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Cuentos

Este documento narra la historia de cómo la autora llegó a escribir estos cuentos. Comenzó cuando su madre la inscribió en clases para prepararse para rendir el examen de ingreso a la Escuela Normal con el objetivo de que se convierta en maestra, aunque la autora no quería ese camino. A pesar de no aprobar el examen, la autora descubrió su gusto por la escritura años después viviendo en la Patagonia.

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Cuentos

Este documento narra la historia de cómo la autora llegó a escribir estos cuentos. Comenzó cuando su madre la inscribió en clases para prepararse para rendir el examen de ingreso a la Escuela Normal con el objetivo de que se convierta en maestra, aunque la autora no quería ese camino. A pesar de no aprobar el examen, la autora descubrió su gusto por la escritura años después viviendo en la Patagonia.

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A MODO DE PRÓLOGO NUNCA SEAS

Quiero contar a grandes rasgos como llegué a escribir estos


cuentos, los que espero les gusten, al menos algunos, Todo comenzó el Nunca seas…
mediodía de una mañana primaveral de septiembre de 1950. Volvía de la -.Ramas sin hojas
escuela y cosa rara Chiche estaba en la puerta, ¿me esperaba a mí? ¿Para -.Vaso sin vino
qué? Sin anestesia me espetó: -.Reloj detenido
_ Mamá te anotó en lo de Bebi Martín Caballero, te va a preparar para que -.Ave enjaulada
rindas el examen de ingreso a la Escuela Normal, vas a estudiar para -.Habitación oscura
maestra. -.Libro cerrado
_ Nunca me habían hablado de este tema, ni de otro referido a estudio o -.Mástil sin bandera
trabajo. Jamás pinché ni corté. No me rebelé ni opiné, solo era “el gaucho -. Niño sin alegría
pobre”. Además, mamá nunca aceptaba un NO como respuesta. A las -. Río sin agua
catorce con un cuaderno de cien hojas, (que mamá había comprado), la -. Guitarra sin cuerdas
cartuchera con un lápiz y una goma, (las biromes no existían) partí rumbo -.Surco sin plantas
a lo de Bebi. En un mes repasé verbos, sustantivos, adjetivos, analicé -. Mazorca sin granos
oraciones, redacté, puagggg, repasé geometría, solucioné los problemas del -. Pintor sin pincel
Manual de Ingreso. Fui a rendir examen a la Escuela Normal Mixta General -. Verano sin frutos
José de San Martín, un edificio de dos pisos donde no conocía a nadie. Llevé -. Majada sin balidos
cuatro hojas de papel de oficio con margen y un secante donde había -.Fiesta sin golosinas
anotado todas las fórmulas de matemática. Ni bien entramos nos ordenaron -. Casa abandonada
dejarlas sobre una silla. La nota más alta fue 69, yo me saqué 22,70. En la -. Nido sin pichones…
primaria fui muy feliz. En la secundaria en cambio jamás encontré mi lugar.
Había chicas de la sociedad Tandilense, mis compañeras eran sencillas. Sé siempre un ser de luz, lleno de bondad e ilusiones, con
Ahora tengo un panorama abarcativo de esa época, parece mentira como el innumerables metas a cumplir
pensamiento nos presenta las situaciones como en un libro abierto, hacia En el devenir diario. Que tu grito de batalla sea: ¡Ni un paso atrás!”
atrás o adelante, es el maravilloso paso del tiempo. Sé que mamá se frustró
conmigo le hubiera gustado verme como una maestra de figurín, elegante,
siempre impecable al frente de un grupo de alumnos perfectos. En cambio
me vine a un pueblo del sur con calles de tierra, sin las comodidades que
teníamos en casa, ni hablar de la clase social de los alumnos y vecinos. A
partir de mi estada en la Patagonia, mi verdadero lugar en el mundo, he NOCHE DE REYES
vivido sesenta y tres años, siempre con mayúscula, variado, pleno, con
altibajos sorteando mil y un avatar, sacudiéndome para no darle lugar al Habíamos ido a pasar el verano a Tandil, era la noche del cinco de
desánimo. Siempre me gustó leer, con el tiempo le tomé el gusto a escribir enero del setenta
Mamá, nunca te lo dije, te agradezco eternamente que me hayas Volvíamos de casa de mi hermana después de ponernos al día con las
mandado a estudiar. noticias de un año de ausencia. Íbamos por una calle muy iluminada, era
tarde, todo estaba silencioso y desierto. De pronto, de una casa sale
Diciembre 2016 corriendo un hombre joven con una gran caja envuelta en papel de regalo
y se esconde detrás del auto estacionado en la puerta. En el interior de la cayó incansable la arena que despidió el Cordón Caulle y si para la gente
vivienda se escucha el llanto de un niño y la voz de una mujer tratando de fue una tragedia comprobar que todo quedó sepultado de arena y ceniza,
calmarlo. La escena fue rápida, breve. Agachado, asomando medio cuerpo cuanto más para la alegre pandilla no encontrar ni un yuyito asomando, ni
por detrás del auto, con una sonrisa cómplice nos die: ¡Soy el Rey Mago ¡ hojas en los matorrales, ni flores y mucho menos semillas.
Mientras nos alejábamos nos dimos vuelta varias veces a mirarlo. Pero a no desmayar siguieron volando y piando. Ahí es cuando traté
Sentado en la calle, la espalda contra el auto, la caja sobre las piernas, de devolverles con algo los gratos momentos pasados viéndolos. Todas las
esperaba paciente a que el niño se durmiera. Pensé en voz alta ¡Qué difícil tardes les ponía comida, aparecían dos o tres, se paraban cerca
se ha vuelto ser Rey Mago...! revoloteando, piando, se iban. Al rato otra vez, parecía una avanzada, se
diría que hacían la logística del caso. Al fin aparecía la pandilla posándose
en el alambre, el follaje del matorral es ahora una filigrana de miles de
ramitas secas que de pronto se veía llena de gorriones, siempre en
movimiento, saltando, corriendo, unos bajaban, aleteaban, picoteaban, se
iban y volvían juntan del suelo lo que cae, suben a las ramas, cambian de
lugar, el comedero nunca está solo, si pasa cerca una bandada de loros o
LA PANDILLA DEL ARCO IRIS chimangos se hacen a un lado y observan prudentemente. Cuando el peligro
se pierde en la lejanía viajan con la misma algarabía. No se preocupan por el
Cuando nos mudamos a la casa ellos ya estaban. Esto es muy minuto después, viven el momento, festejan la comida, como festejan la
importante porque nos recibieron como a buenos vecinos. Temprano nos primavera con los primeros brotes, festejan el sol y las flores del verano,
despertaban sus trinos y algarabía, en vuelo bullicioso pasaban del guindo festejan los colores del otoño, festejan cuando encuentran comida.
al ciruelo donde se perdían en el follaje. Los delataba el incesante gorjear y Se diría que su espíritu es un imperceptible polvillo de luz que una
el continuo movimiento. Al rato la bandada que a veces superaba los 30, vez liberado de ese pequeño cuerpo movedizo se esparce en el cosmos hasta
cruzaba la calle en cadencioso movimiento y se perdía en el sauco en flor. quedar atrapado en la lluvia para alegrar en el infinito con sus siete colores.
Para ellos el día era una fiesta, trinos, piruetas, aleteos. Si los
comparáramos con la gente sería la 12 de Boca, los piqueteros, una banda
de rock. Hagamos un alto para mirarlos, son chiquitos de color pardo, si no
fuera por el bochinche que hacen pasarían desapercibidos, son las aves más
humildes, nadie codicia sus plumas para adornos femeninos, ni los usa de
emblema. Si fueran a una fiesta serían los negritos quilomberos, esos que
alegran todo a su paso, inútil los chistidos de la lechuza o la mirada CAMINOS
penetrante del carancho para ordenarlos. Su alegría es un modelo de vida,
no en balde Diosito los protege. Los humanos tendríamos que interpretar Me gusta hacer los caminos a pie, librar el alma dejándola que vaya
más los mensajes sutiles. adelante, atrás, más lejos, más cerca. Confundiéndose con los vuelos de los
Así fue pasando el tiempo, a los calores del verano le siguieron los pájaros que parecen arrojados por el Creador, con un gesto amplísimo. De
colores del otoño. Los árboles perdieron sus hojas, alfombrando de colores sólo mirarlos dan ganas de irse con ellos, dan vuelta, se esperan, se alejan,
los patios. Ya no se los veía tan bullangueros. Hasta que el 4 de junio una vuelven. Siempre andan cerca como invitando a compartir su libertad. Me
espesa nube negra cubrió el cielo, a las cinco de la tarde se cerró la noche, gusta acariciar con los pies las piedras que alfombran los senderos,
relámpagos iluminaron la oscuridad, truenos admonitorios que no perderme en las sombras que se alargan al caer la tarde. Caminando no me
aceptaban quejas, sólo lo seguía el silencio. En silencio durante la noche alejo del lugar, sino termino formando parte de él, así por momentos soy
árbol, río, matorrales, trinos, planeos, altas cumbres, cañadones, nubes. Si y bellos jardines donde aún se conservan dos magnolias gigantes, palmera,
paso por una casa, aún con la puerta cerrada entro con los olores y los plátanos. El portón de acceso tiene dos hojas de fierro y reja, siempre están
sonidos. abiertas porque se necesitan varias personas para moverlas. Muchas veces
Caminos largos donde al ir lento permanezco en todo lo que me rodea. vi salir por ese portal al director, el doctor Tuculet, con sus bigotes que le
¡Qué decir del azul del lago a través del bosque! Siempre está ahí hermoso, bajaban hasta la barbilla, sombrero, saco a la cazadora, breeches, botas
sublime, aunque vuelva mil veces, estará, no pasa desapercibido y el día altas. En una mano la fusta y en la otra las riendas. Me quedaba extasiada
que no voy también está inmutable con su serena belleza, brindándola sin viéndolo pasar con su andar acompasado, liviano, grácil, pero a la vez
egoísmo. Caminos rurales. sólido, majestuoso. Los revivo y parece que los puedo tocar
Caminos urbanos siempre iguales, siempre distintos. Acariciados por ¿Qué pasa con los recuerdos? ¡Son tan nítidos! Es imposible pensar
mil brisas, alumbrados por el sol, bañados por la lluvia, iluminados por la que ya no están. Escuché a algunos decir que se mantienen en un mundo
luna. ¡Qué decir de otros caminos por donde nunca pasaré, me esperarán paralelo. Pero si así fuera no habría lugar para nada más. En el mundo hay
en vano. Seguro se vestirán de primavera, de verano, de otoño y de invierno tanta gente que ya no sabe qué hacer con su realidad, si a eso le sumamos
para los miles de paseantes que los recorrerán diariamente. Ah! Suerte que los recuerdos nos envolvería una nube negra, confusa. Mejor lo dejo para
tiene ellos que los transitan, pero la vida no alcanza para recorrerlos a más adelante.
todos.

LA MORGUE
MIS ETERNOS COMPAÑEROS
Este hermoso hospital tenía un pabellón para mujeres, otro para
A veces vienen al galope, en tropel, son muchos, variados, hombres, otro para niños, ahí regenteaba la hermana Liduvina, flaca, con el
desordenados. Cuando uno sobresale de los demás, insiste, vuelve en los hábito impecable y una eterna sonrisa. Los enfermos decían que no
momentos menos pensados, se amplía. Ante mi indiferencia se impone caminaba, un ángel la transportaba de cama en cama. Tenía manos de seda
dándome trompadas en la cabeza; al fin tomo el lápiz y durante varios días para arroparlos y hasta el más reacio a los medicamentos cuando ella se
hago anotaciones así como vienen: son los recuerdos. acercaba se quedaba con la boca abierta para que le diera más.
Este se relaciona con el hospital Ramón Santamarina de Tandil, quien En el jardín había estatuas, bancos de piedra, la glicina con sus
debe su nombre a un gallego que vino al país con una mano atrás y otra racimos de flores lilas bajo el tanque de agua, senderos de grava y aves en
adelante, dispuesto a hacerse la América y en honor a la verdad se hizo un los árboles. No todo era lindo, allá atrás como escondida estaba la morgue.
Tandil. Tanto dinero ganó comerciando que le alcanzó para regalarle a la Los comentarios de los mayores nunca fueron claros, medias palabras o
ciudad una Iglesia Gótica, un Hospital, dos plazas, la del frente a éste con fragmentos de conversación pescadas al vuelo nos hacía pensar en un lugar
una pérgola que la recorre de una punta a la otra. Este complejo se lóbrego, tenebroso.
encuentra en el barrio de la estación. A veces pasaba el furgón negro, con una caja grande donde una
El hospital se encuentra protegido por una monumental reja que persona entraba parada, atrás tenía dos puertas y tres escalones para
enmarca una manzana redonda, lo que obliga a las calles aledañas a tomar subir. Lo conducía un señor de traje, sombrero y anteojos negros. Cada vez
forma circular. Es un edificio neoclásico, con escalinatas de mármol blanco que lo veíamos se nos congelaba el espíritu, se apagaba la alegría, se
endurecía nuestro pensamiento, de sólo pensar que adentro llevaba una
doble hilera de ocho cajones para tirarlos o quemarlos no sabíamos dónde.
Recuerdos tangibles, lejanos de algo que ya no es.
TODO VALE ¿hasta cuándo?

Desde mil novecientos ochenta y tres comenzamos a tener


regularmente elecciones con todos los altibajos que traen aparejadas. Ahí se
destapan las ambiciones que los milicos supieron reprimir.
EL HOJALATERO Más o menos estos estos ciclos se desenvuelven de la misma manera.
Durante unos tres años todos se mantienen indiferentes, hasta que a
Este oficio nació allá por el siglo trece con el nombre de caldereros, medida que se aproximan las elecciones unos antes, otros después, los
porque se dedicaban a hacer los primeros calderos de los que se tienen candidatos despiertan con una virulencia difícil de pasar desapercibida.
noticias. Pasó el tiempo y como todo cambia, cuando lo conocí era un oficio Todo vale. No hay límites entre la desmesura y el pudor, entre la
muy humilde. Quienes se dedicaban a él eran los gitanos, pero como, se repugnancia o la indecencia. Llegan a amenazar a la gente con el caos si no
sabe la fama que éstos tenían (ladrones de niños, hechiceros y todo lo que los votan.
quisieran endilgarle) impedía que nos acercáramos. La virtud, si la tienen, se guarda para cuando termine la vorágine de
La vez que fuimos a llevar un fuentón para que le cambiaran el fondo, preguntas, debates en la tele, mesas redondas, exposiciones, donde cada
llegamos a una casa en las afueras del pueblo, una vivienda en Villa Italia uno quiere apabullar a su opositor, agradar al posible votante a quienes hay
donde por primera vez vi calles de tierra .Un cerco de madreselvas tapaba que convencerlos de cualquier manera, además prometer cualquier cosa
la casa de ladrillos que alguna vez la habían pintado de blanco. Se entraba aunque nunca se los consulta sobre sus necesidades, Sobresale el que tiene
por una puerta de alambre a un jardín exuberante, donde plantas llenas de más dinero para repartir, alquila locales, llena todos los espacios permitido-
flores crecían por doquier, este era el lujo de esa época austera. En un o no-con afiches donde se los ve sonrientes. Así los tenemos en paredes,
galpón al fondo tenía el improvisado taller donde se amontonaban vidrieras, alcantarillas, vehículos, remeras, hasta desde las piedras nos
cacharros de todos tamaños. sonríen. Paralelo a esto hay un movimiento inusitado de vehículos que se
Lo encontramos encorvado, martillando con golpes precisos ese acercan a los barrios más humildes movilizando a las personas con reparto
círculo de latón que encajaba a la perfección en el fondo de un balde. Nos de colchones, chapas y quién sabe cuántas cosas más. Se ve gente nunca
dio la bienvenida con una sonrisa que le iluminó la cara, a pesar de las antes vista, en largas colas para recibir lo que naturalmente les
arrugas parecía que la vida le bailaba en los ojos claros. Poco cobraría por corresponde, pero por decisiones gubernamentales muy arteras les fue
su sencillo trabajo al que acudían clientes tan modestos como él, los que retaceado y se los humilla haciéndoles sentir que son merecedores, solo en
seguirían usando el fuentón arreglado, donde la ropa no solo se lavaba, se época electoral.
acariciaba, era el mimo que indirectamente se le hacía a la familia. Ahí aparece el dinero que nunca hubo para arreglar escuelas, hacer
Lo que nunca supe fue en que momento pasamos de ese tiempo lento cloacas, viviendas, llevar agua potable a los barrios y tantas cosas que tanto
y tranquilo cuando se caminaba con los pies sobre la tierra, a esta época conocemos de sobra, pero igual las obras no se terminan.
acelerada y virtual. Fue como apagar la luz al terminar el día y a la mañana Uno solo llega, los demás volverán en las próximas elecciones a repetir
siguiente empezar otra era. el mismo itinerario.
Me gustaría verlos el día después para decirles que duele verlos
descarnados, mostrando su miseria por conseguir un puesto desde el cual
no cumplirán ninguna promesa que ni recuerdan haber hecho.
Mientras tanto quienes no recibimos chapas, colchones o dinero por El esperaba parado en el cordón de la vereda, el bolso en el suelo,
estar trabajando, seguimos esperando que algún día nuestros gobernantes apretando contra su pecho la computadora, campera varios talles más
sepan administrar el dinero público. grandes, pantalón fondilludo, expresión azorada.
En el viaje ella no dejó de hablar, Omarcito se sentía apabullado,
por suerte en dos o tres días terminaría su trámite y volvería a la
tranquilidad de su habitación. Allá iba saltando el auto que su prima
manejaba con maestría, esquivando pozos a medida que el camino subía,
bajaba, doblaba, hasta que la oyó decir –Llegamos- ¿Dónde?, él solo veía
OMAR Y LA COMPUTADORA piedras.
Tomó su bolso y la computadora, caminó detrás de su prima que
Mucho le costó tomar esta determinación, pero era cuestión de cargaba cantidad de bolsas con las compras las que fue acomodando en
supervivencia por lo tanto no fue él quien decidió sino la necesidad. la cocina.- Primo suelta eso y ponte cómodo.
Omar. Omarsito para todos, en los treinta y tres años de edad No. No. Él se sentía cómodo apretando su computadora. La colocó
por primera vez en su vida irá al campo, Saldrá de esa habitación sobre la mesa e intentó hacerla andar, para su desesperación, luego de
maloliente donde ha vivido prácticamente enchufado a la computadora. un largo rato de manipularla debió admitir que no andaba. A punto de
La tecnología no tiene secretos para él; M P3, WI FI, Mayls, ordenadores, desmayarse su prima lo mandó a dormir. Lo despertó el olor a café y pan
programación, Chips, Chat… Su mundo es: la cama, al costado el recién horneado.
escritorio sobre el que está la computadora. Desde ahí recorre el mundo La energía de Maricel para encarar la vida la había heredado de su
en forma virtual, conoce e incorpora los últimos adelantos tecnológicos. abuelo, además ella le ponía optimismo. En contraposición él parecía un
Le molesta que lo interrumpan. No sale ni a la hora de las comidas. Su pollo mojado, lo único que atinó a decir fue:- Espero terminar pronto mis
madre cansada de llamarlo optó por prepararles distintos alimentos que trámites para volver a casa y no molestarte más.
coloca en la punta de la mesa, él los engulle sin mirarlos. - No sos una molestia sino bienvenido ya que a mí también me interesa
Este invierno la vida de Omarcito tuvo un quiebre brutal, falleció arreglar esta situación.
su mamá y su mundo cambió totalmente, la madre era el único cable a -Para eso traje la computadora, ayer no la pude hacer andar pero ahora
tierra, el único contacto humano con el exterior. Su padre falleció siendo la enchufo y desde esta cocina hacemos todos los trámites, solo nos
el muy pequeño, fue cuando se vinieron del campo. Muerto hace mucho resta después ir a firmar.
su abuelo, muerta ahora la madre, se terminó la comida, así de simple, _ Ella rió- no sé dónde se puede enchufar ya que no hay corriente
así de abismal. eléctrica, el molino solo provee energía para dos focos encendidos a la vez
Alguien lo conectó con la prima encargada del campo. si estamos en la cocina no prendemos la luz en el dormitorio.
Cuidadosamente colocó la computadora en el bolso y abrazándola Otra vez se aterró, ante la sola idea de no poder usar la computadora. -
con mucho cariño hizo el viaje hasta el pueblo donde lo esperaría Bueno –iremos a un locutorio.
Maricel. A partir de ahí dos mundos se juntaron. - Lamento decepcionarte pero en esta zona montañosa no hay señal, así
De un Renault seis que venía tosiendo y como si fuera el último que veremos como arreglamos esto....
viaje antes de desarmarse, bajó con una sonrisa su prima al grito de; - Para todo hace falta dinero – dijo Omar.
¡Omarcito! Vaqueros, zapatillas, remera, rulos atados en una gran cola, - Descartalo, prácticamente vivo del trueque.
ojos vivaces. - ¡Cómo y el campo!
- ¡Hay Omarcito!, dijo Maricel con un hondo suspiro – El abuelo lo fue quien le habló de la solidaridad de los vecinos, la utilidad de los animales
vendiendo de a poco para mandarles el dinero a ustedes, solo queda el y la huerta. Todo esto lo había visto alguna vez en la pantalla, nunca en
pedrero donde construyó la casa y cuatro hectáreas que las siembra un vivo y en directo... Una vez que bajaron al valle una vaca mugió a su
vecino y me da unos pesos cuando vende la cosecha. Para el consumo espalda, Omar quedó paralizado e impelido al rincón más oscuro de la
tengo detrás de la casa un gallinero, tres vacas que en invierno las llevo cueva de Alí Babá tapiada herméticamente sin vislumbrar por ninguna
a un campo lindero para que pasten, en verano las traigo y no necesito parte la computadora salvadora. Entre risas Maricel empujó al manso
que otro las ordeñe, así hago queso y manteca. Además seis chanchas animal mientras Omar se volatilizaba.
para cría de lechones Navideños. _ Sabes primo, yo te conocía por los relatos del abuelo que nunca
A medida que la escuchaba hablar, Omar pensaba que estaba en aprobó que su preferida y muy amada hija Sara tuviera un hijo con ese
un planeta extraño. Donde quedó su mundo virtual en el que se movía individuo sin tener en cuenta el destino que él le tenía preparado. A
como un pez en el agua, con situaciones resueltas al apretar una tecla y pesar de eso nunca dejo de mandarle la parte que le correspondía por el
dar órdenes en inglés Donde con abrir la página correspondiente pagaba usufructo de los beneficios del pequeño campo, decía que algún día
las cuentas sin moverse de su escritorio o se conectaba con Valentín su vendrías a disfrutar este maravilloso lugar donde formas parte de los
amigo que ahora vive en Nueva York quien por medio de teleconferencia sonidos del arroyo, donde te acuna el mugir de las vacas o los pollos se
no se cansa de mostrarle los progresos del país del norte. te acercan piando para agradecer así la comida que le traes. Donde el
Decidió no dejarse llevar por la desesperación y muy calmado dijo; amanecer es una fiesta de colores para que goces el día o al atardecer te
-Esta tarde iremos al abogado del pueblo, él arreglará la sucesión. sientas a contemplar el paso sereno de la luna blanqueando los campos,
-Omarcito, no estamos en la ciudad, aquí no hay abogado, solo viene lo álamos, los cerros.
cada tres meses si alguien le encarga un trabajo. Pero no te preocupes Demás está decir que nada de esto oyó Omar, solo sintió el abandono
ya hablé con él la última vez que vino y dijo que podía encargarse de y la traición de la tecnología que él consideraba por sobre la creación.
todo a su vuelta, si vos también estabas de acuerdo.
Después de esta conversación Maricel se fue a atender los animales.
Omar sintió que el cielo se desplomaba sobre su endeble cuerpo.
Odiaba estar en ese lugar ajeno donde la computadora no funcionaba,
sin un peso para volverse, ni posibilidad de conseguirlo. Salió de la
cocina y solo vio un mudo paredón de piedra. Entró. Apretó los ojos para
no ver nada, solo sintió que su corazón latía desenfrenado. Más calmado CON OLOR A EMPANADAS
volvió a salir, tomó una gran bocanada de aire y el entorno no le pareció
tan atroz. La casa era sencilla estaba en una loma desde donde se podía En forma ininterrumpida durante los últimos veintiséis años se viene
ver a lo lejos una arboleda en el valle, algunas vacas, el camino por realizando el Encuentro de la Mujer. A partir de ahí todo el país huele a
donde llegaron. El muro que en un principio pensó que tapaba el mundo empanadas, participan no solo quien las hace sino también quien las
estaba bastante alejado, no era tan alto, decidió que algún día lo subiría.
compra.
Al costado de la casa había árboles cargados de fruta, un cerco de piedra
separaba la huerta del gallinero, desde donde se oía el alboroto de las Entonces se cumple el primer objetivo de esta movida. Si el
gallinas y el piar de los pollos a los que estaba alimentando Maricel.
pensamiento, los deseos, las decisiones tuvieran cuerpo se vería el
_ ¡Que fastidio no poder usar la computadora.- los días se hicieron
larguísimos e hizo esfuerzos sobrehumanos para entender a su prima, movimiento. Como solo está en la voluntad es una fuerza subterránea que
impulsa a cada mujer que se prepara a concurrir a arremeter como toros. pasos por estar descalzos. Sé que un pochoclero se paró cera por el aroma
No se ponga delante o trate de obstaculizarlas. que invadió la tarde. Todo esto se opacó al ver el paso de las nubes.
Blancas, algodonosas en el cielo añil, en la lejanía algunas pinceladas
Llegada la fecha se ponen en marcha los colectivos cargados de
hablaban de vientos que corrían en la altura. Inmediatamente cambiaron de
mujeres de todas las edades o clases sociales, las hay rubias, morenas,
forma y lugar.
altas, bajas, gorditas y no tanto, es la clásica mujer argentina, libre,
soñadora, suficiente, con una meta o un mate para romper el hielo y salvar Allá venía al galope un caballo levantando nubes a su paso las que
las distancias. Son miles, pero individuales en su desafío. formaban piedras, olas, hojas, que se desintegraban hasta ser alcanzadas
por un barrilete juguetón. Cuando miro atentamente todo desaparece.
Cada una se enriquecerá con el contacto y el intercambio de
Pensar que algunos hablan de las nubes diciendo: cúmulos, nimbus,
opiniones. En cada taller habrá diferencias entre norteñas o sureñas, las
cirrus, como algo confuso y si vienen oscuras hay que encerrarse.
une el deseo de modificar pautas o situaciones, algunas dolorosas que
traban el crecimiento personal en esta sociedad machista en decadencia. Ese día me sentí parte de la divina creación y aun estando de
espaldas en la arena floté, jugué con ellas, subí, bajé me despeinaron, me
Sería hermoso poder entrevistarlas para saber que se llevan en su
zambullí adoptando las formas caprichosas que me regalaron. Por
corazón de este encuentro. También veamos que dejaron, porque a pesar de
momentos arriba o abajo, entre flores, monstruos juguetones que se
las voces contrarias de esta ciudad fenicia donde todo se compra vende,
desvanecían ante el avance de grandes perritos... portales por donde espiar.
donde las quejas y el llanto de los comerciantes no cesa por ser baja
En todo momento viví la felicidad de ser acunada suavemente y la completa
temporada o turistas gasoleras, el encuentro fue un regalo inesperado que
libertad ingrávida, mecida por blandos movimientos. Aunque mirara
dejó mucho dinero aunque no quieran reconocerlo .Lo más jugoso para cada
atentamente el ojo perdía el sutil movimiento que desarmaba todas esas
una fue el haber participado y todas las anécdotas que dejaron a su paso.
estructuras.

Era una visión de la vida resumida en una tarde, un momento y un


espacio que no dejaba huellas, como el vuelo de las aves, o el paso de los
navíos en el océano

UNA TARDE EN LAS NUBES

Fue un verano inolvidable. Esa tarde estaba en la inmensidad de la


playa como un diminuto Vitrubio compuesto por minúsculos granos de POR LOS CAMINOS DE SAN DIEGO
arena, abarcando con el gesto hasta el infinito.
Diego Armando Maradona es hasta ahora el mejor jugador del mundo.
El murmullo acompasado de las olas se repetía con un ritmo Hizo la felicidad de hinchas y también de los otros. Dueño de un juego
limpio, no tenía necesidad de protagonizar agresiones porque él no jugaba
constante. Se oían voces de gente jugando al tejo, de los que no se oían los
sólo con los pies, sino en cuerpo y alma, fue un virtuoso en lo que hacía.
Cuando iniciaba la carrera hacia el arco, tomaba la pelota, que no era otra
cosa que una prolongación de su cuerpo, la acariciaba, le transmitía el
deseo de hacer el gol, entonces no era más él, sino Dios que la llevaba. A su
alrededor todo se detiene y… ¡¡¡GOOOOL!!!
Sólo tres letras, la o se estira hasta dar la vuelta al mundo. Era tal el LA BUENA MELEZCA
júbilo que se apoderaba de los fanáticos, grandes, chicos, no había
distinción de raza o condición social, color de piel o religión, alegraba a Este año el viejo sol maduró los racimos que las generosas vides no se
todos por igual, festejando esa brevedad que aún perdura en el recuerdo. cansan de producir. Los vendimiadores cargan sus canastos rebalsándolos.
Los que somos sus admiradores agradecemos esas jugadas gloriosas, no lo A su paso hasta el camión, van perdiendo uvas saltarinas, que alfombran
cuestionamos, siempre será el mejor las hileras.
Pero están los “malco”, los que nacieron para pito, los que sólo ven las ¡Vamos niños juntemos, juntemos, de ellas saldrá nuestro vino!
sombras que produce el sol al bañar los objetos, los que le buscan el pelo al Así año tras año se elabora la melezca, no por ser de uvas recogidas
huevo. Esos siempre hacen comentarios mal intencionados. Diego anda por del piso el vino es sucio, como lo llamas los que conocen el vino del
el mundo con sus piernas cortas, su frente muy alta y una lengua muy almacén.
larga. Se anticipa a la crítica, les adivina la intención, tiene una respuesta - Mamá queremos jugar.
genial para cada cuestionamiento. - Después niños.
Una vez venía caminando, sacando pechito, rodeado como siempre - Después estamos cansados
por muchos que lo quieren tocar, un fotógrafo engolosinado por tener la - Les haré pan de chicharrones y tortillas.
primicia lo golpea con la cámara en la cabeza, Diego se detiene se toca la Así habla Jorgelina mientras Antenor gasta el día vendimiando. Hoy
parte golpeada y le dice: ¿No podes ser más pelotudo? viene el compadre, Antenor lo recibe con un brindis, son compañeros de
También está Feldmann de impecable saco y corbata, engominado, cosecha, saben del cansancio al atardece, saben elegir los mejores racimos,
con cara de vizcachón, no puede tolerar verlo regalar sonrisas por el mundo, sufren el peso de los canastos. Lo invitó a disfrutar la melezca, ése vino que
le dice destilando ponzoña, verde, burbujeante, ¡Me da asco verlo con esa se convierte en miel al pasar por la garganta y afloja los recuerdos. Ríen y
jogineta inmunda!” a eso se le suman agresiones por todos los wines y por vuelven a brindar. Levantan la voz. Jorgelina se acerca – viejo no beba más
cualquier motivo, la respuesta del crac es lisa y llana: “Que me la sigan –a Antenor se le llenan los ojos de lágrimas, se indigna. Con algunos tragos
chupando” son respuestas populares, de potrero, más de uno desearía pasó de la euforia a la tristeza y de ésta a la bronca – déjeme disfrutar con el
darlas, pero, no les da el pinet, sólo es para quien está por encima de todas compadre, es la única alegría que nos permitimos, en la cosecha
las estupideces e imbecilitudes mezquinas, rastreras. compartimos sudores, esfuerzos, ilusiones. La realidad nos iguala.
En ocasión de ser técnico de un equipo turco, un periodista porteño ¡Mi hermosa paloma! ¿Se acuerda cuando nos conocimos? Yo quería
cruza el atlántico para decirle exclusivamente: “Tu equipo jugó dos partidos ser su gavilán y llevarla muy alto a un nido digno de una princesa – dice
y los perdió, ¿Qué tenés para decir de eso?” golpeando la mesa con el puño.
¡¿Por qué no te vas a la puta que te parió?! - Míreme ahora volando bajo, a la altura del piso donde están los
No siempre son tan groseras las respuestas, en una ocasión para viñedos (claro, del patrón) ¡Beba usted también!
contar que a veces las dificultades lo superan dijo: “Es como remar en dulce La mujer acuesta a los niños y escucha a los amigos cantando
de leche” O para describir al presidente de Boca “Yo creí que Macri era tonadas, brindando muchas veces, hasta que, tarde, su marido se acuesta.
Rockefeller y resultó el cartonero Báez” Duerme inocente palomo en la paz de tu humilde nido al calor de tu paloma
Siempre lo seguiremos por los caminos de San Diego, en pos de y los pichones. Duerme tranquilo que siempre habrá grandes viñedos
respuestas propias de un filósofo popular.
cargados de racimos y patrones, tacaños, que te buscarán por ser el mejor
vendimiador

TRES VESTIDOS BLANCOS ETERNUM

En pleno ocaso no puedo dejar de agradecer a la vida, esta vida que


El primero que tuve fue a los ocho años cuando tomé la Primera me acompañó tantos años, la única, la mía, la que jamás me abandonó.
Comunión. Lo hizo mamá, largo con poca tela y al decir de Chiche (mi Leve como un suspiro, el espíritu, pequeñísimo, como un mosquito, su
hermana mayor)” chupado”, manga larga, cuello bebé, guantes, limosnera y picadura recorre todo el cuerpo. A veces me sobrevuela y otras no sé
una rama de azucenas que pasaba de una mano a la otra, no faltó nada de exactamente donde está, solo sé que no me pierde pisada.
todos los detalles obligatorios para la ocasión.
Con el paso del tiempo solo me quedo la foto con cara de espanto y el Juntas transitamos los más variados viajes y aunque alrededor las
recuerdo de una visita a la casa de Eduvigis Nágera quién me convidó una condiciones fueran favorables o adversas, jamás me traicionó ante el
rodaja de pan con una tableta de chocolate para la taza, ¡exquisito! No sé a mundo, aunque después me lo cobró, ¡vaya si me lo cobró con usura! Nunca
qué fuimos ahí ya que mamá la criticaba siempre, no había chicos en esa
se le pasó por alto ni el más mínimo detalle, ya fuera, para aprobar lo bueno
casa, ni hablar de fiesta o agasajo. Fue una maratón en esa calurosa tarde
de verano por casas que nunca más visité. Pero había que cumplir con o resaltar los errores. Una y otra vez los ponía sobre el tapete como
normas sociales. recordatorio. Jamás programé nada con ella, ni la invité, pero siempre
El segundo vestido blanco lo hice para cuando me recibí de Maestra estuvo silenciosa, invisible a mi lado. Cuantas veces parecía insignificante
Normal Nacional, tenía campana plato de organza forrada. Lo usé dos veces, la situación diaria; madrugar para ir a trabajar, cocinar, limpiar la casa,
en la cena de egresada en el Palace Hotel y el baile en el salón Blanco del pero no era solo eso, era compartir el día con optimismo.
Palacio Municipal. La sensación que me quedó fue de estar flotando en una
nube de felicidad, no era yo, ropa extraña, todos sonrientes. Hoy no me Llegó un momento que en pleno día las tinieblas se apoderaron de mi
acuerdo que pasó con ese vestido. mundo, garras tenebrosas, aliento fétido lo recorrían y en es obscuridad no
El tercero fue el de casamiento, lo hizo mi querida tía María. La había donde esconderse. Lúgubres aullidos aturdían alterando el ritmo vital.
Iglesia está frente a la casa por lo tanto el viaje hasta ahí fue una
Luego de una eternidad nos volvimos a encontrar, rotas, tristes,
extravagancia. De vuelta de la casa de fotografía. La cena. Bailar dos o tres
piezas y partir. Lo que más recuerdo era el peso de las miradas, nunca me incompletas, lastimadas y en silencio nos unimos apoyándonos
sentí cómoda con todos esos ritos, usanzas, modas impuestos no sé por mutuamente. Durante mucho tiempo pensé para que tenía tanto cielo sobre
quién pero se debían cumplir a rajatabla. Ahí anduvo el vestido como un mí si solo ocupo medio metro cúbico y camino por la tierra.
trofeo, envuelto en papel azul, yendo y viniendo por los distintos domicilios
hasta que pasados doce años, cuatro hijos, separada, con la realidad Hasta que comprendí que nada es casual todo está a nuestra
cotidiana de tener que trabajar para sobrevivir, lo aproveché e hice dos disposición para felicidad personal. A partir de ese momento he recorrido el
cortinas. Al fin le vi la utilidad y me pude librar de la tiranía de los cielo en todas direcciones, paseando a mis nietos, festejando cuando
protocolos que solo conforman a los demás. recibían sus diplomas escolares, apagando las velitas de sus cumpleaños,
acampando con los cinco: Rodri, Gero, Dana, Mati, Aimé, ahí no hay cielo compañía incondicional, la belleza de sus cuerpos y la enseñanza que nos
que alcance, te cobija, te elevas, te expandes, tanto de día como de noche, deja sus variados modos de vida. Agradezco también la explosión de las mil
tampoco hay golpes bajos ni reclamos, solo deseos de más, más, más. flores que gratuitamente, día a día ubérrimas se brindan a todos sin
Cuando al fin aterrizas te encontrás con una nueva experiencia, con que ninguna restricción. Todo eso formó parte de treinta mil y más días de mi
maduraste. Agradecés porque valió la pena. vida vivida hasta hoy.

Nada se negocia ni se programa, de súbito te encontrás con la


realidad y la decisión a tomar es inmediata. Voy por el mundo con este
cuerpo cubierto con ropa que se cambia con lo que dicta la moda para las
cuatro estaciones, lo que es aleatorio, lo importante es el espíritu quien
empuña el timón para guiarlo en el viaje infinito, tratando que todo valga la
pena, no solo para mí, sino derramando a mi paso, optimismo, buenas TIEMPOS
ondas, buen humor.
¡Cómo cambian los tiempos!... ¿Pero qué tiempos? Porque hay distintos
Vi florecer muchas primaveras, es un halito tenue pero tiempos. Tiempos de alegría, de tristeza, de reflexión, de paz, de agitación,
ininterrumpido que se mete dentro de cada ser vivo para que renazca .es de riqueza, de escasez, de responsabilidad, de ignorancia, de bonanza, de
entonces que cada uno sin saber porque siente alegría, se llena de proyectos perplejidad, de amor, de odio…Hay tantos tiempos como personas y cada
e interactúa con una fuerza avasalladora que se volverá a renovar en una persona a su vez tiene muchos y distintos tiempos.
nueva primavera.
Hoy les voy a hablar del tiempo del ciprés abuelo, éste vivió cientos de
Agradezco que papá haya tenido una biblioteca para iniciarme en el años sobre la loma desde la que oteaba el lago, hasta la otra orilla, las
hábito de la lectura. quebradas hasta el fondo sin que nada se interpusiera, ni escapara a su
vigilancia. ¿Quién sabe cuántas heladas, soles, vientos soportó en su larga
Agradezco el haber crecido junto a mis hijos. vida, cuantas aves cobijó en su follaje con la alegre sinfonía de sus trinos,
Agradezco la existencia de los grandes ventanales, porque a través de Pasando el tiempo los primeros viajeros hicieron un alto a su sombra
ellos pude ver muchos mundos. Mis sueños no eran ambiciosos ni para reponerse de su cansancio y el de sus cabalgaduras, confiados en la
extraños, jamás desee lograr idus de marzo ni calendas griegas, solo protección desinteresada de ese árbol que siempre los esperaba en el mismo
agradezco el haber acumulado friísimas nieves de junio, ver casas, calles, lugar. Pero así como pasaba el tiempo para él, también pasaba para la ola
campos debajo de cielos celestes y algodonosas nubes brillando con los de progreso que inexorablemente avanzaba.
rayos del sol, espectáculo que impacta nuestra pequeñez y fortalece el
espíritu. Fue testigo de actos fundacionales, apertura de comercios,
asentamientos de nuevos pobladores, de caminos que se abrían para
Agradezco a todo lo que tiene vida en la naturaleza, árboles que dan facilitar el paso del cambio. Fue testimonio de actos escolares en festejos de
sombra, cobijo, madera, fruta. Animales no solo por el bife, sino por la fechas patrias, presenció el paso de largas filas de pequeños con blancos
delantales, de autoridades vestidas para la ocasión con música de bandas y
discursos alusivos
E L L A S
¡Qué lindo hacer una fiesta bajo un árbol, como los druidas bajo el
Hice la primaria en la escuela N° 11 Bartolomé Mitre de Tandil, en esa
muérdago, es una conexión con los dioses! También fue testigo del arribo de
poca íbamos a Clase hasta los sábados y terminé en el Año del Libertador
personajes importantes, quiénes llegaban colmando su espíritu aventurero
General San Martín.
al arribar a este confín donde solo les esperaba la belleza inconmensurable
del lugar. Mi maestra de primer grado fue la Srta. Mengibar, de cara redonda,
llena de pecas, jamás levantó la voz, su presencia rezumaba bondad,
Pero empezó a llegar mucha gente quienes para construir su casa
parecía que no tocaba sino acariciaba todo a su paso. Me sentí como un pez
limpiaban el terreno. Limpiar equivale a sacar matorrales, yuyos, piedras
en el agua. Aún conservo el pato de paño lenci que me hizo para guardar
y como el aluvión era constante, les molestó este árbol que les impedía
pañuelos.
pasar.
En segundo grado mi maestra fue la señorita Fernández Ávila,
Un día muchos hombres armados de sierras, hachas sogas…,
delgada, peinado alto, delantal entallado impecable, tacos altos. Era una
herramientas asesinas, fue volteado ante la mirada indiferente de muchos.
muñeca Marilú en el aula, colmaba mi admiración. Con mis compañeras
Quienes lo cortaron festejaron el esfuerzo. Nadie imaginó el dolor de ese
hacíamos grandes rondas en el patio embaldosado, repitiendo cantares sin
gigante al caer, inútil el estrépito y el temblor que produjo el ramaje y la
cuestionar el significado de esas historias, volvíamos al aula con esa
hojarasca, en un rato de trabajo y sudor desaparecieron cientos de años,
alegría inocente que nos proporcionaba la vida sin problemas.
Nunca más las aves harían sus nidos en él, nunca más su copa protegería
al caminante, ni su follaje cortaría el viento del oeste. La maestra de tercer grado fue la señora de Ballesteros, era una
dulce matrona. Ese año comenzamos a escribir con tinta, pluma cucharita
Una vez en el suelo un gran número de personas se abalanzaron
para el trabajo diario, para trazo más fino: pluma inglesa. La colocábamos
sobre el gigante abatido hasta no dejar más que algunas tablas, aserrín y
en una lapicera de madera, mojábamos la punta en un tintero de cerámica
algo de leña, no quedo ni la memoria de su hermosa vida. Pero ¿qué fueron
que entraba en un huequito del pupitre, a su lado en una tabla horizontal
cientos de años ante la velocidad de los tiempos que corren?
se ponía el lápiz en una ranura. Todavía tengo el Libro del Idioma que me
Dicen que estaba frente a donde hoy está el Hospital, el asfalto cubrió regaló la maestra.
todo, nadie imagina al pasar raudo (¿ hacia dónde?) por esa arteria en
En cuarto grado mi maestra fue la señora de Otero, morocha, se
bajada, que ahí hubo un árbol que muchos tomaban como referencia.
maquillaba diariamente y cubría su peinado con una finísima redecilla la
que no permitía que se escaparan sus rulos. En toda la escuela se corría la
voz tachándola de muy mala. Mala no, exigente con la prolijidad, las tareas,
los modales. Nos hacía subrayar con tinta y con lápiz rojo, las carátulas dé
cada mes tenía en el ángulo superior izquierdo un cuarto de círculo
realizado con dos líneas; una de tinta azul y la externa de lápiz rojo donde
hacíamos un pequeño dibujo, a continuación las palabras correspondientes
LA OTRA HISTORIA DE ADELEIN
al mes, curso, cuaderno A o B, nombre del alumno se subrayaba con tinta
y con rojo, separados por dos renglones y una línea a cada lado de dos
centímetros de color azul.
Mi vida fue siempre muy concreta, cumplir horarios, cocinar, limpiar.
Los cuadernos de clase a fin de año se encarpetaban con tapas de Desde el fondo del fuentón, al ritmo del fregado parecía que salían voces
cartulina y se exponían junto a las labores. El día anterior a la fiesta de fin diciendo; es hora de un cambio. Mi cabeza descartaba una a una todas las
de curso cada niño ponía sus trabajos y la carpeta sobre el pupitre posibilidades, pasaba el tiempo y ninguna me atraía, hasta que: eureka! Se
esperando la llegada de los familiares que recorrían las filas. prendió la lamparita! Aprendería volar.
Ese año bordé una sábana, la funda, una carpeta y el consabido De ahí en más los cinco sentidos estuvieron al servicio de esta
pañuelito. Aún conservo los cuadernos de los seis años de mi paso por la empresa, en una caminata, cuando el deseo y la ilusión eran más fuertes
primaria. ¡Sra. Otero nunca se lo dije, fue un placer haber sido su alumna! que la realidad, se produjo el primer vuelo. Fue un día de verano
caminando por la montaña; ¡me elevo!, la sensación es sublime, la alegría
En quinto y sexto mi maestra fue la señora Lizarrague. No sé si por
me desborda, me aturde, me siento tan atolondrada que río estúpidamente.
ser mayor o ya adquirir espíritu crítico con esta maestra no tuve gran
Me calmo y me oriento, sigo el agua de los deshielos que salta entre las
afinidad, esto me dio lugar para disfrutar las compañeras y amigas, además
piedras formando cascadas de friísimas aguas cristalinas, luego sigue
en ambos años tomó licencia y la suplantó la simpática señorita Rodríguez.
culebreando libremente por el verde valle, sube el ladrido de los perros y el
Las actividades seguían la misma rutina, la clase de lectura se hacía perfume de las mosquetas calentadas por el sol.
pasando al frente con el libro en la mano izquierda así poder volver las hojas
Cuando una brisa se atreve cabecean las melenas de los coirones,
con la derecha, mientras la maestra hacía el registro o la carpeta. Para
vuelan entre las flores las mariposas, gorjean, pian, arrullan su felicidad las
mejorar la caligrafía solíamos escribir lentamente un renglón de una letra
aves. Es tan hermoso volar que lo hago siempre, cualquier hora es buena
sin levantar el lápiz. Los problemas tenían planteo, solución, respuesta. Fue
para hacerlo. Por las noches vuelo cerca de casa, las luces de la calle
una etapa muy linda, nunca sabrán estas seis maestras la impronta que
parecen estrellas terrestres, hago piruetas floto hacia arriba y hacia abajo,
dejaron, fueron seis años donde se brindaron abiertamente en pos de
me junto con todas, las acaricio, las cambio de lugar, me aceptan son mis
formarnos en los mejores hábitos, de ello quedó una lucecita encendida que
amigas. Me animo algunos días a sobrevolar la ciudad es como el plano de
solo se apagará con la vida
google. El otoño con sus colores es un escándalo para la vista y la
percepción, quisiera quedarme siempre en ese punto pero comienzan los
fríos.

Empiezo a practicar para sobrevolar lugares cerrados. Mi primera


visita es el teatro, entro en la penumbra, todas las butacas están ocupadas.
A medida que transcurre la obra el aire se hace irrespirable, son las -Otro dijo: He recorrido los barrios, conozco las necesidades de la
emociones que no tienen cuerpo pero al elevarse se expanden. Me cuesta gente. Pero… ¿Qué necesita la gente? Zapatos, medias, pantalones, lencería,
salir casi pierdo la campera en el forcejeo. camperas, carteras, gatitos, perros de todas las razas y colores, guardianes,
simpáticos y cariñosos. Jardines, sillones nuevos, batería de cocina, vasos,
Mi próximo sobrevuelo es en el gimnasio de Bomberos, hay más
cubiertos, platos, revistas, perfumes si son franceses mejor, anteojos para el
espacio, elijo una fiesta infantil a la tarde. A penas entro oigo el gritito
sol, torta de cumpleaños, equipo de camping (carpa, mesa, pelotas, short,
agudo de una nena diciendo: ¡Esa señora que entró volando no pagó la
zapatillas, etc.) Viaje de vacaciones para la familia y todo lo que a cada uno
entrada! ¡Me cacho! ¡Me cacho! Salgo cabizbaja, arrastrando los pies,
se le ocurra. Somos cien mil votantes saquemos cuentas. El que habló así
además de volar tendré que aprender a hacerme invisible.
tampoco ganó.

- Otro que es un dinosaurio petrificado dijo: Dejemos atrás el pasado.


Pero… ¿A qué pasado se refiere? Al de él que hace veinticinco años que está
en un cargo público? Dice que aprendió mucho de política y no hay ni una
obra a la vista atribuible a su gestión ¿Querrá seguir aprendiendo a costillas
del pueblo que lo banca? ¿Qué más quiere aprender? ¿Y si es el pasado del
OTRA VEZ ELECCIONES
pueblo? Bueno, hay de todos los pelos y marcas, si eran delincuentes les
Cuando se acercan las elecciones se pone en movimiento un grupo de deseo suerte pues serán perdonados, si se trata de quienes laburaron toda
gente que forma una alegre troupe, son seres que viven en el anonimato y la vida para lograr cosas ¿Deberán dejarlas tiradas y empezar de nuevo? No
de golpe son protagonistas de la avant premiere, con un libreto para la sé qué quiso decir. Ése tampoco ganó, nos quedamos con la intriga.
ocasión y una exposición en la tele, la radio, los diarios que a ellos mismos
Entre los votantes también se escuchan dislates, la gente habla dando
les resulta insoportable y empiezan a patinar en sus decires. Sin tiempo
por sentado que quien lo escucha piensa igual, o sabe exactamente a que
para digerir el bombardeo de preguntas que reciben, las respuestas que dan
alude cuando dice: se están robando todo, no van a dejar ni un peso, suben
muchas veces los dejan muy mal parados ante los votantes y como el
los precios para robarme la plata. Pero… ¿Quién está robando? ¿Quién sube
electorado no es ingenuo lo tiene en cuenta a la hora de meter el voto en la
los precios? Si es tan fácil ubicarlos o conoce alguno de éstos avísenme
urna.
tomo una valija y voy a robar y llenarla de billetes, alguna vez que me toque
Algunas de las expresiones de los candidatos son: Amo a mi ciudad, a mi ¡Qué joder!
sé lo que necesita y se lo puedo dar. Pero… ¿Dónde tiene lo que la ciudad
La incomunicación es tan grande para contrarrestarla que lo mejor es
necesita? En su casa? En un galpón? Lo fabricó? Lo compró? ¿Qué necesita
seguir quejándonos tal vez cambiamos. Pero… ¿Qué cambiamos?
la ciudad? Asfalto, desagües, plazas, instalaciones de gas agua y
electricidad, gimnasios, rotondas, fibra óptica, fuentes, camiones para
recolectar la basura, oficinas, árboles, colectivos, edificios escolares… Como
no ganó no le dio nada a su ciudad.
SI NO FUERA POR LAS VENTANAS Cuando los perros de la calle ladran frenéticamente ya sé de qué se
trata, es un personaje de esos que no faltan en los pueblos, viene
Adela sostiene que las ventanas son una parte importantísima en la
acompañado de cuatro perros que caminan lentamente haciendo caso omiso
vida de las personas. No sólo las de nuestra casa, en los edificios modernos
a esa bulla infernal que provocan, se acuestan o se sientan para esperarlo.
lo que atrae la mirada es el conjunto de ventanas de mil formas y tamaños.
Muy grandes, las orientadas a la salida del sol, más pequeñas las que miran El tiempo no les importa sólo los mueve acompañarlo en su tránsito
al sur, con doble protección si reciben el viento de frente. diario, errático, a veces tambaleante aferrado a la carretilla, la que va
cargando de maderas, leñitas que recoge a su paso. En un costado de la
Detrás de cada una un montón de ojos miran hacia afuera, en las
misma le hace un lugarcito para llevar el jarro y la caja de tetra la que
grandes ciudades los rascacielos apabullan con tantas ventanas, en calles
ajusta perfectamente para evitar que se vuelque. Cualquier momento y lugar
pueblerinas la mayoría se orienta hacia los jardines, en los pequeños
es bueno para hacer un alto y saborear un trago en el medio de la calle
caseríos están espaciadas, ni pensar en los solitarios ranchitos espaciados
como si estuviera en el mejor de los bares. Otras veces atraviesa un tablón
en el campo los pequeños ventanucos como el ojo atento de un tuerto.
en la carretilla y no permite el paso por la angosta calle. Los pocos autos
Adela sostiene que detrás de las más encumbrada hasta la más que pasan deben esperar que se digne a correrse para cederles el lugar.
humilde siempre hay alguien mirando ¿Qué miran si la ventana está fija y al
En una oportunidad lo vi acostarse, tomar de su carretilla unos
asomarse siempre se ve lo mismo? Aquí difiero, en los mil cuatrocientos
trapos para arroparse y siestear un rato, los perros esperan leales
cuarenta minutos que tiene cada día la vista es distinta según los rayos de
silenciosos. Es un cortejo escapado de la edad media, ostentoso, inútil, a su
sol, las sombras de la noche, la lluvia, la nieve, el viento.
paso deja una sensación angustiante de letal impotencia e interrogantes
A esto le debemos agregar el deseo de quien se acerca a la ventana sobre el porqué del afán diario. Todo esto observado a través del ventanal.
¿Quién no ha estado angustiado viendo alejarse a su amor después de una
Es un vecino, pasa muchas veces, no le falta el jarro, no se puede
discusión absurda? ¿Quién no ha estado en la ventana esperando al
dejar de mirarlo, como va lentamente se aprecian los detalles. No saluda, no
cartero, viendo llegar un invitado, un regalo?, ahí todo es ansiedad, alegría,
habla con nadie. En una oportunidad llevaba una tabla sobre el hombro
deseo de reír uno se siente refulgente completamente bañada de luces led
derecho sujetándola con una mano en la que a su vez apretaba una pavita
azules intermitentes. Son las pequeñas cosas que le dan la sal a la vida.
negra de tizne, a intervalos introducía el pico en la boca levantando la
A través de la ventana de mi casa que está a una altura la panorámica cabeza al cielo echaba un largo trago. Los estudiantes de psicología dicen
es espectacular, como mira al este veo la infinidad de matices con que el sol que esos personajes estrafalarios son los mudos gritos de los problemas de
asoma lentamente con colores rojos, dorados, entre las nubes hasta que la sociedad dónde viven.
inunda la mañana. O veo elevarse la luna inmensa, amarilla, brutalmente
redonda en el horizonte achicándose a medida que pasea en ese cielo azul
de Prusia. Pintada y cantada a través de los siglos, eternamente nueva.
CONFITE. y en ese desamparo vio en mí su confite. Fue la época en que yo vivía en
una nube, no tocaba el suelo, flotaba con la mente en blanco como una
Otra vez como sola, como dice la propaganda, fideos molto, siempre me pavota.
faltan diez para el peso, los fideos o el molto. Pero para que tengo el La casa la había heredado de sus antepasados, vieja, oscura, lo único
mercadito en la otra cuadra. Hacia allá voy, está muy concurrido, parece lindo era el fondo. Los muebles fácil habían cumplido una centuria con los
que a todas nos pasó lo mismo. Mientras me dirijo a la góndola veo algunas tapizados raídos, las patas rotas, las cortinas desteñidas. Opté por no usar
clientas muy bien arregladas, cadenas, anillos. Parece que en vez de la sala, me dedique con ahínco a hacer una huerta y un jardín.
comprar solo tienen ojos para mirarme. Cambio de sector y veo más ojos Tomé con mucha naturalidad las actitudes de Ernesto. Cuando volvía
clavados en mi ¿Qué les pasa? Les sostengo la mirada y parece que más me del trabajo comía se cambiaba y salía, casi nunca lo sentía llegar, al
miran. amanecer me levantaba a cuidar mis plantas. Alguna vez le escuché decir
Llego a casa, voy directamente al espejo, ahí me doy cuenta que el que era muy niña, en eso se fueron muchos años.
único está en el baño, es muy chico, solo la cara se refleja. Largo rato me Vuelvo a subir al banquito frente al espejo, como por arte de magia
miro preguntándome cuando me salieron esas arrugas alrededor de la boca, afloran recuerdos que no sé dónde estaban. En esa época viví dedicada al
patas de gallo, entrecejo profundo, canas, canas y más canas. La expresión jardín y la huerta. No me di cuenta del poco dinero que Ernesto traía para
es de tristeza o cansancio, no puedo dejar de mirarme. La remera está los gastos de la casa. Salía de traje, zapatos lustrados, camisa impecable, se
limpia pero pide a gritos que la jubilen. Me subo a un banquito para mirar despedía cariñosamente, cuando alguna vez le pedí que me llevara dijo que
los vaqueros desteñidos de tantas lavadas, algunas gotas de lavandina me aburriría con sus amigos. Alababa mi dedicación al hogar, le gustaba
destiñeron la botamanga. Levanto un pié luego el otro, las zapatillas tan como cocinaba, a la comida la llamaba “sus manjares”. Si alguna vez tuve
cómodas tienen un agujerito en cada dedo. ¿Quién es ésa desconocida que una duda, un reproche él se reía de mis fantasías.
me mira desde el pequeñísimo espejo, cuándo entró en mi vida, quién le dio Más adelante mis reclamos se hicieron más apremiantes, fue cuando
permiso para hacerlo? cambió su carácter, me gritó, hasta dijo que mis manos estaban llenas de
Perdí la cuenta del tiempo pasado frente al espejo contemplando la tierra, eran ásperas, no soportaba verme en zapatillas, siempre desaliñada,
imagen que me devuelve ¿quién es, cuándo me convertí en eso? Hablo, grito, no me permitió salir a la calle. Me dolió su actitud, fue muy riguroso y yo no
lloro. Al fin me invade la calma y comienzo a razonar. Todo empezó ¿hace tenía ganas de pelear ¿Dónde iría? No conocía a nadie, tampoco sabría
cuántos años? Ése día Ernesto me vio y sólo pudo decir “Sos más linda que desenvolverme fuera de estas cuatro paredes. La relación se hizo cada vez
un confite” nunca había sido tratada con tanta dulzura, hasta hoy no dejé más tirante ¡Cómo me hubiera gustado tener hermanas, alguna amiga!
de ser un confite. Vuelvo al banquito. Ernesto cortó todo mi contacto con el mundo
Pero soy una mujer y el estrago físico, emocional, espiritual que veo de cuando me dijo que no le gustaba que saliera. Mi única salida es al
continuo en el espejo me tiene preocupada. Perdí la cuenta de las veces y el mercadito, allí hay mucha gente pero no conozco a nadie, sólo nos
tiempo que me detengo ante el espejo, de las veces que subí al banquito. De saludamos, jamás tuve nada para contar. Escucho algunas conversaciones,
a poco aparecen algunas respuestas ¿Quién era confite? todos son quejas sobre los precios, si hace frio en el invierno, si llueve, son
Una adolescente llena de sueños criada por dos tías para suplantar los únicos diálogos ajenos insulsos. El mercadito se llama “La Alegría” pero
un padre invisible y una madre irresponsable, así me dijeron estas la dueña se la pasa renegando con los proveedores, con la falta de monedas,
amorosas solteronas al borde del ataque de pánico al verme crecer. con los clientes llenos de exigencias.
Apenas cumplidos los quince apareció Ernesto, un cuarentón muy Durante días enteros mi única compañía es la radio, él a veces no
serio Dieron por descontado que me guiaría y me cuidaría ¿Quién era viene a dormir. Le pregunté a la dueña del mercadito donde va el colectivo
Ernesto? Casi solterón había vivido con su madre dedicada a tratarlo como rojo que veo pasar todos los días. Me dijo que es un recorrido muy largo, lo
un muñeco así dependía de ella exclusivamente. Por esos días había muerto
puedo tomar en la esquina, cuando termina el recorrido lo vuelvo a tomar y mezclar con el pan de las milanesas. Lo enterré en el fondo. Arranque todas
me deja a dos cuadras. las plantas de la huerta y el jardín.
Otra vez me subo al banquito, pantalones, zapatillas, polleras, Salgo a la calle, cierro la puerta con llave y la tiro en la alcantarilla.
remeras cada vez peor, como nuestra relación no nos hablamos ni para Me dirijo hacia el colectivo rojo
pelear, la angustia va en aumento. Son muchos años de recibir indiferencia,
no aguanto más su maltrato.
El espejo me mandó a tomar el colectivo rojo. Mirando hacia todos
lados como si fuera un delito, subo, me siento, al rato me tranquilizo, no
salgo de mi asombro al ver plazas, casa hermosas con jardín al frente no al
fondo detrás del paredón, negocios, todo cambiado. No. Yo he cambiado, ahí
hay un mundo que nunca soñé, bajo llorando por los años perdidos, por mi
vida sin sentido, por el desprecio recibido. Después del deslumbramiento TODO ESTO Y CUANTO MÁS
por haber podido traspasar la puerta y subir al colectivo rojo, empiezo a
En esta larga vida que llevo a cuestas mi corazón ha latido
mirar las mujeres que suben, lo primero que admiro son sus manos, suave,
finas, de movimientos gráciles. La ropa que usan es la misma que veo en los normalmente sin sobresaltos unas 39.000.000.000 de veces. He comido
maniquíes de los negociaos del centro, les queda igual de hermosa, la alimentos sólidos unos 12.000 kilos, he bebido aproximadamente 24.000
variedad de colores, modelos, telas me abruma. Tardo días en darme cuenta litros de líquidos. No se cómo medir los kilómetros caminados. Las horas
que lo distinto no es la ropa sino su alegría de vivir, ahí está la diferencia, que he dormido, el tiempo que he esperado en las colas de los bancos, los
llevan a sus hijos a la escuela, si Ernesto hubiera querido tener uno… Las negocios, los colectivos. Dice un dicho popular: un tercio de la vida lo
escucho hablar entre ellas de su trabajo, la familia, las vacaciones. pasamos en esperas, un tercio durmiendo, un tercio en estado de vigilia.
Muchas veces volví al colectivo, también subí a otros más lejanos.
Jamás pude hablarlo con él, porque ahora es él no es más Ernesto, no Considero la vida como un libro abierto donde diariamente
subiré más al banquito. Me siento como un confite chupado, pegajoso. aprendemos si sabemos leerlo. Las buenas charlas fueron una música para
Un día me entretuve más de la cuenta. Al abrir la puerta siento un
los oídos. En todo ése tiempo fui y volví en infinidad de situaciones y lugares
golpe, caigo al piso, me dolió como si durante años los viniera recibiendo,
gritos, insultos, más golpes, voló un vaso y se rompió un tubo fluorescente. que dejaron su marca, el sol me entibió, la lluvia me acarició, el viento me
Pasé la noche llorando en la cama. Cuando por fin me calmé tomé una arrasó, hice proyectos y planes que a veces ni se cumplieron pero los
determinación, terrible, definitiva. Me levanté a ordenar el desastre, junté considero un aprendizaje. Anduve en sulky, en auto, en avión los que
los vidrios rotos, desde ese día empecé a preparar milanesas, manjares para siempre me trajeron de vuelta a casa, a mi mundo doméstico.
Ernesto. Día adía comía con más satisfacción, pensaba que la paliza había
aplacado la rebeldía. Contemplé amaneceres y ocasos, siempre diferentes, en paz como
Comenzó a sentirse descompuesto, hasta el punto de quedarse en la todo lo que ofrece la naturaleza quien no es hostil ni egoísta, vierte a
cama. Lo atendí como correspondía, pero sus dolores no disminuían. Jamás raudales sus dones sobre todos, no los retacea ni discrimina. Comí
me permitió llamar al médico, no le iba a dar el gusto de verlo arqueado manjares exquisitos, apetitosos, hice dieta, pero pasar hambre no es para
sufriendo. Ya pasaría. Sólo admitía las milanesas, a veces un té. Un tiempo
mí. No todo fueron mieles o certezas, cuando las cosas no salían bien jamás
que pareció eterno vivió entre quejidos, insultos, temblores, sudor. Cuando
al fin murió me convertí otra vez en confite, dejé de moler vidrio para pensé que había fracasado, sólo traté de escuchar la voz de la razón.
Me acerqué a quienes con palabras sencillas y mirada limpia acunó, otro me cubrió de ceniza y arena y lo cuento con alegría. A pesar de
irradiaban confianza, dando mensajes claros. Bailé, canté, planté árboles, ir siempre de frente aún no alcanzo a comprender cuál es la meta final.
escribí, hice dulces, degusté vinos y licores, armé hermosos ramos de flores.
Mi vida es más larga que el número Pi.
Hubo momentos en los que la confusión, el desconcierto eran tan negro que
ni el miedo se veía. Como me recomendó una vez el Dr. Chara lleve las
penas en una mochila atrás, para ver lo bueno adelante.

Las falanges romanas cruzaron una vez el Rubicón y hasta el día de


hoy se las recuerda, debo decir a mi favor que yo lo crucé cuando me vine a
Jacobacci, después de trece años volví a cruzarlo nuevamente cuando vine a
ALICIO Y HONORATO EL COLA DE GATO
Bariloche, nunca con mentiras, cobardías ni dobleces, siempre pude mirar
de frente a todos y aunque parecía un pollo mojado sin el glamour de las El viejo Honorato es cocinero de la estancia “La Perdida” nadie sabe
modelos, acribillada la razón desde todos los wines, con entereza intacta. desde cuándo ni cuántos años tiene Eso no le importa a la peonada, les
Nunca estuve sola, a mi lado, Nazareno quien a pesar de su pesada cruz me atrae el rico olor de los cocidos, cuando llegan cansados después de un día
ayudó con la mía. El empuje para continuar me lo dio la creencia en las de trabajo. Quieren comer e irse al galpón a descansar y contar chistes o
buenas acciones, la templanza, lo que duele trae aprendizaje, paz, de lo guitarrear.
contrario sólo somos un amasijo de músculos y trapos perfumaos. Ya no soy
el bombón de la juventud, mi paso ya no tiene el garbo ni la cadencia de Pero esto no es tan simple. Ahí anda el viejo eternamente enculado,
otrora, no como Manises ni mastico chicles, pero cuando abrazo lo hago hablando solo. Le molesta el humo de la cocina, le molestan los perros en la
rodeando el corazón, abarcando el mundo. Infinidad de veces caminé sobre puerta a los que tiene a raya arrojándoles palos de leña, le molesta tener
un filo tambaleante, fingiendo una sonrisa por no llorar. Acepté que ir a buscar los palos para volvérselos a tirar. Cuando llegan los
mansamente todo, libre de ataduras sin hacer preguntas, es en ése muchachos a más de uno, sin decir agua va, saca un hueso de la olla y se
momento en que se encienden las luces. Ya no sé qué más hacer con mi lo tira por la cabeza. Los demás se atajan con los platos de lata para
vida. esquivar el impacto. El viejo los relojea para madrugarlos, así se desquita de
las burlas que le hicieron el día anterior, Curcuncho, roñoso se acerca con
Volé como los gorriones, alegre y despreocupadamente. Recibí insultos el cucharón en una mano y la olla en otra, llena y vuelve a llenar los platos.
y aplausos. Ya soñé, ya desperté, bebí, me ilusioné, comí, barrí, nadé, corrí,
descansé, me engañaron y los perdoné, gané, gasté, sembré y coseché, Durante un rato todos comen en paz, pero a medida que van saliendo
recité poesía, anduve en bicicleta, y tiré la chancleta, hice gimnasia, dí gritan a voz en cuello: ¡Honoraaaato culo de gaaaato, los viejos lo respetan
clases, amé a los alumnos y los vi crecer, corté el césped, lo regué, lavé porque saben que de joven se jugó por un amigo. Pagó con la cárcel por
miles de platos agasajando a mi familia cada vez más numerosa, acampé, matar al asesino de quien consideraba su hermano. Así era la vida en
caminé por la montaña. Nunca fui gorila, inché por Boca y Maradona, el aquellos tiempos. El único gusto que se permite es sentarse al sol en la
dinero me dejó indiferente pero para ganarlo me pelé la frente, un sismo me puerta de la cocina para rascarse a dos manos. En el verano hace lo mismo
a la sombra del sauce llorón.
Hace un tiempo apareció un nuevo peón, flaquito, de mirada mansa e TÍO LUCAS Y SU MUNDO AZUL
inocente, tan frágil que nadie se atrevía a hacerle bromas. En cuanto el viejo
Como habrá sido mi cara de terror, cuando llegué del campo
lo vio se le vino a la memoria el recuerdo de una hermosa niña que conoció
aterido de frío en esa tarde invernal, que el tío Lucas me tomó bajo su
en su infancia llamada Alicia, por eso lo llamó Alicio.
protección. Además de separarme de mis padres y hermanos me esperaba
Diariamente Alicio salía a trabajar como el más guapo, mostrando en una escuela intimidante para mis doce años.
todo momento ser un buen gaucho, Honorato lo miraba de reojo y se
A los pocos días el tío me consiguió una bicicleta y cuando llegaba de
emocionaba, a veces una lágrima no se sabe si de emoción o por el humo
la escuela, al grito de: “pintemos el mundo de azul” salíamos a recorrer el
del fogón se le deslizaba hasta caer en la olla.
pueblo. En el kiosco compraba dos caramelos de dulce de leche, grande,
Un día Alicio no vino a comer, le contaron que se había clavado una pegajoso, rico, era el único momento que se mantenía callado, después
espina en la pierna, se había quedado en su jergón con dolor y fiebre. Allá hablaba sin parar.
fue el viejo levantando tierra con sus alpargatas. Se le oprimió el corazón al
El tío trabajaba como ayudante del veterinario, por eso conocía tanta
verlo tan mal y se lo trajo al hombro, le armó una cama con cueros junto al
gente, amaba a los animales y más de una vez se lo veía triste por no poder
fogón. Alicio deliraba. Figuras fantasmales lo rodeaban, Honorato lo
salvarlos. Siempre amable, alegre se sabía dónde estaba por que se
escuchaba, él también conocía a esos personajes, el diablo rodeado de
escuchaban sus carcajadas. Más de una vez nos sentábamos en la plaza
fuego oliendo a azufre, la huesuda con la guadaña, sonriente con su boca
cuando salía la gente de misa a mirar con picardía a las chicas. En las
descarnada, cubierta con un manto negro cabalgando en un frenético
tardes de verano subíamos por un sendero hasta una gran roca, donde nos
corcel.
sentábamos largo rato contemplando allá a lo lejos el río, el camino, ambos
La herida en la pierna cada vez más tumefacta lo decidió, tomo un corrían casi paralelos, venían quien sabe de dónde y se perdían a la
pequeño cuchillo y lo puso al fuego. Buscó el facón, aquel con que vengó distancia, estábamos más alto que el campanario de la Iglesia, desde el
a su amigo, lo puso atravesado en la boca de Alicio haciendo cruz con su fondo del valle se oía el ladrido de los perros, el mugir de alguna vaca, a
cuerpo y con la hoja al rojo vivo cauterizó la herida. En ese momento se veces se veía el reflejo del sol en algún auto que pasaba. El tío decía que el
escuchó un grito infernal de todos los fantasmas que rondaban al calor que subía era producto de la vanidad de los vecinos encerrados entre
muchacho saliendo de ese pequeño cuerpo, con un estremecimiento cayó bellos paisajes y vacuidad de espíritu ¿…? ¿…? ¿...?...mientras nosotros
desmayado. Una vez más a pesar de su desagradable apariencia Honorato los veíamos de arriba como los gatos.
demostró que al calor de su pecho latía un tierno corazón.
Ahí no paraba de contar historias divertidas decía que los clientes
de la veterinaria venían traídos por sus mascotas, las que se aburrían con
sus dueños y en ese lugar encontraban perros y gatos amigos. En el salón
de la veterinaria se apilaban las bolsas de alimento, donde se sentaba la
gente. El patrón calculaba las ganancias del día por la cantidad de pedos
que dejaban sobre las bolsas. Casi a diario venia arrastrado por un
pequinés blanco el viejo “Lecorro “ese no era su nombre, sino que tenía en AL TROTE CONSTANTE E IMPARABLE
la cabellera renegrida un lunar de pelo blanco y por lo bajo le cantaban
Sobre la mesa hay una cantidad de objetos usados, familiares, no hay
“lecorro con mi manchao al alazán de Cirilo y no le pido ni un kilo como le
un orden, ni son afines. También podían haber estado en Marte o en la
dio al colorao”.
Cochinchina. Todo daba igual, los miro un rato. Alrededor el mundo parece
Otro cliente era “milinacamita” un gordito que hablaba con la boca que se ha detenido, el sol es el mismo que calentó la tierra y dio vida desde
llena tocándose el pecho, al fin entendieron que”milinacamita” era “mi el principio de los tiempos, maduró los frutos, vistió de verano todo a su
linda camisa”. El tío era tan gracioso que más de una vez me hice pis de la paso, pintó de oro los amaneceres…
risa, otro personaje era Sergio Vivar, ese nombre se lo pusieron en el
Vinieron a mi mente Chiche y Roli hermanos queridos compartiendo
Ateneo (la comisaría) paseaba lentamente por el pueblo con su carretilla y
sueños y porvenires. Elisa, Amanda, Beatriz, Sara. Coca compinches de la
sus cuatro perros parando para empinarse el tetra brick o dormir un rato
escuela, no había secretos entre nosotras.
a la sombra.
El camión de Valdés cargado de chicos rumbo a la laguna
Un paseo imperdible era ir hasta la estación a ver el tren de pasajeros,
Carrilaufquen en sábados de verano, sandwichs, mate, risas tontas, sin
el tío subía y yo iba pegado a sus talones, cuando veía que alguien dormía,
razón de pura felicidad. Todas puertas abiertas hacia mundos insondables.
le daba un golpe y se hacía el distraído guiñando el ojo a las chicas, Por las
Ahí solo yo marcando la diferencia, grano de arena en el infinito, endurecida
noches tocaba la guitarra y cantaba canciones folklóricas, así conocí el país
por miles de memorias, activada por objetos extraños, disparando rayos
y su gente. Cuando se ponía serio sus charlas me envolvían
hacia mundos latentes , del que se vuelve aterrada o feliz.
amorosamente, jamás olvidaré esos momentos, aunque no recuerde lo que
decía. Había jurado que de grande sería como él, pero los tiempos y lugares Cambiando los estímulos el viaje es diferente, pero mío, tal vez por
cambiaron ¡Tío Lucas! No te fuiste, yo me fui a estudiar, nunca sabrás exceso de recuerdos bien conservados, cada uno en su lugar, nunca en
cuantas veces te necesité, cuantas veces pedí que desde el lugar donde blanco o negro. Tesoro guardado hasta el último día, distinto, pero igual
estuvieras me llevaras “a pintar el mundo de azul”. cada vez.
Sobre mi escritorio tengo la foto de aquella tarde, llena de tierra,
muerta de risa, montados en las bicicletas.

QUE SE VAYAN TODOS ! ! ! …

¡Que se vayan todos! Esta expresión empezó a escucharse el veinte de


diciembre de 2001 y como si fuera poco, los gritos se acompañaron con
ruido de cacerolas.
Era el producto del silencio que impuso la dictadura -persecución, descubierto lacra y ponzoña, aunque tratan de taparla con costosas ropas,
represión armada – y el hastío de ver que 18 años de democracia solo atrincherándose en country donde todos son iguales, ahí no tienen a quien
sirvieron para votar a un reducido número de dinosaurios, siempre los joder. Se ven obligados a salir protegidos por los vidrios polarizados de sus
mismos, que se encapsulan en mezquinas ambiciones personales, dejando 4 x 4. Ya no les queda estima o un cachito de decencia ni hablar de
un país a la deriva. equidad o vergüenza ¡Cuantas cosas intangibles ¡Aún no termino, hay algo
que se llama respeto, entereza, dignidad. Ellos prefieren ir al teatro del
El grito surgió de abajo de las baldosas de la Plaza de Mayo, las que
Pecado (Congreso) a recargar sus reservas inagotables de corrupción.
fueron arrancadas por las manos de ese grupo de valientes desesperados
Desconocen la veracidad y practican la arrogancia. En lugar del honor usan
que ofrecieron el pecho a las balas de una pobre policía que obedeció las
los honorarios, suena casi igual. Así andan por el mundo descarnados de
órdenes del gran bonete, ya que en este tiempo no apareció ningún
buenas cualidades.
responsable.
¡Que se vayan! No los necesitamos Aunque la ley los declare libres
El resultado fue inmediato pero no satisfactorio, esa tarde fue
de culpa y cargo como se estila ahora, con jueces puestos a su disposición
sacrificado el monigote de la torta (De la Rúa). Para que no quedaran dudas
pagados con nuestro dinero, todo el pueblo los acusa, sabemos que son
un helicóptero se posó sobre la Casa Rosada y con la renuncia en la mano
responsables y no debemos aceptar las escusas que esgrimen y tan caras
se lo llevó a la vista de todo el mundo, mientras la caterva (senadores,
nos resultan.
diputados, empleados de la Rosada) se ponía a reguardo debajo de las
alfombras o escritorios de ricas maderas que perduran a pesar de quienes ¡Que se vayan, que se vayan, que se vaaayaannn!
los usan.

En un año hemos asistido atónitos a la más variada gama de


caraduras nunca imaginada que se fue gestando a nuestro alrededor. Se
perdió la capacidad de asombro ante los diversos hechos delictivos, nos
seguirán apabullando largamente con la creatividad para producir nuevos
curros. El grito es fuerte y claro ¿que se vaya quién? Es hora de ARTESANOS EN LA PLAZADE EL BOLSÓN
empezar a dar nombres y apellidos, así evitaríamos que se vuelvan a
Es la hora del cenit cuando el sol derrama sus rayos sin retaceos ni
presentar y con raquíticos porcentajes se apoltronen nuevamente, sin un
sombras, gran parte del mismo se detuvo sobre las copas de los aromos
proyecto, sin, siquiera prestar atención al clamor del pueblo.
hasta el punto que el ciruelo a su lado abrió sus pétalos rosados
El candidato que surja de las próximas elecciones con muchos o esponjando su hermosura. Nadie quiso quedar fuera de la postal, el cielo
pocos votos, solo será un compás de espera hasta tanto alguien del pueblo tan celeste hace resaltar las blancuras en las cumbres. Paz total. Sol y
interprete la necesidad de cambio. ¡Qué se vayan todos! Estamos hartos de nieve. Brotes y flores. Trinos en los nidos. La naturaleza en pleno
ver en que se van convirtiendo los políticos, esa casta amorfa, extraña a su derramando sus dones sin distinción para quien los quiera ver y para quien
función, despojados de dignidad. Caen sus máscaras dejando al no le interesa en este año será en el próximo. Ella seguirá inmutable en su
ciclo, aun cuando no la veamos desde este ángulo.
En esa plaza la vida latía, los autos rodaban, los perros dormían al amor de su vida, los felices años vividos junto a su alegría. Lo colmó la
sol, los pocos artesanos que ahí había hacían malabares, tocaban la llegada de Roque.
guitarra o sólo estaban… No prosperaba el negocio, pocos vendedores,
En esa época iba a trabajar a la fábrica de frazadas, silbando. Era la
menos compradores, los kioscos de caño parecían un monumento al
manera de exteriorizar su satisfacción. Se hicieron la casa, compraron el
hambre, de pronto algo así como crik-crak, crik – crak se expandió por el
juego de comedor, muebles nuevos. Luego la ampliaron, tenían huerta y
ambiente.
jardín. El hijo en la escuela ¿Qué más podía pedir?
Desprendido de la flaca hilera un artesano levantó sus caños y se fue
Pero lo bueno no dura eternamente, una cruel enfermedad dijeron los
con el negocio a otra parte, encorvado, con el rítmico paso esforzado, ahí va
médicos. Su dulce muñeca no pudo contra ella y sonriendo una tarde de
entre sus cuatro caños, como dentro de una celda sin muros, cárcel sin
invierno, como un leve gorrión se apagó para siempre El dolor se le clavó
límites. Esa ligera estructura es su vida, su sino, su sí y su no, donde valla
como una espada en el pecho. Su vida no tuvo más sentido. Se volvió
lo rodeará siempre, lo agobiará, lo protegerá, le dará alegría o sobresaltos,
huraño, faltaba al trabajo, a todos responsabilizaba por su desgracia. Los
su pan su vino o su hambre. En la brevedad del armazón está la facilidad
amigos se alejaron, no soportaban sus cambios de humor. Roque fue el
para cargarla, pero esa misma fragilidad actúa en contra ¿Dónde guarda
único que se ocupó de tramitarle una pensión pero las relaciones se
sus recuerdos? Los rostros amados, los nombres aprendidos, las risas
rompieron. En un día de gran discusión donde ambos se dijeron cosas
compartidas, los viajes realizados, los paisajes contemplados, las historias
que jamás hubieran imaginado, reproches injustos salieron a relucir. El
escuchadas.
niño se había hecho hombre sin que él se diera cuenta.
Yo que soy tan distinta, viéndote en esa celda abierta no imagino
Decidió dejarle la casa al hijo que en breve se casaba, él viviría en la
dónde colocarás el cariño de los perros que alguna vez se te acercaron, el
piecita del fondo, donde no necesitaba más que sus recuerdos.
vuelo de las palomas a quien diste migas, donde colocarás el regateo de los
compradores de tus artesanías o la mirada indiferente de aquellos a los que Gracias a haberse especializado en computación, Roque consiguió
no les interesan. Donde guardarás los fríos que atraviesan tu fino pulóver, trabajo en una multinacional. Era casi lo mismo que su padre: Honesto muy
los agujeros de tus zapatillas, o las pitadas compartidas... trabajador, vivían en el mismo terreno, separados por un paredón que
Julián levantó para no verlo, a esto sumaron una barrera de incomprensión.
Mientras el padre se consumía el hijo progresaba económica y
personalmente era reconocido por su trabajo. Modificó la casa dotándola de
comodidades, modernizándola, no se quiso ir del barrio que lo vio crecer.
Tuvo dos hijos Ella y Axel quiénes desconocían la existencia del abuelo.
CARNOSO. DULCE. FRESCO.
Una tarde que Julián salió al patio, mientras caía la noche, terminó
Julián ya agotó la desesperanza. La rabia, la furia, ahora lo invade la de saborear un durazno dulce, carnoso, fresco. La penumbra no le dejó ver
pesadumbre. No puede dejar de pensar en la vida que está llevando. Nada lo un fierro de punta oxidada que se clavó en su pierna. El dolor le cortó la
satisface y no es para menos, una y otra vez el recuerdo de Clelia, el único respiración solo atinó a colocarse en la herida el carozo fresco, fue como un
bálsamo, se tiró en la cama y no supo cuánto tiempo estuvo. La fiebre lo perdiendo 5 a 0. Su hijo es un crack. Espérenme que voy a tomar agua, se
hizo llorar, reía, se levantaba, se acostaba. En un momento se tocó la herida levanta trastabillando, al inclinarse sobre la canilla, cae.
no le dolía pero tenía un bulto. Los momentos de sueño y vigilia se
Roque.
sucedían.
No sabe cuánto tiempo hace que no ve a su padre. Hoy es un día
A veces en su duermevela se le venían a la mente imágenes nítidas
especial, discutió con si hijo, igual que esa vez cuando rompió relación con
de hechos vividos. Hola Roquito ¿ya estás listo? No cabía en sí de orgullo ese
su padre. Algo lo impulsa a atravesar ése muro que lo separa. Ahí todo es
día su hijo era San Martín, lo llevaría a la escuela con su traje de granadero.
una calamidad, la puerta está abierta, el abandono no es reciente, un gato
Manejaba Roque el auto que se había comprado con su trabajo. Los
escapa ante su presencia, la cama está revuelta, una ventana golpea con la
acompañaba Clelia con su traje de novia, se quedó extasiado
brisa, hay sillas tiradas, todo está cubierto de polvo y telarañas obstruyen el
contemplándola, _ espérenme ya me cambio. Comenzó a dolerle la pierna y
paso. No puede creer en el horror que tiene ante sus ojos. La situación lo
al mirarla vio estupefacto que del carozo habían empezado a brotarle hojas
sacude y trata de pensar con serenidad. Recién cae en la cuenta que
y ramas. Salió a tomar agua ¿Cuánto hace que esa canilla gotea?... bien…
pasaron años de la última vez que lo vio.
mañana la arreglo. Era de noche, satisfecho vio que la huerta estaba llena
de azules frutos maduros. Sostuvo las ramas que subían por su cuerpo y se La empresa lo mandó muchas veces a Los Ángeles, Francia, Canadá.
fue a acostar. Clelia ponía paños frescos en su frente, nunca cambiaría, En el aeropuerto un chofer lo esperaba para llevarlo al centro de
era su remanso, su cable a tierra. Llevemos a Roquito a la calesita ¡ahí pasa informática, ahí nadie lo molestaba porque era el experto encargado de
caballero en su corcel ¡Una y otra vez, ¡arre!..¡Arre!.. Niño mío, llegarás muy integrar las terminales de distintas partes del mudo. Eso equivalía a mucho
lejos ¡ja…ja… ja… Cae en un profundo sopor, tibios círculos multicolores dinero para él y la empresa. Cuando al fin salía un somnoliento chofer lo
lo acunan, sube y baja por túneles luminosos, hasta que se duerme. Muy llevaba al hotel. No estaba para fiestas ni amistades sólo para el trabajo. De
temprano despierta, riega el patio, prepara la parrilla, hace fuego para vuelta a su casa se sentía un extraño, su esposa tenía buena relación con
cocinar lentamente el asado, es la caricia con que agasaja a su familia. los hijos, sentía que un abismo los separaba. ¡No lo necesitaban! Se volvió
Después de la siesta irán a tomar un helado. Todo tan previsible, doméstico, más duro con ellos, por cualquier motivo discutía. Ese día decidió ver a su
tan pequeño, conforman la vida de un ser honesto. padre no quería repetir la historia. Sale al patio, al lado de esa canilla que
aún gotea hay tirado un pantalón enredado en un duraznero, el peso de los
Al otro día siente una molestia en la pierna pero no falta al trabajo, el
frutos agobia las ramas. Corta uno y lo saborea: Carnoso, dulce, fresco. El
ruido de las máquinas lo adormece, se seca la traspiración y sale al patio a
carozo semeja un corazón rojo. Sin saber por qué rompe en llanto y sólo
tomar agua. La sed que siente es insaciable, el árbol demanda más agua,
atina a decir: perdón, perdón
más, más… A la sed se le suma un zumbido, monótono ritmo de loncomeo,
a veces no resiste el impulso y a la voz de ¡Ha! ¡Ha! ¡Ha! da vueltas en el
patio imitando los pasos del ñandú. Afiebrado y tembloroso se acuesta
mientras Clelia le pone paños fríos en la frente. Roquito se le acerca con la
pelota mientras mamá cocina, ellos despuntan el vicio y termina contento
TREPADA AL REFUGIO YACO este mirador natural se contemplan las montañas a través de una niebla
azul, tomamos como referencia aquella piedra con forma de nariz y durante
8,30 de una mañana de fines de febrero, nos encontramos al pie
un largo rato la tenemos al frente, la bordeamos, la perdemos de vista.
del cartel donde puede leerse: Refugio San Martín y Laguna Jacob (Yaco) 18
Nuestros pies se mueven automáticamente, el cerebro no los controla, como
km, 1790 m sobre el nivel del mar. Ahí empieza nuestra aventura, cargando
si divagara fuera de la materia.
las pequeñas pero llenas mochilas, Karina, Mario y yo enderezamos por el
camino bordeado de mosquetas, colihues y los altos ñires, todos ellos Llegamos al caracol, el esfuerzo es excesivo, late alocado el corazón,
guardianes de la vieja montaña. las piernas se vuelven de plomo, cada diez pasos descanso, cada diez metros
descanso. Es tanta la fatiga y la concentración puesta en la tarea que nos
Nuestros pies por momentos se hunden en una mullida alfombra
topamos de improviso con una cascada, fresca, acariciante, regalo de un
verde, en arenales o en suaves tierras sueltas. La mirada no descansa ni
ardiente mediodía, Seguimos por el filo de la roca, el sol y la brisa acarician
alcanza a contemplar el maravilloso entorno, habría que detenerse a
el cuerpo dolorido, hasta que llegamos a una laguna donde se refleja el cerro
acariciar lo cercano. Un rayo de sol que asoma en la lejanía refleja el azul
en la superficie planchada, sin omitir el más mínimo detalle. En los últimos
del cielo ¿o es el lago? En cada recodo la sorpresa, el asombro, el camino
momentos de ese largo día me siento en una piedra frente a la laguna
empieza a subir, se estrecha, vamos en fila india, los troncos y las raíces
dejando que pase el tiempo para ver como cae la noche.
nos sirven de escalera. El borde se vuelve abrupto y desde arriba casi en la
copa de un ciprés vemos allá abajo como serpentea el río cristalino, helado, Lo que siempre consideramos una metáfora en este lugar se hace
sonoro que nos acompañará hasta el refugio. realidad. Las sombras llegan envolviendo todo suavemente, una brisa
estremece la superficie del agua , las estrellas se encienden y recuerdo una
El sol alto en la cima pelada de la montaña acaricia con su calor toda
leyenda Wikinga, cuentan que después de cada batalla los guerreros subían
la quebrada dando a cada planta un olor distinto, ese mismo olor que
al cielo a festejar su victoria con los dioses, cantaban alrededor de grandes
pasados varios años, y en cualquier lugar donde lo sintamos nos traerá a la
fogatas, golpeando el piso frenéticamente con sus pies y rompiéndolo con
montaña y a todo lo que hoy no puedo explicar con palabras pero que
el cuento de sus lanzas,. Los agujeros ahí producidos son las estrellas…
guardo tan íntimamente. Han pasado varias horas ¿horas? De marcha, el
Alguien rompe el hechizo al pedir una vela. Entramos al refugio donde arde
entorno varió de rocas imponentes a bosque cerrado, río cristalino, llegamos
la cocina a leña, en una gran olla preparan la polenta, sentados en bancos
a un puente colgante y hacemos el primer alto para darnos un chapuzón,
largos algunos juegan al truco, otros toman mate y cada uno cuenta la
tomar mate y descansar, el puente se bambolea, le faltan algunas tablas,
proeza de subir.
estamos a mitad de camino, ni siquiera nos imaginamos lo que nos depara
la tarde, no en balde siempre está esperando incautos para apabullarlos con En medio de esa melange el sueño hace su aparición y sin más nos
su exuberancia. Son contados los que se atreven a recorrerlo. Karina con dirigimos al dormitorio. Ni la mente más fantasiosa pude imaginase lo que
sus grandes ojos bien abiertos para no perderse detalle. Patitas flacas, allí nos espera. A lo largo de la pared una hilera de camas cucheta, siete
rostro arrebatado, hombros agobiados por la mochila, Mario, no cesa de colchones sobre la rejilla de arriba y otros tantos sobre la de abajo, quién
charlar, preguntar, registrar lo que pasa ante sus ojos. Un buen puñado de llega primero elige el lugar, cerca de la ventana o la puerta las que no se
pasas de uva sirve de estimulante para seguir la trepada. Abajo el río, desde cierran ,para disipar el olor o poder contemplar la noche o la salid del sol.
Silencio .Descanso. Afuera las aves cobijan y adiestran a sus pichones desconocida se sentía distinto, se miró las manos, dio unos pasos, se tocó el
preparándolos para el largo invierno, la naturaleza palpita, las estrellas pelo. Era él ¿pero qué le pasaba? Oía voces desconocidas a su alrededor y
viajan. Mañana tendremos nuevas flores, miríadas de células explotarán al no se sentía perseguido ni discriminado, fue recibido por, personas amables
amanecer en perfumes, colores, sonidos. Si fuera posible guardar los sueños y se sintió con ganas de conversar.
envueltos en papel celofán y con un gran moño ése sería el mío…
_ Vengo de El Chaco- dijo- nunca he estado aquí, tampoco se como llegué.
Si se pudiera materializar una sensación elijo la de este día. ¿Me pueden decir que lugar es éste?
Temprano el fresco de la mañana nos recuerda donde estamos. Abrimos la
_ Despreocúpate, estas donde debes, sabemos de dónde vienes y todo lo que
mochila; cepillo de dientes, peine, jabón, toalla y vamos a la vertiente.
has hecho.
Luego del traqueteo del día anterior cargando la mochila ésta nos pasa
factura, las milanesas se mojaron con yogurt, la yerba con gusto a _ Saben porque me harte del trabajo en la imprenta y lo que hice después?
manzana, todo sabe al mejor manjar, desayuno que prolongamos sentados
en las piedras, mientras el sol se levanta dando a la mañana tonalidad de _ Todo_
oro. Media hora de trepada llegamos a la Laguna de los Témpanos
- Saben que mis enemigos son los gerentes de Bunge y Born, Dreyfus,
alimentada por un glaciar. Nos acostamos en una piedra con las manos
Clayton, La Forestal, ni un nombre gaucho, ni una consideración al peón.
detrás de la cabeza, las nubes nos regalan su ballet aéreo, con movimientos
lánguidos se peinan, se persiguen, cambian de formas, se alejan. El calor , _Sabemos que secuestraste y asustaste a más de uno.
aprieta, comenzamos a bajar hacia el refugio, lo hacemos por el lecho de
piedra por donde baja el agua de los témpanos que alimenta la laguna, _ Entonces también saben que fui perseguido y acorralado por partidas
cascadas que se abren en abanico, chorros que se convierten en fina comandadas por comisarios inmorales, inescrupulosos, que se ponían al
llovizna con su propio arco iris. Resbalones, saltitos a cada paso nos servicio de patrones ricos, los que le daban vía libre para cometer toda clase
detenemos a mirar esa pared por donde baja el agua confundiéndose con las de tropelías. El principal fue Guillermo Solveyra Casares. Tan asustados
nubes. Un baño en las aguas frías nos reconforta antes de iniciar el estaban que crearon la Gendarmería para protegerlos ¿les parece justo,
descenso. Durante cinco horas desandamos a paso vivo lo que ayer nos llevó tanto para ellos y para otros palos? Mi cabeza valía mucho, debí refugiarme
el día entero. Allá nos esperan los horarios, la rutina el trabajo. en el Chaco montaraz, viví como un salvaje sin tregua ni compasión,
durmiendo en el monte acunado por los grillos, acariciado por las estrellas ,
con la panza chiflando de hambre hasta que algún peón se sacaba el
mendrugo de la boca para compartir conmigo su famélica dieta, yerba no
faltaba. Eso me daba fuerzas para programar el próximo atraco para pagar
MATE COCIDO esa nobleza inocente.

Segundo David Peralta sintió una explosión en el pecho que lo No todos fueron tan desinteresados, me traicionó quien menos
arrojó lejos de las vías del ferrocarril, Ingrávido, muy suavemente comenzó a esperaba por unos miserables pesos que al final ni cobró. En esas lides se
flotar, nunca había sentido nada tan placentero. Bañado por una luz destaca el hombre derecho, el que honra la gratitud, el que se cobra con un
apretón de manos y eso compensa las noches pasadas al acecho, esperando El agua es de la tierra, siempre la misma cantidad, a pesar del
el tiro que no se sabe de dónde vendrá. recorrido por océanos, el cauce de los ríos, lagos, napas, no pierde su
caudal. Recorre el mundo entero. Esta lluvia que hoy nos acaricia el rostro,
Con la única, ilusión de cobijarme en un pecho amoroso que al final
la que tomamos, nos bañamos, lavamos la ropa, limpiamos los pisos y
otro lo disfruta. No cambié nada, los pobres seguirán siendo pobres y los
veredas , regamos los sembrados, es la misma que cumplido el ciclo de siete
ricos aún más ricos. Terminé vendido, acorralado, ametrallado junto a las
años, la volvemos a beber, nos bañamos, lavamos nuestro entorno, da vida
vías del ferrocarril. Si sabían todo eso ¿porque no me ayudaron? Ahora me
a las plantas que nos alimentan y sobre la que practicamos deportes de
doy cuenta, me tocó la peor parte. Solo fui un mate cocido amargo.
invierno.
_ No te engañes, si pasaste penurias y alegrías fue porque elegiste esa vida.
Cuantas veces oímos decir que un día de lluvia es feo, por eso, por
Fuiste amado por el paisanaje, por los trabajadores del obraje, por las
que llueve, sin tener en cuenta la maravilla y la perfección del trabajo de la
sufridas mujeres que servían en la casa de los ricos, fuiste la venganza de
naturaleza. Esta agua da vida por donde pasa, no retacea sus dones a
los más humildes, la alegría de quiénes no podían hacerlo, le hiciste morder
personas de distinto color de piel ni situación económica. Animales, plantas
el polvo a los poderosos, que se creen dueños absolutos de la vida y honra
y humanos reciben su energía. Nunca se detiene, luego de caer sobre selvas
de los que fabrican su fortuna.
de Brasil continúa su infatigable marcha por el Río Amazonas. Fertiliza los
_Recuerda, son elecciones de vida, para unos y otros .Todos serán arrozales chinos, se hace hielo en Siberia. Se desploma en cuantas
recordados por sus actos cataratas y cascadas encuentra a su paso, aun las más pequeñas
escondidas o ignoradas, cae como lluvia interminable llevada por el Monzón
_ Y descuida volverán aquí solos, con las manos vacías, sin riquezas ni en la India. Hace crecer las secuoyas en la cordillera Canadiense. A pesar
miserias, tal y como iniciaron su vida terrenal, mientras que tú hoy estás en de todo esto y mucho más aún, hay gente que dice” no me gustan los días
el Olimpo. de lluvia”

MUJER PÚBLICA

AGUA DE LLUVIA
Últimamente he escuchado en la radio, la que tengo prendida todo el
día, la expresión ”es una mujer pública “¿Que o quien es una mujer
pública? ¿Se refiere acaso a una hermosa muñequita, bien vestida,
Lluvia. Eterna lluvia. Cae desde antes de la aparición del hombre sobre perfumada, repartidora de sonrisas? ¿ Es quizás aquella que está
la tierra y seguirá cayendo aunque éste desaparezca. Se produce como capacitada para realizar cualquier actividad” Al decir cualquier actividad da
consecuencia del ciclo del agua al cambiar su estado de líquido a gaseoso, miedo de solo pensarlo ya que las mismas son variadísimas, las hay nobles
se eleva con la ayuda del calor del sol y cae nuevamente a la tierra. y otras no tanto. Eso quedaría a voluntad de quien la mire.
Es hora de definir que una mujer pública es aquella que ha sabido
abrirse paso en el difícil mundo machista, soportando miradas o gestos
burlones palabras descalificadoras que solo son producto de envidia por no Me pediste que te cuente…
poder estar a la altura de su inteligencia o no llegar a poseer sus cualidades.

Estamos en una época en que se lucha por igualdad de género. Aquí van los cuentos de Adela…
Durante milenios la mujer ha ocupado un lugar aparentemente secundario,
como era mantener el fuego en el hogar y el cuidado de los hijos para que el
hombre saliera, lanza en ristre, a conseguir alimentos matando animales
feroces… ¿cuánto hace que esto cambió?

Pero en los genes aún se conserva. Esto nos da la pauta que el


problema no es de forma sino de una profundidad que se viene abriendo
paso lento pero inexorablemente. La decisión y el tesón tienen una fuerza
arrolladora, puesta en marcha no hay nada que la haga cambiar de rumbo o
detenerla. No está lejano el día que se cumpla la leyenda de las amazonas.
Esto recién empieza

Otoño

en el

Chalhuaco

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