-Fundamentos
de un modelo
Integrativo en
psicoterapia
_ Héctor Fernandez Alvarez
= j
p Pte
|Cubjerta de Gustavo Macti
150.195 Femdndez Avvorez, Héctor
Fundamentos de un modelo Integrative en psicotera-
plas 2° ed, 24 reimp. Buenos Aires : Paidés, 2005.
244 p, { 22x16 cm. (Psicologlo, Psiqulatria y
cod
Psicoterapia ; 15123)
ISBN 9501231232
1, Psicoterapia |. Titulo
1° edicién, 1992
1° reimpresién, 1996
2° reimpresion, 2005
Quedan riguroaamente prohi Jin la nutorizacién escrita de los titulares del copyright, bajo
weiScner establecidas en In leyes, a reproduceién total o parcial de esta obra por cus
procedumniento, comprendides Ia reprografia y el tratamiento informatico,yla dati
he ella mediante alex 0 préstamo publics.
1992 de todas las ediciones en castellano
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eeINDICE
Introduccién ...... 13
PARTE I: ANTECEDENTES
1. JUSTIFICACIONES DE UN MODELO
INTEGRATIVO DE PSICOTERAPIA 19
Razones clinicas y teéricas 19
Antecedentes. .. 24
El papel de la investigacién en psicoterapia. 26
34
Reduccionismo e integracion. ....
ENFOQUES TRADICIONALES
DE PSICOTERAPIA
Clasificacién de la psicoterapia de acuerdo con
el tipo de proceso considerado dominante en la
generacién de patologias....
II. Clasificacién de las psicoterapias de acuerdo con
el grado de participacién relativa del individuo y
el contexto en la generacién de las patologias.. 54
TIL. Otras clasificaciones 57
La constitucién del campo de las psicoterapias. 58
3, LA PSICOLOGIA COGNITIVA
Y LA PSICOTERAPL 61
La eyolucién de la psicologia co; 61
El impacto de la revolucién cognitiva en la psicolo-
70.
gfa clinica. .....
4, PRIMERA ETAPA: EMPLEO DEL PARADIGMA
DE PROCESAMIENTO DE INFORMACION.......... 77
Caracterizacién del paradigma de procesamiento de
informacién 808 INDICE.
5. SEGUNDA ETAPA: ENFOQUE COGNITIVO-
SOCIAL Y CONSTRUCTIVISMO .......
Las limitaciones del procesamiento de informacién.
Procesos retroactivos y proactivos. ..... we 1OL
Desarrollos constructivistas en psicologfa y psico-
terapia. .......
PARTE II: TEORIA
CARACTER CONSTRUCTIVO DE LA
EXPERIENCIA PSICOLOGICA. ....
La actividad psfquica como construccién
realidad. ........ efi
Cognicién, conocimiento y construccién.
La construccién como un sistema de estructuras de
significado. ....... ai ceouspeceeera Ba
6.
113
113
118
ESTRUCTURAS DE SIGNIFICADO.
Naturaleza de los significad:
Cardcter estructural de los significados.
Caracter procesal de los significados.
Dindmica de las estructuras: interaccién interno-
externo y evolucién saa
Contenidos mentales de las estructuras.
Circunstancias que rodean la produccién de
significados.
_
8, CLASIFICACION DE LAS ESTRU!
Clasificacién de las estructuras de sigt
Mapa de los planos que conforman las |
ciones. ... vast "INDICE 9
9. EVOLUCION DE LAS CONSTRUCCIONES.
Gui6n paterno y guién personal. .......
Organizacién jerarquica de las construcciones.
Esquema de resistencias protector.......
177
10. JERARQUIA DE LAS ESTRUCTURAS DE
SIGNIFICADO.... w 1A)
PARTE III: LA PSICOTERAPIA EN ACCION
11. EVOLUCION DE LOS PROCESOS
DISFUNCIONALES
12. LA EXPERIENCIA DEL SUFRIMIENTO.
Diferentes formas de padecer. ....
Caracteristicas del padecimiento que justifica una
indicacién de psicoterapia.
Esquemas de percepcién del sufrimien’
rfas)....
13. LOS OBJETIVOS DE LA PSICOTERAPIA............ 271
Factores que condicionan la declaracién del
malestar.
El sujeto de la consulta.
Evolucién de la demani
Esimaciones en la admisién.
Acuerdo entre paciente y terapeuta en torno a los
objetivos. ....
Pertinencia de los cambios psicoterapéuticos.
14. DISENO DE ESTRATEGIAS PSICOTERA-
PEUTICAS. 303
Atribuciones del malestar. 303
Las reglas de inicio. ... 307
Bibliograffa.Capitulo 2
ENFOQUES TRADICIONALES DE PSICOTERAPIA.
En el capitulo anterior se han aportado una serie de
elementos que apoyan la tendencia creciente a formular
modelos integrativos de psicoterapia. Existe un acuerdo cada
dia més generalizado sobre las ventajas que dicha integracién
puede tener para los pacientes. Pero, jcudles son los mejores
términos en que ello debe llevarse a cabo? Todos sabemos que
un intento de este calibre no puede ser emprendido de manera
ligera, aglutinando caprichosamente diferentes conceptos ni
ensamblando de modo superficial distintas técnicas de inter-
yenci6n, Asi como aprendimos de la psicologia de la Gestalt que
el todo no es equivalente a la suma de las partes, un enfoque
integrador de psicoterapia tampoco es equivalente a un
conjunto heteréclito de piezas o retazos cosidos con. ligereza. Es
necesario establecer con claridad qué puede integrarse entre
diferentes enfoques y cémo hacerlo.
El primer paso que proponemos consiste en examinar los
aleances de aquellas modalidades terapéuticas que lograron
desarrollos significativos y estudiar, a continuacién, qué
posibilidades de articulacién pueden establecerse entre ellas.
Sefalamos ya la enorme cantidad y diversidad de
enfoques psicoterapéuticos desarrollados a lo largo de este
siglo. Creemos que un andlisis cuidadoso de las diferentes
Propuestas permite agruparlas, a pesar de su dispersion
aparentemente muy amplia, en una clasificacion biaxial. Uno46 FUNDAMENTOS DE UN MODELO INTEGRATIVO
de esos ejes (horizontal) se relaciona con el tipo de pro
considerado al explicar la génesis y el sostén de los pro
patolégicos. El otro eje (vertical) se vincula con el peso eae
atribuido al individuo y al contexto en la formacién de dichas.
perturbaciones.!
ENFOQUE INDIVIDUO
HUMANISTICO-EXISTENCIAL
ENFOQUE ENFOQUE
PSICODINAMICO COMPORTAMENTAL
MOTIVACION
ENFOQUE CONTEXTO
SISTEMICO
Grdfico 1
Nota: La eleccién de los planos horizontal y vertical para identificar cada:
estos ejes no obedece a razones mucho més sélidas que continuar aad ten
representar lo diacrénico y lo sincr6nico con esos planos.
1, Una clasificacién semejante hemo
(1985), Prescindiendo de la particular importancia concedida por el au
Wilhelm Reich, el ordenamiento por 61 propuesto se corresponde de
_ que aqu{ presentamos. Nuestra discrepancia fundamental radica
supone incluir la terapia cognitiva dentro de los modelos ¢
restriceién que resulta de imitar ese tipo de abordaje a los
Beck y Ellis.ENFOQUES TRADICIONALES DE PSICOTERAPIA 47
I, CLASIFICACION DE LA PSICOTERAPIA
DE ACUERDO CON EL TIPO DE PROCESO
CONSIDERADO DOMINANTE EN LA GENERACION
DE PATOLOGIAS
— Enfoques psicodindmicos
— Enfoques conductistas
Una variable fundamental, a tener en cuenta en el
momento de analizar los alcances de los enfoques tradicionales
de psicoterapia, se relaciona con el tratamiento particular que
cada uno de ellos ha otorgado a los procesos psicol6gicos
vinculados con la generacién de los trastornos para los cuales
puede utilizarse este tipo de tratamiento. {Qué tipo de procesos
ha privilegiado cada modelo? ¢Qué perspectiva teérica implica
ese recorte o énfasis en torno a una cierta dimensién?
Si tratamos a esta variable como un continuo, podemos
situar en cada uno de ambos extremos los procesos utilizados
de manera prevalente en la psicologia para explicar la
conducta: motivaciomy aprendizaje. Los enfoques psicodinaémico
y conductista ilustran, respectivamente, la mejor representa-
cién de cada uno de esos extremos.
_—» _ Losenfoquespsicodindmicos originados en el psicoandlisis
explican la manera como se producen los trastornos psicolégi-
cos, apelando a una hipétesis motivacional, y construyen una
psicopatologfa basada en la naturaleza del conflicto, intra-
piguieo (Paz, 1971). Existen innumerables descripciones dé
ello en Ja literatura cientifica, y es innecesaria una reiteracién.
S6lo nos proponemos resefiar los conceptos considerados
cruciales a la hora de examinar las implicaciones vinculadas
ala propuesta psicoterapéutica que de ello se deriva.
Freud establecié que los fenémenos patolégicos tienen
lugar como resultado de una pugna entre fuerzas internas, en
cuya base se encuentra el antagonismo de Jos instintos de vida48 FUNDAMENTOS DE UN MODELO INTEGRATIVO
y de muerte. Las vicisitudes de los instintos se despliegan |
desde los tempranos momentos de la vida del individuo y
evolucionan a lo largo de una serie de etapas que marcan
distintas improntas en la constitucién del conflicto. La —
actividad psiquica, resultado de tres series complementarias _
de factores, traduce el intento de cada individuo por enfrentar
la peculiar realidad que le toca vivir, y el cardcter patolégicode _
dicha actividad representa una modalidad de elaboracién que
sélo puede comprenderse a través de la historia personal.
Las perturbaciones psicolégicas suelen manifestarse por
sintomas que constituyen las formas manifiestas, superficia-
les*y externas de conflictos subyacentes y profundos, cuya
rafz se encuentra en la actividad inconsciente del individuo, Es
justamente este caracter inconsciente de la naturaleza del con-
flicto lo que explica que la persona no pueda revertir yolun-
tariamente la producci6n de sus sintomas. El trabajo terapéutico
no debe ir pues dirigido a la desaparicién de los sintomas sino
a la elaboracién de los conflictos que los sustentan, ya quela
eliminacién de los sintomas no supone una verdadera curacion
sino un mejoramiento transitorio mientras la enfermedad
sigue su curso. E] tratamiento debe ahondar en los recintos:
histéricos donde se alojan las razones que dieron lugar al ~
surgimiento de la patologia, y sélo en la elaboracién de esa
historia seré efectiva la recuperacion. Dado que el origen de las
perturbaciones se encuentra en los momentos tempranos dela ~
vida, el tratamiento deberd ser necesariamente prolongado,
pues habré de remontar el curso de esa evolucién patol6gica,
{oy cnfoques conduuctistas, en cambio, han enfati:
papel del proceso de aprendizaje en la generacién de
trastornos, que pasaron a explicarse en funcién p!
cién de h4bitos perjudiciales para la persona. La condi
patol6gica tiene lugar siguiendo los mismos principios q
conducta normal, es decir, de acuerdo con el funcion
procesos de condicionamiento, a través de los |
implantan determinadas formas de respuesta
aparicién de determinados est{mulos. |conducta patolégica, y por ende lo que sostiene la presencia de
sintomas perturbadores, es la existencia de determinados
refuerzos que operan en la situacién presente y cuya reapari-
cién constante da cuenta de la repeticién de los comportamien-
tos patoldgicos.
Un enfoque de esta naturaleza enfatiza, por lo tanto, las
condiciones presentes como generadoras del trastorno, pres-
cindiendo de la necesidad de hipétesis relacionadas con
acontecimientos ocurridos en épocas pretéritas de la vida del
sujeto. En cambio, se vuelven muy importantes las condicio-
nes exteriores que afectan la actividad del individuo y el modo
como éstas operan condicionando su comportamiento. Los
sfntomas son aqui sinénimo del trastorno y su eliminacion
equivale a la desaparicién de la enfermedad. Dado que el
tratamiento apunta a modificar las contingencias que refuer-
zan los habitos que se han vuelto perjudiciales para el
individuo, los procedimientos no necesitan ahondar en la
historia personal y las estrategias terapéuticas son breves.
Trazando un paralelo entre estos dos enfoques extremos
encontramos los siguientes contrastes:
) ENFOQUES TRADICIONALES DE PSICOTERAPIA 49
’
/
Enfoque psicodindmico Enfoque conductista
—explicaciéndel trastornobasada © — explicacién del trastorno basada
en la motivacién en el aprendizaje
—relevancia del pasado — relevancia del presente
— papel secundario del sintoma — papel primario del sintoma
—naturaleza intrapsfquica del — importancia de las condiciones
conflicto inconsciente del medio
— tratamiento prolongado — tratamiento breve
— el trastorno puede representar- — el trastorno puede representar-
7 se por la ecuacidn: _S_(sintoma) se por la ecuacién: S = 0
fete, ya Ceti
Son bien sabidas las diferencias técnicas que se han
derivado de estos dos enfoques. Las terapias psicodinamicas se
pee kis50 FUNDAMENTOS DE UN MODELO INTEGRATIVO
apoyan principalmente en el uso de la técnica de la asociacion
libre, para lo cual se desarrollan condiciones que hagan
propicia la tarea del paciente de hablar libremente, sin un tema
propuesto, procurando que se explaye de la manera més es-
pontadnea posible, independientemente de la naturaleza del
tema y de la posible logicidad de su discurso. El encuadre te-
rapéutico esta dado por un espacio de reunién, donde se
procura que exista la mayor neutralidad en todos los sentidos:
ambiente, estilo de la relacién, pero sobre todo neutralidad de
parte del terapeuta, quien debe permanecer como una pantalla
en blanco sobre la que el paciente ha de proyectar sus
asociaciones. Todo lo cual ayuda al cumplimiento de la segunda
regla del trabajo analitico: la regla de abstinencia. Las inter-
venciones terapéuticas tienen como finalidad principal ayudar
al paciente a descubrir la naturaleza de sus conflictos
inconscientes y para ello se gufa por el andlisis del funciona-
miento de dos fenémenos fundamentales: la transferencia y la
resistencia. Los recursos a que apela el terapeuta para lograr
sus fines pueden ser varios (preguntas, sefialamientos, etc.),
pero el mas importante y decisivo es la interpretacién. El uso
correcto de ella se plasmaré en el insight, operacién que denota
la capacidad del paciente para descubrir las rafces profundas
del conflicto y abrir asf el camino de la accién curativa.
Las terapias conductistas, en cambio, se apoyanen el uso
de una cantidad més diversificada de técnicas, cada una de
las cuales resulta util para propiciar una forma de recon-
dicionamiento especffico, mediante la cual es posible eliminar
cada trastorno. El paciente debe concentrarse y colaborar en
la descripcién de su padecimiento y de las circunstancias en
que éste se manifiesta, tratando de evitar la dispersién y los
comentarios irrelevantes. Dicha colaboracién se espera que
tenga lugar en todo momento, ya que el tratamiento
contempla el trabajo no s6lo dentro de la sesién sino entre
sesiones, para lo cual, habitualmente, las técnicas utili
imparten una serie de tareas que el paciente debe cu
fuera del horario de las sesiones terapéuticas.
{ENFOQUES TRADICIONALES DE PSICOTERAPIA 51
sintetizado acertadamente Wachtel (1987), en este caso la
acci6n ha & sustituido al insight.”
La relacién entre el terapeuta y el paciente es concebida
como una relacién real que ocurre en un espacio terapéutico, no
requiriendo de condiciones especiales ni de una particular
neutralidad, asemejdndose asi a cualquiera otra forma de
asistencia terapéutica. El terapeuta es concebido como un
experto capaz de instruir al paciente en la realizacién de tareas
conducentes a la curaci6n; su pericia esté dada por la
implementacién adecuada de las técnicas sobre cuya eficaciase
apoya buena parte de las posibilidades de lograr la desapari-
cién del trastorno.
Ya hemos senalado la gravedad de los enfrentamientos
que han tenido lugar entre psicodinamistas y conductistas.
Resulta innecesario abundar en detalles sobre una polémica
que ya ha ocupado demasiado espacio. También hemos hecho
referencia a las diferentes alternativas de integracién que se
fueron planteando a través de los afios. Importa ahora sefalar
desde qué perspectiva es posible, basado en los conocimientos
actuales, sostener la integracién de estos dos enfoques:
(1) Existen numerosas evidencias de que los procesos de
_aprendizaje-y de motivacién se encuentran inextricablemente
ligados en la generacién de todos los.comportamientos. El
énfasis en cualquiera de ellos no justifica eliminar la importan-
cia del otro. Por otra parte, los psicoanalistas, comenzando por
Freud, han insistido reiteradamente en que la tarea analitica
constituye una forma de deutero-aprendizaje, al tiempo que los
conductistas han reconocido el papel de las fuerzas moti-
vacionales en el sostenimiento de las conductas.
2. Un interesante debate sobre la manera de utilizar eficazmente la integracion
de intervenciones orientadas hacia el insight y la acci6n, introducido por un artfculo de
Brian, puede leerse en el Journal of Eclectic and Integrative Psychotherapy (vol.
8,No. 3),52 FUNDAMENTOS DE UN MODELO INTEGRATIVO.
Resulta evidente que la produccién de un comportamient
especifico (angustia, depresién, insomnio, etc.), que resulta
perturbador para una persona, debe ser necesariamente |g
consecuencia tanto de una disposicién motivante como de ung
forma de aprendizaje determinado. Wachtel (1977) ha recurri-
do al concepto de psicodinamia cfclica para referirse ala mutua
determinacién de estos procesos en los estados patolégicos. La _
observacién clinica muestra que es posible explicar cualquier -
trastorno como el resultado de una serie de disposiciones, asi
como de la accién de condiciones reforzadoras que perpetian la
conducta. En ultima instancia, resulta necesario apelar a
ambas nociones para poder tener una visién_cabal-de cémo
ocurren los padecimientos y, sobre todo, eémo tienden a
repetirse.?
2. Esto conduce a repensar el papel de la historia‘yjde las
circunstancias actuales como dos factores necesariamente
complementarios y no como fenémenos opuestos. Sélo en la
medida en que ha tenido lugar una historia especffica se
puede comprender el papel de las circunstancias actuales, y al
mismo tiempo sélo en el presente se actualiza una historia
personal. Esto no ha escapado, sin duda alguna, a los
psicoanalistas: y conductistas que han reflexionado sobre el
tema, y el debate no se planted en torno a la necesidad de
eliminar ninguno de esos términos sino al papel relativo
atribuido a cada uno de ellos. Estamos convencidos de que, @
la luz de nuestros conocimientos actuales, nada impide una —
conceptualizacién que rescate la importancia equivalente del —
pasadoyy del presente, (y aun del futuro))como momentos
z aud ITs Ie
3. Justamente, una de las coincidencias entre ambos enfoques ¢s la considera=_
cién de que toda perturbacién revela la existencia de una tendencia a la repeticién
Ja conducta patolégica, repeticién que opera aun cuando el individuo observe los efecto
perniciosos de su accién, sin que pueda por s{ mismo acertar en el modo de interru!
esa conducta. En realidad, la idea de que las conductas patolégicas constituyen |
de repeticién que se extienden més allé de lo necesario es un concopto «
manera generalizada,ENFOQUES TRADICIONALES DE PSICOTERAPIA 53
una continuidad experiencia), necesariamente involucrados
en t toda perturbacién psicoldgica.*
mG) Si se eluden los planteos reduccionistas y excluyentes,
resulta posible comprender mejor la cualidad estrictamente
personal de los sintomas. Resulta claramente plausible
sostener que las condiciones internas (es decir la predisposi-
cién) del individuo deben cumplir un papel relevante en la
formacién de sintomas y que por ende éstos no se reducen a sus
manifestaciones exteriores. Sin embargo, también es cierto que
los sintomas operan inversamente, en el sentido de afectar la
disposicién que pudo haberlos generado. La limitaci6n mas
importante de los enfoques tradicionales de psicoterapia est
relacionada con las cuestiones epistemolégicas que se encuen-
tran en la base de este problema.
Mientras se insista en una concepcién reductiva de
determinaciones causales en una sola direccién, el planteo
hecho hasta el momento no tendra solucién posible. Formulada
de ese modo, la discusién se remite a una diferencia de
creencias en torno a la influencia relativa de los factores
internos y externos, histéricos y actuales, en la produccién de
patologias. Es cierto que existen sintomas cuya desaparicién
impide descubrir las circunstancias que los han generado, y
que mientras éstas no se modifiquen, no se lograran los
cambios terapéuticos buscados. En esos casos, se verifica la
sustitucién de s{ntomas, uno de cuyos ejemplos mas frecuentes
ocurre en el tratamiento de algunas adicciones. Pero también
es cierto que existen sintomas cuyo sostén. constituye un 1 factor
agregado de sufrimiento, que se impone como Ta fuente
4. Algunos autores sistémicos, en su afan de mostrar esta necesariedad, aluden
sus propuestas terapéuticas como procedimientos centrados en el futuro, por ejemplo
O'Hanlon (1989). Esto en realidad no es nuevo; losautores humantstico-existencialistas
{como por ejemplo Viktor Frankl 1956, 1978) apuntaron en esa direcci6n. Nuttin (1980)
formul6, en ese sentido, una interesante concepcién del proceso motivacional
Fescatando la incidencia de los acontecimientos futuros en la determinacién del
comportamiento.\!
54 FUNDAMENTOS DE UN MODELO INTEGRATIVO.
principal del padecimiento personal. En muchos de estos casos,
la desaparicién de los sintomas opera como un factor terapéu-
ti cisivo, que modifica retroactivamente Jas circunstangi Bs
que los han generado.
que esta en la base de este problema son los alcances
que cada persona espera obtener del tratamiento que busca, lo
que equivale a decir que existen tantas modalidades terapéu-
, ticas como objetivos trazados por los pacientes. De acuerdo con
sus expectativas vitales, sus momentos y circunstancias
personales, etc., los pacientes pueden demorar m4s o menos la
modificacién de ciertos comportamientos (es decir, la desapa-
ricién de ciertos sintomas que resultan fuertemente dolorosos),
o estar preparados para emprender una investigaci Jas
condiciones de su personalidad que pueden haber estructurado
una forma de vida, propiciadora de dichos sintomas. —
La propuesta del DSM, al disponer un sistema de clasifi-
caci6n independiente para los trastornos del comportamientoy
de la personalidad, refleja el estado de avance que en este
campo se ha ido produciendo en la comunidad cientffica,
ocupada en esclarecer la naturaleza de los fenémenos
psicopatolégicos. La discusién entre psicodinamistas y
conductistas puede resumirse, en el fondo, en el debate en torno
a la existencia de los trastornos del comportamiento y de la
personalidad. ¢Existe sélo uno de ellos 0 acaso ambos son
posibles, y en ese caso, con qué grado de codeterminaci6n?
CON EL GRADO DE PARTICIPACION RELATIVA.
9» DEL INDIVIDUO Y EL CONTEXTO EN LA GENERACIO)
DE LAS PATOLOGIAS
— Enfoques humanistico-existenciales
— Enfoques interaccionalesENFOQUES TRADICIONALES DE PSICOTERAPIA 55
alineado en relacién con la forma de tratar el modo como
participan el individuo y el contexto en la generacién de los
trastornos, y por lo tanto en el tipo de intervenciones sugeridas
con el fin de lograr una mejorfa en el estado del paciente.
Los enfoques humanistico-existenciales cuya raiz puede
rastrearse en la obra de Ludwig Binswanger (1961), extendién-
dose hasta el pensamiento de autores como Rollo May y Viktor
Frankl, se apoyaron en una descripcién de los trastornos
basada en un andlisis existencial, donde la experiencia del
* sujeto que padece muestra la presencia de una condicién
enajenante en el despliegue vital que le impide su realizacién
personal. Considerando que el ser humano est4 amarrado alas
vicisitudes de una existencia que lo conduce a una busqueda
permanente de sentido, los diferentes trastornos representan
distintos modos de frustracién en el cumplimiento de dicha
busqueda. En estos enfoques encontramos permanentes refe-
rencias a la filosofia que, arrancando de Kierkegaard y
pasando por el pensamiento de Heidegger muestra al hombre
como un ser en el mundo que debe encontrar una respuesta
valida y creadora para su soledad esencial. El trabajo
terapéutico apunta, por sobre todas las cosas, a generar las
condiciones necesarias para que el individuo que padece pueda
reflexionar sobre su condicién y avance por un camino de
realizacion espiritual que le permita abandonar la enajenacién.
en la que ha cafdo, como consecuencia de falsas elecciones
valorativas. El trabajo terapéutico se centra, pues, en el posible
encuentro entre el terapeuta y el paciente como medio de
garantizar una nueva experiencia, capaz de permitirle al
paciente un encuentro real consigo mismo. Por lo tanto, las
técnicas pasan a un segundo plano, y por ello mismo
| observamos que en estos abordajes se apela a procedimientos
_ de origen més heterogéneo. La interpretacién, tal como fue
concebida por el psicoandlisis, convive con técnicas como la
intenci6n paradéjica utilizada por Frankl, que bien se parece a
un procedimiento conductista de implosién.56 FUNDAMENTOS DE UN MODELO INTEGRATIVO
hL-aatl> ae
Los enfoques interaccionales, por el contrario, consideran —
que los trastornos son el resultado de una serie de mecanismos:
activados en las redes de interaccién, que ligan a un grupo de
personas en el seno de un sistema particular. Las formulacio-
nes més representativas de este tipo de enfoque son las
diferentes modalidades de terapias sistémicas. Desde esta
perspectiva, la presencia de un factor sintomatico en el
comportamiento de un individuo no sefala, necesariamente, la
existencia de un trastorno en dicho individuo sino que delatala
presencia de un juego de relaciones en el marco de un sistema
comunicacional al que esa persona pertenece. En general, el
sistema privilegiado por este enfoque ha sido el grupo familiar
y, en particular, la familia nuclear.
Que una persona manifieste sintomas de un trastorno
psicolégico es entendido, entonces, como la manera como se
traducen los intentos de un grupo por resolver las tensiones 0
los desequilibrios operantes en el sistema, los que se depositan
en uno (0 varios) de sus miembros, que se constituye, por lo
tanto, en portador de los sintomas. De ninguna manera debe
esto conducir a considerar a esa 0 esas personas como enfermos
y, mas aun, se previene sobre la inconveniencia de utilizar las
rotulaciones psicopatolégicas, ya que éstas, tomadas de los
moldes psiquiatricos clasicos, sirven fundamentalmente para
ocultar la realidad del desequilibrio familiar, convirtiendo al
paciente identificado en un blanco de intervenciones que
tienden a reproducir los mismos mecanismos de depositacion
Ievados a cabo por el grupo familiar en los intentos previos ala
terapia, esponténeamente llevados a cabo con el fin de resolver
el problema que aqueja al sistema.
La terapia estar4 entonces dirigida a operar sobre el
sistema en su totalidad, pensando que sélo una modificacién en
la red de interaccién de dicho sistema hard posible resolv
problema que esté en la base de la conducta que afecta @
individuo en particular. La expectativa es que la modificacié
de las reglas de interaccién de dicho'sistema permi
el problema, y para ello se utilizar4n numerosas- ENFOQUES TRADICIONALES DE PSICOTERAPIA 57
especfficas, de acuerdo con el tipo de desequilibrio especifico
observado (Minuchin y Fischman, 1981).
El esquema de clasificacién esbozado no pretende ser
exhaustivo; la sintesis propuesta no desconoce la existencia de
otras psicoterapias que han probado ser eficaces y, ademas,
tampoco implica que no existan otras formas de clasificacién
posibles. La eleccién de estos cuatro enfoques responde al
hecho de que, a nuestro juicio, son los que mejor representan
las formas mas caracteristicas, y que mejor permiten visualizar
cémo se determinaron los ejes de constitucién del campo de la
psicoterapia. E's evidente que existen muchas otras modalida-
des psicoterapéuticas, como el psicodrama, la terapia
guestiltica, el ensuefio dirigido y otras que no estan suficiente-
mente bien representadas por ninguna de estas posiciones
extremas. Creemos, no obstante, que esos otros enfoques,
también tradicionales, admiten ser agrupados dentro de esa
clasificacién, y todos ellos pueden situarse en algun punto del
plano proyectado, teniendo en cuenta las distancias que se
desprenden de las semejanzas y diferencias que mantienen con
los enfoques bAsicos.
III. OTRAS CLASIFICACIONES
Otras maneras plausibles de clasificar las distintas
Ppsicoterapias son las siguientes:
a) Clasificacién basada en la incidencia de los factores
internos y medioambientales
En este caso podriamos situar en un extremo tanto al
enfoque psicodinamista como al humanistico-existencial, mo-
dalidades ambas que han focalizado la tarea centrandose en lo
que ocurre en el interior de la persona, mientras que, por el
contrario, el enfoque conductista y el interaccional atendieron,
especialmente, a la influencia de] entorno.58 FUNDAMENTOS DE UN MODELO INTEGRATIVO
b) Clasificacién basada en la incidencia relativa de los
diferentes momentos histéricos
Aqui encontramos un continuo que se extiende desde un
polo que enfatiza el pasado (enfoques psicodinamicos) y que,
pasando por la acentuacién en el presente (enfoques con-
ductistas), se extiende hasta otro polo con énfasis en el devénir
(enfoque humanistico-existencial).
c) Clasificacién basada en la importancia relativa de la
relacion terapéutica y de las técnicas utilizadas
Los enfoques psicodindmicos y humanistico-existenciales
enfatizaron la importancia de la relacién terapeuta-paciente y
las vicisitudes por las que atraviesa dicho vinculo, mientras
que los enfoques conductistas e interaccionales se apoyaron en.
el valor intrinseco de las técnicas utilizadas.
LA CONSTITUCION DEL CAMPO DE LAS PSICOTERAPIAS
Si retomamos los dos ejes con que iniciamos esta des-
cripcién podremos observar que, a la luz de lo que constituye
actualmente el campo de las psicoterapias, resulta evidente
que_es en el punto central, en el punto de cons
ambos ejes, donde debemos situar los trastornos psicolégicos
que dan lugar a las intervenciones terapéuticas. Para quienes
ge forman y entrenan hoy en dfa en esta practica, resulta cast
obvio que en la generacién de _los_trastornos_i iene
simulténeamente t: i6n) como el (apre e)
tanto los factores_individ ee como extua 0
preguntarse si esto significa que los enf waes tradicionales han
fracasado en sus intentos; la respuesta deberd ser rotunda:
mente negativa. Para comprender el porqué de una respuesta
tan firme, debe considerarse esta cuestién desde una persP
tiva hist6rica. 55
Lo que para nosotros es, actualmente, un campo COMP
de fenémenos sobre el que poseemos una amplia persP
resultaba hasta hace no mas de un siglo un campo
( 6)ole aaa aaaameaaal
ENFOQUES TRADICIONALES DE PSICOTERAPIA 59
| mente desconocido. A fines del siglo pasado, cuando la psico-
- terapia no habfa comenzado a hacer su camino, los trastornos
| psicolégicos, de Ia mano de los enfoques tradicionales de la
_ psiquiatria, como el sostenido por Kraepelin y su escuela, eran
considerados meramente como alteraciones del sistema ner-
vioso. Por lo tanto, resultaban impensables en términos de una
realidad distinta de la del orden biolégico. La tarea de Freud
fie, sin duda, absolutamente genial por el hecho de haber
generado la conciencia de que estos trastornos podfan ser
definidos desde otro angulo, dando asf lugar, en consecuencia,
a la aparicién de estas nuevas formas de tratamiento, las
psicoterapias, hoy consideradas habituales. En ese sentido, es
legitimo afirmar que todos los psicoterapeutas somos tributa-
Tios de la obra de Freud.
Como ocurre con todo fenémeno de ruptura, este nuevo
campo asistencial pudo crearse en la medida que se abrié una
cufia en un paradigma que era suficientemente fuerte y re-
sistente como para exigir un embate igualmente poderoso,
capaz de transformarlo. Y esa cufia sélo pudo.ser introducida
reduciendo la complejidad del fenémeno estudiado, desde una
6ptica extrema. E] modelo psicodinamico tradicional, el modelo
freudiano original, aparece en la actualidad como reductivo,
pues no tuvo otra posibilidad que serlo, en el afan de propender
a generar una nueva conciencia sobre este sector de la realidad
que damos en llamar trastornos ps{quicos. No ha de extranar,
entonces, que las posturas que se le opusieron luego fueran
igualmente reductivas, como quedé atestiguado en el embate
dirigido desde el conductismo con la intencién de rescatar la
importancia de los factores de condicionamiento y la operaci6n
de reforzamiento en el presente.
~ Todo éllo ocurrié hace varios afios. Mas recientemente,
| hemos tenido oportunidad de ver como operaba la aparicién del
modelo sistémico, y en ello pudimos reconocer, nuevamente,
una actitud 5 e reductiva. En la necesidad de rescatar
papel del contexto, en el intento de valorarlaimportancia de
sistemas de ecion, los autores sistémicos se colocaron
eran posicidr
ema, més aun justificada por el hecho de60 FUNDAMENTOS DE UN MODELO INTEGRATIVO.
que algunos de ellos habfan sido anteriormente psicodinamistas
y requerian de una posicién semejante para afirmarse en sus
nuevas perspectivas. :
Probablemente no haya otra posibilidad que operar asf
cuando se trata de constituir un campo. Pero también es cierto
que desde hace muchisimos afios sabemos que hay un tiempo
para cada cosa. Ha habido un tiempo de ruptura y ahora
vivimos la necesidad de un tiempo de integracién. Para los que
trabajamos actualmente en psicoterapia resulta evidente que
el campo de los fenémenos que estudiamos y sobre los que
operamos para ayudar a nuestros pacientes es un punto de
interseccién en que participan tanto los factores remotos de la
bistori como las circunstancias presentes, e incluso,
las anticipaciones futuras que cada individuo realiza sobre su
proyecto vital. Resulta evidente que en cada trastorno inter-
vienen tanto factores. personales.e intrinsecos al_individuo
como factores contextuales y propios del sistema de interac-
ciones en que cada persona actia.
~~ Necesitamos modelos que sean capaces de abordar al
paciente en la conciencia de que todas estas variables operan
conjunta y simultaneamente, y que las intervenciones que
realicemos seran, por consiguiente, tanto més tiles.
més tengan en cuenta que esos diferentes aspectos son partes
de una totalidad.