Yuderkys Espinosa Miñoso
Diana Gómez Correal
Karina Ochoa Muñoz
editoras
Editorial Universidad del Cauca
2014
Tejiendo de otro modo: Feminismo, epistemología y apuestas descoloniales en Abya Yala /
Editoras: Yuderkys Espinosa Miñoso, Diana Gómez Correal, Karina Ochoa Muñoz – Popayán:
Editorial Universidad del Cauca, 2014.
Biografía: Citada en cada capítulo; índice analítico: p.473-478
480p.
1. FEMINISMO - LATINOAMÉRICA 2. FEMINISMO - ESTUDIOS INTERCULTURALES. 3. MUJERES
- CONDICIONES SOCIALES. 4. TEORÍA FEMINISTA. 5. MUJERES - HISTORIA. 6. IDENTIDAD
DE GÉNERO. 7. MULTICULTURALISMO 8. MUJERES EN LA LITERATURA. I. Título II. Espinosa
Miñoso, Yuderkys (edit). III. Gómez Correal, Diana (edit.) IV. Ochoa Muñoz, Karina (edit.) V.
Universidad del Cauca.
ISBN: 978-958-732-151-7
305.4 U58 scdd 23
Hecho el depósito legal que marca el Decreto 460 de 1995
Catalogación en la fuente – Universidad del Cauca. Biblioteca
© Universidad del Cauca 2014
© Yuderkys Espinosa Miñoso / Diana Gómez Correal / Karina Ochoa Muñoz, Editoras
© Ilustración de carátula: Ina Riaskov/Producciones y Milagros Asociación Feminista
Primera edición Editorial Universidad del Cauca, octubre de 2014
Diseño de la Serie Editorial Universidad del Cauca
Diagramación: Cristian David Ordoñez Ordoñez
Corrección de estilo: Área de Desarrollo Editorial - Universidad del Cauca
Diseño de carátula: Cristian David Ordoñez Ordoñez
Editor General de Publicaciones: Luis Guillermo Jaramillo E.
Editorial Universidad del Cauca
Casa Mosquera Calle 3 No. 5-14.
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Teléfonos: (2) 8209900 Ext 1134 - 1135
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y cuando se cite la fuente y se haga con fines académicos y no comerciales.
Impreso en Popayán, Cauca, Colombia. Printed in Colombia.
Contenido
Agradecimientos...............................................................................................................................9
Prefacio............................................................................................................................................ 11
Introducción................................................................................................................................... 13
Presentación.................................................................................................................................... 41
1. Debates sobre colonialidad del género y (hetero)patriarcado............................................. 55
Colonialidad y género .......................................................................................................... 57
María Lugones
Colonialidad y patriarcado moderno: expansión del frente estatal,
modernización, y la vida de las mujeres ............................................................................ 75
Rita Laura Segato
La epistemología del sur, la colonialidad del género
y el feminismo latinoamericano .......................................................................................... 91
Breny Mendoza
El debate sobre las y los amerindios: entre el discurso de la bestialización,
la feminización y la racialización ...................................................................................... 105
Karina Ochoa Muñoz
2. Procesos constitutivos de la modernidad/colonialidad y experiencias de resistencia..... 119
La noción de ‘derecho’ o las paradojas de la modernidad postcolonial:
indígenas y mujeres en Bolivia ......................................................................................... 121
Silvia Rivera Cusicanqui
Los ‘fundamentos no-democráticos’ de la democracia:
un enunciado desde Latinoamérica postoccidental ........................................................ 135
Breny Mendoza
La espiritualidad de las mujeres indígenas mesoamericanas:
descolonizando las creencias religiosas ........................................................................... 143
Sylvia Marcos
Economía del cuidado. Reflexiones para un feminismo decolonial ............................. 161
Natalia Quiroga Díaz
3. Pensando la matriz de opresión desde la apuesta descolonial.......................................... 179
Nossos feminismos revisitados .......................................................................................... 181
Luiza Bairros
La decencia y el respeto. Raza y etnicidad entre los intelectuales
y las mestizas cuzqueñas .................................................................................................... 189
Marisol de la Cadena
Subjetividad y racismo: la mirada de las/los otros y sus efectos .................................. 211
Emma Delfina Chirix García
Proyectos corporales. Errores subversivos:
hacia una performatividad decolonial del silencio ......................................................... 223
María Teresa Garzón Martínez
Multiculturalismo, género y feminismos: mujeres diversas, luchas complejas ............ 237
Aura Estela Cumes
La pollera como frontera: migración a la ciudad,
la universidad y la negociación de la identidad
étnico-clasista ...................................................................................................................... 253
Mi cuerpo es un territorio político .................................................................................... 263
Dorotea A. Gómez Grijalva
4. Debates urgentes sobre feminismo, movimiento de mujeres y descolonización............. 277
Entre el etnocentrismo feminista y el esencialismo étnico.
Las mujeres indígenas y sus demandas de género ......................................................... 279
Rosalva Aída Hernández Castillo
Feminismo paritario indígena andino ............................................................................... 295
Rosalía Paiva
Etnocentrismo y colonialidad en los feminismos latinoamericanos:
complicidades y consolidación de las hegemonías feministas
en el espacio transnacional ................................................................................................ 309
Yuderkys Espinosa Miñoso
Hacia la construcción de un feminismo descolonizado ................................................. 325
Ochy Curiel Pichardo
El feminismo no puede ser uno porque las mujeres somos diversas.
Aportes a un feminismo negro decolonial desde la experiencia
de las mujeres negras del Pacífico colombiano ............................................................... 335
Betty Ruth Lozano Lerma
Feminismo y modernidad/colonialidad:
entre retos de mundos posibles y otras palabras ............................................................ 353
Diana Marcela Gómez Correal
Los feminismos de las mujeres indígenas:
acciones autónomas y desafío epistémico ....................................................................... 371
Francesca Gargallo Celestini
5. Apuestas de otros mundos posibles: pronunciamientos,
declaraciones y manifiestos........................................................................................................ 383
Apertura ............................................................................................................................... 385
Yuderkys Espinosa Miñoso, Diana Gómez Correal y Karina Ochoa Muñoz
Si me permiten hablar: testimonio de Domitila,
una mujer de las minas de Bolivia .................................................................................... 389
Moema Viezzer
Ley revolucionaria de mujeres ........................................................................................... 399
EZLN
Discurso de la Capitana Irma el día 8 de Marzo de 1994 .............................................. 401
Capitana Irma - EZLN
La mujer mapuche y su compromiso con la lucha de su pueblo .................................. 403
Organización Mapuche Meli Wixan Mapu
25 de noviembre en Huehuetenango ............................................................................... 405
Maya Cu
Declaración de Mama Quta Titikaka ¡12 al 16 de Octubre Movilización
global en Defensa de la Madre Tierra y los Pueblos! ..................................................... 407
Pueblos indígenas originarios del Abya Yala, pueblos hermanos de África,
Estados Unidos, Canadá, Círculo Polar y otras partes del mundo,
y observadores de diversos movimientos sociales
Una declaración feminista autónoma, el desafío de hacer comunidad
en la casa de las diferencias .............................................................................................. 411
Feministas Autónomas
Manifiesto ético–político desde las mujeres negras/afrocolombianas .......................... 417
Fundación Akina Zaji Sauda
Conexión de Mujeres Negras
Haití ¡Sí hay país! ................................................................................................................ 421
Sabine Manigat
Pronunciamiento del Feminismo Comunitario Latinoamericano
en la Conferencia de los Pueblos sobre Cambio Climático ........................................... 425
Feminismo Comunitario
“¿Qué Estado para qué igualdad?” Declaración de las mujeres indígenas
y afrodescendientes de América Latina, el Caribe y la diáspora ................................... 435
Despidiendo abril ................................................................................................................ 439
Melissa Cardoza
Carta abierta ........................................................................................................................ 445
Feministas en Resistencia de Honduras
Declaración política de las mujeres xinkas
Feministas Comunitarias .................................................................................................... 451
Asociación IDIE Mujeres Indígenas de Santa María Xalapán-Amismaxaj
La desobediencia de las lesbianas es la ‘Gran Transformación’ .................................... 453
Articulación Lesbianas Feministas de Lima
Descolonizando nuestros feminismos, abriendo la mirada.
Presentación de la red de feminismos descoloniales ..................................................... 455
Red de Feminismos Descoloniales
Biografías .................................................................................................................................. 465
Autoras y Compiladoras
Índice Analítico............................................................................................................................. 473
Hacia la construcción de un feminismo descolonizado
Ochy Curiel Pichardo
A propósito de la realización del encuentro feminista autónomo:
haciendo comunidad en la casa de las diferencias1
D e aquí a pocos días, se realizará en México D.F. el Encuentro Autónomo
Feminista: Haciendo Comunidad en la Casa de las Diferencias, días
antes del XI Encuentro Feminista Latinoamericano y Caribeño, que
muchas hemos denominado “el encuentro oficial” organizado por el feminismo
institucional. El Encuentro Autónomo podría sintetizar, aunque no completamente,
las posiciones más críticas del feminismo latinoamericano y caribeño que no
se adscribe a un feminismo de género, de Estado, visto este en su forma más
institucional y oenegera.
Escojo el Encuentro Feminista Autónomo como escenario para mis reflexiones
porque me permite hacer una articulación entre teoría y práctica política feminista
en un momento que algunas consideramos ‘histórico’ [...].
Este [pequeño] ensayo es una propuesta en construcción que con otras hemos
estado elaborando en el pensamiento y en la acción frente a la pregunta: ¿cuál
es el feminismo que queremos impulsar, vivir, experimentar, como propuesta
transformadora y radical en países postcoloniales como los nuestros, que
surja desde nuestras experiencias, que nos permita cuestionarlas y a la vez
modificarlas y cambiar este mundo por otro que no sea patriarcal, ni racista,
ni heterosexista, ni clasista?
1 Este artículo fue escrito por solicitud del Equipo de investigación de Género y
Estudios Culturales de instituto de investigación Cultural Juan Marinello de Cuba y
fue publicado originalmente en Glaidys Martines Alonso y Yaneth Martinez Toledo,
Emancipaciones feministas en el siglo XXI (2010). Otra versión más conocida apareció
bajo el título “Hacia la construcción de un feminismo descolonizado”, en Yuderkys
Espinosa Miñoso, Aproximaciones Críticas a las prácticas teórico-políticas del
feminismo latinoamericano (2010).
325
Te j i e n d o d e o t r o m o d o
[Voy a abordar] estas reflexiones desde el concepto de descolonización, retomando las
propuestas postcoloniales porque, a la vez que cuestiona el eurocentrismo, propone
nuevos paradigmas para el pensamiento y la acción feminista latinoamericana.
La descolonización vista desde el feminismo crítico
Descolonización, como concepto amplio se refiere a procesos de independencia
de pueblos y territorios que habían sido sometidos a la dominación colonial en lo
político, económico, social y cultural; [como aquellos] procesos que sucedieron
en América entre 1783 y 1900 de los cuales surgen los Estados Unidos y las
repúblicas latinoamericanas, los que sucedieron entre 1920 y 1945 en relación con
las dependencias del Imperio Otomano y desde donde surgen las independencias
de buena parte de los Estados del Oriente Medio y el Maghreb, y los que
acontecen entre 1945 y 1970, a raíz de los cuales el conjunto del continente
africano e importantes áreas de Asia, el Pacífico y el Caribe se estructuran en
unidades políticas independientes.
Cuando en las ciencias sociales nos referimos a procesos de descolonización
hacemos énfasis en el último período por el impacto que tuvo en la conciencia
crítica no solo en intelectuales y activistas de estos continentes sino en muchos
otros de otras latitudes, como ha sido el caso en Latinoamérica y el Caribe, procesos
además que en el ámbito académico dan lugar a los estudios postcoloniales,
culturales y subalternos que colocan en el centro la construcción de los sujetos y
las sujetas en contextos postcoloniales.
Pero, desde el feminismo, la descolonización no solo reconoce la dominación
histórica económica, política y cultural entre estados nacionales, producto de la
colonización histórica de Europa sobre otros pueblos y sus secuelas de colonialidad
en el imaginario social, sino y fundamentalmente, la dependencia que como sujetas
y sujetos políticos poseemos frente a procesos culturales y políticos que han sido
resultado del capitalismo, la modernidad occidental, la colonización europea y sus
procesos de racialización y sexualización de las relaciones sociales, pero también
de la heterosexualidad obligatoria [...], de la legitimación del pensamiento único y
de la naturalización de la institucionalización de muchas de las prácticas políticas
de los movimientos sociales que han creado dependencia y subordinación en torno
las políticas del desarrollo y a muchas de las lógicas coloniales de la cooperación
internacional [de derecha].
La descolonización para algunas feministas [se trata de una] posición política que
atraviesa el pensamiento y la acción individual y colectiva; nuestros imaginarios,
nuestros cuerpos, nuestras sexualidades, nuestras formas de actuar y de ser en el
mundo y que crea una especie de ‘cimarronaje’ intelectual, de prácticas sociales
y la construcción de pensamiento propio de acuerdo a experiencias concretas.
326
Hacia la construcción de un feminismo descolonizado
Las primeras experiencias descolonizadoras en el feminismo las encontramos
precisamente en feministas racializadas, en las lesbianas, en mujeres del
‘Tercer Mundo’, aquellas que se resistieron a la dominación patriarcal, racista y
heterosexista, desde posiciones subalternizadas.
Y no es casual. La ‘política de ubicación’ de la que nos habló Chandra Mohanty,
(2008 [1988]) vista como contexto geopolítico de la relación espacio-tiempo-lugar
que produce a las y los sujetos desde las experiencias de cuerpos históricos y
políticos, define lo que Chantal Mouffe definió como ‘posiciones de sujeto’ (1999),
o lo que Donna Harraway (1991) denominó ‘conocimiento situado’ o lo que
muchas décadas antes las afrofeministas nortemericanas llamaron ‘la experiencia’
que produce un punto de vista particular: el stand point (Collins 1989).
Patricia Hill Collins lo evidencia en esta frase desde sus análisis del Feminismo
Negro en Estados Unidos:
Una manera de ubicarse frente a las tensiones de definición en el
pensamiento feminista negro es especificado en la relación entre
la ubicación de las mujeres negras -aquellas experiencias e ideas
compartidas por las afroamericanas y que les proporciona un enfoque
singular de sí mismas, de la comunidad y de la sociedad- y las teorías
que interpretan esas experiencias […] el pensamiento feminista negro
comprende interpretaciones de la realidad de las mujeres negras hechas
por las mujeres negras (Collins 1989: 289).
Este tipo de punto de vista surgió también de las lesbianas políticas en el feminismo
cuando Adrienne Rich propuso el concepto de la ‘heterosexualidad obligatoria’
como una institución que controla a las mujeres sean o no lesbianas; habló de la
existencia lesbiana como experiencia histórica que debía ser significada frente a la
obligatoriedad del matrimonio, de la maternidad, frente a los deseos masculinos,
una significación y resignificación que en sí misma era y es un acto de resistencia
descolonizador, como lo definió Cheryl Clarke:
La lesbiana ha descolonizado su cuerpo. Ella ha rechazado una vida
de servidumbre que es implícita en las relaciones heterosexistas/
heterosexuales occidentales y ha aceptado el potencial de la mutualidad
en una relación lésbica, no obstante los papeles (Clarke 1988).
La descolonización en el feminismo se ha concretado en una suerte de búsqueda
liberadora de un discurso y de una práctica política que cuestiona y a la vez
propone, que busca a la vez que encuentra, que analiza el contexto global-local a
la vez que analiza las subjetividades producidas por raza, clase, sexo y sexualidad
dadas en este contexto pero que se articulan a las dinámicas estructurales.
327
Te j i e n d o d e o t r o m o d o
Hoy en las ciencias sociales los estudios subalternos, culturales y postcoloniales
ciertamente han abierto en los espacios académicos una brecha para que voces
subalternizadas se estén convirtiendo en propuestas que cuestionan la relación
saber-poder que son en sí mismos procesos descolonizadores, y eso es importante.
Sin embargo, muchos académicos y académicas [...], la mayoría de las veces utilizan
estas propuestas para el logro de créditos intelectuales apelando al estudio de lo
que se ha considerado ‘la otredad’.
Desde las propuestas críticas del feminismo latinoamericano y caribeño, muchas
de ellas presentes en la construcción del Encuentro Autónomo Feminista, si bien
algunas se nutren del pensamiento de estos campos disciplinarios críticos de
las ciencias sociales, lo particular y específico es que parten de las experiencias
y la producción de conocimiento desde el feminismo mismo, muchas veces
desde posiciones de oposición al feminismo ilustrado, blanco, heterosexual,
institucional y estatal, pero sobre todo un feminismo que se piensa y repiensa
a sí mismo en la necesidad de construir una práctica política que considere
la imbricación de los sistemas de dominación como el sexismo, racismo,
heterosexismo y el capitalismo, porque considerar esta ‘matriz de dominación’,
como bien la denominó Hill Collins (Collins 1998), es lo que otorga al feminismo
una visión radical. Las categorías como raza, clase, sexo, sexualidad, entre
muchas otras son concebidas como ‘variables dependientes’ porque cada una
está inscrita en las otras y es constitutiva de y por las otras.
¿Podría decirse entonces que es esta una nueva tendencia del movimiento feminista
latinoamericano y caribeño? No es nueva en tanto retoma parte de los postulados
de los años setenta y ochenta de las afrofeministas, las chicanas y de las lesbianas
radicales. Su novedad radica en la capacidad de reconocer que es allí donde
se ubica una propuesta descolonizadora, vista en el contexto latinoamericano y
caribeño de hoy. Con ello crea una genealogía feminista, porque este feminismo
sabe, piensa y propone la continuidad de una historia construida por muchas en
diferentes momentos históricos.
Es nueva porque si bien las afrolatinas y caribeñas, las mujeres populares, y
muchas lesbianas latinoamericanas cuestionaron el sujeto del feminismo en las
décadas de los setenta y ochenta, visto como ‘la mujer’ de clase media, mestiza,
heterosexual, aún sus análisis eran limitados al basar sus teorías y sus prácticas
políticas en ‘la diferencia’ como fundamento de sus reivindicaciones y motivo de
sus acciones, momento que fue necesario, pero no suficiente para el feminismo
que hoy se necesita en este nuevo contexto.
Reconocer las diferencias entre las mujeres, feministas, lesbianas atravesadas
por distintas categorías y posiciones de sujetas sin duda fue un gran avance
para el feminismo de la región, pues permitió destruir el mito de ‘la mujer’ que
contenía el sesgo universalizante de la modernidad occidental. Permitió emerger
328
Hacia la construcción de un feminismo descolonizado
las feministas populares, las afrofeministas, las lesbianas feministas, incluso,
aunque mucho después, indígenas que se asumían feministas desde sus propias
cosmovisiones. Y estas han sido corrientes importantes del feminismo que han
colocado el racismo, el etnocentrismo, la heterosexualidad como institución y
régimen político en el centro de las propuestas feministas, en sus teorías y en sus
prácticas. Muchas de estas propuestas han partido y aún continúan definiéndose
desde la identidad para su accionar, que si bien permitió la articulación política
poseía sesgos esencialistas.
Esta política de identidad fue necesaria por la crítica a la universalidad, a lo
general, a lo monolítico, a lo etnocéntrico como legado fundamental de la
modernidad y la colonización para evocar la necesidad de comprender las y
los sujetos sociales desde una diversidad de experiencias particulares y diversas
formas de vida específicas y concretas, tentativas y cambiantes. Y esto había que
hacerlo en el feminismo.
En los años noventa en América Latina y el Caribe nos llegan los aportes de la
corriente postestructuralista con su propuesta de deconstrucción de las identidades,
vistas como entidades no esenciales, sino como producto de relaciones históricas.
A algunas que veníamos de experiencias políticas cuyo centro era la identidad,
como lo fue el Movimiento de mujeres afrolatinoamericanas y afrocaribeñas, estas
propuestas empiezan a desencajarnos. Desde el Caribe Yuderkys Espinosa (2008
[1988]) en un artículo histórico nos ayudó a repensar nuestra política. La autora
preguntaba: ¿Hasta dónde nos sirven las identidades?, ¿cuáles son sus límites y
hasta dónde nos sirven para la política feminista que nos proponemos? [...].
Esta [preocupación] venía además por el auge identitario de otros movimientos
sobre todo los sociosexuales articulados en la sigla LGTB, en el que muchas de
las lesbianas pertenecientes a estos movimientos estaban limitando su política al
reconocimiento de su ‘sexualidad diversa’, [buscando] así el reconocimiento del
Estado sin que cuestionaran de fondo lo que produce la ‘diferenciación’ que las
coloca en una especie de ‘ciudadanía tolerable’.
Al mismo tiempo, sentíamos que la corriente posestructuralista del feminismo nos
dejaba sin piso, pues muchas de sus posturas asumían [...] todas las identidades
como esenciales. Hoy hay diversas posiciones en torno a ello, pero en ese
momento nos preguntábamos:
- ¿Son todas las identidades esencialistas o es que en contextos determinados, las
identidades, vistas como estrategias, son imprescindibles para la política feminista [...] ?
- ¿Qué papel [entra a jugar] la identidad en propuestas de transformaciones sociales
que se dirigen a eliminar sistemas de dominación?
329
Te j i e n d o d e o t r o m o d o
- ¿Es posible un ‘esencialismo estratégico’, como bien plantea desde el feminismo
postcolonial Gayatri Spivak?
Estas preguntas aún son parte de los debates, pero han permitido relativizar
la política de identidad, poniéndole límites, asumiéndolas como estrategias y
posicionamientos, más que como fines en sí mismos.
Paralelamente en los años noventa parte de las feministas críticas y radicales nos
asumíamos como autónomas frente al fenómeno de la institucionalización, [...]
expresada en la oegenización, en la preparación y seguimientos a las conferencias
mundiales organizadas por la ONU, que definía las prioridades del movimiento
frente a la intromisión del Banco Mundial [y] AID, al accionar del movimiento
feminista frente a la cooptación de muchas feministas por parte de los Estados,
gobiernos, partidos, frente a la dependencia ideológica [...] de la cooperación
internacional; todo lo cual ha tenido altos costos para el feminismo al perderse
buena parte de sus postulados políticos más éticos y revolucionarios.
Experiencias como la de Las Cómplices, Las Próximas, Las Chinchetas, Mujeres
Creando, Mujeres Rebeldes, Lesbianas Feministas en Colectiva, el Movimiento
del Afuera con sus obvias diferencias, desde República Dominicana hasta la
Argentina han propuesto un feminismo excéntrico, del afuera, desde la frontera
y los márgenes como espacios posibles de construcción política [edificada] en
la acción colectiva autogestionada y autónoma que produce teoría propia, un
pensamiento descolonizador frente al eurocentrismo y a la teoría y perspectiva
de género más conservadora, y que cuestiona de fondo la relación saber-poder
y la dependencia a las instituciones.
Todas ellas, en diferentes momentos, han sido parte de la construcción [de esta
corriente] autónoma y hoy, después de casi veinte años, algunas feministas de estos
colectivos se proponen en el Encuentro Autónomo revisar su política [colocando]
y [respondiendo] preguntas que a la vez son grandes desafíos [tales como]:
• ¿Cómo comprender el contexto específico donde nos ubicamos que permita
construir pactos políticos entre feministas de varios contextos sin que ello
convierta en impunidades las desigualdades y diferencias que nos atraviesan
por raza, clase, sexualidad, los mismos contextos y las mismas experiencias
situadas?
• ¿Cómo actuar como feministas en los contextos latinoamericanos y caribeños
atravesados por conflictos armados internos, desplazamiento forzado, pobreza
extrema, racismo, violencia contra las mujeres y un ‘socialismo de siglo XIX’
con tintes dictatoriales?
330
Hacia la construcción de un feminismo descolonizado
• ¿Qué significa frente a esos contextos construir [una] autonomía que atraviese
el accionar, el pensamiento, que pase por nuestros cuerpos, nuestros deseos,
nuestras sexualidades, pero que no niegue la situación material de cada una?
Otro de los temas urgentes, como propuesta descolonizadora y transformadora
está [en relación a] la producción del conocimiento.
Podríamos afirmar, si consideramos la producción teórica, y con ello la producción
editorial, que en Latinoamérica y el Caribe se ha producido poco, comparado con
el feminismo europeo y [norteamericano] como [igual] sucede en muchos países de
los llamados del Tercer Mundo, [esto] tiene que ver con las condiciones materiales
y sociales de estas regiones del mundo, no obstante hay producciones importantes,
pero sobre todo muchas prácticas políticas poco teorizadas y conceptualizadas.
Estas producciones tanto desde el ámbito académico como desde el movimiento
mismo, son consideradas [como] puro activismo, [como] sistematizaciones de
prácticas feministas no aptas para el ‘consumo’ académico y teórico, por tanto no
son las referencias de la mayoría de las feministas latinoamericanas, [al] contrario,
nuestras referencias son las teorías y conceptos hechos fundamentalmente por
europeas y [norteamericanas].
Este hecho pone en el centro la relación poder-conocimiento y el binarismo
teoría-activismo que señala Homi Bhabha (2002), vistos como la distinción entre
el conocimiento puro y conocimiento político en donde se reconoce una forma
de escritura y se establece la división entre política y teoría, [lo] que evidencia
la negación de que ambas son formas de discurso que producen cambios y
transformaciones sociales.
¿Realmente se ha descolonizado el pensamiento y la teoría feminista latinoamericana?
Me atrevo a decir casi un rotundo no, con algunas excepciones. No [estoy] con
ello proponiendo que [debemos] ahora regionalizar nuestras teorías, [lo que estoy
planteando] es que un proceso de descolonización debe llevar a reconocer las
prácticas políticas feministas que pueden construir pensamiento teórico de la
región y asumirlas no como simples testimonios del activismo.
Por más que conozcamos el proceso de colonización histórica y que siempre
reaccionemos ante él, desde la perspectiva de la economía política, seguimos
pensando que estamos ‘privadas’ de algo[:] aquello que nos falta para convertirnos
en europeas o en [norteamericanas].
Y si las producciones de las latinoamericanas no son reconocidas en la misma
región, mucho menos son conocidas en Europa y Estados Unidos. El tipo de
análisis que hace Edward Said (1990) sobre [el] orientalismo, como construcción
intelectual e imaginaria Occidental/Europea sobre el Próximo y Lejano Oriente,
331
Te j i e n d o d e o t r o m o d o
difícilmente puede aplicarse, por ejemplo, a América Latina. No existe una
especie de latinoamericanismo que exprese siquiera modos de producción de
un discurso de dominación sobre el feminismo latinoamericano hecho por las
feministas europeas y [norteamericanas] y esto sirve también para producciones
latinoamericanas de otras disciplinas. No existe una genealogía intelectual en este
orden. A lo sumo encontramos ‘algunas’ feministas que extraen materia prima
intelectual para la producción académica europea que no impacta más allá de
objetivos personales, sean estos definidos desde la solidaridad internacional, [pues
como me dijo la dueña de la Librería de Mujeres de Madrid hace algunos años
cuando evidencié la falta de textos feministas latinas en la Librería: “Latinoamérica
no es de interés intelectual para las europeas feministas”].
Las feministas tercermundistas de otras latitudes, que han logrado impactar de
alguna manera en el feminismo europeo, lo han hecho porque se encuentran en
lugares privilegiados de la academia, fundamentalmente [norteamericana], a través
de los estudios de área o de equipos de investigación específicos.
El internacionalismo del feminismo solo se produce si se considera a Europa
y Estados Unidos como las referencias. Que el feminismo, como propuesta de
emancipación, haya colocado junto con otras propuestas[:] la crisis del sujeto,
la crisis de los metarrelatos masculinos y eurocéntricos, que haya revisado
epistemológicamente los presupuestos de la Razón Universal, marcando
sexualmente la noción del sujeto, no significa que se haya librado totalmente de
sus mismas lógicas masculinas y eurocéntricas.
En el caso del feminismo latinoamericano, ello no solo se evidencia en la separación
entre teoría y práctica, en el reconocimiento abrumador de las teorías europeas y
norteamericanas en detrimento de las latinoamericanas y otros países del Tercer
Mundo, sino también en su propia dinámica interna frente a la multiplicidad de
sujetos que lo componen.
La historia latinoamericana es subalterna frente a Europa y Estados Unidos, el
pensamiento teórico y político también es subalterno, pero también las producciones
de las afrodescendientes, de las lesbianas, de las pocas indígenas feministas son
las más subalternas de todas las historias. El descentramiento del sujeto universal
del feminismo aún contiene la centralidad euronorcéntrica, universalista, y no
logra zafarse de esa colonización histórica por más que la critique.
Todo ello está atravesado evidentemente por el poder, entendido este en su
concepción foucaultiana como una relación en el que determinadas acciones
definen el modo de accionar de otras acciones. La subalternidad del feminismo
latinoamericano [está] atravesada indiscutiblemente por las estructuras de poder
[que se han establecido] históricamente por los procesos de colonización, y aquí
las condiciones materiales son cruciales para entender esta relación.
332
Hacia la construcción de un feminismo descolonizado
Sin embargo, esas relaciones de poder han sido posibles en tanto encuentran
el escenario propicio para [ejercerlas]. Y es aquí en donde me remito a la
responsabilidad histórica que hemos tenido las [mismas] latinoamericanas
[...] feministas en mantener estas relaciones de poder en torno al status del
feminismo latinoamericano y su situación interna.
Creo que hemos hecho poco para posicionar y validar el pensamiento
latinoamericano como teoría crítica particular, creo que escribimos poco, damos
poca importancia a la producción de teoría considerando nuestros propios
contextos, la relación teoría y práctica se siguen viendo como antagónicas; hemos
hecho poco para complejizar el sujeto colectivo del feminismo, donde la clase, la
raza, la sexualidad son fundamentales para caracterizarlo siempre considerando
las condiciones materiales, los contextos y las experiencias situadas de las mujeres.
Lo que daría fuerza al feminismo latinoamericano como propuesta teórica
crítica y epistemológica particular [sería] zafarse de esa dependencia intelectual
euronorcéntrica ––lo cual no niega que sean referentes teóricos importantes––,
pues el feminismo es, a fin de cuentas, internacionalista.
Descolonizar para las feministas latinoamericanas y caribeñas supondrá superar
el binarismo entre teoría y práctica, [pues le potenciaría] para [poder] generar
teorizaciones distintas, particulares que mucho pueden aportar para realmente
descentrar el sujeto euronorcéntrico y la subalternidad que el mismo feminismo
latinoamericano reproduce en su interior. De no ocurrir esto, seguiremos analizando
nuestras experiencias con los ojos imperiales, con la conciencia planetaria europea
y [norteamericana] que definen al resto del mundo como lo Otro incivilizado y
natural, irracional y no verdadero.
Entonces, otro reto que debe plantearse el Encuentro Feminista Autónomo es:
¿Cuáles son las teorías propias que nos ayudan a sustentar nuestras prácticas
políticas, nuestras explicaciones del mundo contextualizadas, localizadas, pero
considerando el sistema-mundo global desde nuestras posiciones de sujetas como
lesbianas, negras, indias, mestizas etc.?
Cada uno de estos desafíos no se agota en un Encuentro Feminista Autónomo
Latinoamericano y Caribeño, sin embargo, puede que de los debates salgan
reflexiones propuestas que sigan condensando el espíritu renovador, transgresor,
crítico, creativo, distinto, que muchas ya hemos estado construyendo desde hace
décadas, pues ello definitivamente permitirá continuar descolonizando nuestras
prácticas y nuestras teorías. Este debe ser el principal reto de todas nosotras, las
que nos hemos embarcado en esta difícil, pero apasionante tarea de construir este
momento histórico presente.
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