Signos Ortográficos Lenguaje y Comunicación-UNPGL1)
Signos Ortográficos Lenguaje y Comunicación-UNPGL1)
UNPGL- Matagalpa
Facultad:
Carrera: Año: I
Asignatura:
Objetivo:
Contenido:
Signos de puntuación
Ejercicios prácticos
Actividades:
Subraye las ideas más importantes del texto. (Palabras claves y frases
cortas)
La coma, uno de los elementos que conforman los textos, indica una breve
pausa dentro del enunciado. Es indiscutible que se trata de un signo de puntuación
imprescindible, puesto que nos ayuda a respirar mientras leemos, además de aportar
ritmo y melodía a la frase. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado a la hora de
colocar comas: en muchas ocasiones, el uso erróneo de estas puede causar una
alteración en el significado del texto.
Algunos de los errores más comunes relacionados con la coma suelen ser
colocarla entre el sujeto y el predicado (ejemplo que veremos más adelante), hacer
un uso abusivo de ellas cuando se podría recurrir a otros signos de puntuación, como
los puntos o los puntos y coma, y añadirla al realizar comparaciones.
Responde:
El punto (.) es el signo de puntuación que se coloca al final de los enunciados y las
oraciones gramaticales en español, además en la mayoría de los lenguajes escritos
con el alfabeto latino, se escriben sin dejar espacio de separación con el carácter que
precede, pero dejando un espacio con el carácter que sigue a continuación, a no ser
que dicho carácter sea de cierre. Existen tres clases de punto: el punto y seguido, el
punto y aparte y el punto final. Generalmente, indica una entonación descendente.
Punto y seguido
Punto y aparte
Separa dos párrafos de contenido diferente dentro del texto. A continuación hay que
comenzar a escribir en línea distinta. Para seguir las normas se debe colocar sangría
a la primera línea de texto del nuevo párrafo y comenzar en mayúscula. Se denomina
punto y aparte, aunque en algunas zonas de América se dice punto aparte.
Punto final
También se usa el punto para indicar que la palabra anterior es una abreviatura. En
este caso se escribe la abreviatura seguida del punto y se continúa escribiendo de
forma usual. Esta última clase de punto no se aplica en determinadas abreviaturas
como puntos cardinales, acrónimos o medidas, que se consideran símbolos.
La coma (,) es un signo de puntuación que señala una breve pausa dentro del
enunciado. Se escribe sin dejar espacio de separación con el carácter que precede,
pero dejando un espacio con el carácter que sigue a continuación. Se emplea para
separar los miembros de una enumeración o sucesión, ya sean palabras o frases,
salvo los que vengan precedidos por alguna de las conjunciones y, e, o, u o ni. Por
ejemplo:
María volvió a casa, hizo los deberes, cenó y se fue a la cama.
Hay tendencias que admiten su uso para separar dos miembros independientes de
una oración, haya o no conjunción entre ellos, siempre y cuando sean realmente
independientes; pues, si no, estaríamos en el caso anterior:
Las locuciones conjuntivas o adverbiales, sea cual sea su posición, van precedidas y
seguidas de coma, tales como: en efecto, es decir, en fin, por consiguiente.
Indicar que una o varias palabras han sido suprimidas por razones gramaticales o de
estilo (asíndeton, elipsis)
—María estaba apenada por el examen. + María tendrá que estudiar más. = María
estaba apenada por el examen; tendrá que estudiar más. —Está lloviendo mucho.
+ No podemos ir caminando. = Está lloviendo mucho; no podemos ir caminando.
—María estaba apenada por el examen y tendrá que estudiar más. —No podremos ir
caminando porque está lloviendo mucho.
También sirve para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de
expresiones que incluyen comas:
—Había que estar en contacto con la naturaleza; dejar entrar el cielo, el mar y el
viento; dormir sobre tablones, sobre el suelo; sentarse en sillas medio rotas.
Además, se usa delante de las conjunciones o locuciones como, pero, más, aunque,
sin embargo, por tanto y por consiguiente cuando los períodos tienen cierta longitud:
LA COMA
José Antonio Millán ha publicado un curioso libro, titulado Perdón imposible, en cuyo
primer capítulo relata una anécdota demostrativa de cómo el desplazamiento de una
coma puede cambiar el sentido de una frase y la trayectoria de una vida. Según la
leyenda, le pasaron a Carlos V a la firma una sentencia que decía así: «Perdón
imposible, que cumpla su condena». El emperador, que se había levantado
generoso, cambió la coma de lugar, dejando el texto de este modo: «Perdón,
imposible que cumpla su condena». De este modo, alguien se libró de la cárcel,
quizá de la horca.
b) traje, salió, la, el, zapatos, Pagó, el, tienda, y, bolso, los, de.
c) Pueblo, otras, no, programa, el, votó, lo, entendió, El, no, palabras, partido, en,
del.
3. Corrección de un texto
Cuenta la historia que había una vez un verdugo llamado Wang Lun, que vivía en el
reino del segundo emperador de la dinastía Ming. Era famoso por su habilidad y
rapidez al decapitar a sus víctimas, pero toda su vida había tenido una secreta
aspiración jamás realizada todavía: cortar tan rápidamente el cuello de una persona
que la cabeza quedara sobre el cuello, posada sobre él. Practicó y practicó y
finalmente, en su año sesenta y seis, realizó su ambición. Era un atareado día de
ejecuciones y él despachaba cada hombre con graciosa velocidad; las cabezas
rodaban en el polvo. Llegó el duodécimo hombre, empezó a subir al patíbulo y Wang
Lun, con un golpe de su espada, lo decapitó con tal celeridad que la víctima continuó
subiendo. Cuando llegó arriba, se dirigió airadamente al verdugo: -¿Por qué
prolongas mi agonía? -le preguntó-. ¡Habías sido tan misericordiosamente rápido con
los otros! Fue el gran momento de Wang Lun; había coronado el trabajo de toda su
vida. En su rostro apareció una serena sonrisa; se volvió hacia su víctima y le dijo:
Tenga la bondad de inclinar la cabeza, por favor.
A. En la biblioteca no está permitido hablar en voz alta fumar beber ni tirar papeles al
suelo.
J) Juan, que entiende mucho de fútbol dijo que el penalti fue injusto.
O) Fue un homenaje al que asistimos todos los compañeros: María Marisa Eduardo,
Luisa Pedro etc.
5. Recuerde que este signo se usa cada vez más como pausa enfática, ya sea
introduciendo el resumen de lo anteriormente dicho, ya sea dando entrada a
las especificaciones de lo que ha sido enunciado en general. Conviene tener
presente que los puntos engloban toso lo que se escribe a continuación hasta
el siguiente punto y seguido o punto y aparte.
a-Coloque coma, punto y coma y dos puntos en el siguiente texto y coloque las
mayúsculas correspondientes:
a. Hoy me detuve a contemplar este curioso espectáculo en una plaza de las afueras
un saltimbanqui polvoriento exhibía una mujer amaestrada aunque la función se
daba a ras del suelo y en plena calle el hombre concedía la mayor importancia al
círculo de tiza previamente trazado según él con el permiso de las autoridades.
b. Una de las comas del siguiente texto corresponde a dos puntos en el texto
original. Localícela:
Clare Bayes me acarició la nuca con una mano, y yo me di la vuelta y nos miramos
como si fuéramos los ojos vigilantes y compasivos el uno del otro, los ojos que
vienen desde el pasado y que ya no importan porque ya saben cómo están obligados
a vernos, desde hace mucho, tal vez nos miramos como si fuéramos hermanos
mayores ambos y lamentáramos no poder querernos más.
▪ Carlos ( ) creo que lo mejor es que vengas ( ) mi papá dijo que entre más
temprano mejor.
Caso 1
Testamento
“Dejo mis bienes a mi sobrino Juan no a mi hermano Luis tampoco jamás se pagará
la cuenta al sastre nunca de ningún modo para los jesuitas todo lo dicho es mi
deseo”
- Juan, el sobrino: «Dejo mis bienes a mi sobrino Juan. No a mi hermano Luis.
Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los
jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo». –
Luis, el hermano: « ¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¡A mi hermano Luis!
Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los
jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo». –
Los jesuitas: « ¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis?
Tampoco, jamás. ¿Se pagará la cuenta al sastre? Nunca, de ningún modo. Para los
jesuitas todos. Lo dicho es mi deseo».
Realice:
a. Coloque los signos de puntuación donde sean necesario para resolver el dilema.
Caso 2
Tres bellas, ¡Qué bellas son! Tres hermanas casaderas, Soledad, Julia e Irene,
conocieron a un joven y apuesto caballero, licenciado en letras y las tres se
enamoraron de él. Pero el caballero no se atrevía a decir de cuál de las tres
hermanas estaba enamorado. Como no se declaraba a ninguna, las tres hermanas le
rogaron que dijera claramente a cuál de las tres amaba. El joven caballero escribió
en un poema sus sentimientos, aunque "olvidó" consignar los signos de puntuación, y
pidió a las tres hermanas que cada una de ellas añadiese los signos de puntuación
que considerase oportunos.
La décima era la siguiente:
a. Coloque los signos de puntuación donde sean necesario para resolver el dilema.