I.
DEFINICIÓN DEL PROBLEMA
1. Lectura
La lectura es un proceso mediante el cual podemos transmitir conocimientos a otras
personas.
Según Fons (2016), leer es el proceso mediante el cual se comprende el texto
escrito. Por otra parte, el proyecto OCDE/PISA (2016) define la lectura como “la
capacidad no solo de comprender un texto sino de reflexionar sobre el mismo a partir
del razonamiento personal y las experiencias propias”. De éstas dos definiciones
extraemos que la lectura se entiende como actividad cognitiva compleja que no
puede ser asimilada a una simple traducción de un código. (González, 2018 Pág.
15).
1.1. La importancia de la comprensión lectora en la educación
La UNESCO (2018) establece que los analfabetos son aquellas personas que no
saben leer, ni escribir, ni pueden exponer de manera simple hechos de su vida
cotidiana. Considera que los analfabetos funcionales no pueden emprender aquellas
actividades donde la comprensión de lectura es indispensable para un desempeño
eficaz en su grupo o comunidad. Es importante definir el concepto de comprensión
de lectura, como se pudo observar, un individuo puede leer de manera instrumental,
mas no tiene la capacidad de interpretar y utilizar la información. (Carrasco, 2018
Pág. 19)
En el texto Comprensión lectora y rendimiento escolar: una ruta para mejorar la
comunicación se define el proceso de lectura como la comprensión de textos que
tiene como antesala el arte de leer. Leer es un proceso intelectual y cognitivo que
nos permite obtener información partiendo de un texto. La lectura no es un acto
pasivo, por el contrario, el mensaje se recibe de descifrar y posteriormente se
construye el contenido según nuestros intereses, necesidades y experiencias. Si
partimos de esa definición que afirma que la lectura es un proceso intelectual donde
interviene un receptor del mensaje que lo decodifica y posteriormente construye su
conocimiento, podemos afirmar que la comprensión de lectura es indispensable en
los procesos en enseñanza/aprendizaje.
La formación académica está estrechamente ligada al proceso de lectura
comprensiva, ya que por medio de esta es que se van dando los aprendizajes
significativos. El análisis que se hace en la recién publicada obra del Instituto
Cervantes Saber leer se plantea que existen varias maneras de leer, desde pasar la
vista por un texto, leer otras representaciones gráficas (Por ejemplo: leer la hora),
interpretar o leer lo que otros sienten, entender e interpretar un texto. Se entiende
como lectura, acto de leer, la culminación de la capacidad que las personas tienen de
usar signos para comunicarse e intercambiar información. (Parodi, Peronard e
Ibáñez, 2012)
La capacidad de análisis que se fue desarrollando a lo largo de la historia con la
aparición de un lenguaje estructurado es lo que ha ido desarrollando el juicio crítico.
Trascender del mundo concreto que rodea a las personas es lo que permite abstraer
y representar con signos la realidad. Para aprender es necesario estudiar, integrar
saberes nuevos a los ya existentes y lograr asociarlos, y es en este proceso que
lectura comprensiva toma relevancia. Será por medio de esta que se consiga seguir
aprendiendo.
Desde la antigüedad ha existido preocupación por entender los textos, actualmente
el interés es aún mayor por entender el texto como una unidad dentro un contexto
particular que busca comunicar más allá de su construcción gramatical. El acto de
leer ya no solo implica decodificación léxico-sintáctico, sino se toma como una
construcción de significados donde existe una clara asociación del lector con el texto
y el contexto. La lectura puede tener diversos objetivos: social, sentimental,
promocional, financiero, etc. Es el lector desde su propio contexto el que hará una
lectura pertinente. Es necesario para la lectura exitosa poseer conocimientos previos
sobre el lenguaje y tener la capacidad de contextualizar. (Pérez, 2019 Pág. 21).
En el documento Un taller de lectura, su autora (López, 2015) propone la creación de
talleres de lectura como una manera de potencializar en los estudiantes la lectura.
Comienza diciendo que la base del aprendizaje es la lectura, además que por medio
de esta se adquiere y se construye la cultura. Las instituciones educativas no solo
son un espacio donde los alumnos reciben educación, sino que independientemente
de la asignatura se van formando. La autora propone actividades extraescolares con
el único fin de motivar a los estudiantes a leer de una manera dinámica, divertida y
fácil. Promover talleres de lectura que idealmente estén bajo la dirección de uno o
más departamentos, para desarrollar diversas competencias. El fin de estos talleres
estriba en la mejoría de las capacidades en las diferentes asignaturas, y conseguir
que el estudiante disfrute a la vez de esta. Como se puede observar, no solo en
Guatemala se integran los temas de lectura a la materia relacionada con lenguaje, es
una situación generalizada. La propuesta anterior busca mejorar la comprensión
lectora implementando talleres de lectura como actividades complementarias, donde
además de apuntalar la mejora, busca que los estudiantes la aprecian como una
actividad divertida y fácil.
Afirma que la lectura debe tener un papel preponderante en cualquiera área de
conocimiento, pues por medio de esta se estimula el desarrollo de las competencias
relacionadas, tanto con la comunicación oral como la escrita; además de mejorar la
capacidad de síntesis. No se puede considerar “lector” a aquel que únicamente sabe
leer, sino a aquel que aprovecha su lectura, en ámbitos diferentes: trabajo, estudio,
ocio, espiritualidad y como una manera de estimular la imaginación. Con la idea de
que los estudiantes saben “leer” se les exige que sean capaces de interpretar,
analizar, entender y extraer pensamientos de los diversos textos que leen, la
situación real es que no son capaces de llevar a cabo una lectura comprensiva para
llegar al análisis y a la síntesis del texto. (Lopez, 2015 Pág. 131)
La autora del texto Escribir, leer y aprender en la Universidad (Carlino, 2017), de
manera similar señala que las expectativas que los docentes universitarios tienen
sobre los estudiantes que ingresan a la universidad no son reales. Cada vez más se
dificulta que el estudiante exprese, especialmente por escrito, sus ideas. Esta
incapacidad cada vez es más evidente y trae consigo una serie de problemas como
el bajo rendimiento de los estudiantes. Con respecto a la idea anterior López (2015)
opina que actualmente en los centros educativos se percibe un serio problema por la
falta del hábito de la lectura en los estudiantes.
A este problema lo denomina neo analfabetismo, fenómeno que aparece cuando se
da un retroceso cultural y la persona a pesar de saber leer y escribir reduce el
ejercicio y lo utiliza únicamente por necesidad en la vida diaria. Es fácil encontrar en
personas así una pobreza léxica, tanto en la comunicación oral como en la escrita.
Además de lo planteado, se pueden evidenciar problemas tan serios asociados al
desarrollo de la capacidad de análisis que se traduce en una incapacidad para lograr
aprendizajes significativos y construcción de conocimiento. (Carrillo, 2017 Pág. 231)
Adquirir las destrezas necesarias para aprender a partir de los textos escritos es de
mucha importancia. Existen diferentes concepciones de lectura: lectura y
aprendizaje, lectura y memoria y lectura y comunicabilidad de lo leído. Es necesaria
la comprensión lectora para poder adquirir aprendizajes significativos lo que al final
tendrá incidencia en el rendimiento escolar. Se debe señalar que aprender a partir de
los textos es un proceso constructivo y no se debe considerar una actividad
mecánica, ya que el lector por medio de la lectura moviliza sus saberes anteriores.
Cuando un lector logra tener una capacidad de lectura que le permite construir
aprendizajes profundos y perdurables, es cuando puede comunicar lo leído.
El proceso es el siguiente: el texto 1 es el que aparece físicamente o en la pantalla
de una computadora, el texto 2 es la lectura que el individuo hace del texto 1, que
podría ser superficial sin ningún aprendizaje real o podría ser profundo y es en este
estadio que aparece el texto 3, cuando el lector es capaz de transformar la
información asociándola a su conocimiento previo para lograr un texto 4, aquel que
hemos hecho propio y podemos comunicar. Es en el nivel 4 que se adquiere un
aprendizaje superior. Para llegar a ese nivel de aprendizaje es indispensable una
lectura profunda del texto que exige que el lector sea capaz de procesar información
en dos dimensiones: literal y relacional. (Parodi, 2012 Pág. 35).
Aprender a partir de lo leído exige del lector una postura crítica frente a los
contenidos del texto, es necesario un pensamiento reflexivo donde se logre una
inspección real del texto, se evalúen las ideas que se expresan en el mismo, para
esta lectura crítica el lector tiene que participar activamente en la construcción de los
significados y tomar una postura ante ellos, para lograr lo anterior el lector debe
cuestionarse el contenido, si está de acuerdo o no, si es confiable lo que dice el
autor, si es certera la información y la actualidad de esta.
A raíz del desarrollo tecnológico surgen una serie de dudas acerca de la lectura y su
beneficio. En la actualidad, aun en los países desarrollados, el problema de la falta
de comprensión de lectura es serio. Ante esta problemática se evidencia la
necesidad de hacer cambios en los procesos de enseñanza/aprendizaje. Se vuelve
aún más complejo cuando se comienza a vincular el uso de las TIC en los procesos
didácticos. Lo interesante es establecer cómo el uso de medios digitales ha
transformado la concepción de la lectura. Es claro que las computadoras e Internet
han propiciado cambios importantes en el papel del lector y su interacción con el
autor o escritor de un texto.
Un texto publicado en papel puede generar preguntas o deseos en el lector de
interactuar con el escritor, sin poder conseguirlo; mientras si alguien publica en
Internet puede darse el caso que este interactúe con sus lectores. En este formato se
puede establecer una conexión lector- escritor, que puede llegar a ser muy
productiva. Mientras que un texto impreso queda totalmente desligado del escritor.
En el formato digital la participación del lector es más activa, como, por ejemplo:
participaciones en blogs, donde puede cuestionar o agregar información por primera
vez al escritor-autor de este.
Con esta interacción aparece una nueva manera de relacionar al escritor y al lector,
el lector adquiere un papel más participativo y vinculante con el escritor-autor. Esto
sucede en blogs, chats y páginas electrónicas interactivas; formatos que permiten
participaciones sincrónicas y asincrónicas: “Esta nueva modalidad de interacción a
través de un diálogo por escrito constituye un encadenamiento discursivo no pautado
que se activa por un texto escrito colgado en una página de Internet, pero que está
abierto a comentarios diversos e incluso interrelaciones al escritor-autor por parte de
su audiencia”. (Gonzalez, 2019 pág. 34)
1.2. Cambios en la enseñanza-aprendizaje de la lectura
El documento “La importancia de leer” Castañeda y Henao, 2015 muestra una serie
de ejemplos donde el fracaso y la deserción de los estudiantes universitarios están
relacionados con la comprensión de lectura y las competencias asociadas a esta
como: la expresión escrita, capacidad de análisis y desarrollo de juicio crítico. Señala
algunos ejemplos situados en Colombia que muy bien se podrían aplicar en
contextos como el nuestro.
En dicho artículo aparece citado el ex catedrático de la Universidad Nacional de
Colombia, (Kalmanovitz, 2015; citado en Castañeda y Henao, 2012) que ya en el año
2008 decía que la universidad colombiana no ha podido resolver la problemática que
conlleva la falta de comprensión lectora en los estudiantes. Lo difícil es que esta
incide de manera negativa en la formación académica y posteriormente en el
desempeño profesional de sus egresados. Salen al mundo laboral con poca
capacidad creativa y de innovación, traduciéndose en profesionales mediocres.
El académico colombiano, profesor Fernando Ocampo (1989; citado en Castañeda y
Henao, 1995) de la Universidad Pedagógica en la misma década de los antes
mencionados también expresó que el fracaso en la educación superior colombiana
está estrechamente ligado a la deficiente forma de leer y escribir. Hace notar que
como asesor de tesis profesionales muchas veces en lugar de centrarse en el
contenido tiene que preocuparse de aspectos de forma. Llama la atención que los
tres académicos de prestigio ya en los años 80 del siglo pasado se señalaban que la
carencia de comprensión de lectura era una problemática que vinculaba la relación
de esta con el rendimiento académico, y la mediocridad profesional que muchos
egresados universitarios parecieran mostrar al salir a la sociedad.
Situación que seguimos sin resolver 30 años después. Se concluye, pues, que la
lectura es la base de la formación superior, su papel protagónico en los procesos
académicos es lo que lleva al desarrollo intelectual del estudiante, los aprendizajes
de los diferentes saberes se llevan a cabo a través de la comunicación, para lo cual
es necesaria llevarlo a cabo a través de la lectura. La educación se vincula
estrechamente con la producción, comprensión e interpretación de textos, se recibe y
se transmite por medio del lenguaje escrito. El estudiante necesita desarrollar esta
capacidad para poder apropiarse de los conocimientos y así ir construyendo el suyo
propio.
Ambos autores (Castañeda, Henso, 1995) se cuestionan hasta qué punto el
desarrollo de un nivel adecuado de lectura incide en el rendimiento académico de los
estudiantes universitarios y posteriormente su desempeño profesional. El estudiante
que ingresa a la universidad viene de un sistema educativo que no lo ha dotado de
las competencias necesarias que lo habiliten como un lector autónomo, lo que hará
que se le dificulte la producción y la interpretación de textos escritos. Por eso es
necesario crear mecanismos y estrategias para potenciar las habilidades que
permitan un desarrollo lingüístico adecuado que les permita una formación sólida.
(Carrasco, 2018 Pág. 19)
Este es un problema viejo y está generalizado en las instituciones de educación
superior, y si tomamos en cuenta los planteamientos anteriores se puede decir que sí
existe una relación entre la comprensión de lectura, el rendimiento académico, la
deserción y el fracaso estudiantil. Su importancia, según lo expuesto anteriormente,
no ha perdido vigencia, sobre todo en el ámbito profesional y cotidiano de los
individuos, donde la lectura y la escritura son el vehículo de comunicación por
excelencia. La universidad debe preparar a los estudiantes para poder insertarse en
la aldea global, para lograrlo estas son indispensables.
La realidad cada vez más se acerca a que los estudiantes que ingresan a
instituciones de educación superior lo hacen con un nivel bajo de rendimiento, lo que
dificulta los procesos de enseñanza/aprendizaje se realicen en las diferentes áreas
del conocimiento. No solo interesa la etapa en que el estudiante asiste a la
universidad, interesa que en el futuro sea capaz de seguir aprendiendo. Se plantean
la posibilidad que sean las mismas universidades las que creen mecanismos y
estrategias para desarrollar adecuadamente las competencias que apuntan al
desarrollo lingüístico de los estudiantes. (Juarez, 2019 Pág. 45)
Cada vez más la problemática se ha ido evidenciando en diferentes contextos de la
mayoría de las instituciones de educación superior tienen algo que decir al respecto.
A finales del siglo pasado, UNESCO comienza a formular una serie de propuestas,
que se han ido revisando en diferentes momentos, donde se promulga que todas las
personas tengan acceso a la educación y que las TIC sean, en muchos casos, el
vehículo para conseguirlo. Existe la preocupación de elevar la calidad de la
educación con el fin de formar profesionales competentes capaces de resolver
problemas, para ello es necesario desarrollar las habilidades necesarias para leer y
escribir, ya que estas son indispensables para el avance científico, tecnológico y
cultural de la sociedad.
A finales del siglo pasado ya se ventilaba esta problemática, el analfabetismo en los
Estados Unidos era considerado un problema serio contrapuesto al éxito de los
japoneses con una educación de calidad. En Japón un obrero es capaz de interpretar
matemática avanzada, leer planos completos y realizar tareas sofisticadas en las
plantas, los puestos de trabajo requieren de habilidades sólidas en lectura y
escritura. Desde los años 80 ya se vislumbraba que a futuro en Estados Unidos solo
una cuarta parte de la población tendría las competencias necesarias para acceder al
mercado laboral. Situación similar enfrentaría también Colombia, pues las
instituciones educativas no están dotando de las herramientas necesarias a sus
estudiantes.
Citados en el artículo Una mirada actual a los problemas del analfabetismo
(Solórzano, 2007) los autores norteamericanos Ronald Nash, Ravich y Finn opinaron
a finales de los años 80 que existen tres tipos de analfabetismo: funcional, cultural y
moral. Los funcionales son aquellos que se encuentran por debajo del estándar
esperado del desempeño de una competencia, el cultural se refiere a aquellos que
son ignorantes de lo básico de cualquier área de conocimiento y lo moral es el
individuo que ha perdido sus principios morales. Con el surgimiento de las nuevas
tecnologías aparece otro tipo de analfabetismo, aquel que desconoce y es incapaz
de utilizar las nuevas tecnologías no solo en el ámbito profesional, sino también en el
cotidiano.
En la actualidad desconocer el uso de las TIC significa estar aislado socialmente,
pues no se tiene acceso al mundo de la información y el conocimiento, el
desconocimiento de estas puede ser determinante a la hora de buscar empleo por
estar ajeno a la información y la robotización industrial, lo que vale resaltar para fines
de esta investigación es que en el artículo mencionado se considera que para
conocer adecuadamente el uso de las TIC este está precedido por un nivel adecuado
de lectura y escritura. (Castañon, 2019 Pág. 345)
El profesor universitario Castro (2012) al referirse al analfabetismo funcional define a
la persona que sabe leer y escribir, pero que no ejercita las mismas, conoce las
letras, pero no utiliza lo que sabe. No se refiere únicamente a la mecánica de leer y
escribir, sino de un nivel adecuado de comprensión de lo que lee; que sea un
estímulo para la capacidad de análisis que es lo que en fin último nos permitirá
expresar conocimiento propio. Los requerimientos laborales del siglo XXI exigen
cada vez más personas calificadas que puedan enfrentar el cambio y promover la
innovación, lo que va dejando al margen a aquellos que no han logrado seguir
adelante con su desarrollo profesional.
Los problemas derivados de la poca comprensión lectora o de la incapacidad de leer
no son únicamente un tema pedagógico, sino por el contrario es una problemática de
profundas dimensiones sociales. El contexto actual, como ya se señaló, requiere que
esta sea una de las competencias esenciales por desarrollar para que las personas
enfrenten el cambio constante al cual está sometida la sociedad. Cada vez más se
requiere de una lectura contextualizada para lograr aprendizajes significativos en los
individuos. (Castro, 2012 pág. 54).
1.3. La lectura en la construcción del conocimiento
Tanto la lectura como la escritura son habilidades necesarias para llevar a cabo las
labores académicas. Uno de los objetivos de la educación superior es la
transformación del conocimiento que se consigue por medio de la lecto/escritura. En
el documento Prácticas de lectura y escritura en la universidad de Blanca Yaneth
González y Violeta Vega (2012) la lectura se define como un “proceso de búsqueda
de sentido en los textos” (Goodman, 1996; citado en González y Vega, 2014) y la
escritura como “proceso complejo, de orden motor y cognitivo, que recurre a la
comprensión de esquemas teóricos a fin de transmitir de forma textual un
conocimiento que moviliza un determinado contenido, interés, intención forma de
expresión y modo discursivo” (Ferreiro,1997).
Reiterando sobre las definiciones de lectura y escritura se evidencia la necesidad de
un desarrollo óptimo de estas competencias para cumplir con la reinterpretación y
creación del conocimiento. La función de estas en todos los procesos de
enseñanza/aprendizaje no es complementaria, sino debe considerarse parte integral
de los mismos. El nivel de lectura en las instituciones necesidad no debe ser
únicamente instrumental, por el contrario, debe llevar a los estudiantes a lograr
aprendizajes significativos. En el estudio de González y Vega (2010) hacen la
propuesta concreta de la necesidad que todos los profesores de las diferentes
asignaturas también se responsabilicen del desarrollo de las competencias de
lecto/escritura, tomando en cuenta que cada asignatura tiene su propio lenguaje.
En el texto La lectura: una marca de ciudadanía (Degans, 2012) opina que el libro es
un instrumento fundamental en la educación occidental, lo que se traduce en que la
educación depende de la lectura. Se pretende que el monopolio de la enseñanza de
la lectura recaiga en los ámbitos educativos desde su inicio en la escuela hasta la
universidad, específicamente en los maestros de lenguaje. Lo anterior refleja el poco
interés que se tiene en el desarrollo de lectores con las competencias necesarias
para enfrentar sus procesos de formación. Lo ideal sería que a la lectura se le diera
el papel protagónico, lo que demanda que los múltiples actores tomen en
consideración las implicaciones que esta tiene, pues no solo se perjudican las
instituciones educativas, sino también la sociedad al tener que enfrentar
profesionales con altas deficiencias (Gutiérrez, 2019).
El enfoque del autor antes mencionado coloca la lectura, en especial la lectura
comprensiva, como un factor que incide de forma positiva en el desarrollo de la
sociedad. Se refiere, así como lo hace la UNESCO, que la plataforma para crear
ciudadanos del siglo XXI es la educación, y es por medio de la lectura que se
consigue educar. El ciudadano de la era de la información y el conocimiento debe
desarrollarse para activar procesos cognitivos y metacognitivo, juicio crítico y
creativo. Se plantea la necesidad de crear una sociedad de lectores que pueda
aportar al desarrollo de la sociedad de la era de la información y el conocimiento.
Esto no se podrá llevar a cabo en sociedades donde los individuos no cuenten con
las capacidades necesarias para leer el conocimiento y la información de una forma
estructurada y con los sentidos necesarios.
1.4. La construcción de la lectura: un enfoque sociolingüístico
Responder a la pregunta, ¿qué es leer?, no es una tarea simple. La opinión que
expresan los autores de Saber leer (Parodi, Peronard e Ibáñez, 2012), es similar a la
que expresa Cassany (2019), pues en ambos textos se habla de lectura
contextualizada y reflexiva cuyo producto sea un texto que aporte el conocimiento del
lector. Un texto que pueda comunicar conocimiento e información creada a partir de
un texto propuesto. Se puede definir como: comprender, interpretar, descubrir,
valorar, reflexionar o interiorizar un texto. Un elemento importante que vale resaltar
es la recepción que el lector hace del texto, es ahí donde se lleva a cabo el proceso y
la lectura cobra importancia. La lectura se visualiza como un ejercicio creativo que
estimula lo aprendido movilizando los saberes para desarrollar nuevo conocimiento.
Esta actividad por mucho tiempo fue considerada una actividad individual, todos
leíamos del mismo modo, correspondencia entre sonido y letra; desarrollando
destrezas cognitivas básicas como anticipar, inferir, formular hipótesis. Se suponía
que la alfabetización funcional era la solución de los problemas y las deficiencias en
la comprensión de la lectura. Hoy en día se sabe que las cosas no son tan simples,
leer es una actividad social que va a variar según el contexto físico e histórico. En
cada contexto varían los escritos y la forma cómo estos se expresan.
Según la visión del escritor español Daniel Cassany (2019), se aprende a leer
cuando se accede a un escrito particular, en un contexto real y nos damos cuenta
cómo lo usan los que ya lo conocen y cómo podemos colaborar con nuestra propia
voz e historia, cuando nos apropiamos de él. No es suficiente con descifrar letras, lo
importante es la manera de interpretar el escrito en el contexto e integrarlo a nuestra
forma de usar el lenguaje. Cada persona y cada contexto tiene su propio estilo, el
alumno que llega a la universidad se enfrenta a textos nuevos y formas de lectura
que no conoce, lo lógico es que encuentre dificultades cuando lo que tiene al frente
no le es familiar (sentencias judiciales, informes técnicos, los chats en línea,
mensajes en celulares). (Rodriguez, 2019 Pág 23)
Tradicionalmente se ha enseñado a leer de una manera descontextualizada,
manejando términos como decodificación, proceso interno o destrezas cognitivas.
Estudios socioculturales más recientes exploran sobre el tema en escenarios
urbanos y sociales donde se han podido establecer diferentes usos y significados
según nuestras vidas y entornos. (Cassany, 2029 pág. 65)
La propuesta lingüística tradicional propone el procesamiento técnico de las letras,
aprender el código escrito y su relación con el habla, no se preocupa tanto del
contexto. Es un procedimiento que busca ampliar el léxico, conocer las funciones
sintácticas y gramaticales del lenguaje, una mecánica de procesamiento por otro
lado, la propuesta sociolingüística lo que pretende es desarrollar herramientas
cognitivas para construir el significado. Es esta la postura que se ajusta a los
procesos de enseñanza/aprendizaje actuales, donde el estudiante debe aprender a
recuperar el conocimiento previo que almacena en la memoria a largo plazo y, con
este, formular hipótesis sobre el contenido del texto, inferir significados que no sean
únicamente literales.
En esta propuesta la lectura deja de ser una técnica individual, como ya se expuso, y
se considera una práctica social, que se vincula a instituciones y se moldea por
valores preestablecidos, para lograrlo se requiere más que la técnica en sí de la
lectura, que la persona al leer “comprende un significado, adopte un rol, construye
una imagen y participa en una determinada organización de la comunidad” (MIler,
2021 pág. 57)
Los cambios sociales que desembocan en cambios educativos traen consigo nuevas
formas de enfrentar el cambio. La lectura, cuya problemática no es reciente, no
queda exenta, Cassany (2019) hace la salvedad que la propuesta sociocultural por
ser aún reciente, no se han desarrollado muchas estrategias. En la práctica lectora
vinculada con el entorno social se pueden utilizar textos reales vinculados al entorno
(periódico, instrucciones de aparatos o juguetes, carteles publicitarios). Otra
propuesta podría ser integrar la escritura con textos multimodales (webs, revistas)
que se relacionen con el habla cotidiana. Cuando al leer se adopta una actitud crítica,
se fomenta la discusión y elaboración de ideas propias.
1.5. Lectura comprensiva
Cooper (1990) define comprensión de lectura como la interacción entre el lector y el
texto, pues a través de ella el lector relaciona la información que el autor presenta,
con la información almacenada en su mente. Es decir, para Cooper, la comprensión
es el proceso de relacionar la información nueva con la antigua.
Solé (1992) describe la lectura como el proceso mediante el cual se comprende el
lenguaje escrito. Expone que en esta comprensión intervienen tanto el texto, su
forma y su contenido, como el lector, sus expectativas y sus conocimientos previos.
Explica que para leer se necesita manejar simultáneamente, con soltura, las
habilidades de decodificación y aportar al texto objetivos, ideas y experiencias
previas. Establece que la comprensión implica un proceso de predicción e
inferencia continua, que se apoya en la información que aporta el texto y en el propio
conocimiento.
Aprender a leer significa tener acceso a la cultura, a todo lo que los seres
humanos, a través de la historia han recopilado, y que de una u otra forma, es
parte de la interpretación que se le da a la realidad. Es un medio que acerca a la
comprensión de los demás (Catalá, 2001).
Sánchez (2008) concibe la lectura como un proceso por el cual el lector percibe
correctamente los signos y símbolos escritos, organiza mediante ellos lo que ha
querido decir un emisor, infiere e interpreta los contenidos allí expuestos, los
selecciona, valoriza, contrapone y aplica en la solución de problemas y en el
mejoramiento personal y colectivo. Es decir, la lectura es un proceso dinámico,
continuo y diferenciado, en el cual hay fases y estadios claramente definidos,
diferentes unos de otros, y hasta contrapuestos, en donde interactúan: lector, texto y
contexto.
Según los modelos interactivos del proceso de comprensión, leer comprensivamente
es un diálogo entre el texto y el lector, que aporta al mismo sus representaciones
mentales, sus conocimientos acerca del mundo, de las funciones de la lengua
escrita de las situaciones de la lectura, etc.
Achaerandio (2012) define lectura comprensiva como la actividad mental para
entender un texto escrito. Coincide con muchos otros autores en que comprender un
texto es una actividad constructiva, interactiva y estratégica:
Constructiva: Porque propicia que el lector edifique o dé sentido a lo que
lee a través de la interpretación que hace de lo leído y las asociaciones que
realiza con su experiencia o vivencias anteriores. El lector comprensivo
construye los nuevos saberes con bases ya conocidas y concluye en datos
novedosos relacionando todos los saberes con que cuenta.
Interactiva: Porque el lector, para dar un verdadero significado, se hace
consciente de las relaciones implícitas que se van dando mentalmente entre
los factores y experiencias intrínsecas personales, los factores extrínsecos
sociales y el texto.
Estratégica: Porque se hace uso de estrategias de lectura que faciliten la
asimilación del conocimiento (subrayado, escritura al pie de párrafo, relectura,
ejemplos de experiencias similares, etc.).
Partiendo de las teorías constructivistas y estructuralistas del desarrollo mental,
comprender es asimilar activamente contenidos de aprendizaje; cuando se lee
comprensivamente, la nueva información que ofrece el texto, se asimila a las
estructuras cognitivas del que lee.
Por tanto, comprender el sentido de un texto escrito, es darle significado, es decir
que al leer comprensivamente el lector contará con un instrumento eficaz para
adquirir nuevos aprendizajes significativos, ya que se relacionará la información
dándole una importancia propia a través de un análisis detallado, se reformulará y
hará una nueva interrelación (diferenciación progresiva y reconciliación integradora)
A través de ello, el lector comprensivo logrará:
Enriquecer y perfeccionar sus estructuras cognitivas
Mejorar su inteligencia
Transformar su mente
Aprender a aprender significativamente
Desarrollar su memoria comprensiva
Mediante una buena comprensión lectora, el ser humano puede localizar la
información que desea, buscar en el diccionario, utilizar un fichero de trabajo,
resolver problemas, interpretar gráficas, etc.; comprendiendo con profundidad puede
seleccionar y evaluar la información con la que trabaja, juzgando su validez.
1.5.1. Niveles de lectura comprensiva
Diversos autores han dividido la lectura en diferentes niveles. Éstos se refieren a la
actividad cognitiva que se realiza en determinado momento al leer.
Por su parte, Kebalen y De Sánchez (2002) le dieron importancia a dichos niveles,
basándose en que es necesario alcanzar elevaciones diferentes de procesamiento
de información que permitan penetrar en el contenido del texto. Partiendo de la
importancia, proponen:
Lectura de nivel literal: consiste en obtener la información dada
explícitamente en el texto.
Lectura de nivel inferencial-crítico : consiste en establecer relaciones entre
lo que se está leyendo para suponer o inferir datos que no se dan
directamente en el texto.
Lectura de nivel analógico-critico: consiste en relacionar lo que se
decodifica directamente en el texto o lo que se infiere, con otra información
extraída de otro texto, tomada de la realidad o de algún otro contexto del
pasado, presente o futuro.
Díaz- Barriga y Hernández (2007), plantean las condiciones de una “pobre
comprensión” y las de una “buena comprensión”. Explican que aunque el nivel de
micro procesos es necesario para leer bien, no es suficiente para alcanzar las
condiciones de una buena comprensión. Afirman que una buena comprensión se
logra realmente cuando el lector se maneja a nivel de macro procesos.
Definen una pobre comprensión como: el uso escaso del conocimiento previo,
dificultad para detectar la información central, uso de estrategia de listado, uso de la
estrategia de suprimir/copiar, incapacidad para elaborar un plan estratégico de la
lectura, deficiencias en establecimiento del propósito de la lectura, deficiencias en la
capacidad para supervisar el proceso de comprensión.
Delimitan una buena comprensión como: el uso activo del conocimiento previo,
detección de la información principal y uso de estrategias para mejorar la codificación
y almacenaje de la información, uso de la estrategia estructural, uso de macro reglas,
capacidad para planear el uso de de lectura estrategias de lectura en función del
contexto de aprendizaje, el establecimiento efectivo del propósito y uso la lectura
adecuado del mismo durante todo el proceso y la capacidad efectiva para supervisar
y regular el proceso.
Sánchez (2018) indica que los niveles de la lectura se basan en las destrezas
graduadas de menor a mayor complejidad, hecho que a su vez supone la ampliación
sucesiva de conocimientos y el desarrollo de la inteligencia conceptual, emocional y
las inteligencias múltiples que pueden ser identificadas o no. De allí, afirma la
necesidad de cultivar habilidades de comprensión por ser éstas fundamentales en
todo el proceso de asimilación de la lectura.
A partir de esta concepción, identificó y precisó los siguientes niveles en la
comprensión lectora:
Literalidad
Retención
Organización
Inferencia
Interpretación
Valoración
Creatividad
Estos siete niveles de comprensión lectora se ordenan en tres grandes momentos o
etapas del proceso:
a. Nivel textual o de análisis: integrado por los niveles literales, de retención y
organización. Se describen a continuación:
Literalidad: decodificación de los signos escritos de la palabra, transformando lo
visual en sonoro y viceversa. Se acumulan formas y contenidos explícitos del texto.
Incluye:
Transposición de los contenidos del texto al plano mental del lector.
Captación del significado de palabras, oraciones y cláusulas.
Identificación de detalles.
Precisión de espacio y tiempo.
Secuenciación de sucesos.
Retención: Captación y aprendizaje de los contenidos del texto. Abarca:
Reproducción de situaciones.
Recuerdo de pasajes y detalles.
Fijación de los aspectos fundamentales del texto.
Acopio de datos específicos.
Sensibilidad ante el mensaje.
Organización: Ordenamiento y vinculación de los elementos que se dan en el texto.
Se refiere a:
Captación y establecimiento de relaciones.
Descubrimiento de la causa y efecto de los sucesos.
Captación de la idea principal del texto.
Identificación de personajes principales y secundarios.
Reordenamiento de una secuencia.
Resumen y generalización.
b. Nivel inferencial: Único. Incluye:
Descubrimiento de aspectos implícitos en el texto.
Complementación de detalles que no aparecen en el texto.
Suposición de otros sucesos ocurridos o que pudieran ocurrir.
Formulación de hipótesis acerca de los personajes.
Deducción de enseñanzas.
c. Nivel contextual o de síntesis: Integra el nivel de interpretación, valoración y
creatividad.
Interpretación: Reordenamiento de los contenidos del texto, en un nuevo enfoque.
Abarca:
Formulación de una opinión.
Deducción de conclusiones.
Predicción de resultados y consecuencias.
Extracción del mensaje conceptual de un texto.
Diferenciación de los juicios de existencia de los juicios de valor.
Reelaboración del texto escrito en una síntesis propia.
Valoración: Formulación de juicios basándose en la experiencia y valores. Incluye:
Captación de los sentidos implícitos.
Juicio de verosimilitud o valor del texto.
Separación de los hechos y de las opiniones.
Juicio acerca de la realización buena o mala del texto.
Juicio de la actuación de los personajes.
Enjuiciamiento estético.
Creación: Reacción con ideas propias, contrastando las ideas que ofrece el texto a
situaciones parecidas de la realidad. Se refiere a:
Asociación de ideas del texto con ideas personales.
Reafirmación o cambio de conducta.
Formulación de ideas y rescate de vivencias propias.
Planteamientos nuevos de elementos sugerentes.
Proposición de títulos distintos para un texto.
Aplicación de principios a situaciones parecidas o nuevas.
Solución de problemas.
Achaerandio (2010), por su parte, identifica claramente dos niveles de
lectura comprensiva:
a. Nivel de micro procesos:
Comprende desde la alfabetización inicial de descodificación y codificación de
fonemas, hasta la comprensión lineal o literal; y a su vez se divide en dos
subniveles:
Descodificación y codificación:
Involucra a los niños de preprimaria o a los analfabetos adultos, que se inician
en el micro proceso de conocer las letras para construir y combinar palabras
sencillas, y, a su vez, para descomponerlas en sonidos o fonemas; para que después
de ejercitarlo varias veces, se automaticen y den la base para una buena
comprensión lectora.
Lectura Lineal:
Lectura significativa de palabras y pequeñas frases que relacionan al primitivo lector
con sus presaberes; al principio, en tanto se logra la automatización de los
procesos de descodificación, esta lectura es lenta; después, poco a poco, se hace
rápida. Lo importante es que el aprendiz le encuentre sentido a la lectura
respondiéndose a la pregunta: ¿qué quiere decir esta palabra o esta frase?
b. Nivel de macro procesos:
Es el nivel de los buenos lectores, en el que se deben tener automatizados el micro
procesos de nivel inferior y además se debe poder realizar las siguientes funciones:
Tener conciencia que el objetivo de la lectura que se propone hacer, es
comprender el texto, construyendo significado.
Activar presaberes o conocimientos previos pertinentes, que se relacionan con
el contenido del texto.
Discernir las ideas principales y centrar su atención en ellas, poniéndolas en
realce y captando su significado esencial.
Apreciar y evaluar internamenteel significado esencial de la
información que ha encontrado en el texto.
Extraer y probar las inferencias a partir de lo que capta en el texto escrito y
de la interacción de éste con los conocimientos previos.
Conocer su proceso de comprensión lectora y autorregularlo según lo
considere necesario.
Este nivel requiere el manejo de macro reglas de lectura como:
Supresión: Excluir la información inútil, redundante e irrelevante.
Generalización: Suplir enunciados, por otros de orden superior que los
englobe.
Construcción: Hacer inferencias de enunciados explícitos, a partir de
señalamientos que se hacen en el texto acerca de ideas o enunciados
implícitos.
Integración: Resumir recabando las informaciones relevantes del texto.
Sólo el lector que llega a manejar habitualmente los macro procesos, es un buen
lector, que realiza verdaderos aprendizajes significativos a partir de los textos
escritos.
Después de revisar las diversas concepciones de la lectura comprensiva, se
concluye que es una actividad estratégica que sirve para desarrollar la competencia
de aprendizaje significativo, a través de una lectura de alto nivel, y que para
lograrla, se necesita conocer y aplicar adecuadamente las estrategias de
compresión lectora.
1.5.2. Estrategias de comprensión:
Por estrategias de comprensión, Achaerandio (2010) entiende los procedimientos
mentales de elevada categoría, en orden a conseguir comprender lo que se lee,
analizar y resolver los problemas que se le presentan a un lector cualquiera que se
encuentra con un texto y quiere entenderlo en toda la riqueza de su sentido.
Algunas de las estrategias de comprensión lectora son (Palincsar y Brown, 1984):
Resumir Formulación de Clarificar Hacer
preguntas predicciones
Identificar las ideas Planteamiento de Identificar los Poder inferir qué
principales o preguntas puntos difíciles de sucederá o
centrales de la partiendo de la la lectura y concluir en un
lectura. evaluación releerlos, tema antes de
personal y en retratarlos y terminar su lectura
relación al proceso comprenderlos. con base en los
lector y la presaberes.
comprensión.
Acciones para entrenar
Subrayando Hacerse preguntas Releer Auto Comparar ideas
Marcando Comparar cuestionarse principales con
comentar lo leído conocimientos Identificar presaberes
Plasmar por previos con los problemas Establecer
escrito el nuevos Identificar Resolver los relaciones de
conocimiento avances problemas causa y efecto:
propio. “por lo tanto”, “se
me ocurre”, “por
consiguiente”
“tengo una idea”
“así que”
Fuente: Palincsar y Brown, (2018)
Según Achaerandio y León (2019), las estrategias de comprensión lectora son:
Estrategias
Antes de leer Durante la lectura Después de la lectura
Establecer el objetivo o Resumir Discusión guiada
propósito de la Hacer inferencias Evaluación de objetivos
lectura antes Identificar el
tópico o tema de la lectura ACCIONES PARA ACCIONES PARA
ENTRENALAS ENTRENALAS
ACCIONES PARA
ENTRENALAS Clarificar dudas Sesiones de
Determinar Auto cuestionarse diálogo en un
presaberes sobre el tema aprendizaje
Hacerse preguntas Subrayar cooperativo
Hacer predicciones Señalización y Comparar
Aproximación simbología conocimientos
inicial al texto Tomar notas previos y nuevos
Focal introductoria Parafrasear Autoevaluación
Lectura rápida oralmente y por
escrito
Buscar información
específica
Relaciones de
causa- efecto
Identificar
problema-solución
Mapa conceptual
Organizadores
gráficos
Cuadros
Red semántica
Secuencias
Líneas de tiempo
Asociar presaberes
con ideas del texto
Comparar y
contrastar ideas
principales con
presaberes
Establecer
relaciones de
causa y efecto.
Definirproblema y
solución
Diálogo con el
autor
Establecer conflicto
y solución
Fuente: Achaerandio y León (2019)
En todas las citas le falta escribir las páginas donde copiaron y le falta los objetivos
general y específicos y la hipótesis, vea el ejemplo que le envié, los objetivos
específicos son de planificación el primero, el segundo de desarrollo y el tercero de
evaluación.