Introducción
La lectura es un hábito de comunicación que permite desarrollar los pensamientos cognitivos
e interactivos de cualquier lector, el leer permite construir con facilidad nuevos conocimientos.
De acuerdo a Gómez Palacio (1992) la lectura se centra en el “Saber leer, lograr que un texto
escrito fuera leído adecuadamente por una persona, quería decir saber descifrar”.
Actualmente los medios electrónicos envuelven a los adolescentes en cualquier actividad
menos en la lectura que es importante para mejorar su aprendizaje y sostener una
comunicación con cualquier persona.
Frecuentemente los maestros del bachillerato se quejan que los adolescentes no saben leer,
¿pero no hacemos?, nada. Este problema es una verdadera preocupación que a nivel
Bachillerato un alumno no sepa leer correctamente, por lo cual se tiene que resolver este
conflicto, utilizando como actividades diarias una lectura.
Cuando se les pregunta a los adolescentes cuantos libros han leído, algunas contestas que 10
en 16 años otros que solo 2, no son los suficientes para mejorar su lectura, así mismo algunos
estudiantes muestran desinterés en la lectura indicando que no tienen tiempo o que solo leen
para acreditar una asignatura.
La falta de interés en los jóvenes por la lectura en ocasiones tiene que ver en el entorno en
que se desenvuelven, porque no conocen el valor que tienen las letras en un libro y que este
conjunto de letras, frases y conceptos le pueden ayudar a mejorar las actividades que
diariamente realizan. Al no saber leer existe consecuencia en el aprendizaje como es una
mala ortografía, la falta de cultura y la pérdida de habilidades comunicativa.
Smith (1989) “leer es la actividad por la cual un lector construye un significado a partir de un
proceso de elaboración cognitiva”
Integrantes
COORDDINADORA: Vásquez Cachay Kiana Estefany
Sánchez Herrera Sasha cristina
Rengifo Huachez Cielo Dayan
Soto Moreno Gabriela Fernanda
Celis Rengifo Ruth Gabriela
EL POCO HABITO DE LA LECTURA
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA:
Actualmente con la nueva tecnología de información y comunicación nos facilita a través de varios
programas hacer varios tipos de lecturas, pero desafortunadamente existen jóvenes que en lugar
de aprovechar estas lecturas que para su edad les parece aburrida y poco provechosa, los
adolescentes solo usan las nuevas tecnologías para juegos que en ocasiones bloquean sus
pensamientos y por lo tanto sus conocimientos. La lectura es un habito de comunicación que
permite desarrollar los pensamientos cognitivos e interactivos de cualquier lector, el leer permite
construir con facilidad nuevos conocimientos. Actualmente los medios electrónicos envuelven a
los adolescentes con cualquier actividad menos en la lectura que es importante para mejorar su
aprendizaje y sostener una comunicación con cualquier persona. Frecuentemente los maestros de
bachillerato se quejan que los adolescentes no saben leer, ¿Pero ¿qué hacemos?, nada. Este
problema es una verdadera preocupación que a nivel bachillerato de un alumno no sepa leer
correctamente, por lo cual se tiene que resolver este conflicto, utilizando como actividades diarias
una lectura. Cuando se les pregunta a los adolescentes cuantos libros han leído, algunos
adolescentes entre 10-16 años a mas contestan que solo dos, no son los suficientes para mejorar
su lectura, así mismo algunos estudiantes muestran desinterés en la lectura indicando que no
tienen tiempo o que solo leen para acreditar una asignatura. La falta de interés en los jóvenes por
la lectura en ocasiones tiene que ver en el entorno en que se desenvuelven, porque no conocen el
valor que tiene las letras en un libro y que este conjunto de letras, frases y conceptos les pueden
ayudar a mejorar las actividades que diariamente realizan. Al no saber leer existe consecuencia en
el aprendizaje como la mala ortografía, la falta de cultura y la perdida de habilidades
comunicativas.
FORMULACION DE PREGUNTAS:
¿Cómo podríamos reforzar el habito de lectura en las personas?
¿Por qué crees que las personas no practican el habito de la lectura?
¿De qué manera podemos llamar la atención de los jóvenes y hacer que su habito de lectura se
vuelva más frecuente en su vida?
Variable independiente
Factores que influyen en el hábito de lectura Son las variables independientes del estudio
propias del estudiante (actitud hacia la lectura), de la institución educativa (planificación y
ejecución de un plan lector) y la acción de los padres/madres de familia (motivación hacia la
lectura) que ejercen en mayor o menor medida un grado de influencia en los hábitos de lectura de
los estudiantes.
Variable dependiente
Habito de la lectura Son formas adquiridas de actuar que se presentan automáticamente. El
individuo que adquiere un hábito actúa sin necesidad de darse cuenta, de ahí que se ha dicho que
no son otra cosa que un reflejo firmemente establecido. Pero tanto las condiciones en que se
producen como los objetivos a que van dirigidas permanecen en el nivel consciente del estudiante
a los fines de la actividad en general y de la actividad de lectura en particular.
Hipótesis:
1. Los porcentajes nos indican que muchos jóvenes muestran interés por la lectura y son
lectores asiduos.
2. La familia y la escuela son factores importantes en el desarrollo lector de los adolescentes
y su implicación determinará el acercamiento o desapego de estos hacia los libros.
3. 3. El papel que poseen las lecturas obligatorias propuestas por los docentes es
cuestionable, ya que en muchas ocasiones no consiguen el fin que persiguen: que los
jóvenes adquieran el hábito de lectura y se conviertan en lectores asiduos.
4. 4. El lugar que ocupan las bibliotecas debe ser fundamental para la creación y formación
de los jóvenes lectores.
5. 5. Los avances tecnológicos han hecho que las nuevas generaciones se interesen por otros
formatos y soportes más actualizados y cercanos a su realidad diaria. A pesar de esto, el
soporte digital no está tan extendido como el libro en formato tradicional.
Objetivos:
Objetivo general:
Este estudio tiene como finalidad conocer los hábitos lectores de un grupo de adolescentes
encuestados con edades comprendidas entre los 15 y 17 años y averiguar qué factores determinan
el apego –o desinterés–que esta actividad despierta en ellos.
Objetivo específico:
1. Examinar cuáles son los hábitos lectores de los 11 adolescentes encuestados en función de sus
inclinaciones lectoras.
2. Determinar si los factores escolares y familiares están relacionados con sus hábitos de lectura.
3. Conocer las actividades de fomento de lectura que se llevan a cabo en los colegio
4. Analizar la percepción de los escolares sobre las actividades propuestas por el centro para
fomentar la lectura, como por ejemplo, las lecturas obligatorias. Además de reflexionar sobre el
modo en el que estas son evaluadas por los docemtes.
A continuación se adjunta la encuesta que realizaron los alumnos del colegio ignacia Velasquez .
con el objetivo de conocer cuáles son los hábitos lectores de este grupo de alumnos.
Indica tu sexo:
o Hombre
o Mujer
¿Con qué frecuencia lees ?
o Todos los días
o Una
o dos veces por semana
o Algunas veces al mes
o Casi nunca o Nunca
¿Qué razones te llevan a elegir un libro?
o Título
o Autor
o Recomendaciones de familiares
o amigos
o Top Ventas
o ganador de premios literarios
¿Qué motivos crees que te impulsarían a leer más?
o Si tuvieses más tiempo libre o Si las personas de tu entorno leyeran con más frecuencia
o Si entendieras que es útil para la vida
¿Qué género lees con más frecuencia?
o Literatura juvenil
o Poesía
o Novelas románticas
¿Tus profesores se interesan por tus gustos lectores y seleccionan las lecturas obligatorias a
partir de ellos?
o Sí
o No
6.Pregunta 1. ¿Con qué frecuencia lees?
Son muchos los adolescentes que no saben apreciar la importancia que posee la lectura. Aun así,
un 25% asegura leer diariamente, seguido de un 19% que confiesa hacerlo una o dos veces
semanales y de un 20% que lo hace pocas veces al mes. En definitiva, estos datos nos reflejan que
un 64% de los alumnos encuestados incluyen la lectura entre sus actividades frecuentes. Este
resultado es aceptable, y generalmente positivo, ya que nos indican que más de la mitad de los
encuestados conceden valor a los libros, y por tanto, a la lectura. Por el contrario, un preocupante
36% asegura no leer nunca (11%) o casi nunca (25%).
Pregunta 6. ¿Qué motivos crees que te impulsarían a leer más?
Una aplastante mayoría, concretamente el 87% de los encuestados, señalaron que leerían más si
dispusiesen de más tiempo libre. El 8%, declaró que lo haría si las personas de su entorno
concedieran más importancia a la lectura y un minoritario 5% confesó que no lo hace porque
consideran que la lectura es una actividad carente de utilidad. Estos datos nos reflejan que existe
la posibilidad de que si los jóvenes dispusiesen de más tiempo libre, quizá el número de lectores
aumentaría
Pregunta 8. ¿Qué razones te llevan a escoger un libro?
37% 22% 17% 10% 6% 8% Literatura juvenil Ciencia ficción o fantasía Poesía Novela negra Novela
romántica Otro 44 El elevado porcentaje de encuestados, concretamente un 47%, elije la obra a
partir de su título. No hay duda de que es un paratexto fundamental, por lo que es importante que
sea atractivo y sugerente para captar la atención del lector e impulsarle a iniciarse en la lectura del
mismo. Un 26% elije la lectura en consideración de lo aconsejado por amigos o familiares. En
tercer lugar, un 20% admite que su principal motivación a la hora de elegir una determinada obra
es el autor. Si el escritor goza de prestigio y reconocimiento y el lector se siente atraído por la
temática que a menudo emplea en sus obras, conllevará que la elección de este se repita. Esto es,
si nos han gustado sus libros anteriores, creemos que el nuevo igualmente será de nuestro agrado
El reconocimiento del literato puede deberse a infinidad de cuestiones tales como: la calidad de
sus textos, el número de ejemplares vendidos, el estilo que utiliza en sus obras o los galardones
con los que haya sido premiado, entre otras. Sin embargo, para los encuestados, este último dato
no es relevante ya que solamente un 7% de los alumnos admite elegir su lectura atendiendo al
número de premios o nominaciones que la obra haya recibido.
Pregunta 7. ¿Qué género lees con más frecuencia?
Un 37% de los encuestados admite leer con más frecuencia obras de literatura juvenil. Un 22% se
inclinan por el género de fantasía. Estos géneros son los más elegidos por los más jóvenes,
posiblemente porque se sienten identificados con lo que en ellos encuentran y porque lo
comprenden con facilidad. Un 17% reconoce ser lector asiduo de poesía. Este último género
merece distinción a parte ya que por lo que pude comprobar in situ durante mi período de
prácticas es que las pocas alumnas –hago esta distinción de género porque son las féminas las que
se sienten más atraídas por este tipo de literatura– las que confesaron que este género les
fascinaba por ser una literatura más íntima, capaz de enlazarse con las propias experiencias. Las
nuevas generaciones se alejan de la poesía de los clásicos pero se acerca cada vez más a esta
poesía asociada a la paraliteratura y a los best-seller. Por último, destaca el género policiaco (10%),
la novela romántica (6%) y un 8% de encuestados que admite preferir otra temática no
especificada entre las respuestas propuestas.
Pregunta. ¿Tus profesores se interesan por tus gustos lectores y seleccionan las lecturas
obligatorias a partir de ellos?
77% 23% Libro físico o tradicional E-books 46 Un 88% de los encuestados declara que los docentes
no muestran interés en conocer sus propuestas y gustos literarios. Los docentes son conscientes
de que este tipo de actividades, como las lecturas obligatorias, no favorecen el acercamiento de
los jóvenes a la lectura. Las metodologías utilizadas por muchos profesores continúan siendo
obsoletas y es que estas lecturas sirven, únicamente, para que el alumno tenga un acercamiento
superficial a la lectura pero no para que adquieran el hábito lector. Es entendible que los docentes
se inclinen por la selección de obras de renombre o con un cierto peso en la literatura por lo que
se pueden alternar las lecturas obligatorias propuestas por el docente con lecturas elegidas
libremente por los alumnos.
árbol del problema
Mala ortografía
La pérdida de habilidades
Árbol de solución
Quien hace el árbol de solución alguien
Conclusión
La primera conclusión que podemos extraer del estudio realizado es que la mayoría de
alumnos, concretamente el 62% de los encuestados están leyendo un libro, lo que indica que
la lectura es una actividad presente en sus vidas. El Barómetro de Hábitos de Lectura y
Compra de Libros 2017 elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España
reveló que los adolescentes leerían más si dispusiesen de más tiempo libre, lo que coincide
con los datos obtenidos de la encuesta realizada en el colegio de las Dominicas. La eficacia
de la lectura depende del objetivo con el que la realicemos y la motivación que nos produzca
dicha actividad. En tercer lugar, es conveniente resaltar que el tratamiento que se le concede
a la lectura en el currículo escolar no es el idóneo para acercar los libros a los alumnos.
Hay que recordar que si tratamos la lectura como una actividad obligada conducirá
probablemente a que los escolares rehúyan esta tarea y no aprecien el valor que esta posee
como fuente de cultura, disfrute y conocimiento. Es importante insistir en la idea de que la
lectura nunca debe ser impuesta por obligación, ya que esto únicamente conllevará que los
alumnos lean a desgana o recurran a internet para descargar los resúmenes, en lugar de
leerse las obras. Sin embargo, si los invitamos a que se sumerjan en las letras, consiguiendo
que se sientan identificados con los personajes, podemos conseguir que creen el hábito de
lectura. El tratamiento que se le concede a la lectura no avanza en la dirección correcta, ya
que nos equivocamos cuando forzamos a leer una obra a una determinada edad sabiendo
que ni los estudiantes la leerán, ni nosotros les daremos la oportunidad de hacerlo como se
debiera.
Por este motivo, las escuelas deberían plantearse otras formas de acercar la lectura a los
jóvenes, como por ejemplo, utilizando nuevos soportes, dando la oportunidad a los alumnos
de decidir qué desean leer, destinando horas lectivas para la lectura, proponiendo actividades
creativas en las que los libros sean los protagonistas, etc. Al mismo tiempo, debemos
acercarlos a distintos formatos más actuales y modernos con los que estén más
familiarizados, ya que es importante conectar la lectura con los
intereses, hobbies, motivaciones y curiosidades que ellos posean. Muchas veces esto se debe
a que los centros de enseñanza no cuentan con el personal docente suficiente para realizar
actividades o campañas que tengan como fin promulgar la lectura entre los más jóvenes. En
este espacio se puede –y se debe– fomentar la lectura y fidelizar a los potenciales
lectores. Como ya mencionamos, es manifiesto el desapego y desinterés de estos hacia esas
obras que se ven obligados a leer de forma constante y frecuente para cumplir con un temario
y aprobar de forma satisfactoria la asignatura, pero con el uso progresivo y asiduo de la
biblioteca, los alumnos serán capaces de encontrar obras que les llamen la atención, lo que
produciría un interés por otras obras, y a medio plazo, nos encontraríamos con un lector cada
vez más conocedor de la literatura en sí y un lector fiel, cuya pasión por la lectura no haría
sino aumentar.
La familia debe trabajar mano a mano con la escuela para incrementar el interés por la lectura
de los adolescentes. Para aproximar a los jóvenes a la lectura y fomentar su hábito lector
debemos ofrecerles diferentes formatos y soportes, ya que las nuevas generaciones exigen
que el acto de leer se actualice. En el mundo contemporáneo, la tecnología forma parte del
día a día de los escolares y por eso sería conveniente conectar la lectura con realidad. Un
ejercicio sumamente útil e son las tertulias literarias o clubes de lectura, en los que los
alumnos exponen su opinión y conclusiones del libro en cuestión.