Urgencias en Ginecologia Y Obstetricia
Urgencias en Ginecologia Y Obstetricia
Y OBSTETRICIA
María Luisa Cañete Palomo
© de los autores
Edita: FISCAM - Fundación para la Investigación Sanitaria en Castilla-La Mancha
Autora: M.L. Cañete Palomo
D.L.: AB-624-2003
I.S.B.N.: 84-688-3830-6
Diseño, maquetación, impresión y encuadernación: AGSM - 967 215 547 - Albacete
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forma o medio alguno, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabaciones o cualquier sistema de
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Schering España no se hace responsable de los datos, opiniones y/o recomendaciones expresadas en este libro.
Presentación
La medicina de nuestro tiempo exige intensificar estas tareas para mantenerse al día
pero además en la actualidad es creciente el volumen de información disponible y la
producción científica que se puede consultar; la globalización se siente también en esta
profesión tan antigua como útil y reconocida. Por eso, es de gran utilidad encontrar
referencias, como este Manual de Obstetricia y Ginecología que tienen ante ustedes.
Uno de sus principales valores es que constituye un hilo conductor que nos lleva por
las diferentes materias y aspectos de la especialidad ofreciendo una conceptualización
detallada, una descripción precisa de los problemas, alternativas para afrontarlos y, en
general, información actualizada, contrastada y útil.
El prólogo del libro que tengo el gran honor de escribir, me llena de satisfac-
ción por cuanto es una obra que viene a cubrir una parcela, demasiadas veces olvi-
dada en nuestra literatura y libros habituales, y no en vano uno de los momentos
más críticos de la salud de una mujer. La urgencia, en el amplio sentido de la pala-
bra, requiere una formación y un saber hacer que muchas veces no se consigue,
si no hay un programa específico destinado a ello. Es frecuente que los nuevos
especialistas, adquieran experiencia por «ósmosis» o mediante autoaprendizaje
durante los momentos de las guardias en los centros formativos, pero en pocas
ocasiones, hemos tenido constancia de que dispongan de un programa específico
de formación y de complejidad creciente que avale que al final del trayecto su
experiencia alcanza mínimos deseados.
Esta monografía, bajo este prisma, constituye una herramienta de gran valor.
De una manera fácil, estructurada, y muy didáctica, expone las distintas situacio-
nes de urgencia, enfatizando en aspectos muy clínicos y de indudable interés. Sin
embargo, la sencillez no está reñida con la rigurosidad y la riqueza de contenido,
cosa que en este libro se conjugan de manera muy alcanzada.
Hay un capítulo que muy pocas veces se encuentra en los diversos tratados, y
es el relacionado con las situaciones realmente críticas y que ponen en peligro la
vida de la gestante. El apartado dedicado a la cesárea postmortem, o la reanima-
ción cardiopulmonar en la gestante, no son temas de fácil hallazgo, y por ello los
considero de un gran interés para todo aquél que esté en un lugar de responsabili-
dad de urgencias.
Repito lo dicho, felicito efusivamente a los autores por la multidisciplinarie-
dad, la rigurosidad y el acierto en la elección de los temas de esta obra, que llena
un espacio vacío de nuestras bibliotecas y fuentes de consulta, y que recomiendo
no tan sólo su lectura, sino su utilización en muchas ocasiones, cuando la duda o
cuando el desconocimiento nos abruman ante una situación de urgencia.
En este sentido quiero felicitar a la Dra. Mª Luisa Cañete, que ha sabido coor-
dinar y animar al fantástico equipo de autores que aparecen en esta obra, por haber
tenido el impulso de enfrentarse a la titánica tarea de editar este libro.
Agradezco a FISCAM su colaboración para que este libro vea la luz y animo
a sus responsables para que continúen potenciando la publicación científica y la
investigación.
Es para mi un honor que desde nuestra tierra, Castilla- La Mancha, surjan ini-
ciativas de este tipo y animo a los autores para que mantengan esta línea.
M. L. Cañete
Coordinadora del Libro
A mi marido, Enrique, sin su enorme
colaboración no habría podido llevar esta
empresa a buen término. A mi hija Ana,
de 12 años que durante todo el proceso
de elaboración del libro se ha comportado
como una mujer. A mi hijo Kike, que
con sus 8 años, cada día me preguntaba
cuánto me faltaba para acabar.
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
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Autores
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Indice
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I
PROBLEMAS EN EL I TRIMESTRE DEL EMBARAZO
1 EMBARAZO ECTÓPICO
Elena Martín Hidalgo ....................................................................................................41
3 HIPEREMESIS GRAVÍDICA
Mª Dolores Maldonado. Antonio Palacios .....................................................................65
CAPÍTULO II
PROBLEMAS EN EL II Y III TRIMESTRE DEL EMBARAZO
5 PREECLAMPSIA/ECLAMPSIA
Maria Martín Gómez. Carmen Jiménez Fournier .........................................................87
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
CAPÍTULO III
PROBLEMAS DURANTE EL PARTO Y EL POSTPARTO
11 HEMORRAGIA POSTPARTO
Maria Martín Gómez. Carlos Zorzo.............................................................................171
12 INFECCIONES POSTPARTO
Alberto Jiménez. Carolina Lázaro-Carrasco ...............................................................183
CAPÍTULO IV
URGENCIAS MÉDICAS EN LA MUJER EMBARAZADA
20 INFECCIÓN EN EL EMBARAZO
Mª Isabel Díaz-Plaza. Enriqueta Muñoz ......................................................................287
20
Indice
CAPÍTULO V
URGENCIAS EN NIÑAS MENORES DE 16 AÑOS
CAPÍTULO VI
URGENCIAS GINECOLÓGICAS
30 ENFERMEDADES DE LA MAMA
Pilar Miranda. Mª Dolores Sánchez-Piedra. Marta Ramírez ......................................443
32 AGRESIÓN SEXUAL
Alberto Jiménez. Alejandra Carazo. Elena Martín ......................................................463
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
36 ETS Y VULVOVAGINITIS
José Manuel Sánchez. Manuel Sánchez Calvo .............................................................517
39 MASAS PÉLVICAS
Jesús Carlos Noguerol. Nieves Rodríguez....................................................................565
41 PROLAPSO GENITAL
José Manuel Sànchez. Manuel Sánchez Calvo .............................................................587
CAPÍTULO VII
MISCELÁNEA
22
INTRODUCCIÓN
PLANTEAMIENTO LEGAL
DE LA ATENCIÓN EN URGENCIAS
María Luisa Cañete
Elena Carrascoso
PLANTEAMIENTO LEGAL
DE LA ATENCIÓN EN URGENCIAS
OBJETIVO
A pesar de no existir una normativa específica de las actuaciones jurídicas a seguir en la aten-
ción de Urgencias de Ginecología y Obstetricia, sí existe normativa Legal que debemos conocer
todos los profesionales que trabajamos en este área.
Hay situaciones en el ejercicio diario de nuestra especialidad, en las que conocer la normativa
legal al respecto nos ayudaría a solucionar las situaciones de una manera correcta desde el punto
de vista jurídico.
Teniendo en cuenta la progresiva judicialización de la actividad médica a causa del incre-
mento alarmante del número de Reclamaciones Judiciales, es una preocupación constante entre
los médicos en general, y entre los Ginecólogos en particular, que la actuación médica ajustada a
Derecho, especialmente en situaciones conflictivas, en las que entran en juego diferentes aspec-
tos que van a condicionar la actuación del profesional.
El objetivo de este capítulo es plantear la normativa básica que debe conocer el profesional
que ejerce la medicina, así como algunas de las situaciones que se dan en Urgencias de Gine-
cología y Obstetricia, algunas frecuentemente y otras de manera excepcional, que plantean un
conflicto de intereses entre los derechos del paciente y de éstos con los del médico, y requieren
unos previos conocimientos legales por parte del Ginecólogo.
CAPÍTULOS
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
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Introducción.
Planteamiento legal de la atención en urgencias
El artículo 5 establece la regla general sobre el consentimiento, disponiendo que “Una inter-
vención en el ámbito de la sanidad sólo podrá efectuarse después de que la persona afectada haya
dado su libre e informado consentimiento.”
Dicha persona deberá recibir previamente una información adecuada acerca de la finalidad y
la naturaleza de la intervención, así como sobre sus riesgos y consecuencias.
“En cualquier momento la persona afectada podrá retirar libremente su consentimiento.”
Por su parte el artículo 6 relativo a la protección de las personas que no tengan capacidad
para expresar su consentimiento establece:
1. A reserva de lo dispuesto en los artículos 17 (experimentos) y 20 (extracción de órganos),
sólo podrá efectuarse una intervención a una persona que no tenga capacidad para expre-
sar su consentimiento cuando redunde en su beneficio directo.
2. Cuando, según la ley, un menor no tenga capacidad para expresar su consentimiento para
una intervención, ésta sólo podrá efectuarse con autorización de su representante, de una
autoridad o de una persona o institución designada por la ley.
La opinión del menor será tomada en consideración como un factor que será tanto más
determinante en función de su edad y su grado de madurez.
3. Cuando, según la ley, una persona mayor de edad no tenga capacidad, a causa de una
disfunción mental, una enfermedad o un motivo similar, para expresar su consentimiento
para una intervención, ésta no podrá efectuarse sin la autorización de su representante,
una autoridad o una persona o institución designada por la Ley.
La persona afectada deberá intervenir, en la medida de lo posible, en el procedimiento de
autorización
4. El representante, la autoridad, persona o institución indicados en los apartados 2 y 3, reci-
birán, en iguales condiciones, la información a que se refiere el artículo 5.
5. La autorización indicada en los apartados 2 y 3 podrá ser retirada, en cualquier momento,
en interés de la persona afectada.
El artículo 7 del citado texto legal, relativo a la protección de las personas que sufran trastor-
nos mentales, señala que “La persona que sufra un trastorno mental grave sólo podrá ser some-
tida sin su consentimiento, a una intervención que tenga por objeto tratar dicho trastorno, cuando
la ausencia de este tratamiento conlleve el riesgo de ser gravemente perjudicial para su salud y a
reserva de las condiciones de protección previstas por la ley, que comprendan los procedimientos
de supervisión y control, así como los de recurso.”
Y finalmente el artículo 8 regula la posición a adoptar en situaciones de urgencia, dispo-
niendo que “Cuando, debido a una situación de urgencia, no pueda obtenerse el consentimiento
adecuado, podrá procederse inmediatamente a cualquier intervención indispensable desde el
punto de vista médico a favor de la salud de la persona afectada.”
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
28
Introducción.
Planteamiento legal de la atención en urgencias
Este artículo 9.4 añade que lo anterior no sería aplicable a tres supuestos, que se rigen por
las normas generales sobre la mayoría de edad y por las disposiciones especiales de aplicación.
Estos supuestos son:
- Interrupción voluntaria del embarazo
- Práctica de ensayos clínicos, regulados en el RD 561/1993, de 16 de abril
- Práctica de técnicas de reproducción humana asistida.
En todo caso, el punto 5 del artículo 9 establece que la prestación del consentimiento por
representación será adecuada a las circunstancias y proporcionada a las necesidades que haya
que atender, siempre en favor del paciente y con respeto a su dignidad personal. El paciente
participará en la medida de lo posible en la toma de decisiones a lo largo del proceso sanitario.
En resumen, se puede afirmar que hasta la promulgación y entrada en vigor de la Ley
41/2002 (seis meses desde el día de su publicación), en lo que respecta a las prestaciones
sanitarias, la capacidad del usuario estaba concebida por el legislador en términos amplios, y
el acceso de los menores a dichas prestaciones sanitarias y farmacéuticas, por sí solos y sin
necesidad de autorización de los representantes legales, se constreñía a lo que la doctrina y
jurisprudencia más reciente viene denominando “minoría madura”.
La regulación contenida en esta Ley respecto a los derechos de los menores de edad en mate-
ria de asistencia sanitaria ha sido bastante clarificadora.
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
B) Urgencia vital. Si no fuese posible informar al paciente a fin de que este prestare su con-
sentimiento, se informará y recabará el consentimiento de sus familiares o allegados. Si
ello tampoco fuere posible se llevará a cabo la actuación médica pertinente.
C) Renuncia del paciente a recibir información. El facultativo deberá hacer constar la renun-
cia del paciente documentalmente, sin perjuicio de que en todo caso deberá obtener su
consentimiento para la intervención.
Esta negativa del paciente a recibir información está limitada por el interés de la salud del
propio paciente, de terceros, de la colectividad y por las exigencias terapéuticas del caso
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Introducción.
Planteamiento legal de la atención en urgencias
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
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Introducción.
Planteamiento legal de la atención en urgencias
timados a estos efectos sus familiares más próximos y los acompañantes en el momento de la
consulta con el facultativo, si así lo autorizó la paciente o usuaria.
La privacidad del contenido de la información a que el paciente tiene derecho, exige que
exclusivamente se pueda informar a:
1.- La persona a la que se refieren los datos personales y de salud (el paciente).
2.- La persona autorizada por el paciente, siempre que dicha autorización sea fehaciente (pre-
ferible por escrito).
3.- Los Juzgados.
4.- En el caso de menores de edad mayores de 16 años o menores emancipados, a éstos si son
competentes. Si éstos no son competentes se le dará a su representante.
5.- En el caso de incapacidad legal del paciente o de personas con trastornos psíquicos, se
entregará la información a quien ostente la representación.
El médico que de información o entregue documentación a otras personas que no sean el
propio paciente o la persona por éste autorizada, …… podría incurrir en la comisión de un delito
de revelación de secretos, vulnerando el deber de secreto profesional y el derecho fundamental
de la persona a su intimidad. Además el profesional podría incurrir en responsabilidades en el
orden administrativo, disciplinario y deontológico.
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
“Todos tienen los siguientes derechos con respecto a las distintas administraciones públicas
sanitarias: A la libre elección entre las opciones que le presente el responsable médico de su
caso, siendo preciso el previo consentimiento escrito del usuario para la realización de cualquier
intervención, excepto en los siguientes casos: Cuando no esté capacitado para tomar decisiones,
en cuyo caso, el derecho corresponderá a sus familiares o personas a él allegadas.”
Corresponde al facultativo la valoración concreta de la capacidad de la menor que pretende
someterse al tratamiento de la anticoncepción postcoital. No existe ningún impedimento jurídico
para que el facultativo pueda recabar auxilio de otros especialistas, como el psicólogo o el psi-
quiatra, que puedan ayudarle a determinar el grado de madurez de la menor.
En el anterior apartado hemos dicho que, teniendo en cuenta una serie de factores que lleva-
rían a la conclusión de que la menor, que demanda del facultativo la prescripción de la píldora
del día después podría ser encuadrada en el concepto de la “minoría madura”, el mero consen-
timiento de dicha menor resultaría suficiente para la prescripción de la técnica de la anticoncep-
ción postcoital sin responsabilidad alguna de dicho facultativo.
Para que la prescripción de la píldora postcoital a la menor sea legalmente aceptada además
de los condicionantes anteriores, se tiene que dar una información adecuada y obtener el consen-
timiento de la paciente.
Es aconsejable para los profesionales que prescriben la píldora del día después que, en la
historia clínica, si es en la consulta de planificación familiar, o en el informe de urgencias, si se
prescribe en el Servicio de Urgencias, incluyan los comentarios y anotaciones acerca de aquello
que hablan con sus pacientes menores de edad, puesto que, dicha técnica, además de ser un signo
de calidad, tiene un valor probatorio a efectos jurídicos y ayuda a discernir la polémica cuestión
de la “minoría madura”.
El aspecto referente a la existencia o no de un documento escrito de consentimiento infor-
mado, para prescribir la píldora del día después, debería dejarse a la recomendación de las Socie-
dades Científicas.
En resumen, por regla general:
• El acceso de la menor por sí solo y sin necesidad de los representantes legales, se constriñe
a lo que la doctrina y jurisprudencia más reciente viene denominando “minoría madura”.
• Dada la existencia de esa “minoría madura” no cabría imputar ningún grado de responsa-
bilidad al médico que la prescribe
• Por el hecho de solicitar la prescripción de la píldora del día después, la menor puede ser
encuadrada en el concepto de “minoría madura”
34
Introducción.
Planteamiento legal de la atención en urgencias
En el caso de que nos encontremos con una menor con su capacidad plena y sin ningún tras-
torno mental que pueda disminuir dicha capacidad, habrá que actuar en consecuencia a lo mani-
festado sobre la capacidad y capacidad del menor maduro, pero teniendo en cuenta que pueden
darse dos circunstancias:
a) Que la menor de edad no comparta las creencias religiosas de sus padres, Testigos de
Jehová, en cuyo caso si la menor de edad consiente en realizar la intervención con la corres-
pondiente trasfusión sanguínea en caso de ser necesario, se podría realizar la misma.
b) Que la menor de edad comparta las creencias religiosas de sus padres, los cuales no otorgan
el consentimiento para una intervención que pueda conllevar una trasfusión sanguínea.
En ambos casos, si los padres, a los cuales el Ordenamiento Jurídico les otorga una posición
de garantes en relación a la vida e integridad física de sus hijos menores de edad, se niegan a
prestar el consentimiento, la postura más segura es solicitar el auxilio judicial para que autorice
la intervención y/o trasfusión sanguínea.
Recientemente el Tribunal Constitucional se ha pronunciado al respecto mediante la senten-
cia 154/02 de 18 de julio, estableciendo los efectos y límites del respeto a los derechos funda-
mentales, en concreto entre el derecho a la libertad religiosa en el ámbito sanitario y el derecho
a la vida.
El Tribunal Constitucional en dicha sentencia reitera la doctrina de la existencia de límites
en cuanto al ejercicio de los derechos fundamentales, recordando que “el derecho que asiste al
creyente de creer y conducirse personalmente conforme a sus convicciones, no está sometido a
más límites que los que le imponen el respeto a los derechos fundamentales ajenos y otros bienes
jurídicos protegidos constitucionalmente”, señalando que la Constitución Española en su artículo
16.1 marca el límite del ejercicio del derecho a la libertad religiosa en la incidencia que pueda tener
sobre otros bienes constitucionalmente protegidos y sobre el orden público protegido por la Ley
Por ello, en el caso de conflicto entre el Derecho a la libertad religiosa con otro u otros
derechos que gocen de igual protección jurídica, como el derecho a la vida o a la integridad
física, debe valorarse que el límite o sacrificio que se impone al derecho a la libertad religiosa
debe suponer una limitación proporcional al sacrificio de los otros derechos afectados o al orden
público. Deben ponderarse los bienes, derechos o intereses en conflicto a fin de dar prioridad a
uno sobre otro, lo que en muchas ocasiones requerirá solicitar el auxilio judicial.
El Tribunal Constitucional en la mencionada sentencia reitera la doctrina de otra anterior (STC
141/00), estableciendo que “sin que el ejercicio de los mismos y la facultad de disponer sobre
ellos se abandonen por entero a lo que al respecto puedan decidir aquellos que tengan atribuida su
guarda y custodia o su patria potestad, cuya incidencia sobre el disfrute del menor de sus derechos
fundamentales se modulará en función de la madurez del niño y de los distintos estadios en que la
legislación gradúa su capacidad de obrar (arts. 162.1, 322 y 323 C.C. o el art. 30 Ley 30/92)”.
Observamos así como el Tribunal Constitucional reconoce al menor capacidad para el ejer-
cicio de sus derechos fundamentales, como los derechos de la personalidad, según el grado de
madurez alcanzado y conforme a la normativa que sea de aplicación en cada momento. Esta
normativa sería la ya mencionada en dicha sentencia (párrafo anterior) así como la Convención
Internacional sobre los derechos del niño de 20 de noviembre de 1989 y la Ley Orgánica 1/96,
de 15 de enero, de protección jurídica del menor. Esta última reconoce expresamente a los niños
el derecho a la libertad de ideología, conciencia y religión.
Por ello, la madurez del menor se determina no solo en función de su edad, sino atendiendo
a su grado de madurez lo que le permitirá el ejercicio de sus derechos fundamentales, capacidad
que se completará por sus padres o tutores (representantes) si ello fuese necesario.
Por otro lado la sentencia 154/02 deja claro que respecto a los derechos de la personalidad no
cabe la representación de padres o tutores, según establece el artículo 162.1 del Código Civil.
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Los padres, como garantes de los bienes y derechos del hijo tienen el límite del respeto de los
derechos fundamentales del hijo, por lo que el respeto del derecho a la libertad religiosa de los
padres no puede ir en contra o minorar el derecho a la vida e integridad física del hijo.
Por otro lado, manifiesta el Tribunal Constitucional que “el derecho fundamental a la vida
tiene un contenido de protección positiva que impide configurarlo como un derecho de libertad
que incluya el derecho a la propia muerte.” Además, hay que tener en cuenta que el derecho a la
vida es un valor superior del ordenamiento jurídico, lo que deberá ser tenido en cuenta en caso
de conflicto con otros derechos fundamentales
En el caso de tratarse de una menor con su capacidad disminuida por alguna enfermedad,
deberá ponerse en conocimiento de la autoridad judicial y solicitar la autorización para proceder
a la intervención y trasfusión sanguínea si ello fuera preciso.
3.3) Abortos
La normativa vigente fundamental en materia de personalidad jurídica, e inscripciones de
nacimientos o defunciones se puede resumir en:
- Código Civil de 24 de Julio de 1889
- Ley del Registro Civil, de 8 de Junio de 1957
- Reglamento del Registro Civil, aprobado por Decreto (de 14 de Noviembre de 1958)
Art. 30 CC: “Para los efectos civiles, sólo se reputará nacido el feto que tuviere figura
humana y viviere veinticuatro horas enteramente desprendido del seno materno”. Ello implicaría
que en caso contrario al recién nacido nunca será considerado persona a efectos civiles.
Por otro lado el art. 45 del Reglamento del Registro Civil establece que “Las personas obli-
gadas a declarar o a dar el parte de nacimiento están también obligadas a comunicar en la misma
forma el alumbramiento de las criaturas abortivas de más de ciento ochenta días de vida fetal
aproximadamente. En el Registro Civil se llevará un legajo con las declaraciones y partes de
estos abortos”.
Se plantea así el problema de qué hacer en los casos en que el feto no haya vivido más de 24
horas desprendido del seno materno.
El Decreto 72/1999, de 01-06-99, de sanidad mortuoria y en la Orden de 17-01-2000 dis-
pone el mismo tratamiento para los cadáveres que para los restos humanos. Considera el Decreto
72/1999 como RESTOS HUMANOS aquellos de entidad suficiente, procedente de abortos,
mutilaciones e intervenciones quirúrgicas.
Dispone esta legislación de sanidad mortuoria que el destino final de todo cadáver o resto
humano de suficiente entidad (Aborto) será cualquiera de los siguientes:
- Enterramiento
- Cremación
- Utilización para fines científicos y de enseñanza
Además hay que tener presente que la consideración de un resto humano como de entidad
suficiente es un criterio médico, considerando la doctrina científica en éste caso que un feto tiene
entidad suficiente (por tanto sería resto humano susceptible de ser enterrado) cuando tiene más
de 180 días o su peso es superior a 500 gr.
En éstos casos hay que interpretar que el feto deberá tener el destino final expuesto en el
párrafo anterior, siendo de aplicación la legislación de sanidad mortuoria ya señalada.
Por ello, en caso de pacientes no judiciales, esta normativa dispone que en el caso de que se
trate de restos humanos, por parte del facultativo se realizará un certificado (no de defunción)
que acredite la causa y procedencia de tales restos. Cuando el médico que extienda este certifi-
cado deduzca la existencia de riesgos de contagio, lo pondrá inmediatamente en conocimiento
de la Delegación Provincial de Sanidad (artículo 6).
36
Introducción.
Planteamiento legal de la atención en urgencias
Cesárea
La causa más común de demanda judicial en los casos en que se ha practicado una cesárea es
achacar al retraso en su indicación las lesiones irreversibles en el niño, o bien, las complicaciones
quirúrgicas de la misma, argumentando la posibilidad de un parto vaginal.
Medidas aconsejadas:
Cuando se indique una Cesárea, sobre todo, en los casos de SPBF (sospecha de pérdida de
bienestar fetal):
• Guardar los registros cuidadosamente y los Ph intraparto.
• Anotar la hora de indicación de la Cesárea y la hora de inicio, siendo capaces de justificar
este lapso de tiempo que deberá ser lo más breve posible.
37
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
• Las complicaciones que pudieran surgir durante la intervención quirúrgica se deben indi-
car en la hoja operatoria.
• Si una cesárea es electiva, debemos contar con el consentimiento de la paciente para rea-
lizar una cesárea y no un parto vaginal.
El pedir a las pacientes el consentimiento para realizar una cesárea y no un parto vaginal,
explicando los riesgos del parto vaginal en los casos de partos de nalgas y cesáreas anteriores,
es una práctica común en algunos Hospitales de nuestro país, la consecuencia directa de esta
práctica es un aumento en la tasa de cesáreas, porque la paciente no asume los riesgos de un parto
vaginal en estos dos supuestos. La pregunta a debatir sigue en el aire y como todos los temas
polémicos tiene defensores y detractores. ¿Debemos los ginecólogos asumir el riesgo de un parto
vaginal en los supuestos antes mencionados?.
BIBLIOGRAFÍA
1. De Lorenzo, R., Gracia, S., Aulló, M : “ La medicina de urgencia y su relación con el entorno
jurídico”, Manual de Urgencias Médicas, Madrid, Díaz de Santos, 1996
2. Cabero Roura, L. : “Aspectos Médicos Legales en Ginecología y Obstetricia” SEGO.
Doyma. 1997. EFFIK.
3. De Lorenzo, R., “Guía de actuación en Anticoncepción de Emergencia” Pulso Ediciones
2002.
4. Alonso Olea M. El consentimiento informado y las consecuencias de su falta o deficiencia.
Actas del XIII Congreso Mundial de Derecho Médico. Vol. II. Helsinki.
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cho español. Incidencia del Convenio Europeo de Bioética. En: Martínez-Calcerrada L, de
Lorenzo y Montero R. (Directores): Derecho Médico. Tratado de Derecho sanitario. Madrid.
Colex 2001. Tomo I.
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Derecho Sanitario. Madrid. Asociación Española de Derecho Sanitario. Fundación Mapfre
Medicina. 1998.
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8. Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de dere-
chos y obligaciones en materia de información y documentación clínica.
9. Convenio para la protección de los Derechos Humanos y la Dignidad del ser humano con
respecto a las aplicaciones de la biología y la medicina de 4 de abril de 1997
10. Corbella i Duch, J.«Convicciones Religiosas contrarias al tratamiento médico. Análisis de
la Sentencia del Tribunal Constitucional 154/02». Actas del IX Congreso de Derecho Sani-
tario»
11. Zamarriego Moreno, Juan José. «Implicaciones Jurídicas de la práctica clínica del menor
maduro». Actas del IX Congreso de Derecho Sanitario
12. Ley Orgánica 10/95, de 23 de noviembre, del Código Penal
38
CAPÍTULO
I
PROBLEMAS EN EL
I TRIMESTRE DEL EMBARAZO
1
EMBARAZO ECTÓPICO
Elena Martín Hidalgo
EMBARAZO ECTÓPICO
INTRODUCCIÓN
Se define Embarazo Ectópico (EE) como toda implantación embrionaria fuera de los límites
del endometrio.
La localización tubárica es la más frecuente, principalmente en la porción ampular de la
trompa y, con menor frecuencia, en su porción ítsmica (ambas representan el 95% de los casos).
Los EE no tubáricos constituyen una rareza: los cornuales son los más frecuentes (3,1%),
seguidos de los abdominales (1,3%). Los menos frecuentes son los ováricos (0,5%) y los cervi-
cales (0,1%).
En los últimos veinte años la incidencia de EE se ha duplicado o triplicado en la mayor parte
de los países industrializados situándose en torno la 1% de los embarazos que puede estar justi-
ficado por:
- Empleo de Técnicas de Reproducción Asistida
- Mayor incidencia de otros factores de riesgo: EIP, DIU...
- Diagnóstico de casos que se hubieran resuelto de forma espontánea, pasando inadverti-
dos, debido al avance de las técnicas diagnósticas.
Por otra parte, la mejoría en el diagnóstico y tratamiento oportuno , han contribuido al des-
censo concomitante de los fallecimientos por esta complicación aunque sigue siendo la primera
causa de muerte materna en el primer trimestre, el 90% de los casos a consecuencia de la hemo-
rragia.
ETIOLOGÍA
A pesar de los avances diagnósticos, la etiología de EE sigue siendo discutible en casi un 50%
de las ocasiones, ya que en el 30-70% de los casos las trompas son histológicamente normales.
Por lo general, el EE se relaciona con factores de riesgo que conducen al daño tubárico y al
transporte anormal del embrión:
1. Antecedente de EIP: el riesgo de EE se multiplica por 6 cuando existe este antecedente clí-
nico debido a las secuelas que la infección deja sobre el aparato genital, que afecta princi-
palmente a la permeabilidad y/o funcionalidad tubárica. El mejor caracterizado de ellos es
la Clamydia trachomatis y existen estudios que demuestran que el 50% de los EE tienen un
antecedente clínico de salpingitis y/o serología positiva para este microorganismo.
43
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
2. Cirugía tubárica previa: el 5-10% de todas las gestaciones tras plastias tubáricas son ectópi-
cas, cifra que puede elevarse al 25% cuando se practican cierto tipo de operaciones, como
salpingoneostomías.
La ligadura tubárica fallida implica un riesgo elevado de EE. La coagulación monopolar o
bipolar de las trompas es tanto o más eficaz que la colocación de anillos o clips pero incre-
menta el riesgo de EE por formación de fístulas tubáricas.
3. Cirugía pélvica o abdominal: sobre todo si es en el hemiabdomen inferior por el desarrollo de
adherencias. Los EE en la trompa derecha son más frecuentes en las mujeres apendicectomi-
zadas.
4. Antecedente de EE: Este antecedente es difícil de estudiar aisladamente, ya que detrás de él
estarían los factores de riesgo intrínsecos que condicionaron la aparición del mismo.
5. Dispositivo intrauterino (DIU): ya que favorece la EIP y asimismo, al estar colocado en el
útero y actuar no sólo como anticonceptivo, sino también como antiimplantatorio, su acción
será más eficaz a este nivel que en las trompas.
6. La endometriosis: también constituye un factor importante, a través del factor tuboperitoneal
que condiciona.
7. Salpingitis ítsmica nodosa: el engrosamiento nodular de la porción ítsmica, de etiología mal
conocida, y que algunos identifican como endometriosis, es muy frecuente si la localización
del EE es a nivel ítsmico (57%).
8. Desequilibrios hormonales: El ejemplo más claro lo constituye el uso de citrato de clomifeno
en la estimulación ovárica, a través de la acción antiestrogénica ejercida por este fármaco.
9. Consumo de tabaco que favorece el EE mediante un doble mecanismo: toxicidad directa de
la nicotina sobre la trompa que afecta tanto a su peristaltismo como al movimiento vibrátil de
los cilios y el efecto hipoestrogénico secundario a la inhibición de la esteroidogénesis.
10. El empleo de Técnicas de Reproducción Asistida: siendo la causa principal del EE la existen-
cia de una patología tubárica previa.
Mención especial merece el embarazo intra y extrauterino simultáneo –embarazo hetero-
tópico- muy poco frecuente en la población general (0,2%) y cuya incidencia comenzó a
aumentar (0,7-1,2%) con la introducción de las pautas de inducción de la ovulación y sobre
todo tras el desarrollo de la FIV, incrementándose el riesgo de embarazo heterotópico al
aumentar el número de embriones transferidos por ciclo.
11. Actualmente, se encuentra en estudio las anomalías cromosómicas del embrión, que justifi-
carían el aumento de la incidencia del EE con la edad de la paciente.
Conocer los factores de riesgo presenta tres ventajas porque permite: una prevención primaria
del EE mediante la eliminación de estos factores, una prevención secundaria al realizar el diagnós-
tico precoz del EE en las poblaciones de riesgo y, por último, tratar de evitar una recidiva.
CLÍNICA
44
Embarazo Ectópico
DIAGNÓSTICO
D E T E R M I N A C I Ó N D E β- H C G
45
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
ECOGRAFÍA
L A PA R O S C O P I A D I A G N Ó S T I C A
T R ATA M I E N T O
46
Embarazo Ectópico
M A N E J O E X P E C TA N T E
La conducta expectante incluye el control de los síntomas clínicos, los niveles de HCG y los
hallazgos ultrasonográficos, estableciéndose una serie de “criterios de inclusión” que implican
riesgo bajo de complicación:
- Clínicamente debe existir estabilidad hemodinámica
- Nivel inicial de β-HCG< 1000U/l y evolutivamente decreciente
- Nula o escasa cantidad de líquido libre en fondo de saco de Douglas (< 100 cc)
- Masa anexial pequeña (diámetro tubárico < 2 cm)
- Ausencia de actividad embriocárdica
Aproximadamente la cuarta parte de los pacientes con EE pueden ser tratados de este modo
y en el 70% de este grupo seleccionado el resultado es bueno y no requiere cirugía.
El resultado a largo plazo (futuros embarazos intrauterinos o ectópicos), es similar al que se
logra con intervención terapéutica.
T R ATA M I E N T O M É D I C O
En líneas generales, del tratamiento médico se pueden beneficiar del 30-40% del total de
EE resultando atractivo por varias razones: menor lesión de las trompas, menor coste y, es de
esperar, mayores posibilidades de embarazos futuros.
Las indicaciones del tratamiento farmacológico son:
De primera elección:
- Paciente hemodinámicamente estable
- Niveles de β-HCG <10000 U/l
- Nula o escasa cantidad de líquido libre en fondo de saco de Douglas
- Masa anexial <4 cm
- Ausencia de actividad embriocárdica (contraindicación relativa porque se han tratado con
éxito casos con actividad cardiaca)
- Localización cornual o cervical del EE
- No necesidad de recurrir a la laparoscopia para hacer el diagnóstico correcto
- No contraindicaciones absolutas para el tratamiento farmacológico elegido
De segunda elección, en los casos de persistencia de trofoblasto después de un tratamiento
quirúrgico conservador.
Son muchos los fármacos utilizados en el tratamiento médico del EE:
- Metotrexate: es el más utilizado y lo analizaremos con detalle más adelante
- Prostaglandinas: principalmente la PGF2α por vía local, administrada dentro del saco o
en el cuerpo lúteo a través de una laparoscopia. Actualmente en desuso debido a sus múl-
tiples efectos secundarios sistémicos.
- Glucosa hiperosmolar al 50%: su única vía de administración es la inyección local en el
interior del saco por vía laparoscópica. Esta sustancia tiene menos efectos secundarios
que el metotrexate y las prostaglandinas, e induce necrobiosis local, probablemente por
deshidratación celular.
- Cloruro potásico: de administración también local. Parece ser menos eficaz que el meto-
trexate, pero es una buena opción en el tratamiento médico del embarazo heterotópico,
pues no resulta tóxico para el embrión intraútero asociado.
- Actinomicina-D: se trata de un quimioterápico más potente que el metotrexate y podría ser
una buena alternativa al mismo, sobre todo en gestaciones avanzadas en las que éste puede
tener algún fallo. No obstante la experiencia es escasa y no permite obtener conclusiones.
47
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
T R ATA M I E N T O C O N M E T O T R E X AT E
Es un antagonista del ácido fólico que interfiere en la síntesis del DNA y la multiplicación
celular mediante la inhibición de la dihidrofolatorreductasa, enzima necesaria en la síntesis de
las bases púricas. Tiene un especial tropismo por los tejidos que se encuentran en división activa
como es el caso del trofoblasto, cuya proliferación inhibe.
Existen varias pautas de administración del MTX descritas, tanto por vía sistémica como por
vía local:
- Vía sistémica. Fue la primera vía utilizada y son múltiples las pautas de dosificación des-
critas. Las pautas multidosis producen frecuentes efectos secundarios, gozando de mayor
aceptación las pautas monodosis.
- Vía oral. A pesar de sus buenos resultados iniciales, no se ha extendido su empleo. Su pro-
blema principal radica en que su absorción intestinal es saturable y proporcional a la dosis.
- Inyección local. Mediante laparoscopia o bajo control ecográfico por vía transvaginal. Al
igual que en la vía sistémica, la dosis actualmente aceptada es de 1mg/kg de peso o de 50
mg/m2 de superficie corporal
Vía intramuscular
30 mg/24 h/5 días Tanka, 1992
0,4 mg/kg/24 h/5 días Ichince, 1987
1 mg/kg/48 h (4 días) Ory, 1986; Saber, 1987; Stovall, 1989;
Balasch, 1989; Fernández, 1994
50 mg/m2 (monodosis) Stovall, 1991; Shamma, 1992;
Balasch, 1992; Glock, 1994; Chelmow, 1994
15mg/24 h/5 días Fernández, 1991
1 mg/kg/día (monodosis) Fernández, 1991
individualizada según hCG Stovall, 1991
Vía intravenosa
1mg/kg/48 h (4 dosis) Ory, 1986
100 mg/m2 (monodosis) Goldstein, 1986
Vía oral
0,4 mg/kg/24 h (5 dosis) Dimarchi, 1991; Bengtsson, 1992
El seguimiento del tratamiento sistémico requiere un control estrecho de los niveles de β-HCG.
Se monitorizará los niveles hormonales el día de inicio del tratamiento así como los días 4 y 7,
pudiéndose producir una elevación de los niveles hormonales los primeros días como resultado de
la destrucción del tejido trofoblástico por acción del Metotrexate.
Si los niveles hormonales descienden, las determinaciones se repetirán semanalmente hasta
su negativización, no siendo necesario repetir el estudio ecográfico. Si se produjera una eleva-
ción de los niveles hormonales en alguna de las determinaciones, estaría indicado una segunda
dosis de Metotrexate, volviendo a realizar las determinaciones los días 4 y 7.
48
Embarazo Ectópico
Se aplica un máximo de 3 dosis y, si una vez administradas los niveles hormonales no des-
cienden, se indica tratamiento quirúrgico.
El tiempo medio de resolución de los niveles de β-HCG según Stoval es de 35,5 + 11,8 días.
El riesgo de rotura tubárica existe aunque los niveles desciendan adecuadamente, por lo que
la paciente tiene que estar informada adecuadamente de esta eventualidad y de nuestra actuación
en caso de que esto ocurriera aunque hay que tener en cuenta que, cuando los pacientes son
correctamente seleccionados, se obtiene la resolución del cuadro en casi el 90% de los casos.
T R ATA M I E N T O Q U I R Ú R G I C O
49
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
BIBLIOGRAFÍA
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Humana, eds McGraw-Hill. Interamericana. pp 519-533, 1996.
50
2
METRORRAGIA EN LAS
PRIMERAS 25 SEMANAS DE GESTACIÓN
Olga Rodríguez
Mª Luisa Cañete
METRORRAGIA EN LAS
PRIMERAS 25 SEMANAS DE GESTACIÓN
INTRODUCCIÓN
El motivo de tratar el tema de las metrorragias en la gestación hasta las 25 semanas ha sido
que no existe actualmente ninguna duda sobre que a partir de las 25 semanas un feto puede ser
viable y hay que tomar frente a él una actitud igual que si se tratara de un feto de mayor edad. El
problema se plantea en las 24 semanas e incluso en las 23, entre las que, según sean las caracte-
rísticas del caso, se deben establecer medidas activas (cesárea, reanimación fetal activa...) para
intentar salvar la vida neonatal o no.
Toda mujer en edad reproductiva que se presenta con sangrado vaginal anormal debe ser con-
siderada como gestante hasta que no se demuestre lo contrario. Puede pensarse que esa metro-
rragia de mayor o menor cuantía puede tener relación con el propio estado gestacional pero debe
hacerse diagnóstico diferencial con otros procesos ya que puede ser debido a otras lesiones no
relacionadas como las del tracto urinario, digestivo, inflamaciones/infecciones vaginales, ecto-
pias, pólipos o cánceres cervicales...
CONCEPTOS
1. Aborto.- Interrupción espontánea del embarazo antes de la semana 22 (20 para algunos auto-
res) de gestación y/o fetos menores de 500 gramos.
- Precoz.- Antes de la semana 11 de gestación.
- Tardío.- Después de la semana 11 de gestación.
2. Amenaza de aborto.- Caso en el que aparece clínica de aborto pero la situación es todavía
reversible. Este problema asciende hasta un 40% de las gestaciones con aproximadamente
la mitad de estos casos finalizando en aborto. Los embarazos con sangrado vaginal que se
prolongan más allá de 3 días presentan 3 veces más probabilidad de terminar en aborto que
gestaciones con sólo 1 ó 2 días de sangrado.
Se cree que un 40% de los embarazos que llegan a fase de implantación se pierden. El
15-20% de los embarazos clínicamente aparentes abortan espontáneamente (75% de las pér-
didas ocurren en gestaciones menores de 8 semanas. Por encima de las 12 semanas, las posi-
bilidades de pérdidas de gestación van disminuyendo).
Si combinamos los rangos de pérdidas de gestaciones conocidas y las no conocidas aún, la
verdadera tasa de pérdida llega a ser del 50-60% de los casos.
53
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
La causa más frecuente de pérdida gestacional son las alteraciones cromosómicas que ocurren en
50-60% de los casos y las malformaciones. La más común, la trisomía, aunque la monosomía X
es la alteración simple del cariotipo más común en los abortos.
3. Aborto en curso (aborto inevitable/aborto inminente).- Cuando la situación es irreversible.
Hay expulsión de restos ovulares a través del cérvix.
4. Aborto incompleto.- Se produce expulsión de parte del contenido uterino quedando restos en
su interior.
5. Aborto completo.- Se ha expulsado todo el contenido de la cavidad uterina quedando ésta
totalmente vacía.
6. Aborto diferido (aborto retenido).- Se detiene la evolución de la gestación pero el saco y el
embrión continúan dentro de la cavidad.
7. Huevo huero.- Saco gestacional en el que se desarrollan normalmente los anejos pero que
carece de embrión.
A C T I T U D A N T E U N S A N G R A D O E N L A PA C I E N T E G E S TA N T E
( E N L A P R I M E R A M I TA D D E L E M B A R A Z O )
Las causas que pueden provocar sangrado en el primer y segundo trimestre pueden ser dis-
tintas. Así, vamos a diferenciar:
Se trata de la pérdida de sangre por vía vaginal en el curso de las 12 semanas primeras de
gestación. Por definición, una metrorragia del I trimestre es una amenaza de aborto mientras no
se demuestre lo contrario.
1. AMENAZA DE ABORTO
La paciente consulta por sangrado (generalmente de cantidad escasa o leve) con o sin con-
tracciones uterinas asociadas (dolor en hipogastrio semejante a la dismenorrea).
A la exploración se identifica que el cérvix está cerrado y un sangrado en cantidad variable.
El test de gestación es positivo y con ecografía se descartará el embarazo ectópico, la mola
y se precisará si existe o no botón embrionario y vitalidad. Por ecografía se puede evidenciar la
presencia de cierto desprendimiento del trofoblasto: la incidencia de un hematoma subcoriónico en
gestantes con amenaza de aborto se ha estimado entre un 4-40%. Se ha observado una distribución
semejante de los hematomas subcoriónicos tanto en el I como II trimestres. Muchos autores están
de acuerdo en que el hematoma subcoriónico constituye un factor de riesgo de aborto espontáneo,
pero su presencia no significa un peor pronóstico. Los pequeños hematomas son asintomáticos y
probablemente no revisten ningún significado clínico, pero parece ser que el factor crítico para
determinar un aborto espontáneo es la localización del hematoma y no su volumen.
Cuando la ecografía sea dudosa porque aún no se visualice polo embrionario o se visualice
pero no se vea claramente ecocardio o exista un desfase entre la edad gestacional y la ecografía,
ésta se deberá repetir para confirmar la continuidad de la gestación transcurrido un intervalo de
tiempo (Hay que tener en cuenta que también un embarazo ectópico puede presentarse como un
sangrado del primer trimestre).
En algunos casos la determinación de β-HCG nos puede ser de ayuda.
*Actitud.- Generalmente no es preciso el ingreso hospitalario. Se recomendará reposo relativo
(físico, psíquico y sexual) aunque si la ecografía demuestra desprendimiento trofoblástico se acon-
54
Metrorragia en las primeras
25 semanas de gestación
sejará reposo absoluto, valorando el tratamiento con gestágenos (no confirmada su efectividad). Es
preciso control por el tocólogo aproximadamente en 1-2 semanas y si aumentara la sintomatología,
advertir a la paciente que deberá ser valorada de nuevo en el servicio de urgencias.
Se describe una situación que se denomina hemorragia de implantación: el sangrado se pro-
duce en los días próximos a la regla esperada o justo después. Ocurre frecuentemente y es un
proceso fisiológico, absolutamente benigno. Suele durar 1-2 días pero habitualmente no más. Lo
más frecuente es que ocurra en la 5ª-6ª semana tras la fecha de la última regla y las mujeres a
veces lo confunden con una regla que se ha retrasado, aunque suele ser de menor cuantía. No
requiere ningún tratamiento en concreto porque como hemos dicho, es un proceso fisiológico.
2. ABORTO COMPLETO
Generalmente son pacientes que han tenido metrorragia y han dejado de sangrar; el dolor
abdominal que presentaban también ha cedido.
A la exploración se objetiva el cérvix cerrado.
El test de gestación puede ser negativo o positivo si ha sido muy reciente y la ecografía
demuestra una cavidad uterina vacía.
*Actitud. Si es un aborto completo se deberá hacer o no legrado en función de las condiciones
obstétricas. Generalmente no precisa ingreso hospitalario y si aún persiste alguna pérdida hemá-
tica pueden administrarse ergóticos. Recomendaremos control por su ginecólogo.
3. ABORTO INCOMPLETO
La paciente se presenta con metrorragia procedente de la cavidad uterina con dolor abdominal.
A la exploración el cérvix está parcialmente abierto o abierto y la paciente refiere haber
expulsado restos ovulares. A veces en la propia exploración nosotros podemos encontrar restos
ovulares en vagina o expulsándose a través del cuello uterino.
El test de gestación será positivo o negativo y por ecografía se ve una cavidad uterina ocu-
pada por restos.
*Actitud. Requiere ingreso hospitalario para realizar legrado uterino de la cavidad (bajo anes-
tesia general o locorregional). Si la dilatación cervical no es suficiente para llevar a cabo el
legrado se pueden usar los dilatadores de Hegar. Los restos obtenidos en el legrado se deben
remitir para estudio histológico.
Si la paciente por algún motivo ha de esperar 3 o más horas para hacer el legrado (p.e. porque
no esté en ayunas) se puede completar ese tiempo para la dilatación cervical con tallos de lami-
naria o tallos osmóticos sintéticos.
4. ABORTO EN CURSO
La paciente presenta un aumento de las pérdidas y dolor en hipogastrio con expulsión de
restos ovulares.
A la exploración, el cérvix está abierto y suelen encontrarse restos ovulares en vagina o en el
OCI hace protusión el huevo.
El test de gestación será positivo o negativo. En la imagen ecográfica se visualiza un útero
ocupado por restos o un saco gestacional en proceso de expulsión.
*Actitud.- Se ingresará a la paciente, cogiendo una vía de perfusión i.v., solicitando estudios
de coagulación y hemograma.
- Si el aborto es del I trimestre — Legrado uterino o aspiración
- Si el aborto es del II trimestre — Si el cérvix está abierto o semiabierto y existe dinámica
instaurada y la metrorragia no es abundante se puede intentar el vaciado uterino con goteo oxi-
tócico y tras la expulsión fetal repasar la cavidad con cuchara grande.
55
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
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Metrorragia en las primeras
25 semanas de gestación
57
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
una imagen muy clara dejando el extremo de la sonda a 3 cm del OCE). Generalmente hay
anomalías de la estática fetal.
• RCTG.- Para evaluar el estado del feto si la situación lo permite (sólo en gestaciones mayores
de 23-24 semanas que es en las que se puede plantear la duda de la vitalidad fetal).
*Tratamiento
• Si la hemorragia es intensa y persistente será preciso recurrir a finalizar la gestación.
• Si el sangrado se cohibe.- Ingreso en observación con todas las pautas que hemos planteado.
La conducta expectante pretende aumentar las semanas de gestación intraútero, fundamenta-
les para la vitalidad fetal. En este caso, plantear tratamiento con corticoides (por encima de
la semana 22 de gestación)
3. INCOMPETENCIA CERVICAL
Este diagnóstico se ha venido haciendo habitualmente en mujeres que habían sufrido dos o
más pérdidas de embarazo en el segundo trimestre. Actualmente, la tendencia es llegar a este
diagnóstico después de haberse producido sólo una pérdida. Hay casos en los que la presentación
de la incompetencia cervical no es la clásica sino que la paciente aparece con un sangrado vagi-
nal como primer signo.
En el examen con especulo las membranas se ven abombar dentro de la vagina a través del
cérvix (lo que se denomina, “bolsa en reloj de arena”).
* Actitud. Cuando se llega a este diagnóstico, la paciente debe ser tumbada en posición de
Trendelenburg porque aunque muchas de estas gestaciones se pierden, en algunos casos, un cer-
claje cervical puede ser la opción para salvar el embarazo.
E N F E R M E D A D T R O F O B L Á S T I C A G E S TA C I O N A L
Se trata de una enfermedad del trofoblasto que incluye distintos cuadros. Se describe como
una enfermedad quística y avascular:
El trofoblasto tiene como misión llegar al miometrio en busca de oxígeno para el feto.
Cuando el extremo de la vellosidad corial encuentra una zona rica en oxígeno detiene su creci-
miento. Son los vasos que transportan ese oxígeno los que detienen el crecimiento de las células
de esa vellosidad. Si no existe mesodermo fetal que produzca esos vasos sanguíneos, no hay
buena transmisión de oxígeno y por lo tanto la proliferación permanece. No se forman tampoco
vasos linfáticos, por lo que el líquido se acumula en el tejido dándole un aspecto quístico.
Es una enfermedad localizada que habitualmente se resuelve con la evacuación uterina y que
en principio no debe considerarse ni invasiva, ni neoplásica ni maligna aunque en algunos casos
se puede complicar, por ello es necesario un control periódico postevacuación.
Las entidades que engloba son:
M O L A H I D AT I F O R M E
Incluye:
1. Mola completa.- No existe embrión y todas las vellosidades tienen degeneración hidrópica. Sólo
presenta material genético paterno (46XX y raro 46XY). Se produce por la fecundación de un
óvulo vacío por un espermatozoide 23X que se duplica o bien por 2 espermatozoides distintos.
2. Mola incompleta o parcial.- Existe además de tejido molar, zona de placenta sana (a veces
con embrión, casi siempre de desarrollo anormal. Aunque en la mayoría de los casos el feto
no está presente puede deducirse la existencia de desarrollo fetal por la demostración de
58
Metrorragia en las primeras
25 semanas de gestación
hematíes nucleados, es decir, fetales, en los vasos sanguíneos de las vellosidades). Sí existe
material genético materno: es la fecundación de un óvulo normal por un espermatozoide
diploide o bien 2 espermatozoides haploides con un óvulo normal. El cariotipo suele ser tri-
ploide (69 cromosomas, generalmente 69XXY).
3. Tumor trofoblástico gestacional/Enfermedad trofoblástica gestacional persistente.- Incluye:
• Coriocarcinoma.- Trofoblasto sin tendencia a formar vellosidades. Es una proliferación
atípica del trofoblasto, tanto cito como sincitiotrofoblasto sin estroma.
• Mola invasiva.- Una mola completa o incompleta que invade el miometrio-estructuras vecinas
e incluso produce metástasis, pudiendo provocar rotura uterina y hemorragia peritoneal.
• Tumor trofoblástico del lecho o sitio placentario.- Se origina a partir del trofoblasto del lugar
de implantación de la placenta y se forma principalmente por citotrofoblasto y muy escaso
sincitiotrofoblasto (a diferencia del coriocarcinoma). Por inmunohistoquimia se identifican
muchas células productoras de lactógeno placentario (hPL). Tiende a conservarse confinado
en el útero y la emisión de metástasis suele ser en la fase tardía de la enfermedad.
Aunque el tumor trofoblástico persistente ocurre mas frecuentemente tras un embarazo
molar, puede originarse después de cualquier suceso gestacional, abortos terapéuticos o espon-
táneos, gestaciones ectópicas y embarazos a termino. Ocurren tras la evacuación o el fin de la
gestación. (Figura 1)
FIGURA 1
59
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
CLÍNICA
• METRORRAGIA. Es el signo más frecuente y se presenta en cantidad variable, generalmente
en el primer trimestre. A veces se acompaña de dolor difuso en hipogastrio. Es una clínica idén-
tica a la amenaza de aborto en general.
• NÁUSEAS Y VÓMITOS. La hiperemesis se debe a la presencia exagerada de tejido trofoblástico
que provoca una mayor elevación de HCG que en un embarazo normal. Actualmente es menos
frecuente porque el diagnóstico de esta enfermedad se hace precozmente.
• SIGNOS DE PREECLAMPSIA. Se desarrolla casi exclusivamente en pacientes con tamaño uterino
excesivo y concentraciones muy elevadas de HCG.
• EXPULSIÓN DE VESÍCULAS. Signo patognomónico.
• SIGNOS DE HIPERTIROIDISMO. Sudoración, temblores, piel caliente. Se produce por la similitud
entre la subunidad α de la HCG con la de la TSH. Es poco frecuente. Si se sospecha debe ser
tratado previamente a la evacuación de la gestación molar (con bloqueantes β-adrenérgicos) ya
que se puede desencadenar una crisis tiroidea.
• SIGNOS DE INSUFICIENCIA RESPIRATORIA AGUDA. Por embolismo pulmonar de células trofoblás-
ticas o por la asociación de preeclampsia+hipertiroidismo. Aparece esporádicamente pero es
grave. Se manifiesta con dolor torácico, disnea, taquipnea… y por la radiografía de tórax se
verán infiltrados pulmonares bilaterales.
En general, estas manifestaciones clínicas van unidas a la mola completa porque en los casos
de mola parcial, estas pacientes presentan los signos y síntomas de aborto incompleto, y se
puede establecer el diagnóstico sólo después de revisión histológica del material obtenido por el
legrado.
DIAGNÓSTICO
1. EXPLORACIÓN
* El tamaño uterino suele ser mayor que la amenorrea.- Esto ocurre sobre todo en la mola
completa, aunque se encuentra sólo en cerca de la mitad de las pacientes.
* Masas anexiales.- En 1/3 de las pacientes con mola completa se palpan masas anexiales
debido al desarrollo de quistes tecaluteínicos (generalmente bilaterales y multiloculares). Des-
aparecen tras la evacuación de la mola (en aproximadamente 2-3 meses).
2. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
* Ecografía.- Como las vellosidades coriónicas de la mola completa manifiestan tumefacción
hidrópica difusa, producen un patrón sonográfico vesicular característico: “tormenta de nieve”.
Cuanto más avanzado esté el embarazo, más seguro es el diagnóstico ya que el tamaño de las
vesículas va aumentando con el tiempo; por ello, al principio del embarazo el diagnóstico puede
pasarse por alto. En el caso de molas parciales, se visualizan espacios quísticos focales en los
tejidos placentarios, y aumento del diámetro transversal del saco gestacional. En esta situación,
el patrón de “copos de nieve” en el área placentaria junto al embrión no es frecuente, ya que
el embrión tiende a degenerar precozmente y es reabsorbido. Es por esto por lo que el aspecto
ecográfico de la mola parcial se confunde con un aborto retenido.
El estudio Doppler también sirve de ayuda en estos casos: la enfermedad trofoblástica ges-
tacional se asocia con un aumento del suministro vascular al tejido placentario. En el caso de
mola invasiva y coriocarcinoma se puede encontrar un aumento del suministro de sangre en el
interior de la porción miometrial. Esas áreas corresponden a las arterias espirales dilatadas y
a la neovascularización del tumor; son vasos con un flujo sanguíneo de alta velocidad y baja
resistencia.
60
Metrorragia en las primeras
25 semanas de gestación
ACTITUD EN URGENCIAS
Una vez que se ha establecido el diagnóstico de sospecha, se procederá:
* Ingreso hospitalario y venoclisis
* Analítica.- Hemograma y estudio de coagulación, iones y bioquímica hepática, grupo y
Rh (las células trofoblásticas expresan el factor Rh D por lo que las pacientes que son Rh nega-
tivas deben recibir la inmunoglulina anti-D en el momento de la evacuación o hasta 72 horas
después). Se solicitarán pruebas cruzadas porque es frecuente el sangrado abundante durante la
evacuación.
* Radiografía de tórax
* Dar documento de consentimiento informado para legrado evacuador, comunicando el
diagnóstico de sospecha y los posibles riesgos y complicaciones que esto conlleva.
* Evacuación uterina.- Previamente se habrá estabilizado a la paciente si su estado clínico lo
requiriera.
- Legrado evacuador. Preferentemente por aspiración con independencia del tamaño uterino.
Se realizará dilatación cervical preferentemente con tallos de laminaria o sintéticos, evitando
los de Hegar.
Se apoyará el curetage con goteo oxitócico que se efectuará tras la dilatación cervical; si
comenzara antes aumentaría el riesgo de embolización trofoblástica, en especial en una paciente
con gran tamaño uterino.
Es aconsejable establecer cobertura antibiótica durante y después del legrado.
Aspiración del contenido de la cavidad uterina. Si el tamaño del útero sobrepasase las 14
semanas de amenorrea, se colocará una mano sobre la parte alta del fondo y se dará masaje
uterino para estimular la contracción del útero y reducir el riesgo de perforación. Se puede com-
pletar la actuación con legrado con legra cortante para remover el tejido molar residual si lo
hubiera.
Una vez finalizado el procedimiento y con la paciente ya en la planta, se deberá establecer
control de constantes y sangrado como en otros casos de legrado evacuador. Posteriormente,
los controles de βHCG y ecografía (para comprobar vacuidad uterina) se realizarán aproximada-
mente 48 horas después. La perfusión de oxitocina se mantendrá aproximadamente 24 horas tras
el legrado.
- Histerectomía. Si la paciente presenta edad mayor de 40 años, con deseos genésicos cumpli-
dos ésta puede ser una opción de tratamiento. Sería posible preservar los ovarios aunque en
el momento de la intervención presenten los quistes tecaluteínicos (se pueden descomprimir
por aspiración). El seguimiento posterior será el mismo que si el tratamiento hubiera sido la
evacuación.
Ante la posibilidad de que este tipo de enfermedad se convierta en una enfermedad trofo-
blástica gestacional persistente, será necesario establecer unos controles posteriores fundamen-
talmente con determinación seriada de βHCG.
61
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
CASO CLÍNICO:
Describimos un caso clínico en el que los hallaz-
gos son inusuales, por la asociación de preeclamp-
sia severa e hipertiroidismo con grandes quistes
tecaluteínicos asociados a una mola parcial.
Mujer de 27 años, acudió a las 20 semanas de
gestación al Hospital se realizaba el primer control
ecográfico, se vio una placenta de apariencia molar.
El feto presentaba microcefalia con dilatación ven-
tricular y ovarios con quistes teca-luteínicos.
El cariotipo fetal por funiculocentesis reveló
un feto con triploidia (69 XXX), la βHCG >
500.000. Hipertiroidismo (TSH 0.01, T4 33.3).
En el momento del diagnóstico la mujer pre-
sentaba edemas severos, hipertensión (150/111),
proteinuria (+4), oliguria y cefalea intensa. Las
enzimas hepáticas estaban elevadas. Con el diag-
nóstico de preeclampsia severa con hipertiroidismo
y mola parcial se realizó una cesárea obteniéndose
un feto mujer de 190 gr y una placenta de 480 gr
con diagnóstico A-P de mola parcial. Quistes Teca-luteínicos
Los quistes tecaluteínicos desaparecieron espontáneamente.
Después de dos meses, los títulos de βHCG se mantenían en meseta por lo que se administró
Metotrexate.
Después de tres años la paciente ha conseguido una gestación de curso normal y se encuentra
en el séptimo mes de gestación.
62
Metrorragia en las primeras
25 semanas de gestación
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63
3
HIPEREMESIS GRAVÍDICA
Mª Dolores Maldonado
Antonio Palacios
HIPEREMESIS GRAVÍDICA
INTRODUCCIÓN
Definimos náusea como sensación de deseo inminente de vomitar y vómito como la expul-
sión oral violenta del contenido gástrico. Las arcadas son las contracciones rítmicas forzadas de
la musculatura respiratoria y abdominal que con frecuencia preceden o acompañan al vómito, la
regurgitación es la expulsión de alimento en ausencia de náuseas y sin la contracción muscular
respiratoria y abdominal que acompaña a los vómitos, emesis son náuseas y vómitos esporádicos
que no alteran el estado general del paciente e hiperemesis son náuseas y vómitos persistentes e
incoercibles, sin causa orgánica, asociados con pérdida de peso, deshidratación, cetosis y altera-
ción electrolítica.
EPIDEMIOLOGÍA
Tanto las náuseas y vómitos del embarazo como la hiperemesis gravídica se dan con mayor
frecuencia en las 12 primeras semanas de gestación, y aunque un 20% de las mujeres experimen-
tan náuseas y vómitos durante un periodo más largo, la remisión completa no va más allá de las
16-20 semanas.
Las náuseas, alteración gastrointestinal más frecuente del embarazo, están presentes en el
70-80% de las embarazadas y los vómitos aparecen en el 50% de los casos, sin embargo, la hipe-
remesis gravídica es poco frecuente, apareciendo en el 0,3-2%. Más de la mitad de las gestantes
experimentan náuseas y vómitos principalmente por la mañana, un tercio durante todo el día y
el resto por la noche.
Las náuseas y los vómitos se presentan con mayor frecuencia en mujeres jóvenes, nulíparas
(no gestaciones previas de más de 20 semanas), primigestas, no fumadoras, obesas, mujeres con
intolerancia previa a ACO, raza negra, antecedente de gastritis y antecedente de hiperemesis
gravídica (la recurrencia en posteriores embarazos es del 60%).
La mayoría de las pacientes no necesitarán acudir a la atención especializada y podrán ser
tratadas en los centros de atención primaria. Sólo el 1-2% requerirán ingreso hospitalario.
67
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
ETIOLOGÍA
Las causas de las náuseas y vómitos del embarazo son aún desconocidas, siendo probable-
mente de etiología multifactorial. Los factores implicados son los siguientes:
1. Hormonales.
- Se han correlacionado los niveles de HCG con la intensidad de la emesis, así en procesos
como gestaciones gemelares y enfermedad trofoblástica en los que los niveles de HCG
son más elevados, también la emesis es más intensa.
- Durante las primeras semanas del embarazo hay evidencias del aumento de tiroxina libre
sérica y disminución de los de tirotrofina, pero múltiples estudios sugieren que estos cam-
bios se deben a la actividad de la HCG y no a la alteración primaria de la función tiroi-
dea.
- También se ha atribuido la causa de las náuseas y vómitos a una insuficiencia de la corteza
suprarrenal secundaria a un déficit de producción de ACTH hipofisaria.
- Algunos autores han demostrado niveles de estrógenos más elevados en mujeres con
hiperemesis y han sugerido que esta elevación es la responsable del cuadro.
- La progesterona se ha relacionado con esta sintomatología por su efecto sobre la motili-
dad gástrica, esofágica e intestinal.
- Otros: prolactina, hormona de crecimiento, andrógenos...
2. Neurológicos. Existe mayor labilidad del Sistema Nervioso Vegetativo, con enlentecimiento
del vaciado gástrico. También puede existir una relación entre las náuseas y vómitos con la
liberación de serotonina, como se ha demostrado al tratar casos de hiperemesis con antago-
nistas de los receptores de serotonina con resultado exitoso.
3. Metabólicos. Podría tratarse de alteraciones del metabolismo del glucógeno hepático (su
déficit matinal provocaría cetosis leve y, en consecuencia, náuseas y vómitos).
4. Alérgicos o inmunológicos. Se explica por una reacción materna a las sustancias del embrión
y/o por las diferencias genéticas entre el feto y el trofoblasto con respecto al organismo de la
madre.
5. Psicológicos. Se incluyen inmadurez, dependencia, histeria, depresión, ansiedad y alteracio-
nes en el medio familiar y/o social en el que se desenvuelve la paciente. Se cree que la corteza
cerebral perdería la capacidad de control sobre los centros subcorticales del vómito.
CLÍNICA DE HIPEREMESIS
68
Hipermesis gravídica
DIAGNÓSTICO
ANAMNESIS
En urgencias debemos comenzar con una detallada anamnesis, preguntando por el inicio,
duración y tipo de síntomas. Generalmente el embarazo provoca un inicio gradual de la sintoma-
tología, con anorexia a las 5-6 semanas de gestación, seguido de náuseas y después vómitos. Una
presentación aguda de los síntomas es más frecuente en procesos inflamatorios como apendici-
tis, gastroenteritis aguda, pancreatitis, o colecistitis. Una larga historia de vómitos con poca o
ninguna pérdida de peso sugiere vómitos psicógenos.
La relación temporal de los vómitos con la ingesta puede resultar de gran utilidad diagnós-
tica, así los vómitos que aparecen predominantemente por la mañana son característicos del
embarazo, los vómitos que se producen durante o poco después de la ingesta sugieren origen
psicógeno o úlcera péptica con espasmo pilórico, y los que se producen 4-6 horas después de
la ingesta son indicativos de retención gástrica (obstrucción pilórica, gastroparesia) o trastorno
esofágico (acalasia, divertículo de Zenker). Los vómitos en escopetazo o sin náuseas previas
sugieren la posibilidad de una lesión del sistema nervioso central.
Los síntomas acompañantes también nos pueden orientar, como la presencia de vértigo
(enfermedad de Ménière), alivio del dolor (úlcera péptica) o saciedad precoz (gastroparesia). El
dolor abdominal acompañante, así como el tipo, la irradiación, severidad y los factores que lo
agravan son de gran importancia, y nos hacen pensar en otra etiología, puesto que no es común
el dolor en las náuseas y vómitos inducidos por el embarazo.
También las características de los vómitos proporcionan datos diagnósticos. Un olor fétido
o pútrido refleja los resultados de la acción bacteriana sobre el contenido intestinal y puede apa-
recer en casos de obstrucción intestinal distal o peritonitis. Los vómitos biliares suelen aparecer
en procesos de vómitos prolongados. La hematemesis refleja por lo general sangrado procedente
de esófago, estómago o duodeno, por ejemplo, como consecuencia de desgarros lineales de la
mucosa de la unión cardioesofágica (Síndrome de Mallory-Weiss).
P R U E B A S C O M P L E M E N TA R I A S D E U R G E N C I A
69
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
CRITERIOS DE INGRESO
Se decidirá ingreso hospitalario en los casos de intolerancia oral y/o cuando existan altera-
ciones en la analítica que requieran reposición electrolítica.
T R ATA M I E N T O
T R ATA M I E N T O A M B U L AT O R I O
1.Medidas higiénico-dietéticas:
- Comidas fraccionadas: frecuentes y de pequeña cantidad.
- Dieta rica en hidratos de carbono y pobre en grasas y proteinas.
- Evitar alimentos líquidos y calientes (mejor sólidos y fríos).
- Evitar condimentos, bebidas con gas, alcohol, drogas y olores desencadenantes.
- Apoyo psicológico.
2. Medicación:
- Vitaminas B6 y B1 (300 mg/dia de ambas).
- Sedantes (diazepan). (Tabla 2)
- Antihistamínicos (doxilamina) o benzamidas (metoclopramida). (Tabla 2)
70
Hipermesis gravídica
3. Tratamiento alternativo:
- Jengibre 1g/día durante 4 días (se ha demostrado superior al placebo en la eliminación de
los síntomas)
T R ATA M I E N T O H O S P I TA L A R I O
71
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
PRONÓSTICO
El pronóstico fetal en casi la totalidad de los casos es muy bueno, en raras ocasiones (hipere-
mesis graves) se encuentra un ligero aumento de CIR y prematuridad sin consecuencias perina-
tales graves.
El pronóstico materno es igualmente bueno por tratarse de un proceso autolimitado, de baja
morbimortalidad. En los casos más graves el pronóstico vendrá definido por las posibles compli-
caciones. Por ejemplo, si el vómito es muy intenso, puede ocasionar la rotura del esófago por pre-
sión (síndrome de Boerhaave) o desgarros lineales de la mucosa de la unión cardiosofágica con
hematemesis (síndrome de Mallory-Weiss). Los vómitos prolongados pueden ocasionar la pérdida
de secreciones gástricas que produce alcalosis metabólica con hipopotasemia, desnutrición con
determinados estados deficitarios y caries dental. En algunos casos puede producirse la aspiración
de contenido gástrico a los pulmones, con la consiguiente neumonitis por aspiración (síndrome
de Mendelson). Son raras las complicaciones neurológicas (encefalopatía de Wenicke-Korsakoff,
mielolisis central pontina y vasoespasmos de arterias cerebrales), la infiltración grasa del hígado,
la hemorragia retiniana, la rabdomiolisis, coagulopatías secundarias a déficit de vitamina K y neu-
roparías periféricas por deficiencias de vitamina B6 o B12.
BIBLIOGRAFÍA
72
4
COMPLICACIONES DEL ABORTO
Alejandra Carazo
Abelardo Carazo
COMPLICACIONES DEL ABORTO
INTRODUCCIÓN
En España en 1985 se modificó la ley del aborto mediante la Ley Orgánica 9/1985 del 5 de
julio (BOE nº 166 de 12/7/85), que reforma el artículo 417 bis del Código Penal. Según esta
nueva ley se despenaliza el aborto realizado por un médico, o bajo su dirección y con consenti-
miento de la embarazada en los siguientes supuestos:
- Aborto terapéutico: Cuando sea necesario para evitar un grave peligro para la vida o la salud
física o psíquica de la embarazada, y así conste en un dictamen emitido antes por un médico
de la especialidad correspondiente, distinto de aquel por quien o bajo cuya dirección se prac-
tique el aborto. En caso de urgencia vital puede prescindirse de dictamen y consentimiento
expreso.
- Aborto ético: Cuando el embarazo sea como consecuencia de violación o delito sexual
denunciado, siempre que se practique antes de la 12ª semana de gestación.
- Aborto eugenésico: Cuando se presuma que el feto habrá de nacer con graves taras físicas o
psíquicas, siempre que se haga antes de la 22ª semana y que el dictamen, previo a la practica
del aborto, sea emitido por dos especialistas distintos de aquel por quien o bajo cuya direc-
ción se practique.
En cualquiera de estos supuestos, la IVE (interrupción voluntaria del embarazo) ha de ser
realizada en un centro sanitario acreditado (R.D. 2409/1986 de 21 de noviembre). Se consideran
como tal los centros públicos o privados que cuentan al menos con los siguientes medios: un
médico especialista en ginecología y obstetricia, el personal sanitario necesario, las instalaciones
y el material adecuado, las unidades correspondientes de laboratorio, anestesia y reanimación y
banco o depósito de sangre (para la realización de abortos menores de 12 semanas, que no impli-
quen alto riesgo para la embarazada, basta con disponer de depósitos de plasma o expansores de
plasma y un centro de referencia donde derivar aquellos casos que lo requieran) y Unidades de
Servicio Social en el propio centro o en los de referencia.
La no realización de la práctica de abortos ha de comunicarse inmediatamente a la interesada
para que tenga tiempo suficiente de acudir a otro facultativo.
La edad gestacional y el método utilizado son determinantes en la aparición de complicacio-
nes, aunque quizás lo que más determina un mayor número de complicaciones son los abortos
realizados de manera clandestina por gente ajena a la profesión médica y en lugares no acondi-
cionados y con escasas condiciones higiénicas.
75
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
M É T O D O S D E I N T E R R U P C I Ó N V O L U N TA R I A D E L E M B A R A Z O
Para comprender cuales son las complicaciones del aborto inducido es importante diferenciar
en que momento se realiza y la técnica utilizada.
- METODOS QUIRÚRGICOS
Se suele realizar mediante dilatación y aspiración. Generalmente si es mayor de 8 semanas,
posteriormente se realiza un legrado de la cavidad uterina para asegurar su vacuidad.
- METODOS FARMACOLÓGICOS
Se utilizan la mifepristona (RU486) vía oral, o las prostaglandinas vía vaginal. Lo más fre-
cuente es que se usen combinadas, una pauta que se utiliza es mifepristona (600 mg) v.o. + miso-
prostol (400 microgr) v.v./v.o.
Este tipo de IVE conlleva una mayor morbimortalidad por su mayor complejidad. Se utilizan
diferentes técnicas:
- Dilatación y evacuación: Se precisa mayor dilatación cervical y pinzas de fórceps para la
extracción de partes fetales. Se realiza bajo anestesia general. Para finalizar se explora la
cavidad uterina con una legra cortante. Se usa oxitocina durante el procedimiento para evitar
perforaciones uterinas.
- Inducción del trabajo de parto: Generalmente se utiliza en gestaciones mayores de 16 sema-
nas. Se pueden utilizar soluciones hiperosmolares (salina hipertónica, urea), son agentes
irritantes que inducen contracciones, son feticidas e inducen secundariamente la síntesis de
prostaglandinas.
También se usan las prostaglandinas, que son más potentes estimulando la contracción ute-
rina y tienen un menor tiempo de latencia, pero su principal inconveniente son los efectos
secundarios y contraindicaciones.
- Histerotomía o microcesárea: Se usan cuando fracasa la inducción y si existe contraindica-
ción para el uso de otros procedimientos.
- Histerectomía: Actualmente casi no se utiliza a excepción de la aparición de complicaciones
acompañantes.
COMPLICACIONES Y SU MANEJO
Ocurren cuando no se puede completar la evacuación uterina, esto sucede cuando la gesta-
ción esta muy avanzada para el instrumental disponible en la clínica donde se realiza el aborto o
por anormalidades anatómicas de la cavidad uterina.
El sangrado estará casi siempre presente, y es de esperar hipovolemia. Es preciso conocer los
detalles del aborto, modo de realización partes fetales extraídas…
Se realizara analítica sanguínea, electrolitos en suero y pruebas cruzadas, para efectuar lo
antes posible una transfusión si se precisase.
76
Complicaciones del aborto
Si la paciente esta sangrando se instaurará una terapia con altas dosis de oxitocina (50 U de
oxitocina en 500 cc de glucosado al 5% y salino fisiológico administrados a 125 ml/h).
Se requerirá paso inmediato al quirófano si hay perforación, si continua el sangrado o si hay
signos de irritación peritoneal.
Si la paciente esta estable se realizará una ecografía para ver qué restos quedan dentro de la
cavidad uterina, la existencia de liquido en la pelvis (sugerente de perforación y hemorragia ) o
si existiese alguna anormalidad anatómica.
El tratamiento definitivo será la evacuación uterina que se realizará mediante diferentes téc-
nicas según la edad gestacional, anomalías uterinas, restos retenidos, estado de la paciente, etc...
Se administrará tratamiento antibiótico profiláctico : cefoxitina 2g IV o ampilcilina/sulbactam
1.5 g IV )
No hay que olvidar la administración de la ganmaglobulina anti Rh en las mujeres Rh(-) a las
que no se les ha administrado tras la realización del aborto.
C O M P L I C A C I O N E S Q U E A PA R E C E N D E S P U É S D E L A
REALIZACIÓN DEL IVE
T R Í A D A P O S TA B O R T O
HEMORRAGIA
Las posibles causas de sangrado tras la realización de un IVE son: atonía uterina, laceracio-
nes en el cervix, perforación uterina, hematometra, gestación cervical o retención de restos ges-
tacionales. Si nos hallamos ante un IVE del segundo trimestre también hay que considerar la CID
(coagulación intravascular diseminada).
Controlar la hemorragia es la medida principal que tenemos que realizar. Para ello podemos
utilizar aparte de las medidas convencionales (oxitocina y ergóticos) prostaglandinas (carboprost
intramuscular 0.250 mg o misoprostol rectal 0.800 mg).
Incluso se puede utilizar una sonda de foley dentro de la cavidad uterina e insuflar el balón a 30 ml.
Una vez controlado el sangrado realizaremos una ecografía. Si encontramos que la cavidad
esta ocupada: el tratamiento será un legrado uterino. Si nos sugiere perforación uterina: se reali-
zará una laparoscopia.
77
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
L A C E R A C I Ó N C E RV I C A L
AT O N I A U T E R I N A
H E M AT O M E T R A
C O A G U L A C I Ó N I N T R AVA S C U L A R D I S E M I N A D A ( C I D )
G E S TA C I Ó N E C T Ó P I C A
78
Complicaciones del aborto
DOLOR
Además de todas las complicaciones del aborto, que se han expuesto dentro de la triada posta-
borto, las que más frecuentemente se presentan solo con dolor hipogástrico son la perforación y el
hematometra.
Otra causa mucho menos frecuente de dolor hipogástrico es la degeneración de un leiomioma
uterino. Un útero aumentado de tamaño con un punto doloroso sobre una masa en la pared ute-
rina junto a una ecografía en la cual el útero esta vacío y además encontramos una imagen com-
patible con un mioma son claves en el diagnóstico.
El tratamiento consiste en la administración de AINES vía oral durante al menos 48 horas.
PERFORACIÓN UTERINA
79
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
L ES I Ó N V E SI C A L
L ES I Ó N I N T E ST I N A L
La perforación uterina lateral presenta problemas especiales como un daño vascular extenso
que puede no ser reconocido inicialmente.
Durante la dilatación del cervix, éste se puede perforar lateralmente, se nota un chorro de
sangre clara que no se percibe como anormal. Una vez que se encuentra el canal correcto a
través del orificio cervical se realiza la evacuación uterina con éxito. Los vasos lesionados se
contraen y el sangrado cesa, pero reaparecerá posteriormente.
La perforación en la unión entre el cervix y el segmento uterino inferior puede lacerar la rama
ascendente de la arteria uterina produciendo un daño severo, hematoma en el ligamento ancho y
sangrado intraabdominal. Estas perforaciones suelen reconocerse en el momento en que se produ-
cen. Deben ser abordadas mediante laparoscopia, para confirmar el daño, y se realiza una laparoto-
mía para reparar la grave lesión vascular y la perforación uterina. No se suele requerir histerectomía
para reparar este tipo de lesiones, es mas, no solucionaría el problema. Las arterias uterinas se
lesionan lateralmente al lugar donde se suelen ligar en una histerectomía habitual.
Las perforaciones en la zona inferior del cervix pueden lesionar la rama descendente de la
arteria uterina, dentro del denso tejido colágeno de los ligamentos cardinales. En este caso no
80
Complicaciones del aborto
hay sangrado intraabdominal, se sangra a través del canal cervical, y puede ceder temporalmente
por la vasoconstricción arterial. Se producen episodios de hemorragias recurrentes que recidivan
tras varios legrados y agentes uterotónicos.
Este tipo de lesión vascular no se ve mediante una laparoscopia. Puede demostrarse pasando
una sonda a través del canal cervical, siguiendo el mismo curso que siguió el instrumento que
produjo la perforación, y mediante el laparoscopio ver que se introduce en el ligamento.
El tratamiento mediante embolización selectiva durante el curso de una arteriografía se está
utilizando cada día más para controlar las hemorragias pélvicas.
Si sospechamos una perforación cervical baja debido a varios sangrados recurrentes posta-
borto, debe considerarse la realización de una arteriografía de las arterias ilíacas internas y si se
reconoce la perforación, puede realizarse una embolización selectiva por el catéter arterial.
Si los restos tisulares abortivos no se evacuan en poco tiempo, puede producirse un aborto
incompleto séptico. El shock séptico y el síndrome de distres respiratorio del adulto pueden
desarrollarse rápidamente. Este cuadro debe sospecharse en cualquier mujer en edad fértil que
presente fiebre, sangrado vaginal y amenorrea pese a que no presente antecedentes de un IVE. El
diagnóstico se puede realizar mediante un test de gestación y una exploración pélvica.
Se han de realizar hemocultivos, cultivos cervicales y endometriales, e instaurar inmediata-
mente después tratamiento antibiótico de amplio espectro. Se suele utilizar triple terapia, como
por ejemplo: ampicilina 2-3g/4h + clindamicina 900 mg IV/8h ó metronidazol 7,5mg/kg/6h (la
dosis usual en un adulto es de 500 mg) +gentamicina ó tobramicina (dosis de inicio de 2mg/kg,
seguido de 1,5 a 1,7mg/kg cada 8 horas)
El útero debe ser evacuado, en el primer trimestre mediante legrado y en el segundo trimestre
según los métodos descritos anteriormente excepto la PGE2 que eleva la temperatura corporal.
Conviene que la paciente reciba el tratamiento de soporte en una unidad de cuidados inten-
sivos. Ha de controlarse la presión arterial, la presión venosa central, el gasto cardiaco, y la
resistencia vascular. También hay que controlar la diuresis. Se dan gran volumen de fluidos intra-
venosos mientras que la presión arterial sea menor de 60 mmHg, siempre que la presión venosa
central no supere los 12 a 15 mmHg. Si esto sucediese hay que dar vasopresores, el que mas
suele usarse es la dopamina.
Se controla la oxigenación tisular mediante el pulsioxímetro y los gases arteriales. El sín-
drome del distres respiratorio del adulto se produce en un 25 a un 50% de los casos. Si esto
ocurre hay que tratar inmediatamente con ventilación mecánica si la saturación de oxígeno baja
por debajo del 90%.
Si tras unas horas no responde a la evacuación uterina y al tratamiento médico, esta indicado
realizar una laparotomía. También cuando se sospecha perforación, daño intestinal, abscesos
pélvicos o miometritis clostridial. Además del drenaje de un absceso suele ser necesaria tam-
bién una histerectomía. En pacientes con aborto séptico en estado grave la histerectomía precoz
aumenta la supervivencia.
Si el intestino esta lesionado hay que realizar una enterostomía y limpiar bien la cavidad
abdominal.
La sepsis clostridial se sospecha cuando vemos bacilos gram positivos en el material extraído
del endometrio o de los tejidos afectados. Otros signos de sepsis clostridial son la taquicardia
desproporcionada a la fiebre, hematuria, y shock que evoluciona rápidamente. En estas pacientes
se instaura con rapidez un severo SDRA.
81
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
El tratamiento inicial es el mismo descrito pero en vez de ampicilina usamos altas dosis de
penicilina G (4 millones de Uds IV /4h). Si ya se ha desarrollado hemolisis, indica que se han
soltado las toxinas del clostridio. Una inmediata histerectomía mas salpingooforectomía será
probablemente necesaria. El oxígeno hiperbárico puede utilizarse como medida adicional.
CONVULSIONES
Pacientes con epilepsia a veces tienen crisis de convulsiones durante la realización del aborto
o después. El tratamiento es el usual, mantenimiento de la vía aérea.
A veces durante la dilatación cervical con anestesia paracervical se produce una reacción
vasovagal, que se ha denominado shock cervical. La paciente puede tener contracciones tónico-
clónicas y bradicardia que se recuperan en cuanto el dolor cesa. Este fenómeno se diferencia de
las convulsiones verdaderas por su brevedad, asociación a cambios cardiovasculares y la ausen-
cia de un estado postcrítico. Después de que la paciente se halla recuperado se puede administrar
atropina (0,4 a 1.0 mg IV ) y terminar el aborto.
Convulsiones generalizadas seguidas por parada cardiorespiratoria se pueden producir por
la inyección intravascular de la anestesia paracervical o por sobredosis de ésta. Su manejo
requiere intubación con soporte ventilatorio y terapia anticonvulsivante.
COMPLICACIONES PULMONARES
ANAFILAXIS
82
Complicaciones del aborto
S Í N D R O M E D E D I S T R E S R E S P I R AT O R I O D E L A D U LT O
S Í N D R O M E D E A G L U T I N A C I Ó N C E RV I C A L
A veces tras el episodio de un IVE, la mujer presenta durante los meses siguientes, episodios
de dolor que recurren mensualmente junto con la ausencia de sangrado menstrual.
En la exploración el útero es discretamente doloroso. Y en la ecografía es de esperar verlo
relleno de material ecogénico.
El tratamiento consiste en pasar un dilatador a través del cervix, con la expulsión de material
sanguinolento mucoso.
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37-47
83
CAPÍTULO
II
PROBLEMAS EN EL
II Y III TRIMESTRE DEL EMBARAZO
5
PREECLAMPSIA-ECLAMPSIA
María Martín Gómez
Mª Carmen Jiménez Fournier
PREECLAMPSIA-ECLAMPSIA
INTRODUCCIÓN
Los estados hipertensivos del embarazo son una de las complicaciones más importantes de
la gestación.
Son de las más frecuentes causas de muerte de la mujer embarazada, tanto en países desa-
rrollados, como en desarrollo; y son responsables de morbilidad potencialmente grave, general-
mente transitoria pero con riesgo de secuelas permanentes: alteraciones neurológicas, hepáticas,
hematológicas o renales.
No sólo existen repercusiones maternas si no también fetales ya que la aparición de pree-
clampsia durante el embarazo comporta un aumento importante de la morbimortalidad perinatal,
pues la alteración placentaria asociada puede producir retraso del crecimiento intrauterino, sufri-
miento fetal intraparto y riesgo de muerte fetal, que pueden obligar a finalizar la gestación antes
del término, siendo uno de las primeros motivos de prematuridad electiva por riesgo materno o
fetal. Otra de las posibles complicaciones que obligan a terminar la gestación de forma precipi-
tada es el desprendimiento de placenta normalmente inserta.
CLASIFICACIÓN
Existen múltiples clasificaciones, en este capítulo vamos a presentar la clasificación que pro-
pone la S.E.G.O. en sus “Documentos de Consenso” de 1998 que sigue los conceptos básicos del
“Programa Nacional para Educación de Hipertensión” del Instituto Nacional del Corazón, Pul-
món y Sangre, en colaboración con el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG)
publicado en 1990.
1. Hipertensión crónica.
Hipertensión arterial detectada antes del embarazo o antes de la semana 20 del mismo o que
persiste después del puerperio.
Se define hipertensión como una presión arterial mayor o igual a 140 mm Hg la sistólica, o
90 mm Hg la diastólica; determinadas en 2 ocasiones separadas un mínimo de 4 horas.
89
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
2. Preeclampsia – eclampsia.
Preeclampsia: se define como el hallazgo, después de la semana 20 de embarazo (salvo en
casos de enfermedad trofoblástica o hidrops) de hipertensión, acompañada de proteinuria, edema
o ambos.
-El edema se diagnostica por hinchazón clínicamente evidente que se localiza preferente-
mente en cara y manos, con carácter persistente a pesar del reposo, que puede generalizarse
y en su grado máximo producir edema agudo de pulmón. Pero la retención de líquidos puede
también manifestarse como aumento de peso (1 kg de peso en una semana o menos) sin edema
evidente; por lo que el edema no debe incluirse en la definición de preeclampsia, además muchas
embarazadas normotensas van a presentar edemas y no se detecta edemas en todos los casos de
preeclampsia; por lo que no se considerará preeclampsia si sólo hay hipertensión y edema.
-Proteinuria se define como excreción proteica de 300 mg o más en orina de 24 horas; o
mediante medición en 2 muestras tomadas al azar, recogidas con sonda con un intervalo mínimo
de 4 horas y que den un resultado 1 gr de albúmina por litro, o 2+ cuando se valore con tiras
reactivas, o 0,3 gr por litro o 1+ con tiras reactivas si la osmolaridad es < 1.030 y el ph<8.
Eclampsia: es la presencia de convulsiones en una paciente con preeclampsia, que no pueden
ser atribuidas a otra causa.
4. Hipertensión transitoria.
Se define como el desarrollo de hipertensión durante el embarazo o primeras 24 horas del
puerperio sin otros signos de preeclampsia o hipertensión preexistente.
Es un diagnóstico retrospectivo y si hay dudas el caso debe clasificarse como preeclampsia.
R E S U M E N D E L A F I S I O PAT O L O G Í A
90
Preeclampsia-eclampsia
En función de estos cambios existe una serie de criterios para valorar y determinar que nos
encontramos ante un cuadro de preeclampsia grave, siendo necesario que aparezca tan sólo uno
de los siguientes para diagnosticar el cuadro de preeclampsia grave:
91
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
- Tensión arterial sistólica de 160 mm Hg o más y/o tensión arterial diastólica mayor o igual
a 110 mm Hg.
- Proteinuria de 3 gramos o más en orina de 24 horas (o 3+ en tira reactiva).
- Creatinina sérica mayor de 1,2 mg / dl.
- Menos de 100000 plaquetas / ml o bien anemia hemolítica microangiopática.
- Enzimas hepáticas elevadas por encima de los niveles normales del laboratorio.
- Cefalea, alteraciones visuales o dolor epigástrico.
- Hemorragia retiniana, exudado en fondo de ojo o papiledema.
- Edema pulmonar.
- Oliguria (diuresis menor de 400-500 ml/ 24h).
- Eclampsia.
C L Í N I C A - M O T I V O D E C O N S U LTA
ACTITUD DIAGNÓSTICA
Cuando nos enfrentemos a una mujer remitida por hipertensión o en la que detectemos una
hipertensión inducida por el embarazo lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que la
toma de tensión arterial es correcta y confirmar la hipertensión arterial.
En ocasiones, la tensión arterial puede ser debida a la ansiedad que sufre la paciente por
encontrarse en el hospital por lo que debemos dejar a la paciente en reposo y tomar la tensión
arterial pasado un tiempo para corroborar los niveles de tensión arterial.
92
Preeclampsia-eclampsia
Se debe realizar una historia clínica completa y detallada, se elaborará una anamnesis
interrogando a la paciente sobre posibles síntomas que ella no haya referido: cefalea de predomi-
nio frontal, alteraciones visuales (escotoma centelleante, moscas volantes, fotofobia), náuseas,
vómitos, dolor epigástrico en barra, oliguria, somnolencia, hematemesis, hematuria, disnea de
esfuerzo.
Así mismo debemos hacer hincapié en los antecedentes de la paciente para detectar aquellos
factores de riesgo que predispongan a padecer una preeclampsia. Algunos de los que se detallan
no son aceptados por todos los autores.
Para completar el estudio se solicitarán las pruebas analíticas que podamos obtener de urgen-
cia en nuestro laboratorio:
- Sistemático de sangre, buscando hemoconcentración.
- Estudio de coagulación, para detectar una posible plaquetopenia.
- Sistemático de orina, descartar proteinuria.
Si la sospecha de preeclampsia es clara debemos solicitar la analítica de función hepática y
renal que podamos (transaminasas, LDH, ácido úrico...)
Debido a la posible repercusión fetal en caso de preeclampsia en todas las pacientes hiper-
tensas debe realizarse una correcta evaluación del estado fetal tanto desde el punto de vista del
crecimiento (riesgo de retraso del crecimiento intrauterino) como del bienestar fetal. Se realizará
por tanto ante el diagnóstico de preeclampsia una ecografía de control de crecimiento y líquido
amniótico, eco-doppler y un RCTG.
93
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Se realizará con aquellos procesos que cursen con hipertensión arterial crónica independien-
temente del embarazo para lo que es preciso conocer las características diferenciales entre hiper-
tensión inducida por el embarazo y preeclampsia.
ACTITUD TERAPÉUTICA
Los fármacos utilizados en estos casos van encaminados al control de la hipertensión arterial
o a prevenir las convulsiones; pero no actúan sobre el curso de la enfermedad.
FÁRMACOS HIPOTENSORES
94
Preeclampsia-eclampsia
Como efectos secundarios frecuentemente aparece taquicardia (si es mayor de 140 latidos
por minuto, y no existe contraindicación como el asma, puede administrarse propanolol a dosis
de 1mg/minuto hasta un total de 5 mg).
También puede producir aumento del gasto cardiaco y disminución de la perfusión uteropla-
centaria que puede ser observada por la aparición de desaceleraciones tardías; esto ocurre con
más frecuencia cuando la presión diastólica desciende bruscamente por debajo de 80 mm Hg.
Por lo tanto la hidralacina puede provocar distress fetal.
Asimismo puede provocar hiperglucemia (en general transitoria), retención de sodio (excep-
cionalmente es preciso administrar un diurético no tiacídico), hipotensión excesiva (corregible
mediante un simpaticomimético tipo noradrenalina), y relajación del músculo liso pudiendo
detener el parto.
La dosis se inicia con un bolo intravenoso de 5 mg, administrado durante 1-2 minutos, que
se repiten cada 20 minutos si la disminución de tensión arterial no es la deseada hasta un total
de 30-40 mg.
Cuando la tensión arterial disminuye por debajo de 160/110 mm Hg cesan los bolos y se
continúa con una perfusión i.v. a un ritmo de 3-7 mg/hora. Aunque su uso debe restringirse a las
urgencias hipertensivas para prevenir la tolerancia con el uso crónico.
95
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Sus efectos secundarios más frecuentes son: somnolencia, depresión, debilidad, hipotensión
postural y cefalea.
A N T I C O N V U L S I VA N T E S :
96
Preeclampsia-eclampsia
Por lo que durante su uso, cada hora, debe confirmarse la existencia del reflejo rotuliano,
la frecuencia respiratoria (que debe ser mayor de 16 respiraciones por minuto), y una diuresis
mayor o igual a 30 ml por hora (se colocará sonda vesical permanente a las pacientes en las que
se inicie tratamiento con sulfato de magnesio).
En caso de intoxicación debe administrarse 1 mg de gluconato cálcico i.v. (10 ml al 10%) a
pasar en 1-2 minutos.
El tratamiento con sulfato de magnesio debe mantenerse 48 horas postparto.
ACTUACIÓN
En caso de que durante el tiempo de estancia en urgencias se normalice la tensión arterial, los
datos analíticos sean normales y el RCTG indique bienestar fetal, la paciente será dada de alta
debiendo seguir controles de tensión arterial en su Centro de Salud 2-3 veces a la semana, y en
caso de detectarse tensiones arteriales mayores o iguales de 140/90 mm Hg, la paciente deberá
volver al servicio de urgencias para ser valorada por el tocólogo.
Si se confirma el diagnóstico de preeclampsia el tratamiento definitivo es la finalización de
la gestación en embarazos a término. En edades tempranas de la gestación se recomienda un
tratamiento conservador procediéndose a la finalización de la gestación cuando se alcanza la
madurez pulmonar fetal o cuando el estado materno o fetal empeora.
GESTACIÓN A TÉRMINO:
En todo caso de preeclampsia diagnosticado en una paciente con gestación a término está
indicado la inducción del parto; cuando el feto se encuentra en un grado de bienestar adecuado
puede permitirse el parto vaginal con maduración cervical si fuera preciso.
97
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
GESTACIÓN PRETÉRMNO:
En estos casos se procederá de diferente manera dependiendo de la gravedad del cuadro.
PREECLAMPSIA GRAVE: Ante una paciente que se presente con un cuadro de hiperten-
sión grave persistente la conducta aconsejada será la siguiente:
-Establecer tratamiento hipotensor, en este caso el fármaco más indicado sería la hidralacina
i.v. o bien nifedipino sublingual.
-Establecer tratamiento anticonvulsivante endovenoso con sulfato de magnesio, que se man-
tendrá hasta el parto y un mínimo de 48 horas postparto.
-Valoración del estado materno y fetal. Si a pesar del tratamiento no se controla la tensión o
existen pródromos de eclampsia (es raro que ésta se instaure sin síntomas prodrómicos) o existen
signos de sufrimiento fetal debe finalizarse la gestación inmediatamente, independientemente de
la edad gestacional, administrando corticoides para la maduración pulmonar aunque sólo haya
tiempo para administrar una dosis.
98
Preeclampsia-eclampsia
En caso de controlarse la tensión arterial y no darse los otros supuestos la conducta dependerá
de la edad gestacional.
- 32-34 SEMANAS: dado el buen pronóstico de los neonatos a largo plazo, la prolongación
del embarazo no ofrece un gran beneficio, por lo que se debe inducir la madurez pulmonar
fetal y extraer al feto en 48 horas.
Al ingreso se indicará control de tensión arterial estricto, se pedirá toda la analítica para valo-
rar el estado materno por si existe urgencia materna para finalizar la gestación y se dejará
pautado el tratamiento antihipertensivo.
99
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
SÍNDROME DE HELLP
Síndrome caracterizado por hemolisis (H), elevación de enzimas hepáticas (elevated liver,
EL), y recuento de plaquetas bajo (low platelets, LP).
Este síndrome, asociado con morbimortalidad materna y fetal elevada, suele manifestarse
clínicamente mediante síntomas digestivos: dolor en epigastrio o en hipocondrio derecho. La
hipertensión y la proteinuria pueden ser en este momentos leves o ausentes por lo que los datos
para establecer el diagnóstico son analíticos:
100
Preeclampsia-eclampsia
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Debe establecerse con los siguientes cuadros: púrpura trombopénica autoinmune, enferme-
dad crónica renal, pielonefritis, colecistitis, gastroenteritis, hepatitis, pancreatitis, púrpura trom-
bótica trombopénica, síndrome urémico hemolítico, hígado graso del embarazo.
T R ATA M I E N T O
El tratamiento debe realizarse como el de una preeclampsia grave aunque muchos autores
consideran que ante un verdadero síndrome de HELLP el tratamiento debe ser la finalización de
la gestación independientemente de la edad gestacional.
La vía del parto se considerará como en el caso de la preeclampsia.
En el síndrome de HELLP están contraindicadas las anestesias locorregionales, por lo que se
usará infiltración local del periné en el parto vaginal y anestesia general en caso de intervencio-
nes tocúrgicas.
La transfusión de plaquetas está indicada antes o después del parto en recuentos inferiores a
20000/mm cúbico.
En caso de cesárea se transfundirá con recuentos inferiores a 50000/mm cúbico.
Recientemente han aparecido estudios en la literatura que concluyen que la administración
de corticoides a dosis altas en pacientes con síndrome de HELLP supone un beneficio, no sólo
para inducir la madurez pulmonar fetal, si no que aporta beneficios maternos ya que mejora el
recuento de plaquetas y reduce los niveles de enzimas hepáticas.
BIBLIOGRAFÍA
101
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
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102
6TRAUMATISMOS
DURANTE EL EMBARAZO
Pilar Lafuente
TRAUMATISMOS
DURANTE EL EMBARAZO
INTRODUCCIÓN
Los traumatismos son la primera causa de muerte no obstétrica en la mujer durante el emba-
razo, en el momento actual.
Los efectos del traumatismo van a estar condicionados por: la edad gestacional, tipo, severi-
dad y localización, así como de las alteraciones que se produzcan en la fisiología feto-placenta-
ria.
La mujer embarazada puede sufrir los mismos traumatismos que la mujer no gestante, pero
la respuesta del organismo al traumatismo es diferente debido a los cambios fisiológicos y ana-
tómicos que se producen a lo largo de la gestación. Además hemos de tener en cuenta en todo
momento que estamos tratando dos vidas: la de la madre y la de su hijo; y que el feto puede sufrir
tanto lesiones directas como derivadas de las alteraciones maternas.
M O T I V O D E C O N S U LTA E N U R G E N C I A S
• Accidente de tráfico.
• Caída accidental.
• Herida por arma blanca o de fuego.
• Tras haber sufrido una agresión física.
• Quemaduras.
• Electrocución o herida causada por electricidad.
D E R I VA C I Ó N D E L A S PA C I E N T E S A U N C E N T R O H O S P I TA L A R I O
105
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
HISTORIA CLÍNICA
VA L O R A C I Ó N I N I C I A L D E L A G E S TA N T E C O N T R A U M AT I S M O
T I P O S D E T R A U M AT I S M O S
Los traumatismo suceden en el 7-8% de las gestaciones, siendo la mayoría de ellos leves.
Generalmente las complicaciones y la morbilidad fetal aparece en los casos de traumatismos
graves, pero en los casos leves también pueden aparecer importantes complicaciones como
parto prematuro, desprendimiento prematuro de placenta (DPPNI), rotura uterina, lesión
directa del feto, muerte fetal o la hemorragia fetomaterna masiva. Por tanto a pesar de que
no existan lesiones externas, o que el vehículo no haya sufrido daños externos, no podemos
menospreciar ningún signo y síntoma, ni realizar los oportunos controles de bienestar fetal y
materno, ya que pueden aparecer complicaciones.
A continuación describimos los diferentes tipos de traumatismos que se pueden producir:
T R A U M AT I S M O A B D O M I N A L D I R E C T O
La causa más frecuente de traumatismo abdominal directo son los accidentes de tráfico,
seguido por las caídas accidentales y los golpes sobre el abdomen. También debemos mencionar
la violencia doméstica como una causa no poco infrecuente de traumatismo abdominal directo,
en este caso además de la atención médica deberemos alertar a los servicios sociales y en algunos
casos a la policía.
106
Traumatismos durante el embarazo
Después del primer trimestre el útero se convierte en el blanco principal de las fuerzas abdo-
minales. Debido al crecimiento uterino, se produce una elongación y diástasis de los músculos
rectos anteriores del abdomen, que puede enmascarar los signos de irritación peritoneal.
Cuando una mujer acude al servicio de urgencias tras haber sufrido un traumatismo abdo-
minal directo las complicaciones obstétricas, más inmediatas que se pueden producir y las que
tenemos que tener en la cabeza para descartar su presencia son: desprendimiento de placenta, la
amenaza de parto pretérmino (APP), rotura uterina y la rotura prematura de membranas (RPM).
ABRUPTIO DE PLACENTA
Es la causa más frecuente de pérdida fetal tras un trau-
matismo, siendo responsable del 60- 70% de todas las
pérdidas fetales.
Los signos y síntomas del abrupcio placentae varían
mucho dependiendo de la severidad de la separación
de la placenta. El sangrado vaginal es el signo más fre-
cuente (80%), seguido por dolor uterino o dolor en la
zona lumbar, así mismo pueden aparecer contracciones
o dolores similar a una regla, hipertonía uterina y por
último muerte fetal. En los casos más severos, se pre-
senta la muerte fetal intrauterina acompañando a una
contracción uterina tetánica. (Fig. 1) Fig. 1 Abruptio placenta
ROTURA UTERINA
Es muy poco frecuente; se produce en menos del 1% de los traumatismos severos. Casi siem-
pre provoca la muerte fetal. La mortalidad materna ocurre en el 10% de los casos en que
se presenta esta entidad clínica. Sin embargo la muerte materna suele sobrevenir secundaria-
mente a otras lesiones graves asociadas.
Por lo general se asocia con un traumatismo abdominal frontal severo, con fracturas de la
pelvis y a edades gestacionales próximas al término.
En estos tipos de traumatismos no penetrantes, a medida que se llega al término de la gesta-
ción, la cabeza fetal se va encajando en la pelvis, asociándose así con lesión directa del feto
(fractura y lesión cefálica fetal).
La presentación clínica es muy variable, ya que puede oscilar entre unas pequeñas molestias
abdominales en una mujer hemodinámicamente estable, a un gran dolor uterino en una mujer
con shock hipovolémico. Por tanto los signos más frecuentes son dolor abdominal de dife-
rente intensidad, signos de hipovolemia, distress o muerte fetal.
Es importante saber que esta lesión puede acompañarse de otras lesiones viscerales (vesical,
intestinal, ...). Este evento se produce en el segundo y tercer trimestre, ya que durante el
primer trimestre el útero está protegido por la pelvis.
Si la paciente tiene antecedentes de cesáreas y/o cirugía uterina previa, se incrementa el
riesgo de rotura uterina; pero también puede presentarse en ausencia de estos antecedentes.
T RA UM AT I SM O PE N E T R A N TE
Heridas por arma blanca y por armas de fuego no son infrecuentes en el embarazo en deter-
minados ambientes urbanos.
Heridas por navajas y pistolas en cualquier parte del cuerpo, deben tratarse de la misma
forma que si la mujer no estuviera embarazada, con la excepción de que el feto también deberá
107
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
QUEMADOS
El acercamiento inicial a la gestante con quemaduras debe ser igual que si no estuviera emba-
razada. El manejo de estas pacientes va a depender por tanto de la localización, extensión y
profundidad de las quemaduras.
Saber que el pronóstico fetal depende del materno.
Del total de pacientes atendidos en las unidades de quemados las embarazadas representan
el 4%.
El porcentaje de la superficie corporal quemada se correlaciona directamente con el pronós-
tico materno. A igual extensión de las quemaduras, el pronóstico para la paciente se ensombrece
si está embarazada. En los estudios revisados se comunica una mortalidad materna cercana al
80%, en las pacientes que tienen más del 30% de la superficie corporal afectada.
El hecho de estar embarazada, no modifica la supervivencia materna, no así la supervivencia
fetal, que se ve seriamente comprometida.
En las gestantes con quemaduras severas (con más del 50% de la superficie corporal afec-
tada), es imperativo instaurar el parto; sino por un lado aseguramos la muerte materna y por otro
lado, no conseguimos mejorar la supervivencia fetal si prolongamos la vida fetal intrauterina, en
este estado materno.
Las principales causas de muerte materna: en un primer momento la hipoxia (por inhalación)
y la hipovolemia (por la pérdida masiva de líquidos que se produce con las quemaduras), y más
tardíamente igual que en las pacientes no gestantes, las complicaciones derivadas de la infección
de las quemaduras y la sepsis posterior.
HERIDA ELÉCTRICA
Las pacientes gestantes que han sufrido un accidente eléctrico deben ser tratadas como si
no estuvieran embarazadas. El pronóstico fetal es incierto, ya que de los pocos casos publica-
dos, los resultados son muy dispares; en una serie no se ha descrito ningún problema y en la
otra serie los problemas más frecuentes fueron : oligoamnios y crecimiento fetal retardado.
Por lo que la principal recomendación para el manejo de estas pacientes es la realización de
ecografías seriadas para evitar estos problemas.
VA L O R A C I Ó N
Un factor clave a la hora de valorar gestantes con diversos tipos de traumatismos, es tener el
conocimiento de que la severidad del traumatismo no siempre se corresponde con el pronóstico
108
Traumatismos durante el embarazo
fetal. El 70-80% de todas las pérdidas fetales que se producen en gestantes con algún tipo de
traumatismo, se dan en casos de traumatismos leves.
Por ello la recomendación más importante a la hora de enfrentarse a gestantes que han sufrido
cualquier tipo de traumatismo, de la severidad que sea, es que deben ser evaluadas con deteni-
miento y no menospreciar el más mínimo detalle por pequeño que parezca.
La evaluación de las mujeres embarazadas con un traumatismo está dificultada por los cam-
bios fisiológicos del embarazo, que a continuación describimos.
C AM B I O S A N AT Ó M I C O S
109
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
C A M B I O S E N E L A PA R AT O D I G E S T I V O
CAMBIOS PULMONARES
110
Traumatismos durante el embarazo
C A M B I O S E N L O S VA L O R E S A N A L Í T I C O S
• Como hemos comentado debido al aumento del volumen sanguíneo que se produce en la
gestación, a expensa sobretodo del plasma, se produce una anemia dilucional. Por esto
valores de Hemoglobina entre 11-13 g/dL y Hematocrito entre 30-36 son normales.
• La leucocitosis también es una propiedad normal del embarazo por ello valores de 13.000
- 14000/mm3 son normales. Durante el parto se pueden elevar a 20.000 - 25.000/mm3.
• El recuento plaquetario o no varía o desciende mínimamente.
• A pesar del estado de hipercoagulabilidad que se produce en el embarazo, el tiempo de
protrombina y el tiempo de tromboplastina parcial activada no varían.
C A M B I O S E N E L S I S T E M A U R O G E N I TA L
DIAGNÓSTICO
Las pruebas diagnósticas que debemos realizar no deben variar por el hecho de que nuestra
paciente esté embarazada.
Remarcar que por su estado gestante una vez evaluado y estabilizado su estado general,
es obligatorio la realización de una exploración ginecológica, una ecografía obstétrica y en
gestantes del 2º y 3º trimestre, debe realizarse un registro cardiotocográfico de larga duración
(2-4 horas) dependiendo de la severidad del golpe y/o heridas.
Es preferible en caso de necesidad, la utilización de la RMN, que el TAC. Debe utilizarse el
delantal abdominal para la realización de las radiografías, que se estimen oportunas.
M A N E J O D E L A G E S TA N T E C O N T R A U M AT I S M O
111
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
RECONOCIMIENTO PRIMARIO
112
Traumatismos durante el embarazo
uterina y descartaremos la instauración del parto, así como escuchar el latido cardiaco fetal
(LCF).
Se debe proceder al sondaje uretral. Las pacientes que necesitan resucitación cardiopulmonar
(RCP) debe realizarse una cesárea perimortem (ver capítulo 26).
Es conveniente enfatizar que los pasos que deben de tomarse son los mismos que en pacien-
tes no gestantes, teniendo la precaución de si la gestante está embarazada de más de 20 semanas
colocarla adecuadamente y que se debe infundir abundante cantidad de solución cristaloide ya
que síntomas de hipovolemia aparecen con grandes pérdidas sanguíneas. Recordar que la causa
más frecuente de muerte fetal es la muerte materna, por ello la resucitación y estabilización de
la madre debe preceder a la evaluación fetal.
RECONOCIMIENTO SECUNDARIO
Una vez que hemos salvado la urgencia vital, hemos identificado las heridas más severas y
nos hemos hecho una idea del estado de la gestación ,se procede a un examen exhaustivo de la
paciente desde la cabeza a los pies y solicitamos todas las pruebas complementarias necesarias,
incluidas las del diagnóstico del bienestar fetal.
Se deben incluir, todas las pruebas de imagen pertinentes al caso clínico en concreto (con
protección abdominal), el estar embarazada no debe ser un obstáculo para no realizar cualquier
prueba de imagen diagnóstica (radiografía, TAC, RMN, etc.). Analítica: hemograma, estudio de
coagulación, grupo sanguíneo, pruebas cruzadas, bioquímica general, incluyendo glucemias y
electrolitos. Es aquí cuando debemos realizar un estudio exhaustivo del bienestar fetal y com-
probar si hay sangrado vaginal, rotura prematura de membranas, y la presentación fetal.
Debe investigarse la presencia o no de hemorragia feto-materna (HFM) con el test de Klei-
hauer-Betke, que es capaz de identificar cantidades tan pequeñas como 0.1 mL de sangre fetal,
en la circulación materna. La incidencia de HFM es cuatro o cinco veces más alta en mujeres
embarazadas que han sufrido un traumatismo que aquellas con heridas únicamente. A las ges-
tantes Rh-negativo con traumatismo, debe administrarse gamma globulina anti-D (GG-D). Para
calcular la dosis apropiada de GG-D en las pacientes Rh-negativo con evidencia de HFM , está
la siguiente fórmula:
(nº de células fetales / nº de células maternas) X volumen de células rojas maternas =
nº células fetales en la circulación materna
debe utilizarse un mililitro de GG-D (300 mg) por cada 15 mL de células fetales o 30 mL de
sangre fetal que se detecta. Generalmente el volumen medio de HFM es menos de 15 mL de
sangre fetal y casi el 90% de las pacientes presentan menos de 30 mL. Por esto en la mayoría de
las pacientes 300 mg será suficiente. Si realizamos un test de coombs indirecto en el día posterior
a la administración de la GG-D será positivo, y en días sucesivos se irá negativizando. Final-
mente si el test de Kleihauer-Betke es negativo, en una paciente no inmunizada que ha sufrido
un traumatismo se debe de administrar profilácticamente 300 mg de GG-D, si tenemos en cuenta
el riesgo de HFM en presencia de un traumatismo y la mínima cantidad de sangre necesaria para
sensibilizar a una madre Rh-negativo.
E VA L U A C I Ó N F E TA L
La lesión o muerte fetal, que se pueden suceder tras un traumatismo materno se produce
por diversos mecanismos. Generalmente el pronóstico fetal se correlaciona con la severidad del
traumatismo materno, aunque desafortunadamente la muerte fetal puede sobrevenir en casos en
que la madre casi no ha sufrido ninguna lesión.
113
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
TABLA 1:
ALGORITMO PARA EL MANEJO DE LA PACIENTE GESTANTE
CON POLITRAUMATISMO
114
Traumatismos durante el embarazo
M A N E J O D E L A S G E S TA N T E S C O N Q U E M A D O S
115
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Pacientes con una superficie corporal quemada mayor del 50% y fetos viables, se recomienda
terminar la gestación. La supervivencia fetal disminuye por un inadecuado volumen de hidrata-
ción, infección de los quemados, fallecimiento materno e instauración del parto.
La complicación obstétrica más frecuente en las gestantes con quemados es el parto pre-
término (PPT). Se desencadena por deshidratación, hipoxemia y liberación de los mediadores
de tejidos quemados. El tratamiento del PPT debe individualizarse. La utilización de fármacos
b-miméticos está contraindicado. El uso de sulfato de magnesio debe de hacerse con extremo
cuidado si la paciente presenta fallo renal concomitantemente.
PREVENCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1 Abbott J.T. Manejo de las urgencias en la paciente obstétrica. En: Complicaciones Médicas
Durante el Embarazo. Burrow G.N; Ferris T.F. 4ª Ed. Panamericana. Buenos Aires 1996. P:
253-263.
2 Cabero Ll. Patología quirúrgica, traumatismos y gestación. En: Riesgo Elevado Obstétrico.
Colección de Medicina Materno-Fetal. Ed. Masson. Barcelona 1996; p: 416-419.
3 Clark SL, Cotton D, Hankins G, et al. Trauma and envenomation. En: Critical Care Obste-
trics. 3rd Edition. Blackwell Science. Massachusetts 1997. p: 597-628.
4 Clark SL, Cotton D, Hankins G, et al. Thermal and electrical injury. En: Critical Care Obs-
tetrics. 3rd Edition. Blackwell Science. Massachusetts 1997. p: 629-635.
5 Dominguez Picón. Traumatismo durante el embarazo. En : Principio de Urgencias, Emer-
gencias y Cuidados Críticos http://www.uninet.edu/tratado/c1108i.html
6 Pearlman MD. Trauma in pregnancy. En: Emergency care of the woman. McGraw-Hill.
USA 1998. p: 69-76.
116
7
METRORRAGIA EN GESTACIONES
MAYORES DE 25 SEMANAS
María Dolores Maldonado
Antonio Palacios
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
118
METRORRAGIA EN GESTACIONES
MAYORES DE 25 SEMANAS
INTRODUCCIÓN
P L A C E N TA P R E V I A
DEFINICION E INCIDENCIA
Se conoce con el nombre de placenta previa (PP) la inserción total o parcial de la placenta en
el segmento inferior uterino, así, las modificaciones dinámicas que maduran y dilatan el cuello
pueden provocar desprendimiento de la placenta que se manifestará a través de hemorragia. Para
aceptar el término clínico se exige, además, que la paciente tenga hemorragia genital.
La PP constituye la primera causa de hemorragia en la segunda mitad del embarazo, aparece
en 1/125-1/250 gestaciones y las recidivas en posteriores embarazos son del 1-3%.
F I S I O PAT O L O G Í A
119
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
4. Lateral o de inserción baja: está implantada en el segmento inferior uterino, sin llegar al OCI
pero muy cerca de él.
La PP se asocia con “placenta acreta” en un 15% de los casos, y constituye la complicación
más grave de la PP. Esta asociación podría explicarse por el hecho de que el segmento inferior
uterino tiene escasa reacción decidual, de modo que las vellosidades penetran en su pared,
haciéndola más frágil y menos elástica. Otros hallazgos frecuentes en la PP son la “placenta
subcenturiata” (lóbulo accesorio pequeño en las membranas, a cierta distancia del borde placen-
tario), así como el cordón umbilical de implantación excéntrica y a veces inserción velamentosa
con vasos previos. También se asocia a alteraciones de la estática fetal con presentaciones fetales
anómalas y prolapso de cordón.
ET I OLO G Í A
En la mayoría de las PP no es posible encontrar una etiología específica. Aparece con más
frecuencia en pacientes con cicatrices uterinas de intervenciones previas (cesáreas, legrados),
multíparas (la zona de implantación placentaria de gestaciones anteriores deja cicatriz), antece-
dente de placenta previa y gestaciones con placentas de gran tamaño como embarazos múltiples,
eritroblastosis fetal o diabetes.
D I A GN Ó ST I C O
2. DIAGNÓSTICO ECOGRÁFICO.
La relación de la placenta con el OCI es difícil de establecer en ocasiones por vía transab-
dominal (sobre todo en placentas posteriores), pero puede determinarse correctamente por vía
transvaginal en la totalidad de los casos, por tanto, su utilización es aconsejable siempre que
la ecografía transabdominal resulte dudosa, sobre todo, si la vejiga materna se halla muy disten-
dida, en caso de contracción uterina, miomas ístmicos, interposición de partes fetales o presencia
de coágulos sanguíneos.
Cuando la PP se identifica ecográficamente antes de la 30 semana de gestación, hay que tener
en cuenta que puede tratarse de un diagnóstico temporal (alrededor de un 5-6% de las placentas son
previas entre la 9ª y la 18ª semana, pero sólo un 0,5% lo son a término), esto es debido a que la
placenta puede cambiar su situación respecto al OCI (“migración placentaria”) con el crecimiento
del útero y la formación y distensión del segmento inferior uterino, por lo que el diagnóstico a
edades tempranas no tiene valor definitivo.
120
Metrorragia en gestaciones
mayores de 25 semanas
D E S P R E N D I M I E N T O P R E M AT U R O D E P L A C E N TA N O R M A L M E N T E
I N S E R TA
DEFINICION E INCIDENCIA
F I S I O PAT O L O G Í A
ETIOLOGIA
La causa primaria del DPPNI se desconoce. Existen una serie de condiciones o circunstancias
que están asociadas a esta patología que se exponen a continuación:
1. Enfermedades vasculares: diabetes, nefropatías, HTA, preeclampsia.
2. Tabaco, alcohol, cocaína.
3. Edad avanzada de la madre y multiparidad.
4. Carencias nutritivas: ácido fólico, vitamina A, anemia.
5. Traumatismos externos: accidentes de tráfico, caídas.
6. Yatrogenia: versión externa, administración errónea de ciertas sustancias, pruebas de estrés.
7. Malformaciones uterinas (mioma retroplacentario).
8. Brusca descompresión uterina al evacuar un hidramnios.
9. Cordón umbilical corto.
10. Hipofibrinogenemia congénita.
11. Síndrome supino-hipotensivo.
DIAGNÓSTICO
DIAGNÓSTICO ECOGRÁFICO.
El signo ecográfico principal del DPPNI es la visualización de un hematoma retroplacentario,
cuyo aspecto depende del grado de organización del coágulo sanguíneo que separa la placa basal
121
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
placentaria de la pared uterina. En el DPPNI no siempre existe una correlación entre las observaciones
ecográficas y la clínica; a veces se puede visualizar un hematoma de pequeño tamaño que resulta
asintomático y que suele tratarse sólo de un hallazgo ecográfico, por otra parte, con clínica muy sig-
nificativa la ecografía puede no mostrar la presencia de hematoma. Esto se debe a que el aspecto del
hematoma es variable:
- si el coágulo es reciente, la imagen es hiperecogénica o isoecogénica al tejido placentario
(la zona isoecogénica del hematoma puede interpretarse como parénquima de la propia
placenta),
- si existe acúmulo líquido de sangre (sin coágulo), la imagen es hipoecogénica,
- con el paso del tiempo, la organización del coágulo proporciona una imagen más o menos
heterogénea, con tendencia a la hipoecogenicidad (por resolución del hematoma a partir
de la 2ª semana).
El diagnóstico diferencial se plantea
con una contracción miometrial locali-
zada o con un mioma uterino.
A pesar de la dificultad diagnóstica
señalada, tras la sospecha clínica de un
DPPNI, siempre debe hacerse una eco-
grafía obstétrica para descartar la pre-
sencia de placenta previa, la cual puede
o no presentar signos de desprendi-
miento asociado.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
En las mujeres con hemorragia durante la segunda mitad del embarazo, siempre debe sospe-
charse una PP. No debe descartarse esta posibilidad, hasta que el estudio apropiado, que incluye
la ecografía, haya demostrado su ausencia.
Las características de la hemorragia, los síntomas acompañantes y la exploración nos ayuda-
rán a diferenciar la PP del DPPNI (Tabla 1).
122
Metrorragia en gestaciones
mayores de 25 semanas
El diagnóstico diferencial de la PP y el DPP debe establecerse con las demás causas capaces
de provocar metrorragia en el tercer trimestre:
1. Rotura uterina. La interrupción de la integridad de la cavidad uterina en el embarazo tiene
serias consecuencias fetomaternas. La mortalidad materna es del 10-40% y la fetal del 50%.
La rotura uterina ocurre cuando existe debilidad de la pared uterina y/o aumento de la presión
intrauterina. El factor predisponente más frecuente es la cirugía uterina previa (cesárea, mio-
mectomía, resección septo uterino), otros factores son las implantaciones placentarias anó-
malas (placenta accreta, increta, percreta), invasión molar o coriocarcinoma, multiparidad,
hipertonias o traumatismos abdominales.
La hemorragia suele ser más leve y el estado general más grave. Con frecuencia las partes
fetales se palpan con mayor facilidad, y si la presentación fetal se ha encajado con el trabajo
de parto, tras un tacto vaginal se detecta que la presentación se ha alejado del estrecho supe-
rior.
Se ha diferenciado el concepto de rotura y dehiscencia. La dehiscencia uterina es la separa-
ción del miometrio por el lugar de una cirugía previa con la integridad de la serosa uterina. La
rotura incluye todo el espesor de la pared uterina, incluido serosa, dejando en comunicación
la cavidad uterina con la cavidad abdominal. En la rotura uterina el defecto puede originarse
tras cirugía previa o espontáneamente.
2. Rotura de vasos previos. Vasa previa es una entidad en la cual los vasos umbilicales trans-
curren por las membranas sin la protección del cordón umbilical o de tejido placentario, y
atraviesan el segmento uterino más inferior por delante de la presentación, en contacto con
el OCI o en su región circundante. La lesión de los vasos en el momento del parto, por la
presentación fetal o por la amniorrexis espontánea o artificial, ocasiona una hemorragia fetal
con elevada mortalidad perinatal, mayor del 75%. Su presencia se asocia a una inserción
velamentosa de cordón, a una placenta bilobulada o a un lóbulo accesorio. La incidencia,
difícil de conocer, se estima entre 1/1000 a 1/5000 partos. La palpación ocasional del vaso o
su visualización por amnioscopia permiten el diagnóstico.
3. Rotura del seno marginal de la placenta o hematoma decidual marginal. Es una rara
complicación en placentas de inserción normal. Generalmente es debido al sangrado del
seno venoso marginal de la placenta (hematoma de baja presión), lo cual supone una dife-
rencia fundamental con respecto al hematoma retroplacentario central, cuyo sangrado pre-
senta componente arterial. La morbilidad fetal depende del volumen del hematoma, que si
es importante puede estar asociado a parto prematuro por su efecto irritante sobre el útero.
Suelen asociarse a tabaquismo materno.
4. Amenaza de parto prematuro. Las contracciones provocan modificaciones cervicales con
una ligera hemorragia. La dinámica será regular y se palpará borramiento y/o dilatación cer-
vical.
5. Otras: Pólipos endocervicales, erosiones o desgarros cervicales, cáncer de cérvix, varices
vaginales, vulvares o cervicales, cuerpos extraños, hemopatías, degeneración miometrial ute-
rina e incluso patología vesical e intestinal.
ACTITUD EN URGENCIAS
Ante una hemorragia de la segunda mitad del embarazo procedente del útero, no se practi-
cará tacto vaginal, se asegurará una vía de perfusión endovenosa, se infundirán cristaloides para
la reposición hídrica y se derivará urgentemente a la atención especializada, sabiendo que toda
hemorragia del tercer trimestre requiere hospitalización.
123
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Figura 1
124
Metrorragia en gestaciones
mayores de 25 semanas
PRONÓSTICO
BIBLIOGRAFÍA
1. Arias F. Hemorragias del tercer trimestre. En: Guía práctica para el embarazo y el parto de
alto riesgo. Madrid: Mosby/Doyma; 1995. p. 163-184.
2. Garay G., Marín S., Iñarra J. Placenta previa: Concepto y clasificación. Su estudio. En:
Cabero L. Manual del residente de obstetricia y ginecología. Tomo I. Madrid: Litofinter S.
A. 1997. p. 851-864.
3. Monleón I. , Maiques V. Estudio del desprendimiento prematuro de placenta normalmente
inserta. Otras anomalías de la implantación. En: Cabero L. Manual del residente de obstetri-
cia y ginecología. Tomo I. Madrid: Litofinter S. A; 1997. p. 865-876.
4. Canningham F., MacDonald P., Gant N. Hemorragia obstétrica. En: Williams obstetricia. .
Buenos Aires: Médica Panamericana; 1998. p. 693-728.
5. Cabero L., Bellart J. Hemorragias del tercer trimestre. En: Cabero L. Riesgo elevado obsté-
trico. Barcelona: . Masson; 1996. p. 109-130.
6. Townsend R. Evaluación ecográfica de la placenta y el cordón umbilical. En: Callen P. Eco-
grafía en obstetricia y ginecología. Buenos Aires: Médica Panamericana; 1996. p. 477-505.
7. Iglesias M. Placenta previa. En: Protocolos asistenciales en ginecología y obstetricia de la
SEGO. Protocolo nº 12. Tomo I. Madrid: Comunicación y Servicio; 1994. p. 85-88
125
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
126
CAPÍTULO
III
PROBLEMAS DURANTE
EL PARTO Y EL POSTPARTO
8
ASPECTOS LEGALES EN LA
ACTUACIÓN DEL PERSONAL FACULTATIVO
Y NO FACULTATIVO EN URGENCIAS
Mª Isabel Díaz-Plaza
Olga Gutiérrez
Adrián Nodal
ASPECTOS LEGALES EN LA ACTUACIÓN DEL PERSONAL
FACULTATIVO Y NO FACULTATIVO EN URGENCIAS
INTRODUCCIÓN
1.A PLANTEAMIENTO
Si bien el trabajo del médico interno residente (MIR) es bien conocido en cualquier hospital,
su situación jurídica es más difusa. Existe una relación triangular entre el MIR, el médico Tutor
y la institución y por otra parte la relación del MIR con los usuarios. El trabajo en equipo plantea
una serie de interrogantes, en ocasiones, difíciles de contestar.
En el Real decreto 127/1984, del 11 de enero, se establecen los requisitos para la obtención
de títulos de especialidades. En este decreto se define las siglas MIR:
131
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
En la sentencia del Tribunal supremo del 16 de noviembre de 1993 se aclara que: “ Los MIR
no tienen como función la de satisfacer la asistencia sanitaria de dichos centros, la cual se cubre
con médicos de plantilla del centro sanitario, sino como señala la orden 28-7-1971, completar
su formación básica, con un periodo de practica profesional limitada en el tiempo, programada
y supervisada, en el que se va adquiriendo responsabilidad progresiva.”
La renovación del contrato del MIR está condicionada a la evaluación positiva de la comisión
de Docencia del centro al final de cada año de residencia (Tribunal superior de justicia de Cana-
rias, 4- Marzo- 1996).
El MIR debe atender a los pacientes según su especialidad, supervisado siempre por un tutor
y adquiriendo mayor responsabilidad a medida que avanza en su formación. En este sentido la
Sentencia del Tribunal Supremo del 27 de febrero de 1996 afirma: “ La presencia física (del
médico interno residente) en las guardias constituye una actividad mas de tipo formativo, ya que
desarrolla bajo la tutela de un médico especialista, que es responsable y que, en consecuencia, es
la razón de ser del contrato de los MIR.”
RELACIÓN TUTOR-MIR-INSTITUCIÓN
El árbol de jerarquía se basa en el MIR, que es contratado por el Insalud (o Institución de
quien dependan), que es supervisado por el Médico Tutor, que también es contratado por la Ins-
titución, y que recibe un complemento de Docencia por sus funciones de Tutor.
En España el complemento de Docencia no existe, el Tutor es nombrado por el Jefe de Ser-
vicio, y por no disponer de horario de Docencia, la labor de supervisión de los Residentes es
compartida con el resto de los médicos de plantilla del Servicio. Es por esto, que en todos los
servicios que tienen Residentes, se considera que todos los adjuntos ejercen, una labor Docente.
Es un objetivo del Ministerio de Sanidad, el dotar a la figura del Tutor, de tiempo y medios
para ejercer la Docencia, pero actualmente la formación de Especialistas como Tutores, es un
proyecto que solo ha llevado a cabo desde hace tres años la SEGO (Sociedad Española de Gine-
cología y Obstetricia), que en colaboración con el Ministerio de Sanidad forma a Especialistas
en Ginecología y Obstetricia como Tutores de Residentes.
La relación MIR-Tutor establece que el médico residente no puede actuar sin la supervisión
del Tutor y de no ser así este puede incurrir en responsabilidad in vigilando por los actos del
residente (artículo 1903 párrafo primero).
La relación MIR-Institución establece que el Residente está en un proceso de formación,
en el cuál realiza una labor docente y asistencial durante su jornada laboral. El periodo laboral
está constituido por la jornada ordinaria semanal en el servicio correspondiente y una serie de
guardias determinadas previamente al mes que cumplimentarán su aprendizaje, siendo éstas, una
parte muy importante de su formación.
En la comunidad Valenciana se llevó a juicio el derecho del MIR a librar las guardias de
presencia física y fue necesario ganar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comu-
nidad Valenciana (30 Marzo 1998) y posteriormente en el Tribunal Supremo, Sala de lo Social,
Madrid.(15 febrero 1999).
132
Aspectos legales en la actuación del personal
facultativo y no facultativo en urgencias
Según el contrato firmado por los directores gerentes de los hospitales adscritos a la Conse-
lleria de Sanitat de la Comunidad Valenciana y los médicos internos residentes:
133
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
no por el adjunto. La niña murió 2 días después por parada cardiorrespiratoria postcirugía
de una peritonitis aguda.
Esta sentencia da la razón a quien advierten de los riesgos de hacer descansar sobre los
MIR buena parte de la carga asistencial de la guardia. “El residente no puede firmar
altas”.(Ricardo de Lorenzo, Presidente de la asociación española de Derecho Sanitario).
• Si el MIR se extralimita: Realiza una actividad que no se corresponde con su programa o
año de formación, o bien, sin esperar la ayuda de su tutor. Actitud negligente por su parte.
- En la sentencia de la audiencia provincial de Pontevedra, 11 Enero 1997, se refiere
a la responsabilidad del MIR “ al no haber sometido el juicio diagnóstico emitido a
la valoración y revisión de cualquiera de los médicos de la urgencia hospitalaria”.
Se trata de “ un comportamiento profesional culposo y, por tanto, reprochable”.
- En el ámbito penal , la sentencia del Tribunal Supremo, 28 Diciembre 1990, En
la que se condena a un residente de anestesia por someter a anestesia general a un
paciente sin estar el médico responsable (de guardia localizada) presente, cita un
matiz importante: “El MIR actuó sin la supervisión de ningún otro médico a pesar
de que no existía razón médica que exigiese la inmediata intervención e impidiese
esperar, para su realización, a que estuviese el jefe de servicio (Médico de guar-
dia)” De acuerdo con ello parece que si se hubiera dado esa urgencia médica,
la situación hubiese sido distinta. Puede extraerse que el MIR puede actuar sin
la supervisión del tutor si la urgencia puede hacer peligrar la vida del paciente.
Pero esto tiene sus excepciones: Los supuestos de negligencia inexcusable o culpa
grave del médico residente. En este caso será responsable aunque la situación
fuese de urgencias.
2 ) R E S P O N S A B I L I D A D D E L P E R S O N A L S A N I TA R I O N O
FA C U LTAT I V O Y N O S A N I TA R I O
Como ya se mencionó cada vez cobra mayor importancia la responsabilidad del Equipo, y
por lo tanto, es necesario conocer los derechos, deberes y obligaciones del personal no faculta-
tivo y no sanitario.
El cumplimiento de las instrucciones recibidas y de las funciones encomendadas por los
Estatutos cobra, en este tipo de personal, (SANITARIO NO FACULTATIVO Y NO SANITA-
RIO) una especial importancia en materia de responsabilidad. Precisamente por ello, las comu-
nicaciones sobre instrucciones deben ser claras y precisas por parte de los facultativos.
• MATRONA:
Las funciones de la Matrona en Institución cerrada están reguladas en el artículo 67 de su
Estatuto (Orden de 26 de abril de 1973.) De sus diez puntos destacamos los siguientes:
134
Aspectos legales en la actuación del personal
facultativo y no facultativo en urgencias
- Punto 2. “ Asistir a los partos normales en los casos en que por el Médico se haya
comprobado la normal evolución clínica de aquéllos, viniendo obligada a avisar
al médico sin pérdida de tiempo y bajo su responsabilidad, en cuanto observe cual-
quier anormalidad en su evolución.”
- Punto 3.” Realizar las labores de identificación del recién nacido. “
- Punto 9. “ Poner en conocimiento de sus superiores cualquier anomalía o deficien-
cia que observe en el desarrollo de la asistencia o en la dotación del servicio enco-
mendado.”
• AUXILIARES DE ENFERMERIA:
Las funciones de las Auxiliares de Enfermería en los Departamentos de Tocología se encuen-
tran regulados en 10 puntos del artículo 77 de la norma anteriormente aludida. Destacamos el
último de ellos:
- Punto 10. “En general, todas aquellas actividades que, sin tener un carácter profe-
sional sanitario, vienen a facilitar las funciones del Médico y de la Enfermera o
Ayudante Técnico Sanitario, en cuanto no se oponga a lo establecido en el presente
Estatuto.”
Recordamos las prohibiciones a las Auxiliares de Enfermería de realizar ciertos cometidos
que se establecen en el artículo 85:
1. Administración de medicamentos por vía parenteral.
2. Escarificaciones, punturas o cualquier otra técnica diagnóstica o preventiva.
3. La aplicación de tratamientos curativos de carácter no medicamentoso.
4. La administración de sustancias medicamentosas o específicas, cuando para ello se
requiera instrumental o maniobras cuidadosas.
5. Ayudar al personal médico en la ejecución de intervenciones quirúrgicas.
6. Auxiliar directamente al médico en las consultas externas.
7. En general, realizar las funciones de la competencia del Personal Auxiliar Sanitario Titu-
lado, en cuanto no se oponga a lo establecido en el presente Estatuto.
• CELADORES
En relación con los Celadores, sus funciones se encuentran reguladas en su Estatuto, regu-
lado por Orden de 5 de julio de 1971. En su apartado 2 del artículo 14 establece las funciones
de los celadores de un modo prolijo. Destacamos, en relación con la materia que nos ocupa, el
punto 22 – de los 23 existentes.
AGRADECIMIENTO
135
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
BIBLIOGRAFÍA
136
9
AMENAZA DE PARTO PRETÉRMINO
Y ROTURA PREMATURA DE MEMBRANAS:
MANEJO EN URGENCIAS
Olga Gutiérrez-Román
Juan Carlos Moreno
AMENAZA DE PARTO PRETÉRMINO Y ROTURA
PREMATURA DE MEMBRANAS:
MANEJO EN URGENCIAS
APP
DEFINICIÓN
Se define como el inicio del trabajo de parto (contracciones uterinas frecuentes, dolorosas y
regulares que originan borramiento y dilatación del cuello uterino) en gestantes con membranas
íntegras antes de las 37 semanas de gestación.
La FIGO y la OMS han definido el parto pretérmino como aquel que tiene lugar entre las 22
y 37 semanas de gestación.
Se presenta en un 8-10% de los partos y es la principal causa de morbilidad y mortalidad neo-
natal. Las complicaciones neonatales graves que suelen ocurrir son peores para el recién nacido
más pequeño con menor edad gestacional incluyen muerte, síndrome de dificultad respiratoria,
hemorragia intraventricular, septicemia y enterocolitis necrotizante. Los índices tocolíticos son
elementos de valor diagnóstico de la APP y a la vez pronóstico pues cuanto más elevados son,
mayor es el riesgo de que se produzca el parto a pesar del tratamiento. El índice tocolítico más
utilizado es el de Baumgarten cuya puntuación es la siguiente:
Parámetro Puntuación
0 1 2 3 4
Contracciones Ausentes Irregulares Regulares
Bolsa Íntegra Rotura alta Rotura baja
Hemorragia No Escasa Franca
Dilatación 0 cm. 1 cm 2 cm 3 cm 4 cm
Son candidatas para tratamiento aquellas gestantes con APP a partir de las 20 semanas de
edad gestacional con membranas íntegras y a partir de las 25 semanas con membranas rotas.
Incluso pacientes con dilataciones avanzadas en la que no se espera retrasar el parto mas que
unas horas.
139
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
ETIOLOGÍA
Actualmente la patogenia del parto pretérmino tiene su origen en la “ activación de las mem-
branas ovulares” antes del término de la gestación que induce la activación de diferentes molé-
culas que causan contracción uterina y maduración cervical.
En el parto pretérmino confluyen una serie de etiologías distintas capaces de poner en marcha
el mecanismo de inicio del parto.
Yatrogénico.
Causas maternas.
- Enfermedad sistémica grave.
- Patología abdominal no obstétrica grave.
- Abuso de drogas.
- Eclampsia/preeclampsia.
- Traumatismos.
Causas uterinas.
- Malformaciones.
- Sobredistensión aguda.
- Miomas
- Deciduitis.
- Actividad uterina idiopática: parto pretérmino (actualmente 40%).
Causas placentarias.
- Desprendimiento prematuro de placenta normalmente inserta (DPPNI).
- Placenta previa.
- Corioangioma.
- Sangrado marginal de la placenta.
Causas del líquido amniótico.
- Polihidramnios.
- Rotura prematura de membranas (RPM).
- Infección intramniótica subclínica.
- Corioamnionitis clínica.
Causas fetales.
- Malformación fetal.
- Gestación múltiple.
- Hidrops fetalis.
- Crecimiento intrauterino retardado (CIR).
- Sufrimiento fetal agudo.
- Muerte fetal.
Causas cervicales.
- Incompetencia cervical.
- Cervicitis/vaginitis aguda.
DIAGNÓSTICO
140
Amenaza de parto pretérmino y rotura
prematura de membranas: manejo en urgencias
Antecedentes de parto pretérmino; el riesgo más alto para el parto pretérmino es el que
presenta una mujer con historia de uno o dos partos pretérminos anteriores. El riesgo de
parto pretérmino en el embarazo actual aumenta conforme decrece la edad gestacional en
el parto pretérmino previo.
Hemorragia vaginal.
Abuso de drogas.
Edad materna. los extremos de edad se han vinculado con mayor riesgo de parto pretérmino.
Raza. La raza negra se vincula con un mayor riesgo de parto pretérmino pudiendo deberse
posiblemente a un menor nivel socioeconómico.
Embarazo múltiple. Casi 30-50% de los embarazos múltiples culminan con un parto pretér-
mino.
Pielonefritis.
Déficit de ácido fólico.
Anemia.
- Marcadores clínicos:
- percepción de dinámica uterina (dolores tipo menstruación, dolor de espalda en región
lumbar, dolor abdominal...)
- pérdida de líquido o sangre por vagina.
- Marcadores bioquímicos. Existen muchos marcadores bioquímicos de APP y en un futuro
pueden llegar a ser los más sensibles. Entre ellos están diferentes citoquinas, proteasas, estra-
diol, etc. La más empleada en la clínica actual es la presencia de fibronectina fetal en cervix
y vagina. Su presencia es normal hasta la semanas 16-20 de gestación. Su presencia más allá
de las 20 semanas está asociada estadísticamente con el parto pretérmino. Parece que sirve
más para descartar que para confirmar APP; si es negativo, es un resultado tranquilizador, y
solo en un 30% de los resultados positivos aparecerá un parto pretérmino.
2 Exploración cervical.
Es importante antes de realizar un tacto vagino-abdominal haber descartado las anomalías
de inserción de placenta, como la placenta previa, tras revisar ecografías previas realizadas a lo
largo de la gestación. También se debe explorar genitales externos y vagina con espéculo ya que
podemos encontrarnos como la bolsa amniótica protuye a través del cervix.
Mediante el tacto vagino-abdominal valoraremos:
• Índice tocolítico de Baumgarten.
• Test de Bishop.
Se ha comprobado que los cambios cervicales valorados clinicamente, no son un buen pará-
metro predictivo del parto prematuro. Esta es la razón por la que se haya dirigido hacia la eco-
grafía en busca de métodos objetivos y reproducibles de examen cervical durante el embarazo.
La ecografía permite obtener una definición más precisa de los cambios cervicales antes de
que se inicie el trabajo de parto. El elemento que predice mejor la posibilidad de parto pretér-
mino es la longitud del cérvix medido por ultrasonografía transvaginal.
Después de las 20 semanas de gestación, el cuello uterino parece acortarse y borrarse ligera-
mente conforme avanza la edad gestacional, con cifras medias decrecientes de 35 a 40 mm de las
24 a las 28 semanas hasta 30 a 35 mm después de las 32. Hay dos hallazgos que se relacionan de
modo constante con un aumento de parto pretérmino. El primero es una longitud cervicouterina
menor de 25 mm hasta la 30 semana de gestación. El segundo es la aparición de un embudo que
incluye 50% o más de la longitud cervicouterina total.
La utilidad de la longitud cervicouterina en la predicción de parto pretérmino en embarazos
múltiples es mucho menos clara que en los únicos.
141
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Estudio sobre el valor pronóstico de la longitud cervical obtenida mediante examen sonográfico
CONDUCTA
La conducta ante una gestante con dinámica uterina subjetiva puede ser la siguiente:
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Amenaza de parto pretérmino y rotura
prematura de membranas: manejo en urgencias
CONTROLES A EFECTUAR
Los controles que a continuación se enumeran son de una gran importancia y serán los que
determinen la actitud a tomar ante el diagnóstico de APP.
• Revisión de historia clínica y obstétrica.
• Pulso y temperatura.
• Tensión arterial materna.
• Hemograma y fórmula leucocitaria.
• Progreso del parto y datos de presentación fetal.
• Balance de líquidos.
• Ecografía:
1 confirmar que la biometría fetal corresponde con la edad gestacional.
2 oligoamnios o hidramnios.
3 localización placentaria. Hematoma retroplacentario.
4 longitud y morfología del canal cervical.
• Cultivo endocervical.
• Sedimento de orina y urocultivo.
• La amniocentesis se reservará para aquellos casos en que interese determinar la madurez
pulmonar fetal (lecitina/esfingomielina; fosfatidilglicerol) o se sospeche infección amnió-
tica (tinción de Gram, cultivo de líquido amniótico, elastasa leucocitaria, etc.).
Toda esta información la utilizaremos para:
1 Identificar a las pacientes que no recibirán tratamiento tocolítico.
2 Descartar infección urinaria o vaginal como causas tratables desencadenantes de APP.
3 Descartar RPM
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
3 Descartar RPM.
Las diferencias con los casos con membranas íntegras vienen determinadas por:
• Mayor riesgo de infección.
• Tocolísis poco efectiva.
• Amniocentesis difícil (ologoamnios). Pero hay que decir que el líquido que fluye por
vagina es útil para determinar lecitina/esgingomielina y fosfatidilglicerol.
T R ATA M I E N T O
1 REPOSO E HIDRATACIÓN
Una solución de glucosa al 5% 500 ml. en una hora. Esta simple hidratación suprime el 55%
de las APP al disminuir la liberación de la hormona antidiurética y oxitocina.
2 TOCOLÍSIS INTRAVENOSA
No existe la evidencia que la tocolísis terapéutica consiga prolongar singnificativamente la
gestación. La decisión de utilizar los agentes tocolíticos en pacientes con trabajo de parto esta-
blecido se tomará en función de las siguientes consideraciones:
• La administración de tocolíticos nunca deberá causar efectos secundarios importantes en
la madre.
• El principal objetivo del tratamiento tocolítico es retrasar el parto durante el breve periodo
de tiempo necesario para el tratamiento con glucocorticoides.
La terapia debe iniciarse con un solo fármaco y, en caso de no conseguir la inhibición de la
dinámica uterina con dosis suficientes, sustituirlo o suplementarlo con otro.
144
Amenaza de parto pretérmino y rotura
prematura de membranas: manejo en urgencias
B E TA M I M É T I C O S
Dosis y administración:
Solo el ritodrine (Prepar) ha sido aprobado por la FDA para su uso como tocolítico vía paren-
teral.
1 Dosis inicial de ritodrine 50 a 250 µg/min, aumento de 50 µg/ cada 10 minutos hasta que
las contracciones cesan o aparecen efectos secundarios, durante 12-24 horas.
Contraindicaciones.
- Arritmias cardiacas. En pacientes digitalizadas favorece la aparición de fibrilación ven-
tricular.
- Cardiopatías.
- Tiroidopatía mal controlada.
- Diabetes mellitus mal controlada.
Efectos secundarios maternos.
- Arritmias cardiacas o cardiopulmonares, edema pulmonar, isquemia miocárdica, hipoten-
sión, taquicardia.
- Hiperglucemia metabólica, hiperinsulinemia, hipopotasemia, antidiuresis, alteración de
la función tiroidea.
- Temblor fisiológico, palpitaciones, nerviosismo, náuseas/vómitos, fiebre, alucinaciones.
Controles a efectuar: frecuencia cardiaca materna (se debe disminuir la dosis si la frecuencia
cardiaca materna llega a 140 l/min.), tensión arterial (se debe disminuir la dosis si es inferior a
80 sistólica/40 diastólica).
Efectos secundarios fetales/neonatales.
- Taquicardia fetal, hiperinsulinemia, hiperglucemia, hipertrofia miocárdica y del tabique
interventricular, isquemia miocárdica.
- Taquicardia neonatal, hipoglucemia, hipocalcemia, hiperbilirrubinemia, hipotensión,
hemorragia intraventricular.
S U L FAT O D E M A G N E S I O
Dosis y administración.
Dosis rápida de 4 g durante 20 minutos, y después 1-2 g/hora
Contraindicaciones.
Miastenia grave.
Efectos secundarios maternos.
Rubor, letargo, cefalea, debilidad muscular, diplopía, boca seca, edema pulmonar, paro
cardiaco.
Efectos secundarios fetales/neonatales.
Letargo, hipotonía, depresión respiratoria, desmineralización con el uso prolongado.
145
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
I N H I B I D O R E S D E L A S Í N T E S I S D E P R O S TA G L A N D I N A S
El efecto del fármaco no se puede apreciar hasta las dos a doce horas de su administración
por lo que se suele asociar a betamiméticos .
Dosis y administración.
Dosis de carga de indometacina de 50 mg por vía rectal o 50 a 100 mg por vía oral y
después, 25 a 50 mg por vía oral cada 4 horas por 48 horas.
Dosis de carga de ketorolac de 60 mg intramuscular, después 30 mg por la misma vía cada
6 horas por 48 horas.
Sulindac, 200 mg por vía oral cada 12 horas durante 48 horas.
Contraindicaciones.
Indometacina Alteración renal o hepática significativa.
Ketorolac . enfermedad acidopéptica activa.
Sulindac. Trastornos de coagulación o trombocitopenia, asma sensible a AINE., otra sen-
sibilidad a AINE.
Efectos secundarios maternos.
Náuseas, oliguria (no usar en enfermedad hipertensiva del embarazo).
Efectos secundarios fetales.
Constricción del conducto arterioso (su uso se limita a gestaciones menores de 34 sema-
nas), hipertensión pulmonar, disminución reversible de la función renal con oligohidram-
nios, hemorragia intraventricular, hiperbilirrubinemia, enterocolitis necrosante.
A N TA G O N I S TA S D E O X I T O C I N A
Atosiban (Tractocile)
Indicaciones (datos especiales).
Edad > 18 años.
Edad gestacional de 24 a 33 semanas.
Frecuencia cardiaca fetal normal.
Dosis y administración
Se administra de forma intravenosa en tres etapas sucesivas:
146
Amenaza de parto pretérmino y rotura
prematura de membranas: manejo en urgencias
3 CORTICOIDES
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
4 ANTIBIÓTICOS
DEFINICIÓN
Se entiende por rotura prematura de membranas (RPM) la rotura de las membranas ovulares
antes de que se inicie la dinámica de parto, con la consiguiente salida de líquido amniótico y la
puesta en contacto de la cavidad amniótica con el canal endocervical y la vagina.
Cuando ocurre antes del término existe una estrecha relación entre la RPM y la Amenaza de Parto
Pretérmino (APP), de tal forma que una puede ser desencadenante de la otra.
Para orientar el tratamiento resulta útil clasificarlas según las semanas de gestación a la que
ocurre: antes de la 31 semana, de la 31 a la 35 y de la 36 en adelante.
DIAGNÓSTICO
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Amenaza de parto pretérmino y rotura
prematura de membranas: manejo en urgencias
C O N D U C TA
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
T R ATA M I E N T O
F I N A L I Z A C I Ó N D E L A G E S TA C I Ó N
En principio se optará siempre por la vía vaginal. Se indicará cesárea si se sospecha pérdida
del bienestar fetal o en presentación anómala.
- Cumplida la semana 34 de gestación.
- Si se observan signos de infección amniótica o de pérdida de bienestar fetal.
- Oligoamnios Severo ILA < 3
BIBLIOGRAFÍA
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lona: Masson SA; 1996. p. 47-95.
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En: Asim Kurjat y JM. Carrera. Ecografia en Medicina Materno-Fetal. Barcelona: Masson
SA; 2001. p. 325-330.
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En J. Lombardía Prieto y ML. Fernández. Guía Práctica en Ginecología y Obstetricia.
Madrid: Janssen-Cilag; 2001. p. 583-588.
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cina Materno Fetal (Perinatología). 2ª Ed. Madrid : Ediciones Ergon, SA; 2000. p. 56-60.
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7. Mark D. Pearlman, Judith E.Tintinalli. Emergency Care of the Woman pag. 109-119. 1998
McGraw-Hill.
150
10
URGENCIAS EN EL PARTO VAGINAL
Marta Sánchez-Dehesa
Amalio Sánchez-Dehesa
URGENCIAS EN EL PARTO VAGINAL
A S I S T E N C I A A L PA R T O N O R M A L
Estamos ante un parto normal cuando ocurre entre las semanas 37 a 42, con una duración
temporal adecuada, un recién nacido que pesa más de 2500 g, y presenta buena vitalidad, un
periodo de alumbramiento sin incidencias, y sin alteraciones en el estado materno.
Al inicio del parto se recomienda realizar o solicitar la historia clínica, si no se tiene cons-
tancia se solicitará el grupo y Rh, analítica de control, tensión arterial, pulso, peso y talla, se
comprobará la posición fetal, la presencia de hemorragias, el estado de la bolsa de las aguas, así
como las características del líquido amniótico mediante visión directa o amnioscopia, se hará un
tacto vaginal para valorar las características cervicales. Se valorará la frecuencia cardiaca fetal y
el número de contracciones uterinas así como las características de las mismas.
Mediante esto emitiremos un pronóstico del estado del parto: preparto, fase activa del parto
o expulsivo y decidiremos si la gestante debe ser ingresada o no.
Si la paciente está de parto se procederá al cambio de ropa, lavado y rasurado de genitales
y enema de limpieza. Se canalizará una vena manteniendo un ritmo de perfusión que asegure la
permeabilidad de la vía.
El parto normal presenta 3 periodos:
Periodo de dilatación:
Comienza cuando la dilatación es de 3 cm y acaba con 10 cm.
Se utilizará un partograma donde anotaremos el progreso de la dilatación cervical, la altura
de la presentación, la frecuencia cardiaca fetal, el control de la dinámica uterina. Se apuntará la
presencia de hemorragias y características del líquido amniótico. Cada 2 ó 3 horas se tomará el
pulso, la tensión arterial, y temperatura. La paciente realizará una micción espontánea cada 2 ó
3 horas y si no es posible mediante sondaje vesical.
Cualquier alteración de la frecuencia cardiaca fetal debe ser corroborada por un estudio del
medio interno fetal.
153
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Durante este periodo se efectuará la amniotomía: en los casos de bolsa íntegra, con normas
de asepsia adecuada, durante el periodo intercontractil y revisando tras su realización el canal del
parto para pronosticar con prontitud procidencias o prolapsos de cordón.
Administración de oxitocina: con el objetivo de adecuar la actividad uterina al momento
evolutivo del parto. Siempre con bomba de perfusión continua y comenzando con dosis de 1-2
mU/min, se irá doblando cada 20 minutos hasta lograr contracciones deseadas.
La duración normal de este periodo es de 8 a 12 horas en primíparas y de 6 a 9 en multíparas.
P ERI O D O D E E X PULSI V O
A L U M B R A MI E N T O
154
Urgencias en el parto vaginal
La expulsión de la placenta se sospechará por el signo de Ahlfeld (descenso del cordón umbi-
lical) la maniobra de Kustner (el cordón no asciende al presionar sobre el fondo uterino) o por la
salida de sangre oscura por vagina que procede del hematoma retroplacentario, pero solo estare-
mos seguros cuando mediante tacto vaginal comprobemos la situación de la placenta. Despren-
dida la placenta se tracciona ligeramente de ella a través del cordón umbilical con una mano a la
vez que con la otra se ejerce una ligera presión sobre el fondo uterino. En el momento que el polo
placentario comienza a abandonar el canal del parto se realiza un movimiento de rotación sobre
su eje hasta la total expulsión. Extraída la placenta se procede a su revisión para comprobar la
integridad y sus características y así prevenir hemorragias y/o infecciones postparto.
Si no se ha desprendido tras 15 minutos en los casos de alumbramiento dirigidos o 30 minu-
tos en el caso de alumbramiento espontáneo consideramos que este periodo del parto se prolonga
anormalmente. Se realizará entonces una extracción manual de la placenta tras un cambio de
guantes y la paciente anestesiada total o parcialmente. Tras la extracción manual se pautarán
antibióticos y ergóticos. Después se realizará revisión del canal mediante la utilización de una o
dos valvas para visualizar el orificio cervical, se pinzarán los labios anterior y posterior del cer-
vix comprobando la integridad de ambas comisuras cervicales , la integridad del labio anterior
y del labio posterior, se comprobará la cara anterior, posterior, las paredes laterales vaginales,
revisión de la vulva y posterior sutura de la episiotomía. Concluida la episiorrafia se realizará un
tacto rectal para comprobar la integridad del esfínter externo y de la mucosa rectal.
E L PA R T O D E U R G E N C I A S
Los peligros principales son la asfixia neonatal y la hemorragia postparto que pueda presentar
la madre.
Los signos que anuncian el parto son: inicio de las contracciones uterinas (generalmente
dolorosas y frecuentes), rotura de la bolsa de las aguas con salida del líquido por vagina, sensa-
ción de descenso de la cabeza del niño, y eliminación del tapón mucoso con escaso manchado.
Ante un parto de urgencias se debe valorar: espacio físico donde se produce, situación geo-
gráfica y distancia que hay a un centro asistencial, estado general de la paciente, material del que
disponemos, momento del parto (inicio o inminente)
ACTUACIÓN
Tranquilizar a la paciente, indicarle respiración tranquila, que no realice pujos si se está rea-
lizando el traslado a un hospital.
Si el parto es inminente instalarla lo más cómodamente posible (en una cama, camilla, o en
su defecto en el suelo cubierto de mantas o ropa), colocarla de espaldas, con rodillas flexionadas,
muslos separados, no realizar movimientos bruscos (no tirar del niño, ni apretar el abdomen de la
madre, dejando que la paciente realice los pujos durante las contracciones), se sostendrá la cabeza y
el cuerpo del niño, se realizará limpieza de secreciones bucales y nasales del niño cuando ha salido
la cabeza, si el cordón esta enrollado alrededor del cuello del niño lo deslizaremos por encima de
la cabeza para no interrumpir la circulación materno-fetal, para ayudar la expulsión total del niño
colocaremos ambas manos en los lados de la cabeza del niño haciendo una ligera flexión hacia
abajo Y pidiendo a la mujer que empuje y liberar el hombro anterior, después realizaremos una
flexión hacia arriba para liberar el hombro posterior, después la salida completa será sin dificultad.
Se realizará una doble ligadura del cordón de la siguiente manera: a unos 10 cm del ombligo del
niño hacer una doble ligadura con un hilo fuerte sumergido en alcohol.
155
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
A S I S T E N C I A A L PA R T O PAT O L Ó G I C O
PROLAPSO DE CORDÓN
Con una frecuencia entre el 0,1 al 0,6% de todos los partos. Es más frecuente en presentación
transversa y podálica.
Clasificación:
1. Laterocidencia: el cordón desciende hasta el ecuador de la presentación sin sobrepasar la
parte fetal presentada, no siendo accesible al tacto vaginal.
2. Procidencia de cordón: ocurre generalmente con membranas íntegras cuando el cordón
está a la altura de la presentación fetal.
3. Prolapso propiamente dicho: el cordón desciende por delante de la presentación pudiendo
asomar por vulva y la bolsa de las aguas está rota.
Etiopatogenia:
1. Factores maternos: multiparidad, estenosis pélvica y tumores previos.
2. Factores fetales: presentación podálica y situación transversa, parto pretérmino, el emba-
razo múltiple.
3. Factores ovulares: longitud del cordón mayor a 60 cm, hidramnios, placenta previa.
4. Factores dependientes del obstetra: rotura de la bolsa no adecuada, versión del segundo
gemelo.
Diagnóstico: la laterocidencia del cordón no es posible por tacto vaginal, sin embargo,
durante el trabajo de parto, se puede sospechar por la aparición de signos cardiotocográficos de
compresión funicular como bradicardia o deceleraciones de morfología variable. La procidencia
se diagnostica mediante tacto vaginal, tactándose un cuerpo blando, pulsátil, con frecuencia de
latido cardiaco fetal, dentro de la bolsa y delante de la presentación; puede verse también por
ecografía al visualizar los vasos umbilicales en el istmo uterino y por delante de la presentación.
En el prolapso se visualiza el cordón por la vulva o bien mediante el tacto vaginal al palpar el
cordón, además aparecerá una bradicardia fetal de aparición súbita tras amniorrexis artificial.
Prevención: es poco lo que puede hacerse para su prevención sin embargo existen unas nor-
mas de prudencia que pueden reducir esta situación de urgencia.
Realización de una ecografía anteparto localizando la situación del cordón, realizar la amniorrexis
con sumo cuidado sobre todo si existe hidramnios, evacuando lentamente el líquido amniótico y obser-
vando mediante registro cardiotocográfico la frecuencia cardiaca fetal, realizar un tacto cervical sin
contracción uterina antes de proceder a la rotura de bolsa, tener presente el riesgo de prolapso del cordón
umbilical en el parto del segundo gemelo, en el parto pretérmino y en las anomalías de estática fetal.
Pronóstico: la mortalidad perinatal todavía es elevada, comunicándose tasas del 5%. Depende
de la edad de gestación y el peso fetal, la estática fetal, el tiempo de extracción y el tipo de parto
y de las maniobras tocúrgicas por vía vaginal.
Conducta a seguir: se verificará la vitalidad fetal, no siendo recomendable la palpación funi-
cular por sus repercusiones hemodinámicas, la auscultación fetal puede tener falsos positivos y
negativos, por lo que la vitalidad fetal debería comprobarse por ecografía.
Si el feto está vivo y con una edad gestacional superior a 24 ó 25 semanas debe realizarse
una extracción inmediata por lo general mediante cesárea. Durante la preparación de la cesárea
es aconsejable rechazar la presentación mediante tacto vaginal, manteniendo la elevación fetal
hasta que el cirujano esté a punto de extraer el feto, tocolisis con betamiméticos, llenado de
vejiga hasta 500 cc para elevar la presentación y posición de Tredelemburg.
Si el feto está muerto salvo determinadas situaciones obstétricas como desproporción pél-
vico-cefálica o placenta previa la vía vaginal será la adecuada.
156
Urgencias en el parto vaginal
DISTOCIA DE HOMBROS
Se presenta cuando después del parto de la cabeza fetal, ésta queda retraída a nivel del periné
por la dificultad del paso de los hombros por debajo de la sínfisis del pubis.
Incidencia del 0,2 al 1,4% de los partos. Siendo hasta de un 11% en fetos con peso superior
a 4000 gr, y del 22% en aquellos con peso superior a 4500 gr.
Factores de riesgo: obesidad, multiparidad, postmadurez, diabetes materna, antecedentes de
distocia de hombros o de recién nacido de peso elevado, pelvis materna pequeña o límite, defor-
midad pélvica materna, sospecha de macrosoma por ecografía, expulsivo prolongado, fórceps
medio. En conjunto la macrosomía y la diabetes materna son los factores de riesgo más asocia-
dos a la distocia de hombros.
Consecuencias materno fetales: La hemorragia postparto por atonía uterina o por desgarros
en el canal blando del parto, aumento de riesgo de rotura uterina, la necesidad de una sinfisio-
tomía así como la infección puerperal en el caso de cesáreas, constituyen el principal riesgo
materno. Consecuencias fetales como lesión del plexo braquial resultado de la tracción del plexo
durante el intento del parto del hombro anterior, fracturas de clavícula y húmero, asfixia severa
y muerte.
Conducta: Se han descrito multitud de maniobras , pero su secuencia dependerá de las pre-
ferencias y experiencia del obstetra.
1. En primer lugar se debe reclutar ayuda, incluida la del personal de anestesia. Debe
ampliarse la episiotomía y con la fuerza de tracción usual con la ayuda del pujo materno
intentar un movimiento de extracción en sacacorchos buscando un diámetro oblicuo para
los hombros.
2. Si no se consigue la liberación se debe abandonar el método por el riesgo de lesión del
plexo braquial. La presión fúndica complementaria puede impactar aún mas el hombro
por lo que solo se debe emplear cuando una vez el hombro situado bajo el pubis ha sido
desimpactado de él.
3. Limpiar la boca y la nariz del neonato por si este inicia movimientos respiratorios.
4. Con la ayuda de dos personas realizar la maniobra de Mc Roberts que consiste en la hiper-
flexión de las piernas sobre el abdomen materno útil en un gran número de casos, simultá-
neamente puede practicarse una ligera presión suprapúbica en sentido oblicuo para liberar
el hombro anterior y convertir el diámetro biacromial en oblicuo. (Fig 2 y 3)
157
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
158
Urgencias en el parto vaginal
PA R T O E N P R E S E N TA C I Ó N D E N A L G A S
El polo caudal del feto está en contacto directo con el estrecho superior de la pelvis materna
y el polo cefálico se encuentra en el fondo uterino.
Presenta una frecuencia del 4% y en los partos de niños con bajo peso al nacer el porcentaje
se incrementa hasta un 15%.
Clasificación:
1. Nalgas puras o francas: el feto presenta las extremidades inferiores extendidas a lo largo
del tronco y los pies en la cabeza.
2. Nalgas completas presenta las caderas y las rodillas flexionadas
3. Nalgas incompletas: flexión de una o ambas rodillas con lo que la parte más caudal del
feto es una o ambas extremidades inferiores.
Mas frecuente en: prematuridad, bajo peso, embarazo múltiple, anomalías fetales estructu-
rales (anencefalia, hidrocefalia), cromosomopatías, hipomotilidad fetal, primiparidad, malfor-
159
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
maciones uterinas (útero tabicado, bicorne, unicorne), tumor previo, estenosis pélvica, placenta
previa, cordón umbilical corto y alteraciones del líquido amniótico (tanto polihidramnios como
oligoamnios).
Diagnóstico: mediante las maniobras de Leopold, tacto vaginal, ecografía.
Es importante el diagnóstico en el final del embarazo por la posibilidad de realizar una ver-
sión externa o durante el parto por que puede condicionar el tipo de parto.
Elección de la vía de parto: ningún protocolo debe sustituir a un correcto juicio clínico, pero
los factores que más van a influir en la vía del parto a seguir son la edad gestacional y el peso esti-
mado. La base de datos Cochrane afirma que la cesárea programada reduce tanto la morbilidad
como la mortalidad perinatal y neonatal a expensas de un moderado incremento de la morbilidad
materna.
Se recomienda realizar una cesárea electiva en pretérminos de nalgas por debajo de las 32
semanas, con un peso fetal estimado inferior a 1500 grs. Por encima de estas semanas o con un
peso mayor a 1500 grs no hay evidencia para recomendar una conducta específica, pero dados
los resultados del trabajo de Hannan en el que se afirma que el riesgo perinatal y neonatal es
menor en las cesáreas electivas aunque el riesgo materno aumente levemente, se recomienda que
la mujer con un feto único de nalgas a término sea informada de los datos obtenidos en el estudio.
La SEGO en los documentos de consenso del 2001, propone un documento de consentimiento
informado para que la paciente decida si optar por el parto vaginal, aunque afirma que: “Teni-
das en cuenta todas estas consideraciones, la actitud recomendada hoy en día para finalizar su
embarazo con una presentación de nalgas, es realizar una cesárea con el fin de reducir al mínimo
posible los riesgos para la salud de su hijo”.
Se considera aceptable el intento de parto por vía vaginal con el consentimiento materno en
los siguientes casos:
1. Peso estimado menor a 3800-4000 grs.
2. Diámetro biparietal menor a 96 mm.
3. Presentación de nalgas puras o completas.
4. Pelvis adecuada (valorada de forma clínica o radiológráfica).
5. Cabeza flexionada o en posición indiferente.
6. Ausencia de anomalías fetales.
7. Ausencia de cualquier contraindicación médica u obstétrica para el parto en podálica.
Periodo de dilatación
La inducción aunque no es una técnica admitida por todos los obstetras, no es una contrain-
dicación absoluta. No está contraindicado el empleo de oxitocina.
Debe vigilarse la evolución del parto mediante un partograma. La evolución debe ser fácil y
relativamente rápida.
Las indicaciones para la amniotomía deben ser las mismas que para el parto en cefálica, tras
la amniorrexis es preciso efectuar un tacto vaginal para excluir la presencia de un prolapso de
cordón.
Periodo de expulsivo
Al igual que en la dilatación debe ser fácil y de evolución relativamente rápida.
Se recomienda la presencia de un ayudante para facilitar las maniobras de extracción de la
cabeza fetal, de un pediatra y de un anestesista.
Debemos confirmar que la dilatación es completa y que no existe ningún reborde cervical que
pudiera dificultar la expulsión de la cabeza. Se recomienda el empleo de oxitocina y cuando las nal-
gas distiendan la vulva se recomienda la realización de una amplia episiotomía. Cuando el ombligo
160
Urgencias en el parto vaginal
fetal llegue a la altura del periné de la madre se afirma que es en ese momento cuando la cabeza
fetal se ha encajado en la pelvis de la madre. Si fuera necesario un parto inmediato antes de este
momento la vía de elección sería la cesárea. Una vez que el ombligo fetal ha pasado la zona peri-
neal de la madre debe extraerse un asa de cordón de unos 15 cm de largo para evitar la tracción
excesiva subsiguiente en él.
No se debe estimular al feto para que no realice inspiraciones profundas, ni realizar maniobra
alguna hasta que sea visible el borde inferior del omóplato anterior.
El obstetra intervendrá de forma activa en la extracción de los hombros y la cabeza, mediante
una serie de maniobras:
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
162
Urgencias en el parto vaginal
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Fig 16. Maniobra de la valva de De Lee Fig. 17. Fórceps en cabeza última
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Urgencias en el parto vaginal
PA R T O E N P R E S E N TA C I Ó N D E C A R A :
PA R T O E N P R E S E N TA C I Ó N D E F R E N T E :
PA R T O T R A S C E S Á R E A
Se admite que el parto después de una cesárea es un método seguro. Los resultados señalan que
después de una cesárea concluyen en un parto vaginal satisfactorio un 60 a un 80% de los casos.
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
El mayor riesgo que existe es la rotura uterina. Esta complicación ocurre en menos de un 1%
de los casos.
Criterios de selección:
• Una o dos cesáreas transversales bajas previas.
• Pelvis adecuada.
• Ninguna otra cicatriz uterina con acceso a la cavidad.
• Infraestructura adecuada para el control del parto y la realización de una cesárea
urgente si fuera necesario.
Contraindicaciones absolutas:
Incisión uterina clásica previa.
Complicaciones quirúrgicas en la cesárea previa tales como desgarros cervicales extensos.
Cirugía uterina transfúndica.
Cirugía uterina previa con acceso a cavidad.
Rotura uterina previa.
Estrechez pélvica.
Imposibilidad de realizar una cesárea urgente por falta de medios o personal.
Manejo intraparto:
Es mejor el comienzo espontáneo pero se admite el uso de prostaglandinas y de oxitocina en
el caso de que fuese necesario realizar una inducción del parto.
Hay que considerar que es un parto de riesgo, es conveniente la vigilancia continua durante
la dilatación, la estimulación oxitócica debe ser utilizada con prudencia, la evolución del periodo
de dilatación debe cumplir los mismos criterios de progreso que en los establecidos en nulíparas.
Durante el expulsivo debe evitarse las maniobras de Kristeller y la instrumentación sistemática
en el expulsivo no parece que aporte beneficios significativos. No es necesaria la revisión digital
postparto de la cicatriz uterina, y solo se recomienda si tras el alumbramiento el sangrado es
persistente o haya clínica sugestiva de rotura uterina.
PA R T O E N E M B A R A Z O M Ú LT I P L E
No es una contraindicación para la inducción. Para ello el primer feto está en cefálica y con
un Bishop favorable. La técnica es similar a una gestación única. Se desaconseja el uso de pros-
taglandinas por la posible hiperdinamia y difícil control.
Vía de parto: el factor más importante es la estática de ambos gemelos pues condiciona la vía
de finalizar el embarazo.
Se aconseja registro cardiotocográfico de ambos gemelos.
La analgesia de elección es la epidural.
El tiempo que debe transcurrir entre el nacimiento del primer y segundo gemelo no debe ser
excesivo (no más de 30 minutos) por aumentar la posibilidad de complicaciones en el segundo
gemelo: riesgo de pérdida de bienestar fetal y prolapso de cordón, disminución progresiva del
tamaño uterino y mayor dificultad de eventuales maniobras de versión y gran extracción, y la
posible retracción cervical dificultando la salida del segundo gemelo.
En gestaciones gemelares de menos de 600 gr debe esperarse un parto vaginal debido a que
la viabilidad fetal es muy baja y se considera de mayor riesgo para la made la realización de una
cesárea. Para decidir la vía de parto es la estática de ambos fetos en el momento de iniciarse el
parto la que nos indicará la actitud a tomar. Podemos agruparlos en tres grupos:
• Ambos fetos en presentación cefálica: la conducta es la evolución del parto por vía
vaginal
166
Urgencias en el parto vaginal
PA R T O I N S T R U M E N TA D O
Fórceps. Consta de dos ramas sueltas en la que se distinguen tres partes: el mango que es la
parte inferior, la articulación por la que se unen las dos ramas y la cuchara con una curvatura para
la cabeza y otra pélvica que se adapta al canal del parto. Es tractor flexor y rotador.
Para su aplicación, la cabeza debe estar encajada con el punto guía a nivel de las espinas
ciáticas (III plano de Hodge ), se debe conocer la actitud y posición de la cabeza fetal, el cervix
ha de estar completamente dilatado, la bolsa de las aguas rota, no debe existir desproporción
pelvicocefálica, es necesario el uso de anestesia.
Indicaciones:
Maternas: enfermedad cardiacas, lesiones o compromiso pulmonar, preeclampsia o
eclampsia, infecciones intraparto, enfermedades neurológicas, cicatriz uterina previa,
agotamiento, expulsivo prolongado.
Fetales: procidencia de cordón, desprendimiento de placenta, sospecha de pérdida de
bienestar, acidosis fetal, fórceps en cabeza última en el parto de nalgas.
Electivo.
Técnica: debe ser elegido el fórceps con el que el obstetra tenga más experiencia, la paciente
debe estar anestesiada, presentación del fórceps en el espacio, se introduce primero la cuchara
izquierda entrando por la concavidad sacra y se rota el mango describiendo un amplio círculo
rozando la pierna de la paciente mientras que con la otra mano y a la vez, se acompaña la cuchara
marcando el camino que debe recorrer. Lo mismo se hace con la cuchara derecha. Se articulan las
dos ramas del fórceps y se comprueba que está colocado correctamente ya que la línea media debe
encontrarse entre ambas cucharas, se realiza una tracción de prueba para comprobar el descenso de
la presentación, se realiza la episiotomía y tracción posterior hacia abajo con un ángulo de 45º.
Contraindicaciones: desproporción pelvicocefálica, dilatación cervical incompleta, presenta-
ción no encajada, falta de indicación.
167
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Complicaciones :
Aumento de la prolongación de la episiotomía, desgarros vaginales de tercer y cuarto grado,
mayor riesgo de incontinencia urinaria y rectal, con mas riesgo de daño en vejiga, recto y uretra
con necrosis y fístulas. En el recién nacido se produce con más frecuencia eritema o equímosis,
lesiones del nervio facial y del motor ocular externo que por lo general son transitorias, se han
descrito con más frecuencia cefalohematomas y hemorragias retinianas, y en algunas series se
han descrito fracturas craneales y muertes fetales que cada vez son menos frecuentes por limitar
el uso del fórceps medio y las grandes rotaciones.
Espátulas de Thierry. Son dos palancas no articuladas que actúan por pulsión, y la acción
que ejerce es la de apalancar la cabeza fetal hacia afuera. Tienen un mango y una cuchara sin
ventana con curvatura cefálica.
Para su aplicación debemos vaciar la vejiga, bolsa rota, dilatación completa, el punto guía
debe pasar de el plano III de Hodge, no debiéndose utilizar en posiciones posteriores o transver-
sas de la cabeza.
168
Urgencias en el parto vaginal
AGRADECIMIENTOS
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
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170
11
HEMORRAGIAS POSTPARTO
María Martín Gómez
Carlos Zorzo Ferrer
HEMORRAGIAS POSTPARTO
CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN
Las hemorragias postparto son aquellas que se producen después de la salida completa del
feto y mientras dura el puerperio; son bruscas, alarmantes, repentinas y requieren una actuación
rápida y serena.
Por definición se considera hemorragia puerperal a aquella en la se produce una pérdida
mayor de 500 ml, que es lo que se pierde en un parto normal. Sobre este aspecto hay que pun-
tualizar que la cantidad de sangre que se pierde en una cesárea es aproximadamente 1000 ml y
cabe destacar que hasta una pérdida de 1 litro es bien tolerada, por lo que a efectos prácticos se
habla de hemorragia postparto cuando la pérdida es mayor de 1000 ml.
También a efectos prácticos existen una serie de criterios objetivos para valorar cuando ha
habido una hemorragia de más de 1 litro de sangre:
1. Disminución del 10% del hematocrito.
2. Necesidad de transfusión de concentrado de hematíes.
3. Aparición de inestabilidad hemodinámica.
La consulta urgente al ginecólogo por una hemorragia puede proceder de una paciente en
su postparto inmediato o de una paciente previamente dada de alta que sufre un sangrado abun-
dante; ya que la hemorragia postparto abarca un periodo amplio en el tiempo, que puede divi-
dirse en dos etapas:
1. Hemorragias del postparto precoz o postparto inmediato; también denominadas hemorra-
gias agudas: que son aquellas que ocurren en las primeras 24 horas.
En este caso la consulta procederá de pacientes ingresadas.
2. Hemorragias del postparto tardío: son aquellas que ocurren entre las primeras 24 horas
postparto y las 6 semanas que siguen al parto.
Según el momento en que comience la hemorragia la consulta puede proceder de la planta
de tocología o de pacientes que acuden a un servicio de urgencias porque tras días o semanas
de evolución puerperal normal, comienzan de forma brusca y repentina con emisión de sangre
por vagina, que puede provocarle o no, inestabilidad hemodinámica.
Toda paciente que sufra un cuadro de estas características debe ser remitida a un centro hos-
pitalario para valoración de su estado general y hemodinámico, del origen de su hemorragia y de
su tratamiento.
173
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Inicialmente se debe intentar cuantificar la cantidad de sangre perdida, con una exploración
que haga especial hincapié en los signos vitales y con determinaciones analíticas de sistemático
de sangre y estudio de coagulación para valoración urgente del nivel de hemoglobina y hema-
tocrito de la paciente, si es posible debemos compararlos con los datos que se dispongan de la
paciente previos al parto.
Debemos detenernos en la historia de la paciente e investigar si existen algunos de los facto-
res predisponentes para sufrir una hemorragia postparto.
- Atonía uterina.
- Retención placentaria.
- Lesiones del canal blando del parto.
- Rotura uterina.
- Inversión uterina.
- Placenta ácreta.
- Coagulopatías.
- Cicatriz de histerotomía.
- Tumores del útero.
La causa más frecuente de hemorragia puerperal es la atonía uterina. Sus factores predispo-
nentes son los que se han mencionado anteriormente y la forma de reconocerlo es mediante la
exploración.
El útero puerperal normal se encuentra firmemente contraído, con forma globular y se palpa
por debajo del ombligo. Cuando se produce una atonía uterina nos encontramos con útero blando
acompañado de sangrado vaginal.
Hay que diferenciar la hipotonía total: útero que sangra, blando, de la hipotonía parcial en la
que el útero se contrae pero se eleva por distensión del segmento inferior. Al exprimir el útero
174
Hemorragias postparto
salen coágulos y sangre acumulada. Esta situación se da con más frecuencia en los casos de
placenta previa inserta en segmento inferior que dificulta la hemostasia en ese sector del útero.
Otra causa de hemorragia puerperal es debida a retención placentaria, de cotiledones o de
membranas. Clínicamente se manifiesta por una atonía uterina con sangrado uterino debido a una
inadecuada contractilidad, y la ecografía es el arma diagnóstica para determinar la presencia o
ausencia de tejido placentario retenido intraútero.
En caso de que el útero esté contraído, el siguiente paso que debemos realizar es la visuali-
zación cuidadosa del canal blando del parto, ya que la lesión del mismo es la siguiente causa en
frecuencia de hemorragia postparto.
La hemorragia puede proceder de lesiones a nivel de vulva, vagina o cérvix que se hayan
producido de forma espontánea o por maniobras tocúrgicas.
Esta exploración debe llevarse a cabo con la iluminación adecuada y si es difícil de realizar
por resistencia de la paciente se realizará la exploración en quirófano bajo anestesia.
Rotura uterina: puede producirse de forma espontánea, secundaria a traumatismo o por una
rotura de cicatriz uterina previa. Los factores que la favorecen son el parto prolongado u obs-
truido.
La exploración uterina se lleva a cabo con una mano sobre el fondo uterino, sobre el abdomen
de la paciente, mientras que con la otra mano se recorre toda la superficie uterina a través del
cuello dilatado. Esta exploración sirve para descartar otra de las causas de hemorragia que es la
inversión uterina.
La inversión uterina se detecta por la imposibilidad de palpar el fondo uterino o por notar
una indentación en el fondo. Esta situación puede producirse por tracción intempestiva del cor-
dón umbilical con placenta adherida, por vaciamiento rápido del útero, extracción manual de
placenta o por fármacos uterorrelajantes.
Placenta ácreta (trofoblasto anclado en miometrio), íncreta (invade miometrio), o pércreta
(penetra por él y llega a serosa uterina).
Factores de riesgo para esta situación son: edad entre 30 y 35 años, multiparidad, antecedente
de cesárea, placenta previa, antecedente de legrado, o infección.
Coagulopatías; pueden ser hereditarias o adquiridas debidas a problemas como: hipertensión
inducida por el embarazo, feto muerto retenido, embolia de líquido amniótico, sepsis...
Cicatriz de histerotomía: en algunas cesáreas puede producirse hemorragia no por rotura de
una cicatriz anterior sino por sangrado del lecho de la cicatriz actual por reabsorción difícil o
irregularidad de las suturas.
175
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Tumores del útero: miomas (submucosos o intramurales), o carcinomas que dificultan la con-
tractilidad normal del útero y producen una adherencia más intima de lo normal de la placenta.
Destacar que en esta época de la vida de la mujer el carcinoma genital más frecuente es el de
cérvix y que puede sangrar por su lesión.
Causas de hemorragias tardías:
-Infección.
-Subinvolución uterina, debida a una distensión uterina durante la gestación o a retención de
restos.
-Retención placentaria, que con el tiempo se fibrosan dando pólipos que sangran al despren-
derse.
Causas más raras de hemorragia puerperal a tener en cuenta en el diagnóstico diferencial son:
-Corioepitelioma.
-Arterioesclerosis de los vasos de los órganos genitales.
-Degeneración varicosa de la pared uterina.
-Laceración miometrial interna.
TRATAMIENTO
ATONÍA UTERINA
176
Hemorragias postparto
CARBOPROST (HEMABATE®)
También puede utilizarse la PG E2, a dosis de 0,5 mg i.v.; se discute si podría repetirse a la hora si
la dosis no ha sido efectiva, habiéndose descartado ya la administración vía rectal.
Cuando se consigue detener la hemorragia una pauta orientativa para continuar el tratamiento
es 250 microgramos/8h durante las primeras 24h y cada 12h las siguientes 24 horas, aunque la
experiencia es limitada. Si tras la segunda dosis de prostaglandinas no se consigue controlar la
hemorragia se deben plantear otras medidas terapéuticas.
No hay que olvidar que las prostaglandinas tienen efectos sistémicos además de sobre el
miometrio, provocando una serie de efectos secundarios como son: desaturación transitoria del
oxígeno arterial materno por derivación intrapulmonar, por lo que se recomienda monitorizar a
la paciente con pulsioxímetro durante el uso de las prostaglandinas; HTA y broncoespasmo, por
lo que está contraindicado en pacientes con enfermedades cardiopulmonares.
177
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
L E S I Ó N D E L C A N A L B L A N D O D E L PA R T O
Si el masaje uterino y los agentes uterotónicos no han sido efectivos para controlar la hemo-
rragia deben buscarse otras causas de la misma como retenciones placentarias, lesiones del canal
blando del parto... etc.
La revisión del canal blando del parto debe hacerse con la iluminación adecuada y bajo anes-
tesia si es preciso, para detectar y reparar lesiones en vulva y/o vagina y/o cérvix uterino.
Las lesiones de vagina pueden ser muy extensas, desde fondo de saco vaginal a fosa isquio-
rrectal, siendo muy importante la sutura de toda la pared vaginal y los planos subcutáneos ya que
si no se consigue una hemostasia correcta podría producirse sangrado en la fosa isquiorrectal y
formarse un hematoma.
R E T E N C I Ó N P L A C E N TA R I A
Si se comprueba la integridad del canal del parto, se explorará la cavidad uterina en busca de
retención de restos, rotura o inversión.
Debe continuarse la administración de uterotónicos y se debe estimular y comprimir manual-
mente el útero, e intentarse la extracción manual de los restos placentarios; si esto no es posible,
o no se tiene acceso al interior de la cavidad uterina por diagnóstico tardío de los restos, está
indicada la realización de un legrado puerperal que se realizará con legras grandes.
ROTURA UTERINA
178
Hemorragias postparto
INVERSIÓN UTERINA
A. El fondo uterino
invertido se coge en la
palma de la mano con
los dedos sobre el fornix
posterior.
B. El útero se eleva en la
pelvis y se dirige ejerciendo
presión hacia el ombligo
después de haber extraído la
placenta.
TAPONAMIENTO UTERINO
COAGULOPATÍA
179
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
H E M O R R A G I A TA R D Í A
T R ATA M I E N T O Q U I R Ú R G I C O
180
Hemorragias postparto
Se comienza por la ligadura de las arterias uterinas, con ligadura posterior de las arterias
ováricas si continúa la hemorragia.
Si la hemorragia se produce por rotura uterina o por hematoma del ligamento ancho, se con-
sigue un mejor control con la ligadura de las arterias hipogástricas, lo que conlleva una gran
dificultad técnica por lo que sólo se realizará en pacientes en los que la conservación uterina sea
muy importante.
-Histerectomía: Se considera en función del grado de hemorragia, la estabilidad hematoló-
gica, si están cumplidos o no los deseos genésicos de la paciente y en función de la destreza y
experiencia del cirujano; siendo un procedimiento aceptable que potencialmente salva la vida de
las pacientes cuando todos los tratamientos médicos y quirúrgicos conservadores han fracasado;
y se considera el tratamiento de elección en grados extensos de acretismo, incretismo o percre-
tismo placentario.
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
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12
INFECCIONES POSTPARTO
Alberto Jiménez
Carolina Lázaro-Carrasco
INFECCIONES POSTPARTO
INTRODUCCIÓN
Las infecciones puerperales son complicaciones obstétricas muy frecuentes. Pueden afectar
tanto a tejidos blandos de la pelvis o tejidos más distantes. La importancia de este tipo de infec-
ciones demanda un diagnóstico seguro, rápido y eficaz así como un tratamiento antibiótico y
ocasionalmente, tratamiento quirúrgico. A menudo muchas mujeres desarrollan sus síntomas ini-
ciales de endometritis puerperal tras el alta hospitalaria, solicitando la asistencia en el servicio
de urgencias.
1) ENDOMETRITIS PUERPERAL
INTRODUCCIÓN
Su frecuencia se sitúa alrededor de 1-3% de los partos por vía vaginal hasta un 85% de las
cesáreas de alto riesgo. Dentro de los factores de riesgo, se encuentra la cesárea como el más
importante incrementando entre un 5-10% la incidencia de infecciones postparto con respecto a
los partos eutócicos. Otros factores de riesgo a considerar son: la presencia de corioamnionitis
intraparto, fiebre intraparto, tiempo de bolsa rota mayor de 6 horas, numerosos tactos vaginales
durante el periodo de dilatación, presencia de gérmenes patógenos de gran virulencia y el uso de
catéteres de monitorización interna fetal y presión intrauterina.
E T I O PAT O G E N I A
185
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
DIAGNÓSTICO
Su sospecha se basa en una correcta y precoz evaluación clínica, valorando los distintos fac-
tores de riesgo señalados anteriormente, así como la velocidad de instauración del cuadro depen-
diendo de los patógenos implicados, incluye frecuentemente los siguientes síntomas y signos:
Fiebre de 38-39º en picos (a veces desde el primer día del parto) y taquicardia
Subinvolución uterina
Dolor a la movilización uterina, sobre todo parametrios y cuernos
Loquios malolientes
Disminución de los ruidos intestinales y moderada distensión abdominal relacionados con el
íleo paralítico.
Exploración:
Tacto vaginal: El dolor uterino puede incluir el fundus del útero o estar limitado al segmento
uterino. La palpación uterina abdominal puede ser dolorosa, a veces, pudiendo identificar masas
sospechosas de abscesos. En el examen pélvico se puede objetivar leucorrea purulenta y casi
siempre dolor en el cervix uterino a su movilización. En algunos casos puede presentar dolor e
induración en los parametrios.
Pruebas complementarias:
186
Infecciones postparto
PROFILAXIS
T R ATA M I E N T O
NECROSIS MIOMETRIAL
Complicación muy poco frecuente pero grave caracterizada por la presencia generalmente
de absceso a nivel de pared abdominal asociado a leucorrea purulenta. Otros hallazgos son la
permeabilidad del cervix uterino, exploración bimanual dolorosa que revela necrosis del seg-
187
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
2 ) I N F E C C I O N E S D E L A H E R I D A L A PA R O T Ó M I C A
INTRODUCCIÓN
En las cesáreas ocurre entre un 3-16%, con una media de un 7% siendo, por tanto, una cirugía
limpia-contaminada, provenientes tanto del tracto genital como de la flora de la piel, asociados
o no a otras infecciones como la endometritis puerperal.
FA C T O R E S D E R I E S G O
• Obesidad.
• Malnutrición.
• Diabetes Mellitus.
• Inmunosupresión.
• Otras relacionadas con la técnica quirúrgica (pobre hemostasia, pérdida de técnicas
estériles,…).
DIAGNÓSTICO
188
Infecciones postparto
Dentro de las pruebas complementarias se describe una leucocitosis con desviación izquierda
en el hemograma. También puede ser útil la realización de una ecografía abdominal para loca-
lizar el material bajo el tejido subcutáneo o por debajo de la fascia. Si se localiza en el tejido
subcutáneo será fácilmente drenado a través de la incisión pudiendo tomar muestras para su
posterior cultivo.Si el material obtenido es de características purulentas, la incisión debe ser
reabierta para el drenaje, limpieza y desbridamiento de la herida. Si se sospecha afectación en
la continuidad o rotura de la fascia este procedimiento deberá ser realizado en el quirófano para
reparación de la fascia afectada.
Diagnóstico diferencial:
Fundamentalmente se debe realizar su diferenciación con respecto a seromas y hematomas,
por la ausencia de signos de celulitis y/o elevación de la temperatura típica de las infecciones de
la herida, aunque a veces es posible que presenten edema.
T R ATA M I E N T O
Criterios de hospitalización:
• Elevación de la temperatura por encima de 38º C.
• Imposibilidad de realizar cuidados adecuados en pacientes controlados de forma ambula-
toria.
• Intolerancia a antibióticos orales.
Manejo de la infección de la herida:
En general el tratamiento depende de la severidad del cuadro infeccioso. En los casos más
leves caracterizados por la presencia de una celulitis no complicada (sin signos de edema, indu-
ración o presencia de líquido) la utilización de un sólo antibiótico puede ser suficiente. En casos
con presencia de líquido en la herida se distinguen a la hora de evacuar dicho material por su
localización como anteriormente se ha descrito, siendo en todos los casos necesario su evacua-
ción y para obtener muestras para su cultivo y análisis lo que es muy útil para el posterior manejo
del cuadro.Si el análisis del material obtenido es de características serosas (sin bacterias ni leu-
cocitos) el simple drenaje normalmente será suficiente. Si en el material se detecta la presencia
de leucocitos, pero no así la de bacterias, puede ser sugerente de infección por micoplama o
ureoplasma. Si es de características purulentas: se debe iniciar el tratamiento con el drenaje, lim-
pieza y curas de la herida, estableciendo la consiguiente terapia antibiótica según nos indiquen
los hallazgos del cultivo o en su defecto por la tinción de Gram, generalmente con antibióticos
de amplio espectro antibacteriano.
Los casos con especial rapidez de desarrollo de celulitis, generalmente dentro de las primeras
24 horas, con afectación sistémica (fiebre, taquicardia y aspecto de cuadro general grave ) y
amplia extensión de la celulitis, se deben generalmente a infecciones por Streptococo grupo A,
las cuales ocasionalmente pueden ser acompañadas de fascitis necrosante requiriendo interven-
ción quirúrgica además del adecuado tratamiento antibiótico.
3 ) FA S C I T I S N E C R O S A N T E
Complicación potencialmente grave que debemos tener en mente ante los siguientes signos
y síntomas:
• Rápida aparición de signos de celulitis en las primeras 24 horas. (no siempre es necesario
la presencia de material purulento o absceso).
• Afectación del estado general del enfermo con impresión de cuadro grave.
189
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
4 ) D E H I S C E N C I A D E L A FA S C I A
5) INFECCIONES DE LA EPISIOTOMÍA
190
Infecciones postparto
191
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
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192
13 SHOCK SÉPTICO
DURANTE EL EMBARAZO
Alberto Jiménez
Marina Sahagún
SHOCK SÉPTICO DURANTE EL EMBARAZO
INTRODUCCIÓN
195
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
ria ó alteración aguda del nivel de conciencia. Pacientes que reciben inotropos ó agentes vaso-
presores pueden no mostrar la hipotensión en un principio cuando las alteraciones de perfusión
son detectadas.
Hipotensión: Una presión barométrica menor de 90 mmHg ó una reducción de 40 mmHg
sobre la basal en ausencia de otras causas de hipotensión.
Síndrome de disfunción multiorgánica: presencia de una alteración de la función orgánica
en un paciente enfermo agudo en el cual la homeostasis no puede ser mantenida sin interven-
ción.
Sepsis simplemente se refiere a la gran cantidad de síntomas y/o signos clínicos asociados
con la respuesta del huésped a la circulación de exo/endotoxina que inician la activación de cito-
cinas, complemento, factores de coagulación y células inmunes. Sepsis, sepsis severa y shock
séptico son estados progresivos de una mala perfusión de múltiples órganos resultando en dis-
función o muerte celular de dichos órganos.
EPIDEMIOLOGÍA Y ETIOLOGÍA
La causa más frecuente de sepsis en la población obstétrica son las infecciones urinarias
generalmente producidas por bacterias gram negativas, afortunadamente, presentan clínica uri-
naria por afectación local siendo de sólo un 8-10% de los casos aquellos que presentan bacte-
riemia. La incidencia general de bacteriemias es de 7,5 de cada 1000 pacientes ingresadas, de
las cuales según Ledger et al. sólo un 4% presentan shock séptico. La mortalidad del shock sép-
tico obstétrico se cifra alrededor del 20-50%, siendo responsable del 10-21% de la mortalidad
materna en Estados Unidos, determinando como vía final más probable del exitus el fallo mul-
tiorgánico.
En España, se han publicado los resultados de una Encuesta Nacional de Mortalidad Materna,
en la que han participado 69 Hospitales, (Miguel Sesmero (2002), en la que la Mortalidad
Materna de origen infeccioso constituye un 18.1 % de la Mortalidad Materna de Causa Obsté-
trica indirecta.
196
Shock séptico durante el embarazo
Anaerobios (30%)
Clostridium perfringens
Fusobacterium sp.
Bacteroides sp.
Peptococcus
Peptostreptococcus
F I S I O PAT O L O G Í A
Shock séptico es el mejor conocido clínicamente como un intento por parte de múltiples
mediadores de la respuesta inflamatoria circulatoria activados simultáneamente para erradicar
la invasión de patógenos. El agente causal suele ser una endotoxina desde la pared de bacterias
gram negativas u ocasionalmente por exotoxinas en caso de bacterias gram positivas.
197
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
E TA PA S D E L S H O C K
198
Shock séptico durante el embarazo
paciente no impresione de gravedad el diagnóstico de shock nos indica que la presión sanguínea
debe ser evaluada. Otros síntomas inespecíficos que se presentan con frecuencia son náuseas,
vómitos o diarrea. Los hallazgos analíticos son progresivos a medida que transcurre el shock
precoz, siendo en un principio el recuento de células blancas disminuido, rápidamente se eleva
siendo evidente su aumento. Hipoglucemia puede estar presente como dato de disfución hepá-
tica, datos también precoces de disfunción de la hemostasia como plaquetopenia, descenso del
fibrinógeno, elevación de los productos de degradación del fibrinógeno, disfunción respiratoria
que se muestra en un principio como alcalosis respiratoria puede evolucionar a acidosis metabó-
lica e incremento de ácido láctico debido a la hipoxia. Si el proceso continúa, se desarrolla una
intensa vasoconstricción generalizada, hipoxia y descenso del gasto cardiaco que clínicamente
se manifiestan como oliguria, cianosis y extremidades frías. Si se deja sin tratamiento evoluciona
rápidamente a shock irreversible.
La fase final de shock se refiere a shock irreversible o secundario que manifiesta signos
evidentes de la prolongada hipoxia tisular como profunda alteración del nivel de conciencia y
fallo multiorgánico están presentes, marcada acidosis metabólica, alteración hidroelectrolítica,
CID generalizada. Hemodinámicamente presenta, marcada disminución del gasto cardiaco y
de las resistencias vasculares periféricas como signo de la marcada vasodilatación periférica
generalizada. La recuperación desde esta fase es muy dificultosa pudiendo ser infructuosa a
pesar de maniobras agresivas.
Para tratar pacientes obstétricas deberemos conocer previamente los cambio adaptativos nor-
males a su condición.
199
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
E X PA N S I O N D E L V O L U M E N I N T R AVA S C U L A R
El objetivo principal del tratamiento agudo del shock séptico implica expansión del volu-
men y corrección de la hipovolemia relativa /absoluta. Se pueden obtener datos de forma
indirecta del volumen intravascular valorando presión arterial, diuresis, frecuencia cardiaca, y
hematocrito.
El modo de valoración directa del volumen intravascular es con catéter arterial pulmonar además
sirve para la monitorización de la paciente (gasto cardiaco oxigenación) y de su tratamiento siendo
el catéter venoso central en las gestantes de menor valor. Esté método de monitorización no se puede
realizar con los habituales catéteres de presión venosa, aunque el uso de el catéter específico no debe
distraer sobre el principal cometido que es optimizar la función cardiopulmonar, la cual varía con cada
paciente. El tratamiento se optimiza de tal manera que se expande de forma secuencial el volumen
intravascular hasta alcanzar una cierta meseta en la cual por más volumen que aportemos no se mejora
el gasto cardiaco.
Ensayos clínicos no han demostrado una clara superioridad de los coloides sobre los cris-
taloides en casos de disfunción circulatoria en shock séptico, más importante parecen ser una
cantidad suficiente que el tipo de fluido administrado.
Agentes vasoactivos: están indicados tras la restauración adecuada de volumen intravascular
para mantener la perfusión y oxigenación adecuadas. El agente vasoactivo más frecuentemente
utilizado es la dopamina comenzando su administración con dosis del orden de 2-5ug/Kg/min y
revisando la dosis dependiendo de la respuesta de la paciente (a dosis muy bajas predomina sus
efectos sobre riñón e intestino incrementando el flujo vascular de forma selectiva). A medida que
se incrementan las dosis predomina su efecto inotropo incrementando el gasto cardiaco hasta un
máximo de 20ug/Kg/min cuando predomina el efecto alfa adrenérgico con marcada vasocons-
tricción y reducción de la perfusión tisular.
OXIGENOTERAPIA
Las pacientes sépticas tienen incrementadas las necesidades metabólicas de oxígeno, pero
con un descenso de la capacidad de extracción de oxígeno. Se instaura la hipoxia tisular
por el descenso de la utilización de oxígeno por los órganos periféricos y vitales establecién-
dose progresivamente un metabolismo anaerobio que conduce a la acidosis láctica, disfunción
200
Shock séptico durante el embarazo
ANTIBIOTERAPIA
La evolución del shock séptico puede ser fulminante de ahí la importancia de instaurar un
tratamiento empírico adecuado y precoz sin dilación, evaluando los posibles focos iniciales del
proceso infeccioso. Se deben recoger la muestras precisas para una posterior terapia selectiva
de acuerdo al antibiograma. El tratamiento empírico en estos casos debe cubrir gérmenes Gram
negativos y positivos tanto aerobios como anaerobios.
Ver tabla.
* Se deben ajustar las dosis de acuerdo a la función renal en caso de insuficiencia renal.
201
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
T R ATA M I E N T O Q U I R Ú R G I C O
La extirpación del tejido infectado puede ser vital para la supervivencia de la paciente.
• La evacuación del útero debe realizarse de forma precoz tras la iniciación de terapia anti-
biótica y estabilización de la paciente en casos de sospecha de aborto séptico o retención
de restos ovulares. El retraso del legrado puede resultar fatal siendo menos traumático por
aspiración que el legrado convencional.
• El parto se requiere en aquellos casos relacionados con corioamnionitis con feto viable,
dependiendo de las condiciones hemodinámica y obstétrica la vía final del parto.
202
Shock séptico durante el embarazo
• La histerectomía se indica en aquellos casos en los que se objetiva dentro del tejido mio-
metrial microabscesos y si se acompaña de deterioro del estado general de la paciente
tras el tratamiento inicial con los apropiados antibióticos y legrado y con miometritis
necrotizante o perforación uterina (especialmente si existe daño de algún asa intestinal).
Si los anejos están afectados deben también ser extirpados No todos aquellos casos que
se detecte clostridium perfringens debe indicarse histerectomía, sólo en casos severos sin
respuesta a tratamiento adecuado (penicilina G 30-40x1000000/24 horas).
• Abscesos se debe sospechar en aquellas pacientes que a pesar de instaurar un tratamiento
antibiótico adecuado, no existe mejoría clínica y persisten hemocultivos positivos. En
caso de absceso simple puede ser suficiente la evacuación con catéter percutáneo con
control radiográfico. En casos no satisfactorios se realizará laparotomía para la evacua-
ción, drenaje y extripación del absceso presentándose más frecuentemente en abscesos
multiloculados y de contenido necrótico y/o hemático.
Shock séptico se presenta como un cuadro con alta mortalidad su rápida identificación y su
manejo agresivo en la unidad de cuidados intensivos disminuyen la mortalidad de estas pacien-
tes. Su incidencia puede que aumente, sobre todo, en pacientes obstétricas debido al aumento de
inmunodepresión.
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203
CAPÍTULO
IV
URGENCIAS MÉDICAS
EN LA MUJER EMBARAZADA
14
ENFERMEDAD TROMBOEMBÓLICA
Y GESTACIÓN
Ángel Grañeras
ENFERMEDAD TROMBOEMBÓLICA Y GESTACIÓN
INTRODUCCIÓN
Durante el embarazo se producen una serie de cambios fisiológicos y anatómicos que van
a favorecer y complicar el diagnóstico y manejo de los fenómenos tromboembólicos. Estos
van a constituir una de las principales complicaciones del embarazo, parto y puerperio en
mujeres previamente sanas. Se estima que la incidencia en nuestra población es de 0,08/1000
mujeres/mes durante el embarazo y de 2,7 a 20/1000 mujeres/mes en el postparto. Esta inci-
dencia puede aumentar cuando concurre alguna circunstancia que favorece la aparición de este
proceso como antecedentes tromboembólicos, déficit de algún factor de la coagulación, car-
diopatía, obesidad, etc. Por otra parte, el feto impone ciertas restricciones, y ante la sospecha
de un tromboembolismo venoso, tanto el diagnóstico como el tratamiento plantean más difi-
cultades que en la paciente no embarazada, agravado este hecho por la ausencia de estudios,
recurriendo a una extrapolación de los resultados obtenidos en mujeres no gestantes.
F I S I O PAT O L O G Í A
209
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
une la adhesión y activación plaquetaria y la descamación endotelial que podrían promover los
fenómenos trombóticos.
El embarazo también se asocia con cambios en la coagulación y los sistemas fibrinolíticos
al final de este y durante el puerperio, van dirigidos a reforzar la hemostasia. Se produce un
incremento en los niveles de los factores de la coagulación II, VII, VIII, X y el fibrinógeno,
permaneciendo sin cambios los factores IX, V y protrombina. También aparece un descenso en
los niveles de inhibidores de la coagulación como la proteína S, mientras que los niveles de pro-
teína C y de antitrombina III, permanecen estables (Déficit congénitos de estas proteínas se han
asociado a fenómenos tromboembólicos de repetición, desencadenados con frecuencia por el
embarazo o el parto). También se produce una inhibición del sistema fibrinolítico, mayor durante
el tercer trimestre.
Una vez formado el trombo, la evolución es variable, un 40 % se resuelven espontánea-
mente, otro 40 % se organiza in situ, sin extenderse, y el 20 % restante migra en dirección proxi-
mal. La trombosis aguda está poco adherida y tiene gran tendencia a embolizar. Conforme el
trombo envejece, se fija a las paredes de la vena y ocluye parcial o totalmente la luz.
Teniendo en cuenta todos estos fenómenos, la incidencia de estas complicaciones guarda una
cierta cronología según avanza la gestación, siendo la trombosis venosa profunda (TVP) más
común durante el 2º y 3º trimestre, generalmente previa al parto, y el embolismo pulmonar (EP)
en el postparto.
La trombosis venosa profunda (TVP) se suele originar en localizaciones que presentan alte-
ración al flujo venoso (por detrás de las hojas valvulares de las venas de las pantorrillas y en los
senos gastrocnemios y sóleos), siendo las venas de las extremidades inferiores la localización
más frecuente. Bien a nivel proximal (vena poplítea, femoral, ilíaca y cava inferior) o a nivel
distal (plexo sóleo, tibiales anteriores y posteriores y peroneas), siendo las primeras las que pre-
sentan un mayor riesgo de embolismo pulmonar.
M A N I F E S TA C I O N E S C L Í N I C A S
Los signos y síntomas que acompañan a la TVP son muy variados y van a depender del
grado de oclusión vascular, el desarrollo de circulación colateral y la intensidad de la respuesta
inflamatoria asociada. Con frecuencia el cuadro comienza con un cuadro agudo de dolor e infla-
mación, acompañado por sensibilidad al roce o a la palpación de la extremidad afecta (pantorri-
lla, zona poplítea o a lo largo de la vena safena). En ocasiones, asociado al dolor o como única
manifestación puede aparecer un edema de instauración brusca o progresiva, que deja fóvea a la
presión, es ligeramente cianótico y asimétrico respecto a la otra extremidad.
El signo de Homans está presente en un tercio de las pacientes, caracterizado por dolor en la
pantorrilla con la dorsiflexión aguda del tobillo.
Si hay afectación superficial, la piel esta eritematosa, con aumento de la temperatura local,
dilatación de las venas superficiales y un cordón palpable.
En los casos de obstrucción severa proximal puede verse una pierna cianótica, dolorosa y
distendida, la denominada “ flegmasia cerúlea dolens”.
Finalmente, el cuadro puede debutar con un tromboembolismo pulmonar, como primera y
única manifestación.
210
Enfermedad tromboembólica y gestación
DIAGNÓSTICO
E X P L O R A C I O N E S C O M P L E M E N TA R I A S
1.- Eco doppler: las imágenes con escala de grises con compresión venosa y el estudio
Doppler dúplex y Doppler color: Es una técnica no invasora, que proporciona información anató-
mica y fisiológica durante el estudio en tiempo real y tiene una fiabilidad similar a la venografía.
Se han publicado sensibilidades y especificidades que varían del 89 al 100% comparadas con
dicho método. Permite la identificación de la localización exacta y la extensión del coágulo y se
emplea de forma seriada para seguir las lesiones y su respuesta al tratamiento.
Diferentes estudios avalan la compresión venosa como la maniobra mas sensible y específica de
todas. Por sí misma tiene una sensibilidad del 93% y una especificidad del 99% para identificar trom-
bos en el miembro inferior. Si las paredes venosas no se coaptan totalmente en respuesta a la presión
ejercida por el transductor, hay que sospechar una trombosis venosa profunda aguda o crónica.
El doppler color distingue un trombo oclusivo parcial de uno total y facilita la identificación
de los vasos de la pelvis y la pantorrilla. Es un método sensible en la detección de trombos
proximales, detectando peor trombos no oclusivos y a nivel de la pantorrilla.
2.- Flebografía con contraste: era el método de preferencia hasta la introducción del Doppler
color. Consiste en la administración de una inyección de contraste radiológico por canalización
de las venas del pie, y la visualización posterior del sistema venoso. El diagnóstico es positivo
cuando al menos en dos proyecciones se objetiva un defecto intraluminal. Como inconvenien-
tes, podemos citar que lleva consigo la exposición fetal a radiación, por lo que se realizan veno-
grafías unilaterales limitadas (con una estimación de exposición fetal de 0,314 rad), el uso de
contrastes yodados, y la dificultad técnica para visualizar el plexo sóleo, femoral profundo y las
venas hipogástricas.
Durante el embarazo debe recurrirse en principio a ella cuando otros métodos no invasivos
han fracasado en la detección de una trombosis venosa de la pantorrilla, el estudio debe restrin-
girse a la visualización de las venas de ésta con la adecuada protección mediante un escudo de
la pelvis y el abdomen
3.- Pletismografía de impedancia: Método no invasivo que mide los cambios de volumen de
la extremidad producidos por el inflado y desinflado de un manguito de presión en el muslo. Es
una técnica simple, estandarizada, fácil de reproducir y que detecta de manera eficaz los trom-
bos oclusivos proximales, detectando con dificultad las trombosis aisladas de la pantorrilla, o
211
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
212
Enfermedad tromboembólica y gestación
T R ATA M I E N T O
Una vez diagnosticada la TVP debe iniciarse de forma rápida y prolongada el tratamiento
anticoagulante, dirigido a:
1.- Prevenir la extensión del trombo
2.- Restaurar la circulación venosa
3.- Limitar el riesgo de EP, y su recurrencia.
La experiencia clínica, y los estudios retrospectivos han establecido a la heparina como el
anticoagulante más seguro en el embarazo, ya que no atraviesa la placenta. Podemos iniciar la
administración de dos formas: heparina convencional (no fraccionada) o con heparina de bajo
peso molecular:
1.- Heparina convencional: El objetivo del tratamiento es la prolongación del tiempo parcial
de tromboplastina activada (aPTT) a 1,5-2 veces su valor normal. Esto se puede lograr adminis-
trando un bolo inicial de 5.000 U de heparina intravenosa, seguida de una perfusión continua
de 1.000 U/hora. Cuatro horas después de iniciado el tratamiento se obtiene una aPTT, y si el
tiempo de coagulación no está suficientemente prolongado se requiere otra dosis en bolo, y se
incrementa de manera apropiada la dosis de la perfusión continua. La terapia con heparina debe
ser monitorizada cada 6 horas en las primeras 24-48 horas.
Nunca debe ser administrada en forma intramuscular por la formación de hematomas mus-
culares.
Después de 10-14 días de tratamiento intravenoso, una vez estabilizado el proceso y si ya
no hay signos clínicos o de laboratorio de oclusión venosa, podemos pasar a la vía subcutánea,
primero a la dosis de 5000 U cada 4 horas, luego, 8000 cada 8 horas, posteriormente , a la de
10000 U cada 12 horas, y, finalmente, 5000 U cada 12 horas, que es la dosis de mantenimiento
habitualmente efectiva. La determinación periódica del aPTT (antes de cada inyección) irá seña-
lando la dosis que se debe administrar, para lo cual se debe instruir a la gestante para su autoad-
ministración. Este tratamiento se debe prolongar entre 6 semanas (trombosis de las venas de la
pantorrilla) y 3 meses (trombosis de las venas proximales), aunque algunos autores propugnan
el tratamiento durante todo el embarazo y al menos 6 semanas postparto, para evitar recaídas y
el desarrollo de un EP.
Los riesgos potenciales del uso de heparina son: la hemorragia (control con aPTT, no sobre-
pasando el rango de 1,5-2), la osteoporosis, la alopecia y la trombocitopenia (recuentos plaque-
tarios dos veces por semana).
2.- Heparina de bajo peso molecular: Iniciamos el tratamiento con 90 UI antiXa/12 h. de
nadroparina, lo cual equivale a 0,4 ml en personas con un peso menor de 50 Kg., añadiéndose
0,1 ml. por cada 10 Kg. más de peso (50-59 Kg.: 0,5 ml, 60-69 Kg: 0,6 ml, etc.).
3.- Anticoagulantes orales: su uso en principio no está recomendado durante la gestación
ya que atraviesa la placenta. Tiene un potencial riesgo teratogénico cuando se administra al
comienzo del embarazo, durante el segundo y tercer trimestre puede provocar anormalidades del
sistema nervioso central, retraso del crecimiento y alteraciones oftalmológicas; y puede inducir
hemorragias intracraneales en el feto cuando se usa cerca del parto, quedando restringido su uso
para el puerperio o en aquellas pacientes alérgicas a la heparina.
La terapia con anticoagulantes orales produce efecto anticoagulante rápido (secundario a
una caída rápida en el factor VII y en los niveles de proteína C) antes de alcanzar un efecto
antitrombótico eficaz (el cual se retrasa al menos 24 ó 48 horas), por eso es importante iniciar la
terapia con heparina, manteniendo ésta al menos 4 días, y no suspenderlo hasta que el INR está
en rango terapéutico durante 2 días consecutivos. El control del tratamiento lo realizamos con el
Tiempo de Protombina expresado en INR (International Normal Ratio = tiempo de protombina
213
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
EMBOLISMO PULMONAR
214
Enfermedad tromboembólica y gestación
tratamiento, la mortalidad materna puede llegar al 12,8%, con un 30% de embolismos recurrentes,
mientras que con un diagnóstico y tratamiento adecuados la mortalidad desciende al 0,7%.
En el 95% de los casos, el trombo procede de una TVP de las extremidades inferiores, se ha
demostrado que un tratamiento inadecuado de la TVP proximal, se asocia a un riesgo del 20-50%
de trombosis venosa recurrente y embolismo pulmonar.
La evolución natural del EP es a la recuperación respiratoria y hemodinámica (por trata-
miento y/o por fibrinolisis fisiológica), o a la muerte por fallo cardiaco derecho (aumento de la
resistencia vascular pulmonar, aumento de la presión en la arteria pulmonar y fracaso del ventrí-
culo derecho). El 90% de las muertes se producen en las 2 primeras horas, siendo la mortalidad
en la primera semana del 3%. El EP sigue siendo la principal causa de muerte postparto no obs-
tétrica. En el feto puede provocar lesiones o la muerte secundaria a hipoxia materna.
M A N I F E S TA C I O N E S C L Í N I C A S
El cuadro clínico es muy inespecífico, enmascarado a veces por los cambios fisiológicos que
se producen durante el embarazo y que además puede no diferir del que pueden producir otros
procesos pulmonares (el asma, seguida por la neumonía o el edema pulmonar)
El síntoma más común es la disnea (en ocasiones, la paciente se queja únicamente de moles-
tias en las piernas con dificultad respiratoria). La tos está presente en el 50% de las pacientes. Es
frecuente la sensación de angustia y aprensión.
El signo clínico más importante en estas pacientes es la taquipnea.
Cuando se producen infartos periféricos, aparece dolor torácico pleural con tos, hemoptisis,
esputos parduscos espumosos y roce pleural, ésto aparece aproximadamente en el 10% de los
casos (30% en el subgrupo de pacientes con patología cardiopulmonar previa).
Puede haber fiebre, taquicardia y signos de insuficiencia cardiaca derecha, con distensión
venosa yugular, hepatomegalia y desdoblamiento del segundo ruido pulmonar.
DIAGNÓSTICO
La clave del diagnóstico es la sospecha clínica, basada en los hallazgos anteriores, especial-
mente cuando nos encontramos con una paciente que durante el puerperio inmediato debuta con
un cuadro de distress cardiorrespiratorio.
La auscultación torácica, que puede revelar estertores atelectásicos, crepitaciones o crujido
pleural, o un desdoblamiento del 2º ruido pulmonar.
La radiografía de tórax con protección abdominal durante la gestación, con agrandamiento
de la arteria pulmonar y del ventrículo derecho, derrame pleural, infiltrado, elevación del dia-
fragma o asimetría vascular.
Electrocardiograma, con frecuencia normal, pero pueden aparecer signos de sobrecarga del
ventrículo derecho, anormalidades inespecíficas del segmento ST o inversión de la onda T. El
patrón característico S1Q3T3 está raramente presente.
La ecografía transesofágica o el eco-Doppler transtorácico es sugerente de EP si demuestra
dilatación o hipoquinesia del ventrículo derecho.
Gasometría arterial, con hipoxemia (PO2 < 80 mm Hg) e hipercapnia (PCO2 > 30 mmHg),
así como un incremento del gradiente alveolo-arterial de Oxígeno (DaO2>20 mmHg)
Analítica general, que mostrará leucocitosis, elevación de la LDH, bilirrubina y la VSG.
El análisis conjunto de estos datos pueden ayudar a incrementar o disminuir el índice de sos-
pecha, pero rara vez permite el diagnóstico con un suficiente grado de certeza, siendo necesario
recurrir a pruebas complementarias como son:
215
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
* Pruebas simples: Analítica con gasometría, Rx torax con protección abdominal, auscultación y EKG.
216
Enfermedad tromboembólica y gestación
T R ATA M I E N T O
Ante una sospecha fundada de EP, el cuadro es lo suficientemente grave para ingresar a la
paciente en la UVI e iniciar el tratamiento anticoagulante, mientras se confirma el diagnóstico
mediante la gammagrafía pulmonar de V/P o la angiografía pulmonar.
Los objetivos del tratamiento son: prevenir la muerte causada por la embolización pulmonar,
reducir la morbilidad, y prevenir la hipertensión pulmonar.
Medidas terapéuticas:
1.- Anticoagulación. Con heparina en perfusión iv. Con un bolo inicial de 10-15000 U seguido
de una perfusión continua de heparina en solución salina, de forma que se administren 15-20
U/Kg./hora. Control de la coagulación estricto con un aPTT de 2 a 3 veces el tiempo control
y un tiempo de coagulación superior a 1,5-2,5 veces.
2.- Oxigenoterapia. Debemos mantener la PO2 materna por encima de 70 mmHg, recurriendo
a la ventilación a presión positiva si existe edema pulmonar. Ventilación mecánica si existe
insuficiencia respiratoria grave o inestabilidad hemodinámica severa.
3.- Sedantes y analgésicos para disminuir la sensación de dolor y angustia, como la meperidina
o la morfina.
4.- Aminofilina para disminuir el broncoespasmo reflejo, ejerciendo además un efecto diuré-
tico.
5.- En caso de hipotensión o de embolismo pulmonar masivo, con insuficiencia cardiaca dere-
cha, infusión iv. de líquidos que aumenten la precarga (controlado mediante la introducción
de un catéter de presión venosa central), y fármacos inotrópicos con acción vasodilatadora
pulmonar como la dopamina, la dobutamina o el isoproterenol (2-4 mg en 500 ml de dextrosa
al 5%), siendo conscientes que pueden reducir el flujo uterino.
6.- Los antibióticos solo están indicados en el tratamiento de los émbolos sépticos.
7.- El reposo en cama durante 5-7 días para facilitar la estabilización del coágulo, y la adminis-
tración de laxantes para evitar esfuerzos con la defecación.
OTRAS MEDIDAS:
217
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
b.- La embolectomía urgente en los pacientes con embolias masivas alojadas en la arteria pul-
monar principal, o pacientes con embolismo masivo en los que no se puede mantener la
tensión arterial a pesar del tratamiento trombolítico ni vasopresor.
c.- La ligadura, plicación, pinzamiento o inserción de un paraguas en la vena cava inferior.
Sólo se deben efectuar si hay una embolización recidivante grave a pesar de una anticoa-
gulación adecuada o en aquellos pacientes en los que el tratamiento anticoagulante está
contraindicado por la presencia de hemorragias con riesgo vital.
INTRODUCCIÓN
F I S I O PAT O L O G Í A
El paso del líquido amniótico a la circulación materna se produce una vez iniciado el parto,
con la bolsa rota (aunque se han descrito algunos casos sin amniorrexis), y a favor de un gra-
diente de presión entre la cavidad uterina y el sistema vascular materno.
Se han descrito como factores predisponentes la edad materna avanzada, multiparidad, pla-
centa previa, amniotomía, monitorización fetal interna, hipertonia, polisistolia, y la realización
de una cesárea.
El líquido amniótico contiene partículas en suspensión, sobre todo en los casos de meconio,
y sustancias vasoactivas que causan espasmos en la arteria pulmonar, que junto a la fibrina for-
mada en la luz vascular, van a originar un cuadro de cor pulmonare agudo con hipoxia y reduc-
ción del gasto cardiaco, una hipertensión transitoria a nivel periférico, que va a dar paso en un
segundo momento a un fracaso del ventrículo izquierdo. Finalmente, puede aparecer un cuadro
de coagulopatía, desencadenado por el aumento de la actividad de la tromboplastina, dando lugar
a una hemorragia uterina y/o una coagulación intravascular diseminada.
Algunos autores, sugieren un mecanismo fisiopatológico común con el shock anafiláctico o
el shock séptico, por la similitud en los cambios hemodinámicos y en las manifestaciones clíni-
cas producidas.
M A N I F E S TA C I O N E S C L Í N I C A S
El cuadro clínico típico es el que se presenta en una mujer multípara con hiperdinamia y/o
polisistolia, con un parto tórpido, meconio en el líquido amniótico, y que comienza con escalo-
fríos, sudoración, vómitos, disnea intensa, seguida de malestar general, con ansiedad y sensación
de muerte inminente.
Las convulsiones y el coma son frecuentes, y según avanza el proceso aparece hipotensión,
taquicardia, taquipnea y finalmente fracaso cardiaco.
218
Enfermedad tromboembólica y gestación
DIAGNÓSTICO
T R ATA M I E N T O
Una vez establecido el diagnóstico, el tratamiento debe ser aplicado con rapidez y dirigido a
cubrir las dos manifestaciones principales:
A) El cuadro cardiopulmonar:
1. Extracción fetal mediante una cesárea urgente.
2. Ingreso en UCI
3. Administración rápida de 20000 U (250 mg) de heparina iv. Seguir con 5000 U cada 6
horas, hasta que el cuadro cardiorespiratorio y hemorrágico hayan cedido.
4. Intubación y ventilación mecánica, mantener una pO2 superior a 60 mmHg..
5. Cateterizar vías centrales y periféricas, colocando un catéter en la arteria pulmonar para
conseguir un buen control hemodinámico, se debe conseguir mantener una presión sistó-
lica por encima de 90 mm.Hg
6. Sondaje vesical y control de diuresis.
7. Efectuar una gasometría arterial, administrando biocarbonato sódico según demanda
hasta conseguir el equilibrio ácido-base adecuado, inicialmente mientras llega la analí-
tica, podemos comenzar con 44 mEq cada 5 minutos.
8. Administrar 0,4 mg de atropina.
9. Administrar inotropos simpaticomiméticos, y dobutamina, y diuréticos si aparece edema
agudo de pulmón.
10. Administrar 1 g de hidrocortisona iv, seguido de 500 mg cada 6 horas.
11. Sedación de la paciente.
B) El cuadro hemorrágico:
1. Transfusión de sangre fresca o plasma congelado.
2. Fibrinógeno (de 5 a 10 gr) si la pérdida es importante.
3. Si hay sobrecarga de líquidos, utilizar un crioprecipitado.
4. Medidas obstétricas dirigidas a frenar la pérdida sanguínea: taponamiento uterino, oxitó-
cicos, etc, y si no cede Histerectomía obstétrica.
5. Control estricto de la coagulación.
219
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
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220
15
TRASTORNOS PULMONARES
DURANTE EL EMBARAZO
Olga Gutiérrez-Román
Ángel Sánchez-Castaño
TRASTORNOS PULMONARES
DURANTE EL EMBARAZO
CAMBIOS FISIOLÓGICOS
223
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
ción del diafragma y el efecto de los niveles crecientes de progesterona circulante sobre la ven-
tilación. Estos cambios pueden provocar sensación de disnea incluso en mujeres que no tienen
una patología pulmonar.
Modificaciones mecánicas.
Con el crecimiento uterino va modificándose la forma y el tamaño del abdomen lo que hace
que el diafragma modifique su posición de reposo, elevándose por tanto, y que la configuración
del tórax cambie, aumentando su diámetro trasversal.
Modificaciones bioquímicas.
Parece que bajo el influjo de la progesterona se incrementa la ventilación minuto en individuos
normales y que aumenta la sensibilidad del centro respiratorio al dióxido de carbono.
Volúmenes pulmonares.
Los volúmenes pulmonares se determinan mediante la combinación de la espirometría y la pletis-
mografía. Durante el embarazo los principales factores que modifican los volúmenes pulmonares son
los cambios de posición del diafragma y la modificación de la pared torácica.
Los cambios observados son evidentes después del quinto al sexto mes de gestación y fueron
progresivos durante el resto del embarazo. Lo que se observa es una disminución del volumen
de reserva espiratorio y del volumen residual para así producir una reducción de la capacidad
funcional residual. La capacidad vital no se modifica; por tanto, la capacidad pulmonar total está
ligeramente disminuida.
Gases en sangre arterial y estado ácido-base.
La mayor ventilación inducida por la progesterona provoca una caída de la PCO2 arterial
durante el embarazo (suele caer a una meseta de 27 a 32 mmHg) y aumento de la P02 a 106-108
mmHg. Como consecuencia de la hiperventilación y la alcalosis respiratoria del embarazo, hay un
aumento secundario de la excreción de bicarbonato y el pH global se mantiene relativamente esta-
ble, el pH medio suele estar en 7,47 y los niveles de bicarbonato sérico descienden a 18-21 mEq/L.
224
Trastornos pulmonares durante el embarazo
E VA L U A C I Ó N D E L A D I S N E A D U R A N T E E L E M B A R A Z O
I . E VA L U A C I Ó N C L Í N I C A
La disnea es uno de los síntomas respiratorios más difíciles de valorar durante el embarazo
porque puede aparecer en el curso de una gestación normal. Durante el embarazo separar causas
cardiacas de causas pulmonares de disnea puede ser muy difícil.
Para determinar la causa de disnea en una paciente gestante nos son de ayuda los síntomas
acompañantes.
1. Disnea del embarazo.
Ocurre con frecuencia, puede aparecer en algún momento del embarazo en un 60-70% de las
mujeres. Suele comenzar durante el primero o el segundo trimestre. Es de progresión lenta hacia el
último trimestre y en éste la severidad de la disnea se hace estable. No interfiere con la actividad,
rara vez es notada durante el descanso y no suele ser severa. Su asociación a otros síntomas es
muy rara, la ortopnea si aparece es en el final de la gestación, el síncope se suele encuadrar en el
síndrome de hipotensión supina.
El examen físico durante el embarazo se modifica: aparece edema periférico en el 80% de
las embarazadas normales, se puede auscultar un tercer ruido cardiaco y soplos sistólicos de
intensidad menor que grado 3 en embarazadas normales. Las pulsaciones de las venas son muy
prominentes en la gestación normal.
2. Disnea de origen cardiaco durante el embarazo.
Ocurre ocasionalmente, es de variable comienzo y usualmente comienza en el segundo y tercer
trimestre, su inicio puede ser agudo o progresivo, empeora con el ejercicio y puede ocurrir durante
el descanso. Puede ser severa y se asocia a otros síntomas con frecuencia; la ortopnea es frecuente
y de variable comienzo, el síncope ocurre ocasionalmente y se da durante la bipedestación, el ejer-
cicio o inmediatamente después de éste, el dolor precordial ocurre frecuentemente, puede ser pro-
gresivo, con el ejercicio y cede con el reposo.
Por tanto la disnea lo bastante severa para limitar la actividad, la ortopnea progresiva y la
disnea paroxística nocturna exigen una evaluación cardiológica.
En el examen físico soplos sistólicos de grado 3 a 6 requieren una evaluación, también una
ingurgitación de las venas cervicales durante todo el ciclo cardiaco. La cianosis siempre es patoló-
gica aunque su origen puede ser diferente de la patología cardiológica.
3. Disnea de origen pulmonar durante el embarazo.
Puede ocurrir en cualquier trimestre, puede ser aguda o de progresión lenta, puede ocurrir
durante el reposo incluso ser severa. Se asocia a otros síntomas frecuentemente, la ortopnea ocu-
rre ocasionalmente y está frecuentemente asociada con tos; el síncope aparece ocasionalmente
bien en bipedestación o con el ejercicio; cuando aparece dolor torácico está asociado a otros
síntomas, puede ser pleurítico.
I I . P R U E B A S C O M P L E M E N TA R I A S PA R A L A E VA L U A C I Ó N D E L A D I S N E A
225
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
- Pulsioximetría.
- Radiografía de tórax.
- Electrocardiograma. El embarazo dificulta la interpretación de las variaciones del ST-
onda T. Un infradesnivel del ST se puede considerar un hallazgo normal por encontrarse
con mucha frecuencia
- Radiografía de tórax.
- Sistemático de sangre y bioquímica.
226
Trastornos pulmonares durante el embarazo
E VA L U A C I Ó N D E L A PA C I E N T E E M B A R A Z A D A C O N A S M A
I. ASMA INTERMITENTE
1. Definición.
- Crisis de disnea breves, menos de una vez a la semana.
- Menos de dos crisis nocturnas al mes.
- Periodo intercrítico asintomático y con función normal (PEF o VEMS > 80% del
teórico).
- Variabilidad < 20%.
- Incluye el asma por ejercicio.
2. Tratamiento.
Tratamiento del asma intermitente. Se emplean betaadrenérgicos inhalados de acción
corta (salbutamol y terbutalina), 2 inhalaciones cada 4-6 horas, según necesidad. En el
asma por ejercicio o profesional además del betaagonista pueden emplearse cromoglicato
(10-20 minutos antes de la exposición).
227
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Tratamiento del asma persistente leve. Se usan corticoides inhalados a dosis bajas (< 1000
mcg/día) de base y un betaadrenérgico de acción corta si aparecen síntomas. Si aparecen
síntomas nocturnos puede añadirse un broncodilatador de acción prolongada( betaadre-
nérgicos de acción larga o teofilinas de liberación retardada).
228
Trastornos pulmonares durante el embarazo
- Oxígeno al 30%.
- Hidratación i.v. (al menos 100 cc/ hora).
- B2 agonistas inhalados, 3 dosis en los primeros 60-90 min.y cada 1-2 horas después
hasta obtener una respuesta adecuada.
- Metilprednisolona i.v. (Urbason) 1 mg./kg cada 6-8 horas. Como opción inicial en
pacientes ya tratadas con corticoides o en aquellas que no respondan adecuadamente
después de 1 hora de tto.
- En pacientes que no respondan a lo anterior, considerar la administración de aminofi-
lina i.v. ( dosis inicial de 6 mg/kg, seguido de perfusión de 0,5 mg/kg/hora). La dosis
ha de ajustarse para mantener niveles de teofilina entre 8-12 microgr./ml.
- Si la crisis es grave, valorar el traslado de la paciente a la UCI.
A G O N I S TA S B E TA A D R E N É R G I C O S
229
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
rinas deberían ser consideradas en las infrecuentes ocasiones cuando los B2 agonistas sistémicos
tengan que administrarse cerca del término de la gestación.
La terbutalina se excreta en la leche materna pero el World Health Organization Working
Group On Human Lactation y la American Academy of Pediatrics clasificaron a la terbutalina
como permisible durante el amamantamiento porque no se encontraron síntomas de estimulación
adrenérgica en los lactante expuestos.
METILXANTINAS
AGENTES ANTICOLINÉRGICOS
CORTICOSTEROIDES
C R O M O G L I C AT O
230
Trastornos pulmonares durante el embarazo
A N T I H I S TA M Í N I C O S
DESCONGESTIVOS
La conclusión de varios estudios es que la efedrina, en dosis única o en unas cuantas, puede
no producir efectos cardiovasculares adversos en la madre y el feto. Sin embargo, la seudoefe-
drina es el descongestionante preferido para uso más prolongado durante el embarazo debido
a su índice terapétutico más favorable. Además, aunque la seudoefedrina se excreta en la leche
materna un niño amamantado puede ingerir menos de 3% de la dosis materna, y el uso de este
fármaco durante la lactancia no se ha acompañado de efectos neonatales adversos.
Sobre la nafazolina y oximetazolina no hay estudios con testigos sobre la posible toxicidad
reproductiva de estos agentes.
INMUNOTERAPIA
The Working Group On Pregnancy And Asthma, ha aconsejado continuar una inmunoterapia ya
iniciada previamente al embarazo pero no es aconsejable iniciarla durante el mismo.
E D E M A A G U D O D E P U L M Ó N A S O C I A D O C O N E L T R ATA M I E N T O
S I M PAT I C O M I M É T I C O
Se han comunicado casos de edema pulmonar durante o después del tratamiento simpatico-
mimético para inhibir el trabajo de parto prematuro pero no después de su utilización para el
manejo de la paciente asmática.
Se han implicado una serie de agentes simpaticomiméticos pero en general apareció la com-
plicación tras ser administrados por infusión intravenosa y en la mayoría de los casos se había
administrado simultáneamente un corticosteroide, pero como también se han descrito casos sin
el uso concomitante de esteroides, éstos no son cruciales para la aparición de un edema pulmo-
nar. Otros factores de riesgo propuestos son los nacimientos gemelares y la infección materna
coexistente que contribuye a un defecto de permeabilidad capilar pulmonar.
1. Definición y clínica.
Conceptualmente es una insuficiencia respiratoria congestiva que se desarrolla de manera
súbita.
La clínica es disnea progresiva, taquipnea, taquicardia;
A la auscultación respiratoria estertores y roncus difusos pero puede ser una exploración
anodina.
En la radiología aparece un infiltrado que en los casos graves produce una opacidad total de
ambos campos pulmonares.
La gasometría arterial aparece hipoxia, hipocapnia.
2. Tratamiento.
Supresión inmediata de los betamiméticos.
Traslado de la paciente a la UCI.
- Administración de oxígeno.
- Depleción de líquidos mediante diuréticos.
231
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
No está indicado finalizar la gestación por causa materna, porque no hay evidencia de que
esto mejore la función respiratoria. Si existe causa obstétrica para finalizarla es preferible que la
madre se encuentre estable.
Monitorización de la FCF en fetos viables, si el registro es patológico coincidiendo con el
proceso agudo de la madre es probable que la respuesta fetal sea secundaria a la materna y que
al tratar a la madre se le trate también al feto, se es patológico una vez estabilizada la madre está
indicado finalizar la gestación.
I. CLÍNICA.
Debe sospecharse ante el comienzo brusco de disnea con cianosis, colapso circulatorio,
inquietud y coagulopatía en un marco obstétrico adecuado, los síntomas ocurren durante el
trabajo de parto o en el postparto inmediato y se pueden resumir en:
- Hipoxia y fallo respiratorio.
- Shock cardiogénico.
- Coagulación intravascular diseminada.
II. DIAGNÓSTICO.
I I I . T R ATA M I E N T O .
RADIOGRAFÍA SIMPLE
La dosis que recibe el feto durante la radiografía de tórax materna es muy baja. La exclusión
juiciosa de la placa lateral disminuye la dosis, ya de por sí baja. La dosis materna y fetal durante
la realización de una radiografía de tórax con equipo portátil aumenta con respecto a la tomada
en el departamento de radiología.
Estas diferentes técnicas pueden ser usadas minimizando la exposición fetal a la radiación. Otro
ejemplo es que siempre se debe utilizar la proyección postero-anterior exponiendo así a una menor
radiación al útero localizado en posición anterior en la pelvis.
La radiografías de pelvis o abdomen deben ser evitadas, aunque una radiografía digital
reduce la exposición a la radiación. El abdomen y la pelvis deben protegerse en estudios no
abdominales.
232
Trastornos pulmonares durante el embarazo
P I E L O G R A F Í A I N T R AV E N O S A
TOMOGRAFÍA COMPUTERIZADA
C O N T R A S T E S D U R A N T E E L E M B A R A Z O Y L A C TA N C I A
MEDICINA NUCLEAR
U LT R A S O N I D O S
The National Radiological Protection Board aconseja evitar su realización durante el primer
trimestre ya que no existe experiencia sobre si afecta la organogénesis.
RECOMENDACIONES GENERALES
Toda mujer en edad fértil debe ser preguntada sobre la posibilidad de embarazo antes de
realizar cualquier prueba radiológica. Si existen dudas se debería realizar un test de gestación
previo al examen radiológico.
El riesgo percibido por la mujer debido a la exposición a la radiación es mucho mayor que
el real pero una completa explicación de los riesgos a la mujer y a su familia es más creíble si la
damos previamente a la exposición.
233
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Son recomendables las siguientes normas para el diagnóstico por imagen durante el embarazo:
- radiación expuesta menor a 5 rad no se ha asociado con un incremento en el riesgo
de aborto, anomalías congnénitas ni retrasos en el crecimiento o muerte perinatal.
Un aborto terapéutico no debería ser recomendado con estos niveles de exposición
a radiación.
- Deberían ser consideradas pruebas de imagen alternativas ( ultrasonidos, resonancia
magnética ), a las radiaciones ionizantes. Aun conociendo los posibles efectos de
las radiaciones ionizantes no deberíamos prescindir de estas pruebas diagnósticas
cuando están indicados médicamente, usando la mejor modalidad disponible.
- Los ultrasonidos y la RM no están asociados con efectos sobre el feto. La RM no
está recomendada en el primer trimestre ya que la información que tenemos sobre
sus efectos durante le organogénesis es limitada.
- Los riesgos de la radiación deberían ser discutidos con la paciente incluyendo una
explicación de las creencias populares de riesgo de aborto, anomalías congénitas,
enfermedades genéricas y retraso de crecimiento. De la consulta con un radiólogo
obtendríamos el plan óptimo de estudio usando la menor cantidad de radiación o
modificar la cantidad de exposición a radiación de las pruebas a realizar según los
conocimientos acerca de radiación y embarazos.
The National Council On Radiaction Protection and Measurement ha recomendado una dosis
efectiva limitada en embarazadas de 0.5 rad durante todo el embarazo o 0.05 rad por mes.
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234
16
DOLOR ABDOMINAL
EN LA EMBARAZADA
Alejandra Carazo
Francisco Tejada
DOLOR ABDOMINAL EN LA EMBARAZADA
INTRODUCCIÓN
El dolor abdominal es un síntoma que suelen presentar la mayoría de las mujeres embara-
zadas. Generalmente son autolimitados y no presentan efectos adversos en el curso del emba-
razo. Pero es importante saber reconocer la etiología e importancia del dolor abdominal en la
embarazada ya que los casos en que se asocia a patología importante aumenta la morbimorta-
lidad materna y fetal. Además es más difícil el diagnóstico de patologías asociadas con el dolor
abdominal ya que muchos de los signos que habitualmente presentan se encuentran enmasca-
rados por los cambios fisiológicos que se producen en el embarazo, tanto hormonales, como
anatómicos.
PA R T O
237
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
En las mujeres que presenten un sangrado vaginal debemos realizar un examen ecográfico
previo a la exploración para localizar la placenta, y no explorar en el caso de que se trate de una
placenta previa. La exploración ecográfica se debe realizar en todas las mujeres que no tengan
ningún examen ecográfico con la localización de la placenta previo a la exploración digital del
cervix.
D E S P R E N D I M I E N T O D E P L A C E N TA N O R M A L M E N T E I N S E R TA ( A B R U P T I O )
Es una de las causas mas serias y potencialmente mortales de dolor abdominal en la gesta-
ción.
Se caracteriza por dolor abdominal severo, ausencia de relajación uterina, contracciones tetá-
nicas y diferentes grados de sangrado, que suele ser de coloración oscura, o incluso no presentar
sangrado. Suelen dar signos de inestabilidad hemodinámica, incluso shock, que pueden parecer
desproporcionados al sangrado que se observa. El abruptio de placenta severo se asocia con la
muerte fetal, y una coagulopatía por consumo de fibrinógeno y otros factores de la coagulación.
El tratamiento consiste en la evacuación uterina, usualmente mediante una cesárea si el feto
es viable, y asegurar la estabilidad hemodinámica en la madre mediante la reposición de la vole-
mia, sangre y plasma (ver tema 7).
ROTURA UTERINA
PREECLAMPSIA SEVERA
Los síntomas relacionados con la preeclampsia son cefalea, escotomas y dolor el hipocondrio
dcho-epigastrio (ver tema 5)
El dolor abdominal asociado a la preeclampsia se relaciona con el hígado. La patogenia
exacta se desconoce. pero se cree que esta asociado a isquemia y edema hepático.
Una de las complicaciones mas temida asociada con el dolor abdominal son los hematomas
subcapsulares. La rotura de estos hematomas se asocia a una alta mortalidad.
238
Dolor abdominal en la embarazada
También se conoce como atrofia amarilla obstétrica aguda, esteatosis aguda del embarazo o
degeneración grasa hepática aguda del embarazo.
No se conoce su incidencia exacta, se calcula que aparece en 1/10.000 embarazos.
Ocurre en el tercer trimestre y es mas frecuente en nulíparas.
Su pronóstico es malo y cursa con una mortalidad materna del 75%.
Los hallazgos clínicos, que generalmente ocurren en el curso de días o semanas son:
1. Dolor abdominal
2. Nauseas y vómitos
3. Ictericia
4. En los casos de mala evolución:
-Diatesis hemorrágica (CID)
-Preeclampsia
- Coma hepático
Signos de laboratorio:
-Hiperbilirrubinemia, generalmente <10mg/dl
-Elevación del tiempo de protrombina
-Elevación del tiempo parcial de tromboplastina
-Hiperamoniemia
-Hiperuricemia
-Hipoalbuminemia
-Elevación discreta de GOT, GPT y fosfatasa alcalina (puede ser 10 veces superior)
-Hipoglucemia
-Trombocitopenia
- Leucocitosis
239
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
ÚTERO INCARCERADO
A B O R T O I N C O M P L E T O , G E S TA C I Ó N E C T Ó P I C A
240
Dolor abdominal en la embarazada
INTRODUCCIÓN
Excluyendo el aborto incompleto y la gestación ectópica las causas más frecuentes de dolor
abdominal de origen ginecológico son la degeneración de un leiomioma uterino y las masas
anexiales.
D E G E N E R A C I Ó N L E I O M I O M AT O S A
241
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
242
Dolor abdominal en la embarazada
Actualmente en casos reveldes se utiliza como tratamiento la asociación de anti H2 junto con
bicarbonato y citrato monosodico por su rapidez de acción.
APENDICITIS
La apendicitis es una de las indicaciones más frecuentes de exploración quirúrgica del abdo-
men en la embarazada.
Se ha estimado una incidencia de 1/1500 gestaciones, que es similar a la de fuera del emba-
razo. Ésta incidencia se divide por igual en los tres trimestres de la gestación.
La apendicitis no tiene por qué ser más severa durante el embarazo, por los cambios fisioló-
gicos que en éste ocurren es más difícil su diagnóstico por lo que se puede complicar la pato-
logía. El incremento de la vascularización pélvica puede facilitar una rápida diseminación de
la infección. El desplazamiento del apéndice por el útero puede dificultar la contención de la
infección por parte del epiplon. Por esto, es más frecuente la diseminación de la infección y el
shock séptico.
La sintomatologia es muchas veces similar a la ocurrida fuera del embarazo. Lo más frecuente
es el dolor hipogástrico. En el primer trimestre se localiza en la fosa iliaca derecha. Según va cre-
ciendo el útero, el apéndice se desplaza hacia arriba en la cavidad peritoneal, como resultado el
dolor se localiza en el cuadrante superior derecho. Es importante recordar que los signos de irrita-
ción peritoneal se ven disminuidos o incluso ausentes durante la gestación y el postparto.
Otros signos y síntomas son las nauseas, vómitos y diarrea. Algunos de estos síntomas son
frecuentes de forma fisiológica durante la gestación. Siempre que se produzca una exacerbación
de estos síntomas en una embarazada hay que descartar patología médico-quirúrgica como la
apendicitis.
Sin embargo hay otros signos y síntomas que ocurren en la población en general y que se dan
con menos frecuencia en las embarazadas, como son la fiebre y la anorexia.
Hay dos signos que nos pueden ayudar a diagnosticar la apendicitis en la embarazada:
La leucocitosis persistente y el signo de Bryant: este consiste en que el dolor no se desplaza
hacia la izquierda cuando hacemos pasar a la embarazada de posición en decúbito supino a decú-
bito lateral izquierdo. Pero sobretodo un alto grado de sospecha clínica es un parámetro impor-
tante para establecer el diagnóstico.
La ecografía aporta poco para el diagnóstico. Debe realizarse con la mujer en decúbito lateral
izquierdo.
El tratamiento de una sospecha de apendicitis es la cirugía. Desafortunadamente el trata-
miento quirúrgico se suele retrasar, y mas del 25% de las apendicitis no se tratan hasta que no
se produce perforación. La perforación y posterior peritonitis incrementan la morbilidad y la
mortalidad materna y fetal (en un 11 y un 37% respectivamente).
COLECISTITIS AGUDA
243
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Generalmente hay nauseas y vómitos asociados. La fiebre puede ser alta y estar acompañada
de escalofríos.
En las pruebas de laboratorio se revela leucocitosis variable con desviación izquierda.
La función hepática puede estar alterada con aumentos moderados de GOT y GPT en las
fases tempranas y de FA y GGT con o sin hiperbilirrubinemia tras los primeros días del ataque.
La ecografía abdominal suele ser demostrativa y permite fácilmente el diagnostico diferen-
cial con la apendicitis aguda.
En las ocasiones excepcionales en las que la ecografía no sea diagnóstica se puede efectuar
una gammagrafia con HIDA cuya dosis de radiación al feto es inferior a 1 rad.
El tratamiento consiste en la hospitalización, instauración de dieta absoluta, sueroterapia y
colocación de una sonda nasogástrica. La analgesia se pondrá en caso necesario.
Se instaurará antibioterapia si el ataque dura mas de tres días, los síntomas no mejoran o
aparece fiebre alta o escalofríos. En infecciones moderadas ampicilina o una cefalosporina y en
sospecha de infecciones graves una quinilona como el ciprofloxacino.
En cuanto al tratamiento quirúrgico es prudente esperar hasta el segundo trimestre, excepto
cuando surgen complicaciones o aparece una pancreatitis asociada ya que se acompaña de una
alta morbimortalidad durante la gestación.
PA N C R E AT I T I S A G U D A
La pancreatitis es una seria complicación durante la gestación que puede comprometer tanto
la vida de la madre como la del feto (comporta un riesgo de perdida fetal de un 10 a un 30%).
Es más frecuente en primíparas y más en el tercer trimestre.
Las causas son las mismas que en la población general, excluyendo el alcoholismo. Durante
la gestación la causa más común es la colelitiasis, ya que como se ha dicho antes la bilis es mas
litógena (aumenta la secreción biliar de ácidos biliares y se produce un éxtasis vesicular) y por
la acción de los estrógenos y progestágenos en el metabolismo de las VLDL pueden producir un
aumento de los quilomicrones. La hipertrigliceridemia superior a 1000 mg/dl comporta un riesgo
alto de pancreatitis.
Los síntomas son dolor epigástrico o en hipocondrio izquierdo que se irradia a la espalda,
nauseas, vómitos, ileo y febrícula.
En los exámenes de laboratorio encontramos hiperamilasemia, y aumento de la lipasa (más
especifico, ya que durante la gestación se produce un incremento fisiológico de la amilasa).
También encontramos hipocalcemia.
La exploración complementaria mas eficaz es la ecografía.
En cuanto al tratamiento ha de ser con la mujer hospitalizada, se instaura dieta absoluta, sue-
roterapia y regulación electrolítica, con control del CA y Mg. Colocación de sonda nasogástrica
si hay vómitos pertinaces o ileo prolongado. Analgesia con demerol.
Si se aprecian litiasis múltiples con riesgo de recidiva debe contemplarse la posibilidad de
una colecistectomia laparoscópica.
En las mujeres con hipertrigliceridemia además hay que tener en cuenta una serie de medi-
das como la supresión de grasas e hidratos de carbono (también en la nutrición parenteral). La
terminación del embarazo induce una rápida reducción de los triglicéridos en el suero. En casos
graves considerar la plasmaféresis o aféresis inmunológica.
Si hay exudados peritoneales o pseudoquistes con riesgo de infectarse instaurar antibiotera-
pia.
Será precisa la nutrición parenteral en casos de ileo prolongado.
244
Dolor abdominal en la embarazada
En caso de precisar tratamiento quirúrgico este será lo mas conservador posible, limitándose
a la desobstrucción de la vía biliar y drenaje de las coleciones, ya que comporta una elevada
morbimortalidad.
OBSTRUCCIÓN INTESTINAL
ÚLCERA PÉPTICA
Pese a que la mayoría de las enfermedades tienden a ser complicadas y así mismo complicar
el embarazo, la úlcera péptica mejora durante la gestación. Esto es probablemente por el incre-
mento del moco y el descenso del ácido gástrico que se producen en el embarazo. Cunnigham
ha reportado una incidencia de enfermedad péptica sintomática de tan solo 2 de cada 200000
embarazos.
El tratamiento es similar al de pacientes no gestantes:
-Comidas frecuentes y escasas, evitando el consumo de alcohol, café, bebidas de cola y
tabaco
-Antiácidos. Si se precisa se puede administrar ranitidina 150mg dos veces al día.
245
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
-Cirugía: Se debe practicar de inmediato en los casos que se sospeche perforación o hemo-
rragia, independientemente del momento de la gestación.
-No se recomienda la lactancia materna, ya que se ha observado un mayor numero de recu-
rrencias en ese momento.
PIELONEFRITIS AGUDA
246
Dolor abdominal en la embarazada
LITIASIS URINARIA
El calculo renal o ureteral es la causa más frecuente de dolor abdominal no uterino, que exige
hospitalización durante la gestación. Aproximadamente se observa en una de cada 1000 gesta-
ciones.
No empeora el pronóstico de la gestación, salvo que se produzcan infecciones recurrentes del
tracto urinario.
La paciente presenta la siguiente sintomatología, que nos hace sospechar el diagnóstico:
• Dolor en fosa renal o trayecto ureteral.
• Hematuria.
• Infección urinaria recurrente con signos de irritabilidad vesical.
• Emisión eventual de cálculos en orina.
Para confirmar el diagnostico disponemos de las siguientes pruebas complementarias:
• Ecografía renal-ureteral.
• Si es preciso podemos realizar un estudio radiológico
• Estudio químico de los cálculos emitidos, o del sedimento urinario.
Una vez confirmado el diagnóstico el tratamiento consistirá en el ingreso de la paciente. En
principio suele ser suficiente con hidratación y analgesia en la mayoría de los casos. En un tercio
de las mujeres es necesario alguna otra intervención terapéutica como colocación de un pig-tail,
nefrostomía percutanea o exploración quirúrgica.
BIBLIOGRAFÍA
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2. Angélica Mira Vázquez, Ignacio Rodríguez Prieto, Mª Luisa Fernández Pérez, Santiago
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José Lombardía Prieto, Mª Luisa Fernández Pérez. Madrid:2001, p,597-602.
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Clínica. Madrid:2001, p,9-12.
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ción. J.M. Carrera Maciá y cols. Masson
5. Protocolos de Medicina Materno-Fetal (perinatologia). Ll. Cabero Roura, Mª J. Cerqueira.
Cátedra de Obstetricia y Ginecología Hospital universitario Materno-Infantil Vall d´Hebron
Bacelona. Ergon, 2ª Edición.
247
17
DIABETES DURANTE
EL EMBARAZO
Mª Isabel Díaz-Plaza
Mª Victoria Peral
DIABETES DURANTE EL EMBARAZO
INTRODUCCIÓN
251
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
R E P E R C U S I Ó N D E L A G E S TA C I Ó N S O B R E L A D I A B E T E S
C O M P L I C A C I O N E S M E TA B Ó L I C A S A G U D A S
CETOACIDOSIS DIABÉTICA:
Complicación metabólica severa con una alta morbimortalidad para madre y feto; típica de
DPG tipo 1, ocasionalmente aparece en DPG tipo 2 y ante situaciones de estrés importantes.
Se presenta con cifras mas bajas de glucemia y mas rápidamente que fuera del embarazo
debido al efecto de la progesterona que produce un aumento de la frecuencia respiratoria, esto
252
Diabetes durante el embarazo
supone una disminución del CO2 y del bicarbonato circulante con lo que la capacidad tampón
se ve disminuida y al catabolismo aumentado en situación de ayuno prolongado junto con el
consumo constante de glucosa por la unidad fetoplacentaria.
Etiopatogenia:
Durante la segunda mitad de la gestación existe mayor tendencia a desarrollar cetoacidosis
por la secreción aumentada de lactógeno placentario (LP) que disminuye la actividad de la insu-
lina circulante; además la placenta secreta insulinasas que disminuyen la biodisponibilidad de la
insulina.
Se define cetoacidosis como un déficit de insulina absoluto o relativo asociado a un exceso de
hormonas contrainsulares (glucagon, catecolaminas, cortisol, GH). Esta descompensación pro-
duce:
• Hiperglucemia por aumento de la producción de glucosa hepática y disminución en la cap-
tación de glucosa periférica.
• La hiperglucemia desencadena una diuresis osmótica que produce deshidratación y deple-
ción electrolítica llevando a la madre y al feto a una situación de hipovolemia.
• Hipercetonemia por incremento de la cetogénesis hepática. La acumulación de cuerpos
cetónicos (cc) produce acidosis metabólica con anion gap positivo.
Factores precipitantes:
• Hiperemesis gravídica (el más frecuente)
• Infecciones, cirugía, alteraciones emocionales.
• Errores terapéuticos (olvido administración de insulina)
• Fármacos: ß-miméticos asociados o no con corticoides.
253
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Tratamiento:
El control metabólico intensivo es la clave para evitar el desarrollo de cetoacidosis.
Es conveniente corregir las nauseas y vómitos y evitar el uso de ß-miméticos y/o corticoides.
Será necesario ingresar a pacientes con taquicardia, alteraciones digestivas importantes o
alteración del sensorio y actuar rápidamente:
• Canalizar dos vías intravenosas: de calibre grande (20-24).
• Niveles seriados de electrolitos y gases arteriales.
• Reposición de líquidos: Suero salino al 0.9% hasta que glucemia sea menor de 250mg/dl
y entonces pasar a usar suero glucosado al 5% para evitar hipoglucemias. Ritmo de per-
fusión 2 horas para primer litro, 4 horas para el segundo y tercer litro y 6 horas para el
cuarto y quinto litro.
• Insulinoterapia: 10 a 20 U insulina de acción rápida iv. De forma directa al inicio,
seguida de infusión continua de 0.1 U/kg/hora hasta que la glucemia sea <250mg/dl. En
ese momento se reduce la dosis a la mitad. Si tras dos horas la reducción de la glucemia es
menor al 10% o el pH no mejora, se duplicara la dosis. La acidosis requiere más tiempo
para corregirse que la hiperglucemia, es necesario continuar con perfusión insulínica aun-
que niveles de glucosa se hayan normalizado.
En el centro de salud se puede emplear la vía intramuscular: dosis de inicio 20 U y 8-10
U cada hora.
• Administración de potasio: Se administra tras comprobar una diuresis eficaz, 2-4 horas
después de iniciada la terapia insulínica. Si K<3 mEq/l administrar 40 mEq/hora; si K
entre 3-4 mEq/l , 30mEq/hora; si K entre 4-5 mEq/l ,20 mEq/hora; si K >5 no administrar
nada por poder llegar rápidamente a cifras cardiotóxicas.
• Administración de bicarbonato: si el pH es inferior a 7 y/o el bicarbonato plasmático es
inferior a 10mEq/l o la paciente tiene una marcada respiración de Kussmaul. Se adminis-
tra 500ml de bicarbonato sódico 1/6 molar (83mEq) a pasar en 1-2 horas suplementados
con 20 mEq de potasio para evitar una alcalosis hipopotasémica de rebote.
• Realización de ECG para descartar alteraciones potasémicas.
• RCTG para valorar bienestar fetal si existe viabilidad fetal. Pueden verse desaceleracio-
nes tardías y taquicardias fetales que se corrigen cuando la situación metabólica se esta-
biliza.
254
Diabetes durante el embarazo
HIPOGLUCEMIA
Se define hipoglucemia como niveles de glucosa inferiores a 45 mg/dl (para algunos autores
60 mg/dl ) asociados a una sintomatología compatible ,que mejora con la elevación de la gluce-
mia a niveles normales.
Los tratamientos intensivos con insulina que mantienen los perfiles en márgenes muy estre-
chos favorecen la aparición de hipoglucemias cuando la paciente realiza variaciones en su acti-
vidad física o en la dieta. Estas hipoglucemias pueden ser asintomáticas, leves, moderadas o
severas.
El umbral glucémico de activación de hormonas contrainsulares varía de un individuo a otro.
En general, se ponen en marcha con niveles de glucosa entre 65-68mg/dl. Los síntomas auto-
nómicos con niveles entre 55-60 mg/dl. Los síntomas neuroglucopénicos aparecen con cifras
menores de 55 mg/dl.
Tratamiento:
En crisis leves que suelen aparecer antes de las comidas, basta con adelantar la ingesta.
En crisis moderadas, donde la clínica es florida, debe administrarse 20g de glucosa vía oral y
repetir en 15-20 minutos si la clínica no ha mejorado.
En crisis graves, debe tratarse con glucagón 1 mg vía subcutánea o intramuscular. En el
medio hospitalario suele administrarse glucosa 25g vía intravenosa asociada a infusión posterior
de suero glucosado.
C O M P L I C A C I O N E S M E TA B Ó L I C A S C R Ó N I C A S
N E F R O PAT Í A
255
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
R E T I N O PAT Í A
N E U R O PAT Í A
256
Diabetes durante el embarazo
C A R D I O PAT Í A
R E P E R C U S I Ó N D E L A D I A B E T E S S O B R E L A G E S TA C I Ó N
257
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Hipertensión:
Tanto la hipertensión crónica como la preclampsia es mas frecuente en diabéticas siendo
similar en DG y DPG clase B y C y mas elevada en DPG clase D, F y R. La aparición parece
estar relacionada con un peor control metabólico.
En urgencias, ante todo cuadro hipertensivo, debe descartarse que no sea una preclampsia.
Hidramnios:
La presencia de Hidramnios no grave obliga a descartar una diabetes en la madre.
Existen estudios que afirman que es 30 veces mas frecuente en gestantes DPG.; incluso en
DG. existe una frecuencia del 2.5% frente al 0.5% de las no diabéticas.
Se relaciona con la diuresis fetal; existe una diuresis osmótica fetal secundaria a la hiperglu-
cemia materna. En muchas ocasiones es un indicador predictivo de la macrosomia fetal.
El hidramnios per sé, no incrementa la morbimortalidad perinatal pero desencadena otras
complicaciones: rotura prematura de membranas, parto pretérmino, prolapso de cordón, abruptio
placentae…
Infecciones:
Sobre todo a nivel genitourinario:
• Infecciones vaginales: Vaginitis por hongos (cándida albicans) es más frecuente en muje-
res gestantes y aun más si son diabéticas, llegando al 60%, por el acúmulo de glucógeno
en células mucosa vaginal. Se ha relacionado con la amenaza de parto prematuro y con
riesgo de sepsis neonatal por levaduras.
La actitud en urgencias es similar a las mujeres no diabéticas. (Tema 36)
• Infecciones urinarias: Son las segundas infecciones en frecuencia en gestantes diabéticas;
en un alto porcentaje son asintomáticas, pero es necesario tratarlas para evitar la aparición
de pielonefritis o parto prematuro por estimulación directa de la dinámica uterina o por
colonización de la cavidad amniótica, con corioamnionitis que podría desencadenar una
sepsis materna y/o fetal. (Tema 21).
Aborto:
Existen estudios que afirman una frecuencia mayor que en no diabéticas, relacionándose con
alteraciones vasculares en la placenta que dificulten la correcta nutrición del embrión, o con
malformaciones congénitas, más frecuentes en gestaciones diabéticas. La frecuencia aumenta
cuando los niveles de HbA están elevados al inicio de la gestación.
Malformaciones congénitas:
La incidencia de malformaciones es entre 3 y 5 veces mayor que en población general, lo que
supone una prevalencia del 6 al 10%.
No existen malformaciones propias de la diabetes; aunque la regresión caudal sea mas fre-
cuente aquí que en otras patologías, no es patognomónica. Por orden de frecuencia las cardiacas
(TGV., CIV., Hipoplasia ventrículo izquierdo...) serian las primeras seguidas de las malforma-
ciones en el SNC (Microcefalia, meningocele...) y las esqueléticas (Hipoplasia sacra, de extre-
midades...)
258
Diabetes durante el embarazo
Entre las posibles etiologías: las vasculares, la insulina o la hipoglucemia no parecen ser rele-
vantes, existiendo una conexión importante entre la hiperglucemia y las tasas de malformaciones
congénitas en el embrión.
La hiperglucemia produce deficiencias de ácido araquidónico, mioinositol, o vitamina E que
parecen ser la base de la aparición de malformaciones. La utilización de estos elementos como
coadyuvantes al control metabólico preconcepcional ayudaría a disminuir las tasas de malforma-
ciones.
La embriopatía (aborto y malformaciones) prácticamente es exclusiva de la DPG. o de la
situación excepcional de diabetes previa no diagnosticada.
Muerte fetal:
Es cada vez menos frecuente pero sigue siendo mayor en DPG. que en población general. El
mayor problema reside en identificar a los fetos de riesgo hoy día mediante RCTG y fluxometría
doppler.
Alteración de crecimiento:
Las alteraciones vasculares pueden producir retraso en el crecimiento pero la alteración más
relevante es la macrosomia. Es característica de estos niños la visceromegalia a nivel cardiaco,
hepático y pancreático por efecto de la insulina. Estos fetos precisan mayor cantidad de princi-
pios activos y oxigeno por lo que es más fácil que entre en situación de déficit relativo (hipoxia
crónica) y que tenga menor capacidad para adaptarse a la vida extrauterina.
Alteración en la maduración:
La insulina retrasa la maduración pulmonar. Hasta hace poco el síndrome del distress respi-
ratorio era una de las causas de muerte mas frecuente en hijos de madre diabética; hoy día gracias
al mejor control metabólico, a la administración controlada de corticoides y a la existencia de
surfactante artificial, el riesgo de esta patología ha descendido considerablemente.
Complicaciones intraparto:
Con la macrosomia existe una mayor frecuencia de desproporción pélvico cefálica y es más
probable que el parto termine en cesárea; la incidencia de cesáreas es mayor en diabéticas, con
cifras superiores al 50-75%. También tienen mayor probabilidad de distocias intraparto y asfixia
perinatal.
La incidencia de distocia de hombros es del 18-23% en hijos de madre diabética que superan
los 4000g y del 50% en los que superan los 4500g. El riesgo de distocia es mayor en neonatos
de madre diabética que en recién nacidos de madres normales con peso similar. Los hijos de
madre diabética no tienen un crecimiento armónico, existe una desproporción entre el tamaño de
la cabeza con el de los hombros y el tórax que son proporcionalmente más grandes, con lo que
existe mayor probabilidad de complicaciones en el parto vaginal.
Alteraciones metabólicas:
Las alteraciones metabólicas fetales no se limitan sólo a los fetos macrosómicos. Después del
nacimiento, la hipoglucemia es la complicación mas frecuente en estos niños. Puede aparecer en
las primeras 48 horas, siendo más probable en las 3 primeras horas tras el parto. Es con frecuen-
cia asintomática y si no se corrige produce importantes secuelas neurológicas, ya que el cerebro
carece de reservas de glucosa para mantener la actividad.
La policitemia secundaria a la hipoxia crónica (pueden aparecer focos de eritropoyesis extra-
medular) o a la acción directa de la insulina, produce hiperviscosidad, aumento de las resisten-
cias periféricas e incluso insuficiencia cardiaca congestiva.
259
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
El control del parto normal de una gestante insulin dependiente se basa en:
Control obstétrico:
• Monitorización de la dinámica uterina y frecuencia cardiaca fetal.
• Sería conveniente estudio ácido-base maternofetal ante la sospecha de riesgo de pérdida
del bienestar fetal.
Control metabólico:
• Mantener glucemia capilar entre 70-110 mg/dl
- Perfusión continua de glucosa (500cc de suero glucosado al 10% a pasar en unas 6
horas.
- Conexión en Y bomba de infusión de insulina (500cc de suero fisiológico + 50 U de
insulina rápida) a pasar según pauta:
- Si precisa oxitocina se administrara en otro suero fisiológico en una vía diferente.
C A U S A S D E F I N A L I Z A C I Ó N D E G E S TA C I Ó N :
• MATERNAS:
- Mal control metabólico: Cetoacidosis diabética, hipoglucemias severas...
- Complicaciones asociadas: Hipertensión...
• FETALES:
- Crecimiento intrauterino retardado
- Macrosomia fetal: Peso estimado > 4000 grs.
- Hidramnios con repercusión materna
- Sospecha de pérdida de bienestar fetal (SPBF)
- Muerte fetal
• CAUSAS OBSTÉTRICAS HABITUALES
M O D O D E F I N A L I Z A C I Ó N D E G E S TA C I Ó N
• Salvo contraindicación, la vía del parto será vaginal, siendo las indicaciones de cesárea
las mismas que para la gestante no diabética. Sin embargo existe un mayor porcentaje
de cesáreas por: asociación a macrosomia, inducción de parto de forma prematura y con
condiciones obstétricas desfavorables, existencia de cesáreas anteriores…
260
Diabetes durante el embarazo
• Mujeres con retinopatía proliferativa esta indicado un parto instrumental y anestesia epi-
dural como ayuda al expulsivo para disminuir el riesgo de desprendimiento de retina.
• Es necesario control pediátrico del recién nacido estricto por el riesgo de hipoglucemias
neonatales.
• En la DG. se suspenderá la infusión de insulina y glucosa tras la salida del recién nacido.
BIBLIOGRAFÍA
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2. Cabero Ll.: Embarazo , parto y puerperio. 1995. p 168-97
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261
18
TRASTORNOS HEMATOLÓGICOS
EN EL EMBARAZO
Pilar Lafuente
TRASTORNOS HEMATOLÓGICOS EN EL EMBARAZO
INTRODUCCIÓN
Durante el embarazo, el organismo materno sufre una serie de modificaciones, para así poder
garantizar el correcto desarrollo y maduración fetal. En el sistema hematológico, la madre ade-
más de aportar los ingredientes necesarios para la hematopoyesis fetal y la materna, se va prepa-
rando para el gran reto hemostático que supone el parto.
Es importante saber que durante la gestación la dirección del hierro es hacia las células tro-
foblásticas de la placenta, en vez de las células maternas que sintetizan hemoglobina; quedando
patente por tanto que las necesidades fetales de hierro tienen preferencia frente a las maternas,
permitiendo por tanto que el feto alcance unos niveles de hemoglobina normales a pesar de que
la madre presente déficit de hierro.
No solo es la serie roja la que debe acomodarse a la gestación, ya que en el sistema de la coa-
gulación se van a ir produciendo cambios, que tienen como fin, crear el mejor ambiente hemostá-
tico en el alumbramiento: se produce un estado de hipercoagulabilidad (aumento del fibrinógeno
y otros factores de la coagulación), junto con una reducción de la actividad fibrinolítica.
M O T I V O S D E C O N S U LTA
SERIE ROJA
265
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
El aumento del volumen de plasma, es del 40-60%, pudiendo llegar hasta los 1500 cc3; esto
ocurre principalmente durante el 1ª y 2º trimestre.
Los glóbulos rojos aumentan un 20-30% al principio del primer trimestre y después su
aumento es paulatino. Este aumento se produce gracias a la presencia de altas cantidades de eri-
tropoyetina y de lactógeno placentario humano, contando por supuesto con los niveles adecua-
dos de hierro, ácido fólico y vitamina B 12.
La hemodilución favorece el buen funcionamiento de la unidad feto-placentaria.
Cuando los niveles de hemoglobina son menores de 11g/dl y los valores del hematocrito son
menores de 33, estamos ante una gestante con anemia, que habrá que tratar.
SERIE BLANCA
SISTEMA DE LA COAGULACIÓN
P L A Q U E TA S
PAT O L O G Í A D E L A S E R I E R O J A
La anemia es la patología más frecuente de la serie roja, tanto fuera como dentro de la gestación.
Puede ser debida a varias causas pero la más frecuente en mujeres gestantes es que sea secun-
daria al déficit de hierro (Tabla 1).
266
Trastornos hematológicos en el embarazo
ANEMIA
Toda mujer gestante que presente en alguno de los controles hematológicos niveles de hemo-
globina (Hb) menores de 11 gr/dl y/o el valor del hematocrito (Hto) sea inferior a 33%, podemos
hacer el diagnóstico de anemia.
Dependiendo del valor de éstos parámetros podemos diferenciar entre:
1. Anemia leve: Hb entre 10-11gr/dl, y/o Hto entre 33-30%.
2. Anemia moderada: Hb:10-9gr/dl, y/o Hto 25-30%.
3. Anemia severa: Hb: menor de 9 gr/dl, y/o Hto menor de 25%.
Las manifestaciones clínicas varían desde casi inexistentes a severas: astenia, anorexia, dis-
nea de esfuerzo, palidez de piel y mucosas, aumento de la caída del pelo, taquicardia, soplo
sistólico funcional, trastornos visuales, cefaleas
Una vez diagnosticada debemos clasificar la anemia e investigar cuál es la causa, para lo que
es fundamental hacer dos determinaciones: el recuento de reticulocitos y el volumen corpuscular
medio del hematíe (VCM). También es importante saber el valor de la ferritina.
• Si el número de reticulocitos es bajo (<2%), en presencia de anemia, esto es indica-
tivo de que la médula ósea es una fuente de anemia, bien por déficits nutricionales
267
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
o más raramente en gestantes, debido a una insuficiencia renal crónica, por falta de
eritropoyetina. Se las denomina anemias hiporregenerativas.
• Por el contrario si el número de reticulocitos está aumentado (>2%), la causa de la
anemia es extramedular y son anemias hiperregenerativas. El aumento de los reti-
culocitos se produce en respuesta a la disminución del número de glóbulos rojos,
bien por hemólisis o por hemorragia.
• El VCM de los hematíes, es un valor que ayuda mucho a identificar el origen de las
anemias, pero en la mujer embarazada este dato no es tan útil como en la mujer no
gestante, debido a las carencias nutricionales mixtas (i.e: hierro y ácido fólico). El
déficit de hierro produce microcitosis, que puede estar enmascarada por la macroci-
tosis que produce el déficit de ácido fólico.
• La anemia se considera normocítica cuando el VCM se encuentra entre 81-98 fl.
Ante una anemia leve, debe instaurarse tratamiento con hierro, haciendo nuevo control ana-
lítico en 6 semanas. Si los valores empeoran, habrá que investigar si existe otra causa diferente
al déficit de hierro, pasando a ser catalogada como anemia moderada o severa. Ante una anemia
leve debemos pensar en un déficit de hierro como primera causa.
Debe iniciarse tratamiento con hierro oral: 500mg de sulfato ferroso (equivalente a 100mg de
hierro elemental) es conveniente añadir 1000mg de Vitamina C/ día y 100µgr/día de ácido fólico
o 10-15 mg de ácido foliníco.
En las anemias moderadas además de iniciar el tratamiento anteriormente descrito es con-
veniente hacer un diagnostico exacto del tipo de anemia del que se trata, para lo que pedimos la
siguiente batería:
• Hemograma completo junto con una extensión de sangre periférica.
• Sideremia y ferritina
• Recuento reticulocitario
• Bilirrubina sérica
En este tipo de anemias es conveniente aumentar las dosis de los fármacos:
• 1000 mg sulfato ferroso/día (equivale a 200 mg de hierro elemental)
• 1000 mg de Vitamina C
• 1 mg de ácido fólico
En las anemias severas debe solicitarse la colaboración del hematólogo, nunca debe ini-
ciarse un tratamiento de prueba, ya que puede enmascarar el diagnóstico. Además de las pruebas
solicitadas en las anemias moderadas debe realizarse un punción esternal.
En las anemias severas (Hb entre 8 y 8.5 g/dL) en las gestantes a término o durante las cuatro
últimas semanas del embarazo está indicado la transfusión sanguínea, sobretodo para anticipar
cualquier hemorragia que pudiera complicar el parto, intentando alcanzar los 10 gr/dL de hemo-
globina previo al parto.
Si el hierro oral no es tolerado y es necesaria su administración, se puede recurrir a la admi-
nistración intramuscular (i.m.) o intravenosa (i.v.). La vía intramuscular es dolorosa y se puede
complicar con tinción de las nalgas con hierro que es el sitio habitual de administración i.m.
y con reacciones febriles y reumatológicas siendo la incidencia de éstas dos últimas baja. La
administración por vía parenteral conlleva un riego más alto de anafilaxia aguda por lo que debe
utilizarse con extrema precaución. En las pacientes con trastornos autoinmunes esta vía de admi-
nistración de hierro está contraindicada porque la incidencia de éstas reacciones de hipersensibi-
lidad es demasiado alta.
268
Trastornos hematológicos en el embarazo
269
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Pruebas invasivas:
- Flebografía: es la exploración de referencia, con la que comparamos la eficacia de
las demás técnicas.
Pruebas no invasivas:
1. Eco-Doppler: método de elección si sospechamos oclusión proximal.
Alta eficacia en la gestación
Mejor sensibilidad y especificidad que la flebografía
2. Pletismografía de Impedancia: gran eficacia en el embarazo y sobretodo si se com-
bina con el Doppler.
Si las pruebas de imagen demuestran la existencia de trombosis en los vasos superiores de los
miembros inferiores, se debe de inmediato anticoagular con heparina a la paciente.
Si la trombosis venosa se encuentra en la pantorrilla o por debajo del hueco poplíteo también
han de heparinizarse, a pesar de no haber un claro consenso en la literatura; debido a que el 20%
de ellas se extienden proximalmente.
TRATAMIENTO DE LA TVP
1. Mismas medidas conservadoras que en la TVS
2. Heparinización:
- Debe mantenerse hasta 6 semanas postparto.
- Debe realizarse primeramente una analítica, imprescindible número de plaquetas (si
menos de 50.000 plaquetas está contraindicado)y el TTPA.
- Pautas:
- Dosis de carga: heparina sódica 5.000 U endovenosa rápida.
- Mantenimiento: - Heparina sódica al 5%
- Ritmo de infusión: 1.000 U/hora (10 mL/hora)
- A las 3, 6 y cada 24 horas de que se ha comenzado con la
anticoagulación debe de remitirse al laboratorio sangre para
control y ajuste de las dosis.
- Se debe mantener un TTPA entre 1,8 y 2,5 superior al control.
- El tratamiento debe mantenerse durante tres días en los casos
de enfermedad tromboembólica activa o hasta que los sínto-
mas se hayan resuelto y no exista evidencia de recurrencia. A
partir de este momento se iniciará el paso a heparina de bajo
peso molecular subcutánea o anticoagulantes orales.
- Monitorización de la heparinemia:
- Ha de estar entre 0.2-0.4U/mL
- Debido a la gran variabilidad individual en la respuesta,
la dosis debe ajustarse en cada paciente para conseguir un
TTPA 1.5-2.5 veces superior al control.
- La monitorización de la heparinemia ha demostrado ser efi-
caz en controlar la tasa de recurrencias de los procesos trom-
bóticos, sin embargo es mucho menos eficaz para prevenir
las complicaciones hemorrágicas. Con niveles de heparina
>0.6U/mL pueden producirse complicaciones hemorrágicas si
se mantiene más de 12 horas.
- Heparina subcutánea:
Heparina cálcica 17.500 U/12 horas.
Debe mantenerse una semana aproximadamente.
270
Trastornos hematológicos en el embarazo
NEUTRALIZACIÓN DE LA HEPARINA
La heparina se neutraliza rápidamente con sulfato de protamina: 1mg/100 U de heparina.
Cuando la heparina se administra por vía intravenosa, la dosis de protamina debe ser el doble de
la dosis necesaria para neutralizar la heparina administrada en una hora. No deben utilizarse más
de 50 mg de protamina en un periodo de 10 minutos, ya que ésta puede causar sangrado por sí
misma.
271
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
A LT E R A C I O N E S P L A Q U E TA R I A S D U R A N T E E L E M B A R A Z O
El 8% de las gestaciones cursan con trombopenia materna y de éstas el 75% de los casos
se trata de un trastorno benigno analítico, ya que la paciente está asintomática, presentan una
trombopenia leve e incidental durante la gestación, que no parece que comporte riesgo de trom-
bocitopenia fetal, aunque pueden estar incrementados los anticuerpos antiplaquetarios de forma
inespecífica; este cuadro se denomina trombocitopenia gestacional o trombocitopenia periparto
incidental. El resto de causas de las trombopenias pueden causar trombocitopenia fetal/neonatal,
siendo de causa autoinmunitaria y aloinmunitaria. (Tabla 2).
TROMBOCITOPENIA GESTACIONAL
Es un trastorno benigno que sucede durante la gestación con una frecuencia relativamente
alta (60-70 mujeres por 1.000 nacidos vivos). También denominado trombocitopenia incidental
del embarazo; se da en pacientes sanas, y no tiene efecto alguno en la madre o el feto. La cifra
de plaquetas vuelve a la normalidad en seis semanas después del parto.
Criterios diagnósticos:
- Madres sanas, sin antecedentes previos de trombopenia.
- Presión arterial normal.
- Valoración de su estado inmunitario normal (anticuerpos antinucleares, etc)
- Cifra de plaquetas oscila entre 150.000-100.000 plq/µl
La conducta a seguir durante el embarazo en éstas mujeres debe ser el control rutinario de la
gestación, como única excepción recomendamos recuentos plaquetarios mensuales, además por
supuesto de las analíticas propias del embarazo.
Durante el parto debe seguirse la conducta obstétrica habitual. La cesárea solo está indicada
por causas obstétricas.
272
Trastornos hematológicos en el embarazo
relación patológica con la hipertensión. Debido a esto se ha utilizado ASA (ácido acetilsalicílico)
para prevenir la preeclampsia. Por lo general la trombocitopenia en una preeclampsia es leve-
moderada con cifras entre 50.000-100.000plq/µl. El diagnóstico de preeclampsia suele ser evidente
con la clínica y el tratamiento final es el parto. En general, la cifra de plaquetas retorna a la norma-
lidad días después del parto aunque a veces puede tardar varias semanas. Los hijos de madres con
trastornos hipertensivos del embarazo no presentan trombocitopenia.
273
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
TRATAMIENTO MATERNO:
La clave del tratamiento de la PTI es valorar la necesidad del mismo.
Hay indicación clara de tratamiento cuando:
• Recuento de plaquetas maternas es inferior a 50.000.
• Con recuento de plaquetas > 50.000 y clínica de sangrado anormal.
274
Trastornos hematológicos en el embarazo
CONDUCTA PERIPARTO:
1. Esperar el inicio espontáneo del parto, a no ser que se presente alguna indicación obsté-
trica para finalizar el embarazo.
2. Si la cifra de plaquetas maternas es inferior a 75.000, valorar la aplicación de tratamiento
con objeto de llegar a dicho nivel, así podrá aplicarse la analgesia epidural.
3. En cuanto la dilatación cervical lo permita; una vez iniciado el parto, realizar una micro-
toma de sangre de la calota fetal.
3.1 si el nivel de plaquetas es inferior a 50.000, repetir la toma antes de tomar una deci-
sión, ya que los resultados falsamente bajos son frecuentes.
3.2 Si la segunda toma de plaquetas persiste < de 50.000 se debe realizar una cesárea,
aunque no está claro que esto disminuya el riesgo de morbimortalidad fetal.
3.3 La determinación debe repetirse cada 6 horas.
4. Si es necesario realizar algún tipo de cirugía (cesárea) y el recuento de plaquetas materno
es inferior a 50.000, debe de administrarse plaquetas. Se administran 10 unidades de pla-
quetas previamente a la intervención y otras 10 al finalizar.
M I C R O A N G I O PAT Í A S T R O M B Ó T I C A S D U R A N T E E L E M B A R A Z O
FISIOPATOLOGÍA
Tanto la PTT como SUH se producen como resultado de la agregación plaquetaria intravas-
cular anormal, que causa isquemia transitoria en diversos órganos. La PTT tiende a involucrar
agregación plaquetaria difusa con oclusión vascular en múltiples sitios, pero más a menudo en
el SNC. El SUH es predominantemente renal, pero puede haber manifestaciones extrarrenales.
La agregación plaquetaria produce fragmentación eritrocítica y anemia.
La causa exacta de la agregación plaquetaria en la PTT se desconoce; puede ser una reacción
inmunitaria anormal, porque se ha relacionado a PTT con diversos trastornos autoinmunitarios
(Tabla 3). A diferencia de la naturaleza difusa de la PTT, el SUH parece ser un ataque directo
a los riñones. Algunos autores proponen que el daño de las células endoteliales por radicales
libres o metabolitos de fármacos constituye el factor desencadenante. En el embarazo el SUH se
manifiesta durante el tercer trimestre o el período postparto.
275
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de la PTT y SUH es clínico.
La PTT se caracteriza por trombocitopenia grave, anemia hemolítica intravascular con
esquistocitosis en el frotis de sangre periférica, aumento de la concentración de LDH, y signos
y síntomas neurológicos, que pueden ser leves, como una cefalea, o graves, con alteraciones del
estado de conciencia, convulsiones y déficit sensoriales y motores.
SUH se caracteriza por trombocitopenia y anemia homolítica debida a destrucción eritrocí-
tica intravascular, así como insuficiencia renal aguda. Esta IRA se presenta con proteinuria y
hematuria notables y también puede aparecer oliguria y anuria. Es frecuente la aprición de HTA
de nuevo inicio.
Para el diagnóstico de éstos cuadros es imprescindible realizar un recuento hematológico
completo con frotis de sangre periférica, ya que tanto en PTT y SUH se encuentra anemia hemo-
lítica y trombocitopenia. Para hacer el diagnóstico es necesario cifras menores de 100.000 pla-
quetas. La presencia de esquistocitosis en el frotis de la sangre periférica confirma la hemólisis
intravascular. La anemia puede ser grave (hematocrito <20%). La concentración de deshidroge-
nasa láctica y bilirrubina sérica aumentan por hemólisis y daño tisular isquémico.
La valoración de la función renal debe incluir análisis de orina, para demostrar la proteinuria
y la hematuria. También pueden aumentar las cifras de creatinina sérica y el nitrógeno de urea
sanguínea (BUN).
276
Trastornos hematológicos en el embarazo
Al inicio del cuadro de PTT y SUH, el estudio de coagulación es normal; en etapas avanzadas
del proceso puede aparecer una coagulación intravascular diseminada secundaria (CID), debido
a que la activación de la cascada de la coagulación, se presenta después de la necrosis tisular.
La diferencia entre PTT, SUH y preeclampsia es difícil y en algunos casos imposible. El
diagnóstico erróneo de PTT/SUH como preeclampsia se ha relacionado con mortalidad materna.
Si las gestantes con sospecha de preeclampsia, síndrome de HELLP o ambos no mejoran en
48-72 horas postparto, debe considerarse el diagnóstico de PTT y SUH; debe realizarse una
interconsulta con hematología para inicio rápido e intensivo del tratamiento.
La anemia hemolítica grave siempre está presente en PTT y SUH, pero generalmente no en
la preeclampsia (incluso siendo grave). La presencia de anemia significativa y hemolísis intra-
vascular debe hacer pensar en la posibilidad de PPT y SUH. La necrosis hepatocelular es típica
de la preeclampsia y el parto conduce a la resolución de la misma. En la tabla 4 se muestra una
comparación completa de los hallazgos clínicos y de laboratorio de estos procesos.
La persisitencia de trombocitopenia y datos de isquemia tisular durante más de varios días
después del parto o el deterioro de parámetros renales o hematológicos señalan el diagnóstico de
PTT y SUH.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la PTT y de el SUH se detalla a continuación; para el tratamiento de la
preeclampsia se remite al lector al capítulo 5 (Preeclampsia/Eclampsia)
1. Aplicación por goteo inmediato de plasma fresco congelado (30ml/kg/dia), hasta que se
pueda realizar plasmaféresis.
2. Combinación de plasmaféresis y goteo iv de plasma fresco congelado (65-140ml/kg/
recambio) una vez al día.
Debe empezarse a las 24 horas que siguen al diagnóstico y continuarse sin interrupción hasta
después de la remisión completa (se recomiendan al menos cinco recambios de plasma, des-
pués de la remisión).
3. Corticosteroides, a dosis de 200 mg de prednisona oral, o 200 mg prednisolona intravenosa al
día. La dosis puede disminuirse gradualmente después de la remisión.
4. Transfusión de eritrocitos empacados, según sea necesario para resolver la anemia grave
5. Hay que evitar la transfusión de plaquetas a menos que la vida esté en peligro o haya hemo-
rragia intracraneal.
6. Los casos rebeldes requieren el siguiente tratamiento adicional:
6.1 Agentes inmunosupresores:
6.1.1 Vincristina 2mg el primer día y 1 mg los días 4, 7, 10.
6.1.2 Azatioprina.
6.2 Para el recambio se puede usar plasma sin crioprecipitados (sin vWf) en lugar de plasma
fresco congelado
6.3 Esplenectomía
Cuando suceden PTT y SUH en el primer trimestre del embarazo se inicia el tratamiento
intensivo e inmediato con plasmaféresis, corticosteroides y otro métodos según esté indicado.
Cuando suceden PTT y SUH en el tercer trimestre, antes de las 30 semanas, se usa plasmafé-
resis como tratamiento principal y se debe considerar el parto en las pacientes que no responden
al tratamiento.
277
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
BIBLIOGRAFÍA
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Medicina Materno-fetal (Perinatología) 2ª edición. Ediciones Ergon S.A. 2000 Madrid.
p:197-200
2. Cabero Roura Ll., Cerqueira MJ.Trombosis. Enfermedad tromboembólica. En: Protocolos
de Medicina Materno-fetal (Perinatología). Editorial 2000 Ediciones Ergon S.A. 2000
Madrid. p:235-240
3. Carrera Maciá JM. Anemia. En: Protocolos de obstetricia y medicina perinatal del Instituto
Universitario Dexeus. 3ª ed. Massón Barcelona 1996; p:195-196
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Embarazo. Burrow G.N; Ferris T.F. 4ª Ed. Panamericana. Buenos Aires 1996; p:62-82.
5. Eberst ME. Hematologic Disorders in pregnancy En: Emergency Care of the Woman. Pearl-
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embarazo. En: Clínicas Obstétricas y Ginecológicas Vol 2/1999; Editorial McGraw-Hill
Interamericana p:399-334.
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y obstetricia. Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Madrid 1994. Tomo 1º;
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8. Johnson JR, Samuels P. Revisión de la trombocitopenia autoinmunitaria: patogenia, diagnós-
tico y tratamiento. En: Clínicas Obstétricas y Ginecológicas Vol 2/1999; Editorial McGraw-
Hill Interamericana p:291-298.
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Durante el Embarazo. Burrow G.N; Ferris T.F. 4ª Ed. Panamericana. Buenos Aires 1996; p:
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10. Shehata N., Burrows R., Kelton JG. Trombocitopenia gestacional. En: Clínicas b Obstétricas
y Ginecológicas Vol 2/1999; Editorial McGraw-Hill Interamericana p:299-305.
278
19HIV Y GESTACIÓN:
CONDUCTA OBSTÉTRICA
Mª Ángeles Virto
HIV Y GESTACIÓN: CONDUCTA OBSTÉTRICA
INTRODUCCIÓN
A nivel mundial se estima que 16, 4 millones de mujeres, están infectadas por HIV; 600.000
niños son infectados anualmente, la mayoría de ellos por transmisión madre-hijo.
Estudios realizados en países desarrollados, han demostrado que el embarazo no tiene ningún
efecto en la progresión de la enfermedad por HIV. Tampoco se ha encontrado aumento de la
frecuencia de prematuridad, bajo peso al nacer ó CIR en la embarazada, por el hecho de estar
infectada por HIV; exceptuando las pacientes en fases muy avanzadas de la enfermedad; ó en
aquellas que coexistan condiciones tales cono abuso de drogas, mala alimentación, marginali-
dad.
Algún estudio ha encontrado mayores índices de prematuridad, a mayor número de agentes
antiretrovidales usados.
El problema de mayor importancia, es la posibilidad de transmisión de la infección al feto
ó al recién nacido; las medidas para la prevención se comentaran más adelante.
HISTORIA CLÍNICA
M O T I V O S D E C O N S U LTA E N U R G E N C I A S
281
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
282
HIV y gestación: conducta obstétrica
I N D I C A C I O N E S PA R A E L T R ATA M I E N T O A N T I R R E T R O V I R A L E N E L
EMBARAZO
En base a datos actuales, los beneficios del tratamiento para conservar la salud de la madre
y evitar la transmisión del virus al feto y recién nacido, superan los riesgos hasta ahora conoci-
dos.
Al igual que en mujeres infectadas por HIV no embarazadas, el tratamiento estará indi-
cado: ante la presencia de síndrome retroviral agudo, seroconversión en los últimos seis
meses, infección sintomática por HIV, independientemente de la cifra de linfocitos CD4, ó
infección asintomática con cifras de linfocitos CD4 menores de 500 ó carga viral mayor de
10.000copias/ml.
Además de estas indicaciones, que se basan en buscar la mejoría de la salud materna, debería
ofrecerse tratamiento a todas las embarazadas, con carga viral por encima de 1000 copias/ml., en
orden a reducir el riesgo de transmisión perinatal.
Estas recomendaciones están basadas en los hallazgos de que el riesgo de transmisión aumenta
a mayores niveles de carga viral maternos, y que los índices de transmisión son menores del 2%
entre mujeres que reciben terapia antirretroviral altamente activa.
El uso de múltiples agentes, minimiza el posible desarrollo de resistencias.
Siempre que sea posible, la Zidovudina, debería ser usada, porque está documentada, la
reducción del riesgo de transmisión perinatal, lo cuál es independiente de sus efectos sobre la
carga viral.
La opción de monoterapia con Zidovudina, u otra terapia altamente activa, para la reduc-
ción de la transmisión, puede ser considerada en embarazadas con carga viral menor de 1.000
copias/ml, ya que se ha visto un claro efecto beneficioso.
El esquema de tratamiento con Zidovudina es 300 mgr/12h, a partir de la semana 14, y con-
tinuación hasta el trabajo de parto ó la cesárea electiva. Durante el trabajo de parto ó en las tres
horas previas a una cesárea electiva, se administrará intravenosa a dosis de 2mgr/kg a pasar en
una hora y 1mgr/kg por hora hasta el parto.
Terapia continuada: Las opciones en el primer trimestre, incluyen continuar el régimen, cam-
biarle si la pauta incluye agentes que conlleven aumento del riesgo, como Efavirenz ó Delavir-
dine; ó suspenderlos todos, y reiniciarlos después del primer trimestre. Esta última opción podría
causar rebote viral, y aumento del riesgo de transmisión.
La Hidroxiurea debe suspenderse en todo el embarazo, por ser teratógena en animales.
Si el tratamiento debe ser interrumpido, hacerlo con todas las drogas al mismo tiempo, y
reinstaurarlo simultáneamente, para prevenir el desarrollo de resistencias.
Existen varias opciones de tratamiento durante el parto, en las embarazadas que no han reci-
bido tratamiento previo.
El régimen de Zidovudina intravenosa, más seis semanas oral al recién nacido, ha demos-
trado reducir el índice de transmisión.
F O R M A D E PA R T O
Entre las mujeres que no reciben tratamiento, más de la mitad de casos de transmisión peri-
natal, ocurre al final de embarazo, o durante el parto.
Los primeros estudios realizados sobre este tema, mostraban que el parto cesárea antes de
empezar el trabajo de parto, o de la rotura de las membranas, era eficaz en la reducción de la
transmisión.
283
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Es difícil asegurar el beneficio de la cesárea programada entre mujeres con niveles de carga
viral por debajo de 1000 copias/ml, que están recibiendo Zidovudina, ó terapia antirretroviral
potente, porque el índice de transmisión en estos casos es sólo del 1-2 %.
También es difícil asegurar el beneficio potencial de la cesárea, en los casos en que transcurre
poco tiempo entre la rotura de membranas, y el comienzo del parto.
En mujeres cerca del término, y para las cuales se planea un parto por cesárea programada,
que se presenta en urgencias con rotura de membranas, el manejo debería ser individualizado, en
base a niveles de carga viral, tiempo transcurrido desde la rotura de las membranas, y la progre-
sión del parto.
Si la rotura de membranas ocurre antes de la semana 32, debería ofrecerse manejo expec-
tante, con terapia antirretroviral continuada, o iniciar Zidovudina intravenosa, buscando alargar
la gestación y reducir el riesgo de complicaciones por prematuridad.
Las mujeres con Amenaza de Parto Pretérmino, deberían recibir tratamiento tocolítico, con
las mismas indicaciones y pautas que las mujeres HIV (-), y cuando el parto sea inevitable, la
decisión de la forma de parto se debería basar en las condiciones obstétricas, y los niveles de
carga viral recientes.
Las Guías de tratamiento, más actuales, recomiendan que el parto sea por cesárea progra-
mada, en mujeres con carga viral por encima de 1000 copias/ ml, en determinaciones recientes ó
en algún momento del tercer trimestre. Se aconseja realizar la cesárea en la semana 38.
La opción de cesárea programada, también puede discutirse en pacientes con carga viral más
baja, pero aquí el beneficio está menos claro.
La amniocentesis, para estudio de la madurez fetal, no se recomienda porque aumenta el
riesgo de transmisión fetal.
El tratamiento de infecciones vaginales antes del parto, y el uso de antibióticos profilácticos,
pueden reducir el riesgo de infecciones postoperatorias.
P R E V E N C I Ó N D E L A S I N F E C C I O N E S O P O R T U N I S TA S E
INMUNIZACIÓN EN EL EMBARAZO
C U I D A D O S A N T E PA R T O
Los niveles de carga viral deben ser monitorizados a las cuatro semanas de iniciado ó cam-
biado el tratamiento, y mensualmente hasta que sean indetectables, después cada tres meses, y a
las 34-36 semanas de gestación, para planificar el parto.
284
HIV y gestación: conducta obstétrica
El recuento de linfocitos CD4 debería ser valorado cada tres meses, aunque está menos
sujeto a variación durante el embarazo que el recuento absoluto de linfocitos.
El diagnóstico prenatal mediante Amniocentesis, es poco usado, por el miedo a aumentar el
riesgo de transmisión, pero si se decide llevar a cabo, la paciente debería recibir terapia antirre-
troviral, y conseguir carga viral indetectable, antes de realizar el procedimiento.
C U I D A D O S I N T R A PA R T O
El modo de parto debe ser discutido en todas las embarazadas, y la decisión final debe estar
basada en los niveles de carga viral medidos en la 34-36 semanas de gestación.
La infusión de Zidovudina, debe instaurarse tan pronto como sea posible después del
comienzo del parto, ó la rotura de membranas (ó al menos tres horas antes de la cesárea progra-
mada). a la dosis de 2 mg/kg de peso a pasar en una hora, seguido por la infusión continua de 1
mg/kg y por hora hasta el parto.
El uso de otras medicaciones antirretrovirales, debe continuarse de la forma prevista, durante
el parto ó preoperatorio.
Stavudine puede antagonizar los efectos de Zidovudina; Debe suspenderse antes de admi-
nistrar Zidovudina intravenoso.
Evitar la Amniorrexis Artificial; Y el intervalo entre la rotura de membranas y el parto debe
ser lo más corto posible.
No utilizar electrodo fetal, ni microtoma en cuero cabelludo.
Evitar en lo posible el parto instrumental, y otros procedimientos que pudieran ser traumáti-
cos para el niño; omitir la episiotomía siempre que sea posible.
Los ergotínicos no deberían usarse en pacientes que están recibiendo inhibidores de la pro-
teasa, como efavirenz o delavirdine, porque su metabolismo puede ser retrasado o enlentecido
por tales antirretrovirales.
El recién nacido debe ser lavado inmediatamente, para retirar los restos de sangre.
C U I D A D O S P O S PA R T O
CONCLUSIONES
La embarazada infectada por HIV, que acude al servicio de urgencias, debe ser tratada de
forma similar a la embarazada sin esta infección, excepto en la forma de parto que será indivi-
dualizada, según los niveles de carga viral determinados en el último trimestre, cuidando que la
bolsa no permanezca rota más de cuatro horas antes del parto en gestantes de más de 32 semanas;
285
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
BIBLIOGRAFÍA
286
20
INFECCIÓN EN EL EMBARAZO
Mª Isabel Díaz-Plaza
Enriqueta Muñoz
INFECCIÓN EN EL EMBARAZO
INTRODUCCIÓN
La patología infecciosa en la mujer gestante es tan amplia como en los pacientes no gestan-
tes, la base para poder establecer un diagnóstico correcto desde urgencias es la realización de una
buena historia clínica.
El cuadro sindrómico que lleva a la paciente a consultar de urgencias puede constar de sínto-
mas y signos tan diversos como: fiebre, mal estar general, dolor de diferente localización... o a
veces clínica mucho mas sutíl que nos obligará a un estudio mas detallado para poder llegar al
diagnóstico de infección.
Conceptos:
• Fiebre: temperatura corporal por encima de 38º C. Indicativo de procesos infecciosos,
neoplasias, enfermedades hematológicas...
• Febrícula: temperatura entre 37-37,9º C
• Fiebre de corta evolución: duración menor de 2 semanas; fiebre de larga evolución: pro-
longación mas de 2-3 semanas; fiebre de origen desconocido: temperaturas repetidas
superiores a 38,3º C con una duración superior a 3 semanas sin diagnóstico tras una
semana ingresada para estudio.
• Infección: Presencia de microorganismos en un lugar normalmente estéril, con o sin
manifestaciones clínicas.
• Bacteriemia (B.): presencia en sangre de microorganismos: B. Transitoria (minutos a
horas, por manipulación de tejidos infectados); B. Intermitente (Absceso no drenado); B.
Contínua (endocarditis o infecciones endovasculares)
• Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS.): cuadro clínico (secundario a infec-
ción pancreatitis, quemaduras,...) en el que concurren 2 o más de las siguientes condicio-
nes: temperatura superior a 38º C o inferior a 36º C, FC superior a 90 lpm., FR superior
a 20 rpm., pCO2 < 32 mmHg., Leucocitosis > 12000/ mm³ o < 4000/mm³ o más de un
10% de cayados.
• Sepsis: Clinica documentada de infección asociada a un SRIS.
El manejo de la infección se basa en la historia clínica de urgencias que va a encauzar el
diagnóstico, tratamiento y mejoría posterior materna y fetal.
289
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Anamnesis:
- Antecedentes personales: diabetes pre o gestacional, patología urinaria, respiratoria, car-
diaca. Contacto con personas potencialmente infectocontagiosas (¿ Alguien de su entorno
esta con el mismo cuadro?, ¿Ha realizado algún viaje?, ¿Ha tenido contacto con anima-
les?...), tratamiento farmacológico...
- Antecedentes quirúrgicos: Apendicectomia, amigdalectomia, adenoidectomia...
- Antecedentes ginecoobstétricos: fecha de ultima regla, edad gestacional, número de hijos,
abortos previos...
- Motivo de consulta:
- Síntomas generales: Fiebre (cuándo empezó, es continua o intermitente, tiene gran-
des oscilaciones a lo largo del día...), malestar, sudoración, escalofríos
- Neurológicos: cefalea, dolor nuca, alteración de conciencia
- Cardiorrespiratorios: tos, dolor toracico, disnea...
- Digestivos: Disfagia, nauseas, vómitos, diarrea,...
- Urológicos: disuria polaquiuria, dolor lumbar, hematuria...
- Dermatológicos: Localización lesiones, pruriginosas o no...
Exploración física:
- Constantes: tensión arterial, pulso, temperatura.
- Estado general: Nivel de conciencia, coloración piel y mucosas, hidratación, sudoración,
signos meníngeos...
- Existencia de adenopatías
- Lesiones dermatológicas: exantemas, vesículas, petequias,...
- Cabeza y cuello: rigidez nuca, adenopatías cervicales...
- Tórax: Auscultación pulmonar, auscultación cardiaca.
- Abdomen: hepatomegalia, esplenomegalia, Blumberg, Murphy, tono y tamaño uterino,
- Zona lumbar: puñopercusión renal.
Exploración obstétrica:
- Visualización de genitales externos: lesiones en perine, adenopatías perineales e inguina-
les.
- Exploración especuloscopica de vagina y cuello cervical: sangrado, leucorrea, lesiones en
pared vaginal o cervical...
- Tacto vaginal: Permeabilidad cervical, movilización cervical (dolorosa o no), dolor a la
exploración del saco de Douglas, dolor a nivel ligamentos redondos...
- Valoración movimientos fetales.
Pruebas complementarias:
- Laboratorio:
- Hemograma: Leucocitosis con desviación izquierda o neutrofilia (infecciones bac-
terianas), monocitosis (infecciones virales), eosinofilia (parásitos), linfocitos activa-
dos o atípicos (mononucleosis),
Se habla de leucocitosis en el embarazo por encima de 15000 células /mm³
- Bioquímica: Glucosa, iones, perfil renal (urea...) perfil hepático (GOT, GPT...)
según la sospecha clínica que tengamos, CPK (sí sospecho rabdomiolisis)
- Sistemático de orina: nitritos +, leucocituria-piuria... (sugieren infección urinaria)
- Estudio de coagulación: si sospecho sepsis o coagulopatia de consumo (asociar
PDF; Dimero D)
290
Infección en el embarazo
Actitud terapéutica:
1. Gestante sin criterios de gravedad:
a. Con focalidad: Se pauta tratamiento antibiótico y antitérmico v.o.
b. Sin focalidad: Tratamiento antitérmico únicamente. Control si precisa en consul-
tas externas.
2. Gestante con criterios de gravedad:
a. Con focalidad: Obtener Hemocultivos además de cultivos necesarios según el
foco infeccioso. Tratamiento antibiótico adecuado i.v.
b. Sin focalidad: Obtener hemocultivos y urocultivos previo a tratamiento. Inicio de
tratamiento antibiótico de amplio espectro i.v.
291
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Las infecciones durante la gestación deben ser muy tenidas en cuenta ya que pueden pro-
ducir alteraciones en el organismo materno, en la evolución del embarazo, y en el desarrollo
fetal.
Existen cuadros concretos que adquieren especial importancia cuando se desarrollan en el
seno de un embarazo y que no tienen mucha trascendencia si se dan en mujeres no gestantes.
Todas aquellas infecciones que se transmiten de la madre al feto ya sea a través de las
células germinales, la placenta, el canal del parto, la leche, o el contacto neonatal se denomi-
nan INFECCIONES DE TRANSMISIÓN VERTICAL. Dependiendo del momento en el que
aparezcan se habla de infección congénita (antes del parto), perinatales (durante el parto) y
neonatales (después del parto).
La mayoría de las infecciones capaces de producir efectos significativos en el feto ocurren
en el primer trimestre de la gestación (periodo de organogénesis). El proceso de lesión fetal se
basa en paso del agente infeccioso de la circulación materna a la fetal a través de la placenta.
La afectación de tejidos fetales puede desarrollar:
a. Muerte fetal
b. Alteración del crecimiento y desarrollo de ciertos tejidos (microftalmia, microcefa-
lia,...)
c. Reacción inflamatoria y fibrosis (coriorretinitis, cataratas, hepatitis...)
d. Retraso de crecimiento generalizado.
Entre los agentes infecciosos que se transmiten al feto verticalmente se encuentran:
1. Virus:
• ADN: CMV, VHS, VVZ, VHB, VPH, parvovirus B19
• ARN: Rubéola, Sarampión, VRS, parotiditis, VHA, VHC, enterovirus (cosackie,
poliovirus, echo) VIH.
2. Bacterias: Chlamydia trachomatis, streptococcus grupo B, Listeria monocytogenes,
Neisseria gonorrhoeae, treponema pallidum.
3. Protozoos: Plasmodium spp, Toxoplasma gondii...
En la práctica clínica el diagnóstico de estas infecciones debe hacerse basandose sobretodo
en la clínica que presenta la gestante al llegar a urgencias. Debemos conocer las posibles reper-
cusiones fetales, ya que además de tratamiento, la gestante demanda de la urgencia, informa-
ción.
CITOMEGALOVIRUS
Riesgo fetal:
Se adquiere la mayoría de las veces vía ororespiratoria, también es posible por contacto
con orina infectada, actividad sexual, parto, transfusion de sangre, lactancia materna, trans-
plante de órganos... Una vez producido el contagio, el virus se acantona en las células del
huésped de por vida, pudiéndose reactivar cíclicamente.
292
Infección en el embarazo
Clínica materna:
La mayoría de las infecciones son asintomaticas. En caso de desarrollar clínica, las madres
afectas, cursan en la mayoría de las ocasiones con un cuadro de mononucleosis caracterizado
por linfocitosis con linfocitos atípicos, alteración de transaminasas hepáticas, anticuerpos
heterófilos negativos, anemia, trombopenia, ligera esplenomegalia.
En raras ocasiones pueden desarrollar hepatitis aislada, neumonitis, diátesis hemorrágica,
relacionada con trombocitopenia, síndrome de Guillain-Barré.
Diagnóstico:
En urgencias el único diagnóstico posible es de sospecha.
Debe tenerse en cuenta la infección por CMV en toda mujer gestante con clínica sugerente
de mononucleosis like o gripe, o bien, la aparición en la ecografía de ascitis fetal, hepatoes-
plenomegalia fetal, microcefalia, hidrocefalia fetal...
Actitud:
1. Mujer asintomática que refiere contacto con CMV:
• Derivar preferente a consulta para valorar afectación materna: Serologia, cultivos...
2. Mujer sintomática:
• Valorar gravedad de la clinica.
• No existe tratamiento eficaz, fármacos antivirales son teratogénicos. Debe realizarse
tratamiento sintomático de la gestante.
• Derivar a consultas para confirmar diagnóstico de sospecha y posible afectación fetal
- Si afectación fetal antes de 22 semanas ofertar la posibilidad de aborto terapéu-
tico.
- Tratamiento del recién nacido con ganciclovir.
Profilácticamente se han visto buenos resultados con la administración de aciclovir antes
de una nueva gestación.
293
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Riesgo fetal
No se ha demostrado realmente la afectación fetal al VEB. Existen series reducidas que
hablan de alteraciones cardiacas y oculares secundarias a la infección materna. (Tabla 2)
Clínica
Existe un periodo de incubación de 4 a 8 semanas, después del cual aparece un cuadro
de malestar, anorexia, escalofríos que precede a la tríada clásica de faringitis intensa, fiebre y
adenopatías.
La evolución suele durar 3-4 semanas. En ocasiones la sensación de malestar general se
mantiene durante varias semanas mas.
Las complicaciones son raras: anemia hemolítica, trombopenia, alteraciones neurológicas
(Encefalitis, parálisis pares craneales, Guillén-Barre...), Hepatitis...
Diagnóstico:
En urgencias se diagnostica por la clínica de faringitis, fiebre y adenopatías asociada a
linfocitosis atípica y anticuerpos heterófilos
Actitud en urgencias:
El tratamiento de la mononcleosis es un tratamiento de sostén: Reposo domiciliario y anal-
gesia.
La fiebre y la faringitis suelen aliviarse con Paracetamol.
V I R U S VA R I C E L A - Z O S T E R
La varicela es una enfermedad infantil con una seropositividad del 85 – 95% en adultos. La
transmisión se produce por vía respiratoria o por contacto directo con lesiones cutáneas.
El 90% de las exposiciones domésticas si son superiores a una hora y en un lugar cerrado
acaban en varicela. El paciente es contagioso desde 2 días antes de la aparición del exantema
hasta que todas las vesículas están en fase de costra.
Riesgo fetal:
No hay pruebas claras de que aumente el riesgo de abortos o de recién nacidos prematu-
ros.
La clinica fetal tras una exposición a varicela es el síndrome de varicela congénita caracte-
rizado por hipoplasia ósea y muscular, microcefalia, retraso mental, coriorretinitis...
La embriopatia será consecuencia de la reactivación intrauterina del virus y no del efecto
directo de la infección viral primaria asociada a una respuesta inmune insuficiente.
El riesgo de varicela congénita es del 0.5% en el primer trimestre y del 2% en el segundo
trimestre. Después de una infección materna en la segunda mitad del embarazo no se da sín-
drome congénito pero un 1.7% de los lactantes desarrollaran herpes zoster en los primeros
meses de vida.
294
Infección en el embarazo
Clínica materna:
- El periodo de incubación de la varicela es de 10 a 21 días. Después de lo cual aparece
un cuadro de fiebre, malestar general y exantema maculopapuloso que se inicia en la cabeza y
desciende hacia tronco y extremidades.
El exantema consta de vesículas, pápulas y costras en diferentes fases evolutivas.
Complicaciones: Sobreinfección bacteriana de las vesículas, meningitis, encefalitis, neu-
monía varicelósica (es la complicación mas grave, se da en el 20 a 25% de los casos en adul-
tos)
La clínica no es mas grave que en no gestantes salvo si aparece neumonía varicelosica.
La neumonía aparece entre 3 y 5 dias después del inicio del exantema, cursa con tos, dis-
nea, fiebre con infiltrados nodulares y neumonitis intersticial en la radiografía. Mortalidad
materna en un 15-40%.
- El Herpes zoster es consecuencia de una recidiva del mismo virus. Erupción dolorosa
vesicular que afecta a uno o dos dermatomas. No existe mayor gravedad que fuera del emba-
razo.
Diagnóstico:
El diagnóstico de la varicela es clínico, pero puede confirmarse demostrando un aumento
de los títulos de IgG o la presencia de IgM específica. Ambas inmunoglobulinas aparecen entre
2 y 5 días después del exantema y alcanzan valores máximos a las 4 semanas. La IgM persiste
durante 1 o 2 meses.
Actitud en urgencias:
Mujer asintomática que acude a urgencias por contacto con VVZ:
• Administración profiláctica de inmunoglobulina VVZ en mujeres expuestas seronega-
tivas antes de la 96 horas postexposición. Dosis intramuscular 125U/10kg hasta un
máximo de 625U. Disminuye el riesgo de complicaciones maternas (no de la aparición
de la enfermedad). No previene la aparición de infección fetal.
El coste es muy alto solo se administrará si pruebas inmunológicas son negativas y/o si
existe patología de base como enfermedad respiratoria crónica, enfermedad cardiaca, gesta-
ción en tercer trimestre,…
Puede aumentar el periodo de incubación a 28 dias.
295
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
PA RV O V I R U S B 1 9
Es un cuadro común que se transmite por vía respiratoria. Suele cursar en forma de epide-
mias e infectar sobretodo a niños. Aproximadamente el 50% de los adultos son inmunes.
Riesgo fetal:
La tasa de infección durante el embarazo es de 3,7%. La mayor parte dan a luz niños sanos
(mas del 90%).
La infección por parvovirus puede asociarse con muerte fetal en el primer trimestre aunque
no es una causa significativa de aborto precoz.
El riesgo de afectación fetal grave es de 1-1.6% de los casos secundario a la aparición
de un HIDROPS FETAL NO INMUNE. Se desarrolla 3 a 8 semanas después de la infección
materna y puede resolverse espontáneamente en un tercio de los casos. La lisis de células
eritroides da lugar a una eritropoyesis extrahepatica y hepática compensadoras que pueden
originar hipertensión portal, hiponatremia, y ascitis. La insuficiencia cardiaca congestiva y la
retención generalizada de líquidos producen la muerte fetal. El mayor riesgo de desarrollo de
hidrops se da entre la semana 12 y 18, después la medula ósea, tejido diana del parvovirus
B19, se convierte en un importante órgano hematopoyetico.
Clínica materna:
Periodo de incubación que suele durar una semana.
Primera fase 7º-18º dia: Fase de viremia. Clinica inespecífica de cefalea, mialgias, fiebre,
malestar general. Momento en el cual el individuo es contagioso.
Durante esta primera fase el virus se replica en las células precursoras eritroides de médula
ósea, lo que provoca un efecto citotóxico (aplasia transitoria) que dura 10 días, con recupera-
ción completa en 3 semanas además de una liberación viral masiva y una anemia transitoria.
Segunda fase > 18º dia: (en esta fase deja de ser contagioso). Deposito de inmunocomple-
jos desarrolla un exantema macular eritematoso brillante en barbilla y mejillas que persiste de
5 a 10 dias en niños pero raro en adultos.
En mujeres adultas, la formación de inmunocomplejos, suelen cursar con artralgias agudas
y artritis simétricas en manos y rodillas que suele durar de 1 a 3 semanas Asociadas a una
erupción inespecífica en ocasiones.
296
Infección en el embarazo
Diagnóstico:
En urgencias se basa en la clínica. Es necesario estudio en consulta confirmar el diagnós-
tico.
La base del diagnóstico materno es la serología. La IgM aparece en el suero 3-4 dias des-
pués de la clínica y sigue siendo detectable 3 meses después. La IgG empieza a detectarse 1 o
2 semanas después del inicio de los síntomas y persiste durante años.
La determinación de ADN por PCR es el mejor indicador de infección fetal.
Una vez establecido el diagnóstico es necesario valorar la existencia de anemia fetal y la
necesidad de transfusión fetal intrautero. Está indicado la realización de ecografía 4 semanas
después de la seroconversión para detectar signos indirectos de anemia fetal (Aumento de
velocidad sanguínea máxima de la arteria cerebral media determinado por doppler.)
Actitud en urgencias:
Mujer asintomática que consulta por exposición:
Debe explicarle el escaso riesgo para el feto. Durante fase de exantema, el individuo no es
contagioso, la gestante se deriva a consulta para seguimiento y determinación de inmunidad.
Mujer sintomática:
Tratamiento sintomatico. Derivar a consultas.
V I R U S H E PAT I T I S
Clasificación:
1. Hepatitis A: La transmisión es fecooral. Tiempo de incubación de 15-40 dias. No cro-
nifica.
2. Hepatitis B: El virus se elimina por sangre, secreciones vaginales, semen, saliva,
heces,... Tiempo de incubación de 50-150 dias. Puede cronificar (10%). Transmisión
vertical madre-hijo.
3. Hepatitis C: Transmisión parenteral. Desarrolla una hepatitis crónica. Transmisión ver-
tical madre-hijo.
4. Hepatitis D: Debe asociarse a infección por VHB.
5. Hepatitis E: Transmisión fecooral. La clínica es similar a la hepatitis A. Índices de mor-
talidad mayor en mujeres embarazadas.
Riesgo fetal:
Hepatitis A: Escaso. Riesgo de infección fetal si se da en las dos últimas semanas del
embarazo.
Hepatitis B: El riesgo de transmisión materno-fetal de una infección aguda depende del
trimestre de gestación siendo del 10% durante el primer y segundo trimestre y del 70% si se
desarrolla en el tercer trimestre.
La hepatitis B en el feto cronifica en el 90% de las ocasiones.
El riego de transmisión materno-fetal de una hepatitis crónica depende de la existencia o
no de AgHBe que indica replicación activa del virus.(Riesgo de transmisión del 80-90% con
AgHBe positivo y de menos del 5% sí AgHBe negativo).
297
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Clínica materna:
La infección materna aguda se manifiesta por nauseas, vómitos, ictericia, anorexia, males-
tar, diarrea, febrícula... o de manera asintomática. La mujer embarazada puede cursar con mas
clínica gastrointestinal;
La infección aguda se resuelve en unos meses con tratamiento correcto.
Diagnóstico:
El diagnóstico de sospecha urgente se basa en la clínica y las pruebas de laboratorio.
Se detecta una elevación de enzimas hepáticas (GOT, GPT, Bilirrubina)
El diagnostico de confirmación se realiza en consulta pidiendo una serologia viral.
Actitud:
Mujer gestante sintomática:
Valorar clínica materna y bioquímica (niveles de transaminasas, bilirrubina y tiempos de
Tromboplastina parcial....) Si se descarta complicaciones o hepatitis fulminante la paciente
puede ser dada de alta con: reposo domiciliario, hidratación y buena alimentación.
Medidas de aislamiento entérico, especialmente con VHA, en la familia.
Mujer de parto:
Si hepatitis en ultimas semanas es necesario tener en cuenta posibles complicaciones
hemorrágicas por disfunción hepática.
No esta indicado cesárea por infección vírica hepática.
Medidas higiénicas para evitar el contagio del personal sanitario.
El pediatra deberá tener conocimiento de la infección para la administrar profilaxis
mediante inmunoglobulina y vacuna VHB
RUBEOLA
Es un virus ARN que infecta únicamente al ser humano. El contagio se produce a través
de secreciones respiratorias o contacto directo. El virus penetra por la vía respiratoria, se dise-
mina a los ganglios linfáticos, donde se replica y pasa a la circulación sanguínea.
Riesgo fetal:
Durante la fase de viremia de la primoinfección se puede producir embriopatia por trans-
misión transplacentaria, cosa que es extremadamente infrecuente en las reinfecciones (menos
de un 5%).
El riesgo de afectación fetal depende de las semanas de gestación siendo de hasta el 90%
si la infección se produce antes de las 12 semanas y de menos del 5% si se produce a partir del
segundo trimestre.
298
Infección en el embarazo
Clínica materna:
Cursa con un periodo de incubación de 14 a 21 días que se sigue de un periodo prodró-
mico de 5-6 dias que cursa con linfadenopatia suboccipital y postauricular, malestar general
y fiebre. A medida que se desarrolla inmunidad y el virus desaparece del torrente circulatorio
aparece el exantema descendente que dura 3-4 dias.
El 60% pueden desarrollar artralgias, y rara vez neuritis, púrpura trombocitopenica,
meningoencefalitis.
Existe riesgo de contagio desde 7 días antes del exantema a 15 días después de su desapa-
rición.
En el embarazo la infección por rubeola no es mas frecuente que en mujeres no gestantes,
ni se asocia a mayor riesgo de complicaciones.
Diagnóstico:
En urgencias la base es la clínica: Fiebre, malestar general, exantema...
Es necesario derivarlo a consultas donde se establece un diagnóstico definitivo si la
paciente es dada de alta.
La determinación de infección materna se hace mediante serología, demostrándose la apa-
rición de IgM (positivos a los pocos días del exantema y permanecen elevados durante 4
a 8 semanas) y la elevación de titulos de IgG. El diagnóstico de infección fetal se realiza
mediante la búsqueda de IgM específica en sangre fetal o PCR para detectar virus en líquido
amniótico.
La ecografía como método diagnóstico para la búsqueda de malformaciones fetales es muy
limitada, puede determinar hepatoesplenomegalia, lesiones difusas en SNC... pero muchas
veces es asintomática.
Actitud en urgencias:
La prevención de la infección hoy es posible gracias a la vacuna compuesta por virus vivos
atenuados. Existen campañas de vacunación infantil con lo que el 85% de la población adulta
es inmune. Las mujeres no inmunes que deseen quedarse embarazadas deberán vacunarse y
usar un método anticonceptivo durante 3 meses posvacunación.
Gestante con rubeola:
• Tratar el proceso vírico mediante reposo, hidratación, aislamiento, analgesia.
• La administración de inmunoglobulina específica tras el contacto no previene la infec-
ción ni la viremia, pero puede suavizar el cuadro clínico. Estaría indicada en mujeres
embarazadas expuestas que rechazasen el aborto terapéutico.
• Debe derivarse a consulta de alto riesgo para informar a la paciente que padece rubeola
del riesgo fetal y de la posibilidad de aborto terapéutico hasta las 22 semanas.
Gestante con contacto sospechoso de rubeola
Debe seguirse el siguiente árbol diagnóstico (Tabla 1).
299
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
SARAMPIÓN
Riesgo fetal:
El riesgo de mayor afectación se da en el primer trimestre aumentando la incidencia de
abortos. También se ha encontrado una mayor incidencia de parto pretérmino pero no se ha
definido ningún patrón reconocible de anomalías fetales asociadas.
Clínica materna:
El sarampión tiene un periodo de incubación de 10 a 14 dias tras el cual pueden aparecer
manchas de Koplik (en la mucosa bucal, a nivel de 1º y 2º molar, manchas blanquecinas sobre
fondo eritematoso) y 1 o 2 dias después cursa con un cuadro catarral (tos, fiebre conjunti-
vitis...) y una erupción maculopapular que se inicia retroauricularmente y desciende hacia
miembros inferiores. Rara vez puede complicarse con neumonía o encefalitis.
Diagnóstico:
El diagnóstico de infección se basa en la clínica, en la determinación serológica de inmu-
noglobulinas y en el cultivo viral de secreciones (estas dos últimas no posibles en urgencias).
Actitud:
Contacto con sarampión:
Ante la exposición viral se recomienda el uso de inmunoglobulina especifica (0,25 mg/kg)
dentro de los primeros 6 días de contacto. Es capaz de modificar la clínica de la infección
materna pero se desconoce el efecto sobre la infección fetal. (Uso discutido, Valorar indivi-
dualmente cada caso).
300
Infección en el embarazo
GRIPE
La incidencia de infección por el virus influenza es similar dentro y fuera del embarazo.
No se ha demostrado mayor morbimortalidad en mujeres gestantes sanas frente a las no
embarazadas comparables por edad.
Riesgo fetal:
Los últimos estudios no han demostrado capacidad teratogénica en el virus influenza.
Algunos autores hablan de malformaciones cardiacas y en SNC pero no ha podido establecerse
confirmación de que la causa sea el virus influenza.
La afectación mayor se da si la infección ocurre en el primer trimestre.
La transmisión de anticuerpos se produce a través de la placenta y la leche materna prote-
giendo al recién nacido de los contactos externos.
Clínica materna:
Puede ser asintomática o cursar como un resfriado común: cefalea, fiebre, malestar gene-
ral, tos con o sin expectoración, astenia... que suele ceder en 6-7 días.
Las gestantes suelen ser mujeres sanas por lo que es raro la aparición de complicaciones,
estas son mas frecuentes si existen patología subyacente asociada: patología pulmonar, diabe-
tes mellitus, anemia severa...
La complicación más frecuente es la neumonía que puede ser viral o por sobreinfección
bacteriana.
Diagnóstico:
En urgencias solo puede valorarse la clínica para llegar al diagnóstico. Existen pruebas
serológicas pero son poco específicas. Estas pruebas no pueden hacerse de urgencia, si la
infección no se complica y cede, no suelen pedirse.
Actitud en urgencias:
El tratamiento se basa en el alivio sintomático:
• Antipiréticos para disminuir la fiebre: Paracetamol, metimazol...
• Reposo en cama
• Es necesario ingresar a la paciente cuando se sospecha neumonía.
TOXOPLASMOSIS
301
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Riesgo fetal:
La transmisión fetal se produce por vía transplacentaria siendo mas frecuente en el tercer
trimestre pero menos grave y al contrario que al inicio de la gestación.
Clínica materna:
La toxoplasmosis materna aguda tiene un periodo de incubación de 9 – 10 dias.
Cursa en la mayoría (90%) de las ocasiones de forma asintomática.
Cuando existe clínica la sintomatología es similar a un cuadro mononucleosido: fatiga,
cefalea, malestar, linfadenopatia cervical, axilar, supraclavicular...
Diagnóstico:
En urgencias, el único arma es la clinica. Aunque solo un 10% presentan sintomatología,
toda mujer con un cuadro mononucleosico debe tenerse en cuenta la toxoplasmosis como diag-
nostico diferencial.
El diagnóstico de certeza materna se basa en la serología por determinación de niveles de
IgM e IgG.
El diagnóstico de infección fetal se basa en la determinación de PCR en líquido amniótico
o en sangre fetal; La afectación fetal, en ocasiones, puede verse por ecografía (entre el 40-50%
de los infectados desarrollan ventriculomegalia, calcificaciones cerebrales, ascitis, hepatoes-
plenomegalia o CIR visibles).
Actitud en urgencias:
Ninguno de los tratamientos actuales tiene la capacidad para eliminar por completo los
quistes de Toxoplasma, de modo que no es posible erradicar la infección. El tratamiento sirve
para destruir la forma activa del parásito (trofozoito) limitando la capacidad de transmisión
fetal.
Ante la sospecha de infección materna sin confirmarse afectación fetal pueden usarse 3
pautas:
• Espiramicina 3g diarios en dos tandas de 2 semanas, separadas por un mes; o 2g/dia
durante todo el embarazo.
• Pirimetamina (solo en el tercer trimestre) 50mg/dia durante 4 dias + 25mg/dia durante
otros 16 dias.
• Combinado: en primer y segundo trimestres una tanda de espiramicina y en el tercer
trimestre una de pirimetamina.
Cuando existe evidencia de infección fetal:
• Pirimetamina 50mg/dia + sulfadiacina 3g/dia + ácido folinico 50mg/12h (ya que ambos
son antagonistas del ácido folico). Su principal efecto adverso es la depresión de
medula ósea, es necesario hemograma semanal de control. No son fármacos teratogé-
nicos.
• Pueden reemplazarse por Espiramicina a las mismas dosis anteriores en primer trimestre.
302
Infección en el embarazo
1
Asociación no confirmada
GESTACIÓN Y ETS
Existe un tema especifico de ETS, aquí solo vamos a reseñar algunos matices en relación
con la embarazada.
Flujo vaginal durante el embarazo:
Durante la gestación existe un aumento de secreciones cervicales y vaginales en respuesta a
la estimulación hormonal. El flujo de la embarazada es profuso, blanco y de aspecto cremoso.
Tiene un pH de 4.5 o menos, casi todo son bacilos de Döderlein, con algún enterococo,
bacterioide, coliforme o difterioide.
303
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Las vaginitis severas aumentan el riesgo de parto pretermino, anmionitis, rotura prematura
de membranas, aborto o perdida fetal, infección neonatal, sepsis puerperal.
El tratamiento debe empezarse vía tópica y si no hay mejoría puede asociarse o sustituirse
por un tratamiento sistémico.
A pesar de que existe un tema especifico de ETS (tema 36) es necesario señalar ciertos
aspectos que relacionan ETS y embarazo. En el siguiente cuadro queda reflejado la clínica y
el tratamiento de la embarazada.
TABLA 3: ETS y EMBARAZO
304
Infección en el embarazo
BIBLIOGRAFÍA
305
21
INFECCIÓN URINARIA Y UROPATÍA
OBSTRUCTIVA DURANTE LA GESTACIÓN
María Luisa Cañete
Encarnación Buendía
INFECCIÓN URINARIA Y UROPATÍA
OBSTRUCTIVA DURANTE LA GESTACIÓN
INTRODUCCIÓN
La infección urinaria es la complicación médica más frecuente del embarazo, aunque la clí-
nica más frecuente es la cistitis, un cuadro sencillo fácil de tratar, en ocasiones se presenta como
pielonefritis, una entidad más grave con repercusiones a veces importantes tanto para la madre
como para el feto.
Se considera que existe una infección urinaria cuando aparecen:
•Bacteriuria: presencia significativa de gérmenes patógenos en la orina y
•Leucocituria: presencia anormal de leucocitos.
La infección del tracto urinario (ITU) se define como la presencia de bacterias en el tracto
urinario que producen alteraciones morfológicas y/o funcionales.
Cuando en una muestra de orina se detectan bacterias que no proceden del tracto urinario
(puede deberse a una deficiente conservación de la muestra, uso de recipientes no estériles, mez-
cla con el flujo vaginal etc...) se habla de orina contaminada. Cuando las bacterias existentes
en la orina proceden realmente del tracto urinario se habla de bacteriuria verdadera.
Bacteriuria significativa: cuando nos encontramos en orina una concentración de bacterias
superior a 100.000 Unidades Formadoras de Colonias (UFC) por mililitro de orina, según los
criterios de Kass, o bien con un recuento de entre 1000 a 100.000 UFC/ml y la presencia de leu-
cocituria positiva y/o sintomatología clínica, según los criterios de Stamm, podemos considerar
el urocultivo positivo. Puede ser:
• Sintomática: nos estamos refiriendo a una infección urinaria; dependiendo de su localiza-
ción se tratará de una cistitis, uretritis o pielonefritis.
• Asintomática: hay presencia de bacterias en el tracto urinario, pero no se acompaña de
síntomas clínicos. Afecta a un 5-10 % de las embarazadas (Millar 1997). Es un hallazgo
frecuente en las consultas de obstetrícia y potencialmente patológico que se debe tratar
pero no es un motivo de consulta en urgencias. Kass demostró que sin tratamiento de un
20-40 % de las embarazadas con bacteriura asintomática desarrollan pielonefritis.
Tanto la Bacteriuria sintomática como la asintomática puede tratarse de una ITU no compli-
cada cuando no se puede detectar ninguna causa subyacente que la justifique o bien de una ITU
complicada cuando se detecta algún factor favorecedor de la colonización bacteriana.
Bacteriuria no significativa: cuando no se cumplen los criterios antes expuestos. Podemos
encontrarnos ante diferentes entidades nosológicas: el síndrome uretral agudo, la cistitis inters-
ticial o una uretritis por chlamydia.
309
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
FA C T O R E S C L AV E S D E L A S I T U D E L A G E S TA N T E
M O T I V O S D E C O N S U LTA E N U R G E N C I A S
310
Infección urinaria y uropatía
obstructiva durante la gestación
• Fiebre y dolor abdominal (frecuente en las pielonefritis aguda que desencadenan contrac-
ciones).
• Fiebre y dolor en una fosa renal con mayor frecuencia la derecha.
Cuando la clínica es de una ITUs el diagnóstico es más sencillo, las ocasiones que se presenta
fiebre con dolor abdominal y contracciones debemos hacer el diagnóstico diferencial con los
cuadros que cursan en el embarazo con fiebre y dolor abdominal (véase tema 16).
Si se trata de una ITU baja el tratamiento se puede prescribir en el centro de salud y poste-
riormente que acuda a su tocólogo.
En los casos en los que hay una asociación con fiebre o dolor abdominal está indicado remitir
a la paciente a un centro hospitalario para la valoración clínica.
Cuando la paciente llega a urgencias con clínica urinaria recoger orina para sedimento y uro-
cultivo:
• Recogida de orina por micción limpia: consiste en que la mujer se siente en el inodoro,
con las piernas abiertas, con una mano debe abrirse los labios vulvares y con la otra
limpiarse de delante hacia atrás con una gasa estéril con agua jabonosa, a continuación
limpiarse con otra gasa empapada en suero estéril, de delante hacia atrás. Comenzar a
orinar manteniendo separados los labios de manera que el chorro de orina no toque los
genitales externos. Desechar la primera parte de la micción y recoger la orina en un reci-
piente estéril. La muestra debe enviarse inmediatamente al laboratorio, o mantenerlo en
el frigorífico un máximo de 24 horas.
• Recogida de orina con sonda vesical: se evita la contaminación con la flora uretral, pero
debe reservarse para los casos en que no se puede obtener orina no contaminada por mic-
ción limpia, existe la posibilidad de infección yatrógena por arrastre de bacterias.
• Recogida de orina por punción suprapúbica: esta técnica se utiliza cuando no es posible
recoger la orina libre de contaminación con los métodos antes descritos, cualquier
hallazgo microbiológico se considera significativo (se realiza por un especialista con con-
trol ecográfico).
Si presenta fiebre de > de 38 ºC se deberá solicitar sistemático de sangre, estudio de coagu-
lación y hemocultivos.
Cuando la gestante refiere dolor abdominal, además de una exploración abdominal y vagi-
nal, si la gestación es mayor de 24 semanas se realizará RCTG para ver si presenta dinámica
uterina.
BACTERIURIA ASINTOMÁTICA
Esta no va a ser una patología que nos encontremos en urgencias, pero si debemos conocer
algunos conceptos al respecto, porque se puede dar la situación que una gestante en el segundo
trimestre a la que se la ha realizado un urocultivo en la consulta todavía no ha recogido el resul-
tado y acude a urgencias refiriendo clínica miccional u otro tipo de patología, al consultar el
urocultivo en la red, nos encontramos con una bacteriuria asintomática.
Se habla de Bacteriuria Asintomática (BA): cuando hay más de 100.000 UFC (unidades for-
madoras de colonias) por ml, de un único uropatógeno en dos cultivos consecutivos de orina
(aunque habitualmente se considera suficiente un único urocultivo positivo de un solo microor-
311
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
ganismo, hay autores que consideran que se sobreestimaría la incidencia real de BA) tomada por
micción limpia de la primera de la mañana, en una mujer asintomática. La incidencia de BA en
las mujeres embarazadas, es del 6 %, igual que en mujeres no gestantes, activas sexualmente La
presencia en un urocultivo de más de un uropatógeno, suele indicar contaminación, así como la
presencia de bacterias que habitualmente no causan BA.
La BA tiene una incidencia mayor en: multíparas, con bajo nivel socioeconómico, infeccio-
nes urinarias previas, anomalías anatómicas o funcionales del tracto urinario y con la edad avan-
zada.
La falta de tratamiento de las bacteriurias asintomáticas en embarazadas da lugar a una pie-
lonefritis del 25-40 % de los casos. Las BA tratadas solo desembocan en PN en un 3 %.
Un estudio randomizado realizado en Canadá en 2001 concluye que el 30 % de las embaraza-
das desarrollaron pielonefritis aguda si no se trataba la BA, y que el tratamiento antibiótico estaba
también asociado con una reducción en la incidencia de parto pretémino y niños de bajo peso.
“ Los distintos métodos de “screening” para detectar bacteriuria podrían ser útiles
como diagnóstico rápido y evitar el urocultivo....”
Pero actualmente los métodos de screening, no nos proporcionan de momento un cri-
bado de BA satisfactorio por lo que, sigue siendo el urocultivo de una muestra de orina por
micción limpia el método más eficaz.
El urocultivo de orina en la embarazada requiere métodos que permitan detectar EGB (strep-
tococo agalactie) que crece en medio de CLED y puede no detectarse hasta las 48 horas.
Hay que tener en cuenta que una elevada proporción de BA cursa sin presencia de leucocitos
en la orina. La presencia de leucocituria (piuria:5-10 leucocitos/campo) permite detectar sólo un
20 % de BA.
El embarazo no aumenta la incidencia de BA, pero sí agrava sus consecuencias y favorece la
progresión de las formas asintomáticas a las sintomáticas.
El tratamiento de la BA, tiene por objeto esterilizar la orina, para evitar las complicaciones,
tanto en la madre como en el feto, reduciendo al máximo tanto la cronificación como las recidivas.
La duración de la terapia de la BA: actualmente se prefieren las pautas cortas, siempre que se
realicen controles posteriores. Una pauta de 7-10 días elimina la BA en un 80%, con pautas de
3 días los resultados son muy similares. La Fosfomicina Trometamol por tener una vida media
larga (4-5 horas) y una eliminación urinaria prolongada (48-72 h), con una sola dosis de 3 gr,
consigue una tasa de erradicación del 77-94%, es el único antibiótico autorizado por la FDA para
el tratamiento en dosis única, de la bacteriuria asintomática en la embarazada.
312
Infección urinaria y uropatía
obstructiva durante la gestación
313
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Independientemente de la pauta utilizada, entre 20-30% de las BA, presentarán una recu-
rrencia por lo que hay que hacer urocultivo una semana después de acabar el tratamiento. Si la
infección recidiva después de una pauta prolongada, deberá descartarse una anomalía urológica
subyacente (litiasis, hidronefrosis, absceso renal..).
Si hay una recidiva la profilaxis hasta el parto se puede realizar: con nitrofurantoína 50-100
mg/día (puede causar fibrosis pulmonar administrado durante largos periodos de tiempo) ó Cefa-
lexina 250 mg/día.
Si hay una reinfección: se debe utilizar profilaxis hasta el parto: cefalexina, cotrimoxazol
(riesgo de quernícterus en el último trimestre de la gestación) o con nitrofurantoína.
Se debe hacer un urocultivo postparto a todas las embarazadas con infección urinaria recu-
rrente o bacteriuria persistente.
314
Infección urinaria y uropatía
obstructiva durante la gestación
CISTITIS Y BA
Tabla 1
PIELONEFRITIS AGUDA
315
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
La clínica de PN aguda, incluyen además de los síntomas de cistitis, fiebre alta (39-39,5
ºC) escalofríos (que sugieren bacteriemia) y dolor lumbar (uni o bilateral que se irradia por el
trayecto ureteral y por los flancos hacia las fosas iliacas). Este dolor difuso nos obliga a hacer
diagnóstico diferencial con apendicitis y colecistitis. A veces, aparecen anorexia y nauseas, que
pueden acompañarse de vómitos y deshidratación que junto con la fiebre producen taquicardia y
orina concentrada. Los signos y síntomas evolucionan en horas. La fiebre cursa en picos. En la
mayoría de los casos la fiebre desaparece en 48 horas tras el inicio del tratamiento antibiótico.
Son signos de mal pronóstico: la hipotensión arterial, la taquipnea, taquicardia y fiebre extrema
persistente y anuncian posibles complicaciones posteriores.
El tratamiento
PIELONEFRITIS EXTRAHOSPITALARIA
Tabla 2
• *Si a las 48-72 h la fiebre ha descendido, pasar a la vía oral (según el resultado del anti-
biograma), hasta completar 14 días de tratamiento.
• **Si la fiebre ha descendido a las 48-72 h podrá pasarse a terapia secuencial con Cefixima
400 mg por VO.
(Protocolos de Tratamiento en Infecciones Urinarias Durante la Gestación. S.E.G.O)
316
Infección urinaria y uropatía
obstructiva durante la gestación
Tabla 3
*Si existe sospecha de infección por enterococo añadir ampicilina 1g/6h o iniciar tratamiento
en monoterapia con piperacilina-tazobactam 4g/8h. Hay que considerar otros gérmenes cuando
se debe a manipulación la sepsis como Pseudomona aeruginosa, Enterobacter y Acinetobacter.
**Si la sepsis es secundaria a una manipulación de la via urinaria puede acortarse la dura-
ción del tratamiento a 10 días. El Aztreonam se considera un fármaco de primera elección que,
incluso, puede administrarse en alergia a B-Lactámicos al no presentar reacciones cruzadas con
este grupo de antibióticos. La fosfomicina presenta un elevado contenido en sodio (1g contiene
14,4 mEq).
(Protocolos de Infecciones Urinarias durante la Gestación. S.E.G.O)
317
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
COMPLICACIONES DE LA PN AGUDA
U R O PAT Í A O B S T R U C T I VA E N E L E M B A R A Z O
E T I O L O G Í A . F I S I O PAT O L O G Í A
Existen muchas causas que pueden causar uropatía obstructiva alta, tanto a nivel renal como
ureteral, que resumimos en la Tabla 5.
Tabla 5: Causas
de uropatía
obstructiva alta
318
Infección urinaria y uropatía
obstructiva durante la gestación
En el embarazo la dilatación del tracto urinario superior, es una de las significativas modifi-
caciones anatomofisiológicas que ocurren en la mujer. Puede afectar a todas las cavidades del
tracto urinario superior (cálices, pelvis y uréteres), de forma general hablamos de hidronefrosis,
aunque sería más exacto hablar de pielocaliectasia o ureteropielocaliectasia. De forma fisioló-
gica, a partir de la 6-10ª semana de gestación, se produce una dilatación del sistema colector, más
marcada en el lado derecho, que en el tercer trimestre de gestación afecta al 90% de las embara-
zadas. Está mediada por factores hormonales y mecánicos. Todo ello conlleva a una disminución
de la velocidad de eliminación de la orina y facilita el reflujo vesicoureteral, por atonía vesical.
• Factores Hormonales: Los estrógenos y la progesterona provocan una relajación de las
fibras musculares lisas de uréteres y vejiga.
• Factores Mecánicos: Son los más importantes, provocados por el crecimiento y la dextro-
rrotación uterina así como por la dilatación de las venas ováricas y uterinas.
F OR MA S C LÍ N I C A S D E PR E SE N TACIÓN
Figura 1: Ecografía renal: Hidronefrosis fisiológica del embarazo, más acusada en lado derecho.
319
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
3) CÓLICO NEFRÍTICO
Generalmente causado por litiasis. Tiene una incidencia similar a la de la población general,
aunque el empleo rutinario de suplementos de calcio puede aumentar ligeramente su incidencia
en el 2º y 3er trimestre de gestación. La mayoría de las veces se resuelve de forma conservadora.
Se caracteriza por dolor cólico, agudo, paroxístico, localizado en fosa renal e irradiado a región
inguinal. Se acompaña de síndrome miccional y cortejo vegetativo, hematuria macro o micros-
cópica. Generalmente se resuelve de forma conservadora.
DIAGNÓSTICO Y MANEJO
OTRAS EXPLORACIONES:
HEMOGRAMA Y BIQUÍMICA nos orientan sobre la existencia de infección y/o deterioro
de la función renal. En el SEDIMENTO URINARIO generalmente aparece hematuria y piuria
en presencia de infección.
ECO-DOPPLER COLOR: Puede detectar elevación de los índices de resistencia intrarrenal
como signo indirecto de uropatía obstructiva aguda. Se requiere gran experiencia por parte del
explorador.
UIV MODIFICADA: Es una técnica válida y segura ante una indicación precisa, como es
la sospecha de uropatía obstructiva de evolución tórpida. Generalmente se realiza una placa
simple inicial y otra a los 20 minutos tras la administración del contraste endovenoso, nos
revela la dilatación del sistema colector, el retraso en la eliminación y el nivel y la causa de la
uropatía obstructiva. Si es necesario se puede mejorar su rendimiento realizando un pielogra-
fía retrógrada mediante cistoscopia a continuación.
320
Infección urinaria y uropatía
obstructiva durante la gestación
Dolor intratable
Infección persistente
Riñón único obstruido
Deterioro de la función renal
Rotura de la vía urinaria
Pionefrosis
MEDIDAS INVASIVAS:
El cateterismo ureteral interno o colocación de catéter doble J tipo “pig-tail” se realiza
mediante cistoscopio nº 22 Ch con uña de Albarrán y anestesia local en gel de xilocaína (Figura
2). La correcta localización del catéter en la pelvis renal se realiza mediante control ecográfico.
Debe ser cambiado periódicamente cada 6 ú 8 semanas para evitar la incrustación litiásica
del mismo, favorecida por la hipercalciuria fisiológica del embarazo y la mayor facilidad de
infección de la orina.
La incidencia de complicaciones es muy pequeña, lo más frecuente son los síntomas de irri-
tación vesical, hematuria e infección de la orina que se reduce al emplear antibiótico profiláctico
durante la colocación del catéter. Menos frecuentes son la movilización y descenso del catéter o
la calcificación del mismo (figura 3).
La nefrostomía percutánea estaría indicada en los casos en los que ha sido imposible la colo-
cación de un catéter interno, o en casos de pionefrosis o absceso renal. Se realiza con anestesia
local (mepivacaína al 1%) y control ecográ-
fico. Frente al cateterismo ureteral interno
evita los síntomas de irritación vesical pero
supone la incomodidad de llevar un drenaje
externo. Las complicaciones más frecuen-
tes son la obstrucción de la misma preci-
sando recambio o la incrustación litiásica,
por lo que debe cambiarse cada 8-10 sema-
nas. Mucho menos frecuente es la lesión de
un vaso renal importante durante su coloca-
ción.
321
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Figura 3: Restos litiásicos en puérpera, secundarios a incrustaciones de catéter “pig-tail”, que precisó
derivación mediante nefrostomía percutánea
BIBLIOGRAFÍA
322
Infección urinaria y uropatía
obstructiva durante la gestación
323
22
TRASTORNOS NEUROLÓGICOS
EN EL EMBARAZO
Gabriel Tejada
Susana Navarro
Gaspar González de Merlo
TRASTORNOS NEUROLÓGICOS EN EL EMBARAZO
EPILEPSIA
- Las convulsiones en una embarazada de la que se desconoce que sea epiléptica, puede
corresponder a eclampsia, encefalitis, meningitis, tumor del lóbulo frontal, abstinencia a drogas
y a otros cuadros tóxicos (inyección endovenosa inadvertida de anestésicos locales) y metabóli-
cos (hipoxia, hipoglucemia, hipocalcemia, hiponatremia,...), mientras que la pérdida de concien-
cia puede ser debido a síncope, crisis psicógena o a hiperventilación.
327
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
S TAT U S E P I L É P T I C O
• Resucitación
- Vía aérea permeable/ Conservar ventilación/ Conservar circulación
- Oxigenación
• Examen inicial
- Historia clínica óptima (tratamiento previo anticonvulsivante)
- Examen físico para confirmar actividad convulsiva
- Extracción sanguínea: glucosa, electrolitos, calcio, magnesio, sustancias tóxicas y
nivel de anticonvulsivante
• Terapia inicial
- 50 ml de SG al 50 % y 100 mg de clorhidrato de tiamina I.V
- Diacepam 10 mg I.V en 2 min y después 2 mg/min hasta que cesen las convulsio-
nes
- Fenilhidantoína 50 mg/min en solución salina (dosis de saturación es de 18
mg/Kg)
- Si persiste actividad convulsiva, intubación endotraqueal y fenobarbital I.V 50
mg/min hasta dosis total de 20 mg/Kg. Si fracasa, anestesia general
• Valoración complementaria
- Valoración de estado fetal
- Valoración de estado neurológico
*La tasa de mortalidad en gestantes en status epiléptico es del 25 %, llegando la pérdida fetal a un 50 %.
ECLAMPSIA
328
Trastornos neurológicos en el embarazo
PATO G E N I A
Se caracteriza por un cuadro convulsivo que si no se trata se repite a intervalos cada vez más
cortos.
- Fase de pródromos: a las convulsiones le suelen anteceder el dolor de cabeza y la hipe-
rreflexia. Aumenta la tensión arterial diastólica que es indicador de ataque inminente, visión
borrosa, escotoma centelleante (por retinitis y lesiones hemorrágicas y vasoespásticas), dolor
en epigastrio y estado de confusión. En el fondo de ojo hay papila de éstasis y edema retiniano
y se produce progresión de los edemas y oliguria.
- Fase de contracción tónica: contracción tónica de todos los músculos y cianosis que dura 30”.
- Fase clónica: se extiende desde el rostro por todo el cuerpo hasta las extremidades seguido
de violentas contracciones y relajaciones de todos los músculos. Dura 2-3’.
- Fase de coma: de duración variable.
D I AG N Ó ST I C O
En cualquier paciente que presente convulsiones ha de realizarse una historia clínica deta-
llada, exploración neurológica, EEG, TAC (para descartar una lesión focal) y punción lumbar (si
se sospecha infección o hemorragia subaracnoidea).
D I AG N Ó ST I C O D I FE R E N C I AL
329
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
T R ATA M I E N T O
• MEDIDAS GENERALES:
- Ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos.
- Mantenimiento de la vía aérea.
- Vía venosa.
- Control de diuresis.
- Monitorización hemodinámica
- Valoración del posible fallo multiorgánico: funcionalismo hepático, renal, plaquetas y
coagulación y serie roja.
• TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO:
- Tratamiento de las convulsiones:
El uso de sulfato de magnesio es controvertido ya que carece de efecto anticonvulsivante cono-
cido. Puede proporcionar su acción mediante bloqueo neuromuscular del movimiento tonico-clónico
de las extremidades y por su efecto vasodilatador reducir el vasoespasmo cerebral. La hipermagnesemia
puede complicar la anestesia, inhibe las contracciones uterinas, puede causar hipermagnesemia neona-
tal sintomática y la sobredosis accidental puede producir depresión respiratoria y bloqueo cardiaco.
Las convulsiones se controlan mejor con los anticonvulsivantes habituales como el diacepan
y la fenilhidantoina (ver dosis en el apartado de la epilepsia).
- Tratamiento del edema cerebral:
La eclampsia origina tumefacción generalizada de la corteza cerebral por aumento de la permeabi-
lidad capilar (edema de origen vascular), por tanto el manitol no es eficaz para el tratamiento de este
tipo de edema. La medida terapéutica electiva es la hiperventilación forzada después de intubar.
- Tratamiento hipotensor:
Es probable que la reducción de una tensión arterial elevada disminuya el riesgo de hemorra-
gia cerebral. Pueden utilizarse la hidralacina, el diazóxido u otros agentes hipotensores.
• FINALIZACIÓN DEL EMBARAZO:
Es el tratamiento definitivo y debe tener lugar lo antes posible si la edad gestacional es ade-
cuada o existe compromiso materno.
HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA
ETIOLOGÍA
CLÍNICA
Se presenta con intensísimo dolor de cabeza, rigidez de cuello, naúseas, vómitos, obnubila-
ción, convulsiones y coma.
330
Trastornos neurológicos en el embarazo
D I AG N Ó ST I C O
T RATA MI E N T O
OC LUSI Ó N A R T E R I A L
El aporte sanguíneo al cerebro está garantizado por las dos arterias carótidas internas y las
dos arterias basilares que se unen formando el tronco basilar. La unión de estos vasos forma el
polígono de Willis (figura 3).
Este cuadro se caracteriza por un repentino déficit neurológico focal como hemiparesia, afa-
sia, diplopia, disfagia o disartria. Según el área infartada, aparecen un conjunto de signos y sín-
tomas.
a) Territorio de la arteria carótida interna
- Arteria cerebral media.- hemiparesia con afectación facial, de claro predominio facial, y
trastorno sensorial ipsilateral. Hemianopsia homónima. Si se afecta el hemisferio domi-
nante (generalmente el izquierdo) hay afasia o disfasia.
331
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
ET I OLO G Í A
D I A GN Ó ST I C O
T RATA M I E N T O
Está dirigido a prevenir el progreso o la recidiva del infarto, ya que el tratamiento no modifica
el pronóstico por el proceso original.
OPCIONES TERAPEÚTICAS:
- Heparina.- en procesos cardioembólicos, sospecha de trombosis de la arteria basilar o en
presencia de apoplejía progresiva.
332
Trastornos neurológicos en el embarazo
Las trombosis venosas asépticas de cerebro surgen durante el primer mes del puerperio y en
raras ocasiones durante el primer trimestre.
Actualmente, el índice de mortalidad es del 20 %.
Son factores etiológicos el síndrome antifosfolípido y déficit de proteina C y S.
CLÍNICA
Generalmente muestran un curso irregular con cefaleas cada vez más intensas de varios días
de evolución, que acaban en convulsiones, déficit focal tanto motor como sensitivo, cambios del
estado mental, síntomas visuales y afasia.
La hipertensión intracraneal surge como consecuencia del efecto compresivo del infarto
venoso hemorrágico, por la alteración de la reabsorción de LCR a causa de algún coágulo en el
seno longitudinal superior.
D I AG N Ó ST I C O
T RATA MI E N T O
CEFALEA
ET IO LO G Í A
333
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
CLÍNICA
Existen signos de alerta que requieren una evaluación más a fondo de la paciente: aparición
de cefalea por primera vez en el embarazo, déficit neurológico focal, signos de meningismo,
fiebre, alteración de la consciencia, papiledema, hemorragia retiniana o dolor de características
diferentes a episodios previos.
D I A GN Ó ST I C O
T RATA M I E N T O
• MIGRAÑA
- Aumentar la ingestión de líquidos y evitar la luz brillante.
- El ataque agudo se trata con acetaminofén (antiemético y sedante), reservando los narcóti-
cos para el dolor más intenso.
- Si la cefalea persiste más de 24 horas, dexametasona.
- Como tratamiento profiláctico, puede utilizarse el propanolol, 40-120 mg/12 h. La amitrip-
tilina también es eficaz, pero debe suspenderse 2 semanas antes de la fecha estimada de parto.
• TENSIONAL
- Se pueden manejar de forma conservadora mediante técnicas de relajación y biorretroali-
mentación, así como evitar el sueño excesivo, la cafeína, el alcohol y alimentos con alto conte-
nido en tiramina (chocolate, nueces y queso curado).
- Se puede utilizar acetaminofén. Si fracasa, amitriptilina.
• HISTAMÍNICA
- Oxígeno al 100% a 7L/min durante 5 minutos y lidocaína intranasal.
- Evitar siestas y alcohol.
- Si aparecen más de tres al mes, se puede utilizar de forma profiláctica prednisona 40-60
mg/día de forma gradual durante tres semanas.
334
Trastornos neurológicos en el embarazo
TUMORES
COREA GRAVÍDICA
335
Urgencias en Ginecología y Obstetricia
E N C E FA L O PAT Í A D E W E R N I C K E
D I S C O PAT Í A L U M B A R
- La dorsalgia baja es una molestia frecuente en el embarazo, pero son raros el dolor radicular y
la debilidad causados por herniación aguda de un disco intervertebral lumbar.
- Como prueba diagnóstica se debe realizar un TAC.
- Está indicada la intervención quirúrgica en caso de pérdida de control de esfínteres vesical
o anal durante más de 24 horas.
- Las lesiones espinales están relacionadas con numerosas circunstancias que requieren un
control multidisciplinario por parte del neurólogo, rehabilitador y obstetra.
- Estas pacientes presentan un mayor riesgo de anemia, úlceras de decúbito, infecciones de
vías urinarias, tromboflebitis y complicaciones pulmonares como la embolia.
- La lesión espinal por sí misma no es indicación de cesárea. Se recomienda una exploración cervical
rutinaria a partir de las 28 semanas de gestación, ya que estas pacientes pueden entrar en fase prodrómica
de parto sin ninguna sintomatología, especialmente aquellas con lesión espinal por encima de D-10.
- Se debe evitar la ergotamina para tratar la hemorragia posparto.
HIPERREFLEXIA DEL SISTEMA AUTÓNOMO.- aparece generalmente en pacientes
con lesión medular por arriba de D-6 como reacción a una estimulación sensitiva intensa.
Las contracciones uterinas estimulan excesivamente el lecho simpático esplácnico, con libe-
ración de catecolaminas que van a producir hipertensión paroxística, insuficiencia respiratoria,
arritmias, cefaleas pulsátiles, hiperemia en la cara y diaforesis. Los espasmos de los músculos
extensores y flexores y el clono sostenido van a dificultar el parto.
La anestesia epidural y raquídea a nivel de D-10 interrumpe este arco reflejo evitando la
hiperreflexia somática y autónoma. La hiperreflexia autónoma y las arritmias también se pue-
den tratar con bloqueantes beta-adrenérgicos como propanolol y labetalol.
SÍNDROME DE GUILLAIN-BARRÉ
- Es una enfermedad rara de causa desconocida, que en dos tercios de los casos se diagnostica
7-10 días después de una infección vírica aguda.
- Surge de manera esporádica en el embarazo sin afectación fetal.
336
Trastornos neurológicos en el embarazo
- En la exploración física, aparece una debilidad motora progresiva arrefléxica en más de una extre-
midad con pérdida sensorial leve. La punción lumbar muestra aumento de las proteínas en el LCR.
- Se requiere ventilación mecánica asistida. La plasmaféresis en las dos primeras semanas de
la enfermedad es eficaz para evitar la ventilación mecánica y si se requiriera ésta, disminuye el
tiempo total que se necesita del respirador (las embarazadas son vulnerables a desplazamientos
rápidos del volumen plasmático, por lo que se inicia hidratación antes de la plasmaféresis para
evitar hipovolemia e hipotensión).
SEUDOTUMOR CEREBRAL
- Es una rara enfermedad que aparece predominantemante en mujeres jóvenes en edad repro-
ductiva. Su incidencia en pacientes obstétricas es de 19/10000.
- Se define como un aumento prolongado de la presión intracraneal sin signos o síntomas
neurológicos focales, con líquido cefalorraquídeo normal.
- Hay pruebas de que el embarazo puede exacerbar la enfermedad, lo que apoya la teoría de que su
causa sea un trastorno hormonal pos hiperpituitarismo que produce desequilibrio hidroelectrolítico.
- Su diagnóstico es de exclusión, ya que numerosos trastornos producen edema de papila y aumento
de la presión intracraneal.- enfermedades víricas y parasitarias, neoplasias, enf. hematológicas,...
CLÍNICA
DIAGNÓSTICO
- En la exploración física aparecen papiledema y parálisis del nervio motor ocular externo.
- Se debe realizar TAC para descartar enfermedad intracraneal.
- Si no hay lesión ocupante de espacio, se hace punción lumbar (una presión > 250 cm H O
se considera diagnóstica).
T R ATA M I E N T O
T R A U M AT I S M O C R A N E A L
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
ESCALA DE GLASGOW
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Trastornos neurológicos en el embarazo
ESTUPOR Y COMA
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Urgencias en Ginecología y Obstetricia
Resucitación
- Mantener vía aérea, respiración y circulación
- Inmovilización cervical hasta descartar lesión espinal
- Oxigenación y pulsioxímetro
- Monitor de ritmo cardiaco
Tratamiento inicial
- Infusión de cristaloides
- Tiamina 100 mg iv
- Medición de glucemia; si hipoglucemia, dextrosa al 50%
- Si se sospecha sobredosis de narcóticos, naloxona 0,4 mg iv
Evaluación
- Examen físico general, pélvico y rectal
- Examen neurológico
- Registro cardiotocográfico fetal
Diagnóstico y tratamiento
- Recuento hematológico completo, coagulación, bioquímica y estudio toxicológico
- TAC craneal
- Control de presión intracraneal (el manitol puede causar en el feto deshidratación,
contracción de volumen intravascular y bradicardia)
- Corregir hipo o hipertermia
- Valoración neuroquirúrgica
BIBLIOGRAFÍA
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1992 Dec; 19(4):765-768.
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340