ESCUELA CLASICA DE LA ADMINISTRACION
A esta escuela también se le denomina "tradicional", "operacional" o "del proceso administrativo". Su enfoque se orienta hacia
la identificación de las funciones administrativas, es decir, las actividades que realiza el administrador, y al establecimiento de principios
administrativos. Se considera que las funciones y principios son universales para todos los administradores.
El enfoque clásico de la administración está conformado por las teorías de los ingenieros Henry Fayol y Frederick W. Taylor, cuyas
aportaciones definieron la administración a mitad del siglo XX, estas dos teorías son independientes, pero ambas se complementan y
conforman la administración clásica.
La teoría clásica de la administración, es una corriente del conocimiento impulsada por el francés Henry Fayol en 1916, para
ofrecer mejoras a la teoría de la administración científica de Taylor. De acuerdo, a Masías (2017) El surgimiento de estos enfoques fue a
consecuencia del alto crecimiento que se vivía con la revolución industrial y la visión de que a tal crecimiento las organizaciones necesitan
de sistemas de organización y dirección que logran aumentar su eficiencia y por tal, ser más competitivas (p. 25).
Por su parte, esta escuela propuso dividir el proceso administrativo en funciones bien estructuradas. Estas funciones son la
planeación, dirección, organización, coordinación y el control. Al igual, estableció 14 principios que suelen considerarse como normativas
generales de la administración y que dominan todas las funciones de la organización.
Entre ellos, se tiene como primer principio la división del trabajo, significa dividir la organización del trabajo según la capacidad y
la eficiencia de cada empleado y de cada área, para alcanzar una mejor eficacia y productividad. Un segundo principio basado en la
autoridad y la responsabilidad, estableciendo un equilibrio entre el poder que ejerce la autoridad y las funciones que debe realizar. Por
otro lado, señala la disciplina. Este principio puede fomentarse desde la autodisciplina o a través de sanciones o multas para quien no las
respete.
Otro de los principios es la unidad de mando, donde un trabajador recibe órdenes de un solo jefe. La unidad de dirección, que
corresponde al jefe. La subordinación del interés individual al interés general, es otro de los principios que estableció Fayol reconociendo
primero el interés de la organización y en segundo lugar al de los empleados. Al igual que la remuneración como política de incentivos
financieros y no financieros.
También la centralización y descentralización. La cadena escalonada o jerarquía. El orden, tanto en lo material como humano.
La equidad al dar un trato igualitario a todos los empleados. La estabilidad personal. La iniciativa como capacidad para visualizar un plan
y por último, la unidad, cooperación y espíritu de equipo.
Fayol reconoció seis grupos de funciones básicas para la administración, que toda empresa debe tener presente como son las
funciones técnicas para la producción de bienes o servicios; las funciones comerciales para la compra y venta de bienes y servicios; las
funciones financieras para el control de capitales necesarios para invertir; las funciones de seguridad para la protección y preservación de
los recursos; las funciones contables para los balances, gastos y estadísticas y las funciones administrativas para la integración y
coordinación de las funciones anteriores.
Entre los aportes de esta escuela se tiene el proceso administrativo, las funciones organizacionales, costos de organización formal
e informal, principios de administración y el concepto de línea y staff: se establece la existencia de órganos de asesoría o staff dentro de
la empresa mismo que tienen autoridad dentro de la línea formal de mando.
Por otro lado, estudios realizados en mayor profundidad, por las corrientes posteriores a esta escuela han señalado como críticas
que esta carecía de experimentación y de comprobación de sus principios. Además, el factor humano no conformaba el foco principal,
por el contrario, esta teoría exponía a los trabajadores a condiciones deplorables con el fin de alcanzar un mayor rendimiento en la
productividad. Fue considerada como “la teoría de la máquina”, cuyos recursos humanos trabajan de manera mecanizada y repetitiva a
la par de las maquinarias. este aspecto humano fue estudiado en mayor profundidad por las corrientes posteriores.
Finalmente, se puede señalar que algunos de los objetivos de la escuela clásica económica siguen vigentes, como por ejemplo el
de fomentar la producción individual y crear la libre competencia de las personas para que puedan desarrollarse individualmente. Al igual
que los procesos administrativos.