CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
Condena por el delito de tráfico ilícito de drogas
La sentencia condenatoria venida en grado está
conforme a derecho; al expresar de manera clara y
precisa los argumentos por los que se decidió en
ese sentido, se advirtió la presencia de una
fundamentación jurídica racional y justificada de la
decisión adoptada, que se amparó con válidos y
pertinentes medios probatorios (directos e
indiciarios), que permiten vincular los hechos
materia de imputación a la encausada recurrente,
cuyos argumentos impugnatorios, además, no
desvirtúan los fundamentos de la recurrida.
Lima, tres de mayo de dos mil veintiuno
VISTOS: el recurso de nulidad interpuesto
por la defensa técnica de la procesada Bertha Antonia Reyes Ortiz
contra la sentencia del treinta de diciembre de dos mil diecinueve (foja
631), emitida por la Cuarta Sala Penal con Reos en Cárcel de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que la condenó por el delito contra la
salud pública en la modalidad de tráfico ilícito de drogas, en agravio
del Estado, a ocho años de pena privativa de libertad y fijó en S/1 000
(mil soles) el monto de la reparación civil, que deberá abonar a favor
del Estado. De conformidad con el dictamen del fiscal supremo en lo
penal.
Intervino como ponente el señor juez supremo Coaguila Chávez.
CONSIDERANDO
I. Imputación fiscal
Primero. Conforme se desprende del dictamen acusatorio (foja 328), se
imputa a las procesadas Bertha Antonia Reyes Ortiz y Natali Yajaira
Trelles Reyes1 , de los siguientes hechos:
1 También acusada por los presentes hechos, tiene la condición de ausente, en la
sentencia recurrida se le ha reservado el proceso; extremo que no forma parte del
grado.
1
CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
1.1. El nueve de mayo de dos mil quince, aproximadamente a las 6:00
horas, personal policial se encontraba patrullando por la zona
conocida como “El castillo de humo”, ubicado por inmediaciones
de la cuadra dos del jirón Bernardo Alcedo del distrito de San
Miguel, en ejecución del operativo policial denominado
“Cordillera Blanca”, ante la constante actividad de
microcomercialización de droga que existe en dicho lugar.
1.2. En tales circunstancias, observaron a dos mujeres que vendían
drogas en pequeños envoltorios, conocidos como “ketes”, y que
al percatarse de la presencia policial, pretendieron fugarse
ingresando al inmueble ubicado en el jirón Bernardo Alcedo
número 280, pero fueron alcanzadas, intervenidas y se les
identificó como Bertha Antonia Reyes Ortiz y Natali Yajaira Trelles
Reyes.
1.3. Seguidamente, se realizó el registro personal correspondiente, en
el que a la intervenida Bertha Reyes se la encontró en posesión de
89 (ochenta y nueve) envoltorios –ketes–, que contenían pasta básica
de cocaína con un peso neto de tres gramos y dinero en efectivo
en monedas de diferentes denominaciones. A la intervenida
Natali Trelles se la encontró en posesión de una cartera de lona
de color negro, en cuyo interior se hallaron 112 (ciento doce)
envoltorios de papel periódico –ketes–, que contenían pasta
básica de cocaína con un peso de 4 g (cuatro gramos) y dinero en
monedas de diversas denominaciones.
1.4. Luego se procedió a realizar el registro domiciliario del inmueble
ubicado en el jirón Bernardo Alcedo número 280 –donde fueron
intervenidas–, y en el altillo del segundo piso, debajo de una cama,
se hallaron: a) una bolsa que contenía 208 g (doscientos ocho
gramos) de pasta básica de cocaína; b) una bolsa de polietileno
2
CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
que contenía 83 g (ochenta y tres gramos) de pasta básica de
cocaína; c) sobre una cómoda, una caja de cartón que contenía
600 (seiscientos) envoltorios –ketes–, que a su vez contenían pasta
básica de cocaína, con un peso neto de 18 g (dieciocho gramos); d)
una bolsa de polietileno con 1165 (mil ciento sesenta y cinco)
envoltorios de papel –ketes–, que contenían pasta básica de
cocaína con un peso de 38 g (treinta y ocho gramos), y e) una
elevada cantidad de monedas de diversas denominaciones.
II. Sentencia del Tribunal Superior
Segundo. El Colegiado Superior emitió sentencia condenatoria (foja
631), la cual sustentó en los siguientes términos:
2.1. Del caudal probatorio actuado en autos se evidencia la
participación de la procesada Bertha Reyes en la comisión del
delito de tráfico de drogas, tales como: a) la sindicación de los
efectivos policiales intervinientes, respecto a la forma y
circunstancias en que fue intervenida y su posterior intento de
fuga, cuyos testimonios cumplen con los requisitos de certeza
establecidas en el Acuerdo Plenario número 2-2005/CJ-116; b) el
Acta de registro personal, comiso de drogas e incautación de
dinero (foja 28) que deja constancia del hallazgo de 89 envoltorios
de papel, que contenían una sustancia –al parecer pasta básica de
cocaína–, así como monedas de diversas denominaciones, y c) el
registro domiciliario e incautación de dinero (foja 30), el que se
hallaron más envoltorios de papel, que contenían una sustancia –
al parecer pasta básica de cocaína–, bolsas y una caja de cartón que
contenía la misma sustancia, así como más monedas de diversas
denominaciones
2.2. También concurre prueba indirecta, como el indicio de
oportunidad, pues, aprovechándose de su vínculo familiar con el
3
CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
propietario del inmueble, escondía o depositaba la droga
encontrada; en un primer momento negó saber a quién
pertenecía el inmueble, pero posteriormente reconoció que el
inmueble donde se encontró la droga era de su abuelo fallecido,
lo que evidencia que tenía pleno conocimiento del accionar
ilícito que venía realizando.
2.3. En cuanto a la determinación de la pena, se consideraron las
carencias sociales, cultura y costumbres de la procesada, así
como la naturaleza y gravedad del ilícito cometido, y se tuvo en
cuenta que la recurrente registra antecedentes penales por
similar delito, lo que constituye una circunstancia agravante
cualificada; en consecuencia, fijó la pena en ocho años de pena
privativa de libertad.
III. Expresión de agravios
Tercero. La recurrente Bertha Reyes denunció que en la sentencia
impugnada no existe una debida motivación y fundamentó el recurso
de nulidad (foja 657) y su ampliación (foja 669) alegando lo siguiente:
3.1. La Sala no tuvo en cuenta que el operativo policial, practicado
por treinta efectivos policiales, no contó con la presencia de un
representante del Ministerio Público
3.2. A pesar de la presencia de la prensa, no existe video ni fotografía
del operativo policial que respalden la incriminación como
microcomercializadora de drogas, que pesa sobre ella y sobre su
hija coprocesada.
3.3. Respecto al registro domiciliario e incautación de droga, indica
que no existe prueba objetiva que acredite que la recurrente y su
hija hayan estado realizando transacciones ilícitas y que
entregaran pequeños envoltorios o ketes a cambio de dinero.
4
CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
3.4. Asimismo, el acta de registro domiciliario e incautación de drogas,
practicada en el jirón Bernardo Alcedo número 280, es una
prueba irregular, porque no se ha cumplido con la formalidad, al
haberse consignado una dirección errónea, ya que la dirección
mencionada es una fachada que da acceso a varios espacios
independizados y no directamente a un espacio parecido a una
sala, como se indica en el Acta de registro domiciliario; para
demostrarlo, ofreció la visualización de un video que la Sala Penal
desestimó sin comprender su importancia; además, así lo
acreditan las facturas de Edelnor emitidas a diversos vecinos.
3.5. En el juicio oral, la procesada indicó que fue intervenida en el
frontis de su inmueble, sito en el jirón Bernardo Alcedo número 279,
interior 12, distrito de San Miguel, en el que vive hace muchos
años, versión que viene sosteniendo desde la etapa policial y fue
corroborada por los testigos que asistieron al juicio oral; agrega
que el inmueble con numeración 280 le corresponde a su abuelo.
3.6. Los testigos policiales se contradijeron, no respondieron ni
detallaron las características del inmueble donde se llevó a cabo
el registro domiciliario; además, indicaron que no recuerdan.
3.7. No se consideró que la recurrente negó los hechos y que fueron
intervenidas en la vía pública, donde se aprestaban a realizar su
negocio de venta de comida. La droga mostrada en la
delegación policial fue sembrada por los efectivos policiales para
incriminarlas a ella y su hija como microcomercializadoras de
droga, con el único propósito de justificar su astuto accionar o
deficiente intervención; incluso, llegaron al extremo de no
mostrarles ni poner en su conocimiento el contenido de las actas;
en el espacio destinado para la suscripción solo consignaron: “Se
negó a firmar”.
5
CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
Argumentos por los cuales considera que la prueba de cargo actuada
y los indicios generados no determinan la responsabilidad penal de la
recurrente y, por ende, no quiebran la presunción de inocencia.
IV. Fundamentos del Tribunal Supremo
Cuarto. En lo sustancial, la procesada sostiene que el Tribunal Superior
le atribuye la autoría del delito de tráfico ilícito de drogas sin haber
realizado una debida valoración de los medios de prueba de cargo
actuados en autos; por consiguiente, corresponderá a este Tribunal
Supremo, desde la perspectiva de lo impugnado por la procesada, a
verificar si la condena que se la impuesto es consecuencia de una
correcta valoración probatoria, que desvirtúa la presunción de
inocencia que le asiste.
Quinto. En este contexto, se debe indicar que la materialidad del delito
imputado constituye un tópico inalterable en el caso concreto, pues se
asienta en prueba documental que la acredita; así, tenemos:
5.1. El Acta de registro domiciliario, comiso de drogas e incautación
de dinero (foja 30), que consigna la intervención en el interior del
inmueble ubicado en jirón Bernardo Alcedo número 280, en el
cual existe una escalera de madera que conduce a un altillo
(segundo piso) de triplay, donde se halló: a) bajo una cama de
madera, una bolsa de polietileno transparente que contenía una
sustancia parduzca pulverulenta con un peso aproximado de 208
gramos; b) una bolsa de polietileno transparente que contenía
una sustancia parduzca pulverulenta, con un peso aproximado
de 83 gramos; c) una caja de cartón con la inscripción: “Duraless-
Super radial-Rubber bands”, que contenía 600 envoltorios de papel
periódico, tipo kete, que a su vez contenían una sustancia
parduzca pulverulenta, y d) en el interior del primer cajón de una
cómoda de madera se encontró una bolsa de polietileno
6
CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
transparente que, a su vez, contenía 1165 envoltorios de papel
periódico, tipo kete, que contenían una sustancia parduzca
pulverulenta. Además, en el interior del primer cajón de la
cómoda de madera –lugar donde se encontró la última muestra– se
hallaron: 09 monedas de un sol, 23 monedas de cincuenta
céntimos, 44 monedas de veinte céntimos y 49 monedas de diez
céntimos; lo que arrojó positivo para moneda nacional.
5.2. El Acta de registro personal, comiso de droga e incautación de
dinero (foja 28), llevada a cabo por el personal policial en el
umbral del inmueble ubicado en el jirón Bernardo Alcedo número
280, el nueve de mayo de dos mil quince, a la intervenida Bertha
Antonia Reyes Ortiz; en dicha acta se consigna que la encausada
tenía en el interior del bolsillo delantero derecho de su chompa
azul de lana una bolsa de polietileno de color blanco, que
contenía 89 envoltorios de papel periódico (ketes), cada uno de
ellos con una sustancia parduzca pulverulenta; por otro lado, en
el bolsillo delantero izquierdo de su chompa se hallaron 06
monedas de un nuevo sol, 01 moneda de cincuenta céntimos y
05 monedas de diez céntimos.
5.3. Resultado Preliminar del Análisis Químico Droga número 5971/15 y
número 5972/15 (fojas 33 y 34), correspondientes al análisis de la
muestra de: a) una bolsa de polietileno transparente que
contenía una sustancia parduzca pulverulenta; b) una bolsa de
polietileno transparente que contenía una sustancia parduzca
pulverulenta; c) una caja de cartón con la inscripción: “Duraless-
Super radial-Rubber bands”, que contenía 600 envoltorios de papel
periódico, tipo kete, que a su vez, contenían una sustancia
parduzca pulverulenta; d) una bolsa de polietileno transparente
que, a su vez, contenía 1,165 envoltorios de papel periódico (ketes)
7
CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
que contenían una sustancia parduzca pulverulenta, que dio
positivo para pasta básica de cocaína mezclada con almidón, las
cuales tienen un peso bruto total de 596 gramos y un peso neto
total de 342 gramos. Respecto de lo incautado a la procesada
Bertha Reyes, se tiene: e) una bolsa color blanco de plástico en
cuyo interior había 89 envoltorios de papel periódico, tipo “kete”,
que contenían una sustancia parduzca pulverulenta y dieron
positivo para pasta básica de cocaína, con un peso bruto de 15
gramos y un peso neto de 03 gramos.
5.4. Dictamen Pericial Forense de Droga número 5971/15 (foja 182), en
cuyas conclusiones se señaló que la muestra analizada
correspondía a pasta básica de cocaína mezclada con almidón
y se determinó que contenía 288 gramos de pasta básica de
cocaína.
5.5. Dictamen Pericial Forense de Droga número 5972/15 (foja 183) el
cual arrojó positivo para pasta básica de cocaína, con un peso
de 03 gramos.
Sexto. En lo que respecta a la responsabilidad penal de la procesada,
frente a la imputación fiscal, niega los cargos refiriendo:
6.1. En su declaración preliminar (foja 18, con presencia del representante del
Ministerio Publico y su abogado defensor), manifiesta que no consume
droga ni se dedica a su comercialización; fue intervenida por la
policía cuando salía de su vivienda, ubicada en jirón Bernardo
Alcedo número 279, interior 12, distrito de San Miguel, cuando
sacaba los utensilios que utiliza para la venta de comida. Niega
también las actas de registro personal y domiciliario, porque no ha
tenido droga alguna en su poder ni ha sido intervenida en el
frontis del inmueble ubicado en el jirón Bernardo Alcedo número
280, distrito de San Miguel, lugar donde no vive y a cuyo
8
CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
propietario no conoce, por lo que no podía autorizar ingreso
alguno a dicho inmueble. Agrega que por esa razón no firmó las
actas, las cuales fueron elaboradas en la comisaría, ni se dio a la
fuga al momento de su intervención, pues no tenía motivo.
6.2. Declaración indagatoria (foja 99, ante el represente del Ministerio Publico y
asistida de su abogado defensor), en la que ratifica su manifestación
policial y precisa que el inmueble signado en el jirón Bernardo
Alcedo número 280, distrito de San Miguel, es una quinta que se
ubica al frente de su domicilio y que para llegar a ella se tiene
que cruzar la pista. Respecto a la coincidencia de la dirección
inmueble con la que aparece en su registro único de
contribuyente (RUC, foja 91), refiere que es una circunstancia que
no se explica, porque cuando consignó sus datos puso la
dirección de su documento nacional de identidad.
6.3. Ampliación de declaración instructiva (foja 300), ratifica los
argumentos de defensa que refirió en su manifestación preliminar
(foja 19) reproduciendo su versión exculpatoria y reiterando su
disconformidad con las Actas de registro personal y domiciliario
practicadas, porque nunca se la encontró en posesión de droga,
y que nada tiene que ver con la droga que se encontró en el
inmueble signado con el número 280, ya que no vive allí, razón
por la que no firmó las actas. En esta declaración hace conocer
que el inmueble signado como jirón Bernardo Alcedo número 280,
distrito de San Miguel, donde se encontró la droga incautada, es
de su abuelo fallecido, y que dicho inmueble es un terreno, tipo
corralón, donde viven varias familias.
6.4. En su declaración en juicio oral (foja 574), reitera su versión
exculpatoria, en el sentido de que fue intervenida por policías de
civil, cuando sacaba las cosas de su casa para cocinar; que no se
9
CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
le encontró en posesión de droga alguna, y vive en el inmueble
ubicado en el jirón Bernardo Alcedo número 279, interior 12, y no
el signado con el número 280, el cual es un corralón dentro del
cual existen viviendas. Agrega que se la vincula porque en un
recibo de honorarios se consigna la dirección del inmueble
intervenido (número 280) y que ello se debe a que, para gestionar
su recibo por honorarios ante la Sunat, tenía que presentar recibos
de luz y agua, y que en caso del suministro de luz, para generarse
el servicio eléctrico, se le generó un recibo con el numero
domiciliario 280-A. Precisa nuevamente que el inmueble signado
con el número 280 es de su abuelo.
Séptimo. Sentadas las posiciones de las partes, la prueba de cargo
actuada en el proceso se sustenta con prueba personal; así, tenemos:
7.1. Declaración testimonial de Walter Roberto Anicama Arteaga (foja
589), quien ante el Colegiado refiere que, el nueve de mayo de
dos mil quince, se encontraba en labores de patrullaje por San
Miguel, en un lugar conocido como “Castillo de humo”, donde
encontraron a dos mujeres vendiendo droga en el frontis del
inmueble signado con el número 280; cuando las mujeres los
vieron, corrieron hacia el interior del inmueble. Asimismo, ratifica el
Acta de registro domiciliario (foja 30).
7.2. Declaración testimonial de Virginia del Rosario Mendoza Loza (foja
594), quien ante el Colegiado refiere que el nueve de mayo de
dos mil quince, salieron a patrullar en una zona de alto riesgo, por
donde transitan sujetos con actitud sospechosa; recuerda a la
procesada y a su hija, quienes estaban vendiendo droga,
paradas en los marcos de la puerta del inmueble en una zona
denominada “Castillo de humo” y que al darse cuenta de su
presencia corrieron a su casa, pero fueron alcanzadas. La testigo
10
CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
agrega que la procesada se puso inicialmente renuente en la
intervención, pero luego dijo que colaboraría y que asumiría la
responsabilidad, pero que a su hija no la tocaran.
7.3. Declaración testimonial de Reynaldo Javier Espinoza Becerra (foja
603), quien ratifica el acta de registro domiciliario (foja 30), aunque
no recuerda los detalles de la intervención, refiere que se verificó
en un domicilio que estaba en el interior del inmueble conocido
como “Castillo de humo”.
7.4. La Carta número 1167242, del ocho de junio de dos mil quince (foja
130), emitida por la empresa Edelnor S. A. A., que consigna que la
procesada es titular del suministro 2318161, ubicado en el
inmueble intervenido, jirón Bernardo Alcedo número 280, San
Miguel.
7.5. Oficio número 2310-2015-SUNAT/6E7100 (fojas 178 y 179), emitido por
la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria, que
informa que la procesada está registrada como contribuyente
bajo el número 10804100267, en el que, como domicilio fiscal, se
consigna el inmueble intervenido, sito en jirón Bernardo Alcedo
número 280, San Miguel.
7.6. Copia de la sentencia contenida en la Resolución número 29, del
tres de febrero de dos mil diecisiete (foja 357), por la cual se le
impone condena por un delito similar al actual, por el que fue
intervenida en el pasadizo del predio conocido como “Castillo de
humo”, ubicado en jirón Bernardo Alcedo número 280, distrito de
San Miguel.
De la apreciación individual de cada declaración testimonial se
advierte que reúnen características de verosimilitud, persistencia y
ausencia de incredibilidad subjetiva, constituyéndose en prueba de
11
CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
cargo y, en su apreciación conjunta con las demás pruebas
documentales y periciales descritas en el quinto considerando de la
presente resolución, determina con suficiencia la responsabilidad
penal de la procesada respecto de los hechos imputados.
Octavo. Por otro lado del examen de las pruebas de descargo de la
procesada se tiene:
8.1. La declaración testimonial de Margarita Elena Rodríguez Haya (foja
577), quien refiere que conoce a la procesada desde hace treinta
años, que vive en el interior 12 de Bernardo Alcedo y que tiene
una caja de luz en el inmueble con numeración 280, porque en el
inmueble con numeración 279 ya no había espacio para colocar
una caja de luz adicional a las existentes. Respecto a su
detención, refiere que, por la bulla de los perros, se percató que
fue detenida cuando sacaba su balón de gas.
8.2. La declaración testimonial de Dora Amelia Mendoza Rodríguez
(foja 578), quien refiere que vive en el inmueble ubicado en el jirón
Bernardo Alcedo número 280, interior 4; que la procesada vive al
frente, en el inmueble signado con el número 290, y que sí vio
cuando la detuvieron en el interior del inmueble 280.
8.3. Diligencia de visualización de CD (foja 287), que no se vincula a la
intervención de la procesada, sino que se trata de un reportaje
televisivo; la defensa de la procesada indica que muestra la
fachada del inmueble sito en jirón Bernardo Alcedo número 280,
distrito de San Miguel.
8.4. Acta de verificación domiciliaria (foja 32), que se verificó en el
inmueble ubicado en el jirón Bernardo Alcedo número 279, interior
12, del distrito de San Miguel, la diligencia se realizó con la madre
12
CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
de la procesada, quien refiere que su hija vive allí desde hace,
aproximadamente, 27 años.
8.5. Copia de documento nacional de identidad de la procesada (fojas
279 y 280), en que se consigna como domicilio el inmueble ubicado
en el jirón Bernardo Alcedo número 279, interior 12, distrito de San
Miguel.
8.6. Recibos de facturación de suministro eléctrico de la empresa
Edelnor S. A. A. (fojas 281 a 284), correspondientes a la procesada y
otras tres personas, de agosto de dos mil dieciséis, que en el caso
específico de la acusada tiene asignado como domicilio el jirón
Bernardo Alcedo número 280-A, distrito de San Miguel.
8.7. Fotografías de las cajas de luz (fojas 286 y 287) del lugar donde vive la
recurrente, en el cual existen varias viviendas.
De la apreciación individual de las declaraciones testimoniales,
visualización de CD y documentos detallados se desprende que estos
tienden a demostrar el lugar donde domicilia la procesada, así como
el tiempo que ella tiene viviendo allí, pero en ningún caso desvirtúan la
intervención policial, en lo que se refiere a la droga hallada en su
registro personal y en el inmueble intervenido. Cabe precisar que la
documental descrita establecería que la procesada domicilia en
inmueble distinto a aquel en el que fue intervenida, pero ello no la
descarta o excluye de vinculación con el inmueble donde la policía
halló la droga en una cantidad significativa dentro de envoltorios de
papel.
Noveno. De otro lado, para construir una resolución judicial, el órgano
jurisdiccional tiene como presupuesto la prueba actuada en el
proceso, la cual no se limita a la prueba directa, pues también se
cuenta con la prueba indiciaria, cuyos requisitos están desarrollados en
13
CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
el fundamento cuarto del Recurso de Nulidad número 1912-2005-Piura1.
Al respecto, del análisis de la prueba indiciaria se tiene que el hecho
base está constituido por los propios elementos de prueba actuados
en el proceso, de los cuales se puede verificar la concurrencia de los
siguientes indicios:
9.1. De presencia física (en el inmueble intervenido). Circunstancia que
emana de las declaraciones de los efectivos policiales
intervinientes y de las Actas de intervención; inclusive, la propia
testigo de cargo Dora Mendoza (foja 579) refiere que a la
procesada se la intervino en el interior del inmueble con número
280 del jirón Bernardo Alcedo, en el distrito de San Miguel.
9.2. De mala justificación. Se tiene en consideración que el argumento
de defensa de la procesada, quien niega el hecho que se le
imputa, no se encuentra respaldado con prueba válida y
pertinente que lo corrobore, menos aún enerva el efecto
incriminador de la prueba de cargo actuada en el proceso. En
este sentido, cabe precisar que la prueba de descargo ofrecida
se circunscribe a sustentar la tesis de que domicilia en lugar
distinto a donde fue intervenida, pero no la desvincula de los
actos de posesión y tráfico de drogas que se le imputan.
9.3. De capacidad. En efecto, la procesada resultó siendo intervenida
en un lugar conocido como “Castillo de humo”, en el distrito de
San Miguel, por venta ilegal de droga; además, la procesada
presenta antecedentes de condena por delitos similares al actual,
conforme es de verse de los Certificados de antecedentes
penales (foja 564) y judiciales (foja 565).
9.4. De actitud culpable. El cual se evidencia porque, ante la
presencia policial, la procesada intentó huir para evitar su
14
CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
identificación, según uniforme versión de los efectivos policiales
intervinientes.
En suma, tanto las consideraciones precedentes y la valoración
individual y conjunta de los medios de prueba citados como la
pluralidad de indicios (de presencia física, mala justificación, de capacidad y de
actitud culpable) confirman que la responsabilidad penal está
determinada y, por ende, el principio de presunción de inocencia que
protegía a la encausada se ha desvirtuado.
Décimo. Finalmente, conforme a las conclusiones precedentes, los
argumentos en que se sustenta el recurso de nulidad deben
desestimarse, porque no debilitan los fundamentos en que se asienta la
condena impuesta; así, tenemos:
10.1. La recurrente cuestiona las referidas actas e indica que el
representante del Ministerio Público no estuvo presente. Al
respecto se debe indicar que el valor probatorio de las
actuaciones efectuadas en etapa preliminar se encuentra
regulado en el artículo 62 del Código de Procedimientos
Penales. En principio, las actuaciones recabadas sin la presencia
del Ministerio Público no tienen eficacia probatoria. Sin embargo,
pueden darse situaciones como la flagrancia delictiva –como en
el presente caso– en que, por la urgencia de la situación, se
justifique la ausencia del fiscal en las actuaciones practicadas
por la policía en el lugar de los hechos.
10.2. La recurrente sustenta que la condenaron pese a la inexistencia
de pruebas (como videos o fotografías que acrediten que vendía droga) y
que su condena se sustentó en la valoración tanto de prueba
irregular (el Acta de registro domiciliario) como contradictoria
(testimonio de los policías intervinientes) y en la falta de valoración de
la prueba que ofreció y se actuó (testigos de descargo y visualización
15
CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
de disco compacto); sin embargo, como se advierte en la recurrida
y en las consideraciones precedentes, la condena de la
procesada se sustentó en prueba directa válida y pertinente, así
como en la presencia de indicios que respaldan la decisión
impugnada.
10.3. La recurrente ha dirigido su argumento impugnatorio a cuestionar
que el lugar donde fue intervenida (la vía pública) y que la droga
mostrada les fue “sembrada” por la policía; el primer extremo del
argumento en modo alguno desvirtúa la sentencia recurrida,
porque esta se sustenta con el común testimonio de los policías
intervinientes, que sorprendieron (en el frontis del inmueble intervenido)
a las procesadas, quienes al notar la presencia policial trataron
de huir y fueron alcanzadas en la entrada de la vivienda donde
se halló el resto de la droga incautada; asimismo, el argumento
de que la droga les fue sembrada por la policía no tiene asidero
alguno que lo evidencie o, al menos, que persuada de ello.
En suma, los agravios del recurso impugnatorio no desvirtúan los
fundamentos que sustentan la condena impuesta, por lo que deben
desestimarse.
Decimoprimero. Sin perjuicio de lo glosado, es de advertirse que el tipo
penal que describe el segundo párrafo del artículo 296 del Código
Penal vigente cuando ocurren los hechos, conlleva la imposición de la
pena accesoria de multa; sin embargo, dado que la sentenciada ha
sido la única impugnante, no corresponde integrar el fallo en estos
extremos porque sería lesivo del principio de la prohibición de reforma
en peor.
16
CORTE SUPREMA SALA PENAL PERMANENTE
DE JUSTICIA RECURSO DE NULIDAD N.° 813-2020
DE LA REPÚBLICA LIMA
DECISIÓN
Por estos fundamentos, los jueces supremos integrantes de la Sala
Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República
DECLARARON NO HABER NULIDAD en la sentencia del treinta de
diciembre de mil diecinueve (foja 631), emitida por la Cuarta Sala Penal
con Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima, que
condenó a Bertha Antonia Reyes Ortiz por el delito contra la salud
pública, tráfico ilícito de drogas, en agravio del Estado, a ocho años
de pena privativa de libertad y fijó en S/1000 (mil soles) el monto de la
reparación civil que deberá abonar a favor del Estado; con lo demás
que contiene. Hágase saber y los devolvieron.
S. S.
SAN MARTÍN CASTRO
SEQUEIROS VARGAS
COAGUILA CHÁVEZ
TORRE MUÑOZ
CARBAJAL CHÁVEZ
ECCH/jgma
17