Teoría y práctica de la
escritura académica
Guía para la producción y evaluación
de un Informe Académico
Yasna Roldán V.
Camila Cárdenas N.
Roberto Casanova S.
Ediciones Universidad Austral de Chile
Publicaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades
Serie Nueva Docencia
Introducción 3
Teoría y práctica de la escritura académica. Guía para la producción y
evaluación de un Informe Académico
Yasna Roldán V., Camila Cárdenas N., Roberto Casanova S.
2013
Ediciones Universidad Austral de Chile, Publicaciones de la Facultad
de Filosofía y Humanidades, Serie Nueva Docencia
Valdivia-Chile
© Yasna Roldán V., Camila Cárdenas N., Roberto Casanova S.
© Ediciones Universidad Austral de Chile, Publicaciones de la
Facultad de Filosofía y Humanidades, Serie Nueva Docencia
Derechos Reservados
isbn: 978-956-7105-92-2
Idea, edición, corrección, diseño y diagramación:
Sebastián Figueroa C.
Corrección de Pruebas:
Yasna Roldán, Roberto Casanova y Camila Cárdenas
Diseño de Portada:
Carlos Figueroa R.
Oficina de Publicaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades,
Universidad Austral de Chile
[email protected]Isla Teja, Valdivia, 56 63 221275
4 Teoría y práctica de la escritura académica
IV.3.1. Tipos de párrafos
El tipo de párrafo va a depender de la clase de discurso en el cual se
inserte y se va a construir de diferentes formas para adaptarse a los propósitos de
la comunicación (Pérez, 1995). Por ejemplo, según las secuencias textuales habrá
párrafos descriptivos, argumentativos, explicativos y narrativos. Atendiendo a la
estructura formal del texto, los párrafos serán introductorios, informativos, de enlace,
de conclusión. En este caso, nos interesa la clasificación propuesta por Serafini
(1998) y, de los seis tipos de párrafo que explica la autora, nos parece que el párrafo
de enumeración, el párrafo de desarrollo y el párrafo de comparación constituyen
construcciones recurrentes tanto si se trata de secuencias textuales, como de párrafos
que estructuran el texto.
Debemos tener en cuenta que, aun cuando los párrafos están claramente
delimitados, según explicamos más arriba, “en el caso de unidades de información
largas y complejas, un párrafo puede estar integrado por dos o tres apartados, incluso
más” (Serafini, 1998: 131). Esto quiere decir que un párrafo de desarrollo, por ejemplo,
puede desarrollar su contenido en una unidad que efectivamente coincida con el
párrafo, pero en ocasiones necesita más de uno. Lo mismo ocurre con los párrafos
de enumeración y de comparación. Los párrafos que a continuación se explican se
comportan de la misma manera. Canónicamente esperaríamos el desarrollo en una
sola unidad de párrafo, pero, como se verá en los ejemplos, algunos tienen más de
una unidad.
IV.3.1.1. Párrafo de enumeración
El párrafo de enumeración presenta “un listado de informaciones relacionadas
entre sí” (Serafini, 1998: 131). El aspecto relevante del párrafo es que esta lista
está organizada según los aspectos formales del párrafo y no es solo un punteo de
características o propiedades.
La estructura del párrafo de enumeración tiene una frase organizadora y una
lista de propiedades. La frase organizadora puede ir al inicio o al final del párrafo. No
obstante, reiterando lo que hemos sugerido en otras secciones, es preferible ubicar la
frase organizadora al inicio de la enumeración para facilitar la lectura en el Informe
Académico.
Los párrafos de enumeración se clasifican en tres tipos según la naturaleza
de la frase organizadora. Así, hay frases de recuento, frases de síntesis y frases de
encuadramiento que especificamos en los siguientes ejemplos. En cada uno se explica
en qué consiste cada tipo de frase, seguido de un párrafo modelo y un análisis que
muestra esquemáticamente qué parte del párrafo corresponde a la frase organizadora
y cuáles son los elementos de la lista.
a. Frase de recuento: en la frase de recuento se anticipa el número de elementos
que se desarrollará en el párrafo. Ejemplo:
Taller de Adquisición de la Competencia Comunicativa Escrita 117
La etnología siempre tiene que ver por lo menos con dos espacios: el lugar que
estudia (un pueblo, una empresa) y otro lugar, más amplio, en el que aquél se
inscribe y donde se ejercen influencias y presiones que no dejan de tener su
efecto en el juego interno de las relaciones locales (la etnia, el reino, el Estado)
(Ejemplo tomado de Augé, 2008).
Frase organizadora de recuento: La etnología siempre tiene que ver por lo
menos con dos espacios:
Lista:
1. El lugar que estudia (un pueblo, una empresa)
2. Otro lugar, más amplio, en el que aquél se inscribe y donde se ejercen
influencias y presiones que no dejan de tener su efecto en el juego interno de
las relaciones locales (la etnia, el reino, el Estado).
b. Frase de síntesis: en la frase de síntesis, se nombra cada uno de los elementos
de que trata la enumeración. Ejemplo:
Las actividades de copia, dictado y paráfrasis constituyen un ejemplo de destrezas
funcionales de escritura. Ellas se realizan una vez que los niños tienen cierto
dominio de la escritura manuscrita y les sirven tanto de práctica como de técnica
de estudio.
La copia requiere reproducir un escrito que el alumno tiene ante su vista; el
dictado implica escribir el lenguaje escuchado; la paráfrasis requiere que el
alumno traduzca, con sus propias palabras, el pensamiento del autor (Ejemplo
tomado de Condemarín, Galdames y Medina, 1995).
Frase organizadora de síntesis: Las actividades de copia, dictado y paráfrasis
constituyen un ejemplo de destrezas funcionales de escritura.
Lista:
1. La copia requiere reproducir un escrito que el alumno tiene ante su vista
2. El dictado implica escribir el lenguaje escuchado
3. La paráfrasis requiere que el alumno traduzca, con sus propias palabras, el
pensamiento del autor.
c. Frase de encuadramiento: en este tipo de frase organizadora no se adelanta el
número de elementos de la enumeración y tampoco se los nombra, pero el lector
puede intuir que lo que continúa es una lista. Ejemplo:
Un hablante por lo general realiza cambios en el estado de activación de ciertos
aspectos, lo que se refleja parcialmente en su elección referencial. Si el hablante
asume, antes de emitir una unidad de entonación, que un concepto ya está activo
en la mente del oyente, verbalizará ese concepto de un modo atenuado, muy
118 Teoría y práctica de la escritura académica
probablemente pronominalizándolo. Si supone que un concepto no está en ese
momento activo en la conciencia del oyente, lo verbalizará de un modo menos
atenuado, muy probablemente nominalizándolo (Ejemplo tomado de Tomlin,
Forrest, Pu y Kim, 2000: 129).
Frase organizadora de encuadramiento: Un hablante por lo general realiza
cambios en el estado de activación de ciertos aspectos, lo que se refleja
parcialmente en su elección referencial.
Lista:
1. Verbalización del concepto de un modo atenuado
2. Verbalización del concepto de un modo menos atenuado
En cada tipo de párrafos de enumeración hay que tener cuidado de ordenar
los elementos de la lista en un orden coherente y lógico que el lector pueda
seguir fácilmente. Por ejemplo, del más antiguo al más reciente, del más frecuente
al más raro, del más al menos importante, etc. Asimismo, el desarrollo de los
elementos de la lista debe ser equilibrado, de manera de no dedicar secciones
más extensas solo a algunos. También es preciso usar conectores para ordenar la
información (en primer lugar, además, por último, etc.). Finalmente, es posible
que cada elemento de la enumeración se desarrolle en una oración. En este caso
se pueden ubicar dentro el mismo párrafo y separarlos con punto y coma o punto
seguido. En otras ocasiones, cuando la información es más extensa, es posible
desarrollar cada elemento en un párrafo aparte.
IV.3.1.2. Párrafo de desarrollo
El párrafo de desarrollo se redacta a partir de “una idea principal,
enunciada de forma explícita, que posteriormente se reafirma por medio de
ejemplos o argumentaciones” (Serafini, 1998: 150). Por lo tanto, la estructura del
párrafo de desarrollo contempla dos partes: una idea principal que puede ir al
inicio del párrafo o al final y un desarrollo en el cual se presenta la información
que complementa o amplía los datos contenidos en la idea principal. Ejemplo:
Los niños ingresan al sistema escolar con un buen dominio del lenguaje a nivel oral
(hablar y escuchar). Alrededor de los cuatro años, ellos conocen mayoritariamente
la estructura lingüística de su habla materna, incluyendo la mayoría de los
patrones gramaticales. Perciben intuitivamente que el lenguaje es funcional y que
pueden usarlo para obtener cosas, darse a conocer, hacerse de amigos, reclamar,
averiguar sobre objetos y acciones, y crear mundos imaginarios a través de sus
propias fantasías o dramatizaciones (Ejemplo tomado de Condemarín et al. 1995).
Taller de Adquisición de la Competencia Comunicativa Escrita 119
Idea principal: Los niños ingresan al sistema escolar con un buen dominio del
lenguaje a nivel oral (hablar y escuchar).
Ejemplos o argumentos:
1. Alrededor de los cuatro años, ellos conocen mayormente la estructura lingüística
de su habla materna, incluido un amplio número de patrones gramaticales.
2. Perciben intuitivamente que el lenguaje es funcional y que pueden usarlo
para obtener cosas, darse a conocer, hacerse de amigos, reclamar, averiguar
sobre objetos y acciones, y crear mundos imaginarios a través de sus propias
fantasías o dramatizaciones.
En la redacción del párrafo de desarrollo, conviene tener en cuenta que los
ejemplos o argumentos aportados deben ser relevantes en el desarrollo del concepto
y no presentar contradicciones entre sí.
IV.3.1.3. Párrafo de comparación
El párrafo de comparación desarrolla “las semejanzas y diferencias de dos o
más objetos, situaciones, ideas o personas, comparándolos según un cierto número de
categorías” (Serafini, 1998: 142). Para poder comparar dos objetos, éstos deben tener
una característica común de la cual partir para establecer las categorías que sustentan
la comparación. Por ejemplo, se puede comparar una silla y una mesa, porque tienen el
rasgo común de pertenecer al campo semántico ‘muebles’. Así, si se compara una silla
y una mesa específicas las categorías de comparación podrían ser: forma, materiales,
confort, dimensiones, etc. Sin embargo, otras comparaciones resultarían muy forzosas
o simplemente difíciles de llevar a cabo, porque falta el elemento común entre los
objetos comparados. Por ejemplo, el sol y la silla pertenecen a campos semánticos
distintos y, difícilmente, se podría establecer categorías que sustenten la comparación;
por lo menos, en un texto académico como el planteado hasta aquí.
Recapitulando, una vez determinados los objetos de la comparación es
necesario establecer las categorías a partir de las cuales se desarrolla la comparación
y las características particulares de cada objeto en relación a las categorías. Resulta
más fácil la organización previa del párrafo si se dispone la información en un cuadro
de objetos/categorías como el que propone Serafini (1998).
Objeto A Objeto B (Objeto C)
Categoría 1 A1 B1 (C 1)
Categoría 2 A2 B2 (C 2)
Categoría 3 A3 B3 (C 3)
Categoría 4 A4 B4 (C 4)
Categoría n AN BN (C N)
Figura 14. Cuadro de objeto categorías para planificar el párrafo de comparación (Serafini, 1998).
120 Teoría y práctica de la escritura académica
Como se puede suponer, en la base de la comparación hay secuencias
descriptivas de cada uno de los objetos. Sin embargo, no se trata de descripciones
aisladas, porque el resultado sería solo ese: dos descripciones independientes de dos
objetos, pero no habría comparación. La comparación implica una integración a
partir de la correcta determinación de las categorías.
Una vez completado el cuadro con los datos pertinentes, la comparación
se puede redactar de dos formas: por descripciones separadas y por descripciones
contrapuestas. “Cuando se comparan entre sí dos únicos objetos (el caso más común),
las descripciones contrapuestas resultan en general más legibles; en cambio, cuando
los objetos son tres o más, las descripciones separadas resultan más claras” (Serafini,
1998: 145).
a. Descripciones separadas: En la comparación por descripciones separadas,
cada objeto se analiza por separado. Dependiendo de la complejidad del texto,
la descripción de cada objeto puede abarcar desde un par de oraciones, hasta
un par de párrafos para cada uno. Después de presentar los objetos que se van a
comparar, se inicia la descripción de uno de ellos en cada una de las categorías
y se continúa con el segundo con las mismas categorías y en el mismo orden que
se escogió para describir el primer objeto.
Ejemplo
A pesar de tener el mismo título, las obras El beso, de Linchtenstein y Klimt tienen
características totalmente contrapuestas. Los llamativos y primarios colores que
utiliza Linchtenstein son claros y característicos del estilo pop, tendencia de
los años ’50. Muestra un encuadre de primerísimo primer plano que refleja el
reencuentro de dos amantes tras el fin de la guerra. Por contraste, el cuadro
de Klimt utiliza colores oro y cálidos típicos del simbolismo, de principios del
1900, manifestando en un plano general el beso de Apolo y Dafne, una bella
representación de dos enamorados
Escrito por un estudiante (2012)
Introducción de los objetos: A pesar de tener el mismo título, las obras El beso,
de Linchtenstein y Klimt tienen características totalmente contrapuestas.
Categorías Objeto 1 Objeto 2
El beso de Linchtenstein El beso de Klimt
Estilo/tendencia Pop Art Simbolismo
Año 1950 1900 aproximadamente
Encuadre Primerísimo primer plano Plano general
Objetivo Post guerra / reencuentro Representación de
enamorados
Taller de Adquisición de la Competencia Comunicativa Escrita 121
Esquemáticamente, se aprecia cómo la comparación se centra en el Objeto
1 (el cuadro de Linchtenstein) y desarrolla todas sus categorías antes de pasar a la
descripción del Objeto 2 (el cuadro de Klimt). En la segunda parte, se explican las
categorías del segundo objeto en el mismo orden que se planteó para el primero. La
redacción del texto es vertical en relación al esquema: primero el Objeto 1 y el estilo
o tendencia del cuadro, el año, el tipo de encuadre y el objetivo; luego el Objeto 2
y, de nuevo, el estilo, el año, el tipo de encuadre y el objetivo.
b. Descripciones contrapuestas. En el párrafo de comparación por descripciones
contrapuestas, las características de los objetos se muestran de manera paralela.
Es decir, el enfoque está en las categorías y no en los objetos.
Ejemplo
Tanto en Vancouver, en la costa de Canadá, como en Dubai, en los Emiratos Árabes
Unidos, las riberas se encuentran salpicadas de nuevas y elevadas construcciones
de vidrio y acero. Esa parece ser la única semejanza entre las dos ciudades. El
invierno pasado fue uno de los más lluviosos en Vancouver. En enero llovió 29
de los 31 días, acumulando 28 centímetros de agua caída, más de lo que Dubai
recibe en un año entero. A pesar del clima generalmente nublado y brumoso, los
habitantes de Vancouver visten ropa deportiva y disfrutan de la naturaleza con
caminatas o kayaking en los alrededores, mientras que los ciudadanos de Dubai,
vestidos bien formalmente, prefieren escapar del sol abrasador comprando en
alguno de los centros comerciales más ostentosos del mundo, con fachadas
adornadas con palmeras artificiales.
Escrito por un estudiante
Introducción de los objetos: Tanto en Vancouver, en la costa de Canadá, como
en Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos, las riberas se encuentran salpicadas
de nuevas y elevadas construcciones de vidrio y acero. Esa parece ser la única
semejanza entre las dos ciudades.
Categorías Objeto 1 Objeto 2
Vancouver Dubai
Lluvia caída El invierno más lluvioso. Llueve mucho menos en un
año entero.
Hábitos de los Visten ropa deportiva. Visten formalmente.
ciudadanos Disfrutan de la naturaleza Escapan del sol en los
con caminatas o kayaking. centros comerciales.
En este esquema se aprecia que la comparación parte por la categoría ‘lluvia
caída’ y luego continúa con la explicación de los ‘hábitos de los ciudadanos’. De este
modo, la comparación se establece de modo horizontal, desde las categorías: ‘lluvia
caída’ para el Objeto 1 y 2; y ‘hábitos de los ciudadanos’ para el Objeto 1 y 2.
122 Teoría y práctica de la escritura académica
En ambos tipos de comparaciones, se deben introducir, al inicio, los objetos de
la comparación. Luego, en el desarrollo del párrafo se debe seguir el orden en el que
fueron presentados los objetos. También hay que tener cuidado de desarrollar para
cada objeto las mismas categorías propuestas en el cuadro de planificación del texto y
en el mismo orden para cada uno. De esta manera, el lector seguirá más fácilmente la
comparación. Por último, se debe tener cuidado en desarrollar de manera equilibrada
las descripciones; es decir, dedicar extensiones similares para cada objeto, y se deben
tener siempre presentes las categorías para desarrollarlas todas.
IV.4. Tipologías y secuencias textuales específicas del discurso académico
especializado
IV.4.1. Descripción
Lo que se hace en una descripción es representar la realidad y sus
componentes, es decir, explicar o desarrollar las características o las partes de un
objeto, de un lugar, de un proceso, de una teoría. Vista así, la descripción “carece
de acción y nos brinda una versión estática de la realidad” (Sánchez Lobato, 2006:
352). Esta percepción de la realidad puede ser más o menos objetiva, más o menos
subjetiva, en función del objetivo con que se enfrente la descripción. En el género
Informe Académico, sin embargo, “solo se admiten datos objetivos y comprobados y
una ordenación lógica y clara” (Sánchez Lobato, 2006: 353).
Aunque hay algunos textos predominantemente descriptivos como los
manuales o los textos de instrucciones, lo más habitual es encontrar secuencias
descriptivas en combinación con otros tipos textuales. Por ejemplo, la descripción
“junto con la secuencia explicativa y la argumentativa aparece en los textos científicos
y didácticos” (Calsamiglia y Tusón, 2007: 270). En estos casos, las descripciones
complementan o fundamentan la explicación o la argumentación.
El orden de la descripción puede partir con la nominación del objeto y
luego el desarrollo de sus características o viceversa, es decir, comenzar con las
características y al final identificar el objeto. En el segundo caso, se despierta la
curiosidad del lector, pero el costo de interpretación es mayor. Por este motivo, se
sugiere que en el Informe Académico se privilegie el orden objeto-categorías. No
obstante, el objeto se puede retomar varias veces en la descripción con el recurso
de reformulación que permite volver a nombrar el objeto para aportar nuevas
características. La reformulación implica, sin embargo, un manejo de vocabulario
adecuado que permita evitar las redundancias.
Las descripciones se construyen principalmente con verbos de estado como
ser, estar, parecer, contar disponer, encontrarse, etc. Este tipo de verbos permite
introducir las características o las partes del objeto descrito y se centra la atención,
precisamente, en esas características. El verbo de estado que se escoja debe estar
conjugado en presente o pretérito imperfecto. El presente tiene un valor atemporal y
el imperfecto es típico de las descripciones por su aspecto imperfectivo.
Taller de Adquisición de la Competencia Comunicativa Escrita 123
Los sustantivos, las frases sustantivas y las nominalizaciones servirán para
señalar los objetos y con el uso de adjetivos, complementos del nombre, aposiciones
y oraciones de relativo, se desarrolla la caracterización de los mismos. Normalmente
estas secuencias adjetivales están yuxtapuestas o coordinadas en lo que constituyen
las listas de características con que se describen los objetos.
Ejemplo de Descripción:
Ngülliw o piñón es el fruto del pewen (Araucaria araucana). Es una baya de alto
contenido energético y proteico y constituye, por lo tanto, un excelente producto
alimenticio. Es la base de la dieta de las comunidades pewenche que habita la octava
y la novena regiones. Lo consumen hervido y asado al rescoldo y lo conservan
enterrado para disponer de él durante el invierno, tiempo en que otros alimentos
escasean (Ejemplo tomado de Hernández, Ramos y Cárcamo, 2005).
De la descripción deriva la comparación, pues se trata de las analogías que
se pueden establecer a partir de la descripción de dos objetos. Sin embargo, como
ya se dijo, para poder establecer la comparación, no es suficiente la descripción de
los objetos en forma separada. Por el contrario, hay que determinar los puntos o las
categorías que permitan la comparación.
IV.4.2. Argumentación
Argumentar consiste en desplegar una serie de estrategias y recursos
lingüísticos para defender una tesis o una opinión, con el objetivo de convencer o
persuadir a otros. La argumentación es dialógica, pues a partir de la defensa de la
propia tesis, se supone la tesis contraria, además de que los argumentos se desarrollan
siempre en contraposición a la opinión del otro. Sin embargo, no se trata del ‘otro’,
al cual hay que convencer, sino del ‘otro’ al que hay que refutar. El ‘otro’ al que se
pretende persuadir es el interlocutor del texto.
Si la presencia de la tesis contraria es necesaria para argumentar, “un texto
no puede ser argumentativo en una situación que no sea problemática ni en un a
situación en la que la oposición no pueda manifestarse” (Nogueira, 2010: 97). A su
vez, la argumentación no puede tener un tema que no cause controversia.
Resumiendo lo expuesto hasta aquí, la argumentación tiene cuatro
características fundamentales (Calsamiglia y Tusón, 2007):
1. Objeto: cualquier tema controvertido, dudoso, problemático, que admite diferentes
maneras de tratarlo. Se puede formular como pregunta.
2. Locutor: quien manifiesta una manera de ver e interpretar la realidad, una toma de
posición. Expone la opinión a través de expresiones modalizadas y axiológicas.
3. Carácter: polémico, ideológico, pues se basa en la contraposición de dos o más posturas.
Los enunciados se formulan en relación a los enunciados de otros.
4. Objetivo: provocar adhesión, convencer o persuadir al interlocutor o a un público de la
aceptabilidad de una idea, de una forma de ver el tema que se debate.
124 Teoría y práctica de la escritura académica
Generalmente, la secuencia argumentativa se ordena deductivamente, de lo
general a lo particular. El razonamiento deductivo se ordena en una introducción, un
cuerpo argumentativo y una conclusión (Sánchez Lobato, 2006; Nogueira, 2010).
En la Introducción se presenta la premisa a modo de tesis que necesita
ser demostrada. La premisa siempre es una aserción o afirmación que puede ser
complementada con la exposición del problema que puede adoptar la forma de
pregunta.
En el cuerpo argumentativo, se presentan datos y creencias que se suponen
aceptadas, además de información con carga argumentativa. Los argumentos
expuestos deben estar conectados con la tesis planteada en la introducción. Junto
a los argumentos, se exponen los contrargumentos u objeciones del adversario
para impugnarlos: “cuantos más argumentos prevea y refute el argumentator, más
posibilidades tiene de reducir al opositor al silencio o al descrédito” (Nogueira,
2010: 94). En esta parte se incluyen explicaciones, analogías, ejemplificaciones,
explicaciones causales, citas de autoridades, documentación de hechos, referencias,
etc., como recursos para apoyar la tesis o premisa. Es importante que en el desarrollo
de la argumentación no se produzcan contradicciones.
La conclusión es un resumen de las ideas planteadas. Se retoman la premisa
y los datos, se exponen las consecuencias de la demostración y se pueden formular
propuestas.
En las secuencias argumentativas, se usan normalmente verbos en presente
de indicativo para exponer los argumentos y condicional para presentar las hipótesis.
La modalidad de la argumentación es la aserción o afirmación; sin embargo, los
problemas pueden plantearse en modalidad interrogativa.
Se emplean términos específicos, tecnicismos y palabras abstractas en un
lenguaje claro, preciso, persuasivo y apropiado al tema desarrollado con predominio
de las nominalizaciones. Éstas consisten en cambiar la categoría gramatical de un
verbo o un sintagma verbal en un sintagma nominal. Su uso permite condensar
la información, ocultar el agente de la acción y, como consecuencia, utilizar un
lenguaje más abstracto.
El discurso argumentativo hace explícitas sus relaciones con el uso de nexos
discursivos. Por ejemplo, “las refutaciones suelen introducirse con conectores
adversativos (“pero”) y negaciones” (Nogueira, 2010: 94). Los nexos establecen
también relaciones de causa, consecuencia, condiciones, etc.
En la introducción de los propios argumentos o los contrargumentos, se usan
procesos mentales y verbales (creer, pensar, objetar, decir, exponer, cuestionar, etc.).
Ejemplo de argumentación:
¿Puede hablarse de una comunidad discursiva de la educación, o más
específicamente, de una comunidad discursiva de investigadores de la educación?
Si se aplican al contexto de esta investigación las seis características que
propone Swales (1990, pp. 24-27) para identificar a una comunidad discursiva,
la respuesta a esta pregunta es claramente afirmativa. Según este autor una
Taller de Adquisición de la Competencia Comunicativa Escrita 125
comunidad discursiva se caracteriza por (1) tener metas públicas comunes que
pueden ser formalmente inscritas en documentos o también ser tácitas; (2) tener
mecanismos de intercomunicación entre sus miembros; (3) utilizar mecanismos
de participación principalmente para proveer información y retroalimentación;
(4) utilizar y tener uno o más géneros para comunicar sus metas; (5) poseer un
léxico específico, y (6) tener miembros en el nivel de umbral (‘resol level’) con
experiencia en contendido y discurso (Ejemplo tomado de Beke, 2011).
IV.4.3. Explicación
Un texto explicativo tiene como objetivo hacer comprensible una información
que se presenta como confusa o desconocida. Por ello, se centra en un problema que
merece ser explicado mediante un proceso cognitivo. Como resultado del proceso
explicativo, el objeto se vuelve más accesible a la comprensión. La explicación se
diferencia de la argumentación, porque su propósito “no es convencer ni influir en
el comportamiento del interlocutor sino en todo caso cambiar su estado epistémico”
(Calsamiglia y Tusón, 2007: 298). Se produce, por tanto, una relación asimétrica
entre quien posee este conocimiento y un interlocutor lego.
Toda explicación pone en juego dos segmentos de base: un objeto por
explicar que se denomina explicando, y otro segmento, el explicante, que modifica
al objeto para hacerlo más inteligible (Warley, 2010). En la secuencia inicial se hace
referencia a “un objeto complejo que se presenta como algo desconocido, difícil y
oscuro” (Calsamiglia y Tusón, 2007: 299). A partir de la presentación del objeto se
desarrolla un cuestionamiento que introduce el problema cognoscitivo a resolver.
La última etapa es la fase resolutiva en la que se da respuesta al problema inicial
(Calsamiglia y Tusón, 2007). En toda la secuencia, la explicación se fundamenta
en un sistema de citas que integra las voces de los otros para otorgar autoridad y
veracidad a la explicación.
En la explicación se usa el presente de indicativo para explicar, reformular
y ejemplificar y el condicional cuando se plantea una hipótesis. En virtud de su
carácter objetivo, “el explicator elude la primera persona del singular y toda forma
de apelación hacia el destinatario del discurso, en especial, en las realizaciones
escritas de las explicaciones (…) por lo tanto, suelen emplearse la tercera persona o
formas impersonales” (Warley, 2010: 70).
Ejemplo de explicación:
Al escribir, es fácil entusiasmarse con el tema y con el lenguaje, y olvidar a los lectores
eventuales del texto. Por lo general, ellos no podrán comunicarse de forma directa
con los autores ni podrán hacerles consultas ni pedirles aclaraciones. Solo dispondrán
del texto impreso o en versión digital para comprender el mensaje que quisieron
transmitir. Si el lector se ve obligado a releer una parte del contexto para intentar
comprenderlo, aplicando una interpretación alternativa, pues le resultó incoherente,
inconsistente o incomprensible, entonces los autores no habrán cumplido con el
objetivo principal propuesto (científico, docente, metodológico u otro) y resultó
afectada la comunicación (Ejemplo tomado de Raya y Zulueta, 2011).
126 Teoría y práctica de la escritura académica
En el proceso explicativo se despliegan las estrategias discursivas de
definición, clasificación, reformulación, ejemplificación y analogía.
La definición es un tipo de descripción, “es una operación discursiva que
sirve para especificar un concepto a partir de establecer sus características y la clase
de objetos a que pertenece” (Calsamiglia y Tusón, 2007: 275).
Ejemplo de definición:
De este modo, la Lingüística Crítica y el análisis Crítico del Discurso pueden definirse
como disciplinas que fundamentalmente se ocupan de analizar, ya sean éstas opacas
o transparentes, las relaciones de dominación, discriminación, poder y control, tal
como se manifiestan a través del lenguaje (Ejemplo tomado de Wodak, 2003).
La clasificación corresponde al procedimiento de adscripción de cualquier
entidad a un grupo o clase, en virtud de sus características.
Ejemplo de clasificación:
Bakhtin (1986) distingue entre los géneros primarios o simples que incluyen
diálogos, conversaciones diarias, cartas entre otros, y los géneros secundarios o
complejos que corresponden a comunicaciones generalmente escritas, altamente
desarrolladas y organizadas. En este último grupo, se encuentran las novelas, las
obras de teatro, los comentarios y toda clase de investigación científica” (Ejemplo
tomado de Beke, 2011).
La reformulación se usa para repetir, aclarar o simplificar los conceptos. Es la
manera de retomar aquello que se considera difícil de comprender. Para reformular
se usan los siguientes conectores: o sea, es decir, en otras palabras, etc.
Ejemplo de reformulación:
Decir que el discurso es un suceso de comunicación es una caracterización que
incorpora algunos de estos aspectos funcionales. En otras palabras, las personas
utilizan el lenguaje para comunicar ideas o creencias (o para expresar emociones)
y lo hacen como parte de sucesos más sociales más complejos (Ejemplo tomado
de Van Dijk, 2000).
La ejemplificación “es un procedimiento que concreta una formulación
general o abstracta poniéndola en el escenario de una experiencia más próxima al
interlocutor” (Calsamiglia y Tusón, 2007: 300). Los ejemplos deben ser pertinentes
en relación al objeto de la explicación. Se introducen con conectores como: por
ejemplo, a saber, etc.
Ejemplo de ejemplificación:
En el micronivel, las relaciones de sentido entre las proposiciones de un discurso
obedecen a un cierto número de condiciones de coherencia que pueden ser
de naturaleza funcional. Por ejemplo, una proposición puede funcionar como
especificación, generalización, ilustración o contraste con respecto a una
proposición previa (Ejemplo tomado de Van Dijk, 2000).
Taller de Adquisición de la Competencia Comunicativa Escrita 127
La analogía permite relacionar “un concepto o un conjunto de conceptos
con otros de distinto campo” (Calsamiglia y Tusón, 2007: 300). Las analogías se
construyen mediante metáforas y comparaciones.
Ejemplo de analogía:
Además de aplicar reglas, los usuarios del lenguaje también conocen y emplean
estrategias mentales e interacciónales expeditivas en el proceso de comprensión
o producción del discurso y en el proceso de consecución de sus metas
comunicativas o sociales. La relevancia de las estrategias puede compararse con
el juego del ajedrez: para poder jugar, los ajedrecistas deben conocer en primer
lugar las reglas, pero también recurren a tácticas, estrategias y movidas especiales
dentro de una estrategia global destinada a defenderse o ganar (Ejemplo tomado
de Van Dijk, 2000).
IV.4.4. Narración
La narración consiste en el relato de hechos situados temporalmente y en el
espacio, pero no es una simple sucesión de acciones, sino un “proceso transformacional,
dominado por la tensión de la puesta en intriga” (Ciapuscio, 1994: 93). La sola sucesión
de acciones constituiría una descripción, mientras que para que haya narración debe
haber un conflicto que altere el equilibrio inicial y que mueva a la acción.
La secuencia narrativa está formada básicamente por una situación inicial,
un conflicto y un desenlace. La situación inicial normalmente es descriptiva y puede
incluir un resumen introductorio en el que se presentan las características de los
personajes y las coordenadas espacio-temporales. Se supone siempre una situación
inicial de equilibrio. En la parte del conflicto o la complicación sucede algo que
altera el orden inicial descrito. Además se desarrollan las acciones que derivan del
conflicto. La última etapa de desenlace implica la resolución del conflicto y un nuevo
orden de equilibrio distinto al inicial.
Si en la argumentación y en la descripción predominan las nominalizaciones,
en la narración sobresalen las acciones expresadas en grupos verbales y procesos
de tipo material. Las narraciones son de hechos pasados, por lo tanto, las acciones
se expresan en pretérito indefinido (llegué), pretérito perfecto (he llegado) y
pluscuamperfecto de indicativo (había llegado).
La narración puede ser de primera persona (autobiográfica), de segunda
persona (dirigida al lector) y de tercera persona (objetiva). En el Informe Académico,
predominan las secuencias narrativas en tercera persona para presentar los hechos
sin que el emisor se involucre en ellos y privilegiar una perspectiva objetiva de los
acontecimientos.
El desarrollo de la acción puede tener un orden lineal o puede comenzar por
el desenlace u otra parte del relato. Sin embargo, en el género que nos interesa se
prefiere el orden lineal de la acción, esto es: principio, desarrollo, desenlace.
En la parte dedicada a la acción y a las transformaciones se utilizan
preferentemente conectores y marcadores temporales, causales y consecutivos,
128 Teoría y práctica de la escritura académica
mientras que las características de las referencias espacio-temporales se construyen
con secuencias descriptivas.
Ejemplo de narración:
Boyle fue el primer científico que realizó y publicó todos sus experimentos
(incluyendo los que arrojaban resultados negativos), con información detallada
acerca de los procedimientos, aparatos utilizados y observaciones. Formó
lo que hoy en día se conoce como research goup (grupo de investigadores)
y desempeñó un papel importante en la creación de la English Royal Society
(Sociedad Real Inglesa) a la que propuso un conjunto de estrategias. Propuso, por
ejemplo, que los experimentos se ejecutaran ante una audiencia, cuyos miembros
firmaban como testigos, de manera que así se estimulaba a otros para repetir los
experimentos. Boyle insistía en que las ilustraciones fueran lo más precisas posible;
los recuentos de los experimentos habían de ser elaborados detalladamente para
que la audiencia tuviera una visión completa; las disputas entre los científicos
debían centrarse en los resultados, no en las personas. Desde el punto de vista
de la escritura, Boyle era muy cuidadoso y utilizaba frecuentemente lo que más
adelante se conocería como hedges (‘mitigadores’).
(…) El punto es que Boyle y sus colaboradores tuvieron que hacer grandes
esfuerzos para que se desarrollara un estilo convincente del reporte de
investigación (Ejemplo tomado de Beke, 2011).
IV.5. Segmentación del discurso académico
El correcto uso de los signos de puntuación refleja una adecuada segmentación
de los textos en sus diversas unidades, a saber: sintagmas, oraciones, párrafos. Además,
la utilización de los signos de primer y segundo régimen es reflejo de la complejidad
con que se estructura el texto. Por ejemplo, “un texto que solamente utilice puntos
y seguido y comas contiene únicamente dos niveles de puntuación y forzosamente
resulta más simple” (Cassany, 1995: 177). En cambio, la adecuada utilización de
punto y coma, dos puntos, paréntesis, y los demás signos de puntuación colabora en
un tratamiento más complejo y claro de la información.
En los informes que habitualmente corregimos, normalmente la puntuación se
ubica en un nivel básico de utilización de comas y puntos. En relación a lo anterior, hay
que precisar que no siempre los signos de puntuación que aparecen en los informes
están bien usados. Los errores más frecuentes corresponden a: pseudopárrafos con
oraciones interminables, en los cuales se hace necesario segmentar las ideas con
el uso de puntos seguidos; separación de sujeto y predicado con coma; inicio del
enunciado con construcciones absolutas que no finalizan con coma y ausencia de
coma delante de los conectores causales.
En los siguientes cuadros, reproducimos algunos pasajes que ilustran los
errores descritos y proponemos una versión mejorada para cada caso. Luego de los
ejemplos, desarrollamos las normas de uso de los signos de primer y segundo régimen
que se usan de manera más recurrente en la redacción de informes académicos.
Taller de Adquisición de la Competencia Comunicativa Escrita 129