LA DEPRESIÓN
La depresión es una alteración del estado de ánimo, un trastorno afectivo-
cognitivo que recubre todos los aspectos de la vida de una persona con
pesimismo. Quién está deprimido ve la realidad de una forma totalmente
distinta a cuando no padecía este trastorno, en consecuencia, su modo de
actuar, sus actitudes y comportamiento también cambian.
DEPRESIÓN ADOLESCENTE
La depresión en adolescentes es un problema de salud mental grave que
provoca un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en
realizar diferentes actividades. Afecta la manera en que tu hijo adolescente
piensa, se siente y se comporta, y puede provocar problemas emocionales,
funcionales y físicos. Aunque la depresión puede ocurrir en cualquier momento
de la vida, los síntomas entre los adolescentes y los adultos pueden ser
diferentes.
Algunos problemas como la presión de sus compañeros, las expectativas
académicas y los cuerpos que cambian pueden ocasionar muchos altibajos en
los adolescentes. Sin embargo, para algunos adolescentes, estar deprimido es
mucho más que solo sentimientos temporales, sino que es un síntoma de
depresión.
Es probable que los síntomas de depresión no mejoren por sí solos y pueden
empeorar o provocar otros problemas si no se los trata. Los adolescentes
deprimidos pueden estar en riesgo de suicidio, incluso si los signos y síntomas
no parecen graves.
La depresión en adolescentes no es una debilidad o algo que se pueda superar
con fuerza de voluntad, puede tener consecuencias graves y requiere
tratamientos a largo plazo. Para la mayoría de los adolescentes, los síntomas
de depresión se calman con tratamientos como medicamentos y terapia
psicológica
¿TRISTEZA O DEPRESIÓN?
La tristeza es una de las emociones más habituales en el ser humano. Es una
respuesta natural ante situaciones concretas negativas (como una pérdida
importante, unas expectativas incumplidas o una enfermedad física) en que el
dolor se manifiesta de diversas formas; desde el llanto hasta la falta de
motivación o de energía, de apetito, de actividad, etc. Todos la
experimentamos en alguna ocasión, como la alegría, el miedo o la ira entre
otras. Ahora bien, si la tristeza se prolonga en el tiempo de forma excesiva,
impide a la persona seguir adelante con su vida y genera un malestar muy
intenso, se considera que puede estar convirtiéndose en depresión. Dada esta
cercanía, conocer y entender las diferencias entre tristeza y depresión resulta
vital para poder dar con el tratamiento que necesitamos.
PRINCIPALES DIFERENCIAS ENTRE TRISTEZA Y DEPRESIÓN
La principal diferencia entre ambas es la intensidad, la duración y, sobre todo,
el motivo.
1 La tristeza es un estado, la depresión un trastorno
De sus respectivas definiciones podemos extraer la primera diferencia entre
tristeza y depresión. Y es que mientras que la tristeza, función adaptativa y
funcional, es un estado de ánimo relativamente habitual y pasajero, una
reacción ante un acontecimiento puntual, la depresión es un trastorno del
estado de ánimo psicológico que incluye la tristeza como una de sus muchas
facetas, junto a la apatía, la angustia, la desesperanza, la ansiedad,
anhedonia…, en ocasiones sin ninguna causa aparente. Así, las personas que
sufren un cuadro depresivo, se encuentran en una situación crónica de
malestar.
2. La tristeza prolongada puede derivar en una depresión
La tristeza tenemos que experimentarla para que nos ayude a afrontar
situaciones negativas en el presente y en el futuro y tener recursos para
gestionar esas emociones negativas.
En determinadas ocasiones, esa emoción de tristeza se agudiza, se intensifica
y se prolonga en el tiempo. En ese momento la tristeza puede derivar en una
depresión. Esto se da cuando la persona no sólo se siente entristecida, sino
que además se ve afectada a la hora de desarrollarse en sus rutinas diarias
con normalidad. En consecuencia, en la depresión es más complicado
determinar su origen, o al menos un único hecho que la justifique.
La duración de un episodio depresivo puede variar desde varias semanas a
varios meses o incluso años. La mayoría de las personas suelen estar
completamente bien entre 4 y 6 meses. Sin tratamiento puede durar semanas,
meses e incluso años.
3. La actividad neuronal y otros procesos mentales
Gracias a las distintas técnicas de neuroimagen, se ha podido observar que la
depresión produce cambios neuronales. Las personas con depresión presentan
un nivel de activación neuronal inferior al de las personas sanas en varias
zonas del cerebro. Los niveles de serotonina, norepinefrina y dopamina
también son menores, lo que influye directamente en el desarrollo de distintos
procesos mentales. Por otro lado, las dinámicas de activación cerebral de las
personas tristes no experimentan cambios tan radicales ni persistentes en el
tiempo.
4. Incapacidad para enfrentar el día a día
Las personas que padecen depresión son también víctimas de la abulia o
incapacidad para enfrentarse a tareas cotidianas, tales como desempeñar el
trabajo con normalidad, hacer la compra o mantener sus relaciones cuidadas,
además de no experimentar placer, satisfacción o interés por nada sufriendo
anhedonia. Esto puede presentarse durante semanas o incluso puede
alargarse meses.
SÍNTOMAS
Los signos y síntomas de depresión en los adolescentes incluyen un cambio en
la actitud y el comportamiento previos del adolescente que pueden provocar
angustia y dificultades importantes en la escuela o el hogar, en actividades
sociales o en otros aspectos de la vida.
Los síntomas de depresión pueden variar en su gravedad, pero los cambios en
las emociones y el comportamiento del adolescente pueden incluir los
siguientes ejemplos.
Cambios emocionales
Debes prestar atención a los cambios emocionales, tales como:
Sentimientos de tristeza, los cuales pueden incluir episodios de llanto sin
razón aparente
Frustración o sentimientos de ira, incluso por asuntos menores
Sentimientos de desesperanza o vacío
Estado de ánimo irritable o molesto
Pérdida del interés o del placer en las actividades cotidianas
Pérdida de interés en familiares y amigos o estar en conflicto con ellos
Autoestima baja
Sentimientos de falta de valoración de sí mismo o culpa
Fijación en fallas pasadas o autoinculpación o autocrítica excesiva
Sensibilidad extrema al rechazo o al fracaso, y excesiva necesidad de
aprobación
Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
Sensación continua de que la vida y el futuro son sombríos y
desalentadores
Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. Deseos de muerte.
Cambios en el comportamiento
Debes estar atento a cambios en el comportamiento, como, por ejemplo:
Cansancio y pérdida de energía.
Insomnio o dormir demasiado.
Cambios en el apetito: falta de apetito y pérdida de peso, o más antojos
por ciertos alimentos y aumento de peso.
Consumo de sustancias ilícitas o bebidas alcohólicas.
Agitación o desasosiego: por ejemplo, paso intranquilo, frotarse las manos
o la imposibilidad de quedarse quieto.
Lentitud al razonar, hablar o realizar movimientos corporales.
Quejas frecuentes de dolores de cuerpo o cabeza que no tienen
explicación y que pueden incluir visitas frecuentes al personal de
enfermería escolar.
Aislamiento social.
Bajo rendimiento escolar o ausencias frecuentes de la escuela.
Menor atención a la higiene o al aspecto personales.
Arrebatos de ira, comportamiento problemático o arriesgado, u otros
comportamientos para llamar la atención.
Autolesiones: por ejemplo, cortarse o quemarse.
Armar un plan de suicido o un intento de suicidio.
CAUSAS
Se desconoce la causa exacta de la depresión, pero puede haber varios
problemas implicados. Estos incluyen los siguientes:
Neuroquímica cerebral. Los neurotrasmisores son sustancias químicas
que se encuentran naturalmente en el cerebro y que trasmiten señales a
otras partes del cerebro y del cuerpo. Cuando estas sustancias químicas
son anormales o se ven alteradas, la función de los receptores y sistemas
nerviosos cambia, lo que genera depresión.
Hormonas. Es posible que los cambios en el equilibrio hormonal del
cuerpo influyan en causar o desencadenar la depresión.
Rasgos hereditarios. La depresión es más común en las personas que
tienen parientes consanguíneos (como uno de los padres o de los
abuelos) con este trastorno.
Trauma de la primera infancia. Los eventos traumáticos durante la
infancia, como el abuso físico o emocional o la pérdida de uno de los
padres, pueden causar cambios en el cerebro que aumentan el riesgo de
presentar depresión.
Patrones aprendidos de pensamiento negativo. La depresión en los
adolescentes puede estar asociada a aprender a sentirse inútil, contrario a
aprender a sentirse capaz de encontrar soluciones para los desafíos de la
vida.
FACTORES DE RIESGO
Existen muchos factores que aumentan el riesgo de que se manifieste o se
desencadene la depresión adolescente. Entre estos, se incluyen los siguientes:
Tener problemas que impacten de forma negativa en su autoestima, como
obesidad, malas relaciones con sus compañeros, acoso prolongado o
dificultades académicas.
Haber sido víctima de violencia o testigo de casos de violencia, como
abuso sexual o físico.
Tener otras afecciones de salud mental, como trastorno bipolar, de
ansiedad o de la personalidad; sufrir anorexia o bulimia.
Tener problemas de aprendizaje o trastorno por déficit de atención e
hiperactividad.
Tener dolor constante o una enfermedad física crónica- Ejemplo: cáncer
Tener ciertos rasgos de personalidad, como autoestima baja o depender
demasiado de los demás, ser autocrítico o pesimista.
Los antecedentes familiares y los problemas en el hogar o con otras
personas pueden aumentar el riesgo de que el adolescente sufra
depresión. Por ejemplo:
Tener padres, abuelos u otros parientes consanguíneos con depresión,
trastorno bipolar o problemas por consumo de alcohol.
Tener un familiar que se haya suicidado.
Tener un familiar con problemas importantes para relacionarse o
comunicarse.
Haber vivido eventos de vida estresantes recientes, como el divorcio de
los padres, el servicio militar de los padres o la muerte de un ser
querido.
COMPLICACIONES
La depresión no tratada puede derivar en problemas emocionales, de conducta
y de salud que afecten todas las áreas de la vida del adolescente. Entre las
complicaciones relacionadas con la depresión adolescente, se encuentran las
siguientes:
Abuso de drogas ilícitas y alcohol
Problemas académicos
Conflictos familiares y problemas interpersonales
Suicidio o intentos de suicidio
PREVENCIÓN
No existe una manera definitiva de prevenir la depresión. Sin embargo, las
siguientes estrategias pueden ser útiles. Alentar al adolescente a hacer lo
siguiente:
Tomar medidas para controlar el estrés, aumentar la resiliencia y
potenciar la autoestima para ayudar a manejar los problemas cuando
surgen
Practicar hábitos de cuidado personal, por ejemplo, mediante la creación
de una rutina de sueño saludable y el uso responsable y moderado de la
electrónica
Buscar el apoyo social y de amigos, especialmente en momentos de
crisis
Obtener tratamiento ante el primer signo de un problema para ayudar a
impedir que la depresión empeore
Si el médico lo recomienda, continuar con el tratamiento, incluso luego
de que los síntomas disminuyan, para ayudar a prevenir una recaída de
los síntomas de la depresión