones de los referidos
informes concuerdan absolutamente con los dichos de los imputados, quienes al deponer en Sede Judicial
reconocen haber llenado el anverso de la receta cuestionada, tal como lo señalan las pericias. Sin embargo, la
calificación legal que corresponde de la conducta del imputado es la de infracción al art. 296 del Cód. Penal en
función con el art. 29 de la ley 23.737, porque no usó cualquier documento, sino una receta médica falsa,
instrumento y situación que está expresamente prevista y reprimida en el art. 29 citado". CFed. Mendoza, sala
B, "Fiscal c. Arias, Mario Roberto y otra", LA LEY, 1998-D, 899.
(20) "Es improcedente el planteo de nulidad deducido contra una resolución judicial -a que hizo lugar a la
realización una pericia contable como prueba anticipada, no habiéndose citado a la parte contraria en los
términos del art. 327, apart. 4°, 1ª parte, Cód. Procesal, lo que le impidió oponerse a la misma, fiscalizar su
realización y solicitar aclaraciones-, si el nulidicente no alegó ni probó la existencia de un perjuicio cierto que
sólo podía subsanarse acogiendo su pretensión". Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Azul, sala I,
"Transporte Atlántico del Sud S. R. L. c. Loma Negra S. A.", LLBA, 2000-865.
(21) El contenido de la pericia, cuando ésta carece de los requisitos indispensables, es decir, no constituye
un informe o dictamen fundado en una ciencia o elementos de la práctica del idóneo, se trata, simplemente, de
una mera opinión sin valor científico.
(22) Insistimos, no tiene base científica, ni técnica, ni tecnológica, (así por ejemplo, un perito que contesta a
las preguntas simplemente con monosílabos, sin dar fundamento científico de sus respuestas, o cuestiones que
tengan que dilucidarse o investigarse por sistemas tecnológicos, tomografía computada, etc., y que sin utilizarse,
simplemente se emita el informe como una opinión, etc.).
(23) Estimamos que en lo atinente al pago de daños ocasionados, debemos hacer una diferenciación
importante: en el mismo proceso, se puede reclamar al Juez, daños económicos menores que no necesiten la
sustanciación de un proceso de conocimiento independiente, tal como: cuando se dejó de percibir un premio por
asistencia por concurrir a una diligencia frustrada, etc. En cambio, si se reclaman daños y perjuicios que
necesiten la sustanciación de prueba, en la existencia y monto de los mismos, debe iniciarse un proceso
autónomo (de conocimiento), pero en el mismo, la responsabilidad del perito estará fuera de discusión, porque
ha sido determinada por el Magistrado del proceso donde intervino como tal.
(24) Siguiendo la Doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el perito debe agotar todos los
recursos procesales respecto de la remoción de su cargo, es decir, la discusión de su responsabilidad se da
dentro del proceso en el cual ha sido instituido y removido y no en el nuevo proceso por responsabilidad.
(25) CAPARROS, Eduardo F., "La corrupción. Aspectos jurídicos y económicos", p. 46: "Desde otra
perspectiva, el establecimiento de un sistema de responsabilidad redunda de forma igualmente beneficiosa en la
ordenación interna de la propia organización administrativa, corrigiendo aquellos comportamientos contrarios a
ella y que en la medida que suponen una disfuncionalidad en la organización pueden llegar a ascender y
menoscabar su finalidad última: la genérica satisfacción del interés general con lo que nuevamente entroncamos

© Thomson La Ley 11
con los argumentos expuestos hasta el momento. Pudiera apuntarse en este orden la necesaria lealtad al sistema
y la organización en la que se integran teniendo una especial relevancia el respeto al vínculo de jerarquía que
une a todo el personal con la organización administrativa", Ed. Rotio Legis, Salamanca, 2000.
(26) Obviamente el mismo ha sido consecuencia de su libre voluntad de inclusión en la lista de peritos, es
decir posee capacidad (mayor de edad o habilitado por su título profesional, en el caso de un idóneo, puede ser
la habilitación comercial, verbigracia en turismo) ha aceptado su cargo y cumplir su función con lo cual se dan
todos los presupuestos necesarios para que la acción dimane de una persona jurídica.
(27) En todo lo expuesto en esta segunda fase, es fundamental lo atinente a la prueba (de allí la necesidad
de un nuevo proceso de conocimiento amplio de debate entre las partes en virtud del recurrir al acto
jurisdiccional y derecho de defensa en juicio) en cuanto al daño en sí (procedencia); su extensión (medido en
consecuencias) y su cuantificación económica, a través de la econometría jurídica.
(28) Art. 254 del Cód. Procesal Penal: "Los peritos deberán tener títulos de tales en la materia a que
pertenezca el punto sobre el que han de expedirse y estar inscriptos en las listas formadas pro el órgano judicial
competente. Si no estuviere reglamentada la profesión, o no hubiere peritos diplomados o inscriptos, deberá
designarse a persona de conocimiento o práctica reconocidos".
(29) HOHFTER, Warner N., "Conceptos jurídicos fundamentales", p. 77: "El deber que tiene todo aquel
que ejerce una ocupación pública es primariamente un deber de servir a todos los que forman parte del público...
Es en cierto modo difícil ubicar este excepcional deber en nuestro sistema jurídico..... La verdad es que la
obligación que tiene quien ha asumido en cumplimiento de un deber público", Ed. Fontamara S.A., México,
1992.
(30) Art. 253 del Código Procesal Penal: "El Juez podrá ordenar pericias siempre que para conocer o
apreciar algún hecho o circunstancia pertinente a la causa, sean necesarios o convenientes conocimientos
especiales en alguna ciencia, arte o técnica".
(31) "En los casos de responsabilidad de los médicos, la mejor prueba a rendir es la "pericial", que como es
obvio debe ser llevada a cabo por médicos, profesionales que moral e intelectualmente estén sobradamente
capacitados para asesorar a los jueces cuando se les requiera opinión acerca del comportamiento que tuvo un
colega en la atención de un paciente. De ninguna manera puede estimar que por ser médico el perito y médicos
los responsables de un acto quirúrgico, aquél deje de cumplir con su labor de imparcialidad, ínsito en toda
actividad pericial, al punto que al aceptar el cargo que se le confiere solamente es eximido de prestar juramento
o promesa de desempeñar fielmente en el caso de haber título habilitante (art. 469, Cód. Procesal), pues se
supone que quien lo tiene ha prestado el juramento o la promesa de desempeñarse fielmente en el momento de
recibir el título que lo habilita a desempeñarse profesionalmente". CNCiv., sala A, "Barral, José A. c. Hospital
Español", JA, 980-II-540; ED, 87-351.
(32) SEGUNDO RUA, Gonzalo, "Los conocimientos especiales del autor dentro del marco de la
imputación objetiva". En Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia Penal. p. 612, Ed. Ad-Hoc, Buenos Aires,
1999.
(33) SOLER, Sebastián, "Derecho Penal Argentino", t. V, p. 117, Ed. TEA, Buenos Aires, 1963.
(34) Se trata de actos incorrectos, arbitrarios e improcedentes (Carrara; Manzini), en los que obviamente se
dan los elementos subjetivo y objetivo, de la tipicidad penal.
(35) Cuando colisiona con el derecho de un particular, verbigracia: para poder realizar extracciones de
sangre o revisiones íntimas de una persona, o sometimiento a análisis que prevean la intromisión de líquidos
riesgosos, etc., necesita previamente (además de la orden judicial) el consentimiento de la persona que ejecuta
su derecho personalísimo a la privacidad, etc. - Se trata de un modo irregular y agraviante de pretender cumplir
una función.
(36) Consult. WEINGARTEN, Celia, "La confianza en el sistema jurídico", Ed. Cuyo, 2ª ed., Santiago de
Chile, 2003.
(37) SOLER, Sebastián, "Derecho Penal Argentino", t. V, p. 189, Ed TEA, Buenos Aires, 1963.
(38) SAPELLI, Giulio, "Cleptocracia", p. 80: "La esencia del problema, o sea que la utilidad económica no
explica todo sobre la corrupción: y el resto lo explica no el "costo moral", sino la lucha por el poder y los
vínculos sociales -no sólo morales- a los que la institucionalización da vida. No es que no existan frenos
morales; existen, pero sobre todo mezclados con el temor al castigo. No es que no existan "fidelidades morales
de facción": basta pensar en el espíritu de cuerpo de las grandes instituciones formadoras de las clases dirigentes
francesas o anglosajonas, o en la ideología -que deviene moral- de algunos partidos o de algunas asociaciones.
Pero las "fidelidades morales de facción" no están en condiciones de quebrar la uniformidad social de la
corrupción como fenómeno extendido y generalizado. Ella se afirma más allá de tales fidelidades", Ed. Losada,
Buenos Aires, 1998.
(39) Máxime cuando en los supuestos de recusación del perito, el Código Procesal Civil y Comercial y el
Código Procesal Penal establecen que serán las mismas causales para ambos funcionarios, con lo cual hay una

© Thomson La Ley 12
clara equiparación.
(40) "El secuestro sorpresivo de la historia clínica, documentación complementaria y eventuales anexos,
constituye una medida preliminar de decisiva importancia para afirmar la necesaria primacía de la verdad
jurídica objetiva, norte de todo proceso pues la diligencia asegura un elemento probatorio de primer orden,
enervando, al propio tiempo, toda posibilidad de modificación o mutilación". CNCiv., sala J, "Stolar, Esther c.
Universal Assistance y otros S.A.", DJ, 2002-2, 1224.
(41) NAHUM, Marco Antonio, "Inexigibilidade de Conduta diversa Causa Legal. Excludente de
culpabilidade", p. 72, Ed. Revista dos Tribunais, Sao Paulo, 2001.
(42) Art. 292, Código Penal: "El que hiciere todo o en parte un documento falso o adultere uno verdadero,
de modo que pueda resultar perjuicio, será reprimido con reclusión o prisión de uno a seis años, si se tratare de
un instrumento privado. Si el documento falsificado o adulterado fuere de los destinados a acreditar la identidad
de las personas o la titularidad del dominio o habilitación para circular de vehículos automotores, la pena será
de tres a ocho años. Para los efectos del párrafo anterior están equiparados a los documentos destinados a
acreditar la identidad de las personas, aquellos que a tal fin se dieren a los integrantes de las fuerzas armadas, de
seguridad, policiales o penitenciarias, las cédulas de identidad expedidas por autoridad pública competente, las
libretas cívicas o de enrolamiento y los pasaportes, así como también los certificados de parto y de nacimiento".
Art. 293, Código Penal: "Será reprimido con reclusión o prisión de uno a seis años, el que insertare o hiciere
insertar en un instrumento público declaraciones falsas, concernientes a un hecho que el documento deba
probar, de modo que pueda resultar perjuicio. Si se tratase de los documentos o certificados mencionados en el
último párrafo del artículo anterior, la pena será de tres a ocho años".
Art. 294, Código Penal: "El que suprimiere o destruyere, en todo o en parte, un documento de modo que
pueda resultar perjuicio, incurrirá en las penas señaladas en los artículos anteriores, en los casos respectivos".
Art. 296, Código Penal: "El que hiciere uso de un documento o certificado falso o adulterado, será reprimido
como si fuere el autor de la falsedad".
(43) Art. 298, Código Penal: "Cuando alguno de los delitos previstos en este Capítulo, fuere ejecutado por
un funcionario público con abuso de sus funciones, el culpable sufrirá, además, inhabilitación absoluta por
doble tiempo de la condena".
(44) "La responsabilidad del estado por actos lícitos, tiende a tutelar los derechos de quienes sufren algún
sacrificio patrimonial con motivo de medidas políticas, económicas o de otro tipo, ordenadas pro las ramas
legislativa o ejecutiva". "Román S.A.C. c. Estado Nacional Ministerio de Educación y Justicia s/cobro de
pesos", 13-10-94.
(45) "Ningún deber es más primario y sustancial para el Estado que el de cuidar de la vida y la seguridad de
los gobernados; si para llenar estas funciones se ha valido de agentes o elementos que resultan de una
peligrosidad manifiesta, las consecuencias de la mala elección, sea o no excusable, deben recaer sobre la entidad
pública que la ha realizado". "Scamarcia, Mabel y otro c. Provincia de Buenos Aires y otro s/daños y
perjuicios", 12-9-95.
(46) "El principal responsable no sólo por los hechos de los dependientes realizados en el desempeño de las
tareas a su cargo sino también por aquellos actos practicados con abuso de la función, sea que el subordinado
haya contrariado expresas instrucciones, sea que haya asumido tareas que podrían considerarse no
comprendidas en el encargo o que haya violado disposiciones reglamentarias". "Estado Nacional Fuerza Aérea
Argentina c. Río Negro, provincia de s/cobro de pesos", 13-4-94.
(47) STIGLITZ, Gabriel: Director, "Responsabilidad del Estado y de los Funcionarios públicos", Ed.
Rubinzal Culzoni. Rosario. 2003.
(48) Por similitud en el ámbito de la salud que es otra de las funciones constitucionales...
(49) GHERSI-ROSSELLO-HISE, "Derecho y reparación de daños", Vol. 1: Responsabilidad el Estado.
Daños a particulares y empresas, 2ª ed., p. 187/8, Ed. Universidad, Buenos Aires, 2003.

© Thomson La Ley 13

También podría gustarte