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Clase 1

Este documento trata sobre el derecho económico y conceptos económicos fundamentales. Explica definiciones de derecho económico, su objeto, sujetos y características. También distingue entre derecho económico, derecho de la economía y análisis económico del derecho.
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Este documento trata sobre el derecho económico y conceptos económicos fundamentales. Explica definiciones de derecho económico, su objeto, sujetos y características. También distingue entre derecho económico, derecho de la economía y análisis económico del derecho.
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LICENCIATURA EN

DERECHO

Derecho Económico
Sexto cuatrimestre

JUNIO 2023
CAYAEM
Docente: Licenciado en Derecho informático. Raúl Rueda Tembre
UNIDAD 1. Conceptos Econó micos Fundamentales 1 4
¿Qué es el derecho? 4
Definició n Del Derecho Econó mico 4
¿Qué es el derecho econó mico? 4
¿Qué es el Derecho Econó mico? (5 definiciones) tarea 4
Objeto Del Derecho Econó mico 5
MACROJURIDICAS 5
MICROJURIDICAS 5
Sujetos Del Derecho Econó mico (11 de junio 2023) 5
Características Del Derecho Econó mico 6
Diferencias Entre El Derecho Econó mico, El Derecho De La Economía Y Aná lisis Econó mico
Del Derecho 7
1.1 Economía 7
1.1.1 Concepto de Economía, distinció n entre Teoría y Ciencia Econó mica 7
1.1.2 Riqueza y Escasez 8
1.1.3 Economía Política 8
1.1.4 Econometría 9
1.2 Necesidades y Satisfactores 10
1.2.1 Tipos de Necesidad y Satisfactores: Clasificació n de Bienes y Servicios 10
1.2.2 Principio de Selecció n 13
1.3 Utilidad 13
1.3.1 Del concepto a sus tipos 13
1.3.2 Relació n entre utilidad y valor 13
1.4 Actividad Econó mica 14
1.4.1 Hechos y Actos Econó micos 14
1.4.2 Política Econó mica 14
1.4.3 Políticas Pú blicas 14
UNIDAD 2. DISTINCIÓ N TÉ CNICA Y PRÁ CTICA DEL DERECHO ECONÓ MICO CON EL DERECHO
PÚ BLICO Y EL DERECHO PRIVADO 14
2.1 La Relació n Del Derecho Econó mico Con El Derecho Privado 15
2.2 La Relació n Del Derecho Econó mico Con El Derecho Pú blico 15
2.3 La Relació n Del Derecho Econó mico Con El Derecho Social 15
2.4 El Derecho Econó mico Internacional 15
2.5 El Derecho Econó mico Entendido Como Una Nueva Rama Dentro La Clasificació n
Didáctica Del Derecho 15
UNIDAD 1. Conceptos Económicos Fundamentales 1

¿Qué es el derecho?

Son normas coactivas en las que el Estado ha de imponer a la sociedad


para la regulación del comportamiento, reglamentando el hacer y no hacer.

Definición Del Derecho Económico

¿Qué es el derecho económico?

Es la acción reglamentaria en las relaciones económicas, que ha de


organizar a la sociedad y al mismo Estado en aquellos conflictos y controversias
que se den dentro del mismo. Es decir, el sistema económico y aquellas
instituciones jurídicas, donde intervenga el derecho y la economía.
Esta parte puede analizarse en el modelo económico liberal que se dio en
el siglo XIX, donde la economía se autorregulo por las fuerzas del mercado en una
libre competencia y dio paso a un cambio en las clases sociales, la burguesía y
proletariado, dando origen a el capitalismo. Derivado de esto el estado como
regulador del actuar de sus gobernados tiene la función de intervención y
participación en la parte jurídica y económica. DONDE el estado toma el papel de
regulador en la parte económica, el estado como un ente económico político que
estudia las decisiones de la macroeconomía (empresas) donde estos se adhieren
a lo que el dictamina (normas), es decir, que planifica regulando el actuar de las
decisiones económicas de grupos, empresas y personas.
Para México, el ajuste en este rubro se inicia hacia:
1. 1986, con la llegada del GATT (ACUERDO GENERAL DE ARANCELES
Y COMERCIO)
2. 1987, con el Pacto de Solidaridad Económica, inicia el modelo
económico Neoliberal hasta 1994
3. 1994, aplicación del Tratado de Libre Comercio TLC. (MODIFICANDO
ARTICULOS CONSTITUCIONALES)

¿Qué es el Derecho Económico? (5 definiciones) tarea

Objeto Del Derecho Económico

En el derecho económico, su objetivo en la regulación de la actividad


económica, la regulación que tiene a las normas jurídicas del comportamiento
económico de agentes y operadores privados, tutelando sus derechos.
Estas regulaciones jurídicas están con base en fuentes que aplican a
México.

MACROJURIDICAS
1. TLC
2. CPEUM
3. CODIGOS DE CONDUCTA DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE
COMERCIO
4. LEYES SECUNDARIAS Y REGLAMENTOS ZONALES DERIVADOS
DEL TLC
5. JURISPRUDENCIAS CON BASE EN NORMAS DE REGULACIÓN
ECONOMICA

MICROJURIDICAS
1. CONTRATOS DE ASOCIACIÓN EN PARTICIPACIÓN (LEY ISR)
2. LGSM
3. CCDF EN MATERIA COMUN
4. LEY FEDERAL DE COMPETENCIA ECONOMICA
5. LEY DE METROLOGIA Y NORMALIZACIÓN
6. LEY FEDERAL DEL CONSUMIDOR

Sujetos Del Derecho Económico (11 de junio 2023)

Son aquellos agentes económicos en general, sea cualesquiera de su


forma jurídica o patrimonial que están en la distribución, producción y consumo,
siendo sujetos de derechos y obligaciones

Alessandro Groppali hace una definición del Estado, la cual debe reunir


ciertos elementos, tales como el humano, que son sus integrantes, manifestar una
ideología religiosa, tener un grupo étnico, una lengua, las costumbres que estos
tienes, su pasado histórico siendo estos elementos que desde el punto de vista
sociológico lo han de conformar.
Desde el punto de vista del derecho es una organización social conformada
con un territorio regida por una constitución y órganos de gobierno. Mientras que
el gobierno es la forma en que se lleva a cabo la dirección en que se lleva a cabo.
El Estado también forma parte de ser un sujeto del derecho económico,
esto viéndolo desde el punto de vista como empresa o prestador de servicio
dentro de un esquema de mercado que dan paso a la economía política. Pero del
mismo modo el estado forma parte de ser director y rector en este sentido. Ya que
impone reglas de comportamiento a productores, distribuidores, prestadores de
bienes y servicios.

Características Del Derecho Económico

Se enfoca en el aspecto micro y macroeconómico en la generación del


cambio social del Estado.

HUMANISTA Su centro es el hombre. La normatividad no se


relaciona con los cambios del gasto público.
DINAMICO Se adapta a los cambios tanto en lo productivo
como en lo tecnológico
COMPLEJO Existen dualidades, así como por ejemplo las
normas del GATT
NACIONAL E Se fundamente en la CPEUM (arts.3,5,25,26,27 y
INTERNACIONAL 28) y por zonas como lo ejecuta con artículos del
TLCAN
CONCRETO Se sustenta en la CPEUM y leyes secundarias
que se aplican a las relaciones económicas
MULTIDICIPLINARIO E Este puede estudiarse desde diferentes puntos
INTERDICIPLINARIO del conocimiento del hombre. (económico, político
y jurídico) y por la parte interdisciplinaria desde el
punto de vista económico y del derecho se han
abordado desde el punto de vista realista y
sociológico (devaluación de la moneda)
MACROECONOMICO Y En la macroeconomía se fundamenta en los
MICROECONOMICO equilibrios económicos donde existe una
regulación estatal que la dirige y con ella se ve el
fortalecimiento económico, así como su bienestar
social o su contraparte. Esto se ve en el aspecto
que pueden tomar la empresas, distribuidores o
consumidores con la producción, fijación de
precios, oferta vs demanda.

AGENTE DE CAMBIO Esta lleva implícita la protección de la industria


SOCIAL nacional, productores y consumidores dentro e la
cadena de consumo, desde el punto de vista
interno como externo (TLCAN)
Diferencias Entre El Derecho Económico, El Derecho De La Economía Y
Análisis Económico Del Derecho

Se ha de entender que El Derecho Económico, como el sistema normativo


de regulación ejecución de la política económica del Estado con una planificación
que se desenvuelve en un equilibrio con base en las necesidades sociales
ilimitadas frente a los recursos materiales precarios. Esto sucede teóricamente en
el sistema capitalista
Si seda en un sistema socialista es totalitario y planificado
Por su parte en el derecho de la economía se asienta en la idea amplia de
una normatividad disciplinando la actividad económica de manera general donde
se aplica con la intervención de las personas públicas en la economía (empresas
públicas) donde el estado las regula.
Por su parte en el Análisis de Económico del Derecho, se enfoca en el
estudio de las normas en el aspecto mercantil como sujeto que actúa en este.

1.1 Economía

La economía es una ciencia social que surge ante el hecho de que es


imposible adquirir todo lo que se desea, ya que hay limitaciones de ingresos que
en ocasiones son tan severas que no es posible para algunos grupos sociales
cubrir sus necesidades básicas que "son aquellas que permiten a las personas
vivir de manera individual y colectiva en una sociedad y no morir por no
satisfacerlas" (Rodríguez y Núñez, 20 10: 50)

1.1.1 Concepto de Economía, distinción entre Teoría y Ciencia


Económica

Con referente a la Economía tenemos que [...]la economía es el estudio de


la manera en que los hombres y la sociedad utilizan haciendo uso o no del dinero
recursos productivos escasos, para obtener distintos grupos que componen la
sociedad (Samuelson, 2006: 5).
También se ha afirmado que "La economía es la ciencia social que estudia
las elecciones que los individuos, las empresas, los gobiernos y las sociedades
completas hacen para encarar la escasez" (Parkin, 2004: 2).
Para la parte de la Teoría Económica tenemos que, es el análisis al
conjunto de hipótesis, de modelos, que tratan de aportar una explicación teórica a
los sucesos que ocurren en la economía real. Estos sucesos pueden producirse
en los dos principales campos en los que se divide la economía: la
macroeconomía y la microeconomía. De esta forma, la teoría económica trata de
aportar la explicación de por qué interaccionan las variables, dando una serie de
resultados.

Como Ciencia Económica, se determina con base en aquellas relaciones


constantes o leyes que existen entre fenómenos, es decir, la acción y reacción,
como, por ejemplo, en un salario a un obrero, que factores determinan su monto, y
esto da como resultado un conocimiento de lo que existe y produce esa reacción.
Estableciendo ideales que se comparan con hechos reales. (pagar o no el salario)
esto es relativo fuerza de trabajo-remuneración. Tener preceptos o reglas que
garanticen la obtención de resultados, como por ejemplo un organismo determine
si es equitativo el salario, ahí se normatiza y se crea una relación jurídica de
derecho y obligaciones.

1.1.2 Riqueza y Escasez

El primer termino se refiere al excedente o abundancia en el sentido


material o de recursos que pueden ser materiales o intangibles y económico. Se
refiere al sentido opuesto de la pobreza.
Mientras que, en la escasez, se ha de referir al sentido al punto donde se
tienen ciertos recursos, pero no son suficientes para satisfacer las necesidades
mínimas, ya sea en bienes, servicios, alimentos. Donde el carácter de adquisición
esta condicionado por los recursos que se tengan en ese momento, como
persona, sociedad o Estado.

1.1.3 Economía Política

Este concepto se ha de definir como aquella ciencia que tiene que ver con
el desarrollo de las relaciones sociales de producción. Donde se analizan aquellas
interrelaciones de los individuos que están presentes en la producción, la
distribución, el cambio que se da el proceso, el consumo de los bienes materiales
en la sociedad de los seres humanos como un conjunto social o como sociedad,
del cual se intenta describir y predecir la evolución de las formas de producción
social por otras, más progresivas.
Esta empieza a formalizarse con la publicación de Adam Smith, con la
riqueza de las naciones, partiendo de el como el nacimiento de una disciplina
científica.
1.1.4 Econometría

Se define como la relación que se genera de la comparación de datos


económicos mediante la utilización de modelos estadísticos, con lo cual sirve de
referencia con los datos obtenidos para generar un modelo de aproximación o
tendencia futura. Se fundamenta en las matemáticas administrativas, la
estadística, con lo cual es posible estimar y pronosticar aplicando los métodos
estadísticos.

1.1.4.1 Ventajas de la econometría

Al usar las herramientas o la econometría aplicada, uno puede convertir


datos en un modelo específico con el propósito de tomar la decisión que respalde
empíricamente los datos.

Ayuda para obtener el patrón o resultado especificado de los datos


dispersos.

Beneficiado para permitirnos recuperar la información relevante de la


canasta de información.

1.1.4.2 Desventajas de la econometría

A veces, la construcción de la relación por las herramientas económicas es


espuria, es decir, incluso no existe una relación entre dos variables, pero el
modelo muestra un patrón sobre la base de información pasada. Ex. Correlación
entre lluvia y dividendo pagado

Esto muestra que cada vez que llueve en un trimestre, solo la empresa
declara el dividendo en ese período. Incluso la lluvia no tiene relación con el
dividendo pagado, pero según la tendencia establecida, puede proporcionar
señales falsas que pueden conducir a una decisión equivocada.

Siempre hay una opción entre simplicidad y precisión. La especificación del


modelo es una tarea muy importante en la economía aplicada. Elegir menos
variable puede ayudar en la simplicidad y proporcionar un resultado más rápido,
pero puede ser inexacto debido a la información insuficiente y si uno va por el no
alto de variable, entonces el modelo puede ser crítico, antieconómico o
gigantesco.

Puede haber un problema de multicolinealidad entre las variables utilizadas


en los datos. Es muy importante que la variable elegida haya sido una baja
correlación entre dos variables explicativas. El modelo dejó esta sección en el
usuario del modelo.

1.2 Necesidades y Satisfactores

Se van a considerar estos términos desde el punto de vista económico,


tomando en cuenta la materia de estudio. Definiendo una necesidad económica
como aquella que se manifiesta en los individuos y surge de poder adquirir cosas
o artículos que ha de utilizar en el desarrollo de su vida y con lo cual para
adquirirlo deberá estar vinculado a una actividad económica remunerables o
trabajo que le de ingresos y cubrir las necesidades que este requiera.
Los satisfactores de tipo económico o dentro de la economía, son aquellos
que se adquieren u cubren una necesidad del ser humano. En otras palabras son
la forma por el cual llegamos a expresar una necesidad y la adquisición de bienes
son la forma de satisfacerla.

1.2.1 Tipos de Necesidad y Satisfactores: Clasificación de Bienes y


Servicios 24 junio 23

Los bienes de tipo económico son aquellos que han de producirse mediante
actividades económicas de tipo primario (extracción de bienes o provenientes de
los recursos naturales) o secundario (aquellos que modifican o transforman por
medio de empresas) y se comercializan en el mercado a un precio establecido

● Bienes de consumo: bienes transformados para el consumo final que


satisfacen directamente las necesidades de las personas.
● Bienes intermedios: transformados por compañías en productos
comerciales.
● Bienes de capital: medios de producción de otros bienes o servicios.

Por su parte, el servicio es un producto intangible, que llega a satisfacer una


necesidad en la demanda.

❖ Intangible: No se puede percibir físicamente. Es decir, que no ocupa


un espacio físico, ni puede ser tocado o visto. Al contrario de un bien
físico, que sí se puede observar, palpar y almacenar.
❖ Perecedero: Tiene una vida útil limitada. Ello implica que un servicio
no puede ser guardado para ser utilizado posteriormente, al menos,
no en el largo plazo.

❖ Inseparable: No puede ser dividido en partes, refiriéndose a que la


producción y el consumo de los servicios no son fraccionados en
tareas distintas, sino que ocurre al mismo tiempo. También, hace
referencia a que un servicio como producto no puede ser
fragmentado hasta cierto punto. Por ejemplo, un servicio para reparar
una fuga de agua no puede ser dividido.

❖ Heterogéneo: Un servicio no suele ser igual a otro, a pesar de ser el


mismo. Esto es debido a que los servicios se brindan de manera
personalizada, adaptándose a las necesidades y circunstancias de
cada cliente. Es lo opuesto a los productos, que se fabrican en masa
y, por tanto, son exactamente iguales entre sí.
❖ Cubre una demanda: El principal objetivo de un servicio es cubrir una
necesidad.
❖ Pertenece al sector terciario: Es una actividad económica que
corresponde al sector terciario (el que no transforma los bienes
materiales, como sí lo hace el sector industrial). Por ese motivo a
este sector se le conoce también como “sector servicios”.
❖ Tiene un precio: La prestación de un servicio conlleva un coste,
pagado por el cliente que desea satisfacer su demanda.

Tipos de servicios según su ámbito de actuación

● Servicios públicos: Son los entregados por las entidades públicas y tienen


como objetivo abastecer necesidades básicas de la población, como agua
potable, gas y electricidad.
● Servicios privados: Son los entregados por empresas privadas y tienen
como objetivo cubrir ciertas necesidades a cambio de un beneficio
económico.
Según su función

● Servicios financieros: Son los suministrados por las entidades financieras,


como bancos, compañías de seguro, franquicias de tarjetas de créditos,
empresas de contabilidad, etc.
● Servicios logísticos: Son los relacionados con el transporte, distribución,
recepción, almacenaje, embalaje, carga, descarga, paletizado, picking y
packing de mercancías.
● Servicios turísticos: Hacen referencia a las actividades de alojamiento,
alimentación, transporte, guía turística y animación turística.
● Servicios de recursos humanos: Comprende las actividades de
reclutamiento, capacitación, entrenamiento, evaluación de
desempeños, política salarial, valoración de clima organizacional, gestión
de despidos, resolución de conflictos, metodologías de trabajo, etc.
● Servicios tecnológicos: Son los diseñados para responder a necesidades
relacionadas con la tecnología, los cuales están destinados
para empresas y usuarios individuales. Estos servicios pueden ser
asistencia técnica, desarrollo de programas, integración de redes,
seguridad informática, aplicaciones web, servicios móviles y muchos más.
● Servicios de marketing: Consta de aquellos servicios de inbound marketing,
outbound marketing, diseño gráfico, SEO, SEM, gestión de redes sociales,
campañas publicitarias, email marketing, organización de eventos,
promoción de ventas.
● Servicios médicos: Son aquellos relacionados con la salud. Conlleva
servicios de atención y tratamiento médico de cualquier índole (cirugía,
fisioterapia, ortopedia, odontología, prótesis, logopedia, fisioterapia, etc.).

1.2.2 Principio de Selección

La elección involucra dos aspectos: un conjunto de cosas disponibles,


llamadas "oportunidades" y un criterio de selección, llamado "preferencias". La
sociedad debe decidir cómo emplear unos recursos escasos para alcanzar la
máxima satisfacción posible de sus necesidades.1
1.3 Utilidad

1 https://www.bolsadevalores.com.sv/index.php/centro-de-informacion/educacion-bursatil/glosario/
eleccion
1.3.1 Del concepto a sus tipos
Dentro del tema económico o en la economía, se le conoce así, al interés
de la ganancia que se obtiene por algo en la relación al uso o venta de un bien y o
servicio y esto depende del gusto, los recursos y necesidades de la persona, a esa
utilidad se le conoce como ganancia.
La utilidad para un productor o vendedor es muy distinta a la de un
consumidor. Mientras que el primero la identifica como una ganancia, el segundo
la relaciona a la satisfacción de sus necesidades, según sea el caso.

1.3.2 Relación entre utilidad y valor

La relación que existe entre estos conceptos es muy estrecha, ya que a la


utilidad la hemos de definir como beneficio que se genera de la relación de la
venta o transacción; y el valor será tratado como el precio que estará dispuesto
pagar una persona por algo que necesite, sin tener en cuenta si tiene o no una
utilidad tangible alguna.

1.4 Actividad Económica

De acuerdo con el INEGI, la definición que nos proporciona se refiere al


conjunto de acciones realizadas por un ente económico, con el fin de producir o
proporcionar bienes, así como servicios. Mismas que van desde agrícolas,
industriales, construcción y servicios.

1.4.1 Hechos y Actos Económicos

El hecho económico, se les considera a aquellas actividades sociales que


se ejecutan en conjunto para obtener y satisfacer medios y necesidades que
pueden medir y cuantificar.

El acto económico, este se genera cuando un hecho económico y el


hombre tiene conciencia de satisfacer sus necesidades, es decir, en forma
consciente, se transforma en un acto económico.

1.4.2 Política Económica

Se define al conjunto de directrices y lineamientos por los cuales el estado


regula y orienta el proceso económico del país, sus estrategias a seguir, para
poder tomar decisiones en el país.
1.4.3 Políticas Públicas

Son un factor común de la política y de las decisiones del gobierno y de la


oposición. Así, la política puede ser analizada como la búsqueda de establecer o
de bloquear políticas públicas sobre determinados temas, o de influir en ellas.

UNIDAD 2. DISTINCIÓN TÉCNICA Y PRÁCTICA DEL DERECHO ECONÓMICO


CON EL DERECHO PÚBLICO Y EL DERECHO PRIVADO

Objetivo particular: Conocer la relación que guarda el Derecho Económico con


otras ramas de la ciencia jurídica.

2.1 La Relación Del Derecho Económico Con El Derecho Privado

Por su carácter instrumental, el derecho económico se relaciona con


disciplinas jurídicas afines a los agentes económicos privados, tanto nacionales
como extranjeros, derecho mercantil, derecho empresarial, propiedad intelectual
(marcas, patentes, franquicias), derecho internacional privado (conflictos entre
nacionales en distintos países), naturales o jurídicas. Con los cambios provocados
por los procesos de integración y globalización de los mercados, el derecho
económico es útil para integrar temas como: las inversiones extranjeras, contratos
financieros, propiedad intelectual, arbitrajes privados y mixtos, contratos llave en
mano.
Al surgir el Derecho Económico como un subconjunto normativo que regula,
disciplina y ejecuta la política económica y la planificación en busca del desarrollo
que equilibre las necesidades sociales ilimitadas, frente a recursos materiales
escasos, es una disciplina adscrita al ámbito del derecho público, pero con
incidencia normativa en áreas del derecho mercantil.
Cuando el Estado, en su calidad de emisor de las normas jurídicas,
modifica o amplía el marco legal para la actuación de los particulares en la
economía, estamos frente a una decisión política que afecta directamente a los
agentes económicos en sus formas de participar en los procesos económicos, es
así y solamente así cuando se establece la relación entre el Derecho Económico y
el Derecho Privado.
Por lo tanto, el Estado establece una relación con el Derecho Privado,
interno y externo, cuando define, aplica y sanciona las reglas económicas. Se
reitera, sólo estaremos en el marco regulatorio del Derecho Económico, cuando
aparezca el Estado en su relación con los agentes económicos en su conjunto.
2.2 La Relación Del Derecho Económico Con El Derecho Público

Podemos afirmar que estamos frente al Derecho Público, cuando alguna de


las partes de la relación jurídica que participa en determinado acto es el Estado,
representado por su gobierno.
En consecuencia, el Derecho Económico, está dentro del marco que
clasifica al Derecho Público, toda vez que es el Estado a través del gobierno quien
realiza los actos jurídicos con los agentes económicos.
El derecho económico nace vinculado al concepto de “orden público
económico”, y por tanto al derecho público constitucional y administrativo.
Derecho constitucional Artículos 1° 5°, 9° 25, 26, 27, 28, 73, 74, 76, 89, 123,
131 y 133.
1°.- Igualdad de derechos fundamentales.
5°.- Libertad de trabajo y sus límites.
9°.- Derecho de asociación.
25.- Rectoría del Desarrollo Económico.
26.- Planeación Democrática.
27.- Propiedad Originaria.
28.- Prohibición de monopolios.
73.- Facultades del Congreso de la Unión.
74.- Facultades exclusivas de la Cámara de Diputados.
76.- Facultades exclusivas del Senado.
89.- Facultades y obligaciones del Presidente.
123.- Derecho al trabajo.
131- Impuestos a importaciones y exportaciones
133.- Supremacía Constitucional y jerarquía normativa. Todo se sujeta a las
leyes supremas.

Derecho Administrativo. - Derecho de la competencia comercio exterior. -


Las leyes administrativas son aplicadas por dependencias administrativas;
Secretaría de Economía.

Derecho Penal. - Nuevas realidades financieras y bancarias, el crimen


organizado y los delitos económicos, son sectores fundamentalmente vinculados
al derecho económico.
Derecho Ambiental. - Agentes económicos positivos y congruentes con el
desarrollo económico sustentable y armónico, ecosistema, nacionales e
internacionales.
2.3 La Relación Del Derecho Económico Con El Derecho Social

2.4 El Derecho Económico Internacional

2.5 El Derecho Económico Entendido Como Una Nueva Rama Dentro La


Clasificación Didáctica Del Derecho

UNIDAD 2 SISTEMAS ECONÓMICOS

2.1 EVOLUCIÓN DE LAS PRINCIPALES CORRIENTES DE PENSAMIENTO


ECONOMICO

Las principales corrientes de pensamiento económico han evolucionado a lo largo


del tiempo, con diferentes teorías y perspectivas ganando protagonismo en
diferentes períodos. La síntesis neoclásica, que surgió a mediados del siglo XX,
combinó la microeconomía neoclásica y la macroeconomía keynesiana como la
corriente dominante del pensamiento económico. Sin embargo, ha habido
tensiones constantes entre estas dos líneas de pensamiento, lo que ha llevado al
desarrollo de nuevas teorías y perspectivas. Esto incluye incorporar aspectos de la
microeconomía a la macroeconomía o proporcionar microfundamentos para la
macroeconomía keynesiana. En las últimas décadas, ha habido un renovado
interés por las teorías heterodoxas y nuevos enfoques como la economía del
comportamiento. Varios economistas y escuelas de pensamiento han contribuido a
refinar, reinterpretar, redactar y redefinir la macroeconomía neoclásica y
keynesiana.

2.1.1 SISTEMA FEUDAL

El feudalismo fue un sistema social, político y económico que predominó durante


la Edad Media, desde el siglo IX al XV. Estuvo caracterizado por el sistema de
vasallaje y es considerado por muchos como la «Edad Oscura», debido a las
sangrientas guerras, las epidemias y el escaso avance científico.

Una de las características principales del sistema feudal fue la descentralización


del poder, ejercido a través de nobles organizados en feudos, que tenían una
relativa independencia del monarca, pero estaban supeditados a su rey con
estrechos lazos de lealtad. Los nobles heredaban sus títulos, que pasaban de
generación en generación.

Entre las principales características del feudalismo se destacan:

● El surgimiento de la relación de vasallaje entre un señor feudal y sus


vasallos.
● Una sociedad dividida en tres clases sociales diferenciadas: la nobleza,
el clero y el Tercer Estado o el estado llano.
● La construcción de castillos amurallados.
● Una economía basada en la agricultura y la ganadería.
● Las guerras frecuentes por la disputa de los territorios.
● El pago de tributos.
● La Iglesia católica como una gran fuente de poder.
● La descentralización del poder político.

2.1.2 ESCUELA CLÁSICA

El inicio de este pensamiento económico se suele fijar en el año 1776, cuando se


publicó la obra de Adam Smith “Una investigación sobre la naturaleza y causas de
la riqueza de las naciones”

Los postulados o principios básicos de la economía clásica son los siguientes:

El libre mercado dará como resultado una asignación óptima de los recursos.
El gobierno no debe intervenir en el funcionamiento del mercado. De hacerlo
sólo generará ineficiencia y obstaculizará alcanzar el equilibrio de mercado.
Los precios se ajustan de manera natural al alza o a la baja (incluyendo los
salarios) para que los mercados logren su equilibrio.
El mercado del trabajo se encuentra en pleno empleo. Si se observa
desempleo este será de carácter friccional o voluntario.
La producción total está determinada por el pleno empleo de los recursos. De
esta forma, la oferta está dada y los cambios en la demanda sólo generan
cambios de precios.
La política monetaria es ineficaz.
La política fiscal es ineficaz.
El valor de un bien está determinado por la cantidad de trabajo que se utiliza
en producirlo.

2.1.3. MARXISMO

El marxismo sintetiza la propuesta iniciada por Marx para pensar críticamente la


sociedad capitalista y su superación a través de la alternativa revolucionaria. Por
esta razón, propone como paradigma de ciencia una ruptura epistemológica para
pensar la sociedad y subvertirla.

El marxismo deriva su nombre del apellido de su creador, cuya obra conjunta con
Friedrich Engels (1820-1895) sirvió de inspiración para el surgimiento de
diferentes modelos políticos revolucionarios a lo largo del siglo XX, como fueron la
Revolución Rusa, la Revolución Comunista China y la Revolución Cubana.

Según su lectura de la historia, el destino de la humanidad era el advenimiento de


una sociedad sin clases, a lo que llamó finalmente comunismo. Por otro lado, la
crítica marxista del capitalismo y su modelo de interpretación de la historia forman
parte de las llamadas “escuelas de la sospecha”, filosofías centrales en el
pensamiento del siglo XX, junto al psicoanálisis freudiano.

Muchos de sus postulados aún se encuentran vigentes y mucho de su


pensamiento sobrevive en doctrinas posteriores, conocidas como post-marxistas

2.1.4 KEYNESIANISMO

Los keynesianos creen que, como los precios son un tanto rígidos, las
fluctuaciones de cualquier componente del gasto —consumo, inversión o gasto
público— hacen variar el producto. Si el gasto público aumenta, por ejem- plo, y
todos los demás componentes se mantienen constantes, el producto aumentará.
El modelo de Keynes, o keynesiano, es una teoría económica enunciada en el
siglo XX por un importante economista británico: John Maynard Keynes. Se trata
de un economista que dedicó la mayor parte de su extensa obra a entender las
crisis financieras

Keynes vivió entre 1883 y 1946. Dos hechos marcarán


su vida en lo profesional:

● En primer lugar, la Economía como disciplina


académica se desgaja en sus primeros años de
vida de la Filosofía, convirtiéndose en una
disciplina autónoma.
● En segundo lugar, la Gran Depresión que
durante los años 30 vivieron muchos países y
que fue una de las fuentes de los desvelos
profesionales de Keynes.

Keynes elaboró una teoría sobre el comportamiento a


corto plazo de la economía de un país y estudió las
medidas que se debían tomar para llegar a una
situación más deseable. Además, participó no
solamente como teórico académico, sino como político
en la Cámara de los Lores por el partido liberal en la
etapa final de su vida o como participante en
conferencias internacionales sobre temas económicos.

¿Cuáles son las principales ideas keynesianas?


En primer lugar, dedicó su carrera a estudiar
problemas agregados, como el empleo, el paro, el
consumo, la producción, el ahorro o la inversión del
conjunto de un país. Entiende que estos fenómenos, y
las relaciones entre ellos, se rigen por sus propias
reglas, no necesariamente derivadas del estudio de
cómo piensan y deciden los individuos. A Keynes lo
que verdaderamente le preocupaba era qué pasaba en
el corto plazo. Por ejemplo, el paro o la crisis presentes
en su país. A diferencia de otros economistas, para él,
el problema no era la escasez de recursos, sino el
paro y la existencia de recursos sobrantes.
¿Por qué sobraban recursos en los momentos de
crisis? La razón sería la demanda insuficiente para
necesitar emplear todos los recursos disponibles. El
paro, la existencia de trabajadores sobrantes, reflejaría
una escasez no de recursos, sino de demanda de los
productos que se producen con esos recursos. Un
factor importante para explicar el paro sería que a los
salarios les costase bajar cuando bajan los precios.
Si los salarios no bajan y los precios sí, eso supondría
que los trabajadores cobrarían más en términos reales,
podrían comprar más cosas cobrando la misma
cantidad.
Cuando el poder adquisitivo de los salarios aumenta,
más gente querría trabajar y menos empresas contratar
a los trabajadores, que les resultan caros. Se genera
paro, lo que deprime el consumo y esa caída de la
demanda hace que los precios bajen más. Entraríamos
en un círculo vicioso. Por lo tanto, los salarios serían
incapaces de adaptarse a las nuevas
circunstancias, de modo que no hubiese más gente
queriendo trabajar que empresas requiriendo
contrataciones. El mercado fallaría en este aspecto

2.2 PROBLEMAS COMUNES EN LOS DISTINTOS SISTEMAS ECONOMICO


( MODOS DE PRODUCCION)

TAREA–QUE SON LOS MODOS DE PRODUCCIÓN Y COMO LOS MANEJA EL


ESTADO—----
que, como y para quien producir en el capitalismo?

En el capitalismo los individuos privados y las empresas, empleando trabajadores


asalariados, llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes o de servicios,
con el propósito de producir y acumular ganancias u otro beneficio de interés
propio.

¿Quién decide que como y para quien producir?

El individuo mismo determina qué, cómo y para quién producir, dónde, cómo, a
quién, cuánto y a qué precio vender los productos, cómo y en qué gastar los
ingresos. La libertad de elección se convierte en la base de la competencia. La
base de una economía de mercado es la propiedad privada.

¿Quién dirige la producción en el capitalismo?

los dueños de los medios de producción (capitalistas) son la clase dominante


(burguesía) que obtienen sus ingresos a partir del producto excedente producido
por los trabajadores y se han apropiado libremente por los capitalistas.

¿Qué es y cómo funciona el capitalismo?

El capitalismo es un sistema económico y social basado en que los medios de


producción deben ser de propiedad privada, el mercado sirve como mecanismo
para asignar los recursos escasos de manera eficiente y el capital sirve como
fuente para generar riqueza.

que, como y para quien producir en el socialismo?

El modo de producción socialista, en otras palabras, hace referencia a un sistema


de producción en el que los medios de producción se basan en la propiedad social
y no privada. Es decir, para Marx, los medios de producción en una sociedad
capitalista estaban en manos de una clase dominante que explota al proletariado.

¿Que como y para quien producir en el socialismo?

El socialismo es un sistema de producción post-mercantil, lo que significa que la


producción se orienta al valor de uso (para satisfacer directamente las
necesidades humanas, o las demandas económicas) en lugar de producir
exclusivamente para generar un beneficio (para maximizar el valor de cambio).

¿Cómo se reparte la producción en el socialismo?

En el modo de producción socialista los medios de producción pertenecen a los


propios trabajadores que los utilizan y se estatuye que cada uno de ellos sea
retribuido con el fruto mismo de su trabajo o una cantidad equivalente.

¿Cuál es el objetivo principal del socialismo?

La meta del socialismo es construir una sociedad basada en la igualdad, la


equidad económica, la iniciativa personal, la cooperación moral de un individuo,
eliminando las compensaciones estratificadas por esfuerzo, promoviendo
estructuras políticas y económicas de distribución como por ejemplo el seguro
social.

que, como y para quien producir en las economías mixtas?

Los dos sistemas económicos "puros" que han predominado desde el siglo
XVIII, capitalismo (economía de mercado) y socialismo (economía de
planificación central), han ido evolucionando con el tiempo hacia un nuevo
sistema que combina características de ambos. Estamos hablando del
Sistema de Economía Mixta.

Efectivamente, se trata de un sistema que incorpora elementos tanto de la


economía de mercado como de la economía planificada, en diferentes
proporciones.
Algunos lo definen como un sistema capitalista en el que el estado
interviene para intentar corregir las imperfecciones del mercado. Otros lo
ven como el tipo de economía en la que el estado y el mercado interactúan a
la vez en la economía, en mayor o menor medida, dependiendo del país y de
las circunstancias políticas y económicas de cada momento.

Economía mixta

Sistema económico en el que el mercado se encarga de asignar los


recursos, pero

el estado interviene, en mayor o menor medida, para regular su


funcionamiento.

El escenario creado tras la Segunda Guerra Mundial obligó a la mayoría de


los países europeos, ante las limitaciones que presentaban la economía de
mercado y la planificación central, a buscar un sistema más eficaz, pero que
mantuviera las bondades de los otros dos.

Este nuevo sistema, denominado Economía Mixta, es actualmente el más


extendido en la mayoría de los países desarrollados, entre ellos España, con
significativas diferencias, dependiendo de su forma de aplicación y grado de
la intervención estatal.

Constitución Española de 1978


Art. 33: Se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía
de mercado. Los poderes

públicos garantizan y protegen su ejercicio y la defensa de la


productividad, de acuerdo con las exigencias de la economía general y,
en su caso, de la planificación.

Art. 131: 1. El Estado, mediante Ley, podrá planificar la actividad


económica general para atender a las necesidades colectivas,
equilibrar y armonizar el desarrollo regional y sectorial y estimular el
crecimiento de la renta y de la riqueza y su más justa distribución.

Se considera a John Maynard Keynes el ideólogo y mentor de este sistema


económico, ya que fue este economista inglés (1883-1946) el primero en
proponer utilizar conjuntamente las señales del mercado y las directrices del
estado para resolver los problemas económicos.

A raíz de la publicación de su libro Teoría general de la ocupación, el interés


y el dinero (1936), donde alentaba a una política de intervencionismo estatal
para mitigar los efectos de una recesión económica, varios países, a partir
de la década de los años 30, pusieron en práctica su planteamiento para
superar la crisis iniciada en 1929.

El Sistema de Economía Mixta afronta los problemas económicos básicos de


la siguiente forma:

Qué producir: lo que las unidades de consumo demanden y aquellos bienes y


servicios esenciales no cubiertos por las empresas.

Cómo producir: con la técnica y factores más eficaces y rentables (empresas) y


con el objetivo de alcanzar el mayor grado de satisfacción (estado).

Para quién producir: para aquellos cuya renta permita comprar con el precio
fijado (empresas) y aquellos con rentas insuficientes (estado).
Las empresas producen según la demanda y el estado cubre
aquellos bienes y servicios considerados esenciales para la
sociedad, no aportados por las empresas.

Las empresas producen con la intención de maximizar beneficios,


mientras el estado lo hace con el objetivo de cubrir las necesidades
de la sociedad.

Las empresas producen para los que tengan renta suficiente para
pagar el precio fijado; el estado proporciona bienes y servicios para
los que carezcan de renta suficiente.

Como ocurre en el sistema de economía de mercado, los agentes


económicos privados son los encargados de asignar la mayoría de los
recursos, pero el Estado participa aportando bienes y servicios de interés
social (educación, la sanidad, etc.)

Asimismo, como una economía de mercado, prima la eficiencia en la


producción, pero el estado colabora en la consecución de objetivos de
interés social y aunque el mercado de factores determine para quién
producir, el Estado, a través de impuestos, transferencias sociales,
prestaciones por desempleo, pensiones, etc., interviene en la distribución de
la renta .

Características del Sistema de Economía Mixta

● Aunque la mayoría de los medios de producción son de propiedad


privada, para determinados sectores, existe propiedad pública.
● Libertad de elección de los agentes económicos, solo limitada por
el Estado para corregir las deficiencias propias del sistema
capitalista.
● En el ámbito privado, prima el interés individual de los
consumidores y los productores; en el ámbito estatal, el bienestar
de la sociedad.
● La mayoría de los precios son establecidos por el mercado (ley de
la oferta y la demanda). Una minoría por el Estado.

Ventajas:

● Existe libertad de acción para productores y consumidores.


● Garantía de la intervención del estado ante la presencia de
desajustes.
● Equilibra los precios de forma automática a través de la oferta y la
demanda.

Inconvenientes:

● Presencia de mercados imperfectos (monopolios, oligopolios).


● Riesgo de inestabilidad económica.
● La renta no se distribuye por igual.
● No hay excesiva protección social.
● En general, si hay desequilibrio entre el funcionamiento del estado
y el mercado, presentará los mismos inconvenientes que los otros
dos sistemas.

La intervención del Estado frente al funcionamiento del mercado no son


opciones contrapuestas. La reciente historia ha demostrado que los
mecanismos del mercado tiene grandes limitaciones para superar épocas de
depresión económica. Tanto la crisis de 1929, como la iniciada en 2007,
evidenciaron la incapacidad de los mercados para restaurar el equilibrio,
necesitando forzosamente la intervención del Estado.

Por consiguiente, se puede concluir que el mercado debe funcionar con sus
características, pero con la necesitada regulación y control del Estado,
evitando así los efectos negativos que inevitablemente acompañan al libre
mercado.

Actualmente, es el sistema económico más adoptado en la mayoría de los


países, aunque difieren en el grado de intervención del Estado.
Keynes

Como se ha dicho al principio, la Economía Mixta es uno de los tres


sistemas económicos básicos que rigen en la actualidad:

keynes y el estado benefactor


Se llama estado benefactor a la etapa de intervención estatal desde los
albores del siglo XX hasta la segunda posguerra.

Una de las diferencias entre el estado benefactor y el estado keynesiano es


que el estado benefactor existía antes del surgimiento del estado
keynesiano, como oposición al liberalismo y como salida económica a la
crisis del ¡crac2 de 1930.

Otra diferencia es que el estado keynesiano respondió a motivos


económicos y el estado benefactor a motivos socio-políticos. La tercera
diferencia es que el estado keynesiano brindó fórmulas flexibles para ser
usadas en cualquier tiempo ante una crisis.

En cambio el estado benefactor tenía rígidas estructuras sobre la redacción


de derechos y garantías que crearon en la población la idea de derechos
adquiridos. Una cuarta diferencia es que el estado keynesiano actúa sobre la
inversión y la producción y el estado benefactor lo hace sobre la
redistribución hacia los sectores más postergados.

La última diferencia es que la crisis de los años `70 se preocupó por


desarmar más las bases conservadoras del keynesianismo que por borrar al
estado benefactor. Este estado benefactor consiste en un conjunto de
instituciones cuya finalidad es elevar el nivel de vida de las fuerzas de
trabajo, es decir, de la población trabajadora para achicar la brecha de las
diferencias sociales. Esta redistribución se hace a través del otorgamiento
de becas, subsidios, jubilaciones, pensiones o de manera indirecta a través
de educación o salud. Se podría decir que el estado benefactor existe desde
la edad media ya que se asistía a los hambrientos en caso de hambrunas,
pestes, sequías aunque la que asistía era la iglesia.

El surgimiento del capitalismo creó nuevas reglas de protección al


trabajador a través de crear el mercado del trabajo asalariado. Sin embargo
no es hasta fines del siglo XIX que en la Alemania de Bismarck surge el
seguro social como el primer instituto del estado benefactor. Este seguro era
para los trabajadores, o los que momentáneamente estaban desocupados y
en un porcentaje estaba financiado por los trabajadores en actividad-
sistema de reparto- Paulatinamente este seguro se extendió a enfermedades,
accidentes, salud, educación.
En 1910 este sistema asistencial ya estaba afianzado y se expande en los 2
periodos de posguerras. El estado benefactor se desarrolló, por un lado para
mantener el orden social ante el avance del socialismo y los reclamos
conflictivos de la clase obrera, propios del antagonismo en a sociedad
capitalista. También surge de la competencia política a raíz del voto
universal aunque no tuvo ideología partidista. Estas causas ratifican que no
hubo motivos económicos para el estado benefactor ya que las prestaciones
de educación o salud no eran la palanca que activaría la demanda. A partir
de la década del `40 , con la guerra se despierta un sentimiento de
solidaridad que fue acompañado por medidas de los gobiernos. Estas
medidas tienden más a la igualdad, la equidad, que a la seguridad social, ya
que los países ya estaban convulsionados. Pese a esto al final de la segunda
guerra el estado benefactor empieza su caída debido a la distribución de
programas de ayuda y reconstrucción económicas que volvieron a
profundizar la diferencia social.

El estado keynesiano surgió en 1930 y se desarrolló ampliamente en toda la


segunda posguerra, caracterizándose por una notoria intervención del
estado en las políticas económicas, Desde el absolutismo el mercantilismo
desarrolló un incipiente capitalismo mercantil. Luego en Inglaterra surge el
capitalismo agrario producto de la expulsión de pequeños productores. Esta
elite se impone sobre la corona (fines siglo XVUU) y se inicia la primera fase
de la revolución industrial.

En Francia y Alemania estos capitalistas industriales surgen con el apoyo de


apoyo de los estados para competir con Inglaterra . el rápido desarrollo
industrial, pronto mostró sus fisuras que en forma de crisis fueron cíclicas
para que no se dañara el proceso de acumulación de capitales, Keynes da la
receta de su plan económico para estimular la demanda y reiniciar el ciclo
productivo y de productividad.

En la posguerra aparecen 3 características: 1-Gran crecimiento económico,


2- Desarrollo constante con poco receso, 3- crecimiento salarial. El estado
keynesiano se caracteriza por el estado de pleno empleo aunque no por
razones de estado benefactor sino más bien para estimular la producción
con lo que habrá mejor rentabilidad y mayores ganancias. Estos factores
hicieron posible la redistribución del estado benefactor. Ambos estados
fueron parte del momento más exitoso del capitalismo tanto en
productividad como en el nivel de vida de los trabajadores. A partir de la
década del ´70 cae la producción, la productividad, por lo tanto cae el
empleo, no hay estabilidad de precios. Aparece la inflación y con ella la falta
de inversiones ya que la inestabilidad hacía dudar sobre las ganancias
reales. La crisis petrolera provocada por la OPEP y el fin de las colonias
europeas en África que se había sucedido casi una década atrás, hace más
difícil la obtención de materias primas. Con Keynes surgen las políticas
macroeconómicas que defienden la intervención del estado a través de
políticas monetarias y fiscales. Para salir de la crisis social y económica
había que generar demanda, lo que reduce la oferta, a través de aumentar el
gasto público con obras. Reordenar el crédito y reducir tasa de interés para
favorecer las inversiones privadas. Según Keynes, estimulando el consumo
y la demanda de bienes se provoca en la economía un efecto multiplicador.
A partir de los acuerdos de Bretón Woods, en 1944 donde se establecen
relaciones financieras y económicas entre los países industrializados, se
crea el FMI y comienza a crecer el papel de los estados en las economías
nacionales. En definitiva, el estado keynesiano, en su efecto socio-político
fue en esencia preservador ya que en su momento brindó una salida
salvadora al capitalismo.

intervencionismo estatal—-

El intervencionismo estatal es cualquier acción gubernamental para regular


la administración pública que impacta en la actividad económica, política y
social de una nación. Es un término amplio que abarca diversas maneras de
accionar por parte del Estado.

¿Qué es la intervención estatal?

El intervencionismo de Estado alude a un sistema intermedio de transición,


entre el liberalismo y el socialismo, que combina intereses públicos y
privados y confía a la acción del Estado agrupar, dirigir y suplir en la vida del
país a la iniciativa privada, a la que asigna todavía un amplio margen de
acción.

¿Cuál es la importancia de la intervención estatal?

La intervención del Estado en las economías de mercado crea sistemas de


economías mixtas. En donde se combinan elementos de las economías de
mercado con las economías planificadas permitiendo que los individuos
tengan ciertas libertades económicas pero también un Estado que influencia
estas decisiones.
2.4 Friedrich Hayek, Milton Friedman y el Modelo Neoliberal
sabado 22 julio 2023

La teoría neoliberal, en auge en América Latina en la década de los noventa,


es una de las principales variables para explicar la situación de creciente
pobreza en esa región.
En la década de los noventa el pensamiento neoliberal se constituyó en la
corriente de mayor consenso entre los sectores e instituciones financieras
internacionales influyentes. El mayor consenso provino tras la caída del
comunismo en Europa Oriental y en la Unión Soviética. Al perecer la única
opción de oposición a la economía de mercado, el capitalismo neoliberal se
instaló como la única alternativa viable. De ahí que se le bautizara con el
nombre de "pensamiento único".

Friedrich Von Hayek

Von Hayek realizó, en esta etapa de surgimiento y constitución de la


corriente neoliberal, una importante labor como formador de los
lineamientos de dicha corriente. Su inspiración era fruto del rechazo que le
provocaba toda clase de intervención estatal, pero particularmente la
promovida por la teoría keynesiana. Como señala Mario Rapoport (Rapoport,
2002: 359), Von Hayek tenía en mente no sólo al nazismo alemán, al
socialismo "stalinista" o al laborismo inglés, sino, sobre todo, a la
"aberración" teórica del keynesianismo; el cual, sin embargo, con sus
políticas intervencionistas había ayudado a salir al capitalismo de la gran
depresión de los años treinta.

Concisamente, para Von Hayek el socialismo y la libertad eran incompatibles


y el papel del Estado en un sistema capitalista debía permanecer limitado.
Hayek no dudó en comparar el Estado de bienestar con la dictadura, ya que
para él la planificación que dicho Estado representaba llevaba implícita la
supresión de la libertad. Como partidario del neoliberalismo, abogaba por la
libre competencia de las fuerzas de la sociedad, como medio para coordinar
los esfuerzos humanos.

No obstante, reconoció en su trabajo un papel activo por parte del Estado en


ciertos aspectos, como por ejemplo que garantizara un marco legal para
asegurar la iniciativa privada.
La solución que proponían era un Estado con dos funciones opuestas:
fuerte para debilitar o quebrar el poder de los sindicatos; y limitado en
relación con los gastos sociales y a las intervenciones económicas. El fin
primero de esta corriente era lograr la estabilidad monetaria, para lo cual era
indispensable una disciplina presupuestaria. Ello implicaba, por ende, la
reducción del gasto social y la restauración de la tasa de desempleo para
quebrar el poder de los sindicatos.

Es decir, no dejaban de reconocer las desigualdades sociales que


intrínsecamente generaba el tipo de sistema que sugerían y argumentaban,
asimismo, que la desigualdad era un valor positivo, imprescindible en sí
mismo.

Milton Friedman

En este contexto de la crisis de los años setenta adquiere mayor relevancia


la obra de Milton Friedman: Capitalismo y libertad. El destacado economista
estadounidense y orientador de la influyente Escuela de Economía de
Chicago se adhirió en la Universidad de Chicago a las ideas de Hayek.

Para Friedman el poder gubernamental era necesario pero peligroso; por lo


que dicho poder debía ser limitado y descentralizado. El autor remarcaba la
importancia y la necesidad de la existencia de un gobierno. Veía en él al
determinador y árbitro de "las reglas del juego". No obstante, su ámbito de
participación debía ser limitado, ya que "lo que el mercado hace es reducir
mucho el espectro de problemas que hay que decidir políticamente y, por
consiguiente, minimiza la medida en la que el gobierno tiene que participar
directamente en el juego" (Friedman, 1966).

En cuanto a la forma de gobierno que debía instaurarse, se inclinaba por la


democracia y señalaba que el libre desarrollo del mercado se
complementaba con esa forma de gobierno.

La amenaza fundamental a la libertad es el poder de coaccionar,


ya esté en manos de un monarca, de un dictador, de un oligarca o
de una momentánea mayoría. La preservación de la libertad
requiere la eliminación de esa concentración de poder en la mayor
medida posible y la dispersión y distribución de cualquier poder
que no pueda eliminarse —un sistema de checks and balances. Al
sustraer la organización de la actividad económica del control de
la autoridad política, el mercado elimina esta fuente de poder
coercitivo. Le permite al poder económico ser un balance contra el
poder político en vez de un refuerzo (Friedman, 1966).

La visión de Friedman, en términos de pobreza, era considerar a la


desigualdad como inherente al sistema económico.

El mercado le garantiza al individuo la libertad de aprovechar al


máximo los recursos que están a su disposición, siempre que no
interfiera con la libertad de los demás de hacer lo mismo. Pero no
garantiza que tendrá los mismos recursos que otro [...] Y no hay
nada que pueda evitar que conduzcan a una gran disparidad en
riquezas e ingresos.

Esto era así, en tanto y en cuanto "fuera de la caridad individual, no hay


forma de eliminar esas desigualdades de riqueza que permanecerían
inclusive en un mercado libre ideal, excepto mediante la interferencia con la
libertad de los más afortunados" (Friedman, 1966).

No obstante, planteaba que históricamente un mercado libre ha producido


menos desigualdad, una distribución de la riqueza más amplia, y menos
pobreza que cualquier otra forma de organización económica. Entendía que
había menos desigualdad en los países capitalistas avanzados, como
Estados Unidos, que en países subdesarrollados como la India.

En el marco neoliberal alegaba que se debía garantizar un ingreso mínimo,


pero no más, pues toda medida contra la pobreza debilitaba el impulso de
autoayuda de los pobres.

Aplicación del neoliberalismo en Latinoamérica

Consenso de Washington

En 1989, en la ciudad de Washington, se realizó un encuentro promocionado


por el Fondo Monetario Internacional y por el Banco Mundial. En él
participaron funcionarios del Departamento de Estado de los Estados
Unidos de América, ministros de finanzas de los países industrializados,
presidentes de prestigiados bancos internacionales y reconocidos
economistas. El resultado y producto de dicho encuentro fue el Consenso de
Washington, cuya paternidad se otorgó al economista John Williamson.

El Consenso se caracterizaba por ser un conjunto de "recomendaciones"


que se daban a los países endeudados, mayormente latinoamericanos, al
momento de solicitar renegociaciones de deudas como nuevos préstamos.
Así la corriente de pensamiento neoliberal penetró en los países
latinoamericanos, ya que como señala Frances Stewart:

Los cambios en el pensamiento en y acerca de los países


desarrollados han tendido a ser seguidos, un poco después, por
cambios similares en el pensamiento de los países en desarrollo.
Este es un resultado natural de la fuerte influencia de los países
desarrollados en los actores importantes, especialmente como
resultado de la dominación del Fondo Monetario Internacional y
del Banco Mundial por los países desarrollados (Stewart, 1998:
28).

A esto hace referencia Mario Rapoport, como también Eduardo Bustelo


(Bustelo, 1998), quienes manifiestan que por medio de dichas instituciones
es esparcida esta corriente filosófica por toda América con el nombre de
"Consenso de Washington". La implementación de dicho Consenso se
materializa en el cambio del patrón productivo, que pasa de ser un modelo
sustitutivo de importaciones a ser uno de apertura de la economía.

Las estrategias elaboradas en el Consenso pueden sintetizarse de la


siguiente manera:

1. Disciplina fis a al que implica la reducción drástica del déficit


presupuestario: su fin era solucionar los grandes déficits
acumulados que condujeron a la crisis en la balanza de pagos y
las inflaciones elevadas.

2. Disminución del gasto público, especialmente en la parte


destinada al gasto social. Williamson en realidad proponía
redistribuir el gasto en beneficio del crecimiento y los pobres, por
ejemplo, desde subsidios no justificados hacia la atención
sanitaria básica, la educación y la infraestructura.

3. Mejorar la recaudación impositiva sobre la base de la extensión


de los impuestos indirectos, especialmente el IVA. La finalidad era
que el sistema tributario combinara una base tributaria amplia con
tasas marginales moderadas.

4. Liberalización del sistema financiero y de la tasa de interés.

5. Mantenimiento de un tipo de cambio competitivo.

6. Liberalización comercial externa, mediante la reducción de las


tarifas arancelarias y abolición de trabas existentes a la
importación.

7. Otorgar amplias facilidades a las inversiones externas.

8. Realizar una enérgica política de privatizaciones de empresas


públicas.

9. Cumplimiento estricto de la deuda externa.

10. Derecho a la propiedad: debía ser asegurado y ampliado por el


sistema legal.

Análisis del Consenso de Washington

Ninguno de los diez puntos expresados a través del Consenso, que iban a
guiar las políticas económicas de la economía global, tenían que ver
directamente con abordar las grandes inequidades o pobreza imperantes.
Por cierto, "la reforma tributaria, la privatización, la abolición de los
subsidios y la reducción del gasto público requeridas para eliminar los
déficits presupuestales tenderían, indirectamente, a aumentar la inequidad"
(Stewart, 1998: 37).

Por lo tanto, la importancia de lo social en dichas propuestas ha sido


claramente secundaria. En la política económica propuesta dominaba una
clara hegemonía de los mecanismos del mercado y una concepción de "lo
social" restringida en el interés individual.

2.4.1 Liberalización del Mercado

¿Qué es la liberalización de mercados?

La liberalización (económica) consiste en el proceso de reducir o eliminar las


restricciones o regulaciones previamente impuestas en un mercado. El
objetivo de la liberalización económica es permitir que la libre competencia
de los agentes lleve a un equilibrio entre la oferta y demanda en el mercado.

2.4.2 Reducción de Controles Financieros.


¿Qué es el control financiero?

El control financiero permite hacer un diagnóstico de la situación con el que


es posible tanto controlar si se están cumpliendo los objetivos marcados
como detectar posibles problemas o desajustes, por ejemplo,
irregularidades que puedan hacer que la empresa pierda ventaja

2.4.3 Tasa Natural de Desempleo

La tasa natural de desempleo se llama también nivel de desempleo de pleno


empleo, nivel de desempleo de equilibrio a largo plazo, o tasa estructural de
desempleo. Cuando la demanda agregada se eleva (con un salario real
dado), las empresas aumentan sus contrataciones.

2.4.4 Privatización de la Economía

La privatización es entendida formalmente como la transferencia de


empresas o actividades públicas que pertenecían al Estado al SECTOR
PRIVADO. Es uno de los pilares de la doctrina neoliberal, que se fundamenta
en el principio de entregar la economía a la lógica del mercado y llevar al
Estado a su mínima expresión.

2.5 Economía Mexicana

A principios de los noventa se registró un crecimiento económico moderado


de la región. Sin embargo, el crecimiento alcanzado no logró revertir los
índices de pobreza. La pobreza y la desigualdad continuaban con números
elevados: para 1990 se registraron 200 millones de pobres, alrededor de 70
millones por encima del promedio anterior al periodo de crisis de la deuda.

No obstante, hubo algunos casos donde la pobreza manifestó un leve


descenso como en Chile, República Dominicana, Panamá, Uruguay y Brasil.
Por el contrario, en Perú, México, Nicaragua, Venezuela y El Salvador la
pobreza aumentó.

En cuanto a las políticas sociales de este nuevo modelo, el neoliberal Vilas


señaló tres características básicas de las mismas (Vilas, 1997: 936-941):

Descentralización: implica la transferencia de decisiones de política social a


municipios, gobiernos provinciales y Organizaciones No Gubernamentales.
La crítica a esta característica es la escasez que en esos niveles
gubernamentales se tiene en cuanto a recursos administrativos, materiales,
humanos, etcétera.

Privatización: su objetivo era aliviar la crisis fiscal de los Estados y mejorar


la calidad de los servicios. Pero, señala el autor, el arancelamiento de los
servicios públicos provocó la limitación en el acceso a dichos servicios, ya
que sólo las personas con recursos pueden hacerse cargo de sus costos.

Focalización: como oposición al universalismo característico del modelo


económico anterior, respondía a la necesidad de confrontar la masificación
de los problemas sociales con fondos recortados.

Para el autor dentro del "esquema neoliberal la política social se relaciona


con la política económica por una vía eminentemente pasiva: liberar
recursos financieros para la acumulación y prevenir tensiones sociales en
situaciones límites" (Vilas, 1997: 945).

clase 29 julio

A partir de 1983 la estrategia económica neoliberal -apegada a la ideología


ortodoxa que atribuye al Estado la causa de los males económicos- se
orientó a transferir a los agentes privados y al mercado, gradual pero
sostenidamente, las funciones económicas anteriormente asignadas al
Estado.

La idea-fuerza que había servido de fundamento al modelo económico


precedente, según la cual la industrialización tardía exigía una amplia
intervención del Estado, regulando el comercio exterior y promoviendo
activamente el desarrollo del aparato productivo, fue descalificada 3 y
remplazada por la "visión moderna", según la cual la liberalización y la
reducción de la presencia del Estado en la economía permitirían aprovechar
plenamente las oportunidades que ofrecía la globalización, al favorecer la
asignación más eficiente de los recursos productivos y el logro de mayores
tasas de crecimiento económico.
La apertura comercial unilateral y abrupta constituyó la punta de lanza de la
nueva estrategia económica. De acuerdo con la ortodoxia, al liberalizarse el
comercio exterior -y al reducirse (e incluso suprimirse) internamente las
intervenciones gubernamentales distorsionantes (es decir, las políticas
sectoriales de fomento económico)- los recursos productivos se dirigirían
hacia las ramas donde la economía mexicana tiene ventajas comparativas
(principalmente las ramas intensivas en mano de obra, provocando un
rápido crecimiento de la demanda de fuerza laboral que acrecentaría los
salarios reales, modificando paulatinamente la escasez relativa de factores),
al tiempo que la exposición a la competencia externa obligarla a los
empresarios mexicanos a introducir cambios tecnológicos y a elevar de
manera acelerada la productividad, maximizando de este modo el
crecimiento del ingreso y el bienestar. Como señaló el primer presidente
neoliberal de México: "Seguimos un intenso proceso de racionalización [sic]
de la protección comercial para inducir mayor eficiencia y competitividad de
nuestra economía nacional". 4Asimismo, el principal ideólogo y operador
político del segundo gobierno neoliberal reiteró: "Acelerar un proceso de
liberalización comercial resulta conveniente para asegurar su irreversibilidad
y, también, para que las empresas introduzcan los cambios necesarios e
incrementen la productividad en poco tiempo" 5

La apertura comercial fue realizada con asombroso celo y dinamismo.


Durante el desarrollo estabilizador (1958-1970), 57.2% de las importaciones -
en valor- estaban sujetas a licencias de importación, porcentaje que pasó a
74.1% en el período 1971-1980; en 1989 sólo 14.1% de las importaciones -en
valor- estaban sujetas a licencias de importación y pasó a 6% en 2002.
Asimismo, el arancel promedio ponderado, que en 1981 fue de 18.3%, se
redujo a 6.1% en 1988 y a 3.1% en 2002.6

Complementariamente, después de firmar en 1986 la adhesión de México al


Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT, hoy Organización
Mundial de Comercio), la tecnocracia neoliberal -en búsqueda de cierta
reciprocidad en la apertura comercial, realizada inicialmente de manera
unilateral- emprendió negociaciones bilaterales, regionales y subregionales
de tratados comerciales, comenzando por el TLCAN, hasta colocar a México
en una posición insólita: es el país con mayor número de tratados
comerciales en el mundo.7

De manera paralela, el gobierno procedió a desmantelar los instrumentos de


fomento económico general y sectorial. La inversión pública federal se
redujo de 10.4% del PIB en 1982 (12.4% del PIB en 1981) a 4.9% en 1988 y a
2.5% en 2002; el gasto público en fomento económico sectorial (concepto en
el que incluimos fomento agrícola, manufacturero y del sector energético:
vid infra, cuadro 2) se redujo de 11.9% del PIB en 1982 a 8.7% en 1988 y a
3.7% en 2002.

Las demás reformas de política económica previstas en el Consenso de


Washington también fueron aplicadas. Como lo constató el reconocido
padre de la síntesis del Washington Consensus, los gobiernos neoliberales
de México han destacado como discípulos ejemplares en la aplicación del
decálogo milagroso: fuerte "superávit fiscal primario"; austeridad fiscal
"extrema"; reducción de las tasas máximas del isr; liberalización financiera
(a partir de 1988 y culminada en 1992, después de que Williamson escribió el
texto aquí citado); orientación de la economía hacia el extenor; apertura
comercial acelerada; "impresionante liberalización" de la inversión
extranjera; privatización de las empresas públicas, y desregulación de las
actividades económicas.8 A esto hay que agregar un punto no analizado por
Williamson: el severo desmantelamiento de los instrumentos de fomento
económico general y sectorial.

Ciertamente, todavía a finales de los ochenta, cuando Williamson sintetizó el


Consenso de Washington,9 el miserable desempeño de las economías
latinoamericanas -y de la mexicana, en particular- se atribula al escaso
tiempo de maduración de las reformas, pero se esperaba que a partir de los
noventa advendría la gran derrama de beneficios del cambio en las políticas
económicas. Como señaló Williamson: "Desde 1983, los años ochenta
estaban siendo etiquetados como la 'década perdida' para el desarrollo
económico de América Latina. Este sombrío pronóstico se ha visto más que
justificado por los hechos. Sin embargo, hay razones para esperar que la
década de 1990 pueda ser diferente". Esta esperanza era compartida por las
tecnocracias neoliberales de México y América Latina.

Por eso, cuando Williamson sintetizó el Consenso de Washington como el


decálogo de las medidas de política económica que los países en desarrollo
debían aplicar para alcanzar el crecimiento acelerado y sostenido, lanzó una
suerte de reto al destino, al proponer la tasa de crecimiento económico
como el criterio objetivo para evaluar las bondades del decálogo milagroso.
"¿La reforma de las políticas económicas -escribió- ha dado por resultado la
restauración del crecimiento sostenido? Este, después de todo, es la prueba
de la reforma [...]. La única objeción seria para considerar el crecimiento
como prueba del éxito de la reforma es que haya alguna razón para esperar
un intercambio (trade-off) entre el crecimiento y la distribución equitativa del
ingreso [...]. Pero como no hay razón para creer que los países con escaso
crecimiento económico hayan compensado este fracaso con una mejora en
la distribución del ingreso, parece legítimo concentrarse en el crecimiento
económico como medida del éxito".

La evidencia empírica es contundente: a dos décadas de iniciado el


experimento neoliberal, con más mercado y menos Estado, la prosperidad
ofrecida por los reformadores neoliberales brilla por su ausencia.

Resultados agregados del experimento neoliberal

Sin duda, los efectos de la estrategia económica neoliberal en la exportación


de mercancías han sido notables: las exportaciones no petroleras se
elevaron de 2.7% del PIB en 1982 a 10.7% en 2002, sin incluir maquiladoras, y
de 4.4% del PIB en 1982 a 23% en 2002, incluyendo maquiladoras. Sí se
agregan los productos petroleros, las exportaciones globales de mercancías
pasaron de 14% del PIB en 1982 a 25.3% en 2002, incluyendo maquiladoras. 10

Sin embargo, la liberalización económica y el mayor peso de las


exportaciones en el PIB, no trajeron consigo mayores tasas de crecimiento
de la producción, la inversión y el bienestar. Más aún: los resultados del
modelo neoliberal en la economía real de las mayorías nacionales contrastan
negativamente con los observados durante el modelo económico
precedente.

En el modelo keynesiano-cepalino -que puede denominarse sin abuso


modelo económico de la Revolución Mexicana, 11 basado en la regulación del
comercio exterior y en un relevante intervencionismo gubernamental en el
fomento económico- el PIB se incrementó 15.9 veces (1592.7%) durante el
periodo 1935-1982, al crecer a una tasa media de 6.1% anual, lo que implicó
un incremento de 340.4% en el PIB per cápita, cuya tasa media fue de 3.1%
anual (véase el cuadro 1).

Bajo el modelo neoliberal -basado en la apertura comercial unilateral y


abrupta y en la reducción de la participación del Estado en el desarrollo
económico- el PIB sólo aumento 0.56 veces (56.2%) al crecer a una tasa
media de 2.3% anual, lo que implicó un incremento de apenas 7.3% del PIB
per cápita, que creció a una tasa media de 0.35% anual.

En consecuencia, la acumulación de capital invertido en la actividad


productiva resultó dramáticamente inferior en el modelo neoliberal. Durante
los años de vigencia de la estrategia económica de la Revolución Mexicana,
la inversión fija bruta por habitante (en maquinaria, equipo y construcciones)
se incrementó 1022.1% en el período 1941-1982, al crecer a una tasa de 5.8%
anual (véase el cuadro 1). En contraste, después de dos décadas de
experimentación neoliberal, la inversión fija bruta por habitante en 2002 fue
apenas 0.08% mayor que la observada en 1982, al crecer a una tasa media de
0.04% anual.

Los inferiores resultados de la estrategia "modernizadora" en el frente de la


inversión fija bruta, reflejan los obstáculos que la reconversión tecnológica
de la mayoría de las empresas encontró bajo el "nuevo" modelo económico.
En consecuencia, el "incremento de la productividad en poco tiempo", con el
que soñó la tecnocracia, resultó ser un "sueño guajiro". Durante las dos
décadas de modernización económica neoliberal (1983-2002), la elevación de
la productividad laboral en el conjunto de la economía apenas alcanzó una
tasa media de 0.8% anual, mientras que en el período 1951-1982,
correspondiente al modelo económico precedente, la productividad
agregada del trabajo en México creció a una tasa media de 3.2% anual. En el
sector primario, las tasas medias de crecimiento de la productividad laboral
fueron de 0.9% anual en el modelo neoliberal (1983-2002) contra 3% de
crecimiento anual en el modelo precedente (1951-1982); en el conjunto del
sector industrial -incluyendo minería, electricidad, etcétera- las tasas medias
de crecimiento de la productividad del trabajo fueron 1.6% anual en el lapso
de 1983-2002 contra 2.7% anual en 1951-1982; en los servicios las tasas
medias anuales de crecimiento de la productividad laboral fueron 0.3% en el
neoliberalismo contra 1.4% en el modelo precedente. 12

Más aún, en el sector de la economía donde la tecnocracia neoliberal


esperaba los resultados más espectaculares, en la industria manufacturera,
la realidad también difiere de las expectativas. Durante el período 1951-1982,
la productividad del trabajo manufacturero creció a una tasa media de 2.8%
anual, mientras que en el lapso 1983-2002 la productividad laboral
manufacturera creció a una tasa de 2% anual. 13

Sin duda, algunas empresas han logrado elevar su productividad a ritmos


acelerados bajo el neo-liberalismo, pero lo relevante es que en el conjunto
de la economía (específicamente en la industria manufacturera) los
resultados agregados durante las dos décadas de experimentación
neoliberal difieren de las promesas eficientizadoras.

En el ámbito del bienestar social, los resultados de ambos modelos


económicos son también diametralmente opuestos. En el modelo de la
Revolución Mexicana el poder adquisitivo de los salarios mínimos se
incrementó 96.9% durante el período 1935-1982 (véase el cuadro 1); con el
neoliberalismo, en cambio, los salarios mínimos perdieron 69.6% de su
poder de compra, es decir, se deterioraron a menos de la tercera parte de los
vigentes en 1982.

En general, la evolución de la pobreza en ambos modelos ha sido


diametralmente opuesta. Durante los años de operación del modelo
keynesiano-cepalino o de la Revolución Mexicana, la pobreza -que en la
época porfiriana afectaba a cerca de 95% de la población- se redujo de
manera significativa. De acuerdo con Julio Boltvinik, 14 la proporción de
mexicanos pobres disminuyó de 77% en 1963 a 48.5% en 1981, magnitudes
groso modo coincidentes con las estimadas por el Programa Nacional de
Solidaridad,15 según el cual la proporción de mexicanos bajo la línea de la
pobreza, que en 1960 era de 76.9%, descendió hasta 45% en 1981. Pero los
logros alcanzados durante dos décadas de reducción de la pobreza en el
modelo económico precedente fueron completamente revertidos por el
modelo neoliberal. De acuerdo con Boltvinik y Damián, la población pobre de
México creció de 45% de la población total en 1981 a 69.8% en 1992, a 75.8%
en 1994 y a 76.9% en 2000. 16 Durante el bienio 2001-2002, con la economía
mexicana en recesión, es probable que el número de pobres se haya
incrementado en más de un millón de mexicanos.17

En la esfera del financiamiento del desarrollo -donde la excesiva


dependencia del ahorro externo ha traído consigo crisis financieras
recurrentes- los resultados del modelo neoliberal distan mucho de ser
halagüeños. En el modelo económico de la Revolución Mexicana, los
pasivos globales de México con el exterior se mantuvieron en un nivel
moderado hasta el inicio de los setenta (18.4% del PIB en 1946 -cuando se
dispone ya de cifras consistentes- hasta 27.2% del PIB en 1970). 18 Sin
embargo, durante los dos últimos sexenios del modelo (a causa
principalmente de indebidos manejos macroeconómicos) el endeudamiento
externo se disparó -los pasivos externos se elevaron de 27.2% del PIB en
1970 a 65.1% en 1981- lo que condujo a la crisis financiera de agosto de
1982.

La tecnocracia neoliberal, que arribó al poder después de la crisis de la


deuda, entró pisando fuerte con la promesa de "elevar el ahorro interno"
para evitar "depender nuevamente en el futuro de recursos externos en
forma excesiva".19 No obstante, los pasivos externos de México crecieron
significativamente, sobre todo bajo la administración de Carlos Salinas, a
partir de 66.7% del PIB al cierre de 1982 a 95% en 1994, cuando estalló el
más grave colapso financiero de la historia mexicana; en 2002 se ubicó en
87.6% del PIB (véase el cuadro 2).
Ciertamente, la acumulación de pasivos externos de 21% del PIB bajo el
modelo neoliberal es inferior a la acumulación de pasivos externos de 39.5%
del PIB bajo los gobiernos "populistas" que operaron los dos últimos
sexenios del modelo de la Revolución Mexicana. Sin embargo, en estos
últimos el PIB creció a una tasa media de 6.2% anual mientras que durante
los gobiernos de corte neoliberal la tasa media de crecimiento del PIB ha
sido de apenas 2.3% anual. Además, en los gobiernos "populistas" se
observó una fuerte acumulación de capital físico (en maquinaría, equipo y
construcciones, que creció a una tasa media de 6.6% anual), incluyendo una
fuerte acumulación de activos del sector público. En contraste, en el modelo
en boga la inversión fija bruta apenas ha crecido a una tasa media del 1.9%
anual, observándose simultáneamente una desacumulación de activos del
sector público (incluyendo privatizaciones por alrededor de 30 000 millones
de dólares),20 de manera que la acumulación de pasivos externos ha
carecido de factores compensatorios.

En consecuencia, el crecimiento del "ahorro interno" -que es, por definición,


ahorro nacional invertido en maquinaria, equipo, construcciones e
inventarios físicos- resultó ser también un "sueño guajiro". Mientras en el
modelo de la Revolución Mexicana el ahorro interno bruto se elevó de 7.8%
del PIB en el sexenio 1941-1946 a 15.5% en el sexenio 1958-1964 y a 20.7% en
el sexenio 1977-1982, en el modelo neoliberal descendió hasta representar
19.7% del PIB en el lapso 1983-2002, con un promedio de 17.96% del PIB en
el bienio 2001-2002.21

Estrategias macroeconómicas de mediano plazo

Los resultados adversos observados en la economía mexicana durante el


período 1983-2002 no son imputables de manera exclusiva al modelo
neoliberal como estrategia económica de largo plazo. También responden a
las sucesivas estrategias macroeconómicas de mediano plazo
instrumentadas durante dos decenios de experimentación neoliberal.

La primera estrategia macroeconómica de mediano plazo -aplicada desde la


crisis de la deuda de 1982 hasta diciembre de 1987- tuvo como objetivo dual
liberar recursos internos para servir la deuda externa y controlar la inflación
desencadenada por las macrodevaluaciones cambiarías mediante un
paquete de políticas restrictivas de la demanda interna agregada 22
consistentes en: a) la reducción de la inversión pública y del gasto público
programable que -en congruencia con el dogma neoliberal- trajo consigo el
achicamiento del Estado a través de la privatización o liquidación de
empresas públicas (que disminuyeron de 744 en 1982 a 437 en 1987), 23 pero
sobre todo por medio de la reducción o supresión de los programas
gubernamentales de fomento económico general y sectorial (el gasto público
en fomento económico sectorial como porcentaje del PIB disminuyó de
11.9% en 1982 a 8.7% en 1988 y la inversión pública se redujo de 10.4% del
PIB a 4.9%. Véase el cuadro 3); b) el alza de los precios y tarifas del sector
público (que contribuyó a restar poder de compra a la población); c) la
reducción de los salarios reales (mediante rígidos topes salariales); d) la
restricción de la oferta monetaria y crediticia (la base monetaria del Banco
de México se redujo en 1987, en términos reales, 26.7% respecto a 1982), 24 y
e) la subvaluación cambiaría, combinada inicialmente con el mantenimiento
de la hiperprotección comercial (instrumentada en 1982 como solución
tradicional al problema de la balanza de pagos que estalló con la crisis de la
deuda) y que a partir de 1984 fue abandonada en favor de un acelerado
proceso de apertura comercial.

Resultados: se logró eliminar el desequilibrio en la cuenta corriente de la


balanza de pagos y se obtuvo un superávit externo de 11 332.3 millones de
dólares durante el sexenio (véase el cuadro 4). Se superó el desequilibrio
fiscal operacional (en promedio, el déficit operacional -que es igual al déficit
fiscal menos el componente inflacionario de los intereses de la deuda
pública-representó apenas el 0.82% del PIB), pero en medio de una
permanente inestabilidad de precios (la inflación media anual fue de 90.5%).
Además, la aplicación prolongada y persistente del paquete de políticas
contractivas produjo el clásico círculo vicioso recesivo: se contrajo la
demanda, disminuyó la producción en numerosas ramas y se estancó a nivel
agregado (las mayores ventas al exterior no pudieron contrarrestar la
contracción del mercado interno), se desincentivó la inversión, disminuyó el
empleo presionando (junto con la política de topes salariales) los salarios a
la baja deprimiendo la demanda agregada, la producción y la inversión. 25
Suma sumarum: un sexenio de crecimiento cero (0.2% anual), que implicó
una caída del PIB per cápita a una tasa de 2% anual.

La segunda estrategia macroeconómica de mediano plazo, instrumentada a


partir del denominado Pacto de Solidaridad Económica (PSE) de diciembre
de 1987, dejó de considerar como prioridad el equilibrio externo y asumió
como prioridad la estabilización de los precios, utilizando como
instrumentos principales:26 a) la aceleración de la apertura comercial (la tasa
arancelaria máxima fue reducida de golpe de 45 a 20 por ciento y las
importaciones sujetas a permisos previos se redujeron de 26.8% en 1987 a
9.2% en 1991. (Véase el cuadro 3); b) la utilización del tipo de cambio como
ancla de los precios -primero mediante la fijación de la tasa de cambio a lo
largo de 1988 y desde 1989 mediante un deslizamiento del peso frente al
dólar estadounidense a un ritmo menor que el diferencial inflacionario entre
México y su principal socio comercial- desembocó en la creciente
sobrevaluacíón de nuestra moneda; c) la eliminación del déficit fiscal a
través de la perseverante reducción de la inversión pública, de la aceleración
de la privatización de las empresas paraestatales (que disminuyeron de 437
en 1987 a 99 en 1993 y cuya privatización arrojó ingresos al fisco por algo
más de 23 000 millones de dólares)27 y de la persistente caída de la inversión
pública y del gasto promocional del desarrollo económico (el gasto en
fomento económico sectorial se redujo de 9.2% del PIB en 1987 a 4.8% en
1994 y la inversión pública disminuyó de 5.6 a 3.5 por ciento del PIB), y d) la
inducción y armonización de las expectativas inflacionarias a través de la
concertación en el PSE y de la fijación de la tasa de incremento de los
salarios mínimos igual a la tasa de inflación proyectada.

La liberalización de los mercados financieros (que incluyó la apertura parcial


del sistema bancario al capital extranjero, así como la reforma de la
legislación bursátil y regulatoria de la inversión extranjera) se convirtió en
instrumento complementario escencial para atraer el ahorro externo
requerido para cerrar la brecha de divisas en la cuenta corriente que
resultaba de la combinación venenosa entre librecambismo y política de
peso fuerte a ultranza, dando lugar a una especie de reaganomics salinista:
endeudar al país y enajenar activos nacionales para comprar en el exterior
mercancías que compitieran con las nacionales y presionaran la inflación a
la baja.

Resultados: se avanzó en la estabilidad de precios (cerrando el sexenio con


una inflación de un dígito: 7.1% anual) y se logró el festinado superávit en
las finanzas públicas (0.98% del PIB como superávit operacional en
promedio sexenal; véase el cuadro 4), pero la combinación venenosa de una
apertura comercial unilateral, abrupta e indiscriminada con la utilización del
tipo de cambio como ancla de los precios, trajo consigo un enorme déficit
comercial (que en 1994 ascendió a 24 267 millones de dólares) y un
descomunal desequilibrio de la cuenta corriente (de 29 662 millones de
dólares en 1994)28 que provocaron un dramático crecimiento de los pasivos
externos de 125 001.9 millones de dólares en 1988 a 270 196.9 millones en
1994, con un alto componente de capital volátil, incluidos los tesobonos;
véase el cuadro 2), que dieron lugar finalmente al colapso financiero más
grave de la historia mexicana.

Tras el colapso decembrino de 1994, el tercer gobierno neoliberal desplegó


inicialmente (durante 1995) una estrategia de ajuste y estabilización similar a
la del período 1983-1987: a) contracción de la inversión y el gasto públicos,
alza de precios y tarifas del sector público y nuevas privatizaciones; b)
reducción del poder adquisitivo de los salarios; c) política monetaria y
crediticia severamente restrictiva (en enero de 1996 la base monetaria en
términos reales fue 25.4% inferior a la de enero de 1995); 29 d) drástica
reducción de la absorción interna de mercancías mediante la subvaluación
cambiaria y los anteriores instrumentos contraccionistas de la demanda
interna agregada. La particularidad de la aplicación zedillista de esta
estrategia, estribó en que en vez de ser instrumentada en la forma de un
programa gradual, fue aplicada en forma de severo plan de choque. 30

Resultados: se logró reducir el desequilibrio externo (el déficit de cuenta


corriente pasó de 7% del PIB en 1994 a 0,65% en 1995), pero los efectos en la
economía real y en el sistema financiero fueron devastadores. En 1995 se
observó: a) una reducción de 8.3% en el PIB por habitante; b) un descenso
de 29% en la inversión fija bruta; c) un incremento de 75% en la tasa de
desempleo abierto; d) una caída de 16.3% del poder adquisitivo del salario
mínimo, y e) un mayor rezago en infraestructura, que se plasmó en un
descenso de 31.1% en la obra pública. Además, el crecimiento vertical de las
carteras vencidas dio paso a la tremenda crisis sistémica de la banca
comercial.31

Después de 1995, la estrategia macroeconómica de mediano plazo fue


sustancialmente modificada. Se mantuvieron la restricción monetaria y
crediticia, la "estricta disciplina fiscal" (sin considerar la enorme deuda
pública neta contraída en el rescate bancario) y el deterioro de los salarios
reales; pero la subvaluación cambiaria fue abandonada, volviéndose a la
estrategia salinista de estabilización con el tipo de cambio como ancla de los
precios, pero ya no bajo un régimen de deslizamiento dentro de una banda
cambiaria, sino mediante un régimen de flotación sucia, mediante la
manipulación de las tasas de interés y de intervenciones directas en el
mercado cambiarlo. Desde luego, se mantuvieron los instrumentos
fundamentales del modelo neoliberal como estrategia de largo plazo: el valor
de las importaciones sujetas a controles cuantitativos se redujo de 10.6% en
1994 a 6.2% en 2000; el arancel promedio ponderado cayó de 5.7% en 1994 a
3% en 2000; la inversión pública se redujo de 3.5% del PIB a 2.6% en ese
lapso, y el gasto en fomento económico sectorial disminuyó de 4.8% de PIB
en 1994 a 3.5% en 2000 (véase el cuadro 3).

Resultados: se logró reducir la inflación desencadenada por la


macrodevaluación decembrina de 1994 (de 52% en 1995 a 8.96% en 2000),
pero el equilibrio inicialmente conseguido en la cuenta corriente de la
balanza de pagos (déficit de apenas 0.6% del PIB en 1995 y de 0.7% en 1996)
desapareció. En consecuencia, el déficit comercial acumulado en el gobierno
del presidente Zedillo (48 606 millones de dólares sin incluir maquiladoras, a
precios constantes de 1988; véase el cuadro 4) fue superior al registrado
durante el sexenio de Luis Echeverría (31 133 millones de dólares) y más que
triplicó al observado durante los seis años del gobierno de López Portillo (13
586 millones de dólares); de modo que el déficit de cuenta corriente
acumulado en el gobierno de Zedillo alcanzó la inquietante cifra de 41 991
millones de dólares, siempre a precios constantes de 1988. Además, el
déficit fiscal operacional ascendió a 2.9% del PIB en promedio anual (si se
incluyen, como debe hacerse, los pasivos netos del Fobaproa-IPAB
contraídos para rescatar a los bancos, así como los Pidiregas y los pasivos
del rescate carretero; véase el cuadro 4) y el crecimiento económico durante
el sexenio resultó alrededor de la mitad del observado bajo cualquiera de los
últimos siete gobiernos preneoliberales.

Para colmo, a fin de contener de manera preventiva el desequilibrio externo


resultante de la sobre-valuación cambiaria, la estrategia macroeconómica
aplicada durante el último semestre del gobierno de Zedillo utilizó el clásico
paquete binario: política monetaria restrictiva y austeridad fiscal, a fin de
reducir la absorción interna de mercancías. Pero al reducir de manera
indiscriminada la demanda interna agregada (en vez de hacerlo de manera
selectiva, mediante un ajuste cambiario que redujera la demanda de
importaciones y fomentara las exportaciones) se comprimió también la
demanda interna de bienes no comerciables, provocando el inicio de la
recesión en el último trimestre de 2000. 32

En el actual gobierno la estrategia macroeconómica heredada ha sido


tesoneramente mantenida. Resultados: se ha logrado una tasa de inflación
relativamente baja (5.7% anual en el primer bienio), pero con casi nulo
crecimiento económico (0.29% anual durante el bienio) y un persistente
desequilibrio en balanza comercial sin maquiladoras (déficit de 37 007
millones de dólares, a precios de 1988 durante el bienio) y de cuenta
corriente (21 966 millones de dólares a precios de 1988 durante el bienio), así
como un importante déficit fiscal operacional de 1.3% del PIB, sin incluir
pasivos contingentes (IPAB, Pidiregas, etcétera) y de 1.9% del PIB si se
incluyen estos pasivos.

De esta manera, las estrategias macroeconómicas desplegadas a lo largo de


dos décadas de experimentación neoliberal no han logrado conciliar los
grandes equilibrios macroeconómicos (estabilidad de precios, equilibrio
externo, finanzas públicas sanas y crecimiento económico), amén de haber
traído consigo efectos tremendamente perniciosos sobre la planta
productiva y el bienestar social.

De hecho como se muestra en el cuadro 4, las políticas macroeconómicas


del neoliberalismo han arrojado resultados inferiores, en términos de
equilibrios macroeconómicos que los observados durante casi cuatro
décadas (1934-1970) bajo el modelo keynesiano-cepalino de la Revolución
Mexicana. Más aún, no es fácil decidir quién ha manejado peor las variables
macroeconómicas, si los gobiernos "populistas" de Echeverría y López
Portillo, que operaron el último tramo del modelo sustitutivo de
importaciones, o los gobiernos neoliberales; en ambos casos hay tremendos
desequilibrios macroeconómicos, con dramático crecimiento de los pasivos
externos, aunque con los gobiernos "populistas" por lo menos hubo
crecimiento económico.

Es cierto que el equilibrio macroeconómico general es un momento ideal en


el análisis económico abstracto, sin que jamás exista como realidad
concreta. Las economías reales se mueven, más bien, dentro de perpetuos
desequilibrios macroeconómicos. Pero el arte de una buena política
económica consiste en mantenerlos dentro de una razonable franja de
seguridad o estabilidad macroeconómica integral. Más aún, no siempre los
desequilibrios son perniciosos. Eventualmente hay que tolerar, con
prudencia, cierto desequilibrio de una variable macroeconómica para
propiciar la corrección o el mejor desenvolvimiento de otra (v. gr. cierto
desequilibrio fiscal en aras del crecimiento económico o cierta inflación en
pro de la corrección de un desequilibrio externo); el punto está en el pronto
retorno hacia el centro de la franja de seguridad o estabilidad
macroeconómica.

Los problemas surgen cuando los árboles impiden ver el bosque; cuando se
cuida con extraordinario celo la consecución del equilibrio en alguna o
algunas variables macroeconómicas (v. gr. la tasa de inflación y el balance
fiscal), considerándolas como la llave mágica del crecimiento sostenido;
pero se descuidan los demás equilibrios macroeconómicos (el crecimiento
económico y el equilibrio de cuenta corriente), menospreciándose el alto
costo y la fragilidad de los equilibrios macroeconómicos parciales. 33

Construir el futuro, no volver al pasado

Serla un error deducir del fracaso del modelo neoliberal la conveniencia de


volver a la estrategia de industrialización orientada unilateralmente a la
sustitución de importaciones, vigente desde la segunda guerra mundial
hasta principios de los ochenta. Ello no es viable ni deseable. Mucho menos
lo es volver a la estrategia macroeconómica de mediano plazo aplicada
durante el lapso 1971-1982, cuyos erróneos manejos cambiados y fiscales
condujeron al primer gran colapso financiero de la historia contemporánea.

Precisamente, si el modelo neoliberal pudo reemplazar al modelo


keynesiano-cepalino después de la crisis financiera de 1982 fue -abstracción
hecha de otros factores políticos- por el desgaste que había experimentado
ese modelo como resultado de los errores y omisiones de política
económica de los últimos dos gobiernos preneoliberales.

En primer lugar, serios errores en política cambiaria, al no realizar de manera


oportuna, frente al creciente déficit de cuenta corriente, los ajustes
pertinentes en el tipo de cambio. La paridad peso/dólar se había mantenido
constante desde 1954 hasta la devaluación de 1976, no obstante el enorme
diferencial acumulado, durante los años setenta sobre todo, entre la
inflación mexicana y la estadounidense (en el período 1955-1970 la inflación
acumulada en México fue de 72.6% contra 44.4% en Estados Unidos; en el
quinquenio 1971-1975 las inflaciones acumuladas fueron de 76.5 y 38.6 por
ciento, respectivamente), produciéndose una progresiva sobrevaluación del
peso mexicano que trajo consigo un creciente déficit de cuenta corriente
(4.96% del PIB en 1975) financiado principalmente con endeudamiento
externo.

Después de la devaluación de 1976 volvió a mantenerse artificialmente la


paridad peso/dólar, no obstante el diferencial inflacionario nuevamente
acumulado (la inflación acumulada entre 1977 y 1981 fue de 198.6% en
México contra 59.6% en Estados Unidos, mientras que la paridad peso/dólar
apenas pasó de 22.58 pesos en 1977 a 24.51 pesos en 1981), lo que
nuevamente produjo un creciente déficit de cuenta corriente (6.5% del PIB en
1981), que desemboco en una tremenda adicción al endeudamiento externo
y finalmente en el colapso financiero y cambiarlo de 1982. 34

En ambos períodos el desequilibrio externo trató de ser corregido mediante


un hipertrofiado proteccionismo comercial: mientras en 1970, 68.3% de las
importaciones (en valor) estaban sujetas a permisos previos de importación,
en 1974 su proporción subió a 82% y a 90.4% en 1976, después de que en
agosto de 1975 se incrementaron los aranceles de importación de 75% de las
fracciones. Sin embargo, el proteccionismo hipertrofiado resultó ineficaz
para corregir el agigantado desequilibrio externo: el déficit comercial
ascendió a 3.9% del PIB en 1975 y apenas descendió a 2.9% en 1976; el
déficit corriente apenas disminuyó de 4.9% en 1975 a 4.1% del PIB en 1976.
En el sexenio siguiente la historia volvió a repetirse: las tasas arancelarias
medias se elevaron de 14.9% en 1977 a 26.8% en 1981 y a 27% en 1982; los
permisos previos de importación, que hablan descendido hasta 60% del
valor de las importaciones en 1980, aumentaron a 85% en 1981 ya 100% en
1982. Una vez más, el hiperproteccionismo comercial resultó ineficaz para
equilibrar las cuentas externas (el déficit de cuenta corriente ascendió a
6.5% del PIB en 1981), desencadenándose la crisis financiera. Lo peor es que
el proteccionismo comercial hipertrofiado -es decir, excesivo y casi
indiscriminado, precisamente por concebirse como mecanismo de ajuste de
la balanza comercial- trajo consigo un fuerte sesgo antiexportador, agravado
por la enorme sobrevaluación cambiaria que también generaba un sesgo
adverso a los servicios comerciables (como el turismo), obstruyendo,
paradójicamente, las vías naturales de superación del desequilibrio
externo.35

En segundo lugar, el manejo imprudencial de las finanzas públicas que


surge en los años setenta condujo a una creciente brecha ingreso-gasto
público insostenible en el largo plazo. Aunque la expansión del gasto
comprendió un significativo incremento de la inversión pública y del gasto
promocional del desarrollo económico y humano -y estuvo parcialmente
acompañada de un significativo incremento de los ingresos del gobierno
federal- dicha expansión comprendió también una suerte de economía del
derroche (personal redundante en el sector público; subsidios innecesarios
e indiscriminados a la actividad productiva, v. gr. bajas tarifas ferroviarias,
eléctricas, de combustibles, etcétera, incluso a actividades altamente
rentables que no requerían tales apoyos; estatizaciones inconvenientes, que
incluyeron empresas que nunca debieron estar en manos del Estado, como
cabarets, fábricas textiles, etcétera; inversiones azarosas en elefantes
blancos o en áreas donde no era indispensable la inversión pública, sino
sólo el apoyo a la inversión privada o social; programas superfluos o
convenientes pero artificialmente encarecidos por la corrupción y las
ineficiencias de gestión). Todo ello drenó las arcas del gobierno y condujo a
un déficit fiscal que se ensanchaba aceleradamente y era, por tanto,
insostenible en el largo plazo.36

En tercer lugar (último en orden, pero no en importancia) se omitieron


ajustes en la estrategia general de industrialización, cuya conveniencia había
claramente aflorado desde los años sesenta, cuando comenzaron a crecer
aceleradamente las exportaciones manufactureras pero, al reducirse más de
prisa las exportaciones agrícolas,37 se originaron presiones estructurales
sobre el sector externo que indicaban la conveniencia de pasar de la
estrategia sustitutiva de importaciones, unilateralmente concebida, a una
estrategia mixta de industrialización que combinara agresivo fomento de
exportaciones con la sustitución de importaciones, tal como lo indicaban las
experiencias de industrialización exitosas tanto en los desarrollos
tempranos (Inglaterra, Alemania, Estados Unidos,) como en los tardíos
(Japón, Corea del Sur, etcétera) y tal como fue sugerido por algunos
economistas mexicanos.38 El ajuste en la estrategia de industrialización (que
implicaba una liberalización comercial selectiva y gradual, pero no una
apertura comercial indiscriminada, unilateral y abrupta), preservando los
principios de la Revolución Mexicana, pudo haberse hecho exitosamente
aun sin el boom petrolero, pero la riqueza petrolera habría facilitado la
transformación estructural hacia una nueva fase de industrialización,
ordenando las finanzas públicas y la balanza de pagos.

El resultado de estos errores u omisiones fue un crecimiento dramático de


los pasivos externos y del déficit fiscal que desembocaron en la brecha
ingreso-gasto público insostenible y en la crisis financiera de 1982.

La tecnocracia neoliberal arribó al poder en estas condiciones y en vez de


rectificar prudentemente los errores de manejo macroeconómico -fiscal y
cambiario- y de realizar los ajustes pertinentes en la estrategia de
industrialización, manteniendo incólumes los principios de la Revolución
Mexicana, optó por un viraje de ciento ochenta grados inspirado en la
ideología de laissez taire, laissez passer, desechando las funciones que la
Revolución Mexicana había asignado al Estado en la promoción del
desarrollo económico, para efectuar una verdadera revolución económica
neoliberal basada en la apertura comercial unilateral y abrupta, así como en
el severo achicamiento de las funciones del Estado en el desarrollo
económico bajo el ideario friedmaniano que atribuye al Estado las fallas de
la economía.

Desde luego, la segunda circunstancia que facilitó el ascenso y la


consolidación en el poder de la tecnocracia neoliberal, se asocia al carácter
corporativo y ultrapresidencialista del régimen político construido por la
Revolución Mexicana, cuyo análisis no abordaremos.

Los resultados perniciosos del experimento neoliberal en México están a la


vista. Ponaso, si durante el lapso 1971-1982 fue un craso error mantener sin
cambios fundamentales el modelo unilateralmente sustitutivo de
importaciones, el expansionismo voluntarista (con sus insostenibles déficit
gemelos) y la obsesión fatal por un peso fuerte, ahora constituye un error
mayor mantener sin cambios fundamentales el modelo neoliberal con su
librecambismo a ultranza y su persistente achicamiento de las funciones del
Estado en la promoción activa del desarrollo, su recurrente ajuste recesivo
(plasmado en los repetidos ciclos de freno y arranque) y su persistente
obsesión fatal por un peso fuerte.

Países herejes y países sometidos al Consenso de Washington

En el ámbito internacional, la economía mexicana exhibe uno de los peores


desempeños durante las dos últimas décadas. Al principiar los ochenta
(1982) México tenía un PIB por habitante de 2 514.7 dólares corrientes,
superior al de Corea del Sur que era de 1893 dólares. 39 Empero, desde la
crisis de 1982 la economía mexicana no ha reencontrado el camino del
crecimiento sostenido. Después de repetidos ciclos de freno y arranque en
el período 1983-2002, el PIB por habitante en México tuvo un crecimiento
casi nulo -7.3% en las dos décadas, con una tasa media de 0.35% anual-
mientras que el PIB percápita real de Corea del Sur creció a una tasa media
de 6.2% anual, lo que significó un incremento acumulado de 229.9% en el
lapso 1983-2002.40 Como resultado, Corea del Sur logró cruzar el umbral que
separa a los países en desarrollo de los industrializados o de alto ingreso,
mientras que México quedó a la zaga, en el mismo nivel de subdesarrollo
que tenía al principiar los ochenta.

La diferencia entre el éxito coreano y el pésimo desempeño de la economía


mexicana radica en las distintas estrategias de desarrollo e inserción en la
economía internacional. "La distinción clave", ha observado el premio Nobel
de Economía 2001, Joseph Stiglitz, radica en que "cada uno de los países
que han tenido mayor éxito en la globalización determinó su propio ritmo de
cambio; cada uno se aseguró al crecer de que los beneficios se
distribuyeran con equidad y rechazó los dogmas básicos del Consenso de
Washington, que postulaban un mínimo papel del gobierno y una rápida
privatización y liberalización".41

Ciertamente, las estrategias desplegadas por los países de reciente


industrialización del Pacífico asiático, cuyos procesos de desarrollo
acelerado les permitieron establecer una sólida base productiva interna,
compartir el avance científico-técnico y elevar sensiblemente los niveles de
ingreso de sus poblaciones, nada tienen que ver con el Consenso de
Washington. Su modelo exitoso se basó, más bien, en la combinación de
políticas sustitutivas de importaciones con una promoción agresiva de sus
exportaciones, apoyadas ambas en un fuerte intervencionismo económico
del Estado (como planificador, regulador y promotor de la industrialización a
través de múltiples instrumentos: fiscales, crediticios, administrativos y
promocionales específicos); en un fuerte impulso institucional al desarrollo
tecnológico endógeno y adoptado; en la formación de recursos humanos a
través de su sistema educativo y de la capacitación laboral integrada a la
política industrial; en una fuerte base de acumulación interna con regulación
de la inversión extranjera, y en la estricta regulación de sus sistemas
financieros, subordinándolos a sus estrategias de industrialización 42

Otro ejemplo contrastante. De manera casi simultánea, China y México


comenzaron la orientación de sus economías hacia el exterior, pero con
estrategias económicas radicalmente distintas. China lo hizo mediante una
estrategia de mercado dirigido (denominada por los chinos "economía de
mercado socialista"), instrumentada a partir de 1979 como resultado de las
reformas promovidas por Deng Xiaoping. 43 Por el contrario, México lo hizo
mediante una estrategia neoliberal (denominada "estrategia del cambio
estructural" o "modernización económica") instrumentada a partir de 1983
por Miguel de la Madrid y seguida por Salinas, Zedillo y Fox.

Los resultados de ambas estrategias de inserción en los mercados globales


han sido diametralmente opuestos, En China, el PIB por habitante
prácticamente se sextuplicó en 23 años presentando un incremento
acumulado de 529.2% (con una tasa media de 8% anual) entre 1979 y 2002. 44
En contraste, el PIB percápita de México prácticamente no creció durante las
casi dos décadas de experimentación neoliberal, presentando un incremento
acumulado de apenas 7.3% entre 1983 y 2002 (con una tasa media de 0.35%
anual).

¿Qué hizo la diferencia? La clave radica precisamente en los estilos distintos


de inserción en la globalización. México fue globalizado bajo la ortodoxia del
FMI, es decir, mediante una estrategia neoliberal que comprendió la apertura
comercial unilateral, abrupta y prácticamente indiscriminada; la supresión o
brutal reducción de las políticas de fomento económico general y sectorial;
la privatización per se de la mayoría de las empresas públicas; la
liberalización a ultranza de los mercados financieros y la privatización de los
bancos; la liberalización de la inversión extranjera directa y de otros rubros
de la cuenta de capital (mercados de dinero, accionario, etcétera).

China, en cambio, partiendo de sus propias realidades, diseñó por si misma


su estrategia de inserción en la globalización y mantuvo el control de sus
procesos de transformación: no realizó una liberalización comercial
unilateral y abrupta, sino que fue abriendo gradual y selectivamente (por
regiones e industrias) su comercio exterior; no suprimió sus políticas de
fomento económico general y sectorial, sino que las reformó y diversificó;
no privatizó sus empresas públicas, sino que elevó su eficiencia
otorgándoles autonomía administrativa y financiera; no privatizó ni liberalizó
su sistema bancario, sino que lo desarrolló, rompiendo su estructura
monopólica (sistema de un sólo banco) para crear un sistema de múltiples
bancos y empresas financieras independientes, aunque de propiedad
pública o social; no liberalizó de manera abrupta la inversión extranjera
directa, sino que promovió su ingreso hacia ramas económicas
seleccionadas, favoreciendo inicialmente la coinversión con empresas
estatales chinas (o de colectividades chinas), y sólo aceptó inversiones
puramente extranjeras en condiciones de completa liberalización
primeramente en las zonas comerciales libres orientadas a la exportación. 45
Además, las políticas macroeconómicas de China -a diferencia de México-
han estado consistentemente orientadas al crecimiento económico
sostenido y no a la estabilidad de precios como objetivo prioritario a ultranza
46

Por consiguiente, la clave del éxito o del fracaso consiste en la naturaleza de


la estrategia económica adoptada y en el estilo de inserción en los procesos
de globalización. "Las naciones que han manejado la globalización por sí
mismas -ha observado Joseph Stiglitz- como las del este de Asia, se han
asegurado, en general, de obtener grandes beneficios y de distribuirlos con
equidad; ellas fueron capaces de controlar sustancialmente los términos en
que se involucraron en la economía global. En contraste, las naciones que
han dejado que la globalización les sea manejada por el Fondo Monetario
Internacional y otras instituciones internacionales no han obtenido tan
buenos resultados".47

Una visión regional sumaria del desempeño radicalmente distinto de las


economías herejes al Washington Consensus, que predominan en Asia y de
las economías sometidas a las prescripciones del FMI y el Banco Mundial
(baluartes de dicho Consenso), que predominan en América Latina 48 y el
Africa al sur del Sahara, puede concretarse en las siguientes cifras: mientras
en el este de Asia, el PIB percápita creció a una tasa media anual de 6.1%
durante los años ochenta y de 5.8% en el período 1991-2002, en América
Latina el crecimiento fue de -0.9% anual y 1.1% anual, respectivamente; en el
África al sur del Sahara el crecimiento fue persistentemente negativo: de -1.2
y -0.3 por ciento anual, respectivamente.49

En consecuencia, resulta evidente el fracaso de las economías sometidas al


Consenso de Washington, así como el éxito de las estrategias de mercado
dirigido desplegadas por los países asiáticos, que han obtenido el premio a
su herejía, id est, a su audacia e iniciativa histórica.

México, cumple dos décadas de aplicación del decálogo del Consenso de


Washington, en vez de aplicar una estrategia económica endógena; dos
decenios en que el FMI y el Banco Mundial han manejado nuestra inserción
en la globalización, en vez de insertarnos con un estilo propio
(aprovechando la globalización para nuestros fines nacionales, en vez de
dejarnos simplemente arrastrar por las fuerzas del mercado). El resultado
son dos décadas pérdidas para el desarrollo económico y una regresión de
cuatro décadas en el bienestar social de las mayorías nacionales.

La conclusión es obvia: en vez de que México permanezca tercamente


aferrado a la estrategia económica neoliberal, esperando ilusamente que la
mano invisible del mercado nos conduzca al primer mundo, lo que debemos
hacer es desplegar una vigorosa e inteligente estrategia de industrialización,
acompañada de políticas macroeconómicas orientadas al crecimiento
sostenido y no sólo a la estabilidad de precios.

Hacia una nueva estrategia económica para el desarrollo sostenido con


equidad

Sin duda, utilizando los márgenes de maniobra que México tiene dentro de
las realidades del entorno económico y político internacional, así como en
función de nuestras propias realidades nacionales (cargadas de
restricciones y de obstáculos estructurales, pero también de
potencialidades), es factible construir una nueva estrategia económica capaz
de afrontar con éxito los grandes retos del desarrollo sostenido con equidad,
es decir, un sistema de políticas públicas consistentes con este objetivo,
ergo congruentes entre sí, viables dentro de las actuales realidades
nacionales e internacionales y validadas por su aplicación en economías
exitosas.

En apretada síntesis, los instrumentos fundamentales de esta nueva


estrategia de desarrollo sostenido con equidad son, a nuestro juicio, los
siguientes:

1 Una política cambiaria activa cuyo objetivo prioritario sea


contribuir al equilibrio sostenible de las cuentas externas y, eo
ipso, que evite la recurrente sobrevaluación de nuestra moneda.
Definiendo como tipo de cambio de equilibrio la paridad
peso/dólar estadounidense que se observa cuando la balanza
comercial sin maquiladoras se encuentra en equilibrio (lo que
indica que la planta productiva nacional es globalmente
competitiva con esa tasa de cambio); dicha paridad debe ser
adoptada como piso cambiarlo. Manteniendo en general un
régimen de flotación, el Banco de México debe evitar -
simplemente comprando dólares y fortaleciendo de paso las
reservas internacionales (que pueden ser parcialmente utilizadas,
como hizo Chile, para realizar compras de deuda externa con
descuento en los mercados secundarios)- que el precio del dólar
baje del piso cambiario, ajustando periódicamente ese piso
conforme a la diferencia entre las tasas de inflación mexicana y
estadounidense.

2 Una política comercial pragmática, que utilice al máximo los


márgenes de maniobra para regular nuestro comercio exterior,
aplicando (exactamente igual a como proceden -aunque no lo
prediquen- Estados Unidos, Canadá y los demás países con
desarrollo exitoso) aranceles, normas técnicas, salvaguardas y
disposiciones contra prácticas desleales de comercio, a las cuales
tenemos derecho como parte contratante de la omc e incluso del
TLCAN (y de otros acuerdos comerciales), además de aplicar
órdenes de mercadeo y otras restricciones cuantitativas
habitualmente aplicadas por los países desarrollados.

La eventual suscripción de un Acuerdo de Libre Comercio de las


Américas (ALCA), así como una reformulación del TLCAN sobre
bases de mayor equidad, deben comprender un estilo de
integración económica similar al europeo. Recuérdese que la
Unión Europea ha instituido fondos compensatorios
(estructurales y de cohesión social), cuyo principio básico
consiste en que los Estados aportan recursos a esos fondos en
proporción a su riqueza (PIB per cápita), mientras que las
regiones y países reciben apoyos en proporción a su atraso o
pobreza relativa. El objetivo es la convergencia de los niveles de
desarrollo económico y de bienestar social. Además, en la
integración europea existe libre flujo de mano de obra.

3 Sanear las bases del financiamiento de nuestro desarrollo. Una


estrategia consistente debe arrancar de la revisión de las políticas
cambiaría y de comercio exterior (en el sentido antes propuesto) a
fin de reducir sosteniblemente el déficit de cuenta corriente,
haciendo descender los requerimientos de ahorro externo.
Además, la evidencia empírica indica que la palanca primordial
para elevar el ahorro interno consiste, al revés de la estrategia
neoliberal, no en incentivar el ahorro financiero y la especulación
financiera, sino en incentivar la inversión física (y, eo ipso, el
crecimiento económico), subordinando la esfera financiera -
mediante eficaces sistemas de regulación y supervisión— a los
intereses superiores de la economía real.

4 Una política de estabilidad de precios pero con desarrollo


económico y preservación de los equilibrios externos, para lo cual
las políticas macroeconómicas (monetaria, fiscal y cambiaria)
deben orientarse hacia la estabilidad de las variables reales de la
economía (crecimiento sostenido de la economía real y del
empleo) y no sólo de las variables financieras. Esto permitiría, a
su vez, poner punto final a los fuertes brotes inflacionarios
recurrentemente desencadenados por macrodevaluaciones
traumáticas, generalmente seguidas por alzas abruptas de precios
y tarifas del sector público, Para ello es necesario mantener un
tipo de cambio real permanentemente competitivo, a fin de
sostener la cuenta corriente cercana al equilibrio y, también, evitar
desbordes imprudenciales en las finanzas públicas, de manera
que sea factible absorber eventuales choques externos sin
políticas contraccionistas que afectan la demanda agregada real,
evitando las típicas secuelas negativas sobre la actividad
económica.

5 Finanzas públicas sanas para el desarrollo económico con


equidad. Ese concepto implica: una política de gasto público
dirigida a impulsar el progreso económico, humano y ambiental
sobre un horizonte de planeación de largo plazo, así como un
esquema de financiamiento no inflacionario del gasto público que
debe lograrse primordialmente mediante el aumento de los
ingresos tributarios. La necesaria reforma fiscal debe
comprender: a) simplificación y racionalización de la legislación
tributaria; b) ampliar la base de contribuyentes y de ingresos
sujetos a tributación (v. gr. ganancias bursátiles de personas
físicas, ganancias de capital de personas físicas, dividendos
distribuidos entre los accionistas de las empresas, etcétera, como
se hace en países desarrollados, además de gravar el capital
golondrino); c) combatir resueltamente la evasión fiscal y mejorar
el aparato recaudatorio; d) acentuar considerablemente la
progresividad del impuesto sobre la renta, y e) incrementar la
progresividad de los impuestos sobre el consumo, a través de
mayores tasas de iva sobre bienes suntuarios.

6 Desplegar una verdadera política industrial (en el amplio sentido


del término, que comprende el fomento de las diversas
actividades productivas, comenzando por la agricultura), cuyos
instrumentos fundamentales (en concordancia con las evidencias
empíricas internacionales de los países exitosos) pueden
resumirse en lo siguiente: a) políticas macroeconómicas
favorables al desarrollo de la economía real, comenzando por una
política cambiaria competitiva; b) políticas de fomento económico
general, principalmente formación de recursos humanos,
construcción de infraestructura y fomento del desarrollo
científico-técnico; c) formulación de una estrategia general de
industrialización que defina áreas estratégicas y prioritarias,
reconociendo las tendencias de los mercados internacionales y
las particularidades nacionales, y d) desplegar instrumentos
específicos de fomento sectorial en función de estas prioridades y
realidades.

7 Colocar al ser humano en el centro de la estrategia económica.


La superación de la marginación socioeconómica y la
erradicación de la pobreza deben ser concebidas no como algo
extrínseco a la economía (como males susceptibles de ser
corregidos mediante simples mecanismos de compensación
social), sino como algo intrínseco al correcto funcionamiento de la
economía, ergo como resultado natural de una nueva estrategia
económica integradora (incluyente de las mayorías nacionales en
las tareas y los beneficios del desarrollo), que comprenda: a) una
política industrial en el sentido antes definido; b) una estrategia
integral de formación de recursos humanos; c) políticas públicas
de distribución del ingreso y reforzamiento de la seguridad social,
y d) la ampliación de la cobertura y calidad de las políticas
orientadas hacia los grupos sociales más vulnerables.

8 Desplegar una política integral de desarrollo regional asentada


en una congruente noción de desarrollo sustentable (es decir, que
contemple simultáneamente los objetivos de crecimiento
económico, equidad social y desarrollo ambiental) y que, basada
en un vigoroso federalismo, impulse la convergencia de las
regiones rezagadas hacia niveles medios de ingreso y bienestar.

9 Lograr un crecimiento económico que conserve y enriquezca las


bases naturales en las que inevitablemente se asienta la actividad
humana; regular los procesos productivos y de consumo,
internizando los costos ambientales e introduciendo otros
incentivos y desincentivos para inducir una mejor utilización de
los recursos, minimizar impactos ambientales y restaurar
ecosistemas.

10 Elevar la eficiencia y eficacia de las instituciones públicas a


través de: la efectiva separación de poderes (legislativo, judicial y
ejecutivo) en el marco de un sistema de elecciones
verdaderamente libres y trasparentes; el establecimiento de un
servicio civil de carrera basado en los méritos del servidor
público, y la participación directa de la ciudadanía en la decisión,
supervisión y ejecución de programas específicos.

En su trabajo "Propuestas para abrir el futuro", Fernando Solana,


coordinador del Seminario Las políticas actuales en América Latina:
¿acabarán con la pobreza?, organizado por el Parlamento Latinoamericano,
en el cual me correspondió participar en el panel titulado "Hacia una nueva
política económica para América Latina", caracterizó este paquete de
propuestas de política económica, que presenté en una versión más amplia y
general para América Latina, como "modificaciones menores a las políticas
económicas vigentes para atacar la pobreza y la desigualdad desde la
estrategia macroeconómica".50 Se trata, simplemente, de un paquete viable
de instrumentos de política económica para el desarrollo sostenido con
equidad.

2.5.1 Del Milagro Mexicano a la Crisis del Benefactorísmo

¿Qué fue el “Milagro Mexicano”?

Se conoce como “Milagro mexicano” o como Desarrollo estabilizador a un


modelo económico empleado en México entre 1954 y 1970. Aspiró a lograr
una estabilidad económica que permitiera un desarrollo sostenible y
continuado. Se llevó a cabo durante las presidencias de Adolfo Ruiz Cortines
(1952-1958), Adolfo López Mateos (1958-1964) y Gustavo Díaz Ordaz (1964-
1970).

Eran medidas de carácter liberal bajo la premisa de que generar mayores


riquezas resultaría más beneficioso para la población que el asistencialismo
estatal. Coincidió con el tránsito de la sociedad mexicana rural hacia una
más moderna e industrializada.

La filosofía económica del “Milagro mexicano” consistió en la eliminación de


topes económicos como la inflación, devaluaciones o el déficit en la balanza
de pagos. Así, se logró una estabilidad macroeconómica y un crecimiento
económico continuado, a expensas de la inversión en bienestar social.

Así, los 18 años del Desarrollo estabilizador se caracterizaron por un


crecimiento económico sostenido de 6.6% anual, con una inflación de 2.2%.
Esto en parte debido al reemplazo de la producción agrícola tradicional por
producción industrial moderna, fruto de la expansión del mercado interno, el
crecimiento urbano y la reforma agraria.

Para ello también fue fundamental la inversión en la infraestructura de


comunicaciones y en el sector energético: se nacionalizó la empresa de
electricidad y se creó una compañía estatal, adjudicando al trabajador una
parte de las ganancias que presentara la empresa.

Lo interesante del Milagro mexicano fue que involucró a vastos sectores de


la sociedad en un proyecto de desarrollo común: el gobierno garantizó a
banqueros, trabajadores, empresarios y campesinos altas tasas de
rentabilidad si se comprometían a invertir abundantemente en el país.

Para ello, la reducción de los impuestos y la promesa de salvataje de las


empresas quebradas por parte del Estado fueron medidas clave.

Objetivos del Milagro Mexicano

El «Milagro Mexicano» incluyó una profunda industrialización de la


economía.
El Desarrollo estabilizador se propuso desde el principio cumplir con:

● Elevar el nivel de vida de la población, especialmente de los


inferiores de la pirámide: obreros, campesinos y la clase media
baja.
● Aumentar sostenidamente el ingreso nacional y el PIB.
● Diversificar la economía lo más posible y lo más aprisa posible.
● Industrializar el país, haciendo énfasis en las industrias básicas.
● Impulsar políticas proteccionistas de la economía, junto a la
liberalización del mercado interno.

Fin del Milagro Mexicano

El “Milagro mexicano” terminó en 1970, a pesar de los avances durante este


período histórico. La sociedad mexicana empezó a sufrir altos niveles
inflacionarios (con un tope de 18%), y la producción industrial alcanzó un
límite con la política de sustitución de importaciones.

Cuando se reveló la existencia de un déficit social, el Estado aumentó el


gasto público y estancó los ingresos. Así se sentaron las bases para la crisis
de 1976: una enorme deuda externa, una contracción de la inversión privada
y una moneda devaluada.

2.5.2 Del ingreso al GATT-OMC al Neoliberalismo contemporáneo

El Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) abarca


el comercio internacional de mercancías. El funcionamiento del Acuerdo
General es responsabilidad del Consejo del Comercio de Mercancías (CCM)
que está integrado por representantes de todos los países Miembros de la
OMC.

El neoliberalismo en México intentó influir en el desarrollo económico,


limitando el papel del estado, reservando en manos de particulares el
objetivo de inversión. El neoliberalismo es una filosofía económica que
intento impulsar la perspectiva hacia el estado de bienestar
A continuación, te presentamos 4 antecedentes que marcaron el eje
neoliberal en México:
● El enfoque neoliberal dio pauta para que en diciembre de 1992 se firma
el Tratado de Libre Comercio (TLCAN), al entrar en vigencia a partir del
1 de enero de 1994. Este tratado permitió un acuerdo de naciones
favorecidas, promoviendo condiciones de comercio más aptas,
facilitando la circulación de bienes y servicios hacia una competencia
justa, representando uno de los tratados comerciales más
importantes.
● Las empresas estatales mantienen el objetivo de ejercer una influencia
dominante en su participación financiera o las normas y dirección que
las rigen. Fue el neoliberalismo el que logró que en 1993 de las 1115
empresas estatales se redujeron a 203, implementando en ellas la
inversión privada con el propósito de generar una mayor
productividad. Tal es el ejemplo de Teléfonos de México, que hasta el
día de hoy ha mostrado como resultado una mayor concentración
económica y de desarrollo.
● La fase de modernización de la banca central, la autonomía del Banco
de México (Banxico) en abril de 1994, garantizó el control
ininterrumpido sobre la oferta monetaria, con la finalidad de ser
adecuado a la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional.
Las políticas de estabilidad, permitieron la disminución del índice de
inflación, recuperando la capacidad de crecimiento económico
volviendo más versátil el enfoque atractivo en un largo plazo.
● La apertura del mercado externo permitió que los mexicanos gozarán
de una mayor oferta económica. Con factores determinados a través
de la oferta incrementaron el comercio en el país, Reflejado en las
distintas opciones de compra de productos básicos, permitiendo así
sostener las necesidades adecuadas a cada nivel económico.

La aplicación del modelo neoliberal permitió el desarrollo del día a día de la


economía, en los aspectos socioeconómicos se tradujo en óptimas
condiciones de vida para los mexicanos. La transición a otro modelo
económico será crucial para las expectativas de desarrollo para los
próximos años.

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