0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos) 239 vistas41 páginasLa Tipologia y La Periodificacion en El Metodo Arqueologico
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FSCURLA NACIONAL DE ANTROPOLOGIA £ HISTOREA
SOCIEDAD DE ALUMNOS 9 s % 3
AS
ROGER BARTRA ‘Ba -
LA TIPOLOGIA Y LA PERIODIFICACION
EN EL METODO ARQUEOLOGICO
SUPLEMENTO DE LA REVISTA TLATOAN?
MEXICO, 1961 /“Una importancia semejanie a
Ja que tiene fa estructura de los
restos dseos para estudiar la orga
nizacién de especies animales des
aparecidas, poseen los vestigios
los instrumentos de trabajo pare
apreciar antiguas formaciones eco-
nomicas de la sociedad ya sepulta
das. Lo que diferencia a las épocas
eeonémicas no es lo que se hace,
sino cémo, con qué instrumentos
de trabajo se hace. Los instrumen-
tos de trabajo uo son solamente un
barémetro indicador del desarro-
Wo de la fuerza de trabajo del
hombre. sino también el exponente
de las relaciones sociales en que
se desenvuelve” (C. Marx, El Ca
Pitel, t. 1, pég, 187, 1951)En pocas ciencias existe un abismo tan grande entre el investigador y su
objeto de estudio como on la arqueologia. ¢Cémo descubrir al hombre en toda
su complejidad multifacética « través de los pocos cacharros, restos de edificios
© instrumentos que el ticompo nos ha legado como testimonio de una humanidad
cuya vida se sumerge en et precipicio del tiempo?
A pesar de este abrumador problema el arquedlogo ha hecho de ta necesidad
virtud y el desarrollo de su ciencia ha provocado —~como dice Gordon Childe—
una revolucién en la historia, puesto que ha aumentado en centenares de veces
ta posibilidad de ver el pasado, casi en la misma medida en que lo ha hecho
et telescopio en la extensién del campo visual del astrénomo.
No solamente esto, sino que los resultados de las investigaciones arqueolégi-
eas han permitido trazar con firmeza las pautas del progreso humano, estable-
ciendo una historia auténticamente universal cuyos aleances no se deticnen en
el momento actual sino que proyectan nuestra visién histérica hacia el futuro,
Este ensayo pretende seitalar algunos de estos problemas, replantear otros
¥ suscitar algunas criticas en torno a la metodologia arqueotégica. Debo agra-
decer al arqueélogo José Luis Lorenzo y al historiador Ricardo Ferré-Damaré,
quienes orientaron mis estudios, por haberme alentado continuamente en la pro.
recucidn de mis trabajos. Asimismo, doy las gracias al Dr. Eli de Gortari por
haber revisado este ensayo y aconsejato su publicacién,Algunos investigadores modernos han plantendo el problema de determinat
la arqueologia es una ciencia histérica o una ciencia social. Han pretendido
contraponer J voncepcidn histérica a ia concepcidn socioldgica sefalando que
la primera es el estudio de los hechos sinicos y que la segunda se ocupa de los
hechos recurrentes. Esta apavente contradiccién ha partido fundamentalmente de
una visidn errénea de las ciencias histérieas, Si ge define a la historia como el es-
tudio de Jos “2contecimientos singulares y sus conexiones a través del tiempo”!
no habré arquedlogo —por demas esté decirlo— que considere » su especiali-
dad come una ciencia histérica, Una definiciin de este caréeter, ademas de
cludir la comprensién de las leyes del desarrolio de las sociedades, provoca
que otras disciplinas sociales se alejon de un enfnque histérico —vale decir
dindmico— de su objeto de estud
Por otro lado la arqueotogia, precisamente porque estudia a las saciedades
prehistéricas mediante los restos materiales que st han conservado, es inca.
pz de observar “acontecimientos singulares”. Al arquedlogo, a causa de la
xaturaleza del material con que trate, le esti vedado el torrettte de hecho: y
acont
ientos casnales que irrumpen en el panorama del historiador de
épocas mas recientes,
Pero si un socidlogo © un antropélogo nos dice que su especialidad no se
ocupa del erigen y desarrollo de Jas instituciones sociales sino fundamental-
mente del estudio de Ia funeién que tienen, en un nomento dado, en la tota-
lidad de la ou
es una dis
jura, tampoco podremos estar de acuerdo en que la arqueologia
plina socioligica. La arqueologia no puede queder enmarcada
dentro de un concepto que haga caso omiso de la evolucién de las instituciones so-
ciales y econdumicas, Si bien el socidlogo y ef antropdlogo tienen Ta ventaja de
poder estudiar directamente las sociedades humanas, ef arquedlogo amplia su
visién de las culturas presentiindose ante él un panorama de su desarrollo a
del tiempo.
Z C, Kluckhohn: Aatropologie, p. 307.
WwRocer Banrks
Nosotros pattimos de la idea de que todo hecho social es un hecho ist’
ico; y a la inverse: todo avontecimiento historico es un hecho social Sila
joria quiere ir més alla cripeién de acontecimientos, debe
tener un enfoque socioldgico. Y si la sociologia pretende determinar las cars
Terfstivas de un fenémeno social, tendré forzosamente que remitirse a Iss
tae; ¥ las causas no las encontrar expeculanclo sobre la estructura del fe:
meno, sino observandolo en su desarrollo histérieo.
de la simple d
Separar a Ia historia de la cociologia e> desunir dos conceptos que se
fleten’a un mismo objeto; la historia y la sociologia estudian fos mismos fe:
erethow Estadian al hombre en tanio que es un ser ereador y productive
wepor tanto social y lus leyes objetivas que han determinado sw desarrollo.
Tine de los hechos histbricos mis importantes, por ejemplo, es 1a produecion
tle mnedion indispensables para satisfacer las necesidades primordiales ‘det
hombre, Este fendmeno es doblemente importante para la arqueologia ¥8 que
Toe materiales con que trabaja son, fundamentalmente, restos de los antiguo=
wnedion de prodceién o huellas dejadas por In actividad productive del how
por ello que, denteo de las disciplinas soriales, 18 economia adquicre
tna importancia enorme pura el erquedlogo. Como se ve, incluimos en el punto
vin vista sociorhistorico hechos de indole econdmica, los euales son, en tins
jnstancia, los determinantes del cardcter social del hombre.
Et arqueslogo, a diferencin del antropélogo, no puede tratar directamente
con su objeto de estudio, sino que se limita a conocerlo a través det los restos
vnateriales que las sociedades ya desaparecidas nos han dejado. Esta circuns
tancia ha provocado, en innumerable: casos, que los arqueslogos $e olviden
de a verdadero objeto de estudio: el hombre, La influencia de Tas caracter
tices del material arqueolégico ba hecho cact a muchos investigadores en we
tempisiamo que no ha ido mis alli de deseribir y lasiticar piedas y cacharros.
Aunque of objeto mismo de Ia ciencia arqueolégica el hombre, Ia soeie:
dad haya desaparceido, e necesario superar af nivel empirico, La arqueo-
Jogia utiliza para ello un mitod jn. Gordon Childe ha dicho:
dgpstengo que la arqueologia es una ciencia, pero desde luego, no una ciencia
cqacta, sino sélo una ciencia clasificatoria”.* Childe refleja aqui toda La esen-
dal método arquedldgico contemporineo: la elasificactén, el analisis, Los
drquedlogos moderios han superado —es cierto— el nivel puraments deserip-
de Tos restos materiales
tivo y empirico a través de Le clasificacién sistemat
Ta arqucotogia camo eiencia social, 1959, p. 299.
2La Trrotocia ¥ LA Periopiricacion
que ha dejado sobre Ia tierra la actividad human; este ha sido y, en lo fun-
damental, sigue siendo el método por excelencia de la arqucologia occidental,
Por supuesto, el empleo de Ia clasificacién ha evolucionado y permite sobre
pasar el nivel empirico: antes el arquedlogo clasificaba artefactos, hoy intenta
clasificar culturas. Cordon Childe sostiene que “la arqueologia esta obligeda a
lidiar con absteaceiones” *, pues la elasificacién a un nivel superior —cultural—
tura a que se vefiere el arquedlogo
implica una abstraccién, ya que la eu
he desaparecido en su mayor parte,
El arquostogo utiliza ese método que la ciencia del siglo XVIIT ha legado
a le humanidad: el anilisis, la abstraceién, Descomponen a su objeto de estu-
dio y abstracn de Ia totalidad un sinniunero de rasgos y factores; organizan su
material en categories. Sin embargo, el arquedlogo se quedé en el siglo XVILL
Su método analitico y clusificatorio es fundamentalmente mecénico, pues de
le desintogracidn de In realidad en sus diversas partes, de la investigacién de las
cosas y de los procesns sociales por separado solamente obtendré un conoct
miento compartimertado regido por movimientos de orden mecénico, de cause.
efecto,
La concepeién de la arqueologia como una ciencia a la vez que social,
histérica, trae consign la climinacién de la visién fragmentada del hombre
prehistorieo, producto de la utilizacién exclusiva del método analitico de co-
Al plantcar el conocimiento histérico-sociat en arqueologia se postula co:
ro consceuencia el problema de definir las condiciones fundamentales entre
las diversas facetas de In sociedad, Si se sostiene —como pretendemos— que
todo conocimiento del hombre en tanto que vive en sociedad debe ir acompa
fade del estudio de su desarrollo histérico, no podemos eludir la necesidad de
2, pare descubrir las relaciones entre los diferen
ir més alld de la clasificaei
tes aspectos de Ia realidad humane,
Por ello afirmamos que la misién de la arqueologia estriba en reflejar la
conexién histérica fundamental que se observa entre los fenémenos socio-econd-
micos de los grupos humanos prehistoricos a lo largo de su desarrollo, a través de
Jos restos materiales que dejaron sobre la tierra, Por lo general, la arqueologia
se ha abocado al estudio de las sociedades prehistoricas; ello no quiere deci
que el método arqueoligice no pueda o no deba aplicarse a sociedades hist:
sieas; al eontrario, tal limitactén significaria concebir de una manera fraccio-
P. 29%
1BRocer Barraa
aria el desarrollo de a humanidad. El estudio de la cultura material es aplicable
2 las sociedades de todas las épocas,
Vamos a estudiar el método tipoldgico enmarcindolo dentro del proceso
del estudio conereto de las sociedades prehist6ricas, Si la misién de la arqueo-
Jogia, como acabamos de afirmar, es reflejar conexiones fundamentales entre
fenémenos soclo-econdmicos, debemos plantesr ahora cémo salvar el abismo
que hay entre el material arqueolégico disponible y la finalidad iltima: el
comportamiento de una sociedad que ya ha desapar
ihTIPOLOGIA
La tipologia es le forma caracteristica y peculiar que tiene el arquedlogo
para utilizar el método- analitico, durante el proceso de estudio de
dad concrets. Et arquedlogo, que después de la exeavacién sistematica de un
‘tio prehistirico, se encuentra con un niimero determinads de objetos debi-
itmente ordenados, tiene un srrio problema: 2Qué hacer con su material?
De lo que haga dependert que posteriormente pueda hablar de la existen-
Ga de “culturas” o “sociedades” en un tiempo y lugar determinados, De mo-
mento, ef arquedtogo no posee mils unidad de estudio que el eacharro o la
Piedra que tiene en le mano, los res
1a soci.
Ws de estructuras arquitectinicas, etc,
Yeamos ahora de mai
-atorio,
ra esquematica cl desarrollo histérico del método
Es interesante anotar que fos origenes det método tipoligico no los encon.
ramos en el seno de las ciencias sociales, sino en el campo de las eiencias na-
Las. ch especies biolégicas han sido Ia cuna de
lox métodos tipoldgieos en arqueologia, Lines (1707-1778) labora la cono-
cida dlasificacién de los organismos en filums, drdenes, clases, géneros y es
pevies. La preocupacién de Linneo se orienté —en sus clasificaciones— hacia
un sentido motfoldgico de las categorias. Buffon (1707-1788) es quien im.
prime un caraeter mas ciet lar mayor atencién
@ Tas funciones y a hus com
torales ieaciones de
ntifico a la clasificacién al pr
jones externas de los organismos en contraposi
cidn al énfasis de Linneo en Ja constitueién orginica, Buffon plantea ya uno
de los problemas mis diseutidos en tipologia. “En la Naturaleza ~-escribe
Buffon— no existen realmente sino individuos, y los géneros, Grdenes y clases
solamente cxisten en nuestra imaginac
* Citado por J. Comes: Buffon, 1707-1788, precursor de ta Awtropolagta fi
ea. 1968,
iBRoce Bartra
Pero es C. Darwin quien da un paso gigantesco hacia el establecimiento
dg una taxonomia cientifiea cuando postula que éta debe apegarse a la reax
Kidad cambiante del objeto que se va a clasificar. “Todas las procedentes reglas,
rmedios y dificultades en la clasificacién —afirma Darwin— pueden explicar-
te... admitiendo que el sistema natural esté fundado en la deseendencia con
‘nodificacién; que los caracteres que los naturalistas consideran como demos
irativos de verdadera afinided entre dos 0 mas especies son los que han sido
heredados de un antepasado comiin, pues toda verdadera clusificacién es ge-
nealdica; que la comunidad de descendencia es el azo oculto que los natu:
valistas han estado buscando inconcientemente, y no un plan desconocide de
treacién o el enunciado de proposiciones generales al juntar y separar sim-
plemente objetos mis o menos semejantes”, ©
Como se ve, Darwin plantea quo las bases vilidas de una clasificacién se
1s de la evolucién del objeto de estudio, que son,
encuentran en las caracterést
segtin al, la variacién y Ia seleceidn nstural, factores que determinan el ¢0-
‘min parenteseo de las formas afines.
En este punto podemos donectar los adelantos de los naturalistas con el
desarrollo de Ia arqueologia.\John Evans, en 1849, escribié: “He intentado
aplicar los principios de “evolucidn” y “selecci6n natural” a las investigacio-
ws numisméticas’.© Thomsen (1788-1865) clasificé los restos arqueol6gicos
del Museo Nacional de Dinamarea segtin su material, formando tres grandes
clases: piedra, bronce y hiierros supuso que cortespondian a periodos erono-
Tggicamente sucesivos, hipétesis establecida con mayor firmeza por Nilsson
(1787-1883) y Worsaae (1821-1885) en secuencias estratigréficas y series
‘valutivas, con lo cual asentaron la teorie, atin hoy utilizada, de las Tres Edades.
Estos adclantos encontraron mayor refinamiento en el sistema tipolégico
de D, Mortillet (1821-1898), en base al cual establecié, en lugar de la nomen-
clatura paleontolégica de Lartet para los periodos prehistérjeos, una termino-
Jogia argueolégica.? El arquedlogo sueco Montelius (1843-1921) contribuye
también al desarrollo del método tipolégico, sobre la base de sus estudios de
la Edad del Bronce; dividis en cinco periodos tecno-tipolégicos esta Edad, a
os que dio designaciones muméricas del uno al cinco.
% Darwin, C. El origen de las especies. 1959. Tomo Il, p. 216.
° Citado por V. G. Childe en Arqueologia y Antropologia, 1959. pp. 312-515.
1 Por ejemolo, en lugar de Edad del ipopStamo, periodo Chelensos en ver de Edad
del Mamut, periado Musteriense.
16Tiwo.ocis
El desarrollo de las técnicas clasificatorias durante esta época fue influido
profundamente por la taxonomia en series evolutivas de las especies zoolgice
establecidas por Jos naturalistas contemporancos. La aplicacién de las teorias
cvolucionistas a Ia arqueotogia culminé en Ins clasificaciones de A. Smith, A.
Ferguson, L. H, Morgan y F. Engels que analizaremos posteriormente cuando
hablemos de Ie periodificacién,
Paralelamente a las concepciones evolucionistas —y en contraposicién a
tas— se desarrollé la corriente difusionista que en sus esfuerzos por negat
Ja existencia de leyes del desarrollo de Ia sociedad ha planteado, por Jo que res-
pects al problema que nos ocupa, la imposibilided de utilizar métodos eualit.
tivos para la clasificacién que reflejen las caracteristicas de la realidad. Los di-
fusionistas propouen utilizar métodos cuantitativos: para clasificar a las socie-
dades en “reas culturales”, recogiendo para ello iraginentos de diversas socieda-
des, haciendo a un lado su funcién, separandolas del total de la cultura y compa-
rindolas después entre si. Al negar Ja existencia de leyes objetivas se abre la
puerta al azar y se concibe Je cultura como un eonjunto invertebrado de
“tasgos” reunidos en un tiempo y lugar determinados por un mero accidente
histérico,
Al negar la evolucién han caido en los extremos de afirmar que “ningin
salvaje nunca invents nada”; * se ha negado por completo el desarrollo de las
sociedades, observando el cambio dnicamente como la acumulacién de rasgos,
predueto de la difusién,
Los partidarios de esta posicién, como Elliot Smith, Rivers, Schmidt, Graeb-
net, Kroeber, ete, centran eu coneepcidn en la idea de que el desarrollo hist6-
ico es tan intrineado que no es posible reducirlo a leyes, por lo que surge
como problema fundamental determinar la naturaleza del intercambio de vas
gos culturales: la difusién,
Bajo esta influencia creemos que se ha desarrollado esa arqueologia cone
lempordnea que utiliza al método tipolégico no solamente coma una manera
egar al descubrimiento de la prehistoria, sino como una coneepeién de la
aeiedad misma
Vamos a estudiar, a titulo de ejemplo, algunas teorias tipolégicas moder-
nas, como las elaboradas por Rouse, Taylor, Phillips y Willey, por considerar.
Tas representativas de esta cortiente
§ Raglan: Matériaux pour Phistoive primitive et naturelfe de Uhomme, eltado por
Childe en Arquestogia y Antropologia, 1959, p. 314
WwRocer Basra
fnving Rouse (1999) postula una erie de concepias que 708 sev tag he-
vramientes para desoubrit fos procesos de la realidad que st estudia. Limita
fos procesos @ le formaciin de los rusgos ulturales, al trazo de la distribucién
de anton y a la reconstruceisn hist6rica de los raseos de cada distribueién. Para
Tlvar a etbo el primer proceso, o sea, 1a conformacién de rasgos culturales, se
wuiligan los tipos y los mods entendidos los primeros com? 2 clase abstract
de actos —no al grupo de artefactos mismo due simboliza al grupo
A gros los anodes son los atributos abstraidos del artefacto, Tanto los tipos
sano tos modos son utilizados como rasgos culturales en st sentido arqueol6-
ico; son Ia ase de toda investigacion. Una vee constituidas las unidades ba:
Bos ae la iuvestigacion, se procede « observar Ie distribucién en el tiempo y
sree espacio de los tipos ¥ modos (rasgos culturales)-
Et mismo Rowse resurme la serie completa de procesos due debe investigar
el arquedlogo: “Un tipo 0 iodo pede haber surgido && wr 00 ya sea ort
finado en el lugar o por difasion de una tba vecina: Persistird entonces pot
Seterminado perfodo de tiempo, al principio, tal vets inerementando su_ebun
endo cn abundancia. Finalmente, el tipo 0 modo des-
~ reemplazede por otro tipo o moda!”
dancia, después deer
aparecerd, ya sea al extinguirse 0 al s
El meollo del problema radica en la formacion de Tos tipos y modos (ras-
gos eulturales) -y en Ja concepoién adeptada de que a cultura es el conjunte
jie hiibitos y capacidades adquiridas por el hombre come miembro de la so
ciedad (definicién elisica de Tylor}.
La relacién que existe entre los tipos y modos con la cultura, * refiere @
le manufactara de Tos artefactos y al uso de los mistos Pero Rouse soslaya
al problema de la funcidn, planteando le imposibilidad de obtener datos al
respesto, por lo que considera a los artefactos Unieaineh como producto de
cePettdeots de un artesano. Rouse postula que dicha conducta e: 3 producto
ide los elementos de culture, sumados étos a Ins potencialidades del ambiente.
fla eapacidad fisice del artesano, 2 sus artificios individuales y @ ciertas cot
e puede esquematizar de Ia s
iiciones impuestas por el azar. Su concepeion
a:
guiente_maner
Y Roa, Irving. Prohisty in Heit, A Stody in Method. 1889.
to Romeo: op. cit, Cuadro precentade en el primer eapituleTiwovocia
FACTORES NO CULTURALES: |
Agar
Attificios ]
individuales es
del artesano
Capacidad
fisica del oO
artesano
Potencia-
lidad del ——
ambiente
ELEMENTOS DE CULTURA:
CONDUCTA DEL
Norma del |
aspecto del | —____» esritos
artefacto
—> TecNIcAs —»
PLANES
Manera de proceder al
hacer un artefact |
| otras
a
} caciones
ARTEFACTO
19Rocer Baxi
Siguiendo la definieién de Tyler, Rouse supone que al pe reflleja Jas nor
vas de conducta seguidas para elaborar el artefacto, producto de sus habito
wT mmodo es la manera de proceder al elaborar un artefactoy producto de Its
capacidades adquiridas.
Nosotros consideramos que los tipos y modos de Rouse tienen un escaso
valor, dado que en su progeio de inferencia se omite uno de los aspettos =
Tmmportantes de Ia cultura: aquella actividad Tigada el vso del artefacto, 0 sca
seetrmentslmente, Iz produceién de Jos bienes necesarios para le subsistencia.
Rouse elvida que las normas de conducta y las formes de proceder al elaborar
efectos estan determinadas, en sitime instancia, por el earcter ocial del
setpre, el eual es dado por el proceso de trabajo cveador de medios indispen-
cables pata la existencia de la sociedad (alimento, habitaclOn, ete.)
TE empleo de la definicidn de Tylor en el proceso de inferencia ha hecho
que Rouse prescinda de estos sspectos fundamentales y comiencs cel estudio de la
Gociedad por las superestructuras, Procediendo de esta manera Ja cultura sc
jetive det arquedlogo. Pos esto y porque sepsre
cidn es fundamen:
convierte en una creac’
por completo unos rasgos de otros, ereemes que Su clasifi
rernente, metaiisica y cae ent ta ooncepeién mecniea y difusioniste de la
historia,
Ia idea de Rouse segiin la cuat el tipo os el representante de una norm!
de conducta encaminada a la elaboracién de artefactos, no €s aceptada por
Meee tos axquedlogos. Walter W. Tylor (1948), por ejemplo, basa su clasi-
foadén ea la forma empirica de las manifestaciones axquedldgicas, tratando
cho ins alld de las normas de conducts, Tylor
de elevarse a niveles que van mu
Ie ereado tres grupos —la forma, el tipo y In clase— que se analizan 1"
ivelos de interpretacién: 1a observacién empfrica, le jnferencis funcional y
Ja inferencia del significado.
BI siguiente cuadro, elaborado por Taylor," es iustrative de Yo que
diccimos:
Ti Be el Capitulo Vs Le naturaleza del material arqueotiica: tipologia y elasificacién
de au libro A Stady of Archeology 1948.
20TwoLocia
FORMA
TIPO
CLASE
Categorias Empiricas
{observacional)
Manifestaciones in.
dividuales, sug afinida-
des y sus partes consti
tuyentes, “elementos”,
“atributos”, “disefios”,
“especificaciones”,
“unidades”, “items”,
etc.
Un grupo de mani.
festaciones que pose
ciertas similitudes es-
pecificas en sus afini-
dades y/o sus. partes
constituyentes, 0 un
ideal abstraido de alli,
ya sea la media, el mo
do o la mediana,
Un grupo de tipos
empiricos (0 tips y
formas} «que posee cier-
tas similitudes especi-
ficas en su afinidades
y/o en su criterio ding-
néstico, v. gr. un agra:
pamiento de grupos
Cotegorias Culturales
(inferencial)
El “uso” y Ia “fun-
cién” y/o lu téonice
de manufactura de una
manifestecién indivi-
dual (o de una parte
| de ella) inferida del
| dato empirico.
|
|
Un grupo de mani
festaciones que poscen
ciertas similitudes es-
| pecificas en su “nso”,
“funcién” y/o téenic.
de manufactura infer
| das,
Un grupo de tipos
(0 tipos y formas) ya
sean empitricos 0 cultu-
rales, que poseen cier-
tas similitudes ei.
cas en su “uso”, “fun-
cién” y/o téoniea de
manufactura inferidas.
Categorias ibe ta
Cultura
(inferencial)
La idea cultural, el
rasgo cultural objetivi
zudos en la manifesta-
én individual; tam-
bign el “significado”
manifiesto en él, Un
mado.
La idea cultural ob-
jetivizada y/o ol “sig-
nificado” manifiesto en
ple tipo ya sea
empirico o cultural. Un
“arquetipo”.
La idea cultural ob-
jetivizada y/o el “sig
guificade” —manifiesto
em una clase, ya sea
empirica 9 cultural
Una “arque-tlase”.
Cuando las clases bajo
éste titulo son suficien-
temente vastas, es pro-
bablemente mejor de-
signar la idea estructu-
ral como una “conft-
guracién””
21Rocer Barra
iste cuadro resume muy bien todu la teoria tipolégica de Tylor. Como se
ve, este autor no concibe al tipo como un conjanto de artefactos, sino como
una abstraceién que representa al grupo. Lo que podemos objetar es que la elabo-
racién de los tipos y las clases es puramente formal y que no se basa en la reali-
dad social de los artesenos que fabrican los instrumentos; el proceso de inferen-
cia, ademas de no seguir los lineamientos que marcan las caracteristicas de
las sociedades en estudio, conduce tinicamente @ la reeonstrucctén de un signi-
ficado hipotético llamado “idea cultural”, Pero el objeto de la axqueologia no
ces bésicamente la reconstruceién de ideas, como no lo es de ninguna ciencia
social: el inferir la ideologfa de una sociedad es importante, pero no puede
ser sino el iltimo proceso de la investigacién, pues asi como en la realidad las
ideas se encuentran determinadas por la contextura social y econémica, los
iavestigadores no podremos inferir ninguna idea como no sea a partir del co-
nocimiento objetivo de la estructura de una sgrupacién humana,
Sin embargo, los planteamientos de Tylor son un avance con respecto &
Rouse, quien coslaya cl problema de la funcién y el uso; Tylor presenta a
Ja funcidn y al uso como la médula de una etapa de la investigacién: la infe-
rencia de categorias culturales,
Los dos autores contempdraneos hasta ahora citados concihen a los tipos
yo como “descubiertos” sino como representantes abstractos del continuo cul-
tural, Por otro lado, se ha dicho que los tipos son descubiertos y que reflejan
‘yoa segmentacién cultural inherente al dato, La primera posicién tiene sus re
motos origenes en Buffon, cuando éste afirmaba que las especies sélo existen
en nuestra imaginacién. P. Philips y G. R. Willey opinan que estas dos posi-
ciones no son irreconeiliables, y sostienen que “todos los tipos poseen algiin
grado de correspondencia con la ‘realidad’ cultural y el ineremento de esa
correspondencia debe ser el objetivo constante de la tipologia”. Sin embar-
go, no llegan a definir claramente un tipo y sfirman que una cultura “no se
puede decir que haya existido como entidad hasta que el arquedtogo no la
haya nombrado y dafinido”."* En suma, Philips y Willey.no nos dicen qué
es un tipo, poro sefialan Ia necesidad de elaborar una teoria consecuente y bien
estructurada sobre la tipologia; pero pretenden que en base a la elasificacién
“nombremos y definamos” a una cultura que no ha existido hasta el momento
de hacerlo, Como dice Earl H, Swanson “Lo que se necesita en la arqueologia
norteamericana no es ‘teoria taxondmica’ sino una exposicién histriea”. *!
42 Phillips y Willey, 1953,
¥8 Op, cit. p. 617.
14 Swanson Je, Earl H. Theory and History in American Archaeology. 1959. p. 123.
2‘Twotocia
te arquedlogo critica las concepeiones de Phillips y Willey sosteniendo que
son sélo un esfuerzo por alejarse del estudio de le funcién de los artefacto=
en Is sociedad, al plantear los tipos culturales como unidades sociales loca:
lizadas en el tiempo y en el espacio, logrando con ello que la cultura no sca
mis que un producto de la imaginacién del arquedlogo. Phillips y Willey
establecen un conjunto de categorias que, se supone, representan elementos del
continuo espacio-temporal de la realidad social. Posteriormente, en México, in
vestigadores como J. C. Olivé han adoptado esta posicién
Sin embargo, no han dado ninguna base para determiner la correspon
deneia entre las unidades sociales y los restos arqueologicos, “Por Io que res-
pecta a las unidades arqueoldgicas —anota Olivé—, Willey observa que todas
tienen en comtin la caracteristica de estar formadas por Ja combinacién de
tres clases de factores: espacio, tiempo y contenido formal; solo que en pro:
porcién variable, preponderando en cada clase de unidad uno de estos fac-
".19/A partir de estas tres categorfas Willey fabrica alrededor de veinte
nceptos definidos vagamente, unos, por mayor @ menor extensidn en el
espacio y en el tiempo, y otros por el contenido formal, concebido éste como
una coleccién de rasgos.
tor
El cuadro nimero 1 —elaborado por Olivé siguiendo los lineamientos de
Willey —representa esta concepeién de la clasificacién arqueolégica,
Las definiciones de cada concepto, tanto en su sentido puramente arqueo-
J6gi¢o como en su correspondencia con una visiéa de la cultura en funcién
sociolégica, son incongruentes, inexistentes 9 mal fundadas.
Nos parece que el arquedlogo se ha dedicado a jugar con cubos de colores:
unos, pequefiitos, son los sities, y cuando estan unos encima de otros se habla
de secuencia; si a la misma altura, en otras pilas, hay cubos semejantes, esta:
mos frente a un horizonte; si observamos cubos de colores parecidos, no hay
duda, se trata de una tredicién; todos estos cubos se hallan en un espacio deno.
minado drea, a la cual —si la vemos también en sentido vertical— se ha
lamado cultura 0 civilizacién. Cada cubo es una fase cuyos Iados y aristas
Tepresentan sus componentes, Si observamos cambios generales en In forma 0
en el color hablamos de efapas y si se han caido todos Ios cubos en un momento
dado ha ocurrido una revolucién. Pero no pregunten al arqueélogo qué es
un cubo, qué representa su forma o su color © cual es su contenido —en
minos sociolégicos—, pues no sabré contestarnos; ha estado jugando eon
1 Olivé Negrete, J. C. Estructura y dindmica de Mesoamérica. 1958, p. 33.
28CONCEPTOS
Rocex Barna
CONCEPTOS ARQUEOLOGICOS '*
‘TIPOS, GENEROS, CATEGORIAS
[ Espaciales
‘Temporales
Para Ja integracion
histérica:
‘Formales
Btapa
Para ia evolucién
hist6rica: Revolucién
CUADRO 2
Sitio
Localidad
Regién
Area
ecuencia de sitio
{ ecueacia lc
Secuencia regional
Fase
Perfodo
Componente
Bisicas |
Horizonte Estilo
Horizonte
Integrativas fe
Cotradicién
Patron
Cultura
Maximas ieee
Civilizacion
de area (cronologia)
18 Olivé Negrete, J. C. Estructura y dindmica de mesoumérica, 1958. p. 42.
2Treoocia
los hechos sociales segtin Ia férmula de Durkheim: como“
afuera”, enarbolando la bandera de una falea objetivided
‘e0sas” y “desde
Sin embargo, Phillips y Willey (1955) han Pretendido simplificar todo
este conjunto de conceptos 2 un sencillo Proceso; “
man— puede ser integrada histéricamente en
Simple consistente en dos conceptos formales estiticos, componente y fase y
dlos conceptos histéricas Hluidos: uradicién y horizoaa, estilo”. Y precentan el
siguiente esquema:
T
TE Tradicisn,
HH Horizonte,
C Componentes.
B. Fase,
25Rocer Barres
Este aparato se puede resumir a la perogrullada de decir que los hechos
arquoolégicas se desazrollan en el tiempo y se extienden en el espacio, Le
fundamental, le fase, se define como una unidad cultural, espacial y temporal
con cardcteristicas propias suficientes para distinguirla de otras unidades for-
malmente semejantes (Olivé). Rouse, en 1985, adopta la definicién de fase
seqiin Kidder, quien Ia define como “un complejo cultural que posces Tesy0e
Jo sujicientemente caracteristicos para distinguirlo de manifestaciones més tem
pranas o més tardias del desarrollo cultural del que forma parte y de, otros
tomplejos contemporéneas” #¥ (subrayado nuestro). Baséndose en estas defini
‘ones tan endebles, cuya médule est constituida por unos misteriosos “rasgos
carneteristicos”, Rouse clabora un proceso para describir les fases on functén
de tiempo y espacio, el eual se desarrolla en las cuatro operaciones que a continu:
ramiente:
cién representamos =
‘e realiza una cotrelacién descriptive de fases (F):
ASPECTOS
2-—Se hace una correlacién distribucional de fases (F):
W7 Kidder, eitado por Rouse: On the Correlation of Phases of Culture, 1955.
26Trotocia
ESCALA ESPACIAL
o
a
Oo} 90
$| =z
w
wlia
=
wf 8
ao} oo
=
&
ai
s
ft
eo; o
non} a
ul oO
z
a
a
3.—Se hace una correlacién genética de fases (F) :
f ces
Se TRADICION , HoRIZ0NTERocer Barra
4—Uso de Ia correlacién descriptiva y distribucional para mostrar las cone
xiones genéticas entre las fascs:
ESCALA ESPACIAL
°
8
3
oi
=| 6
Zia
=
8
wi
a |e
a
u
2
<
=
e138
g |e
z
oi
a
aeaue CORRELACION DESCRIPTIVA
ma CORRELACION GENETICA
Bee ee CORRELACION DISTRIBUCIONAL
Todas estas téenicas son itiles, indudablemente, como herramientas des
ctiptivas del material arqueolégico. Pero pretender que son la esencia del
método arqueoldgico es una gran equivocacién, El método cientifice de cono-
cimiento no puede ser et resultado de una eleccién subjetiva; tampoco se re-
duce al conjunto de procedimientos, téenicas o habitos de investigacién que
ef arquedlogo ha heredado, El método debe reflejar y representar algo andlogo \
28Tirotocia
a la realidad en estudio, es decir, debe reflejar las leyes de desarrollo del mun:
do que estudia la arqueologia (Eli de Gortari, 1954).
Los métodos que hemos descrito aqui, que consideramos representativos
de la argueologia occidental, adolecen del defecto de no plantearse ser un
reflejo de los fenémenos que estudia la arqueologia, Son métodos que siguen
esa gren corriente que Wright Mills ha denominado empirismo abstracto, Son
empiricos porque no van mucho més alla de la descripeién del material, y
abstractos no sélo por su métedo analitico, sino porque separan sus estu
dios de toda realidad social.
Nosotros planteamos que todo artefacto arqueolégico es un producto del tra:
bajo humano, y como tal, una expresién de la actividad determinante del
desarrollo de las sociedades, Nosotros, como arquedlogos, estamos condiciona-
dos por las caracteristicas del materiel con que trabajamos y la mayor parte
de los restos arqueolgicos estan ligados con el proceso de produccién de bie-
nes materiales, Podemos distinguir dos aspectos sumamente importantes de
un artefacto: su funcién en la sociedad en tanto que es un instrumento de pro-
duoeién y Ia técnica de manufactura, Ia cual es representativa del nivel tec-
nolégico aleanzando por el pueblo en estudio. Suponer, como Rouse, Phillips
y Willey, que de un artefacto o de un conjunto de éstos se puede inducit direc-
iamente la ideologia de una sociedad es un eraso error que sélo conduce a
ignorar el verdadero papel del artefacto en la sociedad.
La funcién del artefacto en la sociedad debe ser una de las categorfas bi-
sicas de la clasificacién. Childe afirma que “todo dato arqueolégico proviene
de un acto del hombre, acto ejecutado habitualmente para satisfacer algin pro-
posito humano aprobado socialmente”.¥ Consideramos que en los artefactos
estén las bases para determinar las caracteristicas y peculiaridades de las ne-
cesidades basicas de los hombres en un momento dado; Ia categoria de la
funcién es esencial para el descubrimiento de Is. estractura de una sociedad;
la funcién nos dice qué necesidades satisfacta el hombre. Surge otra pregunta:
qcémo las satisfacia? Es decir, las téenicas peculiares de los instrumento
La funeién o el uso de los artefactos esté ligada directamente con el perfeccio-
namiento téenico aleanzado por éstos. Algunos arquedlogos, como Rouse, han
afirmedo que no es posible inferir In funcién de un axtefacto. Ante esto, po-
demos citar un par de téenicas especifieas para determinar la funcién; la
primera, descrita por Ascher (1961), consiste en el experimento imitativo, que
19 Chile, V. G. Reconstrayendo el pasado. 1958, p. 45.Rocrr Bartra
puede ser utilizado para convertir la hipStesis sobre una funcién en una infe-
rencia vélida; Ja ejecucién de un experimento imitativo es Ja simulacién de
lo que se supone que debe haber sucedido en el pasado; los pasos a seguir,
segiin Ascher, son los siguientes: 1) convertir la hipétesis operante en una
forma factible de ser verificada; 2) seleccionar los materiales experimentales;
3) operar con los materiales; 4) observar los resultados; 5) interpretar loz
resultados en forma de inferencia, La segunda técnica que citaremos, claborada
por el atqueélogo soviético S. Semibnov, permite deducir las funciones de los
instrumentos por les huellas que el uso ha dejado en ellos; parte de le base
de que todo instrumento, sea cual fuere el material con que esté hecho, se
desgasta en el proceso de trabajo; el empleo de eparatos de Sptica, asi como
la microfotograffa, permiten determinar Jas funciones de los artefactos ar-
queoldgicos.
Nosotros partimos del hecho de que los restos arqueologicos son represen-
lativos, en su mayoria, de una parte fundamental de la totalidad humana: el
desarrollo de las fuerzas productivas. Estas incluyen al hombre como fuerza
de trabajo, a los instrumentos de trabajo y a los objetos sobre los que se
desarrolla el trabajo,
El arquedlogo no encuentra ya al hombre cn sus excavaciones; pero en-
cuentra la prolongacién de su mano: los instrumentos que son un reflejo del
ejercicio de su fuerza de trabajo; ef estudio estadistico de los artefactos puede
acercarnos a una visién de Ja cuantia de la fuerza de trabajo, Y encuentra
también el objeto del trabajo: Ia naturaleza, el medio ambiente en que se des
arrollé el hombre. Dadas estas bases, consideramos que el arqueéiogo es capaz
de determinar el nivel aleanzado por las fuerzas productivas.
La tipologia nos sirve para estudiar solamente una parte de las fuerzas
productivas: los instrumentos, Ha sido un arquedlogo soviético el que ha sen-
tado las premisas més firmes para la clasificacién: V. A. Gorodzov.*° Subdi-
vide el material arqueolégico en categoria, grupos, géneros y.tipos, Las cate-
gorfas abarcan a todos los objetos que ticnen una misma funeién; los grupos
reunen a todos los artefactos fabrieados con un mismo material; el género los
agrupa por su forma caracteristica y cl tipo abarca los objetos con una misma
peculiaridad en su forma, Consideramos que esta clasificacién supera los méto-
dos tipolégicos de la arqueolowfa occidental —norteamericana especialmente.
Las dlasificaciones que hemos criticado utilizan tipos un tanto metafisions,
28 Mongait, Alexander: La arqueologia de la U.R.S.S. 1960. p. 38.
30 Gorodzov, V. A. The Typological Method in Archaeology. 1963.
30Trroocia
pues se hallan completamente desconectado entre si; ademés, tienen escaza
ligazén con la realidad del conjunto de artefactos. En le clasificacién de Go-
rodz0v, los tipos estén ligados entre si por las categorias, los grupos y los gi
neros; ademés, al plantear los factores de funcién, material y forma como in-
dlicadores para la elasificacién, se liga a los tipos con la realidad arqueolbgica.
Sin embargo, ereemos que ls clasificaciéy de Gorodzov se acerearia mas
a Ia realidad si el género fuera caracterizado con un enfoque tecnolégico,
nds que forma 1; dirfamos, pues, que el género abarca los objets que tienen
la misma forma técnica, De este modo, y desde nuestro punto de vista, las
vategorias reflejan la funcién de los objetos en tanto que instrumentos de pro-
duccién; los grupos (material) y los géneros (forma ténica) representan el
nivel tecnolégico de un pueblo, incluyendo cl aprovechamiento de los mate-
riales que la naturaleza proporciona. El tipo, definido por una peculiaridad
de la forma, incluye maneras especiales y caracteristicas de elaborar un arte:
facto; es decir, refleja partes del artefacto no ligadas directemente con el uso
de éste, claboradas con fines estéticos o decorativos (estilos)
Aunque hemos limitado la exposicién a Ia tipologia de instrumentos de
produceién —por ser Jos més importantes—, con la misma técnica clasifica-
toria se pueden analizar restos arqucolgicos no ligados directamente con el
proceso de produccién,
Pero el manejo del material arqueolégico como hasta ahora lo hemos
expuesto debe estar ligado indisolublemente con otras categorias como el estu-
dio del habitat, observado en tanto que objeto sobre cl cual se desarrollé el
trabajo, El estudio de Ja naturaleza y del medio ambiente desde wn punto de
vista ecolégico completan el cuadro de las fuerzas productivas; esta altima parte
—obvio es decitlo— no est sujeta al método tipolégico y requiere de métodos
propios que no analizaremos aqui; s¢ incluye el estudio de las materias primas
empleadas en el sitio, anslisis petrogrificos y quimicos de los materiales; la pa-
leogeogratfia, la paleoclimatologia, la paleohoténica, 1a polinologia, etc., son cien-
cias auxiliares que nos arrojan luz sobre las caracteristicas del medio en que
vivié el hombre, sobre todo de aquella parte de la naturaleza transformada por
cl hombre en su lucha por la subsistencia,
Uno de los problemas més importantes es, sin duda, el manejo de las ca-
tegorias; los arqueélogos empiristas se caracterizan porque no han sabido
aclarar Jos nexos que las unen entre si. Las estegorias son los conceptos mas
generales que reflejan las propiedades eseneiales del objeto de estudio y las
leyes fundamentales que lo rigen. La red de nexos ligicas que las conecta no
3hRocer Bartra
es otra cosa que el desarrollo sintético del movimiento histérico de la realidad.
Cada ciencia tiene sus propias categorias; la arqueologia tiene las suyas, parte
de las euales acabamos de discutir. Veamos a continuacién una comparacién de
Jas eategorias elaboradas en estudios de sociedades conterapordnoas por eco-
nomistas y sociélogos, con las categorias arqueolégicas que proponemce en
relacién con las fuerzas productivas:
ESQUEMA SOCIO-ECONOMICO ESQUEMA ARQUEOLOGICO
FUERZAS FUERZAS
PRODUCTIVAS PRODUCTIVAS
eee (aaa eee eee
[ i 7
HOMBRE: — Medios FUNCION estos
fuerza de de arqueolégicos
trabajo —_produccién i
| |
Artefactos Habitat
Instrumentos Objetds de ligados a tranfor-
de trabajo trabajo la produceién mado por
y t6enicas de el hombre
manufactura,
Con estos cuadros no queremos decir que haya una analogia entre los con-
ceptos arqueolégicos y los socio-cconémicos; tinicamente se pretende mostrar
que el estudio de los restos arqueoldgicas de esta manera enfocados nos eva
al estudio socio-econémico de las fuerzas productivas.
Todos estos fendmenos estan sujetos a otras leyes sociales que el arqueélogo
no puede descuidar. Junto a las propiedades do las fuerzas productivas tene-
mos que estudiar su desarrollo, Gorodzov plantea cuatro principios —dontro
de la esfera arqueolégica—encaminados a reflejer el desarrollo del material
arqueolégico:
L Ep
2. El prin
3. El principio del préstamo,
ipio de causalidad,
io de evoluci6n,
4. El principio de la “lucha” por la sobrevivencia de los artefactos,
32Tiorocia
Notamos en Gorodzoy una gran influencia de las teorias de los naturalistas,
anmque mas en la forma que en el contenido de sus clasificaciones, No obstante,
ereemos que Gorodzov se desliza en los defectos del método tipoldgico-formal,
pues desliza un poco al objeto de la sociedad que lo ha producido; plantea
que los artefactos se desarrollan de acuerdo con determinedas leyes sin sefia-
lar daramente su relacién con la sociedad humana
Estos cuatro principios reflejan, en efecto, el movimiento objetivo del
material arqueolégico. La causalidad implica que los artefactos. se dan en
series genéticamente relaciondas. La evolucién se refiere al proceso de cambio
de un artefacto en otro. El préstamo es un reflejo de la difusién do rasgos
culturales. La “lucha” por la eobrevivencia se refiere al conflicto entre dos
artefactos diferentes que tienen la misma funcién,
E] problema consiste aqui en aplicar estos principios al desarrollo de las
fuerzas productivas; es decir, en elaborar Ia historia de la produceién, en base
a todas las inferencias ya establecidas.
Consideramos que el enfoque dinamico e histérico de las fuerzas produeti-
vas reflejadas por el material arqueolégico debe estar regido por la categoria
de progreso. Por progreso eatendemos el proceso de desarrollo social del hom-
bre durante el cual las interrelaciones entre los fenémenos crean nuevas si-
tuaciones que tienen por fundamento las anteriores; es un hecho objetivo que
€l desarrollo de les sociedades sigue uma linea ascendente que va de lo simple
a lo complejo. El desarrollo progresivo de las sociedades tiene diversas formas
de mostrarse: puede ocurrir un cambio gradual y cuantitative a través del
cual Ja estructura de Ie sociedad se modifica poco a poco. Existen también
cambios cualitativos —verdaderos saltos que intersumpen Ia marcha gradusl
Gel desarrollo— pero que tienen su raiz en la evolucién lenta, Al primer tipo
de desarrollo se le ha Hamado evolucién; al segundo revalucién. Se trata de dos
conceptos intimamente ligados que reflejan los cambios cuantitativos y los
seltos cualitatives que ocurren en los fendmenos sociales; estas caracteristicas
del desarrollo son perfectamente aplicables a los cambios que ocurren en la
wenologia de un pueblo y expresan tanto el movimiento de las formas concre-
tas como el desarrollo general del progreso humano,
Los préstamos o difusién y le “lucha” por la sobrevivencia 0 contradiceién
son procesos enmarcados en la evolucién de las sociedades.
Los prineipios de Gorodaov son, para nosotros, completamente vilidos, pero
los estructuramos de otra manera, bajo la eategorias general del progreso; po-
driamos csquematizar de Ja signiente ranera nuestro pensamiento:
33Rocer Barres
-— DIFUSION
—— EVOLUCION |
PROGRESO. — '— CONTRADICCION
| REVOLUCION
La arqueologia, si quiere acercarse a la comprensién de la totalidad hu-
mana y no limitarse al estudio de las fu
fuerzas —una vez mis— con otras ciencia:
jerzas productivas, necesita unir sus
Si aceptamos Ia tesis de Marx segiin Ia cual el desarrollo de las duerzas
productivas es lo que determina el modo de produccién y éste la superes
tructura, podemos decir que el arqueslogo debe utilizar la comparacién con
pueblos contemporaneos primitivos para completar su cuadro, De esta manera,
si el arquedlogo utiliza a la wtnologia, pods mo solamente comprobar sus re-
construcciones, sino completarlas.
Pero este método comparativo es sumamente peligroso si no cs utilizado
con la cautela debida, Las comparaciones no pueden ser mecénicas, atribuyen.
do rasgos espeviticos de eulturas contemporéineas a pueblos arqueolégicos par-
cia'mente semejantes. “Las relaciones de produeciéa —dice Childe—... pue-
den inferirse en un grado considerable siempre que se explore cabslmente algin
poblado... Entonces, habiendo definide el equipo y la economia de una
sociedad prehistérica, podemos traterla como sistadial de una sociedad con-
tempordnea, cquipada y organizada en forma semejante”,
Hemos tratado de exponer el papel de las clasificaciones en el método ar-
queolégico. Pero asi como Ja observacién simple y conereta de los objetos
arqueoldgicos no puede ser el proceso final del conocimiento, requiriéndose
el anilisis y la clasificacién, éste tampoco pone punto final a una investigaciin,
Lo que hace el anilisis clasificatorio es abstraer del total aspectos y propte
dades particulares que son relativamente independientes, Pero nuestro objetivo
va mis alli: buscamos el conocimiento de la esencia de la totalidad del fen-
meno en estudio, es decir, su conocimiento conereto, pero ya no la percepciin
Chile, V.G. Arqueotogia y enerepologia, 1959. p. 52%.