George P. Landow
Hipermedia
1. P. Quéau, Lo virtual Hipertexto
2. G.P. Landow, Hipertex La convergencia de la teoria critica
contemporénea y la tecnologia
& Ediciones Paidos
Barcelona-Buenos Aires-México1. El hipertexto y la teoria critica
El problema dela cawsalided. No siempre resulta fil deter
miner lo que provoeé deterinado cambio dado en una cena,
Qué hizo posible tl o cual descabcimiento? Por qué aparecté
‘se concepio nuevo? eDe dénde surgi esta o aquela ora? Es
tas preguntas suelen resulta muy embarazosas a que no hay prin-
bios merodolgicos en los que fandamentar el anil. Ladi
cukad es ain mayor en el caso de cambios generals que afectn a
toda unaclenca. ¥ mis an cuando se producen divers cambios
relacionados ene st Perola difcultad maxima sedaenel eto de
las cincias empiicas: por un ado, el papel dele instruments,
‘éenias, insuciones,aconcecimients,izereses ¢ ideologia e-
sulta muy evident, pero nose sabe cémo funciona realmente una
arcculacén de composicién tan comple y vreda
Mocier Foucauer
‘The Onder of Things
cUn Derrida hipertextual? 2Un Nelson posestructurallsta?
Cuando los disefiadores de programas informaticos examinan
las paiginas de Glas 0 de Of Grammmatology (De la gramatologia),
se encuentran con un Derrida digitalizado e hipertextual; y, cuan-
do los tedricos liverarios hojean Literary Machines, se encuentran
con un Nelson posestructuralista o desconstruccionista. Estos en-
cuentros chocantes pueden darse porque durante las tltimas dé-
cadas han ido convergiendo dos campos del saber, aparentemen-
te sin conexién alguna: la teoria de la literatura y el hipertexto
informatico. Las declaraciones de los tedricos en literatura y del
hipertexto han ido convergiendo en un grado notable. Trabajan-
do a menudo, aunque no siempre, en completo desconocimiento
tunos de ot70s, los pensadores de ambos campos nos dan indica-
ciones que nos gufan, en medio de los importantes cambios que
est ocutriendo, hasta el episteme contemporineo. Me atreveria
a decir que se esté produciendo un cambio de paradigma en los
escritos de Jacques Derrida y de Theodor Nelson, y os de Roland
Barthes y de Andries van Dam. Supongo que al menos un nom-“4 ineRrexTO
da pareja le resultard desconocido al lector. Los que tra-
tijnenel ‘campo de los ordenadores conocerin bien Inia de
Nelson y de van Dam; y los que se dedican ala teoria cultural es
tarin failarizados con las ideas de Derrida y de Barthes’ Los
cuatro, como otros muchos especialista en hipertextoyceora cule
tun, posslan que deben sbandonarse ls ssuts stem cope
jos en nociones como centr .
anton por ots de mulilineldad, nodos, ness
Teds. Cas todos los participants en este cambio de paradigma,
gue marea una revolucin en el pensamiento,consderan la esc
tara eleesniea como una rexecion directa ales rena neo
i i ii 30. Esta reaccion
ree ee alemors la eves I pol cae
rosos paralelismos entre el hipertexto y la teoria eri-
ici Ra muchos puntos de interés, de los cuales al mit
importante tl ver seal hecho de que laevis proms
izar el hipertexto mientras que éste prom -y, ash
eS ae ‘dela teorfa, sobre todo los relativos a tex-
tualidad, narratva ya los papeleso funciones de lector yescritor
Con el hipertexto, los teércos dela etica dispondsin, 0 dispo-
nen ya, de un nuevo laboratrio donde poner a prueba sus ideas
ademas de las biblioteca convencionles de textos impresos
Otro punto fundamental es que una experiencia de In ecturs 9
hipertexto, 0 con hiperext, eselarece muchas de las ideas mis
significativas de la teoria critica. Como lo subraya J. David Bolter
al explicar cémo el hipertexto encarna los conceptos posestructs
talisas de texto abierto: «Lo que esaninatual en era impre-
sa se vuelve natural en el ambito electrOnico, y muy pronto
hard ni falta decitlo, porque podré mostrarse».
percusiones en la literatura,
Definicién del hipertexto y su historia como concepto
En 5/Z, Roland Barthes describe un ideal de textualidad. que
lec-
EL HIPERTEXTO ¥ LA TEORIA cRiTICA s
Dice Barthes: «En este texto ideal, abundan las redes (réseaux)
que actisan entre si sin que ninguna pueda imponerse alas demés,
este texto es una galaxia de significantes y no una estructura de
significados; no tiene principio, pero si diversas vias de acceso, sin
que ninguna de ellas pueda calificarse de principal; los eédigos
que moviliza se extienden hasta donde alcance la vista; son inde-
terminables... los sistemas de significedos pueden imponerse a
este texto absolutamente plural, pero su niimero nunca eat limi
tado, ya que esté basado en Ia infinidad del lenguaje> (cursiva en
loriginal)?
Como Barthes, Michel Foucault concibe el texto en forma de
redes ynexos, En Archeology of Knowledge, afirma que «las fronte.
ras de un libro nunca estén claramente definidas», ya que se en-
ccuentra «atrapado en un sistema de referencias a ottos libros, otros
textos, otra frases: es un nodo dentro de una red... una red de refe-
rencias».' Como todos los estrucruralistas y posestructuralistas,
Barthes y Foucault describen el texto, el mundo de la literatura, y
las relaciones de poder y categoria que implican, en términes que
también pueden aplicarse al campo del hipertexto informético.
Hipertexto, expresién acufiada por Theodor H. Nelson en los
afios sesenta, se refiere a un tipo de texto electrénico, una tecno-
logia informatica radicalmente nueva y, al mismo tiempo, un
modo de edicién, Como él mismo lo ‘explica: «Con “hipertexto”,
te refet a und exer no sexucnGial 4 un Texto Gee BGA
ue permite que el lector ejay que se len mejor en una panvall,
iniemnctia: De schcnio cons oueacenne eae
tle de bloques de texto conettados entre si por nexos, que [Orman
liferentes itinerarios para el usuarion.” El hipertexto, técmil
t’compuesto de Fragmentos de texto —Io que Barthes denomine
lexias— Dexos. fromicos qi entre si LA ex-
resign bipermedia simplemente extiende la nocién de texto hiv
pertextual al incluir informacion visual, sonora, animacion y oa
tar un pasaje de discurso verbal a imagenes, mapas, diagramas y
Snido an Hciments como os Ties oe ee
sohido tan fa
“de exactamente con lo que se conoce como hi
coincide exactamente con lo que se conoce como hi ls
trOnico, un texto compues de bloques de palabras (0 de imige
jicamente unidos en multiples trayectos,
aa = fidad abierta, etermamente inacabada y
recorridos en una text emamente ina
aescrita con términos como nexo, nodo, ved, trama y trayecto.
nocién de texto mas alld de lo meramente verbal, no hare Ta dis-
Tncion entre hipertexto e hit ia. Con hipertexto, pues, me
feferiré a un medio informatico que relaciona informacién tanto% ureRTexto
‘verbal como no verbal. Los nexos electrénicos unen Jexias tanto
eexternas» a una obra, por ejemplo un comentario de ésta por
otro autor, o textos paralelcs 0 comparatives, como internas ¥ asi
trean un texto que el lector experimenta como no lineal o, mejor
dicho, como multilineal o multsecuencial. Si bien les habitos de
Tectura convencionales siguen validos dentro de cada lexia, una
‘vez que se dejan atrds los oscuros limites de cualquier unidad de
texto, entran en vigor nuevas reglas y experiencias.
El tipico articulo académico de humanisticas o de ciencias
ilustra perfectamente las aociones subyacentes de hipertexto
como texto que se lee secuencialmente. Pot ejemplo, en el caso de
tun articulo sobre Ulises de James Joyce, uno va leyendo primero
Jo que convencionalmente se conoce como texto principal y se va
‘encontrando ntimeros o simbolos que indican la presencia deno-
tas, a pie de pagina o al final de la obra; uno deja entonces el tex-
to principal paraleer dichas notas, que pueden contener una cita
ddeun pasaje de Ulises que supuestamente apoya el argumento en
cuestidn, o bien datos sobre agradecimientos o discrepancias del
autor con otros escritores, etc. Las notas también pueden conte-
net informacién acerca de otras fuentes, influencias y paralelis-
‘mos con otros textos literarios. En cada caso, el lector puede se-
guir la conexién y salirse por completo del primer articulo, Tras
Teer la nota, o miratla y decidir que una lectura completa no pro-
cede por el momento, vuelve al texto principal y sigue leyendo
hhasta encontrar otra nota y volver a dejar el texto principal. Este
tipo de lectura constituye la experiencia basica y el punto de par-
tida del hipertexto. Imaginémonos que uno pueda simplemente
tocar la pdgina donde se encuentra el simbolo de la nota, refer
‘cia o anotacién para hacer apatecer instanténeamente el conte
do de la nota o incluso el texto completo, en este caso Ulises en-
tero, al que alude la nota, Los articulos académicos se sitéan en
tun campo de relaciones que, en su gran mayoria, permanecen
‘ccultas en el caso de los textos impresos y relativamente dificiles
dde seguir por encontrarse fisicamente lejos de sus referencias. En
‘cambio, el hipertexto electrénico facilita muchisimo el segui-
miento de las referencias individuales asi como la navegacién por
todo el campo de interrelaciones, que también se vuelve muy evi-
dente. Este cambio en la facilidad para orientarse en ese contexto
yacceder alas referencias individuales afecta radicalmente tanto
EL HIPERTEXTO Y 14 TeORIA cRITICA
7
Ja experiencia de Ia lectura como la n
a experiencia del aturaleza de Io leido, P
geo a dcho arcu sobre Joye s encontrar en un ral
de hipetexto que tuvesenexos con tod el materia ado, psy
faa formar parte de un sistema mucho més extenso, en el que lp
tian podria resultar més importante que el documento indi,
vidual; el ariculo se encontraria entonces mucho mas entrelazado
scone que sa horslegsimpreo. “e
Como se vel hipertexto difumina las fronte
(129) De hecho, lo que Derrida describe eau!
re eee actuales sistemas de ipertexto en los que el lector,
.* también existe ela posibilidad de omi-
aaa diién de cta, que pertenece ala estructura de cuslquier
sare oral escrta,y que consttuye toda marca escrica, antes Y
Fare oNaulquier horizonte semiolingiistico de comunicacién..
Todo signo, lingiistico 0 no, oral o escrito, puede ser citado,
jpeso enue comillas. La implicaciGn de esta facultad por sr
redo apartado, se manifesta en el hecho, clave para e hiper
tanto, de que, como afade Derrida, «de este modo, puede alejarse
Srevalquier contexto dado y engendrar una infinidad de contex-
,”
Teams Barthes, Dereida concibe un texto compuesto de uni-
dades dineretas de letura, La concepcién de texto de Derrida se
cian gon au ametodologia dela descomposicisno, que pods
cacerar los Kmives de a filosofia. Gregory Ulmer subraya: «El é
gano de este episteme flos6fico es Ia bocs, la ‘boca que muerde,
erica, cata. el primer paso de la descomposicin es el mot
to» (57), Derrida, que describe el texto como algo muy proximoa
Giles de Barthes, explica en Glas que «el objeto de esta obra
te bien eel entilo, ol *morceau’y,* que Ulmer traduce por «tro-
cates, fragmento; pieza de misc tentempie, bocador. Exe
smoreeau, nade Derrida, «siempre esta suelto, como su nombre in-
«1, Loanéimeros ene parts ndcan sempre el nimero de pina lS
timo ext sitado. T.
*, En frances en el original. T.
sx wirenrexro ¥ La teoala cximca
21
clea, y, asi, uno no se olvida de él i
a, Yas, con os dientes; estos di
sein aclara Ulmer, se relieren a as coma, corer panda’
ss cuando se aun eto (colocindolo ete cemillas) el efecto
eselmismo gue Ubeare cde un contexto limitativo» (58).
ta busqueda a ciegas por parte de Dertida de un medic
ee ee
medio impreso —al final ctbo, es un acértimo defencor de la
eserura fem oad dsr psc, ot wereld.
lems del pensaor gu abs con empresa peribesus ce
fens pero que no pode, pese as bilan, econar un
guinea dea ele Spin desl xpeienineon
pertexto, Derrida tantea hacia un nuevo tipo de texto: lo des-
cribs lo slab, peo slo pose rset en emit ee eB
cursos soins con un mod paricuar de esrb en exe cso
a marcas de punuacin, Como nos lo reuerden les mars
el pensamiento se desiva de las fuerzes y modos de produccién,
funque, como veremos, pocos marxistas se enfrentan al mis im,
portante modo de produccién literara, el que depende de las
teooogs descr simpresi, *
cate énfasis de Derrida en la discont i
cones de pete oo ts See aang loner
lugar denominé metcteto yl que Nelson ara ‘edocuversom. De
echo, Desds eros Is palabra morte parse ine, le ve
‘nna in val oun alematiaa Ta Teta iapresa Ulmer destacs”
gue a pizno hula proporsingla “Lng” bara cLencl
iy cita el uso que hace Dertida de mont
Speech and Phenomena ea palabra “nontaje" parece miCapo
vafa sugerir que el tipo de FeUnto FESR
uctura tejida, entremezclada, como una tr si
susceptible de
Tarse de nuevo o bien establ Para levar
lecer nuevas conexiones»."* Ps
Para
mis Tejos a0in e] teorizar intuitive de Derrida del hipertexto, ca-
bia sefialar: ‘su reconocimiento de que esa textualidad como mon-
ae smunci aloes en pier plano el procs de srs
porlo tanto, rechaza una transparencia engafiosa, ne
"1, Mentaidad; (en francés en el origina). T.2 apeRtExro.
Ey hipertexto y la intertextualidad
Elhipercexto, sistema fundamentalmente intertextua, presen-
ta una capacidad para enfatiza a intercextualided de le que cx:
ce el texto encuadernado en un libro. Como ‘vimos, los artict
académicos y los libros oftecen un ‘ejemplo obvio de hipertextua-
Tidad explicita en un medio no electrénico. A la inversa, cuaquier
ae Getiteratara, como las que se suelen ensefiar en a universi
dled y que arbitrariamente denominaré «noble» para simplificar y
aligerar la discusi6n, oftece un ejemplo de hipertex'o implicito en
un medio no electrénico. Tomemos, una vez més, el Ulises ce Joy-
ar oevo ejemplo, Siexaminamos, pongamos por caso, el Baste de
Rlaaziea en que Bloom contempla a Gerry McDowell en la playa,
ge nota que el texto de Joyce «alude> 0 «se refieren (Est0$ <08 los
Sminog que solemos emplear) a muchos otros textos, o fenéme-
thos que pueden tratarse como textos: los anuncios ¥ articulos de
wvitas femeninas que impegnan fos pensamientos de Gert, he:
acerca del Dublin de ensonces y de la Iglesia catélicay hasta
el pasaje de Nausica en la ‘Odisea o cualquier informacién relacio-
et con ottos pasajes de la novela, Una presentacién en hiper-
rae cela novela conectaria este pasajeno sdlo con la clasede ma-
terial mencionado sino también con otras obras de Joyce, con
sea nrarios erticas y variantes textuales El hipertexto permite
focer mds expliito, aunque no necesariamenteintruso, el material
afin que el lector culto pueda percibi alrededor dela obra.
‘Thais Morgan sugiere que la! hipertextualidad, «como andl
estraryural de textos en relacién con un sistema mis amplio de
pricticas signifcativas 0 de usos de signos en I cultura», divierte
a atencién de la trfada constituida por el autor, la obra y la tradi-
cién hacia otra formada por el texto, el discurso y la cultura. De
‘este modo, la «intertextualidad sustiruye el modelo evolutive de la
Faecsre Gea iteratura por un modelo estructural osincrénico de
Te fcratara como sistema designos. Elefecto mis destacado de este
Cinbio eatratégico es que Libera el texto literario de les deter-
Srnismos psicolégico, socolégico © histérico, abriéndolo a una
gama aparentemente infinita de relaciones».") Morgan describe
‘con acierto una implicacién fundamental de la intertextualidad.
del hipertexto (y de los hipermedios): esta apertura, esta libera-
Gin para crear y peribi iterconexiones se produce realmente.
EL HIPERTEXTO Y LA TEORIA CRITICA
2
Sin embargo, aunque la intertextualid mere
embargo, au Jad del hipert
debilicar cualquier reduccionismo, histérico u "owe, de ain in
soo impide los iteresads le nob en térmninos dl autor y
a Jn tradcin. Las experiencia hasta la fecha con HyperCard
t cemas de hipertexto, sugieren que el hipertexto
sient esa stecin de ichos tnfoques Pero lo mésin
ante del hipertexto no es que tal vez pued: iets
: F pueda encarnar
See
sino que proporciona un medio excelente de ponerlas a prueba.
E/ hipertexto y la diversidad de voces
Al intentar imaginar la experiencia de leer r
nus fon deni comenden peor ncn To uc Me
hail Bakhtin ha escrito acerca de la novela dialogstca, palifnica,
con una multplicidad de voces, que segtn él «esta construida, no
como el conjunto de una tinica conciencia que absorbiese a
misma como objetos las otras conciencias, sine come un eonjun:
to formado por la interscciSn de vari conciencis, sn que nin:
guna de ella se convierta del todo en objeto de otra» a des.
See e Bakhtin de la forma literaria polifénica presenta las
novelas de Dostoiewsky como una fc hipeeseal en aq
s voces indus eumen [forma dees, a
bien Derrida ilumina la hipercextualidad desde el pon
de vt del spedazon cba, Bain hace desde pum.
ide ee le su propia vida y fuerza, ‘su encarnacién © ejempli-
fcacién de una vox, de una opinin, de una conversicién de
Rory,” As sean Bai, wen la novela ens eres pe-
sonas” no parcpantes no son representadas de ningtin modo.
No ay ase ata als i en tn compesiién rien el sentido mas
da tlo wand Ties clad tnvetaee de oe tee de
0 apunta a una importante de este medio de in-
formacén: el hipetext no permit ua iia vor ana Mis
Bien la vor siempre sa qu emana de expeienia combina
da dl eno del momento, dela lexia que uno esté leyendo y
ea tiva en perpetua formacién segan el propio trayecto de24 MIpERTEXTO
El hipertexto y el descentrar
‘A medida que el lector se mueve por una red de textos, des-
plaza constantemente el centto, y pot lo tanto el enfoque o prin-
pio organizador de su investigacién y experiencia. En otras pa~
Jabras, el hipertexto proporciona un sistema
una y otra vez y cuyo centro de atenci6n provi
lector, que se convierte asi en un verdadero lector activo, en un
sentido nuevo de a palabra. Una de las caracteristicas fundamen-
tales del hipertexto es estar compuesto de cuerpos de textos co-
nectados, aunque sin ee primario de organizacion. En otras pala-
bras, el metatexto © conjunto de documentos, el ente que se
conoce como libro, obra o texto en el campo de la imprenta, cx-
rece de centro. Aunque esta ausencia de centro pueda crear pro-
bblemas al lector y al escritor, también significa que cualquier usua
Ho del hipercexto hace de sus intereses propios el eje organizador
{0 centro) de su investigacién del momento. El hipertexto se ex-
petimenta como un sistema que se puede descentrar y recentrar
Pasta el infinito, en parte porque transforma cualquier documen- ~
to que tenga mas de un nexo en un centro pasajero, en un direc-
torio con el que orientarse y decidir adénde ir a continuacién.
‘La cultura occidental imagind estas entradas casi magicas @
una realidad en forma de red mucho antes de la aparicién de las
tecnologias informéticas, La tipologfa biblica, que tan importante
papel desempefié en la cultura inglesa en los siglos xvn y xnx, con-
cebia la historia en forma de tipos y sombras de Cristo y de la pro-
videncia divina." Asi, Moisés, que existe por si mismo, también
“existe como Cristo, quien cumple y completa el significado del
profeta. Como lo demuestran innumerables sermones, octavillas
y comentarios del siglo xvu y de la época victoriana, cualquier
persona, acontecimiento 0 fendmeno servia de ventana magica en
fr compleja semistica de los designios divinos para la salvacién
del hombre. Al igual que el tipo biblico, que permite a los acon-
tecimientos y fenomenos significativos participar simultaneamen-
te de varias realidades o niveles de realidad, la lexia indivi hual,
aporta irremediablemente un camino en la red de conexiones.
Dado que, en los Estados Unidos, el protestantismo evangélico
preserva y difunde estas tradiciones de exégesis biblica, no sor-
prende demasiado descubrir que una de las primeras aplicaciones
EL HipERTEXTO ¥ La TEORIA CRITICA
2
del bi .
wwe ha tenido que ver con la Biblia y la tradicién exe.
No sélo les lexias obran d
: le forma i i
so que se converen tambien a Alegh Bose oe ee
Puntos er
tesprcterque comferer todos Tos dems puntos ya que dee
patiordommatequecadsuno portions Speer ob
ESSE SE Ren eo re eee decent. A deca
accra Luis Borges, uno no tiene queverlo todo
sexs nicola amoebae en vs beg nla
la cg | locume i
Tn de eabera! El documento en hips se
ta capacidad tiene una relacién obvi: i
“gett oP selacién obvia con las id
ie, us insite en a necesed de cabin de punts deve
: la discusién. Como él mismo subray «
re, Sign and Play in the Discourse of the Furey Scien
proses rocedimiento que llama descentrar ha desempenado
importante en. el cambio intelectual. Por ej ic
sls cexnologia sélo pudo aparecer como ciencia caantay eae
scentrar: en el momento en que la cultura europea y, en corse.
tensa Inhistora dla metas yess coneepiog;sedisoed,
lejé de su locus, se vio obligada a de 4 i
jat de considerarse a si
risa como la cur de eferenci» "Dera ne implica que un
centro intelectual o ideolgco sea mao ya que, como explca
"spurt ona pregunta de Serge Dobro Noe dicho
10 haya centro ni que podriamos salir adelante si
: ¥
Para mi, el centro es una funcidn, no un ente una realidad, @
pero.una Funcién ¥ésta es absolutamente indispensable» 271).
En todos los sistemas de hipertexto el lector puede escoger su
propio centro de investigacidn y experiencia. Lo que este princi,
io signa en Ia prictica ex que el lector no gieda encerrado
ieee pinguna organizacion o jerarquia. Las experiencias con
Intermedia revelan que para los que prefieren o
izar una se-
i or autores ¥ motes, gongamos por cs, de Kes
Tennyson, a puede representar el tradi
sempre cnradoeelano Fue ain ree Salen se
. Por otro lado, nada obliga al lector a trabajar a 5
I tr sf,
desean investigar Ia validez de las generaizacionet pot as26 HUPERTEXTO
pueden organizar sus sesones en funcin de dichos perfodos, 9°
aensce de los aticulos sobre el romanticismo o la épocs victo-
riania como puntos de partida puntos jntermedios, mientras Ue
sm ectores pueden partic de nociones crticas o ideolégicas,
for ejemplo, el feminismo o a novela victorian. En a preci,
Pe eerios suelen utiliza la materia desarrollada en la Univers)
ey Brown a modo de sistema centrado en el texto y enfocarse ef
dee euraduales , si bien empiezan la sesién entrando en el
arama en busca de informacin acerca de un autor dado, cen»
set edicar més tiempo a las lexias sobre textos especificos y
le Swinburne y «La
pasando de un poema a otro («Laus ‘Veneris» di
Belle Dame Sans Mecci» de Keats u obras sobre Ulises de Joyce,
Tennyson y Soyinka) 0 de un poema a textos de informacion
(«Laus Veneris» y documentos ‘sobre los caballeros, el resurgi-
wecate de lo medieval, el amor cortesano, Wagner, et.)
Vannevar Bush y el Memex
[Los eopecialsias en ipertexto hacen remontar el concepre ¢
un enfeate pionero de Vannevar Bush, en un ndmero de 1945 del
Vilantic Monthly, sobre la necesidad de méquinas de process:
aoe je informacion mecénicamente conectadas para ayuda 2
ent fomnsy ejecutivos frente a lo que se estaba convirtendo
Oe sha explosion de la informacion.” Estupefacto por la acye-
ee ae ana de investigaciSn» a la que debian enfrentarse los
ftabsjadores en rodos los campos, Bush se dio euenta de ave dl
capa de publicaciones ya habla «crecido mucho més alli de
vette capacidad de aprovechar realmente la informacion cu:
area, El eonjunto de la experiencia humana esti creciendo a
sass: provigioso, pero los medios que empleamos para des:
plazarnos por est laberinto hasta legar al punto importante del
aera eon os mismos que ulizabamos en los tiempos de las
aortcjaoe (17-18) Afadia: «Puede que haya millones de grandes
‘Jens asi como los resimenes de las experiencias en que se basa,
ioe dio archivado en estructures de piedra de aceptable arqui
rears, pero ai el estudiososélo consigue acceder a uno de eos
tras una semana de Investigacion diligente, muy probablemente
tho podrs mantener sus sintsis al dia» (29).
SL mexreiro ¥ a Teonln cca
27
eset Bash el problema princi exe ef uc las
tion le la eleccién», Ja recuperacion de la informacién, a
‘sa prima pola gu ls que necetan infomacin no ts
ordenar y etiquetar la infomacioa ios Ge shraceoe,
Nuestra ineptitud
pata acceder a un i
engra pare alaarifialidad de Lee rine Case
samen abt een Sine Cant
méticamente, ya informaciins6lo puede ser recuperada rermon.
tand su pista de subeleonsubclt. Slo pecenaeaal
toa menos ques uc sistemas dole hacen falta norm
sesrea dl teayeco que bay que Segui pars localiza, rile
bom mola ‘Aes, despues de encontrar un davo, hay
lied Iver a entrar ego siguiendo otro tra.
Ses Neca nace dscinlosmis dese
cadet Bask no hay naa alo en tego, No obstane,
Dor RO pajee seas de eevee Tt spars sitemas de etego lo teen
revi eunatca cman erate rv os fs cmgiezana preerbarane e
a ferencias del estilo “Magno, Alejandro” denen
ererertcer une itary Machines 27ST.
se TREAT ier ydicatad de acoso prodtids por ls
sce mens de pin de a informacnbasados ea in
breiénw ote archives ios, neesiamos un medio que se
Sethi lot eden decloncanry seca meee
renar y cl é;
gu Bush gn nents bunaoa 90 fancner as ode We
ieee gece Sic ins
men i
sugerido por asociacién de ideas, Siaiouatt ad “
de caminsconfrmadpo ells del ecbron oa.
snag tm ieee iy 63).
Bee sspecto crucial del Memex concebido por Bush, dos
cosss Inman In atencion: primero, Bush esti convencido de la ne-
cesidad de anotar, durante la lectura, Jos pensamientos transito-
fos y las reacciones al texto. Con este énfasis, lo que hace Bush es
viet fini el concepto de leccura como un proceso activo que im
plica escritura. Y, ‘segundo, la referencia al lector perspicaz ¥ acti-
fo, que puede anotar un texto «igual que si tuviera a pagina fisi-
cadelante de él», atestigua la rnecesidad de concebir un texto mis
Giaual que fsico. Una de la cosas mis curios acerca de la pro-
posicién de Bush es como utiliza las limitaciones de una forma de
texto para idear tna tecnologia nueva, y cdmo ésta nos lleva, a su
vez, a una concepcién totalmente nueva del texto.
‘Las «caracteristicas esenciales del Memex» no son solamente
su capacidad para recuperar la informacién y anotarla, sino tam-
ee istera de eindice por asociacién>, que los actuales sste-
sae de hipertexto denominan exo, , ei que,
sade al cabo de unos afos se retina con un amigo para hablar
Us modoeen ue la gente se opone als innovaione, 290
ital interés» (35), podrd teproducir los tr
aque sean vigor an vera o problema y plicalos 2 our,
eT idea de Memes, ala que Bush digs su stencion fone
intecaitente durante treinta ais, influy6 en Nelson, en Dovglss
Englbary, en Andries van Dam y en otros pionetos dt biperte:
id it Research in Information
to, incluido el grupo del Institute for maton and
cholarshis iversidad Brown, que cre6 Int
Scholarship* (IRIS) de la Universi en que i Teme:
Seer te We May Think» y «Memex Revisited», Bush propone
Se eto de blogues de texto unidos con nexos y también in-
froaluce los tésminos nexas,conextin,trayctosy tame pars des
cribir su nueva concepeién de Ta textul La descripcion gue
free Bush del Memex contiene otras concepciones bisicas, ¢ in-
Che acl, de a ecu. En primer nga, aes oa
id i lectura y 1
configuraisn racial deTrpicien del lecture yds a eit
tn la que ambas aividades e acercan ete st rucho més dt
ible con el libro impreso. En segundo lugar, ap
Se oe conabiers el Memes antes del advenimiento de 8
infrmsca digit, Bash ituys ge er neces age como
‘2icuaidad virtual para los cambios ue propusnabs. En rercer ur
zn del text introduce tres elementos compl
Fe aera por asociacin (onexos), ls trayetos
cae dichos nexos ylos conjuntos otramas de trayectos Estos ele:
+ nstuto de Invesigacin en Informacién y Humanisicas
EL HIPERTEXTOYY LA TEORIA CRiTICA 7
mentos nuevos generan a su vez una clase de texto flexible, hecho
ala medida, sbierto alas demandas del lector y, posiblemente, vul-
nerable a ellis. También generan la nocién de una textualided
mihiple, ya cue, en el mundo del Memex, la palabra cexto desig-
na: a) las unidades individuales de lectura que tradicionelmente:
constituyen la «obra»; b) dichas obras enteras; c) conjuntos de do-
ccumentos creados con trayectos; y, quizd, d) los mismos trayectos
sin documentos acompafiantes.
Tal vez lo més interesante para alguien que considere la rela-
cia de las ideas de Bush con la critica contemporsinea y la teoria
cultural es que este ingeniero empezd rechazando algunas de las
premisas fundamentales de la tecnologia de la informacién que
han ido dominando (y algunos incluso dirian creando) cada vez
mis el pensamiento occidental desde Gutenberg, Ademés, Bush
deseaba sustituir los métodos esencialmente lineales que habfan
contribuido al triunfo del capitalismo y del industrialismo por
algo que, en esencia, son méquinas poéticas; maquinas que traba-
jaran por analogfa y asociacién, méquines que capturaran la bri-
lantez andcquica de la imaginacién humana Todo ello da la im-
presién de que Bush consideraba que la ciencia y la poesfa obran
basicamente de la misma manera.
Texto virtual, autores virtuales informatica literaria
Los efectos caracteristicos de la informatica sobre las discipli-
nas humanisticas se deben al hecho de que la informacién se a-
macena en forma de cédigos electrénicos, en vez de marcas fisicas
sobre una superficie fisica, Desde la invencion de la escritura y de
la imprenta, la eecnologia de a informacién se ha enfocado en el
problema de crear, y luego propagar, unos registros verbales esti
ticos y permanentes. Como innumerables autores vienen procla-
mado desde los inicios de la escritura, estos registros fijos con:
quistan el tiempo y el espacio, por muy brevemente que sea, ya
{que permiten 2 una persona compartir informacién con otras, en
distintos lugares y momentos. La imprenta afiade el elemento ab-
solutamente crucial de las milltiples copias simultineas de un
mismo texto; esta multiplicidad, que preserva un texto disemi:
nando copias individuales de éste, permite a lectores separados2 IPERTEXTO.
cenel tiempo y el espacio referirse ala misma informacién:® Como
han demostrado Elizabeth Eisenstein, Matshall McLuhan, Wi-
Iam M Ivins, J. David Bolter y otros invesigadores de la histo-
ria de los efectos culturales de la imprenta, el invento de Guten-
berg produjo en las disciplinas humanisticas lo que hoy en dia
entendemos por erudicién y cxtica. Una vez liberados de su tarea
fen preservar Ia informacién en forma de
‘que se deterioraban con el uso, los erudi
ttebajando ahora con libros, pudieron desarrollar nuevas nocio-
nes de erudicion, originalidad y de propiedad intelectual,
‘unque el texto fjo miltiple producido por la tecnologia de
la imprenta ha tenido tremendos efectos sobre las concepeiones
modemas de literatura, educacién e investigacién, todavia en-
frenta, como lo eafatizan Bush y Nelson, al investigador con el
problema fundamental de un sisteme de recuperacién de a infor”
eetcién basado en manifestaciones fisicas del rexto; es decir, el al-
tacenamiento de la informacién en un formato lineal fio dificul-
tasu recuperaci6n.
"Este problema puede expresarse de dos maneras. En primer
Jugar, que ninguna ordenacién de la informacién puede resultar
cenveniente a todos los que la necesitan, y, en segundo lugar,
gungue ambas ordenaciones,jerarquica y lineal, faciitan la infor-
nacion segin algin criterio de orden, éste no siempre coincide
Gon las necesidades de sus usuarios individuales. A lo largo de va-
fos siglos los escribanos, eruditos, editoresy otros fabricantes de
Toros hen inventado una gama de dispositivos para aumentar la
rapidez de lo que hoy en dia lamamos procesamientoy recuper-
Thon de la informacién. La cultura del manuscrito presenci6 pro-
fresivamente In invencién de las péginas individuales, capitulos,
Dirrafos y espacio entre palabras. La tecnologia del libro se real-
$5 con la paginacion, los indices y ls bibliografias, Estos ingenios
fran hecho la erudiciSn, si no siempre facil © cémods, al menos,
posible,
El procesamiento electrénico de texto representa el cambio
mnie importante en Ia teenologia dela informacién desde el desa-
Trolle ‘del libro impreso. Conlleva la promesa (0 Ia amenaza) de
produeir eambios en nuestra cultura, sobre todo en la literatura,
preducacidn, la entica ya erudicin, al menos tan radicales como
Joe producidos por los tipos méviles de Gutenberg.
1 uipenrexto ¥ La TeonlA caltica
3
El procesamiento_de texto it i
ques deanee ores Mee rat po RES
ral cS-
1 ego lube produce unaseoasloninde a Jalomnacion aye
combina Ia establidad va flexiblidad, el orden y la accesbil
we peo ou reco, Puesto que el procesamiento de texto
7 z
5 T7
(eecsetiee se Secunia en la pantalla son virtuales, rae
la Sptica, los informaticos hablan de «maqui sas vl :
les» creadas por un sistema operativo que dan a "ce usuarios le
serscn de taba en maquina indies cuando en ra
lad, comparten un sistema con quizi cientos de personas.” Ast
pismo todos ls texts que elector eles ven ens pant
ls del odendor sn yesiones cease spescamene ats
i ‘una version electronica primaria permanece
maemo del order, Serban por fo aera
satis ba que ambas versiones se funden cuando Sele
Coie r que: «archives a versién propia del texto, alma-
ea lola cn su memoria. En este instante, los textos en la panta-
ay la memoria del ordenador coinciden brevemente, pero el lec-
tor Siempre se encuentra ante una imagen virtual del texto
aimscenao yn at la versién original; de hecho, en términos
samient« listincic i
& proc to de texto, estas distinciones no tienen mucho
Como expone Bolter, la «caracteristica mas curi Ja
escritura electronics 5 es «directa
pa ice es que no es «directamente accesible ni al ¢3-
= al Testor. Los inde tenig no cedin a sale humana. La
= ilogia electrOnica aleja o abstrae del texto al escritor y al lec
E . Cuando se examina un disco magnético u Sptico, no se vi
iexto alguno... En el medio electrénico, se interponen varias ca-
fe Sofisticada tecnologia entre el escritor 0 el
ificado. Hav cantos niveles de E
‘aplazamientos que el |
eseritor tiene dificultad equehayen
di ara identificar el texto: ges To que hay et
sctlordie. BP: ificar el textor ges To que. ay
‘apanela ena memoria de trabajo nel iso? (Wrtig Spa
Jean Baudrillard, que s i mi
, que se presenta a si mismo a
dor de Walter Benjamin y de Marshall McLuhan. ex alguien que
parece aa ver fscinadoy horrorizado por lo que percibe com
fectos omnipresentes de esta codificacién digital, aunque susfo le ¢rrPla tian
con Ol WSARRelle
of loins yt mal b
¢
aneRTEXto
ciemplos sugiren que a menudo esté confundie ae hs
medios que la emplean, Los puntos fuertes y débiles del planes.
jento de Baudeilard aparecen en sus comentarios acerca de
Aigializacin del saber y de la informacién, Saudalard perebe
i 2 fctil alo digital representa un acon-
sens tricot, peo re
eae ements Segn da dgiaizaién impli na po-
sici6n binaria: «La digi
prende de todos los m
forma mas evidente en
i i jivocadamente conside-
i esta equivalencia, que equivoca
a oie cn nu gene de a veda formule
abarca todas las demés y |: l
senate ctabizade del colgo, la feemlainacis, lo
digiabs (149) Llege ala conclusion de que el hecho primaio
sezca del gel es elacincon cl com esi» a
in operacional», ya que «la
Eran oner ico (el Dios de Leibnitz) y el ADN, su profeta»
Oe igializacién impli ado binatio, so-
i «la digitalizacién implica un estado bi
bre vada clo niveles mas bisicos del ego de envi nos
rt evade do engi meena como hace Baud
ola in ci
ree rer de pensamintooepistee, Por suc
Baudullad puede ener raz en parc; a vet ha perebido
tia conexidn dave ente el modelo esimolo/respuestay lo di
ail Sin embargo, ‘el hecho del hipertexto demuestra muy cl ae
‘mente que lo digital no nos confina necesariamente en un mun
neal ni en uno de oposiciones binarias.
fre tnd Bare cee opel i
de las tecnologias de la escritura, :
Sosa lexi verbal cuyaausenciat prelong en ode
gumentacién, y reconstituye aga mien bogs is ales om
i ¢ parte de la difict ‘
Fede debes que bas por ato les eos wtb dgtazads
se desvia demasiado ficilmente, a partir del hecho de lac i
Beacién digital, en dos direcciones: (1) hacia el modelo estimt
11 MUPERTEXTO ¥ LA TEORIA cRiTICA 35
lofrespuesta y el modelo y/o; y (2) hacia otros medios no alfanu-
méricos (distntos de la escritura) como la fotografia, la radio y la
televisién, Curiosamente, cuando Baudrillard enfatiza con acierto
el papel de lo digital en el mundo posmodemno, suele tomar sus
ejemplos de digitalizacién de unos medios que se basan en tecno-
Jogias anal6gicas y no digitales, sobre todo en la época en que es-
cribe, y as diferencias entre las caracteristicas e implicaciones de
ambas son importantes. Mientras que el almacenamiento analé-
gico de informacién sonora y visual requiere un procesamiento
Tineal, la tecnologia digital suprime la necesidad de secuencia al
posibilitar el acceso directo cualquier bit particular de infor-
‘macién. Cuando se desea encontrar determinado pasaje de una
sonata de Bach grabada en una cinca, hay que recorrerla secuen-
cialmente, aunque los aparatos modemos permiten pasar ripi-
damente de una pieza musical a otra, En cambio, cuando se quiere
localizar un pasaje dado en una grabacicn digital, se puede acce-
der instantineamente a dicho pasaje, marcarlo para futuras re-
ferencias y manipularlo como seria’ imposible hacerlo con la
tecnologia analégica; por ejemplo, se puede volver a escuchar ins-
‘antdneamente una pieza sin tener que rebobinar nada.
Al concentrarse en los medios alfanuméricos y al confundie,
segtin parece, las tecrologias anal6gica y digital, Baudrillard pice.
dela oportunidad de reconocerel hecho de que fo digital también
tiene el potencial para impedir, bloquear y rodeat Ia condicién li-
neal y binaria, y sustituirla por la multiplicidad, por una verdade-
ra actividad y activacién del lector y la posibilidad para él de des-
viarse en varias redes. Baudrillard ha descrito un hilo principal o
constituyente de la realidad contemporinea que, potencialmente,
entra en conflicto con la realidad multlineal e hipertextual
‘Ademés del hipertexto, varios aspectos de la informatica en
las humanidades se cerivan de la virtualidad del texto, En primer
lugar, la faclidad con que se puede manipular simbolos alfanu-
iméticos da lugar a un procesamiento de texto més sencillo. A su
vez, la comodidad del procesamiento de texto facilita mucho la
publicacién erudita tradicional, es decir, la creacién de textos fi-
dedignos y, en principio, doctos, a partir de manuscritos o libros
Publicados, justo en el momento en que la nocién misma de tex-
to aislado, unitario y unilateral tal vez esté cambiando e incluso
desapareciendo,upentexto.
36
ek ——
do lugar, esta misma facidad para corar, copia y
manipulate exo permite formas cifeents de composicén ens
dia en las que las nots del invesigadory la informacén orginal
Gxisten en una mayor proximidad experimental. SegGn Mi
Heim, a medida que la texzualidad electrdniea vaya liberando la es-
criura dels limitaiones dela tecnologia dl papel impreso, «enor
mes cantidades de informacién, y Inds tex co Sa an
accesibles inmediatamente bajo la superficie ee ade
fi uw un pro!
to. Conecando un pequeio ordenador con un telefono un prof
i {leer “libros” que a su vez se abren sobre un exter
an ae ic datos que temizanrodo el saber bua ka
Fede de mano deltexo ero ques debe ala cepacia ds
‘dotes para examinar bases de datos con gran velocidad,
ere squeda de textos complete, concordancas sininias
Cimpresas,y otras cases de procesamientos que permiten alos en
tor on humanidades plantearse nuevos tipos de preguntas.
is, a medida que uno escribe, «el texto en progreso se encuentra
Conectado y unido a todo el mundo de a informaciéo» 6D.
Tuger, el texto virtua, cuya apacienciay forms
den at did segin convent alco, ann eee
is iadir un elemento completamente nuevo: x
aan oo al que revonigra teat tly como lo » (129)
Los conexioniststambign proponen una epresntacién dels
ber en la que el saber esté distribuido en toda la reds y no si
EL HIPERTEXTO y La TEORIA cRITICA a
plemente localizado en alguna memoria electrénica ni en ningtin
microinterruptor. Para los conexionistas, Ia representacién del
saber se distribuye entre las fuerzas de las conexiones [jlos ne-
xos!], entre unidades» (126).
Como lo demuestra Pagels, la ciencia contemporinea y la teoria
critica proponen teorias convergentes acerca del pensamiento hu-
‘mano y del mundo del pensamiento basadas en el paracigma de red.
Terry Eagleton y otros tesricos marxistas, que a menudo ecu:
ten al posestructuraismo, también se valen del modelo o imagen
dered.” En cambio, los marxistas més ortodoxos, que tienen un in-
terés personal (0 un convencimiento sincero) en Ia natrativa 0 la
‘metanarrativa lineal tienden a recurris a red y a trama principal-
‘mente para caracterizar la equivocacién. Pierre Machery podria pa-
recer algo fuera de lugar siguiendo a Barthes, Derrida y Foucault al
sitwar las novelas dentro de una red de relaciones con otros escrtos.
Segiin Machery, «la novela se sitda inicialmente en una red de libros
«que sustituyen la complejidad de las relaciones reales de las que, de
hecho, esté constituido cualquier mundo». Sin embargo, su fase si-
guiente deja bien claro que, a diferencia de la mayoria de los poses.
tructuralistas 0 posmodemistas, que emplean la red como paradig-
ma de una situacién abierta y no resttictiva, percibe Ia red como
algo que confina y limita: «Encerrada en la totalidad de una recopi-
Jhicisn, en medio de un complejo sistema de relaciones, la novela se
vuelve literalmente alusién, repeticién y continuacién de algo que
sélo entonces empieza a parecerse a un mundo inagotablen.™”
Fredric Jameson, que en The Political Unconscious ataca
Althusser por crear impresiones de «totalizacién ficily y de «tra.
ma ininterrumpida de fendmenos», considera, frecuente y expli-
citamente, los modelos en red como el asiento del error.” Por
ejemplo, cuando en Marsismz and Form critica «el prejuicio an-
Hespeculativon de la tradicién liberal, dice que «su énfasis en el
acontecimiento individual a expensas de la ted de relaciones en
‘que aquél puede estar inmerso» es el medio que tiene el liberals.
mo para eprevenir que ln gente Llegue a conclusiones, de otro
modo inevitables, a nivel politico». Aqui, el modelo de red re.
Presenta una completa y adecuada puesta en contexto, suprimida
Por alguna escuela de pensamiento que no es la marxista, pero
que sélo resulta necesaria para describit las sociedades premar-
sistas. Jameson repite este paradigma en su capitulo sobre Her-HIPERTEXTO
42
a a
vert Mares ando explien que «el deseo auténtico corre el
ha oe Sfisolverse y de perderse en la extensa red de stadt:
facelones que constituyen el sistema de mercado» (100- 100, Una
‘vez mis, el concepto de red proporcona 5 parca slam
io, segiin parece, para descri ji
vioneceiedad enda Vuelve a hacerlo cuando, en el capitulo sobre
Sate discute la nocién de icine ce ee Dany aa
ja jertas «comodidades y la ret 1
aac vsntiencn ene sir como la aparencia sora que
st itienen entre si» como la apariet
aan cea weld dela vida sola, que «ee encuentra ea
proceso mismo cel trabajo» (296).
Causa o convergencia? zInfluencia o confluencia?
in dela informitica, y del hipertexto
Adénde lleva la relacién de a informatica, y x10
en onic, ce la erfa de Ineratura dels tes 9 us i
tras décadas? Ea la conferencia de mayo de 1990 en el Elvet han
Hal sbrelaeenoloia el fxr delinvestigaiéa hurmanisin,
J. Hillis Miller sugirié: «La relaci6n... es maltiple, ‘no lineal, fl
causal no dalécicay execivamentedeterminads, No ening
rmayoria de los paradigmas tradicionales que definen rn
BI mismo Miller aporta un buen ejemplo de esta conver
cia entre la teoria critica y la tecnologia. Antes ae cal en
rex, hablaba del exo y del procesamieno iverpeetativo)
Ae texto de und manera que resultari familiar a cualgirs ave
haya lefdo o trcbajado con hiner. Por ciemplo, = Ficion
y nose oi
and Repetition describe cémo s le una novela de Hardy de una
‘slificaria de hipereestualidad bakhti
mae adn up de erssinodesnoe o
Tineas que conducen a muchos otros pastes de la
oven ue ipa nan for nae ods». Nogin Be
je tiene una prioridad particular sobre los demas, en el sentide
cere tatenante ode serel worigen oe fin de os otro»
. “asl ‘mismo, al proponer «un “ejemplo” de estrategia ee
truccionista de la interpretacién, en The Cit asa oi 2)
; ectados, cu
describe logue detent dpe conectades, uy ecorrido
is asta un universo © metatexto que :
ae Atle ana cciogs deconstruct
Fr spexreero v Ls reonla enfrica 3
tado fragmento de un ensayo critico que contiene a su vez una
cita de otro ensayo, como un portador alberga un parisito Pree
siguiendo con la snalogia microbiol6gica, Miller pasa a explicar
que «el “ejemplo” es un fragmento parecido a esas mindsculas
particulas de alguna sustancia que se introducen en un diminuto
tubo de ensayo y se investigan con ciertas récnicas de quimica
analtica. Se puede llegar muy lejos, u obtener mucho de un pe-
uefio fragmento de texto: nos guia de contexto en contexto, que
se amplan hasta abarcar, como medios necesarios, toda la familia.
de lenguas indoeuropeas, oda la literatura y el pensamiento con
ceptual en estas lerguas y todas las permutaciones de nuesttas es-
tructuras sociales de economias domésticas, receptoras y dadoras
de regalos».®
Aun asi, Miller subraya que el «Glas de Derrida y los orderia:
dores personales aparecieron més o menos al mismo tiempo. Am-
bos trabajan consciente y deliberadamente para dejar obsoleto el
tradicional modelode libro lineal y sustituirlo por el nuevo hiper-
texto multlineal, que ya se esta convirtiendo rpidamente en el
modo de expresién caracteristico, tanto de la cultura como del es-
tudio de las formas culturales. El “triunfo de la teoria” en los
studios literarios y su transformacién por la revolucién digital
son dos aspectos de un mismo cambio arrollador» (Literary The-
07), 19-20). Por supuesto, dicho cambio arrollador tiene muchos
componentes, pero hay un tema que aparece tanto en escritos 60-
bre hipertexto (y el Memex) como en la teoria critica contempo-
rinea: las limitaciones de Ia cultura impresa, de la cultura del
ro. Bush y Barthes, Nelson y Derrida, asi como todos los teori-
os de estos campos, quiz sorprendentemente entrelazados, em-
Piezan con el deseo de liberarnos de las limitaciones de lo impre-
so. Este proyecto comin requiere que uno reconozca primero el
enorme poder del bro, ya que, sélo cuando hayamos tomado
conciencia de la manera en que ha formado e informado nuestras
ls, podremos intentar escapar de algunas de sus limitaciones.
En este contexto, las explicaciones de Claude Lévi-Strauss
del pensamiento iletiado en The Savage Mind (El pensaniento sal.
‘aje) y en sus teatados sobre mitologia aparecen, en parte, como
intentos de descentrar la cultura del libro, de demostrar los con-
finamientos de nuestra cultura literaria saligndose de ella, por
‘muy superficial y brevemente que sea. Al enfatizar medios de co-a urERTEXTO.
clectrSnicos aunque no informéticos, como la radio,
yl cine, Baudrillard, Derrida, Jean Francois Lyo-
tard, MeLuhaa y otros se pronuncian igualmence en contra de la
futura importzncia de la tecnologia de la informacién basada en
Inimpresin, coincidiendo a menudo con los que piensaa en que
unos medios ce comunicacién anslogos con sonido, movimiento
t informacidn visual remodelardn radicalmente nuestras expecta-
tivas de la cultura y nacuraleza humanas.
‘Entre los principales criticos y tedricos de la exitica, Derrida
destaca como el que mejor advierte la importancia de una tecno-
Jogia de la informacién auténoma, basacla en sistemas digitales
mis que analégicos, Como seal, cel desarrollo de métedos prdc-
ticos de recuperacién de la informacién amplia enormemente las
posibilidades del “mensaje”, hasta el punto en que deja de ser le
Peslacin “esctita” de un lenguaje, la transferencia de un signifi
ado gue, incluso permaneciendo oral, conservarfa su integri-
dade" Mas que cualquier otro teérico, Derrida se da cuenta de
{ue la informatica y los otros cambios en los medios de comuni-
Gacign han desgastado el poder del modelo lineal y de libro como
paradigmas afines y culturalmente dominantes. Dersids declars:
PEI fin de la escritura lineal es en realidad el fin de! libro, aunque
Seo en forma de libro que lns nuevas escrituras,lterarias 0 teéri-
as, xe dejan encerrar, para bien para mal» (Of Granmatolo
86), Por lo tanto, como lo sefiala Ulmer, «los escritos gramatolé-
gicos ejemplifican la lucha para romper la investidura del libro»
(Applied Grammatology, 13).
Seguin Derrida, «la forma del “libro” esté pasando por un pe
tfodo de agitaciSn general, y, mientras su forma parece cada vez
nenos natural. y su historia, menos transparente, la forma de li-
bro por si soa no puede zanjar... la cuestin de aquellos procesos
de escritura que, al cuestionar er la prictica esta forma, han de des-
‘nantelatla». El problema, ademés, segin reconoce Derrida, es que
“ino se puede tocar» la forma del libro «sin trastornar todo lo de-
niso (Disseraination (La disertinaci6n], 3) en el pensamiento occi-
Genta. A Derrida, siempre deseoso de tocarlo todo, ello no le pa-
rece una razén suficiente para no tocar el libro y su reivindicacioa
Comienza coa la cadena de expresiones que aparecen més o menos
Como titulo al principio de Dissemination: Hlors Livres: fuera de
bro, Hors d’Ocuvee: entremés, Extratexto, Preliminar, Fin de lic
EL HuvERTEXTO y LA TEORIA cafrica 45
bro, Adomo y Prefacio», Lo hace con gusto ya que, como anuncis
en Of Gramatlogy, aunque parezca lb conta, esta muerte
del ibro anuncia, sin lugara duds (y, en cierto sentido, siempre ha
anunciado), una muerte del discurso (de un supuesto discurso
completo) asi como una nueva mutacin en la historia de la escr-
«ura, en la historia como excritura. Lo anuncia con una antelacién
de vis gos. sen sta eseala qu debe eximaron. (8)
una conversacién conmigo, Ulmer mencioné que, puest
que la unidad de Derrida equivale al nexo, la gramatologia ese
arte ylaciencia de conectar y, por lo tanto, el arte la cencia del
hipertexto.” Uno podtiaafiadie que Derrida también describe la
diseminacién como una descripeién del hipertexto: «Junto con
una expansidn ordenada del concepto de texto, la diseminacién
inscribe una ley diferente que cige los efectos del sentido 0 dela
referencia (la interioridad de la ‘cosa’, realidad, objtividad,
esencialidad, existencia, presencia en general, sensible o inteligi.
ble, et), una telacin diference entre a escritura, en sentido me-
tafisico de la palabra, y su “exterior” (hist6rico, politico, econé-
mico, sexual, ete)» (Dissemination, 42). '
Analogias con la revolucién de Gutenberg,
Si nos encontramos realmente en un petiodo de fundamenta-
Jes cambios tecnoldgicos y culturales andlogos a la revolucién de
Gutenberg, entonces ha llegado el momento de preguntarnos qué
podemos aprender del pasado; en particular, qué podemos pre-
decir acerca del futuro al comprender la «légica» de una tecnolo-
gia dada ode un conjunto de tecnologias. Segiin Alvin Kernan,
«la “légica” de una tecnologia, de una idea o de una institucién es
su tendencia a conformar, en un limitado atimero de forms 0 d-
recciones, todo aquello en que inciden».®* La obra de Kernan y de
‘otros como Roger Chartier y Eisenstein, que han esrudiado las
complejastransiciones desde la cultura del manuscrito hacia la de
Ja imprenta, sugiere tres lecciones claras 0 normas para cualquie-
ra que presienca similares transiciones.
re primer lugar, estas transiciones toman mucho tiempo; en
‘odo exo, mucho mis tiempo del que los primeros estudios sobre
aso de la cultura del manuscrito a la dela imprenta podian lleBe pos chee occu
a
aoe
‘6 HIDERTEXTO
vamos a suponer. Estudiosos de la tecnologia y de la prictica dela
Tectura sefalan varios cientos de afios de cambios y acomodaciones
‘graduales, durante los cuales prevalecieron distintas practicas dela
Tectura, formas de publicacidn y concepciones de la literarura.
Segin Kernan, no fue hasta principios del siglo vm que la
tecnologia de la imprenta «hizo pasar a los paises més adelanta-
dos de Europa de una cultura oral a otra impresa, reordenando
toda la sociedad y reescructurando las letras, mas que meramente
modificéndolas» (9). También podría gustarte Marina PDF
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