0 calificaciones 0% encontró este documento útil (0 votos) 284 vistas 135 páginas Anales Palatinos Del Califa de Córdoba (Ibn Hayyan) .
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EL CALIFATO DE CORDOBA EN EL
«MUQTABIS» DE IBN HAYYAN.
ANALES PALATINOS DEL CALIFA
DE CORDOBA AL-HAKAM Il, POR
SA IBN AHMAD AL-RAZI
(360-364 H. = 971-975 J. C)
TRADUCCION DE UN MS. ARABE DE LA REAL
ACADEMIA DE LA HISTORIA POR
EMILIO GARCIA GOMEZ
de la Real Academia Fapafola y de 1a Academia
[Nacionale det Lincei :
rasybest aol thips y date 9
Le Gulab poeta (
ete, fw alstol
bly gan gal SahatDEL PROLOGO A UNA EDICION
(BORRADOR ANTICUADO)
Sumario.—1: Importancia de estos Anales—2: Historia del cédice
de la Academia y su descripcién.—3: Valor del cédice de la Academii
4: Desorden del cédice y su reordenacién.—5: Materia del cédice—6: Di-
visién del texto.—7: Dificultad de una edici 8: El problema de los
nombres propios—9: Textos ya estudiados del cédice.
1.—Importancia de estos Anales.
Sefiala el Califato Omeya de Cérdoba (912-1031 de J. C.) el punto
culminante y el apogeo politico y social del poderio musulmén en la
Peninsula ibérica. Hacia él tienden los dos siglos anteriores, y de su
sustancia y recuerdo viven los que han de seguirlo, nunca, ni aun en sus
momentos mejores, capaces de emularlo.
No podemos decir que sean escasas, aunque si estin agujereadas de
huecos, las fuentes histéricas de que para conocerlo disponemos. Tene-
mos verdaderos arsenales de noticias en los «Ajbar Maymii‘a», en la
«Crénica anénima de al-Nasir», y en las obras—no pretendemos ni nos
proponemos citarlas todas—de ‘Arib ibn Sa‘d, de Tbn al-Qitiyya, de
Ibn Bassam, de Ibn ‘Idari, de Ibn al-Abbar, de Ibn Sa‘id, de Ibn Abi
Zar‘, de Ibn al-Jatib, de Ibn Jaldiin, de Maqqari, y de algunos otros,
sin contar las orientales ni las puramente literarias. A base de estos tex-
tos se han hecho excelentes sintesis, como las que contienen la clasica,
aunque ya anticuada, «Historia de los musulmanes de Espafian, de Dozy,
y la recentisima «Historia de la Espafia musulmana», de Lévi-Provengal.
Este ultimo autor, poniendo a contribucién, a mas de esos textos, su
23ALES PALATINOS DB ALHAKAM II
ee Jtitud de datos suplementarios i
deta experienc 7 Or ices, ha Hegado incluso a peel
todos los domint cones y a vida social» del Califato en su libro «ity,
ame de tae ina X- sigclen (Paris, Larose, 1932),
pague musuimane Or mbargo, que casi todas las obras arabes ania,
win caries y que resumen o toman como base otras contempo.
citdas on iifate, que no han Hegado a nosotros. Dentro de ese em
veel onvfragi, la pédida més de lamentar era la del «Mugtain,
del genial Ibn Hayya (987-1076 de J. C.), quien en esa su extensa obra
fered compil, al parecer, ln dispersa historiografia anterior. En eft,
del «Muqtabis» no conocemos mas que fragmentos aislados, de los cua.
Jes sélo uno es hasta ahora asequible, y ninguno hasta este momento
se referia a la época del Califato. :
No es, por consiguiente, necesario ponderar Ia importancia del docu.
mento, cuyos texto érabe (tomo I), traduccién espafiola (tomo II) y
tetudio (tomo ITI) ponemos hoy en manos del piblico. Se trata nada
menos que de un extenso fragmento del «Muqtabis» de Ibn Hayyan, que
narra los sucesos acaecidos en el ambito de la Espaiia musulmana entre
Jos afios 360 y 364 de la héjira, o sea, entre los afios 971 a 975 de nues-
tra ere, durante el califato de al-Hakam II al-Mustansir bi-llah.
Son nada mis que cinco alios, pero cinco afios que resultan los mejor
conocidos de toda nuestra alta Edad Media ( jqué no dariamos por saber
de cinco aiios asi en Ia corte de Leén o en Ia de Pamplona!): un lustro
bastante vulgar, sin sucesos sensacionales ni deslumbrantes aconteci-
mientos; cinco afios como cinco ventanas por las cuales nos asomamos
a Ja interiorided de la vida cordobesa, para enterarnos del tiempo que
hacia; de las embajadas que legaban; de los personajes que caian en-
fermos; de los funcionarios que ascendian y de los incursos en dee
gracia; de las crecidas del rio; de las fiestas palatinas; de la marcha
de las guerras; del curso de las cosechas; de la captura de los crimins-
les; de las reformas urbanas; de un nifio fenémeno, natural de Cartama.
Diriase que, mas que una historia preocupada por producir determinados
efectos, leemos un periédico moderne, una gaceta Wena de menudos
hhechos inconexos, de «faits divers», de microscdpicos detalles, que em
Parte nos interesan, en parte no, y, en otra parte, aunque nos interesen,
no podemos descifrar. nor ser alusiones, no escritas para nosotros, @ UNS
actualided desconocida 0 evaporada; pero que tomados en conjunto, 08
zambullen de golpe y porrazo en una atmésfera nueva, deslumbrante,
evocadora, que nos explica muchas cosas que desedbamos comprender.
“4
Sr caeneahi cam Si dia
DEL PROLOGO A UNA EDICION
Claro es que—salvo pasaj
la ; asajes muy concretos—la intervencién
nen ¢ casi nula, Se trata de una «edicién», parquisimamente oa
da, de los «Anales palatinos del Califa de Cérdoba al Hakam Ib—que
ee hemos titulado nuestro libro—, obra de ‘Isa ‘ibn Ahmad al-
oo de todas estas y de otras muchas cuestiones hemos de tratar
'gamente en el tomo III de esta obra. Abt
Paget a. Ahora nos proponemes tan sélo
2.—Historia del cédice de la Academia, y su deseripeién.
En las postrimerias del afio 1886, a iniciativa de la Real Academia
de la Historia, don Francisco Codera fue comisionado por el Ministro
de Fomento para estudiar o copiar manuscritos que pudiesen interesar
a la historia espaficla, en las bibliotecas piblicas y particulares de Argelia
y Tinez. Empezé por Oran, siguié por Argel y pasé luego a Tinez.
Estando en Ja capital de esta antigua Regencia, el orientalista fran-
cés M. Fagnan le escribié desde Argel que en Constantina—ciudad por
fa que Codera habia ya pasado sin apenas detenerse mis que a ver las
antigiiedades romanas—y en la libreria particular de los herederos de
Sidi Hammiida, habia dos cédices andaluces, de uno de los cuales no
daba més que el titulo: «Al-Muqtabisn.
Sospechando Codera que se trataba de la obra de Ibn Haydn de
Cérdoba, principe de nuestros historiadores drabes, escribié sobre el
asunto al Vicecénsul espafiol en Constantina, don José Perals, el cual
no tard en telegrafiarle a Tinez que el manuscrito no querian ven-
derlo, pero que él lo tenia en su poder por quince dias. Llegé Codera
‘a Constantina cuatro antes de expirar el plazo; se lo llevé al hotel; tomé
sus notes; transcribié algunos pasajes, y encargé a M. Bourgeois, in-
‘térprete francés a quien iba recomendado, sacar para la Academia copi
completa, tanto de ese cédice como del otro—correspondencia de Tha
‘Amira—, que por los mismos dias pudo consultar tambi
blioteca de los herederos de Sidi Hammida, De Constantina, al no
tener noticias concretas de que podria ver ciertos libros existentes en
Tremecén de que le habian hablado, emprendié Codera el regreso &
Madrid}.
eer eI titulado «Comisién histérica
ve eras oon tn Redan de Hiri fo pblde
3[ANALES PALATINGS DE ALHARAM TE
iblioteca de los her
. ba en la biblioteca rederos,
de cAlMuqubisy Tore ™eenia dos obras: unas ctradiciongy
| nim. ha obra del autor», en los 116 py.
“de Ia obra de Ibn Hayyan en log
Bos.
jammuda
eee al-Waqidi, 0 la ae
eros folios, y la parte que n°
restantes% + aE cédice en cuestion ests eg,
- a a ce y claro, aunque faltan muchos
: ana papel es fuerte y bueno, algin tanto pajizo y como
puntos diacriticoss © Pi hay 20 lineas, con una superficie escrita de
glascado: en cade DIGI to, quedando anchas mérgenes pot todos
15 om. de alto por OO olios estan muy deteriorados, en especial del
ee eae falta bastante en las primeras lineas por ha.
uno al see = lo superior del Libro antes de la encuadernacién
ae re : unas indicaciones interesantes, sobre el desorden de
ae eica st pero de esta cuestion luego trataremos,
: te ala filiacién y origen del cédice de Constantina, véase mig
adelante el colofén, que en lo esencial dice: «Acabése el Kitab al-muqta,
bis ff ajbar baled al-Andalus. Hasta aqui Uega lo que se encontré de
tate libro, de mano de su autor. {Loado tea Dios por esta terminacién
{Se sacé] de une copia fechada a 11 de iawwal del aio 646
[= 27 enero 1249] en Ceuta (;Dios ta guarde!).» Sabemos, pues, la
fecha del cédice que sirvid de original para el de Constantina; pero no
la de éste*,
La copia del manuscrito de Constantina para la Academia (nim. 2 de
Ia coleccién llamada de Codera, o de la Academia ®) forma un volumen.
erito en cal
en el Boletin de esta Corporacién, tomo XII, pp. 380-399, y luego en el libru
«Misién histérica en la Argelia y Tinez» (Madrid, Fortanet, 1892), pp. 1-20.
# Luego, de otros datos y del manuscrito mismo, se deduce que los folios dtiles
eran silo 128.
* F. Covena: «Manuscrito de Aben Hayyén en la biblioteca de los herederos
de Cidi Hamouda, en Constantina», apud «Bolet. de la R. Ac. de la Historia», tomo
XII, pp 53 58, y «Mision histérica en la Argelia y Timez» (Madrid, Fortanet, 1892),
PP.
* Es extraio que Codera («Manuscrito de Aben Hay
rica», p.
be iowwodl
, «Campaig gy ado
aw y «Nuevas noticias acerca dg
ii -l «Boleti
sados: a primera, en el «Boletin de
oes elie ectivamente, tomes XIII, X1y, oo
Historie (esi histrica em 18 Argelin y Tig?
dl
- stoy m,
and saga; y le tercera (nO Os oy SeEUFO Para el cua}
a
‘ ee grabe espafiola (Segunda Seri
Ma cris de Bisore * ne oe
ex os «Eadie Pzaion Arabosy © TX: OO quales €8 3, 4,
‘jar el original arabe. Ha si
; 1 qeurrir al mS, por C¥antos han ty,
adic pes Ome ie Espafia, 0 se han ocupado (por ejem
ta historia del Cab Tema de las embajadas eristianas a Cérdop
plo, Nils Waliross) de 1 duce y etudia mi actual § 201 y,
otal $3 yt. Ha sido también may wtlsado ain yp
gp, 49. 146, 157 182 y
El segundo trabaj
relacién com i ‘tido que de él sacé don Ramén Meng,
eurrir al ms. eee pe ee (eObrenn
a. I, Madrid, 193% Adiciones, PP- ane ee s . texto arabe
vo ecpecie de fundamento histOrico del famoso Je geste caste.
ae so estudi ce, sin dar el original arabe,
= tee waa li 220, 222, 223, 225, 226, 227) oom,
so yas, 234, 285, 236, 239, 240, 241 y 242. Tgualmente, ha sido
sony atlzada sin recurrir de nuevo al ms, por los historiadores. Véase,
wee ejemplo, el uso que de él hace el P. J. Pérez de Urbel en su obra
wy Condado de Castilla», Madrid, 1945, II, pp. 655 y 662; uso comen.
tado por mi en «Al-Andalus», XIII, 1948, pp. 293-297.
1 euarto trabajo extudia todos los pasajes de nuestro texto referen-
tes a los Tuyibies (Bani Hasim) de Zaragoza, sin dar la edicién mas
que de unas lineas. Es continuacién de otro del mismo Codera titulado
«Los Tochibies en Espaiia: noticias de esta familia tomadas de Aben
Hizam: {es decir, de la «Yamharat ansab al-'Arab» de Ibn Hazm), y,
150 vez, x complemento de un estudio de Dozy, «Essai sur Vhistoire des
3
‘Todjibides, les Beni-Hachim de Saragosa et les Beni-Comédih d’Almérie,
apud «Recherches», 3.* ed., I, 211-281.
Estas ediciones, ve
es y comentarios del maestro Codera, siem-
Pre tiles, concienzudas y escrupulosas, no dejan de adolecer, sin em-
bargo, y a pesar de las continuas rectificaciones%, de cierta imperfec-
cién. Pero es sabido, y ello no supone demérito, que el fuerte del
admirable fundador de la actual escuela de arabistas espafioles no radi-
caba en la técnica filolégica 2. Gloria suya inmarcesible es, entre otras
tantas, haber descubierto este texto, y honor mio es haber podido paliar
filialmente alguno de sus defectos, y, aunque no sea sin ellos, haber
Uevado a cabo una empresa que él inicié y que ha de ser grata a su
memoria.
Don Julién Ribera, tan proximo siempre a Codera, aproveché nuestro
cédice en algunos de sus trabajos. Asi, en sus «Origenes del Justicia de
Aragén», Zaragoza, 1897, p. 131, alude a las noticias que da Razi sobre
investigaciones por jueces especiales de la conducta de determinados
funcionarios (por ejemplo, mi actual § 69), y en «Disertaciones y
Opisculos», Madrid, 1928, I, pp. 239-240, puede verse cémo extracta y
traduce mis actuales §§ 207, 208, 209, 210 y 238, relativos a las obras
pias de diverso tipo que al-Hakam II ordené poco antes de su muerte.
Como anuncio de esta obra, publiqué yo en «Al-Andalus», XIII,
1948, pp. 209-226, edicién, traduccién y comentario del interesanti-
simo pasaje que es mi actual § 202, con el titulo «Al-Hakam IL y los
beréberes, segin un texto inédito de Ibn Hayyanv. De algunos de los
poemas insertos en los «Anales» traté en mi articulo «La poésie politique
sous le Califat de Cordoue», en «Revue des Etudes Islamiques», année
1949, Paris, 1950, pp. 5-11.
Por iltimo, mi amigo el prof. E. Lévi-Provengal, que ya habia
aprovechando los articulos de Codera, pudo utilizar para la 2.* edicién
de «Histoire de ?Espagne musulmane», II, Paris, 1950, algunos pasajes
del ms., segin mi edicién, que le presté cuando la estaba haciendo
(cf. p. 165 de dicho tomo Il).
E.G. G.
De una a otra edicién del texto, éste smpre algo. Al principio de
in hist rican,'en las «Addenda et corigendan, dice que sla mayor parte de
Jas correcciones del texto arabe nos han sido indicadas por un amigo, que nos
prohibié dar su nombre, si haciamos caso de ellass. Tal vez se trataba de Ribera,
Cuyo nombre da ya en los «Estudios criticos»
31'Cf. mi «Homenaje a don Francisco Codera (1836-1917)
XV, 1950, pp. 263-275.
en «Al-Andalus»,
37[ANO 360)
[VIERNES 4 NOVIEMBRE 970 — LUNES 23 OCTUBRE 974]ty
Rest
[Restos de un poema en alabanza del Califa, con ocasién desconocida]
[5 »,, 2.
. 5] No se extravia el caminante noc! urno, pi
Pues la mano de Dios, a nuestro juicio, esta en ti,
en este mundo y en...
Y, mientras salga el sol, habré en nosotros
gratitud, igual que en ti...
[2]
Relato de la yiiblica afrenta de [Ibn ‘Umar], llamado [Wahib}.
El viernes 25 de Sa‘ban de este afio [= 23 junio 971], después de
la oracién en comunidad, tuvo lugar la publica afrenta de Ibn ‘Umar,
el trapacero conocido por Wahib al-Hayib. Se le colocé en la galeria
alta que hay encima de la Casa de la Sadaga, a poniente de la Mezquita
aljama, y, una vez que estuvo a la vista de las gentes, el pregonero gritd
junto a la galeria: «jOh gentes (Dios tenga misericordia de vosotros)!
Este sujeto es Ahmad ibn ‘Umar, el apodado Wahib, [6 r] ladron, cri-
minal, que se come el dinero de los musulmanes con sus trapacerias...
Conocedlo, pues, para evitarlo y guardaros de él. Si alguien tiene alguna
43°ANALES PALATINOS DE AL-HAKANg 1
gn contra al y 1 doclara, se le-haré derecho
no msde e808 UH y negocio
feos propésitos € inmoralidad manif
a ge ou condicion y del grande mal que Produce, aie =
Sr lo cual Dios puso fin a sus tropelias.» orden
sig el pregunero pasindolo ignominiossmeate dog
Mervado mayor, para que lo vieran los artes
vi
tivos por el
rentes clases de :
fora pregonar contre él. Luege vino orden de meterig Puerta
en Ia que permanecié..
[3]
Relato de la Uegada de Bon Filio, embajador
[sefior de Barcelona. de Borel,
A fines de &a‘bin de este aio [= fines de juni
sikib aldurta caid de Tortosa y de la cora de Velen tl? S2%PS ot
Muhammad ibn ‘Utmin, [6 v.] en el campamento oo iSim iby
procedente de su demarcacién. Lo acompafiaba el con, ees alauridig,
Sindarit, hombre de confianza de Borrell hijo de Sun, Bon Filio itn
sayo sobre sus castillos y principales ciudades, el cual trang needa
de m seior para el Califa al-Hakam, en la que le daba meget”
1 le hacia conocer sus sentimientos de perfecta obediencis oi? "7%
asi como sus descos de conciliarse su gracia y atragmels 2. east
regalo de treinta cautivos musulmanes, entre varones ‘ mediante ¢
pe es oy. en las fronteras de su terior
seria el mi z
Cropentes y que ae veria recompersado psc gare & Principe de toe
vent eabulroy, de loo me arrentade Por él. Com Bon Filio venien
Veni, Ghelleros, de los mis importantes stbditos Aan)
‘enia también con él un embajado: de Gitay +]
Spot sjador de Gitar (et
ipe Borrell sobre la ciudad de Ba:
eavisdo una misién anteri reelona, que ya habia
El sahib al gurta
€l martes, iltimo dia de
Pertrechos, Al Hegur a
= ri a — partié con ellos
= 27 junio 971], con i
i , con... y admirables
Puente de Cérdoba, recibié orden de aposen:
44
on Jag? Di!
- on
de mercaderes, dejandolo luego parado en pel ¥ lag
. viles noticias. en le og,
: tel
tar a dichos extranjeros en la almunia de Nasr, a orillas del rio, por lb
cual se deavié hacia ella y los dejé alli aposentados. Luego His se
encaminé a Zahra’ y, una vez recibido por el Califa al-Hakam, dio
cuenta de la Hegada de los embajadores a éste, quien ordené se les tra-
fara con todo honor.
rc)
(Primera recepcién de Bon Filio}
El [7 rl sibado, dia 4 de ramadin de este afio [= 1 julio 971],
‘se sent en el trono, para recibirlos, el Califa al-Hakam, en et mihrab
del Salén oriental que da sobre los jardines, con sesién solemne, de
forganizacién perfecta, como las mis sonndas que era costumbre cele-
‘brar en ocasiones parecidas. Fueron recibidos primero los visires, que
se sentaron conforme a sus categorias. De entre ellos le ministraron,
por la derecha, el visir caid Galib ibn ‘Abd al-Rahmin, y, por bajo de
41 el visir sthib al-hasam Muhammad ibn Qisim ibn Tumlus, y, por la
aquierda, el visir zalmedina de Cérdoba Ya‘far ibn “Utmin, y por
‘ajo de él, el zalmedina de al-Zahra? Muhammad ibn Aflah.
Previamente se envi6, en busca de los embajadores de Borrell, hijo
de Sunyer, a Yahwar ibn alSay}, escoltado por un escuadrén del yund
y acompaiiado por un pequefio grupo de importantes cristianos de Cér-
‘doba, en calidad de intérpretes; el cual vino con ellos, precedidos del
regalo de Borrell al Califa al-Hakam, consistente en treinta cautivos
‘musulmanes, entre hombres, mujeres y nifics, sin contar cargas de bro-
cado y de armas. Yahwar los condujo en seguida a los asientos que les
‘estaban preparados en los salones del yund, del Alcazar de al-Zahri’, en
“espera de que todo estuviese dispuesto en la cimara del Califa,
‘Una vez que salid de Ia cémara el permiso para que entraran, lo
hhicieron precedidos del conde Bon Filio, al que soguian sus principeles
‘acompafiantes y los cinco cristianos de Cérdoba que habian de servirles
de intérpretes. Llegados a la puerta del Salén del trono, se prosternaron,
{7 v1) ... hasta que se acercaron al Califa, cuya mano besaron. Después
yetrocedieron, y, quedandose de pie, entregaron la carta de eu poderdante
El Califa, luego de contemplarlos, les hizo preguntas acerea de cémo
“estaba su sefior Borrell, el que los envisba, y de la situacién de su
Tes hizo presente In buena impresién que la gente de éste producia en
des anima, y les hablo de Smo al es correspondia y recompensabs-
4sag rasarinos PE ALHAKAM I
anal
goes aileron? 8
as SE n00 ar bn-Sayi Tos devolvis a ta aly,
08 ce ee 7" soils acompatiandolos 7 las tropas, Mia de
i ra oo mea os eativon ae Te Debian sid
Bi call cae Mpeorros, para He Pi SFCSOT a gy tne
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ue se les ocurrid. Los intérpretes |
radu:
‘je,
dos, §
1a (5)
i de Ab d ibn [brahim sobre las embajadas cristianasy
er
i qearero de abZaht’, dijo en un poem
Aonad iba Iba: rerrumpida sucesién de embajadas aoa
Califa a ": su corte, solicitando su gracia: ay
acut ~
ue es £0 TE,
te a Ts a a
S ae gobernante te tienden la mano
MT readieran, vendriaa 2 Ui maniatados
nth 6 Te de anuneio tanto los de Oriente como del Occdeys
to mismo que el deslumbramiento del relimpago apuncia el trueno,
18 r, slo (a & 1} Silo quala que Cel Califa se aponste oH
jars ecar de ella 2 Jos que merecen s¢r expulsados.
(6]
[Recepcién de Bon Filio en despedida}
[21, L 4] El sabado [... de gawwal] se senté el Califa al-Mustan-
sir billah [solemnemente] en el trono, en el Salén oriental del Aledzar
de alZahri? para una recepeién [en el colmo] de la pompa y omato
Una vez todo en orden, fue enviado... ibn YawSan, con un escuadrin
de caballeria, en busca del cristiano Bon Filio, de sus acompafiantes y
de los cristianos de Cérdoba que les rodeaban y servian de intérpretes.
Cuando comparecieron, fueron introducidos en la Camara del Calife al
46
ARO Mo! 57
que saludaron con Ja reverencia debida. El Califa ordené que se les dtera
la respuesta a la carta de su poderdante Borrell, y que se entregara a
Bon Filio, su legado, un regalo importante, en correspondencia de los
cautivos que-habia puesto en libertad y de los demés presentes de que
habian sido portadores. Asimismo les hizo saber lo que habian de
decir-de palabra a Borrell sobre su actitud y cémo debian mantenerse
dentro de los limites de su obediencia. Al salir Bon Filio con sus acom-
pafiantes, les fueron entregadas dadivas, ropas y monturas acomodadas
fa sus respectivas categorias. Y, una vez que les fue concedida licencia
para tomar su-camino, abandonaron Cérdoba, de regreso, {2 v.] ame
diados del mencionado mes de Sawwal.
m
{Limosnas del Califa por ramadén
Con ocasién de In entrada del mes de xamadin de este afio, siguié l
Califa ol-Mustansir biellah su‘ costumbre, casi nunca abandonada, de
repartix limosnas, renovar obras pias, y hacer Wegar buena parte de
aquéllas a las gentes venidas a menos que disimulaban su pobreza. Sus
donativos fueron piblicos y secretos, generales y especiales, y con ellos
Dios conforté a muchas gentes y aument6 sus medios de vida. Sus poc-
tas le felicitaron por estos continuos repartos y generosidades; y as,
dijo Farhiin ibn Asbag al-Balliti en un poema:
[awit]
un imim por él de noche {ue glorificado.
‘obteniendo de Dios el mejor vidtico para la otra vi
. vx sus Timosnas,
para repartitlas, esperando la recompensa divin:
cconciliéndose
‘con ellas al Elegido, al mejor de los Profetas, Ahmad.
41PALATINGS DB ALHAKAN
[3] ‘
tarsi por sna incurs de los Normandos}
‘ ramedin de este aiio hubo alarma por :
ee Normandos (;Dios los maldiga!), ae nee
tas de los Mays Tntrional con indudable propésito de ghi® gy
recido en I A) TM. las costas occidentales de al-Andalus, "tary,
regi 50 oo 0 por estas noticias, dio orden a “Aba gin”
lagu © senpmirant, que « 1a sazén so hallabe on Cage
itm Rumibis Tera y prepararse & navegar en direccign 4) 40% dy
ot ioe camplib ‘d lunes dia 6 del mencionado [3 r.) reg ss
julic 1). : -
[= 3 julio 97). oe
‘mismo mando lamar i
_ oooke se encontraba también en Condon :
Ti Soe conferencin privada, on la que le bablé de lag ing”
Srfcias qu se habian recibido de tan temibles enemi in,
ni eo conta cls 7 do digit bacin low iy syn
Faminete, de aquel afc, enyo gobiemo y preparacién le conferia, 7°
por terra como por mar, por cuanio conocia eu eapacidad, cdo, ine
Fpecia,pnetacisn y eufciencia. A continuacién le dio lag u
pe persextes, ordenindole que Ie» cumpliera y oo ajustara a ely
trat6 con la maxima familiaridad y confianza; lo encomendg Dios
(jhonrado y ensalzado sea!) y le mand6 que comenzara iy
te sua preparativos. Al despedirse Galib para salir, el Califa lo
‘con sus bendiciones, pidiendo a Dios que le concediera a
mmsolmanes su excelsa ayuda y un resultado feliz,
acompaig
Oy a iy
{9}
[Anudamiento de banderas y salida de Galib en campana.
contra los normandos]
Eb la majiana del jueves 15 de ramadan [= 13 julio 971] ordené el
Califa al-Mustansir bi-llah trasladar... desde los almacenes de pertrechos
del Alcézar de al-Zahra’ hasta la Casa de los visires..., delante de Durri
48
- ARO 300: 489
‘1 pequefio, el tesorero, un cierto mimero de ensefias... pequefias, por
su proximidad a la puerta de la Casa de los visires hacia... sobre su
ancho poyo de marmol; fijaron las lanzas... encima de él una almalafa
blanca zahriyya, e hicieron en ella un lio atado con las ensefias que
habia orden de anudar alli encima de aquellas lanzas [3 v.] ... para
‘envidreelas répidamente al visir caid Galib, que apresuraba su partida.
El sahib el-haiam y visir Muhammad ibn Qasim iba Tumlus, ast
come el caballerizo y sahib al-hagam Ziyad ibn Aflah recibieron aviso
do ir hacia aquel lugar desde sus estrados en Ia Casa de los visires, y, asi
‘que llegaron, deshicieron encima de la almalafa aquel lio atado, que se
vio contenia tres enseiias de las més estimadas: el estandarte lamado
‘el ‘Ugda, el “Alam y el Satrany [= el Ajedrez].
Durri habia hecho venir, para anudar estas banderas en sus
Janzas al lamado Thn ‘Ugba, “arif de los sastres, y habia también con-
vocado a Muhammad ibn Yiisuf, cadi de Cabra, imam irigia le
oracién del Califa al-Mustansir bilah, asi como a los imimes super-
‘erogatorios que el Califa tenia durante el mes de ramadin, acompafiados
de sus almuédanos,
Cuando Ibn “Ugba tomé en sus manos la primera ensefia, Muhammad
‘ibn Yiisuf empezé a recitar In azora [XLVIII]: «Te hemos concedido
‘una victoria manifiesta...», haciendo que su final coincidiera con el
‘momento en que Ibn ‘Ugba terminaba de anudarla. Entonces todos los
imimes, almuédanos y wasifes que se hallaban presentes prorrumpieron
‘en... frases, jaculatorias y exclamaciones pindosas... la ensefia. Luego
Ibn ‘Uqba procedié a anudar el ‘Alam... y Muhammad ibn Yisuf con
sus gentes se pusieron a recitar ... del excelso Alcorn, hasta que, aca-
ado de anudar, lo rodearon los almuédanos..., entonando cuantas ora
cciones y plegarias pudieron [4 r. hasta fin I. antep.] ... su lanza enhiesta
A continuacién se procedié a hacer lo mismo con el Satrany (= el
Ajedrez]..
Acabada toda la ceremonia, el jalifa Durri, acompafiado de los
wasifes y los almuédanos portadores de las tres banderas, salié en di-
reccién a la Puerta de la Azuda, cantando sin interrupcién invocaciones
y jaculatorias. Con ellos fueron también Ibn Tumlus e Tbn Aflah. En
Ia puerta les aguardaba un espléndido destacamento del yund, perfec-
‘tamente armado, bien equipado y admirablemente engalanado, que rode
os portadores de las banderas, encaminéndose todos a la puerta del
visir caid Galib ibn ‘Abd alRabmin, que les estaba esperando, pre-
parado y dispuesto. Apenas legaron, monté a caballo y partié para su
7 9nasss PALATINOS BE ALHAIAM 1
: Jos pertrechos y municiones, asc
jido de SEG
os pool a ‘qoupaban por completo la ruta; ¥ asi = &
oo Bug
ow Ry
10}
Ziri ibn Manda abs;
on de la muerte de al-Sink=
Noticis os jal Occidente y sus contornos 7
ramadan de este aio [= 15 julio g
gi sibodo 18 de rm gerte de Ziet ib Mania al sicpe) leg
ar I oti vad Ur) ibm Tamil ab Si, 2 Boog
del or . vetdente africano, al que habian dado mute yt
sa70 7s dos hijos de al-Andalush, rebelados contrg Me'aag’?
Yabys Jos Hamar” ata, que se habian pasado a la obedie, «tt ty
al ape He eae de al-Andalus. ' edicacia i ig
Califas vntro tuvo Wear e0 la zona occidental, durante
a a unos y otros Yen la que tomaban parte log pay fm
Fo ee veréberes que se habian sublevado contra Ziq, Eee
ae de obHakam al-Mustansir billah y luchando en gy 5, azandy
naa que lograron el mayor de los triunfos, one;
. . ‘Al alBagdadi, kitib de Ya‘far, con carta de ig,
d an de ramadin, contaba camo se habia desatado ey Yjcet
lucha entre los secuaces de ambos partidos,
i
tna enconada
a)
[Legoda de un embajador cristiano con noticias
de los Normandos}
El sibado 25 de dicho mes de ramadan [= 22 julio 971] eaty
em Cordoba Silis [= ¢Ziniz?], embajador del Conde Gundigalb ita
Munio, Con una carta de éste, desde la ciudad de Astorga, en lo
confines de Galicia, fechada el domingo 12 de ramadan [= 9 julio 911],
dando cuenta de que, el sabado anterior, los Mayiis (;Dios los exte-
mine!) se habian internado, a mediodia, por el rio Duero y habia
hecho una incursién hasta Santaver y su lanura, de la que volvieroo
ain lograr nada
50
‘ASO 360: §8 1014
2]
[Requisa de siveres para la escuadra
contra los Normandos}
En la iiltima decena del mes de ramadin envié el Califa al-Mustansir
billih a los dos fatis ya'faries Mubarak y Mubaiiir para que re
corrieran las coras de Rayyu y Sidiina en requisa {J .] de viveres, y
Jos enviaran a la escuadra que se estaba preparando para salir hacia
Ia costa del Algarve.
13]
[Sale de Pechina la escuadra contra
los Normandos|
A fines de ramadin embarcé el sthib al-iurta al‘ulyi y almirante
‘Abd al-Rebmin ibn Rumihis, con Ia escuadra, desde el puerto de
Pechina con direccién a Sevilla, para luego navegar desde esta ciudad
hacia la mar septentrional, en la que... los Mayiis....
4]
[Relacién de la} Fiesta de la Ruptura del Ayuno,
[correspondiente a este afio
No aparecié la luna nueva de Sawwil del afio 360 ln noche que
se la esperaba, o sea la tarde del jueves 27 (de julio], en la vega de
Cérdoba y en parte de sus distritos; pero si en la mayoria de las coras
de al-Andalus y en Ultramar, De suerte que la gente de estas tierras
rompié el ayuno el jueves, mientras los habitantes de Cérdoba y de
sus contornos lo hicieron el viernes, que fue el dia 28 de tammiiz
[= julio].
El Califa al-Mustansir billah, una vez hecha la oracién de la fiesta,
se sent6, para recibir las felicitaciones del ejército, en el mihrib del
Salén oriental del Aledzar de al-Zabra’, el que da sobre la Azotea
SLDE AL-HAKAM
pALATINOS a
ANALES
al maravilloso jardin, en recepcién sol,
gs célebre pompa celebrad, ans
jor ¥ 2° més él 7 88 poy Ry
cai fostoses 1: “jiferentes clases manure Ocuparos in loa
a Mqsisiro® # OM gdos del salén, los visiress Ja parte Centra
3 de servicios, y el
Jos Here Mas diversas ce os de Cordoba 8 cle fy
ejonatios O° pitantes distingui 28 De los Hy. iy,
pentane 7 7 naata 1a 1. 4] & 18 derecha, el hermang ye,
r.
por bajo de él, Abi. Marg te
hicieron »
SPaciog ne
fn la costumbre | s. qvisados para que compar.
oe reviamente ee Tuyibies, hijos de Muhammag a i,
126.4 a Muhammad ibn Hasim, recibis orjgy Ry
su jefe, Yahya OO cian los visires de sentarse entre ai°°
rar [4 2) oie Jo hicieran. Llevaba cefiida, como honor, oe
entrar ae espada de las que levan las gentes mis alegn”
Ia fila de la derecha, a continuacién del yet a
<1 ibn Masi ibn Hudayr, dejando un espacio vaci ‘Ab
fabian ia ministrazon al Califa, por la derecha, el visir sags,
ae Ya‘far ibn ‘Utmin, y, por bajo de él, el mawla cca
zalmedina de al-Zabra’ Muhammad ibn Aflah; y, por la izgui ri,
J isit sihib al-hasam Muhammad ibn Qasim ibn Tumlus, ae
al vist al el cabellerizo mayor Ziyad ibm Aflah. Seguian a come”
ee Jos ashab al-urta al-‘ulya y al-wusta, los ashab al-majzin, lg
tasorere, los ‘urrid y las demés clases de funcionarios, con srigy
vas categorias.
denen también presentes el cadi mayor Muhammad ibn Ishiy
iba al-Salim, los hukkam, los ashab al-Surta al-sugra y abradd, igh
descendientes de los Omeyas, los principales y més distinguidos Qs
rayiies, y los mawlis de familias nobles; mas los mawlas militar;
mis los cadies de las coras, los alfaquies jurisconsultos, los ‘adila y
los habitantes distinguidos de Cérdoba; todos los cuales fueron 1a:
bidos, grupo tras grupo, y se adelantaron a saludar uno por uno.
suian luego los jefes mis distinguidos del yund, conforme a su ale
Sorias, y una seleccién de las diferentes clases de negros ‘abid. Tois
ellos lograron el fin que se proponian de ver a su Califa.
Previamente se habia dado orden a ‘Abd al Rahman ibn ar
mad ibn Hagim [5 r.] al-Tuyibi de esperar donde Io hacian los
raron, (2 7 haste”
werog ‘Aba a a Nthag Abi--Qasim. Los visires 1o
da, a
la inquiet otro lado, dejando sendos
‘an de ellos, e2 UNO Y
Califa, Se sentd en
52
ABO 30: $16
aliurta y de sentarse entre ellos, cifiendo una de las es de las
gentes allegadas al Califa, conforme se habia hecho eee
Yahya, ++ y de quedarse de pie entre los que ministraban por el lado
Hquierdo, debajo de... Asimismo se habia avisedo a su hermano Hiiim
ibn Muhammad ibn Hasim... de su hermano ‘Abd al Rahman ike
Muhammad ibn Hadim, los Tuyibies, ... y se les prescribig que expe-
rasen donde lo hacian los ‘urrad y avanzasen cuando ellos lo hicieran.
Uno y otro, como honor especial, ceitian también espadas de les gentes
allegadss al Califa. Todos los que estaban en el salén hicieron patente
el buen juicio que les merecian y a satisfaccién que experimentaban
con su presencia.
Durante la solemnidad estuvieron compitiendo oradores y poctas
con los abundantes y excelentes discursos que improvisaron y poemas
que recitaron, respectivamente. De entre los poetas, el primero que se
Jevanté delante del Califa fue su decano Tahir ibn Muhammad al-Bag.
adi, conocido por al-Muhannad, para recitar un largo poema suyo al
que pertenecen estos versos:
Ueamit]
Si no fuese por el Imim acepto a Dios y por sa hijo,
‘no podrian las lenguas componer versos.
Al ver Dios que este rey era la mejor de sus criaturas,
Te otorgé el mejor de los rangos de la gloria,
¥ lo asenté en una dignidad més alta
que la faz del sol, que por bajo de él nace.
Cuando primero resplandecen y Hueven Iuego sus dédivas,
engendran tanta fertilidad como Ia nube brillante.
{5 v,, 4 primeras lineas] Cuando se enoja contra el enemigo, « porfia
yojas muertes entre blancos hierros de lanza. [avanzan
Y¥ cuando los sentidos de los inteligentes se turban,
su serenidad es tan firme como los cimientos del [monte] Yadbul,
Porque es un mar de ciencia asistida de a prudencia,
como el agua del mar esté cefiida por los montes.
Siendo el itimo en su excelso cargo, ha adelantado a los primeros:
hhe aqui como el postrero se pone delante de todos.
53fs PALATINOS DE AL-HAKAM yy
[1s]
Woticia trunca. Enumeration de Pombres)
ghib) al-majziin; ‘Abd al-Rahms_
(orb 2) Leah) OV ahwar el “arid, ap? ibn
hemmad iba. + Muhammag «2a j
Mohr: -~ ibn Ahmad al-Satraki, y otroy 8 iby "Sih,
‘abi Solita ‘
[16]
de cémo Yo'far ibn “AI, conocido por Ibn al-ng
fla y de sus contornos, en tierras del jgq sus
nador de ee ibn Isma'll al-Si't, sefior de Irigin Erb, 5g fob,
@f Califa al-Hakam abtustonsr bill seiior de alAndel seeing
arse desu star, $e unis @ ls otros enemigos de ca Sing
2 eee inate, que habian abrazado anteriormente el pars, et be
i fabon de cima uno y otros se pusieron de acuerdo og.” tr
Gu Mania ebSinhay, gobernador de Matadd en las tierray (en tr
Naonige de Valor; de cima, buscando congraciarse coy’ tt Mors
2 eon 2 Ti ibn Mandi abSinhayt, cuando éste los atang 4 A
tio intentando apararlos de su camino; de cémo Yatjar y y=
hermano, con sus descendientes, $€ apresuraron a pasar @ al. ae
ofreciendo la cabeza . eer el oe yore
3 y de la buena ee
ee aa VI que encon
de su imi
Cuenta el tradicionalista Muhammad ibn Yiisuf ibm ‘Abd Aah
orrig, en sus Noticias del Magrib (Ajbar al-Mazrib] que Yo'Jary »
hermano, los que huyeron a la patria de su abuelo en al-Andaluy, sat
hijos de ‘AB ibn Hamdiin ibn Simak ibn Sa‘id ibn Ibrahim... ip
Akmod ibn ‘Abd al-Hamid al-Yudami.
Eue ‘Abd al-Hamid fue el primero que entré en al-Andalus, proce
dente de Siria... Se establecié en al-Andalus en la cora de Elvira, en
dl pueblo de..., uno de los que dependian de Qal‘at Yahsub [= Alodi
4a Real]. Luego Hamdiin, uno de sus descendientes, abuelo de estos dos
& slo fue el que se trasladé a Bugia y se establecié junto a uno
sus rias, en un pueblo Uamado Qaitiliya, donde afincé con su des
cendencia.
34
ARO 300: HF 156
salt partié solo hacia Oriente, con el propésito de hacer la pere:
srinacién a la Meca, el aio 287 { = 900}, cuando #1 contabe diecackos
pero habiendo caido en tierras de Kutama, se casé en ellas y entré en
Hasan con el da't Abi “Abd Allah, cuyo partido nacia alli, , como
tutivara y se apoderase de su corazén, abrazé su secta. Hasta enton-
Hann; lamabs Ta'laba, que era el nombre que le habia impuesto
Tamdin, su padre; pero el dai Abi ‘Abd Allah se lo cambié por el de
rear con el da'i ¢ hizo progresos en su usahdbav, hasta que Abi
lah vencié a Ibn al-Aglab, y, habiéndose apoderado de Ifriqiya,
se la entregé a su imam ‘Ubayd Allah el Si'%. [9 x] ‘Alf, con su na.
tural listeza, continué haciendo buena papel al lado de ‘Ubayd Allah,
que lo envié a Oriente para una de esas comisiones en que suelen ocu-
Parse los reyes. Como la desempefiara bien, aumenté, a su regreso, en
el favor de ‘Ubayd Allah, quien lo puso al lado de su hijo y heredero
Abi-LQasim, a cuyo servicio se dedicé y a cuya sombra crecié en favor
¥ logré honrado puesto. Con él salié por tierras del Magrib el
afio 315 [= 927-8], y Abi-L-Qasim, que habia probado su talento ¥
se habia decidido a edificar de nueva planta la ciudad de Masila, confié
su construccién @ este ‘Ali ibn Hamdiin, y, una vez terminada, lo puso
al frente de ella.
Sigui6, en efecto, ‘ATi en esta ciudad, cuya prosperidad hizo crecer,
7 se decidié a quedarse en ella. Su hijo Ya'Jar residia a la sazén en su
asa de Mahdiyya, junto con su madre, Maymiina bint ‘Alaham al-Yili,
de una rama de los Kutéma; pero, una vez acabada la construccién de
Masila y provista la ciudad de murallas, ‘Ubayd Aah al-Sti hizo que
Ya'far y su madre fueran a reunirse en ella con su padre y esposo. De
esta suerte, ‘ATi congregé en Masila a todos los suyos, y ya no se movié
de ella. Ocurria todo esto el aio 317 [= 929.30].
Muerto ‘Ubayd Allah y habiéndole sucedido Abi-L-Qasim, el ao 322
933-34], ‘Al ibn Hamdan se encaminé a Mahdiyya para dar a Abi
LQasim el pésame por su padre y felicitarle por su entronizacién, y du-
rante su ausencia, que durd varios meses, dejé a su hijo Ya'far como
lugarteniente suyo en Masila, Posteriormente, y en otras ocasiones en
que twvo también que ir desde Masila a visitar a su soberano, [9 vd
era siempre suplido en la ciudad por su hijo Ya‘far, que habia ya dado
muestras de independencia de juicio y de energia, asi como de poseer
dotes de ilustracién y distincién, que andaban en lenguas de las gentes
@ inclinaban en su favor los corazones.
Bastante después de todo esto fue la aparicién de Abil Yazid Majlad
55
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