Martín Álvarez
MRTP
Ricardo Carpani. La política en el arte. Editorial Coyoacán.
Buenos Aires, Argentina, 1962.
Prologo (J. J. Hernández Arregui)
_ “CULTURA es resistencia, pero también asimilación. Y cuando
estos artistas denuncian influencias europeas –la presencia
libertadora de Picasso –por ejemplo- tal hecho no menoscaba sus
obras, pues la asimilación de una técnica, cuando se llena de
contenidos nuevos, no es repetición servil, sino ampliación de sus
posibilidades plásticas, y también enriquecimiento de esa técnica
dada la relación inescindible entre forma y contenido. Pero es el
contenido el que da vida a las formas. Por eso, la imitación
puramente formal es academicismo. Arte muerto, aunque se titule
moderno. En cuanto al contenido latinoamericano del arte de estos
pintores, se revela por el objeto plástico elegido: lo colectivo.
Y lo colectivo, en su contorno humano, es el hombre de estas
latitudes vivo y multiplicado, el hombre oprimido de nuestras
tierras, que además, sabe dónde está la raíz de su desdicha y de
su fuerza”. (p.6)
_ “¿Qué es el Arte? Para nosotros, el Arte, en sí mismo, es
indefinible. En cambio, muchos aspectos del arte, que es un
producto del espíritu objetivo, es decir, de la Cultura, son
sometibles a la investigación científica aunque la esencia misma
del Arte permanezca en penumbras.” (p. 8)
_ “Se ha comparado al Arte con el juego. Más aun, alguien ha dicho
–Schiller- y de nuevo lindamos sin poder evitarlo las fronteras de
la filosofía, que el hombre es solo enteramente hombre cuando
juega. El arte, con relación a la actividad creadora del artista,
en uno de sus polos, muestra en efecto, similitud con el juego. El
Arte sería entonces un despilfarro, o como lo viera Nietzsche, una
descarga de la superabundancia de la vida. Pero si es cierto que
el juego es una característica del Arte, debemos agregar que el
arte es un juego social. Y en tanto medio de comunicación entre
los hombres, mas allá del artista solitario, se transforma en una
Martín Álvarez
MRTP
actividad de la sociedad misma. El arte es juego, pero en la
medida que el artista se dirige a un público, es juego
socializado, pues permite la simpatía interhumana, entendiendo
aquí por simpatía, al margen de toda valoración ética, la
comunidad intersubjetiva entre el artista, la obra de arte y el
público.” (p. 9)
_ “El Arte, entonces, de acuerdo a este desarrollo metodológico de
la cuestión, es entre otras cosas, la manifestación cultural de
una época y de una determinada sociedad histórica.” (p. 9)
_ “El Arte, al margen de la Estética, puede juzgarse como una
categoría social, cuya función es relacionar a los hombres entre
sí. Es pues un medio de la comunicación social, como el comercio,
el lenguaje, etc. El arte, sirve a fines no solamente estéticos,
sino religiosos, militares, políticos, etc. El Arte en suma, es
una institución social. Las grandes obras artísticas, son al mismo
tiempo, documentos históricos impares. Aunque desapareciesen todos
los textos de la historia y los documentos de los archivos, las
obras de arte típicas de un periodo, conservarían intactas el
espíritu de la humanidad que vivió en ellas.” (p. 11)
_ “… el apartamiento de la clase obrera del arte es el residuo
inhumano de un sistema económico que junto a la explotación
salarial convierte al proletario en paria de la cultura. En el
orbe capitalista, el gran arte es inaccesible al pueblo.” (p. 13)
_ “… la educación de las masas por el arte no tiene solución sin
la previa transformación del orden social.” (p. 13)
_ “… debe insistirse, que el artista revolucionario existe porque
las masas están ya revolucionadas. No es el arte el que educa, en
la primera etapa de la liberación social, a las masas, sino la
crisis del la sociedad burguesa la que crea al artista
revolucionario, que por su parte no hace más que anticiparse
individualmente a la revolución. Y lo hace, en tanto ser
histórico, con medios heredados de la cultura burguesa.” (p. 15)
Martín Álvarez
MRTP
_ “… ¿Es posible el ajuste del artista, con frecuencia rebelde,
con el nivel cultural de las masas? Tal el problema que preocupa a
Carpani, con referencia a la fragmentación del artista –de todo
artista- en la sociedad capitalista. Por nuestra parte, pensamos
que no se trata solamente del “nivel cultural” del pueblo, sino de
una atrofia del órgano, estético de las masas, que aunque
educable, siempre estará en algún grado de conflicto, con la rica
y en cierto modo incomunicable, visión del artista. De ahí la
alternativa que tarde o temprano se plantea a todo artista –
burgués o revolucionario- y que explica, como se verá más
adelante, los diversos intentos, a través de la historia, del arte
“dirigido”. Alternativa que importa, en el fondo, el dualismo
entre el arte como educador de las masas y el artista como
buscador infatigable del destino incompleto del hombre. Creemos –y
esto exigiría un largo ensayo- que en este plano estrictamente
social, el artista debe hacer concesiones, pues al perder parte de
su libertad, al ponerse al servicio de la gradual liberación de
las masas, es históricamente –aunque no en el orden estético- más
libre que nunca, pues se inserta voluntariamente en la lucha misma
de la libertad humana en su generalidad, y de la cual, las masas
son portadoras. Esto aclara, además, el hecho de que el arte nunca
haya sido libre, aunque los historiadores de la burguesía lo
sostengan. El Arte, en mayor o menor grado, ha estado siempre
sometido al control invisible o brutal del grupo
institucionalizado. Este es un hecho irrebatible y trágico. Por
eso, el artista, tampoco es libre, pues el arte, como institución
social es puesto por la clase gobernante al servicio de un orden.”
(p. 16)
_ “Y es que el orden político –que es al mismo tiempo el de la
cultura imperante- impone frenos a la rebeldía individual en
defensa del orden colectivo institucionalizado. Este orden no
siempre compagina, sobre todo en las épocas de crisis, con el Arte
que refleja, a menudo, el malestar de la cultura. El Arte, en los
periodos críticos, violenta los cerrojos de la Cultura. Y siendo
Martín Álvarez
MRTP
como es, parte de la Cultura, por un lado se afirma, e incluso la
caracteriza, y por el otro la niega, la renueva.” (p. 17)
_ “El Arte –en parte- es un reflejo de la vida social. Los estilos
–clásico, gótico, renacentista, moderno- son productos históricos,
modos artísticos de expresión social del “helenismo”, del
“feudalismo”, del “renacimiento”, de “la época actual”. El
artista, en tanto ser vivo de una realidad histórica, proyecta a
la inmovilidad de las formas, el espíritu de su época.” (p. 19)
_ “El arte, sin duda, está configurado parcialmente por el régimen
social y por el nivel de la técnica. Ickowicz ha resumido la tesis
así: 1º El Arte está condicionado por el estado de las fuerzas
productivas. 2º Estas fuerzas productivas, determinan, a su vez,
el medio social. 3º El artista proyecta de una manera peculiar,
con su personal índice de refracción individual, las aspiraciones,
sentimientos e ideas de ese medio social. También para George
Luckas, el arte forma parte del estilo de vida de una época y de
su concepción del mundo. No es, pues, el arte, un producto directo
de las relaciones económicas, pero sí de las múltiples ligaduras y
entrecruzamientos que integran la vida social en su totalidad. Más
que un reflejo se trata de una “correspondencia” entre las
diversas esferas de la Cultura. Al estudiar el Arte es necesario
conocer el régimen social, el estado de la técnica, de los
sistemas filosóficos, de la religión, del derecho, etc. Al artista
le corresponde darle forma única a esta realidad. Y así queda
explicada, sin confundir los problemas, la causalidad que rige la
obra de arte dentro del mundo histórico, pero no aquella cualidad
de forma del alma humana que a diferencia del animal, le permite
crearse un mundo estético.” (p. 20)
1. Políticos, dirigentes obreros y artistas frente al arte y la
lucha revolucionaria
_ “En su carácter de vanguardia consciente de la clase obrera, no
solo tienen el deber de facilitar el contacto del arte, como
factor cultural de excepcional importancia, con el pueblo, sino
Martín Álvarez
MRTP
que, además, deben usar de su autoridad y prestigio sobre las
masas, para promover su interés por las manifestaciones artísticas
más profundas.” (p. 25)
_ “La técnica solo encuentra su razón de ser y es efectivamente
técnica, como utilización exacta de los medios indispensables al
logro de un fin. En el caso del arte, tal fin es expresar los
contenidos esenciales de la realidad que lo engendra.” (p. 27)
2. Acción del arte sobre la sociedad
_ “Toda obra de arte configura una estructura, entendiendo por tal
a un conjunto de elementos relacionados entre sí. Pero esta
relación entre los distintos elementos que determinan una
estructura, se establece con un sentido definido (utilitario,
estético, etc.). Existe en función de un fin que la estructura
expresa, ya que los elementos que la componen están conectados
entre sí en función de esa expresión. Es decir que si no hay
correspondencia ni relación, por lo tanto no hay una estructura. Y
esta razón de ser de toda estructura artística, que ella expresa,
es precisamente lo que constituye su contenido.” (p. 29)
_ “Es decir que el arte origina sensaciones que hieren
directamente la subjetividad del espectador, provocando aquellas
emociones sentidas anteriormente por el artista al recrear
sublimando su experiencia vital. De ahí la importancia fundamental
que tienen el medio y la época en la determinación de los
contenidos de la obra de arte. Son precisamente el medio y la
época, es decir la realidad de un momento histórico, los que,
modelando la subjetividad del artista, generan aquellos contenidos
expresados en la obra a través de las formas por él buscadas.” (p.
30)
_ “Quede aclarado que al hablar de la realidad, no nos referimos
exclusivamente a su mera apariencia física, sino que entendemos
por tal a la conjunción de factores económicos, políticos,
sociales, culturales, geográficos, etc., en permanente interacción
Martín Álvarez
MRTP
dialéctica, en un momento dado del desarrollo histórico de
determinada comunidad.” (p. 30)
_ “La importancia del arte como elemento de conocimiento y
comunicación, deriva de su posibilidad de apelar directamente al
inconsciente del espectador sin que medie una racionalización
previa, aunque esta, de existir posteriormente, aporte nuevos
contenidos al impacto inicial producido por la obra. El arte
expresa los sentimientos más sutiles, comunicándolos a través de
imágenes que, hiriendo los sentidos, van directamente a las zonas
desconocidas del ser humano. De tal manera, es un extraordinario
elemento generador de estados emotivos, por la forma directa e
inmediata en que transmite los contenidos más profundos de la
realidad. Y esta característica determina su eficacia ilimitada en
la creación y mantenimiento de los factores subjetivos
predominantes en la sociedad. Es que el arte no constituye tan
solo un reflejo pasivo de la realidad total sino una síntesis
superior de ésta. Es decir, no se limita a brindarnos una imagen
de la realidad tal como se presenta a nuestros sentidos, dispersa,
caótica, sino que la manifiesta condensada, en sus esencialidades
últimas, en sus contradicciones fundamentales. Esencialidades y
contradicciones sumamente difíciles de racionalizar en todas sus
matices, y que, por eso mismo, encuentran en el arte el mas
acabado y perfecto modo de expresión y medio de comunicación. El
arte actúa dialécticamente sobre la sociedad, haciéndola percibir,
directa y espontáneamente, esas esencialidades en forma integral y
en su fase extrema, acelerando, de este modo, el proceso
histórico. En otras palabras: el artista sintetiza en su obra los
aspectos más avanzados. El arte modela el inconsciente colectivo y
simultáneamente se nutre de él, pues todas aquellas esencialidades
en su fase extrema, al ser difundidas por el arte en la comunidad,
provocan una serie de acciones que actuando sobre la realidad, la
modifican.” (p. 31)
_ “… el artista, señalando el camino necesario para superar las
contradicciones de la realidad, impulsa el proceso histórico al
Martín Álvarez
MRTP
dar en su obra una imagen ideal del futuro inmediato. Y decimos,
que lo impulsa pues tal imagen ideal, proyectándose sobre la
sociedad, tiende a concretarse en la realidad, y por lo tanto
modifica a ésta en un sentido superador de sus contradicciones.”
(p. 31)
3. Importancia del arte en el proceso revolucionario
_ “Ahora bien; como el arte surge de una realidad determinada,
sintetizando sus aspectos más activos, solo comunicará contenidos
revolucionarios en la medida que éstos constituyan esos aspectos
más activos de la realidad. Actúa sobre el proceso histórico, pero
como nace de él y es una de sus partes, lo hace en el sentido que
tal proceso lleva. Las circunstancias históricas concretas
determinan los contenidos de la obra de arte. Cuando tales
circunstancias cambian, cambian también esos contenidos. Pero si
existe un permanente e intensivo contacto del arte con la
sociedad, éste repercute a su vez sobre aquellas circunstancias,
acelerando el proceso en el cual están encauzadas. Al exaltar los
aspectos que más gravitan en la orientación de un momento
histórico, sean éstos expresión de un orden en descomposición y
sin posibilidades revolucionarias inmediatas o expresión del
elevado desarrollo de las nuevas fuerzas en el seno de la vieja
sociedad, el arte, de ambos modos, promueve el devenir histórico.
En el primer caso, porque al acelerar y agudizar la
descomposición, ayuda a que ésta alcance los limites que exigen un
cambio estructural. En el segundo caso, suscitando directamente el
desenvolvimiento de la revolución.” (pp. 32-33)
_ “… presión ejercida actualmente por las clases altas, en su
condición de principales consumidoras de obras artísticas,
imponiendo sus gustos a través de los órganos de difusión cultural
que directa o indirectamente controla. En países como el nuestro,
proyectando al campo del arte su condición de vasallas del
imperialismo y determinando el pavoroso coloniaje cultural y
artístico que padecemos. Esta imposición solapada, oculta tras
constantes invocaciones a la libertad en el arte, es causa
Martín Álvarez
MRTP
primordial de frustraciones creativas. Es lo que reduce a la mayor
parte de nuestros artistas a la condición de serviles plagiarios
del arte europeo o norteamericano, transformándolos en productores
de obras bien ejecutadas pero vacías y superficiales, al pretender
expresar contenidos que, por no pertenecer a nuestra realidad, no
han sido sentidos, sino simplemente tomados de segunda mano. Es lo
que hace que tengamos tantos buenos pintores, por ejemplo, y tan
pocos artistas creadores. Es lo que ha dificultado y dificulta el
surgimiento entre nosotros de un movimiento artístico original. Es
la causa de la existencia de tanto pseudo-arte y tan poco arte
verdadero, es decir, arte como reflejo activo de nuestra realidad
total en sus aspectos mas dinámicos y que por lo tanto no puede
menos que encaminarse por senderos revolucionarios.” (p. 35)
_ “El arte se nutre en los estratos más profundos de la comunidad,
siendo el reflejo directo de los valores colectivos vigentes en
determinado momento histórico y en determinada sociedad. En esa
medida, constituye un testimonio fehaciente de la espiritualidad
de su tiempo, la cual, a su vez, está definida por la actitud de
las masas frente a los problemas fundamentales de la existencia.”
(p. 35)
_ “… conectar permanente y obligatoriamente a las masas laboriosas
con el arte, promoviendo así, mediante la ejercitación constante,
un desarrollo de su sensibilidad en este sentido; y realizar una
labor educativa destructora de aquellos prejuicios. Evidentemente,
una solución de este tipo no puede cumplirse plenamente en el
orden social burgués, ya que implica el control absoluto de los
centros de difusión cultural más importantes y la abolición de
todos los sucedáneos del arte utilizados por las clases dominantes
como elemento embrutecedor del pueblo. En la sociedad actual, y
debido al escaso contacto con las masas, el arte no cumple su
función de configurar el inconsciente colectivo. Tal función corre
por cuenta de todos aquellos elementos anestesiantes y
distorsionadores de la sensibilidad, operantes a través de la
publicidad, diarios y revistas, radio, televisión, historietas,
Martín Álvarez
MRTP
cine de evasión, novelas policial-pornográficas, etc.; elementos
generados por la sociedad capitalista y garantía de su
sobrevivencia. A diferencia del arte, esos elementos tienden a
mantener el inconsciente colectivo en una situación estática o
francamente desmoralizadora. Operan como válvula de escape a las
aspiraciones de las masas, creando falsas ensoñaciones. Actúan
como freno de la acción colectiva, dando una imagen ficticia e
ilusoria de la realidad. Al no mostrar los aspectos esenciales de
ésta –papel que solo el arte puede cumplir eficazmente- impiden la
interacción dialéctica entre tales aspectos y el resto de la
sociedad. Constituyen por lo tanto, un freno histórico y, peor
aún, un factor de retroceso histórico, al deformar la sensibilidad
artística del pueblo, evitando que siquiera el escaso arte
existente con posibilidades de conectarse con él, pueda cumplir su
función social progresista.” (pp. 42-43)
_ “… la clase obrera dispone ya, de medios como para obtener
resultados parciales altamente satisfactorios que, una vez en el
poder, facilitarán y posibilitarán la realización inmediata de
programas más vastos.” (p. 43)
_ Organizaciones obreras “Elevar el nivel de sus periódicos y
afiches, ilustrándolos con trabajos artísticamente calificados;
hacer ediciones populares de libros y carpetas de arte; brindar
las paredes de sus locales para la realización de murales;
organizar conferencias, cursos, conciertos, etc.; constituye un
programa totalmente viable.” (p. 44)
_ “Son precisamente ellos, los pintores y escultores, quienes
mayor dinamismo deben desplegar en este sentido y, aunque resulte
paradójico, tal vez sean los que tienen más posibilidades de
hacerlo en la actualidad. Deberán despojarse, eso sí, de algunos
lastres, de los cuales no es el menor por cierto, el seguir
considerando su obra como una mercancía y no como un bien
comunitario. El pintor consciente de esto, debe estar dispuesto a
brindar su fuerza de trabajo para toda obra con facilidades de
conexión permanente con la mayor cantidad de personas, siendo el
Martín Álvarez
MRTP
mural la especialidad mas importante en este sentido; y no exigir
a cambio de ello, más que los materiales necesarios y los medios
que le permitan mantenerse durante la realización del trabajo, es
decir, el jornal de un obrero.” (p. 45)
_ “En las condiciones que impone la sociedad burguesa, el artista,
como tal, no tiene otro camino que plantear inicialmente la lucha
en el terreno que se da. En el caso de los pintores, por ejemplo,
ese terreno es el mundillo o “ambiente” plástico. No tiene otro
camino, pues solo actuando ahí podrá lograr el prestigio necesario
para proyectarse hacia realizaciones mas vastas y de mayor alcance
social. Pero todo pintor revolucionario debe ser absolutamente
consciente de que el lograr ese relativo prestigio, es tan solo
una etapa insignificante, es tan solo el adquirir los medios que
le permitan plantear la lucha en sus verdaderos términos. Es
decir, utilizar aquel prestigio para presionar sobre sindicatos,
centros obreros y políticos, clubs, etc., por el logro de paredes
donde realizar la mayor cantidad de murales. El primer paso, no
hay que olvidarse, es familiarizar a las masas con el arte, sea
como sea.” (pp. 45-46)
_ “… el arte se asfixia encerrado en salones frecuentados por
elegantes snobs, viéndose reducido al pasivo rol de paliar el
aburrimiento de los ociosos. El dramatismo de esta situación exige
acciones decididas por parte de quienes han contraído la
obligación de edificar una sociedad nueva. La revolución es un
proceso que empieza antes y se perpetúa más allá de la toma del
poder. Es un proceso que desde su misma iniciación, debe combinar
la actividad destructora del senil orden imperante con una
actividad constructiva que vaya echando las bases superiores en
que se fundará la sociedad futura. Cuanto antes se actúe por
elevar el nivel cultural de las masas, mayores serán las garantías
del triunfo revolucionario y más breves los plazos que a él
conducen. Demos al arte la posibilidad de intervenir activamente
en este proceso, haciendo que cumpla así un doble fin: brindar a
los más extensos sectores de la comunidad el goce estético,
Martín Álvarez
MRTP
reduciendo el abismo actual entre estos sectores y la obra
artística y, al mismo tiempo, promover el cumplimiento de su papel
histórico fundamental, esto es, acelerar, a través de su acción
dialéctica sobre la sociedad, el desarrollo evolutivo de la
humanidad.” (p. 46)
V. Arte revolucionario
_ “En términos generales, puede afirmarse que un arte
revolucionario es aquel que comunica contenidos emotivos e
ideológicos de carácter revolucionario social. Es aquel que genera
impulsos y transmite ideas conducentes a modificar el orden
vigente, superando sus contradicciones. Dada la acción
determinante del contenido sobre la forma, a contenidos análogos
han de corresponder ciertas similitudes formales. Mas estas
similitudes, por mucho que lo sean, no alcanzan para configurar un
estilo preciso y definido. Es decir, que al hablar de un arte
revolucionario, no estamos estableciendo un estilo, sino,
simplemente, refiriéndonos a una orientación que, si bien se
manifiesta en el tipo de contenidos transmitidos y en
concordancias formales muy generales, da margen a la mas infinita
variedad estilística y modalidades personales de expresión. Las
tendencias generales del momento histórico, se manifiestan en los
contenidos de la obra de arte. Pero las peculiaridades de tiempo y
lugar, propias a cada realidad abarcada por dichas tendencias, más
el modo como repercuten en cada artista individual, son las que,
en última instancia, establecen los estilos. Así, tomar uno de
estos y erigirlo en la posibilidad única y universal de hacer arte
revolucionario, constituye una aberrante imposición que
inevitablemente acarrea consecuencias desastrosas para el arte.”
(p. 49)
_ “Conviene aclarar que nosotros entendemos a lo nacional como
fenómeno histórico, en permanente evolución, modificando sus
características merced a la dinámica de su propio desarrollo y sus
relaciones con el ámbito mundial.” (p. 54)
Martín Álvarez
MRTP
_ “Decimos en cambio que el arte revolucionario no puede menos que
ser popular porque se nutre en el inconsciente colectivo,
testimoniando las mas dinámicas, aunque difusas, aspiraciones de
las masas y señalando su orientación histórica. La popularidad
emanada de la mayor difusión, se irá logrando con una eficaz
política cultural en el movimiento obrero.” (p. 55)
_ “Si tomamos la pintura, por ejemplo, veremos que al imbuirla de
contenidos y finalidades revolucionarias, necesariamente habrá de
encauzarse hacia aquella especialidad que brinda mayores
posibilidades de convertirla en un arte de masas. Esta
especialidad es el mural. Por su carácter monumental y publico, es
el marco adecuado para expresar plásticamente lo épico y lo
colectivo y para conectarse permanentemente con las multitudes.
Así, la pintura mural tendrá en el futuro un desarrollo
extraordinario, similar al que poseyó en otras épocas, y superará
en este sentido, al estar permanentemente en contacto con la
comunidad, en el trabajo, en la calle, en los sitios de
esparcimiento, en el hogar, etc., a otras artes que, como el cine,
por ejemplo, constituyen el arte de masas por excelencia en la
actualidad.” (pp. 56-57)
_ “Resulta indispensable esta aclaración, para obviar ciertos
equívocos muy frecuentes en lo que respecta al arte
revolucionario. No basta con el mero anecdotismo, con la simple
descripción de hechos o cosas vinculados con la lucha de clases,
para concretar un arte tal. No basta con pintar obreros, fábricas
o Villas Miseria si a través de esas anécdotas no se comunican
emociones e ideas revolucionarias. Una anécdota describiendo a un
obrero en determinada posición, puede expresar el tema de la
fortaleza y combatividad de la clase obrera, por ejemplo, como
puede expresar una actitud de desesperanza y frustración
negativas. Todo dependerá del tratamiento formal que se de a la
obra, determinado a su vez, por la calidad de las emociones y el
carácter de las ideas que se transmitan.” (p. 60)
Martín Álvarez
MRTP
_ “Arte y consigna pueden y deben ser aunados por el artista. Esto
no significa supeditar el arte a la consigna, caer en el mero
anecdotismo vacuo, sin arte. No significa sacrificarlo en aras de
una más fácil comprensión de la consigna por parte de los sectores
no cultivados artísticamente. Se trata de integrar con ambos
elementos una unidad en la cual se complementen reforzándose. La
consigna entra por la vía racional, va a la conciencia, pero su
eficacia depende del ánimo revolucionario del espectador, estado
que el arte contribuye a crear, pues llega donde no llegan las
ideas, apela directamente al inconsciente, produciendo emociones e
impulsos de carácter revolucionario. De ahí que la verdadera
eficacia de la conjunción arte-consigna, dependa, en ultima
instancia, de la existencia de un contenido realmente
revolucionario en la obra.” (p. 61)
_ “Todo artista revolucionario debe esforzarse por desarrollar
aquellos temas y anécdotas que más se adecuen al momento de la
lucha. La concordancia entre la realidad y los contenidos
ideológicos, es un atributo indispensable del arte
revolucionario.” (p. 61)
_ “Así, abunda en demasía toda una producción artística
pseudorevolucionaria especializada en exaltar sensiblemente la
miseria o en idealizar a ciertos sectores minoritarios de las
clases populares sin ninguna importancia como factores
revolucionarios e incluso, a veces, negativos en tal sentido. Por
un lado, se describen los aspectos más deprimentes de las
condiciones de vida de la clase obrera escamoteando los aspectos
más positivos, de mayor vigencia actual, como son su rebeldía,
conciencia de clase, etc., dándonos del proletariado una imagen
falsa por lo parcial. Reconozcamos la miseria como un hecho que
por su existencia es abordable en la obra de arte, pero exaltemos
de ella lo que puede haber como impulsor revolucionario y no lo
que significa como freno por lo desmoralizadora.” (p. 61)
Martín Álvarez
MRTP