REFRIGERADOS MAVERICK S.A. de C.V.
ASUNTO: SE VS.
INTERPONE CONSTRUCCION, INGENIERIA y PROYECTO
RECURSO DE ELECTRICO S.R.L. de C.V.,
APELACION ARMANDO FERNANDEZ MARTINEZ y
EN OSCAR CAMBRON PONCE
CONTRA DE JUICIO: EJECUTIVO MERCANTIL
LA EXPEDIENTE: 1460/2019
SENTENCIA
INTERLOCUTORIA.
C. JUEZ SEGUNDO CIVIL
DE LA CIUDAD DE MEXICO.
P R E S E N T E.
ARMANDO FERNANDEZ MARTINEZ, por mi propio derecho en lo personal y en mi
carácter de administrador único de CONSTRUCCION, INGENIERIA y PROYECTO
ELECTRICO S.R.L. de C.V, personalidad que se acredita en términos de la copia
certificada del Instrumento escritura Notarial en original número veinte mil
cuatrocientos dos, volumen doscientos noventa y dos de fecha diecisiete de enero
del dos mil catorce, del índice de la Notaría Pública número 101 del Estado de
México a cargo de la licenciada REGINA REYES RETANA MARQUEZ, la cual
obra en autos; señalando como domicilio para recibir toda clase de notificaciones
y documentos el ubicado en la Calle Camelia número 63-B, Colonia Guerrero,
en la Alcaldía de Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, C.P., 06300;
Autorizando en los términos del artículo 12 de la Ley de Amparo a los licenciados
en derecho KAREN STEPHANIE ECHEGARAY CHAVEZ con cédula profesional
número 8037194 y JULIO SANDOVAL CRUZ con cédula profesional 4598362,
CLAUDIA IVONNE TOVAR CARDONA y EMILIO OLVERA REYNA para que a
mi nombre y representación, interpongan los recursos que procedan, ofrezcan e
intervengan en el desahogo de pruebas, aleguen en las audiencias, pidan que se
dicte sentencia, ante usted con el debido respeto comparezco para exponer:
Con fundamento en lo dispuesto por los artículos 692, 693 y demás relativos y aplicables
del Código de Procedimientos Civiles para esta entidad, estando en tiempo y forma vengo a
interponer RECURSO DE APELACION en contra de la sentencia interlocutoria de fecha
dieciocho de Octubre del año dos mil veintiuno, en virtud de que la referida resolución me causa
agravios, los que hago valer en líneas adelante.
En efecto, la sentencia recurrida me causa los siguientes:
AGRAVIOS
PRIMERO.- El primer agravio que se causa al suscrito y la moral presentada con la sentencia
recurrida, se hace consistir en que el A quo violó en mi perjuicio lo dispuesto por el artículo 1.138
del Código de Procedimientos Civiles, en relación con lo dispuesto por los artículos 1.86 del mismo
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ordenamiento por la falta de aplicación en, pues omitió mandar a llamar a juicio a un tercero que las
cuestiones que en el juicio se ventilan, afectan a mas de dos personas, esto es que la suscrita al
momento de dar contestación a la demanda instaurada en su contra refiere que existe una tercera
persona de nombre SEVERINA GABRIEL ORTIZ que es la dueña del inmueble materia de la Litis,
y que existe una relación contractual celebrada con ella, por lo que la suscrita cita el precepto legal
1.86 del ordenamiento ya referido que a la letra dice:
ARTICULO 1.86.- ES NECESARIO EL LITISCONSORCIO, CUANDO LAS CUESTIONES QUE EN
EL JUICIO SE VENTILAN, AFECTAN A MAS DE DOS PERSONAS, DE TAL MANERA QUE NO SEA
POSIBLEPRONUNCIAR SENTENCIA VALIDA, SIN OIRLAS A TODAS ELLAS.
Fue así, que en auto de fecha 24 de Mayo del 2016, el A quo negó el litisconsorcio
necesario argumentando que el juicio especial de desahucio es de Litis cerrada, por lo que omitió
llamar a juicio a la señora SEVERINA GABRIEL ORTIZ, violación que la suscrita hizo valer a
través del recurso de revocación al auto mencionado, y en sentencia interlocutoria el Juzgador
nuevamente violo el numeral antes referido, en virtud que niega el llamamiento a juicio de un
tercero extraño, hecho que es totalmente violatorio a mis derechos procesales, puesto que el A quo
deja de cumplir con el principio de exactitud y dirección del proceso.
Es por lo anterior solicito de este Tribunal de Alzada, tenga por fundado mi agravio por
causarme un acto violatorio a mis derechos procesales, revocando asi la sentencia recurrida, a efecto
de que se mande a llamar a juicio a un tercero extraño bajo la figura de litisconsorcio necesario
contemplada en la legislación del Estado de México.
SEGUNDO.- El segundo agravio que se causa a la suscrita con la sentencia recurrida, se hace
consistir en que el A quo violó en mi perjuicio lo dispuesto por el artículo 2.104 fracción I del
Código de Procedimientos Civiles vigente en la entidad, pues dentro del procedimiento el A quo
incumplió con la aplicación del numeral anteriormente referido que a la letra dice:
ARTICULO 2.104. DESPUES DE LA DEMANDA, O CONTESTACION, NO SE ADMITIRAN AL
ACTOR NI AL DEMANDADO, EN SU CASO, OTROS DOCUMENTOS, QUE LOS QUE SE HALLEN EN LOS
CASOS SIGUIENTES:
I. SER DE FECHA POSTERIOR A DICHOS ESCRITOS;
II. LOS ANTERIORES, RESPECTO DE LOS CUALES, PROTESTANDO DECIR VERDAD,
ASEVERE LA PARTE QUE LOS PRESENTE NO HABER TENIDO CONOCIMIENTO ANTES DE SU
EXISTENCIA, SALVO PRUEBA EN CONTRARIO. EN ESTOS CASOS LOS DOCUMENTOS DEBERAN
OFRECERSE DENTRO DE LOS TRES DIAS SIGUIENTES AL EN QUE TUVO CONOCIMIENTO DE SU
EXISTENCIA;
III. LOS QUE NO HAYA SIDO POSIBLE ADQUIRIR CON ANTERIORIDAD, POR CAUSAS NO
IMPUTABLES A LA PARTE INTERESADA, Y SIEMPRE QUE HAYA HECHO OPORTUNAMENTE LA
SOLICITUD AL ARCHIVO O LUGAR EN QUE SE ENCUENTREN LOS ORIGINALES, ANTES DE LA
DEMANDA O CONTESTACION, EN SU CASO.
Por lo que en base a ese numeral, la suscrita presento en fecha 19 de Septiembre del
2016, una prueba superviniente consistente en copias certificadas de un juicio de RESCISION
DE CONTRATO DE MUTUO promovido por la señora SEVERINA GABRIEL ORTIZ en
contra de ISABEL SOTO GABRIEL, el cual fue radicado ante el Juzgado Tercero Civil de
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Ecatepec de Morelos, Estado de México bajo el numero de expediente 614/2016, con el cual se
acreditaba que la suscrita ya no ostentaba la posesión del inmueble materia de la Litis y el A
quo en auto de fecha 19 de Septiembre del año 2016 acordó no ha lugar por tenerla por
admitida argumentando que no se encontraba en los supuestos del numeral 2.104 de la
legislación en cita, hecho que es notoriamente falso y que causa agravio a la suscrita en virtud
que dicha probanza se adminicula con EL CONTRATO DE MUTUO exhibido al momento de
contestar la demanda y que fue admitida por su Señoría.
Así mismo, dentro del auto de fecha 19 de Septiembre del 2016, el Juzgador confunde
lo peticionado por la promovente, ya que en primer lugar la suscrita por medio de la promoción
anteriormente referida solicita en primer término se tenga por admitida la prueba superviniente
por cumplir los requisitos de ley, luego entonces, en segundo término, la suscrita intenta hacer
valer una EXCEPCION SUPERVINIENTE contemplada en el numeral 2.117 de la legislación
en cita, que si bien es cierto existe, lo es también que no fue ofrecida dentro de los tres días
siguientes aquel en que haya tenido conocimiento la suscrita, tal y como se desprende de
actuaciones, por lo que a estas dos peticiones el Juzgador se confunde y niega la admisión de la
prueba superviniente como PRUEBA intentando negarla en base al numeral 2.117 de la Ley
adjetiva de la materia, es decir en base a la EXCEPCION SUPERVINIENTE, hecho que se
hizo valer en el procedimiento mediante recurso de apelación, mismo que la autoridad
confirmo bajo argumentos infundados, toda vez que es de notar que la prueba superviniente
cumple con el supuesto de la fracción I del numeral 2.104 del ordenamiento en cita, ya que el
juicio promovido por la señora SEVERINA GABRIEL ORTIZ en fecha 02 de Agosto del
2016, es posterior a la contestación de demanda por parte de la suscrita en fecha 24 de Mayo
del 2016, cumpliendo con lo referido.
En base a lo anterior, solicito de este H. Tribunal de Alzada revoque la sentencia
definitiva de fecha ocho de mayo del presente año, a efecto de que se admita la prueba
superviniente por la suscrita y pueda ser valorada bajo los lineamientos le ley, para los efectos
legales conducentes.
TERCERO.- El tercer agravio que causa perjuicio a la suscrita la sentencia recurrida se hace
consistir en que el A quo en la sentencia de fecha 08 de Mayo del 2016, viola el precepto legal
1.196 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de México toda vez que el Juzgador
no fundamenta ni motiva por qué dicha excepción no es procedente en relación a la falta de
aplicación al numeral 1.359 del mismo ordenamiento en cita, en virtud que en la sentencia
definitiva en el apartado de estudio de las excepciones de nulidad y lo que la demandada Isabel
soto Gabriel denomino falta de personalidad de su escrito de contestación de demanda se
acreditaba que la actora no tiene la legitimación para celebrar el contrato de arrendamiento que
requiere el numeral 7.676 del ordenamiento en cita, en virtud que el mismo refiere:
ARTICULO 7.676.- PUEDEN CELEBRAR EL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO, LOS
PROPIETARIOS DEL BIEN, QUIENES TENGAN DERECHO O ESTEN FACULTADOS PARA
HACERLO, YA SEA POR AUTORIZACION DEL DUEÑO O POR DISPOSICION DE LA LEY,
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Por lo que, al darse vista a la actora respecto a las excepciones de la suscrita, la actora
en su desahogo de vista se desprende que CONFIESA EXPRESAMENTE que no es la dueña
del inmueble, ya que dice ser de su esposo de nombre CIPRIANO IRINEO RODRIGUEZ
SUAREZ de quien dice están casados bajo sociedad conyugal pero en ningún momento
acredita con la documental publica pertinente tal manifestación, lo que si es, que expresamente
acepta el hecho de que el inmueble NO es de su propiedad, por lo que el a quo debió valorar
debidamente la instrumental de actuaciones ya que de las mimas se desprendía que la actora
había aceptado no ser la dueña del inmueble, por lo que el A quo únicamente refiere en foja
329 lo siguiente:
…”Sin que en nada le beneficien a la demandada la instrumental de
actuaciones y la presunciones en su doble aspecto, ya que de estas no se desprende
elemento o dato alguno que justifique que la actora no es propietaria del bien
inmueble arrendado o que carece de derechos para celebrar contrato de
arrendamiento por lo que con fundamento en el numeral 1.359 del Código de
Procedimientos Civiles no se otorga valor probatorio alguno a las mismas”…
De lo anterior se desprende con toda claridad que el A quo deja de otorgar valor
probatorio a la instrumental de foja 43 en la cual la actora acepta expresamente el hecho de que
ella no es la dueña y que lo es el señor CIPRIANO IRINEO RODRIGUEZ SUAREZ, por lo
que al haber una afirmación se revierte la carga de la prueba a la actora a efecto de acreditar
que efectivamente la persona que dice es el titular del inmueble y por lo tanto del derecho, es el
dueño y bien que este último le haya otorgado facultades para la celebración del documento
base de la acción, puesto que existe una nueva afirmación que la actora debió probar y que el A
quo no debió pasar por desapercibido ya que está faltando al principio de congruencia.
Ahora bien, en atención a la sentencia recurrida el Juzgador considera necesario que la parte
actora acredite los siguientes elementos, foja 330:
a) La existencia del contrato de arrendamiento o documento justificativo del mismo
que vincule a las partes contendientes a fin de que se legitimen activa y
pasivamente tanto en la causa como en el proceso; y
b) Que se reclame la desocupación de un inmueble por falta de pago de mas de dos
mensualidades
Por lo que se concluye que el A quo debió en la sentencia recurrida fundar y motivar
bajo el principio de congruencia lo que cada parte debió probar, en relación a lo siguiente, foja
330:
“Por lo que una vez analizado la suscrita el estudio y análisis de los medios de prueba existentes,
cabe decir que la parte actora, da cumplimiento tanto a la carga probatoria que la ley le impone en
el artículo 1.252 del Código adjetivo de la materia, como a la exigencia legal prevista en el diverso
precepto legal 2.311 antes indicado y que al tenor rezan:
ARTICULO 1.252.- El actor debe probar los hechos constitutivos de su acción y el demandado
los de sus defensas y excecpiones.”
Por lo que se desprende, que la actora debio asi probar su legitimación activa, derivado
de la aceptación que el inmueble no es de su propiedad, y si de un tercero del que aduce tener
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facultades para ello, hecho que no tomo en cuenta el A quo, dejando de valorar las actuaciones
que se encuentran dentro del procedimiento, es por ello que la sentencia recurrida causa un
agravio a la suscrita, por lo que solicito de este Tribunal de Alzada revoque la sentencia
mencionada.
CUARTO.- El cuarto agravio que causa la sentencia recurrida a la suscrita se hace consistir en
que el A quo omite aplicar el numeral 1.195 y 1.196 del Código de Procedimientos Civiles para
el Estado de México, toda vez que en la sentencia recurrida el A quo introduce figuras jurídicas
como lo es la tacita reconducción que ya no se encuentra vigente dentro de la legislación, por lo
que su sentencia carece de fundamentación jurídica a efecto de sostener el argumento que la
excepción de TERMINO RESOLUTORIO opuesta por la suscrita en la cual refiere que el
contrato de arrendamiento había fenecido en fecha 20 de Enero del 2015, ya no se encontraba
vigente, es asi que el A quo argumenta:
“Ahora bien, en cuanto al argumento de la demandada, hecho valer a fin de ser
eximida del pago, en el sentido de que, el plazo del arrendamiento había fenecido en fecha
veinte de Enero del 2015, argumento que denomino EXCEPCION DE TERMINO
RESOLUTORIO; al mismo resulta improcedente.(foja 36 de la sentencia)”
“Por lo que, tomando en consideración que contrario a lo que manifestó ISABEL
SOTO GABRIEL, si opero la tacita reconducción, esto derivado del material probatorio
agregado en autos del que se advierte que la arrendadora y arrendataria una vez concluido el
plazo fijado en el contrato de arrendamiento, estas continuaron comportándose como si el
mismo estuviera en vigor, prolongándose con ello el contrato celebrado.(foja 36 de la
sentencia)”
De lo anterior, resulta evidente que el A quo no fundamenta su determinación al referir
que opera la tacita reconducción, siendo que dicha figura ya no se encuentra vigente dentro de
la legislación, tal y como se sustenta con la siguiente jurisprudencia:
TÁCITA RECONDUCCIÓN. EL CÓDIGO CIVIL DEL ESTADO DE MÉXICO, EN
VIGOR A PARTIR DEL VEINTIDÓS DE JUNIO DE DOS MIL DOS, NO CONTEMPLA ESA
FIGURA JURÍDICA.
En la legislación civil sustantiva del Estado de México vigente hasta el veintiuno de junio
de dos mil, la figura jurídica de la tácita reconducción, no se encontraba contemplada expresamente
con dicha denominación, pues de los artículos 2340 y 2341 se advertía la forma en que ésta
operaba, precisando que cuando se estaba en presencia de un contrato de arrendamiento celebrado
por tiempo determinado, una vez concluido, si no existía oposición del arrendador para la
continuación del uso y goce del bien materia del contrato por parte del arrendatario, se entendía
prorrogada dicha relación contractual, pudiendo prolongarse por un año más o por tiempo
indefinido, según se tratara, de predio rústico o de urbano; de lo que se entendía que la tácita
reconducción no es sino el resultado de una presunción en favor del arrendatario, dada la omisión
del arrendador de manifestar su oposición para la continuación del arrendamiento, después de
vencido el término pactado en el respectivo consenso de voluntades y, dicha negativa se estableció
por la Suprema Corte de Justicia de la Nación a través de jurisprudencia definida, que debería
realizarse después del vencimiento del contrato, pero no fuera del plazo de diez días contado a
partir de su vencimiento; sin embargo, el contenido de los preceptos citados fue derogado del actual
texto del Código Civil, lo que se traduce en que la intención del legislador fue suprimir la existencia
de la figura jurídica de la tácita reconducción que, como se dijo, tenía como consecuencia que
tratándose de fincas urbanas, el arrendamiento continuaría por tiempo indefinido y si el inmueble
fuera rústico, se entendería renovado por otro año, supuestos que ya no se contemplan en la
codificación civil vigente.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEGUNDO CIRCUITO.
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Por lo que los argumentos del A quo de que opero la tacita reconducción no son legales,
puesto que la figura jurídica ha sido derogada y que no existe dentro de la legislación vigente,
faltando el legislador a los principios de congruencia, es por ello que solicito de este Tribunal de
Alzada declare fundado el agravio, asi mismo revoque la sentencia recurrida.
QUINTO.- El quinto agravio que se causa a la suscrita con la sentencia recurrida, se hace consistir
en que el A quo violó en mi perjuicio lo dispuesto por el artículo 1.359 del Código de
Procedimientos Civiles, vigente en la entidad, pues al margen de la suscrita ya no se encuentra en
posesión del inmueble materia de la Litis tal y como se acredito con las testimoniales ofrecidas por
la suscrita, el A quo al valorar las pruebas ofrecidas y desahogadas en el juicio, lo hizo en forma
inexacta y por ello arribó a la errónea conclusión de que la suscrita tiene que desocupar un inmueble
que no ocupa actualmente. Por lo que en sentencia recurrida el A quo únicamente se limita a referir
lo siguiente:
“En cuanto a la testimonial a cargo de RAMON MANUEL AYALA PACHECO Y LUIS
GERARDO VELASQUEZ, en nada benefician a la demandada para desvirtuar la relación
contractual ya que dichos testigos no hacen referencia alguna respecto de la forma en que la
demandada ISABEL SOTO GABRIEL obtuvo la posesión derivada del inmueble objeto de
arrendamiento, aunado a que su testimonio se extendió a cuestiones que no son materia de la Litis,
por lo tanto no pueden ser tomadas en consideración, ya que los testigos no pueden traer dentro del
procedimiento cuestiones novedosas que en su oportunidad no fueron hechas valer por la
demandada, en consecuencia se niega valor probatorio alguno a su testimonio lo anterior con apoyo
en el artículo 1.359 del Código de Procedimientos Civiles para el estado de México (foja 334).”.
Es así, que de lo anterior se desprende que el A quo se limita a desestimar la testimonial
ofrecida por la suscrita, sin que el Juzgador motive las causas y razones por las que considera en
cuanto al caso en concreto que los testigos no acreditaron su dicho o que tales testimonios carecen
de validez por las razones claras y concisas que debió haber referido, por lo que la sentencia
recurrida incumple con las formalidades de ley, de fundamentar y motivar sus resoluciones
judiciales.
Siendo así que el A quo omitió realizar un estudio exhaustivo de la testimonial ofrecida por
la suscrita y desahogadas en audiencia de fecha 25 de Noviembre del 2016, en la cual se acredito
primeramente de la testimonial a cargo de LUIS GERARDO VELAZQUEZ MARQUEZ se
desprende que de las preguntas directas ocho, nueve, diez y once, asi como de las repregunta c), se
acredita con su testimonio que la actora ya no ocupa el inmueble materia de la Litis desde el día 18
de Agosto del 2016, en virtud que el testigo le ayudo a la suscrita a sacar sus pertenencias del lugar
que el lo presencio con todos sus sentidos que por ello le constan los hechos y en todo momento su
testimonio es congruente y ubicado en tiempo y especio, asi mismo la testimonial a cargo de
MANUEL AYALA PACHECO, es congruente con la testimonial de LUIS GERARDO
VELAZQUEZ MARQUEZ ya que en todo momento ambos concuerdan en lo siguiente; en cuanto
al testigo MANUEL AYALA PACHECO se desprende de las preguntas directas dos, ocho,
repregunta a), nueve y repregunta c) y a la diez y once directas que el testigo sabe y le consta que en
fecha 18 de Agosto del año 2016, la suscrita dejo de poseer el inmueble materia de la Litis, puesto
que le pidio a estos vecinos que le ayudaran a sacar sus cosas, se aprecia que los testigos se
encuentran ubicado en tiempo, modo y lugar, puesto que ambos refieren la mismo tiempo, el mismo
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lugar y forma en que le ayudaron a la suscrita a desalojar el inmueble; hecho que dejo de valorar el
A quo, omitiendo un análisis de la testimoniales ofrecidas por la suscrita, situación que me causa
agravio toda vez que el Juzgador dejo de aplicar las reglas generales del derecho y valoración de la
prueba, a efecto de poder dictar una sentencia justa.
La prueba anterior se adminicula con la documental superviniente que el A quo no admitió
de forma errónea, a pesar de encontrase dentro de los supuestos del numeral 2.104 fracción I, del
ordenamiento en cita, situación que se hizo valer en el agravio SEGUNDO del presente recurso.
Es por lo anterior que solicito de este Tribunal de Alzada tenga por fundado mis agravios y
revoque la sentencia recurrida a fin de que se valoren las pruebas ofrecidas por la suscrita.
SEXTO.- El sexto agravio que causa perjuicio a la suscrita se hace consistir en que el A quo violó
en mi perjuicio lo dispuesto por el artículo 1.359 del Código de Procedimientos Civiles, vigente en
la entidad, pues el A quo otorga valor probatorio a le testimonial ofrecida por al actora la cual
carece de validez pues los testigos no resultan ser los idóneos en razón del parentesco con la actora,
por lo que el A quo al valorar las pruebas ofrecidas y desahogadas en el juicio, lo hizo en forma
inexacta y por ello arribó a la errónea conclusión que de la suscrita tiene la posesión del inmueble
materia de la litis. Por lo que en sentencia recurrida el A quo refiere:
“Probanzas estas robustecidas con la testimonial ofrecida por la actora a cargo de PILAR
JULIETA RODRIGUEZ ARGUETA y JUAN PABLO TRUJILLO VAZQUEZ, al ser idóneos, contestes y
uniformes en cuanto al hecho que quien tiene la posesión del inmueble objeto de la controversia lo es
ISABEL SOTO GABRIEL derivado del arrendamiento que ha venido detentando desde hace cinco años;
situación esta que se desprende específicamente de las preguntas ocho y nueve del interrogatorio exhibido
para su desahogo y sus respectivas repreguntas formuladas por los codemandados, al referir que conocen
dicho hecho por haber estado presentes; por lo que con apoyo 1.326 y 1.359 del Código de Procedimientos
Civiles se otorga valor probatorio a dicho testimonio para tener por justificada la relación contractual que
une a las partes y como consecuencia la posesión derivada otorgada a la arrendataria.(foja 333).”
De lo anterior se desprende que el A quo otorga valor probatorio a la testimonial ofrecida
por la actora, sin que se haya hecho un análisis exhaustivo respecto de la audiencia de fecha 25 de
Noviembre del 2016, en razón a que la testimonial a cargo de PILAR JULIETA RODRIGUEZ
ARGUETA debió desestimarse en razón del parentesco, ya que la testigo mencionada refiere en sus
generales ser hija de la actora, por lo que resulta evidente que al existir un parentesco con
consanguineidad en línea recta su testimonio carece de valor probatorio, lo cual el A quo omitió al
emitir la sentencia recurrido, ahora bien, en cuanto a JUAN PABLO TRUJILLO VAZQUEZ su
testimonio carece de valor probatorio en razón a que el mismo se contradice con el primer testigo de
la parte actora violentando el principio de contradicción ya que en la repregunta b) de Javier soto
Gabriel, el testigo refiere que estuvo presente en la celebración del contrato de fecha martes veinte
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de enero del dos mil once, hecho que evidencia que el testigo no se encontraba presente en la
celebración del contrato de arrendamiento documento base de la acción puesto que este fue
celebrado por la actora y la suscrita en fecha 20 de Enero del año 2014, no así 2011, siendo evidente
que el testimonio de esta última persona referida se encuentra desubicado en tiempo, puesto que
desconoce los hechos que refiere y por lo tanto carece de valor probatorio el total de su testimonio,
hecho que el A quo de forma contraria a la ley pasa por alto, al no analizar de forma exhaustiva el
testimonio de las testimoniales mencionadas, dictando una sentencia definitiva carente de
fundamentaciones y motivaciones acordes a la lógica y al derecho, por lo que todos y cada uno de
los considerandos que el A quo intenta fundar y motivar su sentencia son violatorios a los derechos
procesales y humanos de mi representada, causándole perjuicio de imposible reparación, dejándola
en un estado de indefensión, es por ello que solicito de su Usía se revoque la sentencia recurrida a
efecto de que este Tribunal de Alzada pueda reponer el procedimiento a efecto de que se subsanen
las violaciones procesales o bien modificar la sentencia analizando y otorgando valor probatorio a
las pruebas ofrecidas por la suscrita en términos de ley.
SEPTIMO.- El séptimo agravio se hace consistir en que el a quo violó mis derechos humanos y
procesales con la sentencia recurrida, se hace consistir en que el A quo violó en mi perjuicio lo
dispuesto por el artículo 1.253 del Código Adjetivo de la materia, el cual refiere lo siguiente:
“ARTICULO 1.253.- El que afirma tendrá la carga de la prueba, de sus respectivas posiciones de
hecho y los hechos sobre los que la contraparte tenga a su favor una presunción legal.
Por lo que en este sentido el Juzgador en forma ilegal arrojó la carga de la prueba a la
demandada en cuanto a que esta debía demostrar que la actora no tenía legitimación activa para la
celebración del contrato de arrendamiento de fecha 20 de Enero del 2014, lo cual es erróneo en
virtud que al momento en que la actora desahogo la vista que el A quo concedió a efecto de
pronunciarse respecto a las excepciones de la demandada ISABEL SOTO GABRIEL
concretamente en cuanto a la falta de legitimación de la parte actora porque la misma carece de
facultades para la celebración del contrato de arrendamiento puesto que existe una presuncional a
favor de la suscrita consistente en el contrato de comodato de fecha 01 de Febrero del 2015,
celebrado entre la suscrita y la señora SEVERINA GABRIEL ORTIZ que se sustenta como dueña,
con sus anexos que son pruebas documentales PUBLICAS consistentes en un traslado de dominio a
favor de la señora SEVERINA GABRIEL ORTIZ, por lo que la actora al desahogar la vista realiza
una afirmación que consiste en AFIRMAR que la ACTORA es esposa del dueño del inmueble, por
lo que la carga de la prueba se revierte en ese sentido, quien debe en todo caso demostrar que
efectivamente la persona que refiere de nombre CIPRIANO IRINEO RODRIGUEZ SUAREZ es el
dueño, luego entonces que tiene las facultades de este para celebrar contratos de arrendamiento en
su nombre, es la ACTORA, hecho que no hizo la actora únicamente fueron simples
manifestaciones, lo cual no ocurrió en el caso que nos ocupa.
En ese orden de ideas, el Juzgador intenta que la suscrita tenga la carga de la prueba de
hechos nuevos que fueron afirmados por la actora en el desahogo de la vista, aunado a que para la
procedencia de la acción de juicio especial de desahucio es necesario que las partes acrediten su
legitimación, tal y como lo argumenta el A quo en la sentencia recurrida, que a la letra dice:
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a) La existencia del contrato de arrendamiento o documento justificativo del
mismo que vincule a las partes contendientes a fin de que se legitimen activa y
pasivamente tanto en la causa como en el proceso; y
b) Que se reclame la desocupación de un inmueble por falta de pago de mas de dos
mensualidades (foja 330)”
Entonces, el cumplimiento de las obligaciones propias de cada parte debiesen haber sido
acreditadas,
En cuanto hace a las manifestaciones de la actora al dar contestación a la vista, hace una confesión
expresa al afirmar que un tercero ajena a la actora es el dueño del inmueble y que ella al ser su
esposa le corresponde el derecho de celebrar contratos de arrendamiento, debiéndose arrojar la
carga de la prueba a la actora y tener por confesado el hecho, tal y como se acredita con la siguiente
jurisprudencia:
CONFESIÓN EXPRESA, DIVISIBILIDAD DE LA, SI EL ABSOLVENTE NO
DEMUESTRA LOS HECHOS JUSTIFICANTES DE OTRO RECONOCIDO INICIALMENTE
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO).
En términos de lo dispuesto por el artículo 283 del Código de Procedimientos Civiles para
el Estado de México, la confesión expresa es la que se hace clara e indistintamente, ya al formular
o contestar la demanda, ya absolviendo posiciones, o en cualquier otro acto del proceso; de ahí que
si cuando se contesta la demanda se admite un hecho propio del demandado, pero además se
plantea otro como justificación de la conducta realizada en el primero, puede concluirse que el
tribunal de alzada actúa correctamente al dividir la confesión que se produjo en ese sentido, al
considerar como tal la parte que le perjudica al absolvente, y estima que le correspondía a éste la
carga de la prueba de acreditar las circunstancias o modificaciones que añada a su confesión;
máxime si en dicha confesión se acepta el hecho de haber abandonado el hogar conyugal, pero
afirmase que esto lo hizo por una situación atribuible a su cónyuge, con la pretensión de exculpar
su conducta; consecuentemente, en tal caso la confesión podrá ser divisible, por contener
circunstancias independientes que pueden separarse del hecho sobre el cual recaiga la aceptación,
máxime si ésta no se prueba dentro del procedimiento respectivo.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEGUNDO CIRCUITO.
En esta tesitura, lo procedente es que ese tribunal de alzada declare fundado el agravio que se hace
valer y consecuentemente revoque la sentencia recurrida absolviendo a la suscrita de las
prestaciones reclamadas toda vez que la actora no acredito su acción.
Por lo expuesto y fundado:
A USTED C. JUEZ, atentamente pido se sirva:
PRIMERO.- Tenerme por presentada en los términos del presente escrito interponiendo el recurso
de apelación que se indica, en contra de la sentencia definitiva de fecha 08 de Mayo del 2017, que
resolvió el presente juicio.
SEGUNDO.- Admitir a trámite el recurso de apelación interpuesto y con las copias simples de los
agravios que exhibo, correr traslado a la parte apelada para que en el plazo de ley, den contestación
a los agravios expresados.
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TERCERO.- Previos los trámites de ley, declarar fundados los agravios expresados y
consecuentemente revocar la resolución apelada y condenar a los codemandados al pago de las
prestaciones reclamadas.
CUARTO.- Tener por señalado el domicilio que se indica y por autorizados a los profesionistas y
personas que se indican, para los fines que se precisan.
PROTESTO LO NECESARIO
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ISABEL SOTO GABRIEL
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LIC. KAREN STEPHANIE ECHEGARAY CHAVEZ
CED. PROF. 8037194
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