Propuesta de lectura
HECHIZOS
(de 6 a 9 años)
Propuestas de lectura
HECHIZOS
¿Qué queremos conseguir?
Reconocer en nuestra vida cotidiana los problemas
detallados en el libro.
Desarrollar recursos para anticiparnos a los problemas o
que, al menos, nos permitan detenernos a reflexionar
antes de sumergirnos en ellos.
¿Cuándo y cómo leemos?
Sugerimos leer una pareja problema-solución por semana. Se
puede fragmentar el trabajo con las páginas a lo largo de toda
la semana.
1. En primer lugar, el adulto o adulta tapará la palabra que
designa el problema y se explorará con los lectores y las
lectoras la imagen, a fin de intentar detectar el problema
y ponerle nombre.
2. A continuación, una vez acotado (si el lector o la lectora no
consigue ponerle nombre no pasa nada, se le ayuda a
aprender la nueva palabra) el problema, se hace una
lectura conjunta del texto. El adulto o adulta a cargo se
encargará de verificar que el texto se comprende.
3. A continuación, se entabla un diálogo en el que se
intentará comprobar si los niños y niñas son capaces de
detectar ese problema en su propia vida. Los adultos
pueden hacer preguntas de perforación: «¿Te pareció que
había caos cuando…?; «¿Cómo te das cuenta de que te
sientes agobiado/a?»…
4. Después, se intenta establecer algún criterio o pauta que
permita mejorar la detección del problema en el
ambiente. En el caso del agobio, puede ser que el niño o
la niña señale que siente agobio cuando recibe
demasiadas órdenes demasiado rápido; o cuando tiene
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demasiadas tareas escolares; o cuando está mucho rato en
el mismo sitio y no le dejan moverse, etc.
5. Ahora nos ponemos creativos. Se trata de crear una
pequeña rima que funcione a modo de hechizo para
ponerle coto al problema. Debe ser breve y fácil de
memorizar. Por ejemplo: «Una orden, cinco, siete, nueve,
diez. / Socorro, socorro, ya me agobié». También se
establecerá un «protocolo» de uso para la rima: cuando el
niño o la niña detecte el problema, se parará un momento
y dirá el hechizo en voz alta o irá a decírselo a la persona
implicada en esta propuesta. Así, juntas podrán enfrentar
la situación.
6. Tras crear y utilizar los hechizos durante algún tiempo se
puede verificar si funcionan, si sirven para abordar la
solución de los problemas con más tranquilidad y acierto.
7. Finalmente, se puede leer la solución propuesta en el libro
al problema en cuestión, como ampliación. Aunque este
último paso no es necesario, ya que esta propuesta se
centra en ayudar a los niños y niñas a detectar con
eficiencia el problema en su vida.
¿Qué nos aporta la lectura?
Creemos que esta lectura compartida, entre adulto y niño,
puede ser muy enriquecedora porque se puede ayudar a los
niños a identificar las dinámicas cotidianas que desembocan en
conflicto o en situaciones problemáticas, así como a conocer
mejor, algunos aspectos de la vida que, para niños y niñas de
esta edad, entrañan dificultades.
¿Qué material adicional podemos emplear?
Se puede utilizar un cuaderno para consignar los hechizos o
incluso elaborar unos carteles con ellos para decorar la casa o
los lugares donde más habitualmente se desencadenan algunos
de los problemas.
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