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6 MARIO AGUIRRE GODOY
ninguna dificultad. La otra situacién es cuando el proceso ter.
mina por sentencia que dicta el juez. Este caso supone que
habido oposicién, y en tal evento, el juez debe pronunciarse,
en la sentencia, sobre si aprueba el proyecto presentado p
el notario partidor, o bien si lo modifica, determ:nando con
tamente los puntos que deben ser cambiados. Estos dos supue
{os estin contemplados en el articulo 222 del CPCYM; y
ambos casos, debe e! juez ordenar la protocolacién de i
ambos i Pr ie la par]
Aunque el supuesto comin y corriente es que el proce
termine con la aprobacién del proyecto de particién, en cual
quiera de las formas indicadas, sin embargo, debe tenerse pre
sente que el mismo articulo 222 faculta al juez para que, s
giin las circunstancias, ordene la venta de la cosa en publica
subasta. Esta determinacién la tomara el juez a solicitud d
Ja parte, que debe expresarse de conformidad con lo dispuesto.
en el articulo 219 del CPCYM, y se dar, desde luego, cuando
Ja cosa objeto del proceso no sea susceptib'e de cémoda division
En este ultimo caso, conforme lo dispone el articulo
del CPCYM, si el juez ordenare la venta de la cosa en pabli
subasta, sefalara de una vez dia y hora para que se lleve a
cabo, para cuyo efecto se observaran lus Udinites del proced
miento ejecutivo, en lo que fueren aplicables.
Finalmente, concluido todo el trimite de aprobacién del
proyecto de particién, el tribunal entregara al notario partido!
certificacién de dicho proyecto y del auto que lo apruebe, o de
Ja senteneia en su caso, para que proceda a protocolar 1a par
ticién. Asi lo dispone el articulo 223 del CPCYM, el cua’
cuit dome te cans, a
Semparecencia de todos lop signatarios del doctmenio.” Art Gt Eh acta
ae" protocolackn ‘contendra: far el amero de orice Ga issirunes
Ja denominacién «declaratoria de jactancia»
DERECHO PROCESAL CIVIL DE GUATEMALA 69
V, JUICIO DE JACTANCIA
El juicio de jactancia es el tiltimo de los juicios mencionados
expresamente en el articulo 199 del CPCYM (ineiso 60.), bajo
Este juicio es una
jpervivencia de las antiguss instituciones procesaies. Nuestros
cédigos que han seguido por lo general los vaivenes de la le-
gislacién espafiola, en este punto se han apartado de ella. Eiec-
tivamente, en Ja ley de enjuiciamiento civit espafiola (de 1881)
no se regula esta institueién, y en cambio, en la legislacion pro-
cesal de Guatemala si se ha mantenido. ‘Esto es asi porque el
juicio de jactancia es uno de los mas discutidos en materia pro-
cesal y la realidad es que el criterio moderno se orienta por
suprimirlo, sustituyéndolo por el concepto més amplio de la
caccién declarativa».1!
Etimolégicamente, la palabra jactancia proviene de la ‘a-
tina iactancia que quiere decir alabanza propia, desordenada y
presuntuosa; es el alarde vanidoso de cualidades personales, la
exaltacién de la propia excelencia y valer.2
‘Malaver sostiene que ea la esfera del derecho, Ia jactancia
implica la ostentacién publica por el jactancioso de una preieir
sién juridica respecto de un tcrcero, atribuyéndose determina
dos derechos reales o creditorios o bien acciones en contra del
mismo, ocasionando con ello perjuicios materiales y morales al
verdadero titular del derecho discutido. De acuerdo con estas,
ideas define la accién de jactancia como la facultad de iniciar
una demanda, para obtener, mediante el oportuno pronuncia-
miento judicial, una declaracién relativa al derecho cuestiona-
dov.!8 De acuerdo con las ideas de este autor su fundamento
radica en la necesidad de mantener un orden cierto en las 7e-
laciones sociales, pues las actitudes del jactancioso, indudable-
mente conducen a un estado de incertidumbre en cuanto a los
derechos de las personas. Su objeto: que cada persona goce
sin ms limitaciones que las impuestas por la ley, de sus dere-
chos, en forma tranquila y sin que se vea perturbado en su
libre ejercicio. Su finalidad esencial —dice Malaver— es e! mero
2, HA lugar y Ia fecha: 30, Los nombres dp. op solltanten, 0 trang
1a°tollacton, 'y fos mimeros ‘que ‘co-
Thales; y, 80." La firma de 10g. s0li-
(otarion
HL Malaver M. Alberta, Accién te
eign. ‘Dectrina. Surisprodencls.
12 Segin Malaver, op. eit. pég. 1.
ua.
¥ acelin dectarativa. Legisla-
I Depatana, Buenos Aires, 1044.4 TEM: 1
7 MARIO AGUIRRE GoDoy DERECHO PROCESAL CIVIL DE GUATEMALA.
i 7 1) itisfacer el
reconocimiento del derecho con indencia del aspecto d No es un proceso que baste por si s6lo para satisfacer «
condena. Es eiiereaie eae i iuterés del actor, pues ganeralmente provoca un Sareea aoe
[Esta clase de juicios, importan desde luego, algunas «El demandado —dice Alsina— esta obligado ice eerie
rlantes con respecto s los demés procedimientos estab'ecid racter de actor y suministrar una prueba pata la cual qi
no se halle preparado; mas aiin, se le fuerza a deducir una
en el codigo. En virtud de la llamada accidn de jactancia, Meoién, antes Se rencids ef plazo ¢ de cumplida la condicién, al
obliga a otra persona a demandar, lo que quiere decir que
Glerta forma esta persona se ve coaccionada a demandat ¢ tio efecto de conservar su derecho, que deberé hacerlo valer
desea soportar las consecuencias legales de su omision. “Al di oportunamente en un tarcer juiciow ee
mandar dicha persona, se cambia la situacién juridiea de Es un juicio contradictorio, porque en él se aprecian
artes, porque quien era actor en el juicio de jactancia, diversos elementos constitutivos de! proceso.
demandado en el que se inicie, lo que provoca variacién en le Dice Alsina que no es una accién preventiva, «porque no
que se-refiere a la carga de la prueba segun las ideas trad te trata con ella de evilar otro juicio, ni de prevenit an dafio,
ionales. ino de hacer cesar los efectos de tna pretension declarando la
den ee rte, un principio, to que sefiela Malaver eagle 100d hacer, cesar Jos tlectos oe te ees logos el patina.
relacién a que sla legislacion y la docttina process ravsors io del actor. Supone, pues, un interés, actual y concreto, sin
hhan sustituido la accién de jactancia por la kecion declo naa ‘cual 1a accién de jactancia no es admisibles.!?
acién, mis amplia y sencilla que aquella, &
tiende exclusivamente a obtener una sentencia recoteeionds
existencia o inexisteneia de un derecho (con elimninenge ne
mento provocatorio 0 coaceién a obrar, tipico de la accktn‘d
B) Movimiento doctrinario
Jactancia); por oposicién a la sentencia de condena, que impon Malaver hace ver que la admisibilidad de la accién de jac
Situmplimiento de una pretensién positiva v negativa, ya tancia ha sido materia de grandes y apasionadas controversias
sentencia constitutiva, que crea un estado juridico nuevo mo doctrinarias en Espafia. En las diferentes épocas fijadas por
difica o extingue un estado juridico ya existente».1¢
can FUcT# de que ésta es la corriente moderna, piénsese
bién que por lo general el juicio de jactancia da origen a
doble proceso, el llamado propiamente juicio de jactancia y
fh i it tra-
este autor, en lo que a Espafia se refiere, la mayoria de los
tndistas antiguos como Montalvo, Covarrubias, Antonio Gomer,
Menchzea, Gregorio Lépez (el glosador de las Partidas), Pérez
y Lépez, etc, fueron partidarios de esta accion; una escasa mi-
que el jactancioso debe iniciar, circunsianeia que va, a 0" - Franeiseo Sarmiento, se opusieron a su ad-
darlo, contra el principio de economia process!” Delis geunalatinsiiice rocmatettr oeataie, Manresa,
No obstante todas estas consideraciones, en el medio fo- Miquel y Reus, son partidarios de la subsistencia de'la accién;
rense guatemalteco ha prevalecido la corriente que se ech Caravantes, sin embargo no la trato, En Espafa actualmente ~
por mantenerlo dentro del Cédigo Procesal. El CPCYM tam. Ja doctrina se inclina por la supresién del juicio de jactancia y
al Caaige a nPer sturo on su regucén, tal como lo acemmlme 4 oetina mincing por la rupresin, del lee de Jectancia
de Carer Progetlimientos Civil y Comercial de la Provincia qm) ‘%,