TECNOLOGICO
INTERNACIONAL
DEL VALLE DE MÉXICO
LICENCIATURA EN CIENCIAS DE LA
EDUCACIÓN
ALUMNO: LÓPEZ MENDOZA ALBERTO
PROFESOR: MIGUEL LÓPEZ GONZÁLEZ
29 DE SEPTIEMBRE DE 2020
TITULO:
“LA EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE COVID-19”
“LA EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE COVID-19”
Los retos y cambios sociales que marcan hoy por hoy nuestros días son inevitables y
muy notorios, afectan en todos los aspectos y nos obligan a adecuar cambios especialmente
en tema de la educación, esto permite fortalecer el proceso de enseñanza-aprendizaje. Estos
cambios nos permitirán afrontar los retos de los hechos sociales sorpresivos e inesperados,
ya que nos invita y recomienda a cambiar de estrategias de enseñanza y aprovechar los
recursos tecnológicos, para impartir el conocimiento, con el fin de que el docente estimule
la motivación en el estudiante y este adquiera la capacidad de aplicar acciones a voluntad
de resolver problemas, de tal manera que cuando aparezcan fenómenos inesperados como
el COVID-19 y afectan las sociedades y la educación, las generaciones venideras sepan
contextualizar las situaciones fortuitas y así sacar el mejor provecho de estas.
Específicamente en el continente Americano, en el mes de Marzo del 2020, marca
de manera inmediata a instituciones educativas debido a la suspensión de clases y
cuarentena para casi todo el mundo, esto por motivo del virus conocido como COVID-19,
todo el estrés y pánico colectivo generado, lleva a las instituciones educativas al
replanteamiento de la forma de enseñar en tiempos de crisis.
Educar en crisis obliga a realizar cambios de pensamiento, cambios pedagógicos
para promover la creatividad en el docente, y así adaptar estrategias pedagógicas con
capacidad y profesionalismo adaptándose a las nuevas realidades.
Los docentes en el mundo no estaban preparaos para afrontar las nuevas
condiciones para iniciar el ciclo escolar en tiempos de crisis social, por lo cual considero
que esto es un reto que afronta día a día el docente, junto con la comunidad escolar, ya que
se está viviendo un proceso de adaptación y transformación de las condiciones que
demanda la educación a distancia, este reto nos concientiza que en momentos de caos y de
crisis social en este caso generado por el CORONAVIRUS, y donde las instituciones
educativas cierran sus puertas al alumnado y muchos docentes no tienen la capacitación
informática necesaria para impartir clases virtuales, esto genera una gran ola de
incertidumbres.
Tenemos como ejemplo de motivación al país mismo de China, que en el mes de
febrero del 2020 lanzó una estrategia para combatir el rezago escolar en tiempos de crisis
social a casusa del CORONAVIRUS, una plataforma nacional de educación a distancia, el
cual en meses posteriores muchos países implementaran de una manera muy singular a su
sistema de educación incluyendo nuestro país, tomando en cuenta la incertidumbre que aun
así provoca el cierre indefinido de escuelas y considerando el avance del COVID-19 ya que
esto prolongaría aún más el cierre temporal de las instituciones educativas.
La suspensión de clases demanda experiencia en la docencia y alumnado en el tema
de la virtualidad, también descubre la diferencia abismal entre estudiantes y docentes
urbanos que cuentan con computadoras, dispositivos y conexiones a internet a alta
velocidad contra aquellos con menos capacidad de infraestructura digital, dependiendo del
lugar y latitud, donde se encuentra.
Debido a la necesidad de cambios estructurales y de contextos generados por la
PANDEMIA, surge la educación a distancia como paliativo que tiene como objetivo
brindar la debida normalidad a las actividades y procesos educativos en tiempos de
COVID-19, así como enseñar a las futuras generaciones de docentes actuar en situaciones
de crisis y confrontar la incertidumbre en momentos tan difíciles.
Después de todo lo mencionado cabe destacar las acciones de los docentes en
cuanto a sus prácticas desde la virtualidad ya que ponen día a día creatividad y mucho
sacrificio ante esta crisis social, más aun por los limitantes a los derechos fundamentales a
la sociedad, como la libre circulación y el derecho de reunión, ¡seamos realistas!... el
mundo no está preparado para la educación en línea de manera efectiva, nunca comparado
con la riqueza de las interacciones y dinámicas presenciales.
Otro reto al cual se enfrentan los docentes es al proceso de evaluación, ya que esta
“es formativa o para aprender, la evaluación como elemento esencial de todo el proceso de
aprendizaje es el objetivo. Sin menoscabo de otros tipos de evaluación y de la fecunda
reflexión sobre creación y corrección de exámenes, ahora y, desde nuestra perspectiva de
docente, nos interesa detenernos en el día a día de la clase, en las condiciones que
favorecen el aprendizaje y en el papel regulador de la evaluación como guía, mediación,
retroalimentación y motor de progreso.” Ele, Marco. “Evaluación y aprendizaje” Revista de
Didáctica Español Lengua Extranjera, ISSN-e 1885-2211, Nº. 24, 2017.
El texto que menciono anteriormente es por la polémica en la cual despierta mucho
mi interés, ya que precisamente hace unos días, inició el proceso de evaluación para los
alumnos de educación básica, que actualmente están tomando clases a distancia, es
importante mencionar que debido a la situación de la pandemia, la educación no es virtual,
sino a distancia, en realidad la polémica es porque algunos alumnos y padres de familia no
tienen el recurso para poder tomar las clases a distancia por medio de algún dispositivo
tecnológico, entonces han estado con una comunicación insuficiente, y entonces para el
docente es un reto, puesto que sabemos que la evaluación comprende procesos cualitativos
y cuantitativos, y en esta ocasión la polémica surge porque no se lograba llegar a un
acuerdo en cuanto a la evaluación sobre todo para aquellos alumnos de escasos recursos
que no pudieron llevar a cabo su proceso de evaluación, y entonces la asignación numérica
de la calificación asignada, tenía que ser la correspondiente a manera de no afectar al
alumno, y por el otro lado estaban aquellos alumnos que se esforzaron mucho en el
trimestre, y que su proceso de evaluación se llevó a cabo como corresponde, puedo
mencionar como ejemplo, a algunos profesores que diseñaron exámenes o formularios que
les permitiera acercarse más al resultado esperado del logro de sus aprendizajes, por lo cual
estos alumnos lograron completar su examen, sin embargo los resultados no fueron
excelentes y sumando estos resultados con las demás calificaciones de trabajos enviados,
logran alcanzar una calificación numérica correspondiente a un 8, pero resulta que aquellos
alumnos que no se mantuvieron en comunicación con sus profesores obtienen un 7 para no
afectarlos, la paradoja surge aquí, ya que la diferencia entre un número y otro es mínima,
pero si analizamos cualitativamente, pues la diferencia entre un alumno que puso todo su
empeño en mantener la comunicación con sus clases a distancia y el cumplimiento de sus
actividades con aquel alumno que se mantuvo ausente es mucha.
Considero importante hablar de evaluación ya que es algo muy importante para los
docentes en la educación en tiempos de COVID, pues al final de todo el proceso de
aprendizaje se debe obtener una evaluación numérica con base a una evaluación sumativa,
las cabezas bien llenas a las que aludía Montaigne han resultado objeto principal de la
evaluación de aprendizajes. La aparición de los test y las escalas graduadas a principios del
presente siglo1 que arrojan aptitudes cuantificadas y aplicables.
Es importante y un gran reto para los docentes, y es muy necesario, puesto que
diversos autores, pedagogos profesionales que han creado todas estas pruebas para obtener
resultados cuantificables, nos han brindado un sin fin de métodos y test para lograr obtener
resultados que hoy en la actualidad califican a los alumnos, y considero que ahora esto se
debe tratar delicadamente y minuciosamente ya que la educación a distancia lo requiere, y
los docentes deben estar preparados para enfrentar todo este contraste y tener las aptitudes
necesarias para lograr valorar los aprendizajes, a continuación reproduzco la siguiente cita
de Alejandro Galí (1934, 34 y 37), que considero es correspondiente a esta situación:
“Otros sistemas de control también equívocos, son las puntuaciones y los exámenes. En el
primero de dichos sistemas se han hecho verdaderas filigranas de combinación y cálculo
que tienen toda la apariencia de una determinación objetiva de conocimientos. Nada más
lejos de la realidad. Hay que tener presente que la base de cálculo de las puntuaciones son
las notas dadas por los maestros de una manera fundamentalmente arbitraria, no como
pudiera suponerse por mala fe, sino por falta de elementos de referencia fidedignos. ¿Por
1
Rice es el primer psicólogo que aplica una prueba formal para medir la ortografía de 30.000 escolares
(1897-1898) y Thorndike elabora la primera escala graduada para “la escritura a mano de los niños” en 1909,
que se publica en 1912. Siguieron los tests y escalas de Courtis, Ayres, Hillegas, Buckingham y otros, sobre
materias tales como aritmética, escritura, composición y ortografía. Paralelamente, en 1905 aparece la
escala de inteligencia BinetSimon, revisada en 1908 y 1911, con el concepto de edad mental (versión de
1908). Su adaptación a Estados Unidos data de 1916: Escala de inteligencia Stanford-Binet, cuya versión de
Terman -que incorpora el concepto de cociente intelectual- es, la más aceptada y difundida.
qué una lección o un ejercicio vale siete puntos, y no ocho o seis; ¿Es que el maestro puede
dar fe de un exacto y positivo trabajo de contraste improvisado en un instante? En este siete
o en este ocho que se quieren adjudicar con tanta sensatez y justicia influyen, a despecho de
uno mismo, mil circunstancias de temperamento personal, variable a cada momento que
pasa, y mil aspiraciones y tendencias latentes que atraen y repelen los puntos del mismo
modo que el polo magnético la aguja imantada. Los exámenes, aún más que las
puntuaciones, pueden dar una errónea sensación de objetividad. De ellos se puede decir
como de aquel famoso individuo que de no ser, borracho, jugador, pendenciero y holgazán,
hubiera sido una excelente persona”
Con respecto a lo anterior, puedo mencionar que la palabra evaluación ha sido
sinónimo de medida, y que hay alumnos que son muy eficientes y tiene cualidades
sobresalientes, pero por alguna cuestión al momento de presentar un examen o alguna
prueba, no tienen la misma eficiencia, lamentablemente la educación después de todos sus
procesos de aprendizaje y de sus tipos de evaluación, tomará en cuenta solo la evaluación
sumativa, aquella que determina un valor numérico.
Como cierre de este artículo de opinión, debemos hacernos a la idea, de que para
poder enseñar en tiempos de crisis, primero hay que consolidar una reforma de mentalidad
y de formaciones puntuales y precisas para un modelo educativo en tiempos de crisis.
Toda la comunidad educativa, (padres, docentes, estudiantes y personal administrativo),
deben entender que los cierres temporales de escuelas, por causas del CORONAVIRUS, o
por otro tiempo de crisis, no es nuevo para el ser humano, por ende la reflexión y capacidad
de actuación ante los nuevos desafíos, con los que nos mantiene la pandemia de COVID-
19, solo nos queda el capacitar a los docentes y aprovechar al máximo los recursos
tecnológicos para así minimizar el impacto por la falta de presencialidad del alumno en el
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Días Coria Elsa. Covid-19 y la educación a distancia. EL ECONOMISTA. Econodata
11-04-2020.
Foster, C. E. (2017). El poder de la evaluación en el aula. Mejores decisiones para
promover aprendizajes. (no. 978-956-14-2170-7). Santiago, Chile: ediciones Universidad
Católica de Chile.
Mtro. Luis Jesús Ibarra Manrique. Departamento de Educación División de Ciencias
Sociales y Humanidades Campus Guanajuato. UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO.
La educación a distancia y virtual en tiempos de Coronavirus: ¿Generaciones “X” y
“Millennials” vs generaciones “Z” y “T”?
Webinar: El reto de la educación a distancia: estrategias para afrontarla desde el rol docente
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