CURSO
GLOBAL AND ENCESAP
CURSO GESTION DE EMERGENCIAS
ÍNDICE
MODULO I: ELABORACIÓN E IMPLANTACIÓN DE PLANES DE AUTOPROTECCIÓN .......... 3
1.1.- Aplicación de la normativa en Planes de Autoprotección. .................................. 3
1.2.- Terminología básica en Autoprotección. ............................................................. 4
1.3.- Clasificación de las emergencias. ......................................................................... 6
1.4.- Procedimientos de actuación ante emergencias. ................................................ 8
1.5.- Procedimientos en la evacuación. Generalidades. ............................................ 13
Vías de evacuación. Salidas de emergencia ........................................................... 13
Decisión de la evacuación ...................................................................................... 13
1.6.- Organización y funciones de los equipos de emergencia. ................................. 16
MÓDULO II: CONTROL DE EMERGENCIAS DESDE EL C.C. ............................................... 22
2.1.- Organización de los equipos de intervención. ................................................... 22
2.2.- Modos de recepción de las Ayudas externas. .................................................... 22
MÓDULO III: TEORÍA BÁSICA SOBRE EXTINCIÓN. ......................................................... 27
3.1.- Química sobre el fuego. Triángulo y Tetraedro del fuego. ................................ 27
3.2.- Clases de fuegos. ................................................................................................ 28
3.3.- Métodos de extinción. ....................................................................................... 29
3.4.- Principales agentes extintores usados en la extinción....................................... 31
3.5.- Transmisión del calor. ........................................................................................ 33
3.6.- Descripción y uso de los medios de extinción.................................................... 34
3.7.- Instrucciones básicas sobre prevención de incendios. ..................................... 36
MÓDULO IV: SOPORTE VITAL BÁSICO EN INSTALACIONES ............................................ 38
4.1.- Definición de Soporte Vital Básico y RCP. .......................................................... 38
4.2.-Secuencia de actuación ante accidentados. ....................................................... 39
4.3.- Obstrucción de vía aérea por cuerpo extraño. (OVACE). .................................. 41
4.4.- Posturas de traslado........................................................................................... 42
4.5.- Estabilización y transporte de discapacitados. .................................................. 44
MÓDULO V: ACTUACIÓN ANTE AHOGADOS .................................................................. 45
5.1.- PERCEPCIÓN del problema................................................................................. 46
5.2.- Análisis de la situación. ...................................................................................... 46
5.3.- Toma de decisión. .............................................................................................. 47
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5.4.- Acciones elegidas para resolver el problema..................................................... 47
5.5.- EVALUACIÓN FINAL DEL SALVAMENTO. ............................................................ 48
5.6.- Organización del salvamento acuático. ............................................................. 48
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El Plan de autoprotección es el mecanismo que establece para un
determinado espacio un conjunto de medidas tendentes a neutralizar o minimizar,
con los medios de que se disponga, los accidentes o emergencias y sus posibles
consecuencias hasta la llegada de las ayudas externas.
El establecimiento de un plan de este tipo pretende conseguir que todas las
personas que puedan verse afectadas por una emergencia sepan cómo actuar y
cómo deben coordinarse dichas actuaciones para reducir al mínimo las
consecuencias que puedan derivarse de la misma.
Actualmente, a nivel nacional, la legislación estatal que contempla y regula
esta actividad, es el Real Decreto 393/2007, de 23 de marzo, por el que se
aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y
dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de
emergencia.
La exposición de motivos de la
Norma Básica de Autoprotección
“establece la obligación de elaborar,
implantar materialmente y
mantener operativos los Planes de
Autoprotección” y determina el
contenido mínimo que deben
incorporar estos planes en aquellas
actividades, centros, establecimientos,
espacios, instalaciones y dependencias
que, potencialmente, pueden generar
o resultar afectadas por situaciones de emergencia. Incide no sólo en las
actuaciones ante dichas situaciones, sino también y con carácter previo, en el
análisis y evaluación de los riesgos, en la adopción de medidas preventivas y de
control de los riesgos, así como en la integración de las actuaciones en
emergencia, en los correspondientes Planes de Emergencia de Protección Civil.
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Los planes de emergencia de interior o de autoprotección establecerán
claramente los mecanismos de comunicación, coordinación e interfase con el
plan territorial, especial o específico en el que se deban integrar en razón a su
ámbito territorial y actividad.
Origen de evacuación: es todo punto ocupable de un edificio, desde el
cual se inicia los recorridos de evacuación hacia las salidas de emergencia para
confluir en el espacio exterior seguro del edificio.
Recorrido de evacuación: recorrido que conduce desde un origen de
evacuación hasta una salida de planta, o hacia una salida del edificio. En todo Plan
de Autoprotección se deben disponer de recorridos de evacuación principal y
recorridos de evacuación alternativos,
que todo personal que forme parte de los
equipos de intervención de dicho Plan
debe conocer.
Salida de emergencia: salida de
planta, de edificio o de recinto prevista
para ser utilizada exclusivamente en caso
de emergencia y que está señalizada de
acuerdo con ello.
Espacio exterior seguro: es aquel
en el que se puede dar por finalizada la
evacuación de los ocupantes del edificio. Es el
lugar dónde se realizará las pertinentes
comprobaciones del posible personal o usuarios
de la instalación que se puedan echar en falta,
para notificarlo al Centro de Control y pueda
saberlo el Jefe de Emergencia, para actuar en
consecuencia.
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Ascensor de emergencia: ascensor que podrá usarse en caso de una
emergencia y que tendrá como mínimo una capacidad de carga de 630 Kg, unas
dimensiones de cabina de 1,10 m x 1,40 m, una anchura de paso de 1,00 m y una
velocidad tal que permita realizar todo su recorrido en menos de 60 seg. En la
planta de acceso al edificio se dispondrá un pulsador junto a los mandos del
ascensor, bajo una tapa de vidrio, con la inscripción “USO EXCLUSIVO
BOMBEROS”.
Escalera protegida: escalera de
trazado contínuo desde su inicio hasta
su desembarco en planta de salida del
edificio que, en caso de incendio,
constituye un recinto suficientemente
seguro para permitir que los
ocupantes puedan permanecer en el
mismo durante un determinado
tiempo. Si además dispusiese de
vestíbulo de independencia diferente
en cada uno de sus accesos, sería una
escalera especialmente protegida.
Pasillo protegido: constituye un recinto suficientemente seguro para
permitir que los ocupantes puedan permanecer en el mismo durante un tiempo
determinado.
Zona de refugio: zona con
superficie suficiente para el número de
plazas que sean exigibles, de dimensiones
1,20 x 0,80 m para usuarios de sillas de
ruedas o de 0,80 x 0,60 m para personas
con otro tipo de movilidad reducida.
Carga de fuego: suma de las energías caloríficas que se liberan en la
combustión de todos los materiales combustibles existentes en un espacio.
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La aparición de una situación de emergencia supone un grado de peligro
que debe valorarse y en proporción al cuál debe responder la organización de
Emergencia del centro. Siguiendo los criterios establecidos en planes de
Protección Civil de ámbito superior, se establecen los siguientes tipos de
emergencia
- Preemergencia o emergencia restringida (conato)
- Emergencia parcial o sectorial
- Emergencia general
El determinar el paso de una emergencia a otra de clasificación superior, se
hará siempre atendiendo a la gravedad del siniestro y posibles personas que se
puedan ver afectadas. Se establecerán unos códigos de colores que ayudarán a la
coordinación y determinación de la gravedad de las emergencias, y el paso de
unas a otras según vaya empeorando la situación.
PREEMERGENCIA (CONATO).
Cuando se produzca un Conato de Incendio que pueda ser extinguido por
el propio trabajador que lo detecte, o por el Equipo de primera Intervención (EPI)
de la zona donde se produzca; se comunicará directamente al Jefe de Emergencia
a través de la Centralita Telefónica si existe un teléfono cercano, pero siempre que
se haya actuado contra dicho conato, se le da prioridad al restablecimiento de la
normalidad y luego se avisará si se cree conveniente al Jefe de Emergencia.
No es urgente su comunicación y se hará por el personal presente en el
sector o sala dónde se declare el Conato de Incendio, si lo considera necesario.
EMERGENCIA SECTORIAL (PARCIAL)
Afecta a un sector determinado, no siendo previsible su extensión a otros
sectores o a todo el establecimiento. El personal que estuviera presente en ese
sector actuará como EPI o bien avisará a otro EPI si fuera necesario para que se
ocupase de la evacuación.
Se dará la alarma por vía telefónica o en persona a Centralita o Centro de
Control (CC, ubicado en recepción) para poner en marcha el PLAN DE
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EMERGENCIA, con la actuación del Equipo de Segunda Intervención o Brigada de
Emergencias (ESI).
Si el Jefe de Emergencia lo considera oportuno, se alertará al Servicio
Público de Extinción de Incendios. Se dará la alarma principalmente por medio de
la megafonía o sirena, o cualquier otro medio que resulte operativo si éstos no
funcionan.
EMERGENCIA GENERAL.
Afecta o puede extenderse a varios sectores, lo normal es que afecte a toda
la instalación. Iniciación inmediata de la evacuación de las secciones afectadas por
el fuego, así como de las restantes, estableciendo el adecuado orden de
prioridades.
La orden de Evacuación Total se comunicará por todos los medios de que
se disponga.
Dicha activación se hará por el Jefe de Emergencia junto con el Director
(siempre que ambos estén presentes y siempre que no sean la misma persona).
En caso de ausencia de ambos por el gerente o persona de mayor responsabilidad
presente en el centro deportivo, normalmente la tomará el personal que forme
parte del Centro de Control, apoyada tal decisión por el resto de integrantes del
satff de la instalación, sobre todo, por el personal de mantenimiento o de
seguridad.
CÓDIGOS DE COLORES PROPUESTOS PARA RESPUESTA EN EMRGENCIAS
CÓDIGOS DE EMERGENCIAS
ROJO AMARILLO AZUL VERDE NARANJA
INCENDIOS GENERACIÓN AVISO DE EVACUACIÓN TERREMOTO,
EN LA DE GASES BOMBA PARCIAL DEL
INSTALACIÓN TÓXICOS E RECINTO LOCOS E
IRRITANTES INESTABLES
GENERACIÓN
DE HUMOS
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Esta clasificación que propone Global Encesap, es una más entre varias
que se pueden aplicar, pero entendemos que estos códigos son muy asequibles
para aprender para cualquier persona que conforma el staff de los centros dónde
se aplique, guardan relación con la emergencia en sí y la única consideración que
deben tener en cuenta es que, cualquier tipo de emergencia a la que hacemos
referencia se puede identificar con un mismo color, EL VERDE (para evacuaciones
parciales), con ello queremos eliminar las evacuaciones indiscriminadas que se
producen sin saber exactamente la gravedad de la emergencia. Este sistema
permite diferenciarlas, relacionamos las emergencias parciales con el mismo color,
EL VERDE, una vez que se activa la alarma para cualquier tipo de emergencia, se
entre en un estado de alerta en todo el centro, y según hacia donde evolucione
dicha emergencia, se procederá a restablecer la normalidad en el centro, o si la
evolución pasa a ALARMA GENERAL, se procede a activarla bajo el código de
COLOR que estamos viendo en el recuadro de arriba.
Código Rojo: Incendios y fuegos con generación de humos.
Código Amarillo: Generación de gases tóxicos e irritantes.
Código Azul: Alarma de aviso de bomba.
Código Naranja: Pertenecen tantos las emergencias de Terremotos como
la de Locos e Inestables
Código Verde: pertenece a todos los tipos de emergencia que hemos visto,
pero sólo en una activación de ALARMA PARCIAL.
Hay diferencias en las evacuaciones de unas y otras emergencias, por
ejemplo, en los de aviso de bomba se permitirá y recomendará a los usuarios
evacuados que se lleven sus pertenencias y bolsas fuera de la instalación, en los
avisos de locos e inestables se organizará el EQUIPO DE ALARMA Y EVACUACIÓN
por parejas, dirigiéndolos por los recorridos de evacuación, tanto los principales
como alternativos, con alguien del EAE por delante y otro por detrás, para que en
caso de toparse con el agresor puedan dar la vuelta hacia otro recorrido libre sin
entrar en confrontación y dirigidos en cabeza por alguien del staff del equipo de
EAE.
Se definen en este apartado las actuaciones de cada persona o grupo. En
cada turno varía la composición de los equipos de intervención.
Detección y Alerta.
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La rapidez en el descubrimiento del comienzo de un incendio es
fundamental y condiciona la posibilidad y tiempo de evacuación, extensión del
incendio, la posibilidad de su extinción y las consecuencias del mismo.
En el recinto existen detectores en las diferentes salas y plantas. Para
comunicar con Centralita (donde se ubica la central de incendios algorítmica) la
forma habitual será oral, o bien por teléfono si el siniestro se produce cerca de
algún despacho u oficina que disponga de él. Aunque existen pulsadores de
alarma repartidos por todos los sectores y plantas del edificio, éstos sólo deben
de usarse una vez se haya decidido la evacuación general, ya que la alarma se
escuchará en todo el recinto y puede provocar situaciones de pánico
innecesarias.
De esta forma, cualquier persona que observe la producción de humo,
calor anormal u olor a quemado deberá comprobar de dónde procede, si es
posible, e informará inmediatamente a su superior o a la Centralita directamente.
El procedimiento será el mismo si es un socio del club el que informa de este
suceso.
Si se observa el funcionamiento de un detector, directamente o a través de
la lámpara de señalización, se comprobará la veracidad de la alarma, informando a
su superior o a la Centralita Telefónica o Centro de
Control, tanto si la emergencia es real como si se trata
de una falsa alarma.
La ALERTA consiste en avisar a la Brigada de
Emergencias para movilizarla cuando se produce una.
Se puede definir como: “Situación declarada con el
fin de tomar precauciones específicas debido a la
probable y cercana ocurrencia de un suceso o
accidente que afecte a los usuarios de la propia
instalación”. La alerta se dará por personal
asignado previamente.
Otro significado, para los casos de emergencias
por causas naturales, es la comunicación a la población
de la situación de preemergencia. En estos casos, la
Brigada de Emergencias debe estar prevenida para una
actuación inmediata.
La alerta se transmitirá por medios técnicos
siempre que sea posible y teniendo en cuenta que los sistemas de alarma son
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escuchados por todos los usuarios, por lo que a veces es mejor que impere la
discreción en el caso de conatos controlables que se puedan resolver de manera
sencilla. Pueden utilizarse:
- Medios de comunicación (telefonía).
- Sistema de alarma.
- Walki talkies
Mecanismos de Alarma.
La ALARMA es distinta de la ALERTA, ahora se trata de la comunicación de
la emergencia a TODOS LOS USUARIOS del establecimiento y, por consiguiente, la
orden de evacuación de cada sector (en nuestro caso, los sectores serán los
mismos que se establecen en el proyecto del edificio). Se puede definir como:
“Aviso o señal por la que se informa a las personas para que sigan
instrucciones específicas ante una situación de emergencia”.
La alarma se transmitirá por medios
técnicos (pulsadores de alarma)
complementados con la megafonía o por el
personal del Equipo de Alarma y Evacuación en
caso de que se tenga la certeza de que dichos
medios técnicos pudieran no haberse transmitido
correctamente a todos y cada uno de los
ocupantes del edificio. Este sería el caso por
ejemplo de amenaza de bomba, donde debe
haber un encargado de la tarea de ir a los
vestuarios para decir a los evacuados que lleven los bultos consigo y vigilar que se
cumpla. En cualquier caso, se reiterará por megafonía que los usuarios no lleven
ningún tipo de bulto.
Forma de dar la alarma
Al descubrir un siniestro, seguramente el socio dará la alarma a un
trabajador personalmente, o lo comunicará directamente a la Centralita
Telefónica. Si es un trabajador el que descubre el siniestro, informará o bien a un
trabajador de grado superior o Jefe de Emergencia o bien al Centro de Control, de
forma calmada indicando claramente siempre:
• QUIÉN informa.
• QUÉ ocurre.
• DÓNDE ocurre.
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Haga que le repitan lo que ha dicho para comprobar que le han entendido.
Seguidamente cuelgue el teléfono y trate de apagar el fuego, y si no le es
posible o hay riesgo, evacúe el lugar si ve que el peligro es inminente como para
esperar el aviso de evacuación general del Jefe de Emergencias, cerrando todas las
puertas que vaya pasando.
Identificación de la persona que dará los avisos.
Cuando se habla de avisos, también se tienen dos significados:
- Aviso a los trabajadores y socios del centro.
- Aviso a las Ayudas Exteriores.
Como acabamos de mencionar, el aviso a los trabajadores y socios se
realizará por medios técnicos, que serán puestos en funcionamiento por el
Centro de Control por orden del Jefe de Emergencias. En el caso de existiese
algún fallo en el sistema de alarma, el aviso debe ser realizado por el personal del
Equipo de Alarma y evacuación cuando lo ordene el Jefe de Emergencias.
El aviso a las Ayudas Exteriores se hará por vía telefónica desde el
Centro de Control o Centralita cuando lo ordene el Jefe de Emergencias.
El funcionamiento del Centro de Control y los protocolos de llamadas se
resumen a continuación. Es importante destacar que EL TERMINAL TELEFÓNICO
DEL Centro de Control (CC) ES EL QUE ESTÁ PRESENTE EN RECEPCIÓN, NO
DEBIENDO USAR OTRAS LÍNEAS O APARATOS EN CASO DE EMERGENCIA ni
para recibir ni para efectuar llamadas exteriores (que sí interiores), a excepción de
existir algún obstáculo que impida el uso del primero.
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Está PROHIBIDO efectuar llamadas al (CC) para solicitar información. Hay
que evitar que la Central se bloquee.
Las hojas de protocolos de llamada, deben estar
plastificadas en el Centro de Control. Los formularios de
toma de datos en caso de AMENAZA DE BOMBA, de
INFORMACIÓN al 112 y de INFORMACIÓN AL 091 deben
estar presentes también en (CC), y en todo despacho en el
que exista un terminal telefónico cuyo número esté
publicado en la web del centro o guía telefónica y que pueda
recibir llamadas de personas externas al centro deportivo.
• SITUACIÓN DE NORMALIDAD: puede ser cualquier
miembro del personal que reciba telefónicamente
aviso de emergencia.
• Mantener actualizado el directorio de teléfonos de
emergencia.
• Tener siempre en lugar visible dicho directorio.
• SITUACIÓN DE EMERGENCIA: encargado del
Centro de Control, será la persona encargadas de la recepción.
• Efectuar las llamadas de emergencia según el orden establecido.
• Dar los avisos de emergencia por el procedimiento establecido.
• Seguir las instrucciones del Jefe de Emergencias.
El Jefe de Emergencias o su
sustituto dado el caso, debe tomar la
decisión de evacuar en función de las
impresiones de la llamada y de la
orientación que le indique la Policía
Nacional. Si se decide evacuar, ordenará
la evacuación con las condiciones que
hemos mencionado en el apartado
anterior.
La persona que recibió la llamada y el Jefe de Emergencias que ordenó la
evacuación, recibirán a la Ayuda Exterior y le informarán sobre todo lo que
necesiten.
Mecanismos de respuesta frente a la emergencia.
Los medios técnicos de funcionamiento automático ante las emergencias,
deberán funcionar automáticamente.
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Los usuarios que no pertenezcan a la Brigada de Emergencias, seguirán las
instrucciones que les transmita el Jefe de Emergencias a través del Equipo de
Alarma y Evacuación EAE, mientras que el personal adscrito a la Brigada de
Emergencias cumplirá las tareas asignadas al Equipo en que estén integrados, de
acuerdo con el reparto que de dichas tareas se haga en las sesiones informativas y
se recoja en los Cuadros de Brigada, ya en la fase de Implantación del plan.
Se señalizarán de forma adecuada las diferentes vías de evacuación, así
como las salidas de Emergencia.
Las alarmas sectoriales y generales, suponen la evacuación,
respectivamente, del sector afectado y de todo el complejo deportivo.
La evacuación del sector puede ser iniciada por decisión de un trabajador
de rango intermedio (gerente o similar).
La evacuación general se efectuará únicamente cuando se considere
necesaria, y se decidirá por el Jefe de Emergencia.
Como criterio general, si existe riesgo inmediato para las personas por
humo o fuego, se evacuará la zona afectada, por el recorrido más seguro.
En el establecimiento que nos ocupa, por sus características SE TENDERÁ
SIEMPRE A LA EVACUACIÓN, recurriendo al confinamiento sólo cuando todas las
posibles vías de evacuación estén obstruidas y los miembros de Brigada valoren
que el paso a través de ellas supone un riesgo mayor que el permanecer
confinados en algún local.
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En una evacuación, real o simulada, los
miembros del Equipo de Alarma y Evacuación (EAE)
serán los encargados de comprobar la ausencia de
personas en su zona. Son las únicas personas que
deben acercarse al Centro de Control (CC) para dar
información de los asistentes y no asistentes al punto
de reunión así como la información de personas
atrapadas o heridas en su sector.
Los monitores deportivos de las salas o
socorristas en el caso de las personas que estuvieran
en las piscinas interiores, intentarán dentro de lo
posible ordenar el tránsito de las personas que se
encuentren en su zona o a las que estén dando clase,
de manera que se establezcan grupos de evacuación
en función de las zonas y de manera que sea posible
un mínimo control de recuento de las personas que se
evacúa.
Como es lógico, no siempre será posible este
recuento, ya que hay zonas de uso privado como son vestuarios, duchas y aseos.
Este puede ser el sector más problemático debido a que la respuesta de las
personas no puede ser tan inmediata, e incluso puede darse el caso de que
personas que estén haciendo uso de las duchas no escuchen la señal de alarma.
Por todo ello, siempre que el número de trabajadores presente lo permita, se
debe asignar a algún/os miembro/s de la Brigada la tarea específica de
comprobación y evacuación de la zona de vestuarios. Se recuerda en este
documento que en situaciones de emergencia es prioritaria la no omisión del
deber de socorro antes que prevenir la invasión de la privacidad.
El staff o trabajadores que conforman los equipos de intervención como
Equipo de Alarma y Evacuación en caso de alarma deberá:
• Mirar en el cartel “Está Vd. Aquí” de su sala o
local cual es la vía más rápida de evacuación, o
bien busca la señal más próxima que tenga el
rótulo de “SALIDA”.
• Avisa a los socios o usuarios que se encuentren
en su sala o zona intenta tranquilizarlos y les
comunica que se dirijan ordenadamente a la
salida. Si es posible, hay que intentar contar a las
personas que van a salir.
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• Se procede a evacuar usando los recorridos principales, o cogiendo
recorridos alternativos en caso de estar alguna salida bloqueada y
recurriendo en último caso al confinamiento.
• Una vez en el punto de reunión correspondiente, se procede a evaluar que
las personas se encuentren bien y el trabajador que haya guiado a algún
grupo debe intentar ojear si falta alguna persona y siempre preguntará a
los evacuados si extrañan a alguna otra persona.
A continuación, se indican las INSTRUCCIONES de EVACUACIÓN de una
forma general para los ocupantes y las PROHIBICIONES o formas de actuación
que no se deben adoptar en las emergencias.
INSTRUCCIONES de EVACUACIÓN
1. Mantener la calma.
2. Comenzar la evacuación cuando se dé la
señal de emergencia.
3. Obedecer instrucciones del E. A. E. y de los
monitores o socorristas.
4. Evacuar la zona en orden.
5. Realizar la evacuación en silencio.
6. Si la vía de evacuación está inundada de
humo, “sellar” el acceso y esperar las
ayudas exteriores.
7. Si cuando suena la señal de evacuación una persona no se encuentra en una
sala o recinto específico evacuado por un miembro de Brigada, se deberá unir
al primer grupo que se vea y dar cuenta de esa circunstancia en el punto de
reunión.
8. Señalar que la zona está vacía.
PROHIBICIONES durante la evacuación
1. Separarse del grupo evacuado.
2. Dejar huecos en las filas de evacuación.
3. Llevarse bultos o similares (a excepción de
aviso de bomba).
4. Correr.
5. Empujarse y atropellarse.
6. Detenerse.
7. Retroceder por algo o por alguien.
8. Utilizar el ascensor.
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9. Abandonar el punto de reunión hasta nueva orden si la persona se sabe
perteneciente a un grupo que pudiera notar su falta.
NORMAS GENERALES
1. En general, ayudarse unos a otros.
2. Transportar a los impedidos de una manera eficaz.
3. Dirigir y ayudar con especial atención a los
discapacitados.
4. Comunicar al E. A. E. las incidencias observadas en
la evacuación.
5. Parar y desconectar las máquinas que se estén
utilizando (no tener en cuenta las máquinas de
ejercicio que dispongan de auto-apagado una vez
cesa el movimiento).
JEFE DE EMERGENCIAS
Es el máximo responsable del Centro en caso de una emergencia y
normalmente suele ser el Director del Centro. Sus funciones principales serán:
• Recibir las Alarmas desde el Centro de Control.
• Declarar el tipo de Emergencia.
• Acudir al Centro de Control.
• Recibir los partes de incidencias.
• Recibir e informar a las Ayudas Exteriores requeridas.
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JEFE DE INTERVENCIÓN
Suele formar parte de la dirección técnica de la instalación, y sustituye al
Jefe de Emergencias en su ausencia. Si estuviera el Jefe de Emergencias lo ayudará
en la coordinación de la emergencia, ocupándose de todas las órdenes que
recibiese del mismo.
EQUIPO DE PRIMERA INTERVENCIÓN (EPI).
Todos los integrantes del Centro o instalación deportiva son en todo
momento parte del equipo de primera intervención que intentarán resolver
cualquier emergencia que se inicie y que, con sus propios medios puedan
contenerla. Al mismo tiempo estarán integrados en cualquier otro equipo de
intervención, atendiendo a su perfil y puesto de trabajo, de la manera que resulte
más operativo a la hora de resolver la emergencia. Todo empleado que descubra
el comienzo de un incendio dará la alarma inmediatamente a la Centralita
Telefónica, indicando:
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• QUIÉN informa.
• QUÉ ocurre.
• DÓNDE ocurre.
Seguidamente, tratará de apagar el fuego usando los extintores de incendio
que se encuentren a su alcance, y sean de tipo adecuado a la Clase de Fuego a
extinguir.
Si se ve bloqueado por el humo, saldrá de la zona
gateando, arrastrándose por el suelo. En el caso de que
se le prenda la ropa, se tirará al suelo y rodará sobre sí
mismo.
En caso de evacuación, seguirá las instrucciones
del Equipo de Alarma y Evacuación y, en particular, la de
no utilizar el ascensor, dirigiéndose con calma pero
rápidamente al punto de reunión asignado a su sector.
MANTENDRÁ LA CALMA, NO CORRIENDO, NI GRITANDO PARA
PROVOCAR EL PÁNICO.
SOLO SI ESTÁ COMPLETAMENTE SEGURO DE PODER APAGAR EL FUEGO
CON LOS MEDIOS DISPONIBLES, podrá hacerlo antes de dar la alarma. Si no lo
consigue, evacuará la zona, cerrando las puertas que atraviese. Son tanto EPI
como ESI los equipos de extinción y evacuación.
Hay que liderar la emergencia en la evacuación haciendo que los
ocupantes del establecimiento sigan las instrucciones de los equipos de
intervención y colaboren con las ayudas exteriores.
Al recibir la alarma, constituirá el Centro de Coordinación de la emergencia
en la Centralita Telefónica. Si se conoce el lugar de la emergencia acudirá al mismo
para evaluarla con el Jefe de Emergencias, decidiendo las acciones a tomar y
regresando seguidamente al Centro de Coordinación o Centro de Control CC.
Permanecerá en todo momento en estrecho contacto con el Jefe de
Emergencia, para proporcionarle todos aquellos medios que necesite.
Dará las instrucciones oportunas para evitar la entrada en el recinto
deportivo de más socios o personas ajenas al mismo que no tengan carácter de
socorro o ayuda para el control del mismo.
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EQUIPO DE ALARMA Y EVACUACIÓN (EAE)
Integrado por los monitores de la instalación, deben conocer
perfectamente todas las zonas o sectores del
centro y aprenderse los recorridos de evacuación
principales y alternativos, e utilizarlos
dependiendo del origen y evolución del riesgo.
Sus principales funciones se pueden resumir en:
• Dar la alarma en su zona o sector.
• Dirigir el flujo de evacuación hacia las
salidas.
• Abrir las puertas presentes en el recorrido
que se encuentren cerradas con llave. *
• Ayudar a los ocupantes de su zona.
• Comprobar que su zona está vacía.
• Controlar los evacuados en los Puntos de Reunión.
Si existiesen puertas no automáticas que hubiese que abrir durante el
recorrido, la llave de cada una de ellas debe permanecer en un cajetín accesible a
una distancia en torno a 50 cm de cada puerta. Los equipos de alarma y
evacuación deben conocer esta circunstancia, de manera que puedan abrir todas
las puertas a su paso de forma rápida y sin impedimentos.
El EAE que tenga asignado tareas de
evacuación de una zona específica o el
Coordinador de Zona o Sector, se preocupará
de:
• Dirigir al EAE para evacuar la zona
asignada.
• Controlar con el EAE las personas
evacuadas de su zona.
• Comprobar por medio del EAE que su zona está vacía.
• Dar parte de incidencias de la evacuación de su zona.
En general, cualquier monitor de sala, socorrista o incluso personal del
recinto que no se dedique a actividades deportivas puede ser Equipo de Alarma y
Evacuación. Si para una misma zona o sala coinciden más de una persona que se
pueda encargar de la evacuación, uno de ellos actuará como mando responsable
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del Equipo de Evacuación de esa zona (el que mejor conozca el edificio o tenga
cargo más alto) y seguirá las instrucciones del Jefe de Emergencias y/o Equipo de
Coordinación para evacuar el edificio, dirigiendo el personal a su cargo al punto de
reunión. El mando del Equipo de Evacuación actuará como guía, decidiendo la vía
de evacuación a utilizar.
Si existe un Jefe de un Equipo de Evacuación, y de declararse la Emergencia
en su propia zona de influencia o en una próxima y considerase la existencia de
riesgo, dará la orden de evacuación, desconectando todos los equipos susceptibles
de provocar o agravar el incendio, y cerrando tras de sí todas las puertas que vaya
atravesando, para evitar la propagación del humo y fuego.
Cuando la Emergencia se declare en su zona, los pasos a seguir serán
siempre:
• Dará la Alarma a la Centralita.
• Tratará de apagar el fuego con los extintores y BIEs disponibles.
• Después, si continúa el peligro, evacuará la zona.
Una vez en el punto de reunión efectuará el recuento del personal
evacuado, y comunicará al Jefe de Emergencia la posible ausencia de alguno de
sus subordinados, para proceder a la búsqueda y rescate.
En este tipo de recintos, una buena manera de hacer recuento es que los
monitores o socorristas hagan recuento de sus compañeros y los socios hagan
recuento entre ellos mismos también (en muchas ocasiones podemos echar en
falta a alguien al pensar que siempre acude a la misma hora o que momentos
anteriores a la emergencia lo vimos dentro del edificio).
EQUIPO DE SEGUNDA INTERVENCIÓN (ESI) O BRIGADA DE EMERGENCIAS.
El equipo de extinción lo formas el personal de mantenimiento y/o
seguridad, y aquellos trabajadores que
aglutinen un perfil idóneo para este
puesto. Si el número de trabajadores del
centro lo permite y siempre que sea
posible, es bueno contar con miembros
del personal que hayan tenido
formación en el uso de extintores y
bocas de incendios.
P á g i n a 20 | 49
Al recibir la alarma (megafonía, teléfono) se dirigirán a la zona siniestrada.
Al llegar al lugar del Incendio, reforzarán y sustituirán al EPI, y con su actuación
pretenderán los tres objetivos básicos siguientes:
• Extinguir el fuego si es posible.
• Evitar su propagación a otros sectores.
• Permitir mayor tiempo de evacuación de sectores contiguos.
• Para ello desenrollarán y usarán las mangueras de las bocas de incendio
equipadas, y utilizarán así mismo los extintores.
• Si observan que no pueden dominar el fuego y consideran que éste puede
propagarse, lo comunicarán inmediatamente a Centralita para dar aviso
inmediato al Servicio Público de Extinción de Incendios.
EQUIPO DE PRIMEROS AUXILIOS (EPA)
Los socorristas aplicarán
únicamente tratamientos sencillos
para heridas, quemaduras, fracturas,
hemorragias, desvanecimientos,
ataques de nervios, etc., solicitando la
llamada de ambulancias para la
evacuación de los lesionados.
P á g i n a 21 | 49
Las primeras ayudas son la intervención propia de la Brigada de
Emergencias del establecimiento.
Cada persona de la Brigada está integrada en un equipo de trabajo y su
intervención es fundamental hasta la llegada de las Ayudas Exteriores.
El Equipo de Alarma y Evacuación finaliza su tarea cuando se acaba la
evacuación y se informa al Centro de Control las
incidencias habidas durante la misma.
Los otros Equipos, como los que informarán al
Jefe de Emergencias de cómo ha ido el proceso de
evacuación y de un recuento aproximado, finalizan sus
tareas, en principio, cuando intervienen las Ayudas
Exteriores, y en ese momento se ponen a su disposición
para prestar la colaboración que soliciten.
El Jefe de Emergencias no finaliza sus misiones
hasta que las Ayudas Exteriores le informen de la
resolución de la emergencia y manifiesta segura la
vuelta al Centro. Después comenzará la investigación de
la emergencia y velará para que el servicio de
mantenimiento reponga los medios técnicos utilizados
en la emergencia (por ejemplo, la recarga de extintores).
El Jefe de Emergencias, cuyo lugar de trabajo en las emergencias está
situado en el Centro de Control o sus aledaños (hall de entrada al edificio), será
quien reciba a las Ayudas Exteriores, les entregará un plano de cada planta del
edificio, y les informará de:
- La ubicación del siniestro, indicándola en el en el plano, y el recorrido desde
el C.C.
- Las características conocidas del mismo.
- La peligrosidad de zonas próximas al lugar del siniestro.
- Las incidencias producidas en la evacuación, si fuera necesario.
- La existencia de heridos y/o atrapados.
P á g i n a 22 | 49
Permanecerá a disposición de las Ayudas Exteriores para informarle de lo
que necesiten o de las informaciones que le vayan haciendo llegar los
componentes de la Brigada. Es conveniente que el Jefe de Emergencias esté
perfectamente identificado (con prenda de alta visibilidad o fácil reconocimiento) y
a su lado, durante el proceso de la emergencia, esté el Jefe de Mantenimiento y
Jefe de Intervención.
Se identifican a los componentes de la Brigada
que debería haber en cada uno de los horarios del
centro, teniendo en cuenta suplentes que haya que
nombrar por bajas o vacaciones. Siempre que sea
posible en función de las personas contratadas, se
intentará que no falte ninguno de los equipos que se
describen en líneas posteriores.
Las dos situaciones que de forma general obligan
a la evacuación en este tipo de centros son la amenaza
de bomba y el incendio. Los protocolos de actuación
son:
RECEPCIÓN DE LLAMADA DE AMENAZA DE
BOMBA (cualquier miembro del personal que reciba
telefónicamente el aviso) debe:
- Mantener la calma.
- Recoger toda la información posible con la ayuda de la ficha.
- Informar a la Comisaría de Policía según instrucciones.
- Informar al responsable del establecimiento.
- Seguir sus instrucciones.
La persona que recibe la llamada debe seguir las instrucciones de la tabla
que pueden estar recogidos en su Plan de Autoprotección y en sitio perfectamente
disponible para su uso. El Director como responsable del centro debe tomar la
decisión de evacuar en función de las impresiones que le de la llamada y lo que le
indique la Policía Nacional. Si se decide evacuar se seguirán las pautas antes
descritas.
La persona que recibió la llamada y los responsables de la evacuación
recibirán a la Policía Nacional y le informarán de todo lo que necesiten.
La hoja de toma de datos de aviso de bomba permanecerá plastificada
al lado de todos los teléfonos de contacto del centro.
P á g i n a 23 | 49
La forma de aviso ya no será la alarma, al poder ser confundido con
aviso de incendio, por lo que
miembros de la Brigada se
encargarán de avisar a todos los
usuarios por zonas, incidiendo en
que pasen por los vestuarios y se
lleven bultos consigo.
EN CASO DE INCENDIO, se
detallan las instrucciones para la
persona que lo descubre, el
Centro de Control, Jefe de
Emergencia, monitores y
socorristas, E.A.E., ocupantes y
resto del personal.
Persona que descubre el siniestro
- Mantener la calma.
- No gritar.
- Comunicar la emergencia al Centro de Control mediante telefonía
marcando el número de su centralita o bien en persona o a través de
otra persona que se encargue.
Centro de Control (Centralita telefónica de recepción)
- Efectuar las llamadas de emergencia, primero al Servicio del que se
necesita ayuda y, posteriormente, al 112 por si la emergencia evoluciona
negativamente y es necesaria la participación de otras Ayudas
Exteriores.
- Dar los avisos de emergencia por el procedimiento establecido (primero
por medios mecánicos y después si hace falta aviso en persona).
- Seguir las instrucciones del Jefe de Emergencias.
- Ordenar la evacuación parcial y total, según lo indique el J. E.
Al recibir la Alarma a través de un empleado (tanto telefónica como en
persona), el operador de la Centralita de Teléfonos la transmitirá por el siguiente
orden:
1.- Jefe de Emergencias.
2.- Director del establecimiento (si fuera otra persona).
3.- Operario/s de Mantenimiento y E.S.I.
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Cuando la Alarma se reciba a través de la Instalación de Detección
Automática:
Tratará de confirmar la emergencia por algún empleado de la zona.
Si no recibe confirmación de la emergencia en un plazo de 4 minutos, o ésta
es positiva, procederá a transmitir la Alarma como en el caso anterior.
Permanecerá en su puesto mientras sea seguro, interrumpiendo todas las
comunicaciones con el exterior cuando la alarma sea general, dejando una línea
libre de comunicación con los Servicios Públicos de Extinción de Incendios.
Transmitirá las instrucciones dictadas por el Jefe de Emergencia y el Jefe de
Equipo de Coordinación, a través de los teléfonos, megafonía, u otros medios
según sea necesario y posible. Transmitirá la alarma a los Servicios Públicos de
Extinción de Incendios cuando se lo indique el Jefe de Emergencia y/o del Equipo
de Coordinación, indicando:
• Nombre del recinto.
• Dirección completa.
• Naturaleza del fuego, si se conoce.
No colgar hasta estar completamente seguros de que el mensaje ha sido
correctamente recibido y, a ser posible, hacer que repitan el mensaje como
comprobación.
Si recibiera alguna llamada exterior informando de la colocación de algún
artefacto explosivo, tratará de conseguir información sobre el lugar donde
presuntamente está colocado, procurando descubrir y recordar datos como:
• Ruido de fondo.
• Timbre de voz.
• Palabras características.
EL FORMULARIO “AMENAZA DE BOMBA” EN EL ANEXO DE ESTE
DOCUMENTO DEBE QUEDAR EN LA RECEPCIÓN Y EN CERCA DE CUALQUIER
TELÉFONO QUE RECIBA LLAMADAS DESDE EL EXTERIOR.
Seguidamente informará del hecho al Director y al Jefe de Emergencia, los
cuales (o el cual) transmitirán la orden, si lo creen oportuno, de proceder a la
evacuación.
P á g i n a 25 | 49
Si se produjese un acto de robo, vandalismo, etc., avisará al Jefe de
Emergencia y al Director, que darán la orden de avisar a la Policía si fuese
necesario.
Actuación en días festivos y vacaciones.
Son los días en los que permanece menos personal de los equipos de
intervención en la instalación, pero también son los días en el que los usuarios son
mínimos. En caso de emergencia, el Centro de Control debe tomar la
responsabilidad de decidir el nivel de la misma y actuar con coordinación y control
de la misma, siempre apoyado por el personal de mantenimiento.
El personal que permanezca en el recinto, al detectar el comienzo de un
siniestro:
Evaluará inmediatamente las posibilidades de extinción. Dará la alarma al
Servicio Público de Extinción de Incendios, si procede, facilitando los siguientes
datos:
1. Nombre del recinto.
2. Dirección completa.
3. Naturaleza del fuego, si se conoce.
4. No colgar hasta estar completamente seguros de que el mensaje ha sido
correctamente recibido y, a ser posible, hacer que repitan el mensaje como
comprobación.
Tratará de controlar e impedir la propagación del fuego con los extintores,
BIEs cerrando puertas y ventanas, y seguidamente se desplazará a la entrada
principal del centro deportivo a para guiar a los bomberos al lugar del Incendio.
Mientras tanto, tratará de localizar en su domicilio a los responsables previstos en
el Plan de Emergencia: dirección, operarios de mantenimiento, etc.
Cuando la detección del incendio se
produzca a través de la detección automática,
o por algún aviso:
1. Se alertará al Servicio Público de
Extinción de Incendios, indicando que
es una alarma producida por detección
automática; el lugar donde se está
detectando y que se va a comprobar si
es cierto.
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2. Se desplazará al lugar de la posible emergencia.
3. Se confirmará a los bomberos inmediatamente la existencia de la
emergencia o se desmentirá, según sea el caso.
4. En el caso de existir realmente incendio, se actuará como se ha indicado en
los párrafos anteriores.
Para que un fuego se inicie es
necesario que los materiales reaccionantes
(comburente, combustible), se encuentren
en unas determinadas condiciones y que,
además, exista una determinada energía que
provoque que la reacción se inicie. A esta
energía se le denomina energía de
activación. A esto se le llamó Triángulo del
fuego, con el que se quiso significar que no
podía producirse sin que se unieran estos tres elementos: combustible,
comburente y energía de activación “calor”.
El combustible es cualquier sustancia capaz de arder en determinadas
condiciones, es decir, toda sustancia que al combinarse con el oxígeno y
aportando una energía de activación, es capaz de producir una reacción de
oxidación – reducción de carácter exotérmico, cediendo electrones (se oxida).
El oxígeno es el principal comburente y participa en casi todos los procesos de
oxidación. La cantidad de oxígeno disponible para soportar la combustión es
importante, el aire contiene aproximadamente un 21% de oxígeno bajo
circunstancias normales, sin embargo, pueden encontrarse situaciones donde
haya menos de esta proporción. La carencia de oxígeno puede crear otros
problemas, además de la imposibilidad de mantener la vida.
Energía de activación: es la energía que es precisa aportar para que la
mezcla de combustible reaccione.
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Esta sencilla
representación (el triángulo), se
aceptó durante mucho tiempo, sin
embargo, se comenzaron a
observar algunos fenómenos que
no podían explicarse totalmente
hasta que se descubrió un nuevo
factor, la reacción en cadena.
La reacción en cadena
Definida como el proceso
mediante el cual progresa la
reacción en el seno de una mezcla
comburente – combustible. También definida como la transmisión de calor de
unas partículas a otras del combustible.
Para que se origine el fuego, deben darse cuatro factores simultáneamente:
un combustible en presencia de un comburente, una fuente de calor susceptible
de alcanzar la temperatura de ignición y la reacción en cadena. Es lo que se
denomina el “Tetraedro del fuego”. Esto es una representación gráfica en el que
cada uno de sus lados representa a uno de los factores del incendio.
La mayor parte de los combustibles, tal como aparecen en la naturaleza,
han de adoptar la forma adecuada para combinarse con el oxígeno del aire y dar
lugar a la combustión.
Así, por ejemplo, la madera ante un intenso calor se va transformando en
vapores que contienen radicales libres de hidrogeno (H), de hidrocarburos (CH),
de monóxido de carbono (CO), porciones combustibles, además de otras no
combustibles como, vapor de agua y dióxido de carbono (CO2).
Fuegos de la clase “A”: son fuegos originados por combustibles sólidos
con alta cohesión molecular. Para que se realice la combustión es preciso el
calentamiento previo del sólido y así romper dicha cohesión. Este calentamiento,
posibilita la rotura de las cadenas moleculares mediante un proceso de supresión
de enlaces llamado “pirolisis”. A mayor superficie de contacto entre el
combustible y el comburente, mejor y más rápida es la combustión. Ejemplo:
(tronco de madera ,papel, aserrín, etc).
Fuegos de clase “B”: son los ocasionados por combustibles líquidos con
una cohesión molecular baja. La reacción siempre se verifica sobre la superficie
P á g i n a 28 | 49
por evaporación del líquido. Dichos vapores se mezclan por difusión con el
comburente para formar la masa reactiva.
En función de la velocidad de evaporación, la combustión se desarrollará
progresando sobre la superficie del líquido hasta cubrirla en su totalidad, o se
autoextinguirá por insuficiencia de combustible en la mezcla reactiva. Los
principales materiales de este tipo serán los derivados del petróleo.
Fuegos de clase “C”: son los
fuegos de gases, es decir,
combustibles en estado o fase
gaseosa. Para este tipo de
combustibles, sólo es preciso que la
mezcla se encuentre en una
proporción suficiente para que a
partir de una fuente de ignición, se
desarrolle la combustión.
Así pues, los combustibles
sólidos o líquidos deben de
transformarse para que se produzca la combustión. Algunos líquidos como la
gasolina, desprenden gases a temperatura ambiente. En general, los combustibles
sólidos o líquidos deben de calentarse para desprender vapores y así poder arder.
Ejemplo de estos gases combustibles son el gas natural, hidrógeno, metano o
butano.
Fuegos de la clase “D: son fuegos originados por metales. Casi todos los
metales pueden oxidarse, algunos de ellos lo hacen tan rápidamente que pueden
generar suficiente cantidad de calor como para alcanzar sus respectivas
temperaturas de inflamación.
Fuegos de la clase “E”: fuegos de materiales sometidos a tensión eléctrica.
Por ejemplo: transformadores, ordenadores, etc. En algunas clasificaciones se
suelen incluir en forma de subíndice para indicar un fuego en presencia de
corriente eléctrica. Por ejemplo: “Ae”.
Fuegos de clase “K”: últimamente se han puesto este tipo de fuegos en
clasificación, atendiendo a los incendios que se producen con aceites y grasas
vegetales, suele ocurrir en grandes cocinas industriales.
La falta o eliminación de uno de los elementos que intervienen en la
combustión (combustible, comburente, energía de activación y reacción en
cadena), daría lugar a la extinción del fuego. Según el elemento que se elimine,
aparecerán distintos mecanismos de extinción:
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Dilución o desalimentación: Retirada o eliminación del elemento
combustible.
Sofocación o inertización: Se llama así al hecho de eliminar el oxígeno de
la combustión o, más técnicamente, "impedir" que los vapores que se desprenden
a una determinada temperatura para cada materia, se pongan en contacto con el
oxígeno del aire.
Este efecto se consigue desplazando el oxígeno por medio de una
determinada concentración de gas inerte, o bien cubriendo la superficie en llamas
con alguna sustancia o elemento incombustible (por ejemplo, la tapadera que se
pone sobre el aceite ardiendo en la sartén, el apagavelas de las iglesias, la manta
con que se cubre a alguien o a algo ardiendo, etc.).
Enfriamiento: Este mecanismo consiste en reducir la temperatura del
combustible. El fuego se apagará cuando la superficie del material incendiado se
enfríe a un punto en que no deje escapar suficientes vapores para mantener una
mezcla o rango de combustión en la zona del fuego. Por lo tanto, para apagar un
fuego por enfriamiento, se necesita un agente extintor que tenga una gran
capacidad para absorber el calor. El agua es el mejor, más barato y más
abundante de todos los existentes.
Inhibición o rotura de la reacción en cadena: Consiste en impedir la
transmisión de calor de unas partículas a otras del combustible, interponiendo
elementos catalizadores entre ellas. Sirva como ejemplo la utilización de
P á g i n a 30 | 49
compuestos químicos que reaccionan con los distintos componentes de los
vapores combustibles neutralizándolos, como por ejemplo polvos químicos.
Los productos destinados a apagar un fuego se llaman agentes extintores.
Actúan sobre el fuego mediante los mecanismos descritos anteriormente. Vamos a
enumerarlos describiendo sus características y propiedades más elementales.
Líquidos: Agua y espuma.
Agua: Es el agente extintor más antiguo. Apaga por enfriamiento,
absorbiendo calor del fuego para evaporarse. La cantidad de calor que absorbe es
muy grande. En general es más eficaz si se emplea pulverizada, ya que se evapora
más rápidamente, con lo que absorbe más calor. El agua cuando se vaporiza
aumenta su volumen 1600 veces. Es especialmente eficaz para apagar fuegos de
clase A (sólidos), ya que apaga y enfría las brasas.
No debe emplearse en fuegos de clase B, a no ser que esté debidamente
pulverizada, pues al ser más densa que la mayoría de los combustibles líquidos,
éstos sobrenadan. Es conductora de electricidad, por lo que no debe emplearse
donde pueda haber corriente eléctrica, salvo que se emplee debidamente
pulverizada, en tensiones bajas y respetando las debidas distancias.
Espuma: Es una emulsión de un producto espumógeno en agua.
Básicamente apaga por sofocación, al aislar el combustible del ambiente que lo
rodea, ejerciendo también una cierta acción refrigerante, debido al agua que
contiene.
Se utiliza en fuegos de clase A y B (sólidos y líquidos).
Es conductora de la electricidad, por lo que no debe emplearse en
presencia de corriente eléctrica.
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Sólidos: Polvos químicos secos.
Polvos químicos secos: son polvos de sales químicas de diferente
composición, capaces de combinarse con los productos de descomposición del
combustible, paralizando la reacción en cadena.
Pueden ser de dos clases: Normal o Polivalente. Los polvos químicos
secos normales son sales de sodio o potasio, perfectamente secas, combinados
con otros compuestos para darles fluidez y estabilidad. Son apropiados para
fuegos de líquidos (clase B) y de gases (clase C).
Los polvos químicos secos polivalentes tienen como base fosfatos de
amonio, con aditivos similares a los de los anteriores. Además de ser apropiados
para fuegos de líquidos y de gases, lo son para los de sólidos, ya que funden
recubriendo las brasas con una película que las sella, aislándolas del aire.
No son tóxicos ni conducen la electricidad a tensiones normales, por lo que
pueden emplearse en fuegos en presencia de tensión eléctrica. Su composición
química hace que contaminen los alimentos. Pueden dañar por abrasión
mecanismos delicados.
Gaseosos: Dióxido de Carbono.
Dióxido de Carbono (CO2): Es un gas inerte que se almacena en estado
líquido a presión elevada. Al descargarse se solidifica parcialmente, en forma de
copos blancos, por lo que a los extintores que lo contienen se les llama de "Nieve
Carbónica". Apaga principalmente por sofocación, desplazando al oxígeno del aire,
aunque también produce un cierto enfriamiento. No conduce la electricidad.
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Se emplea para apagar fuegos de sólidos (clase A, superficiales), de
líquidos (clase B), y de gases (clase C). Al no ser conductor de la electricidad, es
especialmente adecuado para apagar fuegos en los que haya presencia de
corriente eléctrica.
Al ser asfixiante, los locales deben ventilarse después de su uso. Hay que
tener especial cuidado con no utilizarlo, en cantidades que puedan resultar
peligrosas, en presencia de personas.
Otros agentes extintores:
Se utilizan otros agentes extintores, pero su empleo se restringe a ciertas
clases de fuego:
Arena seca: Proyectada con pala sobre líquidos que se derraman por el
suelo, actúa por sofocación del fuego. Se utiliza igualmente para fuegos de
magnesio. Es indispensable en los garajes donde se presenten manchas de
gasolina, para impedir su inflamación.
Mantas: Son utilizadas para apagar fuegos que, por ejemplo, hayan
prendido en los vestidos de una persona. Es necesario que estén fabricadas con
fibras naturales (lana, etc.) y no con fibras sintéticas.
Explosivos: Sólo se utilizan en casos muy particulares: fuegos de pozos de
petróleo, incendios de gran magnitud en ciudades. El efecto de explosión abate las
llamas, pero es necesario luego actuar con rapidez para evitar que el fuego vuelva
a prender.
Batefuegos: se utilizan en incendios forestales.
Convección.- La Convección es la transmisión del calor a través del
movimiento del humo, gases, aire y partículas calientes.
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Conducción: es la transmisión de calor a través de un sólido, en la
construcción se emplean muchos materiales metálicos como vigas cableados
tuberías etc.
Radiación.- La radiación es la transmisión del calor a través de ondas
invisible ó bien en el vació propagándose por el espacio al igual que la luz, estas
ondas o radiaciones se trasmiten en línea recta en todas las direcciones, se
mueven a través del aire no viéndose afectadas por el viento, penetran superficies
trasparentes y traslucidas, siendo absorbidas por cualquier sólido opaco con el
que entren en contacto.
Contacto directo.- El calor se trasmite por contacto directo cuando una
llama o ascua alcanza un objeto, siempre y cuando se mantenga el suficiente
tiempo para que pueda arder.
EXTINTOR DE POLVO Y PRESIÓN INCORPORADA.
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1. Quite el precinto del pasador tirando hacia afuera.
2. Apriete la palanca de disparo, dirigiendo el chorro de polvo al objeto que
arde, imprimiendo un movimiento de abanico.
3. Si no sale polvo, dé unos golpes suaves contra el suelo a la válvula de
descarga por si está obstruida.
4. No invierta el extintor.
5. Ataque el fuego desde una distancia de unos dos metros y luego avance
hacia él, según se vaya apagando.
EXTINTOR DE CO2.
1. Quite el precinto del pasador tirando hacia afuera.
2. Coja la bocina de descarga por el plástico aislante, NUNCA DE OTRO SITIO,
con una mano.
3. Apriete, con la otra mano, la palanca de la válvula de descarga, dirigiendo el
chorro de nieve carbónica al objeto o líquido que arde, imprimiendo un
movimiento de barrido de la superficie.
4. Ataque el fuego desde una distancia de unos dos metros y luego avance
hacia él.
P á g i n a 35 | 49
BOCAS DE INCENDIO EQUIPADAS (BIEs).
Si dispone de B.I.E. con mangueras
conectadas a la red de agua a presión.
Para accionar:
1. Romper el cristal del armario o abrirlo (según el caso).
2. Desenrollar la manguera hacia el lugar del fuego.
3. Abrir lentamente la válvula (llave de paso o grifo).
Si lo hace una sola persona deberá sujetar la
lanza metálica con una mano por lo menos y
mejor también con el brazo, pasándola por
debajo de la axila.
4. Cuando esté totalmente abierta, sujetará la lanza
con las dos manos. Para abarcar lo más posible
en poco tiempo, apunte la lanza hacia el techo,
imprimiendo rápidos movimientos de vaivén por
todo aquél. Esto hace que el agua rebote contra el techo y caiga en forma
de lluvia sobre una gran extensión.
5. Tan pronto como el fuego se ha oscurecido apunte el chorro hacia la parte
que arde y de una manera directa a cualquier llama que reaparezca.
6. Si no puede extinguir el fuego y debe retirarse, no cierre la manguera,
retroceda protegiéndose con ella hasta una vía de evacuación segura y libre
de humo.
▪ Cada empleado debe conocer el riesgo de incendio derivado de los
productos que manipula, los focos de ignición existentes en su área de
trabajo y el procedimiento concreto de manejo de las instalaciones, que
evite la producción de incendios y accidentes.
P á g i n a 36 | 49
▪ Los embalajes y desperdicios deben depositarse en los lugares previstos
para ello.
▪ Los pasillos, escaleras, vestíbulos y todas las zonas utilizables en caso de
evacuación deben estar siempre libres de obstáculos, y bien señalizados.
▪ Mantener accesibles los equipos de extinción, sistemas de alarma y la
señalización de las vías de evacuación e iluminación de emergencia.
▪ Respetar y hacer respetar la prohibición de fumar en todos los lugares
donde esté establecida dicha prohibición.
▪ Todos los trabajos de mantenimiento y limpieza, pintura, conservación, etc.,
que presenten peligro de incendio debe ser autorizado por el Jefe de
Emergencia, mediante la formalización de un permiso de fuego, que
garantice la adopción de las medidas preventivas suficientes.
▪ Ningún empleado sin formación técnica manipulará la instalación eléctrica,
de calderas, o de bombas, ni siquiera para tareas relativamente simples
como sustituir fusibles, excepto por autorización expresa del servicio de
mantenimiento. Denuncie las anomalías en instalaciones al encargado.
▪ Denuncie la presencia de cualquier conato de incendio.
RECUERDE
Lo ideal es evitar que se produzca el incendio, es decir, prevenirlo,
EVITE todo aquello que pueda ser un foco de incendio y siga las normas de
prevención que se han establecido, en especial la prohibición de fumar, salvo
en áreas autorizadas.
P á g i n a 37 | 49
SVB es el conjunto de maniobras encaminadas a revertir una situación letal
para un accidentado, entre las que podemos destacar la RCP, la valoración
primaria, la estabilización hemodinámica o el saber alertar a un servicio de
emergencias.
La Reanimación Cardio Pulmonar consiste en efectuar dos acciones
principales y simultáneas, la compresión del tórax como acción fundamental para
que la sangre fluya, y la respiración o insuflación de rescate, aportándose oxígeno
a los pulmones.
Estas dos acciones pueden evitar la lesión de órganos vitales como el
cerebro y el corazón. En la mayoría de los casos, la RCP por sí sola no reactivará el
corazón, pero practicada correctamente (sobre todo en compresiones torácicas) y
con la aportación de intentos posteriores de desfibrilación hacen más probable
que esta reanimación sea más efectiva. El objetivo de la RCP es prevenir el paro
respiratorio y circulatorio y seguir un orden de prioridades de actuación ante una
emergencia, este orden de intervención tiene como objetivo detectar la ausencia
de una función vital y suministrar el aporte ausente, para ello se propone una
Cadena de Actuación en situaciones de PCR, encaminada a restaurar la ventilación
y circulación, es la llamada “Cadena de Supervivencia”, se define como la
secuencia de medidas destinadas a lograr la restauración de la circulación
espontánea . Esta cadena está formada por los siguientes eslabones:
• Alertar (112): El SEM debe ser activado lo antes posible (112) tras la
detección de una parada cardiorrespiratoría (PCR) para acortar nuestro
tiempo de actuación necesario con el resto de secuencia.
• RCP básica: la valoración inicial del paciente, la ventilación eficaz si el
enfermo no respira y el masaje cardíaco externo son técnicas que se han de
aplicar lo antes posible y hasta la llegada de un desfibrilador.
• Desfibrilación Precoz (DESA): proceso que se establece en la actualidad
como el eslabón llave de la cadena de supervivencia.
• Cuidados avanzados: incluyen las medidas de Soporte Vital Básico más
una serie de cuidados especializados que la optimizan como la intubación
endotraqueal, desfibrilación manual, monitorización, acceso venoso,
diagnóstico diferencial y tratamiento con fármacos.
P á g i n a 38 | 49
La única herramienta que ha demostrado la eficacia para disminuir la
morbi-mortalidad en casos de muerte súbita de origen cardíaco es la CADENA DE
SUPERVIVENCIA y la fortaleza de la misma viene marcada por la fortaleza del
eslabón más débil.
GLOBAL AUTOPROTECT se compromete como centro de formación en
emergencias y autoprotección a divulgar este concepto de “CADENA DE
SUPERVIVENCIA” de la ERC (European Resucitation Council) reforzando de
esta manera una formación íntegra y de calidad, que sirva para disminuir la morbi
mortalidad de los accidentados en parada cardíaca o muerte súbita.
La secuencia de actuación ante cualquier situación de emergencia está
basada en el A, B, C, D, Primario:
1. NIVEL DE CONCIENCIA: El nivel de conciencia se valora llamando al
paciente, tocándole, gritándole, etc.
• Consciente: Dejar al paciente en la misma posición, se reevalúa
continuamente para detectar posibles
anomalías.
• Inconsciente: Lo primero es pedir
ayuda, seguidamente se valora vía
aérea, ventilación y pulso:
• Inconsciente y respira: Poner al
paciente en posición lateral de
seguridad (PLS).
• Inconsciente y no respira: Iniciar
masaje cardíaco y/o ventilación.
P á g i n a 39 | 49
2. VÍA AÉREA (A): Cuando un paciente esta
inconsciente el tono muscular es
insuficiente, esto puede hacer que la lengua
y la epiglotis obstruyan la faringe, siendo la
lengua es la principal causa de obstrucción
de la vía aérea en paciente inconsciente.
3. VENTILACIÓN (B): Una vez que se comprueba la ausencia de respiración se
puede empezar a dar masaje cardíaco. Si hablamos de ahogados, lactantes
o electrocutados se pueden realizar 5 insuflaciones iniciales y
posteriormente 30 compresiones. La secuencia general es 30 compresiones
en pecho y 2 ventilaciones.
4. CIRCULACIÓN (C): Una vez comprobado que la víctima esta inconsciente,
abrir vía aérea, comprobado si respira y administrado, según casos, 2
insuflaciones en caso de ausencia de respiración, el siguiente paso es
comprobar si existen signos de circulación. La circulación se valora
mediante la palpación del pulso carotídeo en el caso de profesionales
sanitarios y para personas legas mediante la presencia de cualquier signo
de vida (tos, respiración o movimiento con las ventilaciones) La valoración
de la circulación se hará en un máximo de 10 segundos.
5. DESFIBRILACIÓN (D): la importancia de la desfibrilación precoz radica en
que la principal causa de PCR en el adulto es la
fibrilación ventricular (FV/TV) y el principal factor
determinante de la supervivencia de un paro cardiaco
es el intervalo de tiempo entre la pérdida de conciencia
y la desfibrilación. Con el uso de Desfibriladores
Externos SemiAutomáticos (DESA) por personal no
sanitario entrenado se han conseguido tasas de
supervivencia de que duplican las conseguidas por los
servicios de emergencias. Los DESA son dispositivos
computarizados complejos, fiables y fáciles de utilizar.
La práctica de la RCP mientras llega un DESA hace que
se preserve la función cardiaca y cerebral, sin embargo
no convierte una FV/TV en un ritmo sinusal.
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Para operar con un DESA los pacientes han de reunir las siguientes
características:
• Ausencia de respuesta.
• Ausencia de respiración.
• Ausencia de signos de circulación.
• De lo anteriormente expuesto se deduce que para utilizar un DESA se
ha de tener una formación en RCP Básica.
Los pasos a seguir para operar un DESA son los siguientes:
• Encender el DESA.
• Fijar los electrodos al pecho del enfermo.
• Conectar los electrodos al DESA.
• Aplicar la descarga.
A) Paciente consciente:
• Animarle a toser.
• Inclinarlo levemente para darle 5 golpes interescapulares (actualmente
no están recomendadas).
• Tranquilizarlo.
• Iniciar maniobra de Heimlich para paciente consciente.
• Colocarse detrás del paciente.
• Situar el puño, con el pulgar hacia adentro en epigastrio (entre ombligo
y apófisis xifoides).
• Agarre el puño con la otra mano.
• De 5 compresiones hacía dentro y hacia arriba.
• Continuar dando 5 compresiones hasta salida del cuerpo extraño o
paciente inconsciente.
B) Paciente inconsciente: En este caso se trata de una obstrucción
completa.
• Activar el SEM: ante una obstrucción completa, solos no podremos
solucionar el problema.
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• Abrir la vía aérea: mediante la maniobra frente-mentón.
• Comprobar ventilación e intentar dar 2 insuflaciones Si no entra aire,
recolocar la cabeza e intentarlo de nuevo (la causa más frecuente de no
poder ventilar a un paciente, es la colocación inadecuada de la cabeza).
• Realizar un barrido digital: muchos de los cuerpos extraños se
encuentran a la entrada de la laringe y con este método se pueden
extraer. La técnica consiste en abrir la boca y agarrar la lengua y
mandíbula con una mano, con el dedo índice de la otra mano se hace
un barrido, deslizándose por la pared lateral de la boca del lado
contrario al que se encuentra situado.
• Paciente en decúbito supino.
• Situarse en un lateral y aplicar compresiones torácicas hasta que salga
el objeto.
Es muy importante conocer la fisiopatología del transporte sanitario ya que
en la mayoría de las ocasiones tendremos que movilizar al paciente hasta que se
produzca el traslado en función de la patología que presente y debemos conocer
las contraindicaciones que presentan dichas posiciones.
• Posición anatómica: posición específica del
cuerpo humano utilizada como referencia para la
descripción anatómica. En la
posición anatómica el sujeto se
encuentra de pie, de cara al
observador, los pies sobre el
suelo, los brazos a ambos lados
del cuerpo y las palmas de las
manos hacia adelante. En la vista
posterior, el sujeto se encuentra
de espaldas al observador.
• Posición de Fowler o semi-Fowler: colocación del
paciente en posición inclinada, con la mitad superior
del cuerpo levantada mediante elevación del tronco.
Utilizada para pacientes con problemas respiratorios.
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• Posición de Roser: Posición
dorsal con la cabeza colgando,
normalmente en una camilla, utilizada
para realizar una intubación a pacientes
para solucionar problemas con el control
de vía aérea.
• Posición antishock o trendelemburg:
posición decúbito supino con los pies
más elevados que la cabeza, para
solucionar problemas con el control
circulatorio (hipotensión).
• Posición de espera: posición
decúbito supino para pacientes con
posible lesión cervical o medular.
• Posición Lateral de Seguridad: para pacientes
inconscientes y que respiran normalmente.
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• Postura ante traumatismo abdominal: postura en
decúbito supino con las piernas flexionadas para relajar el
abdomen y disminuir el dolor.
• Posición anti-trendelenburg: posición decúbito supino con
piernas más bajas que la cabeza para solucionar posibles
problemas de presión intracraneal.
Sólo hay que dejar a una persona con movilidad reducida en un sector de
riesgo mínimo cuando el tiempo a emplear en evacuarla sea tal que ponga en
peligro a otras personas más próximas al foco. El mayor impedimento sería la
evacuación de la planta alta, pues en caso de incendio no se debe usar el ascensor.
Se intentará evacuar a las personas de movilidad reducida por medios manuales
de varias personas en colaboración y recurriendo a medios alternativos (sillas,
camillas improvisadas, etc.) como se indica más adelante.
Tanto en la evacuación de heridos como de impedidos, podemos recurrir si
es posible a medios alternativos que requieren la colaboración y la solidaridad
de los propios evacuados y miembros de Brigada que pueden ayudar de maneras
similares a las siguientes:
Método tomando la víctima bajo los brazos. Este método es útil en caso
de heridos o desmayados de un tamaño relativamente pequeño, como el caso de
niños (peso menor a 65-70 kg.). Se sujeta a la víctima por debajo de sus brazos
mientras el ayudante cruza sus manos sobre el pecho de ésta.
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Método de la silla. Dos rescatistas posicionan a la persona sentándola en
una silla. Uno tomará la silla por las patas y el otro por el respaldo. Este método es
muy útil para subir o bajar personas con movilidad reducida por las escaleras.
En el caso de producirse
atrapamientos, los Equipos de Alarma y
Evacuación valorarán la posibilidad
inmediata de resolver el atrapamiento si
este fuera sencillo, siempre y cuando el
sentido común asegure que la persona
atrapada no sufrirá daños acarreados por
la maniobra de rescate, valorando
especialmente los trastornos musculo-esqueléticos que se pudieran dar en
extremidades.
Cuando se trata de atrapamiento por derrumbe o colapso de partes del
edificio o materiales muy pesados o en casos en que la persona sufra
atrapamiento en cuello o espalda, se esperará a la llegada de los Servicios de
Ayuda Exterior.
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En todo tipo de actuación existe una secuencia más o menos prolongada,
pero inevitable. Desde la percepción de un problema determinado, hasta su
resolución, se dan una serie de pasos que es preciso estudiar con detalle, puesto
que la mayor parte de las veces el resultado final depende de ellos; de ahí que
lograr realizarlos adecuadamente será la condición indispensable para alcanzar el
éxito perseguido. Estas secuencias son:
Esta fase es siempre la primera en darse y, quizás, por eso es la más
importante. Depende de los sentidos, vista y oído principalmente, y permite al
socorrista conocer la situación y sus circunstancias. Por lo tanto, requiere una
atención especial por parte de este, es decir, debe estar constantemente
pendiente de todo lo que sucede a su alrededor, principalmente de lo que se
refiere al agua. En la percepción del problema interviene como elementos
esenciales los siguientes:
• Amplitud visual: capacidad de observar un espacio determinado, bajo el
que debería estar la zona a vigilar.
• Valoración óptico motora: cálculos mentales de espacio, tiempo,
velocidad y trayectorias.
• Agudeza visual: capacidad de dirigir la atención al punto exacto que
interesa, que es, lógicamente.
• Percepción del movimiento: el que se está produciendo por la persona
con problemas y cualquier otro que exista a su alrededor e influya en el
salvamento.
• Calidad perceptiva: que puede lograr que la percepción se convierta en
anticipación.
En esta fase se examina y contrasta todo lo que está sucediendo, por lo que
interviene la memoria, los conocimientos y la experiencia. El análisis de la situación
ayudará a una toma de decisión apropiada a cada circunstancia y momento y será
fundamental para facilitar la actuación correspondiente.
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Es un paso que siempre se da en función de las dos fases anteriores y sin él
no existe la posibilidad de efectuar la acción física que se necesita para resolver el
problema.
Efectuada la toma de decisión, se produce, en todo acto de salvamento
acuático, la consiguiente EJECUCIÓN DE LAS ACCIONES ELEGIDAS PARA
RESOLVER EL PROBLEMA, que pueden explicarse como el paso práctico, el que va
a permitir físicamente el rescate. Consta de:
1. Entrada al agua. Con la que se inicia, lógicamente, toda acción de
salvamento.
2. Aproximación. Esta acción se efectúa siempre de la forma más rápida
posible.
3. Control. Referido al que se debe efectuar sobre la persona a la que se va a
rescatar y a las circunstancias del entorno.
4. Método de remolque. Una vez que se ha controlado a la persona
accidentada, se aplica uno de los denominados métodos de remolque o
sistemas que se utilizan para transportar al accidentado en el agua, desde
ella a un lugar seguro.
5. Extracción del agua. Acción con la que finaliza la parte acuática de todo
salvamento y que, en contra de la opinión de muchos, no debe ser
realizada de cualquier forma y a “lo loco”, sino con seguridad y sencillez, en
función de las circunstancias con las que se encuentre el socorrista
acuático.
6. Diagnóstico y aplicación de los primeros auxilios. El último paso, y antes
del traslado del accidentado a un centro hospitalario, si fuera preciso, es
diagnosticar el estado en el que se encuentra y en función de él aplicarle los
primeros auxilios que sean convenientes. Este es un tema de gran
importancia
que se tratará específicamente en la asignatura de primeros auxilios.
“ Aquí hay que poner las 6 fotos de la secuencia de salvamento, en
orden y en dos filas de 3 cada una, pero que slagan con la camiseta de
global, creo que Vicente las tendrá de las seis, sino se hacen en los siguientes
cursos.”
En todos los casos, y siempre que sea posible, se intentará hablar
continuamente con el accidentado, antes, durante y después del rescate, ya que,
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en muchos casos, el salvamento se ve facilitado si se logra una comunicación con
él y se le tranquiliza convenientemente.
Finalizado el salvamento y cuando el socorrista se encuentra ya tranquilo y
descansado, es el momento de evaluar todo el proceso que se ha llevado a cabo
para realizar aquel. Un socorrista acuático responsable y con ánimo de mejorar día
a día, no debe olvidarse de esta fase, sino que intentará recapacitar sobre su
actuación para corregir en el futuro las posibles deficiencias que ha observado o
reforzar los aciertos que ha tenido. El aprender de los propios errores es uno de
los sistemas que desde siempre ha utilizado el ser humano y el avanzar teniendo
en cuenta los éxitos obtenidos es la base del progreso.
Muy relacionado con la secuencia de actuación en el salvamento acuático
se encuentra el tema de su organización, que, en la mayor parte de los casos y
lugares, ni siquiera existe. Lo primero que se hace para determinar si se produce o
no una correcta organización del salvamento acuático es comprobar si se dan
todas las medidas preventivas para evitar al máximo cualquier tipo de accidente
en el agua.
La organización del salvamento corresponde a las personas o instituciones
propiedades del lugar en el que la gente acude a bañarse, y están obligadas a que
dicha organización sea lo más completa y eficaz posible. Un modelo que sirva
como ejemplo es denominado CADENA DE SALVAMENTO. Este ejemplo se divide
en cuatro eslabones.
1. Puesto de salvamento: el encargado de la evacuación del accidentado y
traslado a una estación de reanimación. Su actuación no debe exceder de
un minuto. Es responsabilidad directa de los socorristas.
2. Estación de reanimación: encargada de la realización del RCP. Su
actuación no debe excederse de 4 ó 5 minutos. En ella ya puede intervenir
un medico o especialista.
3. Transporte: responsable del traslado del accidentado al centro sanitario.
Su actuación no debe sobre pasar los 10 - 15 minutos. Por supuesto,
contando con la debida asistencia y atención de un experto durante el
traslado.
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4. Centro sanitario: Es el encargado de atender al accidentado según sus
necesidades y con equipos humanos y materiales más completos.
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